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Historia del tango

El tango se gesta en ambos márgenes del Río de la Plata, entre 1880 y 1890, en un entorno
sociopolítico marcado por muchos cambios, entre ellos , la llegada de inmigrantes al puerto de
Buenos Aires.

No hay certezas con respecto a su origen, solo estudiosos que han volcado sus teorías al respecto
que echan luz sobre los distintos aspectos del género, como ser, la música, la danza, la
instrumentación, entre otros.

En su gestación musical intervinieron 4 especies musicales : El candombe, la Habanera , el


Tanguillo andaluz y la Milonga.
Del candombe tomó los cortes y quebradas para la danza; de la habanera , la línea melódica, la
coreografía de pareja abrazada, de la milonga. Para el musicólogo argentino, Carlos Vega,
provendría directamente del tango andaluz.

La palabra Tango

También hay varias acepciones acerca del origen del vocablo.


De la fuente española antigua, el verbo tanguir, era sinónimo de tañer o tocar un instrumento
De la fuente criolla, como derivación de tambos, sitio de reunión donde los negros celebraban sus
danzas.
De la fuente africana, tango significa lugar cerrado.

Época de origen (1880 a 1900)

Los primeros tango aparecieron hacia 1880 y distaban mucho de ser como los conocemos hoy.
Provenían del Tango andaluz y de la Milonga, géneros que predominaban en la época.
Alguno títulos :
Andate a la Recoleta ( anónimo)
Dame la lata ( anónimo)
Tango de la casera ( anónimo)
No me tires con la tapa de la olla ( anónimo)
El entrerriano ( Rosendo Mendizábal)
Una negra y un negrito (anónimo)
Tango del mate (Pedro Palau)

Muchos de los primeros cultores de tango eran descendientes de esclavos africanos, como el
apodado Negro Casimiro, el Mulato Sinforoso entre otros.

Las letras de estos primeros año eran muy simples, y trataban temas que ocurrían en sitios de
reunión. Algunos tenían palabras groseras, o temas vergonzantes, lo que lo situó, como un género
marginal y prostibulario.

Las combinaciones instrumentales más frecuentes estaban compuestas por : guitarra, flauta y
violín. Se agregaban ocasionalmente un acordeón, un mandolín o una armónica y hasta el artesanal
“peine de papel”.

Los primeros bailarines fueron El Flaco Raúl, Juan Filiberto ( padre del autor de Caminito). Entre
las mujeres se destacaron, La Parda Flora, Lola “La petisa”, La Parda Refucilo, y la célebre Rubia
Mireya.

Donde se hacía tango en esta época ?

En sitios cercanos a la ribera del Río de la Plata, boliches de carreros, cuarteadores, en conventillos
del Sur de la ciudad, los piringundines y el mundo de la mala vida. Las academias de baile, las
carpas, romería y prostíbulos.
Se bailaba y tocaba tango para amenizar las reuniones, las esperas.Ahí convivían la milicia, rufianes,
trabajadores , marineros, operarios de fábricas, generalmente hombres solos en busca de distracción
y esparcimiento.

Socialmente, el tango estaba mal visto, por atentar contra los valores de la familia y de la Iglesia.
La danza , de pareja abrazada, la temática de sus letras y los sitios de reunión, hicieron que
estuviera prohibido en la sociedad porteña en esa época

1)Cambalache (Discépolo)
2)Taquito militar (Mores)
3)Mi noche triste (Castriota.Contursi)
4) La yumba (Pugliese )
5) Libertango (Piazzolla
6)Fuga y misterio (Piazzolla)
7) La cara de la luna (Campoamor)
8)El choclo (Villoldo)
9) Malena (Troilo.Manzi)
10)Naranjo en flor (Virgilio y Homero Expósito )
11)La cumparsita (Matos Rodríguez)
12) Por una cabeza (Gardel .Lepera)
13) Pa bailar (Santaolalla)
14) Garganta con arena (Cacho Castaña)

La guardia vieja (1900-1920)

En el año 1906 , la Fragata Sarmiento, lleva mil ejemplares de la edición del tango “La morocha”
de Villoldo y Saborido. Al conocerse este tango, hizo furor en la sociedad parisina. El tango al cabo
de una año , pasaba de ser una curiosidad pasajera para convertirse en una moda, gestándose así una
industria que incluía no solamente música.
Así , la sociedad porteña que accede a viajes a Europa, escucha en salones parisinos esa música que
en su propia tierra era rechazada. Este fue entonces, el primer espaldarazo que tuvo el tango, la
aceptación europea.

También fue cambiando la temática de sus letras y su música.


Las letras empezaban a contar otras cosas, los temas empezaron a ser más líricos, sobre el amor, el
barrio, los afectos, y empieza a popularizarse en Buenos Aires y a ser considerado como un bastión
de la clase proletaria.

Se incorpora el bandoneón en esta época. Y se forma el Sexteto típico, integrado por piano, que
reemplaza a la guitarra, violines, contrabajo y dos bandoneones.
Más tarde se formaría la Orquesta típica integrada por mayor número de estos instrumentos,
especialmente cuerdas.

Protagonistas de esta época: Ángel Villoldo (cantautor), Vicente Greco (bandoneonista)


Francisco Canaro ( director ), Roberto Firpo (director)

Hacia fines de los años '20, se formarían dos tendencias tanguísticas: la tradicionalista y la
evolucionista.
La primera, orientaba a la orquesta a estar al servicio de la danza. Se trataba de hacer un ritmo
regular, bailable, más cercano a los tango primitivos.
La corriente evolucionista, en cambio, incorporaba nuevos recursos musicales, no necesariamente al
servicio de la danza, en la que predominaban pasajes musicales con solos instrumentales, más
elaborada en lo armónico y melódico, con inclusión de matices sonoros.
La Tradicionalista estaba liderada por Francisco Canaro. La evolucionista, por Julio Decaro.

El tango canción
El año 1917 fue una época fundamental para el desarrollo del tango. Surge una nueva generación de
jóvenes y talentosos músicos y compositores que darán un diferente relieve al tango, ampliando su
calidad: Julio de Caro (19 años) - de cuyo conjunto participaban su hermano Francisco (20 años),
Pedro Maffia (17 años) y Pedro Laurenz (15 años) - creó un estilo que revolucionó estéticamente el
tango.
Maffia-Laurenz, según Luiz A. Sierra: "inventaron todas las posibilidades de estilística del
bandoneón en el tango". Se juntaron a ellos: Enrico Delfino (22 años), Juan Carlos Cobián (21
años), Fresedo (20 años), Anselmo Aieta (21 años), además de Sebastián Piana, Oswaldo Pugliese y
Edgardo Donato.
El hecho más decisivo del año y que se confirmaria más tarde, fue el suceso de los versos de un
joven de 28 años, cantor y guitarrista (Pascual Contursi), hechos para una música llamada "Lita", un
tango de Castriota. Entonces Contursi compone "Mi noche triste", la música que, según Enrico
Santos Discépolo, "lleva el tango de los pies a la boca".

Carlos Gardel

Nació Charles Romuald Gardés el 11 de diciembre de 1890, en Toulouse, Francia. Hijo de padre
desconocido, llegó a Buenos Aires con su madre cuando tenía tan sólo 2 años. Vivió gran parte de
su vida en el barrio porteño del Abasto. Pobre, desde chico hacía pequeños trabajos para ayudar a
su madre.
Empezó a cantar a los 17 años y en 1911 formó un dúo con el cantor uruguayo José Razzano, quien
lo convirtió en el fenómeno musical de la década. El reconocimiento vino en 1914, cuando empezó
a presentarse regularmente en el cabaret Armenonville, en Buenos Aires.
Pero su consagración definitiva , tuvo lugar en el actual teatro Maipo, con su interpretación de “Mi
noche triste” en el año 1917. A partir de esa actuación, se considera a Gardel como el máximo
representante del tango canción.
Tras la separación del dúo se producen los primeros viajes al exterior. En el año 1925, Gardel ya era
popular en toda Hispanoamérica. 1927 fue el año de su consagración en Europa, alcanzando gran
éxito en París. Luego llegaría Estados Unidos y el cine. En los estudios de la Paramount, en Nueva
York, filma varias películas que son un éxito y que extienden aún más su leyenda.
Entre sus tangos más exitosos : Volver, Mi Buenos Aires querido, Por una cabeza, Cuesta abajo,
Mano a mano, todos de su autoría en colaboración con otros autores.

El 24 de junio de 1935, muere en un accidente aéreo en Medellín, mientras realizaba una gira
por Latinoamérica, convirtiéndose desde ese entonces en la figura número uno del tango.

La Guardia Nueva y la Época de Oro

Durante la década del '20, la sociedad argentina vivió un proceso de acelerados cambios y gran
movilidad. Fue en Buenos Aires , donde esos cambios se manifestaron con mayor rapidez.
El ascenso social fue uno de esos cambios. Hijos de comerciantes e inmigrantes pudieron acceder a
un cargo político, estudiar una carrera universitaria. La obra teatral de Florencio Sánchez ,
“M'hijo el dotor “, reflejó la voluntad del progreso individual y la posibilidad de ascenso
social.
También surgieron nuevos barrios y otros cambiaron de aspecto. Los nuevos sistemas de transporte
como el tranvía y el subterráneo, a los que se sumó el ómnibus o colectivo en 1928, acortaron las
distancias entre los suburbios y el centro.

Después de la transición empieza la Guardia Nueva, de 1920 a 1960, periodo de gran importancia
para el tango, respecto a la creación musical, poética, a la interpretación y a la ejecución. Esa época
renovó el tango, lo que determinó las primeras diferencias estilísticas con relación a la corriente
tradicional. Con esos profesionales de gran capacidad y calidad, la música se tornó más refinada y
elaborada. Los evolucionistas impusieron un compás mucho más firme.
Solamente con la Guardia Nueva se puede hablar con entera propiedad de estilos y modalidades
interpretativas". ( Horacio Ferrer)
La orquesta deja de ser una masa compacta para transformarse en un grupo de músicos. Se
destacan: De Caro, Troilo, Pugliese, Tanturi, Fresedo, D'Agostino.
Con Julio De Caro el tango deja de ser escrito en 2 por 4 y empieza a ser escrito en 4 por 8. El
baile se torna más lento, casi caminado, acompañando su ritmo melódico y arrastrado. Empieza, así,
la llamada Escuela Decareana que, básicamente, embellece la melodía por medio del
acompañamiento armonizado del piano, solos de piano y bandoneón, expresados con una riqueza
artística y sonora hasta entonces desconocida.
Osvaldo Fresedo, "El pibe de la Paternal" pertenece a otra escuela evolucionista, una
corriente "conservadora" basada en esquemas instrumentales de la Guardia Vieja. Influenciado
por el jazz, ese bandoneonista introduce nuevos instrumentos en la orquesta.
Juan D'Arienzo, llamado "El Rey del Compás", retoma las características de la Guardia
Vieja, ejecutando un tango más veloz y "picado", con un ritmo contagiante que llamaba a la
gente a bailar, recuperando, así, su alegría inicial. Los instrumentos tocaban en unísono y sólo se
podía distinguir algún compás suelto del piano conductor o algún "contracanto" del violín.
Anibal Troilo "Pichuco" es el símbolo del tango en los años 40, la Edad de Oro. Fue un
auténtico evolucionista y sus obras como compositor son los clásicos: Sur , Garúa , Barrio de
Tango , Responso.

Los poetas del tango

Homero Expósito

(5 de noviembre de 1918 - 23 de septiembre de 1987)

Su primer tema es de 1938, con música de su hermano Virgilio y lleva por título “Rodando”. Luego
llegarían una gran cantidad de éxitos, entre los que podemos incluir “Naranjo en flor”, “Percal”,
“Yuyo Verde”, “Tristezas de la calle Corrientes”, “Qué me van a hablar de amor”, “Te llaman
malevo”. Compuso con los grandes creadores de su época, como Aníbal Troilo, Domingo Federico,
Argentino Galván, Armando Pontier y Osmar Maderna.

Enrique Cadícamo

(15 de julio de 1900 - 3 de diciembre de 1999)


Uno de los poetas más prolíficos del Tango, a quien Gardel le grabó unas veinte obras, entre ellas
“Anclao en París”, “Pompas de jabón”, “Madame Ivonne”, “Che papusa, oí”.
Sus letras reflejan los barrios de Buenos Aires, las noches de bohemia, los cafés y también el amor y
la traición.
Escribió además notables letras para diversos autores como Troilo y Cobián, que ya forman parte
del cancionero popular: “Niebla del Riachuelo”, “Garúa”, “Los Mareados”, “Nostalgias”.
Fue autor además de distintos libros de poemas como “La luna del bajo fondo” (1940), “Viento que
lleva y trae” (1945), la novela “Café de camareras” (1969) y de “El desconocido Juan Carlos
Cobián” (1972)

Enrique Santos Discépolo

Uno de los mayores poetas y filósofos del tango, nació en marzo de 1901 en la zona de Once, barrio
de Balvanera.
En 1906 fallece su padre y en 1910 ,su madre, lo cual comienza a marcar su vida desde la niñez.
Debuta como actor en una obra de su hermano, el “Chueco Pintos”, estrenada en 1917 y un año
después estrena su propia obra “El duende”.
Comenzó escribiendo Tangos que no alcanzaron en su momento mayor repercusión , como
“Bizcochito” y “Quevachaché”. En 1926 cambiará la suerte con “Esta noche me emborracho”,
estrenado por la cancionista Azucena Maizani. Allí comienza una historia de éxitos, entre los que se
destacan “Yira yira”, “Sueño de juventud”, “Canción desesperada”, “Confesión”, y “Soy un
arlequín”, entre otros.
Discépolo que además de poeta del tango fue director y autor teatral,
Compone sus últimos temas junto a Mariano Mores,”Uno”, “Sin Palabras” y “Cafetín de
Buenos Aires”.
El 23 de septiembre de 1951, en el departamento de la Av. Callao 765, deja de existir uno de los
hombres que mejor expresó el pensamiento y el sentir de los porteños.

Cátulo Castillo
(6 de agosto de 1906 - 19 de octubre de 1975)
Nacido el 6 de agosto de 1906, fue director de Orquesta, compositor, poeta, periodista y boxeador.
Hacia 1923 realiza la música de la primera parte del Tango “Silbando”, con letra de su padre José
González Castillo.
También compuso Tangos con otros grandes de las letras como Nicolás Olivari (“La violeta”), y
Homero Manzi (“Viejo ciego”, en colaboración con Sebastián Piana).
Fue presidente de SADAIC y de la Comisión Nacional de Cultura.
Como autor teatral escribió el sainete en tres actos “El patio de la morocha”, “Tangos en el Odeón”
y “La palabra del diablo”
Su actividad como poeta dejó obras memorables como “Patio mío”, “El patio de la morocha”, “Una
canción”, “La última curda”, “El último farol”, “Desencuentro” (todas con Aníbal Troilo), “Anoche”
(Armando Pontier), “Perdóname”, “El último café” (Héctor Stamponi).
Cátulo Castillo partió la tarde del 19 de octubre de 1975.
Homero Manzi
(1 de noviembre de 1907 - 3 de mayo de 1951)
Autor de una obra tan monumental como rica y bella. 44 años de vida le bastaron para marcar
nuevos rumbos en las letras de Tango y la poesía, escribir guiones para la radio y el cine y
vincularse con la actividad política y periodística.
Nacido en Añatuya, Santiago del Estero, el primero de noviembre de 1907. En 1916 su familia se
traslada a Buenos Aires, más precisamente a Boedo, que gracias a su pluma ha ingresado en la
mitología popular y tanguera por la puerta grande.
Entre 1921 y 1923, ingresa como alumno pupilo en el Colegio Luppi, que funcionó hasta 1927 entre
las calles Tabaré, Esquiú y Lanza (actual Homero Manzi). Desde la ventana del primer piso Manzi
observó aquel paisaje de Nueva Pompeya que en el horizonte se mezclaba con Parque Patricios y
Almagro. Aquella estética barrial será retratada especialmente en “Barrio de Tango” (1942) y “Sur”
(1948), los dos con música de Aníbal Troilo.
En 1935 se transforma en uno de los fundadores de FORJA, Fuerza de Orientación Radical de la
Nueva Argentina.
Se suma a todo esto su intensa y fructífera actividad cinematográfica, como guionista y director, lo
cual se ve reflejado en “El viejo Hucha”, “La guerra gaucha”, “Pampa Bárbara”, “Su mejor
alumno”, “El último payador”, y “Pobre mi madre querida”.
Como poeta del tango destacan dos facetas dentro de su obra: la barrial o suburbana que aparece en
“Barrio de Tango”, y otra más romántica que tiene como exponentes principales a “Malena”,
“Ninguna”, “Tal vez será su voz”. Colaboró con los grandes compositores de su tiempo, como
Pedro Maffia (“Abandono”), Osvaldo Pugliese (“Recién”), Charlo (“Fueye”, “Tu pálida voz”),
Aníbal Troilo (“Che, bandoneón”, “Romance de barrio”), Mariano Mores (“Una lágrima tuya”).

La década del '30

La crisis y depresión económica, los fraudes electorales, la caída de los salarios, con el crack
internacional del 1929, produce un éxodo de campesinos a Buenos Aires, donde redunda la
desocupación. Todo esto marca el contexto de la primera gran crisis del tango.
Durante los primero cinco años decrece el favor del público en torno al tango. Se introducen nuevos
ritmos extranjeros , como el charleston, y la gente se vuelca al cine sonoro, recién inventado, qjien
desplaza de sus puestos a las orquestas de tango que sonorizaban esos espectáculos.

De esta época son algunos tangos emblemáticos como “Pan”, de Enrique Cadícamo ,”Yira
Yira”y “Cambalache “ de Discépolo.
Pero al morir Gardel en 1935, se sacude este aletargamiento tanguero, y se renueva el interés por el
género, rememorando a su máximo exponente, devenido en mito tras su muerte.

Decadencia del tango (1950)


Durante este período, decae el interés del público por la introducción del ritmos extranjeros, como
el jazz, el rockanroll y el twist, ritmos tropicales, boleros
No hay grandes renovaciones musicales del género durante esta época.

El nuevo tango
Desde fines de la década del 50 comenzarían a surgir corrientes tangueras renovadoras. Los
primeros fueron músicos como Mariano Mores y Aníbal Troilo que empezaron a experimentar
con nuevas sonoridades y temáticas. Pero el renovador indiscutido fue el marplatense Ástor
Piazzolla.
Ástor Piazzolla alternaba entre las tardes de música clásica en el Teatro Colón y su pasión por Ígor
Stravinski y Bela Bártok, con las noches de tango, y su desempeño como bandoneonista y
arreglador musical de la orquesta de Aníbal Troilo (1914-1975). Fusionando creativamente las
influencias más diversas, Piazzolla introdujo en el tango armonías disonantes y bases rítmicas
intensas y nerviosas que produjeron una transformación radical del género.
La música de Piazzolla produjo una apasionada controversia entre tradicionalistas y renovadores,
sobre si «eso» era o no tango. El punto culminante de esa controversia fue el Festival de la
Canción de Buenos Aires realizada en el Luna Park en 1969, en el que Ástor Piazzolla y el
uruguayo Horacio Ferrer presentaron un valsecito tanguero, Balada para un loco,
interpretado por Amelita Baltar en la sección correspondiente al tango. La canción produjo un
escándalo descomunal que llevó a los organizadores a cambiar las reglas para evitar que Balada
para un loco ganara el festival. Pese a ello, el nuevo tango-canción, ganó la adhesión popular,
especialmente entre los jóvenes y se volvió un éxito de ventas como hacía años que el tango no
tenía.

El dúo Piazzola y Ferrer realizaron otras obras de amplia difusión popular como el tango “Chiquilín
de Bachín” (1968) o la «ópera-tango» María de Buenos Aires (1967), que incluye la bella” Fuga y
misterio”. Piazzolla aportaría composiciones fundamentales como sus Cuatro estaciones porteñas
(Verano porteño, Otoño porteño, Invierno porteño y Primevera porteña), la serie del ángel (entre
ellas Milonga del ángel y La Muerte del ángel), Libertango, Decarísimo y por sobre todas Adiós
Nonino, a la muerte de su padre. Piazzolla también aportó decisivamente a la renovación
instrumental del tango con su octeto, que incluía intrumentos hasta entonces absolutamente ajenos
al tango, como los eléctricos (guitarra, bajo, teclados, sintetizador), la batería y el saxo. También
con él ingresaron al tango instrumentistas de excepción como el violinista Antonio Agri y el
guitarrista Cacho Tirao, y un cantante como Miguel Angel Trelles. Piazzolla también realizó una
audaz fusión tango-jazz con el saxofonista estadounidense Gerry Mulligan en 1974 (registrado en el
álbum Reunión cumbre) e influyó considerablemente en el subgénero conocido como rock nacional
argentino, desarrollado a partir de la segunda mitad de la década del sesenta.
En esas dos décadas de renovación surgieron también otros autores e intérpretes de gran
importancia como Eladia Blázquez (Con el corazón al sur, Sueño de barrilete, Si Buenos Aires no
fuera así), Chico Novarro (Cordón, El balance, Cantata a Buenos Aires), Cacho Castaña (Café La
Humedad), el Sexteto Tango, la modernidad clásica del bandoneón de Daniel Binelli, el octeto coral
Buenos Aires 8 (con un álbum excepcional en 1970, Buenos Aires Hora 0), las nuevas sonoridades
introducidas por Osvaldo Berlingieri (1928-) desde el piano[25] y su asociación con Ernesto Baffa
(Baffa-Berlingeri), la voz juvenil y romántica de Susana Rinaldi, la madurez compositiva de
Leopoldo Federico (El último café, Qué falta que me hacés), el revolucionario álbum Concepto
(1972) de Atilio Stampone, Rodolfo Mederos —a quien se consideraba como «la cabeza visible de
una nueva música porteña en los años setenta»,etc. También debe mencionarse aquí al último
Goyeneche de la «garganta de arena» —según el cantautor Cacho Castaña— que desarrolló el arte
de «decir» el tango, cuando paradójicamente alcanzó el pico más alto de la devoción popular.
En estas dos décadas el tango sufrió también la confrontación generacional y contracultural que
llevaron adelante los movimientos juveniles en todo el mundo, con expresiones como el Verano del
amor de 1967 y el movimiento hippie en EE.UU., el Mayo francés de 1968, que tuvieron en la
música rock y en la revolución sexual, dos de sus códigos de referencia común. En la Argentina,
esto se manifestó como una confrontación de contenido generacional entre tango y rock: el tango
era la música de “los viejos”; el rock era la música de los jóvenes.
El tango en la actualidad

El panorama de tango en la actualidad cuenta con un renovado grupo de músicos .


El abanico de propuestas es muy diverso. Hay toda una generación
jóven desempolvando viejas partituras y rescatan do la obra de la Guardia Vieja. Y en
la otra punta, lapropuesta de tango electrónico que ha generado primeramente a través
de Gotan Project que la música de Buenos Aires llegue a ámbitos impensados .
Tal vez lo más representativo de lo que hoy sucede con el género radique en dos
propuestas muy distintas de un mismo artista. Gustavo Santaolalla, músico
legendario del rock argentino que fuera guitarrista de Arco Iris, y actual
productor discográfico, quien revolucionó el mundo del tango con su BAJO
FONDO TANGO CLUB, una propuesta de tango electrónico que resultó un éxito
internacional. El mismo Santoalalla editó “El café de los maestros”, una obra de
colección que reúne a los grandes maestros vivos del tango: Mariano Mores,
Horacio Salgán, Leopoldo Federico, Alberto Podestá, Lágrima Ríos, entre tantos
otros. Es decir, la dos caras del tango de hoy, igualmente válidas y atractivas.
Hay muchos jóvenes en el tango que son excelentes músicos y apuestan a propuestas
de muchísima calidad. Hay un grupo que propone el rescate del canto con guitarras,
con reminiscencias corsinianas y gardelianas. Es el caso de Las Bordonas, del
Cardenal Domínguez, de 34 Puñaladas (que proponen un repertorio de tangos
carcelarios que remiten a los míticos cuchilleros y su universo), de Walter Chino
Laborde y Dipi Kvitko, de Alfredo Piro, de Brian Chambouleyron, entre otros.

Bibliografía consultada

Strada, Jorge.(1995) Historia Orientativa del tango. Editorial Papelnonos. Mar del
Plata.
http://www.todobuenosaires.com/buenos_aires/es/tango/historia/nuevo.php
http://tangojerez.blogspot.com.ar/2008/05/dcadas-del-60-y-del-70-renovacin-y.html
http://www.turismo.buenosaires.gob.ar/es/article/poetas
http://www.tangoporsisolo.com.br/guardia_nueva_espanhol.html

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