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SUMARIO
* Editorial 3
* Actividades comerciales y
* Herradura, rica en natura- culturales 15
leza y en gastronomía 5
* Ramón Eulogio Ferreira
* El mate (cuento) 9 (biografía) 18
* Las grandes esperanzas 11 * Un pueblo que crece 21
* El joven perdido en las ca- * Curuzú (cuento) 23
lles del pueblo(cuento) 13
* El negocio de Francisco 25
* Eduardo Heizenreder
(biografía) 26
FORTALEZA CULTURAL
VOLUMEN 1 * En cercanías de la plaza 28
Septiembre de 2018
* El barrio Andresito
Publicación escolar de la EPES
N°18, Herradura, Provincia de (cuento) 30
Formosa, Argentina.
* La villa turística 32
Producción de contenidos a
cargo de alumnas y alumnos * Juego de cartas bajo la hi-
guera (cuento) 35
Espacios Curriculares:
Lengua
Lengua y Literatura * Un lugar que tiene todo 37
Cultura y Comunicación Esta es una publicación realizada
con fines educativos y pedagógicos,
Profesores: se agradece su difusión y conserva-
Laura Ester Torres ción.
Gladys Lucía Lazzo
Rodrigo Villalba Rojas ¡GRACIAS POR COLABORAR
CON EL COLEGIO!
fortaleza cultural
editorial
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fortaleza cultural
ta producción se realizó entre esfuerzo y precariedad, pero este primer
ejemplar en nuestras muestras nos alienta a seguir trabajando.
No hay conocimiento posible, sin transformación del sujeto que co-
noce; conocer no lleva a encontrar algo que en el objeto ya existía, sino a
descubrir nuevos sentidos, a animarse a lo aún no inscripto, no pensado.
Esta revista en su proceso de producción ha circulado por esas sendas, se
ha detenido, se ha continuado, ha trabajado en el tiempo, en la historia, en
la cultura.
Quiero expresar mi especial gratitud a los docentes que llevaron ade-
lante el proyecto, y a quienes con generosidad se han prestado para las
entrevistas, ya que reconocemos que han sido indispensables para este
trabajo.
Las producciones que integran este primer número de la revista de-
muestran el criterio abierto, público, compartido al que he aludido al
principio y como simple portavoz de los que han hecho posible esta pri-
mera publicación de “Fortaleza cultural”, quiero reafirmar nuestro propó-
sito de continuidad y de tener nuestras páginas abiertas a todos aquellos
que quieran ayudarnos con su colaboración.
Los autores de los distintos textos presentan distintos mundos, en-
tramados singulares y por ello irrepetibles, que van llevando a descubrir
sentidos en los estilos, cada uno propio y distinto de los demás. De allí el
valor de esta propuesta.
Entonces, sin más, a comenzar a disfrutarla.
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fortaleza cultural
Lilian Martínez
Adrián Mieres
6° HyCS
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fortaleza cultural
celebra la fiesta patronal el 19 de marzo con una nutrida procesión por las
calles del pueblo, encabezada por la imagen del santo.
Otra gran fiesta popular es el 25 de mayo, cuando se celebra simbó-
licamente el aniversario de fundación del pueblo. Como históricamente
no existen datos sobre sus inicios, se determinó por decreto de la inten-
dencia como fecha de fundación el 25 de mayo de 1899, aun sabiendo que
sus orígenes se remontan a muchos siglos antes, con la fundación de la
misión jesuítica en inmediaciones del lugar en el que se encuentra la ciu-
dad.
Los festejos anuales se unifican así con las celebraciones por la Re-
volución de Mayo, con un tradicional desfile cívico, militar y gauchesco,
seguidas de actividades recreativas y destrezas criollas, luego un popular
almuerzo donde se sirve el tradicional locro mientras se disfruta de con-
juntos folklóricos y regionales y para coronar el cierre por la noche, reci-
tales en vivos.
Cada 21 de septiembre los estudiantes de toda la provincia se acer-
can a los diferentes campings de la costa de la laguna, estos lugares son el
encuentro de los jóvenes para recibir la primavera y festejar el día del es-
tudiante.
Desde el año 2002, por otro lado, en Herradura se realiza cada año la
fiesta Internacional de la Pesca de la Corvina de Río que atrae a miles de
turistas y que viste de fiesta esta hermosa localidad, y pone el acento en
tres aspectos: el deporte (un concurso internacional de pesca con dos
modalidades: embarcada a remo y embarcada a motor), la gastronomía y
la música (durante tres jornadas se presentan artistas gratis y al aire li-
bre).
Además, durante la tarde en la playa se ofrece una variedad de acti-
vidades recreativas.
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fortaleza cultural
plir con la labor de ama de casa, a crear sus propios diseños de tortas,
dulces y postres, con lo que sorprende y supera las expectativas de sus
clientes.
Comenzó dicha actividad realizando tortas para distintos eventos
(cumpleaños, aniversarios, días especiales) que en un principio fueron
propios del entorno familiar, y poco a poco fue ampliándose de acuerdo
con las demandas de los vecinos y la población, incorporando así distin-
tos postres y mesas dulces.
Todo lo hace con un propósito fijo: “Cuando uno emprende o inicia
algún tipo de negocio o emprendimiento siempre piensa o se fija en las
necesidades del entorno en donde vive y para que esto resulte tiene que ir
mejorando y sobre todo ¡innovar!”.
Natalia tiene un emprendimiento que está en vías de crecimiento y
se muestra optimista porque a los clientes de siempre se suman otros,
muchos de ellos turistas que visitan el pueblo y que promueven el naci-
miento de nuevos negocios. “Herradura es un pueblo turístico, recibe mu-
cha gente los fines de semana y gran parte busca la gastronomía que ofre-
ce la ciudad. Siempre hay muchas cosas por mejor y como los clientes, los
gustos se renuevan, salen nuevos productos, nuevas competencias”.
El movimiento en el pueblo no solo beneficia a Natalia sino también
a muchas de las personas que ponen sus puestos todos los sábados y do-
mingos a los costados de la ruta, ofreciendo variedades gastronómicas pa-
ra saborear, como los pastelitos, las empanadas de charque, carne y pes-
cados, el tradicional asado, la sopa paraguaya, pescados a la parrilla, y va-
rios otros platos.
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fortaleza cultural
El mate
cuento
Ezequiel Bobadilla - 3° I
presentado en los Juegos Evita Cultural 2018
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fortaleza cultural
turno, porque, si no, nuevamente nos peleábamos todos. Pero igual, el
primo más chico siempre terminaba llorando.
A la hora del almuerzo, la abuela nos sorprendía con sus riquísimos
menúes como el guiso, las empanadas y su sopa paraguaya como la que
jamás he probado una idéntica. Y no es una exageración sino una realidad.
Además, no era el único que decía eso; también lo decían “Santillán”, “Pe-
lo seco” y “Pluma de ñandú”, estos eran mis primos que sabían de gustos.
Ese domingo, cuando fuimos a la casa de los abuelos, comimos lo
prometido: las empanadas y el asado… Ah, casi me olvidé, también comi-
mos las ansiadas tortas fritas.
Después de almorzar, eran tipo dos de la tarde cuando fuimos al río
a pescar. Las orillas estaban sucias, ocupadas por troncos, con barrancas
muy pronunciadas, entre otros problemas.
Bueno, la cuestión es que nos perdimos, en realidad nosotros no sa-
bíamos cómo salir del monte. Pero mi tío por su parte se hacía el tonto
nomás, supuestamente él no sabía nada.
Mientras salíamos del monte nos hincaron cardos, nos caíamos, nos
tropezábamos y por mentiroso a mi tío le hincó una espina de corona.
Todo eso no era nada comparado con el llanto de mi primo más chico, que
por supuesto estaba llorando de miedo y desesperación.
Cuando pudimos salir de ese tramo tan desesperante, se calmó. Pero
de nuevo, por culpa de alguien que dijo: “¡Ah todavía falta mucho!”, don
chillón se largó a llorar porque extrañaba a su mamá y porque estaba can-
sado. Igual, todo era mentira y así conseguía ir la mayor parte del camino
upa.
En el camino encontramos una represa y el tío nos dijo que pesque-
mos allí mientras él descansaba tomando un rico tereré a la sombra de un
lapacho negro, hermoso. Pues era la época en donde éste florecía de un
llamativo color de rosa.
Después de pescar unas cuantas mojarritas y blanquillas fuimos a
casa muy contentos por nuestros logros. Allí nos esperaban una mala y
una buena noticia: la buena era que merendaríamos un riquísimo cocido
quemado con pastelitos y para los más grandes un mate con torta frita,
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fortaleza cultural
igual eso no nos interesaba: con que haya para nosotros estaba bien de
todos modos. Se venía la mala noticia y era que teníamos que volver a ca-
sa. Después de hacer todo lo que teníamos previsto hacer, nos despedi-
mos muy apenados.
A pesar de que teníamos que volver a la rutina, ese verano que pa-
samos con los primos para mí fue único, nunca lo pasé mejor con ellos.
De todas formas, no es que dejamos de irnos, cada vez que podemos
ir lo hacemos y pasamos hermosos momentos con los parientes. Pero cada
reencuentro es aún más distinto al anterior, eso me hace sentir que empe-
zamos a perder algo muy importante y además me entristece.
A veces pienso, si tan solo pudiera regresar el tiempo atrás y disfru-
tar cada momento con ellos me alegraría tanto. Si tan solo pudiera escu-
char una sola vez más el llanto de mi primo, las discusiones, los almuer-
zos juntos. Pero no cualquiera, sino la de aquel verano.
Cada vez que volvemos a ir, entre enero y febrero, nos acordamos de
esos momentos juntos y siempre gracias al inolvidable “mate con tortas
fritas”.
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fortaleza cultural
Antonella López
Giuliana Duarte
6° HyCS
Don Hugo
Herradura es un pueblo muy lindo para vivir, por eso don Hugo
Heizenreder se mudó a este lugar hace 30 años, junto con su esposa. Pu-
sieron un pequeño negocio de verduras y de esa manera empezaron su
trabajo, siempre teniendo grandes esperanzas con respecto al negocio.
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fortaleza cultural
Poco a poco fueron creciendo, ese pequeño local de verduras, paso a ser
un kiosco: vendían mercaderías, artículos de limpieza, etc.
“Siempre quise tener un negocio grande –nos cuenta– y los mejores
momentos fueron desde 2001 a 2005, porque ahí empecé a agrandar el lo-
cal de verduras, más variedad, y puse un kiosco.”
Las mejoras fueron posibles porque un tiempo después sacaron un
préstamo con el cual agrandaron su kiosco. También construyeron tres
cabañas para alquilar.
Como todos los años en febrero se realiza la fiesta de la Corvina De
Río, y vienen al pueblo cientos de turistas que alquilan cabañas y casas, el
negocio de don Hugo fue progresando. Pero no siempre las cosas funcio-
nan bien, “los momentos más duros fueron cuando estaba comenzando a
crecer el kiosco, y les daba libreta a algunas personas, varias de ellas no
pagaban sus deudas, pero siempre puede mejorar la situación, por eso de
a poco fui agrandando el negocio hasta llegar al minimercado que tene-
mos ahora.”
Gracias a los turistas y al trabajo duro, hoy se cumplen las esperan-
zas de este matrimonio, al conseguir hacer realidad el negocio grande que
tanto sacrificio le costó tener. También tiene otras esperanzas, que invo-
lucran al bienestar de sus vecinos: “Lo bueno sería que haya más trabajo
para los jóvenes, más viviendas y también que se puedan traer médicos
como obstetras, pediatras, máquinas para hacer ecografía.”
Así como esta pareja muchos vinieron y cumplieron sus expectati-
vas en Herradura, un pequeño pueblo con cultura, tradiciones y buenas
personas.
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fortaleza cultural
Eliana Vera
5° HyCS
finalista de los Juegos Evita Cultural 2018
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fortaleza cultural
una ocasión fue tanto el descontrol y el enojo que le arrojó agua hirviendo,
produciéndole graves quemaduras.
Por estos maltratos y muchos otros, Arturo se alejaba cada vez más
y más de su hogar y del amor de su familia, encontrando en las calles la
paz y la tranquilidad que él necesitaba. Pero por esas cosas de la vida
también encontró el vicio.
Las drogas y el alcohol fueron su consuelo y su escape a esta cruel
realidad.
Hoy se lo puede ver andando por las calles con una botella de vino,
perdido sin saber qué hacer, sin encontrar el rumbo a su vida, causando
en las miradas de la gente una enorme tristeza y dolor por no poder ayu-
darlo, ya que algunas personas buscaron todas las formas posibles de sa-
carlo de los vicios, sin tener buenos resultados.
Sin amor, sin hogar, sin nada, hoy por hoy Arturo sigue vagando por
las calles de Herradura.
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fortaleza cultural
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fortaleza cultural
el Camping Chuqui Cué, las cabañas La Florencia, Cabaña Lo de mis Vie-
jos, Cabañas Las Madrinas, Los Tucanes, la quinta Lo de mi Tío, el cam-
ping U.P.C.N, Los Zorzales, C.E.P y Cabaña de la Laguna.
El Camping Chuqui Cué, ubicado a 44 km al sudeste de la capital
formoseña, es donde mucha gente acampa para sentir los sonidos de la
naturaleza. El complejo turístico cuenta con parrilleros, iluminación, le-
ña, sanitarios, vestuarios, cantina con elaboración de comidas típicas.
La Cabaña La Florencia cuenta con TV led, cocina con horno, hela-
dera con freezer, vajilla, parrilla individual y aire acondicionado.
Además cuenta con piscina, solárium y servicio de blanquearía.
Los Zorzales ofrece cabaña de dormitorios coquetamente ambien-
tados y zona de juegos para niños. Todas las cabañas incluyen ropa de
camas, toallas, comedor y cocina equipada, cafetera eléctrica, heladera ba-
jo mesada y vajilla completa. Aire acondicionado en todos los ambientes,
tv por cable, internet wi-fi. Estacionamiento cercano a la cabaña. Y cuen-
ta con distintas cabañas más para visitar.
La historia de Mimi
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fortaleza cultural
pero las ventas fueron bajando respecto del inicio de las actividades. En
todo hay momentos buenos y malos: “Los mejores momentos eran cuando
la situación económica daba para comprar mercadería en abundancia, y
los peores momentos están en la situación en la que estamos viviendo, no
se puede comprar mercadería por la inflación de la suba de precio. Te-
niendo yo clientes con cuenta, que decimos libreteros, hay veces que no
les alcanza para pagar lo que es su cuenta, entonces se nos dificulta para
comprar las mercaderías.”
Si bien para Mimi no hay que hacerse a un lado, tiene sus temores
sobre el presente, “dada la situación de ahora, de lo que era de años ante-
riores, tengo menos esperanzas de prosperar por la suba de mercaderías,
los impuestos, los servicios.”
Pero eso no afecta su valoración sobre el pueblo, pues para ella He-
rradura tiene muchas cosas buenas como sus pobladores que son muy
buenos, humildes y amigables, la tranquilidad, el ambiente, el paisaje, la
gastronomía y artesanías, los lugares, los espacios.
Siempre se hacen muestreos en la plaza para que los pobladores ex-
pongan sus trabajos, sus conocimientos, los distintos lugares que poseen
para acampar o pasar una tarde en familia.
“Se podía mejorar –nos dice, para terminar– habilitando más espa-
cios recreativos para los adolescentes, también más institutos para los
chicos que están por salir del colegio y para los que ya salieron, y sería
bueno que traigan carreras interesantes.”
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fortaleza cultural
Biografías de los primeros pobladores
Ramón Eulogio Ferreira
Cecilia Benítez
Anabella López
Hernán Segovia
6° HyCS (ciclo lectivo 2017)
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fortaleza cultural
cio Caferatta, que era el que daba a la gente la libertad o los metía presos.
En una ocasión, estando con Caferatta apareció un hombre que había sido
el dueño de las tierras de Herradura, el doctor José Rafael Gómez. Él ha-
bla con el Juez para que Don Ferreira vaya a trabajar con él como “Ceba-
dor de mate”.
Así obtuvo su trabajo de adolescente con José Rafael, un hombre
económicamente poderoso y dueño de la estancia “Gómez” de Herradura.
Con él aprendió muchas cosas. A pesar de que era un chico, fue amigo de
don Gómez, quien siempre le contaba sus historias y de eso aprendió mu-
cho. “Es por eso que hoy en día soy uno de los que más sabe de estas cues-
tiones, porque me tocó trabajar con él y él sabía que yo le prestaba aten-
ción cuando compartía conmigo sus anécdotas.”
Su primer viaje de trabajo, al terminar la escuela, fue hacia Asun-
ción, Paraguay, en donde tenía un tío que le prometió trabajar y estudiar,
pero con el tiempo se dio cuenta de que le era imposible hacer ambas co-
sas, “porque en aquel entonces el estudio era muy profundo” y no tenía
tiempo para estudiar y trabajar.
Luego de eso volvió al pueblo, no había mucho que hacer y se tuvo
que ir a Buenos Aires. Estando ahí trabajó en un local comercial, además
concurrió a una escuela técnica de capacitación, donde se recibió de ins-
talador electricista, y después de eso fue mejorando con distintos cursos
hasta que se recibió de instalador de electromecánica, electricidad do-
méstica y otras cosas en materia de electricidad.
Con ese título tuvo la oportunidad de hacer una importante canti-
dad de instalaciones eléctricas en el pueblo de Herradura, cuando llegó la
luz.
Don Ferreira era el único electricista, y haciendo ese trabajo le tocó
tender la línea que llega desde el pueblo hasta la planta de agua potable.
Gracias a eso lo contrataron para cuidar las electrobombas que es-
taban en la planta de agua. Dice don Ferreira que así fue como trabajó
diecisiete años, teniendo a su cargo el cuidado de las electrobombas.
Aunque el 11 de julio de 1983 perdió a su padre Remigio, por cues-
tiones de salud y edad, ese mismo año comenzó a participar de la vida po-
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fortaleza cultural
lítica. A partir de ahí obtuvo diversos cargos políticos hasta el año 1999:
tuvo la oportunidad de ser concejal, presidente de la Comisión de Fomen-
to, diputado provincial y finalizó su carrera política en 1999 como Inten-
dente municipal, ocasión en que tuvo el placer de brindarles vacaciones
pagas a todos los empleados municipales.
Hasta el día de hoy, Ramón Eulogio Ferreira tiene la satisfacción de
poder decir que es una persona solidaria, y que siempre esa cualidad lo
destacó a él y a los miembros de su familia.
(1) La Revolución de 1947, también descrita como una guerra civil, fue un con-
flicto armado desarrollado entre marzo y agosto de ese año en Paraguay. En
él se enfrentaron una facción sublevada del ejército que respondía al coro-
nel Rafael Franco, y las fuerzas oficiales, que respondían al General Higinio
Morínigo, entonces presidente del Paraguay. El resultado de la guerra fue la
derrota y persecución sangrienta de los rebeldes del ejército, quienes ha-
bían intentado infructuosamente capturar Asunción. Además de haber sig-
nificado la pérdida de decenas de miles de personas y el exilio de otras tan-
tas, la victoria armada de Morínigo llevó a consolidar la hegemonía del Par-
tido Colorado, que continúa hasta la actualidad (véase Historia del Paraguay,
Ignacio Telesca (coord.) 2010, p. 256 ss.).
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fortaleza cultural
Araceli Sánchez
Sofía Vega
6° HyCS
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fortaleza cultural
Ella nos comenta que su actividad comenzó con sus padres, los cua-
les fueron quienes fundaron este negocio y hasta el día de la fecha siguen
con este emprendimiento familiar.
Cuando lo iniciaron fue por necesidad, y tenían una gran expectati-
va porque era una inversión importante que demandó el gasto de todos
sus ahorros. Por suerte, nos cuentan, les fue muy bien, con un buen cre-
cimiento en las ventas.
Sus peores momentos fueron en la inundación del año 86 donde to-
das las familias tuvieron que salir de sus casas, dejar todo y en algunos ca-
sos perder todo lo que tenían.
Sus mejores momentos fueron en el inicio mismo en donde las per-
sonas que se dedicaban a las cosechas de algodón, trabajos de campo, tra-
bajo en la chacra, al terminar sus labores y cobrar, compraban mucho.
“Pero tenemos la esperanza de continuar para que el día de mañana
nuestros hijos y nietos sigan con esta actividad comercial y que siga cre-
ciendo” comenta con optimismo Leónidas, quien observa con buenos ojos
el crecimiento del pueblo. “Herradura es un lugar maravilloso, porque su
gente es buena, humilde y muy trabajadora. Eso es lo que hace que sea un
lugar interesante. Además, consta de muchos atractivos turísticos por lo
cual recibimos muchos visitantes todos los fines de semana.”
La presencia de los festivales, importantes a nivel nacional, atrae a
mucha gente de todo el país, y favorece el crecimiento de su comercio y
también es muy bueno para otros emprendedores.
Pero Herradura sigue creciendo día a día, y “cosas que sean para me-
jorar siempre son bienvenidas. Hoy hay muchas más familias de las que
había hace diez años y las necesidades básicas como el agua potable, la
electricidad, la educación, necesitan mayor atención.”
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fortaleza cultural
Curuzú
cuento
Natalia Sánchez
presentado en los Juegos Evita Cultural 2014
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fortaleza cultural
niño al que consideraban como un ángel que iluminaban a todos los inte-
grantes del grupo familiar, porque con su picardía les hacía olvidar las ne-
cesidades y miserias que pasaban.
Una siesta de invierno, juntamente con su hermano de diez años
fueron a buscar las lecheras y en camino encontraron un tatú, al cual co-
menzaron a correr.
Ingresando el animal a un hueco, entusiasmado el niño más pequeño
se metió de cabeza al agujero, donde quedó atorado, pidiendo auxilio
porque le faltaba el aire, su hermano intentó sacarlo de los pies, con de-
sesperación. Y al no poder hacerlo corrió unos mil quinientos metros ha-
cia su casa. Cuando llegó, casi sin fuerza, le contó a su papá lo que había
sucedido y en compañía de toda la familia regresaron al lugar.
Solo encontraron el cuerpo del pequeño ya sin vida, lo que vistió de
luto a sus seres queridos por haber perdido a su ángel. En el lugar donde
ocurrió esto, actualmente se encuentra enclavada una cruz de madera,
cercada por un pequeño alambrado conocido por los cazadores y peones
del campo, quienes se encomiendan al mismo para su protección antes de
ingresar al monte y poder regresar sanos y salvos. A ese sector se lo cono-
ce con el nombre de “Curuzú”.
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fortaleza cultural
El negocio de Francisco
Débora Barrios
Daiana Galarza
6° HyCS
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fortaleza cultural
Biografías de los primeros pobladores
Eduardo Heizenreder
Marisol Faure
Liz Ortellado
6° HyCS (ciclo lectivo 2017)
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fortaleza cultural
buido en Herradura son su participación y colaboración constante en distintas
comisiones que se conformaban en el pueblo, como así también cumpliendo
con el servicio militar teniendo a cargo el control del tendido del telégrafo
desde el Puente Uriburu hasta Herradura. Lo realizaba a caballo y más tarde se
convirtió en la vía de comunicación más importante de la zona.
De su unión con la señora Licay nacieron tres hijos: Otilia Cristina, quien
fue docente y posteriormente directora de la N.E.P y F.P. N°19 de esta locali-
dad; desde hace unos meses goza del beneficio de la jubilación. Sigue Analía
Aidee, que también es docente y actualmente ocupa el cargo de Subsecretaria
de Educación de la provincia de Formosa, y también fue candidata para ocupar
diferentes cargos a nivel nacional y provincial. Por último, llegó Hugo, él fue
empleado del Correo Argentino en la sucursal local, uno de los comerciantes
más reconocido e importantes del pueblo, también ayuda al turismo de Herra-
dura ofreciendo sus cabañas para alquilar y que el turista pase una linda esta-
día en la localidad.
El señor Heizenreder dice no haber tenido viajes importantes, excepto
uno a la provincia de Buenos Aires por razones de salud.
Durante toda su vida en el pueblo, estuvo acompañado de su esposa, a
quien conocen como el cariñoso apodo de “Doña Maruca” y de sus hijos. Le
afectaron las inundaciones de los años 1966, 1983, 1992 y 2016. La del año 1983
fue la más grande, a tal punto que su casa tuvo un metro de agua, obligándolos
a trasladarse a un campo situado en cercanías de la localidad de San Francisco
de Laishí, en un rancho precario porque debían cuidar sus animales.
Al volver encontraron todo destruido por los conocidos efectos del agua
y la humedad.
En el año 2016 como producto de la inundación y por los transcurridos,
decidieron que no era conveniente seguir viviendo en las afueras del pueblo y
se trasladaron al casco céntrico de Herradura, a una vivienda perteneciente a
su esposa, quien la recibió como herencia al fallecer su hermana, Ema Licay.
Con el propósito de gozar de una vida sin sobresaltos, especialmente por cues-
tiones de salud y para evitar accidentes domésticos.
A pesar de las dificultades y los conflictos cotidianos, Don Eduardo no
piensa abandonar de manera definitiva su trabajo en el campo.
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fortaleza cultural
En cercanías de la plaza
Melisa Barrios
Camila Otto
Roxana Jara
6° HyCS
Chatrán
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fortaleza cultural
puesto de verdulería, instalado en cercanías de la plaza del pueblo. En
ocasiones lo podemos ver durante las tardes en compañía de su esposa e
hijos vendiendo torta parilla y pollo.
Él nos cuenta el origen de su negocio: en una ocasión iba a comenzar
a vender en la feria de Formosa capital, “pero cuando me quedé sin trans-
porte, decidí seguir vendiendo frente a la municipalidad como muchos
otros puestos que ya había ahí, luego me instalé en la esquina de la plaza
bajo el mango y acá sigo hasta ahora vendiendo las verduras.”
Sus inicios, como el de muchos, tenía que ver con la necesidad de
ingresos, “que alcancen para cada día”. Pero nos cuenta que el trabajo con
las verduras tiene sus riesgos, y los peores momentos al poco tiempo de
comenzar con la actividad fueron las épocas de lluvia “porque las frutas se
ponían en mal estado y no había cómo transportarlas.” Y las ventajas son
más frecuentes gracias al turismo, pues “cuando visitan el pueblo los fines
de semana dejan una linda ganancia.”
Él sueña con poder algún día mejorar el local, “conseguir una cámara
para las frutas y verduras, para que se conserven bien.” Pero también es-
pera que la situación en general cambie, “nosotros los comerciantes, las
personas comunes, no podemos hacer nada. Y que el pueblo se mantenga
siempre, que no solo cuando se acercan las fiestas se limpien y arreglen
las calles.”
Ramón fue una persona muy amable al aceptar que lo entreviste-
mos. Lo conocimos mejor, gracias a la amena conversación en la que nos
expuso su realidad y sus anhelos. Es una persona muy humilde y trabaja-
dora.
Su personalidad hace sentir cómoda a cualquier persona que quiera
conocerlo, ya que es muy gracioso y es amigo de hacer chistes a la vez que
respondió con seriedad cada pegunta que le hicimos.
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fortaleza cultural
El barrio Andresito
cuento
Rocío Coronel
Segundo Premio del concurso organizado por
la revista Ser Formoseño, 2012
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fortaleza cultural
Corrían los minutos y su padre comenzó a preocuparse por la demo-
ra de Andresito. “Un niño tan activo no es de demorarse mucho para es-
tos quehaceres”, pensó.
Al llegar al baño, su progenitor se encontró con el más terrible de
los desenlaces: Andresito yacía sin vida junto a la latona de aluminio en la
que se había bañado. Una instalación precaria habría hecho lo suyo. El
niño recibió una descarga eléctrica que acabó con su vida.
Todo fue diferente en aquella navidad. La ternura y amabilidad de
aquel niño era conocida por todos y estaba presente en el corazón de los
vecinos.
La tristeza invadió las almas de los pobladores del barrio... que en la
actualidad lleva el nombre de este angelito, que desde el cielo nos cuida:
Andresito.
Cuentan que cada veinticuatro de diciembre Andresito aparece co-
mo un resplandor en aquella casa, como queriendo compartir la noche-
buena con su familia.
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fortaleza cultural
La villa turística
La amabilidad de Noemí
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fortaleza cultural
ra ella este lugar tiene muchas cosas buenas: “es un paraíso natural, vie-
nen turistas de todas partes para disfrutar la naturaleza y los distintos
servicios turísticos, sus costumbres, sus fiestas, entre la amabilidad de los
habitantes de este paraíso turístico.”
¿Qué mejoraría del pueblo? “Para el bien de Herradura –nos dijo con
franqueza–, que se realicen trabajos genuinos.”
Al terminar la charla Noemí nos regaló helados, como agradecimien-
to por tenerla en cuenta, y por la visita. La conocemos hace mucho tiem-
po. Ella es una persona amable, está siempre con una sonrisa a pesar de
los malos momentos que pasa, siempre la vas a ver con una sonrisa que
alegra a los demás.
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fortaleza cultural
Cuenta la historia que todos los años, cada Viernes Santo los duen-
des guaraníes se reúnen debajo de la higuera a jugar las cartas. Esta histo-
ria, que va pasando de generación en generación, llegó a oídos de un niño
que vivía en un pequeño poblado, llamado Chuqui Cué.
Este niño, que era muy travieso, un Viernes Santo decidió compro-
bar si la historia era verdadera. Un ratito antes de la medianoche tomó su
mochila en la cual cargó una linterna, su celular y –como no puede faltar–
su netbook, salió de su casa y se dirigió hacia una higuera que se encon-
traba en el medio del campo.
Cuando se iba acercando vio debajo de la higuera unas sombras que
se movían, el niño se asustó terriblemente, pero de igual manera decidió
seguir adelante.
Al llegar al lugar comprobó la veracidad de la historia, allí se veía la
silueta de los duendes jugando a las cartas. Se encontraban los siguientes
personajes: el pombero, que según la abuela Marta, es de estatura baja,
moreno, de brazos muy largos, con abundante vellosidad en partes espe-
cíficas, su boca es grande y alargada y los dientes muy blancos, los ojos
chatos como los de un sapo (o un chino), su mirada fija como la lechuza y
las cejas de pelo largo; el Yasy Yateré, de quien me dijo el tío Pedro, es un
ser que suele andar desnudo, su cabello es dorado, usa un sombrero de
paja y un bastón de oro donde residen sus poderes mágicos; el Kurupí,
que según mi vecino Hernán, tiene la apariencia de un hombre bajo, mo-
reno, muy velludo y tiene grandes bigotes; el Karaí Octubre, que según mi
amigo, el diariero don Juan, es petiso, gordo y pelado, solo se ve la sombra
de su sombrero pirí y no de su cuerpo y el Lobisón, del que leí en internet
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fortaleza cultural
que tiene la forma de un perro negro con grandes orejas desproporciona-
das que le caen sobre el rostro.
A pesar de que el niño se había tratado de esconder detrás de un ár-
bol, los duendes se percataron de su presencia, y uno de ellos, específica-
mente el pombero le preguntó:
– ¿Qué hacés a estas horas de la noche solo?
Y el niño con voz temerosa le contestó:
– Quería comprobar si la historia que me habían contado mis padres
era verdadera, y ahora que los veo no cabe duda de que es cierto. Y, ya que
estoy aquí ¿puedo jugar con ustedes? –añadió.
Los duendes aceptaron que forme parte del juego, pero con una
condición: si perdía, el Yasy Yateré se encargaría de extraviarlo para
siempre en el bosque, donde se encontraban los restos del ingenio azuca-
rero.
Al niño no le quedó otra alternativa que aceptar, pero había un pro-
blema, él solamente sabía jugar en la computadora.
Sacó la netbook de la mochila y mostró a los duendes de qué se tra-
taba, los mismos quedaron tan fascinados con esta tecnología que le pi-
dieron que les enseñase a jugar.
El mismo así lo hizo, y los duendes aprendieron a jugar al Solitario,
Juego de Cartas Blancas y otros similares que traía el ordenador. Estaban
tan entretenidos que no habían notado que ya estaba amaneciendo.
Habían pasado la noche entera jugando, y como el niño resultó ga-
nador en cada uno de los juegos, pues ellos recién estaban aprendiendo,
los duendes cumplieron con su palabra y lo dejaron ir a casa, sano y salvo.
Sin embargo, el niño que se había divertido tanto con estos perso-
najes se comprometió a que cada Viernes Santo él les enseñaría a jugar en
computadora mientras que ellos le contarían diferentes mitos y leyendas
de la zona.
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cantaría ofrecer de todo a los clientes y es muy lindo ver a los turistas
apreciar y que les gusten nuestras cosas, es muy gratificante ver que ofre-
cemos cosas de buena calidad, que le sea de utilidad a la gente.”
Ambos nos hablan y aceptan las respuestas del otro dando a enten-
der que estaban de acuerdo, gente muy trabajadora, que intenta ofrecer lo
mejor que se pueda al cliente, gente que a pesar de los malos momentos
siguen luchando por el progreso.
Para ella los mejores son “cuando la gente puede venir y darse el
gusto, ver que tardan en elegir una cosa u otra ya que ambas les gustan,
que el negocio crezca, por ejemplo, nosotros de pasar a vender cosas y
mercadería en nuestra casa, tenemos alquileres en varios lugares, este ne-
gocio, nuestros hijos nos ayudan muy bien con el trabajo, la gente que
trabaja con nosotros es muy dedicada, simpática y es lindo hacerlo de esa
manera. Agradecemos todo lo que tenemos.”
Sus esperanzas para los próximos años se refieren al fruto del es-
fuerzo, y expresan la dedicación y el esfuerzo que le ponen al trabajo:
“nos costó mucho y nos encantaría que continúen con él y sería muy lindo
que lo hagan progresar más; hay que ser persistente, sabemos que cuesta,
que los demás tienen otra energía, por ejemplo uno llega cansado del tra-
bajo, se tiene que acostar tarde y levantar temprano, es un trabajo de todo
el día y solo se tiene un día de descanso que es el domingo.”
El dueño vive en Herradura desde que nació, y su acompañante hace
25 años. “Para mí tiene todo” nos dijo ella, que viene de otro lugar, “uno
aburrido, donde no había verde”, y en cambio en nuestro pueblo la gente
es muy amigable, el lugar es hermoso, tranquilo, hay naturaleza y la fauna
de aquí no se ve siempre, “si te vas a pescar, mientras estas con tu caña
escuchas a los monos, los podés ver, eso no en muchos lugares podés lle-
gar a tener”. Es algo que atrae al turista, además, hay quienes se acercan y
le muestran el lugar, le hablan de los campings que ofrece el pueblo y al
visitante le gusta la simpleza de la zona, “vos poder llegar a tu casa, ba-
ñarte y ponerte ojotas y salir a la playa o a tomar mates y salir a pescar, o
ir a la plaza.”
También valoran mucho la riqueza cultural de nuestra población,
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que “tiene dos culturas mezcladas, no tenemos una definida, está la gran
influencia del Paraguay, en el folclore o en la comida, además en la pro-
vincia van a encontrar mucha gente que viene de ese país”. Y hay muchas
tradiciones que aún se conservan, las domas que se realizan regularmente,
las carreras de sortijas, el arreo, la caza, las celebraciones del 25 de mayo,
pero también las “costumbres que se van perdiendo”, como la fiesta de
San José y de San Cayetano, donde la gente hacía muchas actividades, co-
rrer sobre las brasas para probar la fe de uno, la vestimenta era especial, el
pueblo era decorado, la gente festejaba, había música por todos lados.
Al finalizar, nos detuvimos en las “cosas que faltan hacer”: “la canti-
dad de historia que tiene el pueblo y no hay un libro que cuente tantos
acontecimientos importantes, las calles necesitan arreglo ya que, cuando
llueve, mucha gente pierde la movilidad por el barro que se produce, la
gente se vuelve haragana y descuida sus cosas, algunos esperan a que la
municipalidad venga y le corte el pasto.”
Pero ellos ven que hay muchas perspectivas de desarrollo para nues-
tra localidad, y nos mostraron su orgullo de ser parte de este lugar. “Ten-
drían que explotar más los recursos de Herradura y sacar mejor prove-
cho” nos decía la dueña.
Sabemos que no es perfecto el lugar, pero hay para todos los gustos
y edades, esperamos que se siga progresando en el pueblo, que mucha
más gente venga y aproveche lo mucho que hay para dar, tenemos todo, es
un lugar hermoso, lleno de vida, lleno de naturaleza, su gente es amable,
te ayuda en lo que necesites sin problema, hay lugares muy lindos, su gas-
tronomía deja encantado a cualquiera, tiene animales, vegetación, cuida-
mos nuestro hogar, te damos la bienvenida como nadie, le garantizamos a
cualquier persona que venga que quedará encantada con la belleza de
nuestro precioso suelo.
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