Está en la página 1de 19

LA JORNADA DE TRABAJO

Jornada laboral o jornada del trabajador está formada por el número de horas que el
trabajador está obligado a trabajar efectivamente. Se debe diferenciar del concepto de
"horario de trabajo", la jornada representa el "número de horas que el trabajador debe
prestar su servicio", mientras que el "horario" fija la hora de entrada y la salida. Entre
horario y jornada prevalece la jornada, puesto que el salario que fija el contrato viene
determinado por el número de horas que se trabaja.

Si el horario establecido impidiera que se pudiera realizar la jornada completa, el


empresario podrá imponer el cumplimiento íntegro de la jornada.

En términos generales, las horas de trabajo habituales de los países de todo el mundo
están en torno a 40 a 48 horas por semana, no obstante, esta situación no se da en todas
partes habiendo notables disparidades al respecto: desde las 35 horas por semana en
Francia, hasta las 112 horas por semana en los campos de trabajos forzados de Corea del
Norte

REGULACION INTERNACIONAL

En esta Conferencia se estableció el convenio por el que se limitan las horas de trabajo en
las industrias a ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales cuestión que
constituyó el primer punto del orden del día de la reunión de la Conferencia celebrada en
Washington, y que después de haberse decidido que dichas proposiciones revistieran la
forma de un convenio internacional, se acordó la constitución del acuerdo
como Convenio, que podrá ser citado como el "Convenio sobre las horas de trabajo -
industria- de 1919", y que fue sometido a la ratificación de los Miembros de la
Organización Internacional del Trabajo de acuerdo con las disposiciones de la
Constitución de la OIT.

EVOLUCION DE LA JORNADA DE TRABAJO Y LA SEMANA LABORAL

Jornadas de 14 horas 7 días a la semana

La cantidad de horas de trabajo debe contabilizarse tanto en la jornada diaria como la


semanal y anual. Así, la semana de labor tradicional y anterior a la revolución
industrial era básicamente de 6 días, con 1 de descanso (viernes, sábado o domingo
dependiendo de las distintas culturas y religiones). Durante la revolución industrial en
Gran Bretaña y otros países la semana laboral alcanzó los 7 días sin descanso alguno con
jornadas de 14 horas.9 Así ocurre todavía en numerosos lugares del mundo donde el
trabajo a destajo y la falta de derechos hace que no exista pausa diaria de trabajo. El
primer paso para la reducción de la semana de 6 días fue, en los países occidentales, la
implantación del fin de semana inglés que unía la tarde del sábado al domingo (1 día y
medio de descanso).

La extensión de una sociedad de consumo que requiere tiempo para las compras y el gasto
en ocio ha generalizado en buena medida y en todo el mundo la semana laboral de 5 días;
de lunes a viernes en los países de tradición cristiana y judía (fin de semana el sábado y
domingo); de domingo a jueves en la mayoría de países musulmanes (fin de semana
el viernes y sábado).

REDUCCION DE LA JORNADA DE TRABAJO

Reducción de la jornada de trabajo, reducción de la jornada laboral o reducción del


tiempo de trabajo (en ocasiones asimilable al reparto del trabajo o redistribución del
trabajo), en relación con el trabajo asalariado, se refiere a la disminución de las horas de
trabajo en la jornada laboral y la semana laboral y, por extensión, en el cómputo de horas
trabajadas mensual anualmente. Cuando se reducen los días de trabajo a la semana se
habla de reducción de la semana laboral.

La reducción de la jornada de trabajo, entendida como una forma de distribución de la


renta, como un elemento de bienestar social y también como reparto de la escasez de
trabajo asalariado -como consecuencia del incremento sostenido de la productividad y de
tasas insostenibles de desempleo- ha sido uno de los éxitos y demanda tradicional de
la izquierda política y el obrero que se materializó en la jornada de ocho horas y se opone
a la flexibilización del mercado de trabajo (reducción de costes laborales como única
forma de futuro crecimiento económico para repartir la riqueza mediante la creación de
futuro empleo) propuesta tradicional de la derecha política.

REDUCCION DE LA JORANADA DE TRABAJO CONYUNTURAL

En muchas ocasiones el concepto de reducción de la jornada de trabajo se refiere a una


situación coyuntural y por tanto temporal, derivada de los derechos del trabajador,
recogidos en la legislación laboral de los distintos países o un convenio colectivo, ante
circunstancias sobrevenidas (lactancia, cuidado de hijos, cuidado de personas
dependientes y otras) o por acuerdos establecidos en la legislación o los convenios
laborales relativos al ajuste temporal de la demanda o a la estacionalidad de la producción
entre empresarios y trabajadores con el objeto de integrar la estacionalidad, mantener el
empleo y evitar constantes despidos y contrataciones de carácter coyuntural.

REDUCCION DE LA JORNADA DE TRABAJO ESTRUCCTURAL

El concepto de reducción de la jornada de trabajo o reducción de la jornada laboral de


carácter estructural se deriva de la interrelación de varios factores, entre ellos: el aumento
de la productividad, el aumento del desempleo estructural, la mejora de las condiciones y
existencia de una clase media amplia que pueda consumir y que constituye la clave de
una sociedad de consumo.

Asociado al aumento de la productividad se produce un menor requerimiento de tiempo


de trabajo humano global y por tanto una importante disminución de empleos en todos
los sectores económicos clásicos: primero afectó al sector primario o agropecuario -
revolución verde-; después al sector secundario o industrial y actualmente está afectando
al sector servicios por la generalización de la telemática y los procesos de
informatización; de momento el desempleo parece no afectar de forma tan clara en el
denominado tercer sector o economía social.

David Anisi señala en su libro Creadores de escasez que ya Keynes en 1936 asociaba la
gestión de la demanda (crisis de demanda- sobreproducción - subconsumo) con el
mantenimiento del pleno empleo y como la presión demográfica requería aumento de la
demanda y aumento de la produccíón para el mantenimiento del pleno empleo. Sin
embargo, indica Anisi, no supo ver que el problema del empleo no solamente estaba
asociado a la demanda sino también al aumento de la productividad que requería
inevitablemente una disminución real del tiempo de trabajo si se quería mantener el pleno
empleo. Cuando esta disminución del tiempo de trabajo no se produce se genera
un desempleo estructural sin solución que se convierte en desempleo cíclico indicador de
una crisis económica

PLENO EMPLEO LA EDAD DORADA 1950 _1973

Para autores como Paul Krugman, Tony Judt, Angus Maddison, Vicenç Navarro y Josep
Fontana, entre otros, la denominada edad dorada del pleno empleo, fundamentalmente en
el mundo occidental desarrollado, se localiza en el período aproximado de 1950 a 1973,
prácticamente desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la crisis del petróleo de
1973. La razón fundamental de esa edad dorada de pleno empleo o gran convergencia en
la igualdad social y económica, fue la prioridad política que se dio al pleno empleo y su
aplicación económica mediante el keynesianismo (Acuerdos de Bretton Woods). Los
tipos de cambios fijos, aunque no rígidos, facilitaron los créditos a escala internacional,
las políticas sindicales se reforzaron y mejoraron las condiciones económicas y la
seguridad de los trabajadores, se produjo un fuerte aumento en el comercio mundial.

La ruptura de la prioridad política del pleno empleo ha dado lugar a una desigualdad de
ingresos, la aparición del desempleo estructural y cíclico que ha sido denominado como
la por el economista Paul Krugman. El pleno empleo facilita la reivindicación, frente a lo
que Marx denominaba Ejército industrial de reserva, de la reducción de la jornada de
trabajo. Por otra parte, el desempleo estructural puede también reducirse con un reparto
estructural del tiempo de trabajo.

REINTRODUCCIÓN DEL PLENO DESEMPLEO. 1970-1980 HASTA LA


ACTUALIDAD

La derecha política promueve, en general subrepticiamente, el alto desempleo con el


objeto de debilitar a la clase trabajadora y los sindicatos devaluando el trabajo y
obteniendo una fuerte disminución de los costes laborales y otros beneficios sociales de
los trabajadores. Este objetivo ha sido admitido explícitamente por Alan Budd, Asesor
Especial en el Tesoro de la 'Oficina de Responsabilidad Presupuestaria' (Office for Budget
Responsibility) durante el periodo de 1979 a 1981 del thatcherismo

Ya en un artículo de 1943 atribuido a Joan Robinson se advertía del peligro para el


empresario del pleno empleo y la necesidad de mantener unas cifras altas de desempleo
para conseguir someter y atemorizar al trabajador. El argumento político-económico que
ha justificado y justifica la existencia de un alto desempleo han sido la necesidad del
mantener la inflación en muy bajas cifras, incluso a costa de provocar recesión, depresión
y alto desempleo. La baja inflación es demanda por los acreedores -países y bancos- para
que las deudas no pierdan valor. Las consecuencias son claras: el alto desempleo beneficia
a las empresas -costes laborales bajos- y una baja inflación beneficia a los países y bancos
acreedores mantiendo invariables el valor de los préstamos concedidos.

Ante el desempleo estructural la propuesta político-económica de trabajo


garantizado (TG) pretende dar una solución sostenible al problema dual de la inflación y
el desempleoy tiene como objetivo conseguir tanto el pleno empleo como la estabilidad
de precios
FACTORES DE LA REDUCCION DE LA JORNADA DE TRABAJO

AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD Y EL CRECIMIENTO

La reducción de la jornada de trabajo se plantea en un contexto en el que el aumento de


la productividad, asociada al crecimiento económico pero con rendimientos
decrecientes afectan a la consideración del uso de la mano de obra.

Las causas del aumento de la productividad son consecuencia del desarrollo de


la tecnología, del aumento del denominado capital físico y la mejora del capital
humano:mecanización, industrialización, automatización y robotización, implantación
de tecnologías de la información y la comunicación; de la mejora en la gestión de recursos
humanos; del aumento de la cualificación profesional y la formación de trabajadores así
como de la implantación del sistema de gestión de la calidad y la intensificación
delcapital que reducen la necesidad de mano de obra intensiva. En países exportadores
de materias primas, habitualmente con baja productividad, se renuncia a la productividad
a cambio de más población; en países industrializados se consigue una alta productividad
con escasa mano de obra lo que promueve institucional e individualmente un
mayor control del aumento de la población.

Joseph Stiglitz indica que un aumento en las horas trabajadas como resultado
del crecimiento demográfico que no redunde en un aumento de
la productividad impactará en elnivel de vida debido a que la mayor renta no tendrá un
valor real de consumo por la menor cantidad de bienes o servicios producidos, según la
fórmula: i de crec. de Producción = i de aum. de horas trabajadas + i de aum. de
productividad. En ese sentido, en un contexto de productividad superior, para mantener
niveles de crecimiento de la producción total en valores de equilibrio, es necesario reducir
la jornada, por cuanto resulta económicamente innecesario sobrepasar dichos niveles de
crecimiento estable, en concordancia con una tendencia al desarrollo sostenible, y en un
contexto de equilibrio demográfico.

Autores como David Anisi, Guy Aznar, Laura Balbo, Alain Caillé, André Gorz, Jean-
Lousi Laville, Jacques Robin, Roger Sue, Jeremy Rifkin, Carlos Gabetta, consideran que
hay una crisis del sistema salarial tradicional como consecuencia del desarrollo de la
sociedad tecnológica actual que han disociado el crecimiento económico de la creación
de empleo haciendo incluso compatible que una disminución del trabajo asalariado se
produzca junto a una alta productividad y crecimiento -al que actualmente contribuye
eltaylorismo digital-. También deben considerarse en este contexto los límites ecológicos
y productivos de la Tierra; en este sentido Donella Meadows ha señalado que los límites
del crecimiento del planeta podrían producir un colapsos sociales y guerras climáticas

APARICIÓN DE UN ALTO DESEMPLEO ESTRUCTURAL:

La productividad, fruto de los procesos


de mecanización, automatización e informatización, genera en todos los sectores un alto
grado de desempleo estructural que se mantiene a lo largo del tiempo y que no es
absorbido ni por el tradicional sector servicios ni por los empleos creados con la aparición
del tercer sector o economía social.

Las medidas habituales de flexibilización laboral no resuelven el problema ya que no


solamente se trata de una inadecuación del mercado laboral a las demandas empresariales
de capital humano sino de un menor requerimiento de puestos de trabajo en el sistema
productivo en general. Es un desempleo estructural creciente a nivel global y que no
responde a medidas económicas de ningún tipo.

Los planes de reducción de las horas de trabajo se consideran sumamente eficaces durante
periodos de crisis ya que reducen el número de despidos. En Alemania, por ejemplo,
durante la crisis económica de 2008-2014 o Gran recesión, la estabilidad del empleo se
ha logrado en buena medida gracias a los ajustes en las horas de trabajo gracias al diálogo
social y como una de las medidas para proteger tanto el empleo como la productividad y
viabilidad de las empresas.

MEJORA DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO: DISTRIBUCIÓN DE LA RENTA

La mejora de las condiciones de trabajo como consecuencia de las luchas


sociales del movimiento obrero y el movimiento sindical que, entre otras demandas,
siempre han reivindicado una disminución del tiempo de trabajo como modo de
redistribuir los beneficios (crecimiento de la renta nacional) del crecimiento económico y
la productividad.

Ampliación de la clase media consumidora: distribución de la renta

En Estados Unidos, en la década de 1920, se consolida el consumismo y se generaliza


una clase media moderna. La ampliación del número de ciudadanos de esa clase media
fue necesaria en una sociedad con altos índices de producción que no encontraba
suficiente demanda. Esa deseada sociedad de consumo que pudiera absorber
unasobreproducción creciente requería un aumento de la población con recursos, tiempo
para ocio y expectativas personales positivas para dinamizar el consumo y crear una
fuerte demanda que permitiera el crecimiento económico.

La clase media comienza a aparecer en el siglo XVIII con la revolución industrial y se


comienza a consolidar a finales del siglo XIX. La clase media moderna en Estados
Unidosaparece una fenómeno de sobreproducción y alto desempleo después de
la primera guerra mundial que fue resuelto con la promoción del consumismo. La clase
media es clase predominante -a veces mayoritaria- en sociedades desarrolladas.

MOTIVACIONES AMBIENTALES

Los modelos económicos productivistas, plantean una reducción de la jornada laboral que
no afecta la producción total. El decrecimiento es una corriente de pensamiento político,
económico y social favorable a la disminución regular controlada de la producción
económica con el objetivo de establecer una nueva relación de equilibrio entre el ser
humano y la naturaleza, pero también entre los propios seres humanos. Para Serge
Latouche, uno de los teóricos del decrecimiento una reducción fuerte del tiempo de
trabajo, que permitiera reducir la producción total y un mayor y mejor reparto del trabajo
entre toda la población activa, es fundamental.

MOTIVACIONES ANTIPATRIARCALES

Desde su mirada pro-feminista Michael Kaufman aboga por una reducción de la jornada
laboral para los varones por considerar que va en el mismo sentido que sus ideas: mayor
acceso al trabajo para las personas que sufren discriminaciones en el mercado laboral,
cuestionamiento de la identidad masculina tradicional (el rol proveedor), mayor
involucramiento de los varones en las tareas de paternidad, con beneficios para
la infancia. Desde la organización británica NEF (New Economics Foundation) se
considera la reducción de la jornada como una medida imprescindible para promover
la igualdad ante la ley entre hombres y mujeres.

TRABAJO :HISTORIA Y EVULUCION DEL TIEMPO DE TRABAJO

Trabajo y jornada de trabajo en las sociedades preindustriales

Existen diversos estudios sobre sociedades cazadoras-recolectoras (Marshall


Sahlins, Pierre Clastres) que indican que los aborígenes australianos de la Tierra de
Arnhem y losbosquimanos del sur de África apenas dedicaban de 3 a 5 horas diarias a
asegurar su subsistencia; En sociedades más complejas y sobre todo con la aparición de
la agricultura, comienzan los intercambios (ver Economía del don y Ensayo sobre el don),
y podrá hablarse de labor y labores, que requerirán más o menos dedicación e intensidad
pero de ninguna manera, ni siquiera durante la actividad gremial, puede hablarse
de jornada de trabajo con el significado que actualmente tiene.

Evolución de la jornada de trabajo y la productividad desde comienzos de la sociedad


industrial

El concepto histórico contemporáneo de jornada laboral va de la mano


de industrialización de la producción durante la revolución industrial y la conversión
del trabajo humano en fuerza de trabajo, como un factor de producción que pasa a formar
parte de unaeconomía de mercado con la teoría del valor-trabajo de loseconomistas
clásicos (Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx).

Robert Owen comenzó a partir de 1810 a difundir la reivindicación de una jornada de


ocho horas. En 1883 el pensador socialista Paul Lafargue publicaba El derecho a la
pereza en el que consideraba a las máquinas las salvadoras de la humanidad ya que
redimirían al hombre del penoso trabajo otorgándole ocio y libertad.50 51 En España el
año 1919, como consecuencia de la huelga general en Barcelona de 44 días el gobierno
español presidido por el Conde de Romanones aprobó, el 3 de abril, el decreto sobre la
jornada máxima total de trabajo en España de 8 horas al día y de 48 a la semana.

En la Tabla 1 puede apreciarse la evolución de las horas de trabajo por año, semana y día
por persona en el Reino Unido desde 1785 al año 2000. En este país se ha pasado en unos
200 años de 3.000 horas anuales a 1.489, prácticamente la mitad; de igual modo ha
descendido el horario semanal y diario, si bien con la advertencia de que los días anuales
no trabajados han ido aumentado y, a la vez, disminuyendo los días laborales semanales,
desde 6 días, en algunos desde 7, hasta 5 los días laborales. Puede apreciarse un constante
incremento de la productividad por hora trabajada y PIB per capita y su explosión desde
los años 1950 hasta los 2000 período en el que se ha cuadriplicado y triplicado
respectivamente.

Para autores como Herbert J. Gans una nueva reducción significativa y real del tiempo de
trabajo solamente será posible si existe una convicción generalizada de los beneficios -
tanto individuales como sociales- de dicha reducción.
REDUCCIÓN DE LA SEMANA LABORAL Y LA JORNADA LABORAL

SEMANA LABORAL DE 7 A 5 DÍAS

La semana de labor tradicional y anterior a la revolución industrial era básicamente de 6


días, con 1 de descanso (viernes, sábado o domingo dependiendo de las distintas culturas
y religiones). Durante la revolución industrial en Gran Bretaña y otros países la semana
laboral alcanzó los 7 días sin descanso alguno. Así ocurre actualmente en numerosos
lugares del mundo donde el trabajo a destajo y la falta de derechos hace que no exista
pausa diaria de trabajo.

El primer paso para la reducción de la semana de 6 días fue, en los países occidentales, la
implantación del fin de semana inglés que unía la tarde del sábado al domingo (1 día y
medio de descanso). La extensión de una sociedad de consumo que requiere tiempo para
las compras y el gasto en ocio ha generalizado en buena medida y en todo el mundo la
semana laboral de 5 días; de lunes a viernes en los países de tradición cristiana y judía
(fin de semana el sábado y domingo); de domingo a jueves en la mayoría de países (fin
de semana el viernes y sábado).

En Venezuela, desde mayo de 2013, como señala el Artículo 173 de la nueva Ley
Orgánica del Trabajo de los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT) señala que la semana
laboral será de 5 días y 2 días de descanso (40 horas semanales). Anteriormente la semana
laboral era de 6 días de trabajo y un día de descanso (44 Horas semanales).

SEMANA LABORAL DE 4 DÍAS

Una de las propuestas para la reducción del tiempo de trabajo es la implantación de


la semana laboral de 4 días (ya sea de lunes a jueves; ampliando el descanso al miércoles
o a la carta -para empleador y empleado-) que exigiría tanto cambios en la producción -
redistribución semanal de turnos- como en la vida ordinaria -entre otros, ajustes de
horarios escolares-. Sus defensores creen que supone un avance real en las mejoras
laborales más palpable y claro que las escasas reducciones horarias repartidas durante
cada día y que suelen acompañarse de reducción de sueldo y no crean empleo. En su favor
también se argumenta la reducción del consumo de combustible al disminuir los
desplazamientos al trabajo. También, desde la gestión de recursos humanos y hablando
del trabajo flexible se habla de la semana laboral de 4 días e incluso 3 pero con un
mantenimiento del horario laboral semanal (en vez de 8 horas diarias se trabajarían
10). En España, ante el aumento del desempleo por encima del 25% y la prolongación de
la crisis económica española de 2008-2013 el político socialista Alfonso Guerra defendió
la jornada de 32 horas en cuatro días como forma de impulsar el empleo.

SEMANA LABORAL DE 21 HORAS

Una semana laboral de 21 horas podría ayudar a enfrentar varios problemas relacionados
y urgentes: sobre trabajo, desempleo, hiper consumo, altas emisiones de carbono, bajo
bienestar, desigualdad, y sobre todo la falta de tiempo para vivir de manera sostenible y
de cuidar de nuestros seres queridos, o simplemente de disfrutar la vida. La New
Economics Foundation (NEF) presentó un informe en 2010 en el que considera, a la vista
del promedio de horas trabajadas por semana para la población económicamente activa,
suficientes y satisfactorias 21 horas de trabajo semanal. En el mismo tipo de
argumentación que la NEF estáría James Vaupel quien, desde la demografía, considera
que el aumento de la longevidad traerá importantes cambios de vida que tendrán una
repercusión en la disminución de las horas de trabajo.

SEMANA LABORAL DE 25 HORAS

La organización española Movimiento 15-M propone la jornada semanal de 25 horas

SEMANA LABORAL DE 30 HORAS

La organización sindical española Confederación Nacional del Trabajo (CNT) promueve


la reducción de tiempo de trabajo a 30 horas semanales sin reducción salarial. Para esta
organización el reparto del trabajo reduciría el desempleo y mejoraría el reparto de la
riqueza existente. También la Confederación General del Trabajo (CGT) promueve la
reducción de la jornada laboral.

JORNADA LABORAL DE 4 HORAS

Los argumentos para una jornada laboral de 4 horas se remontan a las propuestas
de André Gorz; y a los planteamientos de Jon Bekken. Dichos argumentos son,
principalmente, el aumento de la productividad y en el estancamiento de las reducciones
de la jornada laboral desde 1886, cuando se logró la jornada de 8 horas.

EL TAYLORISMO DIGITAL EN LA SOCIEDAD POSTINDUSTRIAL:

Para autores como Enric Sanchis en la esencia del capitalismo está la generación de
desigualdades sociales que fueron moderadamente mitigadas durante la etapa fordista -
pacto keynesiano posterior a la segunda guerra mundial- pero que comenzaron a
desbocarse desde la década de 1980 y que no han parado de crecer. Estas desigualdades
son cada vez mayores y fragmentan la sociedad dejando una élite muy rica, una parte de
la población trabajando cada vez en peores condiciones y otra en la más absoluta pobreza.

En el taylorismo digital se aprecian dos procesos unidos: la disminución de la carga de


trabajo -y por tanto de puestos de trabajo- por la informatización y digitalización de
procesos junto a la deslocalización y abaratamiento del trabajo cualificado.

Los autores Brown, Lauder y Asthton denominan taylorismo digital a la organización


global del denominado trabajo de conocimiento propio de la revolución
informática o tercera revolución industrial que, es sometido al mismo proceso de gestión
de organización científica que en su día sufrieron los denominados trabajos artesanales -
taylorismo-.

El taylorismo digital somete a las tareas, hasta hace poco consideradas no mecanizables -
de carácter creativo, intelectual-, propio de las clases medias y muchos profesionales, al
mismo destino que las artesanales. Dichas tareas son codificadas y digitalizadas
consiguiendo que la capacidad humana de decisión y juicio pueda ser sustituida por
programas informáticos con protocolos de decisión establecidos. Además, por su
facilidad de deslocalización y movilidad técnica de los procesos -propia de las conexiones
globales informatizadas- los empleos son fáciles de exportar, cambiar y sustituir.

Son los países desarrollados los que más van a sufrir el taylorismo digital ya que las
tareas informatizables aumentan día a día y es en los países en desarrollo y
subdesarrollados donde se encuentran salarios cada vez más bajos.

POST-CAPITALISMO SOCIEDAD POST-TRABAJO, RENTA BÁSICA Y


REDUCCIÓN DE LA JORNADA DE TRABAJO

Alex Williams y Nick Srnicek en su libro Inventing the Future. Postcapitalism and a
World Without Work, defienden que la sociedad dorada del capitalismo ha pasado y que
nos aproximaríamos a una sociedad postcapitalista, en la que el concepto tradicional de
trabajo estaría obsoleto y pronostican la necesidad de una renta básica. Paul Mason incide
en el punto de vista anterior al afirmar la imparable automatización de los procesos
productivos con la consiguiente liberación de la necesidad de trabajar para los seres
humanos, al menos como hasta ahora se ha entendido, y por tanto con una reducción
drástica de la jornada laboral.
LAS OCHO HORAS DIARIAS Y LAS 40 HORAS SEMANALES

La reivindicación tradicional de 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de sueño se


alcanzó en numerosos países en la década de 1970 a 1980. Se pasó de semanas laborales
de más de 60 horas semanales a semanas de 48 horas semanales (6 días con jornada de 8
horas) y a 40 horas semanales (5 días con jornadas de 8 horas). Desde la década de 1980,
a pesar del aumento de la productividad y el incremento del desempleo la jornada laboral
se ha mantenido o ha crecido si se consideran las unidades familiares donde se ha pasado
de 1 trabajador a 2 trabajadores (habitualmente los dos miembros de la pareja o
matrimonio).

La jornada de ocho horas hace referencia a la reivindicación del movimiento obrero por
la reducción de la jornada laboral y el establecimiento de las ocho horas de trabajo diarias
o 48 horas a la semana, también conocido como el movimiento por la jornada reducida,
que tuvo su origen en las penosas condiciones de trabajo de la Revolución Industrial en
Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII.

LA JORNADA LABORAL EN LA REVOLUCION INDUSTRIAL

Durante la Revolución industrial la producción en grandes fábricas transformó la vida


laboral tradicional, tanto de la mano de obra de origen rural como gremio, imponiendo
largas jornadas y condiciones de trabajo próximas a laesclavitud.

No se aplicaba la regulación, establecida desde 1496 en Gran Bretaña, según la cual la


jornada de trabajo duraba como máximo 15 horas: desde las 5 de la mañana hasta las 8
de la noche. Las condiciones de trabajo sin regulación ni control deterioraban la salud, el
bienestar y la moral de los trabajadores. Entonces el uso de trabajo infantil era común. En
1960 el períódico 'Dayly Telegraph' explicaba los horarios de los niños que trabajaban:

...a las 2, a las 3, a las 4 de la mañana, se sacan a la fuerza de sus sucias camas a niños
de 9 a 10 años y se les obliga a trabajar para ganarse un mísero sustento hasta las 10, las
11 y las 12 de la noche.
MOVIMIENTO POR LA REDUCCIONDE LA JORNADA LABORAL

Desde 1810, Robert Owen difundió la idea de que la calidad del trabajo de un obrero tiene
una relación directamente proporcional con la calidad de vida del mismo, por lo que para
cualificar la producción de cada obrero, es indispensable brindar mejoras en las áreas de
salarios, vivienda, higiene y educación; prohibir del trabajo infantil y determinar una
cantidad máxima de horas de trabajo, de diez horas y media,2 para comenzar. Para 1817
formuló el objetivo de la jornada de ocho horas y acuñó el lema de ocho horas de trabajo,
ocho horas para vivir, ocho horas de descanso (8 hours labour, 8 hours recreation, 8 hours
rest).

El movimiento cartista, iniciado hacia 1838 presentó el 2 de mayo de 1842 al parlamento


inglés un conjunto de propuestas entre las que se destacaba la reducción y limitación de
la jornada laboral.

El 8 de junio de 1847, en Inglaterra, una ley concedió a mujeres y niños la jornada de diez
horas. Todos los obrero francés conquistaron la jornada de 12 horas después de la
revolución de febrero de 1848.

La Asociación Internacional de los Trabajadores definió como reivindicación central la


jornada de ocho horas, a partir de su Congreso de Ginebra en agosto de 1866, declarando
que la limitación legal de la jornada de trabajo era una condición previa sin la cual
fracasarían todos los otros intentos de mejoras y la emancipación misma de la clase
obrera.3Se estimaba como «una gran disputa entre la dominación ciega ejercida por las
leyes de la oferta y la demanda, contenido de la economía política burguesa, y la
producción social controlada por la previsión social, contenido de la economía política de
la clase obrera».4 Esta decisión contribuyó decisivamente a generalizar en el mundo, una
lucha que ya era adelantada por los trabajadores de varios países.

En Estados Unidos la jornada laboral estaba fijada en 18 horas. En Filadelfia, los


carpinteros se declararon en huelga en 1791 por la jornada de diez horas. Desde 1829 se
había formado un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de
ocho horas. Para 1830 la reducción de la jornada laboral se había convertido en una
demanda generalizada. El 16 de agosto de 1866 el Congreso Obrero General,
en Baltimore declaró como primera y más importante exigencia de los trabajadores, "la
promulgación de una ley fijando en ocho horas para todos los Estados Unidos la jornada
normal de trabajo". La Federación Estadounidense del Trabajo, en su cuarto congreso,
realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la
duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas, yéndose a la huelga si
no se obtenía esta reivindicación y recomendándose a todas las uniones sindicales que
tratasen de hacer promulgar leyes en ese sentido en sus jurisdicciones. Esta resolución
despertó el interés de las organizaciones, que veían la posibilidad de obtener mayor
cantidad de puestos de trabajo con la jornada de ocho horas, reduciendo el paro.
Así, en 1886, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, que
estableció la jornada de ocho horas, aunque con cláusulas que permitían aumentarla a 14
y 18 horas. Aun así, debido a la falta de cumplimiento de la Ley Ingersoll, las
organizaciones laborales y sindicales se movilizaron para hacerla cumplir. La prensa
calificaba el movimiento como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco
patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin
cumplir ninguna hora de trabajo». El 1.° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron
la huelga mientras que otros 200.000 conquistaron las ocho horas con la simple amenaza
de parar. EnChicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en
otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo.

A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales estadounidenses accedieron a


otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. El éxito fue tal, que
la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras:
«Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas
industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones
de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían
permanecido indiferentes a la agitación sindical».

En Australia la lucha por las ocho horas se libró ampliamente desde 1855 y la jornada de
ocho horas se estableció en el sector de la construcción desde 1858, pero solamente se
generalizó paulatinamente en el país.

En América latina la demanda de la reducción de la jornada laboral fue enarbolada por


los trabajadores en numerosas huelgas, hasta conseguir durante las primeras décadas
del siglo XX la aprobación de leyes laborales que dispusieron la jornada de ocho horas.
Así, por ejemplo, el artículo 123 de la Constitución mexicana de 1917 estableció las 8
horas.

En 1919, en Barcelona, después de una huelga general de 44 días, con más de 100.000
participantes que paralizó efectivamente la economía, el gobierno español aceptó las
demandas de los trabajadores que incluían una jornada de ocho horas, el reconocimiento
de los sindicatos y el reintegro de los trabajadores despedidos. El 3 de abril fue aprobado
el decreto y a partir del 1 de octubre de 1919 la jornada máxima total de trabajo
en España fue de 8 horas al día y de 48 a la semana. El Conde de Roma-nones fue
relevado del gobierno en abril de 1919 después de firmar el 3 de abril de 1919 el llamado
"Decreto de la jornada de ocho horas"
Actualmente la defensa de la jornada de ocho horas para los trabajadores, depende de la
lucha contra las diferentes formas de disfrazar la relación laboral, mediante contratos de
servicios, honorarios u obras, que con sistemas de pago a destajo, por tareas, piezas o
peso y con la tercerización, eluden la aplicación de las normas laborales vigentes en casi
todos los países y logran de hecho imponer jornadas de trabajo indefinidas. Además de
recibir un mal trato por parte de los dueños y poseer una calidad de vida baja.

EVULUCION HISTORICA DE LA REDUCCION DE LA JORNADA DE TRABAJO

El concepto histórico contemporáneo de jornada laboral va de la mano


de industrialización de la producción durante la revolución industrial y la conversión
del trabajo humano en fuerza de trabajo, como un factor de producción que pasa a formar
parte de una economía de mercado con la teoría del valor-trabajo de los economistas
clásicos (Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx).

En la Tabla 1 puede apreciarse la evolución de las horas de trabajo por año, semana y día
por persona en el Reino Unido desde 1785 al año 2000. En este país se ha pasado en unos
200 años de 3.000 horas anuales a 1.489, prácticamente la mitad; de igual modo ha
descendido el horario semanal y diario, si bien con la advertencia de que los días anuales
no trabajados han ido aumentado y, a la vez, disminuyendo los días laborales semanales,
desde 6 días, en algunos desde 7, hasta 5 los días laborales. Puede apreciarse un constante
incremento de la productividad por hora trabajada y PIB per capita y su explosión desde
los años1950 hasta los 2000 período en el que se ha cuadriplicado y triplicado
respectivamente.

LAS PROPUESTAS PENDIENTES: 30 HORAS Y LAS 35 HORAS SEMANALES

Los intentos fracasados de implantación, en la década de 1970, de la sema

nal laboral de 30 horas por las feministas suecas y, en los décadas de 1980 y 1990, de la
semana laboral de 35 horas en Francia reflejan el estancamiento de la reducción del
tiempo de trabajo e incluso, en la primera década del siglo XXI, el incremento del tiempo
de trabajo. Desde posiciones neoliberales se demanda el aumento del tiempo de trabajo
como condición para la prosperidad -incluso cuando no resuelva el problema del
desempleo-; desde posiciones sindicales se demanda una reducción de la jornada de
trabajo, el reparto del mismo y la consideración del tiempo trabajado total por el conjunto
de la sociedad o comunidad.

DIEZ COSAS QUE DEBES SABER SOBRE LA JORNADA DE TRABAJO EN EL


PERÚ

Temas como la jornada máxima, los horarios nocturnos y las horas extras muchas veces
son un dolor de cabeza para los trabajadores. El MTPE da pautas para que conozca sus
derechos.

¿Ha tenido que trabajar más de su horario y no se lo reconocieron? En esta nota podrá
conocer diez de losderechos básicos de los trabajadores y que las empresas están
obligadas a cumplir, según la legislación laboral que es fiscalizada por el Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

1. Jornada máxima de trabajo. En el Perú la Constitución Política prevé como jornada


máxima de trabajo ocho horas diarias o 48 horas semanales. Sin embargo se puede
establecer por ley, por convenio o decisión unilateral del empleador una jornada menor a
la máxima legal.

2. Jornada de trabajo para menores de edad. Está regulada en el Código del Niño y el
Adolescente y señala que entre 12 y 14 años será de cuatro horas diarias o 24 horas
semanales, mientras que entre 15 a 17 años serán seis horas diarias o 36 horas a la semana.
Las actividades laborales de los menores no deben afectarlo física ni emocionalmente y
deberá permitirles estudiar.

3. Exclusiones de la jornada máxima legal. Estás fuera de esta exigencia los trabajadores
de dirección y de confianza (salvo sea sujeto de fiscalización), así como los trabajadores
que no tienen supervisión inmediata o no realizan sus labores total o parcialmente fuera
del centro laboral.

4. Diferencia entre jornada y horario de trabajo. La jornada de trabajo es el tiempo que el


trabajador está a disposición del empleador para brindar el servicio en base a un contrato
firmado. El horario de trabajo es la medida de la jornada que determina con exactitud la
entrada y salida en cada día de trabajo.

5. El empleador puede extender la jornada hasta la máxima legal. En los centros de trabajo
en donde rijan jornadas menores a ocho horas diarias o 48 horas semanales, el empleador
puede extenderlas hasta estos límites, incrementando la remuneración en función al
tiempo adicional laborado.

6. Jornada nocturna. Está comprendida entre las 10:00 pm y las 6:00 am y deben ser en
lo posible rotativos. El sueldo mínimo de un trabajador en este horario es de S/. 1,012.50.

7. Refrigerio mínimo de 45 minutos. La legislación laboral prevé un refrigerio diario que


no puede ser menor a 45 minutos y debe estar dentro del horario de trabajo y no forma
parte de la jornada diaria.

8. No se puede fraccionar el refrigerio. Si bien el empleador puede extender el horario el


tiempo debe ser tomado de corrido.

9. Sobretiempo y horas extras. Es el trabajo fuera de la jornada diaria y es voluntario.


Solo es obligatorio en casos justificados, fortuitos o por fuerza mayor. La hora extra será
otorgada tácitamente, cuando el trabajador acredite haber laborado sobretiempo aún sin
autorización expresa del empleador. Las horas extras deben ser pagadas junto con la
remuneración.

10. Horas extras se pueden compensar con descansos. Para ello debe haber un acuerdo
entre el trabajador y el empleador en un tiempo equivalente al trabajado. Deberá constar
por escrito y tomarse en el mes siguiente al cual se realizó el sobretiempo.

BIBLIOGRAFIA

 Anisi, David. "Creadores de escasez: del bienestar al miedo", 1995. Alianza


Editorial, ISBN 84-206-9434-7. www.nodo50.org/reformaenserio/.../anisi1.pdf.
 Andre Gorz. "La salida del capitalismo ya ha
empezado". http://ecorev.org/spip.php?article640. Ecorev. 17 de septiembre de 2007.
 Guillon, Claude. "Economía de la miseria", Alikornio ediciones, 2001, ISBN 84-
931625-7-4.
 Aznar, Guy. "Trabajar menos para trabajar todos. 20 propuestas", Prólogo de André
Gorz, Ediciones HOAC, 1994, ISBN 84-85121-53-8.
 Aznar, Guy; Alain Caillé; Jean-Louis Laville; Jacques Robin; Roger Sue. "Hacia una
economía plural". "Un trabajo, una actividad, una renta para todos". Miraguano
Ediciones-Grupo Promocions, 1999, ISBN 84-7813-185-X.
 Bernal, A.M.; Alarcón, M.R., Gutiérrez,
J.L. http://web.archive.org/web/http://www.memorialibertaria.org/IMG/pdf/Libro_3
6_horas.pdf "La Jornada Laboral de 6 horas, 1936", Memoria Libertaria. 2001.
 Gans,
Herbert. http://econpapers.repec.org/article/meschalle/v_3a56_3ay_3a2013_3ai_3a5
_3ap_3a62-73.htm "Work-Time Reduction: Possibilities and Problems", Challenge,
2013, vol. 56, issue 5, págs. 62-73.
 Illouz, Eva. "El consumo de la utopía romántica". 2009. Katz editores. ISBN 978-
987-1283-95-8.
 Kalecki,
Michael - http://web.archive.org/web/http://www.modernmoneynetwork.org/upload
s/1/2/5/3/12534585/political-aspects-of-full-employment.pdf "Political Aspects of
Full Employment", Political Quarterly, 1943. (en
español: http://www.eumed.net/cursecon/textos/kalecki/ "Aspectos políticos del
pleno empleo").
 Jáuregui, Ramón; Francisco González de Lena; Juan Ignacio Moltó García. "Un
futuro para el trabajo en la nueva sociedad laboral". Tirant lo Blanch, 2004, ISBN
9788480027953, 565 págs.
 Jáuregui, Ramón; Francisco Egea; Javier de la Puerta. "El tiempo que vivimos y el
reparto del trabajo". Paidós. Estado y Sociedad. 1998. ISBN 84-493-0597-7.
 Jaúregui, Ramón. "¿Qué es el reparto?", en Ideas desde la izquierda, Coord. Cristina
Almeida, págs. 49-56, Huerga Fierro, 1997.
 Paul Lafargue. "El derecho a la pereza", 1883.78
 Rifkin, Jeremy. "El fin del trabajo", Paidos, 1995. Vista previa en Google Libros.
 Sanchis, Enric. "Trabajo y paro en la sociedad postindustrial". Tirant Lo Blanch,
Valencia, 2011, ISBN 978-84-9004-105-5.

REFERENCIAS

1. Daily Telegraph, Londres, 17 de enero de 1860.


2. Volver arriba↑ Owen, Robert (1816) New View of Society, Essay Three.
3. ↑ Saltar a:a b Marx, Carlos (1867) El Capital I: 240. Fondo de Cultura Económica.
4. Volver arriba↑ Marx, Carlos (1864) "Manifiesto Inaugural de la Asociación
Internacional de los Trabajadore"
5. Volver arriba↑ Chase, Eric. "The Brief Origins of May Day". Industrial Workers
of the World.
6. Volver arriba↑ "The Haymarket Martyrs"; The Illinois Labor History Society.
7. Volver arriba↑ Jesús Martínez Girón,Alberto Arufe Varela,Xosé Manuel Carril
Vázquez, Derecho del trabajo, 2006, Gesbiblo, ISBN 978-84-9745-156-7, pág.
70
8. Volver arriba↑ Adaptado de A.Maddison, The World Economy. A Millennial
Perspective, OCDe, París, 2011; A.Maddison, The World Economy: Historical
Statistics, OCDE, París, 2003; Naciones Unidas,Wordl Populations Prospects,
The 2004 Revision, Nueva Yordk, 2005; A. Maddison, Phases of Capitalist
Development, Oxford University Press, Oxford, 1982.
9. Volver arriba↑ Se considerada una cifra intermedia entre 48 y 50 semanas
laborales
10. Volver arriba↑ Se considerada una cifra intermedia entre 5 y 6 días de trabajo
semanal

También podría gustarte