Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Email: gfontaine@flacso.org.ec
Resumen
En este artículo presentamos el contexto histórico, social, político y económico que enmarca a
la cuenca amazónica contemporánea, desde la perspectiva de los países andinos. En la intro-
ducción recordamos algunos datos básicos sobre la situación geográfica y demográfica de la
región. Luego presentamos las principales etapas de la ocupación humana del espacio amazó-
nico, desde la Conquista hasta la irrupción del capitalismo. Dedicamos la segunda parte a la
internacionalización de la agenda amazónica, en particular a través de la conservación del
medio ambiente y de la cooperación. Concluimos con un breve comentario sobre el papel de
los actores sociales en el futuro de la región.
Abstract
In this paper we present the historical, social, political and economical context in which the
Amazon basin is to be considered, from an andean perspective. In the introduction we review
a few basic facts about the geografic and demografic state of the region. Then we present the
main steps of the human ocupation of the amazon area, from the Conquest to the irruption of
capitalism. The second part is dedicated to the internationalization of the amazon agenda,
especially throughout the conservation of the environment and the cooperation. We conclude
with a short comment on the role of social actors in the region´s future.
1 Una versión anterior y más extensa de este artículo fue publicada como “La Globalisation de l´Amazonie: une pers-
pective andine”, en F. Bustamante, G. Fontaine, H. Ibarra Crespo, M. Romero Cevallos, J. Sánchez Parga, J. Schuldt,
2004, Dépendance et démocratie en Amérique Andine, Brusela, Colophon Editions, pp. 11-29. Agradezco a Marc
Saint-Upéry por hacerse cargo de la traducción.
Iconos. Revista de Ciencias Sociales. Num. 25, Quito, mayo 2006, pp. 25-36
© Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-Sede Académica de Ecuador.
ISSN: 1390-1249
Guillaume Fontaine
L
a cuenca amazónica abarca cerca de 7,3 alcanza el 68,1% en Brasil, seguido por
millones de km2, repartidos entre Venezuela (64,8%), Bolivia (59,9%), Perú
nueve países: Brasil, Bolivia, (56%), Colombia (45,4%) y Ecuador
Colombia, Ec u a d o r, Perú, Venezuela, la (28,3%). Ahí también, el peso de Brasil es
Guyana, Surinam y la Guayana francesa2. preponderante, con más de 21 millones de
Desde la Cumbre de la Tierra de Río de habitantes (12,1% de la población nacional)
Janeiro (en 1992) está considerada como un repartidos entre nueve Estados: Acre, Amapá,
espacio privilegiado para observar los fenó- A m a zonas, Pará, Rondonia, Roraima,
menos vinculados a la globalización. Tal es el Maranhao, Mato Grosso y Tocantins. Sin
caso, en particular, de la integración regional embargo, Bolivia es el país más amazónico de
(especialmente por medio del Tratado de la región: los departamentos del Beni, Pando
Cooperación Amazónica –TCA-), de las polí- y Santa Cruz, así como las “tierras bajas” de
ticas de conservación de los espacios natura- Chuquisaca, La Paz, Cochabamba y Tarija
les, de la inserción creciente en los mercados reúnen 33,1% de la población nacional (2,8
mundiales de materias primas (minerales, millones de personas). Cerca de 10% de la
hidrocarburos, madera, etc.), de productos población peruana (2,4 millones de personas)
agrícolas (como la soya y la palma africana) o vive en los cinco departamentos amazónicos
de servicios (como el turismo). (Amazonas, Loreto, Ma d re de Dios, Sa n
Los estudios amazónicos se concentran Martín y Ucayali). En Colombia, 5,4% de la
generalmente en el análisis de Brasil, que población (2,3 millones de personas) vive en
cubre más o menos dos tercios de la superficie los seis departamentos amazónicos (Ama-
total (67,8%), seguido por Perú (13 %), zonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Putu-
Bolivia (11,2%), Colombia (5,5%), Ecuador mayo y Vaupés) o los cuatro departamentos
(1,7%), Ve n ezuela (0,7%), Surinam, la de la cuenca del Orinoco (Arauca, Casanare,
Guayana francesa y Guayana (0,1%). Si n Meta y Vichada). En el Ecuador, 4,9% de la
embargo, la perspectiva de los países andinos población (600 mil personas) ocupa las pro-
es crucial para la región, en particular por el vincias amazónicas de Sucumbíos, Orellana,
interés estratégico de sus recursos naturales y Napo, Pastaza, Morona Santiago y Zamora
la importancia relativa de la Amazonía en la Chinchipe. En fin, 0,4% de la población
s u p e rficie del territorio nacional. De hecho, el venezolana (100 mil personas) se concentra
bosque amazónico constituye la mayor part e en el Estado de Amazonas (Perz et.al.
del territorio en Bolivia y en el Perú (75% del 2003:18-21, PNUD 2003:251-252).
territorio nacional), es relativamente impor- Al igual que en Brasil, la integración
tante en el Ecuador (45%) y en Colombia administrativa y económica de la Amazonía
(36%), y marginal en Ve n ezuela (5,8%) (Cfr. andina no empezó a consolidarse sino hasta la
TCA 1991:13, Perz et. al. 2003 :15-16). segunda mitad del siglo XX. Sin embargo,
La población de la cuenca amazónica hay muchas razones para pensar que jugará
representa hoy cerca de 30 millones de perso- un papel central en la geopolítica de la región
nas, o sea el 10% de los habitantes de la en las próximas décadas. Este artículo analiza
los retos y las dimensiones de esta evolución.
En una primera parte, presentaré las princi-
2 Seguimos aquí la demarcación de Perz et.al. (2003),
que coincide con los datos del TCA (1991) y excluye pales etapas de la ocupación del espacio ama-
el delta del Orinoco. zónico desde la conquista hispano-portugue-
26
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
La globalización en la Amazonía: una perspectiva andina
27
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
Guillaume Fontaine
y 1609 (Zárate 1993: 27). Hay que añadir a Los indígenas eran la única fuerza de tra-
esto el hecho de que la fuga de los indígenas bajo disponible, siendo a la vez barata y cali-
incitó a los encomenderos a penetrar más ficada por su conocimiento de la flora tropi-
hacia el oriente para reclutar por la fuerza a cal. Sin embargo, hay que subrayar que no
los Coronados, los Omaguas y los Abijiras del todos estaban dispuestos a venderse a los tra-
Napo, o los Maina, los Cocamas y los Jíva ros ficantes de caucho, quienes tampoco poseían
del Marañón (Do m í n g u ez y Gómez 1994: los mismos recursos que los comerciantes
18-20 y 141). Así que las misiones fuero n para endeudar a los indígenas y asegurarse
tentativas de compensar el vacío administrati- una mano de obra cautiva. En estas condicio-
vo dejado por el Estado, que había perdido el nes, el tipo de contrato en vigor era de tipo
grado fluctuante de control conquistado por jornalero, o “contrato de prestación de servi-
la burocracia real. En la segunda mitad del cios personales” (Muratorio 1998: 177-181).
siglo XIX, la participación de la Iglesia en el Cuando Julio Arana logró tomar el con-
proceso de colonización conoció un nuevo trol de sus competidores colombianos esta-
auge, en particular después de los concordatos blecidos en el Putumayo, fundando la socie-
firmados con el Vaticano, cuyo objetivo era dad Arana, Vega y Larrañaga en 1904, este
moralizar el país, crear una cohesión política sistema fue sustituido por una nueva forma
por medio de la acción eclesial, del control de de esclavitud (Domínguez y Gómez 1994:
la educación, de la cultura y de la vida diaria. 180). El escándalo fue denunciado por la
La trata de esclavos había empezado en el Sociedad Anti-Esclavista Británica en 1911.
siglo XVII con los portugueses y los españo- Lo más sorprendente es que la Iglesia
les, y después de ellos, en el siglo XVIII, con Católica pretendió no saber nada de los abu-
los holandeses y los británicos, en particular sos cometidos por la Casa Arana, a pesar de
en la región que abarca actualmente los que sacerdotes y misioneros estaban supuesta-
Llanos Orientales, el Vaupés, el Caquetá y el mente encargados de “civilizar” las poblacio-
Putumayo, donde los colonos de Guyana y de nes indígenas de la región desde unos quince
Surinam venían a abastecerse de mano de años (Bonilla 1968:96).
obra. Al inicio del siglo XIX, la aparición de Esta época no tuvo mucho impacto sobre
“nuevas” etnias, caracterizadas por su fuerte la integración de la Amazonía en la economía
movilidad, acompañó el desarrollo de la de mercado, ya que las rutas comerciales fun-
extracción de plantas como la quinquina, la cionaban ante todo hacia el interior de la
zarzaparilla, la tagua (marfil vegetal) o el cau- Cuenca Amazónica, donde se concentraba lo
cho (Zárate 1993: 27). Al igual que en el caso esencial del mercado regional e internacional
del café brasileño, el auge del caucho provocó –Iquitos, Manaus y Belém– por medio de
una recrudescencia de la esclavitud desde el una red fluvial orientada hacia los mercados
18804 en la región del Putumayo y del Napo, europeo y estadounidense. El principal bene-
en particular bajo los auspicios de los trafi- ficio lo lograron los peruanos, quienes apro-
cantes peruanos. vecharon de su avance tecnológico y de su
flota de barcos de vapor para tomar el control
de los ríos afluentes del Amazonas (los ríos
4 El caucho se volvió un recurso natural muy buscado Napo, Putumayo, Pastaza y Morona). Esta
desde 1839, con la invención de la vulcanización por dominación tecnológica y las veleidades de
Goodyear, pero sobre todo desde 1880, con la inven-
ción del neumático de válvula por John Boyd
hegemonía peruana sobre la región llevaron a
Dunlop, que antecedió el auge de la industria auto- la multiplicación de los conflictos fronterizos
móvil. (Bustamante et.al. 1991). A esta rivalidad
28
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
La globalización en la Amazonía: una perspectiva andina
política se añadían intereses económicos exa- la misma época, la Amazonía boliviana supe-
cerbados por la industria extractiva: el ejérci- ró su aislamiento con la apertura de la carre-
to peruano no defendía sólo sus fronteras, tera Cochabamba-Santa Cruz (De Onis
sino también los intereses privados del cau- 1992: 26-27, 44, 55-56). En Ecuador y en
cho o de la industria petrolera. Colombia, las primeras carreteras fuero n
Alrededor de 1914, la caída mundial de abiertas a finales de los años 1960 y sobre
los precios del caucho –debido a la compe- todo en el inicio de los años 1970, al mismo
tencia de las colonias asiáticas Gran-Bretaña y tiempo que se intensificaba la exploración
Holanda– provocó la bancarrota de los prin- petrolera.
cipales barones de la Amazonía, así como ya La baja densidad poblacional de la
había pasado con la quinquina en 1884. Amazonía llevó al Estado a clasificar millones
Muchos empleados y peones de las empresas de hectáreas como “tierras baldías”. Esta
extractivas se convirtieron en campesinos, estrategia alentada por la Alianza para el
mientras sus dueños aprovechaban de la pri- Pro g reso impuso la colonización agrícola
mera colonización fomentada por el Estado como sustituto de una reforma agraria, en los
en los años 1920. La política de colonización años 1960. Para las poblaciones indígenas
dirigida por el Estado en el Ecuador y en amazónicas, esta política se puede describir
Colombia fue estimulada por la necesidad de como una “segunda conquista” (Maybury-
reforzar la presencia militar en las fronteras y Lewis 1984:130). Además, las leyes de refor-
poner fin a las incursiones frecuentes del ejér- ma agraria aprobadas en esta época son en
cito peruano. Paralelamente, los primeros tra- gran parte responsables de la deforestación de
bajos de exploración petrolera transformaron las tres décadas siguientes, ya que obligaban a
las relaciones laborales, anunciando la irrup- los campesinos a talar los árboles en la mayor
ción del capitalismo en la región. parte de sus terrenos para conseguir su legali-
zación. Esta política continuó en los años
La segunda conquista 1970-1980, con el apoyo del Banco Mundial.
Sin embargo, más allá de la influencia de las
El salto cualitativo de la colonización de la ayudas públicas, dos factores contribuyeron a
Amazonía no se dio sino hasta la segunda la deforestación: el valor especulativo de la
mitad del siglo XX, con los grandes proyectos tierra en el contexto de hiperinflación que
de agricultura y ganadería extensivas de baja caracterizó las economías latinoamericanas de
productividad. Sumándose al efecto de la la “década perdida” y las facilidades para lega-
extracción maderera, el impacto de estas acti- lizar las tierras deforestadas y convertidas en
vidades aceleró la deforestación. En Brasil, pastizales (Anderson 1990:9).
ésta siguió la apertura de la carretera Brasilia- Desde finales de los años 1960, se hizo
Belem en 1960 y de la transamazónica c l a ro que los yacimientos petro l e ros de la
Cuibá-Santarem en los años 1970. En el Cuenca Amazónica interesaban a las transna-
Perú, la primera carretera entre la costa pací- cionales estadounidenses y europeas. Esta
fica y Pucallpa, puerta de la Amazonía, se época está marcada por los primeros pasos de
abrió en 1943. La Amazonía venezolana, por la Texaco en Colombia y en Ecuador, pero
su lado, quedó en la marginalidad geográfica también por la nacionalización de la indus-
hasta finales de los años 1960, cuando Brasil tria petrolera en el Perú (1968) y en Bolivia
c o n s t ruyó la carretera del Roraima para (1967), mientras que, en 1969, Venezuela
comunicarse con la industrializada región del participaba activamente en la creación de la
Orinoco y llegar hasta la costa del Caribe. En Organización de los Países Ex p o rtadores de
29
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
Guillaume Fontaine
Petróleo (OPEP) (Philip 1982). Los dos cho- forma de integración, acelerada por su inser-
ques petro l e ros de los años 1970 alentaron el ción en los mercados mundiales.
financiamiento de la política de colonización
de tierras que, hasta entonces, eran de difícil
acceso. La Amazonía en la hora
En el Ec u a d o r, por ejemplo, con la cre a- de la globalización
ción de la Corporación Estatal de Petróleo
Ecuatoriano (CEPE) en 1967 (que cambió Crisis ecológica y crisis de la deuda
su nombre por Pe t roecuador en 1989), el
Estado empezó a participar directamente en Bajo el efecto combinado de la colonización
la explotación petrolera y a fomentar la masiva, la explotación comercial de la made-
migración hacia el Oriente. En 1978, la ra, la agricultura y la ganadería extensivas,
junta militar decretó una Ley de coloniza- cerca de 800.000 km2 de la cuenca amazóni-
ción de la región amazónica ecuatoriana, con ca habían desaparecido a inicios de los años
carácter especial. En otros términos, el 1990; el 68% de esta superficie se había con-
Estado impuso la colonización como una vertido en pastizales. Entre 1975 y 1989,
prioridad nacional. Sin embargo, en ausencia Brasil deforestó un área equivalente a la
de planificación, los efectos de ésta fueron superficie de Francia (560.000 km2). En el
difíciles de manejar y la carencia de asisten- Ecuador, la deforestación alcanzó un ritmo
cia técnica impidió que muchos colonos pue- anual de 2,3% en los años 1970-1980. En
dan superar obstáculos como la escasez de Colombia, pese a la creación (en 1959) de
capitales, el bajo rendimiento de las cosechas siete zonas de reserva forestal –o sea un con-
y la falta de mano de obra para asegurar un junto de 58,6 millones de hectáreas de bos-
ritmo de producción sostenido. No pudieron que–, en 1989, 12,7 millones de hectáreas
superar el estadio de la cultura de subsisten- pertenecientes a estas reservas habían sido
cia, sobre todo cuando estaban más alejados colonizadas, principalmente en la Amazonía
de las vías de comunicación, lo que dificulta- (cerca de 6 millones de hectáreas sobre 38,6
ba la posibilidad de comercializar el exc e d e n- millones) y en el valle del río Magdalena
te de su producción. En consecuencia, (cerca de 4 millones de hectáreas sobre 6
muchos de ellos perd i e ron sus tierras frente a millones) (cf. Andrade et.al 1993:41, Castaño
intereses más poderosos o las abandonaron Uribe 1993:29, TCA 1991:47, Rudel y
por el bajo nivel de productividad y la impo- Horowitz 1993:44).
sibilidad de asegurar su propia subsistencia En el nivel internacional, las presiones se
(Pichón 1993). multiplicaron para instaurar una política de
El fracaso económico de la colonización delimitación de áreas protegidas donde se
agrícola se refleja en los problemas sociales concentrarían las condiciones de reproduc-
vinculados a la emigración de los colonos y en ción de las especies animales y vegetales. Esta
el auge del cultivo de la coca, en particular en política ya se había iniciado en los años 1960,
Perú, Bolivia y Colombia, debido a la baja con la creación de una quincena de zonas de
rentabilidad de los sembríos legales. Hay que este tipo, pero no tomó una importancia real
añadir a esto los problemas provocados por la sino hasta los años 1970 (con la creación de
urbanización descontrolada. Sin embargo, en 25 zonas protegidas) y en 1980 (con la crea-
cada país, el grado de organización adminis- ción de otras 45). En 1992, año de la
trativa de la región fue consolidado y la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, la
Amazonía es ahora el escenario de una nueva cuenca amazónica contaba con un centenar
30
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
La globalización en la Amazonía: una perspectiva andina
31
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
Guillaume Fontaine
32
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
La globalización en la Amazonía: una perspectiva andina
armónico de los países miembros por medio neamente, los países del TCA habían intensi-
de acciones conjuntas y en el respeto de la ficado sus esfuerzos para adoptar una posición
soberanía nacional. Además, según el artículo común frente a los organismos internaciona-
primero del Tratado, los países miembros se les, eso hasta la cumbre de Río en 1992. En
comprometían a fomentar la preservación, la particular, hicieron hincapié en la “deuda eco-
conservación y el uso racional de los recursos lógica de los países industrializados” y en la
naturales de su territorio. Esta disposición necesidad de un apoyo financiero de los paí-
estuvo reiterada en las varias reuniones suce- ses ricos a sus políticas ambientales.
sivas de sus ministros de Re l a c i o n e s Más allá del lenguaje técnico-científico, el
Exteriores, entre otras la de Quito en 1989 discurso sobre el desarrollo sostenible no
(Carrera de la Torre 1993:253-254). Sin em- toma en cuenta la dimensión económica del
bargo, en ausencia de un marco definido para problema, lo que reduce su alcance real.
la consultación y la armonización de los pla- Además, la contradicción entre los criterios
nes de desarrollo entre los países miembros, la que orientan la formulación de las políticas
cooperación regional fue insignificante hasta de desarrollo sostenible hace que las decisio-
el segundo quinquenio de los años 1980, al nes tomen la forma de peticiones de princi-
igual que las condiciones de esta cooperación, pios o de declaraciones reiterativas sin real
en particular en materia de uso de las aguas implicación de un organismo que, sin embar-
internacionales y de políticas de inversión. go, fue creado para implementar tales políti-
Esta situación cambió, cuando la política cas al nivel regional. Por lo tanto, esta contra-
internacional en materia de medio ambiente dicción limita el alcance de la argumentación
empezó a ejercer presiones sobre el modelo de de algunos autores que sugieren que la políti-
d e s a r rollo brasileño. En part i c u l a r, desde el ca de desarrollo de la Amazonía ya está deli-
1986, el Banco Interamericano de De s a r rollo neada por los programas y los proyectos
(BID) y el Banco Mundial sometieron sus adoptados en el marco del TCA (Carrera de
préstamos a criterios de desarrollo sostenible, la Torre 1993:263). Sobre todo, con esta
obligando a Brasil a reconsiderar su política hipótesis, se presupone que la delegación de
de deforestación. En 1989, el Presidente José poder a este organismo sea completa y le per-
Sarney organizó una cumbre presidencial en mita tomar decisiones en modo autoritario,
Manaus, en la que el Presidente colombiano lo que fortalecería su funcionamiento antide-
Virgilio Ba rco propuso la institución de mocrático (Bustamante 1993:179). En defi-
comisiones permanentes especiales para los nitiva, todo contribuye para hacer del TCA
recursos naturales, el ambiente y los asuntos un organismo que se caracteriza por un dis-
indígenas. Esta propuesta tuvo consecuencias curso crítico sobre las prioridades y las alter-
en la práctica, y al mismo tiempo el papel de nativas del desarrollo en Amazonía, tratándo-
la secretaría pro tempore fue fort a l e c i d o. La se sin embargo de un discurso cuyas conse-
internacionalización de la cuestión ambiental cuencias empíricas se ven limitadas por las
llevó al fortalecimiento de la comisión espe- condiciones de su creación (Kre m l i n g
cial del ambiente respecto a las otras cinco 1997:83 y 97-98).
comisiones. Dicha comisión fue encargada de
implementar siete de los 52 programas defini-
6 Zonificación ecológica y económica de la Amazonía,
dos en 19926 (Castaño Uribe 1993:15). En ecología, biodiversidad y poblaciones, fauna silvestra,
1993, la secretaría pro tempore elaboró una recursos hidrobiológicos, explotación de los recursos
propuesta de política regional para el uso sus- forestales, planificación y gestión de los espacios pro-
tegidos, metodología de evaluación de los impactos
tentable de los recursos forestales. Simultá-
ecológicos, e investigación aplicada al ambiente.
33
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
Guillaume Fontaine
Conclusión
Bibliografía
En los años de la “década perdida”, la percep-
ción de la crisis del modelo de desarrollo Anderson, Anthony B., 1990, “Deforestation
capitalista implementado desde medio siglo in Amazonia: Dynamics, Causes and
en Latinoamérica se generalizó. En los años Alternatives”, en Anderson Anthony B.
1990, se vio la convergencia entre los actores (ed.), Alternatives To Deforestation: Steps
sociales e institucionales en la búsqueda de un Toward Sustainable Use Of The Amazon
nuevo modelo. La convergencia entre los Rain Forest, Columbia University Press,
movimientos ecologistas y las organizaciones New York, pp. 3-23.
indígenas culminó en la Cumbre de Río en Andrade, Germán I., Adriana Hurtado,
junio del 1992, aunque subsisten diferencias Ricardo Torres, 1993, Amazonía colombia -
de perfil y de estrategia en el seno de estas na, diversidad y conflicto, Colciencias,
organizaciones. A su vez, esta dinámica acele- CONIA, CEGA, Bogotá.
ró la convergencia entre los propios Estados AA.VV., s. d., “IIRSA. La iniciativa de los
de la región amazónica, hasta ahora poco gobiernos y las instituciones financieras
deseosos de hacer del TCA un instrumento internacionales de la infraestructura regio-
de integración de las políticas públicas. Esta nal de Sudamérica (IIRSA). Otra integra-
34
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
La globalización en la Amazonía: una perspectiva andina
ción es posible y está en marcha. Una Colchester, Marcus y Larry Lohmann, 1993,
perspectiva de la sociedad civil”, Bank The Struggle for Land and the Fate of the
Information Center, Coalición Ríos Forests, Zed Books, The World Rainforest
Vivos, Núcleo Amigos de la Tierra – Movement – The Ecologist, Londres, pp.
Brasil. [Disponible en noviembre 2004] 1-94 ; 293-307.
www.foroecologista.org.ar/institucional/d De Onis, Juan, 1992, The Green Cathedral.
ocumentos/iirsa1.pdf Sustainable development of Amazo n i a,
Becker Bertha, 1994, “Which sustainable O x f o rd University Press, New Yo rk ,
development for the amazon region ?”, en Oxford.
Aragon Luis E. (Ed.), What Future for the Delgado Ramos, Gian Carlo, 2004, “IIRSA y
Amazon Region?, 48th Congress of la ecología política del agua sudamerica-
Americanists. Threatened Peoples and na”, en Enfoques Alternativos 07/2004,
Environments in the Americas, Institute Buenos Aires. [Disponible nov i e m b re
of Latin American Studies, UNESCO, 2004] www.ecoportal.net
UNAMAZ, Stockholm, pp. 173-183. Dollfus, Olivier, 1997, La Mondialisation,
Bonilla, Víctor Daniel, 1968, Siervos de dios y Presses de Sciences Po, Bibliothèque des
amos de indios, Tercer Mundo Editores, citoyens, Paris, 170 p.
Bogotá. Domínguez Camilo, Gómez Augusto, 1994,
Bustamante, Teodoro, 1993, “El marco inter- Nación y etnias: conflictos territoriales en la
nacional de los problemas de la Am a zonía colombiana, 1750-1933,
A m a zo n í a”, en T. Bustamante, M.F. COAMA, Union Eu ropéenne, Bogotá,
Espinosa, L. Ruiz, J. Trujillo, J. Uquillas, pp. 17-91; 123-234.
Retos de la Amazonía, ILDIS, Abya-Yala, Fontaine, Guillaume, 2005, “Governance
Quito, pp. 159-201. and the role of civil society. The case of oil
Bustamante, Te o d o ro, Ma rco Re s t repo, and gas extraction in the Andean
María Eugenia Tamariz Tormen, 1991, Amazon”, en Walter Leal Filho, editor,
Frontera amazónica: historia de un proble - The Handbook of Sustainability Research,
ma, CEDIME, CCE-NP, Quito, 150 p. Peter Lang Scientific Pu b l i s h i n g ,
Carrera De La Torre, Luis, 1993, “Políticas y Frankfurt, pp. 327-349.
estrategias de desarrollo sustentable de la —————, 2003, El precio del petróleo.
región amazónica adoptadas por los países Conflictos socio-ambientales y gobernabili -
del Tratado de cooperación amazónica”, dad en la región amazónica, FLACSO,
en Lucy Ruiz Mantilla (coord.), IFEA, Quito, 530 p.
Amazonía: escenarios y conflictos, Cedime, Kremling Gómez, Desider, 1997, “El
Abya Yala, Quito, pp. 251-290. De s a r rollo sustentable amazónico: una
Castaño, Uribe Carlos, 1993, Situación gene - discusión a partir de las políticas del
ral de la conservación de la biodiversidad en TCA”, en Doris He r rera, editora, La
la Región amazónica: evaluación de las Cuenca Amazónica de cara al nuevo siglo,
áreas protegidas, propuestas y estrategias, FLACSO, Quito, pp. 15-39.
TCA, UICN, SURAPA, FAO, CEE, Ma y b u ry-Lewis, David, 1984,
Quito, 112 p. “Demystifying the Second Conquest”, en
Colchester, Marcus, 1994, Salvaging Nature, M. Schmink y Ch. Wood, editore s ,
Indigenous Peoples, Protected Areas And Frontier Expansion in Amazo n i a,
Bi o d i verstiy Conservation, UNRISD University of Florida Press, Gainsville, pp.
Discussion paper, Genève, 78 p. 127-134.
35
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36
Guillaume Fontaine
Muratorio, Blanca, 1998, Rucuyaya Alonso y PNUD (Programa de las Naciones Unidas
la historia social y económica del Alto Napo, para el Desarrollo), 2003, Informe sobre
1850-1950, Abya-Yala, Quito, 412 p. desarrollo humano 2003. Los objetivos de
OTCA (Organización del Tratado de desarrollo del milenio: un pacto entre las
Cooperación Amazónica), 2004, “Pl a n naciones para eliminar la pobreza, PNUD,
estratégico de la Organización del Tratado Mundi Press, 367 p.
de Cooperación Amazónica”, DOC/XII Reeve, Mary-Elizabeth, 1987, Los Quichua
CCA-OTCA/04, Brasilia. [Disponible en del Curaray. El proceso de formación de la
noviembre 2004] www.colombiainterna- identidad, Abya-Yala-Banco Central del
cional.org Ecuador Guayaquil, Quito, 214 p.
Perz, Stephen G., Carlos Aramburu, Jason Rudel, Thomas y Bruce Horowitz, 1993,
Bremner, 2003, “Cambios poblacionales y Tropical Deforestation. Small farmers and
uso del suelo en la cuenca amazónica. Una land clearing in the ecuadorian Amazon,
comparación entre Brasil, Bolivia, Columbia University Press, New York.
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela”, en TCA (Tratado de Cooperación Amazónica),
Carlos Aramburu y Eduardo Bedoya, edi- 1991, Amazonía sin mitos. Informe de la
tores, Amazonía: procesos demográficos y Comisión sobre desarrollo y medio ambiente
ambientales, Consorcio de Investigación para Amazonía, TCA, BID, PNUD,
económica y social, Lima, pp. 11-52. Washington D. C., 114 p.
Philip, Georg, 1982, Oil And Politics In Latin Whitten, Norman, 1987, Sacha Ru n a ,
America. Nationalist Movements And State Etnicidad y adaptación de los Qu i c h u a
Companies, Cambridge University Press, hablantes de la Am a zonía ecuatoriana,
Cambridge, 572 p. Abya-Yala, Quito, 367 p.
Pichón, Francisco, 1993, “Agricultural Zárate, Carlos G., 1993, “Cambio ambiental
Settlement, Land Use, And Deforestation y apropiación del espacio en la historia de
In The Ecuadorian Amazon Frontier: A la Alta Amazonía ecuatoriana”, en Lucy
Micro Level Analysis Of Colonists’ Land Ruiz Mantilla, coordinadora, Amazonía:
Allocation Be h a v i o r”, Un i versity of escenarios y conflictos, Cedime, Abya Yala,
Chapel Hill (North Carolina), tesis de Ph Quito, pp.15-32.
D., mimeo.
36
ÍCONOS 25, 2006, pp. 25-36