ACTAS

ACTAS
VII CONGRESO NACIONAL
DE ARQUEOLOGÍA

PONENCIAS MAGISTRALES
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA NORTE I
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA NORTE II
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA NORTE III
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA SIERRA NORTE I
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA SIERRA NORTE II
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA CENTRAL I
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA CENTRAL III
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA SIERRA CENTRAL
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA SUR I
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA COSTA SUR II
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA SIERRA SUR I
SIMPOSIO REGIONAL DE ARQUEOLOGÍA DE LA SIERRA SUR II
Alejandro Antonio Salas Zegarra
Ministro de Cultura

Janie Marile Gómez Guerrero

Viceministra de Patrimonio Cultural
e Industrias Culturales

Yuri Castro Chirinos

Director General de Patrimonio Arqueológico Inmueble

Ministerio de Cultura
Av. Javier Prado Este 2465, San Borja
Lima, Perú

Actas deI VII Congreso Nacional de Arqueología

Primera edición, mayo 2022

Disponible en: https://congresoarqueologia.cultura.gob.pe/publicaciones

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú

N° 2022-04327

Coordinación de edición: Natalia Cisneros del Rio

Corrección de estilo: Glenda Escajadillo
Diseño Gráfico: Fernando Cavassa

Lima, Perú
 Cambios y transformaciones en la sección
media baja de la margen derecha del río
Rímac durante el Horizonte Tardío

Pedro Vargas, Diego Carrasco y José Bazán

Introducción del Rímac y además cumplieron la función de ser mar-

Durante el Horizonte Tardío (Rowe, 1958), el imperio
Inca (Covey, 2008) o Tawantinsuyo (Bueno, 1981) exten-
dió sus dominios sobre la vasta región de los Andes
Meridionales, incorporando territorios controlados a
través de varios grandes señores con poderes inter-
provinciales (Parssinen, 2002). La administración de
estos nuevos territorios trajo consigo especiales con-
diciones de control político sobre los grupos étnicos1
(Barth, 1969) a través de mecanismos como la con-
quista militar y dominación ideológica (Jenning, 2003),
reforzándola con la reubicación demográfica y trata-
miento preferencial de algunos grupos locales, tomando
en cuenta las variaciones en la organización social, los
recursos y la historia de las relaciones políticas preexis-
tentes (Izumi, 1994).
La etnohistoria ha sido un campo muy utilizado en el
intento de explicar los mecanismos a través de los cuales
diferentes grupos, poco antes y durante el dominio inca
(Período Intermedio Tardío y Horizonte Tardío), accedían
a los recursos existentes en los distintos nichos ecoló-
gicos. Rostworowski (1978) planteó que los canales de
irrigación fueron controlados por los señoríos del valle
cadores territoriales.
El extirpador de idolatrías Francisco de Ávila (Taylor, 2008)
menciona los grupos poblacionales que habitaron el Rímac
y señala seis curacazgos locales. A estos grupos se les
denomina yuncas (yungas) al vivir en las partes bajas y
cálidas del valle. Entre los grupos locales del Rímac se
mencionan a los lati (Ate), los pariacha (Pariachi), los yañac
(Ñaña), los chichima (Chaclacayo), los mama (Chosica),
los huanchihuallas, y los ruricancho (Taylor, 2008, p. 55).
Este último grupo local ha sido definido territorialmente por
Julio Abanto (2008), quien menciona a Mangomarca como
un sitio que cumplió funciones político-administrativas y
a Fortaleza de Campoy como un centro administrativo
secundario, subordinado a Mangomarca. En consecuen-
cia, para el mencionado investigador, el área en estudio
habría pertenecido al curacazgo ychsma de Ruricancho
durante el Periodo Intermedio Tardío (900-1470 d. C.).
Durante su dominio en la costa central los incas entabla-
ron relaciones con los grandes y pequeños grupos étnicos
del territorio2 (Díaz, 2011), como los colli (Morales,1993)
que tenían posesiones de tierras en el valle del Chillón y
los ychsmas (Bazán, 1990; Díaz y Vallejo, 2002; Marcone

1 Barth (1969) los define como una unidad portadora de cultura, que la comparte y que puede ser vista como resultado antes que como fuente
de organización. La cultura del grupo étnico y su organización socioeconómica y política cambian a lo largo del proceso histórico. Estos lími-
tes étnicos pueden emerger y persistir en ciertos periodos y disolverse o estar ausentes en otros.
2 Díaz (2011), a partir de las prácticas funerarias ychsma del Periodo Intermedio Tardío y Horizonte Tardío, encuentra similitudes en la identi-

dad cultural de las poblaciones ubicadas en los valles bajos y cerca de Pachacámac; también distingue variedades étnicas en el valle medio
del río Rímac, así como diferencias en género y rango social.

481
Figura 1. Ubicación del área de estudio en la margen derecha del valle medio-bajo del Rímac.
y López-Hurtado, 2002; Makowski, 2002; Eeckhout,
2004; Guerrero, 2004) que controlaban a través de cura-
cas los valles del Rímac y Lurín (Rostworowski, 1989) en
la llamada provincia de Pachacámac (Cornejo, 2000). En
el área de interés, Cornejo (2000) realizó un detallado
estudio sobre la provincia inca de Pachacámac durante
el Horizonte Tardío (1420-1532 d. C.), llegando a postu-
lar una organización de tipo provincial con división en
distritos y subdistritos durante esa época.
Marco geográfico
El área de estudio comprende la sección media-baja de la
margen derecha del río Rímac (Figura 1), abarca una franja
irrigable que se extiende cerca de 12 kilómetros, desde la
pampa de Canto Grande hasta la quebrada Huaycoloro,
entre los distritos de San Juan de Lurigancho y Lurigancho-
Chosica. Esta zona se caracteriza topográficamente por
servir como transición entre la sección llana del valle del
Rímac, que tiene como límite el litoral, y el valle medio que se
angosta notablemente después de la quebrada Huaycoloro.
Esta sección del valle posee un clima cálido y relativamente
húmedo debido a su cercanía con el océano Pacífico. Sin
embargo, la cadena de estribaciones andinas permite
482
que esta zona adquiera mayor calidez, la cual aumenta
a medida que se sigue el curso del río valle arriba, donde
el sol es permanente casi todo el año y aparecen zonas
aptas para el cultivo de productos importantes como la
coca (Erythroxylum sp) (Rostworowski, 1978, p. 22).
La quebrada de San Hilarión es el espacio en el que se
ubica la pampa de Canto Grande, una extensa superficie
que se encuentra entre dos ecosistemas de lomas; por un
lado, hacia el Oeste están las lomas de Amancaes —también
conocidas como El Mirador—, en cuya cadena de estribacio-
nes destaca el cerro San Jerónimo, y hacia el Este las lomas
de Mangomarca. En ambas destaca la ausencia de árboles
por lo que son consideradas como arbustivas (Rostworowski,
1989). Hay que mencionar que en Mangomarca se pre-
sentan quebradas muy húmedas de suelos profundos con
coloración oscura debido a su naturaleza eólica y la cons-
tante descomposición de restos orgánicos, lo cual favorece
la retención de líquidos (Caycho, 2015, p.156).
Adicionalmente se ha registrado una red de canales que
cruzaban por parte de esta quebrada y que conectaban
diversos sitios arqueológicos en esta sección del valle
medio bajo (Abanto, 2008). Estas fuentes de agua
habrían provenido de antiguos puquiales y escorrentías
Figura 2. Ubicación de los sitios con arquitectura monumental perteneciente a los periodos tardíos comprendidos en el área de estudio.
que podrían haberse formado a partir de la captación
de agua en las lomas. Estas fuentes de agua fueron un
complemento del río Rímac, siendo una fuente impor-
tante de agua por la carga de nutrientes y su régimen
regular todo el año (Villacorta, 2004).
Estado de la investigación de los
sitios tardíos en el área de estudio
Los estudios arqueológicos en el valle del Rímac
comenzaron en el siglo XX, cuando investigadores
como Max Uhle y Julio C. Tello dieron una mirada
general a los sitios arqueológicos de la costa cen-
tral, mencionándolos y describiéndolos brevemente,
información que se encuentra en los archivos de
Pachacamac de Max Uhle (Lurín) y el Archivo Tello
(Rímac). A mediados del siglo XX, Louis Stumer —a
través del estudio de patrones de asentamiento de
sitios del Rímac— identificó y caracterizó de manera
general a los centros urbanos de élite como lugares
de extensa configuración, terrazas con subdivisiones
internas y cementerios aledaños (Fernández, 2007).
En 1970, durante las excavaciones en Cajamarquilla
de la misión italiana dirigida por Sestieri, se identificó
una correlación entre el abandono de Cajamarquilla en
el Periodo Intermedio Temprano y el posterior creci-
miento de los centros urbanos de élite en los periodos
tardíos, debido a sucesos que aún vienen siendo estu-
diados (Narváez, 2004). Posteriormente, dentro del
inventario y catastro arqueológico del valle de Lima,
Ravines (1985) identificó construcciones pertenecien-
tes al Periodo Intermedio Tardío en el distrito de San
Juan de Lurigancho y Huachipa, así como otro de ocu-
pación posterior con el nombre de Canto Chico.
Luis Felipe Villacorta (2001) realiza un estudio siste-
mático planteando una tipología de arquitectura en el
valle del Rímac, tratando de caracterizar los espacios
y lo que su arquitectura muestra durante el Periodo
Intermedio Tardío y el Horizonte Tardío; menciona las
categorías funcionales de los sitios como las residencias
y los centros urbanos de élite y la arquitectura inca en
el valle del Rímac. Asimismo, Julio Abanto (2008) pre-
senta sus estudios realizados en la quebrada de Canto
Grande donde señala las ocupaciones del Período
Intermedio Tardío y Horizonte Tardío relacionadas al
curacazgo de Ruricancho, destacando los asentamien-
tos pertenecientes a la margen derecha del río Rímac
como Mangomarca, Canto Chico, El Sauce y Campoy
(Figura 2).
483
Figura 3. a. Dibujo de planta del Conjunto Tello en el sitio arqueológico de Cajamarquilla. Fuente: Mogrovejo y Segura ,2000. b. Muro de yapa-
nas y apisonado de la Plaza asociado en la Unidad 7. c. Vista del silo de la Unidad 2 después de su excavación. d. Muros de tapiales grandes
con estriados corridos y enlucidos, correspondientes al Sector XI del Conjunto Tello. e. Muro de bloques de yapana al interior del Sector XI
del Conjunto Tello Fuente: Narváez, 2004.

A partir de lo expuesto, presentamos algunos alcances
de los sitios tardíos en discusión:
Cajamarquilla
Se encuentra ubicado en la margen derecha del valle
medio del río Rímac, en medio de un cono aluvial en la
parte baja de la quebrada Jicamarca y fue sometido a inten-
sos trabajos de excavación (Sestiere, 1964; Mogrovejo y
Segura, 2000). En ese contexto, Narváez (2004) recupera
en el Sector XI del Conjunto Tello (Figura 3a) —ubicado
en el extremo noreste de Cajamarquilla, cerca del cauce
principal de la quebrada de Jicamarca— información
sobre ocupaciones en el Periodo Intermedio Tardío (en
la fase II de su propuesta ocupacional para el sitio), las
cuales están asociadas solo a cerámica de estilo Ychsma
Medio. Asimismo, realizó comparaciones con los mate-
riales provenientes de entierros del Conjunto Sestieri,
observando que dichos materiales guardaban similitud
con la cerámica del Periodo Intermedio Tardío, pero sin
presencia de material del Horizonte Tardío. Es preciso
señalar que Narváez señala una secuencia constructiva
de pocas fases asociadas a la arquitectura ychsma en el
sitio, caracterizada por muros de tapiales estriados —tipo
3 de su tipología tecnológica— que delimitan recintos
con pisos de barro y banquetas bajas adosadas sobre
una plataforma levantada sobre rellenos que cubrieron
la ocupación de la cultura Lima y el primer momento de
abandono del sitio (Figura 3d). Así también, un momento
final en la construcción se hace evidente en la clausura
de espacios y la presencia de los silos (Figura 3c) asocia-
dos a muros con bloques de yapana (Figura 3b, Figura 3e),
llegando a postular que la ocupación de Cajamarquilla
en esa época no debió ser muy prolongada; esto llevó a
suponer que Cajamarquilla se desocupó poco antes de
la conquista inca del valle.

484
 a. Dibujo de planta del Conjunto Arquitectónico Monumental del sector IV A de Pedreros. Elaborado por el PIAHFC, b. Tapial con
Figura 4.
paños burdos estriados sin enlucido en la cabecera de los muros del sector IV A, c. Muros de tapiales grandes con estriados corridos y enlu-
cidos del sector IV A, d. Se observa los muros de tapiales grandes con estriados corridos y enlucidos en la base y Tapial con paños burdos
estriados sin enlucido en la cabecera del sector IV A. Fuente: PIAHFC.

Pedreros cercadas sobre niveles de terraza, en la superficie del

Se ubica en la margen derecha del valle medio del río
Rímac, en el lado sur del cerro Ventana, entre sus faldas
y al norte del canal principal que bordea todo el predio.
El sitio formó parte del estudio de Stumer en 1956 sobre
los patrones de asentamiento en el Rímac, y definido
como un centro urbano. Actualmente este extenso sitio
se encuentra conformado por una serie de segmentos
de estructuras y cementerios. Para nuestro objetivo es
de interés el sector IV A (Palacios, 1996) que comprende
un conjunto arquitectónico monumental (Figura 4a), cons-
truido con paredes de tapial estriado (Figura 4c), así como
variantes en las bases de los muros con piedras y para-
mentos con bloques de tapia (Figura 4b, Figura 4d). Se
observa todavía algunos segmentos con revoque de
barro y pintados de ocre y naranja; asimismo destacan
los ambientes de acceso restringido y grandes canchas
interior de los espacios se encuentra abundantes frag-
mentos de cerámica de estilo Ychsma y batanes.
Fortaleza de Campoy
Se ubica en la margen derecha del valle bajo del río
Rímac, en la falda sur del cerro El Chivo, a la altura de la
reserva de la Atarjea, muy cerca de la actual urbanización
de Campoy en el distrito de San Juan de Lurigancho. El
sitio ha formado parte de diversas discusiones sobre la
ocupación tardía en el área (Villacorta, 2000; Chamorro,
2003; Fernández, 2007; Abanto, 2008), destacando hasta
ahora un sector al oeste con estructuras no monumenta-
les y por el este un sector en el que destaca una unidad
arquitectónica monumental. Sobre ella hemos realizado
trabajos enmarcados en el Proyecto de Investigación
Arqueológica Huaca Fortaleza de Campoy en el año 2017

485
 a. Dibujo de planta del Edificio Monumental de la Huaca Fortaleza de Campoy. Elaborado por el PIAHFC. b. Isometría de la sección
Figura 5.
del salón en la fase 3. Asociados a las clausuras de los ambientes posteriores. c. Se observa los muros de tapiales grandes con estriados
corridos y enlucidos en la base, así como tapiales con paños burdos estriados sin enlucido en la cabecera del salón principal. d. Tapial con
paños burdos estriados sin enlucido perteneciente a una remodelación de la sección norte del salón principal. Fuente: PIAHFC.

(Vargas et al., 2019), a partir del cual se ha establecido
una secuencia de fases ocupacionales que comprenden
una serie de remodelaciones en el sitio, prolongándose el
uso del mismo durante los periodos tardíos de la cronolo-
gía andina (Rowe, 1958), es decir del Periodo Intermedio
Tardío (900-1470) al Horizonte Tardío (1470-1533).
En relación a la evidencia del sector monumental
(Figura 5a), destaca una edificación de 100 metros de
sur a norte y 90 metros de oeste a este, con una altura
promedio de 15 metros. Esta construcción tiene forma
tronco-piramidal, fue construida a partir de tapias dobles
y presenta diversos componentes arquitectónicos en los
que se ha podido identificar fragmentos de vasijas de
estilo Ychsma Medio e Ychsma Tardío; además habría
funcionado como una residencia de élite —fases de
construcción 1 y 2 del edificio— edificada durante el
Periodo Intermedio Tardío, que albergó a una autoridad
local que desde este espacio ejerció las actividades polí-
ticas y el manejo administrativo de una sección del valle
medio del Rímac. Posteriormente, durante el Horizonte
Tardío —fase de construcción 3 del edificio— se observa
la renovación y clausura de algunos espacios construidos
en la fase anterior; así destacan la clausura del acceso
principal3, la reducción del salón principal, el aumento de
almacenes (Figura 5b) con muros a base de tapiales con
paños burdos estriados y sin enlucido (Figura 5c, Figura 5d).
Posiblemente las actividades en el sitio habrían estado
vinculadas a la apropiación y redistribución de los recur-
sos por parte del imperio Inca en el valle.

3Bazán (2019) asocia dicha clausura con la formalización de determinadas construcciones al oeste de la edificación monumental que corres-
ponden a segmentos de un camino epimural —elaborados con burdos tapiales estriados, sin enlucir en ese momento— ubicados en la ladera
del cerro, y en cuyo relleno se observa material de la fase Ychsma Medio. Este camino conduce al sitio arqueológico de Mangomarca.

486
Figura 6. Plano de la zona nuclear del sitio de Mangomarca (izquierda superior: Abanto, 2008). Acceso por el lado este hacia el montículo principal
(derecha, superior) y muros estriados en el sector E (Izquierda inferior). Fotografía de Mangomarca a inicios del siglo XX (derecha inferior: Tello, 1999).
Mangomarca
Se ubica en la margen derecha del valle bajo del río
Rímac, se encuentra a la altura de la cuadra 20 de la
avenida Santuario, en la urbanización Mangomarca del
distrito de San Juan de Lurigancho de Lima. Actualmente
este extenso sitio se encuentra conformado por una serie
de segmentos de estructuras divididas en dos áreas por
la avenida mencionada. Para nuestros fines destaca el
Sector B que forma parte del área monumental y com-
prende un conjunto de estructuras situadas cerca de un
cerro. El “templo nuevo” es un edificio piramidal escalo-
nado y trunco, que fue levantado sobre un afloramiento
rocoso; presenta un atrio de forma rectangular y una
escalinata de acceso en forma curva, en el frontis del
edificio hay un gran conjunto de recintos y plazas orto-
gonales definidos por gruesos muros perimétricos que
sobrepasan 3 metros de altura (Figura 6). Las investi-
gaciones en este sector han revelado una ocupación
principalmente ychsma y algunas evidencias materiales
correspondientes al Horizonte Tardío, por ello se asume
que en la época Inca la ocupación no fue significativa
(Caycho, 2015). Asimismo, debido a su extensión y
características, Abanto (2008) ha propuesto que este
sitio fue la sede principal del curacazgo de Lurigancho
a partir del Periodo Intermedio Tardío en el valle.
El Sauce
Se ubica en la margen derecha del valle bajo del río
Rímac, en la falda oeste del cerro Lurigancho, en los
asentamientos humanos Santa Rosa del Sauce, Las
Mercedes y Pueblo Libre (Figura 7). Fue investigado por
Córdova (2000) como parte de los trabajos de evalua-
ción y rescate arqueológico realizados en la zona, siendo
caracterizado como un sitio perteneciente al Horizonte
Tardío. Actualmente se conservan una serie de muros
elaborados con tapias y adobes, formando lo que apa-
rentemente es una explanada. Sin embargo, cerca del
88 % del sitio arqueológico —lo que habría sido una gran
487
Figura 7. Plano del sitio arqueológico El Sauce. Fuente: PIAHFC.
necrópolis— se encuentra ocupado por población desde
la década de 1980. El sitio arqueológico abarca ahora
6,000 metros cuadrados de un total de 300,000 metros
cuadrados aproximadamente. Los trabajos de Córdova y
de la empresa Cálidda en los últimos años han develado
un conjunto de tumbas en las calles y pistas de la ocupa-
ción moderna. Estas tumbas estuvieron acompañadas
de ofrendas, entre las que destacan vasijas con rasgos
del Periodo Intermedio Tardío y otras del Tahuantinsuyo.
Canto Chico
Se ubica en la margen derecha del valle bajo del río
Rímac, en las faldas del cerro San Jerónimo, en el asen-
tamiento Sagrado Madero de la urbanización Canto
Chico en el distrito de San Juan de Lurigancho (Figura 8).
Canto Chico —conocido anteriormente también como
Hurin Huacho— ha sido investigado principalmente
por Rogger Ravines en la década de 1990, además de
hacer labores de restauración. Es caracterizado como
un asentamiento de épocas tardías, con una ocupación
488
principalmente del Horizonte Tardío. El sitio se compone
de un conjunto de estructuras elaboradas con tapias que
dan lugar a recintos aglutinados en su lado sur, mientras
que, hacia el norte, se logra divisar un conjunto de muros
que aparentemente configuran espacios más amplios
dentro del asentamiento. Al igual que en El Sauce, la
principal cantidad de hallazgos fueron recuperados en
catorce tumbas del Horizonte Tardío, en las que desta-
can vasijas con cuello media flecha. Actualmente solo
se conserva aproximadamente 10 % del sitio, es decir
cerca de 12,000 metros cuadrados, según la fotografía
aérea del año 1944 (Fernández, 2007; Abanto, 2008).
Cambios y transformaciones en el
rol de los asentamientos durante el
Horizonte Tardío
El objetivo de estas líneas no es proporcionar una defi-
nición de algún curacazgo local o definir la ocupación
ychsma en el área sino, a partir de la evidencia docu-
mentada, discutir sobre el rol de los asentamientos en
 Sitio arqueológico de Canto Chico, ubicado en las faldas del cerro San Jerónimo, al oeste de la pampa de Canto Grande. Fuente:
Figura 8.
PIAHFC.
la margen derecha del Rímac. Por ello, a partir de la
presencia y la disposición de las áreas de depósitos
cuadrangulares, así como varios componentes arqui-
tectónicos recurrentes en el Sector XI de Cajamarquilla,
el Sector IV A de Pedreros, el sector B de Mangomarca
y el edificio monumental de Campoy, se sostiene la pre-
misa de una función administrativa para estos sitios.
Sin embargo, continuando con esta idea debemos pre-
guntarnos si el ejercicio del poder secular local se vio
menguado, y/o en algunos casos sustituido, pues la
evidencia de salones de menor escala como lugar de
recepción parece indicar nuevos espacios de reunión
más discretos para las necesidades propias del señor
principal local, quien en muchos casos estaba inmerso
en la administración provincial inca (Cornejo, 2000; Díaz
y Vallejo, 2002; Pärssinen, 2002). Es preciso destacar
que en los sitios mencionados se identificó fragmentos de
vasijas de manufactura local ychsma que prevalecieron
a pesar de la aparición de nuevas variantes (Figura 9). En
esta sección del valle hubo la continuidad cultural muy
característica de los pueblos costeros en los periodos
tardíos, en especial en la costa central. Esto fue posible
debido al aprovechamiento de las condiciones favorables
a partir del control de los canales de irrigación, mante-
niendo una estrecha relación de control de la producción
con el poder político local a través del mantenimiento
de su sistema de creencias y el orden social del grupo
étnico (Figura 10).
Es muy posible que estos sitios hayan continuado siendo
utilizados para realizar esas actividades, sin embargo,
en condición de subordinados al nuevo orden econó-
mico, administrativo e inclusive religioso, como producto
de su continuidad en el funcionamiento y su relación
directa con el Santuario de Pachacámac (Eeckhout,
2004). En este sentido, y mirando la margen izquierda,
debemos preguntarnos también por el rol de otros sitios
en el valle, dado que en algunos casos —como San
Juan de Pariachi y La Puruchuca— se ha documentado
nuevas formas arquitectónicas como los uhsnus e incluso
remodelaciones de residencias de élite con clara influen-
cia del estilo Inca, así como en Puruchuco, donde hay
489
Figura 9. Cerámica Ychsma con rasgos del Horizonte Tardío proveniente de algunos sitios de la margen derecha.
evidencias de control por el movimiento de los astros
(Villacorta, 2003).
Sin embargo, se desconoce si los miembros principa-
les de los grupos de élite de Campoy, Pedreros y en
especial de Cajamarquilla, se identificaron como perte-
necientes a una categoría social reconocida, dado que
pudieron haberse reocupado en alguna actividad o lugar
según la división del trabajo y la organización estatal,
pues ahora se organizaban en torno a características
culturales impuestas por el imperio Inca para fomentar
la integración y un mejor control de esta área del valle
del Rímac. Las respuestas sobre nuevas ocupaciones
posiblemente se encontrarían en sitios como El Sauce
y Canto Chico para el periodo en discusión.
490
Conclusiones
Cajamarquilla, Mangomarca, Pedreros y Campoy se
caracterizan por una intensa ocupación durante el
Periodo Intermedio Tardío vinculada a la cultura Ychsma
(Narváez, 2004; Caycho, 2015; Vargas et al., 2018). Si
bien presentan particularidades, estos sitios destacan
como asentamientos urbanos complejos, con presencia
de sectores restringidos y diferenciados para el desarrollo
de actividades ceremoniales, administrativas, domésticas
y de producción artesanal. Estos escenarios de poder
cambiaron significativamente durante el Horizonte Tardío
en el área, como lo demuestran las investigaciones en
el complejo arqueológico de Mangomarca, donde se
observa que las actividades administrativas y públicas
decayeron debido al control territorial por parte del impe-
rio Inca (Caycho, 2015). En ese sentido, los datos en
el sitio arqueológico de Campoy permiten tener mayor
información sobre los cambios producidos por el nuevo
orden establecido en el Horizonte Tardío, que se evi-
dencia claramente en el edificio monumental, cuyos
ambientes fueron remodelados, ampliándose los alma-
cenes y destacando la menor capacidad de los espacios
de reuniones. Sin embargo, para entender esta estrategia
de control inca en el área debe definirse mejor el rol de
los nuevos centros administrativos como Canto Chico
(Abanto, 2008) y El Sauce (Córdova, 2005).
Finalmente, aunque actualmente ambos sitios se encuen-
tran muy deteriorados, hay evidencias materiales que
confirman una ocupación inca con mayor intensidad en
los sitios mencionados. Esto podría estar relacionado con
una estrategia inca de modificación del territorio con el
objetivo de incrementar la productividad; por ese motivo
debemos mirar la pampa de Canto Grande como aquel
gran espacio irrigable y que, por consiguiente, habría
permitido el auge de sitios como Canto Chico y El Sauce,
relegando en el tránsito al Horizonte Tardío a los sitios
de Cajamarquilla, Mangomarca, Pedreros y Campoy por
su escasa área cultivable.
491
 Margen derecha Periodos Tardíos P.I.T P.H.T P.I.T P.H.T P.I.T P.H.T
del Rimac
Ejes de análisis Indicadores Mangomarca El Sauce Las Ramas
Potencial de área
550 550? 250 250? 4360? 4360?
cultivables (hectáreas)
Aprovechamiento
y captación de Recursos Local Local Local Local ? ?
recursos
Almacenes Sí Sí? ? ? ? ?

Asociado a un canal Sí Sí Sí Sí Sí Sí?

Distribución de Asociado a un camino

Sí Sí ? ? ? ?
recursos local

Asociado al Qhapac Ñan No No No No No No

Patrones arquitectónicos Local Local Local? Local? Local? Local?

Áreas publicas (Plazas,

Sí Disminuyó? ? ? ? ?
patios, atrios, vestíbulos)
Características de Áreas privadas (Recintos
Sí Disminuyó? ? ? ? ?
las edificaciones habitacionales)

Onamentación Inca No No No No No? No?

Tipos de muros (estilos) 2 2, 3 2 ? 2 ?

Cronología relativa Cerámica (estilo) 1 1 1 1, 2 ? ?

Espacios sacralizados
Arquitectónico
Espacios paisajísticos
Importancia
sagrados

Bienes de prestigio No Sí? No No ? ?

Respuestas generales Muros Potencial y Patrón Cerámica

Sí 1 Paño corrido Local 1 Ychsma M.
No 2 Paño irregular Foraneo 2 Ychsma T.
Aumentó 3 Paño burdo 3 Inca Prov.
Disminuyó 4 Bloques de Yapana 4 Inca Imp.
Mantuvo 5 Bloques de Adobones gg

Figura 10. Tabla de rasgos comparativos entre los periodos tardíos de la margen derecha.

492
 P.I.T P.H.T P.I.T P.H.T P.I.T P.H.T P.I.T P.H.T P.I.T P.H.T

Potrero tenorio Canto Chico Campoy Pedreros Cajamarquilla

4360? 4360? 5280 5280? 250? 250 350? 350 1200? 1200

? ? L? L Local Local ? ? Local No

Sí,
? ? Sí? Sí Sí Sí ? Sí No
Aumentó

No? No? Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí

No No No? No? Sí Sí Sí Sí Sí Sí

No No No No No No No

Local? Local? Local Local Local Local Local Local Local Local

Sí, Sí,
? ? Sí Sí Sí Sí Sí No
Mantuvo Mantuvo
Sí,
? ? Sí Sí Sí Sí ? Sí No
Disminuyó

No No No No No No No No No No

2 ? 2 2, 3? 1, 2 3 1, 2 3 1, 2 No

? ? ? 2, 3 1 2 1 ? 1 2

? ? ? ? ? ?

? Sí No Sí No No ? ? No No

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