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CASO BONHAM

El caso de Bonham surgió de una disputa sobre la práctica sin licencia


de la medicina. El Dr. Thomas Bonham había recibido una licenciatura
en medicina física de la Universidad de Cambridge. En 1606, fue
descubierto practicando tal medicina en Londres sin una licencia, y fue
convocado para aparecer ante los censores en la universidad de
Londres de los médicos, que mantuvo jurisdicción en esa ciudad sobre
la práctica de la medicina, fue examinado por los censores del colegio
en varias áreas con respecto a su práctica profesional, y dio respuestas
"menos adecuadamente e insuficientemente en el arte de la física"
Como resultado, se determinó incapaz de practicar la medicina en este
campo, y se le ordenó desistir de tal práctica en Londres. Cuando
Bonham fue descubierto más tarde despreciando esta orden, fue
detenido y puesto bajo la custodia de los censores. Bonham se negó a
someterse a un examen más detenido. Como graduado de Cambridge,
afirmó que el Colegio de Médicos de Londres no tenía jurisdicción sobre
él y, por lo tanto, no tenía autoridad para arrestarlo o sancionarlo.
Prometiendo continuar su práctica de la medicina física si fue liberado,
fue inmediatamente encarcelado.

El caso se presentó ante la Corte de Apelaciones Comunes cuando


Bonham afirmó que su detención continuada por el colegio ascendía a
FALSO RECLAMO. Como defensa, la universidad confió en su estatuto
de la incorporación, que autorizó a regular todos los médicos en
Londres ya castigar a los practicantes no autorizados por la
universidad. El estatuto también daba derecho a la universidad a la
mitad de todas las multas impuestas por ella.

El Honorable Juez Coke, también graduado de Cambridge, se puso de


parte de su ex alumno. Después de cantar las alabanzas de su alma
mater, Coke argumentó que debido a que los censores universitarios
tenían derecho a recibir una porción de la multa que impusieron a
Bonham, el estatuto les hizo fiscal, demandante y juez en la disputa:
"Los censores no pueden ser jueces Los ministros y los partidos, los
jueces dictan sentencia o sentencia de la VIGENCIA, porque nadie
puede ser un juez en su propia causa y uno no puede ser juez y
abogado de ninguna de las partes ". Coke sugirió que la imparcialidad
de un juez se ve comprometida cuando el juez también es el
demandante que se beneficiará financieramente de las multas
impuestas al acusado o al fiscal que es el abogado responsable de
buscar tales multas. Aunque el estatuto parlamentario en cuestión
claramente contemplaba que el Colegio de Londres usaría los tres de
estos s, observó Coke,

Coke colocó a la judicatura en medio de lo que se estaba convirtiendo


en una lucha titánica por el poder entre el Parlamento y el gobernante
de Inglaterra. Hasta el siglo XVII, la monarquía inglesa gozaba de un
poder casi absoluto sobre todos los asuntos políticos y jurídicos que
interesaban al país en su conjunto. A pesar de la creciente popularidad
y la importancia del Parlamento durante los siglos XV y XVI, el poder
autocrático de la monarquía, que el rey Jaime I (1603-25) afirmaba
que era de origen divino, incluía la prerrogativa de promulgar leyes sin
el consentimiento parlamentario.

Análisis

El presidente de la Corte Suprema, JOHN MARSHALL, que escribió para


un Tribunal unánime, comenzó su opinión en Marbury con dos
premisas: la "constitución controla cualquier acto legislativo que le
repugne" y "un acto de la legislatura repugnante a la constitución es
nulo". El Congreso no puede ser confiado para determinar la
constitucionalidad de la legislación aprobada por la Cámara y el
Senado, sostuvo Marshall, por la misma razón que los censores del
Colegio de Londres no podían juzgar por su propia causa.
La influencia que dio
es que este precedente en este punto demuestra r el voto vencido de
Sir Edward Coke, así como sus ideas, raíces del pensamiento jurídico,
como Una base sólida para la proposición de un control de
constitucionalidad jurisdiccional. Se pretende mostrar que el modelo
propuesto por Coke en su voto era, de hecho, un Modelo de control
jurisdiccional.

MARBURY VS MADISON
RESUMEN

De inicio, conviene mencionar es que el ponente en el


caso Marbury (para abreviar) fue John Marshall, tal vez el más
importante juez en la historia de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Marshall asumió la Presidencia de la Suprema Corte en 1801, en un
contexto en que el Poder Judicial se encontraba devaluado y carecía de
protagonismo. Durante un tiempo, además Presidente de la Corte,
Marshall fue a la vez Secretario de Estado del presidente John Adams,
del partido federal.

Justo antes de que Adams deje la presidencia, para ser relevado por
Thomas Jefferson (del partido republicano), el gobierno del partido
federal designó a varios jueces de paz. Este proceso de designación
involucraba el nombramiento por parte del Presidente con la posterior
ratificación del Congreso; tras ello, correspondía, como acto de
perfeccionamiento formal, que el documento de nombramiento sea
sellado y remitido por correo por el Secretario de Estado (cargo que,
hasta el momento de los mencionados nombramientos, tenía Marshall).

Lo cierto es que William Marbury fue nombrado juez de paz casi el


último día de gobierno del partido federal y a John Marshall no le
alcanzó el tiempo para sellar o enviar todos los nombramientos que
acaban de hacerse, entre ellos el de Marbury.
Ante ello, el nuevo Secretario de Estado nombrado por Jefferson,
James Madison (uno de los coautores de El Federalista y quien luego
llegaría a ver presidente de los Estados Unidos), se negó a sellar y a
distribuir las credenciales pendientes, e incluso eliminó las plazas de
juez creadas por Adams. William Marbury, seguramente sin imaginar
lo que resultaría de ello, presentó un mandamus pidiendo al nuevo
Secretario de Estado que le envíe su nombramiento, el cual ya estaba
sellado. Este pedido, en aplicación de una disposición de la Judiciary
Act (equivalente a nuestra Ley Orgánica del Poder Judicial), llegó
directamente a la Suprema Corte.

Al resolver, la Corte (y especialmente Marshall, quien, como señalamos


antes, era tanto Chief Justice del Tribunal como ponente de la causa)
resolvió que, aunque era cierto que le asistía un derecho a Marbury y
que este merecía tutela, la ley que habilitaba a la Suprema Corte a
resolver un mandamus como el presentado contravenía lo dispuesto
por la Constitución. Más específicamente, señaló que si bien
la Judiciary Act habilitaba a la Corte Suprema para conocer
algunos mandamus en primera instancia (con competencia originaria),
dicha competencia legal resultaba inconstitucional, pues no se ajustaba
a lo dispuesto por la Constitución (que disponía que, salvo algunos
pocos supuestos, la Corte Suprema solo ejercía competencia “por
apelación”)

En esta línea, y con independencia de la situación de Marbury (a quien


finalmente no se le tuteló el derecho), la Corte sostuvo que la
Constitución establecía límites para los poderes públicos, los cuales no
podían ser rasados por estos, prohibición que había sido desatendida
por el Congreso al dar la Judiciary Act. Y lo más relevante: precisó que
cuando una ley se opone a la Constitución esta deja de ser válida y,
siendo así, declaró que la ley que establecía la competencia de la
Suprema para que esta resuelva mandamus de manera directa no
podía ser aplicada, por ser inconstitucional.

ANÁLISIS
En un pasaje que se remonta a la opinión del juez principal Hobart en
Sheffield v. Ratcliff, Marshall llegó a la conclusión de que sólo la rama
judicial del gobierno puede ser confiado con un poder tan exagerado:
"Es el deber del departamento judicial decir lo que la ley Los que
aplican la regla a casos particulares deben necesariamente exponer e
interpretar la regla, si dos leyes entran en conflicto, el tribunal debe
decidir sobre el funcionamiento de cada una
A pesar que Marbury nunca llegó a ejercer su profesión de juez, su
caso sirvió para crear los primeros tribunales constitucionales de la
historia, además su caso sirvió para desarrollar el principio de
supremacía constitucional, eso quiere decir que la constitución es la ley
suprema del Estado y en caso de Marbury contra Madison, la
constitución s e impone en caso de contradicciones entre su contenido
y cualquier otra norma jurídica
Por ello analizaremos las tres preguntas básicas porlo cual Marshall dio
a conocer para dar el fallo

Tenía derecho Marbury al nombramiento que solicita Marshall


señala un momento en el que el poder ejecutivo pierde la facultad de
remover arbitrariamente: cuando el poder constituyente de nombrar
queda ejercitado el gobierno viola derechos legales adquiridos al no
entregar a Marbury su nombramiento
Si tiene tal derecho, y ese le fuese negado, ¿la leyes de su país
le ofrecen remedio?

 Siempre que alguien reciba una injuria tiene el derecho a


reclamar la protección de las leyes.
 El estado de EEUU se llama "Gobierno de derecho", por tanto,
dejaría de merecer tal calificativo si las leyes no otorgan un
remedio contra la violación de todo derecho legal adquirido.

Si le ofrecen remedio, ¿ese remedio es un MANDAMUS que


expida la corte?
La orden de MANDAMUS es una decisión de la corte hecha sin el uso
del proceso judicial completo.) es la acción procesal correcta para la
violación que sufrió Marbury.
La sentencia afirma la capacidad de los tribunales de realizar control
de constitucionalidad, es decir juzgar la conformidad de una ley con la
Constitución y para abrogar, dejándola inaplicables, aquellas que
pudieran contravenirla. Este principio instituye la atribución más
importante del poder judicial estadounidense, y hace de ellos los
primeros tribunales constitucionales de la historia.

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