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FRAUDE EN LA ADMINISTRACION DE PERSONAS JURIDICAS

INTRODUCION

El delito de administración fraudulenta es el nombre con el que se designa a cualquiera


de las ocho formaciones delictivas en las que puede incurrir el sujeto que lleva las
riendas de una persona jurídica al desacatar normas básicas de la conducción de la
misma que le han sido impuestas por la Ley General de Sociedades, las que
esencialmente se refieren a la veracidad en la información sobre la real situación
económica y financiera de la persona jurídica, con lo que se tiende a proteger el
patrimonio social y el interés de la comunidades interna como externa a la persona
jurídica. nuestro código , simplifica los supuestos normativos que integran cada una de
sus modalidades penales, comprendiendo que se trata de un delito contra el patrimonio
que protege la posibilidad de que se cause un daño económico a los interesados, aun
cuando en la mayoría de sus párrafos se verifica actos de falsedad, implicancia de
normas de la Ley General de Sociedades y hasta conductas omisivas propias.
CAPITULO III

FRAUDE EN LA ADMINISTRACION DE PERSONAS JURIDICAS

- ANTECEDENTES

El delito de administración fraudulenta del artículo 198 del Código penal


actual tiene su antecedente legislativo más cercano en el artículo 248 del
Código penal de 1924. En este artículo del anterior texto punitivo se regulaba el
llamado delito de falsos informes societarios, en el que se castigaba al que “en su
condición de fundador, de miembro de un consejo de administración u órgano de
control o de vigilancia de una sociedad anónima o cooperativa, o en la condición de
director, delegado o liquidador, hubiere intencionalmente dado o hecho dar
informaciones contrarias a la verdad en las comunicaciones al público, en los informes
o proporciones destinadas a la asamblea general o en las comunicaciones o demandas
dirigidas al registro”. La regulación actual del delito de administración fraudulenta de
persona jurídica sigue castigando, con algunas modificaciones en cuanto a la
configuración típica de la conducta, el supuesto específico de falsos informes sociales.
Sin embargo, hay que anotar que el legislador penal de 1991 ha procedido a ampliar el
ámbito de lo punible a otros supuestos de administración fraudulenta. De esta manera,
el artículo 198 del Código penal actual recoge diversos supuestos específicos de
administración irregular en el marco de una persona jurídica, los que, desde la
valoración político-criminal del legislador penal, merecen una sanción penal. Desde el
punto de vista dogmático, el agrupamiento de diversas conductas de administración
irregular de personas jurídicas en un mismo tipo penal solamente puede hacerse si
todas ellas afectan un mismo bien jurídico. Por esta razón, para poder entrar en el
análisis de las diversas modalidades de administración fraudulenta previstas en el
artículo 198 del Código penal, resulta conveniente precisar cuál es el bien jurídico
protegido por este tipo penal. Sólo con esta precisión dogmática estaremos en situación
de emprender una labor de interpretación ordenada de los diversos supuestos
comprendidos en el delito de administración fraudulenta de persona jurídica.
- CONCEPTOS GENERALES

Es importante antes de enmarcar el concepto fraude en la administración de personas


jurídicas, conocer primero lo que nuestra legislación define como persona jurídica.
Nuestra legislación civil señala que la persona jurídica nace con la inscripción en los
correspondientes registros, pero también existen las personas jurídicas no inscritas
que de igual forma que las anteriores, pueden ser objeto de fraude en su administración.
La discusión doctrinaria sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas ha
sido superada, prevaleciendo el principio de que sólo la persona natural libre y
consciente puede ser sujeto activo de un delito .En razón de la importancia que las
personas jurídicas han adquirido en el que hacer actual de la economía del país, el
derecho penal no ha podido quedarse impávido a las acciones fraudulentas que se
realizan en su interior. Porque dichas acciones perjudican o pueden perjudicar el
patrimonio de la persona jurídica, lo que podía influenciar en la vida económica
nacional. La intervención del derecho penal sobre las personas jurídicas obedece a la
necesidad de asegurar la protección del patrimonio de los accionistas, socios, asociados
y terceros interesados.

El abuso de facultades que reiteradamente realizan los encargados de la administración


de la persona jurídica y la falta de control de los directamente interesados justifica
ampliamente la intervención del Estado a través del derecho penal. El primer
antecedente de incriminación de fraudes y abusos practicados por administradores de
sociedades por acciones data de la ley francesa del 04 de julio de 1867. Advirtiéndose
que es desde ese tiempo que el derecho penal comienza a ingresar en las personas
jurídicas para sancionar las conductas fraudulentas que se realizan en su perjuicio o de
terceros.

Nuestro Código penal recogiendo la realidad de nuestro medio ha optado por abarcar a
todas las personas jurídicas, diferenciándose con ello del código de1924, que sólo
consideraba como persona jurídica a las sociedades anónimas y cooperativas. Así
tenemos entonces que las La persona jurídica es sin lugar a dudas una agrupación de
personas distinta a las que la personifican, con derechos y obligaciones tan iguales
como los que tienen las personas que la conforman.
Así podemos señalar que se llama personas jurídicas a los entes no personificados a las
que les son imputables derechos y obligaciones. Las formas que adoptan estas personas
jurídicas se encuentran debidamente contempladas en el Código Civil (en lo sucesivo
CC), Ley General de Sociedades N° 26887 (en adelante LGS) y la Ley de la Empresa
Individual de Responsabilidad Limitada N° 21621. En el caso de la Empresa Individual
de Responsabilidad Limitada, es posible que el propietario gerente cometa el delito de
Fraude en la Administración de Personas Jurídicas puesto que la conducta de este,
prescrita en el artículo en comento, puede perjudicar a un tercero. Es el caso típico en
que el propietario de este tipo de empresa oculta la verdadera situación a fin de no
cumplir con las obligaciones crediticias que mantiene con un tercero.

El término “persona jurídica” lo encontramos en el CC, con el cual se designa a las


organizaciones que no tienen finalidad lucrativa y las previstas en leyes especiales, que
sí tienen finalidad lucrativa. Las que no tienen finalidad lucrativa son las asociaciones,
fundaciones y comités, los que a su vez pueden ser inscritos y no inscritos, y las
comunidades campesinas y nativas.

Las personas jurídicas con fines de lucro se encuentran reguladas en la LGS, siendo
estas: la sociedad anónima, la sociedad colectiva, la sociedad en comandita, la sociedad
comercial de responsabilidad limitada, las sociedades civiles y las sociedades
irregulares. Asimismo, también son personas jurídicas que persiguen fin lucrativo la
empresa individual de responsabilidad limitada prevista en la ley N° 21621, la pequeña
y mediana empresa conforme a ley N°21435. Dentro del rubro personas jurídicas
también puede considerarse a las cooperativas, mutuales y las cajas rurales.

Por otro lado, las personas jurídicas de derecho público interno son creadas, más bien,
por ley, siendo la ley de su creación la que les otorga dicho carácter de derecho público.
La creación de esta clase de personas jurídicas no es por convenio de sus integrantes o
fundadores ni mucho menos requiere de escritura pública para su constitución; por
ejemplo, se crearon el Seguro Social de Salud (ESSALUD), mediante Ley N° 27056, como
organismo autónomo con personería jurídica de derecho público interno; el Instituto
Nacional de la Competencia y de la Protección a la Propiedad Intelectual (INDECOPI),
creado por Decreto Ley N° 25868; las municipalidades, según su Ley Orgánica N°
27972; el Jurado Nacional de Elecciones a que se refiere la Ley 26486; el Servicio
Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (SENATI), creado por Ley 26272; la
Superintendencia Nacional de Registros Públicos, por Ley N° 26366; etc. Dentro de las
personas jurídicas de naturaleza pública no es posible la comisión del delito de
administración fraudulenta, por el hecho de que las personas que se encargan de
administrar o dirigir tienen la calidad de funcionarios públicos; además, estas personas
jurídicas son instituciones públicas, y los bienes y los efectos contra las que se cometen
constituyen patrimonio del Estado.

El problema en esta parte es saber si dentro del término persona jurídica se incluyen
también a las sociedades irregulares y personas jurídicas irregulares para evitar
colisionar con el principio de legalidad que sustenta la tipicidad.

- DELIMITACIÓN CONCEPTUAL

La palabra fraude indica astucia, artífico, engaño


y en una aceptación más amplia una conducta
desleal. El fraude consiste en el comportamiento
malintencionado de quien se aprovecha de otras
personas, manteniéndolas en engaño y
suponiéndolas en su honradez o buena fe.

“El delito de administración fraudulenta es un delito especial que se incurre cuando los
administradores o quien ejerce la representación de la persona jurídica (sujeto
cualificado) se ocasiona perjuicio económico a la misma persona jurídica a la cual sirve,
a los accionistas, socios, asociados o terceros con legitimación”. El delito de fraude en
las personas jurídicas, al igual que el delito de estafa requiere un engaño, siendo
característica esencial de este tipo de acción que esta tienda a perjudicar el patrimonio
de la persona jurídica o lesionar el patrimonio de un tercero, utilizando algún fraude en
la persona jurídica.
- UBICACIÓN Y NOMENCLATURA

El Capítulo IV, Título V, Libro Segundo del Código Penal (en adelante CP), denominado
“Fraude en la Administración de Personas Jurídicas”, consta de tres artículos que
prescriben los delitos de “administración fraudulenta” (art. 198 CP), “informes de
auditoría distorsionados” (art. 198-A CP), y “contabilidad paralela” (art. 190 CP). Bajo
el nombre de “administración fraudulenta” se comprende ocho sub-figuras delictivas;
todas ellas tienen su sustento en la infracción de deberes por parte de los gestores de
la persona jurídica; sin embargo, lindan con las falsedades las conductas contempladas
en los incisos 1, 2 y 3; asimismo, existe familiaridad con el engaño en el caso del inciso
5 y la omisión en la previsto por el inciso 6, y se trataría de ataques directos en contra
de la persona jurídica en los incisos 4, 7 y 8. El delito de administración fraudulenta
previsto en el artículo 198 CP, modificado por la Ley N° 28755, publicada el 06 junio
2006 y la Ley N° 29307, publicada el 31 diciembre 2008, recoge ocho modalidades
típicas autónomas, con detalles puntuales que las hacen diferentes. Así, el citado
articulado señala:

Art 198.- administración fraudulenta

Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años el que ejerciendo funciones
de administración o representación de una persona jurídica, realiza, en perjuicio de ella o de terceros, cualquiera de
los actos siguientes:

1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor externo, según sea el caso o a terceros
interesados, la verdadera situación de la persona jurídica, falseando los balances, reflejando u omitiendo en los mismos
beneficios o pérdidas o usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las partidas contables.

2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica.

3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o participaciones.

4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica como garantía de crédito.

5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.

6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro órgano similar o al auditor interno
o externo, acerca de la existencia de intereses propios que son incompatibles con los de la persona jurídica.

7. Asumir indebidamente préstamos para la persona jurídica.

8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica.


- ANALISIS DEL ART 198:

A) EL BIEN JRIDICO PROTEGIDO:

En la doctrina nacional, la posición mayoritaria aduce que


el objeto de protección penal es el “patrimonio social” de
la persona jurídica, así como el patrimonio personal de
cada accionista o de un acreedor de la sociedad.

Asimismo peña cabrera señala que “el fraude, el


engaño que se utiliza en la administración de la
persona jurídica ocasiona grave perjuicio en la
reputación de la sociedad y en la economía societaria, atentándose contra el bien
jurídico patrimonio social”

B) TIPICIDAD OBJETIVA

Los sujetos

El sujeto activo

El tipo legal del artículo 198°, en su última modificación del 31 de diciembre del 2008,
por el artículo 1º de la Ley 29307, establece que solamente pueden ser las personas
naturales que ejerciendo funciones de administración o representación de una persona
jurídica realizan cualquiera de los ocho supuestos típicos enumerados en la
mencionado artículo. Estas exigencias cobran sentido en razón de que las conductas
incriminadas presuponen un nivel de decisión y participación al interior de la persona
jurídica con repercusión del exterior de la misma.

-Función de Administración: Según Harold Koontzson los funcionarios de la persona


jurídica que planifican, organizan, integran el personal, dirigen y controlan en una
persona jurídica.
-Función de Representación: Son aquellos que tienen facultad de comparecer por la
persona jurídica ante terceros, como socios, gerentes, presidentes, directores o
apoderados. En este marco podemos señalar que al tratarse de un delito especial, solo
pueden ser autores los que poseen ciertas cualidades o condiciones que señala el tipo penal, estos
son:

a) Fundador
En cuanto a las sociedades anónimas, es quien otorga la escritura constitutiva y
suscribe las acciones si se trata de la fundación simultánea de una persona jurí-
dica, o los firmantes del programa de fundación, es decir, los promotores,
tratándose de una constitución por suscripción pública, y en cualquier clase de
fundación las personas por cuya cuenta hubiesen actuado los fundadores. En lo
concerniente a las demás personas jurídicas, se considera fundadores a aquellos
que otorgaron la escritura pública. En nuestra legislación no existe distinción
entre promotores y fundadores, a diferencia de la doctrina y legislación
comparada. La misión de los promotores y fundadores es la de llevar a feliz
término la constitución de la sociedad y, por lo tanto, a partir del momento en
que jurídicamente aquella queda creada, asume su responsabilidad por los
nuevos actos practicados por quienes la conducen, o sea el órgano de
administración11.
b) Miembro del directorio
El directorio es un cuerpo colegiado en el que se advierte la desvinculación entre
el capital y la gestión, es decir, no es menester ser socio para desempeñar la
función de director, salvo que el estatuto así lo disponga. La función principal del
directorio es la de gestión social con carácter permanente
c) Miembro del consejo de administración Algunas personas jurídicas, como las
sociedades colectivas, en comandita por acciones, en comandita simple, cuentan
con un consejo de administración conformado por un conjunto de personas
autorizadasa representarlas y encargadas de la gestión societaria por medio de
la escritura de constitución social, o las personas que posteriormente sean
designadas por la mayoría de los socios
d) Miembro del consejo de vigilancia
Es un órgano para algunas personas jurídicas en determinados supuestos. Esta
institución es obligatoria para las sociedades con más de cincuenta accionistas,
con un determinado capital, es decir, que se toma en cuenta la importancia de la
sociedad, atendiendo a un criterio numé- rico de socios o de volumen de capital.
Pero siempre será necesario cuando las sociedades afecten acciones por
suscripción pública, al constituirse o aumentar su capital, a no ser que se tenga
auditoría externa. En las cooperativas es el órgano fiscalizador.
e) Gerente Es la persona a quien se le encarga la administración directa e
inmediata de la persona jurídica, y es el ejecutor de las decisiones y resoluciones
del órgano superior, ya sea del directorio o de la junta general de socios. El cargo
de gerente está basado en la confianza y es revocable en cualquier momento por
el órgano de quien emanó su nombramiento. El cargo le permite autonomía en
sus decisiones, sin necesidad de consentimiento o de ratificación de otro órgano
superior.
f) Administrador Conforme indica Hugo Vizcardo, son personas naturales que
representan y gestionan los negocios de la persona jurídica. Hay
administradores mayormente en las sociedades irregulares o en asociaciones en
participación12..
g) Liquidador La disolución de la persona jurídica produce la cesación del contrato
y al mismo tiempo la extinción de la relación social, en el sentido de que los
socios ya no están obligados a perseguir la finalidad que, en principio, se
propusieron con los medios comunes, sino que están autorizados para
pretender la restitución en dinero o en especies de las respectivas aportaciones.
Es en este proceso donde el liquidador cumple un rol importante, pues viene a
constituirse en el representante legal de la sociedad encargado de realizar las
operaciones propias de la liquidación. En el caso de las sociedades irregulares,
es decir, aquellas que no se han constituido e inscrito conforme a ley, no han
completado el proceso formal o lo han hecho irregularmente, si bien no tienen
personería jurídica fácticamente realizan múltiples actividades económicas, en
las que resultan involucrados no solo las personas irregularmente asociadas,
sino también terceros; es por ello que el Derecho societario no se mantiene al
margen de esta situación, por lo que la ley reconoce la validez de los pactos entre
los socios y la sociedad, así como de los contratos celebrados con terceros, en
todo lo que les favorezca (artículo 428 de la Ley General de Sociedades, Ley Nº
26887)13.

Asimismo Juan Alberto muñoz señala además: El sujeto activo ejerce funciones de
administración, representación o de director en una sociedad (artículo 152 de la
LGS). La administración de la sociedad está a cargo del directorio y de uno o más
gerentes, salvo que en el pacto social o en el estatuto de la sociedad se hubiere
establecido que la sociedad no tiene directorio, en cuyo caso las funciones del
directorio establecidas en la citada ley serán ejercidas por el gerente general.
Igualmente, el artículo 172 LGS señala que el directorio tiene las facultades de
gestión y de representación legal necesarias para la administración de la sociedad
dentro de su objeto, con excepción de los asuntos que la ley o el estatuto atribuyan
a la junta general. Desde otro lado, el artículo 188 LGS contempla que el gerente
general representa a la sociedad, con las facultades generales y especiales previstas
en el Código Procesal Civil y las facultades previstas en la Ley de Arbitraje. En el caso
de la asociación, desempeña las funciones de administración y representación el
consejo directivo que se designe, de acuerdo con los artículos 82 y 86 del CC.
Tratándose de la fundación, estas funciones las cumple el administrador o los
administradores de la fundación (artículo 101 del Código Civil). Asimismo, en el
comité el artículo 114 del CC prescribe que el consejo directivo es el órgano de
gestión del comité y es convocado por quien lo presida en los casos previstos en el
estatuto o cuando lo solicite cualquiera de los miembros integrantes del consejo o
la décima parte de los miembros del comité. Por último, en casos de las comunidades
campesinas y nativas, el artículo 138 del CC establece que la asamblea general es el
órgano supremo de las comunidades, y es la que designa a los directivos y
representantes comunales. El liquidador también es sujeto activo de este delito,
pues, cuando se le designa cesan en sus cargos todas las personas que ejercen la
administración de la persona jurídica, asumiendo esas funciones el liquidador. Un
aspecto problemático se presenta luego de la modificación del artículo 198 del CP,
efectuada por la Ley N° 28755, publicada el 06 junio 2006 —que rige actualmente—
, donde cambia la identificación de sujetos —“ (…) en su condición de fundador,
miembro del directorio o del consejo de administración o del consejo de vigilancia,
gerente, administrador, auditor interno, auditor externo o liquidador de una
persona jurídica, (…)”9 — por una más bien indeterminación sobre ellos,
encontrada en la frase “(…) el que ejerciendo funciones de administración o
representación de una persona jurídica (…)”, de la cual pudiera resultar tanto la
exclusión como la inclusión de personas con poder de decisión en los designios de
la persona jurídica más bien de hecho.

El sujeto pasivo:

El sujeto pasivo puede ser cualquier persona jurídica, terceros o acreedores o quien
que resulte perjudicado con el comportamiento del sujeto activo. Se entiende sin mayor
explicación el perjuicio a la persona jurídica: se refiere a la persona jurídica en la que el
autor tiene labores de administración o vigilancia. Por el contrario, en lo referente al
perjuicio a terceros, puede encontrarse cierto grado de indeterminación. Para precisar
a quiénes se hace referencia con el término “terceros”, hay que tener presente que el
delito de administración fraudulenta está en relación con las actividades de las
personas jurídicas, por lo que el perjuicio no debe entenderse referido a cualquier
tercero, sino solamente a los vinculados con la persona jurídica. El primer gran
vinculado, sobre todo en las sociedades mercantiles, es el socio, quien podrá ver
perjudicadas sus expectativas patrimoniales si la administración de la sociedad es
fraudulenta. Sin embargo, la situación puede ser distinta, y ser el socio el directamente
beneficiado con este tipo de administración. Por esta razón, el concepto de tercero
puede ampliarse a aquellas personas no propietarias de la sociedad, pero vinculadas
patrimonialmente a ésta o que están interesados en contactar con ella. En este sentido,
el delito de administración fraudulenta de persona jurídica pierde la limitación que, en
principio, le establece el legislador al considerarle un delito patrimonial, pues el ámbito
de protección de la norma se extiende a terceras personas ajenas a la estructura
societaria. Los acreedores e, incluso, las personas que tienen sólo un interés comercial
en contactar con la sociedad se encuentran también protegidas por el tipo penal de
administración fraudulenta de persona jurídica.

c) ACCIÓN TÍPICA

El código penal en el art 198, enumera las acciones en las que se configura el delito de
fraude en la administración de personas jurídicas.

1. Ocultar a los accionistas, socios, asociados, auditor interno, auditor externo , según
sea el caso o a terceros interesados, la verdadera situación de la persona jurídica,
falseando los balances, reflejando u omitiendo en los mismos beneficioso pérdidas o
usando cualquier artificio que suponga aumento o disminución de las partidas
contables.

En este aspecto el comportamiento consiste en ocultar a personas interesadas la


situación real de la persona jurídica, mediante cualquier engaño que suponga alguna
variación en las partidas contables. Entendiéndose por ocultar, toda acción u omisión
destinada a esconder o disimular un determinado hecho. La ocultación de la situación
real tiene que hacerse por cualquier medio que suponga una variación de las partidas
contables; para el efecto el Código Penal indica como posibles medios de variación: el
falseamiento de balances, reflejar u omitir en ellos los beneficios o pérdidas.

El balance es la anunciación del activo y del pasivo, y el resultado de su confrontación.


El balance indica el estado del activo y del pasivo de la persona jurídica, que permite
por comparación con balances de periodos anteriores, seguir la marcha de los negocios
o apreciar que existen ganancias o pérdidas. La importancia del balance para el tipo
legal es su función informativa, que reposa en los principios de claridad, veracidad,
unidad, continuidad y prevención o prudencia, por lo que permite conocer la verdadera
situación económica de la persona jurídica. Se configura cuando se informa en asamblea
o en junta general, con falsedad, en forma inexacta, u ocultando hechos que deben
informarse por ser de interés. Balance falso se da cuando no se indican en los activos,
bienes que efectivamente forman parte del patrimonio social. Es pues el falso balance
aquél en el que se omite circunstancias que deben hacerse figurar o se asientan otras
que no coinciden con la realidad; determinando una confusión o engaño de la situación
económica de la persona jurídica. Este tipo de delito se da por comisión y omisión,
debiendo referirse a hechos de importancia, es decir hechos que puedan influir sobre
la economía de la persona jurídica. La última modificación incluye a los auditores
internos como externos, en el sentido que el agente oculte a estos la verdadera situación
económica, toda vez que estos con dicha información procederán a realizar sus labores
de mucha importancia para la empresa. Especialmente en este tipo de delito, como
señala Sebastián Soler, el agente es el director, el gerente o el administrador y
liquidador, personas que tienen en sus manos las facultades de administrar y gestionar
a la persona jurídica. Pues estas personas tienen el control y la ejecución de las acciones
propias de una empresa. Este tipo eminentemente doloso, es decir tiene que tener
intención manifiesta de reflejar u omitir beneficios y pérdidas o usar cualquier otro
engaño que suponga aumento o disminución del patrimonio social. Es pues la voluntad
consciente, dirigida a afirmaciones falsas o a ocultaciones fraudulentas, con la finalidad
de causar un perjuicio a la persona jurídica o a terceros.

Para algunos como Mirabete, se consuma tan solo con el falso informe, independiente
con el resultado lesivo, perfeccionándose cuando el balance llega a conocimiento de los
sujetos pasivos. No siendo necesario que estos caigan en el engaño. Del mismo modo
Percy García Cavero, añade que se habría configurado este delito cuando el
ocultamiento haya generado una decisión perjudicial para los sujetos antes
mencionados.
2. Proporcionar datos falsos relativos a la situación de una persona jurídica:

Al igual que en el anterior comportamientos la acción realizada por el sujeto activo va


dirigido a no reflejar la verdadera situación de la persona jurídica. El medio de que se
vale el sujeto activo es emitir datos falsos, siendo este punto el que permite diferenciar
este supuesto del contemplado en el inciso anterior, que es más restringido al aumento
o disminución de las partidas contables. Comprende, por tanto, el proporcionar
cualquier dato falso que no implique el aumento o disminución de las partidas
contables.

La ley prevé diversas formas de asegurar a los accionistas y socios la debida


información del balance y la supervisión del mismo, mediante el derecho de
inspeccionar la contabilidad de la persona jurídica y de pedir información sobre el curso
de las operaciones sociales, este derecho de información se encuentra limitado, cuando
a criterio del directorio la publicidad de los datos solicitados perjudica a los intereses
de la persona jurídica. Pero esta limitación no funciona si la solicitud está apoyada por
la cuarta parte del capital pagado. Cuando se reúne la asamblea de accionistas o socios,
el directorio eleva para su conocimiento la memoria anual sobre la marcha de los
negocios de la persona jurídica, acompañando datos concretos y precisos de su estado
económico. Los interesados pueden recabar datos para hacerse una idea de la
institución antes de concurrir a la junta general. Siendo que los accionistas propietarios
del capital social, es deber de los administradores enterar los del movimiento
económico, mediante informaciones periódicas y en la oportunidad que se le requiera.
Cualquier falsedad en estos datos configura delito. Antolisei señala que la puesta a
disposición de datos puede ser tanto en forma escrita como verbal, y la falsedad debe
ser concreta y precisa; estos datos falsos deben ser sobre la situación económica
financiera.

Solamente pueden realizar el tipo los que de acuerdo a ley o el estatuto se están
encargados para autorizar o publicar los datos que los interesados soliciten.
3. Promover, por cualquier medio fraudulento, falsas cotizaciones de acciones, títulos o
participaciones.

El comportamiento consiste en cualquier acción u omisión que realice el sujeto activo


tendente a falsear la verdadera cotización de acciones, títulos o participaciones. El
medio del cual se vale el sujeto activo es el engaño. Para Peña Cabrera, la Acción, es una
parte del capital social de la sociedad anónima, en la que se reúne un conjunto de
derechos y obligaciones del accionista en contribución de su aporte. Respecto al Título,
señala que, en unos casos, representa los derechos de los accionistas a quienes se hare
embolsado el importe de sus acciones, en otros casos, representa los beneficios
atribuidos a los fundadores en compensación de los servicios prestados para la
constitución de la sociedad, o las participaciones acordadas a los trabajadores.
Finalmente añade que la Participación, es la medida del derecho de los socios, se da en
las sociedades de responsabilidad limitadas, y en las sociedades civiles, sean lucrativas
o no.

Mirabete señala, que el agente utiliza mentiras o falsificaciones, normalmente


operaciones ficticias. La acción delictuosa, advierte Creus, tiene que estar orientada a
presentar a la acción, título o participación con un valor que realmente no tiene o no
podrá alcanzar en el mercado. En nuestra legislación está prohibida la emisión de
acciones sin valor nominal. Fragoso afirma que las falsas cotizaciones de cualquier
empresa darán indicación errónea sobre la situación económica, atrayendo capitales e
induciendo a error a aquellos que realicen transacciones con la persona jurídica. Percy
García Cavero señala que se castiga el hecho de promover mediante actos de simulación
falsos valores, lo que significa un abuso de facultades de administración para perjudicar
a terceros. El sujeto activo del delito puede ser un miembro del directorio, el gerente y
el administrador en el caso de las sociedades civiles.
4. Aceptar, estando prohibido hacerlo, acciones o títulos de la misma persona jurídica
como garantía de crédito.

Conforme señala Luís Alberto Bramont-Arias Torres y María del Carmen García
Cantizano, el comportamiento consiste en aceptar - acceder, admitir acciones o títulos
de la persona jurídica como garantía de un crédito. En sí, la conducta sólo es antijurídica
cuando los propios estatutos de la persona jurídica no permitan tal posibilidad. La
acción típica consiste en aceptar las acciones o los títulos de la misma persona jurídica
como garantía de algún crédito, cuando está expresamente prohibido por ley y por los
estatutos. Los accionistas, socios y asociados, no pueden beneficiarse con préstamos
dejando como garantías los títulos o las acciones de la persona jurídica a la que
pertenecen. Pues sería como afirma Mirabete, acreedora y fiadora al mismo tiempo.
Puesto que en determinado momento, la persona jurídica se vería obligada a rematar
sus propias acciones en caso de incumplimiento, perjudicándose ella y los terceros
interesados. Ahora bien el artículo 106º de la Ley General de Sociedades, establece la
prohibición de otorgar préstamos cuyo cumplimiento esté respaldado con acciones de
propia emisión, sin embargo se tiene que el tipo penal en comento establece que es
necesario que esta operación ocasione un perjuicio patrimonial a terceras personas. Un
miembro del directorio o los administradores en el caso de sociedades civiles, puede
ser el sujeto activo del delito.

5. Fraguar balances para reflejar y distribuir utilidades inexistentes.

El comportamiento consiste en fraguar maquinar o tramar balances, estoes, el sujeto


activo realiza determinados actos para alterar los balances,que acabarán siendo falsos,
con la finalidad de distribuir utilidades reflejadas en los balances adulterados. El agente,
tiene que mejorar el activo social, con el fin de hacer aparecer cantidades inexistentes
o simuladas, sobrevalorando los elementos contenidos en el activo, mejorando los
títulos en cartera, disminuyendo u omitiendo las cargas del activo. García Rada señala,
puede presentarse dos premisas; que el balance no arroje utilidades, a pesar de lo cual
el directorio declara que existen y ordena su distribución o que mediante balances
falsos el directorio declare utilidades y los reparta, configurándose el delito en ambos
supuestos. Es un delito de infracción de un deber, toda vez que el administrador
abusando de sus facultades de administración procede a reflejar utilidades inexistentes
para su posterior reparto indebido en detrimento del capital social de la persona
jurídica. Solo puede realizar este tipo, el directorio, pues éste es el órgano social que en
cada ejercicio económico, declara si hay o no utilidades y dispone su distribución, esto
en las sociedades anónimas y en las sociedades civiles y cooperativas serán los
administradores.

6. Omitir comunicar al directorio, consejo de administración, consejo directivo u otro


órgano similar o al auditor interno o externo, acerca de la existencia de intereses
propios que son incompatibles con los de la persona jurídica.

El comportamiento consiste en omitir comunicar a estos mismos órganos que tiene


negocios afines con los de la persona jurídica, dado que los intereses del sujeto activo y
la persona jurídica son incompatibles. Peña Cabrera, señala que el agente puede
encontrarse en una relación mediata o inmediata, en el primer caso cuando se trata de
un negocio en el que él mismo es el contratante y será mediata cuando quien contrata
con la persona jurídica está vinculado con el agente. Cualquier miembro del directorio,
consejo de administración, consejo directivo, el gerente, el auditor interno o externo,
puede ser el agente en este supuesto típico.

7. Asumir indebidamente préstamos para la persona jurídica:

El comportamiento consiste en asumir préstamos para la persona jurídica. Se considera


que la actuación del sujeto activo tiende a causar un perjuicio a la persona jurídica; Ej.
En el caso de que no pueda hacer frente posteriormente ha dicho préstamo. Asumir
préstamos para la persona jurídica no está prohibido, siempre que se realicen por los
cauces normales y la publicidad necesaria que señala la ley y los estatutos respectivos.
Los préstamos para la persona jurídica deben tener la aprobación de la junta general, o
de la asamblea general o en todo caso de los miembros de los órganos respectivos.
Cuando se asume préstamos para la persona jurídica sin haber seguido los principios
de veracidad y publicidad que la ley o los estatutos señalan. El agente realiza préstamos
sin poner en conocimiento a los órganos competentes de la persona jurídica, con el
ánimo de causarle perjuicio a la misma. El sujeto activo en este supuesto típico, puede
ser un miembro del directorio, o del consejo de administración en personas jurídicas
de carácter civil o el gerente.

8. Usar en provecho propio, o de otro, el patrimonio de la persona jurídica.

Consiste en el uso del patrimonio de la persona jurídica con el objetivo de beneficiarse


personalmente, como son los préstamos de bienes, dinerarios o no, que se hagan los
administradores o presten a terceros, sin que se tengan el permiso necesario de la junta
general, la asamblea de socios o el órgano correspondiente. Asimismo, con el simple uso
de los bienes. Entre los que pueden cometer este supuesto se pueden encontrar a los
directores, gerentes, administradores.

D) ELEMENTO SUBJETIVO DEL TIPO

En este tipo se requiere necesariamente del Dolo, el mismo que se concibe como la
conciencia y voluntad del sujeto de realizar el hecho tipificado objetivamente en la
figura delictiva. Es necesario señalar que, el texto legal no hace referencia a ningún
elemento subjetivo del tipo, no se exige un ánimo de lucro en el sujeto activo, a pesar
de que en la mayoría de los casos éste ocurrirá. El dolo puede asumir cualquiera de sus
tres modalidades, esto es, dolo directo o indirecto e, incluso, dolo eventual. La doctrina
sostiene, por lo tanto, que no se requiere de la presencia de otro elemento subjetivo
distinto al dolo; sin embargo, nuestra jurisprudencia se ha pronunciado de forma
distinta. Así, por ejemplo, en la Sentencia recaída en el Exp. N° 6316-97 se considera
que en la modalidad del delito prevista en el artículo 198 inciso 8, “además de
acreditarse objetivamente el perjuicio al ente jurídico, subjetivamente debe existir en
el elemento volitivo del agente el dolo conjuntamente con el ánimo de lucrar en su
beneficio o de un tercero, verificándose tal elemento subjetivo del tipo distinto del dolo
con el deseo de obtener provecho para sí o para un tercero.

En el caso que se cometa por culpa, éste no tendrá represión penal, sino que será
sometido a sanciones societarias.

E) GRADOS DEL DESARROLLO DEL DELITO

Consumación
Veamos cada tipo penal mencionado en los incisos del art 198 del c.p. para ello
seguimos a peña cabrera:
1. Inc. 1 el delito se perfecciona en el momento en que el balance, inventario,
informe o liquidación llega a conocimientos de los socios, accionistas o
terceros interesados. No es necesario que estos caigan en el engaño.
2. Inc. 2 como delito de peligro, se consuma cuando la falsedad aparece en un
documento social y alcanza publicidad, aunque no se cause perjuicio a la
persona jurídica o a tercero interesados.
3. Inc. 3 esta figura delictiva se configura con la emisión de las accione o
participaciones, sean estas en títulos provisionales o definitivos. Basta
ponerlos en circulación para que se configure el delito.
4. Inc. 4 el delito se consuma cuando se realiza la operación por medio del cual
el beneficiario recibe el préstamo y deja en garantía las acciones o títulos de
la misma persona jurídica.
5. Inc. 5 el delito se consuma en el momento de la distribución de las utilidades
o dividendos, no habiendo necesidad de que el agente obtenga un provecho
económico efectivo.
6. Inc. 6 el tipo se consuma cuando se e omite o no se hace saber que hay un
conflicto de intereses, entr4e el autor y la persona jurídica, de la cual el
agente es su representante. No es necesario que el daño o perjuicio a la
persona jurídica sea efectivo.
7. Inc. 7 este delito se consuma en el momento en que el préstamo se concreta
o efectiviza, por lo que no es necesario que el perjuicio de la persona jurídica
o de terceros se verifica realmente. Suficiente que el préstamo se realice para
que el delito se configure.
F) LA AUTORÍA EN EL DELITO DE ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA DE PERSONAS
JURÍDICAS

Con anterioridad a la modificación de la Ley N° 29307, el artículo 198 del Código Penal
restringía el círculo de autores del delito a determinados sujetos: fundador, miembro
del directorio o del consejo de administración o del consejo de vigilancia, gerente,
administrador, auditor interno, auditor externo o liquidador.
Sin embargo, el legislador prefirió abandonar esa fórmula taxativa y reemplazarla por
una más amplia (“…el que ejerciendo funciones de administración o representación de
una persona jurídica…”), que no ha mermado su condición de delito especial.
Si bien una regulación como ésta, permite superar los vacíos de punibilidad de la
regulación anterior, en la que era imposible sancionar como autor a quien, pese a tener
un dominio de la persona jurídica, no tenía la estricta condición exigida por el tipo (por
demás restringida); impide atribuir el hecho, como autor, a quienes no sean
representantes o administradores de la persona jurídica.
La modificación, sobre todo la inclusión de la representación como título habilitante
para la atribución del delito en calidad de autor, ha ampliado notablemente el radio de
imputación del tipo. Consecuencia de esto es que, a diferencia de la regulación anterior
del artículo 198 del Código Penal, es posible sancionar como autor a quien representa
a o administra a la persona jurídica pero no es: i) fundador, ii) miembro del directorio,
iii) miembro del consejo de administración, iv) miembro del consejo de vigilancia, v)
gerente.
De otro lado, y a contrario sensu, no puede ser autor quien pese a tener la calidad de
fundador, miembro del directorio, miembro del consejo de administración, miembro
del consejo de vigilancia, gerente o liquidador, no es representante ni administrador.
Acerca de la representación, hay que decir que, al igual que en la discusión sobre el
alcance del artículo 27 del Código Penal (“actuar en lugar de otro”), deben aceptarse los
supuestos de “representación de hecho”, aunque el artículo 198 del Código Penal no lo
señale de forma expresa. Esto es correcto, en la medida que aquí el agente, pese a
carecer de un título formal de representación, ostenta una posición de dominio material
sobre la persona jurídica, que en buena cuenta, es lo que fundamenta la condición que
artículo 198 del Código Penal exige para el autor.
Ese razonamiento también es válido en los casos en que el agente pese a no carecer de
un título formal de representación cuenta con uno deficiente. Sin embargo, aquí habrá
que tener presente que dicha diferencia no deberá afectar su real estatus al interior de
la persona jurídica, esto es, su posición de dominio.
Por lo tanto, aquí no solo es aceptable sino además recomendable una interpretación
no restrictiva de la representación, en la medida que ello no es contrario con el sentido
del precepto ni supone (a diferencia de lo expresado supra sobre la problemática de la
efectividad del perjuicio) una incoherencia intra sistemática.

G) LA NATURALEZA JURÍDICA DE LA PERSONA COLECTIVA EN LA QUE SE REALIZA EL


DELITO

La modificación del artículo 198 del Código Penal, permite traer a colación el problema
de la naturaleza de la persona jurídica en cuyo seno se perpetra el hecho delictivo.
No hay mayor discusión respecto a que el delito de administración fraudulenta de
personas jurídicas es aplicable solo a aquellas de Derecho privado. Dicha conclusión se
apoya básicamente en las cualidades que el tipo penal, con anterioridad a la
modificación realizada por la Ley N° 29307, exigía para el autor (fundador, miembro
del directorio, etc), pues con ello se entendía que delimitaba la actuación de esos sujetos
en las diferentes etapas de las personas de Derecho privado (nacimiento, existencia,
extinción).
Sin embargo, pese a que se ha extinguido la referencia a las específicas cualidades del
autor, no es posible extender la aplicación del artículo 198 del Código Penal a personas
jurídicas de Derecho público si se considera que:
i) La calidad de representante o administrador como condición de autoría del delito en
reemplazo de la antigua fórmula taxativa, no supone un abandono del ámbito de
actuación del agente en las distintas etapas en las que la persona jurídica opera. Ello
puede inferirse de las distintas modalidades delictivas previstas por el artículo 198 del
Código Penal, que con excepción de la supresión del supuesto contemplado por el inciso
9 del artículo 198 del Código Penal, han permanecido incólumes, y que en lo esencial
siguen haciendo alusión a situaciones propias de personas jurídicas del Derecho
privado; y,
ii) Para los ilícitos perpetrados en personas jurídicas de Derecho público resulta más
conveniente utilizar los tipos delictivos de los delitos contra la administración pública,
que recogen con mayor fidelidad la lesividad del comportamiento del agente
(funcionario o servidor público) que infringe sus especiales deberes con el Estado y
abusa de la especial posición de dominio que tiene en la administración pública, y
además, supone un tratamiento procesal y penitenciario especial, en comparación con
un delito contra el patrimonio .

H) CONCURSO CON EL DELITO DE FALSIFICACIÓN DE DOCUMENTOS:

La gran mayoría de estos comportamientos conlleva el planteamiento de graves


problemas concursales con el delito de falsificación de documentos, en la medida en
que el medio empleado por el sujeto activo para dejar patente la defraudación será, casi
siempre, el documento, así por ejemplo, balances, estados de cuentas, reportes de
actividades, etc.

La solución más correcta en estos seria, no obstante, considerar subsumida la falsedad


documental en estos tipos penales, en la medida en que tal comportamiento ya aparece
específicamente configurado como una modalidad típica. Por ello, habría que admitir la
existencia de un concurso aparente de leyes que, resuelto en función del principio de
consumación, daría como resultado el castigo solo por el delito de fraude en la
administración de personas jurídicas.

I) LA PENA.

Se establece pena privativa de libertad no menor de un año ni mayor de cuatro años.


CASO PRÁCTICO

Respecto al delito de fraude en la administración de personas jurídicas no existe mucha


jurisprudencia relevante, pero para efectos prácticos citaremos la sentencia no
vinculante Exp. Nº 813-98-Lima dónde se establece entre sus fundamentos que debe
entenderse por el delito de fraude en la administración de persona jurídica. En el
fundamento segundo se establece lo siguiente;

(…) en el delito de fraude en la administración de personas jurídicas, es necesario que


el sujeto activo en calidad de fundador, miembro del directorio o del consejo de
administración o del consejo de vigilancia, gerente, administración o liquidador de una
persona jurídica realice cualquiera de los siguientes comportamientos

(…)En base a la redacción del articulo antes de la modificación de la misma por el


Artículo 1 de la Ley N° 29307, publicada el 31 diciembre 2008 señalando en los casos
en que podía ser aplicables este tipo de delitos. Es importante tener en cuenta lo difícil
que es sancionar efectivamente estos delitos. Tal como señala CARO CORIA:

“pocos de estos delitos son efectivamente conocidos, perseguidos y reprimidos


judicialmente; los demás engrasan la tasa dela llamada cifra negra o criminalidad
oculta. Por lo pronto es difícil encontrar una jurisprudencia que se ajuste a desarrollar
en su totalidad este complejo tipo de delitos. Teniendo como referencia lo señalado por
el profesor ECHAIZ MORENO en tanto a como se toma en la práctica el delito materia
de análisis tenemos lo siguiente:

El 2 de diciembre del 2001, es decir diez años después de haberse promulgado nuestro
Código Penal, el mundo corporativo se estremecía con la solicitud de sometimiento a la
legislación de protección por bancarrota de la hasta entonces monstruosa compañía
estadounidense Enron, la misma que era resultado de la fusión protagonizada en 1985
entre Houston Natural Gas eI nter North, empleaba a más de 21 mil trabajadores,
actuaba encerca de 40 países y poseía unas envidiables credenciales corporativas en
Estados Unidos de América: la séptima empresa más grande, uno de los 100 mejores
empleadores y la empresa más innovadora durante cinco años consecutivos (1996-
2000).Nadie se explicaba cómo una corporación con tales características podía
quebrar, lo que finalmente sucedió. En el posterior juicio seguido a los ejecutivos de la
firma se determinó el fraude financiero sustentado en ilegales prácticas contables,
como el maquillaje de las pérdidas y la exageración de los beneficios. No se habían
observado las prácticas de gobierno corporativo que años atrás venían difundiéndose
en Europa (como el Informe Olivencia, de España),en cuanto a, por ejemplo, no
aglutinar en las mismas manos la propiedad y la administración de la empresa. El fallo
judicial resultó histórico: el ex presidente ejecutivo de Enron, Jeffrey Skilling, una delas
emblemáticas figuras de Wall Street, fue condenado a 24 años de prisión en el 2006. Es
de precisar que Kenneth Lay, fundador dela firma, falleció tres meses antes de la
sentencia; él arriesgaba una pena de hasta 45 años de prisión.

Tras transcurrido el citado caso en los Estados Unidos de América originó que en Perú
se dicta la Resolución CONASEV de Gerencia General N° 096-2003-EF/94.11 del 27 de
noviembre del 2003 reguló, respecto a las sociedades anónimas emisoras de valores
inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores, teniendo como exigencia
principal el de presentar “Información sobre el cumplimiento de los Principios de Buen
Gobierno Corporativo para las Sociedades Peruanas”. Por otro lado ello abrió los ojos
de los legisladores peruanos y en el ámbito penal, se dictó la Ley N° 28755, publicada
en el Diario Oficial El Peruano el 6 de junio del 2006, mediante la cual se modificaron
los artículos 198 y 245 del Código Penal para incorporar a los auditores (internos y
externos) como sujetos activos de los delitos de administración fraudulenta y de
ocultamiento, omisión o falsedad de información, respectivamente. Con la entrada en
vigencia de la nueva modificación a finales de diciembre del año 2008, se retira, en los
delitos de fraude en la administración de personas jurídicas, a los auditores externos e
internos, en tanto para incorporar como hemos señalado con anterioridad a los
administradores y representantes de las personas jurídicas.
DELITO DE EMISIÓN DE INFORMES DE AUDITORIA
DISTORSIONADOS:

- ANÁLISIS DEL DELITO

Mediante el artículo 198-A del Código penal se sanciona a


la persona que:

Artículo 198-A.- Informes de auditoría distorsionados

Será reprimido con la pena señalada en el artículo anterior el auditor interno o externo
que a sabiendas de la existencia de distorsiones o tergiversaciones significativas en la
información contable-financiera de la persona jurídica no las revela en su informe o
dictamen.

El presente artículo regula como conducta típica atribuible al auditor interno O externo
Omitir con conocimiento revelar en el informe o dictamen la existencia de distorsiones
o tergiversaciones significativas referidas a la información contable-financiera de la
persona jurídica. Mediante la tipificación del tipo penal previsto en el artículo 198-A del
Código penal se protege la expectativa normativa de conducta de que los auditores
cumplan con revelar en sus informes o dictámenes la existencia de todas aquellas
distorsiones o tergiversaciones significativas en la información contable-financiera de
la persona jurídica de las que hayan tomado conocimiento en el desarrollo de sus
funciones Por otro lado, el sujeto pasivo del delito será la persona jurídica que debido
a la omisión del auditor no podrá tomar conocimiento a través de sus órganos de
administración de las distorsiones o tergiversaciones significativas en su información
contable-financiera. Por otro lado, desde el aspecto subjetivo nos encontramos frente a
un delito doloso, toda vez que la norma tipifica la realización de la conducta “a
sabiendas”, es decir, con el conocimiento de realizar la conducta típica.

- DESCRIPCIÓN LEGAL ART. 199 CONTABILIDAD PARALELA

“El que, con la finalidad de obtener ventaja indebida, mantiene contabilidad paralela
distinta a la exigida por la ley será reprimido con pena privativa de libertad no mayor
de un año y con sesenta a noventa días-multa”.
a) Bien Jurídico Protegido

El bien jurídico protegido en este delito es el patrimonio, considerando corno tal, tanto
al patrimonio de un tercero, titular de un derecho de crédito frente a la persona sobre
la que pesa la obligación de llevar la contabilidad, como al patrimonio del Estado, en
cuanto que dejará de percibir los tributos correspondientes.

b) Tipicidad Objetiva

Sujeto activo puede ser cualquier persona que tiene obligación de llevar contabilidad.
En la mayoría de los casos será un comerciante o un miembro de la persona jurídica.
Sujeto pasivo es cualquier persona física o jurídica que ve afectado su patrimonio y el
Estado. El comportamiento consiste en mantener una contabilidad paralela en contra
de lo exigido por la ley.

c) Tipicidad Subjetiva

Se requiere el dolo y, además, un elemento subjetivo del tipo, el ánimo de lucro, tal como
se deduce del mismo artículo, que indica: “...con la finalidad de obtener ventaja
indebida...’’

d) Grados de Desarrollo del Delito: Tentativa y Consumación

El delito es de mera actividad, es decir, se consuma con el solo hecho de mantener una
contabilidad paralela, diferente a la que exige la ley, no requiriéndose que el agente
reciba efectivamente un provecho indebido. En consecuencia, el delito se consuma aun
cuando no se ha causado un perjuicio efectivo al sujeto pasivo.

e) La Pena

Se establece pena privativa de libertad no mayor de un año y de sesenta a noventa días-


multa.
CONCLUSIONES

Es que el derecho penal interviene dentro del ámbito de la persona jurídica en tanto,
las sociedad exige seguridad de que los administradores no defrauden las expectativas
normativas de una correcta y leal administración del patrimonio ajeno. Entendamos
que se sanciona el abuso de poder que ejercen en la sociedad por el control del capital
social.

Constituye un elemento esencial y distintivo de este delito en particular, la


consideración del ámbito de la empresa como cauce de la comisión del ilícito, pues
muchas veces al denunciar un delito de fraude, traería consigo perdidas mayores
perdidas económicas de las ya originadas por los administradores en tanto se genera
un desprestigio de la persona jurídica y el rechazo de la misma en el mercado. Además
en la misma persona jurídica originaria un ambiente de inseguridad para los
trabajadores de la misma, y por ende una reducción en la producción de su giro social.
BIBLIOGRAFIA

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Carmen; Manual de Derecho Penal, Editorial San Marcos, 4ta Edición;Lima 1998.
CARO CORIA, Dino Carlos.“La responsabilidad penal de las personas jurídicas en
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GARCIA CAVERO, Percy; “Fraude en la administración de personas jurídicas y
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MARTINEZ HUAMAN, Raúl; “El delito de administración desleal del patrimonio
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Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, Lima1999.

HERRAMIENTAS DE INTERNET

http://www.scridb.com
http://portal.uclm.es/descargas/idp docs/doctrinas/schunemann.pdf
http://www.derechoycambiosocial.com/revista016/responsabilidad%20legal
%20de%20auditores.htm28
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https://es.scribd.com/doc/98824036/Derecho-Penal-Fraude-en-la-
administracion-de-personas-juridicas
http://sistemas.amag.edu.pe/publicaciones/dere_pen_proce_penal/tema_dere
_pen_espe/capituloIII.pdf

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