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Actividad de aprendizaje 4: Formulación de la hipótesis y

variables de estudio

Instrucciones:
a) Formulación de la hipótesis del trabajo
1. Entregarás por escrito la formulación de tu hipótesis según sea el caso, bajo
los siguientes criterios:

 Establecerás si el anteproyecto, debe llevar o no hipótesis: si lleva, deberás


formularla; sino, deberás exponer o sustentar, esta decisión.

 Determinarás las variables de tu estudio: el tipo de variables (cualitativas o


cuantitativas), que vas a usar, por lo menos 2, las cuales, deberás
dimensionar y construir sus indicadores.

 De lo anterior, entregarás un escrito de por lo menos 4 cuartillas, tipo de


fuente Arial, número 12, a espacio entre líneas y párrafos de 1.5. Con
margen normal (superior e inferior 2.5 cm; izquierdo y derecho 3 cm
Hipótesis
Dejando de lado los prejuicios de corrupción, y llevando a cabo el alza de
impuestos, así como sus pagos, será un plan eficiente para México.
Las variables de estudio en nuestra hipótesis son ¿Por qué debo pagar
impuestos? Y ¿Quién está pagando los impuestos en México?

En relación con la primera variable tenemos entendido que todo Estado debe
allegarse de los recursos necesarios para cumplir con las tareas que la
sociedad le asigna. Sin ellos, el Estado no estaría en posibilidad de brindar a
sus ciudadanos seguridad, justicia y bienestar social. No obstante, entregar
parte de la riqueza generada por nuestro trabajo es una obligación que
disgusta. Pagar impuestos es una obligación que provoca resistencia. Por ello,
los gobiernos deben idear medidas —de convicción y coerción— para que los
contribuyentes cumplan con sus obligaciones.

El éxito de estas medidas puede evaluarse a través del tamaño de la base de


contribuyentes, el nivel de recaudación y los grados de evasión. Por desgracia,
México figura entre los países con peores indicadores en cada uno de estos
rubros. Nuestra base de contribuyentes efectivos (los que realmente pagan
impuestos) es muy reducida. Los ingresos tributarios como porcentaje del PIB
alcanzan tan sólo el 9% y la evasión fiscal consigna niveles altos.
Para analizar con mayor detalle la cultura tributaria de la población, tomaremos
el siguiente índice a partir de interrogantes de carácter factual. Este índice se
considera los siguientes rubros:
a) Impuestos que cobra el gobierno.
b) Porcentaje de IVA.
c) Productos que pagan IVA.
d) Autoridad responsable de aprobar los impuestos.
Entonces se dirá que la mayoría de la población sabe a cuánto asciende el
porcentaje de IVA. Sin embargo, hay un nivel alto de desconocimiento respecto
a los productos que están sujetos a este impuesto. Por ejemplo, un gran
porcentaje de la población tiene conocimiento que tanto libros, revistas y
periódicos, como medicinas, están sujetos al cobro del IVA. En el caso de las
medicinas, el gobierno paga un doble costo: no recabar este impuesto y el que
proviene de que la población piensa que el gobierno cobra el IVA sobre un
producto tan sensible como los medicamentos.
Lo interesante de los impuestos es la clasificación que tiene cada uno, sino no
abría ese sentido o manera de justificar su cobro, aunque en muchas
ocasiones se tornan en impuestos sin sentido e injustificados que solo causan
un daño económico al encargado de pagar, es importante tener conocimiento
de porque estas pagando tal impuesto y a que te comprometes, si tus
responsabilidades aumentan seas una persona física o moral.
El incentivo inicial para el ciudadano debería ser la satisfacción por contribuir a
la mejora de su sociedad, gracias a sus aportaciones, lamentablemente no
existe esta cultura, principalmente por toda la corrupción existente en las
organizaciones tributarias, lo que conlleva a una gran desconfianza y que
convierte al miedo a las represalias en el principal motor para realizar el pago
de impuestos. De no hacerlos entran en vigor los castigos que pueden variar en
varios grados de severidad que inclusive pueden llevar a prisión.
En conclusión la fuente de ingresos públicos son los tributos, y dentro de estos
los impuestos. Un fin importante es la redistribución de la renta. Para ello se
debe establecer una obligación de pagar en función de la capacidad
económica. Deben ser los más ricos los que más proporción paguen de su
renta en impuestos y otros tributos. Un tercer objetivo es buscar una
mayor eficiencia en la economía. Por ejemplo, los impuestos pueden gravar
actividades que generan perjuicios en personas que no participan de la
decisión de llevar a cabo esa actividad. El cuarto es suavizar las crisis. La
política fiscal puede ser un instrumento de política económica.
Eso sí, una cosa es que esos sean los principales objetivos y otra muy
diferente, es que se consigan siempre. Puede haber situaciones de falta de
recursos para sostener los gastos públicos que lleven a un importante
endeudamiento, puede haber deficiencias en la progresividad del sistema
tributario, los impuestos se pueden mostrar incapaces de aportar eficiencia o
las políticas fiscales incapaces de resolver las crisis. La política fiscal es un
instrumento que unas veces consigue sus objetivos, otras avanza parcialmente
hacia ellos y en otras no es capaz de lograr los efectos que se pretendían.

De la segunda variable vamos a responder Estamos obligados a pagar


impuestos por ser la más importante fuente de ingresos públicos con los cuales
deberían sustentarse los gastos públicos.
Ahora bien, en todos los sistemas tributarios formalmente progresivos se han
planteado en las últimas décadas intensos debates acerca de los posibles
desincentivos a la generación de renta que éstos pueden provocar. De manera
muy resumida, se dice que unos tipos impositivos muy elevados pueden hacer
que algunas personas decidan trabajar menos porque no les merezca la pena
su salario neto (después de impuestos). Este es el argumento básico que ha
llevado a disminuir los tipos impositivos que gravan la renta de las personas en
prácticamente todo el mundo en las últimas décadas.
En los últimos años la sociedad parece estar revisando el grado de
redistribución y de solidaridad interpersonal que el conjunto de servicios
públicos y de impuestos pretende efectuar. Ahora bien, ¿es realmente cierto
que el sistema tributario es progresivo? ¿Es posible que existan esos
desincentivos al trabajo? Lo cierto es que la inmensa mayoría de los trabajos
académicos nos demuestran que el sistema tributario, en el mejor de los casos,
es proporcional. Es decir, que cada persona contribuye al erario público en un
porcentaje fijo (y no creciente) de su renta. ¿Por qué ocurre esto, si uno de los
principales impuestos, el que grava la renta personal, es progresivo? Hay
distintas razones, pero la más importante es, sin duda, el fraude fiscal. Los
contribuyentes de renta alta cuentan con más medios (físicos y humanos) para
eludir el pago de impuestos que los de renta baja.
Es cierto que la aversión a la desigualdad cambia en el espacio y en el tiempo.
Como también lo hacen las fuerzas relativas de los distintos grupos sociales. Y,
en este sentido, es posible que en la actualidad se esté revisando el “contrato
social” sobre el que se asienta nuestro sistema tributario por una de esas.
En México, las personas físicas, sobre todo los asalariados, son los que pagan
más impuestos. El presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos,
Francisco Macías, explicó que si bien en general los contribuyentes pagan una
tasa de 30% por el ISR, los asalariados tienen deducciones más limitadas.
Indicó que las empresas tienen más posibilidades de deducir y lo hacen de
acuerdo con su actividad. Éstas pueden ser propias y normales sobre sus
costos, es decir, gastos que tienen que ver con el sector en el que se
desempeñan.

Bibliografía

Núñez, M. I. (2007). Las variables: su estructura y función en la hipótesis.


Investigación educativa. 11(20): 163-179.

Sabino, C. (1992). El proceso de investigación. Ed. Panamericana y Lumen.


Buenos Aires. Argentina.

Behar, R. D. S. (2008). Introducción a la Metodología de la Investigación. Ed.


Shalom. Pp.31-53

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