Está en la página 1de 6

V.7_ “O si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza.

El termino es muy genérico y podría referirse a cualquier tipo de servicio a Dios dentro de la
comunidad cristiana, podría aplicarse a la realización de ciertas tareas dentro de la
congregación, administrativas, diaconado, es un dado para ayuda mutua; este don genera en
quien lo ha recibido el deseo firme de servir a los demás en muy diferentes formas y ordenes
dentro de la congregación local.

El que exhorta en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud;
el que hace misericordia, con alegría.

Para muchos cristianos la palabra EXHORTACIÓN significa regaño, por


la interpretación que se la ha dado a las escrituras en las que es
mencionada en el Nuevo Testamento, pero hoy aprenderemos que esa
palabra tiene una gran relación con la obra del Espíritu Santo y que
tiene mucho de ventaja cuando se conoce su significado real.

Era tradicional en la sinagoga que después de la lectura del pasaje bíblico correspondiente del
día se invitaba a algún miembro a dar una “palabra de exhortación” “mensaje de aliento”
Hechos 13:15.

La palabra exhortar proviene de dos voces “para” que se traduce “junto a”, “al lado de” unida
al verbo “muthia” llamar, de ahí que exprese la idea de “venir al lado de alguien” Es una de las
palabras usadas en el NT. Para expresar la idea de hablar e influir sobre alguien; pablo usaba la
palabra mayormente en sentido de animar invitando, de allí exhortar, consolar.

Viene de la palabra griega PARAKLÉSIS y es una palabra que guarda


relación con el nombre que Juan le atribuye al Espíritu Santo en su
evangelio, el Paráclito. Significa “llamar al lado de uno”. En un sentido
significa: “invitar, animar, exhortar, ofrecer apoyo”. Esta palabra es
traducida del verbo hebreo NAJIAM que significa “alentar y consolar”.

En Isaías 40:1 es anunciado este aliento: (TLA) “Dios dijo:

« ¡Consuelen a mi pueblo! ¡Denle ánimo!”, es una intervención de Dios,


en la que explota su compasión, pero también su justicia que rehabilita
al pueblo desterrado.

“Paraklésis” lleva la idea de traer a alguien muy de cerca a fin de


"exhortar", "instar", "alentar", "dar gozo", y "consolar" a la persona.
Todas estas acciones constituyen el don de exhortación. Por ejemplo,
Pablo a menudo exhortó e instó a sus lectores a que actuaran sobre
algo que escribió. Un buen ejemplo está en Romanos 12:1-2, donde
Pablo insta a los romanos a presentar sus cuerpos a Dios como un
sacrificio vivo. Haciendo esto, ellos conocerían y comprenderían la
voluntad de Dios.
La exhortación abre el camino a todas las formas posibles desde la palabra espontanea asta
hasta el discurso cultico y siempre lo hace por consideración al amor de Cristo.

El don es dado para capacitar creyentes que consuelen, estimulen y alienten al pueblo de Dios
para el desarrollo de su vida cotidiana. Son los que aplican la palabra con gracia, orientada a la
ética cristiana, la exhortación siempre tiene que ver con el consuelo y aliento a quienes están
en tribulación. 1 Tes. 4:18.

Luego está el don de repartir o compartir; es un don que requiere dar a otros ¡abriendo antes
el corazón que la mano! Una buena ilustración es la actitud de los macedonios hacia las
necesidades de los creyentes de Jerusalén. 2 Co. 8:3-5.

Es un don que trae bendición especial para quien sirve a otros con el Hechos 20:35. Prov.
11:24. No solo los que tienen el don tienen necesidad de compartir con nuestros hermanos
todos los creyentes tenemos que aprender a compartir. Sant. 2:15-16.
Para muchos cristianos la palabra EXHORTACIÓN significa regaño, por
la interpretación que se la ha dado a las escrituras en las que es
mencionada en el Nuevo Testamento, pero hoy aprenderemos que esa
palabra tiene una gran relación con la obra del Espíritu Santo y que
tiene mucho de ventaja cuando se conoce su significado real.

Viene de la palabra griega PARAKLÉSIS y es una palabra que guarda


relación con el nombre que Juan le atribuye al Espíritu Santo en su
evangelio, el Paráclito. Significa “llamar al lado de uno”. En un sentido
significa: “invitar, animar, exhortar, ofrecer apoyo”. Esta palabra es
traducida del verbo hebreo NAJIAM que significa “alentar y consolar”.

En Isaías 40:1 es anunciado este aliento: (TLA) “Dios dijo: «


¡Consuelen a mi pueblo! ¡Denle ánimo!”, es una intervención de Dios,
en la que explota su compasión, pero también su justicia que rehabilita
al pueblo desterrado.

En las epístolas paulinas, este término conduce en tres direcciones:

1. La petición de ayuda. Frecuente en los evangelios, este sentido


se encuentra en 2 Corintios 12,8 “Acerca de esto, tres veces he rogado
al Señor para que lo quitara de mí”; la triple súplica del apóstol por su
liberación (cf. 2 Corintios 8,4 “Nos suplicaron que tomáramos el dinero,
pues deseaban compartir el gozo de ayudar a los cristianos de
Jerusalén.”).

2. La exhortación. Os exhorto, por tanto, en el Señor...: tal es


la forma clásica de la exhortación en las epístolas (por ejemplo: 1
Corintios 1,10 “Pero, amados hermanos, les suplico en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo que no discutan más, que reine entre ustedes
la armonía y cesen las divisiones. Les ruego encarecidamente que
mantengan unidad de pareceres, sentimientos y propósitos.”;
Romanos 12,1ss “POR ESTO, AMADOS hermanos, les ruego que se
entreguen de cuerpo entero a Dios, como sacrificio vivo y santo; éste
es el único sacrificio que El puede aceptar. Teniendo en cuenta lo que
Él ha hecho por nosotros, ¿será demasiado pedir?”; 15 “Si alguien se
alegra, alégrate con él. Si alguien está triste, acompáñalo en la
tristeza.”; Efesios 4,1ss “YO, PRISIONERO POR servir al Señor, les
ruego encarecidamente que vivan y actúen como es digno de los que
han sido escogidos como receptores de tan maravillosas
bendiciones.”).

Después de desarrollar el mensaje de la salvación, Pablo expone las


consecuencias concretas de todo ello para la vida comunitaria («en el
Señor»)(cuando dice «así pues»).
La paráclesis como exhortación (animar y consolar) es:

 predicación del evangelio a los que viven de él (1


Tesalonicenses 2,3 “Nuestra predicación que, claro está, no
obedecía a ningún motivo falso ni a ninguna mala intención, fue
completamente franca y sincera. Hablamos como mensajeros de
Dios, como portavoces de la verdad divina, sin alterar para nada
el mensaje, porque nuestra intención nunca ha sido agradar a la
gente sino a Dios, quien conoce nuestros pensamientos más
íntimos.”);
 está inspirada por Dios (2 Corintios 5,20 “Somos embajadores
de Cristo. Dios les habla por medio de nosotros; en el nombre de
Cristo les rogamos que acepten el amor que El les ofrece;
¡reconcíliense con Dios!”);
 busca la edificación (1 Corintios 14,3 “El que profetiza, en
cambio, proclama mensajes de Dios que edifican, exhortan y
consuelan a los oyentes.”).
 Figura entre los carismas (DONES) enumerados en Romanos
12,6-8 “Si eres predicador, procura que tu sermón sea poderoso
y útil. Si Dios te ha dado dinero, ayuda generosamente a los
demás. Si Dios te ha concedido habilidades administrativas y te
ha hecho responsable del trabajo de otros, cumple con seriedad
tu deber. Y quienes consuelen a los afligidos, háganlo con alegría
cristiana”.

3. La consolación.

La paráclesis o consolación de Dios es la gracia que trae aquel que


ocupa un sitio al lado de los suyos, los reconoce, poniendo fin a su
soledad, a su culpabilidad, a su desánimo.

Romanos 15,4 “Y esto fue escrito hace tiempo para enseriarnos


a tener paciencia y a animarnos a fijar la mirada en el día final
en que Dios ha de vencer en nosotros el pecado y la muerte.”

Les trae un consuelo definitivo o eterno como lo expresa 2


Tesalonicenses 2,16 “Que el Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro
Padre, quien nos amó y nos dio un consuelo eterno y una esperanza
que no merecemos”.

En el aspecto personal de la justificación, esta paráclesis o


consolación es:

 fruto de las Escrituras (Romanos 15,4 “Y esto fue escrito hace


tiempo para enseriarnos a tener paciencia y a animarnos a fijar
la mirada en el día final en que Dios ha de vencer en nosotros el
pecado y la muerte.”),
 presencia de Cristo (2 Tesalonicenses 2:16-17 “Que nuestro
Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos ha amado
y nos ha dado consuelo eterno y esperanza gracias a su bondad,
anime sus corazones y los mantenga a ustedes constantes en
hacer y decir siempre lo bueno.; Filipenses 2,1 “Así que, si Cristo
les ha dado el poder de animar, si el amor los impulsa a consolar
a otros, si todos participan del mismo Espíritu, si tienen un
corazón compasivo”).
 aliento mutuo en él (2 Corintios 7,4 “Tengo en ustedes la más
absoluta confianza, y el orgullo que me dan es inmenso. Al
pensar en ustedes me consuelo en medio de mis sufrimientos.”).
 efusión de gozo (Filemón 7 “Yo mismo he hallado gran gozo y
consuelo en tu amor, hermano mío; y muchas veces los
corazones de los cristianos han hallado refrigerio en tu bondad.”;
2 Corintios 7,13 “El saber que ustedes nos aman nos alentó
mucho, pero mucho más nos alentó y alegró el gozo de Tito por
el cálido recibimiento que le dieron y por la tranquilidad que
recobró entre ustedes.”).

En ninguna parte Pablo habla con tanta fuerza como en lo más duro
de la aflicción. El texto más angustioso que ha escrito es aquel en
el que los términos del consuelo se van enlazando hasta llegar a
ofrecer la liberación inesperada (2 Corintios 1:1-7 “QUERIDOS
HERMANOS: Les escriben Pablo, a quien Dios nombró mensajero de
Jesucristo, y nuestro amado hermano Timoteo. Esta carta la
dirigimos a los cristianos de Corinto y en general a todos los
hermanos de Grecia. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo
los bendigan poderosamente y les den paz. ¡Qué maravilloso es
nuestro Dios! Él es Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las
misericordias y Dios de las consolaciones que tan maravillosamente
se nos ofrecen en nuestras dificultades y pruebas. ¿Y por qué nos
consuela? Para que cuando nos encontremos a alguien en
problemas, falto de consuelo y aliento, podamos impartirle la misma
ayuda y el mismo consuelo que Dios nos prodigó. Pueden estar
seguros que mientras más sufrimos por Cristo, mayor es el consuelo
y el aliento que Él nos da. Estamos en grandes dificultades por tratar
de llevarles el consuelo y la salvación de Dios. Pero en medio de
nuestras tribulaciones Dios nos ha consolado para bien de ustedes;
para que podamos, basados en la experiencia, enseñarles la ternura
con que Dios puede consolarlos cuando tengan que pasar por los
mismos sufrimientos. A su debido tiempo les dará fortaleza para
resistir.).

Leer más: https://laesenciadelapalabra.webnode.com.co/news/exhortar-reconfortar-


exhortacion/
La palabra que se traduce como "exhortación" o "consuelo" es la palabra griega paraklésis,
relacionada con la palabra paracleto. Paraklésis básicamente significa "un llamado al lado de
alguien".

Paraklésis lleva la idea de traer a alguien muy de cerca a fin de "exhortar", "instar", "alentar",
"dar gozo", y "consolar" a la persona. Todas estas acciones constituyen el don de exhortación.
Por ejemplo, Pablo a menudo exhortó e instó a sus lectores a que actuaran sobre algo que
escribió. Un buen ejemplo está en Romanos 12:1-2, donde Pablo insta a los romanos a
presentar sus cuerpos a Dios como un sacrificio vivo. Haciendo esto, ellos conocerían y
comprenderían la voluntad de Dios.

Curiosamente, cuando Jesús conversaba con sus discípulos en la noche de su arresto, se refirió
al Espíritu Santo como el "Ayudador" o "Consolador" (Juan 14:16, 26; 15:26), razón por la cual
se habla del Espíritu Santo como el "Paracleto", que es aquel que viene a nuestro lado para
exhortarnos y alentarnos.

Una persona con el don espiritual de la exhortación, puede usar su don tanto en público como
en privado. La exhortación es útil en la consejería, el discipulado, el mentoreo y la predicación.
El cuerpo de Cristo es edificado en la fe como resultado del ministerio de aquellos que tienen
el don de la exhortación.

El don de la exhortación o consolación, se diferencia del don de la enseñanza en cuanto a que


la exhortación se centra en la aplicación práctica de la Biblia, mientras que una persona con el
don de la enseñanza, se enfoca en el significado y el contenido de la Biblia. Él o ella se pueden
relacionar con los demás, en grupo o individualmente, con comprensión, compasión y
orientación positiva. La enseñanza dice, "Este es el camino que debes seguir"; la exhortación
dice, "Yo te ayudaré a ir por ese camino". Una persona con el don de exhortación puede
ayudar a otra persona a pasar del pesimismo al optimismo.

Probablemente, el mejor ejemplo bíblico de alguien con el don de la exhortación o


consolación, es Bernabé. Su verdadero nombre era José, pero los apóstoles lo llamaron
"Bernabé", que significa "hijo de consolación" (Hechos 4:36). Vemos a Bernabé en Hechos 9:27
viniendo junto al recién convertido Pablo para presentarlo a una iglesia cautelosa. En Hechos
13:43, Bernabé alienta a los creyentes a que perseveren en la gracia de Dios. En Hechos 15:36-
41, Bernabé elige a Juan que tenía por sobrenombre Marcos, como compañero de ministerio,
a pesar de que había desertado en un viaje misionero anterior. En otras palabras, Bernabé le
dio una segunda oportunidad a Marcos. A través de todo el ministerio de Bernabé, él evidenció
el don de la consolación o exhortación, llamando a otros a su lado para ayudarlos, consolarlos,
y para animarlos a ser más efectivos para Cristo.

También podría gustarte