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SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Neldy Virginia Andrade Martínez
Acción de amparo constitucional
Expediente: 13658-2016-28-AAC
Departamento: Santa Cruz
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debido al recurso de apelación planteado por el Ministerio Público, la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia del citado departamento integrado
por los ahora demandados, a través del Auto de Vista 43 de 12 de febrero de 2014
-lo correcto debió ser 2015-, declaró procedente el mismo, dejando sin efecto el
Auto interlocutorio 388.
Los Vocales ahora demandados a través del Auto de Vista 43, refirieron que: a) La
Resolución de primera instancia “…aplicó incorrectamente el art. 255 del Código de
Procedimiento Penal” (sic), sin indicar cuál debió ser una correcta aplicación del
mismo; sin hacer cita de otra norma jurídica que ampare la Resolución de alzada;
b) No consideró que el inmueble incautado es objeto de un contrato de anticresis a
favor de Manuel Jesús Gutiérrez Flores y Roxana Ardaya Menacho, en cuya cláusula
quinta se pacta que el inmueble es para uso de vivienda familiar de los
anticresistas, pero en la Resolución cuestionada se concluyó que se “deduce que
fue utilizado para fines ilícitos” (sic) inmersos en la “Ley 1008”; aspecto fuera
de cualquier norma jurídica pues no corresponde la incautación de un bien cuando
el propietario no tenía conocimiento del hecho porque vive en los Estados Unidos
de Norte América con su madre, ello debido a que en el inmueble incautado se
habría encontrado al tío del propietario del inmueble -menor de edad- en actos
ilícitos deduciéndose que el mismo fue usado para fines ilícitos; c) El Tribunal de
alzada realizó la valoración unilateral y no integral de la prueba que presentó al
interponer el incidente, ya que sobre la calidad del bien se señaló que el propietario
desconocía el uso que le daba el sentenciado “Carlos Zeballos Luque” -donde
circunstancialmente habitaba-, aspecto que se demostró con el título de propiedad
a favor de AA, la autorización judicial para dar en anticresis el inmueble, el contrato
de anticresis en cuya cláusula sexta establece que el inmueble tendrá un familiar
viviendo en el mismo; y, d) Incumplieron con el art. 398 del CPP, al pronunciarse
sobre aspectos que no fueron apelados.
I.1.3. Petitorio
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Celebrada la audiencia pública el 14 de diciembre de 2015, según consta en el acta
cursante de fs. 62 a 65, presente la parte accionante como el representante del
Ministerio Público y ausentes las autoridades demandadas, se produjeron los
siguientes actuados:
William Torrez Tordoya, Sigfrido Soleto Gualoa y Hugo Juan Iquise Saca, Vocales de
la Sala Penal Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, no
asistieron a audiencia, ni presentaron informe alguno, pese a sus legales citaciones
cursantes de fs. 55 a 57.
I.2.4. Resolución
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normas precedentemente enunciadas, valorando todos los extremos del incidente
como el contrato de anticrético en toda su dimensión real, bajo los siguientes
fundamentos: i) No se valoró en su totalidad el contrato de anticrético que el
propietario del inmueble otorgó a favor de Manuel Jesús Gutiérrez Rojas y Roxana
Ardaya Mercado, que en su cláusula sexta, establece las condiciones en las que se
encontraba el ocupante de las habitaciones de la parte posterior del inmueble quien
fue procesado por posesión de sustancias controladas; y, ii) El art. 255.I y II del
CPP, establece la forma de interposición del incidente de calidad de los bienes
incautados y la forma en que la autoridad jurisdiccional debe verificar que no existe
contradicción o insuficiencia de la documentación presentada; es decir, el inmueble
objeto de la incautación hubiese sido obtenido lícitamente, con anterioridad al
hecho o motivo de la acción penal y que los que participaron en el hecho no sean
propietarios del mismo, conforme los arts. 253 del CPP y 71 de la L1008.
II. CONCLUSIONES
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fines ilícitos inmersos en la “Ley 1008”: a) Sin efectuar una adecuada
fundamentación respecto a las razones por las cuales el Auto interlocutorio 388
apelado aplicó incorrectamente el art. 255 del CPP, ni señaló cuál debió ser la
correcta aplicación del mismo, omitiendo considerar la previsión contenida en los
arts. 251 y 255.I del citado Código; y, 70 y 71.“I” de la L1008; y fundamentar
respecto al contenido del contrato de anticrético; b) Realizando una valoración
unilateral y no integral de la prueba que presentó al interponer el incidente,
omitiendo considerar, el título de propiedad inscrito a favor del menor AA -con seis
años de anterioridad al hecho-, a través del cual se demostró conforme a la
normativa jurídica que no corresponde la incautación de un bien inmueble cuando
el propietario no tiene conocimiento del uso que se le daba al mismo; y,
c) Incumplieron con el art. 398 del CPP, al pronunciarse sobre aspectos que no
fueron apelados.
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insoslayable que las autoridades jurisdiccionales no se encuentran habilitadas
a vulnerar derechos fundamentales, y en esa dimensión esta jurisdicción
constitucional se encuentra facultada a vigilar que en todo fallo, providencia
o decisión judicial que las autoridades judiciales se sometan a la
Constitución; y, iv) Para que la jurisdicción constitucional analice la actividad
interpretativa realizada por los tribunales de justicia, los accionantes deben
hacer una sucinta pero precisa relación de vinculación entre los derechos
fundamentales invocados y la actividad interpretativa - argumentativa
desarrollada por la autoridad judicial. Demostrando ante esta justicia
constitucional que se abre su competencia en miras a revisar un actuado
jurisdiccional, sin que ello involucre que la instancia constitucional asuma un
rol casacional, impugnaticio o supletorio de la actividad de los jueces.
De lo referido sólo resulta exigible sino una precisa presentación por parte de
los accionantes que muestre a la justicia constitucional de por qué la
interpretación desarrollada por las autoridades, vulnera derechos y garantías
previstos por la Constitución, a saber en tres dimensiones distintas: a) Por
vulneración del derecho a un Resolución congruente y motivada
que afecta materialmente al derecho al debido proceso y a los
derechos fundamentales que se comprometen en función de tal
determinación; b) Por una valoración probatoria que se aparta de
los marcos de razonabilidad y equidad; y, c) Por una incorrecta
aplicación del ordenamiento jurídico, que más allá de las implicancias dentro
del proceso judicial o administrativo lesiona derechos y garantías
constitucionales” (las negrillas nos pertenecen).
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De la revisión de antecedentes, se tiene que mediante Auto interlocutorio 388
de 14 de noviembre de 2014, la Jueza Decimoquinta de Instrucción en lo
Penal del departamento de Santa Cruz, declaró probado el incidente de calidad
de bienes presentado por la ahora accionante, ordenando a DIRCABI a que
proceda a la devolución del inmueble incautado a Carlos Zeballos Luque
“…ubicado en la U.V. 16, Manzano 85, lote N° 15 e inscrito en Derechos
Reales bajo la matricula N° 7011990036402…” (sic) (Conclusión II.1.).
Los Vocales ahora demandados a través del Auto de Vista 43, declararon
procedente la apelación planteada por la Fiscal de Materia, revocando el Auto
388, disponiendo se mantenga vigente la incautación del bien inmueble
(Conclusión II.2.), sustentando dicha decisión, en los siguientes argumentos:
i) A través del Auto interlocutorio apelado, el Juez a quo no encuadró su
accionar a los preceptos constitucionales y legales vigentes, “…no tuvo
cuidado ni la prolijidad exigida por el Art. 173 del Código de Procedimiento
Penal a tiempo de valorar la prueba presentada por la incidentista,
fundamentalmente en lo referido al contrato de anticresis suscrito entre la
mandataria Maria Virginia Barrientos de Sejas y los anticresistas Manuel Jesús
Gutiérrez Flores y Roxana Ardaya Menacho (…) en cuya clausula Quinta
establece claramente que el inmueble será ocupado ‘Exclusivamente para
vivienda familiar de los anticresistas’; sin embargo, por los datos del proceso
se evidencia que en el referido inmueble también vivía el imputado Carlos
Zeballos Luque, hermano de la mandante María del Carmen Zeballos Luque;
de lo que se deduce que no ha tomado en cuenta y considerando los
argumentos expuestos por la parte apelante, por lo que se evidencia que
hubiera incurrido en las omisiones observadas en el Recurso De Apelación
Incidental (…); consiguientemente, lesionado el derecho al debido proceso y la
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legalidad manifestada por el Ministerio Público” (sic); y, ii) La petición de
devolución de inmueble formulada por la incidentista, se fundamentó en que
el inmueble fue incautado dentro del proceso penal que promueve el
Ministerio Público contra Carlos Zeballos Luque, por posesión de sustancias
controladas -ciento cincuenta gramos de cocaína-, no obstante que el referido
inmueble habría otorgado en contrato de anticresis a favor de Manuel Jesús
Gutiérrez Flores y Roxana Ardaya Menacho, en cuya cláusula quinta establece
claramente que el inmueble será ocupado “…exclusivamente para vivienda
familiar de ‘LOS ANTICRESISTAS…’” (sic), de lo que se deduce que el
inmueble fue utilizado para fines ilícitos inmersos en la Ley del Régimen de la
Coca y Sustancias Controladas; por lo que, la Jueza inferior al disponer la
devolución del inmueble aplicó incorrectamente el art. 255 del CPP.
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(…) no obstante que el referido inmueble habría sido otorgado en
contrato de anticresis (…) en cuya clausula Quinta establece claramente
que el inmueble será ocupado ‘Exclusivamente para vivienda familiar de
los anticresistas’, de lo que se deduce que el inmueble fue utilizado para
fines ilícitos inmersos en el Ley 1008” (sic); empero, se extraña
pronunciamiento respecto a un análisis integral del contrato de anticresis
-cláusula sexta del mismo, que a criterio de la parte accionante
establecería que el inmueble tendrá un familiar viviendo en la parte
trasera del inmueble, aspecto que justificaría el por qué el imputado se
encontraría en el inmueble y en qué calidad-, aspectos por los cuales se
puede concluir que el referido Auto de Vista carece de la debida
fundamentación en los puntos extrañados, aspecto que impele a esta
jurisdicción constitucional conceder la tutela impetrada;
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dictarse, es decir, que la Resolución final del proceso hubiera
podido ser distinta de haberse practicado la prueba omitida, o si
se hubiese practicado correctamente la admitida, o si se hubiera
valorado razonablemente la compulsada…” (las negrillas fueron
añadidas) (SCP 1215/2012 de 6 de septiembre), condiciones últimas que
no fueron expuestas ni demostradas por la accionante, al haber limitado su
alegación a la presunta valoración individual contraria a la valoración
integral de la prueba presentada conjuntamente el incidente y omisión de
determinado elemento probatoria, más no explicó con claridad de qué
manera dichas reclamaciones repercutieron en la decisión final y tampoco
las implicancias en los derechos alegados como vulnerados; por lo que,
ante la falta de carga argumentativa, esta jurisdicción constitucional se
encuentra impedida de ingresar excepcionalmente a considerar el acto
lesivo denunciado, correspondiendo denegar la tutela solicitada; y,
c) Con relación a la inobservancia del art. 398 del CPP, al pronunciarse sobre
aspectos que no fueron apelados.
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Sin embargo, cabe precisar que la actuación del referido Tribunal de garantías,
no resulta ser adecuada; toda vez que, los Fiscales no detentan la calidad de
terceros interesados, en ese sentido, la SC 1125/2010-R de 27 de agosto,
estableció que: “Como órgano autónomo, consagrado constitucionalmente
regido, por los principios de unidad y jerarquía; en su calidad de defensor de
la legalidad debe ser siempre citado con la acción de amparo para que en la
audiencia en uso de sus atribuciones y facultades opine y requiera en
cumplimiento de sus funciones, no para que defienda sus propios intereses,
por lo que también desde ese punto de vista no puede considerarse 'un
tercero interesado', porque 'sus intereses' no están al margen del colectivo
social. Tampoco operativamente es factible su intervención en esa condición,
porque desnaturalizaría el principio de unidad al tornarle en dual su
participación, una como defensor de la legalidad y otra como tercero
interesado, lo que por supuesto es inadmisible. Por lo anotado el Tribunal de
garantías debe prever la notificación al representante del Ministerio Público,
posibilitando su intervención, requerimiento u opinión en representación de los
'intereses generales de la sociedad' y no como persona con interés particular
como el que refiere a la calidad de 'tercero interesado”'.
POR TANTO
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Fdo. Dr. Ruddy José Flores Monterrey
MAGISTRADO
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