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Resumen del Libro

Neuroeducación: solo se puede aprender aquello que se ama


Autor: Francisco Mora

Participante: jhony Alanoca Medrano

El libro está basado en la explicación sobre la importancia y el significado de la


neuroeducación aplicada en la educación, donde reúne datos científicos acerca del
estudio del cerebro y el funcionamiento de este en las personas, (principalmente los
estudiantes) y a los actores principales dentro del marco de la “neuroeducacion”; que
busca mejorar el rendimiento académico de los estudiantes ligando la familia y a los
docentes; que en muchos casos pecamos de llevar clases aburridas sin emoción lo cual
elimina la curiosidad y la atención.

hasta el día de hoy múltiples estudios e investigaciones han hecho que la Neurociencia
aporte conocimientos importantes sobre el funcionamiento del cerebro en etapas
escolares y la mejora del aprendizaje escolar; pero en este texto el autor resalta la
“mentalización” de los profesores para interiorizarnos más sobre el tema, para frenar
los problemas de dislexia, detener el déficit de atención, detectar problemas
neurológicos y psicológicos, formar gente critica y hacer el puente entre el “saber y el
enseñar” a nivel escolar y universitario.

Este libro se centra principalmente como la Neuroeducación, aporta muchos


conocimientos cerebrales en el desarrollo de programas y enseñanza escolar, y la
forma de cómo se “abren ventanas” para cambiar las actitudes negativas por otras
más positivas, mediante el “cableado Sinaptico” a modo de crear programas
específicos de estimulación cerebral cognitiva que permitirá aumentar el
conocimiento y la información de los alumnos y crear en los profesores herramientas
sobre los nuevos avances en el conocimiento de las funciones del cerebro así como el
seguimiento científico de los resultados.

En todo caso esta nueva visión de la enseñanza basada en el funcionamiento cerebral,


que debería contribuir a desarrollar conjuntamente (neurocientíficos y maestros) es
un programa donde las actividades, los conocimientos, y las experiencias nos lleven a
desarrollar investigaciones, conocimientos y estrategias de aprendizaje escolar, lo que
permitiría mejorar el aprendizaje y rendimiento de los estudiantes y al mismo tiempo
conseguir que los profesores dediquemos más tiempo a reflexionar y mejorar la
calidad de las clases en busca de ayudar al estudiante en su rendimiento, mediante el
estudio físico y psicológico del funcionamiento del cerebro.
En el libro el autor destaca que los padres y maestros deberían de reconocer la
importancia de la acción temprana en el desarrollo cerebral de los primeros años de la
vida, ya que en esa edad es donde se encuentra la base emocional y estimulante para
el desarrollo temprano de las funciones básicas del niño, como la comunicación e
interacción con su medio ambiente que le permite crear en el niño una motivación y
curiosidad, percepción y observación de su realidad, como también las habilidades
sociales de interrelación con otros niños.

Si bien el autor destaca que el cerebro de la persona se desarrolla durante toda su


vida, incide mucho más en la más tierna edad cuando el cerebro experimenta las
mayores modificaciones relativas a la personalidad; este aprendizaje permite
cambios a lo largo de toda la vida del cerebro.

A este periodo se suma el desarrollo cognoscitivo natural que tienen los animales y las
personas ante diferentes estímulos que se presentan en sus primeras experiencias, y
de cómo algunas acciones o comunicaciones no verbales y emocionales se reflejan en
la imitación, atención compartida, compresión empática, curiosidad, juego y
experiencia práctica se desarrollan con la experiencia directa y natural de las cosas y
no requiere de explicaciones.

Por otra parte existen otros fenómenos, que el autor centra en un triunvirato de
factores : la curiosidad, la atención y la memoria, que hacen que las personas
desarrollen mejores resultados que otros, ya que el aprendizaje tiene que estar unida
a la emoción, la curiosidad de un determinado tema, pero al mismo tiempo deben
desarrollar una atención adecuada para que sea efectivo, practico y significativo;
acción que se deberá verse posteriormente reflejada en el recuerdo o la capacidad de
retener en memorias de corto y largo plazo, interactué y se desarrolle una
maduración adecuada en la persona; en todo caso como dice el autor, una jirafa llama
más la atención por ser síntoma de curiosidad, que motiva a un interés y genera un
placer de búsqueda de respuestas y abre ventanas que le permiten aprender y
memorizar en forma de “atenciones diferentes”.

“El niño es una esponja que absorbe y recoge, como si fuera agua todo lo sensorial que
le rodea”. Para aprender algo hay que tener curiosidad, tocarlo y sentirlo, algo
parecido a un hambre de conocimiento, y necesidad de saber. Y si logramos recoger
estas tres expectativas que sembremos en los estudiantes, entonces empezara a
mejorar la calidad de la educación de nuestro país, a este fenómeno el autor le llama
neurocultura y pide comenzar a sustituir el pensamiento mágico de antaño, basado en
creencias poco o mal fundadas, por el pensamiento analítico y crítico, basados en los
descubrimientos y evidencias surgidos de la investigación científica y el contraste de
hipótesis.
Sobre la importancia de la atención, en las actividades que realizan los niños en
particular el autor nos hace recordar que el aprendizaje no viene dividido; es
implícito, mediante el juego, con el aprendizaje explícito, con la memoria, mediante la
conciencia y la conectividad neuronal de diferentes partes del cerebro; a esto
debemos sumar los efectos externos que representa su entorno social, cultural y el
trabajo del docente. “El arte de hablar se convierte también en un instrumento
educativo de primera magnitud”.

La capacidad de aprender no está tanto en el genoma, en el desarrollo determinista


del ADN para la construcción de las estructuras cerebrales, sino también en la práctica
social que desempeñan los niños, así pues los que dominan más de dos lenguas poseen
mayores respuestas a diferentes preguntas consientes e inconscientes que le
ayudaran a desarrollar mejores resultados que otros que solo dominan un solo
idioma, al mismo ritmo sigue la autocorrección que se vive en la repetición de las
acciones para corregir o confirmar las apreciaciones que se tiene ya sea física o mental
de todos los procesos para afianzar la emoción del éxito.

El autor destaca el avance y la superación de los neuromitos que son ideas falsas
sobre el aprendizaje o la enseñanza o el desarrollo cognitivo de las personas, que
llegan a perjudican un proceso de educación más rico y efectivo.

La interacción con el entorno y cómo este favorece o perjudica a la capacidad para


aprender de la persona hace que el autor destaque la importancia de las
características en los horarios de sueño el tiempo que utiliza para dormir , los
horarios educativos que sitúan las materias o actividades más complejas cuando el
cerebro rinde más ya sea a mediodía o a primera hora de la tarde, y las ambientales,
ordenados y bien diseñados para el mejor desarrollo cerebral del niño, con espacios
libres, amplios y con mucha luz, sin ruidos y con temperatura y humedad ambiental ,
adecuada para la mejora del desarrollo cerebral, donde claro esta encuentra la
dificultad del problema económico.

En la opinión del autor “la letra con sangre no entra” nuestra que mientras la
educación siga métodos y técnicas pedagógica de épocas antiguas, la educación queda
estancada, y no puede avanzar hacia un nueva época de calidad educativa aplicada y
científica.
En referencia al Internet el autor lo cataloga como una “revolución cultural” que
puede ser beneficioso al facilitar los procesos de aprendizaje memoria y de
adquisición de nuevos conocimientos” pero dañino al no existir una buena enseñanza
y pedagogía en el manejo de Internet, y puede incidir, en el desarrollo de la atención
sostenida, ejecutiva, pensamiento profundo, y creativo.

Finalmente, acaba el libro con la necesidad de crear y formar nuevos profesionales en


el campo de la neurociencia y la educación, cuyos conocimientos les permitan por un
lado ser capaces de entender el cerebro y sus funciones, por otro que puedan detectar
a tiempo las disfunciones neurológicas como la dislexia, la discalculia y el autismo en
relación con el aprendizaje escolar y por último que les sirvan en la mejora de la
enseñanza y aprendizaje escolar y universitaria; y como la actitud de un profesor
puede ser causa suficiente para transformar y reorientar el futuro de los estudiantes.
Ya sea por haber logrado captar la atención, por abrir ventanas al conocimiento o por
cautivar por su personalidad llega a otorgarse el calificativo de buen o mal profesor.

El Dr. Mora destaca el trabajo del educador como el enlace entre la neurociencia y la
aplicación de este conocimiento en los estudiantes, por cuanto menciona que este
desarrollo está todavía en una fase muy inicial o prematuro, pero que busca, la
elaboración de un perfil profesional de “neuroeducador” capaz de dirigir la toma de
decisiones y formar a los estudiantes, utilizando el aporte de estos conocimientos en
su labor educativa., convirtiéndose en asesores en tiempo real para una mejora más
rápida y sólida de todo el sistema educativo.

Este tema me ha resultado interesante. Quizás por su orientación a la mejora de


nuestras capacidades y aptitudes frente a nuestros estudiantes, para desarrollar
técnicas de transmisión del conocimiento que fomenten la curiosidad, la atención y la
memoria, llamándome a la necesidad de avanzar en campos que no había imaginado o
tomado en cuenta, ya que en mi opinión fue una radiografía de mi labor dentro del
aula y el reflejo de la necesidad de realizarme una autoevaluación más profunda.

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