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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior Universitaria

Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe

Vicerrectorado Académico

Unidad Curricular Mantenimiento de Buques

Sección: A (Operaciones)

TRABAJO # 3

Parámetros de Mantenimiento

Capitán: Cadete:

Rangel Guillermo Blanco Luis

CI: 24804864

21 de Septiembre de 2018
Introducción

El mantenimiento es una disciplina integradora que garantiza la disponibilidad,


funcionalidad y conservación del equipamiento, siempre que se aplique
correctamente, a un costo competitivo. En la actualidad, el mantenimiento está
destinado a ser uno de los pilares fundamentales de toda empresa que se respete
y que considere ser competitiva. Dentro de las diversas formas de conceptualizar
el mantenimiento, la que al parecer presenta más actualidad, y al mismo tiempo
resulta más abarcadora, es aquella que lo define como “el conjunto de actividades
dirigidas a garantizar, al menor costo posible, la máxima disponibilidad del
equipamiento para la producción; visto esto a través de la prevención de la
ocurrencia de fallos y de la identificación y señalamiento de las causas del
funcionamiento deficiente del equipamiento” [Tavares, 2000].

Al inicio de todo proceso de Mejoramiento, ya sea a nivel personal como de


organización, se exige, como primera etapa, que se adquiera conciencia de la
realidad y, posteriormente, que se definan los objetivos a alcanzar. Entretanto, una
vez iniciado el proceso, es necesario monitorear el progreso alcanzado, a través
de observaciones y comparaciones a lo largo del tiempo, de parámetros que
definan claramente el grado de calidad de dicho desempeño, constatando, sin
subjetivismo, si se ha mejorado con respecto al inicio del período.
Parámetros de Mantenimiento:

Confiabilidad, Disponibilidad y Mantenibilidad

No hay cosa más importante y esencial para cualquier profesional


dedicado a un área específica que conocer y entender los términos y
conceptos relacionados con su trabajo, en mantenimiento existen, en mi
opinión, varios términos y conceptos importantes que debemos conocer y
manejar, pero sin duda los esenciales son los de Confiabilidad,
Disponibilidad y Mantenibilidad.

Estos conceptos han sido, son y seguirán siendo los elementos


centrales para el control y evaluación de la gestión de mantenimiento en
cualquier parte del mundo y están vinculados con indicadores de gestión y
con la generación de cultura de mantenimiento y confiabilidad en las
empresas.

Sin embargo, no es raro encontrar entre los profesionales de


mantenimiento cierta confusión cuando se habla de los conceptos de
Confiabilidad y Disponibilidad, ya que, sus definiciones son muy similares,
con ciertas sutilezas, que las diferencian de manera extrema.

Según el Estándar ISO/DIS 14224 – 2004 las definiciones de


Confiabilidad y Disponibilidad son las siguientes:

Confiabilidad: Es la capacidad de un activo o componente para


realizar una función requerida bajo condiciones dadas para un intervalo de
tiempo dado.

Disponibilidad: Es la capacidad de un activo o componente para estar


en un estado (arriba) para realizar una función requerida bajo condiciones
dadas en un instante dado de tiempo o durante un determinado intervalo de
tiempo, asumiendo que los recursos externos necesarios se han
proporcionado.

Es decir, cuando hablamos de confiabilidad el componente trabaja


continuamente durante un periodo de tiempo dado, en otras palabras la
función del componente no se interrumpe, el componente se pone en
operación (arriba) y se mantiene arriba. Por otra parte cuando hablamos de
disponibilidad el componente es puesto arriba en un instante dado y no
importa lo que pase después, la función del componente puede ser
interrumpida sin ningún problema.

Veamos ahora las ecuaciones matemáticas que se utilizan en el


ámbito operacional para el cálculo de estos dos parámetros, en función de
los tiempos de mantenimiento:

La confiabilidad operacional Co

Co = MTBF/(MTBF+MTTR)

La disponibilidad Operacional Do

Do =MUT/(MUT+MTTR)

Dónde:

MTBF (Mean Time Between Failures): Es el Tiempo promedio entre


Fallas

MTTR (Mean Time To Repair): Es el Tiempo Promedio para Reparar

MUT (Mean Up Time): es Tiempo Promedio en Operación (arriba) o


Tiempo promedio para fallar (MTTF)
Como podrán darse cuenta hemos incorporamos a esta discusión los
términos fallas y reparación.

De las ecuaciones anteriores tenemos que la de Confiabilidad está


regida por el tiempo entre fallas (MTBF) el cual involucra la ocurrencia de
esta, mientras que la de Disponibilidad tiene que ver con los tiempos de
operación (MUT) y los tiempos fuera de servicio (MTTR), estos últimos
pueden o no tomar en cuenta a los tiempos dedicados a los mantenimientos
preventivo, las actividades de mantenimiento correctivos programados y las
reparaciones de fallas de los componentes.

Dicho lo anterior podemos reformular la explicación inicial diciendo


que cuando hablamos de confiabilidad nos referimos a los tiempos que
involucran la ocurrencia de una falla y cuando hablamos de disponibilidad
nos referimos a los tiempos de operación y fuera de servicio de los
componentes, incluyendo o no los PM, CM y las fallas.

Mantenibilidad es definida por la ISO/DIS 14224, como la capacidad (o


probabilidad si hablamos en términos estadísticos), bajo condiciones dadas,
que tiene un activo o componente de ser mantenido o restaurado en un
periodo de tiempo dado a un estado donde sea capaz de realizar su función
original nuevamente, cuando el mantenimiento ha sido realizado bajo
condiciones prescritas, con procedimientos y medios adecuados. Esto quiere
decir, que si un componente tiene un 95% de Mantenibilidad en una hora,
entonces habrá 95% de probabilidad de que ese componente sea reparado
exitosamente en una hora.

La ecuación clásica de la Mantenibilidad es:

M(t) = 1 – е-(µt)

Cuando µ o rata de reparación es constante.

El MTTR (Mean Time To Repair) es el tiempo promedio para reparar


de un componente cuando este falla, es parte del tiempo promedio arriba o
en servicio (MDT) y es un indicador directo de la Mantenibilidad.

Podemos definir la rata de reparación (µ) en función del MTTR como:

µ = 1/MTTR

La rata de reparación es un parámetro el cual permite evaluar la


probabilidad que tiene un componente a ser reparado y juega un papel
exactamente similar a la rata de falla (λ = 1/MTBF) para el cálculo de la
confiabilidad.

Podemos decir entonces que la Mantenibilidad está inversamente


relacionada con la duración y el esfuerzo requerido para realizar las
actividades de Mantenimiento. Puede ser asociada de manera inversa con el
tiempo que se toma en lograr acometer las acciones de mantenimiento en
relación con la obtención del comportamiento deseable de un componente.

Existen dos tipos de Mantenibilidad: la intrínseca, que está relacionada


al aspecto de diseño de una instalación y que hace una consideración sobre
como las características de diseño ayudan al mantenimiento de un
componente (accesibilidad y facilidades para el mantenimiento) y la
extrínseca, que considera el contexto de dependencia de la gestión de
mantenimiento cuando se repara un componente (logística, organización de
las tareas, aislamiento, entrega de los equipos etc.), estas dos
diferenciaciones deben considerarse al analizar los factores que afectan a la
Mantenibilidad.

Curva de la bañera

La idea de la curva de la bañera forma la base conceptual para gran


parte del estudio de fiabilidad. En la mayoría de los dispositivos
electromecánicos, la función tasa de fallo tiene forma de bañera: cuando se
inicia la vida de un aparato, la tasa de fallo instantánea resulta ser
relativamente alta (es lo que se denomina “mortalidad infantil”); una vez que
los componentes y partes electromecánicas se han acoplado, la tasa de fallo
es relativamente constante y baja (etapa de “vida útil”); más adelante, tras un
tiempo de funcionamiento, la tasa de fallo vuelve a incrementarse hasta que,
finalmente, todos los dispositivos habrán fallado (“efecto envejecimiento”)
(Blesa, y otros, 2002).

La curva de bañera nos sugiere que la vida de un equipo se puede


dividir en tres periodos diferentes:

1-Juventud. Zona de mortandad infantil.

El fallo se produce inmediatamente o al cabo de muy poco tiempo de


la puesta en funcionamiento, como consecuencia de:

-Errores de diseño.

-Defectos de fabricación o montaje.

-Ajuste difícil, que es preciso revisar en las condiciones reales de


funcionamiento hasta dar con la puesta a punto deseada.

Para evitar esta zona, cuando es posible se somete a los


componentes a un “quemado” inicial desechando los componentes
defectuosos. Este quemado o rodaje inicial se realiza sometiendo a los
componentes a determinadas condiciones extremas, que aceleran los
mecanismos de fallo. Los componentes que pasan este periodo son los que
se venden, ya en la zona de vida útil.

2-Madurez. Periodo de vida útil.

Periodo de vida útil con tasa de fallos aproximadamente constante. Es


el periodo de mayor duración, en el que se suelen estudiar los sistemas, ya
que se supone que se reemplazan antes de que alcancen el periodo de
envejecimiento.

3-Envejecimiento.

Corresponde al agotamiento. La tasa de averías vuelve a crecer,


debido a que los componentes fallan por degradación de sus características
por el transcurso de tiempo. Aún con reparaciones y mantenimiento, la tasa
de fallo aumenta, hasta que resulta demasiado costoso el mantenimiento

Estos tres periodos se distinguen con claridad en un gráfico en el que


se represente la tasa de fallos del sistema frente al tiempo. Este gráfico se
denomina “Curva de bañera” o “Curva de Davies”.

Aunque existen hasta seis tipos diferentes de curva de bañera,


dependiendo del tipo de componente del que se trate, una curva de bañera
convencional se adapta a la siguiente figura:
Términos de Mantenimiento

Constructor: es la entidad produce un bien a través de un proceso que


incluye materias primas, componentes, o conjuntos, por lo general a gran
escala con diferentes operaciones divididas entre los diferentes trabajadores.
Comúnmente se usa de manera intercambiable con el concepto de
productor.

Empresa: Casa o sociedad mercantil o industrial fundada para


emprender o para llevar a cabo construcciones, negocios o proyectos de
importancia. Entidad integrada por el capital y el trabajo como factores de
producción y dedicada a actividades industriales mercantiles o prestación de
servicios generalmente con fines lucrativos y con la consiguiente
responsabilidad.

Avería: Las averías son defectos o desperfectos. Cuando algo sufre


una avería, está averiado. Para recuperar el funcionamiento habitual del
dispositivo, es necesario reparar la avería. Ante un desperfecto en un
dispositivo electrónico, existen varios caminos que puede tomar el usuario,
dependiendo de ciertos factores. En primer lugar, si lo ha comprado hace
poco tiempo y aún se encuentra en garantía, puede comunicarse con el
fabricante para solicitar servicio técnico. Aquí nuevamente pueden surgir
varias opciones, ya que en algunos casos la asistencia puede brindarse de
forma remota, como ocurre cuando la avería se debe a problemas de
software o de redes, mientras que en otros es necesario que el cliente envíe
el aparato directamente a la central para que los expertos evalúen el
problema y lleven a cabo la reparación pertinente, tras lo cual le devolverán
el producto.

Es importante señalar que los fabricantes protegen sus aparatos de


las reparaciones no autorizadas por medio de precintos que se destruyen
una vez que alguien los abre. De esta manera, si un producto se encuentra
dentro del plazo de garantía pero el dueño opta por intentar arreglarlo por su
cuenta o contratar a un técnico no oficial, ya no podrá gozar de la garantía.
Claro que el servicio técnico oficial no siempre es la mejor opción, ya que
muchas veces reemplazan productos recién comprados por otros sin el
consentimiento del cliente, de modo que les envían uno diferente, que puede
estar en peores condiciones que el original e incluso ser más antiguo.

Falla: Se dice que un producto/servicio o un proceso falla, cuando no


lleva a cabo, de forma satisfactoria, la prestación que de él se espera (su
función). En términos específicos, una falla funcional, se define como la
inhabilidad de un activo para desempeñar una función conforme al estándar
de rendimiento aceptable para el usuario. Por ejemplo, considere una bomba
diseñada para bombear 4,000 litros por minuto que está perdiendo su
capacidad de bombeo por debajo de 3,200 litros por minuto. Asumiendo que
la baja tasa de bombeo no cumple con los requerimientos del proceso para
esta bomba, uno debe considerar que ha fallado funcionalmente - la máquina
continúa en operación, pero no funciona de acuerdo con las especificaciones
de diseño requeridas y probablemente necesita ser detenida para solucionar
el problema.

Falla Catastrófica: Cuando nos referimos a una falla catastrófica,


comúnmente hablamos de una falla repentina en una máquina/equipo que
tiene como consecuencia un cese de operación. Las fallas catastróficas
pueden causar daño no sólo al componente específico en cuestión, sino
también pueden causar daños colaterales. Tomemos como ejemplo un anillo
de pistón que falla mientras el motor está en operación, causando que la
biela atraviese la pared del cilindro, o el cojinete de un ventilador que falla
debido a la falta de lubricación forzando a que la carcasa del ventilador o del
motor salga literalmente disparada desde su base.

Falla Funcional: incapacidad de un elemento, componente de un


equipo, o equipo para satisfacer un estándar de funcionamiento deseado.

Falla Oculta: Una falla oculta es una falla funcional que no es evidente
por sí misma al equipo operativo (o personal de mantenimiento) bajo
circunstancias normales de operación. Ejemplo es; el indicador de presión
que indica una normal condición pero que está atascado y no puede cambiar
suposición, y transmite una señal errónea ocultando una falla potencial.

Falla Potencial: Condiciones físicas identificables que indican que va a


ocurrir un fallo funcional o que está en el proceso de ocurrir.
Conclusión

Cuando hablamos de confiabilidad el componente trabaja continuamente durante


un periodo de tiempo dado, en el caso de la disponibilidad la función del
componente puede ser interrumpida sin ningún problema. La mantenibilidad está
inversamente relacionada con la duración y el esfuerzo requerido para realizar las
actividades de mantenimiento. La curva de la bañera nos da un claro conocimiento
acerca del estado del equipo y el tipo de mantenimiento que debe aplicársele.

La actividad de control del mantenimiento en la empresa, exige rigor técnico, pues


de lo contrario queda en una buena intención que puede desacreditarla y
provocarle problemas en el desarrollo posterior de su actividad productiva.

La existencia de una amplia gama de indicadores de evaluación de la actividad de


mantenimiento dificulta en cierta medida el proceso de toma de decisiones al no
estar definidos los índices considerados como claves para dicha función.

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