Está en la página 1de 3

Oscar Valenzuela

6h

El crimen del Periodista Orlando Martinez cometido por un comando militar del Servicio de Inteligencis de la
Fuerza Aérea Dominicana en 1975 provocó el rompimiento definitivo del Presidente Joaquin Balaguer con uno de
los dos grupos militares que dominaban y antagonizaban dentro de las Fuerzas Armadas Dominicanas.
Se comentaba en las alturas del poder que un alto funcionario del Central Romana Corp de nacionalidad cubana y
ligado a la CIA había pagado un sicariato a un alto oficial de la institución militar para eliminar al periodista
Orlando Martinez Howley.
Orlando Martínez había escrito en su columna “Microscopio” varios artículos donde denunciaba una supuesta
evasión de impuestos del consorcio azucarero en las exportaciones de un subproducto de la caña llamado “furfural”.
Ese escándalo afectó el valor de las las acciones que cotizaba en la Bolsa de Valores la Gulf And Wéstern Corp.
propietaria del Central Romana.
El Presidente Balaguer molesto porque en esa acción criminal se había involucrado a miembros de la Secundad del
Estado y se colocaba al Gobierno contra la pared ante la opinión pública reaccionó nombrando al Mayor General
Neit Nivar Seijas en la Jefatura de la Policía Nacional.
En los primeros días de la Guerra Civil de 1965 y durante toda la Gestión Provisional del Presidente Héctor García
Godoy, los Estados Unidos habían dejado instalada una estructura militar que respondía a los lineamientos del
Pentágono que en un principio estuvo encabezado por el Comodoro Francisco Javier Rivera Caminero y
posteriormente sustituido por el Mayor General Enrique Pérez y Pérez para combatir la infiltración comunista en la
República Dominicana, dentro del contexto de “la Guerra Fría”.
Esa estructura militar la completaban el Comodoro Ramón Emilio Jiménez Hijo, Jefe de la Marina de Guerra; al
General Juan de los Santos Céspedes Jefe de la Fuerza Aérea Dominicana, posteriormente sustituido por el General
Salvador Lluberes Montas; y Jacinto Martínez Arana Jefe de Estado Mayor del Ejército.
Cuando asciende al poder en 1966 el Presidente Constitucional de la República Joaquín Balaguer se encuentra con
su primer entuerto militar: la Embajada de los Estados Unidos le sugiere confirmar al Mayor General Pérez y Pérez
en la Secretaria de las Fuerzas Armadas, al Comodoro Jiménez Reyes en la Marina: a Lluberes Montás en la Fuerza
Aérea y solo nombrar a su conveniencia al Jefe del Ejército que lo fue el General Rafael de Jesús Checo y al General
Ney Tejeda Alvarez en la Policía Nacional.
Balaguer maniobró para dividir la estructura militar que le imponían las circunstancias de “la Guerra Fría” al ofrecer
la Secretario de las Fuerzas Armadas al Comodoro Jiménez Hijo, pero este no aceptó y también le advirtió al
Presidente Balaguer, “que el hombre indicado para manejar la secretaria bajo el contexto de “la Guerra Fría” lo era
el General Pérez y Pérez”.
El Presidente Balaguer entonces creó su propia estructura militar Balaguerista paralela y de contrapeso a la
estructura militar heredada nombrando a militares de su extrema confianza al mando de las principales brigadas,
comandos operativos y de apoyo en combate del Ejército Nacional.
Esa estructura militar Balaguerista reportaba al General Checo pero también “al hombre fuerte” de la corriente
militar Balaguerista que estaba en el Palacio Nacional, el General Neit Rafael Nivar Seijas, a la sazón nombrado
Jefe del Cuerpo de los Ayudantes Militares del Presidente.
El Presidente Balaguer hábilmente debilitó a la Fuerza Aérea Dominicana en San Isidro desmantelando el Centro de
Enseñanzas de las Fuerzas Armadas, CEFA; y trasladando su infantería y blindados a la poderosa Primera Brigada
del Ejército comandada por el General Marco Jorge Moreno y al Comando de Apoyo en Combate.
Balaguer había gobernado durante los primeros diez años 1966-75, maniobrando “como un zorro de la política”
como centro de equilibrio y cohesión de las Fuerzas Armadas entre dos tendencias militares antagónicas, para
garantizar la estabilidad y la seguridad de su propio gobierno; el Presidente Balaguer hábilmente los mantenía
cohesioados en su torno, pero divididos, separados y alejadas entre si.
Hasta que en 1975 a raíz del crimen del periodista Orlando Martínez se produce la sorpresiva renuncia de los Jefes
Militares “por no estar de acuerdo con las últimas medidas tomadas por su gobierno”, refiriéndose al nombramiento
del General Neit Nivar Seijas en la Jefatura de la Policía Nacional con el consabido propósito de investigar y
someter a la Justicia a los autores del crimen del periodista.
Mientras el Presidente Balaguer ponía en posesión de su cargo al General Nivar Seijas en la Jefatura de la Policía
Nacional; los altos mandos militares celebraron una ceremonia paralela en la Base Aérea de San Isidro donde se
imponía una insignia militar al Jefe del Estado Mayor de la institución.
El General Nivar Seijas apreso y sometió a la justicia a los autores materiales del crimen del periodista Orlando
Martínez que resultaron ser miembros del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea Dominicana.
Nivar Seéijas cumpliendo instrucciones del Presidente Balaguer coló a la prensa los detalles del crimen y solo las
transcripciones de los interrogatorios practicados a los autores materiales del hecho para que fuera de conocimiento
público..
Balaguer recibió en su despacho la carta de renuncia de los Jefes Militares de manos del Subsecretario de las
Fuerzas Armadas Vicealmirante Francisco Amiama Castillo; salió del Palacio Nacional a inaugurar una obra,
mientras emitía un primer decreto autonombrándose Secretario de las Fuerzas Armadas y se preparaban una lluvia
de otros decretos nombrando en todo el aparato militar a hombres de su extrema confianza; desmantelando
totalmente la estructura militar que representaba los intereses, y la influencia norteamericana en el seno de las
Fuerzas Armadas.
Por primera vez el sector militar Balaguerista que encabezaban el Teniente General Beauchamp Javier y Neit Nivar
Seijas asumía el control total de las Fuerzas Armadas y los Estados Unidos perdían totalmente su estructura, el
control militar e influencias sobre los institutos castrenses dominicanos en medio de “la Guerra Fría”.
Ese acontecimiento determinó que el Pentágono, el Departamento de Estado y la Casa Blanca decidieran retirar el
apoyo al próximo intento de reelección y sacar al Presidente Balaguer del poder en las elecciones que se avecinaban
en 1978.
El Presidente Balaguer trató de suavizar de nuevo sus relaciones con Washington en 1976 cuando nombró al
General Pérez y Pérez como Ministro de Interior y Policía y luego como Jefe del Ejército; al Vicealmirante Jiménez
Hijo como canciller y al General Lluberes Montás en la Administración de Molinos Dominicanos; pero ya era tarde,
la decisión de Washington de apoyar al Hacendado Antonio Guzmán había sido transmitida por la Embajada
Norteamericana a los empresarios, a la prensa, a la Iglesia y demás poderes fácticos.
La madrugada del 16 de mayo de 1978 el Grupo Militar encabezado por el General Beauchamp Javier y Nivar Seijas
ordeno al capitán Benoit interrumpir el conteo de las elecciones generales en la Junta Central Electoral y se proponía
dar un golpe de Estado al Presidente Balaguer con el fin de impedir la ascenso del Partido Revolucionario
Dominicano.
El Presidente Balaguer que se encontraba durmiendo en su residencia fue despertado e informado de la situación que
ocurría y llamó al General Beauchamp Javier y le dijo: “un hecho de esa naturaleza sería antihistórico y provocaría
un derramamiento de sangre y que no contaran con él para esa tragedia nacional.
Al otro día por la noche el Presidente Balaguer se dirigió al país en cadena Nacional anunciando “que a pesar de
todos los hecho acontecidos en las últimas horas, el conteo de los votos en la Junta Central Electora continuarían y la
voluntad popular expresada en las urnas sería respetada y que ni el ni nadie podrá ocupar el poder de forma
usurpada”.
“Ahora mis correligionarios, lloran como mujeres lo que no supieron defender como hombres; cómo los moros de
Castilla sobre el Muro de las Lamentaciones; cómo Jeremías” expresó el Presidente Balaguer.
Lo cierto es que el Presidente Balaguer nunca quiso recibir al Embajador Norteamericano en su residencia hasta que
el Jefe del Ejército Mayor General Enrique Pérez y Pérez ordenó el acuartelamiento de las cuatro brigadas del
Ejército Nacional y apoyo abiertamente al Presidente Guzmán.
Ya la estructura militar que encabezaba el Mayor General Enrique Pérez y Pérez había llegado a un acuerdo con el
virtual presidente electo Antonio Guzmán a través de Virgilio Ortiz Bosch, gestiones del Doctor Peña Gómez y la
aprobación del propio Guzmán, para mantener al General Pérez y Pérez por dos años al frente de la Jefatura del
Ejército Nacional, el nombramiento del Vicealmirante Amiama Castillo en la Marina y también mantener por dos
años en la cancillería al Vicealmirante Jiménez Reyes.
Sorpresivamente el Presidente Guzmán después de desmantelar la estructura militar Balaguerista de Beauchamp y
Nivar Seijas, nombró al General Pérez y Pérez en un cargo diplomático pero este no aceptó y pidió su retiro formal
de las Fuerzas Armadas
El grupo milita del General Pérez recibía órdenes directas del General de Cuatro Estrellas Dennis McColliffe Jefe
del Comando Sur Norteamericano con asiento en La Zona del Canal de Panamá que visitó el pais para recuperar el
control militar de las Fuerzas Armadas y desmantelar al sector militar Balaguerista del General Beauchamp y Nivar
Seijas que interrumpió el conteo electoral.
El Embajador Robert Yost para buscarle una salida rápida a la crisis post electoral que se retardaba por las
impugnaciones presentadas por el Partido Reformistas acordó con el electo Presidente Guzmán y el Doctor Hector
Inchaustegui Cabral con el saliente Presidente Balaguer mantener el Congreso Nacional bajo control del Partido
Reformista.
La Junta Central Ejectoral proclamó el triunfo de Antonio Guzmán y otorgó cuatro senadurías adicionales al Partido
Reformista.
El Coronel Pou Castro que dirigió el comando militar que asesinó al periodista Orlando Martínez fue reintegrado a
la Fuerza Aérea y ascendido posteriormente a General de Brigada durante la gestión del Doctor Salvador Jorge
Blanco, posteriormente fue puesto en retiro; el caso del periodista Orlando Martínez siguió en el limbo hasta que en
1997, el juez Juan Manuel Castillo Pantaleón lo desengaveto y los autores materiales del crimen fueron llevados a la
Justicia y condenados a treinta años de presión.
El juicio a los autores del crimen del periodista Orlando Martínez fue celebrado ya estando el Presidente Balaguer
fuera del poder en 1997; fue un juicio público, oral y contradictorio, fue televisados todo el pais; declararon más de
cien testigos y ninguno mencionó el nombre de Balaguer, ni aporto evidenciar o pruebas que pudieran vincular o
incriminar al Presidente Balaguer en el caso de Orlando Martínez.

También podría gustarte