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Corriente libertadora del norte

CAMPAÑA: SIMÓN BOLÍVAR

La Corriente Libertadora del Norte se llama así a la campaña independentista liderada por el criollo
venezolano Simón Bolívar entre 1810 y 1826.

Se inició luchando por la libertad del Virreinato de Nueva Granada (Colombia, Venezuela y
Ecuador) y terminó al conseguir la independencia del Perú y Bolivia.

PARTICIPACIÓN EN EL PERÚ:

En julio de 1822, Bolívar se entrevistó con don José de San Martín en Guayaquil. El resultado fue el
retiro de San Martín del Perú para que su campaña libertadora sea culminada por Bolívar.

Este llegó a Lima en setiembre de 1822 y fue nombrado Dictador del Perú en febrero de 1822. Así,
al mando del Ejército Unido Libertador derrotó a los españoles en la batalla de Junín y su
lugarteniente Antonio José de Sucre los venció en la decisiva batalla de Ayacucho.

APORTES EN EL PERÚ

Simón Bolívar fundó el diario El Peruano y la Universidad de la Libertad de Trujillo. Estableció la


bandera en tres franjas verticales y en el centro el escudo de armas. Además, elaboró la
Constitución de 1822 (Vitalicia).
1982: se disuelve la Junta, asume
Ríos Montt
Casi tres meses después de que el triunvirato militar derrocara del poder al general Romeo Lucas
García, el 9 de junio de 1982 dos de sus miembros renuncian y el general Efraín Ríos Montt se
autoproclama presidente de la República.
PorHemero
teca
PL
9 de Junio de 2017 a las 2 0:32h

Archivado en:
Efraín Ríos Montt Golpe de Estado Presidentes de Guatemala Un Día como hoy
Titular de Prensa Libre del 10 de junio de 1982 informando sobre la disolución de
la Junta Militar que gobernaba el país. (Foto: Hemeroteca PL)
Gracias, Dios mío, tú me has traído hasta aquí dijo el general Efraín Ríos
Montt, luego de ser declarado presidente de la república, durante la sorpresiva
ceremonia que tuvo lugar en el salón de recepciones del palacio nacional.

La declaración fue apoyada por todas las comandancias y brigadas militares del
país, al conocerse la renuncia del coronel Francisco Gordillo Martínez y general
Horacio Egberto Maldonado Schaad, quienes hasta ayer ocuparon los ministerios
de comunicaciones y gobernación, respectivamente, además de ser miembros de la
gobernante junta militar de gobierno.

La renuncia de los dos triunviros citados, desintegró la junta militar y en


consecuencia, las altas autoridades del ejército acordaron nombrar como
presidente de los organismos ejecutivo y legislativo, al general Ríos Montt, quien
hasta el día anterior era jefe de la junta de gobierno.

En la ceremonia estuvieron presentes los ministros renunciantes, así como los


demás miembros del gabinete, y el presidente del organismo judicial, licenciado
Ricardo Sagastume Vidaurre.

Detalle de la portada de Prensa Libre del 10 de junio de 1982 donde aparece un


oficial del ejército invistiendo a Ríos Montt con la banda presidencial. (Foto:
Hemeroteca PL)Asistieron también al acto de la toma de la presidencia de la
república los comandantes de las fuerzas militares, navales, aérea y de tierra,
quienes, según se informó, fueron los que dispusieron centrar la jefatura del
gobierno en el general Ríos Montt.
Inicialmente hizo uso de la palabra el viceministro de la defensa general Oscar
Mejía Víctores quien leyó el documento correspondiente, mediante el cual el
ejército nombraba como nuevo presidente de la nación, al general Ríos Montt.
Poco después se dirigió a los presentes el secretario general de la presidencia,
licenciado y coronel Manuel de Jesús Girón Tánchez, quien también dio lectura
al decreto del nombramiento presidencial y de otro más que se refiere a los
cambios que sufre el estatuto jurídico de gobierno.

El punto más importante lo constituyó la intervención de un capitán del


ejército, de apellido Muñoz, que colocó la banda presidencial al general Ríos
Montt.

El nuevo presidente, tras una oración al Creador, expresó que: "Llevaré sobre mis
hombros la responsabilidad de dirigir los destinos de la nación y tengo fe en que
tú me ayudarás".

Durante el acto no hubo aplausos. Los presentes, en silencio, observaron el


desarrollo de los puntos improvisados. Algunos incluso no daban crédito a lo que
estaba ocurriendo, ya que a pesar de los rumores, en la desintegrada junta de
gobierno, se evidenciaba unidad y nunca se pensó que Maldonado Schaad y
Gordillo Martínez fueran a dimitir de la noche a la mañana.

Movimiento de tropas
Fuerte movimiento de tropas hubo en el palacio nacional desde tempranas horas
del día 9 de junio, antes de que fueran del conocimiento público las renuncias de
los triunviros, general Horacio Egberto Maldonado Schaad y coronel Francisco
Luis Gordillo Martínez.

Numerosos soldados ingresaron al despacho del entonces ministro de


Comunicaciones, coronel Gordillo Martínez, y otros más se quedaron vigilando las
demás oficinas de la dependencia aludida.

En el ministerio de gobernación, ubicado en el primer nivel del palacio nacional


(ala derecha), también ocurrió lo mismo. A varias personas que llegaron para
arreglar diversos asuntos burocráticos, se les indicó que abandonaran la casa de
gobierno.

Hasta las 9 horas, se desconocía la renuncia de los ministros y triunviros


mencionados. Todos los empleados de los ministerios comentaban que en realidad
se estaba "produciendo un golpe de estado".

Otros funcionarios aducían que era un "minigolpe", porque se estaba obligando al


coronel Gordillo y al general Maldonado Schaad, a que renunciaran a los cargos
que venían ocupando desde el 23 de marzo de ese mismo año.

Las tropas permanecieron frente a los ministerios mencionados por más de dos
horas. Mientras tanto oficiales jóvenes dialogaban, se dijo, con los ministros
Gordillo y Maldonado, en sus respectivos despachos, indicándoles que "era mejor
que renunciaran".

Los periodistas vieron también cuando los ex triunviros salian de sus oficinas
acompañados por varios oficiales y se dirigieron al despacho del general Ríos
Montt, ubicado en el segundo nivel, ala izquierda.

En ese momento se empezaba a esclarecer la situación. Todos los comandantes de


zonas y, brigadas militares del interior, así como de esta capital, se estaban
concentrando en el salón de recepciones del palacio.

El jefe de Estado de facto Efraín Ríos Montt aparece con la plana mayor del
Ejército en 1982. (Foto: Hemeroteca PL)
Un fuerte cordón de soldados impedía el paso hacia el aludido local. Algunos
comentarios entre los presentes aseguraban lo del "mini-golpe de estado".

Poco después de las once horas, llegó al citado salón el general Ríos Montt,
acompañado del general Maldonado Schaad y del coronel Gordillo. Extrañó a los
periodistas que el ex ministro de Gobernación y vocal I de la junta, fuera vistiendo
un traje azul marino, y de anteojos, cuando los demás llevaban puesto el uniforme
militar.

Una voz irrumpió el silencio imperante en el salón de banquetes. Era el


viceministro de la Defensa, general Óscar Mejía Víctores, quien dijo a los ministros
y altos jefes militares presentes, que el general Ríos Montt, era el nuevo presidente
de la república.

El régimen de Ríos Montt finalizó el 8 de agosto de 1983 al ser separado en el poder


por el general Óscar Humberto Mejía Víctores.

La batalla de junin
La batalla de Junín fue uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron
los ejércitos realistas y patriotas en el proceso de la independencia del Perú el 6 de
agosto de 1824. Su resultado fue la victoria de los independentistas, pese a que en un primer
momento los veteranos jinetes de la caballería realista del general José de Canterac cargaron
a los regimientos colombianos de tal suerte y modo que el general Bolívar ordenó la retirada
persuadido de la franca derrota. Sin embargo, gracias a la iniciativa del mayor peruano José
Andrés Rázuri oficial del regimiento Húsares del Perú, que conducía el coronel Isidoro Suárez,
cargaron los peruanos con tal ímpetu que consiguieron a sable y lanza aquella victoria. El
general Bolívar, de vuelta al campo de batalla, dispuso el cambio de nombre de Húsares del
Perú por Húsares de Junín.
Simón Bolívar, Libertador y presidente de la Gran Colombia continuó la guerra de
emancipación del Perú. En el año 1824 los realistas se sostenían aún en la sierra central y
el Alto Perú. Bolívar tenía en su ejército más de 10.000 hombres, en su mayoría colombianos
y peruanos, menos de 1.000 chilenos y una centena de jinetes rioplatenses. Su número era
equivalente al número de realistas, pero las fuerzas realistas estaban dispersas entre el valle
del Mantaro y Alto Perú. Esto fue debido a la sublevación en el Alto Perú del general realista
Olañeta que fracturó la defensa del virreinato, y obligó al virrey a mandar sobre el Alto
Perúparte importante de sus ejércitos al mando de Jerónimo Valdés, unos 5000 regulares que
tenían su base en Puno.
Bolívar, conocedor de esta ventaja aprovechó la oportunidad, y en junio de 1824 enfiló su
ejército hacia la sierra central del Perú para aislar a las solitarias fuerzas realistas del
general José de Canterac, situadas en el norte. La fuerza que alcanzó a cruzar la cordillera
andina fue de 8.000 soldados y a ellos hay que añadir unos 1.500 montoneros que formaron
una pantalla de guerrillas.

Escenario[editar]
La batalla se desarrolló en la pampa de Junín o también llamada la Meseta de Bombón,
situada en el centro del Perú en el actual departamento de Junín a orillas del lago llamado
Junín o Chinchaycocha que está situado a 4000 msnm. La planicie está ubicada en la región
natural de la puna o altoandina, entre los distritos de Junín, Óndores y Carhuamayo de la
región Junín y el distrito de Ninacaca de la región Pasco

La batalla[editar]

Obelisco de Chacamarca, ubicado en la Provincia de Junín Perú.

Preludio[editar]
El 2 de agosto Simón Bolívar pasó revista a su ejército, compuesto por 7900 soldados de
infantería, 1000 de caballería y seis piezas de artillería, en el llano de Rancas dirigiéndole
estas elocuentes palabras:
¡Soldados! Van a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de
salvar un mundo entero de la esclavitud.
¡Soldados! Los enemigos que van a destruir se jactan de catorce años de triunfos. Ellos, pues serán
dignos de medir sus armas con las de ustedes que han brillado en mil combates.
¡Soldados! El Perú y la América toda aguardan de ustedes la paz, hija de la victoria, y aún la Europa
liberal les contempla con encanto porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del Universo. ¿la
burlaron? No. No. ustedes son invencibles.
Simón Bolívar
El 6 de agosto el ejército de Canterac, formado por 1300 jinetes, y entre menos de 60007-
7000 infantes y nueve piezas de artillería,8 marchaba apresuradamente alrededor del lago
Junín tratando de evitar el combate con Bolívar. Esa tarde el Ejército Unido había cruzado el
río Grande a la altura de Rumichaca, al llegar a una elevación pudieron observar al ejército
realista en retirada acercándose a la llanura de Junín.
Sin perder tiempo, Bolívar ordenó a 900 jinetes de su caballería intentar detener a los realistas
mientras la infantería, que aún se encontraba a 5 kilómetros de distancia los alcanzaba.
Viendo esto, Canterac ordenó a su infantería continuar la retirada y poniéndose el mismo a la
cabeza de sus hombres, desplegó su caballería en batalla ordenando que los "Húsares de
Fernando VII" y los "Dragones del Perú" formaran una sola línea teniendo a los "Dragones de
la Unión" en columna a los dos flancos para favorecer el envolvimiento de la caballería
patriota.
El terreno era difícil, la caballería destacada por Bolívar marchaba en columnas por un espacio
angosto entre un cerro y un pantano. El mando general de toda ella lo ejercía el
general Mariano Necochea, el de la caballería colombiana el coronel Lucas Carvajal y el de la
peruana el general Guillermo Miller.9 Encabezando la formación iba el regimiento de
Granaderos de Colombia comandado por Felipe Braun, seguido por el escuadrón de
Granaderos de los Andes al mando de Alejo Bruix, el regimiento de Húsares del Perú del
coronel Antonio Placencia, y el regimiento de Húsares de Colombia del coronel Laurencio
Silva. La caballería independentista salió del trecho por el que venía y comenzó a desplegarse
en la pampa, pero cuando únicamente los "Granaderos de Colombia" habían formado en
batalla y el tercer escuadrón de "Húsares del Perú" aguardaba en la quebrada de Chacamarca
su turno para entrar en la línea, fue cargada por la caballería realista.

Perspectiva del Proyecto Político de Simón


Bolívar
Simón Bolívar, "El Libertador" como se lo llama por realizar la independencia de Colombia y por ser el
hombre indicado para liberar a los pueblos de la dominación española y concretar la independencia en los
distintos puntos de América del Sur, era una persona que, a causa de su carácter ambicioso y anheloso
de poder, buscaba concretar los ideales que visionaba.
Comprobamos esto cuando en junio de 1812 abandonó su puesto en Puerto Cabello, que como teniente
coronel se le había asignado, sólo porque no le gustaba el rango que poseía. Provocando así que su
comandante, el general Miranda, tratara y pactara con las fuerzas españolas, para más tarde caer apresado
por estos, eliminando así toda esperanza para formar la primera República de Venezuela.
Así, solo, tomo el mando de una pequeña fuerza patriota y empezó el exterminio de los soldados realistas
liberando Venezuela, Nueva Granada, Quito, y Guayaquil; llegando a formar la República de Colombia donde
se nombró a Bolívar presidente y se le dio el nombre característico: "Libertador".
Pero ¿cuál era el proyecto que tenía en mente el Libertador? Cuál era aquel ideal que lo impulsaba a seguir
adelante y enfrentarse a tropas realistas mucho más poderosas y numerosas que él. Chirinos Soto nos dice lo
siguiente:
"En Bolívar hay que distinguir las dos empresas que se propone. La primera, como soldado, es la de liberar a
su Patria Venezuela y al resto de América hasta donde le alcancen las fuerzas. Llega hasta el alto Perú. La
segunda de sus empresas, como hombre de estado, es la de establecer un nuevo sistema de gobierno sobre
los restos del dominio español por él destrozado".1
En efecto, Simón Bolívar quería liberar a todos los pueblos del dominio español y empezó a hacerlo primero
con su patria Venezuela; para lo cual, como nos dice C.R. MARKHAN : "sacrifico una gran parte de su fortuna
privada en el sostenimiento de sus tropas y las capitaneaba con gran pericia y perseverancia, logrando así,
junto a ayuda de una legión de 2.000 ingleses, instalar el congreso venezolano en 1819 que, a su vez, nombro
a Bolívar presidente de la república venezolana".2
Después lo hizo con Nueva Granada, que había sido reconquistada por el general español Morillo.
Sintiéndose victorioso, mando su ejército a Quito, donde después de ganar la batalla de Pichincha logró
liberarlo.
Estos triunfos dieron al Libertador mayor seguridad sobre lo que tenía en mente, sus ideales iban tomando
cuerpo sin embargo, faltaba un lugar por ser liberado: el Perú, un país que había pedido libertad desde mucho
antes, con las primeras rebeliones de indígenas que no aceptaban las torturas dadas por los extranjeros,
rebeliones importantes como la encabezada por Tupac Amaru II, que se tomo de inicio para las grandes
sublevaciones en todo América del sur, abarcando los tres virreinatos: del Perú, Nueva Granada y Rió de la
Plata.
Era tanto su deseo de liberar del dominio español a toda América que ofreció ayuda para culminar
la guerra por la independencia del Perú. Y prueba de ello es la carta escrita por San Martín hacia El
Libertador, en la que dice:
"(…)Yo acepto la oferta generosa, que V.E. por la gloria se sirve hacerme en su despacho de 17 del pasado:
el Perú recibirá con entusiasmo y gratitud todas las tropas que pueda disponer V.E. a fin de acelerar la
campaña y no dejar el menor influjo a las vicisitudes de la fortuna: espero que Colombia tendrá la satisfacción
de que sus armas contribuyan poderosamente a poner término a la guerra del Perú, así como las de este han
contribuido a plantar el pabellón de la República en el sud de su vasto territorio"3
No debemos olvidar que esta ayuda se dio como gratitud por la colaboración del ejército peruano en la batalla
de Pinchincha. Por esto el Libertador, agradecido, dio los mismos auxilios al Perú.
Fue con toda esta ayuda que se proclamó la independencia del Perú y poco después se instalo el congreso
del Perú con lo cual San Martín entendió que su papel en este lugar había terminado y era hora de que el
Libertador entre al Perú para concretizar la independencia; es así como el mismo Protector, en
una carta enviada a Bolívar el 29 de agosto de 1822 lo menciona:
"(…) no dudando que después de mi salida del Perú, el gobierno que establezca reclamara la activa
cooperación de Colombia, y que U. no podrá negarse a tan justa petición, antes de partir remitiré a U. una
nota de todos los jefes cuya conducta militar y privada, puede ser a U. de utilidad su conocimiento

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