Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hasta ese momento, todos los asesores civiles habían estado en contra de la
intervención inmediata, abrigando la esperanza de que la parte lealista pudiera poner
fin a la guerra civil. El presidente Johnson, sin embargo, siguió el consejo de su
embajador en Santo Domingo, W. Tapley Bennett, quien argumentó la ineficiencia y la
indecisión de los líderes militares dominicanos. Bennett sugirió que los EE. UU.
interpusieran sus fuerzas entre los rebeldes y los de la Junta, y que aplicaran así un alto
el fuego. Luego, los Estados Unidos pidieron a la Organización de Estados Americanos
la negociación de un acuerdo político entre las facciones opuestas.
"su ocupación sin previo aviso es para evitar que la República Dominicana se vuelva
comunista."
El 29 de abril, bajo el argumento oficial de la necesidad de proteger las vidas de los
extranjeros –ninguno de los cuales había sido muerto o herido– una flota de 41 buques
fue enviada para bloquear la isla y de esta forma comenzó la invasión de infantes de
marina y parte de la 82.ª División Aerotransportada. También, se desplegaron
alrededor de 75 miembros de la compañía "E" del 7th Special Forces Group. En
definitiva, se terminó por enviar a Santo Domingo un contingente de 42 000 soldados e
infantes de marina.
El presidente Lyndon B. Johnson declaró esa noche que había dado órdenes para el
desembarco de infantes de marina en Santo Domingo con la finalidad de proteger la
vida de ciudadanos norteamericanos y que la OEA había sido informada de esa
situación. Otras versiones afirman la invasión se efectuó de forma unilateral y que los
delegados de la OEA se enteraron de la invasión por radio y por televisión luego del
discurso de Johnson. No obstante, poco después, los Estados Unidos junto con la OEA,
formaron una fuerza militar interamericana para la intervención en la República
Dominicana.