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TEATRO ANTIGUO
En Grecia nació el teatro entendido como «arte dramático». El teatro griego
evolucionó de antiguos rituales religiosos (komos); el ritual pasó a mito y, a través
de la «mímesis», se añadió la palabra, surgiendo la tragedia. A la vez, el público
pasó de participar en el rito a ser un observador de la tragedia, la cual tenía un
componente educativo, de transmisión de valores, a la vez que de purgación de
los sentimientos («catarsis»). Más adelante surgió la comedia, con un primer
componente de sátira y crítica política y social, derivando más tarde a temas
costumbristas y personajes arquetípicos. Apareció entonces también la mímica y
la farsa. Los principales dramaturgos griegos fueron: Esquilo, Sófocles y Eurípides
en tragedia, mientras que en comedia destacaron Aristófanes y Menandro.
TEATRO MEDIVAL
El teatro medieval era de calle, lúdico, festivo, con tres principales tipologías:
«litúrgico», temas religiosos dentro de la Iglesia; «religioso», en forma de misterios
y pasiones; y «profano», temas no religiosos. Estaba subvencionado por la Iglesia
y, más adelante, por gremios y cofradías. Los actores eran en principio
sacerdotes, pasando más tarde a actores profesionales. Las obras fueron en
primer lugar en latín, pasando a continuación a lenguas vernáculas. El primer texto
que se conserva es el Regularis Concordia, de San Æthelwold, que explica la
representación de la obra Quem quaeritis?, diálogo extraído del Evangelio entre
varios clérigos y un ángel.
TEATRO CONTEMPORANEO
Siglo XIX
El teatro romántico tuvo dos notables antecedentes en el Sturm und Drang con
Johann Christoph Friedrich von Schiller (Don Carlos, 1787; Guillermo Tell, 1804) y
Johann Wolfgang von Goethe (Fausto, 1808). Como en el resto de la literatura
romántica, destaca por el sentimentalismo, el dramatismo, la predilección por
temas oscuros y escabrosos, la exaltación de la naturaleza y del folklore popular.
Surgió un nuevo género, el melodrama, y se popularizaron los espectáculos de
variedades (vaudeville).
Con el teatro realista nació el teatro moderno, pues sentó las bases del que sería
el teatro del siglo XX. Se puso énfasis en el naturalismo, la descripción minuciosa
de la realidad, no sólo en la temática y el lenguaje, sino también en decorados,
vestuario, atrezzo, etc. La interpretación era más veraz, sin grandes
gesticulaciones ni dicción grandilocuente, como en la «representación antiteatral»
–actuar como en la vida real, como si no se estuviese en un teatro– de André
Antoine y su Théâtre Libre –donde por primera vez se iluminó sólo el escenario,
dejando al público a oscuras–.
Siglo XX
El teatro del siglo XX ha tenido una gran diversificación de estilos, evolucionando
en paralelo a las corrientes artísticas de vanguardia. Se pone mayor énfasis en la
dirección artística y en la escenografía, en el carácter visual del teatro y no sólo el
literario. Se avanza en la técnica interpretativa, con mayor profundización
psicológica (método Stanislavski, Actors Studio de Lee Strasberg), y reivindicando
el gesto, la acción y el movimiento. Se abandonan las tres unidades clásicas y
comienza el teatro experimental, con nuevas formas de hacer teatro y un mayor
énfasis en el espectáculo, retornando al rito y a las manifestaciones de culturas
antiguas o exóticas. Cobra cada vez mayor protagonismo el director teatral, que
muchas veces es el artífice de una determinada visión de la puesta en escena
(Vsevolod Meyerhold, Max Reinhardt, Erwin Piscator, Tadeusz Kantor).
Desde los años 1960 el teatro ha reaccionado contra la distanciación del teatro
épico, buscando una comunicación dramática establecida a través de acciones
reales que afecten al espectador (The Living Theatre, teatro-laboratorio de Jerzy
Grotowski, acciones de happening). Los nuevos directores han agregado a este
«teatro de provocación» una conciencia estilística basada en la ceremonia, el
divertimento y el exhibicionismo (Peter Brook, Giorgio Strehler, Luca Ronconi). El
lenguaje oral queda así doblado por el visual, y el arte dramático recupera en
cierta forma su antigua ambición de «teatro total». Esto se pone de manifiesto en
varios grupos españoles, como Els Joglars, Els Comediants y La Fura dels Baus,
o el grupo canadiense Cirque du Soleil.
LOS SECTORES ECONÓMICOS: