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“AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA ECUELA DE DERECHO

TEMA:
REVOLUCIÓN INGLESA Y LAS CONSECUENCIAS
CONSTITUCONALES

ALUMNNA:
 RUIZ ALVARADO GIANDY ELIZABETH

TUMBES - 2018

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DEDICATORIA

Este trabajo está dedicado a mis padres, ya que


ellos hacen posible que este avanzando con mis
metas planteadas, y también a mi familia que día a
día me motivan y seguir, con sus ejemplos.

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INDICE

Dedicatoria……………………………………………………………….............pag. 2
1. Indice…………………………………………………………………………….. pag. 3
2. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………. Pag. 4
3. CONTEXTO HISTÓRICO ANTES DE LA REVOLUCÓN………………........ pag. 5
4. REINADO DE CARLOS I DE INGLATERRA (1625–1649)………………….. pag. 6
I. Primero guerra civil Inglesa (1642-1646)………………………………. pag. 7
II. Segunda guerra Civil Inglesa (1648-1649)………………………........... pag. 7
5. REPÚBLICA (1649-1660)……………………………………………………… Pag. 8
I. Tercera Guerra Civil Inglesa (1649–1651)……………………………... pag. 9
II. Protectorado De Los Cromwell (1653–1659)…………………………... pag. 9

6. CARLOS II RESTAURA EN EL TRONO LA DINASTÍA ESTUARDO......... pag. 9


I. Restauración de los Estuardo (1660–1688)……………………………. Pag. 9

7. CONSECUENCIAS CONSTITUCIONALES………………………………..... pag. 10


I. Creación De La Mancomunidad De Inglaterra………………………… Pag. 10
II. Disolución del derecho divino monarca……………………………… ...pag. 10
III. Monarquía constitucional………………………………………………. Pag. 10
IV. Desarrollo capitalista………………………………………………........ pag. 10

8. Bibliografía……………………………………………………………………… pag 11

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INTRODUCCIÓN

La Revolución inglesa (English Civil War en inglés) es el periodo de la historia del Reino Unido
que abarca desde 1642 hasta 1689. Se extiende desde el fin del reinado de Carlos I de Inglaterra,
pasando por la República británica y el Protectorado inglés de Oliver Cromwell y finaliza con la
Revolución Gloriosa, que destituye a Jacobo II.
Cuando hablamos s del término revolución automáticamente nos conlleva a dirigirnos al
significado que esta implica en donde la RAE la define de diferentes maneras una de ellas donde
sobresale las acepciones tales como: “Cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras
políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional”, “Levantamiento o sublevación popular”;
el proceso de cambio ingles cumple con todas estas acepciones dado que esta hace una profunda
transformación de la estructura de la sociedad y el estado pasando a este último del absolutismo al
parlamentarismo en un camino sin retorno y que marcaría un hito en la construcción del estado
moderno.
El origen de la revolución inglesa El 10 de enero de 1642, el rey Carlos I de Inglaterra y Escocia
abandona Londres. Es el principio de una guerra civil que llevará a la decapitación del rey y a la
dictadura de Oliver Cromwell antes de concluirse por el advenimiento de una sólida monarquía
parlamentaria, la primera de este género en Europa. Al subir al trono en 1625, a la edad de 25 años,
su hijo Carlos I era apreciado por su carácter reservado y sus buenas maneras. Pero su pronunciado
gusto por el poder personal y su boda con la princesa Enriqueta-María de Francia, hermana del rey
Luis XIII y marcadamente católica, le vuelven impopular.

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CONTEXTO HISTÓRICO ANTES DE LA REVOLUCÓN

La vida social antes de la Revolución Inglesa Con la dinastía de los Tudor, Inglaterra tuvo
muchos logros, los cuales sirvieron de base para el desarrollo económico del país. Los
gobiernos de Enrique VIII y su hija Isabel I, llevaron a la unificación del país, el
apartamiento del Papa además de confiscar los bienes de la Iglesia Católico, y al mismo
tiempo permitieron crear el anglicanismo, y entrar en la disputa por colonias con los
españoles.

Fue con esos monarcas que se observó también la formación de monopolios comerciales,
como la Compañía de las Indias Orientales y los Comerciantes Aventureros. Esto sirvió
para impedir la libre competencia, aunque esta acción se deterioró en algunos sectores de la
burguesía. Por lo tanto, resultó en la división de la burguesía en dos: por un lado, los
grandes comerciantes que disfrutaban del monopolio político; de otro, la burguesía pequeña
que pretendía la libre competencia. Un problema grave fue la detención de los privilegios
en manos de los gremios. Otra situación problemática era en las zonas rurales con la
revaloración de las tierras debido a altos productos agrícolas. Esto empujó a que los
propietarios rurales quisieran aumentar sus tierras expropiando las tierras colectivas,
convirtiéndose en particulares.

El resultado fue la expulsión de los campesinos del campo y la creación de grandes granjas
para la cría de ovejas y la producción de lana, condiciones previas para la Revolución
Industrial. Para evitar la intensificación de conflictos entre campesinos y grandes
terratenientes, el gobierno intentó evitar los cercamientos. Por supuesto, con esta acción la
nobleza rural y la burguesía mercantil fueron fuertes oponentes. Casa de Estuardo Para
comprender mejor la Revolución Inglesa debemos conocer la dinastía Stuart o Casa
Estuardo. Esta dinastía se inició después de la muerte de la reina Isabel I en 1603 que, al
morir sin dejar herederos, promovió el comienzo de su reinado. Jaime I, rey de Escocia
(1603-1625). Disolvió el Parlamento en varias ocasiones y quería establecer una monarquía
absoluta de derecho divino. Persiguió a los católicos y sectas menores, con el pretexto de
que estaban organizando la Conspiración de la Pólvora (1605) consistente en la eliminación
del rey. Muchos quedaron descontentos y marcharon a América del Norte.

La fricción entre Rey y Parlamento se hizo más fuerte, sobre todo después de 1610. En
1625, se produjo la muerte de Jaime I y su hijo, Carlos I, le sucedió en el poder. Carlos I de
Inglaterra, sucesor de Jaime I (1625-1648). Trató de seguir una política absolutista, y
establecer nuevos impuestos en cuyo proceso fue impedido por el Parlamento. En 1628, con
tantas guerras, el rey se vio obligado a convocar al Parlamento, el cual sometió al rey a
firmar el juramento de la «Petición de los Derechos» (Segunda Carta Magna inglesa) como
garantía al pueblo en contra de los tributos y detenciones ilegales.

El Parlamento pretendía el control de la política financiera y del ejército, además de


regularizar la convocatoria del Parlamento. La respuesta real fue clara, la disolución del
Parlamento que volvería a ser convocado de nuevo en 1640. El rey Carlos I gobernó sin un
Parlamento, pero buscó el apoyo una especie de un tribunal adscrito al Consejo Privado del
Rey. También trató de imponer la religión anglicana a los calvinistas escoceses
(presbiterianos). Eso generó rebeliones por parte de los escoceses que invadieron el norte de

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Inglaterra. Con eso, el rey se vio obligado a reabrir el Parlamento en abril de 1640 para
obtener ayuda de la burguesía y de la nobleza rural. Pero el Parlamento tenía entre sus
objetivos combatir el absolutismo. Por ello, fue suspendido nuevamente. En noviembre del
mismo año volvía a ser convocado y, en esta ocasión, se mantuvo hasta 1653.

Movidos he incentivados por las reformas llevadas a cabo en el siglo VIII por Juan sin
tierra donde seria parte del poder a los ciudadanos para aceptar los impuestos; la costumbre
de convocar al consejo real no solo a los barones, sino también a los electos en los
condados; los ingleses fueron abocados a una revolución que tenía como manzana de la
discordia a la religión, reanimó la necesidad de cambios esenciales en el estado con el afán
de dirigirse a un parlamentarismo puro como forma de gobierno y dejar de lado al
absolutismo imperante en la época confrontando a partidarios del rey católico con aquellos
parlamentaristas y partidarios del protestantismo.

En 1603 muere Isabel I de Inglaterra sin descendientes. Jacobo I, hijo de María I de


Escocia, sube al trono como el primer rey Estuardo de Inglaterra, Escocia e Irlanda.

1. REINADO DE CARLOS I DE INGLATERRA (1625–1649)

La situación política cambia: su falta de tacto con el Parlamento —debido a su idea del
derecho divino de los reyes— desemboca en un largo conflicto que se agudizará con la
sucesión en el trono de su hijo Carlos I, cuyo absolutismo hizo que mantuviera relaciones
muy tensas durante su reinado con el Parlamento inglés, que pretendía controlar sus
arbitrarias creaciones de impuestos y su reformismo religioso.

Durante este reinado se suceden dos guerras civiles entre los partidarios del rey y los del
Parlamento. Carlos I fue víctima del radicalismo político siendo sentenciado a pena de
muerte por alta traición al Estado en 1649.

Ya desde el comienzo del reinado, en 1625, la boda del rey Carlos con Enriqueta María de
Francia, provocó la ira de sus súbditos protestantes porque la reina era católica. Carlos
creía, como su padre, en el derecho divino de los reyes y en la autoridad de la Iglesia de
Inglaterra.

Estas creencias le enfrentaron con el Parlamento, que luego disolvió reiteradamente unas
tres veces, gobernando aproximadamente unos once años sin él, en el periodo llamado
«Once años de tiranía».

Cuando las arcas del gobierno empezaron a vaciarse, y las necesidades tanto internas como
externas (conflictos bélicos con Escocia, al tratar de imponer la liturgia católica) se
incrementaban cada vez más, Carlos, se vio forzado a reunir lo que se denominó el
«Parlamento largo» con el fin de recaudar fondos, pero a cambio, los parlamentarios le
exigían ciertas garantías políticas. Tras ciertas disputas políticas, el Parlamento se dividió
entre los que estaban a favor del rey, y los que no lo estaban, estallando de esta manera una
guerra civil en 1642.

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I. Primera Guerra Civil Inglesa (1642–1646)

Artículo principal: Primera guerra civil inglesa


El enfrentamiento entre el poder parlamentario y el poder real se saldó a favor del primero,
moderando el rey su política absolutista y viéndose controlado por el Parlamento. Fue
entonces cuando éste aprobó numerosas leyes anti-absolutistas. Por ejemplo, se eliminó la
Corte de la Cámara estrellada, se retiró el poder al rey de disolver el parlamento y se
condenó a muerte a William Laud, arzobispo de Canterbury y al conde de Strafford, gran
aliado del rey.

Dos años antes, Oliver Cromwell, había vuelto al Parlamento tras su retiro en 1629. Cuando
estalló la guerra civil en 1642, reunió un regimiento de caballería, para combatir en favor de
la causa parlamentaria. Con este contingente logró un enorme prestigio como militar
durante la primera fase de la revolución.

II. Segunda Guerra Civil Inglesa (1648–1649)

Artículo principal: Segunda guerra civil inglesa


Las disputas entre los partidarios del rey Carlos I que se encontraba encarcelado por las
fuerzas parlamentarias y los del «Parlamento largo» persistieron. Sin embargo los escasos
apoyos monárquicos entre los propios parlamentarios cesaron cuando el rey escapó, se alió
con los escoceses y desencadenó de nuevo la guerra civil en 1648.

Cromwell reprimió una rebelión en Gales y derrotó a los escoceses en Preston (agosto de
1648). De nuevo se puso de parte del Ejército en contra del Parlamento, que intentaba
reanudar las negociaciones con Carlos. En el mes de diciembre, autorizó la expulsión de la
oposición, dejando sólo a unos pocos miembros que estaban de acuerdo con la designación
de una comisión que juzgara al Rey por traición.

Fue una guerra caballeresca, que Oliver Cromwell terminó venciendo con su Batallón de
los Santos (Ironsides), a los promonárquicos. El fin del enfrentamiento supuso el
enjuiciamiento por alta traición del rey y su posterior decapitación, teniendo como
consecuencia la proclamación de la única república en la historia inglesa.

2. REPÚBLICA (1649-1660)

La república representaba las aspiraciones de la burguesía, de una sociedad capitalista


puritana. La política pasará a ser en gran medida impuesta por los intereses comerciales al
Gobierno. Significó el triunfo de la burguesía, la aceptación de su moralidad, del principio
de que los hombres tienen derecho a hacer lo que se les antoje con lo que es suyo, que el
beneficio del capitalista es también el beneficio de la sociedad.

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La república representaba las aspiraciones de la burguesía, de una sociedad
capitalista puritana. La política pasará a ser en gran medida impuesta por los intereses
comerciales al Gobierno. Significó el triunfo de la burguesía, la aceptación de su moralidad,
del principio de que los hombres tienen derecho a hacer lo que se les antoje con lo que es
suyo, que el beneficio del capitalista es también el beneficio de la sociedad.

III. Tercera Guerra Civil Inglesa (1649–1651)

Oliver Cromwell, nombrado Lord Protector, durante el Interregno o República.


La primera tarea de Cromwell durante la República -proclamada después de la ejecución de
Carlos el 30 de enero de 1649- fue la pacificación de Irlanda y Escocia frente a las fuerzas
realistas que apoyaban al sucesor legítimo, el futuro Carlos II de Inglaterra. Sus principales
objetivos eran lograr un gobierno estable y tolerancia para todas las sectas puritanas.
Cromwell aplastó a los partidarios monárquicos en Irlanda y Escocia y controló Inglaterra.

IV. Protectorado De Los Cromwell (1653–1659)

La necesidad de que el ejército controlara la situación provocó pronto que la República se


convirtiera en una dictadura militar comandada por Cromwell bajo el puritanismo
intransigente. Abolió la Cámara de los Lores y centró su poder en el ejército y la Cámara de
los Comunes. Una de las leyes más significativas de este período fueron las Actas de
Navegación. El éxito de Cromwell se debió a que supo mantener la paz y la estabilidad, y a
que proporcionó los medios necesarios para la tolerancia religiosa de grupos no católicos.
Por ello, los judíos, que habían sido expulsados de Inglaterra en 1390, pudieron regresar en
1655. La enérgica política exterior de Cromwell y los éxitos del Ejército y la Armada
otorgaron a Inglaterra un gran prestigio en el extranjero. Los ingleses, en alianza con
Francia, arrebataron Dunkerque a España en 1658, obteniendo así una plaza fuerte en el
continente desde donde invadir Calais, ciudad que Inglaterra había perdido hacía 100 años.

Sin embargo la situación política siguió inestable, lo que enfrentó al Lord Protector con el
Parlamento restringido del Protectorado, que trataban de alterar los principios de la
Constitución escrita. En 1657 aceptó la Humilde Petición y Consejo: petición de crear una
segunda cámara parlamentaria y potestad de nombrar a su sucesor, pero no aceptó el título
de rey. Tras la muerte de Oliver Cromwell en 1658 le sucedió su hijo, Richard Cromwell,
quien no poseía el carisma y el liderazgo que su padre, por lo que acabó renunciando. Así,
el Parlamento Largo se reunió y, bajo el impulso del general George Monck, se declaró rey
de Inglaterra a Carlos II, terminando así la República y restaurando la monarquía.

3. CARLOS II RESTAURA EN EL TRONO LA DINASTÍA ESTUARDO.

Restauración de los Estuardo (1660–1688)

En 1660, Carlos II restablece la monarquía y la dinastía Estuardo en Gran Bretaña,


manteniendo una relativa y circunstancial tranquilidad después de terminada la guerra civil.
Jacobo Estuardo (hermano de Carlos II) pasó a ser lord almirante supremo de Inglaterra. En
1672 Jacobo anunció públicamente su conversión a la fe católica en medio de un clima

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anticatólico apoyado por el Parlamento y extendido a la sociedad. Al año siguiente, el
Parlamento inglés aprobó el Acta de Prueba, por la que los católicos quedaban inhabilitados
para el desempeño de cargos públicos, y Jacobo dimitió como almirante supremo. En 1679,
la Cámara de los Comunes trató de excluir a Jacobo del trono, sin éxito.

A la muerte de Carlos en 1685, Jacobo se convirtió en rey. Apartó a muchos de sus


seguidores con sus severas represalias, sobre todo como consecuencia de una serie de
juicios represivos conocidos por el nombre de «Juicios Sangrientos». Jacobo trató de
ganarse el apoyo de los disidentes y de los católicos en 1687, poniendo fin a las
restricciones religiosas, pero sólo consiguió aumentar las tensiones. El nacimiento de su
hijo, Jacobo Francisco Eduardo Estuardo, el 10 de junio de 1688, pareció garantizar la
sucesión católica. Poco después, los líderes de la oposición invitaron al yerno de Jacobo,
Guillermo de Orange, más tarde Guillermo III de Inglaterra, a hacerse con el trono inglés,
desencadenando así la Revolución Gloriosa.

4. CONSECUENCIAS CONSTITUCIONALES

Entre las consecuencias de la Revolución inglesa, también conocida como la Guerra civil
inglesa, se puede destacar:
La creación de la mancomunidad de Inglaterra, la disolución del derecho divino e
imposición de la monarquía constitucional o el desarrollo del modelo capitalista.

Esto generó en un largo conflicto armado que duró 18 años y que finalmente dio la victoria
al parlamento gracias a la comandancia de Oliver Cromwell, quien posteriormente se
convertiría en Lord Protector de Inglaterra y el líder de la dictadura militar.

Tras la victoria parlamentaria, el rey Carlos I fue decapitado y la monarquía abolida. Tras la
muerte de Cromwell, la monarquía recupera el trono y la revolución llega a su fin.

1. Creación De La Mancomunidad De Inglaterra

La mancomunidad inglesa se refiere al periodo después de la guerra donde Inglaterra era


considerada una república.

La monarquía fue abolida y la mancomunidad tomo el control de Irlanda, Gales y Escocia.


En 1653, Oliver Cromwell se convirtió en Lord Protector y el líder de la mancomunidad,
creando un gobierno central desde donde dirigía la república británica.

El gobierno adoptó leyes de política exterior rigurosas y por medio de la fuerza militar
forzaban a las naciones europeas opositoras a reconocer la autenticidad de la
mancomunidad. Este periodo es conocido en la historia como la dictadura militar de
Cromwell.
Oliver Cromwell fue el líder militar y político más importante de la revolución.

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2. Disolución del derecho divino monarca

Como absolutista, el rey Jacobo exigía el respeto hacia el poder divino de la monarquía, que
establecía que la autoridad de un rey era acreditada por Dios y sus decisiones no podían ser
cuestionadas.
Por su parte, el parlamento, dominado por nobles de clase baja y mercantes, exigía mayor
autonomía y limitaciones a la monarquía.

Esto desencadenó en la Revolución inglesa y en la victoria parlamentaria, quedando


desacreditada la idea religiosa del absolutismo monárquico.

Como consecuencia, las monarquías que más tarde reinarían Inglaterra tendrían límites
constitucionales.

3. Monarquía constitucional

Tras el regreso de la monarquía a Inglaterra con el rey Jacobo II, el parlamento elaboró la
Declaración de derechos de 1689 y el Acta de Establecimiento de 1701 para limitar su
autoridad.

En dichos acuerdos se estableció que la monarquía actuaría como líder de estado siguiendo
los límites constitucionales establecidos por el parlamento.

La declaración de derechos limitó los poderes de la monarquía y otorgo mayores derechos


parlamentarios.

El parlamento contaría con libertad de expresión, elecciones libres y reuniones frecuentes.


Actualmente, Inglaterra cuenta con una monarquía constitucional, en donde los reyes son
políticamente neutrales y su liderazgo es mayormente ceremonial.

4. Desarrollo capitalista

La teoría marxista afirma que la Revolución inglesa inició la era de capitalismo británico.
Hasta entonces, durante el absolutismo monárquico, los burgueses jugaron un papel
importante en el desarrollo económico de Inglaterra; invertían en tierras para la agricultura,
y comúnmente los productos estaban destinados a la venta directa.

Todo cambió cuando la industria y el comercio también vieron auges en su desarrollo. Este
sistema se vio además beneficiado por la Revolución inglesa, la cual provocó que
definitivamente el sistema feudal diese paso al capitalismo, principalmente comandado por
mercaderes y comerciantes.

BIBLIOGRAIA

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http://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=revoluci%C3%B3n
https://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_inglesa
http://www.escuelapedia.com/la-revolucion-inglesa/
https://www.ecured.cu/Revoluci%C3%B3n_inglesa
https://es.slideshare.net/silvanamaxi/la-revolucion-inglesa
https://blogs.ua.es/thomashobbes/2010/03/11/prueba/

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