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La evolución hacia la tecnocracia aristocrática al poder

(13/12/2008), con retoques

Diversas tendencias se dan en el liberalismo. Este término es usado


por gente inculta, atacado, vilipendiado, criticado por la estulticia
humana de la sonrisa zapateril aborregada.

Concebir un Estado diferente, sin zoquetes


arruinaobreros disfrazados de hermanitas de la caridad en el poder
gracias a un sufragio irresponsable fruto del sistema democrático
decadente, es posible. Tan solo hace falta unión, cohesión,
coherencia, liderazgo y separación de poderes, donde el Poder
Judicial fuera efectivo para tener manos libres para actuar.

Aristóteles, quién tuvo tanta culpa del atraso científico, por sostener
como medio del conocimiento solo el método deductivo de la razón,
definió las formas puras de política. Una de ellas era la Aristocracia
(entendiéndola no como el gobierno de los ricos, sino como el
gobierno de los mejores).

Podemos transformar el mundo, juntos podremos. No se puede


tolerar tanta inoperancia, engaño e infamia y encima que nosotros,
para colmo, defendamos nuestra ruina y perdición en manos de
algunos miserables políticos que lo único que hacen es
enriquecerse y gravarnos impuestos para sustentar gentuza
incompetente, parásitos sociales. Capitalicemos la economía
productiva en base a expulsar y repulsar a los hacedores del dinero,
los banqueros, poseedores de nuestra deuda perpetua. Echemos a
esta clase política o realicemos una purga completa del sistema de
corrupción, decadencia y estulticia de los distintos gobiernos y
elijamos a políticos honestos, no a un partido que no tiene
democracia interna para elegir al mejor candidato y solo resulta
elegido por el antecesor o aquel que trepa con mayor fuerza dentro
del organigrama no por sus méritos sino por sus zancadillas a sus
compañeros.

Recuerda que los partidos políticos son un engendro de la


Revolución Francesa y puede ser fácilmente superable con el
advenimiento de la Democracia real ateniense, donde los políticos
se sorteaban de entre los mejores. Existen fórmulas hoy en día y
tecnología para erradicar a los partidos políticos y que los que lo
sean, tengan aptitudes, actitudes y experiencia fuera del trepismo
hipócrita de los políticos de los partidos, que solo sirven a ciertos
sectores de la ciudadanía y no al pueblo soberano.

Destruyamos su sistema de ladrones del erario, que obviamente


pagamos todos, llevando a la cárcel con Ley a todo aquel corrupto
que intente aprovecharse del ciudadano. Robemos el pendón para
expulsarles. Seamos radicales, liberales con la ley en la mano, no
pensemos que una revolución pacífica de este tipo será el caos; al
contrario, pensemos en la burguesía productiva, en los agentes
económicos capitalistas y analicemos como los banqueros y
financieros especuladores solo juegan con dinero ficticio que
conlleva desajustes importantes a nivel mundial. Que el Estado sea
el Banco, como bien pensó el presidente americano Andrew
Jackson, que pudo enfrentarse a los usureros rentistas del Estado.

Busquemos la manera de hacer relaciones comerciales


internacionales, pero beneficiando a todos y no solo a los que no
cumplen con las obligaciones legales de productos realizados en
buenas condiciones salariales, con los niveles de contaminación
adecuados, respetando los acuerdos de importación de las áreas
regionales que respetan la calidad y el buen cumplimiento de las
normas de fabricación y controlando los dumpings y la falsa
declaración de bienes en aduanas. Si es necesario imponer
aranceles para retornar a nuestro nivel de industrialización, hágase
con ley que fiscalice y castigue a los que solo buscan la forma de
ganar más dinero a costa de la destrucción de nuestros puestos de
trabajo y la parasitación de ciertos imperios emergentes que buscan
copiar nuestros modos de producción para disminuir el coste de
know how por llegar a los mismos.

La globalización pareció significar el hermanamiento entre naciones.


En la práctica ha servido para que compañías transnacionales
hayan podido obtener en otros países mano de obra esclava para
deslocalizar empresas y desindustrializar occidente, logrando
desbancar a empresas más pequeñas que no tenían el nivel para
hacerlo, llevándolas a la suspensión de pagos y esparciendo el
desempleo y el malestar en nuestra civilización occidental. Otra
contrapartida es que las empresas locales fueron arruinadas para
implantar las fábricas de las multinacionales, por lo que se
consiguió un monopolio. Además, el coste de la mano de obra en
los lugares donde se han deslocalizado empresas se ha estudiado
que fue y es realmente esclavista, y el modus operandi de una
compañía multinacional es buscar en todo momento el menor coste
laboral (no observando otros factores, como localización, logística,
obstáculos por problemas técnicos locales, costes de transporte,…),
desplazándose a otro país en el momento que observan que allí es
más barata su mano de obra, lo que no ha permitido capitalizar
dichos países para que pudieran desarrollarse y han quebrado en
occidente nuestro trabajo, nuestra industria y nuestro desarrollo,
con la colaboración de políticos serviles, ruines y cómplices en todo
este complot de la dominación mundial del corporativismo
empresarial y bancario.

Ya no se puede permitir crear guerras artificiales para permitir


preponderancias o imperios basados en hegemonías militares como
en el pasado. Eso nos llevó en el siglo XX a dos guerras mundiales.
Debemos confiar en quien defiende nuestra civilización occidental.
EEUU parecía ser un ejemplo de país gendarme mundial pero su
política exterior dista mucho que desear, y lo peor es que alianzas
de otras potencias concluyan con una destrucción de nuestro
modelo, dada la dependencia de España hacia EEUU. El modelo
chino es ultracapitalista en lo económico, pero su sistema político
de partido único deja mucho que desear para la libertad política.
China podría ser un país grande si renunciara a su partido único
que únicamente tiende a premiar a los del “partido”, yendo contra
los opositores políticos, al tratarse de una dictadura hecha por y
para los hombres del Buró. Respecto a Rusia parece ser que
padece un comportamiento ultranacionalista y en lugar de centrarse
en la construcción de armamento, deberían realizar el empeño de
dedicarse a la construcción de coches, por ejemplo, donde, a pesar
de la calidad científico-tecnológica, no han destacado nunca. Se
debe respetar la opinión tanto de China como de Rusia de las
aspiraciones de suprimir los sistemas de banca esclavista que rigen
el mundo, aspecto en lo que estoy de acuerdo, pero no se sabe si
es la excusa para intentar realizar un intento de preponderancia
conjunta frente a los EEUU, pues la calidad democrática de estos
dos países es nula. Si no quieren copiar a EEUU que copien a
Singapur.

Seamos libres, libres de acabar con este estado "del malestar", de


la necedad. Enarbolemos la bandera de la ley, busquemos líderes
naturales que nos lleven a establecer la Paz verdadera y
arrinconemos a los miserables mentirosos que nos engañan con su
cuento de siempre y que deberían estar en la cárcel pagando penas
por corrupción. El buen político escasea, pero para que el que es un
corrupto no siga impulsando a que salgan nuevos políticos ladrones
la LEY debe ser implacable. De esta forma, si esta ley llevara a la
cárcel a los corruptos, los políticos pensarían dos veces antes de
cometer delitos. El problema de España es que en la ficticia
Democracia (pues no lo es), pocos políticos han pagado sus
fechorías.

Libertad para crear, para decidir, para erradicar o cambiar gobiernos


que empañan el libre cauce de la sociedad que representa.
Creamos en gente honesta, la Democracia tal y como está
concebida, sin división de poderes, no es el camino, pues se nutre
del engaño, de la financiación de intereses ocultos, de la plutocracia
y no de la aristocracia. Creamos en gente capaz, competente, en
una nueva tecnocracia desinteresada, en lugar de personas con
mucho conocimiento de leyes que únicamente sirven para estafar a
la ciudadanía. El conocimiento para gobernar debe ser el de alguien
experto en dirigir empresas y no tontolabas abogaduchos que no
saben de cuentas y se sacaron la carrera memorizando absurdas
leyes que las cambian cada cierto tiempo para el propio interés de
la casta parasitaria...

Viva el liberalismo que cree en la propiedad privada de las


empresas y ciudadanos y no en el manirrotismo estatista, muera el
Estado opresor actual, cambiemos el Estado por un Estado social
como el del siglo XX cuando beneficiaba a la sociedad en general y
edificaron el Estado del Bienestar, vivan los que invierten con su
dinero y no se enriquecen con el de los demás a costa de engañar a
las clases más desfavorecidas. Viva el hombre de negocios que
genera empleo allí donde el político nunca lo haría por su egoísmo y
el manejo de dinero de los demás...

Juntos, venceremos. Viva nuestra revolución pacífica. La revolución


del capital productivo. En ello nos va que el mundo siga adelante y
no hundido con crisis periódicas pactadas, en un capitalismo de
Estado decadente por la clase política, hipócrita, embustera e
ineficaz.
Actualmente no existe un capitalismo verdadero, simplemente es
una farsa. El monetarismo de Friedman ya no funciona como en la
era de Reagan. La deuda de EEUU no ha hecho más que elevarse
drásticamente desde 1.971 debido a que el "fiat money" (dinero sin
respaldo en un patrón tangible) significa solo "deuda" y no
transformación del dinero en capital, como debería ser. El sistema
que debería conseguirse debería proclamarse en voz alta: NO AL
GOBIERNO MUNDIAL ORWELIANO NAZICOMUISTA (NOM).

Solo hacen leyes a su medida para enriquecerse a costa de


esquilmar y erosionar las economías particulares con impuestos
cada vez más agobiantes para el bolsillo de las clases medias. Y no
se dan cuenta que las clases medias son las que sustentan y
traccionan un país, pues si no consumen estos, las empresas
cierran por falta de ventas, despiden trabajadores y la economía se
cortocircuita.

Si los plutócratas analfabetoides no se han dado cuenta, los nuevos


ricos tecnócratas deben ser los líderes mundiales que encaucen el
mundo en el Orden, la Ley, el Arkos y el Gobierno del Capital
Productivo con el Estado como banquero, frente al gobierno
mundial nazicomunista que algunos pretenden imponer. A ver si
estos nuevos ricos encauzan el mundo por la senda de la Ley, el
Orden y corrigen las crisis ocasionadas por exceso de crédito en los
períodos de burbuja siempre capitaneados por el Buró de la Banca
Central en manos de banqueros privados controladores de los
Estados en base a una prerrogativa que nunca debieron tener: el
dinero lo debe hacer el Estado y no banqueros cuyo interés no es el
del ciudadano.

Los verdaderos capitalistas son los que crean productos y servicios


y cuando existe una crisis, suspenden pagos y quizás desaparecen
o logran sobreponerse. A los bancos se rescatan porque dicen que
son “muy grandes para caer”. Los bancos nunca debieron tener la
potestad de hacer el dinero pues se han convertido en unos
parásitos de los Estados, de los gobiernos y de los ciudadanos. El
dinero lo debería hacer el Estado para que revirtiera en la nación y
no en el bolsillo de plutócratas oligarcas y ricos de menor rango que
lo mantienen oculto en paraísos fiscales, gracias al complot de la
banca, para perjudicar al conjunto de la sociedad.

Si logramos un capitalismo productivo y real y fuésemos capaces de


expropiar a los bancos privados, manteniendo la propiedad privada
de los medios productivos que dan beneficio a la ciudadanía, en
lugar de deudas sangrantes provenientes de préstamos de dinero
de bancos (que no tienen), habríamos logrado un sistema social
que garantizase una estructura económica mucho mejor para
generaciones venideras.

José Manuel Gómez Vega, es ingeniero industrial y máster MBA. Estudioso de


problemas políticos estructurales del Estado y de soluciones a los problemas
económicos derivados de la crisis del sistema capitalista.

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