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NACION y REGION EN LOS ORIGENES

DEL ESTADO NACIONAL


EN COLOMBIA
Jaime Jaramillo Uribe

Los antecedentes coloniales

Para la administración y dominio del extenso te- La organización que dió España a estos territorios
rritorio que llegó a constituir el Imperio colonial tenía un carácter acentuadamente centralista e in-
de España en América, la Corona española tuvo terventor, pero el principio centralista fue hábil-
que dividirlo en unidades que al poseer ciertos mente combinado con un cierto grado de autono-
elementos comunes de carácter geográfico, eco- mía de las grandes regiones impuesta por el aisla-
nómico y social fueran susceptibles de adminis- miento geográfico y por la deliberada voluntad
trarse con eficiencia. Así surgieron los Virreina- política de España. Como es sabido, sólo a partir
tos de México,PefÚ, Nueva Granada yel Río de la de las Reformas borbónicas, sobre todo bajo el
Plata y las Capitanías 1Audiencias de Guatema- reinado de Carlos III, al promulgarse el Regla-
la, Venezuela y Quito. mento de comercio libre en 1778, fue posible un
cierto grado de activo comercio e intercambio en-
Estas divisiones no fueron arbitrarias. Correspon- tre los distintos virreinatos y entre los diferentes
dían a la existencia real de ciertas diferencias de puertos del Imperio.
geografía, riquezas naturales y aún antecedentes
de población y cultura prehispánicas. El Virreina- No sólo en los orígenes del Imperio las autorida-
to de Nueva España comprendía el ámbito que des españolas tuvieron la percepción de las dife-
ocuparon las culturas Aztecas y Maya. El del Perú rencias y rasgos comunes de virreinatos, audien-
aproximadamente el territorio que ocupó el Im- cias y capitanías. Tales diferencias fueron percibi-
perio incásico. El del Nuevo Reino de Granada el das todavía con mayor claridad hacia finales de la
espacio que correspondió al Reino de los Chib- dominación española, cuando ya empezaban a so-
chas. El del Río de la Plata, el último de los Virrei- plar los vientos de Independencia. El plan de esta-
natos de América, creado sólo en las postrimerías blecer tres grandes monarquías bajo la dirección
del siglo XVIII, no surgió con referencia a un es- de tres príncipes españoles, sobre la base de los te-
pecial núcleo de población y cultura, sino a necesi- rritorios de México, Perú y Nueva Granada, que
dades administrativas y militares de fines del siglo tuvo el Conde de Aranda y luego confirmó Godoy
XVIII. Las capitanías y audiencias correspondie- en el reinado de Carlos IV, no estaba animado por
ron a núcleos periféricos de las antiguas grandes simples motivos políticos circunstanciales, o por
culturas americanas, pero por su economía y posi- razones de espacio y sentido práctico administra-
ción geográfica, para el manejo del comercio in- tivo, sino por la convicción de que dichos territo-
ternacional, justificaban su existencia como regio- rios a pesar de sus elementos comunes, tenían di-
nes autónomas. ferencias notables en su composición demográfi-
ca, económica y social.

1. Sobre la administración colonial española, v. José María Ots Al producirse la Independencia, sus líderes, des-
Capdequi, El EstlUJo Español en los Indias (México 1941); John de México hasta el Río de La Plata, percibieron
Lynch, Administración Colonial española (Buenos Aires 1967);
C.H. Haring, The Spanish Empire in America (New York 1963); también estas diferencias y sobre ellas afirmaron
Horst Pietsehmann, Die stllatliche Organisation des kolonialen Ibe- el derecho a la existencia de nuevas naciones y
roamerika (Stuttgart 1980). Para el Virreinato de Nueva Granada, v. nuevos Estados. Entre ellos el que quizás tuvo
José María Ots Capdequi, Instituciones de Gobierno del Nuevo Rei-
110 de GrfUUlllaen el siglo XVIII (Bogotá 1956); y Eduardo Posada y
mayor clarividencia fue Bolívar. En su profética
Pedro María Ibáñez, Nuevos Aspectos del Siglo XVIII en América Carta de Jamaica (1815) trazó un claro esquema
(Bogotá 1945). Academia Colombiana de Historia, RellJciones de de los nuevos Estados que surgirían de la designa-
Mando de los Virreyes (Bogotá 1910). Germán Colmenares y Jaime
Jaramillo Uribe, «Administración Colonial», ManlUll de Historia de ción del Imperio español, de los distintos compe-
Colombia, vol. 1 (Bogotá 1978). tentes históricos que los diferenciaban y con base

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en ellos formuló predicciones de lo que podría ser La organización burocrática del Virreinato, pese
su destino. a su ineficiencia y sus vicios, mantenía un cierto
control político sobre el vasto territorio. A la Au-
Hubo pues cierta lógica en el hecho de que las diencia de Santa Fé como supremo tribunal judi-
nuevas naciones y las nuevas divisiones políticas, cial y administrativo, tenían que venir en apela-
con ciertas variantes y grados, surgieran sobre la ción las controversias judiciales de importancia,
base de las divisiones administrativas y políticas centralización que se acentuó a partir de la crea-
coloniales. A la República de Nueva Granada, ción del Virreinato que dió al virrey el carácter de
que luego llegaría a ser la actual Colombia, le co- suprema autoridad política, administrativa y mili-
rrespondió el territorio del antiguo Virreinato del tar. A estas dos instituciones centralizadoras, se
mismo nombre. Fundado en 1717, pero sólo pues- agregaban el Tribunal de Cuentas y las Reales Ca-
to en real funcionamiento a partir de 1740. En un jas encargadas del recaudo de los tributos, la orga-
principio el Virreinato tuvo jurisdicción sobre la nización de la Hacienda y su control. Hasta ellos
Audiencia de Quito (actual Ecuador) y sobre la debían llegar las rendiciones de cuentas y las ape-
que más tarde sería Capitanía General de Vene- laciones a que daban lugar pleitos y controversias
zuela. Pero el crecimiento de estas dos regiones y por defraudaciones, pérdidas o inversión de los
las necesidades de la administración dieron a ellas recaudos.
autonomía con respecto al Virreinato en las pos-
trimerías del siglo XVIII. A estos factores que iban formando hábitos y con-
ciencia de pertenecer a un Estado que cubría con
su acción los límites del Virreinato, habría que
En el caso de Nueva Granada, la compleja geo- agregar ciertos elemento!; como la existencia de
grafía de un territorio de más de un millón de ki-
una unidad monetaria, el peso de ocho reales,
lómetros cuadrados, surcado por un sistema mon-
como base de todas las transacciones comerciales,
tañoso de tres cordilleras, desde sus orígenes se no obstante la debilidad de la economía moneta-
hizo difícil la comunicación y el transporte entre ria, su lento desarrollo y su cubrimiento muy limi-
sus diferentes regiones y el administrarlas como
tado. Tampoco carecía este territorio, por lo me-
una unidad política. Al finalizar el régimen colo-
nos si se piensa en la élite dirigente, de una cierta
nial dicho territorio estaba dividido en 13 Gober-
unidad cultural formada por la lengua, la religión
naciones, 3 Corregimientos y 3 Alcaldías Mayo-
y un corpus de ideas que las universidades y, cole-
res. Tenía además un rasgo característico que se
gios y seminarios habían transmitido a sus miem-
conservaría en la actual Colombia: un numeroso
bros durante el período colonial: jurisprudencia,
conjunto de núcleos urbanos, compuesto de vi-
teología, retórica y algo de ciencia moderna en las
llas, ciudades y pueblos (558 en total). Pero a pe-
postrimerías del Virreinato.
sar del aislamiento y de las dificultades de trans-
porte y comunicación, este territorio poseía algu-
En el caso de la Nueva Granada actuaba también
nos factores de unidad, que podemos considerar
un activo proceso de mestizaje que lentamente di-
como gérmenes positivos para la posterior forma-
solvería el órden castal de la sociedad colonial, lo
ción de un Estado-Nación en el sentido moderno.
que con el correr de los tiempos operaría como un
elemento favorable a la formación de un Estado-
No obstante la inexistencia de un mercado nacio- Nación. Según datos del censo de 1788, la compo-
nal y de un intenso intercambio comercial entre sición del que sería el territorio colombiano tenía
sus diferentes regiones, a través de un sistema de la siguiente composición etno-sociaI3.
caminos y vías fluviales, sin embargo, no faltó en-
tre ellas un cierto tráfico económico. La región Blancos (espafloles y criollos) . 290.599 (32,6%)
oriental, (Cundinamarca, Boyacá, los Santande- Mestizos . 391.869 (43 %)
res) agrícola y ganadera, enviaba ganado, lienzos Indígenas . 151.785 (17 %)
y batanes' a las regiones mineras occidentales Esclavos . 57.077 ( 6,4%)
como Antioquia, el Chocó y Popayán, retribuidos Total . 891.077 (100 %)
en oro por estas provincias. De las provincias de la
Costa Atlántica, de sus puertos, especialmente de
Cartagena y Santa Marta, llegaban al interior es-
2. V. Luis Ospina Vásquez, Industria y Protección en Colombia
clavos y mercancías de importación, que penetra- (Bogotá 1955); Germán Colmenares, Historia Económica de Co-
ban hacia las regiones del centro y sur por la vía lombia 1537-1719 (Medellín2 1975).
fluvial del Río Magdalena y sus afluentes navega- 3. V. Francisco Silvestre, Descripción del Reino de Santa Fé de Bo-
bles2. gotá (Bogotá 1950).

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Hacia finales del siglo XVII y en vísperas del no- Existentes con toda su fuerza las condiciones de
viembre de Independencia la élite criolla de la aislamiento y desarrollo desigual de las diversas
Nueva Granada tenía la conciencia de pertenecer provincias, herencia del período colonial; vivas
a una unidad territorial y política que se llamaba todavía instituciones como los cabildos de villas y
Nueva Granada. ciudades con sus tradiciones y sentimientos loca-
listas, hubo en este período una explosión de aspi-
La ruptura del vínculo de fidelidad a la Monar- raciones locales a la soberanía. Entre 1810 y 1815
quía española y el proceso de la Independencia cada provincia promulgaba una constitución. Así
americana produjeron la desintegración del vasto lo hacen Cundinamarca, Cartagena, Antioquia,
Imperio español y enrumbaron sus antiguos vi- Mariquita, El Socorro, Pamplona, Popayán. Vivo
rreinatos, audiencias y capitanías, hacia la forma- todavía el recuerdo del centralismo colonial y su
ción de Estados independientes, sobre bases pre- rígido burocratismo, los distintos núcleos provin-
carias ciertamente, pero que no dejaban de conte- cianos transmutaron su hostilidad hacia el viejo
ner factores reales de sustentación. En el caso de sistema en desconfianza y hostilidad a la antigua
la Nueva Granada el proceso de formación del Es- capital del Virreinato, Santa Fé, que por sus pro-
tado-Nación tuvo tres etapas bien diferenciadas, pios habitantes y por muchos prohombres de las
probablemente muy semejantes a .las que apare- provincias era vista como la lógica cabeza de un
cen en los otros Estados hispanoaméricanos. Estado nacional. Tales sentimientos fueron espe-
cialmente fuertes en aquellas provincias en que,
por su extensión y relativo desarrollo económico,
De las primeras demostraciones se habían desarrollado intereses locales vigorosos
de la Independencia (minería y comercio en Antioquia; comercio im-
a la reconquista española portador en Cartagena; agricultura y manufactura
en Tunja y El Socorro) y que poseían núcleos ur-
Esta es la etapa que en la historiografía tradicio- banos que alguna vez habrían disputado a Santa
nal de Colombia se ha denominado de la "Patria Fé el carácter de capital del Virreinato, como ha-
Boba". Patria Boba por la inseguridad que mues- bía sido el caso de Cartagena. La tensión entre fe-
tran los principios jurídicos y políticos de los tex- deralistas y centralistas llegó en este período hasta
tos producidos por la primera generación de pa- desatar una confrontación armada que protagoni-
triotas; por la mezcla de doctrinas tradicionales zaron Nariño, el Precursor, y las tropas del Con-
españolas y los principios del derecho público ilus- greso de Nueva Granada (1812-1814). Estas lu-
trado que en ellos se presenta; por el candor de chas debilitaron militar, política y socialment~ a la
ciertos preceptos como aquel de que "no es buen Nueva Granada y abrieron el paso a una fácil re-
ciudadano el que no es buen padre, buen esposo, conquista de las tropas españolas, tarea que reali-
buen hermano y buen padre de familia,,4. Pero zó en 1816 el General Pablo Morill05•
menos boba si se piensa en la tarea histórica que se
cumplió y en valor y la decisión con que se declaró Sin embargo, en medio de este movimiento de dis-
la independencia plena y la claridad que tuvieron gregación federalista la idea de la constitución de
muchos de sus líderes; Nariño, por ejemplo, so- un Estado nacional no había desaparecido total-
bre la necesidad de fundar en este territorio un Es- mente. Así lo demuestra el Acta de Federación de
tado-Nación. las Provincias Unidas de la Nueva Granada, sus-
crita en Santa Fé el 27 de noviembre de 1811 por
Desde luego la idea surgía entre vacilaciones e in- un grupo de diputados al primer Congreso Gene-
coherencias. Pensaron muchos en la organización ral del Reino, pertenecientes a las provincias de
de un Estado federal, fascinados por el modelo de Antioquia, Cartagena, Tunja, Pamplona, y Nei-
la Constitución norteamericana de 1776, pero no va, cuyo encabezamiento reza:
faltaron voces que afirmaran la necesidad de un
"No, los representantes de las Provincias Unidas de la
Estado centralizado y unitario como única garan- Nueva Granada que abajo se expresarán, convencidos
tía para afirmar la Independencia de la nación que en virtud de los plenos poderes con que al efecto hemos
empezaba a surgir. sido autorizados por nuestras respectivas provincias, y
que previa y mutuamente hemos reconocido y califica-

5. Sobre este período v. Eduardo Posada, La Patria Boba (Bogotá


4. Los textos de éstas y las sucesivas Constituciones de Colombia 1902). Un estudio moderno sobre las ideas políticas en el período, v.
1810-1910 V.M. Antonio Pombo, y José Joaquín Guerra, Constitu- en Javier Ocampo López, El Proceso Ideológico de la Emancipación
ciones de Colombia, 4 vol. (Bogotá 1951). en Colombia (Bogotá 1980).

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do, considerando la larga serie de sucesos ocurridos en la ,ses precarias. Se mantuvo gracias a la voluntad
península de España, nuestra antigua metrópoli, desde férrea y obsesiva de Bolívar, pero durante los diez
su ocupación por las armas del Emperador de los Fran-
ceses Napoleón Bonaparte; las nuevas y varias formas años de su existencia el Libertador tuvo que soste-
de gobierno que entretanto y rápidamente se han sucedi- ner una continuada batalla contra sus elementos
do unas a otras, sin que ninguna de ellas haya sido capaz disgregadores. Hombre de su tiempo, suficiente
de salvar a la nación; el aniquilamiento de sus recursos informado de la lucha que se libraba entre las
cada día más exhaustos, en términos que la prudencia grandes potencias por el predominio mundial, te-
humana no puede esperar un buen fin; y últimamente los
derechos indisputables que tiene el gran pueblo de estas nía plena conciencia de que los protagonistas de la
provincias, como todos los demás del universo, para mi- historia que comenzaba a vivirse en su época se-
rar su propia conservación, y darse para ella la forma de rían los grandes Estados-Naciones. Para él era
gobierno que más le acomode" siguiendo el espíritu, las claro que los Estados pequeños, inestables, de go-
instrucciones y terminante voluntad de todas nuestras biernos débiles y soberanías fragmentadas nada
dichas provincias, que en general,formaly solemnemente
han proclamado sus deseos de unirse en una asociación tenían que hacer en la constelación de las nacio-
federativa, que remitiendo a la totalidad del Gobierno nes modernas, y que de no constituirse en Améri-
General las facultades propias y privativas de un sólo ca Estados nacionales, política y geopolíticamen-
cuerpo de nación, reserve para cada una de las provin- te fuertes, unificados, centralizados y cohesiona-
cias su libertad, su soberanía y su independencia, en lo dos socialmente, irremediablemente volverían a
que sea del interés común, garantizándose a cada una de
ellas estas preciosas prerrogativas y la integridad de sus caer en situaciones de dependencia. Ese fue el sig-
territorios, cumpliendo con este religioso deber y reser- nificado de su lucha contra toda forma de federa-
vado para mejor ocasión o tiempos más tranquilos la lismo, contra quienes con las mejores intenciones,
Constitución que arreglará definitivamente los intereses pero con poco sentido de la realidad política de su
de este gran pueblo, hemos acordado y acordamos el época, trataban de debilitar el poder del Estado.
pacto de federación siguiente: Artículo Primero. El títu-
lo de esta confederación será: Provincias Unidas de la Ese fue el sentido de su insistencia en excluir for-
Nueva Granada"6. mas de organización política como la monarquía,
por inexistencia de factores reales para instituirla
Se cierra esta primera etapa con la reconquista es- y mantenerla, o el pretorianismo de los caudillos
pañola (1815-1819). La segunda se abrirá con militares que no correspondían a los sentimientos
el afianzamiento definitivo de la Independencia, y aspiraciones de los sectores ilustrados. Sólo que-
resultado de las victorias de Bolívar que dieron la daba la alternativa de una república, popular y re-
libertad a Venezuela, Nueva Granada, Ecuador, presentativa ciertamente, pero provista de un eje-
Perú y Bolivia y con la creación de la Gran Colom- cutivo fuerte, a cuya cabeza se encontraríaunpre-
bia. sidente vitalicio y con derecho a elegir su sucesor;
un poder legislativo compuesto por una cámara de
De la Independencia elección popular, renovable cada cuatro años; un
senado compuesto por los ciudadanos más ilustres
a la fundación de la Gran Colombia de la república (con duración de ocho años), un
poder electoral y una cámara de tribunos, vitali-
Las necesidades militares de la guerra de Inde-
cia, encargada de controlar la administración y ga-
pendencia y el genio político de Bolívar hicieron rantizar el cumplimiento de las leyes 7•
de los antiguos territorios de Nueva Granada, Au-
diencia de Quito y Capitanía General de Vene-
Con ese sistema de compensaciones cuyo modelo
zuela un solo Estado, la Gran Colombia, que per-
era la constitución de la Monarquía inglesa que
duró mientras se mantuvieron las circunstancias
tanto admiraba el Libertador, creía lograr el equi-
que le habían dado origen y mientras vivió su librio entre los elementos democráticos y aristo-
creador, el Libertador Simón Bolívar. Nació el
cráticos, dinámicos y estáticos, liberales y conser-
nuevo Estado en la ciudad de Angostura, a orillas
vadores que según su concepción del Estado de-
del Orinoco, con la solemne declaración hecha
bían tener las formas de gobierno. Formulaba así
por el primer Congreso conjunto de representan-
un modelo de ordenación política que considera-
tes de la Nueva Granada y Venezuela y terminó
ba adecuado para una sociedad que contenía en su
en 1830 un año antes de la muerte de Bolívar.
seno numerosos elementos inestables: grandes
masas de población analfabeta, habituada a la su-
Como lo demostraron los acontecimientos poste- misión a la Monarquía española, incapaz de cual-
riores, el Estado grancolombiano nació sobre ba-

7. Texto de la Constitución Boliviana en Pombo y Guerra, vol. 111,


6. Pombo y Guerra, op. cit. pp.155ss.

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quier forma de participación en la vida política; gráficamente poseía un alto porcentaje de pobla-
pequeñas oligarquías locales aferradas a sus inte- ción indígena, un fuerte grupo criollo y unos
reses inmediatos; caudillos provincianos surgidos 40.000 esclavos. La Nueva Granada era esencial-
de la misma guerra de Independencia, en fin, lo mente minera desde el punto de vista de su econo-
que él denominaba facciones y partidos. Frente a mía exportadora (oro y en menor medida plata);
tales fuerzas disgregadoras sólo un Estado unita- poseía sus propios puertos y una clase comercian-
rio, fuerte y estable podría garantizar la supervi- te relativamente fuerte en Santa Fé, Antioquia,
viencia de las naciones emergentes. Cartagena, El Socorro y otras ciudades.
Pero si era lúcida su concepción de lo que era ne- Su estructura social y demográfica era también di-
cesario, también lo era su concepción de lo posi- ferente. Su población total doblada las de Ecua-
ble. Bolívar era consciente de que la unión de Ve- dor y Venezuela. El componente indígena era
nezuela, Ecuador y la Nueva Granada en un sólo proporcionalmente bajo con respecto a los otros
Estado, la Gran Colombia, era precaria y de que grupos, el grupo mestizo era muy amplio; el crio-
luchaba contra los hechos. Desde que se iniciaron llo fuerte relativamente y experimentado en cues-
sus reflexiones sobre la organización de los pue- tiones de administración; los esclavos se acerca-
blos americanos, sabía que desde el momento ban a 45.000 y su función económica era conside-
mismo de sus orígenes, en América se habían con- rable. Como cabeza que fue del Virreinato poseía
figurado los gérmenes de futuras naciones, dife- además un grupo de letrados, juristas y burócratas
rentes a pesar de sus numerosos elementos comu- que jugaría o pretendería jugar un importante rol
nes. La configuración y magnitud de sus territo- dirigente en el nuevo Estado. Si a lo anterior se
rios, su diversidad geográfica, sus distintas rique- agregan los intereses de las aristocracias locales y
zas, las bases de sus economías, la diferente com- de los.caudillos militares surgidos en la guerra de
posción de sus sociedades y poblaciones, su iden- Independencia, se comprenderán las dificultades
tidad con las tradicionales divisiones políticas y y obstáculos que tenía la conservación de la Gran
administrativas coloniales, todo conspiraba para Colombia como un solo Estad08.
que una vez roto el vínculo de fidelidad de la Mo-
narquía española se presentara la disgrega~ión y Así lo veía y aceptaba Bolívar desde que escribió
la tendencia a la forma de diferentes naciones. 'la Carta de Jamaica al acoger la división hecha por
el Abate de Pradt:
En efecto, la Capitanía General de Venezuela,
tenía una economía basada en la agricultura y la "M. de Pradt ha dividido sabiamente la América en
ganadería (tabaco, cacao, azúcar y cueros) como quince a diez y siete estados independientes entre sí, go-
bernados por otros tantos monarcas. Estoy de acuerdo
principales artículos de exportación y algo de acti- en cuanto a lo primero. pues la América comporta la
vidad minera (perlas y oro en menor proporción). creación de diez y siete naciones; en cuanto a lo segun-.
Su comercio exterior se hacía a través de sus pro- do, aunque es más fácil conseguirlo es menos útil, y así
pios puertos hacia España, La Habana y México. no soy de la opinión de las monarquías americanas".
La sociedad venezolana tenía también una com-
posición sui generis hacia fines del siglo XVIII. El y en una gran síntesis, en palabras que se han con-
grupo criollo de comerciantes y terratenientes, la siderado proféticas, para revista a las condiciones
llamada aristocracia mantuana, era poderosa y ce- que poseen y que determinarán su destino. Méxi-
rrada; el pueblo llano estaba formado por pardos, co, con su enorme territorio, sus riquezas, su po-
que constituían la más amplia mayoría; el grupo blación y el carácter de los mexicanos, ensayará la
indígena era pequeño y la esclavitud una institu- monarquía constitucional, pero ésta terminará
ción fuerte, que al finalizar el Siglo pudo alcanzar siendo absoluta. Colombia y Venezuela podrán
la cifra de 60.000 esclavos. Poseía además una cla: ensayar un gobierno republicano que probable-
se dirigente que no estaba dispuesta, como lo sa- mente pueda imitar al inglés. Chile por su territo-
bía el Libertador, a ser dirigida desde Bogotá. La rio limitado, por su aislamiento, por las virtudes
Audiencia de Quito por su parte tenía también sus de sus moradores será libre, es decir, asegurará su
intereses económicos y sus rasgos sociales particu- existencia y llegará a ser una nación. El Perú po-
lares. Su economía estaba ligada a un cierto desa- see dos elementos incompatibles con la democra-
rrollo manufacturero textíl que producía para el cia republicana: oro y esclavos, además de una so-
mercado interno y exportaba considerables exce-
dentes, especialmente a la provincia de Popayán
8. Sobre la situación general del período 1820-1830 y las tensiones
en la Nueva Granada y su comercio exterior se ha- entre Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, v. David Bushell, El
cía por el puerto de Guayaquil. Social y demo- Régimen de Sanlll1lder en ÚI Gran Colombia (Bogotá 1966).

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ciedad más diferenciada y rígida que cualquier que quizás sería una más precisa calificación de
otro territorio americano. El Río de La Plata será ella. Tal lucha tiene su explicación en hechos geo-
el escenario de luchas intensivas y predominio del gráficos, sociales, políticos y económicos.
elemento militar. De todo lo expuesto -agregaba-
podemos deducir estas consecuencias: las provin- Colombia, como casi todos los países latinoameri-
cias americanas que hayan lidiando por emanci- canos, es un país de fuertes regiones. Las condi·
parse; al fin obtendrán el suceso; algunas se cons- ciones de aislamiento entre unas y otras, hereda-
tituirán en repúblicas federales y centrales; se fun- das del sistema colonial, subsisten todavía a través
darán monarquías casi inevitablemente en gran- del siglo XIX y apenas en la presente centuria un
des secciones, y algunas serán tan infelices que de- sistema de transportes y la formación de un mer-
vorarán sus elementos ya en la actual, ya en las fu- cado nacional han logrado vencerlas. Todavía en
turas revoluciones, ya que una gran monarquía no el siglo XIX el territorio nacional tiene numerosas
será fácil de consolidar; una gran república, impo- fronteras de colonización abiertas y subsisten
sible9. grandes zonas no incorporadas a la vida nacional,
en condiciones económicas, políticas, culturales y
La percepción de la fragilidad de la unión de Nue- sociales muy semejantes a las que tuvieron en los
va Granada, Venezuela y Ecuador en un sólo Es- siglos XVI, XVII YXVIII. Tal es el caso de la cos-
tado estuvo presente siempre en el pensamiento ta pacífica que se extiende desde la frontera ecua-
del Libertador. Presintiendo el pronto desenlace toriana hasta Panamá o de la periferia de grandes
final, en septiembre de 1829 escribía al General sabanas y selvas que forman las fronteras con Ve-
O'Leary: nezuela, Brasil y el Perú. El territorio que formó
"Todos sabemos que la Nueva Granada y Venezuela
el núcleo de la nación, la parte central andina,
existen ligadas únicamente por mi autoridad. la cual asiento de la actual nación Colombiana, puede
debe de faltar ahora o luego. cuando quiera la Providen- calcularse en la tercera parte de dicho territorio,
cia, o los hombres. No hay nada tan frágil como la vida es decir, en unos 400.000 kilómetros cuadrados, y
de un hombre; por lo mismo toca a la prudencia preca- aún, en este territorio existieron y existen intersti-
verse para cuando llegue ese término. Muerto yo, qué
bien haría a esta república? Entonces se conocería la uti-
cios y vacíos en que sobreviven formas arcaicas de
lidad de haber anticipado la separación de estas dos sec- vida. Dentro de est.e territorio limitado fue donde
ciones durante mi vida; entonces no habría mediador, ni realmente se dieron las luchas entre federalistas y
amigo, ni consejero común. Todo sería discordia, enco- centralistas, y donde existió la tensión entre re-
no, división"\().
gión y nación.
En 1830 se produciría la separación definitiva de
Venezuela y Ecuador. En 1831 la Nueva Granada Los cambios a que venimos aludiendo han sido es-
se da su primera Constitución. Comienza enton- tudiados por la historiografía colombiana tradi-
ces en la Nueva Granada (actual Colombia) el lar- cional desde el punto de vista del proceso consti-
go proceso de la formación del Estado nacional, o tucional de organización del Estado, pero faltan
del Estado-Nación como nosotros preferimos estudios regionales analíticos de las economías;
nombrarlo, un proceso que durará todo el trans- subculturas y la sociedades regionales que enfren-
curso del siglo XIX y que probablemente continúa tó durante una centuria a federalistas y centralis-
cumpliéndose en nuestros días. A una esquemáti- tas.
ca descripción y análisis de él se dedicarán las
próximas páginas. Comprende este período la ter- Colombia tuvo durante el siglo XIX seis constitu-
cera etapa en que lo hemos aividido. ciones diferentes. El número únicamente da el in-
dicio de la inestabilidad institucional del país du-
De la República de Nueva Granada rante este período y las vicisitudes y vacilaciones
que ha presentado en su historia la formación del
a la Colombia actual Estado nacional. Vistas a la luz del contrapunto
La historia del proceso de formación del Estado entre federalismo y centralismo, dichos cambios
nacional en Colombia cubre todo el siglo XIX. Tal tuvieron las siguientes características 11.
proceso podría describirse como la lucha entre fe-
deralistas y centralistas, o federalistas y unitarios, 11. Un estudio jurídico-político del conflicto entre Federalistas y
Centralistas, V., José de la Vega, La Federación en Colombia, (1810-
1912) (Bogotá 1952). En el mismo sentido, v. Julio Enrique Tascón,
Historia del Derecho Constitucional Colombiano (Bogotá 1953), pp.
9. Bolívar, Carta de Jamaica (Caracas 19(5).
10lss. José María Samper, Rafael Núñez, La Reforma PoUtica en
10. Bolívar, Obras Completos (La Habana 1950), vol. 11,pp. 314ss. Colombia, 7 vol. (Bogotá 1945), especialmente vol. 1, III, IV.

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La Constitución promulgada en 1832, la primera Pero en la relación entre poder central y regional
que tuvo el país de después de la disolución de la la reforma no se detuvo en las medidas adminis-
Gran Colombia, ha sido caracterizada por los his- trativas y fiscales. En efecto, dotó a las provincias
toriadores del derecho constitucional Colombia- de "poder constitucional pleno" para darse su or-
no como centro-federal. Concedió a las provincias ganización política y estableció el nombramiento
una cámara legislativa con poderes para legislar por voto popular de sus gobernadores. Una refor-
sobre impuestos provinciales y capacidad para ma hecha a la Carta Nacional en 1855 reforzó esta
presentar al poder ejecutivo central candidatos dirección hacia el federalismo, al autorizar al
para gobernadores, pero el poder central conser- Congreso Nacional para crear "estados sobe-
vó la posibilidad de suspender sus decisiones ranos" y en desarrollo de esta autorización se
cuando éstas se encontraran en conflicto con la crearon los estados de Panamá y Antioquia. El
política central y en todo caso se abstuvo de otor- país tuvo entonces 20 provincias y 2 estados sobe-
garles poderes soberanos. La misma carta mantu- ranos. El proceso hacia el Federalismo pleno fue
vo un régimen presidencialista fuerte, aunque es- completado por una nueva Constitución nacional
tableció que algunos nombramientos como los de de 1858, que dió al país el significativo nombre de
generales del ejército y los diplomáticos deberían Confederación Granandina y lo dividió en 8 esta-
ser aprobados por el Congreso Nacional12. dos: Cauca, Bolívar, Cundinamarca, Boyacá,
Antioquia, Magdalena, Santander y Panamá. La
Tras una cruenta guerra civil de dos años (1839- nueva Constitución no dió a estos estados el carác-
1841), en la cual el descontento regional y las pre- ter de soberanos, pero los autoriza para darse su
tenciones de los caudillos locales jugaron un papel propia constitución.
preponderante, -lo que dió a este conflicto el sig-
nificativo nombre de "Guerra de los Supremos"- El proceso de federalización iniciado en 1853 lle-
se presentó una reacción en el espíritu centralista gó a su culminación radical en 1863. Tras una
que tuvo la Constitución de 1843. cruenta guerra civil de dos años, que como todas
las guerras civiles de Colombia y de Latinoaméri-
En 1853 el péndulo se inclinó nuevamente hacia el ca en el siglo XIX tuvo motivaciones muy varia-
federalismo. Las reformas políticas que precedie- das, pero en la cual las pretensiones y aspiraciones
ron a este movimiento tuvieron un sentido acen- regionales fueron factor decisivo, el país se dió el
tuadamente liberal. Por esta razón varios historia- nombre de Estados Unidos de Colombia y una or-
dores han situado en ellas la terminación efectiva ganización política plenamente federal lo dividió
de la organización colonial. Reformas como la eli- en 9 estados soberanos; que siguiendo el modelo
minación de la esclavitud, el establecimiento ple- de la Constitución Norteamericana se confedera-
no del sufragio universal, la elección del presiden- ban a través de un pacto que mantenía un gobier-
te y el parlamento por el voto popular directo, la no federal central y garantizaba a los estados cier-
eliminación del estanco del tabaco, la separación tas atribuciones soberanas, como darse su propia
de la Iglesia y el Estado y la expulsión de la Com- constitución, tener su propio ejército regional, sus
pañía de Jesús, la instauración de las libertades propios códigos civiles, mineros, penales, en una
políticas y los derechos individuales sin limitacio- palabra sus propias instituciones jurídicas, así
nes -libertad de prensa, expresión, comercio, ac- como sus gobernadores y cámaras legislativas ele-
tividad económica, etc. ,- y la descentralización de gidos por sufragio popular.
rentas fiscales como los diezmos agrícolas, los
quintos del oro y otros impuestos del origen colo- Es verdad que el gobierno federal reservaba im-
nial, medidas encaminadas a fortificar los fiscos portantes funciones políticas y administrativas
regionales y dotar a las provincias de mayor capa- como la defensa nacional, la organización de la
cidad y libertad administrativa, significaban real- Hacienda y el crédito públicos, las relaciones ex-
mente la descolonización de la economía y la po- teriores y el régimen monetario y que imponía a
lítica 13. los Estados soberanos la obligación de introducir

12. Las referencias a los textos constitucionales se han tomado de la Protección en ColombÚl (Bogotá 1955). También, v. W. McGree-
obra citada de Pombo y Guerra, vol. III. vey, Historia Económica de ColombÚl, 1845-1930 (Bogotá 1975).
Luis Nieto Arteta, Econom{a y Cultura en la Historia de ColombÚl
13. Sobre las reformas de 1850, hay numerosa bibliografía. Una vi- (Bogotá 1(42), Para el pensamiento político Gerardo Molina, Las
sión general se encuentra en la siguientes obras: Salvador Camacho Ideas Liberales en ColombÚl, 3 vol. (Bogotá, 1970), especialmente
Roidán, Memorios, 2 vol. (Bogotá 1946) especialmente vol. l. Se re- vol. 1: 1848-1914. Germán Colmenares, Partidos PoUticos y Clases
fiere al ambiente de la época, situación social, reformas fiscales y SocÚlles (Bogotá 1965). Jaime Jaramillo Uribe, El pensamiento co-
económicas. Para la economía, v. Luis Ospina Vásquez, Industria y lombillno en el siglo XIX (Bogotá 1962).

14
en sus constituciones los principios, derechos y li- cas llamadas estados soberanos por las constitu-
bertades del Estado representativo, electivo, al- ciones federales, pero sí representaban los nú-
ternativo y responsable, es decir, las instituciones cleos de economías y sociedades regionales bien
propias del Estado liberal clásico, pero no es me- diferenciadas 16.
nos cierto que la soberanía quedaba fragmentada
y que se abría la perspectiva de un período de con- La Costa Caribe, que incluía los estados sobera-
flictos internos, entre unos estados y otros y entre nos de Bolívar y Magdalena, era una región agrí-
éstos y el gobierno central14. cola y ganadera, de grandes latifundios cultivados
con tecnología primitiva, de bajas inversiones de
capital y abundante mano de obra esclava. Estuvo
Razón de ser del conflicto también vinculada al comercio de importación a
través de sus dos principales puertos, Cartagena y
Los historiadores colombianos se han preguntado Santa Marta. En ella se desarrolló una fuerte clase
siempre las razones que tuvo la existencia y la per- dirigente de comerciantes y terratenientes, cabe-
sistencia del federalismo en la historia nacional. za de una sociedad acentuadamente cerrada, en
La historiografía tradicional orientada al análisis que la esclavitud dió muchos elementos a las for-
de los fenómenos políticos y constitucionales sin mas sociales de relación y cultura. Tuvo tres nú-
mayores preocupaciones sobre las bases económi- cleos urbanos y tres aristocracias locales que pug-
cas y sociales de éstos, atribuó el fenómeno a la di- naron por el control del poder regional una vez
fusión de las ideas liberales y a inexplicadas ten- producida la Independencia; Cartagena, Mom-
dencias a la dispersión y a la anarquía que éstas fo- pox y Santa Marta, pugna que a la postre se deci-
mentaban. Las nuevas direcciones de la historio- dió a favor de la primera, lo cual le dió la posibili-
grafía colombiana -y mutatis mutandi un fenóme- dad de jugar un papel importante en la vida repu-
no semejante se ha presentado en todos los países blicana en contraposición a Bogotá, Popayán,
latinoamericanos- más preocupadas por la expli- Medellín y El Socorro, los otros dos núcleos cons-
cación de los hechos que por su apología o conde- picuos de poder local que tuvo el país durante las
nación, dan a este interrogante una respuesta di- luchas de la Federación 17.
ferentel5.

Antioquia, minera y comerciante, asiento de un


Según ellas, el federalismo tuvo su explicación en desarrollo capitalista que dió muestra de gran vi-
la existencia de las regiones heredadas de la histo- gor desde las postrimerías del siglo XVIII, poseía
ria colonial, diferenciadas por su desigual desa- una sociedad más abierta y dinámica, en cierto
rrollo económico, sus específicas estructuras so- sentido más democrática, factores que propicia-
ciales y sus propios focos de poder político local. ron la formación de una clase empresarial que da-
Sólo cuando el desarrollo económico y de los ría pronto el paso de una actividad minera y mer-
transportes, además del contracto entre unas re- cantil a la financiera e industrial. Estos factores
giones y otras crearon unos intereses económicos produjeron una fuerte conciencia federal que se
y políticos comunes de amplitud nacional, se die- hizo patente a través de todo el siglo XIX y logra-
ron las condiciones reales para la existencia de un
Estado unitario y centralizado. Como veremos,
estas condiciones se presentan a partir de 1880. A 16. Existen pocos estudios regionales sobre Colombia. Para la re-
este propósito debemos recordar el esquema ge- gionalización geográfica puede verse, Ernesto Guhl, Colombia:
Bosquejo de una Geografía Tropical, 2 vol. (Bogotá 1975). Un estu-
neral de regiones que componían la Colombia de dio desde el punto de vista antropológico de tres grandes regiones: la
la segunda mitad del siglo XIX. No coincidían Costa Caribe, Antioquia y Santander se encuentra en el libro de Vir-
ellas, en forma absoluta, con las divisiones políti- ginia Gutiérrez de Pineda, La Familia en Colombia (Bogotá 1968).
Sobre los antecedentes coloniales y los orígenes del movimiento fe-
deralista, Tovar Pinzón Hermes, «El Estado Colonial frente al Po-
der Local y Regional», Nova Americana 5 (1983), pp. 4Oss.Una am-
14. Texto en Pombo y Guerra, op. cit., vol. IV, pp. 125ss. plia discusión sobre la situación social y política del siglo XIX, inclu-
sive el antagonismo Nación-Región, puede verse en el libro colecti-
15. Para la visión tradicional pueden leerse las obras citadas en nues- vo Aspectos Polémicos de la Historia Colombiana del Siglo XIX
tra nota 11. Una explicación moderna, desde el punto de vista de la (Bogotá 1983).
economía, puede verse, Marco Palacios, El Café en Colombia, 1850-
1970: Una historia económica, social y política (Bogotá 1979). José 17. Sobre la Costa Atlántica v. Hermes Tovar Pinzón, Grandes Em-
Antonio Ocampo, «Desarrollo Exportador y Desarrollo Capitalista presas Agrícolas y Ganaderas. Su Desarrollo en la Nueva Granada
Colombiano en el Siglo XIX», Desarrollo y Sociedad 8 (1982). En la durante el Siglo XVIII (Bogotá, 1980). Adolfo Meisel, Esclavitud
misma revista: «Las Exportaciones Colombianas en el Siglo XIX», 4 Mestizaje y Haciendas en la Provincia de Cartagena 1533-1851. De·
(1980), «El Mercado Mundial del Café y el surgimiento de Colombia sarrollo y Sociedad 4 (1980). Orlando Fals Borda, Mompox y Loba.
como País Cafetero», 5 (1981). Historia de la Costa (Bogotá 1980).

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ron sustraerla de los procesos destructores de ca- núcleos urbanos -Socorro, San Gil, Bucaraman-
pital y elementos humanos que produjeron en ga- creó allí aristocracias locales que no permitie-
otros Estados las guerras civiles del período18. ron la formación de una clase dirigente regional
tan fuerte políticamente como la de Antioquia, la
El Cauca, que abarcaba dentro de su jurisdicción Costa, el Cauca y Cundinamarca, donde, Mede-
y estructura 'socio-económica y política los moder- llín, Popayán y Bogotá tuvieron su supremacía
nos departamentos de Nariño, Cauca, Valle y sobre otros grupos locales, pero que tenían sufi-
Chocó, fue región minera, agrícola, ganadera y ciente entidad para mantener cierta autonomía y
comerciante, con su núcleo urbano en Popayán presentar cierta oposición a una dirección política
hasta que entró en decadencia a mediados del si- centralista20.
glo, estaba dirigida por una élite aristoccrática
compuesta de antiguos encomenderos y señores Los otros grandes núcleos regionales, Cundina-
de esclavos, que pudo disputar la dirección políti- marca y Boyacá, por circunstancias históricas y
ca y militar a los núcleos de Bogotá y de otras re- geográficas tuvieron, dentro de sus diferencias,
giones del país)9. características muy semejantes. El hecho de estar
dentro de su órbita geográfica la capital del Virrei-
Santander tuvo desde sus orígenes una estructura nato, asiento de la administración y de la burocra-
social y una economía muy propias y originales. cia, de las más altas autoridades eclesiásticas y de
De escaso componente indígena y africano y fuer- los más desarrollados centros educativos, permi-
te ancestro español en su composición demográfi- tió que en ellas se formara la más fuerte y amplia
ca, la penuria de minas y aún de tierras agrícolas élite dirigente política. La sociedad y la economía
desarrollaron allí una industria manufacturera de también tenía en ellas características peculiares.
textiles y una actividad mercantil que dió en 1781 Agricultura de hacienda unida con ganadería y
sus primeras manifestaciones de conciencia regio- comercio interno y de importación, daban a estas
nal y de identidad con sus intereses económicos en regiones un desarrollo relativamente equilibrado.
el movimiento de los Comuneros. Esa actividad Factores burocráticos y financieros, por ser asien-
manufacturera y comerciante que entró en aguda to de numerosos conventos y sede de comunida-
crisis a partir de 1850como resultado de la política des religiosas que sirvieron como entidades de
librecambista que predominió en el país hasta las crédito, permitieron la formación de capitales que
postrimerías del siglo, fue sustituida por el comer- derivarían al comercio de importación y a la inver-
cio del tabaco y la quina, las industrias del fique, la sión agrícola. En la primera mitad del siglo XIX se
fabricación de sombreros de paja, la ganadería y harían tambiéri intentos industriales que no tuvie-
la agricultura de la caña, pero las nuevas activida- ron éxitos duraderos. Zonas de densas poblacio-
des no alcanzaron a darle la estabilidad y bienes- nes indígenas y de los más fuertes encomenderos
tar que en sus tierras observaban los viajeros de del Nuevo Reino, de activo mestizaje, se desarro-
comienzos del siglo. En esa crisis probablemente lló en ellos una sociedad de base agrícola, de poca
se encuentra parte de la explicación de que hayan dinámica social, paternalista y señorial. Como
sido los santanderes teatro central de las guerras centro que fue del gobierno virreinal, por la expe-
civiles de la segunda mitad del siglo XIX y que ha- riencia de gobierno de su clase dirigente era natu-
yan salido de la región muy conspicuas figuras de ral que su principal núcleo urbano, Bogotá fuera
nuestras guerras civiles. La existencia de varios el centro motor de las fuerza que tendían a la for-
mación de un Estado nacional'.!).
18. Sobre Antioquia v. Ann Twinam, Miners, and Fanners. The En cuanto a Panamá, hay que decir que desde la
Roots of the Entrepreneurship in Antioquia. 1763-1810 (tesis de
doctorado, Yale University 1976). James J. Parsons, La colonización época colonial la región estuvo siempre aislada de
antioqueña del occidente colombiano (Medellín 1950); Roger Brew,
El Desarrollo Económico de Antioquia. Desde la Independencia
hasta 1920, ed. Banco de la República (Bogotá 1977). Alvaro López 20. Una visión general de la región santandereana, época colonial
Toro, Migración y Cambio Social en Antioquia (Bogotá 1970). Luis en John Phelan, El Pueblo y el Rey. La Revolución Comunera en Co·
H. Fajardo, La Moralidad Protestante de los Antioqueños (Cali lombia, 1781 (Bogotá 1980). Manuel Ancfzar, Peregrinación de Alfa
s.a.); Everet Hagen, El Cambio Social en Colombia, (Bogotá 1962); (Bogotá 1956). Contiene una detallada descripción de las regiones
Jaime Jaramillo Uribe, «El Estado Actual de las Investigaciones so- orientales de Colombia hacia 1850. También, Gaspard de Mollien,
bre Antioquia y los Antioqueños», Desarrollo y Sociedad, Revista Viaje a la República de Colombia (Bogotá 1944), pp. 68ss.
del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CEDE) 3 (1980).
21. Sobre las regiones de Cundinamarca y Boyacá, Orlando Fals
19. Sobre el Cauca v. Germán Colmenares, Popayán: una sociedad Borda, El Hombre y la Tierra en Boyacá (Bogotá 1957); Peasant 50-
esclavista, 1680-1800 (Bogotá 1979). Silvia Padilla, M.L. López Are- ciety in the Colombian Andes (Gainsville 1955). Manuel Ailcfzar, op.
llano, A. González, La Encomienda en Popayán (Sevilla 1977). Pe- cit.; Vicente de Oviedo Basilio, Cualidades y Riquezas del Nuevo
ter Marzahl, Town and Empire. Govemment, Politics and Society in Reino de Granada (Bogotá 1830); Camilo Pardo Umaña, Haciendas
Seventeenth Century Popayán (Austin 1978). de la Sabana (Bogotá 1946).

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Santa Fé Yque por tal razón hubo de erigirse allí cado mundian habían creado las condiciones ne-
una Audiencia desde el siglo XVII. Tal situación cesarias para la existencia de una economía nacio-
continuó siendo la misma durante el período re- na122•
publicano. Su economía dependía del tráfico ma-
rítimo entre los dos océanos y el control de su ad- En el plano político la nueva etapa se abre con las
ministración fue siempre difícil para el gobierno reformas constitucionales de 1886 y el movimien-
central de Bogotá. No fue ilógico que cuando se to que en la historia de Colombia se denomina
inició el movimiento federalista, fuera Panamá la "La Regeneración", movimiento que condujo el
primera región que adquirió el status de estado so- notable y discutido estadista Rafael Núñez. No
berano en 1855. El federalismo tenía, pues, sus obstante los conflictos y contradicciones existen-
bases reales y en cierto sentido podría decirse que tes entre sectores de la clase dirigente, dichas re--
fue una etapa necesaria en la historia de la forma- formas permitieron un consenso nacional en tor-
ción en Colombia. no al carácter unitario y centralizado de la organi-
zación jurídica y política de la Nación, con lo cual
quedó definitivamente clausurada la etapa fede-
ralista y superadas las tendencias disgregadoras23•
Crisis y superación
El período histórico siguiente, que llega hasta
En contraste con la etapa histórica que siguió a la nuestros días, ha continuado moviéndose en la
Independencia (1820-1850), que fue de estanca- misma dirección, es decir, hacia la creación de las
miento económico y continuidad de varias institu- condiciones básicas, que sustentan un Estado na-
ciones jurídicas, económicas y fiscales coloniales cional en el sentido moderno, tales como la for-
-lo que ha llevado a ciertos historiadores a soste- mación de una opinón pública que incorpore con
ner que la Colonia sólo termina en 1850- el perío- participación política efectiva a todos los grupos y
do que se inicia en 1850 abre una nueva fase del clases sociales en un proyecto de democracia so-
proceso histórico en Colombia hacia la formación cial participante y no simplemente formal en el
del Estado-Nación. El desestanco del tabaco dió sentido liberal del siglo XIX.
al país un nuevo género de exportación que entre
bonanzas y depresiones permitió la inserción de
Colombia en el mercado internacional, mejoran-
do las condiciones de acumulación de capitales y
de paso la capacidad fiscal del Estado. La quina y
el añil, aunque de duración transitoria y grandes
altibajos en la producción y en los precios, contri-
buyeron también al crecimiento de la capacidad
exportadora. Al finalizar el siglo, el café pudo lle-
nar el vacío producido por el colapso de ambos
productos, y dar al comercio exterior un género 22. Los mejores y más recientes trabajos sobre el comercio exterior
de exportación que mantendría firme durante un de Colombia en el siglo XIX, son los del economista e historiador de
la economía, José Antonio Ocampo, publicados en la revista Socie-
siglo, que abarcaría casi todo el territorio nacional dad y Desarrollo, editada por el Centro de Estudios para el Desarro-
y podría estabilizar el proceso de acumulación de llo de la Universidad de los Andes. NN. 1 (1979),4 (1980), 5 (1981).
capital, aumentar la capacidad importadora y am- Del mismo autor v. «Importaciones Colombianas en el siglo XIX»,
Ensayos sobre Historia Económica Colombiana (Bogotá 1980).
pliar el mercado interno. Al afirmar la economía
exportadora el café permitiría la inversión en na- 23. Sobre el movimiento de la Regeneración y la transformación po-
cientes industrias y reforzaría también la forma- lítica de 1886, 10 mismo que sobre la obra y la personalidad de Nú-
ñez, hay numerosa bibliografía. Como trabajos recientes y especial-
ción de una clase empresarial de mentalidad y ac- mente esclarecedores son recomendables los siguientes: Charles
titudes burguesas. El mismo proceso permitiría el Berquist, Café y Conflicto (Medellín 1982); Darío Bustamante,
desarrollo de los transportes a escala nacional su- «Efectos Económicos del Papel Moneda durante la Regeneración»,
Cuadernos Colombianos 4 (1974); Marco Palacios, op. cit. cit., nota
perando el aislamiento de las regiones. En una pa- 15.
labra, al finalizar el siglo XIX se habían sentado
las bases existentes de un mercado nacional y de
una vinculación al mercado mundial obligaba a la Jaime Jaramillo Uribe (1917). Historiador colombiano. Profesor ju-
clase dirigente a pensar en términos de relaciones bilado de la Universidad Nacional y en la actualidad profesor de la
Universidad de los Andes Autor de El pensamiento colombiano en el
internacionales y a tener una política internacio- siglo XIX, Ensayos sobre historia social colombiana, La personalidad
nal como elemento constitutivo del Estado. Así, histórica de Colombia y Antología del pensamiento político colombia·
la economía exportadora y la inserción en el mer- no.

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