Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INFANTIL
Fisiopatología, Clínica y
Tratamiento Dietoterápico
ERRNVPHGLFRVRUJ
Eduardo A. Roggiero
Mónica A. Di Sanzo
No está permitida la reproducción total o parcial
de esta obra, ni su tratamiento o transmisión
por cualquier medio o método, sin autorización
escrita de la Editorial.
Roggiero, Eduardo A.
Desnutrición Infantil / Eduardo A. Roggiero y Mónica Di Sanzo - 1ª ed. - Rosario
Corpus Editorial y Distribuidora, 2007.
218 p.: il.; 24x16,5 cm.
ISBN 978-950-9030-39-8
CDD 362.176
Desnutrición Infantil
Eduardo A. Roggiero y Mónica Di Sanzo
1ª Edición
DERECHOS RESERVADOS
© 2007 Corpus Editorial y Distribuidora
editorial@corpuslibros.com.ar
eroggiero@corpuslibros.com.ar
mdisanzo@corpuslibros.com.ar
www.corpuslibros.com.ar
Suipacha 581 - Tel/Fax: (+54 341) 439 4978 / 437 1327
(S2002LRK) Rosario - Argentina
NOTA
La medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos conocimientos, se requerirán
FDPELRVGHODWHUDSpXWLFD(OORVDXWRUHV\ORVHGLWRUHVVHKDQHVIRU]DGRSDUDTXHORVFXDGURVGHGRVL¿FDFLyQ
medicamentosa sean precisos y acordes con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante
los posibles errores humanos y cambios en la medicina, ni los editores, ni cualquier otra persona que haya
participado en la preparación de la obra garantizan que la información contenida en ella sea precisa o completa;
tampoco son responsables de errores u omisiones, ni de los resultados que con dicha información se obtengan.
Convendría recurrir a otras fuentes de datos, por ejemplo, y de manera particular, habrá que consultar la
hoja de información que se adjunta con cada medicamento, para tener certeza de que la información de esta
obra es precisa y no se han introducido cambios en la dosis recomendada o en las contraindicaciones para
su administración. Esto es de particular importancia con respecto a fármacos nuevos o de uso no frecuente.
También deberá consultarse a los laboratorios para información sobre los valores normales.
\V\
Tenía hambre y formaron un comité para investigar mi hambre;
no tenía hogar e hicieron un informe sobre mi problema;
estaba enfermo y organizaron un seminario sobre la situación de los desprotegidos:
investigaron todos los aspectos de mi condición…
pero todavía tengo hambre, carezco de hogar y sigo enfermo.
\ VII \
Autores
\ IX \
Colaboradores
Bioquímica de la UBA
Especialista en Bioquímica Clínica. Área Hematología y Hemostasia, UBA
Docente de la Cátedra de Hematología (Análisis Clínicos) de la Facultad de Farmacia
y Bioquímica de la UBA
Bioquímica del Centro de Hematología y Trombosis
Bioquímica del Hospital de Quemados del GCBA
Ex integrante del plantel de FUNDALEU
Miembro de la Sociedad Argentina de Hematología
Licenciada en Nutrición
Ex residente del Hospital Pirovano de la Ciudad de Buenos Aires
Realizó rotaciones de especialización en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital
Argerich y en el Hospital General Universitario G. Marañón de Madrid, España
Co-autora de trabajos sobre desnutrición oculta presentados en el marco
de la Residencia de Nutrición
\ XI \
Índice
CAPÍTULO 1
3.5 Conclusiones .............................................. 26
\ XIII \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Alteraciones intestinales
en la desnutrición crónica ............. 55 CAPÍTULO 10
Alteraciones bioquímicas
7.1 Alteraciones intestinales en
la desnutrición crónica .................................... 55 de la desnutrición crónica ........... 81
7.1.1 Alteraciones bucales ................................... 55
10.1 Comportamiento de los indicadores
7.1.2 Alteraciones del estómago ......................... 56
bioquímicos en la desnutrición crónica ....... 81
7.1.3 Alteraciones intestinales ............................. 56 10.1.1 Parámetros bioquímicos que reflejan
7.1.4 Alteraciones hepáticas ............................... 58 el estado nutricional con relación
7.1.5 Alteraciones pancreáticas .......................... 58 a las proteínas ......................................... 81
7.1.6 Alteraciones en el pool de sales biliares .... 58 10.1.2 Parámetros bioquímicos que reflejan
7.1.7 Alteraciones en la inmunidad local ............. 58 el estado de la masa muscular .............. 82
7.2 Hipersensibilidad a las proteínas 10.1.3 Parámetros bioquímicos que reflejan
alimentarias ....................................................... 60 el estado inmunológico .......................... 83
7.3 Conclusiones .............................................. 61 10.1.4 Parámetros bioquímicos que reflejan
el metabolismo de otros nutrientes ........ 83
10.1.5 Factores de coagulación ........................ 85
CAPÍTULO 8 10.1.6 Hormonas ............................................... 85
10.1.7 Indicadores bacteriológicos .................... 85
Alteraciones en el metabolismo 10.2 Reactantes de fase aguda y desnutrición ... 85
de los nutrientes .................................... 63
8.1 Alteración del metabolismo CAPÍTULO 11
de los carbohidratos ........................................ 63 Fisiopatología de
8.1.1 Gases en el tubo digestivo ......................... 63
8.2 Alteración del metabolismo de las grasas ..... 64 la desnutrición proteica ................ 87
8.3 Alteración del metabolismo de las proteínas ... 65
11.1 Kwashiorkor .................................................... 87
8.4 Alteración del metabolismo del agua ............. 65
11.1.1 Fisiopatología ............................................ 88
8.5 Alteración del metabolismo del sodio ............ 66 11.1.2 Cambios hormonales ................................ 93
8.6 Alteración del metabolismo del potasio ........ 66 11.1.3 Interrelación entre las hormonas ............... 94
8.7 Alteraciones del metabolismo
del calcio y fósforo ........................................... 66
/ XIV /
Índice (continuación)
\ XV \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ XVI /
Prólogo
Eduardo A. Roggiero
Mónica A. Di Sanzo
Tal vez sepamos que son muchos los individuos incomprensible. En un mundo con un nivel de
que en el mundo mueren por desnutrición y ULTXH]D VLQ SUHFHGHQWHV ODV FLIUDV GHO KDPEUH
muchos más los que carecen de un adecuado resultan, entonces, vergonzosas.
saneamiento ambiental, agua potable y alimentos Es que la prevención y tratamiento de la
VXÀFLHQWHVSDUDGHVDUUROODUVHHQIRUPDQRUPDO GHVQXWULFLyQQRQHFHVLWDQGHVRÀVWLFDGDVWHFQR-
Es inevitable conmoverse con las imágenes de ORJtDVDYDQFHVFLHQWtÀFRVRGURJDVFRPSOHMDV\
QLxRVGHVQXWULGRV\IDPLOLDVHQWHUDVYLYLHQGRHQ tal vez ésta sea la razón que nos impida com-
la extrema miseria. (Imágenes 1 y 2) Pero lo que prender plenamente la realidad.
resulta imposible de hacer es lograr en nuestra La desnutrición está presente hoy en día de la
mente la imagen de 2 400 millones de personas. PLVPDIRUPDTXHKDFHPLOORQHVGHDxRVFXDQGR
Parecería que en los hechos se llega a un punto FRPHQ]DEDODKXPDQLGDG4XL]iVODGLIHUHQFLD
en donde la razón no alcanza. radique en que el hombre primitivo la aceptaba
En el vestíbulo del siglo XXI, observar por con la resignación de lo inevitable y el hombre
ODWHOHYLVLyQODIRUPDHQTXHVHFRQVWUX\HXQD actual haya decidido convivir con ella.
estación espacial o desarrolla la industria bélica De poco sirven la sabiduría y los avances
(tan sólo por citar dos ejemplos) al mismo tiem- tecnológicos si no están al alcance de todos, y
po que millones de seres humanos viven, crecen en materia social parece ser que la humanidad
\PXHUHQHQIRUPDLQGLJQDUHVXOWDXQHVFHQDULR todavía está lejos de lograrlo.
Desde los comienzos de la historia, el mundo XIX. En 1843 se asoció a la desnutrición con la
KDVXIULGRHVFDVH]GHDOLPHQWRVGHELGRDSHVWHV pobreza. Si bien por entonces había una clara
VHTXtDVFDWiVWURIHVQDWXUDOHVJXHUUDVHWFTXH percepción de su origen social, la imagen clínica
provocaron innumerables muertes por desnu- TXHVHWHQtDHUDWRGDYtDFRQIXVD+DVWDHO
trición. En ese tiempo, el hombre primitivo FXDGURFOtQLFRVHIXHGHVFULELHQGRHQGLVWLQWRV
estaba muy expuesto a todo tipo de carencias lugares con los nombres de atrepsia, hipotrepsia,
QXWULFLRQDOHV SRU OD GLÀFXOWDG TXH WHQtD SDUD GLVWURÀDDWURÀDGHOODFWDQWHPLOFKQlKUVFKDGHQPHKO-
conseguir su propio sustento. Pruebas de ello QlKUVFKDGHQGHVFRPSRVLFLyQFRUSRUDO\GHVQXWULFLyQ
VRQODPHQRUORQJHYLGDG\FRQWH[WXUDItVLFDTXH En 1933 Cicely Williams, pediatra del hos-
tenía respecto del hombre actual. SLWDOGH$FFUDXELFDGRHQOD&RVWDGH2URDIUL-
Durante siglos la humanidad contempló a las cana –hoy Ghana–GHVFULELyXQDHQIHUPHGDG
muertes por desnutrición con un sereno someti- nutricional en los niños asociada al consumo de
miento, interpretándolas –tal vez– como hechos dietas a base de maíz, similar a una descripción
tan naturales como irremediables. Probablemente hecha en 1835 por Hinojosa en un poblado de
SRULQGLIHUHQFLDUHVLJQDFLyQRSRUODLPSRWHQFLD Magdalena –hoy ciudad de México–. En 1935
SDUD DFWXDU VREUH HOOD IXH TXH SDVDURQ PLOHV SXEOLFy VREUH HVWD HQIHUPHGDG HQ OD UHYLVWD
de años sin que nadie se ocupara de hacer una Lancet empleando la palabra Kwashiorkor, tér-
GHVFULSFLyQFOtQLFDGHHVWDHQIHUPHGDG$SHVDU mino utilizado por los nativos que la padecían.
de ello, la asociación entre el hambre crónico y En el dialecto de la región, kwashiorkor VLJQLÀFD
la desnutrición era un hecho conocido. enfermedad de los niños abandonados cuando nace el
&LQFR VLJORV DQWHV GH TXH IXHUD HVFULWR HO siguiente. Con la Segunda Guerra Mundial la
nuevo testamento, Hipócrates mencionaba que desnutrición se extendió por algunos países del
HOYLJRUGHOKDPEUHSXHGHLQÁXLUYLROHQWDPHQWHHQODFRQV- sur de Europa. En 1946, Federico Gómez –un
titución del hombre debilitándolo, haciéndolo enfermar e SHGLDWUD\FLUXMDQRPH[LFDQR²SXEOLFyXQLQIRU-
incluso, sucumbir.0LHQWUDVWDQWRORVIDOOHFLPLHQWRV me en donde se aclaraban los conceptos clínicos
SRUDOLPHQWDFLyQLQVXÀFLHQWHFRQWLQXDURQDIHF- \VHGHVFULEtDQWUHVIRUPDVFOtQLFDVGHGLVWLQWD
tando a hombres, mujeres y, sobre todo, a niños gravedad. Tres años más tarde, los representan-
durante milenios. Recién en el siglo XVII d.C. se tes de la Organización para la Agricultura (FAO)
utilizó por primera vez el término marasmus para y la Organización Mundial de la Salud (OMS)
GHÀQLUDORVQLxRVDIHFWDGRVGHDGHOJD]DPLHQWR se reunieron para determinar si era posible que
H[WUHPRSRUIDOWDGHDOLPHQWDFLyQ$SHVDUGH ODV HQIHUPHGDGHV GHVFULWDV KDVWD HQWRQFHV HQ
HVWDGHÀQLFLyQIXHURQSRFRVORVTXHVHRFXSD- distintos lugares por distintos autores pudieran
URQGHHVWDHQIHUPHGDGKDVWDPHGLDGRVGHOVLJOR ser una misma entidad clínica. Se designó en-
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
(GDGDxRV
+LVWRULD GH GLHWD anormal amamantado Imagen 4: Dr. Federico Gómez Santos (1897-
por una mujer embarazada o de edad 1980). Pediatra y cirujano mexicano. Importante
avanzada investigador de la desnutrición infantil. Autor
(GHPD de una clasificación que valora la gravedad del
(PDFLDFLyQ padecimiento según el déficit de peso
'LDUUHD
ÓOFHUDVGHODVPXFRVDV
'HVFDPDFLyQGHODSLHOGHODVSLHUQDV\
antebrazos
+tJDGRJUDVRQRFRQÁXHQWH
,QYDULDEOHPHQWHPRUWDOVLQRVHORWUDWD
/6/
Capítulo 1 – Breve reseña
Bibliografía
\7\
La desnutrición
como problema social 22
Eduardo A. Roggiero
ciente disponibilidad para cubrir las necesidades PHMRUHV RSRUWXQLGDGHV ODERUDOHV IRUPDQGR DVt
de una población. Sin embargo, una adecuada SR]RVGHSREUH]D\VXIULHQGRXQVKRFNFXOWXUDOHQ
producción agrícola y ganadera tampoco garantiza donde se pierden muchos hábitos y costumbres,
el buen estado nutricional de todas las personas. entre ellas, la lactancia materna. De esta manera,
Muchos países son productores y exportadores de los niños quedan expuestos a un ambiente am-
DOLPHQWRV\D~QPDQWLHQHQHOHYDGDVVXVWDVDVGH pliamente contaminado desde edades muy tem-
desnutrición debido a las exigencias del mercado. SUDQDV SURGXFLpQGRVH HQIHUPHGDGHV GLJHVWLYDV
&RQIUHFXHQFLDORVLQWHUHVHVHFRQyPLFRVGHXQD UHVSLUDWRULDVHLQIHFFLRVDVTXHLQLFLDQHOFLFORGH
sociedad, transitan por carriles distintos al de las la desnutrición.
necesidades nutricionales de sus habitantes.
I Problemas políticos: Todos los países tienen
d) Problemas en la conservación de los alimentos: A PHFDQLVPRV SDUD IRUPXODU \ SRQHU HQ PDUFKD
pesar de los avances en materia de producción SROtWLFDVGHGHVDUUROOR/RVVLVWHPDVGLÀHUHQGH
alimentaria, una parte importante de los alimentos un país a otro, pero las políticas relacionadas
producidos se pierde por diversos motivos antes con la agricultura, salud, educación y economía,
de que puedan ser consumidos. En este sentido, determinan el bienestar de la gente, incluyendo su
XQLQIRUPHGHOD2UJDQL]DFLyQGHODV1DFLRQHV estado nutricional. La manera como la ideología
Unidas para la Agricultura y la Alimentación SROtWLFDLQÁX\HHQODPDOQXWULFLyQHVDWUDYpVGH
(FAO-OMS) del año 2002 indica que alrededor los gobiernos que garantizan un acceso razonable
del 25% de los granos que se siembran se pierde o relativamente justo para todas las personas a los
por un mal manejo luego de la cosecha, deterioro recursos esenciales, como vivienda, educación,
RLQIHVWDFLyQSRUSODJDV/DVSpUGLGDVGHDOLPHQWRV alimentos y servicios de salud.
IiFLOPHQWHSHUHFHGHURVFRPRYHUGXUDV\IUXWDV
se calcula en un 50% y del total de alimentos que g) Enfermedades: Gran parte de las desnutriciones
ÀQDOPHQWHOOHJDDORVKRJDUHVSRUGLVWLQWDVUD]R- son causadas o agravadas por la presencia de
nes, se pierde un 10%. HQIHUPHGDGHV/DUHODFLyQHQWUHODPDOQXWULFLyQ
\ODVLQIHFFLRQHVVHKDHVWXGLDGR\GRFXPHQWDGR
e) Problemas poblacionales: En algunos países el DPSOLDPHQWH/DGLDUUHDODVHQIHUPHGDGHVUHVSL-
problema poblacional es de gran importancia. ratorias, los parásitos intestinales, el sarampión y el
En ellos el exceso de población y el hacinamiento VtQGURPHGHLQPXQRGHÀFLHQFLDDGTXLULGD6,'$
pueden ser determinantes muy importantes de son causas importantes de desnutrición, así como
malnutrición. Sin embargo, es ingenuo creer que el ODV HQIHUPHGDGHV QR LQIHFFLRVDV VtQGURPHV GH
problema del hambre se soluciona exclusivamente PDODDEVRUFLyQHQIHUPHGDGHVFUyQLFDVPXFKRV
GHVGHODSODQLÀFDFLyQIDPLOLDU\DTXHH[LVWHQSDtVHV tipos de cáncer, procesos degenerativos y ciertas
FRQJUDQQ~PHURGHKDELWDQWHV\PHMRUHVLQGLFD- HQIHUPHGDGHVSVLFROyJLFDV
dores sanitarios que otros con menor población.
(Cuadro 2.1) Como conclusión, se puede decir que la
Los problemas poblacionales están íntima- GHVQXWULFLyQ LQIDQWLO HV PXFKR PiV TXH XQD
mente relacionados con cuestiones socioeconó- carencia alimentaria y que las políticas sanitarias
micas y culturales, entre ellas la migración interna SODQLÀFDGDVH[FOXVLYDPHQWHGHVGHORQXWULFLRQDO
TXHVXIUHQPXFKRVSDtVHVTXHWLHQHQGHVDUUROODGD sólo producen una mejoría parcial y transitoria
irregularmente su riqueza. En estos, parte impor- del problema. Si bien el peso de cada uno de los
tante de su población rural se ve obligada a migrar FDXVDOHVHVGLIHUHQWHHQFDGDUHJLyQHODERUGDMH
DODSHULIHULDGHODVJUDQGHVFLXGDGHVHQEXVFDGH debe ser, en todos los casos, multidisciplinario. En
/ 10 /
Capítulo 2 – La desnutrición como problema social
tanto no mejoren las condiciones de saneamiento (Q $VLD PHULGLRQDO ORV QLxRV GHVQXWULGRV
DPELHQWDOGLVPLQX\DHOQ~PHURGHSHUVRQDVTXH representan la mitad de la población total de
vive en la pobreza extrema y mejoren el nivel QLxRV\HQORVSDtVHVGHÉIULFDDOVXUGHO6DKDUD
educativo, la calidad de las viviendas, los índices la tercera parte
de desempleo, las desigualdades sociales, etc.
seguirán existiendo casos de desnutrición. El
PD\RUSUREOHPDUDGLFDHQTXHFRPRLQIRUPDUD
2.3 Cifras de la pobreza en
el Comité de Expertos de la OMS en 1981) por América Latina
VXVP~OWLSOHVFDXVDVODGHVQXWULFLyQHVDPHQXGR 'DWRVGH81,&()LQIRUPDQTXH
la preocupación de todos y la responsabilidad de
nadie. 0iVGHOGHODVIDPLOLDVODWLQRDPHULFDQDV
vive por debajo de lo que se considera el nivel
crítico de pobreza y el 20% de éstas vive en con-
2.2 Cifras de la pobreza en el mundo diciones de pobreza absoluta
En un documento preparado por la FAO OMS /D PRUWDOLGDG LQIDQWLO HQ OD UHJLyQ HV FLQFR
HQVHUHYLVyWRGDODLQIRUPDFLyQGLVSRQLEOH veces mayor a la de los países desarrollados
sobre la prevalencia del hambre y la malnutrición, (VWXGLRV DFHUFD GHO HVWDGR QXWULFLRQDO GH OD
proporcionando un cálculo global para las diver- población latinoamericana muestran que cerca
VDVUHJLRQHVGHOPXQGR(QWUHODVFLIUDVGHHVWH GHOGHORVQLxRVPHQRUHVGHDxRVVXIUH
LQIRUPHVHGHVWDFDQ de diversos grados de desnutrición
PLOORQHVGHSHUVRQDVFDUHFHQGHDFFHVR
a cualquier tipo de medios de saneamiento En la actualidad, la población de América
0iV GH PLOORQHV GH SHUVRQDV ²HQ VX Latina aumenta a un ritmo superior al de su
mayoría mujeres y niños– tienen carencia de FUHFLPLHQWR HFRQyPLFR D GLIHUHQFLD GH OR
micronutrientes, especialmente hierro, yodo y registrado en las primeras décadas de la pos-
vitamina A guerra. Entre los años 1980-2000 la población
PLOORQHVGHSHUVRQDVFDUHFHQGHDFFHVR latinoamericana aumentó alrededor de un 50%,
a agua potable inocua en tanto que en el mismo período su economía
PLOORQHVGHSHUVRQDVWLHQHQXQDLQJHVWD FUHFLyJOREDOPHQWHVyORHOVXPDQGRGHIRU-
DOLPHQWDULDLQVXÀFLHQWHGHORVFXDOHVPiVGH ma algebraica los crecimientos y retrocesos), lo
la mitad son niños TXHVLJQLÀFDTXHODFDOLGDGGHYLGDSURPHGLRVH
PLOORQHVGHQLxRVWLHQHWDOODEDMDPL- redujo a la mitad y que la pobreza prácticamente
OORQHVWLHQHGpÀFLWGHSHVRSDUDVXHGDG\ se duplicó desde 1980. Esto contrasta con las
PLOORQHVWLHQHQGpÀFLWGHSHVRSDUDVXWDOOD FLIUDVGHOSHUtRGRFXDQGRODHFRQR-
PLOORQHVGHQLxRVVXIUHQGLVWLQWRVJUDGRV PtDFUHFLyHQXQ\DXQTXHIXHVLPLODUDO
de desnutrición calórico-proteica aumento poblacional, en esos años la pobreza
GHFDGDSHUVRQDVGHOPXQGRHQGHVDUUROOR no creció.
presenta sub-nutrición crónica A pesar de todo lo expuesto, la desnutrición
(QORVSDtVHVHQYtDVGHGHVDUUROORHQWUHXQ LQIDQWLOQRVHOLPLWDDOPXQGRHQGHVDUUROOR(Q
6 a 48% de los niños menores de 5 años de algunas naciones industrializadas, las crecientes
HGDG SDGHFH IRUPDV OHYHV \ PRGHUDGDV GH desigualdades en materia de ingresos, en combi-
desnutrición calórico-proteica y entre un 1 al nación con la disminución de la protección social,
IRUPDVJUDYHV repercuten de una manera preocupante sobre la
$QXDOPHQWHQDFHQHQHOPXQGRXQRVPLOOR- nutrición de los niños. En ellas, también se pue-
nes de niños con bajo peso, lo que representa el den observar casos de desnutrición en grupos
17% del total de nacimientos. Estos niños tienen marginados sometidos a restricciones dietéticas
mayor riesgo de muerte que los lactantes de peso por consideraciones religiosas o estilos de vida
QRUPDOVXIUHQPiVHQIHUPHGDGHVUHWUDVRGHO particulares.
desarrollo cognitivo y tienen mayores probabi-
lidades de estar desnutridos durante su niñez
(QORVSDtVHVHQYtDVGHGHVDUUROORDQXDOPHQWH
2.4 Ciclos de la desnutrición
mueren más de 6 millones de niños menores En la desnutrición se producen ciclos de perpe-
de 5 años por desnutrición (55% del total de WXLGDG TXH FRPSOLFDQ \ GLÀFXOWDQ OD UHVROXFLyQ
muertes en ese intervalo etario) del problema.
\ 11 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 12 /
Capítulo 2 – La desnutrición como problema social
sus causas y, por ende, de sus soluciones. Losde su mismo hogar están corriendo el mismo
SROtWLFRV HFRQRPLVWDV GHPyJUDIRV VRFLyORJRV
riesgo nutricional. De la misma manera, una alta
antropólogos, expertos en agricultura y personal
prevalencia de niños desnutridos o con retardo
de salud juegan un importante rol en el control
de crecimiento en una comunidad indica que
de la desnutrición. Está demostrado que no se toda la población se encuentra en situación de
puede controlar el hambre desde un área sola yriesgo.
que la mejor estrategia es aquella que proviene de
&RPR FRQFOXVLyQ VH WUDQVFULEH XQ IUDJ-
la multidisciplina, incluyendo la participación de
PHQWR GHO GLVFXUVR LQLFLDO GH OD &RQIHUHQFLD
ODPLVPDFRPXQLGDGDIHFWDGD3DUDHVWROD206
Internacional de Nutrición, que se realizó en el
propone once puntos clave de trabajo: seno de la Organización de las Naciones Unidas
$OLPHQWDFLyQDGHFXDGDGHODPDGUHGXUDQWH para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y
el embarazo la Organización Mundial de la Salud (OMS),
/DFWDQFLDPDWHUQDH[FOXVLYDGXUDQWHORVSUL-
en Roma, en diciembre de 1992: "Nosotros,
meros cuatro a seis meses de vida ministros y plenipotenciarios, representantes de
$EODFWDFLyQDGHFXDGD 159 estados… reconocemos que mundialmente
6DQHDPLHQWRDPELHQWDO KD\ DOLPHQWRV VXÀFLHQWHV SDUD WRGRV \ TXH HO
9DFXQDFLyQXQLYHUVDO problema principal es el acceso desigual a esos
'HVSDUDVLWDFLyQLQWHVWLQDOSHULyGLFDHQiUHDV
alimentos. Teniendo en cuenta el derecho a un
de riesgo nivel de vida adecuado, incluida la alimentación,
9LJLODQFLDGHOFUHFLPLHQWR que se expresa en la Declaración Universal de los
$SR\RDOLPHQWDULRGLUHFWR Derechos Humanos, nos comprometemos a ac-
)RUWLÀFDFLyQGHDOLPHQWRV tuar solidariamente para lograr que la eliminación
6XSOHPHQWDFLyQQXWULFLRQDO del hambre llegue a ser una realidad. Declaramos,
$WHQFLyQLQWHJUDOGHOQLxRHQIHUPR DVLPLVPRQXHVWURÀUPHFRPSURPLVRGHDFWXDU
juntos para asegurar un bienestar nutricional
La presencia de un niño desnutrido en una GXUDGHURDWRGRVHQXQPXQGRSDFtÀFRMXVWR\
IDPLOLDGHEHKDFHUSHQVDUTXHRWURVPLHPEURV con un ambiente sano".
Bibliografía /DWKDP0&1XWULFLyQ+XPDQDHQHO0XQGR
en Desarrollo", Organización de las Naciones
$&&6&1Second Report on the World Nutrition Unidas para la Agricultura y la Alimentación,
Situation: Vol. I: "Global and Regional Results", Colección FAO: Alimentación y nutrición Nº 29
ACC/SCN, Ginebra, 1992. de las FAO, OMS, Roma, 2002.
%XHQR06DUUtD$0DOQXWULFLyQGHOODFWDQ- /HFKWLJ$(DUO\0DOQXWULWLRQ*URZWKDQG
te". En: Nutrición en Pediatría. Bueno M, Sarría Development". En: Gracey M, Falkner F
$3pUH]*RQ]iOH]-0(G(UJyQ0DGULG (eds.) Nutritional Needs and Assessment of Nomal
2003; 313-22. Growth:RUNVKRS6HULHV5DYHQ3UHVV1HZ
'DWRVGHO81,&()(QZZZXQLFHIRUJ York, 1985; 7: 185-219,
'LUHFFLyQGH(VWDGtVWLFDGHOD)$2206(Q /HYDY0&UX]0(0LUVN\$)((*DEQRU-
ZZZIDRRUJGRFXPHQWVVKRZ malities, malnutrition, parasitism and goitre:
*UDQW-3The State of the World’s Children 1989, $QVWXG\RI VFKRROFKLOGUHQLQ(FXDGRUActa
81,&()2[IRUG8QLYHUVLW\3UHVV Paediatr., 1995; 84: 197-202.
-HOOLIIH%3URWHLQFDORULHPDOQXWULWLRQLQWUR- 3DQRUDPD (SLGHPLROyJLFR (Q
SLFDOSUHVFKRROFKLOGUHQDUHYLHZRI UHFHQW ZZZFHQLGVLQVSP[
NQRZOHGJHJ. Pediatr., 1959; 54: 227-32. 81,&() El estado mundial de la infancia.
Nutrición1HZ<RUNUNICEF, 3 UN Plaza,
1998.
\ 13 \
Evaluación del
estado nutricional 33
Mónica A. Di Sanzo
Silvana A. López Martínez
Eduardo A. Roggiero
/ 16 /
Capítulo 3 – Evaluación del estado nutricional
\ 17 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
RODSODQLÀFDFLyQGHFRQGXFWDVDQLYHOVDQLWDULR
quizás resulte más ventajoso utilizar mediciones 0ESO
obtenidas a través de estudios transversales.
PpWULFDVHSUHVHQWDQHQIRUPDGHWDEODVFXUYDVR
índices. (Cuadro 3.1)
%DAD A×OS
3.3.1 Tablas
En este caso, las mediciones se tabulan en rela-
FLyQDODHGDG\RIHFKDHQTXHIXHURQWRPDGDV Gráfico 3.1: Ejemplo de curva de crecimiento
lineal
/ 18 /
Capítulo 3 – Evaluación del estado nutricional
\ 19 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 20 /
Capítulo 3 – Evaluación del estado nutricional
de emaciación (ver capítulo 5). Los índices más ten evaluar el estado de las reservas de cada uno
utilizados son: GHORVQXWULHQWHVRODVDOWHUDFLRQHVIXQFLRQDOHVTXH
su carencia ocasiona. Debido a sus características
Índice peso/edad:5HÁHMDODPDVDFRUSRUDOWRWDODO- se alteran muy precozmente, razón por la que son
canzada hasta el momento de la medición. Es un XWLOL]DGRVSDUDGHWHFWDUGHÀFLHQFLDVVXEFOtQLFDV$
tQGLFHVXPDPHQWHVHQVLEOHTXHUHÁHMDFRQHVFDVD pesar de lo expuesto, en la práctica cotidiana la
HVSHFLÀFLGDGODVDOWHUDFLRQHVGHOHVWDGRQXWULFLRQDO HYDOXDFLyQELRTXtPLFDVyORVHUHDOL]DSDUDFRQÀU-
Por sí solo, es el indicador antropométrico más mar una presunción diagnóstica surgida a partir del
apropiado para los niños menores de dos años, interrogatorio o examen clínico.
no así para los mayores de esa edad, en quienes se A pesar de que son numerosas las pruebas
debe utilizar la relación peso/talla. que analizan el estado nutricional, ninguna de
ellas –por sí sola– puede ser considerada como
Índice talla/edad: Representa el crecimiento lineal un estándar de oro. Por esta razón, la evaluación
alcanzado y equivale a la sumatoria de todos los bioquímica debe hacerse a través de un SHUÀOQX-
pequeños incrementos de talla que se produje- tricionalTXHFRPELQHYDULRVHVWXGLRVHQIRUPDVL-
ron desde el momento de la concepción hasta el PXOWiQHD(VWHSHUÀOGHEHVHUFDSD]GHLQIRUPDU
momento de la medición. En los menores de dos 1) si la nutrición que está recibiendo el paciente
DxRVXQDEDMDWDOODLQGLFDODH[LVWHQFLDGHIDFWR- en el momento del estudio es adecuada a sus ne-
UHVQHJDWLYRVTXHLQWHUÀHUHQDFWXDOPHQWHHQHO FHVLGDGHVÀVLROyJLFDV\VLHOSDFLHQWHHVWiUHDO-
crecimiento del niño y en los niños mayores, la mente desnutrido.
baja talla es signo de alteraciones nutricionales de Los indicadores bioquímicos que constituyen
ODUJDGDWDRHQIHUPHGDGHV\DSDVDGDV ORVSHUÀOHVQXWULFLRQDOHVGHEHQSRGHU
'HSHQGHUVyORGHIDFWRUHVQXWULFLRQDOHVHV-
Índice peso/talla: 5HÁHMDHOSHVRUHODWLYRSDUDXQD SHFLÀFLGDG
WDOOD GDGD \ GHÀQH PDVD FRUSRUDO WRWDO /D UH- 5HVSRQGHUUiSLGDPHQWHDORVFDPELRVHQHO
ODFLyQ SHVRWDOOD HV PX\ ~WLO VREUH WRGR SDUD estado nutricional (sensibilidad)
evaluar a niños de los que se desconocen datos 'LIHUHQFLDUHOEXHQHVWDGRQXWULFLRQDOGHXQ
pasados. Un bajo peso para la talla es indicador estado de desnutrición
de desnutrición aguda y un alto peso para la ta- 6HULQGHSHQGLHQWHGHODHGDGGHOVXMHWR
lla es indicador de sobrepeso. La relación peso 6HUUHSURGXFLEOH\FRPSDUDEOHGHXQVXMHWRD
para la talla no es adecuada para evaluar niños otro
menores de dos años, pues para cada medida de 6HUGHEDMRFRVWR
longitud corporal, estos niños tienden a ser más 'HWHUPLQDUVHHQPDWHULDOHVGHIiFLODFFHVR
pesados que los mayores.
&RQUHVSHFWRDO~OWLPRSXQWRODPD\RUtDGH
Índice de masa corporal (IMC): Igual que el anterior, las veces el material de estudio es la sangre, la
UHÁHMDHOSHVRUHODWLYRSDUDXQDWDOODGDGD\GHÀ- RULQD \ OD PDWHULD IHFDO 6LQ HPEDUJR DOJXQRV
ne masa corporal total. Surge de dividir el peso estudios nutricionales se pueden hacer en otro
corporal por el cuadrado de la talla. Sus valores tipo de muestras menos tradicionales como pelo
GHEHQVHUFRPSDUDGRVFRQODVWDEODVGHUHIHUHQ- (cinc, selenio, cromo), saliva (inmunidad secreto-
FLDVHJ~QODVGLVWLQWDVHGDGHV\VH[R ra) o tejidos.
Entre los disponibles hasta hoy, ninguno
cumple con todos los requisitos del indicador
3.4 Evaluación bioquímica ideal, motivo por el cual la valoración bioquímica
No obstante la utilidad de la historia nutricional y GHOHVWDGRQXWULFLRQDOFRQWLQ~DVLHQGRXQPRWLYR
la antropometría para evaluar el riesgo de padecer de permanente investigación.
GHÀFLHQFLDVRGHGHWHFWDUFDUHQFLDV\DLQVWDODGDV
éstas no pueden por sí mismas determinar si ante 3.4.1 Sensibilidad y especificidad
XQDGHÀFLHQFLDQXWULFLRQDOHORUJDQLVPRDXPHQWD La sensibilidad y HVSHFLÀFLGDG VRQ SURSLHGDGHV
ODHÀFDFLDGHODDEVRUFLyQDOWHUDODXWLOL]DFLyQR de los indicadores que es necesario conocer para
disminuye la excreción de los nutrientes, hechos LQWHUSUHWDUORVUHVXOWDGRVHQIRUPDDGHFXDGD/D
que sólo pueden ser objetivados a través de una primera es la capacidad para detectar cambios
evaluación bioquímica. En este sentido, los estu- apenas se producen y la segunda es la capacidad
dios bioquímicos son más precisos porque permi- para determinar que las alteraciones detectadas son
\ 21 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
producidas por la causa en estudio y no por otra Las proteínas más utilizadas para la valora-
causa, en este caso: la desnutrición. FLyQQXWULFLRQDOVRQODDOE~PLQDODWUDQVIHUULQD
Por distintas razones, la sensibilidad y especi- la SUHDOE~PLQDODproteína transportadora de re-
ÀFLGDGGHODVSUXHEDVELRTXtPLFDVVRQGLIHUHQWHV tinol y la ÀEULQRQHFWLQD2WUDVGHWHUPLQDFLRQHV
SDUDFDGDXQDGHHOODV3RUHVWHPRWLYRXQSHUÀO como los propéptidos de procolágeno, la cerulo-
ELRTXtPLFRRIUHFHXQDPHMRUYLVLyQGHOHVWDGRQX- plasmina, la apoliproteína A-1, la haptoglobina, la
tricional del paciente que una prueba aislada, ya que PDFURJOREXOLQD\ODIUDFFLyQ&3 del complemento,
HQWUHYDULRVLQGLFDGRUHVVHFRPSOHPHQWDQODVGHÀ- se muestran como estudios promisorios en el se-
FLHQFLDV\YLUWXGHVGHVHQVLELOLGDG\HVSHFLÀFLGDG JXLPLHQWRGHSDFLHQWHVKRVSLWDOL]DGRVSHURD~Q
no son de uso rutinario en la práctica diaria.
3.4.2 Tipos de indicadores
Los indicadores bioquímicos disponibles en la Albúmina: es la proteína más abundante del
SUiFWLFDQXWULFLRQDOVHSXHGHQFODVLÀFDUHQWUHV suero. Está constituida por 575 aminoácidos y es
grupos: sintetizada exclusivamente en el hígado a partir de
D /RVTXHUHÁHMDQHOHVWDGRQXWULFLRQDOFRQUH- los aminoácidos que provienen de la dieta. Aun-
lación a las proteínas TXHPXFKRVIDFWRUHVLQÁX\HQHQVXVtQWHVLVHVXQ
b. Los indicadores de la masa muscular LQGLFDGRUHVSHFtÀFRGHODLQJHVWDSURWHLFD\GHO
c. Los indicadores del estado inmunológico estado nutricional. Sin embargo, su sensibilidad
es pobre debido a que su vida media en sangre
/DVSUXHEDVTXHLQYHVWLJDQHOSHUÀOGHOLSR- es larga (14 a 21 días). Se estima que diariamente
SURWHtQDV\FROHVWHUROHQSODVPDVRQPiV~WLOHV se producen entre 120 a 270 mg/kg/día siendo
para diagnosticar precozmente ateroesclerosis una parte degradada en el mismo hígado y la otra
\GLVOLSLGHPLDVGHODLQIDQFLDTXHSDUDYDORUDUHO parte secretada por el intestino. La síntesis de al-
estado nutricional en sí. Respecto de las pruebas E~PLQDUHSUHVHQWDHOGHWRGDODSURGXFFLyQ
TXHLQYHVWLJDQHOSHUÀOGHiFLGRVJUDVRVQRVHXWL- hepática de proteínas. Una vez que se sintetiza, se
OL]DQFRQIUHFXHQFLDSRUTXHUHTXLHUHQGHWpF- distribuye 40% en el plasma y 60% en el líquido
nicas complejas y costosas y 2) en la niñez, estas intersticial. El pool total es de 3 a 5 g/kg de peso
GHÀFLHQFLDVVRQPX\UDUDV(QORTXHVHUHÀHUH FRUSRUDO\VXVIXQFLRQHVVRQPDQWHQHUODSUH-
DOPHWDEROLVPRGHORVD]~FDUHVODGHWHUPLQDFLyQ sión oncótica intravascular; 2) transportar aminoá-
de los niveles de glucosa en sangre es más utili- cidos, ácidos grasos, calcio, bilirrubina, enzimas,
zada para evaluar las alteraciones de la secreción hormonas, y drogas en el plasma y 3) determinar
de insulina que para evaluar el estado nutricional. la agregabilidad plaquetaria y la microcirculación
3RURWUDSDUWHODVPRGLÀFDFLRQHVGHODJOXFRVDUH- en la mayoría de los parénquimas (renal, hepático,
lacionadas con la desnutrición son habitualmente pulmonar). Sus valores normales se encuentran
tardías ya que –como se verá más adelante– en entre 3,5 y 4,5 g/dl y se debe considerar que las
situación de ayuno el organismo pone en marcha WUDQVIXVLRQHVGHVDQJUHRSODVPDSURYRFDQXQDX-
P~OWLSOHVPHFDQLVPRVÀVLROyJLFRVSDUDHYLWDUTXH mento de los niveles, haciendo que la evaluación
las concentraciones de glucosa en sangre y tejidos nutricional no pueda ser realizada por esta vía.
desciendan por debajo de lo normal. /DDOE~PLQDHVXQLQGLFDGRU~WLOSDUDYDORUDUHO
estado nutricional en estudios poblacionales, pero
D,QGLFDGRUHVTXHUHÁHMDQHOHVWDGRQXWULFLRQDOFRQUHOD- a nivel individual su valor es relativo y discutible.
ción a las proteínas: Aproximadamente el 15% de la
masa corporal total está constituida por proteínas, Edad Riesgo nutricional
distribuidas en el tejido muscular, tejido visceral y Alto Medio Bajo
plasma. Las proteínas que circulan por el plasma Lactantes – < 2,5
constituyen sólo una pequeña proporción de toda Menores de 5 años < 2,8 < 3,0
la masa proteica; son sintetizadas por el hígado y 6 a 17 años < 2,8 < 3,5
ODVFpOXODVLQPXQROyJLFDVWLHQHQIXQFLRQHVHVSH- Adultos < 2,8 2,8-3,4
FtÀFDV\QRVRQUHSUHVHQWDWLYDVGHOUHFDPELRGH Adaptado de Sarría A, Bueno M, Rodríguez. Tratado
la proteína visceral y muscular. A pesar de ello, de Endocrinología Pediátrica. 3º edición. Madrid. Díaz de
VXGHWHUPLQDFLyQHV~WLOSRUTXHVXVtQWHVLVVXSR- Santos; 2002; 1228-46.
QHXQDSRUWHGLHWDULRGHDPLQRiFLGRVVXÀFLHQWH Tabla 3.2: Riesgo nutricional basado en los va-
XQDIXQFLyQKHSiWLFD\UHQDOQRUPDOHV\XQEXHQ lores de albúmina plasmática (en g/dl)
estado de hidratación.
/ 22 /
Capítulo 3 – Evaluación del estado nutricional
\ 23 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 24 /
Capítulo 3 – Evaluación del estado nutricional
\ 25 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
diámetro después de 48-72 horas de realizada la demanda de síntesis elevada de estas proteínas
intradermorreacción. \SRUHIHFWRGLUHFWRGHORVPRGXODGRUHVGHHVWD
UHVSXHVWDIUHQDODVtQWHVLVGHRWUDVDODVTXHVH
Sistema Complemento: Si bien es conocido que la denomina reactantes negativos de fase aguda, cuyas
desnutrición disminuye las respuestas del Siste- FRQFHQWUDFLRQHV FDHQ DOE~PLQD SUHDOE~PLQD
ma Complemento, no existen publicaciones que SURWHtQDWUDQVSRUWDGRUDGHUHWLQRODOIDJOLFRSUR-
FXDQWLÀTXHQRFRUUHODFLRQHQHOQLYHOGHDIHFWDFLyQ teína, etc.). Este mecanismo de adaptación, obliga
con el grado de desnutrición. En líneas generales a contemplar el contexto en el que se encuentra
se considera que valores menores de 70 mg/dl de HOSDFLHQWHFXDQGRVHHIHFW~DQODVGHWHUPLQDFLR-
C3 son sugestivos de desnutrición proteica. nes bioquímicas, caso contrario se puede incurrir
en errores de diagnóstico.
3.4.4 Otros estudios
Existen otros marcadores bioquímicos que no En el Cuadro 3.4 se describen las pruebas bioquí-
VRQXWLOL]DGRVHQIRUPDUXWLQDULDSRUODQHFHVLGDG PLFDVGLVSRQLEOHVSDUDORVQXWULHQWHVHVSHFtÀFRV
de técnicas o aparatos especiales y/o costosos,
como son la excreción de 3-metilhistidina, la con-
centración total de aminoácidos y el dosaje del 3.5 Conclusiones
IDFWRUGHFUHFLPLHQWRLQVXOtQLFRHQWUHRWURV Los principales trastornos nutricionales de la
/DVGHWHUPLQDFLRQHVGHFDOFLRIyVIRURKLHUUR LQIDQFLDSXHGHQVHUGLDJQRVWLFDGRVDWUDYpVGH
zinc y magnesio son técnicamente más sencillas la historia clínica dietética y algunas determina-
y se pueden realizar en pacientes desnutridos o ciones antropométricas sencillas adecuadamente
HQDTXHOORVFRQULHVJRGHSDGHFHUGHÀFLHQFLDVGH interpretadas. El bajo costo, la simplicidad, la
nutricionales subclínicas. validez y la aceptación social de la antropome-
También existen técnicas para medición de WUtDMXVWLÀFDQVXXVRHQODYLJLODQFLDQXWULFLRQDO
la composición corporal y valoración metabólica particularmente en aquellas poblaciones en riesgo
como la resonancia magnética, la bioimpedancia GHVXIULUGHVQXWULFLyQ'HHVWDPDQHUDORVLQGL-
HOpFWULFDODGHQVLWRPHWUtDLQWHUDFWDQFLDLQIUDUUR- cadores bioquímicos sólo se utilizan en la detec-
ja, dilución de isótopos, estudios de medicina FLyQGHGHÀFLHQFLDVQXWULFLRQDOHVVXEFOtQLFDVRHQ
nuclear y activación de neutrones sólo utilizados IRUPDFRPSOHPHQWDULDDORVPpWRGRVFOtQLFRVGH
FRQÀQHVGHLQYHVWLJDFLyQ valoración nutricional. También pueden utilizarse
para valorar la respuesta a los tratamientos nutri-
3.4.5 Proteínas reactantes de fase aguda FLRQDOHVDGPLQLVWUDGRVHQGLIHUHQWHVSDWRORJtDV
Una de las respuestas de adaptación que origina En general, en las evaluaciones bioquímicas es
el estrés es la reorganización de la producción recomendable aplicar una combinación de prue-
hepática de proteínas. Dentro de esta reorgani- EDVTXHFRPSOHPHQWHQHQWUHVtODVGLIHUHQFLDVGH
zación se produce un incremento agudo de la VHQVLELOLGDG\HVSHFLÀFLGDG'HELGRDODVLQWHU-
síntesis de varias proteínas llamadas reactantes de IHUHQFLDVTXHSXHGHQSURGXFLUODVVLWXDFLRQHVGH
fase aguda,FX\DIXQFLyQSULQFLSDOHVODSURWHFFLyQ estrés en la síntesis, utilización o excreción de los
GHOPHGLRLQWHUQRÀEULQyJHQRSURWHtQD&UHDF- nutrientes –sobre todo de las proteínas plasmáti-
WLYD IUDFFLyQ &3 del complemento, ceruloplas- cas– es necesario interpretar los resultados dentro
mina, etc.). Simultáneamente el hígado, ante la del contexto general de cada paciente.
/ 26 /
Capítulo 3 – Evaluación del estado nutricional
\ 27 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Bibliografía 2·'RQQHOO$0*ULSSR%/DVWDEODVGHFUH-
FLPLHQWR FRPR SDWUyQ GH UHIHUHQFLD 8QD UH-
%DOODEULJD $ &DUUDVFRVD $ 9DORUDFLyQ GHO ÁH[LyQArch. Arg. Preeditar, 2003; 101: 57-60.
estado nutricional". En: Nutrición en la infancia y 2·'RQQHOO$0(YDOXDFLyQGHOHVWDGRQXWUL-
adolescencia, Edit. Ergón, Madrid, 1998; 150-1. cional en pediatría", Pronap, Módulo 3, 2000;
Boletín CESNI. "Evaluación del estado Nutri- 1: 7-33.
FLRQDOHQ3HGLDWUtD-XQLR 3ODQDV9LOD03pUH]3RUWDEHOOD&0DOQXWUL-
%RUXP351XWULHQWPHWDEROLVP(QThe ción y valoración del estado nutricional", Nutr.
science and practice of nutrition support: a case based Hosp., 1999; XIV (Sup. 2): 4-12.
core curriculum 86$ $PHULFDQ 6RFLHW\ IRU 5tR06ORERGLDQLN1+=DJR/(YDOXDFLyQ
Parenteral and Enteral Nutrition, ASPEN, del estado nutricional energético-proteico".
2001; 17-29. En: Aplicación de la bioquímica a la evaluación del
%XHQR/R]DQR06DUUtD$3pUH]*RQ]iOH] estado nutricional. Portela M, Pita M, Río M,
-0([SORUDFLyQGHOHVWDGRQXWULFLRQDO(Q Slobodianik NH. López Editores, Buenos
Nutrición en pediatría. Bueno Lozano M, Sarría Aires, Argentina, 1997; 23-53.
$3pUH]*RQ]iOH]-0(G(UJyQ0DGULG 5RGUtJXH] * 6DUUtD $ 0RUHQR /$ \ FRO
2003; 11-26. "Nuevos métodos para la evaluación del esta-
&DUPXHJD('XUDQ39DORUDFLyQGHO(VWDGR do nutricional de niños y adolescentes", Nutr.
Nutricional en Niños y Adolescentes", Bol. Clin., 2000; 20: 9-20.
Cesni-XQLR 6DUULi$0RUHQR/$%XHQR0([SORUDFLyQ
&KZDOV :- 6HUXP YLVFHUDO SURWHLQ OHYHOV del estado nutricional en el niño y adolescen-
UHÁHFW SURWHLQ FDORULH UHSOHWLRQ LQ QHRQDWHV te". En: Pombo M (ed.) Tratado de Endocrinología
UHFRYHULQJ IURP PDMRU VXUJHU\ J. Pediatr. Pediátrica, 3ª edición, Díaz de Santos, Madrid,
Surg., 1992; 27: 317-21. 2002; 1228-46.
'LEOH\0-et al'HYHORSPHQWRI QRUPDOL]HG 6ORERGLDQLN 1+ 3DUiPHWURV ELRTXtPLFRV
FXUYHVIRUWKHLQWHUQDWLRQDOJURZWKUHIHUHQFH tempranos de la desnutrición", Rev. Hosp. Gral.
Historical and technical considerations", Am. Niños Pedro Elizalde, 1999; 9: 115-9.
J. Clin. Nutr., 1987; 46: 736-48. 6ORERGLDQLN1+3URWHtQDVSODVPiWLFDVHVSH-
'LUHFFLyQGH6DOXG0DWHUQR,QIDQWLOManual FtÀFDV6XXWLOLGDGHQHVWXGLRVGHQXWULFLyQ
Metodológico de Capacitación del Equipo de Salud en Rev. Soc. Arg. de Nutr., 1993; 4(2): 37.
Crecimiento y Nutrición de Madres y Niños, 1996. 6RFLHGDG $UJHQWLQD GH 3HGLDWUtD &RPLWp
*XR65RFKH$))RPPRQ6-et al. "Datos Nacional de Crecimiento y Desarrollo. Guías
GHUHIHUHQFLDSDUDSHVRWDOOD\JDQDQFLDVGH para la evaluación del crecimiento, 2ª edición, SAP,
peso y talla durante los primeros dos años de 2001.
vida", J. Ped., 1991; 119: 355-62. 7DEODVGHFUHFLPLHQWRGHO&'&HQZZZFGFJRY
-RUJH - 'tD] 0 5HTXHULPLHQWRV \ 5HFR- JURZWKFKDUWV
mendaciones nutricionales". En: Nutrición 7DQQHU -0 :KLWHKRXVH 5+ 7DNDLVKL 1
Pediátrica/RUHQ]R-*XLGRQL0(\FRO(G *UiÀFRVGHOD9HORFLGDGGH3HVR\7DOODSDUD
Corpus, Rosario 1ª ed., 2004; 41-51. QLxRVGHVGHHOQDFLPLHQWRDORVDxRVVHJ~Q
.DOLQRY $ 9DULDEOHV ELRTXtPLFDV SDUD HO sexo", Arch. Dis. Child 1966; 41: 454 (part I) y
diagnóstico médico, Ed. Pharma, Argentina, 1966; 41: 613 (part II).
1995; 72. 8QLWHG 6WDWHV 'HSDUWPHQW RI +HDOWK (GX-
0DUWtQH]9DOOV-)'LDJQyVWLFR\YDORUDFLyQGH FDWLRQ DQG :HOIDUH 3XEOLF +HDOWK 6HUYLFH
estado nutricional", Medicine, 2000; 1638-48. Health Resources Administration. NCHS
0LQLVWHULR GH 6DOXG \ $FFLyQ 6RFLDO GH OD *URZWK &KDUWV 5RFNYLOOH 0' +5$
Nación: Estudios Antropométricos en la población 76-1120, 25 (3).
infanto-juvenil de la República Argentina. Años ă :DWHUORZ -& et al. "The presentation and
1993-1996, Edit. Universitaria de La Plata, XVHRI KHLJKWDQGZHLJKWGDWDIRUFRPSDULQJ
1999. JURXSVRI FKLOGUHQXQGHUWKHDJHRI \HDUV
0RUD5Soporte Nutricional Especial, Edit. Pa- Bull WHO 1993; 71: 703-12.
namericana, Madrid, 1992; 89-100. :+2 :RUNLQJ *URXS 8VH DQG LQWHUSUH-
0RUHQR$]QDU/$%XHQR6iQFKH]0([- WDWLRQ RI DQWKURSRPHWULFV LQGLFDWRUV Bull
ploración del estado nutricional y composición WHO 1986; 64: 929-41.
corporal", An. Esp. Pediat., 1998; 48: 111-5.
/ 28 /
%DVHV¿VLROyJLFDVGH
la nutrición normal 44
Eduardo A. Roggiero
/ 30 /
&DStWXOR²%DVHVÀVLROyJLFDVGHODQXWULFLyQQRUPDO
GHLQMXULDODDFWLYLGDGItVLFDHWF6LELHQVRQPiV HQIRUPDSURJUHVLYDKDVWDDOFDQ]DUXQGHO
prácticos y económicos, carecen de la precisión de gasto total en el segundo año de vida, pudiendo
la calorimetría y del consumo de oxígeno. (Cuadro ser mayor en los niños de edad escolar y en los
Nº 4) DGROHVFHQWHVFRQJUDQDFWLYLGDGItVLFD
Independientemente de la edad y como parte
Edad Ecuación para calcular la TMB de una serie de mecanismos compensadores,
(años) (kcal/día) durante el ayuno se produce una importante dis-
Varones Mujeres minución del gasto destinado al crecimiento.
0-2 (60.9 x Peso) – 54 (61.0 x Peso) – 51 En esta situación, disminuye la síntesis de
tejido nuevo; en consecuencia, las calorías que se
3-9 (22.7 x Peso) + 495 (22.5 x Peso) + 499
KXELHUDQFRQVXPLGRHQHVDIXQFLyQVHGHVWLQDQD
10-17 (17.5 x Peso) + 651 (12.2 x Peso) + 746
IXQFLRQHVPiVLPSRUWDQWHVSDUDODVXSHUYLYHQFLD.
18-29 (15.3 x Peso) + 679 (14.7 x Peso) + 496 El costo de esta adaptación metabólica es, en
30-59 (11.6 x Peso) + 879 (8.7 x Peso) + 829 consecuencia, la detención del crecimiento.
60 + (13.5 x Peso) + 487 (10.5 x Peso) + 596 Otro mecanismo de ahorro energético en los
Tabla 4.1: Cálculo de la TMB según la edad, el períodos de ayuno es el que se obtiene al reducir la
peso y el sexo. FAO/WHO-OMS/UNU Expert Con- DFWLYLGDGItVLFD,JXDOTXHHQHOFDVRDQWHULRUHVWH
sultation Report. Energy and Protein Requirements. Technical mecanismo permite desviar las calorías ingeridas
Report Series 724. Ginebra: WHO/OMS. 1985. DIXQFLRQHVYLWDOHVPiVLPSRUWDQWHVUHVSLUDFLyQ
circulación, mantenimiento de la homeotermia,
2WUD IyUPXOD PX\ XWLOL]DGD SDUD FDOFXODU OD mantenimiento de gradientes eléctricos de las
TMB es la de Harris-Benedict a partir del peso y membranas celulares, etc.).
la talla. (Cuadro 4.4) A la inversa de lo descrito anteriormente, en las
etapas de crecimiento acelerado o de recuperación
Varones nutricional, el gasto energético por crecimiento,
DXPHQWDHQIRUPDVLJQLÀFDWLYDORTXHSXHGHLQFUH-
TMB = 664 + [13.7 x P] + [5 x T] – [6.8 x E] mentar el gasto energético total hasta un 100%.
\ 31 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
agua, ácidos grasos, monoglicéridos, monosacári- liza en la parte más apical de la microvellosidad. A
dos, aminoácidos, dipéptidos, vitaminas, minerales excepción de la lactasa, existe una acción cruzada
y oligoelementos). HQWUHODVHQ]LPDVSDUDFRQORVRWURVD]~FDUHV
En las primeras porciones del duodeno y yeyu- En el Cuadro 4.5 se muestra un esquema
no, además, sintetiza hormonas: colecistoquinina, VLPSOLÀFDGRGHODGLJHVWLyQGHORVFDUERKLGUDWRV
pancreozimina, secretina y enterogastrona, respon- en condiciones normales.
sables, entre otras cosas, de la inducción, síntesis y /RV SURGXFWRV ÀQDOHV GH OD KLGUyOLVLV GH ORV
secreción de lipasas, proteasas y amilasas. almidones y disacáridos son la glucosa, la galactosa
De este modo, una DWURÀD YHOORVLWDULD FRQ y la IUXFWRVDTXHLQJUHVDQDORVHQWHURFLWRVSRUWUHV
GHVWUXFFLyQGHORVHQWHURFLWRVDOWHUDHVWHIHQy- PHFDQLVPRV SRVLEOHV GLIXVLyQ VLPSOH IDFLOLWDGD
meno hormonal-enzimático, produciendo un o transporte activo. La glucosa y la galactosa se
síndrome de mala digestión que se suma al de transportan por medio de carriers a través de un
mala absorción. proceso sodio dependiente que requiere gasto de
energía (compartir un transportador con el sodio
4.1.2.2 Digestión y absorción de los azúcares ha sido la base de los conceptos actuales de la
La mayor parte de los carbohidratos que se ingieren rehidratación oral). Este proceso introduce a los
con la dieta son almidones, disacáridos (especial- dos monosacáridos en contra-gradiente (la con-
mente lactosa y sacarosa) y monosacáridos (glu- centración de glucosa es 15 veces mayor adentro
FRVD\IUXFWRVDDPSOLDPHQWHGLVWULEXLGRVHQORV de la célula que en la luz del intestino). Sólo si la
alimentos. En menor grado se ingieren pequeñas concentración de glucosa y galactosa en el lumen
FDQWLGDGHVGHJOXFyJHQRiFLGROiFWLFR\SLU~YLFR es elevada, éstas pueden ingresar al enterocito
pectinas, dextrinas y celulosa. Dado que el tubo SRU GLIXVLyQ VLPSOH R IDFLOLWDGD (O WUDQVSRUWH
digestivo del ser humano no es capaz de hidrolizar GHIUXFWRVDHVGLIHUHQWH\DTXHVHKDFHSRUXQ
HVWH~OWLPRD]~FDUHVGLVFXWLGRTXHVHORSXHGD PHFDQLVPRLQGHSHQGLHQWHGHGLIXVLyQIDFLOLWDGD
considerar como un alimento verdadero. que no requiere sodio.
La digestión de los almidones se inicia en la Una vez en el interior de la célula, los mono-
boca con la DOIDDPLODVD VDOLYDO S+ ySWLPR GH sacáridos atraviesan la membrana baso-lateral por
DFFLyQHLQDFWLYDFLyQDS+\FRQWLQ~DHQHO GLIXVLyQVLPSOH\SDVDQDODFLUFXODFLyQSRUWDO/D
intestino delgado con las enzimas pancreáticas y mayor parte de la glucosa ingresa al hígado, en
del ribete en cepillo. GRQGH VH WUDQVIRUPD HQ JOXFyJHQR 2WUD SDUWH
/RVGLVDFiULGRVSUiFWLFDPHQWHQRVXIUHQPR- LQJUHVD HQ SUHVHQFLD GH LQVXOLQD DO P~VFXOR HV-
GLÀFDFLyQKDVWDHO\H\XQRHQGRQGHVRQDWDFDGRV quelético y tejido adiposo.
por las disacaridasas. Estas enzimas (que en rea- (QHOKtJDGRODJDODFWRVD\IUXFWRVDVHFRQ-
lidad son oligosacaridasas ya que son capaces de vierten en JDODFWRVDIRVIDWR\IUXFWRVDIRVIDWR
KLGUROL]DU D]~FDUHV FRQ WUHV R PiV XQLGDGHV GH respectivamente para ser posteriormente incorpo-
hexosas) son glucoproteínas de gran tamaño, con radas al glucógeno. (Cuadro 4.6)
una vida media de pocas horas, un pH óptimo de Los carbohidratos que no se digieren en el
acción de 6,0 y una estructura molecular con dos intestino delgado llegan al colon, en donde son
H[WUHPLGDGHVRSRORVXQRKLGURIyELFRDQFODGR DWDFDGRVSRUODÁRUDPLFURELDQD/DVHQ]LPDVGH
a la membrana lipídica del enterocito y otro enzi- las bacterias colónicas hidrolizan las uniones glico-
mático, proyectado hacia el lumen intestinal. La sídicas de la celulosa y el almidón y los convierten
máxima acción catalítica de estas enzimas se loca- en glucosa, que posteriormente será metabolizada
!LMIDONES
!MILASA SALIVAL
!MILASA PANCREÉTICA
,ACTOSA -ALTOSA 3ACAROSA
-ALTASA
,ACTASA 3ACARASA
)SOMALTASA
'ALACTOSA 'LUCOSA &RUCTOSA
-ODIFICADO DE 'UYTON ED #AP 0
/ 32 /
&DStWXOR²%DVHVÀVLROyJLFDVGHODQXWULFLyQQRUPDO
$IFUSIØN $IFUSIØN
&RUCTOSA &RUCTOSA SIMPLE &RU &RU
FOSFATO
FACILITADA
\ 33 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 34 /
&DStWXOR²%DVHVÀVLROyJLFDVGHODQXWULFLyQQRUPDO
\ 35 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 36 /
&ODVL¿FDFLyQ
de la desnutrición 55
Eduardo A. Roggiero
Mónica A. Di Sanzo
Uno de los problemas que presenta el análisis de etiología, gravedad, tiempo de evolución o tipo
la desnutrición es la inexistencia de un indicador de carencia. (Cuadro 5.1)
~QLFRHLQGLVFXWLEOHTXHIDFLOLWHVXGLDJQyVWLFR
Esto obliga a utilizar distintos indicadores (ali- Etiología
mentarios, antropométricos, bioquímicos, clíni- Gravedad
cos, etc.), con criterios de normalidad, poblacio- Tiempo de evolución
QHVGHUHIHUHQFLD\SXQWRVGHFRUWHGLIHUHQWHV Tipo de carencia
3RUHMHPSORVHSXHGHGHÀQLUFRPRGHVQX-
trido tanto al niño que tiene su peso a –3 desvíos Cuadro 5.1: Clasificación de la desnutrición
estándar del percentil 50 para su edad; como al
que tiene 17 puntos en el score de Mc Laren; o
al que, sin tener alteraciones antropométricas, 5.1 Clasificación de la desnutrición
WLHQH XQD GHÀFLHQFLD DVLQWRPiWLFD GH PLFUR según la etiología
QXWULHQWHV 3DUD DXPHQWDU HVWD FRQIXVLyQ HO De acuerdo a la causa que la origina, la desnutri-
término desnutrición DGTXLHUH XQ VLJQLÀFDGR ción puede ser primaria o secundaria.
GLIHUHQWHVLHVXWLOL]DGRSRUPpGLFRVHSLGHPLy-
logos, biólogos, antropólogos o políticos cuyas 5.1.1 Desnutrición primaria
acciones de salud son, obviamente, distintas. También llamada desnutrición carencial, es
Por esta razón, antes de hacer un diagnóstico OD SURGXFLGD SRU XQD LQJHVWD LQVXILFLHQWH
HVQHFHVDULRGHÀQLUORVREMHWLYRVGHOHVWXGLR inadecuada, desequilibrada o incompleta de
ya que la metodología que se deberá aplicar nutrientes. Este tipo de desnutrición es típica
GLIHULUiHQFDGDFDVR3RUHMHPSORSDUDGLDJ- en los países en vías de desarrollo y representa
nosticar desnutrición en un grupo de niños que un problema sanitario de magnitud que produce
SXHGHVHUEHQHÀFLDGRSRUXQSODQDOLPHQWDULR en todo el mundo más de catorce millones de
VHSXHGHXWLOL]DUODFODVLÀFDFLyQGH*yPH]RHO muertes anuales en niños menores de 5 años.
percentil 10 sin inconvenientes. Sin embargo, La característica principal de la desnutrición
si lo que se desea es diagnosticar desnutrición primaria es que desaparece cuando se normaliza
en un paciente en particular, quizás resulte más la alimentación.
conveniente utilizar otros indicadores más es-
SHFtÀFRVFRPRSRUHMHPSORHOSHVRSDUDODWDOOD 5.1.2 Desnutrición secundaria
RODFODVLÀFDFLyQGH:DWHUORZ5XWLVKDXVHU Es la desnutrición originada en alteraciones
$ORVÀQHVSUiFWLFRVODGHVQXWULFLyQSXHGH ÀVLRSDWROyJLFDV TXH LQWHUÀHUHQ FXDOTXLHUD GH
VHU FODVLÀFDGD GH PDQHUD GLIHUHQWH VHJ~Q VX los procesos de la nutrición. Este tipo de des-
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 38 /
&DStWXOR²&ODVLÀFDFLyQGHODGHVQXWULFLyQ
t 3FMBDJØOUBMMBQBSBMBFEBE /RVSUREOHPDVTXHWLHQHHVWDFODVLÀFDFLyQVRQ
t 3FMBDJØOQFTPQBSBMBUBMMB varios, a saber:
t 3FMBDJØOQFTPQBSBMBUBMMBBTPDJBEBBUBMMB 1RSHUPLWHGLIHUHQFLDUVLHOSURFHVRFDUHQFLDO
para la edad es agudo o crónico
1RGLIHUHQFLDHQWUHmarasmo y kwashiorkor
5.2.1.1 Clasificaciones basadas en la relación del 1RKDFHFRUUHFFLRQHVFXDQGRKD\HGHPDV
peso para la edad (QORVQLxRVPD\RUHVGHHGDGSLHUGHFRQÀD-
La relación peso para la edad es muy utilizada en la bilidad porque no toma en cuenta a la talla
valoración nutricional debido a que el peso es un $O WRPDU FRPR SDUiPHWUR GH UHIHUHQFLD DO
SDUiPHWURPX\VHQVLEOH\IiFLOGHHYDOXDU6LELHQ peso correspondiente a la mediana de sexo y
esta relación presenta ciertas limitaciones en su HGDG SHUFHQWLO HVWD FODVLÀFDFLyQ DVXPH
uso, a través de ella se puede conocer la magnitud que todos los niños pesan lo mismo, ignoran-
GHOGpÀFLWSRQGHUDOHQLQMXULDVQXWULFLRQDOHVWDQWR do el amplio rango de normalidad que existe
de corta como larga evolución. entre los percentiles 3 y 95
/DGHÀFLHQFLDGHSHVRVHSXHGHH[SUHVDUFRPR Por todas estas razones, a pesar de su impor-
un porcentaje de inadecuación a la mediana o tante contribución en la historia de la desnutrición,
como un punto en las curvas de población. su uso en estudios individuales hoy en día resulta
LQDGHFXDGR6LQHPEDUJRODFODVLÀFDFLyQGH*y-
,QDGHFXDFLyQGHSHVRSDUDODHGDG&ODVLÀFD- mez puede ser utilizada sin mayores inconvenien-
ción de Gómez): En 1946, Gómez y colaborado- tes para diagnosticar poblaciones en situación de
res describieron un indicador de peso para la edad, ULHVJRQXWULFLRQDORSDUDVHOHFFLRQDUEHQHÀFLDULRV
PX\~WLOSDUDGLDJQRVWLFDUGHVQXWULFLyQHQHVWXGLRV de planes de ayuda alimentaria.
poblacionales, no así para estudios individuales.
(VWD FODVLÀFDFLyQ ²TXH OOHYD VX QRPEUH² HVWi Utilización de los percentiles de peso para la edad:
basada en la relación del peso del paciente con el (OGpÀFLWSRQGHUDOWDPELpQVHSXHGHHYDOXDUDWUDYpV
peso correspondiente a la mediana de los niños de de las curvas de población. En este caso, el límite
igual sexo y edad. En base a esto, la desnutrición de normalidad se determina con los percentiles 3 y
puede ser de primero (leve), segundo (moderada) 10 de la relación peso para la edad. Es así como los
o tercer (grave) grado. (Tabla 5.1) niños que tienen el peso por debajo del percentil 3
3DUDFDOFXODUHOGpÀFLWSRQGHUDOVHSURFHGHGH o entre los percentiles 3 y 10 asociados a detención
la siguiente manera: de crecimiento (cruce de curvas hacia abajo) son
diagnosticados desnutridos; entre los percentiles 3 y
Peso actual x 100 10 sin detención de crecimiento, en riesgo de desnutrición;
100 – ———————————— y por encima del percentil 10, normales. (Tabla 5.2)
Peso del Perc. 50
\ 39 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 40 /
&DStWXOR²&ODVLÀFDFLyQGHODGHVQXWULFLyQ
(emaciados y acortados por desnutrición crónica El descenso de peso observado se debe re-
UHDJXGL]DGD'HHVWDIRUPDODVFXDWURVLWXDFLRQHV lacionar con el tiempo en el que ocurre. Todo
nutricionales posibles son: GHVFHQVR HV PiV VLJQLÀFDWLYR HQ ORV QLxRV PiV
Niños normales: Aquellos que tienen su peso pequeños porque a la pérdida de peso se le agrega
y talla normales para la edad. ODIDOWDGHFUHFLPLHQWR7DEOD
Niños emaciados: Son aquellos que, teniendo
una talla normal para la edad, tienen un peso Tiempo Pérdida de peso
menor para la talla. La emaciación es produ-
cida por una injuria nutricional presente o de Significativa Severa
corta duración (desnutrición aguda). 1 semana 1-2% > 2%
Niños desnutridos crónicos compensados: 1 mes 5% > 5%
Estos niños tienen una reducción proporcional 6 meses 10% > 10%
del peso y la talla. También son denominados Tabla 5.5: Significado de la pérdida de peso
acortados, porque tanto el peso para la edad según el tiempo transcurrido. Carmuega E, Duran
como la talla para la edad están reducidos en P. Valoración del estado nutricional en niños y adolescentes.
IRUPDSURSRUFLRQDO3RUHQFRQWUDUVHFRPSHQ- Bol. Cesni. Jun. 2000, 3-24.
sados, el riesgo nutricional de estos pacientes
es menor que el de los niños emaciados. 5.2.3 Gravedad de la desnutrición según sus
Niños emaciados y acortados o desnutridos signos y síntomas
crónicos reagudizados: Estos pacientes tie- 0F /DUHQ \ FRODERUDGRUHV HYDO~DQ OD JUDYHGDG
nen una talla baja para la edad –característica de la desnutrición a través de un score que asigna
de la desnutrición crónica– y un peso bajo puntaje a distintos síntomas clínicos y hallazgos de
para la talla propio de una carencia nutricional laboratorio, tales como edema, dermatosis, hígado
DJXGD(OULHVJRGHHQIHUPDURPRULUGHHVWRV agrandado, alteraciones de los cabellos, valores de
niños es elevado, motivo por el cual requieren DOE~PLQDVpULFD\SURWHtQDVWRWDOHV
una rehabilitación nutricional inmediata. La puntuación de las variables que se incluyen
HQHVWDFODVLÀFDFLyQVHPXHVWUDHQOD7DEOD
Los términos emaciado y acortado parecen pre-
IHULEOHVDbajo y delgado\DTXHLPSOLFDQGHÀFLHQ- Parámetro Puntos
cias que superan los límites normales de los niños Edemas 3
VDQRV7DPELpQUHVXOWDQSUHIHULEOHVDdesnutrición Dermatosis 2
aguda y crónica porque representan lo que se ob- Edemas más dermatosis 6
serva, sin hacer planteos diagnósticos. Alteración del cabello 1
Hepatomegalia 1
5.2.2 Gravedad de la pérdida de peso en
relación con la rapidez con la que se produce 9DORUGHDOE~PLQD Variable
A pesar de sus limitaciones en el uso poblacional, Valor de proteínas totales Variable
la variación de peso en un lapso de tiempo conoci- Puntos Valor (mg%)
do es uno de los mejores indicadores nutricionales
en la evaluación clínica. Esta se expresa como un Albúmina Proteínas totales
porcentaje del peso habitual o como descenso 7 < 1.00 < 3.25
de peso. 6 1.00-1.49 3.25-3.99
5 1.50-1.99 4.00-4.74
4 2.00-2.49 4.75-5.49
(peso habitual – peso actual) 3 2.50-2.99 5.50-6.24
% de PP = ——————————— x 100
peso habitual 2 3.00-3.49 6.25-6.99
1 3.50-3.99 7.00-7.74
En base a este cálculo, la pérdida de peso se 0 > 4.00 > 7.75
FODVLÀFDHQ Tabla 5.6: Clasificación de McLaren
/HYH
0RGHUDGD $SHVDUGHVHUXQDFODVLÀFDFLyQPX\~WLOSDUD
6HYHUD!DO valorar la gravedad de la desnutrición y la evo-
lución del paciente durante la internación, en la
actualidad no es muy utilizada.
\ 41 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Bibliografía 0F/DUHQ'63HOOHWW3/5HDG::&$VLP-
SOHVFRULQJV\VWHPIRUFODVVLI\LQJWKHVHYHUH
$UEHORD&6Diseño y validación de un programa IRUPVRI SURWHLQFDORULHPDOQXWULWLRQRI HDUO\
LQIRUPiWLFR GH QXWULFLyQ DUWLÀFLDO 6X DSOLFDFLyQ HQ childhood", Lancet, 1967; I: 533-5.
una Unidad de Cuidados Intensivos. 0yQFNHEHUJ)'HVQXWULFLyQFDOyULFRSURWHL-
%HVDGD6&DVWUR/RPEDQD'HVQXWULFLyQ ca: Marasmo y kwashiorkorHQODLQIDQFLD(Q
En: Nutrición Clínica y Gastroenterología Pediátrica, Pediatría. Meneghello R, Fanta E, Paris E, Puga
Rojas Montenegro, Guerrero Lozano, Ed. T, Ed. Panamericana, Bs. As., 1997; 320-5.
Panamericana, Bogotá, 1999; 141-54. 0yQFNHEHUJ)'HVQXWULFLyQSURWHLFRHQHU-
%XHQR06DUUtD$0DOQXWULFLyQGHOODFWDQ- gética". En: Nutrición Clínica en la Infancia:
te". En: Nutrición en Pediatría. Bueno M, Sarría %UXQVHU2&DUUDQ]D)*UDFH\01HZ<RUN
$3pUH]*RQ]iOH]-0(G(UJyQ0DGULG Vevey Raven Press, 1995; 121-32.
2003; 313-22. 2·'RQQHOO$07UDWDPLHQWR1XWULFLRQDOGHO
&DUPXHJD('XUDQ39DORUDFLyQGHOHVWDGR niño desnutrido". Bol. Cesni. Abril 1989; 3-7.
nutricional en niños y adolescentes", Bol. Cesni. 5RJJLHUR ($ 'HVQXWULFLyQ ,QIDQWLO (Q
-XQLR Cuidado Nutricional Pediátrico. Torresani M y
*yPH] ) 'HVQXWULFLyQ Boletín Médico del col., Ed. Eudeba, Buenos Aires, 2001; 231-
Hospital Infantil de México, 1946; 3, 546. 248.
-HOOLIIH%3URWHLQFDORULHPDOQXWULWLRQLQWUR- 6HS~OYHGD - /H]DQD 0$ 7DSLD &RQ\HU 5
SLFDOSUHVFKRROFKLOGUHQDUHYLHZRI UHFHQW 9DOGHVSLQR-/0DGULJDO+.XPDWH-(VWDGR
NQRZOHGHJ. Pediatr., 1959; 54: 227-32. nutricional de preescolares y mujeres en Méxi-
/ 42 /
&DStWXOR²&ODVLÀFDFLyQGHODGHVQXWULFLyQ
co: resultados de una encuesta probabilística :DWHUORZ -& et al. "The presentation and
nacional", Gaceta Médica de México, 1990; 126 XVHRI KHLJKWDQGZHLJKWGDWDIRUFRPSDULQJ
(3): 207-25. JURXSVRI FKLOGUHQXQGHUWKHDJHRI \HDUV
6RFLHGDG $UJHQWLQD GH 3HGLDWUtD Guías para Bull WHO, 1993; 71: 703-12.
OD (YDOXDFLyQ GHO &UHFLPLHQWR *UiÀFRV \ 7DEODV, :DWHUORZ-&&ODVVLÀFDWLRQDQGGHÀQLWLRQRI
Edición 2001. protein-calorie malnutrition", Br. Med. J. 1972;
:DWHUORZ-&5HÁHFWLRQVRQWKHVWXQWLQJ, UNICEF/ 3: 566-69.
OMS, 1991. :DWHUORZ -& 1RWH RQ WKH DVVHVVPHQW DQG
:DWHUORZ -& %X]LQD 5 .HOOHU \ FRO 7KH FODVVLÀFDWLRQRI SURWHLQHQHUJ\PDOQXWULWLRQ
SUHVHQWDWLRQDQGXVHRI KHLJKWDQGZHLJKWGDWD in children", Lancet, 1973; II: 87-9.
IRUFRPSDULQJWKHQXWULWLRQDOVWDWXVRI JURXSV :+23K\VLFDOVWDWXV7KHXVHDQGLQWHUSUH-
RI FKLOGUHQXQGHUWKHDJHRI \HDUVWHO WDWLRQRI DQWKURSRPHWU\5HSRUWRI D:+2
Bull, 1977; 55: 489-98. Expert Committee, WHO Technical Report
Series, 854, Geneva, 1995.
\ 43 \
Fisiopatología de la
desnutrición crónica 66
Eduardo A. Roggiero
6.1 Respuesta del organismo –dentro de ciertos límites– que la célula dispon-
a la carencia nutricional ga de todos los nutrientes necesarios para su
metabolismo, aun en situación de carencia.
Cuando por alguna circunstancia el balance nu- (VWH IHQyPHQR GH FRPSHQVDFLyQ PHWD-
tricional del organismo es negativo (sea porque la bólica, está compuesto por dos procesos: la
ingesta alimentaria disminuye, los requerimientos acomodación y la adaptación.
nutricionales aumentan o ambas situaciones a la La acomodación es un proceso reversible que
vez), éste responde activando mecanismos de se expresa dentro de la amplitud de lo normal.
adaptación y compensación que tienden a res- /RV PHFDQLVPRV ÀVLROyJLFRV TXH LQWHUYLHQHQ
taurar el equilibrio perdido. Por ejemplo, cuando en ella están orientados a incrementar la HÀFDFLD
disminuye la ingesta de hierro, inmediatamente metabólica produciendo aumento de la absorción
DXPHQWDHOQ~PHURGHUHFHSWRUHVHQODPHPEUD- intestinal, disminución de la excreción urinaria,
na del enterocito, lo que incrementa la absorción movilización de los depósitos, etc. La acomoda-
intestinal, a la vez que se moviliza la reserva de ción es silenciosa desde el punto de vista clínico,
IHUULWLQD \ KHPRVLGHULQD 'H PDQHUD VLPLODU pero detectable a través de indicadores alimenta-
cuando disminuye la concentración plasmática ULRV\SUXHEDVIXQFLRQDOHVELRTXtPLFDV(MHPSORV
de sodio, se estimula la secreción de aldosterona de esto serían la menor excreción renal de sodio
reduciendo su pérdida por la orina, etc. o el aumento de la absorción intestinal de hierro
Estos mecanismos de adaptación son nume- cuando disminuyen sus ingresos en la dieta.
URVRV\VHHQFXHQWUDQHQSHUPDQHQWHIXQFLRQD- /DDGDSWDFLyQHQFDPELRVHSRQHHQIXQFLR-
miento. No obstante tienen un límite –cercano namiento en situaciones patológicas o cuando
al valor de la necesidad del nutriente o de su ORVPHFDQLVPRVGHDFRPRGDFLyQIXHURQVXSH-
requerimiento– superado el cual se producen rados por la persistencia del proceso carencial.
DOWHUDFLRQHVTXHWHUPLQDQFRQODPRGLÀFDFLyQ $GLIHUHQFLDGHODDQWHULRUHQODDGDSWDFLyQVH
del tamaño y composición corporales. VDFULÀFDQHVWUXFWXUDVHQEHQHÀFLRGHIXQFLRQHV
En consecuencia, se puede considerar que prioritarias para la supervivencia, tal como ocu-
la detención del crecimiento es una expresión rre en la desnutrición crónica en donde la grasa
WDUGtDGHXQDRPiVGHÀFLHQFLDVQXWULFLRQDOHV subcutánea y la masa muscular esquelética son
hasta entonces asintomáticas consumidas para obtener energía produciendo
disminución del peso corporal, pliegues cutá-
6.1.1 Mecanismos de acomodación y adaptación QHRVFLUFXQIHUHQFLDGHPLHPEURVHWF
Se mencionó que el balance nutricional negativo En sus inicios la adaptación metabólica
JHQHUD XQD UHVSXHVWD ÀVLROyJLFD TXH SHUPLWH es silenciosa, pero cuando las reservas de los
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
nutrientes se agotan puede ser detectada por las (VWR VLJQLÀFD REWHQHU GHO SURSLR RUJDQLVPR OD
alteraciones bioquímicas y antropométricas que energía y las proteínas que no se pueden obtener
produce. La repercusión clínica puede o no ser a través de la dieta. Las alteraciones endocrinas se
reversible de acuerdo al tiempo y severidad de la presentan muy precozmente, mucho antes que las
carencia nutricional y la edad en la que se produce. PDQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDV
(Cuadro 6.1)
6.1.2.1 Relación insulina-glucagón
$EFICIENCIA !COMODACIØN !DAPTACIØN
%NFERMEDAD En condiciones normales, existe una alternancia
CARENCIAL
GH ORV QXWULHQWHV TXH VH XVDQ FRPR IXHQWH GH
!LTERACIONES BIOQUÓMICAS
energía, y que es regulada –principalmente– por
la relación entre la insulina y el glucagón.
!LTERACIONES ANTROPOMÏTRICAS La ingesta estimula la secreción de insulina,
TXHIDFLOLWDHODOPDFHQDPLHQWRGHJUDVDHQHOWHMLGR
Cuadro 6.1: Dinámica de la desnutrición. adiposo, la utilización de glucosa como sustrato
Adaptado de Carmuega E, Durán P. “Valoración energético y la degradación a urea del exceso de
del Estado Nutricional en Niños y Adolescentes”. aminoácidos.
Bol Cesni-XQ Durante los estadios post-absortivo y de
inanición temprana, la ausencia de estímulos
6.1.2 Fisiopatología del ayuno LQWHVWLQDOHV\HOGHVFHQVRGHODJOXFHPLDIUHQDQOD
Para tener una mejor visión del comportamiento secreción de insulina y estimulan la de glucagón,
PHWDEyOLFRGHORUJDQLVPRHVFRQYHQLHQWHFODVLÀFDU FDPELiQGRVHGHHVWDIRUPDHOVHQWLGRGHOPHWD-
FLQFRHVWDGLRVGLIHUHQWHVGHOFLFORD\XQRFRPLGD EROLVPRHQHUJpWLFR$GLFLRQDOPHQWHHOHIHFWRơ
todos ellos caracterizados –en mayor o menor adrenérgico de las catecolaminas sobre el páncreas
PHGLGD²SRUHOGpÀFLWH[yJHQRGHQXWULHQWHV también suprime la secreción de insulina.
Estado posprandial: Inmediatamente después (VWDPRGLÀFDFLyQKRUPRQDOSURGXFH
de comer
Estado posabsortivo: Después de una noche $XPHQWRGHODglucogenolisis
(12 horas) de ayuno 0RYLOL]DFLyQGHaminoácidos del tejido muscular
Inanición temprana: Hasta 3 a 7 días sin in- $XPHQWRGHODFDSWDFLyQKHSiWLFDGHalanina y
gesta de alimentos glutamina y su posterior conversión a glucosa
Inanición tardía: Cuando los niveles de nu- (gluconeogénesis)
trientes en plasma son estables a pesar del 0RYLOL]DFLyQGHiFLGRVJUDVRVGHOWHMLGRDGL-
ayuno poso y aumento de la beta-oxidación de ácidos
Estado terminal: Cuando las reservas de com- grasos en el hígado
bustible se encuentran agotadas
Aumento de la glucogenolisis: En el hígado, el
8QEDODQFHGHQXWULHQWHVQHJDWLYRDFW~DFRPR glucagón estimula la adenilciclasa, que aumenta la
un mecanismo de estrés metabólico produciendo concentración intracelular de AMP cíclico que –a
cambios hormonales que tienden a modular la su vez– hidroliza el glucógeno convirtiéndolo en
adaptación y permitir la supervivencia. Esta res- glucosa. La vía de la glucólisis desembocará en el
SXHVWDHVGLIHUHQWHHQFDGDXQDGHODVIDVHVGHO FLFORGH.UHEVSURGXFLHQGRHQHUJtD/RVGHSyVLWRV
ciclo ayuno-comida y está orientada básicamente hepáticos de glucógeno se agotan en las primeras
a utilizar al máximo las reservas de triglicéridos, 24 horas de ayuno.
preservar –en la manera de lo posible– la masa Movilización de aminoácidos del tejido
proteica y mantener en todo momento, la dispo- muscular y aumento de la captación hepática de
nibilidad de glucosa de los tejidos. alanina y glutamina: 'XUDQWHODIDVHGHLQDQLFLyQ
En los cambios hormonales intervienen la WHPSUDQDDXPHQWDHOFDWDEROLVPRHQHOP~VFXOR
insulina, glucagón, VRPDWRWURÀQDcortisol, aldos- esquelético y vísceras, lo cual provee al hígado
terona, catecolaminas, los IDFWRUHVGHFUHFLPLHQWR de aminoácidos gluconeogénicos (alanina y glu-
insulino-símiles, las hormonas tiroideas y la lep- tamina). Sin embargo, esta movilización inicial
WLQD7RGDVHVWDVKRUPRQDVDFW~DQSRUVtPLVPDV de aminoácidos será inhibida durante la etapa
y a través de una estrecha interrelación, con el de inanición tardía por la presencia de cuerpos
REMHWLYRFRP~QGHSURGXFLUXQauto-canibalismo. cetónicos.
/ 46 /
Capítulo 6 – Fisiopatología de la desnutrición crónica
Proteínas
la concentración plasmática de aminoácidos y la Grasas
excreción urinaria de nitrógeno ureico, aumen-
tando la de amoníaco, lo que permite mantener
el equilibrio ácido-base del organismo y evitar la Glucógeno
cetoacidosis. A esta altura del ayuno, los órganos
XWLOL]DQ HÀFLHQWHPHQWH D ORV FXHUSRV FHWyQLFRV
FRPRIXHQWHGHHQHUJtD\HOFXHUSRHQWUDHQXQ Semanas de ayuno
estado hipometabólico que reduce la demanda
HQHUJpWLFD/DVIXQFLRQHVFDUGtDFDUHVSLUDWRULD\ Gráfico 6.1: Efecto del ayuno sobre los depósi-
KHSiWLFDGLVPLQX\HQSRUHIHFWRGHORVEDMRVQLYH- tos de glucógeno, grasas y proteínas
les circulantes de hormonas tiroideas activas. Adaptado de Guyton AC. Tratado de Fisiología Médica, 4ª ed.
Al disminuir la ingesta alimentaria, también
disminuyen la termogénesis inducida por alimen- 6.1.2.2 Hormonas tiroideas
tos y la síntesis proteica que representan aproxima- La mayor parte de la secreción tiroidea se hace
damente un 10% y 20% de la tasa metabólica basal, HQ IRUPD GH T4 (tiroxina), que en los tejidos
respectivamente, contribuyendo de esta manera SHULIpULFRVVHFRQYLHUWHHQT3 (tri-yodotironina),
al ahorro energético. Cuando el tejido adiposo ÀVLROyJLFDPHQWHPiVDFWLYD
se agota y ya no se puede obtener más energía Tanto la T3 como la T4 controlan la tasa me-
a partir de las grasas, los niveles de los ácidos tabólica basal aumentando las concentraciones de
DFHWRDFpWLFR\EHWDKLGUR[LEXWtULFRTXHIUHQDEDQ numerosas enzimas involucradas en la producción
el catabolismo muscular, descienden. Es entonces de energía. También estimulan la IRVIRULODFLyQ
cuando se reinicia la movilización de aminoácidos. oxidativa en las mitocondrias, promueven la ma-
La alanina liberada ingresa a la gluconeogénesis GXUDFLyQGHOVLVWHPDQHUYLRVRFHQWUDOLQÁX\HQHQ
y el resto de los aminoácidos es reutilizado en la la secreción de VRPDWRWURÀQDSRUODKLSyÀVLV\
\ 47 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 48 /
Capítulo 6 – Fisiopatología de la desnutrición crónica
\ 49 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
(VWLPXODQGRODJOXFRJHQROLVLVKHSiWLFD(QHO
hígado la adrenalina estimula a la IRVIRULODVD )NFECCIONES ESTRÏS
TXH FRQYLHUWH DO JOXFyJHQR HQ IRVIDWR GH -ARASMO FIEBRE DESHIDRATACIØN
JOXFRVDHOFXDOHVUiSLGDPHQWHGHIRVIRULODGR
y convertido en glucosa.
(VWLPXODQGRODVHFUHFLyQGHJOXFDJyQ/DDGUH- n 4 Y 4 l #ATECOLAMINAS
nalina estimula receptores beta-2 adrenérgicos
del páncreas produciendo secreción de gluca-
JyQeVWHDVXYH]SURGXFHJOXFyJHQROLVLVSRU "RADICARDIA &# 4AQUICARDIA
un mecanismo similar al descrito arriba.
/LEHUDQGR SUHFXUVRUHV JOXFRQHRJpQLFRV
Las catecolaminas estimulan la lipólisis y el $ISMINUYE 4-" !UMENTA
catabolismo muscular que liberan glicerol y
aminoácidos que son utilizados por el hígado &# &RECUENCIA CARDÓACA 4-" 4ASA -ETABØLICA "ASAL
para la síntesis de glucosa. Cuadro 6.6: Efecto de las hormonas tiroideas
y catecolaminas sobre la frecuencia cardíaca y
Asimismo, tanto la adrenalina como la no- tasa metabólica basal
radrenalina activan la lipasa hormonosensible
que promueve la movilización de ácidos grasos 6.1.2.7 Glucagón
libres (AGL) desde el tejido adiposo a la sangre. (OHIHFWRPiVQRWDEOHGHOJOXFDJyQHVVXFDSDFL-
(Cuadro 6.5) dad para provocar glucogenolisis en el hígado el
FXDODVXYH]DXPHQWDODJOXFHPLD(VWHHIHFWR
es similar al de la adrenalina pero mucho más
#ATECOLAMINAS SURQXQFLDGR$GLIHUHQFLDGHpVWDHOJOXFDJyQVyOR
produce glucógenolisis en el hígado, no actuando
l &# 'LUCØGENO 'RASAS
HQHOP~VFXOR
l &2 Una vez agotado el glucógeno hepático,
l 6-# HVWLPXODODJOXFRQHRJpQHVLVSHURHVWHHIHFWRHV
l 4! '', !',
secundario. (Cuadro 6.7)
In vitro, el glucagón es además un potente movi-
'LUCOSA
l 4-" '.' lizador de los AGL. Sin embargo, en un individuo
ELHQQXWULGRODLQIXVLyQGHJOXFDJyQQRUPDOPHQWH
l 'LUCEMIA no aumenta los niveles de AGL. Esto es debido
&# &RECUENCIA CARDÓACA &2 &RECUENCIA RESPIRATORIA DTXHHOHIHFWRJOXFRJHQROtWLFRHOHYDODJOXFHPLD
6-# 6OLUMEN MINUTO CARDÓACO 4! 4ENSIØN ARTERIAL y ésta a su vez, estimula la secreción de insulina.
Cuadro 6.5: Efecto de las catecolaminas sobre (QFRQVHFXHQFLDHQVXMHWRVQRUPDOHVHVWHHIHFWR
los nutrientes enmascara cualquier tendencia del glucagón a
aumentar la liberación de AGL. No obstante, en
(QRWURRUGHQGHFRVDVORVHIHFWRVơ\Ƣ1 los pacientes desnutridos –que cursan con bajos
DXPHQWDQODUHVLVWHQFLDYDVFXODUSHULIpULFD\OD QLYHOHVGHJOXFHPLD²HOHIHFWRPRYLOL]DGRUGH$*/
IUHFXHQFLDFDUGtDFDUHVSHFWLYDPHQWH(VWRVPH- HVPiVVLJQLÀFDWLYR\HYLGHQWH
canismos tienden a compensar el descenso del
YROXPHQHIHFWLYRFLUFXODQWHTXHFDUDFWHUL]DDORV 'LUCAGØN
pacientes desnutridos. No obstante, tienden a
elevar la tasa metabólica basal en contraposición (ÓGADO
FRQHOHIHFWRGHSUHVRUTXHSURGXFHHOEDMRQLYHO
de hormonas tiroideas activas. En consecuencia,
ODHÀFDFLDFRQODTXHHOSDFLHQWHVHDGDSWHRQR '', '.'
al estrés condicionará su respuesta cardiovascu-
lar y con ello gran parte de su tasa metabólica l 'LUCEMIA
basal. Las principales causas de descompensa-
FLyQHQODGHVQXWULFLyQVRQODVHQIHUPHGDGHV '', 'LUCOGENOLISIS '.' 'LUCONEOGÏNESIS
VREUHWRGRLQIHFFLRQHVODÀHEUH\ODGHVKLGUDWD- Cuadro 6.7: Efecto del glucagón sobre los
ción. (Cuadro 6.6) nutrientes
/ 50 /
Capítulo 6 – Fisiopatología de la desnutrición crónica
\ 51 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
JUDVR\ODGLVPLQXFLyQGHODDFWLYLGDGItVLFD3RU W~EXORVFRQWRUQHDGRVGHOULxyQTXHGHSURORQ-
este motivo, los pacientes desnutridos son capaces garse, causa QHIURHVFOHURVLV ÀEURVLV LQWHUVWLFLDO
de tolerar relativamente bien la anemia durante la y SLHORQHIULWLV )XQFLRQDOPHQWH OD QHIURSDWtD
FDUHQFLDQXWULFLRQDOSXGLHQGROOHJDUDWHQHUFLIUDV SRUGHÀFLHQFLDGHSRWDVLRVHFDUDFWHUL]DSRUXQD
PX\EDMDVGHIHUUHPLDKHPDWRFULWR\KHPRJORELQD disminución en la capacidad de concentración
con escasa sintomatología. renal y poliuria. La reabsorción de bicarbonato
&XDQGRVHOOHJDDODIDVHGHUHFXSHUDFLyQQX- y secreción de hidrogeniones también pueden
tricional, el organismo empieza a sintetizar tejido UHVXOWDUDIHFWDGDV
nuevo, el niño recupera masa muscular, aumenta /DVDOWHUDFLRQHVUHQDOHVTXHVXIUHQORVQLxRV
VXDFWLYLGDGItVLFD\ODVGHPDQGDVGHR[tJHQRVH desnutridos se deben tener en cuenta al indicar una
incrementan, acelerándose la hematopoyesis. Si en UHKLGUDWDFLyQRSODQLÀFDUXQDUHDOLPHQWDFLyQSDUD
este momento de la evolución, no se administran no provocar una sobrecarga renal de solutos.
DSRUWHVVXÀFLHQWHVGHKLHUURiFLGRIyOLFR\vita-
mina B12 en la dieta, la anemia se hace sintomá- 6.1.4.6 Estado ácido-base
tica, produciendo una hipoxia tisular que detiene En la desnutrición, la excreción urinaria de ni-
nuevamente el crecimiento. WUyJHQR GLVPLQX\H FRQ HO SURSyVLWR GH IDFLOLWDU
al organismo el sustrato necesario para la resín-
6.1.4.3 Consumo de oxígeno tesis proteica. Este proceso –mediado por la
Durante muchos años, se consideró que el tejido VRPDWRWURÀQD²SURGXFHUHWHQFLyQGHFDWDEROLWRV
adiposo era relativamente inerte. Esto se basaba, en nitrogenados que originan una acidosis metabó-
parte, en la muy baja tasa de consumo de oxígeno lica crónica que el paciente compensa con mayor
HQUHODFLyQDVXSHVRK~PHGRWRWDO6LQHPEDUJRVL YHQWLODFLyQSXOPRQDU(OHVIXHU]RGHORVP~VFXORV
el consumo de oxígeno se expresa en relación a la respiratorios por aumentar la ventilación incre-
cantidad de sus proteínas celulares, el valor resulta menta las demandas de energía y oxígeno, motivo
ser sorprendentemente alto, comparable al del hí- por el cual los pacientes pueden descompensarse
gado y otros órganos metabólicamente muy activos. en los estados de inanición graves.
(VWRVLJQLÀFDTXHHQHOSDFLHQWHGHVQXWULGRTXHKD
perdido su masa grasa, el consumo de oxígeno se 6.1.5 Interrelación entre las alteraciones
reduce considerablemente, situación que le permite fisiopatológicas y la detención del crecimiento
tolerar la anemia acompañante. 6LQ OOHJDU D GHWDOODU ODV PDQLIHVWDFLRQHV FOtQLFDV
de la desnutrición, que serán tratadas en extenso
6.1.4.4 Cambios hemodinámicos en el Capítulo 9, aquí se analizará un aspecto
Los cambios en el metabolismo del potasio, calcio HVHQFLDOGHODGHVQXWULFLyQFUyQLFDODDIHFWDFLyQ
\KRUPRQDVWLURLGHDVDFWLYDVKDFHQTXHODIXHU]D del crecimiento.
de eyección cardíaca y la presión arterial sean bajas Como se comentara con anterioridad, el ayuno
a pesar de los elevados niveles de catecolaminas GHVHQFDGHQDXQDVHULHGHIHQyPHQRVÀVLROyJLFRV
circulantes. De una manera compensadora, e TXHVHSRQHQHQIXQFLRQDPLHQWRHQIRUPDRUGH-
LQWHQWDQGR SUHVHUYDU HO ÁXMR VDQJXtQHR HQ ORV nada, secuencial y previsible.
yUJDQRVQREOHVODFLUFXODFLyQFHQWUDOWRPDSUHIH- La movilización de glucógeno hepático –que
UHQFLDVREUHODSHULIpULFD7DPELpQVRQIUHFXHQWHV se produce en las primeras 24 horas– no tiene
las alteraciones en la respuesta vascular a los cam- exteriorización clínica, por lo que desde lo antro-
bios posturales y el retorno venoso, que producen SRPpWULFRHVXQIHQyPHQRVLOHQFLRVR
hipotensión ortostática. En contraposición, la movilización de grasas
GHOWHMLGRDGLSRVRTXHVHSURGXFHHQODIDVHGHLQD-
6.1.4.5 Cambios renales nición temprana, sí tiene una expresión clínica: el
La circulación renal no es ajena a la disminución adelgazamiento. Este adelgazamiento es objetivable
GHODFLUFXODFLyQSHULIpULFD,QLFLDOPHQWHODKLSR a través de la disminución del peso corporal con
SHUIXVLyQUHQDOSURGXFHXQDUHGXFFLyQGHOÀOWUD- la consecuente alteración de las curvas peso/edad
do glomerular que se traduce en orinas ácidas y y peso/talla, el valor de los pliegues cutáneos y el
FRQFHQWUDGDV\DODUJRSOD]ROHVLRQDORVW~EXORV índice de masa corporal (BMI). Otros métodos
renales y altera la capacidad de concentración de estudio también permiten evaluar la reducción
urinaria. de la masa grasa, incluso con mayor precisión:
/DGHÀFLHQFLDGHSRWDVLRSURGXFHXQDFDUDF- la impedanciometría, la conductividad eléctrica,
terística alteración vacuolar en el epitelio de los la medición del agua corporal total con técnicas
/ 52 /
Capítulo 6 – Fisiopatología de la desnutrición crónica
GDLQIDQFLD'LFKRGHRWUDPDQHUDDSHVDUGHTXH
el período de restricción nutricional pueda ser el Paciente A: Desde los 4 hasta los 12 meses
mismo, la UHSHUFXVLyQDQWURSRPpWULFDHVGLIHUHQWH Paciente B: Desde los 4 hasta los y 4 8/12 años
GHDFXHUGRODHGDG(QOD7DEOD\HO*UiÀFR Paciente C: Desde los 10 4/12 hasta los 11 años
VHPXHVWUDHVWHIHQyPHQR$OOtVHWDEXODQ\ Paciente D: Desde los 14 4/12 hasta los 15 años
JUDÀFDQRFKRPHVHVGHHVWDQFDPLHQWRSRQGHUDO Paciente E: Desde los 17 4/12 hasta los 18 años
HQGLVWLQWRVPRPHQWRVGHODLQIDQFLD1yWHVHTXp
GLIHUHQWHHVHODOHMDPLHQWRUHVSHFWRHOSHUFHQWLOGH Gráfico 6.2: Gráfica de un período de 8 meses
origen (en este caso el percentil 50) que producen de estancamiento ponderal en cinco momentos
ocho meses sin crecimiento a los 4 meses de edad diferentes de la vida
\ 53 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Bibliografía med.puc.cl/paginas/publicaciones/Manual-
Ped/CrecDess.html.
$PHULFDQ $FDGHP\ RI 3HGLDWULF Pediatric .DOLQRY$Variables bioquímicas para el diagnóstico
Nutrition Handbook. 3ª edition. 1993. Libermed médicoHG(G-DQVVHQ&LODJ%XHQRV$LUHV
Verlag S.A. 1998; pág. 101.
%HVDGD 6 /RPEDQD &DVWUR 'HVQXWULFLyQ 0DOQXWULFLyQHQHUJpWLFRSURWHLFD(Q%DOOD-
En: Nutrición Clínica y Gastroenterología pediátrica. briga A, Carrascosa A. Nutrición en la infancia y
Rojas Montenegro, Guerrero Lozano. Ed. adolescencia. Ed. Ergon. Madrid. 1998;561-92.
Panamericana. 1999; 141-64. 0HJXLG000XVFDULWROL0&XUUHQWXVHVRI
%LHEX\FN -) 7KH PHWDEROLF UHVSRQVH WR total parenteral nutrition". Am. Fam. Physician
stress". Anaestesiology. 1990; 73: 308-327. 1993; 47: 383-394.
%RXUJHV 5RGUtJXH] + (O VLJQLÀFDGR GH OD 0RUD5-Soporte Nutricional Especial. Ed. Pana-
dieta como unidad de la alimentación". En: mericana. Buenos Aires. 1992; 45-9.
Alimentación normal en niños y adolescentes: Teoría y 1HOVRQ:(9DXJKDQ9&0F.D\5-Tratado
Práctica. Ramos Galván R. México. Ed. Manual de Pediatría, 5ª ed. Ed. Salvat, 1999.
Moderno. 1985. 2·'RQQHOO $ 7UDWDPLHQWR QXWULFLRQDO GHO
&DUPXHJD('XUDQ39DORUDFLyQGHO(VWDGR niño desnutrido". Actualización nutricional del
Nutricional en Niños y Adolescentes". Bol. boletin Cesni. 1989; (2) 4: 3-7.
Cesni-XQ 2VWHU0*)LHOGHU3-/HYLQ1et al. "Adapta-
(QWUDOD %XHQR $ 0DOQXWULFLyQ HQHUJpWL- WLRQRI WKHJURZWKKRUPRQHDQGLQVXOLQHOLNH
FRSURWHLFD &DXVDV 3URQyVWLFR 'pÀFLW GH JURZWK IDFWRU, D[LV WR FKURQLF DQG VHYHUH
nutrientes": Medicine. Mar 2000; 24: 1649-53. FDORULHRI SURWHLQPDOQXWULWLRQJ. Clin. Invest.
)HOLJ 3 0HWDEROLVPR \ 1XWULFLyQ (Q 1995; 95: 2258-65.
Fisiopatología. Smith LL, Thier SO. Ed Pana- 5RVVR3Aspectos biológicos del desarrollo. Pediatría
mericana. Buenos Aires. 1983; 439-45. Meneghello, 5ª ed. Edit. Médica Panamericana.
)LQEHUJ/Líquidos y Electrolitos en pediatría. Edit. Buenos Aires. 1997; 65-79.
Interamericana. Buenos Aires. 1994; 15-23. 6WRQHU+%/LWWOH5$)UD\Q.1(OHEXWH$(
*DUFtD5RLJ&6RSRUWHQXWULFLRQDOLQLFLDOHQ 7UHVDGHUQ-*URVV(7KHHIIHFWRI VHSVLVRQ
el paciente pediátrico crítico". En: Nutrición WKHR[LGDWLRQRI FDUERKLGUDWHDQGIDWBrit. J.
enteral y parenteral. Montemerlo H, Menendez Surg. 1983; 70: 32-35.
$06ORERGLDQLN1(G*UiÀFD6XU%XHQRV 9DORUDFLyQGHOHVWDGRQXWULFLRQDO(Q%DOOD-
Aires. 1999; 226-34. briga A, Carrascosa A. Nutrición en la infancia y
*X\WRQTratado de Fisiología Médica. Ed. Inter- adolescencia. Ed. Ergon. Madrid. 1998; 151-2.
americana. Buenos Aires; 925-9. 9DQ :D\ &: 1XWULWLRQDO VXSSRUW LQ WKH
+RJGRQ%XQVWHU0,3DSHOGHODVKRUPRQDV injured patient". Surg. Clin. North Am. 1991;
HQ HO FUHFLPLHQWR (Q KWWSZZZHVFXHOD 71: 537-548.
/ 54 /
Alteraciones intestinales
en la desnutrición crónica 77
Eduardo A. Roggiero
'HODPLVPDPDQHUDTXHVHDIHFWDODKLGUyOLVLV
de las proteínas alimentarias, resulta alterada la
hidrólisis de las proteínas de las cápsulas bacteria-
nas que ingresan con la alimentación, hecho que
contribuye a colonizar al intestino con gérmenes
patógenos.
La menor actividad proteolítica en el estóma-
go, sumada a un aumento de la permeabilidad al
pasaje de macromoléculas a través del intestino,
IDYRUHFHODVHQVLELOL]DFLyQDSURWHtQDVKHWHUyORJDV
Imagen 7.2: Queilitis y aparición de alergias alimentarias.
/ 56 /
Capítulo 7 – Alteraciones intestinales de la desnutrición crónica
LUUHJXODUUDPLÀFDFLyQ\YXOQHUDELOLGDGDQWHIDF-
tores agresivos. También aumenta el espesor de la
membrana basal como consecuencia del depósito
GHXQDVXVWDQFLDGHQVD\ÀQDPHQWHJUDQXODUKD-
ces de colágeno y gotas de grasa. En el citoplas-
ma de los enterocitos aparecen DXWRIDJRVRPDV
VXSUDQXFOHDUHVTXHFRQWLHQHQPLWRFRQGULDVIUDJ-
Imagen 7.4: Imágenes endoscópica y mentos de retículo endoplasmático, ribosomas y
microscópica del íleon terminal normal gotas de grasa. Estas organelas secuestradas den-
WURGHORVDXWRIDJRVRPDVVXIUHQXQDSURJUHVLYD
En la desnutrición se producen alteraciones degradación hasta que se desintegran totalmente.
QRHVSHFtÀFDVFRQVLVWHQWHVHQXQDFRUWDPLHQWR (VWRVDXWRIDJRVRPDVWDPELpQDSDUHFHQHQODVFp-
de las vellosidades con aumento de la longitud lulas hepáticas. La degradación de las estructuras
de las criptas de Lieberkühn y reducción de la VHFXHVWUDGDVHQORVDXWRIDJRVRPDVOLEHUDPROpFX-
altura de las células epiteliales en las puntas de las las que podrían ser reutilizadas en el metabolismo
vellosidades. La celularidad de la lámina propia de la célula.
DXPHQWDDH[SHQVDVGHORVOLQIRFLWRV\FpOXODV La actividad de las enzimas de ribete disminu-
plasmáticas. El espesor de la mucosa se reduce y ye considerablemente, sobre todo la de la lacta-
disminuye el índice mitótico en las criptas. Esta sa y la sacarasa. La realimentación con una dieta
disminución puede explicarse por la menor dis- adecuada, induce rápidamente la recuperación de
ponibilidad calórica antes y durante la mitosis, o la actividad de la glucoamilasa y la maltasa, pero
ELHQSRUGHÀFLHQFLDVGHFLHUWDVKRUPRQDVHVSH- la mejoría de la lactasa es más lenta y a veces,
cialmente de tiroxina y de IGF que normalmente incompleta.
WLHQHQXQHIHFWRHVWLPXODQWHVREUHODGLYLVLyQFH- Durante la recuperación nutricional, la delica-
lular. (Imágenes 7.5 y 7.6) da estructura del epitelio vuelve a normalizarse:
Los datos obtenidos con el microscopio elec- el borde ciliado se vuelve más regular, los auto-
trónico suelen mostrar escasez de microvellosi- IDJRVRPDVGHVDSDUHFHQ\HOQ~PHURGHFXHUSRV
dades, reducción de su longitud, implantación residuales es menor. Aunque desaparecen los de-
pósitos subepiteliales, persisten cantidades sus-
WDQFLDOHVGHFROiJHQR\ÀODPHQWRVÀQRV6HQRU-
PDOL]DODHVWUXFWXUDÀQD\DXPHQWDQHOHVSHVRUGH
la mucosa y el índice mitótico. No está bien de-
terminado cuánto tiempo es necesario mantener
a los lactantes desnutridos con dietas adecuadas
para que la histología se normalice totalmente.
3RFRVHVDEHDFHUFDGHOGDxRTXHVXIUHQODV
GHPiVFDSDVGHODSDUHGLQWHVWLQDO&RQIUHFXHQ-
Imagen 7.5: Imágenes endoscópica y microscópica cia se reduce el diámetro del yeyuno y disminuye
del íleon con atrofia por desnutrición su distensibilidad, lo que produce alteración de la
motilidad. Esta situación, junto a la disminución
de la secreción de ,J$VIDYRUHFHODDEVRUFLyQGH
endotoxinas y la traslocación bacteriana.
La presencia de restos de nutrientes no absor-
ELGRVHQHOOXPHQLQWHVWLQDOIDYRUHFHHOGHVDUUROOR
de una ÁRUD EDFWHULDQD SDWROyJLFD TXH SURGXFH
PD\RUHVDOWHUDFLRQHVHVWUXFWXUDOHV\IXQFLRQDOHV
Las ulceraciones de la mucosa provocadas por los
gérmenes, parásitos o irritaciones por antígenos ali-
PHQWDULRVVRQKDOOD]JRVIUHFXHQWHV/DSUHYDOHQFLD
de parasitosis intestinales en los niños desnutridos
es muy elevada, especialmente en lo que hace a las
LQIHVWDFLRQHVSRUGiardas, Criptosporidium, Trichiuris
Imagen 7.6: Comparación histológica de la Trichiuras, Oxiurus Vermicularis y Ascaris Lumbricoides.
mucosa yeyunal atrófica y normal Estos parásitos contribuyen a empeorar el estado
\ 57 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 58 /
Capítulo 7 – Alteraciones intestinales de la desnutrición crónica
\ 59 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
LQIHFFLRQHVVLVWpPLFDVTXH²DVXYH]²DJUDYDQOD
0D\RUH[SRVLFLyQDXQDÁRUDSDWyJHQD desnutrición produciendo un círculo vicioso que
&DPELRHQHOSDWUyQEDFWHULDQRLQWHVWLQDO SHUSHWXDHOFLFOR&XDGUR8QDPDQLIHVWDFLyQ
$GPLQLVWUDFLyQSURORQJDGDGHDQWLELyWLFRV FDVLLQIDOWDEOHGHHVWDVLQIHFFLRQHVRULJLQDGDVHQ
'LVPLQXFLyQGHOQLYHOGH el tubo digestivo es la diarrea y su consecuencia
inmunoglobulinas locales inmediata, la deshidratación, las cuales se tratarán
'LVPLQXFLyQGHODDFLGH]JiVWULFD más adelante.
$WURÀD\OHVLRQHVGHODPXFRVDLQWHVWLQDO
'LVPLQXFLyQGHODDFWLYLGDGGHSHSWLGDVDV
intestinales 7.2 Hipersensibilidad a las proteínas
0HQRUVHFUHFLyQSDQFUHiWLFD alimentarias
'HFRQMXJDFLyQGHiFLGRVELOLDUHV A través de la ingesta el organismo se halla per-
5HVWRVGHQXWULHQWHVQRDEVRUELGRVHQOD manentemente expuesto al ingreso de proteínas
luz intestinal heterólogas, polisacáridos de gran volumen, o
'HSOHFLyQGHJOXWDPLQDHQHOHQWHURFLWR una combinación de ambos.
Para que alguna de estas sustancias sea consi-
Cuadro 7.3: Causas de colonización intestinal derada antigénica, debe tener un peso molecular
con gérmenes patógenos alto, superior a los 10.000 daltons. Si bien sustan-
FLDVPiVSHTXHxDVQXQFDDFW~DQFRPRDQWtJHQRV
Respecto de la depleción de glutamina en el por sí solas, es posible que se unan a proteínas
enterocito, son numerosos los trabajos que asocian y sea la combinación la que desencadene la res-
HOIHQyPHQRGHODFRORQL]DFLyQDOWD\WUDVORFDFLyQ puesta inmune. A éstas se las conoce como hap-
bacteriana con la depleción de glutamina y ácidos tenos. Los anticuerpos que se desarrollan pueden
grasos de cadena corta –ambos nutrientes especí- reaccionar contra la combinación, contra la pro-
ÀFRVGHODFpOXODLQWHVWLQDO²TXHVRQORVSULQFLSDOHV teína o contra el hapteno solo.
UHVSRQVDEOHVGHODDWURÀDGHODPXFRVD En condiciones normales, los procesos diges-
tivos permiten que la mayoría de las proteínas
Consecuencias de la colonización alta: Las ingeridas sean hidrolizadas a unidades de menor
consecuencias clínicas de la colonización bacte- peso molecular sin capacidad antigénica.
riana de las porciones altas del intestino delgado En la desnutrición, las alteraciones intestinales
son básicamente: IDYRUHFHQODVHQVLELOL]DFLyQDORVDQWtJHQRVRKDS-
,QIHFFLRQHVDSDUWLUGHXQIRFRLQWHVWLQDO tenos. Las moléculas pueden atravesar el epitelio
2. Síndrome de malabsorción que agrava la des- intestinal e ingresar directamente a la sangre a
nutrición WUDYpVGH]RQDVGHDWURÀDRPXFRVDOHVLRQDGD/D
hipoclorhidria, la disminución de las enzimas de
Como el niño desnutrido tiene una capacidad ULEHWH\ODGLVPLQXFLyQORFDOGHOD,J$VIDYRUHFHQ
GHUHVSXHVWDGHÀFLHQWHDODVLQIHFFLRQHVWRGRJHU- esta situación.
men patógeno que ingresa al intestino tiene po- /RVDOLPHQWRVLQYROXFUDGRVFRQPD\RUIUH-
tencialidad para traslocar la membrana y producir cuencia en las alergias alimentarias son la leche de
vaca, huevo, soja, pescado, carne de vaca, nuez,
$ESNUTRICIØN PDQtIUXWDVFtWULFDVIUXWLOODVFKRFRODWHDGLWLYRV\
preservativos alimentarios como tartrazina, ben-
!LTERACIONES DE LA
INMUNIDAD
zoato, glutamato monosódico y antioxidantes.
Los síntomas de la alergia se pueden obser-
)NFECCIØN var en los niveles respiratorio, dermatológico y
INTESTINAL
gastrointestinal. En ocasiones pueden causar sín-
$IARREA !UMENTO DE 5TILIZACIØN
LA 4-"
WRPDVJHQHUDOHVFRPRDQDÀOD[LV
DE !4"
No obstante todo lo expresado, es posible
-ALABSORCIØN $ESHIDRATACIØN
DE NUTRIENTES !LTERACIONES DE que el paciente gravemente desnutrido –a pesar
LA FLORA INTESTINAL
de encontrarse sensibilizado– no padezca sinto-
2ESISTENCIA
matología alguna debido a la escasa capacidad de
BACTERIANA respuesta de su sistema inmune durante el pe-
UtRGRGHHQIHUPHGDG6LQHPEDUJRORVVtQWRPDV
Cuadro 7.4: Ciclo Infección-Desnutrición pueden aparecer durante la rehabilitación nutri-
/ 60 /
Capítulo 7 – Alteraciones intestinales de la desnutrición crónica
Bibliografía *OLFNPDQ,/DFDYLGDGEXFDO(QPatología
Estructural y Funcional. Robbins S. Ed. Intera-
%DOODEULJD $ &DUUDVFRVD $ 0DOQXWULFLyQ mericana. México. 1975; Cap. 20: 849-50.
energético-proteica". En: Nutrición en la In- 0DOQXWULFLyQSURWHLFRHQHUJpWLFDKWWSWH-
fancia y Adolescencia. Ed. Ergon. Madrid. 1998; leline.terra.es.
568-9. 0HQD0LUDQGD955LYHUyQ&RUWHJXHUD5/
%DUUDQFR 5XL] ) %ODVFR 0RULOOD - 0pULGD 3pUH]&UX]-$7UDVORFDFLyQEDFWHULDQDXQ
Morales A y col. "Importancia del Soporte SUREOHPD SDUD UHÁH[LRQDU Rev. Cub. Ped.
1XWULFLRQDO(QWHUDOHQODIXQFLyQLQWHVWLQDO 1996; 68, 1.
En: Soporte nutricional enteral. Capítulo 5, 8. 0RQWHQHJUR&5/HDO4XHYHGR)-5HDFFLR-
ZZZXQLQHWHGXWUDWDGRLQGDXWRUKWPO nes adversas a alimentos". En: Nutrición clínica
%HUJ5'*DUOLQJWRQ$:7UDQVORFDWLRQRI y gastroenterología pediátrica. Ed. Panamericana.
FHUWDLQLQGLJHQRXVEDFWHULDIURPWKHJDVWUR- Col. 1999: 339-46.
intestinal tract to the mesenteric lymph nodes 5DPRV)HUQiQGH]30DOQXWULFLyQ&RQFHSWR
and other organs in a gnotobiotic mouse mo- y repercusión en los distintos órganos y siste-
del". Infect Immun. 1979; 23: 403-11. mas. Indicaciones del soporte nutricional.
%UDQGW]DHJ3+DOVWHQVHQ76.HWW.et al. 5RJJLHUR ($ 'LDUUHDV DJXGDV GH RULJHQ
,PPXQRELRORJ\DQGLPPXQRSDWKRORJ\RI endógeno". En: Cuidado Nutricional Pediátrico.
human gut mucosa: Humoral immunity and Torresani E y col. Ed. Eudeba. Buenos Aires.
intraepithelial lymphocytes". Gastroenterology 2001; 309-10.
1989; 97: 105: 1275-80. 5R\&&:HEHU$0,PSOLFDFLRQHVFOtQLFDV
%UXQVHU2&DVWLOOR&$UD\D0)LQHVWUXF- de los ácidos biliares en pediatría". Clínica
WXUHRI WKHVPDOOLQWHVWLQDOPXFRVDLQLQIDQWLOH Gastroenterológica. 1978; 5:2: 129-149.
marasmic malnutrition". Gastroenterology; 1976; 6IHLU%\URQ5$JXD\R$FDVLJH0'HVQX-
70: 495-507. trición en niños menores de cinco años". Rev.
%UXQVHU2(IHFWRVGHODPDOQXWULFLyQVR- Inst. Méd. Sucre LXV: 2000; 116 (43-53).
EUHODHVWUXFWXUD\IXQFLyQLQWHVWLQDOHQORV 6LULVLQKD66XVNLQG5(GHOPDQ5et al. "Se-
niños". Clínica Gastroenterológica. 1978; 5; 2: 93- FUHWRU\DQGVHUXP,J$LQFKLOGUHQZLWKSUR-
105. tein-calorie malnutrition". Pediatrics, 1975; 55,
&DUULOOR(51~xH]0)17UDVORFDFLyQEDF- 166-70.
teriana en el paciente grave". Rev. Med. Hosp. 9LOOD]yQ6DKDJ~Q $ Medicina Crítica. Cap.
Gen. Méx. 1999; 62 (4): 273-278. 6HSVLV\GLVIXQFLyQRUJiQLFDP~OWLSOH/LEUR
5 Parte B. Pág. 30-35.
\ 61 \
Alteraciones en
el metabolismo
de los nutrientes 88
Eduardo A. Roggiero
/ 64 /
Capítulo 8 – Alteraciones en el metabolismo de los nutrientes
Deficiencia de ω 6 Deficiencia de ω 3
/HVLRQHVFXWiQHDV $OWHUDFLRQHVYLVXDOHV
3pUGLGDGHOWRQRPXVFXODU $OWHUDFLRQHVHQODFDSDFLGDGGHDSUHQGL]DMH
'LVPLQXFLyQGHODSLJPHQWDFLyQFXWiQHD $XPHQWRGHODVXVFHSWLELOLGDGDLQIHFFLRQHV
$XPHQWRGHODDFWLYLGDGPHWDEyOLFD
1HXURSDWtDSHULIpULFD
$XPHQWRGHODSHUPHDELOLGDGGH
membranas celulares
&DPELRVGHJHQHUDWLYRVHQDOJXQRVyUJDQRV
Cuadro 8.2: Signos clínicos de deficiencia de ácidos grasos ω 6 y ω 3. Adaptado de Ballabriga A.
&DUUDVFRVD$/RViFLGRVJUDVRVHQODQXWULFLyQGHODLQIDQFLD(QNutrición en la Infancia y Adolescencia, Ed.
Ergón, Madrid, 1998; 213-46.
\ 65 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
el contrario, una ingestión de agua libre (30 a 40 la motilidad del tubo digestivo y en la secreción y
ml/kg de peso) en el lapso de una hora, puede DFFLyQSHULIpULFDGHODLQVXOLQD
producir una intensa caída de la natremia y osmo- En la desnutrición calórico-proteica, los valo-
ODULGDGSODVPiWLFDTXHJHQHUHXQDWXPHIDFFLyQ res de potasio corporal total y potasio plasmático
de las células, sobre todo en las del cerebro. GLVPLQX\HQHQIRUPDVLJQLÀFDWLYDGHELGRDGLYHU-
VRVIDFWRUHV
'LVPLQXFLyQGHOQ~PHUR\WDPDxRGHODV
8.5 Alteración del metabolismo del sodio células musculares
En condiciones normales, el 96% del total de 'LVPLQXFLyQGHODDFFLyQGHODLQVXOLQD
sodio del cuerpo se encuentra en el líquido extra- 3pUGLGDVXULQDULDVSRUKLSHUDOGRVWHURQLVPR
FHOXODUVLHQGRVXIXQFLyQGHWHUPLQDUODRVPRODUL- secundario
dad y el volumen de los compartimentos líquidos 3pUGLGDVXULQDULDVSRUQHIURSDWtD
del organismo. El ingreso se hace a través de la 3pUGLGDVIHFDOHVSRUGLDUUHDV
dieta y la principal vía de excreción es la orina,
aunque también se pierden cantidades variables La DOWHUDFLRQHVHOHFWURFDUGLRJUiÀFDVGHODKL-
SRUODPDWHULDIHFDO\VXGRU/RVUHJXODGRUHVGH pocaliemia son características: depresión del seg-
la excreción renal son la sed y la hormona anti- mento ST, disminución hasta la desaparición de
diurética. Otros mecanismos son la aldosterona, la onda T y su sustitución por una onda U. Igual
ORVIDFWRUHVQDWULXUpWLFRV\HOYROXPHQGHOFRP- que ocurre con el sodio, los niños desnutridos
partimento extracelular. se adaptan aceptablemente a los bajos niveles de
Por las razones mencionadas, en la desnutri- potasio circulante. Sin embargo, la hipocaliemia
ción calórico-proteica el nivel de la natremia es HVFDSD]GHSURGXFLUDOWHUDFLRQHVIXQFLRQDOHVHQ
bajo pero el del sodio corporal total es mucho HOFRUD]yQP~VFXORHVTXHOpWLFRP~VFXOROLVRUL-
mayor que en condiciones normales. xyQ\SRVLEOHPHQWHFHUHEUR/RVHIHFWRVVREUHHO
No obstante, las hiponatremias menores a P~VFXORVHPDQLÀHVWDQFRQGHELOLGDGPXVFXODU
120 mEq/l deben ser tratadas con una adminis- DUULWPLDVFDUGtDFDVIDOORGHERPEDYHUFDStWXOR
WUDFLyQGHSRWDVLRSDUDIRU]DUODERPED1D. 6) y trastornos en la motilidad intestinal.
ATPasa. Esto redistribuye al sodio, regresándolo /DVGHÀFLHQFLDVGHSRWDVLRHQORVQLxRVJUD-
al compartimento intravascular. vemente desnutridos pueden ser muy severas y
deben tenerse en cuenta en el momento de iniciar
ODIDVHGHUHFXSHUDFLyQQXWULFLRQDO
8.6 Alteración del metabolismo
del potasio
El contenido de potasio corporal total en los 8.7 Alteraciones del metabolismo
niños bien nutridos pero no obesos y con una del calcio y fósforo
proporción normal de tejido muscular es de 50 El calcio del plasma sólo representa el 2% del
a 55 mEq/kg. El 95% de este catión se encuen- total de calcio del organismo. Por esta razón, las
tra en el líquido intracelular, en su mayor parte alteraciones en la calcemia suelen ser muy tardías
UHSUHVHQWDGRSRUHOP~VFXOR/DFRQFHQWUDFLyQ DSHVDUGHXQDVHYHUDGHÀFLHQFLDGLHWDULDGHFDOFLR
media en el plasma es de 4 mEq/l y en el líqui- y vitamina D. En los estadios iniciales de la des-
do intracelular 150 mEq/l, existiendo un amplio nutrición, los niveles plasmáticos pueden man-
UDQJRGHYDULDFLyQHQWUHORVGLIHUHQWHVWHMLGRV(O tenerse normales a expensas del calcio que pasa
90% del potasio circulante se excreta por la ori- a sangre desde los huesos. Recién en las etapas
QDIHQyPHQRUHJXODGRSRUODaldosterona. Can- avanzadas, los niveles sanguíneos disminuyen y
WLGDGHVPHQRUHVVHHOLPLQDQSRUPDWHULDIHFDOR la hipocalcemia se hace sintomática.
sudor. En condiciones normales, los principales Respecto del depósito de minerales en el
determinantes de la caliemia son: la alimentación, KXHVR HV GHÀFLHQWH LQGHSHQGLHQWHPHQWH GH OD
la excreción renal (y por lo tanto los niveles de ingestión de calcio y vitamina D. Esto se debe a
aldosterona) y el estado ácido-base. Tanto la hipo TXHODIRUPDFLyQGHODPDWUL]yVHDGHSHQGHGHOD
como la hipercaliemia comprometen la conduc- ingesta proteica y calórica, y si ésta es inadecuada,
ción y contracción muscular, en especial en el también lo es la mineralización.
PLRFDUGLR\P~VFXORHVTXHOpWLFRTXHVHH[SUHVDQ (QUHODFLyQDODFRQFHQWUDFLyQGHIyVIRURHQ
en el electrocardiograma y electromiograma, res- el plasma, desciende por debajo de los valores
pectivamente. El potasio también interviene en normales, sobre todo cuando la desnutrición gra-
/ 66 /
Capítulo 8 – Alteraciones en el metabolismo de los nutrientes
\ 67 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
La absorción intestinal se produce en el ye- 8.11 Alteración del metabolismo del yodo
yuno, dependiendo de la presencia o ausencia de
IDFWRUHVGHLQWHUIHUHQFLDFRPRHOKLHUURHOiFLGR El yodo es un elemento esencial para la síntesis
IyOLFRHOIyVIRURRH[FHVLYDVFDQWLGDGHVGHÀWDWRV de hormonas tiroideas, que regulan el metabolis-
en la dieta. mo celular de todo el organismo y el crecimiento
Una vez en la sangre, se transporta en un 80% y desarrollo de la mayor parte de los órganos,
SRUODDOE~PLQD\HOUHVWRSRUODDOIDPDFURJOR- especialmente del cerebro.
bulina. En el organismo se distribuye: 60% en el Si bien el yodo se encuentra ampliamente dis-
tejido muscular, 20-30% en los huesos, 4-6% en tribuido en aguas, suelos y alimentos, su ingreso
el hígado y menos del 1% en el plasma. HQODGLHWDSXHGHVHULQVXÀFLHQWHGHELGRODVGL-
(Q ORV WHMLGRV SHULIpULFRV SDUWLFLSD FRPR IHUHQWHVFDUDFWHUtVWLFDVGHFDGDUHJLyQ(Q]RQDV
FRIDFWRUHQ]LPiWLFRGHQXPHURVRVSURFHVRVLQ- HQGpPLFDVODGHÀFLHQFLDGH\RGRSXHGHVHUXQD
tracelulares, sobre todo los relacionados con las causa importante de alteraciones de crecimiento,
síntesis proteicas. retraso mental, trastornos de la reproducción y
La excreción se realiza por las heces y en me- disminución de la supervivencia.
QRUSURSRUFLyQSRUODRULQD/DHOLPLQDFLyQIHFDO Se calcula que un 16 a 18% de la población
comprende el cinc no absorbido de la dieta y el PXQGLDOYLYHHQODDFWXDOLGDGHQiUHDVGHÀFLHQ-
secretado por el intestino que procede del pán- WHVGH\RGRORTXHVLJQLÀFDDOUHGHGRUGH
creas, bilis, células descamadas, moco y secrecio- millones de personas en situación de riesgo (ver
nes intestinales. también Capítulo 2). Para disminuir este riesgo,
Aproximadamente el 50% de los requerimien- VHIRUWLÀFDODVDOGHPHVDFRQXQDSDUWHGH\RGX-
tos dietarios de cinc son cubiertos por las carnes ro de sodio por cada 100 000 partes de cloruro
y 20% por los productos lácteos. El cinc proce- de sodio.
dente de los vegetales es de baja biodisponibilidad (O DSRUWH GLHWDULR HV OD SULQFLSDO IXHQWH GH
SRUHODEXQGDQWHFRQWHQLGRGHIyVIRUR\ÀWDWRV ingreso al organismo. Los yoduros ingeridos se
3RUORWDQWRVHSXHGHDÀUPDUTXHODGLHWDGHO absorben en el intestino y pasan rápidamente a la
QLxRGHVQXWULGRHVGHÀFLHQWHHQFLQF(QHVWRV sangre. Circulan por el plasma y en menos de tres
casos, se produce una respuesta adaptativa por días, dos terceras partes de ellos son eliminadas
SDUWHGHORUJDQLVPRTXHDXPHQWDODHÀFDFLDGH por la orina y una tercera parte es captada por
la absorción y disminuye las pérdidas endógenas. la glándula tiroides para la síntesis de un coloi-
Por un mecanismo todavía no aclarado, también de cargado de hormonas T3 y T4. Más del 99%
disminuyen las pérdidas urinarias. de estas hormonas circula unido a dos proteínas
En la desnutrición crónica el metabolismo del VLQWHWL]DGDVHQHOKtJDGRODJOREXOLQDÀMDGRUDGH
cinc se altera por: tiroxina (TBG) y la SUHDOE~PLQD7,5(OUHVWR
'HÀFLHQWHLQJHVWDGHFLQFGHDOWDELRGLV- FLUFXODHQIRUPDOLEUHIUDFFLyQÀVLROyJLFDPHQWH
ponibilidad. activa que regula la síntesis de T3 y T4 a nivel hi-
'HÀFLHQWHDEVRUFLyQLQWHVWLQDO/DVDOWHUD- SRÀVDULR
ciones de la mucosa yeyunal disminuyen El niño desnutrido suele tener una dieta de-
la absorción del cinc dietario. ÀFLHQWHHQ\RGRGHELGRDTXHODVPD\RUHVFRQ-
$XPHQWR GH ODV SpUGLGDV XULQDULDV 3RU centraciones de este mineral se encuentran en
alteraciones en la reabsorción tubular, la alimentos que raramente consume (crustáceos,
excreción urinaria de cinc aumenta. DW~QVDOPyQDEDGHMRFDEDOODHWFRFRQVXPHHQ
/DFWDQFLD SURORQJDGD (O FRQWHQLGR GH IRUPDHVFDVDKtJDGRFDUQHVURMDV\EODQFDV/DV
cinc de la leche humana, que es muy alto concentraciones de yodo de la leche de vaca y de-
en el calostro, desciende a lo largo de la ULYDGRVDVtFRPRGHODOHFKHPDWHUQDVRQIUHFXHQ-
ODFWDQFLDUHVXOWDQGRLQVXÀFLHQWHOXHJRGHO WHPHQWHLQVXÀFLHQWHVGHVSXpVGHODxRGHYLGD
año de vida. Como las hormonas tiroideas son transpor-
$XPHQWR GH ORV UHTXHULPLHQWRV (Q HO WDGDVDORVWHMLGRVSHULIpULFRVSRUSURWHtQDVGH
niño desnutrido, los requerimientos de síntesis hepática, en la desnutrición tiende a dis-
FLQFVRQHOHYDGRVVREUHWRGRHQODIDVH PLQXLUODIUDFFLyQXQLGDDSURWHtQDV\DDXPHQWDU
de recuperación nutricional en donde se ODIUDFFLyQOLEUH(VWRLQKLEHODSURGXFFLyQKLSR-
reinicia la síntesis de tejido nuevo y se ÀVLDULDGH76+TXHUHGXFHDSUR[LPDGDPHQWHXQ
acelera la velocidad de crecimiento. 25% la síntesis de T3 y T4.
/ 68 /
Capítulo 8 – Alteraciones en el metabolismo de los nutrientes
&XDQGR HO DSRUWH GLHWDULR GH \RGR HV GHÀ- de Oriente donde la dieta se basa en la ingesta de
FLHQWHWDPELpQGHVFLHQGHODIUDFFLyQOLEUH\HVWR arroz pulido o descascarado y en pescados crudos
HVWLPXODDODKLSyÀVLVTXHSURGXFHWLURWURÀQD que contienen altas concentraciones de tiamina-
Como la tiroides no puede sintetizar hormonas sas, que reducen el contenido de esta vitamina.
SRUIDOWDGH\RGRVHVLQWHWL]DFRORLGHvacío, que
aumenta el tamaño de la glándula, produciendo 8.12.1.2 Niacina (ácido nicotínico)
bocio. (Imagen 8.3) /DV SULQFLSDOHV IXHQWHV DOLPHQWDULDV GH QLDFLQD
son el hígado, las carnes rojas, el pescado y los ce-
reales de grano entero. Además, la niacina puede
ser sintetizada en el organismo a partir del trip-
WRIDQR/DDEVRUFLyQHVUiSLGDHQWRGDVODVSRU-
ciones del intestino delgado y una vez absorbida,
circula en la sangre hasta los tejidos en donde se
convierte en nicotinamida, precursor del NAD+ y
NADP+XWLOL]DGRVSRUP~OWLSOHVR[LUHGXFFLRQHV
en todo el organismo.
/DGHÀFLHQFLDGHQLDFLQDRpelagra (que sig-
QLÀFDpiel rugosa) se produce cuando la dieta está
IXQGDPHQWDOPHQWHEDVDGDHQHOPDt](VWRRFXUUH
SRUTXHODFRQYHUVLyQGHWULSWRIDQRDQLDFLQDHV
inhibida por la leucina, aminoácido abundante en
Imagen 8.3: Paciente con bocio algunas clases de este cereal. La pelagra se carac-
teriza por trastornos gastrointestinales, anorexia,
dermatitis en las áreas de la piel expuestas a la luz
8.12 Alteración del metabolismo solar (Imagen 8.4) y –en los casos extremos– pue-
de las vitaminas de evolucionar a la demencia.
8.12.1 Vitaminas hidrosolubles
8.12.1.1 Tiamina (Vitamina B1)
La tiamina se encuentra concentrada en las cubier-
tas externas de las semillas. Es posible encontrar
concentraciones elevadas de esta vitamina en las
cáscaras de los cereales, arvejas, porotos, levadura
y tejidos animales. Debido a su hidrosolubilidad e
inestabilidad en pH alcalino, la tiamina tiende a ser
eliminada o destruida cuando los alimentos son Imagen 8.4: Paciente con pelagra
hervidos. La molienda de los granos elimina la vi-
tamina por la remoción de las cáscaras. 8.12.1.3 Riboflavina (vitamina B2 )
La tiamina se absorbe en el intestino delga- Los productos lácteos, carnes, huevos, vegetales
do proximal mediante un sistema de transporte de hoja verde, levadura y germen de trigo son
activo, sodio dependiente. Dentro del enterocito EXHQDVIXHQWHVGHULERÁDYLQD\ORVFHUHDOHVFRQ-
HVIRVIRULODGDIRUPDQGRPRQRGLRWULIRVIDWRGH tienen escasa cantidad. La irradiación a la que se
tiamina. Una pequeña parte se mantiene libre. El somete la leche reduce el contenido de esta vi-
GLIRVIDWRGHWLDPLQDLQWHUYLHQHFRPRFRHQ]LPD tamina.
HQP~OWLSOHVUHDFFLRQHVPHWDEyOLFDV\HOWULIRVIDWR /DULERÁDYLQDVHDEVRUEHSULQFLSDOPHQWHHQ
HQIXQFLRQHVQHXUROyJLFDV el intestino delgado proximal. Circula en sangre
La tiamina circula por el plasma y se distri- e ingresa a las células de casi todos los tejidos,
buye ampliamente por todos los tejidos. El cuer- principalmente del intestino delgado, hígado, co-
po humano posee una capacidad limitada para razón y riñón en donde se combina con ácido
DOPDFHQDUODSRUORTXHXQDLQJHVWDLQVXÀFLHQWH IRVIyULFRSDUDFRQYHUWLUVHHQODVIRUPDVDFWLYDV
produce una rápida depleción. ÁDYLQDPRQRQXFOHyWLGR)01\ÁDYLQDDGHQLQD
/DHQIHUPHGDGSURGXFLGDSRUODFDUHQFLDGH di-nucleótido (FAD), utilizadas para la produc-
tiamina se llama beriberi y en nuestro medio no FLyQGHHQHUJtDFLFORGH.UHEVEHWDR[LGDFLyQ
HVXQFXDGURIUHFXHQWHSRUHOFRQWUDULRHQSDtVHV GHiFLGRVJUDVRVIRVIRULODFLyQR[LGDWLYDFDWDER-
\ 69 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
lismo de las purinas y desaminación oxidativa de de los sistemas hematopoyético y nervioso. Los
aminoácidos. glóbulos rojos son voluminosos (volumen corpus-
/DGHÀFLHQFLDGHULERÁDYLQDFDXVDWUDVWRUQRV cular medio mayor a 95) y los glóbulos blancos
digestivos, sensaciones de quemadura en la piel y son hiper-segmentados. (Imagen 8.6) En el sistema
RMRVÀVXUDVGHORViQJXORVGHODERFDTXHLORVLV nervioso se puede producir desmielinización y le-
FHIDOHDVGLÀFXOWDGHVGHFRQFHQWUDFLyQ\SpUGLGD siones neuronales irreparables.
de memoria. (Imagen 8.5)
/ 70 /
Capítulo 8 – Alteraciones en el metabolismo de los nutrientes
\ 71 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 72 /
Manifestaciones clínicas
de la desnutrición crónica 99
Eduardo A. Roggiero
9.1 Signos clínicos de la una manera ordenada y –en cierta manera– pre-
desnutrición crónica visible.
Los primeros parámetros antropométricos
La signo-sintomatología de la desnutrición cróni- TXHVXIUHQPRGLÀFDFLyQVRQHOSHVR\ORVSOLHJXHV
ca no es otra cosa que la expresión clínica de las cutáneos; más tarde se altera la talla y en los casos
DOWHUDFLRQHVÀVLRSDWROyJLFDVTXHVHSUHVHQWDQHQ H[WUHPRVHOSHUtPHWURFHIiOLFR(VWDVDOWHUDFLRQHV
el organismo de una manera ordenada, secuencial WLHQHQ VX H[SUHVLyQ HQ ODV JUiÀFDV FRUUHVSRQ-
\ SUHYLVLEOH 3DUD GHVFULELU ODV PDQLIHVWDFLRQHV dientes de peso/edad, talla/edad, peso/talla,
FOtQLFDVGHHVWDHQIHUPHGDGFRQXQVHQWLGRGL- pliegues/edad y velocidad de crecimiento.
dáctico se han considerado dos tipos de signos Como el compromiso antropométrico sigue
y síntomas: XQRUGHQSUHYLVLEOHHVSRVLEOHHVWLPDUHQIRUPD
8QLYHUVDOHV aproximada el tiempo de evolución de la caren-
'HSHQGLHQWHV cia nutricional. Por ejemplo, si un niño tiene
Mientras que los signos universales están disminuidos el peso y los pliegues cutáneos en
siempre presentes, independientemente de la UHODFLyQDVXHGDGSHURD~QFRQVHUYDVXestatura
etiología o intensidad del proceso, los segundos normal, cabe pensar que la injuria nutricional es
no siempre se encuentran ya que dependen de corta evolución; en cambio, si tiene detenido
GHODFDUHQFLDGHQXWULHQWHVHVSHFtÀFRV\GHOD su crecimiento de talla, el proceso es de más
gravedad y tiempo de evolución. larga data.
Ejemplos de signos universales son el des- Esto se debe a que el consumo precoz del
censo del peso, la detención de la talla, la dis- tejido adiposo es rápidamente detectado por el
minución del espesor de los pliegues cutáneos, peso y los pliegues cutáneos. El uso de la grasa
el retraso en la maduración ósea, etc. FRUSRUDOFRPRIXHQWHGHHQHUJtDHQODVSULPHUDV
Ejemplos de signos dependientes son la etapas del ayuno permite mantener un ritmo de
[HURIWDOPtDGHSHQGLHQWHGHODGHÀFLHQFLDGHYLWD- crecimiento lineal en niveles aceptables. Cuan-
PLQD$ODTXHLORVLVGHSHQGLHQWHGHODGHÀFLHQFLD do el tejido graso se agota y las posibilidades
de vitamina B), la gingivitis (dependiente de la GH REWHQHU HQHUJtD GLVPLQX\HQ HO QLxR IUHQD
GHÀFLHQFLDGHYLWDPLQD&ODDQHPLDGHSHQGLHQWH su crecimiento en talla para ahorrar de 5 a 10
GHODGHÀFLHQFLDGHKLHUUR\iFLGRIyOLFRHWF kcal/kg, que representan entre un 4 a 8% de su
gasto energético total (ver también capítulo 4).
9.1.1 Signos Universales Esta detención del crecimiento estatural tiende a
Los trastornos del crecimiento, componentes normalizar la relación peso/talla. A medida que
LQIDOWDEOHV GH WRGD GHVQXWULFLyQ DSDUHFHQ GH progresa la desnutrición y se consume la masa
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 74 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDVGHODGHVQXWULFLyQFUyQLFD
con el medio son normales. El niño se encuentra Cabello: La cantidad de cabello en la cabeza
DFWLYR\UHVSRQGHDHVWtPXORVHQIRUPDKDELWXDO disminuye debido el desprendimiento espontáneo
y la menor velocidad de crecimiento del pelo. El
Complicaciones: El niño desnutrido tiene una color, que en el período anterior era rojizo, en
PD\RUVXVFHSWLELOLGDGDLQIHFFLRQHVHVSHFLDOPHQWH pVWHHVPiVUXELR1RHVLQIUHFXHQWHREVHUYDUORV
intestinales y respiratorias, en comparación con un extremos proximales de los cabellos más claros
niño bien nutrido. Sin embargo, en este período \ORVGLVWDOHVPiVRVFXURVIRUPDQGREDQGDVGH
ODVLQIHFFLRQHVDSDUHFHQHQIRUPDDLVODGD\HOSD- despigmentación llamadas signo de la bandera.
ciente se recupera –en la mayoría de las veces– sin
SUREOHPDVDSHVDUTXHFRQFDGDLQIHFFLyQSLHUGH Lengua: /DGHÀFLHQFLDGHiFLGRIyOLFRYLWD-
peso y se agrava su estado nutricional. minas B6 , B12 ULERÁDYLQD QLDFLQD \ ULERÁDYLQD
produce JORVLWLVÀVXUDVVDQJUDQWHV\DWURÀDGHODV
9.1.2.2 Período avanzado o segundo período SDSLODVOLQJXDOHVODGHÀFLHQFLDGHFLQFDOWHUDFLRQHV
'HVGHHOSXQWRGHYLVWDÀVLRSDWROyJLFRHVWDHWDSD en el gusto (hipogeusia o GLVJHXVLD\ODGHÀFLHQFLD
corresponde al período en donde –ya agotada la de hierro, glositis dolorosa.
reserva grasa– la energía se obtiene a partir de la
movilización de los aminoácidos musculares. En Masas musculares: A medida que los aminoá-
consecuencia, el signo más característico es la atro- cidos musculares ingresan en la gluconeogénesis
ÀDPXVFXODU3DUDODFODVLÀFDFLyQGHGómez, este para la obtención de energía, la masa muscular
período corresponde a la desnutrición moderada, HVTXHOpWLFD VH KLSRWURÀD $O H[DPHQ ItVLFR ORV
es decir, cursa con una pérdida de peso entre el 25 P~VFXORVGHODVH[WUHPLGDGHVVHSDOSDQEODQGRV\
y el 40%. Desde lo antropométrico el crecimiento VXWRQRPXVFXODUGLVPLQX\HRIUHFLHQGRXQDSREUH
estatural se detiene, lo que tiende a normalizar la resistencia a la movilización pasiva/RVP~VFXORV
relación peso/talla. GHODUHJLyQJO~WHDTXHHQODHWDSDDQWHULRUVHHQ-
contraban blandos, en este período se encuentran
Tejido adiposo: Como el tejido adiposo se ha DWUyÀFRV/DSLHOTXHVREUDHQHVD]RQDVHDUUXJD
consumido en el período anterior el adelgazamien- dándole un aspecto de nalgas colgantes o en tabaquera,
to es máximo. Esto es muy evidente al nivel del que le dan nombre a este período. (Imagen 9.1)
tórax, en donde las costillas se remarcan de una
manera muy notable. El aspecto de las extremi- Abdomen: /DDWURÀDGHORVUHFWRVDQWHULRUHV
dades es más huesudo que en la etapa anterior y las GHODEGRPHQ²P~VFXORVODUJRV\SODQRV²SHUPL-
DUWLFXODFLRQHV SDUHFHQ DJUDQGDGDV R LQÁDPDGDV te palpar las vísceras abdominales sin mayores
respecto del tamaño del miembro. inconvenientes. Como en este período hay una
En la cara desaparece la bola adiposa de Bi- LPSRUWDQWH PDOD DEVRUFLyQ GH D]~FDUHV TXH
chat, los ojos se hunden dentro de las órbitas y las ²D WUDYpV GH OD IHUPHQWDFLyQ² SURGXFH JUDQGHV
mejillas se deprimen dando un aspecto simiesco
o cara de viejo llamada fascies de Voltaire.
\ 75 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
cantidades de gas en la luz del tubo digestivo, las teínas disminuye considerablemente –sobre todo
asas intestinales se distienden y éstas pueden ser GH LQPXQRJOREXOLQDV \ DOE~PLQD² SURYRFDQGR
REVHUYDGDVHQSRVLFLyQGHF~ELWRGRUVDOORPLVPR LQIHFFLRQHVJUDYHV\HGHPDV.
que sus movimientos peristálticos. (Imagen 9.2) Para Gómez, este período corresponde a la
GHVQXWULFLyQJUDYHRVHDTXHFXUVDFRQXQGpÀFLW
de peso mayor al 40%.
/ 76 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDVGHODGHVQXWULFLyQFUyQLFD
/ 78 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDVGHODGHVQXWULFLyQFUyQLFD
\ 79 \
Alteraciones bioquímicas
de la desnutrición crónica 10
10
Eduardo A. Roggiero
Una de las mayores utilidades de los estudios urinaria, el balance nitrogenado y los índices de
bioquímicos es la capacidad para expresar creatinina/talla e hidroxiprolina peptídica.
precozmente los cambios en el estado nutri-
cional, razón por la que pueden ser utilizados 10.1.1.1 Albúmina
SDUD GHWHFWDU GHÀFLHQFLDV VXEFOtQLFDV (VWRV A pesar de sus limitaciones como indicador
HVWXGLRV UHSUHVHQWDQ LQVWUXPHQWRV PX\ ~WLOHV nutricional, la DOE~PLQDHVXQSDUiPHWURPX\
en la práctica cotidiana en tanto sus resultados utilizado en la práctica diaria. El gran tamaño de
sean interpretados de una manera correcta, caso su pool visceral (3-5 g/kg) y su larga vida media
FRQWUDULRSXHGHQWUDQVIRUPDUVHHQHOHPHQWRVGH (14 a 21 días) hacen que sus niveles en sangre
FRQIXVLyQ(QHOFDStWXORVHGHVFULELHURQODV desciendan recién en las etapas avanzadas de la
SUXHEDVELRTXtPLFDVGHXVRPiVIUHFXHQWHHQ desnutrición. Por esta razón, su utilidad como
el diagnóstico nutricional. En este capítulo se indicador radica más en la valoración de la gra-
analizarán las alteraciones que pueden aparecer vedad y determinación del pronóstico que en
en un proceso de desnutrición crónica. el diagnóstico en sí. En condiciones normales,
sus valores en sangre constituyen un parámetro
10.1 Comportamiento de los indicadores LQGLUHFWRGHOHVWDGRIXQFLRQDOGHOKHSDWRFLWR\
de la cantidad de aminoácidos que le llegan.
bioquímicos en la desnutrición crónica En situaciones de estrés nutricional o in-
10.1.1 Parámetros bioquímicos que reflejan el IHFFLRVRVXFHGHQGRVKHFKRVLPSRUWDQWHVFRQ
estado nutricional con relación a las proteínas HOPHWDEROLVPRGHODDOE~PLQDVHGHVSOD]D
Para comprender las alteraciones bioquímicas desde el compartimento intravascular hacia el
que ocurren en la desnutrición crónica, se debe extravascular, lo que disminuye su concentración
recordar que la movilización de los aminoáci- en la sangre y 2) el hígado reduce su síntesis en
dos musculares y viscerales permite resintetizar razón de utilizar los aminoácidos para producir
proteínas circulantes, cuyos niveles pueden no RWUDVSURWHtQDVIXQFLRQDOPHQWHPiVLPSRUWDQWHV
descender sino hasta etapas avanzadas. (UHDFWDQWHVGHIDVHDJXGD0LHQWUDVSHUVLVWHHO
/RVSDUiPHWURVELRTXtPLFRVTXHUHÁHMDQHO HVWUpV ORV QLYHOHV GH DOE~PLQD GHVFLHQGHQ LQ-
estado de las proteínas son las concentraciones dependientemente del aporte de aminoácidos,
plasmáticas de DOE~PLQDSUHDOE~PLQDproteína cambios en la distribución del poolRYRO~PHQHV
transportadora del retinol, WUDQVIHUULQDÀEULQR- líquidos del organismo. En estas circunstancias,
nectina, α2 glicoproteína, 3 metil-histidina y la albuminemia se comporta más como un indi-
creatinina; la relación entre los aminoácidos no cador de la magnitud y duración del estrés que
esenciales y esenciales, la excreción de creatinina como un indicador del estado nutricional.
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 82 /
Capítulo 10 – Alteraciones bioquímicas de la desnutrición crónica
\ 83 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/RVYDORUHVGHUHIHUHQFLDGHODVLQPXQRJOREXOLQDV$*\0HQVXHURYDUtDQFRQODHGDGGHOSD-
ciente. De una manera global, los valores se encuentran entre los siguientes rangos:
Ig G Ig A Ig M
Valor normal (en mg %) 400-1650 35-260 30-230
/ 84 /
Capítulo 10 – Alteraciones bioquímicas de la desnutrición crónica
que una disminución del 30% de la masa corporal 10.2 Reactantes de fase aguda y
produce una disminución del 30% en la concen- desnutrición
tración de hemoglobina.
En el capítulo 20 se describen con mayor /DVLQIHFFLRQHVUHSUHVHQWDQXQSUREOHPDIUHFXHQ-
detalle los cambios que produce la desnutrición te en la evolución de los pacientes desnutridos
en el metabolismo del hierro. y es sabido que durante esos episodios existe
un aumento de la degradación de las proteínas
ÉFLGRIyOLFR3RULQVXÀFLHQWHLQJHVWD\DOWH- musculares, siendo la consecuencia un balance
raciones en su absorción, las concentraciones de de nitrógeno negativo. Si el niño se encuentra
iFLGRIyOLFRHQHOSODVPD\HULWURFLWRVVRQEDMDV(O malnutrido este proceso se debilita, priorizando la
FXDGURKHPDWROyJLFRTXHHVWDGHÀFLHQFLDSURGXFH conservación de nitrógeno por sobre la respuesta
es el de una anemia megaloblástica de instalación GHIHQVLYD
lenta y progresiva en donde los glóbulos rojos 2WURHIHFWRGHODLQIHFFLyQVREUHHOPHWDEROLV-
son menos numerosos, más grandes y con menos mo de las proteínas es la producción en el hígado
hemoglobina que lo normal. Debido a que el ácido de un grupo de proteínas llamadas reactantes de fase
IyOLFRWDPELpQLQWHUYLHQHHQODPDGXUDFLyQGHORV aguda. Esta síntesis es estimulada por citoquinas
leucocitos en la médula ósea, suele encontrarse un OLEHUDGDVSRUORVPDFUyIDJRVGXUDQWHORVSURFHVRV
Q~PHURHOHYDGRGHQHXWUyÀORVKLSHUVHJPHQWDGRV LQÁDPDWRULRV R LQIHFFLRVRV $OJXQDV SURWHtQDV
HQVDQJUHSHULIpULFD reactantes pueden elevar hasta mil veces su con-
centración normal (proteína C reactiva, amiloide
10.1.5 Factores de coagulación A sérico), otras sólo de dos a cuatro (glicoproteína
/RV IDFWRUHV GH FRDJXODFLyQ YLWDPLQD . GHSHQ- iFLGDDDQWLWULSVLQDÀEULQyJHQRKDSWRJORELQD
dientes –II, VII, IX, y X– disminuyen en las etapas \RWUDVVyORVXIULUSHTXHxDVYDULDFLRQHVRLQFOXVR
avanzadas del marasmo provocando disminución descender (UHDFWDQWHVQHJDWLYRVGHIDVHDJXGD
de la concentración de protrombina y un aumento
del tiempo de Quick. La consecuencia clínica de
HVWDGHÀFLHQFLDHVXQDPD\RUVXVFHSWLELOLGDGDORV Proteína PM
sangrados y trastornos en la hemostasia. A- Proteínas relacionadas con
demarcación y protección de proteólisis
10.1.6 Hormonas 1- α 1-antitripsina 54 000
(Q OD SUiFWLFD GLDULD QR HV IUHFXHQWH UHDOL]DU 2- α 1-antiquimiotripsina 68 000
determinaciones hormonales en este tipo de 3- Fibrinógeno 340 000
desnutrición, a pesar de que se pueden encontrar 4- α 2-macroglobulina (en ratas) 760 000
alterados los niveles de insulina, somatomedinas, 5- Proteína C reactiva 104 730
hormonas T3 y T4, cortisol, catecolaminas, aldos- 6- Factor C3 del complemento 195 000
terona y VRPDWRWURÀQD B- Proteínas con función de transporte
o de fijación
10.1.7 Indicadores bacteriológicos 1- Hemopexina 57 000
Prácticamente la totalidad de los niños desnutridos 2- Haptoglobina 103 772
se encuentran poli-parasitados. Los parásitos más 3- Ceruloplasmina 135 000
IUHFXHQWHPHQWHGHWHFWDGRVVRQGiardias, Áscaris C- Proteínas con función incierta
lumbricoides, Trichiuris Trichiuras, Oxiurus vermicularis 1- Glicoproteína ácida α 1 39 500
y Helmintos. 3URWHtQDPD\RUGHIDVHDJXGDHQUDWDV
56 000
Los gérmenes que se aíslan en los copro-
3- Proteína amiloide A en suero185 000
cultivos son habitualmente patógenos, incluso
D- Proteínas reactantes negativas de
HQ DXVHQFLD GH LQIHFFLyQ DFWLYD 'HELGR D ODV
fase aguda
IUHFXHQWHVLQWHUQDFLRQHVTXHVXIUHQHVWRVQLxRV $OE~PLQD 66 248
el intestino se coloniza con bacterias resistentes a
3UHDOE~PLQD 54 980
los antibióticos. El medio socioeconómico al que
3- Proteína transportadora de retinol
21 000
pertenecen, el inadecuado saneamiento ambiental
o las condiciones de higiene inapropiadas son 4- Glicoproteína 50 000
RWURVFRQGLFLRQDQWHVGHHVWDÁRUDSDWyJHQD 5- Transcortina (en ratas) 53 000
En la Tabla 10.1 se resumen las principales al- 7UDQVIHUULQD 99 000
teraciones bioquímicas de la desnutrición crónica. Tabla 10.2: Proteínas reactantes de fase aguda
\ 85 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 86 /
Fisiopatología de la
desnutrición proteica 11
11
Eduardo A. Roggiero
11.1.1 Fisiopatología
/ 88 /
Capítulo 11 – Fisiopatología de la desnutrición proteica
\ 89 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 90 /
Capítulo 11 – Fisiopatología de la desnutrición proteica
\ 91 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
VDULRVSDUDHOGHVDUUROORGHODIXQFLyQUHWLQLDQD
especialmente en los primeros años de vida, son
IUHFXHQWHVODVDOWHUDFLRQHVHQHOUHWLQRJUDPDGH
ORVQLxRVSHTXHxRV$XQTXHFRQPHQRUIUHFXHQ-
FLDWDPELpQVHSXHGHQREVHUYDUGHÀFLHQFLDVGH
$*(VLQPDQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDV
$ GLIHUHQFLD GH OD GHVQXWULFLyQ FUyQLFD HO
kwashiorkor se caracteriza por una relativa con-
servación del tejido graso subcutáneo.
/ 92 /
Capítulo 11 – Fisiopatología de la desnutrición proteica
Tubo digestivo: Las alteraciones intestinales Su recuperación suele requerir de largos períodos
que se observan en el kwashiorkor son: a base de una dieta adecuada.
$WURÀDGHPXFRVDJiVWULFD La absorción intestinal se reduce y el trans-
+LSRFORUKLGULD porte de nutrientes por la sangre se altera por
'LVPLQXFLyQGHODUHVSXHVWDDODJDVWULQD GHÀFLHQFLD GH ODV SURWHtQDV WUDQVSRUWDGRUDV \
$OWHUDFLRQHVGHODPXFRVDLQWHVWLQDOHGHPDH betalipoproteínas.
LQÀOWUDFLyQJUDVD
'HÀFLHQFLDGHGLVDFDULGDVDV 11.1.2 Cambios hormonales
&RQWDPLQDFLyQEDFWHULDQDDOWD $GLIHUHQFLDGHORTXHRFXUUHFRQODGHVQXWULFLyQ
(VWHDWRVLVKHSiWLFDKtJDGRJUDVR calórico-proteica, en el kwashiorkor los pacientes
$OWHUDFLyQGHOPHWDEROLVPRGHVDOHVELOLDUHV no pueden activar los mecanismos de adaptación
,QVXÀFLHQFLDSDQFUHiWLFD metabólica, por esta razón, la respuesta hormo-
$OWHUDFLRQHVHQODPRWLOLGDG nal, los síntomas clínicos y el pronóstico son sus-
WDQFLDOPHQWHGLIHUHQWHV
Las lesiones intestinales que se producen en el En el capítulo 6 se mencionó que una de las
kwashiorkor son más graves que las del marasmo. claves del acomodamiento metabólico en el ayuno
Las biopsias se asemejan mucho a las que se ob- es la inversión de la relación insulina/glucagón
VHUYDQHQODHQIHUPHGDGFHOtDFDRVFLODQGRHQWUHODV provocada por el bajo aporte calórico. Debido a que
prácticamente normales, hasta las que tienen una DWURÀD la dieta de estos pacientes es proporcionalmente
total de las vellosidades(OKDOOD]JRPiVIUHFXHQWHHVHO más rica en energía que en proteínas, esta relación
edema de la mucosa y submucosa producidos por la se mantiene elevada, limitando la movilización de
hipoproteinemia. En algunos casos la acumulación grasas del tejido adiposo y la gluconeogénesis.
de grasa en el epitelio intestinal es la característica Al igual que en la desnutrición crónica, en el
más sobresaliente. Esta acumulación anormal de kwashiorkor los cambios hormonales se presentan
lípidos en el enterocito probablemente constituye muy precozmente, incluso antes de la aparición
XQDPDQLIHVWDFLyQGHODUHGXFFLyQGHODVtQWHVLVGH de los síntomas.
EHWDOLSRSURWHtQDV,PDJHQ$GLIHUHQFLDGHO
marasmo, el espesor de la mucosa no disminuye y 11.1.2.1 Insulina
el índice mitótico se reduce sólo un poco. /RVFHUHDOHVKDULQDV\D]~FDUHVFRPSOHMRVTXH
&RQIUHFXHQFLDVHREVHUYDXQDUHGXFFLyQGHOD constituyen la dieta de estos pacientes, mantie-
motilidad intestinal probablemente producida por nen elevada la glucemia, lo que representa un
trastornos en la concentración de electrolitos, libe- estímulo para el páncreas que secreta insulina.
UDFLyQGHQHXURWUDQVPLVRUHVROHVLRQHVGHODVÀEUDV Esta hormona tiene acción sobre el metabolismo
GHOP~VFXOROLVR(VSUREDEOHTXHODSDUHGLQWHVWLQDO GHORVD]~FDUHVSURWHtQDV\JUDVDV(QUHODFLyQD
de los niños que padecen kwashiorkor sea menos los primeros, estimula la entrada de glucosa a la
distensible que la de los niños bien nutridos. célula y la glucogenogénesis hepática. A pesar de
(OSiQFUHDVVXIUHXQDLQWHQVDOHVLyQTXHDIHFWD HVWHHIHFWRHQHOkwashiorkor la capacidad de man-
la capacidad para producir bicarbonato y enzimas. tener la glucemia dentro de los límites normales
puede encontrarse alterada, sobre todo cuando se
GHWHULRUDODIXQFLyQGHOKtJDGRSiJLQD.
Sobre el metabolismo proteico, la insulina
IDFLOLWD HO LQJUHVR GH DPLQRiFLGRV DO P~VFXOR \
HVWLPXODODVtQWHVLVGHSURWHtQDVHIHFWRDQDEyOLFR
a pesar de que sus niveles en sangre se puedan
HQFRQWUDUEDMRVSRUODLQVXÀFLHQWHLQJHVWD3RUHVWD
UD]yQHQHOH[DPHQItVLFRODVPDVDVPXVFXODUHVVH
HQFXHQWUDQWXUJHQWHV\SRFRDWURÀDGDV
En relación al metabolismo graso, la insulina es-
timula la síntesis de triglicéridos en el tejido adiposo
HIHFWROLSRJpQLFRDXPHQWDODVtQWHVLVGHiFLGRV
grasos en el hígado e inhibe la degradación de
Imagen 11.3: Fotografía electrónica de las triglicéridos. En el kwashiorkor puro la dieta aporta
vellosidades intestinales edematizadas en un energía; en consecuencia, el organismo no necesita
paciente con kwashiorkor utilizar los depósitos grasos, que se mantienen re-
\ 93 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 94 /
Capítulo 11 – Fisiopatología de la desnutrición proteica
&RQVXPRHQHUJpWLFREDVDOHOHYDGR
$XVHQFLDGHPHFDQLVPRVGH
compensación
5HODWLYDFRQVHUYDFLyQGHODPDVDJUDVD\
muscular
5HWHQFLyQGHDJXD\VRGLR
,PSRUWDQWHGHSOHFLyQGHSRWDVLR
'HVDGDSWDFLRQHVPHWDEyOLFDV
Cuadro 11.5: Características fisiopatológicas del kwashiorkor
Bibliografía %HVDGD6&DVWUR/'HVQXWULFLyQ(QNu-
trición Clínica y Gastroenterología Pediátrica, Rojas
$OOH\QH*$et al7KHH[FUHWLRQRI ZDWHUDQG Montenegro, Guerrero Lozano, Editorial
salt by malnourished children". West Indian Panamericana, Bogotá, 1999; 141-58.
Medical Journal, 1966; 15: 150-154. %LHEX\FN -) 7KH PHWDEROLF UHVSRQVH WR
%DOODEULJD $ &DUUDVFRVD $ 0DOQXWULFLyQ stress", Anaestesiology, 1990; 73: 308-327.
energético-proteica". En: Nutrición en la infancia y %UXQVHU2(IHFWRVGHODPDOQXWULFLyQVREUH
adolescencia, Ed Ergon, Madrid, 1998; 561-92. ODHVWUXFWXUD\IXQFLyQLQWHVWLQDOHQORVQLxRV
%HOWUDPLQR ' Enfermedades trasmitidas por Clínica Gastroenterológica, 1978; 5,2: 93-105.
alimentos. Promap, Sociedad Argentina de )HUQiQGH]$'HVQXWULFLyQJUDYH(Q3URQDS
Pediatría, 2001; 1: 45-77. Sociedad Argentina de Pediatría, 2003; 4: 68-91.
\ 95 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 96 /
Manifestaciones clínicas
de la desnutrición proteica 12
12
Eduardo A. Roggiero
12.1.2 Edema
El HGHPD HV IUtR EODQGR \ QR GRORURVR D OD
palpación. Suele empezar en las zonas más de- Imagen 12.1: Ascitis en tres niños con kwashiorkor
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
12.4 12.5
Imágenes 12.4 y 12.5: Descamación gruesa a
manera de pintura descascarada
Imagen 12.2: Niño con kwashiorkor. Obsérvese
la protusión del ombligo, el predominio del 12.1.4 Mucosas
edema en los miembros inferiores y la ausencia La lengua se torna roja y edematizada por la de-
de edema en los hombros y brazos ÀFLHQFLDGHiFLGRQLFRWtQLFRRGHFRORUYLROHWD
SRUODGHÀFLHQFLDGHULERÁDYLQD6XHOHQHQFRQ-
WUDUVHSDSLODVKLSHUWURÀDGDVOHVLRQHVGHODVHQFtDV
\ODELRVUHVTXHEUDMDGRVFRQÀVXUDVVDQJUDQWHV\
dolorosas. A nivel de los ojos, se observan lesio-
QHVGHODPXFRVDFRQMXQWLYDO~OFHUDVFRUQHDOHV
signos de queratomalacia, sequedad de los globos
RFXODUHVIDOWDGHOiJULPDVHWF
12.1.5 Cabellos
Figura 12.1: Signo de Godet: Depresión El cabello puede presentar tres tipos de alteracio-
producida por la compresión digital del edema nes: 1) bandas de depigmentación de color rojizo
(acromotiquia o signo de la bandera) que pueden
llegar a la decoloración completa y que aparecen
12.1.3 Piel y uñas cuando la desnutrición se prolonga con recaídas
/DSLHOVXHOHVHUiVSHUDVHFDSRFRHOiVWLFDIUtD\ (kwashiorkor-marasmo); 2) cambios en la textura: el
sin brillo. Son comunes las lesiones descamativas, FDEHOORVHYXHOYHIUiJLOGHOJDGRVHFRTXHEUDGL]R\
SHODJURVDVGHVSLJPHQWDGDVFRQVREUHLQIHFFLRQHV VHGHVSUHQGHIiFLOPHQWHGHVGHODUDt]DQWHODPtQLPD
DJUHJDGDVSLRGHUPLWLVSHWHTXLDVOHVLRQHVSXUS~- tracción o roce y 3) pelo ralo, escaso, distribuido
ricas, etc. La aspereza y la sequedad características irregularmente en la cabeza, con zonas de alopecia.
VRQUHVXOWDGRGHXQDKLSHUTXHUDWRVLVIROLFXODU/D Las alteraciones de los cabellos también se pueden
GHVFDPDFLyQGHODSLHOSXHGHVHUÀQDRJUXHVDD encontrar en las cejas y en los párpados.
manera de pintura descascarada. Cuando la piel cae,
deja un lecho pálido a excepción de las zonas so- 12.1.6 Tórax y miembros
metidas a presión, que adoptan un color rosado El tórax se adelgaza remarcando las costillas, he-
LQWHQVRRSXUS~ULFR,PiJHQHV\ cho que contrasta con el abdomen ascítico. Los
Ocasionalmente aparecen lesiones que pueden miembros superiores se observan adelgazados en
asemejarse a quemaduras de segundo grado y ulce- sus extremos proximales y edematizados en sus
raciones en la región genital y perianal. En las áreas segmentos distales. (Imagen 12.6)
GHODSLHOH[SXHVWDDODOX]VRODUVRQIUHFXHQWHVODV
PHODQRVLV6XHOHQDSDUHFHUÀVXUDVVDQJUDQWHVHQORV 12.1.7 Abdomen y síntomas digestivos
SOLHJXHVGHÁH[LyQ\HQORVHVSDFLRVLQWHUGLJLWDOHV Dos de las características más llamativas de esta
así como líneas transversales de color rojo vinoso HQIHUPHGDGVRQHODEGRPHQGLVWHQGLGRSRUOD
en la pared abdominal. Las extremidades suelen es- ascitis y la hepatomegalia que puede adquirir un
WDUFLDQyWLFDV\IUtDVSRUWUDVWRUQRVHQODFLUFXODFLyQ WDPDxRFRQVLGHUDEOH7DPELpQVRQKDOOD]JRVIUH-
GLVWDO/DVXxDVVRQÀQDVTXHEUDGL]DVVLQEULOOR\ cuentes la inapetencia, los vómitos y la diarrea
poseen una menor velocidad de crecimiento. UHFXUUHQWHSURORQJDGD\GHGLItFLOPDQHMR
/ 98 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDVGHODGHVQXWULFLyQSURWHLFD
\ 99 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 100 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDVGHODGHVQXWULFLyQSURWHLFD
\ 101 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
UHIUDFWDULDDODDGPLQLVWUDFLyQGHKLHUUR/RVVLJQRV TXHDFW~DFRPRUHDFWDQWHGHIDVHDJXGDDQWHXQD
GHGpÀFLWVXHOHQDSDUHFHUGXUDQWHODHWDSDGHUH- LQIHFFLyQRHVWUpV3RUHVWDUD]yQHVWDVGHWHUPL-
cuperación nutricional, sobre todo si no se aporta naciones deben ser analizadas cuidadosamente
VXÀFLHQWHFREUHHQODGLHWD2WURVVtQWRPDVGHGH- dentro del contexto general de cada paciente.
ÀFLHQFLDVHH[SRQHQHQHO&XDGUR Los alimentos ricos en cobre son el chocolate,
El diagnóstico se realiza midiendo las con- las nueces, semillas (especialmente las de girasol),
centraciones de cobre en el suero, pelo, orina, garbanzos, lentejas, clara de huevo y las vísceras
determinación de ceruloplasmina plasmática y (hígado y riñones). El agua potable puede conte-
de la enzima superóxido dismutasa eritrocitaria. ner cobre ya sea naturalmente o por las tuberías
Se debe tener en cuenta que entre el 90 y 95% en las que circula. La leche, alimento muy utiliza-
del cobre circulante se encuentra unido a la ceru- GRHQODUHFXSHUDFLyQQXWULFLRQDOHVXQDIXHQWH
loplasmina, una proteína sintetizada en el hígado muy pobre de este mineral.
/ 102 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVFOtQLFDVGHODGHVQXWULFLyQSURWHLFD
*UDQWKDP0F*UHJRU603RZHO&)OHWFKHU 0|QFNHEHUJ)'HVQXWULFLyQFDOyULFRSURWHL-
P. "Stunting, severe malnutrition and mental ca: marasmo y kwashiorkor". En: Meneghello
development in young children", European R, Fanta E, Paría E y col. Tomo 1, Editorial
Journal of Clinical Nutrition, 1989; 43: 403-9. Panamericana, Buenos Aires, 1997; 320-5.
*UDQWKDP0F*UHJRU606FKRÀHOG:3RZHO 5R\6.+DLGHU5et al. "Persistent diarrhea:
&'HYHORSPHQWRI VHYHUHO\PDOQRXULVKHG &OLQLFDOHIÀFDF\DQGQXWULHQWDEVRUSWLRQZLWK
FKLOGUHQZKRUHFHLYHGSV\FKRVRFLDOVWLPXOD- a rice based diet", Archives of Disease in Child-
WLRQVL[\HDUIROORZXSPediatrics, 1987; 79: hood, 1990; 65: 294-297.
247-54. :DWHUORZ-&2OLJRHOHPHQWRV(QMalnu-
*ULGH$%D\OH\/%&RXVLQV5-(U\WKURF\WH trición Proteico-Energética3XEOLFDFLyQFLHQWtÀFD
PHWDOORWKLRQHLQDVDQLQGH[RI ]LQFVWDWXVLQ Nº 555, Organización Panamericana de la Sa-
humans", Proceedings of the National Academy of lud, 1996; 154-65.
Sciences, USA, 1990; 87: 1259-62. :DOUDYHQV 3$ .UHEV 1) +DPELGJH .0
)UHQN61XWULFLyQGHO/DFWDQWH\3UHHVFR- /LQHDU JURZWK RI ORZ LQFRPH SUHVFKRRO
lar". En: Salud y Enfermedad. Programa de Ac- children receiving zinc supplement", Ameri-
tualización Continua en PediatríaZZZGUVFRSH can Journal of Clinical Nutrition, 1983; 38: 195-
com/privados/pac/pediatria. 201.
+HUW]LJ0(%LUVFK+*5LFKDUGVRQ6$et al. :RUOG +HDOWK 2UJDQL]DWLRQ 5HSRUW WR
,QWHOOHFWXDOOHYHOVRI VFKRROFKLOGUHQVHYHUH- the 43rd World Health Assembly (Geneva
O\PDOQRXULVKHGGXULQJWKHÀUVWWZR\HDUVRI 1990).
OLIHPediatrics, 1972; 49: 814-24.
\ 103 \
Alteraciones bioquímicas
de la desnutrición proteica 13
13
Eduardo A. Roggiero
/ 106 /
&DStWXOR²0DQLIHVWDFLRQHVELRTXtPLFDVGHODGHVQXWULFLyQSURWHLFD
\ 107 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
duda porque no siempre se ha mostrado buena maní, semillas de algodón y girasol, coco, aceite
correlación en los estudios clínicos. de oliva, maíz, sorgo, arroz, trigo, cebada, millo,
avena, pistachos, nuez del Brasil, almendras, nuez
13.1.6.6 Índice de creatinina/talla moscada e higos. Entre otras cosas, estas mico-
El índice creatinina/talla es una combinación de toxinas producen una necrosis hepática que se evi-
un dato bioquímico con otro antropométrico que dencia con aumento de las enzimas GTO y GTP
UHÁHMD²FRQFLHUWDVOLPLWDFLRQHV²HOWRWDOGHPDVD en la sangre. El estado nutricional es importante
magra y el grado de depleción proteica. Esto se en la expresión de esta toxicidad, ya que una dieta
logra determinando la excreción de creatinina en la baja en lípidos y elementos de traza (sobre todo
orina de 24 horas del paciente y comparándola con vitamina A y cinc) hace al hígado más vulnerable a
la excreción de un niño normal de su misma talla. ODVDÁDWR[LQDVORPLVPRTXHODVGLHWDVGHÀFLHQWHV
Si bien algunos autores discuten su validez, en el en proteínas. Por el contrario el hígado con gran
kwashiorkorODVFLIUDVGHHVWHtQGLFHVRQEDMDV cantidad de ácidos grasos insaturados parece no
DIHFWDUVH FRQ HVWDV VXVWDQFLDV (Q ORV SDFLHQWHV
13.1.6.7 Aflatoxinas con kwashiorkorSXHGHQGHWHFWDVHDÁDWR[LQD
En el Capítulo 11 se ha mencionado que las DÁD- en la orina por métodos inmuno-enzimáticos y
toxinas son toxinas producidas por ciertos hongos UHVLGXRVGHDÁDWR[LFROHQHOVXHURKtJDGRRULQD
y que se pueden encontrar en alimentos como y heces diarreicas.
Bibliografía 0RKDQUDP0$QDVX\D$1DUDVLQJD5DR%
y col. "Urinary hydroxiproline and protein
ÉOYDUH] 07 &DVWDxHGD & 5XLViQFKHV 1 malnutrition", Lancet, 1969; I: 102-3.
Fragoso T. "Valor de la determinación de 0|QFNHEHUJ'HVQXWULFLyQFDOyULFRSURWHLFD
DÁDWR[LQDHQRULQDGHQLxRVFRQHQIHUPHGDGHV Marasmo y kwashiorkor HQ OD LQIDQFLD (Q
del hígado", Rev. Inst. Nal. Cancerol. (México), Pediatría de Meneghello R, Fanta E y col.
1994;40(4):186-189. Editorial Panamericana, Buenos Aires, 1997;
$NHQDPL ) .RVNLQLHPL 0 6LLPHV 0 \ 320-5.
FRO $VVHVVPHQW RI SODVPD ÀEURQHFWLQ LQ 0RUD5Soporte Nutricional Especial, Editorial
malnourished Nigerian children", J. Pediatr. Panamericana, Buenos Aires, 1992;35-43.
Gastr. Nutr., 1997;24: 183-8. 5RMDV0RQWHQHJUR*XHUUHUR/R]DQRNutrición
$QWLD $ 0F)DUODQH + 6RRWKLOO -) 6HUXP Clínica y Gastroenterología Pediátrica, 1ª edición,
siderophilin in kwashiorkor", Arch. Dis. Child., Ed. Panamericana, Bogotá, 1999;pág. 143-5.
1968;43:459-62. 5RVHPEDXP00XUSK\(0+H\PVÀHOG6%\
%HOWUDPLQR ' Enfermedades trasmitidas por FRO/RZGRVHOHSWLQDGPLQLVWUDWLRQUHVHUYHV
alimentos, Promap, Sociedad Argentina de HIIHFWVRI VXVWDLQHGZHLJKWUHGXFWLRQRQHQHUJ\
Pediatría, 2001; 1: 45-77. H[SHQGLWXUHDQGFLUFXODWLQJFRQFHQWUDWLRQVRI
&DUPXHJD('XUDQ39DORUDFLyQGHOHVWDGR thyroid hormones", J. Clin. Endocrinol. Metab.,
nutricional en niños y adolescentes". Bol. Cesni. 2002;87(5):2391-4.
-XQ 6LULVLQKD 6 6XVNLQG 5 (GHOPDQ \ FRO
'HF]L7=DNQXQ'=DNQXQ-\FRO/RQJ "Complement and C3 proactivator levels in
FKDLQSRO\XQVDWXUDWHGIDWW\DFLGVLQFKLOGUHQ FKLOGUHQZLWKFDORULHPDOQXWULWLRQDQGHIIHFW
ZLWK VHYHUH SURWHLQ PDOQXWULWLRQ ZLWK DQG RI GLHWDU\WUHDWPHQWLancet, 1993; I: 1016-
ZLWKRXW KXPDQ LPPXQRGHILFLHQF\ YLUXV 20.
LQIHFWLRQAm. J. Clin. Nutr., 1995;62:128-38. 6WDSOHWRQ 33 %DUGHQ &% 0F&DUWHU 0' \
Citado en Ballabriga A, Carrascosa A: Nutrición col. "Serum leptin levels in acute protein
en la Infancia y Adolescencia. Editorial Ergon, deprivation". J. Parenter. Enteral. Nutr., 2003;
Madrid, 1998;pág. 575. 27 (2): 132-6.
*ROGHQ0*ROGHQ%+DUODQG3\FRO=LQF :DWHUORZ -& (OHFWUROLWRV \ SULQFLSDOHV
and inmunocompetence in protein energy minerales". En: Malnutrición Proteico-Energética.
malnutrition", Lancet, 1978; I: 1226-8. 3XEOLFDFLyQFLHQWtÀFD12UJDQL]DFLyQ
.HXVK*9LWDPLQ$VXSSOHPHQWV7RRJRRG Panamericana de la Salud, 1996; 49-65.
not to be true", N. Engl. J. Med., 1990;323:985-7.
/ 108 /
Bases del tratamiento
nutricional 14
14
Mónica A. Di Sanzo
Eduardo A. Roggiero
Es importante recordar que la desnutrición in- 14.1 Bases del tratamiento nutricional
IDQWLOQRHVVRORHOSURGXFWRGHXQDLQVXÀFLHQWH
ingesta alimentaria sino de la combinación de En la mayor parte de los casos, la desnutrición
IDFWRUHVQXWULFLRQDOHV\VRFLRDPELHQWDOHVFDSt- calórico–proteica se instala progresivamente.
tulo 2). En consecuencia, es de esperar que una (VWR SHUPLWH DO QLxR DIHFWDGR GHVDUUROODU
WHUDSpXWLFD SODQLÀFDGD H[FOXVLYDPHQWH GHVGH mecanismos de acomodación y adaptación
lo nutricional sólo logre una mejoría parcial y PHWDEyOLFDVTXHSHUVLVWHQKDVWDTXHÀQDOL]DOD
WUDQVLWRULDGHODHQIHUPHGDG8QWUDWDPLHQWR recuperación nutricional (Capítulo 6).
DGHFXDGRVXSRQHLGHQWLÀFDU\UHVWDEOHFHUWDQWR El tratamiento de renutrición es más exitoso
los problemas médicos como sociales, lo que y sencillo de realizar cuando el cuadro es de
requiere de un trabajo complejo y multidisci- reciente data. Se deduce entonces la impor-
plinario. Si se atiende a la desnutrición solo tancia de diagnosticar precozmente el estado
desde su aspecto nutricional, es altamente nutricional y la necesidad de establecer, en las
probable que los pacientes recaigan cuando comunidades en situación de riesgo, sistemas
UHJUHVHQDVXVKRJDUHV\SHUSHW~HQHOFLFORGH para la vigilancia del crecimiento de sus niños.
ODHQIHUPHGDG &XDQGRODHQIHUPHGDGHVWiPiVDYDQ]DGDOD
Por alejarse de los objetivos de esta publica- UHKDELOLWDFLyQHVPiVGLÀFXOWRVD\SURORQJDGD
ción, en este capítulo se analizarán solamente las presenta una elevada morbimortalidad, requiere
bases del tratamiento nutricional, que se debe de instituciones adecuadas para su tratamiento
iniciar en el mismo momento de producirse la y genera costos mucho mayores que los que
hospitalización, con el objeto de disminuir la hubiera ocasionado una adecuada prevención.
PRUWDOLGDG FRPSHQVDU ODV GHÀFLHQFLDV QXWUL- Los pacientes gravemente desnutridos necesitan
FLRQDOHV \ PLQLPL]DU ORV HIHFWRV DGYHUVRV GH estrictos cuidados médicos y un continuo trabajo
las carencias sobre el desarrollo cerebral. A de asistencia social con el objeto de prevenir las
pesar de que en este período los requerimientos recidivas.
nutricionales son muy elevados, se tendrá que Los objetivos del tratamiento de renutrición
respetar la capacidad de asimilación de los ali- son:
mentos ya que la desnutrición produce –entre
RWUDVFRVDV²DWURÀDLQWHVWLQDO\VHYHURVGpÀFLW 'LVPLQXLUHOULHVJRGHPXHUWH\GHVHFXHODV
enzimáticos (capítulos 7 y 11). En consecuencia, ItVLFDVHLQWHOHFWXDOHV
las terapéuticas aplicadas deberán controlarse 5HVWDXUDUODFRPSRVLFLyQGHORUJDQLVPRD
estrictamente hasta el momento de la curación sus valores normales
y alta médica de los pacientes. 5HFXSHUDUODVIXQFLRQHVRUJiQLFDVDIHFWDGDV
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
5HVWDEOHFHU ORV GHSyVLWRV FRUSRUDOHV GH QX- (Q HVWH VHQWLGR :DWHUORZ UHÀHUH TXH «Se
trientes y curar las lesiones producidas por GHEHDGPLWLUTXHKDVWDHOPRPHQWRHOUHVXOWDGRÀQDOGHO
VXVGHÀFLHQFLDV tratamiento hospitalario ha sido poco satisfactorio, pero la
/RJUDUHOFUHFLPLHQWRFRPSHQVDWRULRcatch-up) respuesta no debe ser abandonar esta opción sino mejorarla
y mantenterlo en el tiempo hasta que se disponga de los medios adecuados. Mientras
'LVPLQXLUHOULHVJRGHFRPSOLFDFLRQHVDVRFLD- tanto, el tratamiento extra hospitalario no debe ser una
GDVVREUHWRGRGHLQIHFFLRQHV solución alternativa sino complementaria.
Existen indicaciones precisas de internación,
Antes de iniciar la renutrición, se deben con- como en el caso de los pacientes deshidratados,
VLGHUDUDOJXQDVFDUDFWHUtVWLFDVGHODÀVLRSDWRORJtD GHVFRPSHQVDGRV LQIHFWDGRV FRQ LQWROHUDQFLD
\PHGLRIDPLOLDUGHOSDFLHQWH\DTXHHOQLxRGHV- alimentaria grave o en aquellos casos en donde
nutrido padece, entre otras cosas, de: exista una imposibilidad práctica de realizar un
tratamiento ambulatorio por razones económicas,
$OWHUDFLRQHVFXDOLFXDQWLWDWLYDVGHODGLVWULEX- culturales o sociales.
ción de agua y electrolitos La decisión de no internación, de un paciente
'HIHFWRVHQODWHUPRUUHJXODFLyQ GHVQXWULGR VLQFRPSOLFDFLRQHVSXHGHVHUGLItFLO
0~OWLSOHVGHÀFLHQFLDVQXWULFLRQDOHV tanto desde el punto de vista médico como ético.
0HFDQLVPRVGHDGDSWDFLyQTXHVXSRQHQDOWH- Por esta razón, su ingreso al hospital deberá ser
UDFLRQHVHQODIXQFLyQGHVXVyUJDQRV GHFLGLGR FRQ XQ FULWHULR ÁH[LEOH UD]RQDEOH \
'HÀFLHQFLDGHOVLVWHPDLQPXQH acorde a cada situación en particular.
$OWHUDFLRQHVPDGXUDWLYDV\SVLFROyJLFDV
'LÀFXOWDGHVHQODPDVWLFDFLyQ\GHJOXFLyQ
$WURÀDGHODPXFRVDGLJHVWLYD\GLVPLQXFLyQ
14.2 Etapas del tratamiento nutricional
de la síntesis y secreción de enzimas (QODVIRUPDVJUDYHVGHGHVQXWULFLyQODUHKDEL-
3HUWHQHQFLDDXQDIDPLOLDGHDOWRULHVJRVRFLDO litación nutricional es compleja y se basa en un
HQ XQ PHGLR DPELHQWH ItVLFR \ SVLFROyJLFR SURJUDPDGLYLGLGRHQFXDWURHWDSDVRIDVHV
GHVIDYRUDEOH Fase I: Tratamiento de emergencia o resuci-
$OWR ULHVJR GH UHFLGLYDV HQ HO PRPHQWR GH tación
regresar al mismo hogar que lo deprivó Fase II: Realimentación inicial
Fase III: Recuperación nutricional propiamen-
Llegado el momento del tratamiento, se debe te dicha
GHFLGLUVLORPiVDSURSLDGRHVKDFHUORHQIRUPD Fase IV: Etapa de seguimiento ambulatorio
hospitalaria o ambulatoria. Los inconvenientes de
las internaciones hospitalarias están dados por el 14.2.1 Fase I: Tratamiento de emergencia
ULHVJRGHLQIHFFLRQHVFUX]DGDVODSULYDFLyQHPR- o resucitación
cional en caso de que la madre no permanezca El objetivo de esta etapa es salvar la vida, otor-
MXQWRDOQLxRRODUXSWXUDIDPLOLDUHQFDVRGHTXH gando prioridad a la atención de la patología que,
permanezca) y los mayores costos en salud. Las generalmente, motiva el ingreso del niño desnu-
posibilidades de realizar un tratamiento ambu- trido al hospital. En consecuencia, ésta es una
latorio se centran en la necesidad de un sistema IDVHGHWUDWDPLHQWRPpGLFRPiVTXHQXWULFLRQDO
de centros de rehabilitación nutricional (CRN) /DVDIHFFLRQHVTXHFRQIUHFXHQFLDGHVFRPSHQVDQ
cercanos al hogar del paciente o en la posibilidad DHVWRVSDFLHQWHVVRQODVLQIHFFLRQHVLQWHVWLQDOHV
de tratar al niño en su propio hogar. En nuestro respiratorias, la sepsis y los trastornos hemo-
medio, a pesar de que hay experiencias positivas dinámicos. Durante esta etapa pueden ocurrir
en este sentido, el sistema de CRN no siempre está complicaciones graves como deshidratación, hipo-
desarrollado como para permitir la recuperación glucemia e hipotermia, razón por la que se requiere
de niños gravemente desnutridos y los tratamien- de una evaluación clínica minuciosa, monitoreo
tos domiciliarios requieren de un soporte por parte SHUPDQHQWH\WUDWDPLHQWRVHÀFDFHV
de la asistencia social no siempre disponible. A La mayoría de las veces, el niño desnutrido
SHVDUGHHVWDVGLÀFXOWDGHVORVWUDWDPLHQWRVH[WUD SDGHFH LQIHFFLRQHV DJXGDV RULJLQDGDV SRU OD
KRVSLWDODULRVKDQGHPRVWUDGRVHUPX\HÀFDFHVVL LQPXQRGHÀFLHQFLD TXH OD PLVPD GHVQXWULFLyQ
VHLPSOHPHQWDQHQIRUPDDGHFXDGD\HQFRQWUDGH produce. Aun en ausencia de síntomas, es nece-
lo que se puede esperar, su mortalidad es menor VDULRLQYHVWLJDULQIHFFLRQHVLQWHVWLQDOHVRWRUULQROD
a la de los tratamientos hospitalarios. ringológicas, urinarias y respiratorias y, una vez
/ 110 /
Capítulo 14 – Bases del tratamiento nutricional
detectadas, tratarlas enérgicamente con las aso- de las sales orales de la OMS (SRO OMS), usadas
ciaciones antibióticas más apropiadas, recordando HÀFD]PHQWHHQORVQLxRVELHQQXWULGRVSXHGHQR
TXHODFDSDFLGDGGHGHWR[LÀFDFLyQKHSiWLFDWUDQV- ser la más adecuada debido a que la desnutrición
porte y eliminación de drogas suelen encontrarse produce cambios en el volumen y distribución
alteradas, haciendo necesario realizar ajustes en del agua, sodio y potasio corporales (capítulo 8).
ODVGRVLÀFDFLRQHV En el paciente desnutrido grave, la cantidad de
En el momento del ingreso hospitalario, algu- agua y sodio corporal totales son muy elevadas a
nos niños pueden presentar anemias muy severas pesar de que la natremia suele ser muy baja. Por
FRQFLIUDVDODUPDQWHPHQWHEDMDVGHKHPRJORELQD otra parte, en la desnutrición crónica el organismo
A pesar de ello, es conveniente que en esta etapa, está adaptado a la baja osmolaridad plasmática
VHWUDQVIXQGDQVyORORVSDFLHQWHVFRQULHVJRGH (245 a 265 mOsm/l), a punto tal que el volumen
descompensación hemodinámica sin la pretensión de sodio que ingresa con las SRO OMS puede
de elevar la hemoglobina a los valores normales. originar hipernatremia e hiperosmolaridad en el
La desnutrición crónica disminuye la tasa meta- líquido extracelular (LEC), capaces de deshidratar
bólica basal y la masa celular activa que, a su vez, al compartimento intracelular (LIC) y dañar al
reducen el consumo de oxígeno. En tanto los sistema nervioso central. Por el contrario, una
pacientes se encuentren adaptados y libres de in- ingestión de agua libre (30 a 40 ml/kg de peso) en
IHFFLyQSXHGHQWROHUDUUHODWLYDPHQWHELHQQLYHOHV corto tiempo (aproximadamente una hora) es ca-
muy bajos de hematocrito y hemoglobina. paz de producir una intensa caída de la natremia y
2WUD FDXVD IUHFXHQWH GH LQWHUQDFLyQ HV OD RVPRODULGDGSODVPiWLFDVTXHFDXVHQWXPHIDFFLyQ
diarrea aguda, por lo que resulta prioritaria la rehi-celular generalizada, sobre todo en las células del
dratación por las vías oral o endovenosa. Respecto sistema nervioso central. Las hiponatremias gra-
del diagnóstico y tratamiento de la deshidratación, ves (menores a 120 mEq/l) deben considerarse
se deben considerar dos aspectos: de riesgo y ser tratadas con la administración de
SRWDVLRSDUDIRU]DUODERPED1D.²$73DVDTXH
1) La evaluación de la gravedad de la deshidratación redistribuye al sodio y lo regresa al compartimento
SXHGHVHUGLÀFXOWRVDGHELGRDTXHPXFKRVGHORV intravascular.
signos, que se utilizan en los niños bien nutridos, En relación con el potasio, la desnutrición
RIUHFHQSRFDÀDELOLGDGHQORVGHVQXWULGRV(VWRV SURGXFHXQDVHYHUDGHSOHFLyQFX\DVFDXVDVIXHURQ
SDFLHQWHVSXHGHQWHQHUHQRIWDOPRVSOLHJXHVFXWi- analizadas oportunamente en el capítulo 8. La pér-
neos laxos, sequedad de mucosas y baja producción dida de este catión reduce el poder de contracción
de sudor en ausencia de deshidratación debido a la del miocardio contribuyendo a la disminución del
SpUGLGDGHJUDVDVXEFXWiQHD\DWURÀDGHODVJOiQGX- gasto cardíaco, característica de la malnutrición
las sudoríparas, lagrimales y salivales. En el Cuadro grave.
14.1 se muestran algunos de los signos con los que En la medida de lo posible, se debe evitar la
se debe iniciar la rehidratación. rehidratación por vía endovenosa a menos que
la deshidratación sea grave y, de establecerse, se
2) Otro aspecto que se debe tener en cuenta, al debe mantener el menor tiempo posible debido
rehidratar a estos pacientes, es que la composición al peligro de sobrecarga cardíaca. En estos casos
\ 111 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
VHGHEHQPRQLWRUHDUODIUHFXHQFLDFDUGtDFD\UHV- GUDWDFLyQVHGHEHUHDOL]DUHQIRUPDOHQWDDSUR[L-
piratoria ya que su aumento constituye uno de los madamente 12 horas. Dado que los niños con
primeros signos de claudicación. malnutrición grave suelen encontrarse demasiado
Por lo antedicho, la rehidratación oral de los débiles como para beber las sales de rehidratación,
pacientes desnutridos supone la administración de es conveniente utilizar sondas nasogástricas que
sales especialmente diseñadas. La OMS aconseja aseguren su correcto ingreso al organismo. Los
XWLOL]DUXQDIyUPXODFRQPHQRUDSRUWHGHVRGLR vómitos y la diarrea no son, por sí mismos, contra-
y mayor de potasio que las sales estándar con indicaciones para el tratamiento oral. Los ayunos
agregados de citrato, magnesio, cinc y cobre. La LQQHFHVDULRVGHEHQVHUHYLWDGRVD~QHQSUHVHQFLD
FRPSRVLFLyQGHHVWDIyUPXODOODPDGDReSoMal de diarrea o vómitos, administrando glucosa o
se muestra en la Tabla 14.1. XQDIyUPXODOiFWHDFRQYHQLHQWHPHQWHGLOXLGDTXH
estimulan la regeneración del epitelio intestinal.
Componente Sales estándar Sales ReSoMal El aporte de glutamina, aminoácido necesario
Glucosa 110 125 para el mantenimiento y estructura del enterocito,
Sodio 90 45 SRGUtDVHU~WLOVLQHPEDUJRWRGDYtDQRHVWiELHQ
Potasio 20 40 consensuado su uso en estos pacientes debido a
Cloruro 80 70 que su administración podría condicionar cierto
Bicarbonato 30 – riesgo de acidosis metabólica e hiperamoniemia.
Citrato – 7 Las hipoglucemias (valores menores a 0,54 g/l)
VRQFDXVDIUHFXHQWHGHPXHUWHHQORVGRVSULPH-
Magnesio – 3
ros días de tratamiento. Se pueden originar como
Cinc – 0,3 FRQVHFXHQFLDGHXQDLQIHFFLyQJUDYHXRFXUULUVLHO
Cobre – 0,045 niño mal nutrido no recibe alimento durante 2 a 6
Osmolaridad 330 300 horas. Los signos de hipoglucemia son: disminu-
Concentraciones expresadas en mmol/l ción de la temperatura corporal (< 36 °C), letargo,
Tabla 14.1: Comparación de la composición ÁDFLGH]\SpUGLGDGHFRQFLHQFLD(QORVQLxRVPDO
de las sales de rehidratación oral estándar de la nutridos no suelen aparecer la sudoración y palidez
OMS y ReSoMal como ocurre con los bien nutridos. A menudo el
~QLFRVLJQRDQWHVGHOyELWRHVODVRPQROHQFLD
Si existiera sospecha de hipoglucemia se debe
Si no se dispone de ReSoMal, se puede prepa- iniciar el tratamiento inmediatamente sin esperar
rar una solución artesanal diluyendo un paquete VX FRQÀUPDFLyQ ELRTXtPLFD 6L HO SDFLHQWH VH
de sales de rehidratación de la OMS en dos litros encontrara consciente (o se lo puede despertar)
GHDJXDDJUHJDQGRJGHD]~FDUFRP~QVDFD- \HVFDSD]GHEHEHUVHOHGHEHQRIUHFHUPOGH
rosa) y 40 ml (20 ml/l) de una solución mixta de glucosa en agua o una solución de sacarosa al 10%.
minerales. (Tabla Nº 3) Si hay pérdida de la conciencia o aparecen convul-
En la actualidad, es objeto de investigaciones siones, se deben administrar 5 ml/kg de glucosa
ODHÀFDFLDTXHSURGXFHODVXVWLWXFLyQGHODJOXFRVD al 10% por vía intravenosa seguido de 50 ml de
por hidrolizados de cereales como el maíz, mijo, glucosa o sacarosa al 10% por sonda nasogástrica.
VRUJR \ DUUR] HVSHFLDOPHQWH pVWH ~OWLPR TXH Si por alguna razón, la glucosa endovenosa no se
habrían demostrado capacidad para acortar el pe- SXHGHDGPLQLVWUDUHQIRUPDLQPHGLDWDSULPHUR
ríodo de diarrea y aumentar la ganancia ponderal se dará la dosis por vía nasogástrica mientras
luego de la rehidratación. se prepara el rescate parenteral. Para prevenir
La administración de otros líquidos caseros, recaídas, se deben controlar periódicamente los
FRPRVROXFLRQHVGHDJXDFRQD]~FDU\VDODJXD síntomas y los valores de glucosa plasmáticos, así
de arroz, té verde o agua mineral, muy utilizadas como investigar su causa de base.
en el tratamiento de la deshidratación de los ni- La KLSRWHUPLD HV RWUR VtQWRPD IUHFXHQWH
ños bien nutridos, no tienen indicación en estos sobre todo en los lactantes desnutridos, en niños
SDFLHQWHV0HQRVD~QVROXFLRQHVKLSHURVPRODUHV mayores con grandes zonas de la piel dañada y en
FRPRMXJRVGHIUXWDFRPHUFLDOHVEHELGDVJDVHR- ORVSDFLHQWHVVpSWLFRVRFRQLQIHFFLRQHVJUDYHV6L
sas dietéticas, té edulcorado o preparaciones con la temperatura rectal es menor a 35,5 ºC, se debe
KLHUEDVFRQSRWHQFLDOHIHFWRGLXUpWLFR calentar al niño utilizando la técnica del canguro
&RQHOÀQGHHYLWDUFDPELRVEUXVFRVHQORV (el paciente se apoya sobre el tórax o abdomen
compartimentos hídricos del organismo, la rehi- materno y se los cubre a ambos), o vistiéndolo
/ 112 /
Capítulo 14 – Bases del tratamiento nutricional
completamente incluida su cabeza, tapándolo con tratamiento puede ser inconveniente porque estimula
mantas tibias, o colocándolo bajo una lámpara excesivamente la secreción de insulina y aumenta
incandescente sin que ésta lo toque. Cualquiera el riesgo de hipoglucemia. Por otra parte, en este
IXHUD OD FDXVD GH OD KLSRWHUPLD VH GHEHQ WUDWDU período las necesidades energéticas son bajas debi-
OD KLSRJOXFHPLD \ ODV LQIHFFLRQHV TXH SXGLHURQ do a que todos los componentes del gasto calórico
haberla producido. PHWDEROLVPREDVDODFWLYLGDGItVLFD\FUHFLPLHQWR
están disminuidos. Se calcula que el costo energético
14.2.2 Fase II: Realimentación inicial HQHVWDIDVHHVGHDNLORFDORUtDVSRUFDGDJUDPR
Una vez resueltas las alteraciones hidroelectrolí- de peso que se recupera para una ganancia ponderal
ticas y comenzado el tratamiento de las posibles esperada de 5 a 6 g/k/día.
LQIHFFLRQHVVHLQLFLDODIDVHGHUHQXWULFLyQ Se debe mantener el aporte de minerales, oli-
El objetivo de esta etapa es lograr la desapari- JRHOHPHQWRV\YLWDPLQDVVXÀFLHQWHSDUDORFXDOOD
ción de los edemas y normalizar la composición OMS recomienda el uso de dos soluciones cuya
de la masa corporal. composición se muestra en las Tablas 14.2 y 14.3.
En este momento de la evolución, las necesida-
des nutricionales son elevadas. Sin embargo, la ema- Sustancia Cantidad (*)
ciación, la DQRUH[LD\ODVDOWHUDFLRQHVGHODVIXQFLRQHV Cloruro potásico 89,5 g
KHSiWLFDHLQWHVWLQDOVXHOHQGLÀFXOWDUHOWUDWDPLHQWR Citrato tripotásico 32,4 g
Se debe recordar que el paciente con desnutrición Cloruro de magnesio 30,5 g
FUyQLFDKDVREUHYLYLGRPHUFHGDP~OWLSOHVPHFDQLV- Acetato de cinc 3,3 g
mos de adaptación, en consecuencia, llevarlo a un
6XOIDWRGHFREUH 0,56 g
plano de normalidad supone exponerlo a un riesgo
de descompensación metabólica. El síndrome de Selenato sódico (*) 10 mg
realimentación (capítulo 16) está asociado a una Yoduro potásico (*) 5 mg
renutrición inadecuadamente rápida que no tiene Agua csp 1000 ml
en cuenta esos mecanismos. (*) Si no es posible pesar con precisión cantidades muy
Si bien esta etapa se debe iniciar lo más precoz- pequeñas, omitir esta sustancia.
mente posible, la progresión de nutrientes debe ser
Tabla 14.2: Composición de mezcla de
lenta y realizarse bajo una supervisión constante,
minerales de la OMS
pues en estos pacientes, la capacidad de readapta-
ción a cada nueva situación es relativa.
\ 113 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 114 /
Capítulo 14 – Bases del tratamiento nutricional
El costo de proteínas es semejante para las dos alimentaria, no está preparado para incorporarse
IDVHVGHODUHQXWULFLyQWDQWRSDUDODGHVQXWULFLyQ a la etapa de recuperación nutricional, indepen-
aguda como crónica y se calcula en 0,23 gramos dientemente del tiempo transcurrido o los aportes
por cada gramo de peso que se recupera. (Tabla indicados.
14.4) 8QDYH]TXHHOQLxRLQJUHVDDODIDVHGHUHFXSH-
ración, comienza la ganancia del peso y la talla. En
Etapa de Etapa de esta etapa se puede lograr un aumento de peso de
inicio recuperación DJNGtDORTXHVLJQLÀFDHQWUH\YHFHV
el ritmo normal de ganancia de peso (dependiendo
Costo de 4,5-5 kcal 7-8 kcal
de la densidad energética de los alimentos que se
energía* ingieran) y un aumento de la velocidad de talla, de
Costo de 0,23 g 0,23 g DYHFHVGHSHQGLHQGRGHODSRUWHVXÀFLHQWHGH
proteínas* vitaminas y minerales, sobre todo cinc, hierro y
(*) Valores expresados por cada gramo de peso ga- iFLGRIyOLFR6LODSURYLVLyQGHHQHUJtD\QXWULHQWHV
nado. es adecuada, se puede alcanzar el objetivo de esta
Tabla 14.4: Costo energético-proteico promedio etapa que es restablecer la relación peso para la
en dos momentos de la renutrición talla necesaria para indicar el egreso hospitalario.
)XHQWH:DWHUORZ-&3XEOLFDFLyQFLHQWtÀFD Nº 555. Se ha observado que en este período la suple-
OPS 1996; 202-29. mentación con cinc mejora la ganancia de talla, el
gusto y el apetito y con esto se mejora la ingesta
alimentaria y se promueve la ganancia ponderal.
A pesar de que el costo de proteínas es similar, Por el contrario, cuando su aporte es bajo, la ve-
OD GLIHUHQFLDUDGLFDUtD HQ OD HÀFDFLDFRQ TXHODV locidad de crecimiento no sólo es menor sino que
proteínas provenientes de los alimentos se utilizan HOWHMLGRIRUPDGRFRQWLHQHXQDPD\RUSURSRUFLyQ
para crecer. Mientras que en los niños bien nu- de grasa.
WULGRVODHÀFDFLDSURPHGLRHVGHOORVQLxRV Otro logro es la recuperación de la vitalidad
GHVQXWULGRV SDUHFHQ XWLOL]DUODV FRQ XQD HÀFDFLD y del deseo de jugar con otros niños, razón por
cercana al 100%, sobre todo, en las primeras OD TXH OD HVWLPXODFLyQ SVLFRDIHFWLYD UHVXOWD WDQ
etapas de la realimentación. En la Tabla 14.5 se importante como el aporte nutricional que se
muestran los porcentajes de absorción relativas indique. Los niños desnutridos suelen presentar
y retención de nitrógeno de algunas proteínas retrasos madurativos y alteraciones de conducta
vegetales en comparación con las de la caseína. atribuibles a la misma desnutrición, el medio am-
biente y una deteriorada relación madre-hijo. En
% del valor de la caseína FRQVHFXHQFLD VH OHV GHEH RIUHFHU XQ SURJUDPD
Fuente de Absorción Retención de estimulación acorde con su edad madurativa
proteínas de N que incorpore a la madre con una participación
Arroz 77 69 DFWLYD(OREMHWLYRHVFRPSHQVDUODVGHÀFLHQFLDV
HPRFLRQDOHV\FRQWUDUUHVWDUHOHIHFWRQHJDWLYRGH
Porotos negros 75 28
una internación prolongada en el hospital.
Maíz 78 41 (OMXHJR\ODDFWLYLGDGItVLFDWLHQHQXQHIHFWR
Sorgo 57 43 IDYRUDEOH HQ HO SHUtRGR GH UHKDELOLWDFLyQ QXWUL-
Maíz + amaranto 84 76 cional, ya que con ellos se logra una recupera-
Tabla 14.5: Absorción relativa y retención ción antropométrica mucho más rápida. En esta
de nitrógeno de algunas fuentes vegetales de HWDSDVHUHFRPLHQGDQODVDFWLYLGDGHVO~GLFDVTXH
proteínas comparadas con la caseína permitan el desarrollo de la masa muscular esque-
)XHQWH:DWHUORZ-&3XEOLFDFLyQFLHQWtÀFD Nº 555. lética, como ser: subir escaleras, usar toboganes,
OPS 1996; 202-29. empujar juguetes, andar en triciclos, caminar, etc.
Se debe estimular el acercamiento a otros niños
Los signos que indican que el niño está pre- TXHQRWHQJDQLQIHFFLRQHVFRQHOÀQGHPHMRUDU
SDUDGR SDUD HQWUDU HQ OD IDVH GH recuperación su desarrollo psicosocial.
nutricional son la aparición del apetito y el cambio En este momento de la evolución, la demanda
de actitud para con el ambiente que lo rodea. Un de hierro se eleva considerablemente debido a la
niño que todavía recibe su alimentación a través recuperación de la masa muscular y a la necesidad
de una sonda nasogástrica por una mala actitud de transportar oxígeno para las reacciones aeró-
\ 115 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
bicas derivadas del crecimiento compensador. manalmente, luego con intervalos mensuales hasta
8QDSRUWHLQVXÀFLHQWHKLHUURHQHVWDHWDSDKDUi los 3 meses y trimestrales hasta el año. Después de
sintomática la anemia que hasta ese momento se HVWHWLHPSRVLODHYROXFLyQHVIDYRUDEOHHQIRUPD
mantenía compensada. semestral hasta los 3 años.
0LHQWUDVWDQWRVHGHEHQHIHFWXDUORVSUHSDUDWL- En cada control se investigará el estado de
vos que garanticen un regreso adecuado al medio salud, la tolerancia a la alimentación y la conducta
IDPLOLDU\DODFRPXQLGDGGHVSXpVGHODOWD6HGHEH SVLFRVRFLDOGHOQLxR6HUHDOL]DUiXQH[DPHQItVLFR
instruir y preparar minuciosamente a la madre completo con antropometría registrando las medi-
con el objeto de prevenir las recaídas, hecho que ciones en una planilla diseñada especialmente. Se
requiere de un trabajo conjunto de los médicos DSURYHFKDUiHOFRQWUROSDUDUHIRU]DUORVFRQFHSWRV
con los servicios de nutrición, asistencia social y sobre alimentación y estimulación que se dieran
psicología. durante la internación en el hospital y se controlará
Si bien la etapa de recuperación nutricional se el plan de vacunación. También se proveerá a la
FRQVLGHUDÀQDOL]DGDFXDQGRHOQLxRORJUDHO madre de las vitaminas y medicación que pueda
de adecuación de peso para su talla, se podrá evaluar necesitar el niño hasta la próxima cita.
ODFRQWLQXDFLyQGHOWUDWDPLHQWRHQIRUPDDPEXOD-
toria cuando se haya alcanzado entre el 80 y 90% 14.2.4.2 Visitas domiciliarias
de la adecuación en tanto exista un buen apetito, se El equipo de salud debe realizar visitas domi-
KD\DQVXSHUDGRODVLQIHFFLRQHVWUDWDGRODVGHÀFLHQ- FLOLDULDV VREUH WRGR HQ ODV IDPLOLDV TXH GXUDQWH
cias vitamínicas y minerales y, sobre todo, la madre OD LQWHUQDFLyQ KDQ VLGR LGHQWLÀFDGDV FRPR GH
tenga posibilidades de alimentarlo, esté motivada y PD\RUULHVJR(QHOODVVHLQWHQWDUiLGHQWLÀFDUin
comprenda las indicaciones del alta. situ y dar respuesta a los problemas más relevantes
relacionados con la desnutrición, haciendo parte
DODIDPLOLDGHOWUDWDPLHQWRQXWULFLRQDO6HGHEHUi
14.2.4 Fase IV: Etapa de Seguimiento Ambulatorio
evaluar el consumo de alimentos por medio de re-
14.2.4.1 Controles en el hospital cordatorios y observar las técnicas de preparación
A pesar de que el paciente haya mejorado su estado FRQHOÀQGHGHWHFWDUODH[FOXVLyQRSpUGLGDGH
nutricional durante la internación, en el momento QXWULHQWHVSRUIRUPDVLQDGHFXDGDVGHSUHSDUDFLyQ
GHO DOWD KRVSLWDODULD VXHOH TXHGDU FRQ XQ GpÀFLW cocción y/o conservación.
pondoestatural y alteraciones en el desarrollo Se aprovechará la visita domiciliaria para:
neurológico de grado variable. Por ende, es conve- 7UDWDUSDWRORJtDVDJUHJDGDV
niente establecer un plan de controles ambulatorios 5HDOL]DUHGXFDFLyQSDUDODVDOXG
IUHFXHQWHVSDUDSUHYHQLUODVUHFDtGDV\JDUDQWL]DUOD 5HIRU]DUFRQFHSWRVVREUHDOLPHQWDFLyQ
EXHQDHYROXFLyQItVLFDLQWHOHFWXDO\HPRFLRQDO (VWLPXODU\UHVWDEOHFHUHOYtQFXORPDGUHKLMR
El momento de mayor riesgo de recaídas es ,QWHQVLÀFDUODVDFFLRQHVGHVWLQDGDVDUHVROYHU
inmediatamente después del alta, por esta razón ORVIDFWRUHVFRQGLFLRQDQWHV
en el primer mes, el niño debe ser controlado se-
Bibliografía (O0RXJL0(O$NNDG+HQGDZL$\FROV,V
DORZRVPRODULW\256VROXWLRQVPRUHHIÀFD-
%DOODEULJD $ &DUUDVFRVD $ 6RSRUWH 1X- cious than standard WHO ORS solution?" J
WULFLRQDOHQOD,QIDQFLD\$GROHVFHQFLD(Q Pediatr Gastroenter Nutr 1994; 19: 83-6.
Nutrición en la Infancia y Adolescencia. Madrid, )HUQiQGH] $ Desnutrición grave. PRONAP:
Ed. Ergón. 1998; 517-59. Publicación de la Sociedad Argentina de Pe-
&DEDOOHUR%1XWULFLyQHQVLWXDFLRQHVHVSH- diatría. 2003; 4: 68-91.
ciales". En: Nutrición y Alimentación del Niño *ROGHQ%(0+1*ROGHQ(IIHFWRI ]LQF
en los primeros años de vida. Washington DC: VXSSOHPHQWDWLRQRQWKHFRPSRVLWLRQRI QHZO\
OPS/OMS, Cesni, Fundación Cavendes, 1997; V\QWKHVL]HGWLVVXHLQFKLOGUHQUHFRYHULQJIURP
335-356. malnutrition". Proceedings of the Nutrition Society.
&DGGHOO-/5(2OVRQ$QHYDOXDWLRQRI WKH 1985; 44: 110a.
HOHFWURO\WHVWDWXVRI PDOQRXULVKHG7KDLFKLO- -DFNRVRQ$$3LFRX'5HHGV3-7KHHQHUJ\
dren". Journal of Pediatrics 1973; 83: 124-35. FRVWRI USOHWLQJWXVVXHGHÀFLWVGXULQJUHFRYHU\
/ 116 /
Capítulo 14 – Bases del tratamiento nutricional
\ 117 \
Tratamiento dietario
de la desnutrición 15
15
Mónica A. Di Sanzo
Eduardo A. Roggiero
El tratamiento dietoterápico debe iniciarse una elevadas y que existen situaciones limitantes que
vez que hayan sido superadas las situaciones GLÀFXOWDQHOFXPSOLPLHQWRGHODVPHWDVÀMDGDV
que amenazaban la vida del paciente, como la WDOHV FRPR OD DQRUH[LD HO GpÀFLW GH HQ]LPDV
deshidratación, la hipoglucemia, las descom- LQWHVWLQDOHVODLQVXÀFLHQFLDSDQFUHiWLFDHOPDO
SHQVDFLRQHVPHWDEyOLFDVODVLQIHFFLRQHVHWF IXQFLRQDPLHQWR GHO KtJDGR ODV LQIHFFLRQHV
Realizar una prescripción dietética supone asociadas, etc.
tener en cuenta tres elementos: Estas necesidades también dependen de
- El estado del paciente en el momento de la edad cronológica y biológica del paciente,
iniciar la renutrición VX FRQGLFLyQ ÀVLRSDWROyJLFD \ QR VROR HVWiQ
- Sus necesidades nutricionales UHIHULGDVDODSRUWHGHFDORUtDV\SURWHtQDVVLQR
- El volumen, tipo y composición de la dieta también al aporte de vitaminas y minerales,
esenciales para el óptimo aprovechamiento de
los nutrientes que se administran.
15.1 Estado del paciente al ingreso 3RU HMHPSOR GXUDQWH OD IDVH GH UHFXSHUD-
No todos los pacientes que requieren un trata- ción el aumento de la masa muscular reactiva
miento de renutrición se encuentran en estado el metabolismo aeróbico, lo que implica una
FULWLFRGHKHFKRKD\IRUPDVOHYHVPRGHUDGDV\ mayor demanda de oxígeno. Si en esta etapa
JUDYHVGHGHVQXWULFLyQVLHQGRpVWDV~OWLPDVODV QRVHDSRUWDQFDQWLGDGHVVXÀFLHQWHVGHKLHUUR
TXHSUHVHQWDQPiVGLÀFXOWDGDODWHUDSpXWLFD para la síntesis de mioglobina y hemoglobina,
En consecuencia, el estado del paciente en el HODSRUWHGHFDORUtDV\SURWHtQDVUHVXOWDLQHÀFD]
momento del ingreso condiciona el tratamiento, De igual manera, otros puntos del metabolismo
como el lugar en que se llevará a cabo (hospital, pueden resultar igual de críticos si no se admi-
CRN, domicilio), las vías de alimentación, las metas nistran adecuadamente cinc, vitamina A, ácido
nutricionales, los tipos de dieta, los aportes iniciales IyOLFRFREUHPDJQHVLRHWF(QFRQVHFXHQFLD
y el ritmo de progresión de los alimentos. la renutrición debe contemplar todos los aspec-
(OULHVJRGHIUDFDVR\UHFLGLYDHVFRQVLGH- WRVGHODGHÀFLHQFLD\QRVyORODVGHFDORUtDV\
rablemente menor cuando el tratamiento se proteínas.
UHDOL]DGHXQDPDQHUDVLVWHPiWLFDSODQLÀFDGD\
multidisciplinaria.
15.3 Características de la dieta en
cuanto a volumen, tipo y composición
15.2 Necesidades nutricionales 15.3.1 Fase de emergencia o resucitación
En el capítulo 14 se mencionó que las necesida- El objetivo de la IDVHGHUHVXFLWDFLyQHVSULRUL]DU
des nutricionales de los niños mal nutridos son el aporte de líquidos y sales de rehidratación,
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 120 /
Capítulo 15 – Tratamiento dietario de la desnutrición
\ 121 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
100. En ese momento, se sustituye el régimen F-75 Además de los regímenes F-75 y F-100 de la
por una cantidad equivalente en calorías de F-100 OMS, existen otras IyUPXODV GH UHDOLPHQWDFLyQ
durante dos días antes de aumentar el volumen alternativas elaboradas con alimentos de uso
RIUHFLGRHQFDGDFRPLGD3DUDHOHMHPSORDQWHULRU FRWLGLDQRRSUHSDUDGRVFRPHUFLDOHVFRQGLIHUHQ-
1280 ml de F-75 equivalen a 960 ml de F-100. cias en los aportes de lactosa, proteínas, grasas,
Es importante señalar que el apetito y el estado densidad calórica y costos.
JHQHUDOGHOQLxRVRQORVTXHGHWHUPLQDQODVIDVHV En las Tablas 15.4 y 15.5 se muestran ejemplos
de tratamiento y no los días transcurridos desde GHIyUPXODVGHXVRIUHFXHQWH\VXFRUUHVSRQGLHQ-
el ingreso hospitalario. te composición.
&XDQGRVHHODERUDQODVIyUPXODVGHDOLPHQWD-
ción con preparados comerciales, se debe tener en
Calorías 75 kcal 100 kcal cuenta que el agregado de módulos nutricionales
Leche entera en polvo 55 g 110 g disminuye el porcentaje de calorías aportadas por
$]~FDU 70 g 50 g las proteínas (P 100) agregando calorías vacías. En
Harina de cereal 35 g – OD7DEOD1VHPXHVWUDHOHIHFWRGHODGLOXFLyQ
Aceite vegetal 17 g 30 g sobre la distribución del valor calórico (VCT) de
ODVIyUPXODV
Mezcla de minerales 20 ml 20 ml
Mezcla de vitaminas 140 mg 140 mg 15.3.3 Etapa de recuperación nutricional
Agua esp 1000 ml 1000 ml propiamente dicha
Tabla 15.4: Fórmulas artesanales alternativas de 'XUDQWHHVWHSHUtRGRVXUJHQGRVIDFWRUHVFRQGL-
realimentación cionantes de la ingesta alimentaria: el primero es
la capacidad del estómago que establece un límite
/ 122 /
Capítulo 15 – Tratamiento dietario de la desnutrición
HQODIUHFXHQFLD\HOYROXPHQGHODVFRPLGDV6H D 6HJ~QODVNLORFDORUtDVQHFHVDULDVSDUDUH-
calcula que la capacidad del estómago es aproxi- cuperar el peso
madamente el 3% del peso corporal, por lo que E 6HJ~QODVNLORFDORUtDVQHFHVDULDVSDUDDO-
un niño de 6 kg y una capacidad gástrica de 180 canzar el peso ideal
ml, tendrá que alimentarse cada cuatro horas para F 6HJ~QHOFRVWRFDOyULFRSRUJUDPRGHSHVR
UHFLELUXQOLWURGLDULRGHIyUPXOD ganado
(OVHJXQGRIDFWRUOLPLWDQWHHVODGHQVLGDGFDOy-
rica de los alimentos, que impone el uso de aceites a) Según las kilocalorías necesarias para recuperar el peso:
vegetales para cubrir las necesidades energéticas Este método considera que, en la etapa de recupe-
de estos pacientes. ración nutricional, el requerimiento energético es
En esta etapa, la ganancia de peso es propor- DOUHGHGRUGHDNFDONGtDeVWDHVXQDFLIUD
cional al aporte de energía. Sin embargo en los estimativa que no siempre está de acuerdo con las
comienzos, el paciente todavía sigue careciendo reales necesidades de los pacientes ya que no aclara
de proteínas y otros nutrientes, como potasio, si los aportes se deben calcular sobre la base del
magnesio, hierro y cinc, que deben ser aportados peso actual, el esperable para la edad, el esperable
en cantidades progresivas. para la talla o el peso seco en los casos en donde hay
Se sugiere iniciar la alimentación con el ré- edema. Por estas razones, con este método existe
gimen ) IUDFFLRQDGR FDGD KRUDV LQFOXVR la posibilidad de sobrevalorar las necesidades ener-
durante la noche, incrementando gradualmente géticas, aumentando el riesgo de producir obesidad
el volumen de las tomas hasta alcanzar la meta XQDYH]ÀQDOL]DGDODUHFXSHUDFLyQQXWULFLRQDO
calórica. En los lactantes esto se puede lograr con
la nutrición líquida, pero en los niños mayores b) Según las kilocalorías necesarias para alcanzar el
es necesario incorporar alimentos semisólidos y peso ideal: Este método tiene la ventaja sobre el
sólidos. DQWHULRUGHFRQVLGHUDUXQSHVRGHUHIHUHQFLDHO
Recién cuando el aumento de peso sea el correspondiente al percentil 50 para la edad) y una
esperado y no existan riesgos de hipotermia o recomendación energética (la correspondiente a la
hipoglucemia, se podrán omitir las tomas noc- edad del paciente). Sin embargo, se debe observar
turnas. TXHVLVHWRPDFRPRUHIHUHQFLDHOSHUFHQWLOGH
peso para la edad, también se asume que todos
15.3.3.1 Aporte calórico en la etapa los pacientes deben alcanzar el mismo peso (el
de recuperación nutricional del P50) situación no del todo cierta ya que exis-
En esta etapa, la meta calórica se puede calcular WHXQLPSRUWDQWHQ~PHURGHQLxRVTXHKDFHVX
por tres métodos: FUHFLPLHQWRHQIRUPDQRUPDOSRUGHEDMRGHHVH
\ 123 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Por ejemplo: Para un niño de 7 meses y 6 k de Se ha observado que aportando dietas con
peso, cuya recomendación calórica para la edad mayor energía, la recuperación del peso suele ser
VHJ~Q)$2206HVGHNFDONGtD\ rápida pero el tejido depositado tiene una mayor
percentil 50 de peso es 8,5 k le corresponden 113 proporción de grasa, por esta razón es conveniente
kcal/k/día, ya que: calcular las necesidades energéticas basándose en
las kilocalorías necesarias para alcanzar el peso
80 x 8,5 = 113 kcal/k/día ideal (peso para la edad en los menores de dos
6 años y peso para la talla en los mayores) ya que el
riesgo de sobrepeso y obesidad a largo plazo es
c) Según el costo energético por gramo de peso ganado: Este menor.
método considera que en los inicios de esta etapa
el incremento de peso tiene un costo energético 15.3.3.3 Aporte proteico en la etapa
de 4,5 a 5 kilocalorías por gramo y luego de 7 a de recuperación nutricional
NFDOFDStWXOR(QFRQVHFXHQFLDODIyUPXODComo se mencionó en el capítulo 11, en los pa-
que se aplica es: cientes desnutridos la actividad de las enzimas del
ciclo de la urea es baja, de aquí la conveniencia
Gasto calórico normal para la edad + (Peso a de limitar su ingesta proteica en los dos o tres
aumentar por día x 5 kcal) primeros días de la realimentación. Durante este
tiempo, se sugiere no exceder las recomendacio-
Por ejemplo: Para un niño de 2 años de edad en QHVGHSURWHtQDVVHJ~QODHGDGDGLFLRQDQGRXQ
quien se espera un aumento de peso de 15 g/k/día, 30 a 40% si existiera mala absorción por diarrea
\FX\DUHFRPHQGDFLyQFDOyULFDVHJ~Q)$2206 grave. En los pacientes con kwashiorkor esta in-
2004, es de 85 kcal/k/día, le corresponden 160 gesta alcanza para lograr la disminución de los
kcal/k/día, que surgen de: edemas y en los niños con marasmo, mejorar su
conexión con el medio que lo rodea. Superado
85 kcal/k/día + (15 x 5) = 160 kcal/k/día ese momento, los requerimientos proteicos para
la etapa de recuperación se pueden calcular de dos
15.3.3.2 Comparación de los tres métodos PDQHUDVGLIHUHQWHV
para calcular la meta calórica D 6HJ~QHOSHVRDFWXDO
3RUWUHVPpWRGRVGLIHUHQWHVVHFDOFXODQODVQHFH- E 6HJ~QHOFRVWRSURWHLFRSRUJUDPRGHSHVR
sidades calóricas de una paciente desnutrida de ganado
45/12 años, con 11 k de peso y 94 cm de talla. El
P50 de peso para la edad es 16,940 k y el P50 de a) Según el peso actual:
peso para la talla es 14,500 k. Las recomendacio- Se estima que para lograr un balance positivo de
QHVGHHQHUJtDVHJ~Q)$2206SDUDORV nitrógeno, el organismo necesita entre 3 y 4,5
4 5/12 años son de 75 kcal/k/día. Basándose en g/k/día de proteínas. Los aportes menores a 3
estos datos se determina que: JNGtDSXHGHQVHULQVXÀFLHQWHV\ORVPD\RUHVD
/ 124 /
Capítulo 15 – Tratamiento dietario de la desnutrición
\ 125 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
si la dieta se administra tres veces al día, también 15.3.3.6 Evaluación de los progresos
KDEUiTXHRIUHFHU)FRQHVWDSDXWDKDFLHQGR Cuando el niño ingresa en la etapa de renutrición,
seis comidas al día. En las etapas avanzadas de la inicia la recuperación de la curva peso/edad. Un
UHDOLPHQWDFLyQFXDQGRODIyUPXODOtTXLGD\DKDVLGR aumento de peso de 10 a 15 g/k/día es signo de
reemplazada totalmente por la dieta mixta, se debe buena respuesta al tratamiento y con este ritmo de
continuar con el aporte de minerales y vitaminas ganancia, en dos a cuatro semanas se alcanza, en la
adicionando soluciones de la OMS a los alimentos mayoría de los casos, la relación peso para la talla
después de ser cocinados (capitulo 14). necesaria para el egreso hospitalario. Una ganancia
Con relación a los nutrientes críticos, se reco- igual o menor a 5 g/k/día durante tres días seguidos
mienda asegurar la ingesta que se muestra en la es signo de una mala respuesta al tratamiento.
Tabla 15.8. Durante la internación no se debe esperar la
normalización de la curva talla/edad, ya que esto es
15.3.3.8 Características de la dieta un proceso muy lento, pudiendo a veces no llegarse
mixta de recuperación nunca a la talla teórica, sobre todo si la desnutrición
Durante el período de recuperación, se debe ocurrió en los dos primeros años de vida.
RIUHFHUXQDGLHWDQRUPDOYDULDGD\HQULTXHFLGD La rehabilitación nutricional se considera
elaborada con alimentos naturales. Durante su alcanzada cuando se logra la adecuación de la
preparación se deben tener en cuenta algunos relación peso para la talla. Llegado ese momento
principios básicos como por ejemplo: los pacientes muestran una reducción voluntaria
3ULRUL]DUODSUHSDUDFLyQGHDOLPHQWRVGHRULJHQ de la ingesta de alimentos y el aumento de peso
animal, portadores de proteínas de alto valor tiende a estabilizarse.
biológico, vitaminas y minerales de elevada Para evaluar la respuesta al tratamiento, se debe
biodisponibilidad pesar y medir diariamente a los niños y registrar los
$JUHJDUOHFKHHQSROYRSDUDDXPHQWDUHOFRQ- YDORUHVHQXQDSODQLOOD\JUiÀFDGLVHxDGDVHVSHFLDO-
tenido proteico de los alimentos PHQWH(V~WLOVHxDODUHOSXQWRHTXLYDOHQWHDOGH
$JUHJDU DFHLWHV SDUD DXPHQWDU OD GHQVLGDG la relación peso para la talla, ya que con ese valor se
energética y aportar ácidos grasos esenciales dará el alta a los niños mayores de 2 años, en tanto
$GLFLRQDUDORVDOLPHQWRVODVROXFLyQGHYL- la madre pueda cumplir con los cuidados necesarios.
taminas y minerales de la OMS luego de su En los pacientes menores de 2 años la meta para
cocción alcanzar es el percentil 50 de peso para la edad.
6HOHFFLRQDUODVSUHSDUDFLRQHVTXHSHUPLWDQYH-
hiculizar una mayor cantidad de grasas, como 15.3.3.7 Causas de falta de respuesta
IULWXUDV JXLVDGRV VDOWHDGRV \ SUHSDUDFLRQHV al tratamiento
con envolturas Durante la recuperación nutricional pueden ocurrir
$XPHQWDUODFDQWLGDGGHFRPLGDVGLDULDVPH- algunas situaciones que deben ser asumidas como
diante colaciones de alta densidad calórica IDOWDGHUHVSXHVWDDOWUDWDPLHQWR\TXHREOLJDQD
$GPLQLVWUDUGLHWDVFRQGHQVLGDGFDOyULFDPD- replantear los aportes nutricionales indicados o
yor a 1 EXVFDUVXVRUtJHQHV/DVFDXVDVPiVIUHFXHQWHV\
(YLWDU HO XVR GH FDOGRV JHODWLQDV OHFKHV GL- los momentos en que suelen ocurrir los IUDFDVRV
OXLGDVDOLPHQWRVFRQDOWRFRQWHQLGRHQÀEUDV al tratamiento se muestran en la Tabla 15.9.
(granos enteros de cereales, vegetales crudos) &RQPD\RURPHQRUGLÀFXOWDGHOGHORV
\ EHELGDV FRQ D]~FDUHV FRQFHQWUDGRV \ DOWD pacientes desnutridos responde al tratamiento indi-
osmolaridad FDGR(OUHVWDQWHVHPXHVWUDUHIUDFWDULRDSHVDU
Momento de aparición
Fracaso Falta de Respuesta
(días del ingreso)
Incapacidad para recuperar el apetito Día 4
Incapacidad para que disminuya el edema Día 4
Fracaso primario
Persistencia del edema Día 10
Incapacidad para ganar al menos 5 g/k/día Día 10
Fracaso secundario Incapacidad para ganar al menos 5 g/k/día Durante la recuperación
durante 3 días seguidos
Tabla 15.9: Fracasos primario y secundario a la renutrición
/ 126 /
Capítulo 15 – Tratamiento dietario de la desnutrición
GHWHQHUXQDLQJHVWDDOLPHQWDULDVXÀFLHQWH\QRWHQHU 3pUGLGDVGHQXWULHQWHVSRUVtQGURPHVGHPDOD
pérdidas exageradas. Tal vez esto se deba a que estos absorción
pacientes suelen presentar respuestas insulínicas ina- Rumiación, sobre todo si el peso no se recu-
decuadamente bajas. Siendo la insulina una hormona pera a pesar de una buena ingesta alimentaria.
anabólica por excelencia, los bajos niveles en sangre La rumiación es una situación en donde los
serían causa de una lenta ganancia de peso. niños regurgitan los alimentos del estómago
Otras causas que deben ser evaluadas en los hacia la boca, vomitan una parte y tragan el
casos en donde la ganancia ponderal es poco resto. Se produce en el 10% de los pacientes
VDWLVIDFWRULDVRQ gravemente desnutridos con carencias emo-
/XJDULQDSURSLDGRSDUDHOWUDWDPLHQWRGHQLxRV cionales
desnutridos
3HUVRQDO GH DVLVWHQFLD FRQ XQD IRUPDFLyQ 15.3.3.8 Errores durante la realimentación
LQVXÀFLHQWHRLQDGHFXDGD /RVHUURUHVTXHFRQPD\RUIUHFXHQFLDVHFRPHWHQ
%DODQ]DVLQH[DFWDV son:
(QYDVDGR SUHSDUDFLyQ R DGPLQLVWUDFLyQ ,QLFLDUWDUGtDPHQWHODUHDOLPHQWDFLyQ
LQFRUUHFWDGHODVIyUPXODVGHDOLPHQWDFLyQ\ ,QGLFDUGLHWDVKLSRFDOyULFDV
comidas (PSOHDU IyUPXODV GLOXLGDV FRQ EDMR DSRUWH
3UHVHQFLDGHSURFHVRVLQIHFFLRVRVFRPRWX- proteico
EHUFXORVLVRWLWLVPHGLDDEVFHVRVSURIXQGRV 5HDOL]DUUHVWULFFLRQHVDOLPHQWDULDVLQQHFHVDULDV
LQIHFFLRQHVXULQDULDVGLDUUHDVHWF 6HOHFFLRQDUIyUPXODVGHDOWRFRVWRVLQFDXVD
$SRUWHLQVXÀFLHQWHGHYLWDPLQDV\RPLQHUDOHV MXVWLÀFDGD
GXUDQWHODIDVHGHUHFXSHUDFLyQQXWULFLRQDO 0DQHMDUXQDEDMDGHQVLGDGFDOyULFD
Bibliografía GLVDFFKDULGHVDFWLYLWLHVGXULQJWUHDWPHQWZLWK
total intravenous nutrition or oral elemental
'LFNLQ.%URZQ.+\FROV(IIHFWLI GLD- diets". J Pediatr 1975; 87: 695-704.
UUKHDRQGLHWDU\LQWDNHE\LQIDQWVDQG\RXQJ *DEU00DUDJKL60RUVL60DQDJHPHQWRI
FKLOGUHQ LQ UXUDO YLOODJHV RI .ZDUD 6WDWH lactose intolerance secondary to protein calorie
Nigeria". European Journal of Clinical Nutrition. PDOQXWULWLRQ ZLWK VR\ EDVHG ODFWRVH IUHH IRU-
1990; 44: 307-18. mula". Nutr Rep Int 1983; 27: 51-58. Citado en
'LUHFFLyQGH6DOXG0DWHUQR,QIDQWLOManual Ballabriga A, A. Carrascosa: Nutrición en la Infancia
Metodológico de Capacitación del Equipo de Salud y Adolescencia. Madrid. Ed. Ergón. 1998; 579.
en Crecimiento y Nutrición de Madres y Niños. Re- *ROGHQ%(0+1*ROGHQ(IIHFWRI ]LQF
S~EOLFD$UJHQWLQDUHDOL]DGRSRUHO0LQLVWHULR VXSSOHPHQWDWLRQRQWKHFRPSRVLWLRQRI QHZO\
de Salud y Acción Social, 1996. V\QWKHVL]HGWLVVXHLQFKLOGUHQUHFRYHULQJIURP
'XJGDOH$/RYHOO6*LEEV9\FROV5HIH- malnutrition". Proceedings of the Nutrition Society.
UHHLQJDIWHUDFXWHJDVWURHQWHULWLVDFRQWUROOHG 1985; 44: 110 A
study". Arch Dis Child 1982; 57: 76-8. ,QIRUPDFLyQ 9DGHPHFXP 1XWULFLD
)MHOG&56FKRHOOHU'$%URZQ.+%RG\ Bagó.
FRPSRVLWLRQRI FKLOGUHQUHFRYHULQJIURPVH- /RUHQ]R-*XLGRQL0'LD]0\FROVNutrición
YHUHSURWHLQHQHUJ\PDOQXWULWLRQDWWZRUDWHV Pediátrica. Corpus, Rosario, 2004.
RI FDWKXSJURZWKAm J Clin Nutr 1989; 50: 1HOVRQ - 0R[QHVV . -HQVHQ 0 *DVWLQHDX
1266-75. C. "Retraso del desarrollo". En: Dietética y
*UHHQH +/ 0F&DEH '5 0HUHQVWHLQ *% Nutrición. Manual de la Clínica Mayo. Parte III:
"Protracted diarrhea and malnutrition in in- Nutrición normal y dietas terapéuticas para
IDQF\FKDQJHVLQLQWHVWLQDOPRUSKRORJ\DQG niños. Madrid, Harcourt Brace. 1997.
\ 127 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
2
'RQQHOO$07UDWDPLHQWRQXWULFLRQDOGHO community based supplementation trials". J
niño desnutrido". Boletín Cesni Vol 2. Abril Nutr 2003; 133: 40105-205.
1989. 7RUUHVDQL 0( &XLGDGR QXWULFLRQDO HQ OD
2
'RQQHOO$0'HVQXWULFLyQLQIDQWLO(Q desnutrición primaria". En: Cuidado nutricional
Nutrición Infantil. Buenos Aires, Celcius, 1986; pediátrico. 1ª ed. Buenos Aires, Eudeba, marzo
619-677. 2001; 249-263.
'LHWDU\5HIHUHQFH,QWDNHVIRU(QHUJ\&DUER- 7RUXQ%)&KHZ3UDFWLFDODSSURDFKHVWRZDUG
hydrate, Fiber, Fat, Fatty acids, Cholesterol, GLHWDU\ PDQDJHPHQW RI DFXWH GLDUUKHD LQ
Protein, and Amino acids. Food and Nutrition GHYHORSLQJFRPPXQLWLHV&LWDGRHQ:DWHUORZ
Board,QVWLWXWHRI 0HGLFLQHRI WKH1DWLRQDO -& 3XEOLFDFLyQ FLHQWtÀFD Nª 555. Organización
Academies Press. Washington, D.C, 2005. Panamericana de la Salud, 1996; 373.
2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHOD6DOXGTratamiento :DONHU 63 3RZHOO &$ *UDQWKDP 60
de la malnutrición grave: manual para médicos y otros "Dietary intakes and activity levels on stunted
profesionales sanitarios superiores. Ginebra, 1999. DQG QRQ²VWXQWHG FKLOGUHQ LQ -DPDLFD
3D\QH356DIHSURWHLQFDORULHUDWLRVLQGLHWV European Journal of Clinical Nutrition 1990; 44:
7KHUHODWLYHLPSRUWDQFHRI SURWHLQDQGHQHUJ\ 527-34.
LQWDNHDVFDXVDOIDFWRUVLQPDOQXWULWLRQAm :DONHU630+*ROGHQ*URZWKLQOHQJWKRI
Jour of Clin Nut 1975; 28: 281-6. FKLOGUHQUHFRYHULQJIURPVHYHUHPDOQXWULWLRQ
3LD]]D 1 Desnutrición primaria. PRONAP: European Journal of Clinical Nutrition 1988; 42:
Publicación de la Sociedad Argentina de 395-404.
Pediatría, 2005; 2: 9-47. 5HSRUWRI D-RLQW)$2:+2818([SHUW
5LYHUD-$+RW]&*RQ]iOH]&RVVLR7\FROV Consultation. FAO Food and Nutrition Tech-
7KH HIIHFW RI PLFURQXWULHQWV GHÀFLHQFLHV nical Report Series Nº 1. Rome: Food and
RQ FKLOG JURZWK $ UHYLHZ RI UHVXOWV IURP Agriculture Organization, 2004.
/ 128 /
Síndrome de
realimentación 16
16
Eduardo A. Roggiero
/ 130 /
Capítulo 16 – Síndrome de realimentación
\ 131 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Problema Tratamiento
'HÀFLHQFLDHOHFWUROtWLFD Reposición de agua y sales
Falla de bomba y sobrecarga de volumen 'LXUpWLFRVLQRWUySLFRVWLDPLQDPDJQHVLR\IyVIRUR
6LJQRVGHHQFHIDORSDWtD Tiamina y magnesio
$QHPLD\GLVIXQFLyQOHXFRFLWDULD )yVIRUR
,QVXÀFLHQFLDYHQWLODWRULD )yVIRUR
Hiperglucemia 'LVPLQXLUODFRQFHQWUDFLyQGHD]~FDUHVGHODIyUPXOD
o aportarlos más lentamente
Cuadro 16.3: Tratamiento de los síntomas del SRA
/ 132 /
Capítulo 16 – Síndrome de realimentación
*DUQHWW (6 %DUQDUG '/ )RUG - *URVV by hypophosphatemia". Ann Intern Med. 1971;
IUDJPHQWDWLRQRI FDUGLDFP\RÀEULOVDIWHUWKH- 74: 562-8.
UDSHXWLFVWDUYDWLRQIRUREHVLW\Lancet. 1969; 1HZPDQ -+ 1HII 7$ =LSRUVLQ 3 $FXWH
1: 914-6. UHVSLUDWRU\IDLOXUHDVVRFLDWHGZLWKK\SRSKRV-
+HUQDQGH] $URQGR *DOOR &KLFR % /XQD phatemia". N Engl J Med. 1977; 296: 1101-3.
Cruz M et al. "Malnutrition on total peren- 2·&RQQRU /5 :KHHOHU :6 %HWKXQH -(
teral nutrition: A cohort study to determine (IIHFW RI K\SRKRVSKDWHPLD RQ P\RFDUGLDO
WKH LQFLGHQFH RI UHIHUHHLQJ V\QGURPH Rev SHUIRUPDQFHN Engl J Med. 1977;297:901-3.
Gastroenterol Mex. 1997; 62:260-5. 5HXOHU-%*LUDUG'(&RRQH\7*:HUQLFNH·V
-DFRE+67$PVGHQ$FXWHKHPRO\WLFDQH- encephalopathy". N Engl J Med. 1985; 312:
PLDZLWKULJLGFHOOVLQK\SRSKRVSKDWHPLDN 1035-9.
Engl J Med. 1971; 285: 1446-50. 6WHSKHQ(33DUDJDV3DUHVWKHVLDVZHDNQHVV
.QRFKHO -3 %DUFHQDV & &RWWRQ -U +\SR- seizures, and hypophosphatemia in patients
phosphatemia and rhabdomyolisis". J Clin receiving hyperalimentation". Gastroenterology.
Invest. 1978; 62: 1240-6. 1972; 62: 513-20.
.RUHW]5/1XWULWLRQDOVXSSOHPHQWDWLRQLQ :KDUWRQ %$ +RZHOOV *5 0F&DQFH 5$
the ICU". Am J Respir Crit Care Med. 1995; 151: &DUGLDFIDLOXUHLQkwashiorkor". Lancet. 1967;
570-3. 2: 384-7.
/LFKWPDQ0$0LOOHU'5&RKHQ-5HGXFHG :HLQVLHU 5/ &/ .UXQGLHFN 'HDWK IURP
red cell glycoysis, 2,3-diphosphoglycerate and overzealous total parenteral nutrition: the
adenosine triphosphate contentration, and UHIHHGLQJV\QGURPHUHYLVLWHGAm J clin Nutr.
LQFUHDVHGKHPRJORELQR[\JHQDIÀQLW\FDXVHG 1981; 34: 393-9.
\ 133 \
Valoración del alta y
prescripción de dietas
para el hogar 17
17
Mónica A. Di Sanzo
Eduardo A. Roggiero
,QJLHUDQXQDFDQWLGDG\FDOLGDGGHDOLPHQWR $VXPLQLVWUDUXQDFDQWLGDGVXÀFLHQWHGHDOL-
acorde a sus necesidades nutricionales. mentos de alta densidad calórica
+D\DQUHVWDEOHFLGRHOYtQFXORDIHFWLYRFRQOD $ SUHYHQLU ODV GHÀFLHQFLDV GH YLWDPLQDV \
madre. PLQHUDOHV PHGLDQWH HO FRQVXPR GH IUXWDV
6HHQFXHQWUHQOLEUHVGHLQIHFFLyQ vegetales y soluciones medicamentosas
+D\DQVLGRWUDWDGRVRVHHQFXHQWUHQHQWUDWD- /DVWpFQLFDVGHSUHSDUDFLyQ\FRQVHUYDFLyQGH
PLHQWRGHRWUDVHQIHUPHGDGHVDVRFLDGDVFRPR los alimentos para evitar las posibles contami-
anemia, diarrea, parasitosis, etcétera. naciones
+D\DQUHFLELGRODVYDFXQDVFRUUHVSRQGLHQWHV /DPDQHUDGHWUDWDU\REXVFDUWUDWDPLHQWR
SDUDODGLDUUHD\RWUDVLQIHFFLRQHVIUHFXHQWHV
$VLPLVPRVHGHEHYHULÀFDUTXHODPDGUH /DLPSRUWDQFLDGHXQWUDWDPLHQWRUHJXODUGH
6HDFDSD]\GHVHHFXLGDUDOQLxR las parasitosis intestinales
6HSDFyPRSUHSDUDUODVFRPLGDVDGHFXDGDV\
alimentarlo.
6HSDFyPRKDFHUMXJXHWHVDGHFXDGRV\WHQJD
17.3 Regímenes de alimentación
voluntad de participar en el juego con él. Antes del alta, la madre, o cuidador del niño debe
6HSD FyPR PDQHMDU HQ VX KRJDU OD GLDUUHD practicar la preparación de las comidas y su técnica
ÀHEUH H LQIHFFLRQHV UHVSLUDWRULDV DJXGDV DVtde administración. Es importante que la madre se
como reconocer los signos de alarma por los sienta capaz, desee realizar las tareas y comprenda
que debe consultar al médico. la importancia de una alimentación adecuada.
Los regímenes mixtos son básicamente simi-
Otro elemento a tener en cuenta en el mo- lares a los recomendados para los niños sanos:
mento de otorgar el alta hospitalaria es el índice deben aportar un mínimo de 110 kcal/k/día y
FUHDWLQLQDWDOODFDStWXOR$GLIHUHQFLDGHORV FDQWLGDGHV VXÀFLHQWHV GH YLWDPLQDV \ PLQHUDOHV
QLYHOHVSODVPiWLFRVGHDOE~PLQDSURWHtQDWUDQV- FRPRSDUDIDYRUHFHUXQFUHFLPLHQWRySWLPR/RV
SRUWDGRUDGHUHWLQROSUHDOE~PLQD\WUDQVIHUULQD alimentos sólidos deben incluir carne, huevos,
TXHUHÁHMDQODLQJHVWDSURWHLFDHVWHtQGLFHH[SUHVD SHVFDGR IUXWDV FHUHDOHV KRUWDOL]DV YHUGXUDV \
la recuperación de la masa magra. Se considera legumbres bien cocidas y enriquecidas con aceite
que un índice creatinina/talla igual o mayor a 0,95 a razón de 5 a 10 ml por cada 100 g. Conviene
asociado a una relación peso/talla del 90% es un RIUHFHUDOLPHQWRVDGLFLRQDOHVRFRODFLRQHVHQWUH
criterio razonable para diagnosticar la recupera- las comidas principales y, en este sentido, la leche
ción nutricional y decidir el egreso del hospital. de vaca es un alimento accesible, bien tolerado y
IXHQWHLPSRUWDQWHGHSURWHtQDV\HQHUJtD6LHPSUH
que sea posible, en los niños menores de un año
17.2 Instrucciones a los padres para se indicará leche humana para lo que se debe esti-
prevenir las recaídas de la malnutrición mular la lactancia natural durante la internación.
Tan importante como recuperar a un niño desnu-
trido es evitar que se vuelva a desnutrir después de 17.3.1 Cantidades diarias de alimentos
una internación. Para esto se debe estimular a la sugeridas para cada edad
PDGUHGXUDQWHODHVWDGtDKRVSLWDODULDUHIRU]DQGR En las Tablas 17.1 y 17.2 se sugieren las cantida-
HOYtQFXORDIHFWLYRFRQVXKLMR&XDQGRODPDGUH des diarias de alimentos para niños de primera y
recibe una educación adecuada en la institución, VHJXQGDLQIDQFLD
el porcentaje de recaídas es bajo.
Previo el alta hospitalaria, se debe asegurar 17.3.2 Alimentos según grupos
que los padres o cuidadores conozcan las causas Respecto de los alimentos que se incorporan en
de la desnutrición y sepan prevenir las recaídas. una dieta mixta, se deben tener en cuenta algunas
Para ello se les debe enseñar: consideraciones:
/ 136 /
Capítulo 17 – Valoración del alta y prescripción de dietas para el hogar
\ 137 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 138 /
Capítulo 17 – Valoración del alta y prescripción de dietas para el hogar
Bibliografía 2
'RQQHOO$0'HVQXWULFLyQLQIDQWLO(Q
Nutrición Infantil. Buenos Aires: Celsius, 1986;
&DUPXHJD(/DFDOLGDGGHODGLHWDGHORV 619-77.
dos primeros años de vida. Hoy y Mañana". 2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHOD6DOXGTratamiento
Salud y Calidad de Vida de la Niñez Argentina. de la malnutrición grave: manual para médicos y otros
CESNI. 1999. profesionales sanitarios superiores. Ginebra 1999.
'LUHFFLyQGH6DOXG0DWHUQR,QIDQWLOManual 3LD]]D1'HVQXWULFLyQSULPDULD3521$3
Metodológico de Capacitación del Equipo de Salud Publicación de la Sociedad Argentina de
en Crecimiento y Nutrición de Madres y Niños. Pediatría. 2005; 2: 9-47.
5HS~EOLFD$UJHQWLQD 7RUUHVDQL 0( &XLGDGR QXWULFLRQDO HQ OD
2
'RQQHOO $0 7UDWDPLHQWR QXWULFLRQDO desnutrición primaria". En: Cuidado nutricional
del niño desnutrido". Boletín Cesni Volumen pediátrico. 1ª ed. Buenos Aires: Eudeba, 2001;
2. Abril 1989; 3-7. 249-63.
\ 139 \
Vías de renutrición 18
18
Mónica A. Di Sanzo
Eduardo A. Roggiero
Alimentación oral
Nutrición por sonda ,QWXEDFLyQQRTXLU~UJLFD SPP Sonda nasogástrica
STP Sonda nasoduodenal
Sonda nasoyeyunal
,QWXEDFLyQTXLU~UJLFD Gastronomía
Yeyunostomía
SPP: Sonda pre-pilórica; STP: Sonda transpilórica
Cuadro 18.1: Tipos de nutrición enteral
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 142 /
Capítulo 18 – Vías de renutrición
\ 143 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
de tal manera que el tiempo de colgado junto al por gavage se puede hacer en los intervalos entre
HQIHUPRQRVXSHUHODVFXDWURKRUDV las comidas, horas de siesta y sueño nocturno.
El volumen que se debe administrar en cada No es recomendable utilizar este método en las
toma depende de la edad, peso corporal, os- alimentaciones post-pilóricas.
PRODULGDGGHODIyUPXOD\WLSRGHDOLPHQWDFLyQ Infusión continua: Esta técnica continua utiliza
(gástrica, duodenal o yeyunal) ya que el estómago ERPEDVGHLQIXVLyQDWUDYpVGHODVTXHVHDGPLQLV-
tiene capacidad para dilatarse y recibir un volumen WUDQOHQWDSHURFRQWLQXDPHQWHYRO~PHQHVPD\RUHV
líquido de hasta 30 ml/k, no así otros sectores del GHIyUPXODHQHOHVWyPDJRGXRGHQRR\H\XQR/D
WXER GLJHVWLYR TXH UHTXLHUHQ XQD LQIXVLyQ PiV LQIXVLyQFRQWLQXDHVWiLQGLFDGDHQDTXHOORVFDVRVHQ
continua y de menor volumen. GRQGHODLQJHVWDDOLPHQWDULDHVPX\GHÀFLHQWH\HV
/D SUHVHQFLD GH OD IyUPXOD HQ HO HVWyPDJR necesario que la mayor parte del valor calórico sea
origina una sensación de plenitud postprandial que SURYLVWRSRUXQDIyUPXOD(OXVRGHODVERPEDVGH
SXHGHLQWHUIHULUODDOLPHQWDFLyQRUDOHQODVKRUDV LQIXVLyQGLVPLQX\HHOULHVJRGHFRPSOLFDFLRQHVFRPR
TXHVLJXHQDODLQIXVLyQ(VWRQRRFXUUHFRQOD cólicos, diarrea, vómitos y broncoaspiración.
alimentación transpilórica en donde el estómago Gastroclisis nocturna:(VWDIRUPDGHDGPLQLVWUDU
se mantiene relajado. el alimento es una combinación de las dos técnicas
En el Cuadro 18.2 se resumen algunas carac- DQWHULRUHV\DTXHODVIyUPXODVVHLQIXQGHQSRUJR-
WHUtVWLFDVGHODVIyUPXODVSUH\SRVWSLOyULFDV teo lento en el estómago aprovechando las horas
de sueño nocturno. La gastroclisis está indicada
f. Formas de administración HQ SDFLHQWHV OHYH R PRGHUDGDPHQWH HQIHUPRV
/DVIyUPXODVHQWHUDOHVVHSXHGHQDGPLQLVWUDUSRU que presentan una aceptable ingesta alimentaria
JDYDJHJDVWURFOLVLVQRFWXUQDRLQIXVLyQFRQWLQXD durante el día, pero que no alcanza para cubrir
toda la meta nutricional.
Gavage: (V XQD IRUPD GH DGPLQLVWUDU HO DOL-
mento de manera intermitente, en donde un 18.1.3 Insumos para la alimentación por sondas
determinado volumen de alimento se administra Fórmulas enterales: son aquellos productos
en el estómago con jeringa o por goteo, de una FRQVWLWXLGRVSRUXQDPH]FODGHÀQLGDGHPDFUR
PDQHUDUHODWLYDPHQWHUiSLGD(VWDIRUPDGHDOL- y micronutrientes que se administran por vía
mentación está indicada en los pacientes que no digestiva. Con carácter general se entiende que
SUHVHQWDQYyPLWRV\TXHWLHQHQXQDEXHQDIXQFLyQ VHWUDWDGHIyUPXODVQXWULFLRQDOPHQWHFRPSOH-
intestinal, siendo de elección en aquellos casos en tas, por lo que resulta habitual utilizarlas como
donde se consumen alimentos por vía oral pero ~QLFDIXHQWHQXWULFLRQDO
pVWRVQRVRQVXÀFLHQWHVSDUDFXEULUODVQHFHVLGDGHV Fórmula nutricionalmente completa: es aquella que
FDOyULFRSURWHLFDV/DDGPLQLVWUDFLyQGHIyUPXODV FRQWLHQHODFDQWLGDGVXÀFLHQWHGHWRGRV\FDGD
Alimentación
Pre-pilórica Post-pilórica
,QWHUIHUHQFLDFRQODDOLPHQWDFLyQ Sí No
oral
Temperatura 6&DPELHQWH6$UHIULJHUDGD 6&DPELHQWH6$UHIULJHUDGD
Osmolaridad DP2VPO DP2VPO
5LWPRGHLQIXVLyQ Gavage o continua Flujo continuo
1HFHVLGDGGHERPEDGHLQIXVLyQ 3UHIHUHQWH Obligatorio
Esterilidad 3UHIHUHQWH Obligatoria
5LHVJRGHLQIHFFLyQ Menor Mayor
&RPSOHMLGDGGHODIyUPXOD Polimérica Oligomérica o monomérica
Elaboración Artesanal o Comercial Artesanal o Comercial
Costo Menor Mayor
&RPSOLFDFLRQHVPiVIUHFXHQWHV Vómitos, distensión abdominal Dumping, contaminación,
diarrea osmótica
SC: sistema cerrado; SA: sistema abierto
Cuadro 18.2: Características de las fórmulas enterales
/ 144 /
Capítulo 18 – Vías de renutrición
\ 145 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 146 /
Capítulo 18 – Vías de renutrición
Bibliografía 2
'RQQHOO$0'HVQXWULFLyQLQIDQWLO(Q
Nutrición Infantil 2
'RQQHOO $0 %XHQRV
1RUPDVGHEXHQDSUiFWLFDSDUDODSUHSDUDFLyQ Aires: Celsius, 1986; 619-77.
y administración de terapia nutricional enteral. 2UHQVWHLQ 65 (QWHUDO YHUVXV SDUHQWHUDO
Normas AANEP, 2005. WKHUDS\ IRU SURWDFWHG GLDUUKRHD RI LQIDQF\
%DVWRZ0'&RPSOLFDWLRQVRI HQWHUDOQXWUL- A prospective randomised trial". Journal of
tion". Gut. 1986; 27: 51-5. Pediatrics. 1986; 109:277-86.
*DEU00DUDJKL60RUVL60DQDJHPHQW 2UJDQL]DFLyQ0XQGLDOGHOD6DOXGTratamiento
RI ODFWRVH LQWROHUDQFH VHFRQGDU\ WR SURWHLQ de la malnutrición grave: manual para médicos y otros
FDORULHPDOQXWULWLRQZLWKVR\EDVHGODFWRVHIUHH profesionales sanitarios superiores. Ginebra 1999.
IRUPXODNutr Rep Int 1983; 27:51-58. Citado 3D\QH356DIHSURWHLQFDORULHUDWLRVLQGLHWV
en Ballabriga A., Carrascosa A.: Nutrición en la 7KHUHODWLYHLPSRUWDQFHRI SURWHLQDQGHQHUJ\
Infancia y Adolescencia. Madrid: Ed. Ergón. 1998; LQWDNHDVFDXVDOIDFWRUVLQPDOQXWULWLRQAm
579-82. Jour of Clin Nut. 1975; 28: 281-6.
*UHHQH +/ 0F&DEH '5 0HUHQVWHLQ *% 3RQVN\-/*DXGHUHU0:6WHOODWR7$3HU-
"Protracted diarrhea and malnutrition in in- cutanoeus approaches to enteral nutrition".
IDQF\FKDQJHVLQLQWHVWLQDOPRUSKRORJ\DQG Am J of Surgery. 1985; 149: 102-5.
GLVDFFKDULGDVHDFWLYLWLHVGXULQJWUHDWPHQWZLWK 5RV / 0HPEUDGR - 8EDOGH ( )yUPXODV
total intravenous nutrition or oral elemental especiales en la alimentación del niño". En:
diets". Journal of Pediatrics. 1975; 87:695-701. Bueno Lozano M, Sarría A, Pérez González
*XLGOLQHVIRUWKHXVHRI SDUHQWHUDODQGHQWHUDO -0Nutrición en pediatría. Madrid: Ergón. 2003.
nutrition in adult and pediatric patients. JPEN. 169-81.
2002; (26):130-8. 6FKRU,*UHQDGD/$OLPHQWDFLyQHQWHUDO
.DJDZD%XVE\+HLWNHPSHU0+DQVHQ%et al. En: Montemerlo H, Menéndez AM, Slobo-
(IIHFWVRII GLHWWHPSHUDWXUHRQWROHUDQFHRI dianik NH: Nutrición enteral y parenteral. Buenos
HQWHUDOIHHGLQJVNurs. Res. 1980; 29: 276-80. Aires. Abbott Laboratories 1999; 125-36.
.LUE\')'HOHJJH0+)OHPLQJ&5$PHUL- 7RUUHVDQL 0( &XLGDGR QXWULFLRQDO HQ OD
can Gastroenterological Association technical desnutrición primaria". En: Cuidado nutricional
UHYLHZRQWXEHIHHGLQJIRUHQWHUDOQXWULWLRQ pediátrico. 2ª ed. Torresani ME y col. Buenos
Gastroenterology. 1995; 104 (8): 1282-301. Aires: Eudeba, abril de 2006; 349-64.
,VHO\0%)yUPXODVLQIDQWLOHV(Q/RUHQ]R- 7UXMLOOR(%5RELQVRQ0.-DFREV'21X-
Guidoni ME, Díaz M y cols. Nutrición Pediátrica. tritional assessment in the critically ill". Crit
Rosario: Corpus. 1ª edic. 2004; 99-106. Care Nurse. 1999; 19 (1):67-78.
2
'RQQHOO$07UDWDPLHQWRQXWULFLRQDOGHO
niño desnutrido". Boletín Cesni Volumen 2.
Abril 1989.
\ 147 \
Desnutrición oculta
en la infancia 19
19
Silvana A. López Martínez
(Q OD $UJHQWLQD HQ ORV ~OWLPRV DxRV VH KDQ indicadores alimentarios (encuestas alimentarias)
SURGXFLGR FDPELRV HQ HO SHUÀO QXWULFLRQDO GH ORVTXHSHUPLWHQGHWHUPLQDULQJHVWDVGHÀFLHQWHV
VXSREODFLyQLQIDQWLOREVHUYiQGRVHXQDHOHYDGD sin embargo, el diagnóstico certero requiere de
prevalencia de baja talla, sobrepeso, obesidad y LQGLFDGRUHVELRTXtPLFRVHVSHFtÀFRVSDUDFDGD
FDUHQFLDVQXWULFLRQDOHVHVSHFtÀFDVHQQLxRVDSD- QXWULHQWHKHFKRTXHGLÀFXOWDODUHDOL]DFLyQGH
rentemente sanos. Probablemente esta situación estudios poblacionales.
sea debida a la creciente incorporación en la dieta
KDELWXDOGHDOLPHQWRVULFRVHQJUDVDV\D]~FDUHVTXH
19.1.1 Deficiencia de micronutrientes
hace que se cubran las necesidades de energía y de /DGHÀFLHQFLDGHPLFURQXWULHQWHVHYROXFLRQDHQ
proteínas, pero no así las de vitaminas y minerales.tres etapas: la primera corresponde a la disminu-
Estos cambios en los hábitos alimentarios de la ción de los depósitos corporales, la segunda com-
población han determinado un mayor riesgo de prende las alteraciones metabólicas sin síntomas y
carencias nutricionales, hecho conocido como ODWHUFHUDDODHQIHUPHGDGFDUHQFLDOSURSLDPHQWH
desnutrición oculta. dicha (capítulo 6). De esta manera, puede enten-
A pesar de no provocar el impacto social de derse que la aparición de síntomas expresa de
las desnutriciones aguda y crónica, este tipo de XQD PDQHUD WDUGtD GHÀFLHQFLDV QXWULFLRQDOHV GH
GHVQXWULFLyQHVPX\IUHFXHQWHHQOD$UJHQWLQD mayor tiempo de evolución. En este momento,
y América Latina. Debido a su universalidad ODGHÀFLHQFLDGHMDGHVHUoculta y es por eso que
JHRJUiÀFD\GHHVWUDWRVVRFLDOHVUHSUHVHQWDXQ ORVLQGLFDGRUHVFOtQLFRVQRUHVXOWDQ~WLOHVSDUDOD
problema sanitario importante que requiere una detección temprana de este tipo de desnutrición.
instrumentación adecuada para su diagnóstico y %DViQGRVHHQHVWRVHLQÀHUHTXHODSUHYD-
un abordaje médico apropiado. lencia de desnutrición oculta es elevada, sobre
todo en algunos grupos etáreos en quienes, por
19.1 Concepto de desnutrición oculta su condición biológica, necesidades y hábitos
alimentarios existe una gran vulnerabilidad,
/DGHVQXWULFLyQRFXOWDHVGHÀQLGDSRUOD206 FRPR VRQ ORV QLxRV GH SULPHUD LQIDQFLD \ ORV
y la UNICEF como el conjunto de carencias de adolescentes. Estos pacientes son vulnerables en
micronutrientes que no comprometen mayormente el virtud de: a) el momento biológico de crecimiento
peso ni la talla. ItVLFRHLQWHOHFWXDOEORVHOHYDGRVUHTXHULPLHQWRV
$GLIHUHQFLDGHODVGHVQXWULFLRQHVDJXGD\ nutricionales con respecto a los adultos y c) los
crónica que se diagnostican de una manera relati- hábitos alimentarios inadecuados, con ingestas
vamente sencilla por medio de la antropometría, GHÀFLHQWHV GH PLFURQXWULHQWHV \ H[FHVLYDV HQ
ODGHVQXWULFLyQRFXOWDSXHGHLQIHULUVHDWUDYpVGH calorías vacías.
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
19.2.1 Deficiencias nutricionales más prevalentes En 1991, otro estudio realizado en la ciudad
/DV GHILFLHQFLDV QXWULFLRQDOHV PiV IUHFXHQWHV de Azul, provincia de Buenos Aires, que evaluó al
comprobadas en la Argentina son las de hierro, 80% de la población entre 6 y 18 años por medio
/ 150 /
&DStWXOR²'HVQXWULFLyQRFXOWDHQODLQIDQFLD
GHHQFXHVWDVGLHWpWLFDVPRVWUyXQDLQJHVWDGHÀ- HOSODVPDODFDOFHPLDQRHVXQEXHQUHÁHMRGHVX
citaria del 30 al 60% con respecto a las RDA de estado en el organismo. Por esta razón, su estudio
YLWDPLQDV$&iFLGRIyOLFR\FDOFLR UHTXLHUHGHWpFQLFDVPiVHVSHFtÀFDV\FRPSOHMDV
Estos trabajos demuestran que la prevalencia de FRPRUDGLRJUDItDVGHQVLWRPHWUtDyVHDUHVRQDQFLD
GHÀFLHQFLDVHVSHFtÀFDVHQOD$UJHQWLQDHVHOHYDGD PDJQpWLFDQXFOHDUWRPRJUDItDFRPSXWDGDHOHF-
sobre todo para algunos nutrientes, lo que consti- WURFDUGLRJUDPDVHWFTXHGLÀFXOWDQORVHVWXGLRV
tuye un problema sanitario importante a resolver. poblacionales.
\ 151 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 152 /
&DStWXOR²'HVQXWULFLyQRFXOWDHQODLQIDQFLD
\ 153 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 154 /
Anemias nutricionales 20
20
Alejandra Guzmán
Eduardo A. Roggiero
Silvana A. López Martínez
La anemia nutricional es aquella en la que se SURGXFLGDV SRU ODV GHÀFLHQFLDV GLHWpWLFDV GH
FXPSOHQGRVKHFKRVEiVLFRVODGHÀFLHQFLD hierro y iFLGRIyOLFR
GH XQ IDFWRU QXWULFLRQDO HVSHFtÀFR RFDVLRQD
ODDQHPLD\ODDGPLQLVWUDFLyQGHHVHIDFWRU
nutricional la corrige totalmente. Responden a
20.1 Anemia por deficiencia
HVWDGHÀQLFLyQODVSURGXFLGDVSRUODVGHÀFLHQFLDV
dietética de hierro
GLHWpWLFDVGHKLHUURiFLGRIyOLFRFREUH\YLWDPL- eVWDHVXQDGHODVHQIHUPHGDGHVPiVGLDJQRVWLFDGDV
na B12. Es discutido si la anemia del recién nacido en la práctica diaria y constituye la principal causa de
SUHWpUPLQRSRUGHÀFLHQFLDGHYLWDPLQD(SXHGH anemia en todas las edades. Los niños con mayor
ser incluida dentro de este grupo. riesgo de padecerla son aquellos que se encuentran
La importancia de las anemias nutricionales cursando períodos de crecimiento acelerado como,
UDGLFDHQVXHOHYDGDIUHFXHQFLDHQODSREODFLyQ SRUHMHPSORODFWDQWHVQLxRVGHSULPHUDLQIDQFLD
(incluso la que se encuentra bajo control directo adolescentes y pacientes desnutridos en período
del pediatra) independientemente de su sexo, de recuperación. La máxima incidencia se produce
edad, estado de nutrición o nivel social y en el entre los seis meses y dos años, con un pico en el
KHFKRGHTXHFRPRWRGDHQIHUPHGDGFDUHQFLDO segundo semestre de vida.
HVXQDH[SUHVLyQWDUGtDGHGHÀFLHQFLDVQXWULFLR- Se estima que en el Gran Buenos Aires, el 47%
nales de mayor tiempo de evolución. de los niños de 9 a 24 meses padece anemia y el
Los síntomas de las anemias son consecuen- 60% GHÀFLHQFLDGHKLHUUR(VSUREDEOHTXHHVWR
cia, en su mayor parte, de la hipoxemia y de los se deba a un patrón de lactancia exclusiva de corta
mecanismos de adaptación que desencadenan. duración y a un bajo contenido de hierro en la dieta
Ocasionalmente, los síntomas pueden superpo- GHHVWRVQLxRV'HKHFKRHQHVWD]RQDJHRJUiÀFD
QHUVH D ORV GH DOJXQD HQIHUPHGDG VXE\DFHQWH el contenido promedio de hierro en la dieta de los
o a una carencia nutricional simultánea, lo que lactantes es de 4,5 mg/1000 kcal contra 7 mg/1000
SXHGHLQWHUIHULUFRQHOGLDJQyVWLFR\UHWUDVDUVX kcal que tienen en Estados Unidos. Se estima que
tratamiento. Se atribuyen al síndrome anémico ODIRUWLÀFDFLyQGHODOHFKH\KDULQDV²DOLPHQWRVGH
alteraciones en el desarrollo psicomotor, retar- mayor consumo en este grupo etáreo– aumentaría
GR GHO FUHFLPLHQWR ItVLFR PHQRU UHQGLPLHQWR notablemente la ingesta de este mineral disminu-
escolar, disminución de la capacidad motora \HQGRHOULHVJRGHGHÀFLHQFLD
\DXPHQWRGHODVXVFHSWLELOLGDGDLQIHFFLRQHV
entre otros. 20.1.1 Definición
Por su mayor prevalencia e importancia 6HGHÀQHFRPRDQHPLDSRUGHÀFLHQFLDGLHWpWLFD
clínica, en este capítulo sólo se describirán las de hierro al descenso de la concentración de
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 156 /
Capítulo 20 – Anemias nutricionales
\ 157 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 158 /
Capítulo 20 – Anemias nutricionales
↓ de la absorción de Fe
Alteración de la
Fiebre Ferropenia
inmunidad celular
\ 159 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
Edad en años
Indicador 1-2 3-5 6-11 12-15 12-15
Varones Mujeres
6DWXUDFLyQ7UDQVIHUULQD 9 13 14 14 14
Ferrina Sérica (mcg/l) 10 10 12 12 12
3URWRSRUÀULQD(ULWURFLWDULDPFJGO 70 70 70 70 70
Hemoglobina (g/dl) 12 12,3 13 14,1 13,3
/tPLWHLQIHULRUGHKHPRJORELQDJGO 10,7 10,9 11,5 12 11,5
Tabla 20.5: Valores normales de los indicadores de ferropenia según edades
Su valor normal depende de la edad (Tabla 20.6) ción permite desarrollar mecanismos de adapta-
y su disminución hace diagnóstico de microci- FLyQTXHSURWHJHQDORUJDQLVPRGHOIDOORFDUGLR
WRVLVFDUDFWHUtVWLFDGHODDQHPLDIHUURSpQLFD circulatorio incluso en etapas muy avanzadas de
Hemoglobina Corpuscular Media (HCM): Expresa ODHQIHUPHGDG,QLFLDOPHQWHORVVLJQRV\VtQWRPDV
el contenido de hemoglobina de cada eritroci- VRQSRFRHVSHFtÀFRV\SXHGHQVXSHUSRQHUVHDORV
to y se calcula relacionando la concentración GH RWUDV GHÀFLHQFLDV QXWULFLRQDOHV TXH RFXUUDQ
GHKHPRJORELQDFRQHOQ~PHURGHKHPDWtHV en el mismo momento. Los pacientes suelen pre-
(QODGHÀFLHQFLDGHKLHUUR\DQHPLDIHUURSp- VHQWDUFDQVDQFLRIDWLJDPXVFXODU\DQRUH[LD\HQ
QLFD VXV YDORUHV VXIUHQ FDPELRV VHPHMDQWHV etapas avanzadas, disnea, taquicardia, soplos car-
al VCM. Los valores normales para la edad GtDFRV PDQLIHVWDFLRQHV FXWiQHRPXFRVDV FRPR
pediátrica oscilan entre 24 y 33 μg. palidez de las conjuntivas, lóbulo de la oreja, lecho
Concentración de hemoglobina corpuscular media VXEXQJXHDO\SDOPDGHODPDQRGHIRUPLGDGHVGH
(CHCM): Este indicador surge de relacionar las uñas en cuchara (coiloniquia) y alteraciones
la concentración de hemoglobina eritrocitaria en el desarrollo intelectual, rendimiento escolar,
con el hematocrito. Expresa de mejor manera DFWLYLGDGItVLFDHLQPXQLGDGFHOXODU
OD KLSRFURPtD \D TXH SXHGH DOWHUDUVH D~Q 2WUDV DOWHUDFLRQHV IUHFXHQWHV VRQ ORV FDP-
cuando el VCM y HCM todavía se encuentren bios en la conducta y comportamiento, a veces
dentro de los límites normales. (Tabla 8) irreversibles si la anemia no se trata oportuna-
mente. Dentro de estas alteraciones se destaca
Edad VCM (μ3) CHCM un trastorno particular del apetito denominado
(g/100 mmol) pica, consistente en la ingesta de cuerpos extraños
0 a 1 mes 85 28 FRPRJUDQRVGHFDIpDOPLGyQ]DQDKRULDVWLHUUD
1 a 3 meses 77 26 JHRIDJLD KLHOR SDJRIDJLD SLHGUDV SHTXHxDV
3 a 6 meses 74 25 SLQWXUD R UHYRTXH GH ODV SDUHGHV $ GLIHUHQFLD
6 meses a 2 años 77 23 de otras alteraciones, la pica suele mejorar con la
administración de hierro.
2 a 6 años 79 24
El origen de los síntomas es, en la mayoría
6 a 12 años 80 25 de los casos, el bajo nivel de hemoglobina en la
12 a 18 años 82 25 VDQJUH HO DSRUWH LQVXÀFLHQWH GH R[tJHQR D ORV
Tabla 20.6: Valores normales de VCM y CHCM tejidos y los mecanismos de compensación que
en niños y adolescentes la hipoxia desencadena.
En la desnutrición grave, la IHUURSHQLDHVUH-
Índice de distribución eritrocitaria (IDE): El IDE lativamente bien tolerada porque disminuyen las
LQIRUPDHOUDQJRVREUHHOTXHYDUtDHOWDPDxR reacciones aeróbicas derivadas de la síntesis de
de los eritrocitos, lo que permite detectar PLRJORELQDFUHFLPLHQWR\DFWLYLGDGItVLFDFDSt-
grados sutiles de anisocitosis. Sus valores tulo 9). La baja demanda de oxígeno por parte de
normales van de 11,5 a 14,5% y su aumento los tejidos disminuye el requerimiento de hierro,
HVODPDQLIHVWDFLyQKHPDWROyJLFDPiVSUHFR] SHUPLWLHQGRDORVSDFLHQWHVWROHUDUFLIUDVGHKH-
GHOGpÀFLWGHKLHUUR matocrito y hemoglobina alarmantes por lo bajas.
/RV VtQWRPDV GH GHÀFLHQFLD VH KDFHQ HYLGHQWHV
Síntomas clínicos: durante el período de recuperación nutricional,
Los síntomas de esta clase de anemia son en su en ocasión de reiniciar el crecimiento, síntesis de
PD\RUtDWDUGtRVHLQHVSHFtÀFRV6XOHQWDLQVWDOD- P~VFXOR HVTXHOpWLFR \ DFWLYLGDG ItVLFD (Q HVWD
/ 160 /
Capítulo 20 – Anemias nutricionales
\ 161 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
parto prematuro, toxemia en el embarazo, des- grupos metilos en la síntesis de purinas, tejido
SUHQGLPLHQWRSUHPDWXURGHSODFHQWD\GHIHFWRV hematopoyético y reproducción celular. Participa
en el cierre del tubo neural. HQODVtQWHVLVGHODVEDVHVHVHQFLDOHVSDUDIRUPDU
los ácidos nucleicos y en el metabolismo de ciertos
20.2.1 Definición DPLQRiFLGRVFRPRODVHULQDJOLFLQDIHQLODODQLQD
La GHÀFLHQFLDGHiFLGRIyOLFRSURGXFHXQDDQHPLD tirosina, histidina, homocisteína y metionina.
muy característica, llamada megaloblástica en virtud /DVFRHQ]LPDVGHORVIRODWRVFXPSOHQXQURO
GHODPRUIRORJtD\WDPDxRGHVXVIRUPDVFLUFXODQ- importante en el crecimiento y reproducción ce-
tes: los eritrocitos son grandes, macrocíticos y con lular ya que participan en las reacciones que dan
VCM y HCM elevados. La macrocitosis es debida origen a las purinas y timina, componentes del
a una alteración y enlentecimiento de la síntesis de ADN.
ADN, con una síntesis relativamente normal de (O iFLGR IyOLFR WDPELpQ HV HVHQFLDO SDUD OD
ARN en la médula ósea y otros tejidos de rápido IRUPDFLyQ\PDGXUDFLyQGHHULWURFLWRV\OHXFRFL-
recambio celular. WRVHQODPpGXODyVHD-XQWRFRQODYLWDPLQD%12
interviene en la metilación de la homocisteína en
20.2.2 Metabolismo del ácido fólico PHWLRQLQDSRUHVWDUD]yQVXGHÀFLHQFLDSURGXFH
/DPROpFXODGHOiFLGRIyOLFRiFLGRSWHURLOJXWiPLFR aumento de los niveles de homocisteína en la
HVWiIRUPDGDSRUWUHVXQLGDGHVFDUDFWHUtVWLFDVXQ sangre (hiper-homocisteinemia) que representa
anillo de pteridina, 2) una molécula de ácido para- XQIDFWRUGHULHVJRSDUDODDWHURVFOHURVLV\ODDWH-
amino benzoico y 3) uno o más residuos de ácido rotrombosis.
glutámico unidos por enlaces peptídicos (mono y /DFDUHQFLDGHiFLGRIyOLFRSURGXFHODGHWHQ-
poliglutamatos). El anillo de pteridina puede encon- ción de la hematopoyesis en el estadio megaloblás-
WUDUVHHQIRUPDQRUHGXFLGDSDUFLDOPHQWHUHGXFLGD tico por incapacidad de una maduración normal
iFLGRGHKLGURIyOLFRR$'+)RWRWDOPHQWHUHGX- de los eritroblastos primordiales en ausencia de
FLGDiFLGRWHWUDKLGURIyOLFRR$7+)pVWD~OWLPD un aporte adecuado de ácidos nucleicos.
HVODIRUPDELROyJLFDPHQWHDFWLYD La macrocitosis no es exclusiva de la médula
En la mayor parte de los alimentos, el ácido ósea; puede aparecer en tejidos de rápido recam-
IyOLFR VH HQFXHQWUD HQ HVWDGR GH SROLJOXWDPDWR bio como los epitelios de revestimiento, epitelio
pero, la absorción en el tercio superior del intes- vaginal, tracto urinario y mucosa intestinal. En
WLQRGHOJDGRVHKDFHHQIRUPDGHPRQRJOXWDPDWR pVWD~OWLPDVHSURGXFHQDOWHUDFLRQHVGHJHQHUDWLYDV
/DFRQYHUVLyQGHXQDIRUPDDRWUDHVPHGLDGDSRU FRPR DWURÀD GH SDSLODV JXVWDWLYDV SpUGLGD GHO
una enzima zinc-dependiente en el borde luminal sentido del gusto, coloración rojiza de la lengua,
GHOHQWHURFLWRSRUHVWDUD]yQODGHÀFLHQFLDGHHVWH DWURÀDGHYHOORVLGDGHVLQWHVWLQDOHV\GLDUUHD/DV
mineral puede alterar su absorción. alteraciones de los epitelios revierten con el tra-
El ingreso a la célula intestinal se hace a tra- tamiento.
vés un proceso activo. Ocasionalmente, se puede
KDFHUSRUGLIXVLyQVLPSOHVLODVFRQFHQWUDFLRQHV 20.2.4 Alimentos
en el lumen son elevadas. Se desconoce la canti- /RVIRODWRVVRQVLQWHWL]DGRVVRODPHQWHSRUODVEDF-
dad exacta que se absorbe, pero se asume que en terias y las plantas, por lo que el hombre necesita
condiciones normales la biodisponibilidad de los la dieta para cubrir sus necesidades diarias. Si bien
poliglutamatos es elevada. La absorción disminuye OD PLFURÁRUD LQWHVWLQDO SURGXFH iFLGR IyOLFR OD
GHIRUPDVLJQLÀFDWLYDHQGLDUUHDVFUyQLFDVHQIHU- magnitud de este proceso no es bien conocida.
PHGDGFHOtDFDRDWURÀDGHODPXFRVDLQWHVWLQDOSRU (QORVDOLPHQWRVHOiFLGRIyOLFRVHHQFXHQWUD
desnutrición. GHIRUPDPD\RULWDULDFRPRSROLJOXWDPDWRSHUR
(QODVDQJUHODPD\RUSDUWHGHOiFLGRIyOLFR WDPELpQVHSXHGHHQFRQWUDUHQIRUPDGHIRODWR
circula libre y una menor proporción unida a la libre, mono y diglutamatos, que se absorben di-
DOE~PLQD\RWUDVSURWHtQDVSODVPiWLFDV(QHOLQWH- rectamente.
ULRUGHODVFpOXODVSHULIpULFDVHODQLOORGHSWHULGLQD /DVPHMRUHVIXHQWHVVRQHOKtJDGR\HOULxyQ
se reduce a ATHF, lo que garantiza su permanencia (ahí la mayor parte se encuentra en estado libre) y
HQIRUPDDFWLYDHQHOLQWHULRUGHpVWDV ORVYHJHWDOHVGHKRMDIUHVFRVGHFRORUYHUGHRVFXUR
especialmente la espinaca, brócoli y espárragos,
20.2.3 Funciones QDUDQMDVJHUPHQGHWULJRFHUHDOHVIRUWLÀFDGRV\
El ATHF interviene como coenzima en reaccio- lentejas. El contenido es bajo en las carnes, leche,
QHVELRTXtPLFDVGHWUDQVIHUHQFLD\XWLOL]DFLyQGH KXHYRVWXEpUFXORV\IUXWDVQRFtWULFDV
/ 162 /
Capítulo 20 – Anemias nutricionales
(VGHVWDFDEOHTXHORVIRODWRVVRQIiFLOPHQWH QRVHGHEHKDFHUQLQJ~QDMXVWHSHURVLSURYLHQH
oxidables, hidrosolubles y muy termolábiles. Por GHDOLPHQWRVIRUWLÀFDGRVRGHVXSOHPHQWRVKDEUi
estas razones, los tiempos de cocción prolongados que convertir a μg DFE, caso contrario la ingesta
y/o el uso de grandes cantidades de agua poste- dietética puede ser subestimada.
riormente desechables disminuyen su contenido De este análisis se desprende la importancia de
en los alimentos, lo mismo que el almacenamiento LQFOXLUHQODGLHWDDOLPHQWRVIRUWLÀFDGRVFRQiFLGR
de los vegetales a temperatura ambiente y su pos- IyOLFR6XLQFOXVLyQHVLPSUHVFLQGLEOHSDUDDOFDQ-
terior procesamiento a temperaturas elevadas. zar las nuevas recomendaciones. Se recomienda
IRUWLÀFDUORVDOLPHQWRVGHFRQVXPRPDVLYRFRPR
20.2.5 Ingestas dietéticas de referencia harina y pan, además de los cereales del desayuno
y Unidades DFE \DH[LVWHQWHV(QPXFKRVSDtVHVODIRUWLÀFDFLyQ
3DUDH[SUHVDUODVUHFRPHQGDFLRQHVGHiFLGRIyOLFR está legislada. En la Tabla 20.7 se muestran las
desde e1 año 1998 se utiliza la unidad Dietary Folate LQJHVWDVGLHWpWLFDVGHUHIHUHQFLD
Equivalent')(TXHHTXLYDOHDXJGHIRODWR
aportado naturalmente por los alimentos. Grupo biológico RDA (μg DFE)
Esta nueva unidad se introdujo para evaluar de 0-6 meses 65
una manera más precisa la ingesta dietética ya que, 7-12 meses 80
GHELGRDVXGLIHUHQWHELRGLVSRQLELOLGDG\DEVRUFLyQ 1-3 años 150
QRHVORPLVPRJGHiFLGRIyOLFRGHXQDOLPHQWR 4-8 años 200
QRIRUWLÀFDGRTXHJGHXQDOLPHQWRIRUWLÀFDGR
9-13 años 300
RJGHXQVXSOHPHQWRGHiFLGRIyOLFR
/DELRGLVSRQLELOLGDGGHOIRODWRVLQWpWLFRFRQVX- 14 y más años 400
mido como suplemento, es de alrededor del 100% Embarazo (*) 600
\DTXHVHHQFXHQWUDHQIRUPDGHPRQRJOXWDPDWR
(QYLVWDGHODHYLGHQFLDTXHYLQFXODDODGHÀFLHQFLDGH
HQFDPELRODGHOIRODWRGHORVDOLPHQWRVQRIRUWL- IRODWRFRQGHIHFWRVHQHOFLHUUHGHOWXERQHXUDOGHOIHWRVH
ÀFDGRV\IRUWLÀFDGRVHVGHO\UHVSHFWLYD- UHFRPLHQGDDWRGDVODVPXMHUHVHQHGDGIpUWLOHOFRQVXPR
mente. GHJ')(GHiFLGRIyOLFRVLQWpWLFR
En consecuencia, 1 μg DFE equivale a: Tabla 20.7: Ingestas Dietéticas de Referencia
JGHIRODWRGHDOLPHQWRVQRIRUWLÀFDGRV
JGHIRODWRGHDOLPHQWRVIRUWLÀFDGRV
JGHIRODWRVLQWpWLFRPHGLFLQDO 20.2.6 Diagnóstico de deficiencia
Las encuestas y recordatorios alimentarios permi-
Haciendo la conversión inversa: ten conocer la alimentación que recibe el niño y
JGHiFLGRIyOLFRGHDOLPHQWRVQRIRUWLÀFD- RULHQWDUDFHUFDGHXQDSRVLEOHGHÀFLHQFLD(QHVWH
dos = 1 μg DFE sentido, es necesario orientar la anamnesis en la
J GH iFLGR IyOLFR GH DOLPHQWRV IRUWLÀFD- IUHFXHQFLDGHFRQVXPR\FDQWLGDGGHDOLPHQWRV
dos = 1,7 μg DFE IXHQWHGHiFLGRIyOLFRFRPRKtJDGROHJXPEUHV
JGHiFLGRIyOLFRVLQWpWLFRVXSOHPHQWR YHJHWDOHVIXHQWHMXJRGHQDUDQMD\FHUHDOHVIRU-
2 μg DFE WLÀFDGRV
/DFRQÀUPDFLyQGLDJQyVWLFDVHUHDOL]DDWUDYpV
En consecuencia: de indicadores bioquímicos:
8QDOLPHQWRTXHDSRUWDJGHiFLGRIyOLFR
tiene 100 μg DFE. )RODWRSODVPiWLFR(VWXGLRGHHOHYDGDHVSH-
8QDOLPHQWRIRUWLÀFDGRFRQJGHiFLGR FLÀFLGDG TXH PLGH HO QLYHO VpULFR GH iFLGR
IyOLFRWLHQHJ')( IyOLFR'LVPLQX\HDSUR[LPDGDPHQWHDODVWUHV
JGHIRODWRVLQWpWLFRHTXLYDOHQDJ VHPDQDVGHLQLFLDGDODGHÀFLHQFLD
DFE. )RODWRVHQHULWURFLWRV
ÉFLGR IRUPLQRJOXWiPLFRXULQDULR ),*/8
'HHVWDIRUPDORVUHTXHULPLHQWRV\UHFRPHQ- FRQVREUHFDUJDGHKLVWLGLQD(QODGHÀFLHQFLD
GDFLRQHVGHiFLGRIyOLFRH[SUHVDGDVFRPR')( GH iFLGR IyOLFR VH HOLPLQD SRU OD RULQD XQD
VRUWHDQODVGLIHUHQFLDVHQODDEVRUFLyQTXHH[LVWHQ cantidad anormalmente elevada de FIGLU,
HQODVGLIHUHQWHVIRUPDVGHDSRUWHDOLPHQWDULR6L proveniente del catabolismo normal de la
HOiFLGRIyOLFRSURYLHQHGHDOLPHQWRVVLQIRUWLÀFDU histidina.
\ 163 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
20.2.7 Deficiencia de acido fólico y situación Otro estudio realizado en niños y adolescentes
en el contexto de la desnutrición oculta en la ciudad de Azul, en el año 1991, mostró al
+D\SRFDLQIRUPDFLyQGLVSRQLEOHVREUHODSUH- iFLGRIyOLFRHQWUHORVQXWULHQWHVGHalto riesgo (junto
YDOHQFLDGHGHÀFLHQFLDHLQJHVWDGHiFLGRIyOLFR con vitamina A, D y calcio) por la muy baja rela-
HQODSREODFLyQLQIDQWLOVREUHWRGRHQHVFRODUHV ción ingesta/RDA observada.
y adolescentes. La mayoría de los estudios se Las elevadas necesidades de este grupo etario
centran en mujeres embarazadas y revelan (como KDFHQ TXH VHD GLItFLO LJXDO TXH HQ ODV PXMHUHV
el realizado en Tierra del Fuego por CESNI, embarazadas, alcanzar las recomendaciones sin
HQXQDHOHYDGDSUHYDOHQFLDGHGHÀFLHQFLD ODXWLOL]DFLyQGHDOLPHQWRVIRUWLÀFDGRV(QOD$U-
VHJ~QGRVDMHGHIRODWRVHQSODVPD\EDMD JHQWLQDODIRUWLÀFDFLyQGHDOLPHQWRVGHFRQVXPR
ingesta. masivo está en vías de ser implementada.
Bibliografía 'H$QGUDFD,&DVWLOOR0:DOWHU7'HVDUUR-
llo psicomotor y conducta en lactantes anémi-
%DUURQ %$ +R\HU -' 7HIIHUL $ $ ERQH FRVSRUGHÀFLHQFLDGHKLHUUR(Q2
'RQQHOO
PDUURZUHSRUWRI DEVHQWVWDLQDEOHLURQLVQRW AM, Viteri FE, Carmuega E, eds. Desnutrición
GLDJQRVWLFRI LURQGHÀFLHQF\Ann Hematol. 2FXOWD HQ $PpULFD /DWLQD 'HÀFLHQFLD GH KLHUUR.
2001; 80: 166-9. Buenos Aires: Cesni, 1997.
%HXWOHU$-+RIIEUDQG,URQ'HÀFLHQF\DQG 'XFH 1 )UDQFKHOOD - /HQWLQL 1 3UR\HFWR
Overload". E. Hematology 2003. ND". Dossier General, Laboratorios Roche.
%UXJQDUD&=XUDNRZVN\''L&DQ]LR-%R\G 1998.
T, Platt O. "Reticulocyte hemoglobin content )RUUHOODW%DUULRV0*DXWLHUGX'HIDL[*yPH]
WR GLDJQRVH LURQ GHILFLHQF\ LQ FKLOGUHQ +3DSHOGHOiFLGRIyOLFRHQODHWLRORJtDGHODV
JAMA. 1999; 281, 23: 2225-30. anemias megaloblásticas". Rev Cubana Hematol
&DOYR (% /RQJR (1 $JXLUUH 3 %ULWRV 6 Inmunol Hemoter 1997; 13 (2): 77-89.
Prevención de anemia en niños y embarazadas en la )XHQWHV%RQPDWL0-6HxHU7LPRQHU57RUDO
Argentina. Actualización para equipos de salud. Mi- 3HUH] 7 1DYDUUR & $QHPLD IHUURSpQLFD
QLVWHULRGH6DOXGGHOD1DFLyQ-XQLRGH JAMA 2002.
&DUPXHJD(3'XUDQ(YDOXDFLyQGHO(VWD- *X\DWW *+ 2[PDQ $' $OL 0 :LOODQ \
do Nutricional en Pediatría". Boletín CESNI. FRO/DERUDWRU\GLDJQRVLVRI LURQGHÀFLHQF\
&(61,$UJHQWLQD-XQLR DQHPLD+HPDWRORJ\DQRYHUYLHZJ
&RPLWpGH1XWULFLyQGHOD6RFLHGDG$UJHQWLQD Gen Intern Med. 1992; 7: 145-153.
de Pediatría: Guía de Alimentación para Niños Sa- 0DKDQ.6(VFRWW6WXPSNutrición y Dieto-
nos de 0 a 2 años. Ediciones SAP. 2001; 28-31. terapia de KrauseHG0p[LFR0F*UDZ+LOO
&RPLWp1DFLRQDOGH+HPDWRORJtD6RFLHGDG Interamericana. 2000; 103-6.
$UJHQWLQDGH3HGLDWUtD$QHPLDIHUURSpQLFD 0DORSH%,0DF3KDLO$3$OEHUWV0+LVV'&
Normas de Diagnóstico y tratamiento". Arch. 7KHUDWLRRI VHUXPWUDQVIHUULQUHFHSWRUDQG
Argent. Pediatr. 2001; 99 (2): 162-7. VHUXPIHUULWLQLQWKHGLDJQRVLVRI LURQVWDWXV
&RRN-')ORZHUV&+6NLNQH%67KHTXDQ- Br J Haematol. 2001; 115: 84-8.
WLWDWLYHDVVHVVPHQWRI ERG\LURQBlood. 2003; 0DVW $( %LQGHU 0$ /X 4 )OD[ 6 \ FRO
101: 3359-63. &OLQLFDOXWLOLW\RI WKHUHWLFXORF\WHKHPRJORELQ
'DOOPDQ306LLPHV,URQGHÀFLHQF\LQLQ- FRQWHQWLQWKHGLDJQRVLVRI LURQGHÀFLHQF\
IDQF\DQGFKLOGKRRG5HSRUWRI WKH,QWHUQD- Blood. 2002; 99: 1489-91.
tional Nutritional Anemia Consultative Group 0DVW $( %OLQGHU 0$ *URQRZVN\ $0
,1$&*/LEUDU\RI &RQJUHVV &KXPOH\&\FRO&OLQLFDOXWLOLW\RI WKHVROX-
'DOOPDQ 35 ,URQ GHÀFLHQF\ DQG UHODWHG EOHWUDQVIHUULQUHFHSWRUDQGFRPSDULVRQZLWK
nutritional anemias". En Oski: Hematology of VHUXP IHUULWLQ LQ VHYHUDO SRSXODWLRQV Clin
Infancy and Childhood. Ed.1993. Chem 1998; 44, Nº1: 45-51.
/ 164 /
Capítulo 20 – Anemias nutricionales
\ 165 \
Anexo 1
Datos numéricos del centilo 50 y desvío estándar
de la altura de niñas argentinas según edad, desde
el nacimiento hasta la madurez
Fuente: Lejarraga H, Orfila G. "Estándares de peso y estatura para niñas y niños argentinos desde el
nacimiento hasta la madurez". Arch Arg Pediatr 1987; 85: 209-22.
\ 167 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 168 /
Anexo 1
\ 169 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 170 /
Anexo 1
\ 171 \
Anexo 2
Datos numéricos del centilo 50 y desvío estándar
de peso (hemidistribución inferior) de niñas
argentinas según edad, desde el nacimiento hasta
la madurez
Fuente: Lejarraga H, Orfila G. "Estándares de peso y estatura para niñas y niños argentinos desde el
nacimiento hasta la madurez". Arch Arg Pediatr 1992; 90: 239.
\ 173 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 174 /
Anexo 2
\ 175 \
Roggiero-Di Sanzo – Desnutrición Infantil
/ 176 /
Anexo 2
\ 177 \
Anexo 3
#OPYRIGHT BY THE .ATIONAL !CADEMY OF 3CIENCES !LL RIGHTS RESERVED
\ 179 \
/ 180 /
)NGESTA $IETARIA DE 2EFERENCIA $2) -INERALES
&OOD AND .UTRITION "OARD )NSTITUTE OF -EDICINE .ATIONAL !CADEMIES
'RUPO #ALCIO #ROMO #OBRE &L¢OR )ODO (IERRO -AGNESIO -ANGANESO -OLIBDENO &SFORO 3ELENIO :INC 0OTASIO 3ODIO #LORO
ETARIO MGD ± GD ± GD MGD ± GD MGD MGD MGD ± GD MGD ± GD MGD GD GD GD
,ACTANTES
n MO