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Adolescencia y Pubertad PDF
Adolescencia y Pubertad PDF
ISSN: 0214-7823
papeles@correo.cop.es
Consejo General de Colegios Oficiales de
Psicólogos
España
ADOLESCENCIA Y SALUD
El cuidado de la salud de las y los adolescentes precisa de aproximaciones técnicas y teóricas determinadas que se ajusten a sus pe-
culiaridades en cuanto a la etapa evolutiva en que se hallan. Los programas de salud diseñados para la o las adolescencias en los úl-
timos años, tanto en nuestro medio como en otros países, responden al intento de posibilitar una atención integral e integradora para
este grupo de población. En este trabajo vamos a describir sus principales necesidades y problemas de salud, así como algunas es-
trategias de intervención.
The care of the health of the adolescents precise of determined theoretical and technical approaches that they adjust to his peculiari-
ties as far as the evolutionary stage in which they are. The programs of health designed for the adolescences in the last years, so much
in our medium as in others countries, respond to the attempt to make possible an integral and integrating attention for this group. In
this work we are going to describe its main needs and problems of health, as well as some intervention strategies.
S
eguramente la nota más definitoria de la adolescen- - Biológico. La pubertad.
cia sea su consideración como un proceso de tran- - Psicológico. Fases y tareas de la adolescencia.
sición entre la infancia y la vida adulta, entre la - Social. Emancipación, valores sociales.
dependencia/tutela familiar y la incorporación a la so- Los fenómenos biológicos más importantes que marcan
ciedad con plenos derechos, proceso que en las socieda- el proceso adolescente son dos: el crecimiento y desarro-
des agrarias tradicionales era superado a través de ritos llo corporal, y la aparición de los caracteres sexuales se-
iniciáticos que significaban el paso inmediato de la in- cundarios cuyas manifestaciones más importantes en
fancia al sistema productivo mientras que en las socieda- varones y mujeres se recogen en el cuadro 1.
des industriales se ha ido prolongando artificialmente Si bien la pubertad comienza con cambios biológicos,
hasta llegar a formar la “segunda década de la vida” - es su significado psicológico y social el que determina la
cuando no una tercera-, alargando los procesos educati- experiencia adolescente (Silber y otros, 1992). En este
vos, y retrasando el momento de adquisición de la sentido, y siguiendo una visión evolutiva de la adoles-
autonomía personal. Este espacio y tiempo liminal (y su cencia, podemos dividirla en tres etapas (ver cuadro 2)
consideración como una condición social (“ser adoles- que definen lo que podemos considerar el cambio nor-
mal en el desarrollo psicosocial de las y los adolescentes,
centes”, Funes, 1990), tiene que ver con algunos de los
y que tiene que ver con las “tareas” o “problemas” que
problemas y necesidades que presentan los adolescentes
actuales. Es imposible plantearse el análisis de dificulta-
des o conflictos concretos del adolescente, al igual que
Cuadro 1
los remedios a sus males, sin considerar que el eje defi- Cambios biológicos de la adolescencia
nidor está en el entramado social que genera la propia
adolescencia; así como que la adolescencia no es algo CAMBIOS EN LA PUBERTAD MUJERES VARONES
autónomo, sino una realidad que forma parte de un sis- Estirón puberal (20-25% talla adulta) + (10-11 años) ++ (12-13 años)
tema social determinado (Madrid y Antona 2000). Aumento de peso (50% peso absoluto) + ++
Cambio en la composición corporal. Aumento del tejido Aumento de la
ALGUNOS ASPECTOS A DESTACAR EN EL adiposo. masa muscular
DESARROLLO BIOLÓGICO Y PSICOSOCIAL DE LOS Aparición caracteres sexuales Crecimiento de Cambio de voz.
mamas. Vello pubiano
ADOLESCENTES
Vello pubiano. Crecimiento
El proceso de la adolescencia con todos sus cambios se Crecimiento cintura testicular
analiza habitualmente diferenciando tres niveles interre- pélvica.
lacionados: Desarrollo de Menarquía
genitales.
Correspondencia: Juan Madrid. Ayuntamiento de Madrid. Sec-
Fuente: Adaptado de Brañas(1997)
ción de Programas. C/. Navas de Tolosa, 10. 28013 Madrid
A Fondo ADOLESCENCIA Y SALUD
se deben resolver en el período que, de una manera am- competencia, y por la búsqueda de refuerzos a corto
plia o aproximada, abarca la segunda década de la vi- plazo a través de todo tipo de sucedáneos (objetos de
da humana. consumo) para satisfacer deseos más “profundos”. Los
La adolescencia actual aparece como una categoría esti- segundos se encargan de fabricar una filosofía de lo que
rada cronológicamente hacia ambos extremos. Hacia la ha de ser la vida adolescente y joven (Contreras, 1997).
infancia porque, como consecuencia de las mejoras en el En palabras de Fernando Conde (1999, p. 223) “la
nivel de vida y de la alimentación, la maduración fisioló- “ado-juventud”, en lugar de caracterizarse como transi-
gica hormonal tiende a adelantarse; y hacia la juventud ción a la madurez se configuraría de forma creciente y,
como consecuencia del estiramiento del período de prepa- en especial en las clases medias y medias-bajas, como
ración y formación, y por las escasas oportunidades que un estado, como una especie de condición estable en la
encuentran los jóvenes para insertarse socialmente en el que la identidad juvenil se juega básicamente en el ocio,
mundo adulto. Esta demora en el proceso de emancipa- en el consumo y en la moda en general”.
ción puede provocar, en algunos adolescentes, una pro-
longación de las crisis por las que atraviesan, sobre todo NECESIDADES Y PROBLEMAS DE SALUD EN LA
en el proceso de establecimiento de una identidad adulta ADOLESCENCIA
(que requiere capacidad de autonomía y proyectos perso- En las últimas décadas, la morbilidad y mortalidad adoles-
nales), y en sus relaciones con el mundo adulto, represen- cente ha experimentado cambios sustanciales. Las enferme-
tado fundamentalmente por la familia y la escuela. dades físicas no son ya su principal causa de mortalidad e
Otro hecho a tener en cuenta es que la adolescencia se incapacidad. Por el contrario, sus principales problemas de
produce en un contexto social determinado, que incluye salud (los accidentes, el consumo de alcohol y drogas, los
algunas dimensiones configuradoras como pueden ser trastornos del comportamiento alimentario, o conductas se-
tanto los valores de competitividad y el consumo, como xuales que conducen a embarazos no deseados e infeccio-
el vehículo de los medios de comunicación social. Los nes de trasmisión sexual, incluida la infección por el VIH)
primeros producen un sujeto acrítico subordinado a la son consecuencia de los comportamientos y estilos de vida
realidad construida y con grandes dificultades para re- que siguen. Por tanto podríamos concluir, y así lo hace la
belarse, dando lugar a un individualismo adaptativo go- OMS (1999), que la mayoría de los problemas de salud
bernado por los principios de supervivencia y de nuestros adolescentes pueden ser evitables.
Cuadro 2
Desarrollo psicosocial adolescente
Independencia Menor interés en las actividades paternas Punto máximo de conflictos con los padres Reaceptación de los consejos y valores
Inicio de conflictos con los padres y las normas Cambio de relación padre-hijo por adulto-adulto paternos.
Aspecto corporal Preocupación por aspecto físico Aceptación general del cuerpo Aceptación e identificación con la nueva
Sensibilización ante los defectos: Preocupación por hacer el cuerpo más atractivo imagen corporal
Chicas: desean perder peso
Chicos: ser altos y musculosos
Relación Intensas relaciones con amigos del mismo Máxima integración con los amigos. Pandillas. Grupo de amigos menos importante.
sexo. Poderosa influencia de los amigos Conformidad con los valores de los amigos Formación de parejas
Identidad Desarrollo del pensamiento formal Mayor ámbito de sentimientos. Objetivos vocacionales más prácticos
Objetivos vocacionales idealistas Consolidación de una identidad personal. y realistas
Necesidad de intimidad Desarrollo de la conducta moral Delimitación de los valores morales,
Escaso control de los impulsos. Sentimientos de omnipotencia religiosos y sexuales
Labilidad y crisis de identidad. Adquisición de una autoidentidad Capacidad para comprometerse y
establecer límites
Sexualidad Autoexploración. Actividad sexual con múltiples parejas. Se forman relaciones estables
Contacto limitado con el otro sexo Prueban su feminidad o masculinidad Capacidad de reciprocidad afectiva.
Fantasías románticas Mayor actividad sexual
Inicio de relaciones coitales
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ALFONSO ANTONA, JUAN MADRID Y MÁXIMO ALÁEZ A Fondo
En un estudio realizado en los centros municipales de registra mayoritariamente entre personas que mantienen
salud del Ayuntamiento de Madrid (Bruguera, Asolo, Ye- aceptables niveles de integración social. La mayor pre-
ga y Espinoza, 2001) la percepción subjetiva de salud sencia de las drogas y su utilización en contextos norma-
de los adolescentes, en una escala de 0 a 10, es de 7.09 lizados son fenómenos que se refuerzan mutuamente y
en las chicas y de 7.53 en los chicos. La situación sanita- que dan lugar a una reducción de la alarma social aso-
ria de la población joven es, mayoritariamente, “de bue- ciada al uso de las mismas.
na salud”, conclusión estrictamente cierta si, con una Sin hacer referencia a todas las sustancias tóxicas, (le-
óptica asistencialista, medimos la salud a través de los gales o no legales), veamos algunas conclusiones del úl-
indicadores clásicos de mortalidad y morbilidad, y por timo estudio sobre el consumo de drogas en escolares
enfermedades bien establecidas. Pero las necesidades y del Plan Nacional de Drogas (PND, 2000)
problemas de salud de una población deben ser valora- - Se ha quebrado la expansión de los consumos de al-
dos no sólo en relación con las consecuencias inmedia- cohol entre los escolares españoles, que venía produ-
tas sobre la salud y la calidad de vida de los individuos, ciéndose desde la década de los ochenta, como lo
sino también teniendo en cuenta las repercusiones a lar- acredita el descenso en un 12% de los bebedores ha-
go plazo que la carencia de un capital de salud conlle- bituales y el incremento en un 10% de los escolares
va. A partir de esta premisa, el sistema de salud, se abstemios en el período 1998-2000.
encuentra ante una compleja cuestión: ¿cómo enfrentar- - En el período 1998-2000 se han incrementado en un
se con la tarea de proveer cuidados de salud adecuados 9% los escolares que han consumido alguna vez cán-
para la población adolescente?. El análisis de distintos nabis. Tras años de continuados descensos, en el
informes (OMS, 1999), permite concluir que la mayoría 2000 se han estabilizado las edades de inicio al con-
de los problemas de salud o de los comportamientos de sumo de tabaco, alcohol y cánnabis, elevándose pa-
riesgo que se producen en esta etapa son consecuencia ra el resto de sustancias
de los procesos por los que está pasando el adolescente, - Se constata una intensa asociación entre los consumos
y específicamente los cambios de imagen corporal, la de alcohol, tabaco y cánnabis, de modo que el uso
capacidad de fecundación, el desarrollo de la identidad de cualquiera de estas sustancias implica una alta
personal y sexual y los procesos de socialización. probabilidad de consumo de las restantes
Teniendo estas premisas en cuenta, vamos a revisar al-
gunos indicadores válidos que nos informan sobre el ni- B) Aspectos sexuales y de reproducción
vel de salud de los adolescentes españoles: Como hemos señalado, durante la adolescencia se pro-
ducen cambios biológicos, psicológicos y sociales que
A) Consumo de Drogas: contribuyen a la construcción de la identidad sexual y a
La evolución del consumo de drogas a lo largo de los últi- la posibilidad de reproducirse.
mos años se ha caracterizado por la creciente penetra- A través del estudio de los datos obtenidos en los Cen-
ción social del uso de las mismas (Madrid y Antona, tros Municipales del Salud del Ayuntamiento de Madrid
2000). Este fenómeno se ha visto favorecido por la apari- (Antona, 2001), la edad de inicio de las prácticas se-
ción de nuevas sustancias y por la incorporación de los xuales coitales, en menores de 24 años, se sitúa en torno
adolescentes, los jóvenes y las mujeres a unas prácticas a los diecisiete años y medio, un año más en las muje-
que, hasta hace pocos años, eran habituales tan sólo entre res. La tendencia es hacia una ligera disminución en la
la población adulta masculina. El consumo juvenil de dro- edad de inicio. Por otro lado, según el Informe de la Ju-
gas presenta unas características propias que han genera- ventud del año 2000 (Martín y Velarde, 2001), entre los
do lo que podríamos definir como una “cultura de 15 y 29 años, el 48% no han tenido relaciones sexuales
consumo de drogas” que marca pautas de consumo dife- coitales. Este informe refleja también que el uso de méto-
rentes a otras épocas, apareciendo nuevas sustancias co- dos anticonceptivos en sus primeras relaciones con pene-
mo las drogas de diseño o patrones de consumo tración está más extendido cuanto más jóvenes son las
diferenciados. Esta cultura se caracterizaría por: el inicio generaciones. También aporta datos como que en la últi-
cada vez más precoz, el policonsumo, la incorporación en ma relación sexual con coito, el 83% ha usado un méto-
igualdad de las mujeres, el consumo en el fin de semana, do anticonceptivo y que el método más usado es el
la asociación con el ocio nocturno, y la utilización de es- preservativo masculino. El miedo a padecer una infec-
pacios públicos, principalmente la calle (Madrid, 2001). ción de transmisión sexual, sobre todo el SIDA y la he-
Su uso se produce mayoritariamente en contextos de patitis B, ha contribuido a que en la última década el
“normalidad social”. Los datos confirman que el uso de preservativo haya desplazado a la “píldora” como méto-
drogas no responde a conductas marginales, sino que se do anticonceptivo más utilizado. Un dato de interés a
A Fondo ADOLESCENCIA Y SALUD
destacar por ser especialmente relevante en la adoles- ción, prevención y asistencia pertinentes, no sólo en sa-
cencia es que una de cada mil mujeres utilizó la “píldora lud sexual y reproductiva sino en otras áreas de la salud
del día siguiente” o tratamiento de emergencia. Se pue- A la vista de estos datos, se hace necesario ofrecer res-
de concluir, en una valoración global de los datos, que puestas desde los servicios de salud con programas de
en los últimos años el uso del preservativo está aceptado atención integral bien establecidos ya que, por ejemplo,
discursivamente entre los jóvenes actuales, y que esta sabemos que un embarazo no programado tiene conse-
aceptación es mayor según aumenta la edad, siempre cuencias a largo plazo que condicionan el proyecto de vi-
dentro del colectivo juvenil. da de las y los adolescentes: abandono de estudios,
Es importante resaltar que la salud sexual de los y las temprana asunción de responsabilidades, privación de
adolescente no se circunscribe a la prevención de riesgos. tiempo de ocio, conflictos familiares, difícil incorporación
Una intervención adecuada en salud sexual y reproductiva laboral, etc. Otras circunstancias añadidas como el consu-
en la adolescencia pasa por fomentar y potenciar la edu- mo de alcohol, tabaco y drogas, la malnutrición, o el se-
cación sexual desde una perspectiva en la que se contem- guimiento médico inadecuado hacen que el embarazo no
ple la promoción del placer y las habilidades que deseado en la adolescencia deba ser siempre considerado
permitan desarrollar una sexualidad saludable. de alto riesgo tanto para la madre como para el feto.
Según los datos del Ministerio de Sanidad y Consumo
C) Embarazo adolescente (2001), la tasa de IVE en mujeres entre 15 y 19 años ha
Según los datos del Movimiento Natural de la Población pasado del 5.60 en 1998 al 7.49 por mil en el año 2000,
(INE, 1998), en dicho año se produjeron en España lo que, a su vez, representa el resultado del 40-50% de to-
11.264 nacimientos de madres menores de 20 años dos los embarazos producidos en ese grupo de mujeres.
(10.804 en mujeres de 15-19 años y 460 en menores En suma, vemos cómo los embarazos y, especialmente las
de 15 años). En el total de nacimientos ocurridos ese interrupciones voluntarias de embarazo (IVE) están experi-
mismo año, en 14.311 casos (4%) al menos uno de los mentando una tendencia ascendente en los últimos años.
progenitores era menor de 20 años, y el 68% de estos Este hecho parece estar relacionado con el aumento de
menores eran solteros. La tasa de embarazos en la po- embarazos en las adolescentes inmigrantes.
blación adolescente (15-19 años), a nivel estatal, fue en
1998 del 13.37 por mil; en el municipio de Madrid, en D) Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
ese mismo año, fue del 12.6 por mil (ver cuadro 3). Un La incidencia de ITS en los adolescentes se debe a dife-
factor que está modificando las tasas de embarazo, na- rentes factores como pueden ser el inicio de relaciones
cimiento y aborto es el incremento de la población inmi- sexuales sin protección eficaz, percepción de invulnera-
grante, a la que habrá que dotar (sobre todo a las bilidad, uso de sustancias tóxicas, falta de una adecua-
segundas generaciones), de las estrategias de promo- da educación sexual, malas prescripciones médicas, etc.
Cuadro 3
Embarazos e interrupciones voluntarias de embarazo (IVE) en mujeres de 15-19 años. Estatal y municipio de Madrid
Nacimiento TASA Fertilidad IVE TASA IVE* TOTAL Embarazo TASA Embarazo **PORCENTAJE DE
IVEs EN 15-19 AÑOS
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(Antona, 2001). Es significativa la mala información que cabe destacar; la necesidad de autoafirmación, la
que sobre ITS siguen teniendo los adolescentes, desco- sobrevaloración de la capacidad de conducción, con-
nociendo aspectos como las vías de transmisión, efectos, ductas exhibicionistas en grupo, publicidad engañosa,
síntomas, etc. No existen datos fiables sobre prevalencia actitudes positivas ante el riesgo, etc. Mientras en los
en los sistemas de registro sanitario. La ITS que se diag- conductores de más de 24 años, la incidencia de acci-
nostica con más frecuencia, entre el 23 y el 45%, es la dentes de tráfico se mantiene desde hace varios años (un
uretritis no gonocócica que en el 27% de los casos puede 6 por mil en 1997 y en 2001), en los conductores entre
atribuirse a infecciones por chlamydias, afectando entre 14 y 24 años se ha incrementado (del 12 por mil en
un 5 y un 7% de los jóvenes europeos (Madrid, 2001). 1997 al 15 por mil en 2001). El factor sexo es un ele-
Datos semejantes aparecen en los adolescentes que son mento a tener en consideración dado que el 83 por cien-
atendidos en los centros de salud del Ayuntamiento de to de los accidentados es varón.
Madrid. El 44% de los fallecimientos entre 15 y 24 años se debe
a accidentes de tráfico, frente al 10,1 debido a tumores,
E) SIDA el 7,4 a suicidio, el 2,2 a ahogamiento, el 1,5 a enfer-
Hasta el 30 de Junio de 2000 el número de casos, en jó- medades infecciosas, un 21,3 a enfermedades no infec-
venes de 15 a 19 años, en España era de 400 (ver cua- ciosas y un 12,4 por otras causas externas (Dirección
dro 4). General de Tráfico, 2002).
Se carece aún de datos que permitan estimar la inci-
dencia anual de nuevos seropositivos. En 1999 el por- G) Alimentación
centaje de casos diagnosticados en el grupo de edad de De los hábitos alimentarios de los jóvenes destacan una se-
15 a 24 años ha sido del 3,3%; de 25 a 29 años del rie de factores que pueden convertirse en situaciones de
11.6% y mayores de 30 años del 85%. riesgo para su salud en el futuro. El sistema de información
Los casos diagnosticados de SIDA entre la juventud fue- y vigilancia de los factores de riesgo de las enfermedades
ron en ascenso hasta 1994; a partir de esa fecha las es- no transmisibles en jóvenes (SIVFRENT-J) viene observando
tadísticas reflejan un descenso sin interrupción y los una ingesta insuficiente de lácteos, sobre todo en chicas, y
especialistas opinan que la disminución de enfermos de de verduras, cereales y legumbres. Por el contrario, hay un
SIDA, sólo en parte, se debe a una reducción en el nú- exceso de ingesta de carne, sobre todo en chicos, así como
mero de personas infectadas. El resto habría que atri- de grasas saturadas y bollería industrial (Comunidad Autó-
buirlo a las nuevas terapias que se generalizaron a noma de Madrid, 2000). Según datos del Ministerio de
partir de 1996 (Martín y Velarde, 2001) Sanidad y Consumo (1994) se observa la tendencia al so-
brepeso, más marcada en los varones, y niveles de coles-
F) Accidentes terol total y fracciones LDL y HDL elevadas. Ello indica la
Los accidentes son una de las primeras causas de mor- necesidad de intervenir en la adolescencia con el fin de
bilidad y la primera de mortalidad entre la población prevenir algunas patologías propias de la edad adulta co-
joven. La necesidad de aceptación y de experimenta- mo son la osteoporosis, la diabetes y las enfermedades
ción, la percepción de invulnerabilidad, la búsqueda de cardiovasculares.
identidad, el inicio en el consumo de drogas y en la con- De otra parte, y durante los últimos años, los especialis-
ducción de vehículos, la práctica de deportes de riesgo y tas alertan sobre un incremento de los trastornos del
la competición, son factores que favorecen la producción comportamiento alimentario, como la anorexia y la buli-
de lesiones. Existe una correlación entre la edad, el tipo
y lugar del accidente, según el Sistema Comunitario de
Información sobre Accidentes Domésticos en el Hogar y Cuadro 4
del Tiempo Libre de 2001 (Instituto Nacional de Consu- Casos de SIDA por edad y sexo,
mo, 2002), y en el que no están incluidos los accidentes acumulados a 30 de junio de 2000
de tráfico, las autolesiones ni suicidios. Así, a los 4-5 EDAD Varones Mujeres
años las lesiones más frecuentes se producen en el ho-
15-19 301 99
gar, de 5 a 14 años en la escuela, y de 15 a 24 en los
20-24 3038 1204
espacios deportivos y de ocio. El grupo de edad entre
los 15 a 24 años presenta el mayor riesgo, sobre todo 25-29 11079 3373
Cuadro 5
Áreas de intervención de un programa de salud para adolescentes
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ALFONSO ANTONA, JUAN MADRID Y MÁXIMO ALÁEZ A Fondo
1. Enfoque de protección/riesgo: Se basa en las si- En este sentido hay que destacar que los recursos especí-
guientes premisas: a) Las personas, familias y grupos tie- ficos para jóvenes son escasos, no sólo en España, sino
nen diferentes grados de probabilidad de presentar también en países de nuestro entorno, de forma que se
problemas de salud, por lo que la distribución de esfuer- puede llegar a afirmar que en la actualidad ésta sigue
zos y recursos debe adecuarse a este hecho; b) Los fac- siendo una población básicamente desatendida por los sis-
tores que determinan la salud están interrelacionados. La temas normalizados de prestación de cuidados de salud.
promoción de los factores protectores y el control de los Diferentes estudios indican que los servicios de salud no es-
de riesgo requiere un enfoque intersectorial e interdisci- cuchan las necesidades de los jóvenes, no ofrecen el grado
plinar a lo largo de toda la vida de las personas; c) Los de confidencialidad necesaria o simplemente no abordan
factores protectores pueden ser tanto ambientales (cali- los problemas que son percibidos como relevantes por los
dad de la vida familiar, acceso a recursos positivos, etc.) adolescentes (Silber, 1992). Muchos adolescentes necesita-
como personales (valoración de la salud, motivación de dos de cuidados especiales (contracepción, salud mental,
eficacia, etc.) etc.) no concurren a los servicios existentes por temor a la
crítica adulta o a que se puedan enterar sus padres. La
2. Enfoque familiar: La familia y, en especial, las ma- OMS (1999) ha alertado sobre la necesidad de que se
dres y los padres, constituyen el principal sistema de pongan en marcha servicios de salud de calidad que res-
apoyo para el adolescente. Así, las interrelaciones e in- pondan a las necesidades reales de los adolescentes.
terdependencias de los varios miembros de la familia, Dichos servicios deben comenzar por revisar las barre-
y el papel social que juega en la preservación y trans- ras organizacionales que encuentran los adolescentes a
misión de valores e identidad cultural, son de gran va- la hora de acudir a los mismos (Duro y Molina, 1998), y
lor para la salud y el desarrollo de niños y que tiene que ver con la accesibilidad, el ambiente pro-
adolescentes. fesional, y la atención a las demandas urgentes (Aláez,
Desde el punto de vista de la planificación de políticas Madrid, Mayor, Babín y Cebrián, 1996). La accesibili-
para la adolescencia, las medidas orientadas a fortale- dad tiene que ver tanto con los tiempos de espera como
cer la funcionalidad de las familias son de gran valor con la cadena de pasos que el adolescente debe dar pa-
para la sociedad y para los grupos vulnerables en es- ra ver satisfecha su demanda; cuanto mayor sea este re-
pecial. El contexto familiar influye de manera notable corrido, mayores probabilidades de que se “pierdan” los
en la salud. La familia se hace más resistente a las adolescentes con menor capacidad para ver demorada
agresiones externas a sus miembros (“resiliencia”) y la satisfacción de sus necesidades. El ambiente profesio-
potencia los factores de protección, haciendo a los jó- nal tiene que ver con la confidencialidad, el espacio pro-
venes menos vulnerables cuando éstos perciben en sus pio adolescente y las habilidades de comunicación y
progenitores que: escucha del profesional que le presta la atención. Final-
- Les entienden realmente. mente, las demandas urgentes (percibidas como urgen-
- Son fuente de consejo competente con relevancia en cia por los adolescentes) permiten captar un número
significativo de adolescentes que no usan los servicios de
sus vidas.
salud en forma normalizada (Madrid y Antona, 2000).
- Se interesan por su vida escolar.
Podríamos concluir que de igual manera que se desa-
- Comparten aficiones. rrollan tecnologías y terapias médicas en respuesta a las
- Les respetan como personas. nuevas amenazas biológicas, también se deben desarro-
- La atmósfera familiar es cooperativa y armoniosa. llar estrategias de promoción de salud para responder a
los desafíos que amenazan a la salud de los y las ado-
3. Enfoque comunitario: Se considera fundamental pa- lescentes. Mejorar su salud es un reto que va a requerir
ra la salud del adolescente porque en sus valores cultu- una amplia gama de estrategias que abarquen muchos
rales, en sus estructuras institucionales o no aspectos de la vida de la comunidad y se ajusten a las
gubernamentales y en su participación, proveerá los re- necesidades de cada sujeto. Necesidades condicionadas
cursos para la promoción de la salud integral. por los estilos de vida en un contexto cultural específico y
Estos tres enfoques deben ser incorporados en el desa- los procesos de desarrollo biológicos, psicológicos y so-
rrollo de estrategias intersectoriales y complementarias ciales concurrentes en este período de la vida. Lo que
como: la investigación para identificar y satisfacer las implica que la provisión de atención a los adolescentes
necesidades, la formación de los profesionales y redes pasa por disciplinas tan diversas como la medicina, la
sociosanitarias que trabajan con adolescentes y, por últi- psicología o la sociología, integrándose en una perspec-
mo, la prestación de servicios de salud. tiva integral e integradora de la salud.
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