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Publicaciones INIA Quilamapu

INFORMATIVO AGROPECUARIO
BIOLECHE - INIA QUILAMAPU
GOBIERNO DE CHILE
MINISTERIO DE AGRICULTURA

INIA QUILAMAPU

SU INTERACCIÓN CON INSECTOS. Andrés France I.


Ingeniero Agrónomo, Ph.D.
Marcos Gerding P.
PROBLEMAS EN LA PLANTACIÓN DE ARÁNDANOS. Ingeniero Agrónomo, M.S.
AGALLAS DE LA CORONA Y RAÍCES. Investigadores INIA Quilamapu

El creciente interés por realizar plantaciones de


arándanos en el país ha llevado al aumento de la
propagación de plantas, tanto en viveros
comerciales como en predios de agricultores para
su propia plantación.
Foto 1. Adultos de cabrito de la frambuesa (A) y
de capachito
de los frutales (B) con sus respectivas larvas

La mayoría de los sistemas de propagación que se están realizando, consisten en el enraizamiento de estacas en camas calientes
de aserrín, para un posterior replante en bolsas con substratos y desarrollo en sombreaderos o lugares apropiados para la aclimatación
y crecimiento de las plantas. Este sistema no está ajeno al posible daño por enfermedades o insectos que llegan atraídos por la
alta concentración de plantas y el ambiente apropiado para su desarrollo.

Entre las enfermedades que se están detectando en los arándanos propagados por el sistema anterior, está la agalla de cuello o
corona causada por la bacteria Agrobacterium tumefasciens. Esta bacteria es un habitante del suelo y para infectar las raíces
necesita obligatoriamente de heridas, a través de las cuales logra ponerse en contacto con las células y transferir parte de su
material genético (ADN circular o plasmidios) al interior de las células de la raíz. Este trozo de ADN transmite información para que la
célula se divida y crezca sin control, lo que termina por producir la agalla. Estas agallas pueden pasar desapercibidas para el agricultor,
ya que normalmente se encuentran bajo el suelo. Además, los síntomas aéreos no son específicos, pudiendo confundirse con
deficiencias nutricionales o daño de enfermedades radiculares.

Una de las causas importantes de heridas, y que se están constatando con mayor frecuencia en viveros, es la provocada por larvas
de burritos en el sistema radicular. Entre éstas se pueden destacar:

Cabrito de la frambuesa (Aegorhinus superciliosus) (Foto 1 A).


Capachito de los frutales (Asynonychus cervinus) (Foto 1 B).
Gorgojo de los invernaderos (Otiorhynchus sulcatus).
Gorgojo de la frutilla (Otiorhynchus rugosostriatus).

Los adultos de estos insectos llegan atraídos a los viveros de arándanos por la alta concentración de plantas, se alimentan de las hojas
y oviponen en los substratos de plantación. Posteriormente emergen larvas que se alimentan de raicillas y corteza de las raíces
principales, produciendo heridas que pueden llegar a matar plantas (anillan la raíz principal) (Foto 2) o, como ocurre muchas veces con
el arándano, se producen raíces sobre el sitio dañado por el insecto (Foto 3), que permiten que la planta siga viviendo, aunque nunca
será una planta de calidad y estará más susceptible al daño de otros organismos. Estas heridas pueden ser aprovechadas por la
bacteria Agrobacterium tumefasciens para infectar la raíz, interacción que se puede notar por el daño de agallas asociadas al causado
por las larvas de burrito (Fotos 2 y 3). Estas plantas no tienen un buen pronóstico de vida, ya que siempre serán de menor calidad,
con dificultades para absorber agua y nutrientes, junto con ser propensas a la infección de otros patógenos radiculares. Al final las
plantas terminarán muriendo en terreno por causas que pueden ser ajenas a las que originaron el problema.
Foto 3. Corte de la raíz principal y
Foto 2. Anillado de la raíz principal por
desarrollo de agalla. La planta se
larva de burrito y posterior desarrollo de
mantiene viva al producir raíces sobre la
agalla de cuello sobre la herida.
lesión.

Esta situación debe ser evitada a toda costa, tanto en viveros como en plantaciones comerciales, para lo cual se sugieren las
siguientes estrategias:

● Uso de suelo libre de huevos y larvas de burritos, tratando con vapor los substratos que se utilizan para vivero.
● Inocular los substratos de plantación o camellones de plantaciones con organismos de control biológico para larvas de burritos, tales como
los hongos entomopatógenos (Ver Informativo Agropecuario Bioleche-INIA Quilamapu. Año 15 Nº1, marzo 2002, p. 51-53).
● Revisar y rechazar las plantas con daño por burrito y agallas en las raíces, considerando que su plantación puede llevar el problema a un
predio que no lo tenga.
● Aquellas plantas enfermas con agallas que se detectan en terreno, deben ser eliminadas y el hoyo de plantación tratado mediante el
sistema de solarización.
● Aplicación de hongos entomopatógenos en el suelo de plantación, de manera de inocular y prevenir el desarrollo de larvas de burritos.

Recuerde que los hongos entomopatógenos son específicos para las distintas especies de insectos plaga y que no evitan la formación
de las agallas que también se originan por otras heridas, como las provocadas al "abrir las raíces" o por efecto de herramientas.
También, se debe mencionar que las agallas no tienen control una vez establecidas, y la única estrategia es prevenir la infección.

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