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Negocio Juridico 101
Negocio Juridico 101
Podríamos definir al negocio jurídico como aquellos actos jurídicos lícitos destinados a
producir efectos jurídicos en los cuales la voluntad es, no solo constitutiva si no,
además, "reguladora" de los efectos jurídicos.
Es la base del tráfico jurídico mercantil, ya que por medio de él es que se realizan las
transacciones mercantiles que dan origen a todos los movimientos registrales y que
implican un cambio de dueño de las propiedades, como lo son las compraventas,
traspasos, donaciones y otros.
1. UNILATERALES:
2. BILATERALES:
En estos actos hay en realidad una sola parte, aunque la representen varias personas
actuando conjuntamente.
2.- CAUSALES Y FORMALES (ABSTRACTOS):
Los causales como su nombre lo indican, la causa forma parte integrante del negocio.
Los negocios jurídicos causales no pueden producir efecto alguno si su causa es
inexistente o ilícita (son nulos por falta de un elemento esencial).
Los mortis causa está destinada a regular las relaciones jurídicas de una persona para
el caso de su futura desaparición. Ej. El testamento; que solo adquieren eficacia a la
muerte del otorgante y si el favorecido con ellos sobrevive.
Se dividen de esa forma debido al fin a que tiende. Son familiares, Ej. El matrimonio y la
adopción y son patrimoniales, los que tienen una finalidad económica; subdividiéndose
estos últimos en negocios de eficacia real, cuando crea derechos reales, negocios de
eficacia personal u obligacionales y negocios sucesorios.
5.- DE DISPOSICIÓN Y SIMPLE ADMINISTRACIÓN.
Son los llamados también actos de enriquecimiento. Todo negocio en virtud del cual,
una persona procura a otra un beneficio patrimonial, sea o no con disminución del
patrimonio del primero.
Por lo contrario en el negocio gratuito solo una parte se beneficia, sin realizar ningún
sacrificio que sea su contrapartida.
8.- SOLEMNES Y NO SOLEMNES.
Negocios jurídicos solemnes son aquellos que el ordenamiento jurídico exige que la
manifestación de voluntad se haga según formas determinadas y establecidas sin cuya
observancia no se produce el efecto querido. Ej. La compra de Vehículo automotor, que
para que pueda ser válida tiene que ser autenticado en una Notaria. Los no solemnes
son lo contrario a los antes mencionados.
a.- Negocios jurídicos directos: Son aquellos que para alcanzar el efecto jurídico, se
sigue una vía recta.
b.- Negocios jurídicos indirectos: Son aquellos en los que el efecto jurídico se alcanza
mediante una vía oblicua.
a.- Fiduciarios: Son aquéllos en que el negocio jurídico persigue un fin económico
"fuera" de la ley.
b.- Fraudulentos: Son aquéllos que persiguen un fin económico "contra" la ley.
Es aquel negocio jurídico en que una persona (fiduciario) recibe de otra (fiduciante) que
confía en ella, una plena titularidad de derecho en nombre propio. Negocio jurídico
fiduciario, es aquel por el que se realiza una atribución patrimonial que sobrepasa el fin
perseguido obligándose, el que la recibe, a usarla dentro de los límites de aquel fin y a
posterior restitución de lo adquirido. La palabra fiducia, en latín, significa confianza. En
el Derecho romano, el negocio basado en la fiducia era una transmisión de la propiedad
por mancipatio o iure cessio, pero que desde el punto de vista económico sólo daba al
adquirente una seguridad para el crédito (fiducia cum creditore) o una posibilidad de
administración libre y segura de la cosa confiada (iducia cum amico): el adquirente
devenía propietario quedando obligado a devolver la cosa tras la extinción de la deuda
o de la administración. El ejemplo más típico es la compraventa de una cosa para
garantizar una deuda: una persona debe un dinero, vende la cosa al acreedor (es claro
que la atribución patrimonial de la venta sobrepasa el fin de garantía) y éste,
comprador, se obliga a usarla sin disponer de ella y restituírsela cuando le pague la
deuda.
EL OBJETO
El estudio del objeto del negocio jurídico es uno de los temas más antiguos y
controversiales de la teoría de los actos jurídicos. Las dificultades a las que conlleva
aún no han sido resueltas de modo definitivo.
Según una primera corriente doctrinaria, por objeto del acto jurídico debía entenderse la
cosa sobre la cual recaía la relación jurídica nacida del propio contrato. En esta línea
Puig Peña afirma que “ el objeto sería la cosa susceptible de integrar la materia sobre
la cual puede constituirse una relación jurídica”.
Por otro lado, Betti afirma que el objeto del negocio jurídico es “ establecer una norma
para regular intereses privados propios”, “ los intereses que, según la organización
social, consientan en ser regulados directamente por obra de los mismos interesados
en sus relaciones recíprocas “.
Esta corriente tiene arraigo entre nosotros puesto que, en nuestra legislación, al
establecerse que el objeto deberá ser física y jurídicamente posible, se estaría
aludiendo en forma directa a una de las características del objeto entendido como la
prestación, cuando ella consiste en un hecho personal del deudor.
Así bien, una tesis de origen francesa, ha considerado, en particular que el contrato no
tiene objeto sino efectos, y es en estos efectos (crear obligaciones) en los cuales
encontramos un objeto, que puede consistir en una cosa material, en un hecho, o en
una abstención.
Frente a esta posición que considera que el objeto importa más al plano de los efectos
(y concretamente al campo de las relaciones obligatorias) otra posición ha reconocido
que todo negocio jurídico en general y el contrato en particular necesita de un objeto
dado que es el referente objetivo necesario de actuación del negocio, esto ciertamente
es un enunciado válido; ya que, si consideramos al negocio en general y al contrato en
particular como medios, esos medios tienen o atienden a una finalidad, y es para
cumplir esa finalidad que es necesario e inevitable incidir o actuar y determinar esa
realidad donde encontramos el objeto del negocio jurídico.
Siendo necesario, un objeto del negocio en términos de referente objetivo de un medio;
se hace necesario analizar el papel del objeto en el negocio jurídico y si es parte
integrante del mismo; por lo que se hace necesario analizar el rol del objeto en la
estructura del negocio jurídico y si forma parte de la misma.
Inicialmente, de acuerdo con las corrientes subjetivas, Stolfi señalaba que “el contenido
del negocio jurídico, especialmente de los de naturaleza patrimonial, se descompone en
diversas partes que la doctrina hace tiempo reúne en tres categorías de elementos: los
esenciales, accidentales y naturales”.
Así tenemos los elementos esenciales o requisitos; que son aquellos que deben
necesariamente coexistir para dar vida a un negocio jurídico en general o a un
determinado negocio jurídico en particular; de modo que las partes no puedan acordar
la exclusión de todos o de algunos sin impedir la constitución misma del negocio. Por
otro lado los elementos accidentales; que son aquellos que en el caso concreto se
agregan a los requisitos y no alteran la naturaleza del acto; por tanto, es necesaria la
manifestación de voluntad para insertarlos en el contenido del negocio, en cuyo caso
adquieren la misma importancia que los elementos esenciales y los elementos
naturales. Que son las consecuencias del acto que tienen lugar por disposición de la ley
en vista del silencio de los interesados; por tanto no es necesario la voluntad de éstos
para que tenga lugar, pero es indispensable para modificarlos o excluirlos
1.- POSIBLE
La conducta prometida por el deudor debe ser posible, pues evidentemente nadie
puede considerarse vinculado a la realización de actos irrealizables.
Imposibilidad originaria
Imposibilidad sobrevenida
2.- LICITO
Es más, gracias a la autonomía privada se puede llegar a pactos siempre que no sean
contrarios a las leyes, a la moral y al orden público.
3.- DETERMINADO
En principio la prestación debe estar determinada porque el deudor debe saber a qué
queda obligado y el acreedor debe conocer la conducta prometida por el deudor para
que llegado el caso pueda reclamar. De lo contrario, resultaría necesario un nuevo
acuerdo entre las partes.
Artículo 629.- Toda obligación tiene por objeto dar, hacer o dejar de hacer alguna cosa,
y puede referirse a todas las cosas que están en el comercio de los hombres, aun a las
futuras como los frutos por nacer.
Concepto:
En sentido propio, objeto inmediato del negocio jurídico son los derechos y obligaciones
que produce; y objeto mediato del mismo es la prestación, que puede consistir en un
acto positivo (dar o hacer) o negativo (abstención) de una persona.