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Diseño para

la discapacidad
Rector General UNIDAD XOCHIMILCO
Salvador Vega y León Rectora de Unidad
Secretario General Patricia E. Alfaro Moctezuma
Norberto Manjarrez Álvarez Secretario de Unidad

Coordinador General de Difusión


Guillermo Joaquín Jiménez Mercado
Walterio Francisco Beller Taboada Director de la División de Ciencias y Artes para el Diseño

Director de Publicaciones y Promoción Editorial


Jaime Francisco Irigoyen Castillo
Bernardo Ruiz Secretaria Académica

Subdirectora de Publicaciones
Silvia Ana María Oropeza Herrera
Laura González Durán
Subdirector de Distribución y Promoción Editorial
Marco Moctezuma

Primera edición, 2014

D.R. © 2014, Universidad Autónoma Metropolitana


Prolongación Canal de Miramontes 3855,
Col. Ex Hacienda San Juan de Dios,
Delegación Tlalpan, 14387, México, D.F.
Unidad Xochimilco / División de Ciencias y Artes para el Diseño
www.xoc.uam.mx

ISBN de la colección: 978-607-28-0057-1


ISBN de la obra: 978-607-28-0215-5

CONACULTA.-INAH.-MEX. Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de


Antropología e Historia de la imagen que aparece en la página 168.

Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada


en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna
forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,
electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, de
los editores. Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier
medio sin el consentimiento escrito de los titulares de los derechos.

Impreso en México/Printed in Mexico.

Distribución mundial.
Diseño para
la discapacidad
Dulce María García Lizárraga
Compiladora
Esta colección es realizada por alumnos del área editorial de
la carrera de Diseño de la Comunicación Gráfica de la UAM
Xochimilco y de la Licenciatura en Letras Hispánicas de la
UAM Iztapalapa.

Coordinación Editorial
Catalina Durán McKinster

Captura
Martha López Martínez

Corrección
Vanessa López García
Abraham Peralta Vélez
Graciela Bayúgar Faigenbaum
Gloria Fuentes Sáenz
Paloma Ibarra Magdaleno

Diseño y formación
Sonia Wendy Chávez Nolasco
Nhadja Zuracidd Sixtos Ojeda
Nancy Elizabeth Vargas López

Fotografía de portada
Héctor Javier Ángeles Hernández

Diseño de Portada
Sonia Wendy Chávez Nolasco
Nhadja Zuracidd Sixtos Ojeda
Nancy Elizabeth Vargas López

Cuidado editorial
Julio Cesar Ortiz Guerrero

Asesoría en corrección
Jesús Eduardo García Castillo

Asesoría en diseño y pre prensa


Oscar Quintana Ángeles
Julio Cesar Ortiz Guerrero

Asesoría en lectura en braille


Gregorio de Jesús
Índice
08 Presentación, Catalina Durán McKinster

10 Prólogo, Dulce María García Lizárraga

16 La vida como motivo para celebrar


Hacia una visión humanista de la discapacidad
Norma del Río Lugo

24 Construcción social de la discapacidad


Dulce María García Lizarrága

46 Discapacidad y construcción
María Isabel Herrera-Lasso Mijares

66 Diseñamos, ¿para el mundo real?


Víctor Papanek, un visionario del diseño
Dulce María García Lizárraga
Angélica Martínez de la Peña
Berthana Salas Domínguez

80 El diseño como disciplina viva ante la discapacidad


Dulce María García Lizárraga
Angélica Martínez de la Peña

110 Por un diseño incluyente: el papel del diseño ante las


necesidades de las personas con discapacidad
Angélica Martínez de la Peña

132 La investigación del binomio diseño y discapacidad


Dulce María García Lizárraga
Angélica Martínez de la Peña
148 Accesibilidad, un tema ausente en la crítica arquitectónica
Dulce María García Lizárraga

162 Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo y


en la actualidad
Dulce María García Lizárraga
Angélica Martínez de la Peña

176 El diseño háptico y su importancia en la generación de


materiales editoriales para personas con discapacidad visual
Angélica Martínez de la Peña

192 Diseño de materiales háptico gráficos para personas


con discapacidad visual
Jorge Eduardo Zarur Cortés

198 Rétorica de la discapacidad


Alejandro Tapia Mendoza

214 Autores
Presentación
Antologías
9
Diseño para la discapacidad

L
as publicaciones universitarias son imprescindibles para la vida académica, ya
que contribuyen a mantener viva la discusión y análisis del conocimiento, a su
vez que lo retroalimentan, para poder avanzar en la generación de nuevas ideas.
Muchos son los temas que hace falta abarcar para poder contribuir a esta discusión; y
uno de los menos recurridos es el de la discapacidad.
Si bien la población con capacidades diferentes ha existido desde siempre en todas
la sociedades, poco se ha hecho en nuestro país para atender sus necesidades. Ejercer
nuestra profesión para el desarrollo de proyectos que atiendan a este sector de la pobla-
ción es un asunto que se ha abordado desde una actitud asistencialista y colateral, sin
profundizar verdaderamente en el tema. Se ha publicado poco sobre los casos existen-
tes y los materiales que se han presentado en foros académicos han quedado dispersos.
Por ello presentamos estos textos elaborados por investigadores de diversas dis-
ciplinas, en los cuales se aborda la importancia de enfrentar y resolver el tema de la
discapacidad en diferentes campos del diseño: tanto de la arquitectura, la vialidad y
la organización del espacio, como de la producción de objetos de uso cotidiano y del
ámbito de las artes gráficas o visuales. Todo ello con el fin de pensar el diseño para la
satisfacción de necesidades reales, haciendo consciente al futuro profesional de que
la población discapacitada forma parte de nuestra sociedad y como tal debe ser inclui-
da igualitariamente en el desarrollo de todo proyecto.
Los autores incluidos en este número pertenecen a diversas disciplinas y universida-
des, lo que enriquece el trabajo de investigación interdisciplinaria y fortalece los lazos
que se han formado entre instituciones académicas.
La presente edición forma parte de un proyecto académico de la carrera de Diseño
de la Comunicación Gráfica de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochi-
milco, en el cual los alumnos desarrollan todas las etapas del proceso editorial: desde
la búsqueda de textos e imágenes, diseño de interiores, retoque fotográfico, armado
de originales y supervisión de impresión, hasta la recepción del producto terminado.
Así, esta colección trabaja con académicos que aportan los contenidos, los edita con la
colaboración y aprendizaje de los alumnos y se dirige a un público universitario, para
ofrecer un material de apoyo a la docencia.
Esperamos así que la Colección Antologías, editada por la uam, contribuya al debate
de las ideas y fomentemos una cultura de intercambio y convivencia, entre la comuni-
dad de diseñadores y de diferentes instituciones de educación superior.

Catalina Durán McKinster


Coordinadora de la colección
Prólogo
Antologías
11
Diseño para la discapacidad

L
a impronta del diseño en las discusiones académicas, como producto de su inser-
ción en las instituciones universitarias, ha traído como consecuencia la reformu-
lación de su papel en la dinámica de las sociedades y de la cultura. Los tradicio-
nales enfoques artísticos y funcionalistas han sido integrados a una concepción más
amplia del diseño, la que mira a esta disciplina como una actividad política orientada
a enriquecer las maneras de actuar y pensar de las diversas sociedades. El diseño, así
pensado, interviene en la vida de la gente; de ahí la necesidad de plantearlo no sólo
desde la política sino también desde la ética y de entender que la formación de los fu-
turos diseñadores pasa por su ciudadanización, el sentido que otorga al término Víctor
Margolín.
Visto así, el diseño se ha visto obligado a atender demandas y preocupaciones que
anteriormente no se consideraban y tal es el caso de la discapacidad, tema tan antiguo
como la humanidad misma. Aunque se ha tratado de modos diversos, por siglos ha
predominado una actitud asistencialista en la que la discapacidad es la propia limitante.
El tema ha sido atendido desde el campo de la salud y la educación principalmente; pos-
teriormente desde las ciencias sociales se ha cuestionado este modelo para proponer
una reflexión hacia un cambio de paradigma que involucre a toda la sociedad
La atención a este grupo de la población desde las disciplinas del diseño es relativa-
mente reciente, podríamos sugerir que no es si no después de la II Guerra Mundial que
se pone en evidencia la relación entre discapacidad y entorno construido. Años más
tarde, en la década de los setenta el diseñador y educador austriaco Víctor Papanek pu-
blica el libro Diseñar para el mundo real, en el que hace un llamado a la responsabilidad
social del diseño e incluye a las personas con discapacidad como usuarios.
En nuestro país, las referencias al tema desde la arquitectura y el diseño datan de
treinta años atrás aproximadamente. La referencia obligada es la incorporación de tres
artículos sobre accesibilidad en el Reglamento de Construcciones del Distrito Federal
de 1987.
Los antecedentes arriba mencionados constituyen un testimonio del poder del dise-
ño: poner a la vista de otros aquello que por diversas razones se ha ocultado. Una razón
es que los grupos hegemónicos tienden a ocultar a los grupos minoritarios. Es decir, una
interpretación falsa de la democracia es afirmar que a partir de la opinión mayoritaria se
excluyan las que no lo son. Frases como “gobierno para las mayorías” son reflejo de esta
falacia que desafortunadamente se ha extendido a los diseños. Sin embargo, distintos
factores han hecho posible la puesta a la vista de los discapacitados y sus problemáti-
cas, podríamos mencionar entre otros: las demandas planteadas por las propias personas
con discapacidad a través de sus organizaciones, los instrumentos jurídicos vinculados
Prólogo
12
Dulce María García Lizárraga

al tema de los derechos humanos y no discriminación; y, por supuesto, el diseño, de tal


manera que ahora hablamos de diseño universal, diseño incluyente y diseño háptico.
Estos temas en torno a la discapacidad y el diseño, se mezclan, se entretejen en este
libro. Un aspecto importante es que, aunque éste es un libro de diseño, no todos los
autores y autoras que participan provienen de esta disciplina. Sin embargo todos com-
parten su interés, su pasión podríamos decir, por el tema de la discapacidad en distintas
vertientes. Esto es relevante porque demuestra que los diseñadores no trabajan solos
sino que, ante un problema complejo, es necesario trabajar interdisciplinariamente.
El libro inicia con un texto de Norma del Río Lugo, breve pero contundente en la
denuncia de la situación de exclusión que padecen las personas con discapacidad;
la autora hace una crítica al modelo médico-asistencialista que prevalece hasta nues-
tros días. Y se pregunta: ¿Qué tendríamos que cambiar para transformar esta situación?,
pregunta que no queda en el aire pues nos brinda algunas propuestas. Termina con una
cita que nos alienta a continuar en este tema.
En el artículo “Construcción social de la discapacidad”, se explica de forma clara y sen-
cilla los dos modelos de atención a la discapacidad: el modelo médico y el social, que es
más reciente y en el que se consideran factores sociales y culturales. Se hace referencia
a la terminología, en ocasiones confusa, o que lleva implícito un sentido de discrimi-
nación, así como a la imagen social. Se describen algunas características de diversos
grupos de la población que se tendrían que tomar en cuenta al momento de diseñar.
Por su parte Isabel Herrera-Lasso, en el trabajo “Discapacidad y construcción”, nos
invita a revisar el marco social en el que vivimos, desmitificar estereotipos propiciados
en gran medida por los medios de comunicación. Desde su campo de trabajo, la re-
habilitación, nos proporciona definiciones y tipos de discapacidad pero también hace
referencia a la tercera edad y sus características, así como los obstáculos que enfrentan
estos grupos de población, principalmente las barreras arquitectónicas.
En “Diseñamos ¿para el mundo real?”, las autoras desde distintos campos del diseño
–Dulce María García Lizárraga (arquitecta), Angélica Martínez de la Peña (diseñadora
gráfica) y Berthana Salas (diseñadora industrial)– coinciden y comparten su interés en
el diseño para personas con discapacidad. Se toma como referencia y fundamentación
teórica el libro de Víctor Papanek, Diseñar para el mundo real, escrito hace más de cua-
renta años, pero que muestra su vigencia en el concepto más reciente conocido como
diseño universal.
“El diseño como disciplina viva ante la discapacidad”, es el tema abordado por Dulce
María García Lizárraga y Angélica Martínez de la Peña, que toma como punto de par-
tida y eje teórico medular el paradigma del diseño para todos, o diseño universal; se
Antologías
13
Diseño para la discapacidad

presenta un análisis de cuatro objetos de diseño: una parada del metrobús; la con-
versión de un cine en librería; la implementación del sistema braille en empaques de
diversos productos y, finalmente, la edición de un libro para niños.
En el artículo “Por un diseño incluyente. El papel del diseño ante las necesidades
de las personas con discapacidad”, se parte de la relación entre diseño y cultura, como
marco para hacer una breve revisión histórica de la manera en que se ha abordado en
las últimas décadas el problema de la discapacidad. Y se analiza la propuesta de diseño
universal como vía para para la construcción de una sociedad más incluyente.
“La investigación del binomio diseño y discapacidad, dos acercamientos”, es un artícu-
lo en el que se muestran los resultados de las investigaciones de las autoras desde los
ámbitos de la arquitectura y el diseño gráfico. Se plantea el concepto de arquitectura
incluyente que considera las diversas características de la población, bajo un principio
de igualdad y no discriminación. Desde el campo del diseño gráfico se plantea la parado-
ja de la posibilidad de un diseño gráfico para ciegos, que conduce a una línea de diseño
denominada diseño táctil o diseño háptico que se puede utilizar como complemento
del sistema braille.
En el artículo “Accesibilidad, un tema ausente en la crítica arquitectónica” Dulce Ma-
ría García Lizárraga hace un llamado a incorporar el concepto de accesibilidad a la teoría
y crítica de arquitectura, para hacer visible esta condición que permite una arquitectura
y ciudad más incluyentes. Se mencionan algunas obras que han incorporado la accesi-
bilidad, sin embargo señala, que en las reseñas o críticas continúa habiendo un vacío
respecto al tema; la misma situación ocurre en los encuentros de teoría y crítica de
arquitectura; desafortunadamente, el tema solo se trata en eventos sobre discapacidad.
En el texto “Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo y en la actualidad”
las autoras realizan una lectura de las representaciones, en forma de códices, figuras
de piedra o barro, descripciones de cronistas que dan cuenta de los valores, creencias
y atención brindada a las personas con discapacidad, y aunque consideradas anorma-
lidades, en algunos casos se asociaban a causas mágicas o sobrenaturales por lo que
inspiraban respeto; por otra parte, se contrasta la imagen en nuestros días de discrimi-
nación, asistencialismo, y la caridad como sustituto de la justicia social.
Angélica Martínez de la Peña al continuar avanzando en sus investigaciones y pro-
puestas para acercar la información a las personas con discapacidad visual, plantea
en el artículo “El diseño háptico y su importancia en la generación de materiales edi-
toriales para personas con discapacidad visual”, que el diseño háptico se perfila como
un agente de cambio que pretende que la información sea trabajada para facilitar su
percepción y comprensión por medio del tacto. La autora propone que la participación
Prólogo
14
Dulce María García Lizárraga

de las personas con discapacidad visual en la generación de un diseño háptico (no sólo
como usuarios) resulta fundamental.
Una de las preocupaciones de Jorge Zarur Cortés es acercar una de las Bellas Artes,
específicamente la pintura, a las personas con discapacidad visual, de ahí que en su
artículo “Diseño de materiales háptico gráficos para personas con discapacidad visual”,
nos comparte su propuesta de trabajo al realizar una serie de láminas háptico gráficas
de obras pictóricas y que fueron puestas a prueba con personas ciegas congénitas, a
quienes por medio del sentido del tacto, a través del movimiento de las manos les per-
mitiera entender la representación gráfica.
Alejandro Tapia Mendoza, en su artículo “La retórica de la discapacidad”, nos hace
reflexionar sobre el poder de las imágenes visuales, el juego de las convenciones que
encauzan nuestros usos y costumbres. Menciona que: “uno de los temas donde mejor
pueden apreciarse los problemas de la argumentación en el diseño es el de la discapa-
cidad”, ya que a su alrededor se han construido una serie de barreras de lenguaje en los
que ha predominado la diferencia y por consiguiente la exclusión. A esta situación ha
contribuido el diseño de la comunicación gráfica: los mensajes por lo general muestran
una visión reduccionista del problema, sin embargo en los últimos años y a partir de
la retórica se ha intentado introducir imágenes y enunciados que muevan hacia una
actitud distinta.
Nos parece que en su conjunto, los textos incluidos en esta antología muestran el
carácter complejo del diseño, y ponen en evidencia nuevas premisas que nos ayudan
a repensar la disciplina y que en su conjunto derivan en las siguientes implicaciones:

• El paradigma del diseño de autor no aplica ante realidades de alta complejidad. Es


decir, lo importante no es que el arquitecto aparezca en el edificio o el diseñador
gráfico en un cartel, sino que el diseño coopere con el enriquecimiento de la vida
de las personas con discapacidad. Al leer esta antología no se puede evitar la refe-
rencia a María Montessori que como sabemos diseñó su pedagogía y con ella los
salones, muebles y materiales didácticos de las escuelas, a partir de su experiencia
con niños con discapacidad intelectual. Esta insigne pedagoga hubiera sido una
excelente maestra de proyectos; su secreto: poner por encima de todo las necesi-
dades de sus usuarios.
• Los cambios en las estrategias de diseño provienen de un cambio previo en la
forma de conceptualizar los problemas que se afrontan. En la medida en que
el problema de la discapacidad deje de pensarse desde el tópico de la miseri-
cordia y del asistencialismo, y en cambio se piense desde el lugar de la igualdad
Antologías
15
Diseño para la discapacidad

de derechos, y desde ese lugar se ponga a la vista de la sociedad las potenciali-


dades del discapacitado ocultando con ese giro el énfasis que el asistencialismo
hace de la propia discapacidad, el diseño cumplirá cabalmente con su rol de coo-
perar para traducir en hechos las políticas de inclusión.
• Que ante un problema de esta complejidad los diversos diseños deben actuar en
red. De nada sirve, por ejemplo, que en los vagones del metro de la Ciudad de
México existan pictogramas o señales que indiquen lugares exclusivos para las
personas con discapacidad motriz, si no es posible que en muchas estaciones pue-
dan ingresar por falta de un diseño arquitectónico adecuado para estas personas.

Es importante dejar asentado que la propuesta para este libro surge del maestro
Antonio Rivera, quien junto con Alejandro Tapia, se han interesado e involucrado en
este tema en distintas ocasiones; asimismo, agradecer el trabajo de Catalina Durán
McKinster en todo el proceso, así como de los alumnos a cargo de la edición, tanto en
su versión impresa como en su versión electrónica.
A nombre de las y los autores, esperamos que la lectura de esta antología sea de in-
terés en la academia, ya que precisamente una de las inquietudes planteadas a lo largo
del libro es la necesidad de incorporar el tema en el ámbito universitario especialmente
en las escuelas de arquitectura y diseño.

Dulce María García Lizárraga


Compiladora
La vida como

de la discapacidad
Hacia una visión humanista
motivo para celebrar

Primer diplomado Discapacidad y entorno


construido: hacia el diseño universal, Memorias
Programa Educación Continua de CyAD del 11 de
junio al 15 de agosto 2002, uam-x, Departamento
Norma del Río Lugo

de Metodos y Sistemas.
E
n esta sociedad globalizada hemos asistido al reciente surgi-
miento de la organización civil ante los atropellos de los de-
rechos humanos más fundamentales. Demandas que habían
sido postergadas o ignoradas, hechos de violencia inaudita contra
minorías silenciadas, rezagos y distribuciones claramente inequita-
tivas de beneficios sociales, niveles de bienestar definidos en función
de grados de marginación, canastas básicas y niveles mínimos de su-
pervivencia, se han traído al frente de la agenda política internacional.
Algunas minorías se han organizado para hacer oir su voz y han
pugnado por abrir los estrechos criterios que norman desde la vida
corporal, mental, emocional, educativa, hasta el acceso a los servicios
y a la vida social.
Organizados alrededor de la primacía del bien individual, los idea-
les de belleza, salud, competencia, felicidad, se establecen cultural-
mente, contextualizan, y definen los estilos de vida y de desarrollo
posible, que lejos de ser representativos de toda la gama de opciones
viables, se han restringido a tipologías abstractas que reducen cual-
quier diferencia a la categoría de desviación, anormalidad o margi-
Figura 1
nalidad tolerada. En el caso de las
En el caso de las personas con discapacidad (quienes representan personas con
en cálculos conservadores 10% de la población mundial), se concen- discapacidad,
se concentran
tran todos los tipos de exclusión social y queda seriamente compro- todos los tipos de
metida la posibilidad de desarrollo humano pleno. Con una lógica exclusión social.
amoral,1 se justifica dicha segregación con razo-
nes de impedimentos, defectos corporales, im-
posibilidades naturales que centran la respon-
sabilidad sobre el sujeto mismo. Se trata como
un problema personal, como una tragedia que
marca su participación limitada de antemano y
lo coloca “naturalmente” como objeto de inter-
vención y de una política médico-asistencialista.
La persona con alguna discapacidad se define
entonces “sólo” desde ese atributo visibilizado,

1  Eduardo Bustelo, “Pobreza moral. Reflexiones sobre política social amoral y la utopía
posible”, en Infancia y Política Social, uam-unicef, México, 2002, pp. 15-39.
La vida como motivo para celebrar
18
Norma del Río Lugo

objetivizado y confirmado mediante el diagnóstico médico (e inclu-


yo al psicólogo clínico y especialistas afines del ámbito de la reha-
bilitación-reeducación). Las posibilidades educativas y de desarrollo
del sujeto se organizan alrededor del “problema” y de la organiza-
ción institucional que asume el “manejo del problema”, aun cuando
esto disloque las demás actividades que le correspondería realizar
según su edad, sexo, nivel de desarrollo, ocupación o intereses per-
sonales.
Su historia personal se reduce a su historia clínica contenida en
un expediente, operación que homogeneiza convenientemente las
vicisitudes individuales y transforma los sentimientos, vivencias y
conflictos, en datos o síntomas objetivados (la tristeza se transforma
en depresión; el coraje o la rabia se codifica como agresión; la deses-
peración, como ansiedad).
Se detiene su participación social hasta que sea “normalizado”. La
reorganización de las funciones “perdidas” dependerá de la coope-
ración, el trabajo y esfuerzo de la persona “afectada”. En tanto, se le
mantiene en espacios de intervención “especial” que crean microam-
bientes especializados en donde dominan las interacciones verticales
y asimétricas. El conocimiento se reserva a los especialistas, así como
la toma de decisiones, la duración del tratamiento, su curso y evalua-
ción. A medida que empieza el proceso de reinserción social –si éste
ocurre–, se distribuye el control espacio-temporal de la vida del sujeto
entre “otros expertos” (el maestro, el patrón).
Cabría aquí preguntarse qué tendríamos que cambiar para trans-
formar este estado de cosas:

1) Concebir la discapacidad como un fenómeno bio-cultural


sin caer en la tentación de disociar alguno de
los dos componentes.

Esta unidad nos lleva a recordar que la tecnología y el uso de instru-


mentos es fundamental al hablar del entorno humano. La definición
de las competencias y habilidades humanas no puede ser restringida
al inventario del repertorio conductual del individuo aislado en un
momento dado, ya que precisamente son todos estos dispositivos
Antologías
19
Diseño para la discapacidad

externos que hemos creado como especie los


que nos han permitido sobrevivir según la ley
darwiniana y “del más apto”.
Los instrumentos, la tecnología, la cultura
constituyen los amplificadores de la inteligen-
cia humana; median prácticamente todas las
acciones e interacciones del hombre y relativi-
zan los límites funcionales y de actividad hu-
mana.
Todos hacemos uso de la tecnología para lo-
grar hacer cosas que rebasan nuestra capacidad.
Es entonces inadecuado definir las posibilida-
des de participación social y de desarrollo de
cualquier individuo haciendo caso omiso del
complemento ambiental que lo rodea.

2)  Devolverle el sitio a los valores junto al conocimiento. Figura 2


Todos hacemos
uso de la
La ciencia ha venido transformando sus paradigmas al reconocer que tecnología para
los límites de la realidad externa son relativos, y que es necesario lograr cosas que
rebasan nuestra
incluir al sujeto en el proceso de conocimiento.
capacidad. Las
El criterio de verdad fundacional en la ciencia y en la lógica for- ayudas técnicas
mal tiene ahora un par complementario: la lógica intencional, donde pueden ser
anteojos, bastones
principios como la coherencia, el sentido y la interpretación pueden o sistemas más
ayudar a comprender fenómenos que no pueden ser explicados en complejos.
términos de verdad o falsedad.
Bajo la nueva visión constructivista del conocimiento, la objetivi-
dad y la subjetividad no son excluyentes, sino que se suponen. Es en
el esfuerzo por descentrar nuestro propio punto de vista y conside-
rar otros posibles como alcanzaremos una visión más justa y menos
sesgada.
Hay que realizar entonces un esfuerzo permanente por tener una
visión plural y diversa de lo que a primera vista puede aparecer como
evidente y considerar nuestras limitaciones en el conocimiento, nues-
tros “puntos ciegos”, para respetar decisiones que a veces no alcan-
cemos a entender.
La vida como motivo para celebrar
20
Norma del Río Lugo

Figura 3
En lugar de
diseñar espacios
y objetos para
luego adaptarlos
a necesidades
especiales, habría
que considerar
desde el principio
las características
diversas de la
población.

3)  Diseñar una sociedad inclusiva de acceso universal.

Las políticas sociales deben tener una amplia base social y ser
“utópicas”2 en el sentido de crear horizontes posibles y que la reali-
dad sea el punto de partida y no de llegada.
En lugar de diseñar espacios para luego “adaptarlos a necesidades
especiales”, de entrada habría que considerar como norma el mayor
número de variantes posibles que tiendan a un diseño universal.
En este mismo tono, cabría enfatizar las características comunes
que comparten las personas con discapacidad con los otros, más que
sus diferencias, y contextualizar en lo posible las acciones de inter-
vención para que sean lo menos disruptivas en su cotidianeidad.

4) Definir la calidad de vida en términos


ontológicos y existenciales.

Si escuchamos con atención los relatos de las personas con discapaci-


dades, la identificación de la discapacidad con la noción de pérdida y

2 Ibid.
Antologías
21
Diseño para la discapacidad

Figura 4
Módulo de la
PROFECO en
la terminal 1 del
aeropuerto
B. Juárez de la
Cd. de México
de uso universal,
con alturas
adecuadas para el
uso de personas
tanto de pie como
sentadas.

tragedia o de su inverso, el heroísmo o las “super-capacidades”, obsta-


culiza el establecimiento de una relación interpersonal real y no tiene
la función empática que pudiera atribuírsele.
En realidad la discapacidad no es una entidad estática exclusiva
de una minoría sino es una categoría en la que todos entramos en
ciertos períodos de nuestra vida por distintos motivos. Un determi-
nado evento existencial puede incapacitarnos por un tiempo para
realizar algunas de las actividades que veníamos desarrollando
cotidianamente. La discapacidad define momentos de nuestro ciclo
vital, sobre todo en las etapas tardías del desarrollo humano. Por esto
coincido con Lennard Davis3 cuando sostiene que sería más conve-
niente hablar en general de todos como “temporalmente capaces”
más que elaborar clasificaciones excluyentes cuyos límites carecen
de claridad.
Esto también lleva a que en la evaluación de las necesidades de
un individuo dado, o bien en el diseño de políticas sociales, la disca-
pacidad tome un lugar junto con otras necesidades que en ocasiones

3  Lennard Davis, Imponiendo la normalidad. Discapacidad, Sordera y el Cuerpo, Londres:


Verso, 1995.
La vida como motivo para celebrar
22
Norma del Río Lugo

pueden ser más apremiantes.4 La causa principal de discapacidad en


el mundo es la pobreza (agudizada por hambrunas ante desplaza-
mientos forzados por conflictos armados, violencia, etcétera): 400 de
los 600 millones de personas con discapacidad viven en el sudeste
asiático.5
Termino con esta cita que sintetiza el espíritu de la presente
reflexión:

La utopía, democráticamente desarrollada, tiene la fuerza de “enganchar”


a las personas en un proyecto que restaure el sentido colectivo en bús-
queda de la esperanza. La utopía puede convocar el entusiasmo y desen-
cadenar la imaginación y creatividad para darle unidad social y cultural
a un proyecto que se base en los valores compartidos de la solidaridad y
la justicia.

4  En la planeación del manejo de los niños con discapacidad, es importante primera-


mente considerar sus necesidades básicas para alimentación, albergue y atenciones mé-
dicas esenciales. A menudo, los planificadores de rehabilitación dan poca atención a las
limitaciones económicas de la familia. Como resultado, algunas veces se gastan cientos de
dólares en una aplicación ortopédica, un aparato auditivo, o en enseñanza especializada
para terminar viendo morir al niño de hambre o por una infección sin tratar. David Werner,
1988. Conferencia Magistral en el simposio Administración de Discapacidades a largo Pla-
zo, Concejo Nacional de Servicio Social, Fort Canning, en: www.healthwrights.org/articles/
manage_ltd.htm
5  Enabling Education Network (eenet). http://www.eenet.org.uk
Antologías
23
Diseño para la discapacidad

Bibliografía

Bustelo, Eduardo, “Pobreza moral. Reflexiones sobre política social


amoral y la utopía posible”, en Infancia y Política Social, uam-unicef,
México, 2002, pp. 15-39.

Davis, Lennard, Imponiendo la normalidad. Discapacidad, Sordera y el


Cuerpo, Verso , Londres, 1995.

Werner, David, Conferencia Magistral en el simposio Administración


de Discapacidades a largo Plazo, Concejo Nacional de Servicio Social,
Fort Canning, en: www.healthwrights.org/articles/manage_ltd.htm,
1988.

eenet, Enabling Education Network. http://www.eenet.org.uk

Créditos de imágenes

Página 17. Figura 1. Fuente: Cartel CONAPRED http://www.conapred.org.mx/in


dex.php?contenido=pagina&id=38&id_opcion=15&op=15

Página 19. Figura 2. Fotografía de la autora.

Página 20. Figura 3. Fotografía de la autora.

Página 21. Figura 4. Fotografía de la autora.


de la discapacidad
Construcción social

Publicado en Diseño y sociedad, División de Ciencias


y Artes para el Diseño de la Universidad Autónoma
Metropolitana- Xochimilco, 17/04, México, otoño,
pp. 26-31.
Dulce María García Lizárraga
P
ara quienes no están relacionados con el tema de la disca-
pacidad, seguramente el título los remita a las ciencias so-
ciales, y encuentren quizás alguna relación con las ciencias
médicas y de la salud. Pero el tema que nos convoca, La construcción
social de la discapacidad requiere inevitablemente de diversas disci-
plinas, de otros saberes.1
Las ciencias sociales avanzan en el estudio de modelos sociales de la
discapacidad. Las ciencias biológicas en la prevención de enfermeda-
des, rehabilitación y aumento de las expectativas de vida. Las ciencias
y artes para el diseño, por otra parte, minimizan el problema pensando
que es asunto de otros; la realidad es que desde las prácticas del diseño
se puede contribuir enormemente a la disminución de la inseguridad
y la insatisfacción que produce el entorno tal y como está concebido
actualmente. Contribuir a la calidad de vida, permitir que un mayor
número de personas puedan desplazarse por la ciudad, disfrutar de los
espacios, utilizar los objetos y el mobiliario, tener acceso a la informa-
ción visual, es una obligación de los diseñadores.
Pero la discapacidad no es una entidad estática exclusiva de una
minoría que aparece en las estadísticas. En conjunto somos realmen-
te la mayoría de la población, ya sea por la edad, por discapacidades
temporales, o por características consideradas distintas de los lla-
mados estándares o media de la población: zurdos, de talla pequeña,
muy altos, obesos, etc., a los cuales agruparemos como personas con
necesidades especiales.
Abordar el problema de grupos de la población con necesidades espe-
ciales es una tarea multidisciplinaria. ¿De qué le sirve a una persona ha-
ber estado en rehabilitación y conseguir un empleo si ese sitio de trabajo
está en un segundo nivel y no hay elevador? ¿Si no existe un transporte
que le permita desplazarse? ¿Basta con cumplir con el reglamento y de-
jar el espacio de un sanitario para personas en silla de ruedas, al cual es
imposible llegar y no cuenta con barras de apoyo? O a la inversa: ¿de qué
sirve una rampa muy bien construida si un auto está obstruyéndola?

1  Este artículo está basado en el documento enviado para la conferencia con el mismo
nombre en el II Seminario Internacional del Consorcio Trilateral para el Desarrollo de la
Capacidad en Rehabilitación Comunitaria y Estudios en Discapacidad (ccrds) que tuvo
lugar en la ciudad de Hermosillo del 23 al 25 de febrero de 2004.
Construcción social de la discapacidad
26
Dulce García

Realizar las adecuaciones en la arquitectura de


la ciudad, en el mobiliario urbano, en los objetos
de uso cotidiano y en la comunicación gráfica, re-
quiere estrategias y una adecuada planeación en
que participen diversos sectores sociales y polí-
ticos; pero también requiere que la accesibilidad
forme parte de la formación de todos los diseña-
dores.

Modelos médico y social


de la discapacidad

Las diversas formas de abordar la discapacidad


desde la teoría social se basan en las definiciones
Figura 1 formuladas en las últimas dos décadas, tanto por investigadores so-
Al diseñar ciales, organizaciones de personas con discapacidad y profesiona-
tendríamos que
considerar a las les de la salud. Encuentran dos modelos opuestos entre sí: el más
personas con antiguo, pero aún vigente, modelo médico, en que la discapacidad
discapacidad y es considerada un problema personal cuya solución recae en el in-
las personas que
auxilian. dividuo mismo, su familia o en políticas de atención a la salud y que
refuerza socialmente la relación de la discapacidad con una trage-
dia personal.
Una de las influencias dominantes que ha conformado tanto las de-
finiciones profesionales como las de sentido común ha sido el modelo
médico. Esta visión impone una presunción de inferioridad biológica
de las personas con discapacidad. Destaca las pérdidas o las discapa-
cidades personales, con lo que contribuye al modelo de dependencia
de la discapacidad. Etiquetas como inválido, impedido o retrasado sig-
nifican todas ellas, tanto una pérdida funcional como una carencia de
valor. Con este tipo de denominaciones se ha acostumbrado a legiti-
mar las visiones individuales médicas y negativas de la discapacidad.2
Por otro lado, el modelo social de la discapacidad, se va alejando
del paradigma individualizado del enfoque médico; considera fac-
tores sociales y culturales para coincidir en que “la discapacidad no

2  Len Barton (comp), Discapacidad y sociedad, Ediciones Morata, Madrid, 1998.


Antologías
27
Diseño para la discapacidad

está causada por las limitaciones funcionales físicas o psicológicas de


las personas con insuficiencias, sino por el fracaso de la sociedad en
suprimir las barreras y las restricciones sociales que incapacitan”.3 Es
decir, estamos hablando de un problema de la sociedad y no de los
individuos con discapacidad.
Algunos factores que han permitido un cambio en el concepto son,
entre otros:

• Eventos nacionales e internacionales, pronunciamientos, decla-


raciones, etcétera.
• Marcos legislativos: protección frente a la discriminación y la
exclusión.
• Corriente normalizadora en los países desarrollados.
• Calidad de vida: tecnologías que facilitan la vida cotidiana.

A pesar de estos esfuerzos, ambas teorías o modelos para abordar


la discapacidad siguen coexistiendo incluso con la demostrada ob-
solescencia del primero. Esto se refleja cotidianamente al suponer
que el problema de la discapacidad es asunto de otros y deben ser
atendidos por su familia o prestarles únicamente atención médica o
educación especial.

Modelo social del diseño

También en el diseño existe una preocupación hacía un diseño social.


En nuestro país, algunas escuelas de arquitectura que surgieron a
principios de los años setenta como el Autogobierno de la Facultad de
Arquitectura de la unam y la Universidad Autónoma Metropolitana
(uam), nacen con el propósito de vincular escuela y comunidad dando
respuesta a necesidades reales. Sin embargo, algunos investigadores
como los autores de un artículo publicado recientemente: “Un modelo
social del diseño. Cuestiones de práctica e investigación”,4 mencionan
que esta corriente de diseño fue iniciada por el diseñador industrial

3  Mike Oliver, Discapacidad y Sociedad, op. cit.


4  Escrito por Víctor y Silvia Margolin y publicado en Encuadre, revista de la enseñanza
del diseño gráfico, octubre 2003.
Construcción social de la discapacidad
28
Dulce García

Víctor Papanek hace aproximadamente 30 años, quien publicó un


libro titulado: Design for the Real World (Diseño para el mundo real).5
Desde la aparición de su libro, se gestan alternativas que respondan
a las necesidades sociales, que van desde las necesidades especiales
de los ancianos, de los pobres y de los discapacitados. Y aunque tal vez
no sea tan relevante quién o quiénes fueron los iniciadores de esta
corriente, es importante mencionar que tanto la publicación del libro,
como el inicio del Autogobierno fueron en 1972.
Los autores nos plantean que las dos principales tendencias en el
diseño son el modelo de mercado y el social, que se diferencian en
las prioridades de su propósito, más que en su método de produc-
ción o distribución y si bien muchos de los productos diseñados
para el mercado también satisfacen necesidades sociales, sostienen
que el mercado no se encarga (ni pretende hacerlo) de todas estas
necesidades sociales.
Para desarrollar el modelo social se basan en textos del trabajo
social, que proponen un trabajo multidisciplinario, y encuentran alia-
dos en las profesiones relacionadas con la salud, la educación, el tra-
bajo social y la geriatría entre otros.
Y aunque no son planteamientos novedosos, nos permiten refle-
xionar acerca del compromiso de los diseñadores y en que de alguna
manera pueden incidir en programas universitarios y de más inves-
tigaciones al respecto.
El papel de las instituciones de educación superior es muy impor-
tante en la formación de nuevos profesionales involucrados en te-
máticas sociales, éstas son muchas y urgentes; pero en relación con
discapacidad estamos interesados y trabajando para su incorporación
en la enseñanza de los diseños, algunos (pocos todavía) profesores de
CyAD-Xochimilco. Por ejemplo, en la carrera de diseño industrial se
ha venido trabajando en algunos prototipos de ayudas técnicas para
personas con discapacidad y como grupo hemos realizado el Primer
Diplomado Discapacidad y Entorno Construido con participación de
profesionales en ciencias biológicas, sociales y del diseño, así como

5  En 1972 cuando publicó su libro, era decano del Instituto de Artes de California, en
el cual hizo su famosa declaración de que “existen profesiones más nocivas que el diseño
industrial, pero sólo unas cuantas”.
Antologías
29
Diseño para la discapacidad

Figura 2
Las personas
con muletas
y las personas con
discapacidad visual,
encuentran muchos
obstáculos en sus
desplazamientos:
escaleras,
elementos
que sobresalen,
puertas
angostas, etc.

dos Jornadas de Sensibilización hacia la Discapacidad, estas últimas


con el objetivo de sensibilizar a los participantes, que experimentaron
una discapacidad o situación temporal y se pusieron en “el lugar del
otro”, además de generar conciencia sobre las barreras físicas y socia-
les que enfrentan cotidianamente las personas con necesidades espe-
ciales. Son actividades prácticas, que incluyen la invitación a nuestras
instalaciones de grupos artísticos de personas con discapacidad.

Este taller a mi parecer es el que mejores experiencias me ha dejado en


mi poco tiempo en la universidad, porque aprendí muchas cosas acerca
de la discapacidad al interactuar con algunas personas que se encuen-
tran en estas condiciones...
Alejandra Santaolalla, alumna de TD2 CyAD.

Terminología y definiciones

En nuestro país solemos hablar en diminutivo, algunas veces como


muestra de cariño, otras en sentido peyorativo; y en referencia a gru-
pos de la población que consideramos diferentes por color, edad o raza
se suelen utilizar términos como: negrito, viejito, indita (oaxaquitas
Construcción social de la discapacidad
30
Dulce García

se les dice a todos los jornaleros que emigran a So-


nora y Sinaloa provenientes del sur del país).
Respecto las personas con discapacidad se habla
del cieguito, sordito, cojito, etc.; términos que no dis-
minuyen la discapacidad sino a las personas. Y en
todos los casos va implícito un sentido de discrimi-
nación o sobreprotección; encubriendo un “pobreci-
to”, el cual difícilmente vamos a encontrar referido
a jóvenes, deportistas, o modelos.
Actualmente escuchamos personas con capacida-
des o habilidades diferentes, doble esfuerzo, etc., pero
se ha adoptado con mayor frecuencia el de personas
con discapacidad que ya lo encontramos referido a
otros grupos de la población como discapacitados
domésticos, discapacitados sexuales, etcétera.
Figura 3 Y aunque el tema que nos ocupa no es la terminología sino los con-
Existen distintos ceptos, un uso claro del lenguaje es una manera de empezar a cambiar
tipos y medidas
de muletas con nuestra actitud.
el propósito de La definición de persona con discapacidad varía considerablemente
ayudar en la de un país a otro incluso dentro de un mismo estado. Para definir a
movilidad, su
uso puede ser una persona como discapacitada, las leyes utilizan distintos criterios,
permanente o características o clasificaciones, las cuales pueden incluir una deficien-
temporal.
cia total o parcial de las capacidades sensoriales, físicas o intelectuales,
mientras otras consideran lesiones o enfermedades limitativas para
poder obtener y mantener un empleo.
En el concepto de incapacidad total o parcial para el trabajo, debida
a una enfermedad o accidente utilizada por las compañías de seguros,
parece haber un criterio universal y en algunos países estos criterios
constituyen el fundamento de la legislación sobre personas con dis-
capacidad.
En México, la definición de la Ley para Personas con Discapaci-
dad de 1995, nos dice que el sujeto de ésta es “todo ser humano que
padece temporal o permanentemente una disminución en sus faculta-
des físicas, mentales o sensoriales que le impide realizar una actividad
normal”. Y el Programa Nacional para el Bienestar y la Incorporación
al Desarrollo de las Personas con Discapacidad de mayo de 1995, dice
textualmente: “Una persona es discapacitada porque en el medio no
Antologías
31
Diseño para la discapacidad

existen facilidades que le permitan estar en igualdad de circunstancias


para acceder a las mismas oportunidades que tienen los demás miem-
bros de una comunidad”.
Personalmente me identifico con la segunda definición, pues
queda de manifiesto que no es la discapacidad la principal limitan-
te. No es un problema individual o interpersonal sino que involucra
a la sociedad, la cual no ha ofrecido las necesarias oportunidades
de integración y desarrollo. Además obliga a considerar otros facto-
res como la familia, la situación económica, el empleo, y algo que nos
atañe especialmente a los diseñadores: la vivienda y las condiciones
arquitectónicas del entorno.

Mayoría o minorías

Para referirnos a la mayoría no tenemos mucho problema en su in-


terpretación, la mayoría de la población es esto o lo otro, sin embargo
el riesgo es catalogar a las mayorías como los “normales” y al resto
de la población como anormales o diferentes.
El término minoría se define como “grupos de personas que tie-
nen en común caracteres étnicos, raciales o religiosos, y que cons-
tituyen un porcentaje relativamente bajo de la población[...] ge-
neralmente las minorías tienen menos poder y menos derechos y
frecuentemente son objeto de discriminación”. Y aunque en esta
definición entrarían ancianos, personas con discapacidad, al igual
que homosexuales, indígenas, analfabetas, etc., también minorías
poderosas económicamente, que serían los más ricos del país, que
aparecen en la revista Forbes y que no son precisamente marginados
o discriminados.
Siempre que hablamos del tema de discapacidad, inevitablemente
hacemos referencia a las estadísticas, y para ello nos basamos en las
de organismos internacionales como la oms y onu que hablan de
porcentajes similares en todos los países –entre 10% y 12% de la po-
blación–. Y quienes trabajamos en este ámbito, no aceptamos como
reales las del XII Censo de Población y Vivienda del 2000 que dice que
son sólo 2.2 millones de personas con discapacidad en México.6

6  Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (inegi).


Construcción social de la discapacidad
32
Dulce García

Seguramente no se les aclaró ni a encuestadores ni a los entrevis-


tados sobre la definición, tipos y grados de discapacidad que puede
haber, pues basta mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que
el censo nacional no concuerda con la realidad.7
Pero en lo que sí estaríamos de acuerdo es en que una sociedad
está conformada por muchas minorías; cada uno de nosotros tiene
una particularidad, por lo que cada necesidad es específica. Y para el
caso que nos ocupa trataremos de agruparlas como “personas con
necesidades especiales” que presentan diferentes grados de discapa-
cidad, habilidades o tiempos para realizar cualquier actividad, orien-
tarse, etc. Y que nos interesan especialmente por la relación existente
entre sus limitaciones y el entorno construido, el cual se vuelve inse-
guro, complicado y muchas veces inaccesible.
A partir de este planteamiento realicé una gráfica, distribuyendo a
los grupos de población de la siguiente manera:

Grupos de la población Fuente

  12 % personas con discapacidad (onu, oms)


  8 % personas mayores de 60 años (inegi)
20 % niños menores de 9 años (inegi)
 18 % discapacidades temporales (estimado)
24 % fuera de los estándares (estimado)
 18 % jóvenes sanos de estatura y
peso moderado, buena vista, oído
y diestros (estimado)8

La realización de este ejercicio, de observar un panorama más am-


plio y no enfocado únicamente a personas clasificadas oficialmente
como discapacitadas y de la tercera edad, me permitió llegar a las
siguientes consideraciones:

7  “Si efectivamente existe un error, éste influirá directa y negativamente en los pro-
gramas y el gasto social correspondiente a las personas con discapacidad, lo cual es suma-
mente grave”. Raúl Gonzalez, “Hacia una conceptualización social de la discapacidad”, en
revista Trabajo Social, Escuela Nacional de Trabajo Social-unam, México, 2001.
8  Este porcentaje se menciona también en un estudio realizado en Inglaterra.
Antologías
33
Diseño para la discapacidad

• La discapacidad no es una entidad estática ex-


clusiva de una minoría, pues en conjunto so-
mos realmente la mayoría de la población.
• La discapacidad es una categoría a la que to-
dos entramos al llegar a ciertos períodos de
nuestra vida por distintos motivos (niñez, acci-
dente, enfermedad, embarazo, vejez).
• Los diseñadores hemos prestado muy poca
atención a estos amplios sectores de la pobla-
ción, para centrarnos en un porcentaje menor.
• El entorno construido está diseñado para ese
porcentaje, obligando a la mayoría a adaptarse
o sentir insatisfacciones, riesgos y limitaciones.

Imagen social
Figura 4
En las sociedades contemporáneas los valores que se exaltan son Pocas veces
se consideran
el rendimiento material y el éxito profesional, de la mano con la los cambios
apariencia física, “ideales liberales de la responsabilidad individual, anatómicos
de las mujeres
la competición y el trabajo remunerado, considerando desviados a
embarazadas
quienes aparecen como incapaces de cumplir esos ideales”.9 para el diseño de
Cuando hablamos de algunas minorías como son las personas mobiliario.
con bajos ingresos o con necesidades especiales debido a su edad,
su estado de salud o su discapacidad, se considera que son grupos
de la población que no constituyen una clase de consumidores en el
sentido del mercado.
Sin embargo el tipo de productos que los diseñadores (principal-
mente de países desarrollados) están creando para este “mercado”
de necesidades sociales es muy amplio: desde material didáctico,
ayudas técnicas, muebles de oficina o adaptadores para accesorios
estándares; sin olvidar que una arquitectura accesible también es
rentable: no es casualidad que los grandes centros comerciales o ca-
denas de tiendas de autoservicio o cines estén incorporando adecua-
ciones para todo público, no son sólo propósitos humanistas sino de

9  Mike Oliver, Discapacidad y Sociedad, op. cit.


Construcción social de la discapacidad
34
Dulce García

Figura 5
Las hermanas
Dolores y Ana
Heredia en la obra
de teatro Te amo,
de Daniel Finzi
Pasca, nos hacen
reflexionar sobre la
amistad enfocado
desde la fragilidad
de lo diferente.

mercado. Y aunque es preferible que la incorporación de un diseño


incluyente o universal se realice respondiendo a necesidades sociales,
está resultando benéfico que aunque inicialmente responda a intere-
ses de mercado, la accesibilidad empiece a formar parte de cualquier
espacio, y otros sigan el ejemplo.
Todo indica que centrarnos en un porcentaje menor de la población
es la generalidad, y no es exclusividad de los diseñadores; este mode-
lo de exclusión se refuerza cotidianamente en los medios de comuni-
cación, desde la publicidad de cualquier producto sea para el cuidado
personal, un auto o una computadora se presentará tradicionalmente
a jóvenes esbeltos y rubios con todas sus capacidades.
Aunque se han dado algunos casos aislados de incorporar minorías,
como un spot del ife para promover el voto, que incluye a un joven
en silla de ruedas, y alguna publicidad de Benetton donde aparece
una niña con Síndrome de Down, junto a otros niños de diferentes
razas (aunque es característico de esta firma crear polémica o llamar
la atención con sus fotos).

Las mujeres con discapacidad estamos en una posición privilegiada para


realizar lecturas más críticas sobre mensajes que asocian la delgadez o
Antologías
35
Diseño para la discapacidad

un cabello brillante con la autoestima. Es necesario asumir el compro-


miso de entender la belleza no como una cualidad, sino como una cons-
trucción social que, en nuestro entorno, está íntimamente ligada con el
consumo y el sistema de producción de capital.10

La publicidad dirigida a los adultos mayores no escapa a esta situación,


ya que aparecen modelos muy bien escogidos realizando actividades
tranquilas, cuidando a los nietos, o dedicados al jardín, ayudando así a
reforzar los estereotipos de este sector de la población.
El cine y la televisión mantienen en este modelo el tema de la dis-
capacidad y las personas alejadas de los estereotipos por lo general
son tratadas con compasión, rechazo o comicidad.
Afortunadamente, la inclusión del tema y de personas con discapa-
cidad en el cine, teatro y exposiciones de obra plástica es algo que se
viene dando cada vez más; actualmente en la cartelera de teatro de
la Ciudad de México se presenta la obra Te amo11 del autor y director
Daniele Finzi Pasca, la puesta en escena a la que ya tuve oportunidad
de asistir, trata el tema de la amistad en tierra de ballenas, enfocado
desde la fragilidad de lo diferente y actúan las hermanas Dolores y
Ana Heredia, esta última con Síndrome de Down.
Además de ser una estupenda obra en su conjunto: dirección, ac-
tuación y escenografía, de alguna manera la aparición en la obra de
Ana es una demostración de inclusión; en este caso de un trabajo acto-
ral con una gran fuerza y sensibilidad. Y el que se presente en cartelera
comercial, en una sala casi llena y no en presentaciones escolares nos
acostumbra a la inserción de personas consideradas diferentes.
Otro caso digno de mencionarse es la película El baño (Xizhao) del
director Zhang Yang, China 1999. El director de 38 años dice que en su
película el agua es el personaje central de la historia, pero en realidad la
figura alrededor de la cual gira toda la película es Er Ming, un joven con
discapacidad intelectual, y es tan natural la inserción del personaje, sin
sobrevalorarlo o discriminarlo y está tan integrado a su hogar-trabajo-
comunidad, que se percibe solamente como alguien “diferente” al igual

10  Yolanda Muñoz, “Amor sin barreras”, en Revista Ararú, núm. 38, mayo-julio 1992, México, D. F.
11  Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque, del 29 de enero al 7 de marzo de 2004.
Construcción social de la discapacidad
36
Dulce García

que las diferencias o particularidades de los otros, la


mayoría ancianos que acuden al baño público. Y éste
es otro tema en la historia: el papel que desempeñan
los ancianos en una sociedad dividida entre la llega-
da de la modernidad y la defensa de las tradiciones.
Y como último ejemplo de inclusión, que forma
parte de la construcción social de la discapacidad,
está el encuentro “Todos Somos Diferentes” que
cada año organiza el Papalote Museo del Niño, con
el fin de fomentar en las nuevas generaciones el con-
cepto de que cada persona es un ser íntegro, autén-
tico y valioso.
Desde 1997, “Todos Somos Diferentes” reúne
a niños con y sin discapacidad para promover el
respeto y la tolerancia a través del juego. La ex-
periencia permite a los niños descubrir que por
encima de sus diferencias pueden tener intereses
en común.
Lo más rescatable a mi parecer de estos ejemplos
es que sin tener que hacer grandes formulaciones
Figura 6 teóricas nos acostumbremos poco a poco a la presencia de personas
Es importante con discapacidad en todos los ámbitos, como parte de la comunidad,
también tomar
en cuenta las en actividades autónomas y no solamente una vez al año en eventos
características altruistas o “asistencialistas”.
de los adultos
mayores.
Estándares de la población

Las proporciones humanas siempre han interesado a artistas y di-


señadores de diversas épocas y culturas; de la visión occidental nos
llega una imagen de perfección del cuerpo humano venida de la An-
tigüedad clásica. Vitruvio la difunde en su Tratado de arquitectura
en el que analizó la proporción perfecta del cuerpo humano y dibujó
una figura humana circunscrita en un cuadro y en un círculo, que fue
retomada después en el Renacimiento por Durero en su tratado de
las proporciones humanas, y por Leonardo Da Vinci, como concepto
del humanismo y la frase “el hombre, medida de todas las cosas”.
Antologías
37
Diseño para la discapacidad

Habría que preguntarse ¿cuál hombre?, pues en todos los casos,


—incluyendo al famoso Modulor de Le Corbusier (instrumento de
medición fundado en las proporciones del cuerpo humano y las ma-
temáticas publicado en 1948)— aparece una figura de sexo mascu-
lino joven o adulto, obviamente con todas sus capacidades, como
representante de la raza humana.
El dibujo de Leonardo es considerado como un símbolo de huma-
nismo, mientras que el Modulor se ha utilizado por varias genera-
ciones de diseñadores (aunque la figura posea una altura mayor a
1.80 m.) y ha sido determinante para el diseño de puertas, asientos,
muebles de baño, cocina, entre otros.
Si bien estos intentos (cuyo objetivo es llegar a una estandariza-
ción) tienen una finalidad práctica y económica, producen sacrificios
a los usuarios distanciados de los valores tomados como media. Y
aunque han servido de base para estudios más específicos como el
Ergonomi Design Gruppen (equipo de diseño escandinavo especiali-
zado en diseño para discapacitados), las personas con necesidades es-
peciales al igual que los niños y los ancianos, siguen quedando fuera

Figura 7
Un diseño
que incorpora
elementos como
pasamanos,
escaleras de
dimensiones
adecuadas, será
más seguro para
todas las personas,
especialmente
para las personas
de la tercera edad,
con discapacidad y
niños.
Construcción social de la discapacidad
38
Dulce García

de la mayoría de los diseños. Es como pretender que exista una sola


talla para todos. El diseño puede tender hacia lo universal pero no en
una sola media,12 sino que debe considerar las diferencias físicas y las
discapacidades.

Individuos de características distintas

Aunque existen investigaciones sobre antropometría de determina-


dos grupos de la población como son los niños y los ancianos, éstos
no son muy difundidos en nuestro país, y menos aún tomados en
cuenta al momento de diseñar.
Las personas con necesidades especiales generan en muchos casos
sus propias medidas, producto de sus características particulares y
de sus necesidades. Si lo que nos proponemos es ir propiciando las
condiciones para que el mayor número de personas puedan realizar
actividades cotidianas con seguridad e independencia, significa que
hay que conocer no sólo las dimensiones del cuerpo humano “medio”,
sino abrirse a más rangos de estaturas, pesos, restricciones de movi-
miento, así como el uso de las ayudas técnicas.
Pero más importante será tomar en cuenta las áreas de movimien-
to y desplazamiento de estas personas y sus alcances, que serán el
parámetro para definir las dimensiones mínimas en espacios y circu-
laciones, recorridos y accesos libres de obstáculos, área libre en torno
a objetos, mobiliario en la arquitectura y la ciudad; y otras más parti-
culares: alturas y ubicación de muebles, contactos y apagadores hasta
la selección, adaptación o rediseño de accesorios adecuados (manijas
para puertas, llaves y otras ayudas para la vida diaria).

• Mientras se llega a más desarrollo y divulgación en la informa-


ción disponible, nos podemos ir acercando a estos grupos con
algunas consideraciones:

12  “Al definir la extensión y límites de una población con un propósito determinado,
nos hallamos enfrentados al concepto de persona media. Este es un concepto de perso-
na típica que emerge de un considerado grupo de personas[...] El designar la persona me-
dia de todas maneras puede inducir a errores peligrosos”. John Croney, Antropometría para
diseñadores, Gustavo Gili, Barcelona, 1978.
Antologías
39
Diseño para la discapacidad

• La pérdida de las facultades físicas y sensoria-


les es normal e irreversible y se acelera en las
siguientes edades: visión, 50 años; oído y tacto,
55 años; olfato, después de los 70 años.
• A partir de esta edad o a principio de los 80 el
deterioro de los sentidos se hace más severo;
el proceso respiratorio y la acción de bombeo
del corazón también pierden eficacia lo que
hace que su caminar sea más lento e inseguro.
En muchas ocasiones también requieren de
apoyos externos como el bastón, la andadera
o la silla de ruedas.
• Otro cambio es la fragilidad cada vez mayor
del esqueleto óseo, las medidas de extensión
son menores que las de la gente joven, situación que puede Figura 8
empeorar a causa de limitaciones como la artritis, o la osteopo- La accesibilidad
y las dimensiones
rosis, entre otras. para sillas de rueda
• Los ancianos de uno y otro sexo, tienden a ser más bajos que los también resultan
apropiadas para
jóvenes, diferencias que pueden explicarse basándose en que
el uso de carriolas.
los primeros pertenecen a generaciones más tempranas, o en el
encorvamiento causado por la edad.

Paradójicamente, la vejez es como un retorno a las proporciones in-


fantiles.
En el caso de personas de talla pequeña y niños, se tiene que consi-
derar la estatura y los alcances de brazos y piernas, para poder ofrecer
alternativas en algunos elementos como mostradores, taquillas, telé-
fonos, bebederos, urinarios, pasamanos y escalones.
Las personas que utilizan silla de ruedas dependen de ella para su
movilidad. Viene a ser como una prolongación de la persona, y para
definir las áreas mínimas indispensables para sus movimientos, no
es suficiente considerar las dimensiones de la silla (no es un mueble
fijo). Es necesario conocer el radio de giro para diferentes manio-
bras como entrar o salir, darse vuelta, etc., el ancho mínimo, las altu-
ras máximas y mínimas para el alcance de objetos. Debemos pensar
también en las personas que auxilian a los ancianos o cuadrapléjicos,
Construcción social de la discapacidad
40
Dulce García

entre otros; en muchos casos tendrán que cargarlos, ayudarlos en


su aseo, de tal forma que las dimensiones de un baño tendrán que
considerar a un acompañante, lo mismo sucede en un elevador cuyas
dimensiones mínimas estarán regidas para su uso por una persona
en silla de ruedas y una de pie.
Las personas con muletas, andadera o bastón e incluso con ca-
rreolas, por lo general se las arreglan solos para sus desplazamien-
tos, pero muchos elementos constituyen peligros o limitaciones
como pueden ser las escaleras sin pasamanos, de peldaños abiertos,
los pisos muy lisos, los pasillos y puertas muy estrechas.
Los débiles visuales y los invidentes que utilizan bastón como
guía, tienen dificultad para detectar elementos que sobresalen
en muros o el mobiliario urbano incluyendo los teléfonos, pues el
bastón detecta objetos hasta una altura de 0.70 m. aproximada-
mente.
Pocas veces se consideran los cambios anatómicos que sufren las
mujeres embarazadas, algunas dificultades son con los asientos y las
superficies de trabajo, escaleras sin pasamanos y el alcanzar objetos
muy bajos.
Las personas con audición limitada o sordera requieren de una
adecuada acústica, de una buena iluminación para ayudar a la lectu-
ra de labios, y de más apoyo en módulos de orientación (con videos o
personas que sepan traducir en lenguaje manual).
A los zurdos, se les obstaculizan algunas actvidades, lo que se refle-
ja en número de errores y el tiempo de desempeño para ejercitar una
tarea y si es en actividades que exigen un alto grado de precisión, las
repercusiones son aún más importantes.
Lo que se pretende subrayar es la importancia de tomar en cuen-
ta estas características particulares de las personas con necesidades
especiales en el proyecto de espacios urbanos y arquitectónicos del
diseño industrial y gráfico, que en muchos casos el problema de ma-
nipulación de objetos o acceso y desplazamiento no se origina en el
individuo, sino en inconvenientes de diseño. Aquí entra en juego la
habilidad del diseñador para establecer formas versátiles, multifun-
cionales y abiertas, contra diseños rígidos y encorsetados.
Antologías
41
Diseño para la discapacidad

Hacia una sociedad y un entorno incluyentes

Desde el campo del diseño se puede contribuir en gran medida a


modificar un entorno hostil, con diseños más flexibles y adaptables
a la realidad de una población de muy diversas características. He
comprobado que no sólo es cuestión de cumplir un reglamento o de
grandes recursos, más bien se requiere de mucha voluntad y trabajo
en conjunto.
Un ejemplo que nos puede servir para mostrar lo anterior, es la ciu-
dad de Oaxaca, la que he tenido la oportunidad de visitar en diferen-
tes ocasiones, y en la que he encontrado cada vez un mayor grado de
accesibilidad. Poco a poco han ido incorporando rampas, banquetas
de anchos generosos y libres de obstáculos, unidades de transporte
adecuados, “no exclusivos”, para personas con discapacidad, y final-
mente en la zona arqueológica de Monte Albán, en donde no sólo
existen adecuaciones en el museo del sitio, sino que han instalado
un elevador para acceder a la plaza ceremonial, zona principal del
conjunto. No sabría decir si las adecuaciones las han realizado para
sus habitantes o para el turismo, que en esta zona es altísimo, lo que
sí puedo decir es que encuentro más personas con discapacidad en
la calle, que en cualquier otra ciudad del país. Y no es que tengan
un porcentaje mayor de personas con discapacidad, sino que en con-
junto han asumido el compromiso de ir construyendo una sociedad y
un entorno incluyentes, que permita salir de su encierro y lograr una
vida independiente a un mayor número de personas.
Construcción social de la discapacidad
42
Dulce García

Bibliografía

Barton, Len (comp.), Discapacidad y sociedad, Ediciones Morata, Ma-


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Antologías
45
Diseño para la discapacidad

Créditos de imágenes

Página 26. Figura 1. Fuente: Derzu Campos García.

Página 29. Figura 2. Fuente: Derzu Campos García.

Página 30. Figura 3. Fuente: Derzu Campos García.

Página 33. Figura 4. Fuente: Derzu Campos García.

Página 34. Figura 5. Fuente: http://www.danielefinzipasca.com/#/teamo/

Página 36. Figura 6. Fuente: Derzu Campos García.

Página 37. Figura 7. Fuente: Derzu Campos García.

Página 39. Figura 8. Fuente: Derzu Campos García.


construcción
Discapacidad y

Publicado en las Memorias del diplomado


“Discapacidad, vejez y diseño del entorno construido”,
División de Ciencias y Artes para el Diseño de la
Universidad Autónoma Metropolitana- Xochimilco,
México, Julio, 2005.
María Isabel Herrera-Lasso Mijares

Imágenes proporcionadas por la autora.


U
na vida satisfactoria se alcanza cuando las necesidades están
cubiertas y cuando el individuo tiene la oportunidad de auto
realizarse de modo constructivo. Las necesidades son univer-
sales para todos los individuos, pero se expresan y gratifican de ma-
neras diversas e individualizadas, dependiendo del nivel cultural en
el que la persona desarrolla su vida. La enfermedad y la incapacidad
interfieren con la gratificación de estas necesidades y la autorrea-
lización y por ello dificultan de algún modo la consecución de una
vida satisfactoria. Aunado a la incapacidad, encontramos también el
rechazo que como ser humano sufren los que tienen alguna disca-
pacidad, las barreras arquitectónicas existentes y la inaccesibilidad a
espacios de diversos tipos.
Es importante que todos nosotros estemos conscientes de la exis-
tencia de personas con alguna discapacidad, los aceptemos y en la
medida de nuestras posibilidades, los ayudemos. Para esto, no sobra
revisar el marco social en el que vivimos para enfrentar a las personas
con discapacidad. ¿Cuáles son los sentimientos que surgen en algu-
nas personas al enfrentarse con gente discapacitada? Lástima, miedo,
rechazo, falta de espontaneidad, menosprecio, descalificación, etc. La
causa tiene su origen en los modelos falsos de belleza, perfección y
“normalidad” que nos han creado desde la niñez.
¿Quiénes son los responsables de esto? La familia, la sociedad y en
gran medida, los medios de comunicación. Estos últimos tienen una
gran influencia en la sociedad, ya que crean imágenes que no siempre
son positivas y en algunos casos son perversas, para aquellos física-
mente diferentes. Por ejemplo, en películas, comerciales, espectácu-
los o caricaturas en los que el malo, el loco, el tonto, el bufón tienen
algún defecto físico muy notorio.
La tan usada frase “mente sana en cuerpo sano” es un claro ejemplo
de cómo generar un juicio en forma automática y por consiguiente una
actitud. Muchas veces pensamos que una persona con una parálisis
cerebral es diferente a nosotros, es un loco, que tiene una deficiencia
intelectual y que puede ser hasta peligroso, por el hecho de presen-
tar movimientos anormales e involuntarios, y esto es por la tendencia
creada en las relaciones entre lo físico con la naturaleza interior del ser
humano.
Discapacidad y construcción
48
María Isabel Herrera-Lasso

¿Quién define la discapacidad? Somos la propia sociedad quienes


definimos una anormalidad y por eso el individuo con alguna disca-
pacidad es el que sufre las consecuencias de la definición, además de
su propia enfermedad.
El papel de la sociedad en relación con las personas con discapa-
cidad incluye un trabajo conjunto de diferentes disciplinas y grupos
sociales, para lograr la concientización del problema.
El equipo interdisciplinario incluye, como su nombre lo indica, di-
versas disciplinas. La primera en interactuar con el paciente es el área
médica y de rehabilitación con el fin de disminuir o superar el déficit
del individuo. La comunidad debe estar consciente (no solamente los
afectados) y actuar en consecuencia. Un ejemplo sería: de qué sirve
que un paciente logre autosuficiencia en sus desplazamientos con
una silla de ruedas, si no existen rampas y acceso en un edificio pú-
blico, o en un comercio, o si los baños no tienen las dimensiones ne-
cesarias o aditamentos para levantarse, o no hay teléfonos públicos
a su alcance en cuanto a la altura.
El grado de discapacidad de un sujeto no sólo está dado por su
déficit, sino también por el contexto social y cultural en que le toque
vivir. La discapacidad es un problema de todos, porque “aunque le
pase a unos pocos o a otros”, afecta la dignidad de la persona y su
calidad de vida. Esto no sólo le sucede al afectado, sino también a la
comunidad en la que vive.
Se calcula que 70% de la población con alguna discapacidad habi-
ta en lugares en donde no existen servicios o accesibilidad a los sitios
de uso cotidiano. Esta inaccesibilidad contribuye al desempleo y al
aislamiento.
Son muchas las etiquetas sociales que las personas con discapa-
cidad han soportado por largos periodos en la historia, como son:
inválidos, lisiados, cuchos, impedidos, inútiles, ineficientes, tontos,
etc. El problema es que todos ellos están cargados de una connota-
ción negativa, que pone énfasis en la limitación tanto para la persona
con discapacidad, como para la sociedad.
En España, en los últimos años, han estado trabajando en una
nueva forma de conceptuar a la persona con discapacidad: analizan-
do las viejas concepciones y modelos existentes, toman en cuenta su
Antologías
49
Diseño para la discapacidad

Figura 1
El entorno
social, cultural y
construido puede
modificar el grado
de discapacidad de
las personas.

tratamiento, asistencia, educación e integración con plenos derechos


en la sociedad. Así vemos que el modelo tradicional se ve asociado
a una visión animista clásica, asociada al castigo divino o a la inter-
vención de lo maligno. El paradigma de la rehabilitación, en el cual
prevalece la intervención médica profesional sobre la demanda del
sujeto, y el paradigma de autonomía personal, con el logro de una
vida independiente como objetivo básico.
Otros autores españoles, como Casado, hablan de cuatro modelos:
el de integración utilitaria, en el cual se acepta a los sujetos con me-
noscabo, “con resignación providencialista o fatalista”. El de exclusión
aniquiladora, en que al sujeto se le encierra y oculta en el hogar. El de
atención especializada y tecnificada, en el que dominan los servicios
y los agentes especializados sobre los usuarios. Y el de accesibilidad,
basado en el principio de “normalización”, en el cual las personas con
discapacidad tienen derecho a una vida tan normal como los demás.
Así vemos que la coexistencia de distintas visiones sobre la misma
situación indica la propia limitación natural del ser humano, con la
dificultad que supone para él, aceptar la evolución conceptual en este
tipo de situaciones.
Discapacidad y construcción
50
María Isabel Herrera-Lasso

Cuando pensamos en discapacidad, a cada uno de nosotros nos


vienen a la mente diversas formas de descripción o definición según
nuestras propias vivencias y experiencias. Por lo anterior es importan-
te tener conceptos claros y definiciones universales. Para hablar de
anormalidad, debemos saber lo que es normal. La capacidad funcional
se define como la habilidad para llevar a cabo actividades físicas, de
la vida diaria (higiene personal, alimentación, vestido, traslados, etc.),
psicosociales, económicas y ocupacionales.
La discapacidad se define como la disminución o ausencia de algu-
Figura 2
na de las capacidades funcionales que pueden ser físicas, mentales o
Las discapacidades sensoriales. De las personas con discapacidad física, el principal pro-
temporales no blema es la ausencia o alteración del movimiento.
entran en las
estadísticas, sin
El movimiento es vital para el desarrollo y el mantenimiento de las
embargo cualquier funciones y capacidades biopsicosociales. El movimiento se entiende
persona es como medio de expresión de la personalidad. Es uno de los canales
susceptible de vivir
estas situaciones, más importantes de comunicación, liberador de energías, medio de
en las que por lo participación, creación, aprendizaje, individualización y socialización.
general se requiere La Organización Mundial de la Salud (oms), con el fin de universa-
de ayudas técnicas
o asistencia de lizar conceptos, define la deficiencia como la pérdida o anormalidad
otras personas. de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. La
deficiencia, considerada como el primer nivel den-
tro de la clasificación de las consecuencias de la en-
fermedad, contempla las limitaciones funcionales
de situaciones tanto congénitas como adquiridas.
La discapacidad es toda restricción o ausencia
(debido a una deficiencia) de la capacidad para
realizar una actividad de la forma que se conside-
ra normal para un ser humano. La minusvalía es una
situación de desventaja para un individuo determi-
nado, a consecuencia de una deficiencia o discapa-
cidad que limita o impide el desempeño de un rol
que es normal en función de su edad y sexo y de
los factores sociales y culturales a los que pertenece.
Hacer una clasificación de discapacidad resulta
difícil, pues existen varios factores para hacerla y
en la literatura encontramos una gran cantidad
Antologías
51
Diseño para la discapacidad

que depende del género, padecimiento, afección, etc. A grandes ras-


gos podemos hablar de discapacidad de origen congénito o adquirido.
En esta última pueden ser temporales o permanentes. A su vez las
permanentes pueden ser estables o progresivas, lo que depende de
la enfermedad.
En las discapacidades de origen congénito encontramos princi-
palmente las enfermedades a nivel de sistema nervioso central, que
incluyen el desarrollo incompleto o anormal, falta de oxigenación
del cerebro al momento del nacimiento, traumatismos durante el
embarazo o intoxicación por drogas, padecimientos hereditarios, etc.
Enfermedades del sistema músculo esquelético, que pueden ser de
origen inmunológico, inflamatorio o degenerativo. Enfermedades del
sistema cardiovascular, respiratorio, renal o endocrino.
Las discapacidades adquiridas pueden ser temporales como los
accidentes, que provocan diversos tipos de lesiones como quema-
duras, heridas abiertas, fracturas o traumatismos craneoencefálicos.
Traumatismos en que lo más frecuente son las fracturas o cuadros
dolorosos por alguna lesión inflamatoria. Procesos infecciosos que
nos impiden llevar a cabo normalmente nuestras actividades, o bien
padecimientos crónicos con afección a diferentes órganos o sistemas Figura 3
en forma permanente. Los padecimientos reumatológicos actúan Los pasamanos
en escaleras
en el sistema inmunológico, lo que se ve reflejado a nivel articular o son de gran
muscular principalmente, además de otros órganos. Algunas de estas ayuda para los
enfermedades son: artritis reumatoide, lupus eritematoso, polimio- desplazamientos
de personas
sitis, dermatomiositis, etc. Y tienen como común denominador que con problemas
no se pueden curar, pero se pueden controlar. En todas las anteriores ambulatorios.
podemos encontrar limitación en la funciona-
lidad de los pacientes para llevar a cabo las
actividades de la vida diaria. Padecimientos en-
docrinológicos, como diabetes mellitus, altera-
ciones de la tiroides o en el crecimiento.
En el sistema nervioso central hay muchas
enfermedades que pueden llevar a algún tipo
de discapacidad. Algunas de estas son curables,
otras controlables, y otras crónicas y progresivas.
Entre ellas se cuentan poliomielitis, compresión
Discapacidad y construcción
52
María Isabel Herrera-Lasso

radicular a cualquier nivel de la columna, esclerosis múltiple, dis-


trofia muscular, síndrome de Guillen Barre, neuropatías, etc., en las
que desgraciadamente se presentan discapacidades importantes que
conllevan la necesidad de utilizar dispositivos como férulas, andade-
ras, bastón, muletas, sillas de ruedas. También dispositivos en casa
como barras para tener apoyo en sanitarios o escaleras o algunas otras
adecuaciones en su propia casa para sobrellevar su vida diaria.

Figura 4
En muchas
ocasiones las
ayudas personales
son necesarias
para llevar a
cabo distintas
actividades.
Esta situación
es frecuente
para apoyar a las
personas mayores.

Los padecimientos cardiovasculares nos pueden provocar cardio-


patía, en que se afecta el rendimiento físico de la persona; o vascu-
lares, que provoquen un derrame o infarto cerebral que dan como
resultado un hemiplejía o disfunciones en la marcha, en el habla y por
consiguiente en su funcionalidad como ser humano.
El desarrollo de un cáncer, sin importar su ubicación, cuando no es
erradicado o controlado, también afecta la capacidad funcional del
individuo.
Por último tenemos el proceso de envejecimiento del organismo,
que puede provocar mínimas o severas limitaciones. En relación con
Antologías
53
Diseño para la discapacidad

este tema hablaremos más adelante, ya que sus requerimientos no


siempre son los mismos y debemos estar conscientes de que nadie
está exento de este proceso.
Una afección que resulta en algún grado de discapacidad puede
ser: un mayor o menor grado de movilidad, según el tipo de secuela,
una atrofia o disminución en su capacidad de movimiento con un
grado de afección leve, moderada o severa a diferentes niveles. Esto
puede ser a nivel postural o funcional, en la capacidad motora, en la
capacidad de expresión, en la habilidad para resolver problemas por
medio del movimiento en relación con el espacio, tiempo y objetos, en
la economía del movimiento y en las cualidades físicas.
La funcionalidad del ser humano se puede clasificar en corres-
pondencia con el grado de autosuficiencia o dependencia en la re-
lación de todas sus actividades. La autosuficiencia, como su nombre
lo indica, no necesita de ningún tipo de apoyo para realizar sus ac-
tividades. Ayuda ocasional: necesita algún tipo de apoyo, que pue-
de ser de otra persona o de un dispositivo especial para efectuar
alguna actividad. Supervisión: implica la presencia de otra persona
para guiarlo en sus actividades. Ayuda frecuente es cuando nece-
sita apoyo en tareas específicas de manera constante y la persona
dependiente es la que no puede actuar si no es con la ayuda de
dispositivos especiales y de otras personas.
La población de individuos con discapacidad es, desafortuna-
damente, numerosa y se espera que su crecimiento sea conside-
rablemente mayor al paso de los años. Se dice que en el mundo
hay 500 millones y que en 40 años se duplicará en los países de-
sarrollados y en los que están en vías de desarrollo se multiplicará
por cuatro. En México se estima que hay 10 millones de personas
con discapacidad, que equivale a 10% de la población total. El ma-
yor porcentaje corresponde al sistema locomotor, le sigue la dis-
capacidad intelectual, 18% con problemas de comunicación o sor-
dera y 9% con ceguera o debilidad visual. En estas estadísticas se
excluyen la tercera edad y las discapacidades temporales. Como
vemos, las afecciones del sistema locomotor son las más nume-
rosas y es en las cuales, tanto los fisioterapeutas, como los arqui-
tectos y diseñadores industriales, quienes están involucrados con la
Discapacidad y construcción
54
María Isabel Herrera-Lasso

Figura 5
Para lograr la
Rehabilitación
integral de
la persona
se requiere
del trabajo
de un equipo
multidisciplinario.
En la imagen
actividades de
danza en el centro
paralímpico de la
Cd. de México.

construcción y el diseño de edificios, tenemos un amplio campo de


acción.
¿Cómo podemos ayudar a mejorar la calidad de vida de un individuo
con discapacidad? Por medio del trabajo de un equipo interdisciplinario
que tenga como objetivo la rehabilitación integral de la persona. Este
equipo está formado por médicos, enfermeras, fisioterapeutas, tera-
peutas ocupacionales, de comunicación y del lenguaje, el psiquiatra o
psicólogo, la familia, arquitectos, ingenieros, diseñadores, educadores,
la sociedad y lógicamente el afectado. Los integrantes del equipo va-
rían según la patología y secuelas que convenga rehabilitar.
Las funciones de este equipo básicamente son: atención profesio-
nal al paciente, atención al grupo familiar, reintegración a la familia, a
la sociedad y de ser posible al trabajo y tratar de que el paciente pueda
vivir lo más plenamente posible, a pesar de su incapacidad.
La rehabilitación es el proceso del tratamiento dirigido a ayudar
a las personas con discapacidad, principalmente física, a emplear al
máximo sus capacidades residuales y permitirles obtener la máxima
satisfacción y utilidad en lo que se refiere a sí mismos, a su familia y a
la comunidad. En algunos casos los fines de la rehabilitación pueden
suponer la mejor adaptación del paciente a una vida independiente
Antologías
55
Diseño para la discapacidad

de los demás. En este tipo de situación sería deseable conseguir una


adaptación constructiva a las limitaciones existentes.
Para lograr una rehabilitación integral es muy importante tomar
en cuenta los factores ambientales, ya que constituyen el entorno fí-
sico, social y actitudinal en el que una persona vive y conduce su vida.
Los factores ambientales actuarán de forma positiva, si su presencia
supone un facilitador para superar las deficiencias y limitaciones en
la actividad o las restricciones en la participación. Será negativo
en tanto que supongan una barrera y obstáculo que entorpezca o
agrave cualquiera de los componentes anteriores. Esta información
se puede obtener trabajando directamente con las personas afecta-
das, ya que ellas serán beneficiadas o perjudicadas directamente en
relación con los factores ambientales.
Las barreras arquitectónicas son los obstáculos más grandes a
los que se enfrentan las personas con discapacidad. Son aquellos
que la misma sociedad ha creado a través de los años, ya sea por dar
prioridad a la estética visual o por tener un mayor aprovechamiento
de los espacios; sin embargo, la razón principal es la falta de infor-
mación y cultura sobre la integración de personas con discapacidad.
Se han construido edificios, banquetas, estacionamientos, lugares
de recreación de estudio, trabajo y socialización que excluyen a

Figura 6
Las barreras
arquitectónicas
o barreras
físicas impiden
el acceso, uso y
disfrute de los
espacios, objetos
y mensajes. Las
encontramos en
la propia vivienda,
edificios públicos,
transporte y la
ciudad. Pueden ser
desde un escalón,
puertas angostas,
manijas de puertas
y señalización.
Discapacidad y construcción
56
María Isabel Herrera-Lasso

personas que no pueden hacer uso de ellos debido a una disca-


pacidad. La falta de acceso a los espacios va más allá de la simple
entrada a un edificio; esta desigualdad también es palpable en los
baños, teléfonos públicos, estacionamientos, manijas de puertas, sis-
temas de puertas de seguridad, salidas de emergencia, señalización,
etcétera.
La sociedad debería ofrecer igualdad de oportunidades a todos los
individuos en el medio físico, cultural, en servicios sociales, en la vi-
vienda, en el transporte, en el trabajo, en la educación, en el ocio y en
el deporte. Esto sería una utopía indispensable para tener una socie-
dad accesible a todos. No debemos olvidar que es la misma sociedad
la que debe incluir a las personas con discapacidad y que está forma-
da por todos y cada uno de nosotros.
En España, en los últimos años, se han empezado a generar inte-
reses y cambios importantes en diversas entidades, tanto políticas,
como sociales para abordar la discapacidad desde la igualdad de
oportunidades y poner, énfasis en el diseño universal, la accesibili-
dad y la eliminación de obstáculos como instrumento de inserción e
integración, inclusión y normalización. Todo ello sigue el principio de
no discriminación. El mercado de trabajo para personas con discapa-
cidad en España, ha sido el campo más prolífico en iniciativas guber-
namentales. En México, ya empiezan algunas empresas importantes
a dar empleo a las personas con discapacidad y a adecuar sus luga-
res de trabajo a sus necesidades.
De alguna manera, todos podemos contribuir a la solución de las
demandas de las personas con necesidades especiales y así beneficiar
tanto a personas con alguna discapacidad física o intelectual, como
a otros sectores de la población: adultos mayores, mujeres embara-
zadas, o personas que padecen de alguna incapacidad temporal. Los
arquitectos, ingenieros, diseñadores o cualquiera que tenga relación
con la construcción, remodelación, diseño interior o adaptación de-
ben estar conscientes de esta situación y conocer la terminología
reglamentaria, la accesibilidad en proyectos o construcciones y las
necesidades de los seres humanos.
Accesibilidad total: proyecto integral que se ajusta a los reque-
rimientos funcionales y dimensionales que garantizan que un
Antologías
57
Diseño para la discapacidad

inmueble puede ser utilizado en forma autónoma y cómoda por


personas con discapacidad. Considera:

1. Ruta accesible desde la vía pública y estacionamiento, hasta


la entrada principal.
2. Ruta accesible a todos los espacios del interior. Puertas, circu-
lación vertical y horizontal.
3. Estacionamiento.
4. Sanitarios.
5. Elementos arquitectónicos.
6. Género de edificación de uso público como auditorios, hote-
les, centros deportivos, etcétera.

Se llama accesibilidad practicable a las adaptaciones a lo ya construi-


do, que sin ajustarse a todos los requerimientos de una accesibilidad
total, garantiza la accesibilidad de las personas con discapacidad a
las áreas que caracteriza el uso de las construcciones o instalaciones
de uso público. Implica:

Figura 7
Las personas con
discapacidad por lo
general requieren
de ayudas
técnicas: muletas,
andadores,
bastones, sillas
de ruedas o
perro lazarillo.
Estas ayudas se
convierten en
parte funcional
del cuerpo por lo
que es necesario
considerar no solo
las dimensiones
sino también la
forma de usarlos.
Discapacidad y construcción
58
María Isabel Herrera-Lasso

1. Ruta de acceso desde la vía pública y el estacionamiento a la


entrada principal del lugar.
2. Acceso al interior, puertas, circulación vertical y horizontal.
3. Estacionamientos y sanitarios.

Son muchos los términos que existen para la realización de proyec-


tos y construcciones con los que debemos estar familiarizados: ac-
cesibilidad, adaptable, área de descanso, área de resguardo, área no
detectable, ayudas técnicas, barreras físicas, borde, circulación peato-
nal, diseño universal, dispositivo sonoro, elemento, entrada, espacio
libre, gente pequeña, iconografía, identificable, mobiliario, percepti-
bles, puertas automáticas, puertas de sistema manual, regadera de
teléfono, ruta accesible, ruta de salida accesible, señalización, soporte,
superficie firme y antiderrapante, táctil, transferencia.
Muchas de las personas con discapacidad requieren para sus des-
plazamientos de ayudas técnicas (muletas, andadera, bastones, silla
de ruedas o perro lazarillo). El uso de estos accesorios demanda de
áreas diferentes a las establecidas en las normas tradicionales para
el dimensionamiento y el diseño de los espacios y mobiliario.

Adultos mayores

Es importante que todos seamos conscientes de que no estamos


exentos de presentar algún tipo de discapacidad al llegar a la vejez.
Los principales síntomas, independientemente de la presencia de al-
gún padecimiento, son: cansancio, debilidad, torpeza, problemas de
equilibrio, problemas visuales, dolores articulares y depresión. Cual-
quiera de los anteriores nos lleva a una disminución del nivel de fun-
cionalidad y rendimiento en las actividades de la vida diaria. Como
vimos anteriormente, los niveles de dependencia varían en relación
con el estado físico, mental y emocional de cada persona.
Padecimientos frecuentes: los traumatismos son una causa fre-
cuente de daños o lesiones en la gente mayor. Los más comunes son
las ca������������������������������������������������������������
ídas que resultan en fracturas. ����������������������������
Los padecimientos reumatoló-
gicos más frecuentes a esa edad son la osteoartrosis, que es el proce-
so degenerativo de las articulaciones, y la artritis reumatoide, que es
Antologías
59
Diseño para la discapacidad

la inflamación de las articulaciones. Procesos


degenerativos y de envejecimiento, enferme-
dades cardiovasculares, en que el corazón no
trabaja con la misma fuerza ni vitalidad. En-
fermedades del sistema nervioso como el Par-
kinson, Alzheimer y por último la demencia
senil.
Los centros gerontológicos son sin duda el
equipamiento más desarrollado, con mayor im-
plantación territorial y con mayor diversidad de
oferta del conjunto de los servicios destinados
a las personas mayores. En la década de los se-
tenta empezaron a construirse residencias por
la seguridad social, que cubrieron una gravísi-
ma carencia, hasta estos momentos atendida
escasamente y con poca calidad por organiza-
ciones no gubernamentales, organizaciones
religiosas, sistemas de beneficencia y raramente la iniciativa privada. Figura 8
Casa Hogar para
En los noventa se consolida el impulso constructor, por ong, plan ge-
la tercera edad.
rontológico, gobierno, fundaciones y órdenes religiosas. Sin embargo, Asociación de
todavía no está definido un modelo residencial. ayuda social de
la comunidad
La residencia para los adultos mayores se define como centro ge-
alemana IAP.
rontológico de desarrollo personal y atención socio-sanitaria multi- Proyecto de los
profesional, en el que viven, temporal o permanentemente, personas arquitectos:
Nuño, Mac
mayores con algún grado de dependencia, o aún autosuficientes. Gregor y de Buen
Cuando abordamos la resolución de espacios para la ubicación de (2002). Ubicada
las personas mayores, sentimos el temor de marginar a éstas en luga- en el pueblo
de Tepepan,
res o servicios, que en cierta manera causarían ruptura con su modo Xochimilco. Para
de vida anterior. La mayor dificultad para saber qué tipo de servicio es 54 personas en
el correcto, estriba en conjugar sabiamente el entorno adecuado y el habitaciones
sencillas y dobles.
deseo real de las personas, al ofrecerles un marco en que nada o casi La accesibilidad
nada les resulte extraño o ajeno a su forma de vida. permite el
desplazamiento
por todas las áreas.
Los objetivos de la arquitectura geriátrica
El diseño arquitectónico de una residencia para personas mayores ha
de permitir, independientemente de su tamaño, responder a objetivos
Discapacidad y construcción
60
María Isabel Herrera-Lasso

de valoración de rentabilidad social y económi-


ca y a su adecuado funcionamiento, tanto para
residentes autosuficientes, como asistidos, para
evitar traslados traumáticos de las personas que
gradualmente, por el proceso de envejecimien-
to o por enfermedad, pudieran necesitar de una
asistencia mayor y de un entorno más adaptado.
El diseño arquitectónico debe contribuir a poten-
ciar la autonomía física, conseguir la seguridad
psíquica, respetar la intimidad individual, provo-
Figura 9 car las relaciones sociales y facilitar la labor del personal en cuanto al
En la arquitectura desarrollo de sus funciones.
geriátrica,
se tiene que El entorno físico ambiental es un punto de gran consideración. Que
considerar mayor su ubicación sea céntrica, que ofrezca escenas urbanas, recorridos o
seguridad en los
simple contemplación. El medio urbano favorece la movilidad de re-
desplazamientos;
en este caso sidentes autónomos para desplazarse en la ciudad. Hay que potenciar
pasamanos, banca el contacto con la naturaleza, con jardines, patios, terrazas, para pa-
y andador.
sear, contemplar o como medio terapéutico.
Un centro residencial de este tipo debe contemplar un programa
de necesidades que incluya las siguientes áreas: de recepción y con-
serjería, de administración, de asistencia social, de asistencia sani-
taria (atención médica y cuidados de enfermería), de rehabilitación
(fisioterapia, terapia ocupacional y recreativa), residencial (alojamien-
to, manutención, esparcimiento y relaciones sociales) y de servicios
generales (centralización de instalaciones, almacenes, cocina, lavan-
dería y mortuorio).
Existen diversos factores determinantes en la adecuación para con-
seguir una mayor independencia física; esto implica evitar caídas, y
se consigue evitando barreras u obstáculos. Proyectar organizaciones
espaciales, sin elementos constructivos o decorativos que constitu-
yan un obstáculo (tapetes, ventanas, rodapiés, alfombras, etc.) El di-
seño debe garantizar su función sin producir un efecto negativo en la
movilidad y accesibilidad de los usuarios, por lo que hay que tener en
cuenta los factores intrínsecos de la vejez que inciden en la utilización
y percepción del espacio, como son la reducción de la agudeza visual, de
la capacidad auditiva, variación en la respuesta motora, en cuanto a la
Antologías
61
Diseño para la discapacidad

disminución de la potencia, agilidad y resistencia de los movimientos,


su coordinación, los cambios de la propia anatomía, como pérdida de
altura, y disminución del alcance en las extremidades superiores, e in-
cluso la función mental, reacciones lentas y disminución de la memoria
reciente. Paliar las incapacidades y disfunciones motoras, dar solucio-
nes constructivas que introduzcan materiales antiderrapantes, pasa-
manos con altura y ancho adecuados, dimensionar puertas, adaptación
de aditamentos en baños, altura del wc, manivelas en puertas y venta-
nas, etc. Para la reducción de las capacidades sensoriales, tener buena
iluminación, señalización y amortiguación del sonido. El volumen de
alarma y medios audiovisuales, debe ser superior a lo establecido, la
climatización, etcétera.
El segundo factor está encaminado a conseguir una mayor seguri-
dad psíquica que se obtiene proyectando espacios definidos e identi-
ficables que puedan compensar la desorientación espacial. Está com-
probada la eficiencia de la señalización mediante la realización de un
código de reconocimiento, basado en establecer diferencias de color

Figura 10
Son preferibles
las rampas a
las escaleras,
principalmente
en espacios
especializados
para personas con
discapacidad y
tercera edad.
Discapacidad y construcción
62
María Isabel Herrera-Lasso

y textura entre las zonas de distintos usos, como estancias y circu-


laciones, paredes y puertas o entre las distintas plantas del edificio.
Se deben usar colores de forma adecuada a su función, y utilizar
tonalidades que transmitan sensaciones relacionadas con el mensaje
que queremos expresar. Para la señalización impresa es importante
usar tanto símbolos como letras y que representen arquetipos fácil-
mente identificables; asimismo, fomentar el contacto con el exterior
y la naturaleza. Para contribuir en este punto se debe aprovechar la
luz natural, el sol, la vegetación y las vistas, para que las personas ma-
yores no se sientan aisladas, encerradas o castigadas. Por lo anterior
se debe incorporar el exterior a la edificación. Se debe potenciar la
altura de las ventanas para posibilitar la visión de las personas sen-
tadas o acostadas (“la luminosidad filosófica en torno a su ventana
puede ser la posesión más preciada”).
Concebir espacios que permitan la privacidad necesaria, que coe-
xistan con otro, que potencien la interrelación con otras personas,
para favorecer las relaciones sociales y la vida en comunidad.
Es importante establecer niveles de privacidad en las distintas
áreas en consideración a la individualidad humana, ya que, en no po-
cos casos, se puede suponer una cohabitación forzada y pérdida de
la intimidad. Debe haber zonas comunes de esparcimiento y otras de
convivencia más reducida, y contribuir así a la integración progresi-
va de los usuarios. En este tipo de centros, las habitaciones, en defen-
sa de la individualidad humana, deben ser preferentemente indivi-
duales y en las compartidas, su distribución espacial debe permitir
cierta privacidad en las zonas correspondientes a cada cama, aunque
ofrezcan una espacio común para satisfacer las relaciones primarias.

Conclusiones

1. Evitar el aislamiento, marginación y discriminación. 2. Educación


y concientización. 3. Eliminar barreras arquitectónicas y 4. Ser una
sociedad tolerante e incluyente.
Si continuamos con una visión cultural de rechazo, marginación y
aislamiento de las personas con discapacidad, no podemos llegar a
una situación de igualdad y continuará la discriminación. Si logramos
Antologías
63
Diseño para la discapacidad

entre todos un cambio de esta visión, conseguiremos la integración


e igualdad para todos.
Esto depende de todos y cada uno de nosotros. ¿Cómo podemos
lograrlo? Al tener una mente más abierta con aceptación y no resig-
nación; al suprimir las barreras arquitectónicas, urbanísticas y de
transporte; y con acceso a la educación, al trabajo, a la cultura y la
recreación. Si fuimos educados con una visión negativa en relación
con las personas discapacitadas, es nuestra responsabilidad cambiar
este enfoque con nuestros hijos, nuestra comunidad y con las futuras
generaciones.
Para tener un ambiente accesible se debe hacer un cuidadoso
análisis de las medidas ergonómicas, antropométricas, técnicas de
desplazamiento y actividades de las personas con discapacidad.
Lograr crear un ambiente accesible es una tarea colectiva y de lar-
go plazo, que está en quienes proyectan, construyen y remodelan el
entorno en nuestra ciudad; asimismo está en los estudiantes de las
diversas disciplinas involucradas en este proceso y quienes, sin ser
profesionistas, son los encargados de modificar y construir las insta-
laciones de uso público. Todas las necesidades, requerimientos y crite-
rios deberán enriquecer los proyectos y garantizar edificios y ciudades
más tolerantes e incluyentes.
Discapacidad y construcción
64
María Isabel Herrera-Lasso

Bibliografía

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Todos los artículos anteriores se escribieron para un curso de posgra-


do universitario, llamado “Fenomenología de la discapacidad”.
Antologías
65
Diseño para la discapacidad

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, Modelos conceptuales sobre discapacidad, en http://usuarios.


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, Normalización, integración e inclusión, en http://usuarios.dis


capnet.es/disweb2000/Portadas/24may2004.htm consultado el 24
de mayo de 2004.
Víctor Papanek, un visionario del diseño
¿para el mundo real?
Diseñamos,

Publicado en Diseño en síntesis, División de Ciencias


y Artes para el Diseño, Universidad Autónoma
Metropolitana- Xochimilco, año 18, núm, 38, México,
Berthana Salas Domínguez
Angélica Martínez de la Peña
Dulce María García Lizárraga

otoño, 2007, pp. 30-39.


E
l libro de Design for the Real World: Human Ecology and So-
cial Change,1 del diseñador y educador austriaco Víctor Pa-
panek (1927-1999), apareció publicado por primera vez en
1971 en Nueva York, por la editorial Pantheon Books. A 36 años de la
aparición de este texto, en cuya dedicatoria se observa la sencillez
del autor al ofrecer este volumen a sus alumnos por cuanto le ha-
bían enseñado, hemos querido proponer en este artículo una refle-
xión por la significativa labor de este hombre, por su legado para
el diseño y, sobre todo, por su llamado hacia la responsabilidad
social.
Víctor Papanek es reconocido como un fuerte defensor de la eco-
logía y de la responsabilidad social en los productos de diseño, de las
herramientas y de las infraestructuras comunitarias: Papanek repro-
baba que los productos manufacturados fueran inseguros, mal adap-
tados o esencialmente difíciles de usar. Los productos diseñados por
él, sus escritos y lecturas son considerados por muchos diseñadores
como un ejemplo, creó productos y diseños para la unesco2 y para la
Organización Mundial de la Salud (oms), también para la compañía
sueca Volvo, que lo contrató para diseñar un taxi especial para perso-
nas con discapacidad.
Filósofo del diseño, Papanek escribió alguna vez: “el diseño se ha
convertido en la herramienta más poderosa con la cual el hombre
puede moldear sus herramientas y ambientes, y también a la socie-
dad y a él mismo”. Este diseñador asumía una posición en la que el
diseño, al lado de otras disciplinas, biológicas y sociales principalmen-
te, debían dar respuesta a necesidades reales. La primera edición en
español de Design for the real world es de 1977, se trata de un texto
referido sobre todo por académicos, teóricos e investigadores del di-
seño, pero poco difundido en la enseñanza del diseño y es incluso, un
texto difícil de conseguir.3

1  Víctor Papanek, Diseñar para el mundo real. Ecología humana y cambio social, Madrid,
Hermann Blume,1977.
2  United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization o bien en español,
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
3  Solamente encontramos un ejemplar en inglés en la Biblioteca de la uam-x y uno en
español en la biblioteca de Diseño Industrial, en la unam.
Diseñamos, ¿para el mundo real?
68
Dulce García, Angélica Martínez, Berthana Salas

Este libro plantea el tema del diseño para personas con discapaci-
dad y de la tercera edad, por lo que ha sido un referente obligado en
la construcción de un modelo social del diseño.4
El diseño puede definirse como una actividad teórico-práctica de
carácter proyectual que conduce a la elaboración de obras, objetos,
espacios e imágenes pertinentes y de calidad en respuesta siempre
a demandas o necesidades de la sociedad.5 Además es un proceso en
el que intervienen para su desarrollo aspectos de múltiple origen y
significación, entre los que destacan los actores sociales, los factores
económicos, culturales, políticos, ambientales y científico-tecnológi-
cos. Estas múltiples circunstancias, siempre interrelacionadas e in-
terdefinidas, determinan que el proceso de diseño esté considerado
como un accionar que involucra un alto grado de complejidad.
Uno de los objetivos fundamentales de las prácticas del diseño
(urbano, industrial, arquitectónico y gráfico) es satisfacer necesida-
des físicas y sociales de las personas, a través de medios artificiales
específicos que contribuyan a que el ser humano enfrente las adversi-
dades causadas por el medio que lo rodea. Las necesidades de las per-
sonas que el diseño debería satisfacer no radican únicamente en el
alimento, el cobijo y vestido; éstas son mucho más vastas y complejas,
por ejemplo: la necesidad de comunicarse, de moverse y desplazarse,
de tener acceso a la información, de aprender de manera adecuada
según sus características cognoscitivas, de ser independiente y auto-
suficiente, de tener esparcimiento, etc. Las necesidades deben satis-
facerse de manera adecuada y segura.
Desde la aparición del libro Diseñar para el mundo real, muchos
diseñadores se han esforzado por abrir nuevas líneas de diseño en-
focadas a las necesidades sociales. Esta continua propuesta por in-
cluir el ámbito social dentro del diseño promueve la inclusión de una
práctica profesional diferente y socialmente comprometida. Una de

4  “Algunos diseñadores como son Víctor Papanek, Norberto Chaves y Alejandro Tapia,
entre otros, han presentado cuestionamientos y conceptualizaciones importantes que tie-
nen como objetivo la construcción de un modelo social del diseño”. Angélica Martínez de
la Peña, Manos que ven. El diseño para el tacto, una nueva esfera del diseño, ICR, Maestría en
Ciencias y Artes para el Diseño, CyAD, uam-x, México, 2005, p. 4.
5  Universidad Autónoma Metropolitana, Consejo Divisional de la División de Ciencias
y Artes para el Diseño, Bases Conceptuales, uam-x, México, 2001, p. 29.
Antologías
69
Diseño para la discapacidad

las características de este modelo de diseño (com-


parado con el modelo de diseño para productos de
mercado) es que posee pocas estructuras teóricas,
métodos u objetivos.6
Podría decirse que el objetivo primario de un
diseño con características sociales es satisfacer
una necesidad específicamente humana, en la
cual han quedado relegados aquellos requeri-
mientos de las poblaciones vulnerables, como los
ancianos, las mujeres embarazadas, los niños, y
de las personas con discapacidad que por su espe-
cificidad demandan un especial interés. Nuestro
particular interés es el desarrollar una investiga-
ción enfocada en las personas con discapacidad
y cómo, desde la práctica del diseño, se pueden realizar propuestas Figura 1
que mejoren la autonomía, la calidad de vida y la independencia de Nursing top
bob, diseñada
este grupo social. La práctica de un diseño incluyente y socialmen- por Mia Seipel,
te responsable debe abordarse de manera que todos los complejos Suecia. Colección
elementos que lo componen y sus múltiples determinaciones sean de ropa para
madres que están
considerados. Las necesidades de los grupos vulnerables no pueden amamantando,
ser analizadas de manera independiente o aislada porque no se tra- son prendas bien
diseñadas útiles y
ta de hacer un diseño especial o diferente, sino un diseño integrador,
estilizadas. El estilo
incluyente y accesible para todos; que contemple las necesidades envolvente es un
de los diferentes grupos y las integre para que satisfaga los reque- detalle estético
pero también
rimientos a pesar de la diversidad.
ayuda a mantener
De acuerdo con el planteamiento de Papanek, el modelo de mercado caliente el área del
que persiste en la práctica del diseño no está contemplando las necesi- pecho de la madre.
dades sociales y está trayendo problemas ambientales y de desigualdad
social. Los riesgos sugeridos por las interpretaciones más pesimistas del
llamado de atención de Papanek parecen volverse realidad. Ya es tiem-
po de que los diseñadores, en un trabajo interdisciplinario, tomen con-
ciencia de lo crítico del problema para la propia profesión.7

6  Víctor Margolin y Silvia Margolin, Un modelo social del diseño. Cuestiones de práctica
e investigación, en: Encuadre, octubre 2003 - abril 2004, p. 5.
7 Nicola Morelli, Entre la lógica industrial y la responsabilidad social, 2007, en:
http://foroalfa.org/articulos/entre-la-logica-industrial-y-la-resposabilidad-social.
Diseñamos, ¿para el mundo real?
70
Dulce García, Angélica Martínez, Berthana Salas

Moretti sugiere que:

“El debate abierto por Papanek puede ser reabierto, explorando la posi-
ble convergencia entre las lógicas industriales y las instancias sociales.
Semejantes convergencias son más evidentes si ponemos el foco en dos
puntos:

1. La emergencia de las nuevas condiciones contextuales en la pro-


ducción industrial y las empresas, y
2. La posible utilización de la lógica industrial para la solución de pro-
blemas sociales (por ejemplo: la industrialización de soluciones so-
cialmente responsables)”.

La visión que se presenta en el libro, con referencia a los temas de


diseño y discapacidad, provoca un parteaguas especial en el área
del diseño industrial. Si tomamos en cuenta que los aparatos de re-
habilitación y las ayudas técnicas han presentado un aumento en
sus costos de venta porque son considerados objetos de primera ne-
cesidad para las personas con discapacidad, las propuestas de Papa-
nek sobre reducción de costos en materiales y procesos, son una vi-
sión que actualmente los diseñadores hemos perdido por la excesiva
comercialización y mercadotecnia.
Citando textualmente a Papanek:

Supongamos que un diseñador industrial, o un equipo completo de di-


señadores, se “especializara” exclusivamente en el área de las necesi-
dades humanas, ¿en qué consistiría el trabajo? Habría instrumentos y
métodos de enseñanza para campos tan especializados como los de la
educación para los adultos, la enseñanza de conocimientos y técnicas
a los retrasados mentales, los incapacitados y los que tienen defectos
físicos.8

8  En el año 1971, la onu emite la Declaración de los Derechos del Retrasado Mental, y
estos términos eran los utilizados: retrasado mental, minusválido e impedido. A partir del
año 1993 aparece el documento de los Derechos Humanos de las Personas con Discapaci-
dad, en el cual se establece que cualquier discapacidad debe ser referida anteponiéndole
el sustantivo “persona”, por ejemplo, persona con discapacidad mental.
Antologías
71
Diseño para la discapacidad

Los diseños realizados por este hipotético equi-


po incluirían desde el diseño, la invención y el desa-
rrollo de instrumentos para los hospitales y para las
casas, hasta instrumentos tan exóticos como pul-
mones artificiales, marcapasos, e instrumentos de
lectura para ciegos. ¿Y respecto a las necesidades
de los ancianos? ¿Y de las mujeres embarazadas y
las obesas?

Si revisamos algunos libros de diseño indus-


trial, encontraremos una colección de diseños
muy difundidos que se han vuelto iconos, por
ejemplo, la silla roja y azul, de Gerrit Rietveld
(1918); el aparador Carlton, de Ettore Sottsass (1981); el taburete WW
y el exprimidor de limones, ambos de Philippe Starck (1990). También Figura 2
podemos encontrar símbolos de categoría social, por ejemplo, la silla Silla Barcelona de
Mies van der Rohe
Barcelona, de Mies van der Rohe (1929). (1929) obra clásica
En los libros de mayor difusión será difícil encontrar diseños para del diseño de
mobilario moderno
el mundo real, como los llamaría Papanek. La excepción se encuentra
del siglo XX, se
en el diseño nórdico, en especial el sueco, que es un reflejo de socie- ha convertido
dades con menores diferencias económicas entre las clases sociales: en símbolo de
“categoría social”
este tipo de diseño se encuentra inserto en el modelo del justo me- y la silla preferida
dio o tercera vía, entendido como un camino entre el capitalismo y el para fotografiar
socialismo. Suecia tiene una legislación de gran alcance y prácticas arquitectura.
Actualmente
para acabar con la discriminación y el trato desfavorable hacia las per- se fabrica por
sonas por antecedentes étnicos, por discapacidad física o mental, o Knoll a un precio
por la inclinación sexual.9 Algunos ejemplos de diseño sueco son los aproximado a los 5
mil dólares.
sistemas Tetra-Pak de envasado de bebidas, la telefonía móvil; algu-
nas innovaciones médicas como el marcapasos, el audífono digital y
un gorro refrigerante para pacientes con cáncer, prendas especiales
para mamás en etapa de lactancia. Un ejemplo de empresa promoto-
ra y comercializadora de un diseño al alcance de amplios sectores de
la población es IKEA,10 fundada en 1943 en Suecia. Alguna vez Víctor

9  Kjell Sedig, Innovaciones Suecas, Instituto Sueco, Estocolmo, 2004, pp. 15-17.
10 http://www.ikea.com/
Diseñamos, ¿para el mundo real?
72
Dulce García, Angélica Martínez, Berthana Salas

Papanek escribió acerca de esta tienda: “Una cosa


es cierta: IKEA seguirá a la cabeza, ecológica, social
y culturalmente, de la fabricación de artículos prác-
ticos, bonitos y que están al alcance del bolsillo”.11
Muchos de estos diseños han sido posibles
gracias a equipos multidisciplinarios y, aunque
existen diseños de mercado, nos interesa desta-
car el continuo trabajo sueco a favor de personas
con discapacidad para una mejor calidad de vida
y otros diseños para prevenirlas, por ejemplo el
cinturón de seguridad, el asiento de seguridad
infantil en sentido contrario al de la marcha y las
bolsas de aire en los automóviles.
Figura 3 Aunque existen antecedentes de algunos diseños o ayudas técni-
Muebles infantiles cas, por ejemplo, el bastón blanco para ciegos, las muletas, las sillas de
puzle diseñados
por Knut y ruedas, los primeros diseños no deben atribuirse a diseñadores indus-
Marianne Hagberg triales; ya que hasta los años sesenta los equipos para personas con
(1998), por IKEA, discapacidad se producían únicamente desde el área médica.
empresa sueca
fundada en 1943, Estos primeros diseños tenían como objetivo inmediato el resta-
con la idea de blecer la función perdida: eran producidos con medidas estándares,
“democratizar el con poco énfasis en las necesidades de los usuarios, con mínimo
diseño”, uno de
sus conceptos interés en las diferentes características (edad, la constitución física,
para lograr precios la antropometría), y sin atención a los materiales y en el aspecto
bajos es el del
estético de estos instrumentos.
sistema modular
y sistemas de Con respecto a la antropometría, Papanek cita: “el diseño discrimi-
ensamblaje. na a amplios sectores de la población. La mayoría de los diseñadores
parecen trabajar para una audiencia exclusivamente sexista, machis-
ta. El consumidor ideal tiene una edad comprendida entre los 18 y los
25 años, es de sexo masculino, raza blanca, de ingresos medios, y si
observamos los datos ergonómicos que publican los mismos dise-
ñadores, mide exactamente 180 cms y pesa exactamente 80 kilos”.12
En México existen pocos estudios antropométricos de la pobla-
ción mexicana, los cuales no han sido difundidos, por ejemplo el libro

11  Charlotte Fiell y Peter, El diseño industrial de la A a la Z, Taschen, Colonia, 2001, pp.
292-293.
12  Victor Papanek, op. cit., pp. 106-107.
Antologías
73
Diseño para la discapacidad

Dimensiones antropométricas de población latinoamericana, de Ávila


Ch. Prado L. y González M., publicado por la Universidad de Guadala-
jara y el Centro de Investigaciones en Ergonomía en 2001. También
se pueden citar los estudios realizados en el Laboratorio de Factores
Humanos y Ergonomía de la uam Xochimilco, realizados por el doctor
Enrique Bonilla y su equipo de investigadores. El problema, en general,
es que estos estudios e investigaciones permanecen solamente para
uso interno de las universidades, las escuelas y los institutos, los cuales, Figura 4
Taburete WW
por la falta de apoyo económico para la edición de libros, no pueden (1990) de Philippe
publicar sus investigaciones. Como consecuencia, la información an- Starck, considerado
un objeto artístico
tropométrica de los mexicanos no llega a manos de los estudiantes y —cercano a una
de los profesionales de diseño que tienen que apoyarse en los libros escultura— que
realizados para otro tipo de poblaciones y razas. refleja las raíces
de una planta.
Así, los estudiantes y los diseñadores utilizan generalmente un par Construido en
de libros extranjeros13 como referencia para el uso de medidas an- aluminio lacado,
tropométricas. Los datos están tomados sobre una población que es se fabrica por Vitra
y su precio es de
morfológicamente diferente a la población mexicana y, al momento alrededor de 3 500
de adaptarlo al diseño, los objetos resultan incómodos para la mayo- dólares.
ría de las personas que los utilizan.
Esto lo podemos observar en los objetos cotidianos:
sólo los productos con extensiones pueden acomodar-
se para diferentes usuarios, aunque no es una regla. Los
objetos con este diseño son más caros, es decir, no son
accesibles a toda la población.
A finales de la década de los sesenta y durante los
setenta, fue significativa la formación de asociaciones
de personas con discapacidad por todo el mundo, lo que
despierta el interés y la conciencia por adaptar el en-
torno construido. En 1969 se le encarga a la diseñadora
danesa Susanne Koefoed la realización del símbolo in-
ternacional de accesibilidad, el cual muestra la figura
estilizada de una persona en silla de ruedas. También

13  Uno de estos textos es el de Neufert, Arte de proyectar en arquitectura, Gustavo Gili,
Barcelona, 2004. Cabe notar que la primera edición de este texto es de 1936. El segundo
texto es el de Julius Panero y Martín Zelnik, Las dimensiones humanas en los espacios inte-
riores. Estructuras antropométricas, Gustavo Gili, Barcelona, 2001.
Diseñamos, ¿para el mundo real?
74
Dulce García, Angélica Martínez, Berthana Salas

en este año, la revista Design dedicó todo un número al diseño para


personas discapacitadas, y dos años después se publicó el libro al que
hemos hecho mención en este artículo, Diseño para el mundo real.
Del mismo modo, durante los años setentas, los mayores avances
en el diseño de estos productos se hicieron en Suecia, especialmente
a cargo de los despachos A&E Design14 y Ergonomi Dessign Gruppen.
Desde sus orígenes, A&E Design investigó la aplicación del plástico y se
especializó en el diseño para personas con discapacidad, creó numero-
sas ayudas técnicas para personas mayores y con discapacidad.15 En los
años siguientes, durante las décadas de los ochentas y de los noventas,
desarrollaron algunos productos destinados a mejorar la calidad de vida,
por ejemplo, la silla de ruedas Motivation destinada específicamente a
países del Tercer Mundo y fabricada con piezas disponibles localmente.16
Ergonomi Design Gruppen, la otra empresa sueca, fundada en 1979,
se dedicaba a la investigación y al desarrollo de diseños seguros, con-
fiables y eficaces, basados en los principios ergonómicos. Ellos realiza-
ron estudios sobre la capacidad muscular y su relación con acciones
como sujetar y asir, y, desde entonces, se han especializado en el diseño
para personas con discapacidad. Este estudio es además renombrado
por sus diseños de máquinas que reducen el riesgo de daños y acci-
dentes causados por el trabajo repetitivo.17
Otro aspecto relevante de la década de los setentas es que fue im-
portante para declaratorias sobre discapacidad: países como Canadá,
Finlandia, Suiza, Bélgica, Suecia y Australia, entre otros, emitieron sus
propias normas, códigos y ordenanzas para facilitar la movilidad y la
accesibilidad de las personas con discapacidad. Como antecedentes
a éstas se encuentran los Tratados Internacionales de Derechos Hu-
manos que surgen sobre todo después de la II Guerra Mundial, por
ejemplo, los Convenios de Ginebra, 1949 y la Carta Internacional de
de los Derechos Humanos, que entró en vigor en 1976.18

14  A&E Design, fue fundada en 1968, en Estocolmo, Suecia.


15  Fiell, op. cit., pp. 14-15.
16  Ibid, pp. 608-609.
17  Ibid, p. 211.
18  Dulce María García Lizárraga, Diseño sin barreras. Un diseño incluyente para perso-
nas con discapacidad, Tesis de Maestría, Facultad de Arquitectura, División de Estudios de
Posgrado, unam, 2000.
Antologías
75
Diseño para la discapacidad

Posteriormente nacen algunos instrumentos internacionales so-


bre discapacidad, desde el ámbito de la salud, como Declaraciones
de los Derechos del Retrasado Mental 1971, Derechos de los Impe-
didos 1975 y hacia 1982, la Clasificación Internacional de Deficien- Figura 5
Motivation es
cias, Discapacidades y Minusvalías, de la oms. En estos documentos una empresa que
prevalecía un enfoque clínico, conocido como el modelo médico de promueve diseños
la discapacidad: la discapacidad se concebía como una característi- independientes
para mejorar la
ca individual, que pretendía la normalidad como algo deseable; la calidad de la vida
persona discapacitada era tratada como enferma, y además era su de los usuarios de
responsabilidad recobrar la salud. sillas de ruedas,
principalmente
A finales del siglo XX se modifica la forma de abordar la discapaci- en los países del
dad, ya que actualmente se involucran en este tema algunos inves- Tercer Mundo. La
tigadores sociales que trabajan conjuntamente con asociaciones de silla Mekong (1993)
consta de una
personas con discapacidad: se consideran los factores sociales y cultu- armazón
rales, no únicamente los referentes a la medicina y la salud. de madera
Los siguientes documentos responden al nuevo paradigma en específico para las
víctimas de minas
la forma de concebir la discapacidad, entre ellos se pueden citar: terrestres de
las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Camboya.
Personas con Discapacidad, onu,
1994, y el primero de este siglo en
ser adoptado, la Convención So-
bre los Derechos de las Personas
con Discapacidad,19 también de
la onu, en que se reconoce que
“la discapacidad es un concepto
que evoluciona y que resulta de
la interacción entre las personas
con deficiencias y las barreras
debidas a la actitud y al entorno
que evitan su participación ple-
na y efectiva en la sociedad, en
igualdad de condiciones con las
demás”.

19  Fue adoptada el 13 de diciembre de 2006, y el 30 de marzo de 2007; ochenta Esta-


dos firmaron el documento, incluyendo México en http://www.un.org/disabilities/docu-
ments/convention/convoptprot-5.pdf, consultado el 25 de marzo de 2007.
Diseñamos, ¿para el mundo real?
76
Dulce García, Angélica Martínez, Berthana Salas

En 1990 se publica la Ley Americana para Personas


con Discapacidad, en inglés ADA, The American Disa-
bility Act, que ha influido positivamente en posterio-
res leyes y en programas de muchos países, incluso
México: ha dado pie a nuevos conceptos como el di-
seño universal, conocido también como diseño para
todos, y diseño para todas las personas. Encontramos,
pues, una preocupación creciente hacia un modelo
social de la discapacidad, en el cual el entorno cons-
truido es fundamental para una sociedad inclusiva.
Para terminar este documento haremos referen-
cia a lo que actualmente se conoce como el diseño
para todos (dpt) o diseño universal, que vendría sien-
do de alguna manera, la versión contemporánea de
la denuncia realizada hace 36 años por el visionario
Víctor Papanek. Por diseño para todos, se entiende la
Figura 6 creación de productos y entornos diseñados de modo que sean utiliza-
Esta silla bles por todas las personas en la mayor medida posible, sin necesidad
construida en
plástico de alta de que se adapten o especialicen. El objetivo del dpt es simplificar la
resistencia permite vida de todas las personas al hacer que los productos, las comunicacio-
su uso bajo el
nes y el entorno construido por el hombre sean más utilizables por la
agua, además por
su ligereza tiene mayoría de las personas con un costo mínimo, además de que benefi-
mucha demanda cie a personas de todas las edades y capacidades.
lo mismo para uso
residencial que en
Actualmente, el concepto de diseño para todos, desde el diseño indus-
hospitales, consta trial, arquitectónico, gráfico o urbano, no es una práctica común en los
de cuatro ruedas medios académicos ni profesionales, porque es más fácil rediseñar ob-
giratorias y se
utiliza lo mismo
jetos existentes que profundizar en necesidades reales de ciertas áreas.
en la ducha que La aplicación de los principios del diseño universal es un proceso
en el wc. Diseñada que conlleva a una igualdad real, a responder a los retos de una so-
por el equipo A&E
Design de Suecia,
ciedad cada vez más diversa y con necesidades diferentes, al promo-
especializados ver la equiparación de oportunidades. Para lograr este reto se hacen
en el diseño para indispensables algunos cambios, por ejemplo, informar y sensibilizar
personas con
discapacidad. a los diseñadores acerca de la importancia de trabajar por un diseño
para todos.
El tema del diseño y la discapacidad debería ser tratado con ma-
yor frecuencia e interés dentro del ámbito universitario no como una
Antologías
77
Diseño para la discapacidad

Figura 7
La enfermera
Yvonne Olofsson
desarrolló el
Dignicap, un gorro
que permite a
los pacientes
de cáncer el
tratamiento de
quimioterapia sin
que se les caiga el
cabello. El gorro
es controlado por
computadora y
la temperatura
elegida se
mantiene
constante durante
el tratamiento.

moda o como un acto filantrópico, sino como un hecho que refleje el


verdadero compromiso de los diseñadores y su quehacer.
Al revisar los planes de estudios de algunas universidades en nues-
tro país hemos encontrado casos excepcionales que vinculan el dise-
ño con la discapacidad, por ejemplo, la unam (Universidad Nacional
Autónoma de México), la uam (Universidad Autónoma Metropolita-
na, unidades Xochimilco y Azcapotzalco), la uaem (Universidad Autó-
noma del Estado de México) y la uia (Universidad Iberoamericana).
Aunque el texto Diseñar para el mundo real ha cumplido más
de tres décadas desde que apareció por primera vez, resulta increí-
ble pensar que es un texto poco conocido, que no se estudia ni se
difunde en los ámbitos universitarios y profesionales en nuestro
país. Como muchos de los problemas que enfrentamos en nuestra
sociedad, las cosas a veces no se hacen porque se desconocen los
problemas e ignoramos los procedimientos y las referencias teóri-
cas, o por seguir tendencias de otros países que no corresponden a
nuestra realidad.
Nuestro objetivo fue rescatar del anonimato un texto valioso
para el diseño en general, que no ha perdido vigencia y que quiere hacer
consciente al diseño de su importancia en la vida de todas las personas.
Diseñamos, ¿para el mundo real?
78
Dulce García, Angélica Martínez, Berthana Salas

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Antologías
79
Diseño para la discapacidad

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ceapat.es/ceapat_01/centro_documental/boletin_ceapat/ano_1
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Moretti, Nicola, Entre la lógica industrial y la responsabilidad social,


2007, en: http://foroalfa.org/articulos/entre-la-logica-industrial-y-la-
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Créditos de imágenes

Página 69. Figura 1. Fuente: Abrink, Pernilla. Catalogue Design for every body. The
Swedish Society of Crafts and Design, 2002, Stockholm, Sweden.

Página 71. Figura 2. Fuente: http://www.reallynicethings.es/blog/wp-content/


uploads/2013/04/silla_barcelona_reallyniethings1.jpg

Página 72. Figura 3. Fuente: http://www.ikea.com/ca/en/catalog/categories/de-


partments/childrens_ikea/series/11779/

Página 73. Figura 4. Fuente: Mc Dermott Catherine, Diseño del siglo XX, Design
museum Lisma Ediciones, 2003.

Página 75. Figura 5. Fuente: http://collections.glasgowmuseums.com/media/T_


1997_14_01_S.jpg

Página 76. Figura 6. Fuente: http://www.aedesign.se/e_clean.html

Página 77. Fuente: Sedig Kjell, Innovaciones suecas, Instituto sueco, Estocolmo,
2002.
disciplina viva ante
El diseño como

la discapacidad

Publicado en El diseño arquitectónico y las personas


con discapacidad, Compiladores: Bruno Onofre,
Raúl García y Raúl S. Gonzalez, Colección: Temas y
estrategias, Buenos Aires, 2008, pp. 173-209.
Angélica Martínez de la Peña
Dulce María García Lizárraga

contacto@elaleph.com
E
l presente texto se estructura básicamente en dos apartados:
en el primero se pretende mostrar cómo se interrelaciona la
disciplina del diseño aunado al problema de las personas con
discapacidad. Para lograr este cometido se expondrá brevemente el
paradigma del Diseño para todos, como el eje teórico medular para
abordar la accesibilidad desde todos los ámbitos del diseño, funda-
mentándolo en los siete principios rectores de esta propuesta.
Posteriormente se presentará un apartado de análisis de diseños
contemporáneos, en los cuales se resalta principalmente la calidad
que adquieren al incluir las necesidades de las personas con disca-
pacidad de la tercera edad, de los niños, entre muchos otros grupos
tradicionalmente ignorados. Se han seleccionado cuatro proyectos
para la fase de análisis y de exposición de diseños incluyentes: el pri-
mero, que corresponde a la línea del diseño urbano vinculado al siste-
ma de transporte público, específicamente nos referimos a la parada
del Metrobús en Ciudad Universitaria (México, D. F.). El segundo ejem-
plo a examinar representa al diseño arquitectónico y corresponde a
una librería que originalmente fue la sala del Cine Lido: la Librería
Rosario Castellanos, (Colonia Condesa, Ciudad de México. D. F.). En ter-
cer y cuarto lugares, y como ejemplos de acceso a la información, se
retomarán dos ejemplos significativos: el diseño y la implementación
del código Braille en los empaques de diversos productos de consu-
mo y en la edición de un libro que propone, de forma alternativa, el
acceso a la información y conocimiento, especialmente para niños: El
libro negro de los colores, de Ediciones Tecolote.

El diseño y las personas con discapacidad

Uno de los objetivos fundamentales de las diferentes prácticas del


diseño (urbano, industrial, arquitectónico y gráfico) radica en satisfa-
cer necesidades físicas y sociales de las personas a través de medios
artificiales específicos, que contribuyan a que el ser humano enfren-
te las adversidades causadas por el medio que lo rodea.1 De forma

1 García et al. “Diseñamos, ¿para el mundo real? Víctor Papanek, un visionario del dise-
ño”, en Diseño en Síntesis, núm. 8, año 18, otoño 2007, p. 30-39.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
82
Dulce García y Angélica Martínez

personal, concebimos al diseño como una discipli-


na viva en constante transformación, evolución y
crecimiento. Coincidimos con la propuesta de au-
tores como Francisco Pérez,2 entre otros,3 que en-
fatizan fuertemente que el diseño es un proceso
dinámico que debe transformarse y adecuarse a
la realidad actual: se requiere un diseño completo,
inter, trans y multidisciplinario que se adapte a la
Figura 1 complejidad de nuestro tiempo, en el cual la discapacidad adquiera
Cadena de
presencia y reciba una atención inminente y propositiva desde las
accesibilidad:
señalización disciplinas del diseño.
en piso y muro. Anteriormente Víctor Papanek planteó también que “el diseño
Estacionamiento
tiene que ser un utensilio innovador altamente creativo e interdis-
para personsas con
discapacidad ciplinario, que responda a las verdaderas necesidades del hombre”.4
y rampa. Es importante aclarar que la discapacidad no es un factor nuevo o de
reciente aparición; lo que sí es reciente, es la relativamente nueva in-
serción de este factor en los campos del diseño a pesar de que Papa-
nek denunciaba que lo necesario (para el diseño) era responder a las
verdaderas necesidades, entre las que se encuentran indudablemen-
te las de las personas con discapacidad.
La discapacidad debe integrarse en la complejidad teórica, meto-
dológica y de producción del diseño en general, así como en el entor-
no mundial, en el cual se encuentran los mercados, la competencia, la
mercadotecnia y las innegables necesidades sociales, según lo seña-
lan Jorge Frascara5 y Norberto Chaves.6 Esta nueva mirada a los pro-
blemas complejos de la sociedad para la que se diseña abre nuevas

2  Francisco Pérez Cortés, Lo material y lo inmaterial en el arte-diseño contemporáneo.


Materiales, objetos y lenguajes virtuales, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad
Xochimilco, División Ciencias y Artes para el Diseño, México, 2003, pp. 12 a 14.
3  Dulce García Lizárraga, Diseño sin barreras. Un diseño incluyente para personas con
discapacidad, tesis de maestría, División de estudios de posgrado, Facultad de Arquitectura,
México, unam, 2000.
4  Víctor Papanek, Diseñar para el mundo real. Ecología humana y cambio social, Her-
mann Blume, Madrid, p. 13.
5  Jorge Frascara, Diseño gráfico para la gente. Comunicaciones de masa y cambio social,
2ª ed., Infinito, Buenos Aires, 2000, pp. 51-57.
6  Norberto Chaves, El oficio de diseñar, 2ª ed., Gustavo Gili, Barcelona, 2002.
Antologías
83
Diseño para la discapacidad

esferas de acción en todos los campos del diseño. Lo anterior no


significa tampoco que el diseño se convierta en la panacea o, por el
contrario, en el culpable de muchos problemas. Lo que se pretende
simplemente es despertar en los diseñadores una conciencia social
hacia la compleja realidad que se vive actualmente, sin pretender
que estas disciplinas sean las salvadoras de la sociedad; aunque
sí deben asumir una actitud consciente de la heterogeneidad de
la sociedad actual y plantearse cómo generar proyectos de diseño
revolucionario.
Conocer en su complejidad y en su cotidianeidad a los diferentes
actores sociales para los que se diseña, permite abrir nuevos escena-
rios donde el diseño tiene definitivamente mucho que aportar en la
solución de problemas y demandas, especialmente para las personas
con discapacidad. Es significativo, por ejemplo, observar que casi en
ningún plan de estudios de licenciatura en diseño de las universida-
des de nuestro país se incluyan materias o temas que contemplen a
los discapacitados como usuarios de los diseños que se producen. A
este respecto, Marcia Isabel Campillo refiere que:

Las universidades y centros de investigación están posponiendo la ela-


boración de formas de estudiar la discapacidad desde lo social, una de
las vías para avanzar un poco en este sentido sería la reconsideración
de aquellas elaboraciones que permitan integrar los componentes del fe-
nómeno de la discapacidad sin los prejuicios que encierra la delimitación
del tema por la corta vista de cada disciplina.7

Ya lo refería también Papanek al decir que “el diseño ha de estar orien-


tado a la investigación y es preciso que dejemos de deshonrar a la
misma tierra con objetos y fabricaciones pobremente diseñadas”.8
Consideramos que los diseñadores tenemos la obligación de investi-
gar y conocer cuáles son las posibles soluciones que podemos brindar

7  Marcia I. Campillo López, Modelos médico y social de la discapacidad. Elementos para


el debate, ponencia presentada en el Primer Coloquio Discapacidad, Educación y Cultura,
3-5 de diciembre de 2001, Escuela Nacional de Antropología e Historia. José Luis Ramos y
Janeth Martínez (coords.), Conaculta / inah, México, 2001.
8 Papanek, op. cit., p. 21
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
84
Dulce García y Angélica Martínez

para poder contribuir en el ofrecimiento de una mejor calidad de vida,


cuestión que abarca a todas las áreas del diseño. Por ejemplo, el di-
seño industrial puede participar con diseños de ayudas técnicas; el
gráfico, al permitir la accesibilidad a la información y a los mensajes;
el arquitectónico, al proyectar accesiblemente los entornos construi-
dos y sin barreras; por último, el diseño urbano, al planificar ciudades
accesibles que sean funcionales y habitables para todos, donde se fa-
cilite el traslado, el goce, el disfrute y la convivencia de los ciudadanos.
En este punto, específicamente, reside la importancia de que
actualmente, desde los campos de la investigación universitaria, se
permita y se fomente la apertura hacia el estudio de este tipo de pro-
blemas, en los cuales por medio de las diferentes disciplinas académi-
cas, se pueda alzar la voz para identificar necesidades que no se han
difundido. Amén de que estas situaciones han generado ignorancia
y poca bibliografía en el tema que se plantea. Por otra parte, uno de
los objetivos importantes del diseño expuesto por Papanek, en el que
éste debe ser significativo, se refiere a la función del diseño: “llama-
mos función del diseño a la manera en que éste cumple su propósito”.9
Aquí se encontraría precisamente el talón de Aquiles del diseño
relacionado con la discapacidad, ya que si se hiciera diseño accesible,
éste cumpliría, entonces, uno de los propósitos iniciales: diseñar in-
cluyendo a las personas con discapacidad.
Una vez que se ha establecido el contexto general que interrela-
ciona el problema de la discapacidad con el tópico del diseño, a con-
tinuación se presenta el concepto del diseño para todos o también
conocido como diseño universal que, en fechas recientes, se ha utili-
zado como la terminología que relaciona al diseño con las personas
con discapacidad en general.

El diseño para todos (dpt)

Las diferentes características que los individuos presentamos y que


son cambiantes a lo largo de la vida, además de las múltiples situacio-
nes, nos llevan a considerar una ampliación del concepto de persona

9  Ibid, p. 21.
Antologías
85
Diseño para la discapacidad

Figura 2
Acceso con
rampa a unidad
de transporte.
El ancho y sistema
de apertura de las
puertas facilita
su uso a usuarios
con silla de ruedas
y carriolas.

estándar o promedio. Esta riqueza de variables nos obliga a diseñar


con una mayor creatividad y calidad los proyectos de diseño de los
actuales productos y servicios.
El diseño para todos (dpt) o diseño universal (du) se define como:
“El diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan
utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad
de adaptación ni diseño especializado”.10
Según la publicación Design for everybody,11 el diseño da libertad al
ser humano, no lo restringe: un objeto bien diseñado puede brindarle
muchas potencialidades y, a su vez, le permite gozar de una vida más
accesible al constituirse el diseño como una herramienta que facili-
ta la reafirmación personal de los individuos en cada situación única,
ya que forma parte inevitable y constante dentro de la vida cotidiana.
Esta presencia constante del diseño reafirma los supuestos de que un
buen diseño se presenta como un catalizador en el desarrollo indivi-
dual y también como un objeto democrático, es decir, que debe ser

10 CONAPRED, Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos de las Perso-


nas con Discapacidad, México, 2007, p. 13.
11  Johan Huldt, The Swedish Society of Crafts and Design. Design for Everybody, (s/f),
editor Pernilla Abrink, The Swedish Institute and Svensk Form, catálogo de la exposición
Diseño para todos, 2002.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
86
Dulce García y Angélica Martínez

para todos. Esto significa que un diseño, al ser planeado de manera


funcional y atemporal, requiere en su construcción una interacción
directa y constructiva con los usuarios del mismo.
En diferentes momentos de la vida, todos hemos sido incapacita-
dos en nuestra funcionalidad por diversas razones. Un buen diseño
nos debería liberar de muchas restricciones, de tal manera que nues-
tra vida se desarrollara activamente y con las menos restricciones y
barreras posibles, es decir, un buen diseño se conformaría y entende-
ría como un diseño accesible para todos. Esto significa que el diseño
debe ser funcional para todas las personas, debe indicar claramente
cómo el objeto debe utilizarse, debe facilitar la libertad de movimien-
to y la libertad de uso, debe permitir un libre acceso tanto al entor-
no construido (sin barreras) como a la información y a los mensajes
presentados.
El dpt o du, implica que los productos, servicios y sistemas deben
diseñarse de manera que sean lo suficientemente flexibles para ser
utilizados directamente, sin apoyo ni modificaciones, por personas
con la más amplia gama de habilidades y circunstancias, además de
ser compatibles con las ayudas técnicas que usan un gran número
de personas.
Una de las características más interesantes del concepto de dpt es
que beneficia a toda la población, incluso a personas con discapaci-
dad y a personas mayores, al conseguir productos y servicios mejor
pensados: de un diseño que ha tenido en cuenta mayores dificulta-
des resultará un mejor producto para todos. Lograr un diseño para
todos produce importantes repercusiones sociales, económicas, po-
líticas y de mercado.
Según la información consultada, las Naciones Unidas en su
documento Normas Uniformes para la Igualdad de Oportunida-
des, capítulo v, exhorta a conseguir la accesibilidad en productos,
servicios, información y comunicación: está demostrado que es
económicamente rentable asegurar la accesibilidad a productos
y servicios. Existen ejemplos positivos de dpt como la circulación
de autobuses con elevadores para sillas de ruedas, los semáforos
con sonido, la supresión de escaleras por rampas, los cajeros auto-
máticos con sistema Braille (aunque no son parlantes todavía), el
Antologías
87
Diseño para la discapacidad

acercamiento al usuario, la impresión Braille en


cajas y en etiquetas de medicamentos, los ele-
vadores parlantes, las señalizaciones táctiles y
podales, los puentes peatonales con elevador;
todos son cambios que hacen que aumente el
número de usuarios con las consiguientes re-
percusiones sociales y económicas, además de
que también se facilita la vida a los ciudadanos
estándar.
Desarrollado en la última parte del siglo XX, el diseño para todos Figura 3
En los diversos
se define como un planteamiento esencialmente integrador de
espacios se
necesidades humanas variadas por oposición al diseño para el usua- requiere
rio medio. Desde la visión tradicional, poco sensible al fenómeno considerar las
dimensiones de
de la discapacidad que se ha conformado en nuestra sociedad, no
una silla de ruedas
se aprecia el hecho de que el diseño se involucre en el problema de así como el radio
la desigualdad social con relación a las personas con discapacidad. de giro de 1.50
metros.
Desde este paradigma, las características de las personas son las res-
ponsables de su exclusión, no el diseño. El nuevo planteamiento de
cara a la discriminación por motivo de discapacidad cuestiona estas
premisas: “Partiendo del principio de que los bienes y los servicios
deben adaptarse a las necesidades de las personas con discapacidad,
y no al contrario”.12 Durante mucho tiempo, no sólo los diseñadores,
también los fabricantes, los departamentos de comercialización y
los profesionales de ventas han aceptado implícitamente la premisa
de que los productos son concebidos para el usuario medio o están-
dar, que satisfacen las necesidades de la mayoría de la población y
que se dirigen al mercado más amplio posible. Si se revisan las es-
tadísticas correspondientes de la Organización Mundial de la Salud
(oms), se comprobaría que este mercado normal o estándar no es lo
que parece ni es tan grande como se cree.
La mayor parte de las personas con discapacidad pueden citar
un sinfín de ejemplos y de soluciones de diseño incluyente que po-

12  Véase la Clasificación Internacional del funcionamiento (cif), de la discapacidad y


de la salud de la Organización Mundial de la Salud, cuya última versión revisada (2001)
incluye una clasificación de los factores ambientales con incidencia en la discapacidad y la
salud. http://www.who.int/icidh/
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
88
Dulce García y Angélica Martínez

drían ofrecerles una mayor calidad de vida y que, además, los inte-
grarían efectivamente a la sociedad en su vida cotidiana. Por ejemplo,
en un entorno edificado, los usuarios de sillas de ruedas se verían in-
cluidos si las barreras ambientales introducidas en la etapa de diseño
fueran eliminadas: andenes con ascensores, entradas de bancos y lo-
cales comerciales sin puertas rotatorias, bordes en aceras con rampas,
entre otras. Estas mismas propuestas constituirían igualmente un
beneficio para los padres que pasean a sus hijos en carreolas, para las
personas con bolsas de las compras o para los viajeros con maletas.

Normas y principios del diseño para todos


Figura 4 Las normas juegan un papel decisivo en el desarrollo de productos
Indicaciones
gráficas y en y de entornos accesibles de manera general. La experiencia de los
braille para Estados Unidos de Norteamérica demuestra que la aplicación de nor-
escuchar discos mas legislativas que sean a) claras y precisas; b) definidas después
en una tienda de
música en Sao de consultar a fabricantes, prestadores de servicios y a las personas
Paulo, Brasil. con discapacidad, y c) aplicadas después de un periodo preparatorio
durante el cual se ponen a disposición de los ciu-
dadanos servicios de asesoramiento técnico y ju-
rídico, ha permitido progresos significativos en la
difusión del diseño para todos y en la consiguiente
supresión de las barreras. Desde hace ocho años
se ha sugerido13 suprimir las barreras, promover la
accesibilidad y mejorar la integración social de las
personas con discapacidad; éstas son acciones ne-
cesarias y urgentes en todos los campos del diseño.
Existen ya siete principios del dpt que han sido
enunciados por algunas organizaciones e institucio-
nes, los cuales es necesario señalar en este apartado
con el fin de que sean implementados en cualquier
campo del diseño. Los siete principios del diseño para
todos,14 se centran en el diseño utilizable por todos,
sin perder de vista que en el mismo intervienen otros

13  Dulce María García Lizárraga, op. cit.


14 Fundación sidar, Acceso universal, Principios del diseño universal o diseño para
todos, en: http://www.sidar.org/recur/desdi/usable/dudt.php, consultada en marzo de
2005.
Antologías
89
Diseño para la discapacidad

aspectos como el costo, la cultura en la que será usa-


do, el ambiente, etcétera. Estos principios generales
del diseño son funcionales; de hecho se aplican ya en
algunos países en disciplinas como la arquitectura,
el diseño industrial, el diseño urbano, la ingeniería
y dentro del diseño gráfico en las páginas y aplica-
ciones web.
Los principios del diseño para todos o, como es
llamado en Estados Unidos, diseño universal, fue-
ron compilados por: Bettye Rose Connell, Mike
Jones, Ron Mace, Jim Mueller, Abir Mullick, Elaine
Ostroff, Jon Sanford, Ed Steinfeld, Molly Story, y
Gregg Vanderheiden. La versión 2.0 fue publicada
el 1º de abril de 1997, por el Centro para el Diseño
Universal.15 Figura 5
Manija para
puerta de palanca.
Primer principio: uso equiparable Puerta de cubículo
El diseño debe ser útil para la mayoría de las personas, no importando en la Torre de
Ingenieria en cu.
sus limitaciones o capacidades.
Lineamientos: que proporcione las mismas formas de uso para todos
los usuarios, idénticas cuando sea posible, y equivalentes cuando no.
Que evite segregar o estigmatizar a cualquier usuario; que todos los
usuarios mantengan en igualdad de disposición sus características
de privacidad, garantía y seguridad. Por último, se sugiere que el dpt
sea atractivo para todos.

Segundo principio: uso flexible


El diseño se acomoda a un amplio rango de
preferencias y habilidades individuales.
Pautas: que el diseño ofrezca posibilidades de elección en los méto-
dos de uso; que pueda usarse tanto con la mano derecha como con
la izquierda. Que facilite al usuario la exactitud y precisión, y que se
adapte al paso o ritmo del mismo.

15  NC State University, The Center for Universal Design, an initiative of the College of
Design. Véase http://www.design.ncsu.edu:8120/cud/univ_design/princ_overview.htm
La traducción y adaptación es de Emmanuelle Gutiérrez y Restrepo. Fundación sidar, Ac-
ceso Universal, 2005.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
90
Dulce García y Angélica Martínez

Tercer principio: simple e intuitivo


El uso del diseño debe ser fácil de
entender, atendiendo a la experiencia,
a los conocimientos, a las habilidades
lingüísticas y al grado de concentración
actual del usuario.
Sugerencias: que elimine la complejidad innece-
saria; que sea consistente con las expectativas e
intuición del usuario; que se acomode a un amplio
Figura 6 rango de alfabetización y habilidades lingüísticas; que dispense la
Mostrador de información de manera consistente con su importancia, y que pro-
diseño universal.
Se puede atender porcione avisos eficaces y métodos de respuesta durante y tras la
a personas de pie finalización de la tarea.
y a un costado, a
una altura menor,
sin segregar a Cuarto principio: información perceptible
personas en silla El diseño debe comunicar de manera eficaz la información
de ruedas, niños y
personas de baja
necesaria para el usuario, atendiendo a las condiciones
estatura. ambientales y a las capacidades sensoriales
del usuario.
Recomendaciones: que el diseño utilice diferentes modos para pre-
sentar de manera contundente la información esencial (gráfica, verbal
o táctil). Que proporcione contraste suficiente entre la información
esencial y sus alrededores; que amplíe la legibilidad de la informa-
ción esencial; que diferencie los elementos en formas que puedan
ser descritas, por ejemplo, que sea fácil proporcionar instrucciones o
direcciones, y que sea compatible con las ayudas técnicas o dispositi-
vos utilizados por las personas con limitaciones sensoriales.

Quinto principio: con tolerancia al error


El diseño debe minimizar los riesgos y las consecuencias adversas de
acciones involuntarias o accidentales.
Sugerencias: que el diseño disponga los elementos para minimizar
los riesgos y los errores, por ejemplo, dispositivos más usados y más
accesibles. Que los elementos peligrosos sean eliminados, aislados
o encubiertos. Que proporcione advertencias sobre peligros y erro-
res; que proporcione características seguras de interrupción, y que
Antologías
91
Diseño para la discapacidad

desaliente acciones inconscientes en tareas que


requieran vigilancia.

Sexto principio: que exija poco


esfuerzo físico
El diseño debe ser usado de manera eficaz
y confortable y con un mínimo de fatiga.
Recomendaciones: que el diseño permita que el
usuario mantenga una posición corporal neutra;
que utilice de manera razonable las fuerzas nece-
sarias para operar; que minimice las acciones repe-
titivas y que minimice el esfuerzo físico continuado.

Séptimo principio: tamaño y espacio para el


acceso y uso
Que el diseño mantenga un tamaño y un espacio
apropiados para el acceso, alcance, manipulación y uso, atendiendo al
tamaño del cuerpo, la postura o la movilidad del usuario. Figura 7
Lineamientos: que proporcione una línea de visión clara hacia los ele- Líneas guías
en piso, su
mentos importantes tanto para un usuario sentado como de pie; que implementación
el alcance de cualquier componente sea confortable para cualquier es reciente en la
Ciudad de México.
usuario ya sea sentado o de pie; que se acomode a variaciones de ta-
Las encontramos
maño de la mano o del agarre y por último, que proporcione el espacio en la línea 1 del
necesario para el uso de ayudas técnicas o de asistencia personal. Metrobús y
algunas líneas del
Metro.
Análisis y ejemplos de diseños incluyentes
1.  Ciudad. Diseño Urbano.
Estación de Metrobús de Ciudad Universitaria.
Proyecto arquitectónico: Felipe Leal, René Caro.
Período de realización: 2007.
Inauguración: 2008.

El sistema Metrobús es un transporte confinado, similar al de otros paí-


ses como Colombia y Brasil, que el Gobierno del Distrito Federal inició
en una de las arterias viales más importantes de la Ciudad de México:
la avenida Insurgentes. La estación Ciudad Universitaria (cu) del Me-
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
92
Dulce García y Angélica Martínez

trobús se conecta con los transportes internos de la Universidad Na-


cional Autónoma de México (unam): Pumabús y Bicipuma. Esta parada
es completamente diferente a las demás: su diseño está construido
análogamente a una gran caja de cristal; los materiales y la ilumina-
ción, incluso la misma señalización: “cu, patrimonio de la humanidad”
resultan ser un interesante ejemplo de la combinación de arquitectura
contemporánea inmersa en un entorno natural de piedra volcánica.
Los elementos principales son la propia estación, el puente peato-
nal que cruza la avenida Insurgentes y conecta con el andén a través
de una rampa entendida como la continuación del mismo. Destaca
el juego de rampas que sirven de enlace al campus: tres diferentes,
todas con un ancho muy adecuado para un intenso tráfico peatonal y
pavimento antiderrapante; la poniente con una curva muy abierta
y suavizada.
La rampa central que brinda acceso a la estación presenta propor-
ciones generosas: una pendiente adecuada entre 8 y 10%, y además
cuenta con una estructura transparente de acero y de cristal a modo
de barandal.
La rampa ubicada al oriente es una gran rampa helicoidal: resulta
ser la de mayor uso, pues conecta con la mayoría de facultades e ins-
titutos de Ciudad Universitaria, y al mismo tiempo desemboca en la
parada del Pumabús y la estación de Bicipumas.
Figura 8 Visitar la parada, subir y bajar las rampas con la mirada puesta en
Rampa poniente
de la estación del la accesibilidad, sin poder separarla de la estética del conjunto, per-
metro cu. mite hacer otra lectura: frente a la rampa helicoidal se encuentra una
parada del Pumabús que se recorre con facilidad
caminando, claro está. Es notable, sin embargo, la
ausencia de un bordillo lateral como protección ne-
cesaria en caso de utilizar muletas o silla de ruedas.
La primera inquietud sobre esta rampa fue preci-
samente cuestionar qué tan conveniente resultaba
ser para transitar en silla de ruedas, ya que, en el
manual de la onu, no se recomiendan las rampas
curvas. Se consultó a la arquitecta Taide Buenfil16

16  Profesora de la materia Arquitectura para Discapacitados en la División de Estudios


de Posgrado, Facultad de Arquitectura, unam.
Antologías
93
Diseño para la discapacidad

Figura 9
Rampa central
helicoidal en la
parada de cu de la
linea 1 del
metrobus. La
pendiente es
menor al 6%, muy
adecuada para el
uso de peatones
incluyendo a
personas en sillas
de ruedas.

para conocer su opinión al respecto y lo que refirió es que una ram-


pa curva no es segura para una persona en silla de ruedas, ya que,
además de la pendiente de subida o bajada, se tiene otra pendiente
hacia el interior que no permite apoyar completamente ni de forma
uniforme las cuatro llantas de la silla.
Para acceder a la terminal se cuenta con línea guía táctil para cie-
gos, así como señalización en Braille y en altorrelieve, lo que forma
parte del sistema del Metrobús en todas sus estaciones. Este sistema
táctil, que se empieza a utilizar en algunas estaciones del Metro de la
Ciudad de México, solamente cuenta con una pequeña línea (acana-
lada, en bajo relieve y de aluminio); en el Metrobús se implementó de
acuerdo con las especificaciones internacionales, tal como se realiza
en otros países.

Comentarios
En otras paradas de este sistema, donde no existen rampas, se están
colocando elevadores. El riesgo de este sistema son las fallas de ener-
gía eléctrica o el mal uso de éstos. Por otro lado, la implementación
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
94
Dulce García y Angélica Martínez

de líneas guía y los señalamientos en altorrelieve


y en Braille son dignos de reconocimiento. La para-
da de cu, con sus tres rampas, facilita el acceso de
personas con dificultades motrices; sin embargo,
sigue siendo evidente la ausencia de ciertas espe-
cificaciones técnicas para que sean más seguras:
bordillos laterales que evitan salirse del camino, y
el inconveniente al que hicimos referencia de la
rampa helicoidal. Sería recomendable contar con
las líneas guía táctiles desde el arranque mismo de
las rampas y con franjas que indicaran los cambios
de nivel.
Estas cuestiones serían consideradas desde
la etapa del proyecto si además de contar con la
información técnica, involucramos a las personas
con discapacidad.

Figura 10 2.  Diseño arquitectónico.


Línea guía en el Centro Cultural Bella Época.
piso en acceso a
las estaciones del (Librería Rosario Castellanos, Fondo de Cultura Económica).
Metrobús. Proyecto de reutilización: Teodoro González de León.
Período de realización: 2006.
Tamaulipas 202, Col. Condesa.

De cine a librería
Este ejemplo da cuenta del proceso de adaptación de una gran sala
cinematográfica de los años cuarenta, ahora convertida en la librería
del Fondo de Cultura Económica (fce), Rosario Castellanos: es un
espacio de gran amplitud y lleno de luz, con doble altura y corredores
transparentes. Tiene el atractivo de poseer una obra de Jan Hendrix
en el plafón, compuesto de hojas de cristal que simulan un ramaje de
bambú.

El exterior
Respetando elementos de la fachada original, ahora se acentúa el
acceso con una pequeña plaza a modo de recibidor, que funciona
Antologías
95
Diseño para la discapacidad

como lugar de encuentro, ya que cuenta con algu-


nas bancas, caso insólito de lugares de descanso en
exteriores. Para llegar a esta plaza se realizaron tra-
bajos en banquetas: se construyeron dos rampas
en ambas direcciones. Cabe mencionar que el es-
tacionamiento cuenta con servicio de valet parking.

El interior
Ala de acceso, en donde se localiza una sección de la
librería, área de cajas y área de libros para niños se
encuentran al nivel del exterior, aunque destacan
unas escalinatas a todo lo largo de esta ala, para
subir aproximadamente un metro y llegar a la zona
principal; el cambio de nivel para facilitar el acceso
a personas con movilidad reducida se resolvió con
dos plataformas elevador, conocidas como lifts. Figura 11
Esta solución es recomendable en donde no existe espacio sufi- Plataforma
elevador, mejor
ciente para rampas, situación muy común en estructuras preexisten- conocida como
tes. Esta plataforma, de acuerdo con especificaciones en manuales lift, en el Centro
de accesibilidad, es aconsejable para salvar medios niveles, hasta un Cultural Bella
Época. Esta
máximo de 1.20 m de altura (para alturas de un piso, se recomienda solución es
utilizar elevadores de caja cerrada). recomendada en
lugares donde
no existe espacio
El recorrido para rampas, ha
Desde este nivel principal, en donde se localiza el acervo mayor de resultado muy
conveniente en
la librería: música, la cafetería y área de exposiciones, se encuentra reutilizaciones.
un núcleo de servicios en donde se localiza un elevador para acceder
al nivel de la sala cinematográfica y a los servicios sanitarios que
cuentan con un baño adaptado para personas con discapacidad, así
como un cambiador de pañales. Sin embargo, los lavabos no permi-
ten su uso a personas en silla de ruedas porque tienen obstruccio-
nes en la parte inferior con un faldón corrido. Para poder acceder a
los corredores a modo de balcón, en donde se encuentran más libros,
además de las escaleras, existe otro elevador. Los espacios entre los
anaqueles permiten una libre circulación, incluso para una silla de
ruedas.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
96
Dulce García y Angélica Martínez

Figura 12
Área para niños
al interior de la
libreria Rosario
Castellanos del
Centro Cultural
Bella Época.
Los libreros se
encuentran
al alcance de
los niños, la
informalidad con
cojines y tapetes
resulta muy
adecuada.

El mobiliario
Es en este rubro donde nos enfrentamos con los primeros inconve-
nientes, pues los mostradores no están diseñados para atender a
personas de diversas características como son personas en silla de
ruedas, niños y gente pequeña.17 Se pueden señalar tres modelos dife-
rentes de mostradores: el de cobro, que es una gran barra; el de aten-
ción para la cafetería, de las mismas características que el anterior, y
los módulos de información.
Al respecto podemos mencionar dos cosas: la primera es que los
mostradores pueden adaptarse para atender a personas con las ca-
racterísticas mencionadas al colocar unas repisas añadidas, como los
encontrados en una librería en São Paulo, Brasil. Y la segunda es que
este tipo de mobiliario es muy importante también para las personas
que laboran en estos espacios, por lo que deben estar ergonómica-
mente diseñados y que también su solución podría considerar el que

17  Las Normas Técnicas Complementarias (ntc) al Reglamento de Construcciones del


D. F. publicadas en la Gaceta Oficial del D. F. establecen que: “En lugares de uso público en
donde se proporcione atención, información, recepción de pagos o similares se contará al
menos con un módulo o taquilla a partir de cinco, con una altura máxima de 0.78 m, para
uso de personas en silla de ruedas, niños y gente pequeña, la cual será accesible desde la
vía pública y estacionamiento”.
Antologías
97
Diseño para la discapacidad

una persona en silla de ruedas pudiera trabajar en


este lugar.
Otra dificultad encontrada es en las repisas de
libros: algunas obras se encuentran casi a nivel de
piso; esto ocasiona que las personas en sillas de
ruedas y otras con dificultad para agacharse no
tengan acceso a ellos. Resultan más recomenda-
bles los diseños de muebles escalonados, como los
exhibidores de discos cd.
Figura 13
Otros espacios El diseño de
los libreros no
Encontramos también áreas con sillones de lectura muy agradables permite a las
y convenientemente colocados fuera de las circulaciones. Otro gran personas con
acierto es la zona para niños, con cojines, tapetes y libros a su alcance. problemas en la
espalda acceder
a los libros de la
Lo que falta parte superior.
Señalización para ciegos, especialmente para indicar las secciones de
su interés, como audio-libros, música, cafetería y otros servicios. Las
ntc a las que nos hemos referido especifican el uso del Braille fuera de
elevadores con la leyenda: “En caso de sismo o incendio, no utilice el
elevador, emplee la escalera”, también se requiere para señalar rutas
de evacuación.
Este tipo de indicaciones han sido ignoradas por completo, por
ejemplo, en las líneas guías en piso, que consisten en líneas o fran-
jas de pavimentos táctiles, que se utilizan con la finalidad de que
las personas con deficiencia visual las detecten tanto con los pies
(tacto-podal) o con el bastón blanco. Por lo general, se crea un iti-
nerario por el que la persona se puede desplazar y llegar a zonas de
interés, informarse de cambios de nivel o atender a obstáculos.

Comentarios
En el edificio se ha considerado la accesibilidad únicamente para
personas con dificultades motrices; permite el uso de carreolas, con
elementos bien resueltos en los cambios de nivel con las plataformas
y los elevadores, la adaptación de sanitarios, pero que colocan una ba-
rrera a estas mismas personas desde los mostradores. Se ha olvidado
por completo a las personas con discapacidad visual, situación muy
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
98
Dulce García y Angélica Martínez

común en la arquitectura, en instalaciones que brindan atención al


público, en donde se solucionan sólo algunos elementos como ram-
pas, sanitarios y estacionamientos.
Sin embargo, y para no parecer pesimistas, consideramos que es
aún reciente en nuestro país la inserción de la accesibilidad: las nor-
mativas no son muy claras, ya que se prestan a diferentes interpre-
taciones y causan confusión, y también la falta de supervisión causa
problemas. El hecho de que este edificio en particular incorpore estos
elementos brinda la pauta para continuar en esta vía de inclusión
desde diversas disciplinas.

Diseño industrial y gráfico:


Implementación del código braille
en los empaques de productos
Resulta innegable la importancia que tiene el acceso a la información
para todas las personas independientemente de sus limitaciones. En
el caso específico de las personas con discapacidad visual, especial-
mente para los ciegos, el acceso a la información se encuentra todavía
muy restringido en muchos países. Esto se debe, en muchas ocasio-
nes, al desconocimiento por parte de los diseñadores de las caracte-
rísticas y los beneficios que brinda colocar la información en el código
de lectoescritura Braille.
Las adaptaciones eficaces para los productos comerciales pueden
darse en dos formas: mediante las implementaciones de impresión
en altorrelieve (como el Braille o los signos táctiles) y los lectores
parlantes de códigos de barras bidimensionales auditivos (Audiosca-
ner PDF).
Las primeras adaptaciones, objeto de estudio en esta investiga-
ción, constituyen tal vez la adecuación más sencilla y también la más
accesible ya que de esta manera, mediante la sensibilidad del tacto,
la información puede ser percibida en todo momento, tanto en el
establecimiento comercial como en sus casas, cuyo costo de imple-
mentación correría a cargo del fabricante del producto.
En otro orden de ideas es importante para una persona ciega co-
nocer de qué producto se trata no solamente en el establecimiento
comercial, sino también en su hogar, donde la implementación del
Antologías
99
Diseño para la discapacidad

código Braille adquiere mayor relevancia, y es cuando las personas


ciegas tienen que ordenar la despensa y el refrigerador.
Si los envases son fácilmente identificables al tacto, el ordenamien-
to de la alacena no debe ser complicado, pero si la compra es sema-
nal y se adquirieron productos con envases diferentes en tamaño y
materiales, se puede dar lugar fácilmente a la confusión. No queda, a
veces, otro remedio para los ciegos que realizar sus propias etiquetas
en Braille de forma manual o, bien, abrir los envases y las latas, oler y
probar los contenidos con tal de identificarlos y posteriormente colo-
carlos con estricto orden en un lugar adecuado e inconfundible para
su posterior consumo. Las consecuencias de estos procesos provocan
que, muchas veces, los productos pierdan sus características nutri-
mentales originales y las de conservación, por ejemplo, la esterilidad
y el alto vacío; llega el momento en que existen en la despensa y en el
refrigerador muchos frascos que fueron innecesariamente abiertos
y cuyos procesos de conservación, oxidación, formación de hongos y
caducidad se aceleran.
Como se mencionó, algunos ciegos organizan su despensa con có-
digos Braille de manera individual y personal (mediante etiquetas
en mica transparente autoadherible que marcan con la ayuda de la
regleta Braille), de tal manera que puedan saber qué productos van

Figura 14
“Lazarus wine”,
etiqueta en braille.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
100
Dulce García y Angélica Martínez

en cada lugar. Otras veces se ordenan alfabéti-


camente por el tipo de producto o, sencillamen-
te, de manera práctica al colocar en la parte de
atrás los productos de uso poco frecuente y en
la parte de adelante aquellos productos de uso
diario; deben fiarse de su memoria para la loca-
lización espacial, lo cual lleva un proceso men-
tal extraordinario y con muchas posibilidades
de error.
Uno de los productos que requieren atención
inmediata para presentar la información con el
sistema Braille, son, sin duda, los medicamen-
Figura 15 tos, ya que suelen ser productos de primera necesidad para la mayoría
Diseño de de la población. Si a esto se añade que las personas con discapacidad
información
indispensable en visual, además de esta limitación, presentan otros problemas de sa-
medicamentos lud, como diabetes o hipertensión, el uso de medicamentos resulta
con sistema Braille primordial para ellos y, por obvias razones, la implementación de la
para personas con
ceguera. información básica en los empaques también presentada en Braille.
Los elementos básicos informativos que deberían colocarse en los
empaques con este sistema son: el nombre del medicamento (o bien
su denominación genérica), el tipo de presentación del medicamento
(que podría ser tabletas, cápsulas, supositorios, suspensiones, jarabes,
inyectables, entre otros) y la fecha de caducidad.
Otros beneficios de colocar la información en Braille son que este
tipo de acciones vuelve más sencilla e independiente la vida a los
ciegos, ya que no dependerán de la ayuda o de la compañía de otra
persona para realizar sus actividades cotidianas (como ir de compras,
tomarse sus medicinas y ordenar sus alacenas y sus refrigeradores). La
impresión del Braille en los diferentes productos es un recurso de gran
utilidad y que aumenta la calidad de vida de las personas con discapa-
cidad visual. Esta sencilla solución los hace sentir integrados a la socie-
dad, seguros y confiados, ya que el acceso a la información aumenta
su independencia y reduce el riesgo de sufrir equivocaciones, intoxi-
caciones o accidentes, porque la información se encontraría de forma
accesible para que ellos puedan decidir al conocer los nombres, mar-
cas, indicaciones, y fechas de caducidad en los diferentes productos.
Antologías
101
Diseño para la discapacidad

Algunas de las recomendaciones que podríamos sugerir, además


de la implementación del Braille en los envases y empaques de
productos, son considerar en el diseño, la forma de apertura y el cierre
del producto, por ejemplo, los ciegos prefieren las tapas de rosca; los
sistemas de apertura y de cierre deben ser claramente perceptibles al
tacto. Asimismo es importante no colocar información en otro idioma
(a menos de que el producto sea importado), ya que si el envase dice,
por ejemplo, “press” para abrirlo, y el ciego no habla o no lee inglés,
entonces no entenderá el mensaje aunque éste se presente en Braille,
esto ocasionaría por lo tanto una barrera con el idioma.
De igual forma resulta fundamental que el relieve del Braille sea
suficientemente realzado para su correcta y rápida identificación por
medio del tacto, además de que no debe olvidarse que por el uso y por
el paso constante de los dedos sobre los puntos del Braille, el relieve se
va aplanando. De preferencia, la impresión del altorrelieve no deberá
interferir con la lectura de la impresión en tinta de la etiqueta o el en-
vase, de tal manera que las personas con visión también puedan leerlas
con facilidad. Para tal efecto, la impresión táctil deberá realizarse con
una tinta especial o en una etiqueta adhesiva (ambas transparentes).18 Figura 16
Grabado ciego,
La técnica de impresión que más se puede utilizar para Braille es la libro: Diálogo
que genera un altorrelieve a partir del troquelado metálico o grabado en la oscuridad.
en seco, también conocido como timbrado o graba-
do ciego. Esta técnica de impresión se utiliza gene-
ralmente para tarjetas de presentación, papelerías
membretadas o participaciones sociales de muy
alta calidad. El troquel utilizado es una plancha de
acero de aproximadamente 6 mm de espesor, en
la cual se graban en profundidad (con ácidos es-
peciales) el texto y los dibujos, escritos de derecha
a izquierda, como todas las tipografías. El grabado
en seco (sin tintas) se utiliza, por ejemplo, para re-
producir en altorrelieve logotipos de empresas en
papelerías membretadas. Para lograr el realzado

18  Angélica Martínez de la Peña, “La tipografía no sólo se lee, también se siente”, Me-
morias de la Tercera Bienal de Tipografía Latinoamericana. Segundo Coloquio de Tipografía
y Educación Superior, Tipos Latinos, México, 2008.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
102
Dulce García y Angélica Martínez

Figura 17
Portada de
El libro negro de
los Colores de
Menena Cottin
y Rosana Faría,
Ediciones Tecolote.

se confecciona una cama negativa del troquel: se coloca el soporte


o sustrato entre ambos, mismo que por la presión del travesaño se
deformará y quedará grabado.
Una técnica reciente y muy novedosa de impresión Braille en eti-
quetas es la que se ha implementado por parte de las empresas espa-
ñolas Gráficas Z y Viñedos y Bodegas Dominio de Tares, denominada
serigrafía microgranulada. Esta revolucionaria técnica de impresión
de etiquetas, usada para vinos, ha sido pensada para facilitar el ac-
ceso a la información para personas con discapacidad visual. En este
caso, la incorporación del Braille en las etiquetas permite la correc-
ta identificación del vino a las personas con discapacidad visual, sin
que resulte distorsionado el diseño de la misma, como ocurría con
la antigua técnica del troquelado (que dificultaba la lectura correc-
ta del texto impreso en tinta de las etiquetas). Esta técnica serigráfica
utiliza un barniz especial con microgránulos que permiten tanto la
construcción en altorrelieve de los caracteres con una terminación
rugosa, como la fácil identificación de éstos por medio de la textura,
especialmente para discapacitados visuales poco entrenados.19

19 Martínez de la Peña, op. cit., p. 4.


Antologías
103
Diseño para la discapacidad

Diseño de información (propuesta editorial)


El libro negro de los colores
Autor: Menena Cottin.
Ilustrador: Rosana Faría.
Ediciones Tecolote.
Año de publicación: 2006.

El libro negro de los colores, publicado por primera vez en el año 2006,
es una interesante propuesta de diseño editorial incluyente y alter-
nativo que presenta la información textual y gráfica en altorrelieve
mediante la utilización de un barniz especial. Este libro, básicamen-
te realizado con un solo color: el negro de la tinta, permite el apro-
vechamiento del blanco del papel (por medio del calado); logra un
contraste perfecto que facilita la lectura de los textos de forma visual.
No obstante lo anterior, el libro presenta también la inclusión de los
textos en código Braille y la realización de ilustraciones que comple-
mentan la información brindada por el discurso. Tanto el Braille como
las ilustraciones se encuentran elaboradas por medio de un sistema
de impresión que utiliza un barniz incoloro y realzado, que propone
la percepción táctil.
Algunas observaciones que pueden realizarse con respecto a este
punto especifico, el del realce, es que no es suficientemente alto para
que sea percibido fácilmente por el tacto, amén de que las celdas del
código Braille, las letras, no se apegan a los lineamientos estableci-
dos por la once (Organización Nacional de Ciegos Españoles) y que
citamos a continuación:

Tamaño del campo o celda: 5 mm × 7.5 mm. Distancia entre puntos adya-
centes de la misma celda (horizontal o vertical): 2.5 mm. Distancia entre
el punto 1 de una celda y el punto 1 de la celda adyacente: 6 mm. Espacio
interlineal: 10 mm. Diámetro del punto (en la base): 1.3 mm ± 0.1 mm. Al-
tura del punto (altorrelieve): 0.6 mm ± 0.1 mm.

La historia que narra El libro negro de los colores es básicamente la


relación entre dos niños, uno de los cuales (Tomás) es ciego. La na-
rración realizada por su amigo nos cuenta cómo Tomás es capaz de
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
104
Dulce García y Angélica Martínez

apropiarse del mundo exterior oliendo, tocando, oyendo y saborean-


do los colores, mientras que el narrador únicamente los ve.
Resulta interesante la propuesta de este diseño, en el cual se esta-
blece una crítica hacia el privilegio de lo visual, que ha restado impor-
tancia a la riqueza perceptiva de los demás sentidos. Además de que
estimula la imaginación de los usuarios estableciendo una dinámica
de apertura hacia la inmensa posibilidad perceptiva en un tenor de
empatía con las personas con alguna discapacidad visual; presupone
cómo construyen su mundo, cómo lo entienden y de qué manera lo
aprehenden. Por medio del uso de analogías y metáforas se establece
el diálogo que permite concebir el mundo cromático de formas dife-
rentes, por ejemplo: “Según Tomás, el color amarillo sabe a mostaza,
pero es suave como las plumas de los pollitos”, o bien “El rojo es ácido
como la fresa y dulce como la sandía, pero duele cuando se asoma por
el raspón de su rodilla”.

Figura 18
Detalle, El libro
negro de los colores.
Antologías
105
Diseño para la discapacidad

La manera sencilla y cotidiana de exponer las descripciones de


cómo se percibe también el color (no solamente de forma visual)
resulta ser sumamente atrayente para los lectores. Asimismo, este
texto es una buena oportunidad para introducir a grandes y a chicos
de forma sensible en el conocimiento de otras maneras de entender
y de aprehender la vida, especialmente la de aquellas personas que
no tienen acceso a lo visual.

Conclusiones

Una vez expuesto y analizado nuestro tema por medio de este tex-
to queremos manifestar que, desde nuestro punto de vista, un dise-
ño incluyente que contemple e incorpore las necesidades de las
personas con discapacidad es cada vez más frecuente en nuestro país.
Esto se debe a que la sociedad en la que vivimos poco a poco adquiere
una mayor conciencia y sensibilidad hacia la presencia y las necesida-
des de las personas con discapacidad, aunque si bien estos ejemplos
son cada vez más usuales, aún falta mucho por hacer.
Las necesidades de las personas con discapacidad son múltiples y
requieren que se les preste atención por medio de numerosas discipli-
nas, entre las cuales el diseño podría participar de forma inmediata a
través de sus especialidades. El quehacer es extenso; sin embargo, po-
demos enunciar algunos de los rubros que consideramos apremiantes:

•  S
 e requiere un arduo trabajo de sensibilización y de concienti-
zación hacia la población sobre la presencia y necesidades de
las personas con discapacidad, con la finalidad de que sean in-
tegradas en la vida comunitaria; no debe partirse de sus limita-
ciones, sino de sus diferencias, entendidas como diversidad de
habilidades.
•  Las necesidades de las personas con discapacidad no deben
despertar únicamente la filantropía, la compasión de los de-
más ni la ayuda económica una sola vez al año para “liberar
responsabilidades”, sino que deben generar, en cambio, senti-
mientos de empatía y de solidaridad hacia ellas, al reconocer su
igualdad, su autonomía y su independencia.
El diseño como disciplina viva ante la discapacidad
106
Dulce García y Angélica Martínez

•  E s necesario que desde la universidad se comience a trabajar el


tema de la discapacidad en los ámbitos teóricos y prácticos, y
desde todas las disciplinas académicas de forma permanente
en los planes de estudio y bajo la óptica de la inter y multidisci-
plina, a fin de dar respuestas pertinentes y eficaces de acuerdo
con la complejidad del problema que se presenta.
•  El hecho de incursionar en el tema del diseño para todos o dise-
ño accesible no solamente debe ser una práctica pasajera, sino
que debe implementarse con base en un profundo estudio de
los problemas y de las necesidades de las diferentes discapa-
cidades, al mismo tiempo que incorpore los lineamientos y las
normativas existentes en nuestro país o aquellas que hayan de-
mostrado resolver satisfactoriamente los problemas plantea-
dos. Con lo anterior nos referimos a que dentro del diseño debe
incorporarse este tipo de temas, pero no sólo como una materia
aislada, sino como un tema que encuentre interrelación con los
diferentes ámbitos teóricos y prácticos del diseño.
•  Es necesario integrar los lineamientos de accesibilidad o del
diseño para todos desde el principio del proyecto diseñístico, a
fin de que las propuestas planeadas integren las necesidades
de los usuarios desde el inicio del diseño, con lo cual se abaten
considerablemente los costos posteriores por adecuación.
•  Las personas con discapacidad son quienes mejor conocen sus
problemas en relación con el entorno construido, de ahí que
su participación en la toma de decisiones sobre proyectos de
diversa índole es fundamental porque da mayor fuerza a la di-
námica del diseño con los usuarios, así como su participación
en aquellos pronunciamientos o normativas a su favor.
Antologías
107
Diseño para la discapacidad

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Créditos de imágenes

Página 82. Figura 1. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 85. Figura 2. Fuente: http://transporteinformativo.com/noticias/volvo-se-


suma-al-tratado-de-derechos-de-las-personas-con-discapacidad

Página 87. Figura 3. Fuente: http://transporteinformativo.com/noticias/volvo-se-


suma-al-tratado-de-derechos-de-las-personas-con-discapacidad

Página 88. Figura 4. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 89. Figura 5. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 90. Figura 6. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.


Antologías
109
Diseño para la discapacidad

Página 91. Figura 7. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 92. Figura 8. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 95. Figura 9. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 96. Figura 10. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 97. Figura 11. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 98. Figura 12. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 99. Figura 13. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 101. Figura 14. Fuente: http://www.trendenciasshopping.com/alimenta


cion/lazarus-wine-vino-en-braille

Página 102. Figura 15. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 103. Figura 16. Fuente: http://kateelizabethconner.com/page/45/

Página 104. Figura 17. Fuente: Fotografía proporcionada por las autoras.

Página 106. Figura 18. Fuente: http://unatazaydosbizcochos.blogspot.mx


diseño, vol. 2, núm. 11, México, octubre 2007, pp. 24-39.
Publicado en: Encuadre, Revista de la enseñanza del
Por un diseño incluyente:
el papel del diseño
ante las necesidades de las
personas con discapacidad
Angélica Martínez de la Peña
La sociedad exige al diseñador una elevada
responsabilidad moral y social. Exige también una
mayor comprensión de la gente.
Víctor Papanek

U
no de los objetivos fundamentales de las diferentes prácti-
cas del diseño (urbano, industrial, arquitectónico y gráfico)
radica en satisfacer necesidades físicas y sociales de las per-
sonas, a través de medios artificiales específicos que contribuyan
a que el ser humano enfrente las adversidades causadas por el me-
dio que lo rodea.
El diseño puede ser definido como una actividad teórico-práctica
de carácter proyectual que conduce a la elaboración de obras, de ob-
jetos, de espacios e imágenes pertinentes y de calidad en respuesta
siempre a demandas o necesidades de la sociedad.1 El diseño es un
proceso en el que intervienen, para su desarrollo, aspectos de múl-
tiples origen y significación, entre los que destacan los actores so-
ciales, los factores económicos, culturales, políticos, ambientales y
científico-tecnológicos. Estas múltiples circunstancias, siempre inte-
rrelacionadas e interdefinidas, determinan que el proceso de diseño
esté considerado como un accionar que involucra un alto grado de
complejidad.
Por otra parte, la cultura puede definirse como un conjunto de
formas simbólicas, es decir, comportamientos, acciones, objetos y
expresiones portadoras de sentido; las formas están inmersas en
contextos históricamente específicos y socialmente estructurados,
por medio de los cuales dichas formas simbólicas son producidas,
transmitidas y consumidas.2
La cultura se produce a través de diálogos y disyunciones, lo que
obliga necesariamente a considerar las contratendencias, a conservar
el interés por la producción de una cultura identitaria que satisfaga
las necesidades genuinas que no sólo corresponden a situaciones de

1  Universidad Autónoma Metropolitana, Consejo Divisional de la División de Ciencias


y Artes para el Diseño, Bases Conceptuales, uam-x, México, 2001, p. 29.
2  Gilberto Giménez Montiel, Teoría y análisis de la cultura, CONACULTA/Icocult, México,
2005.
Por un diseño incluyente
112
Angélica Martínez de la Peña

marginación, sino a las colectividades que están


en el corazón mismo del huracán de la sociedad de
consumo.
De acuerdo con las dos definiciones expuestas
anteriormente podemos, entonces, relacionar que
la cultura dialoga con el diseño y viceversa, en una
dialéctica entre sistema y práctica, como una di-
mensión de la vida social, autónoma respecto de
otras dimensiones, tanto en la configuración ló-
gica como espacial. Cultura y diseño se interdefi-
nen como sistemas de formas simbólicas que po-
seen una real, aunque débil, coherencia; sujeta a
interacciones través de la práctica y, por lo tanto,
también a continuas transformaciones.
Uno de los primeros textos con una fuerte lla-
mada a la participación del diseño en el ámbito so-
cial de la cultura es, sin duda, el escrito por Víctor
Papanek hacia la década de los años setentas del
Figura 1 siglo pasado, titulado Diseño para el mundo real.3 Desde la aparición
Estación del de este texto, muchos diseñadores se han esforzado por abrir nuevas
tren suburbano
Buenvista. Ciudad líneas de diseño enfocadas en las necesidades sociales, que incluyen
de México, México. a los ancianos, a los pobres y a las personas con discapacidad. Esta
Salva escaleras
continua propuesta por incluir el ámbito social dentro del diseño pro-
para personas
con discapacidad mueve, precisamente, la incorporación de una práctica profesional
motriz en silla diferente y socialmente comprometida. Una de las características
de ruedas, tipo
de este modelo de diseño (comparado con el modelo de diseño para
plataforma
inclinada tramo productos de mercado) es que posee pocas estructuras, métodos u
recto. objetivos, según lo señalan Víctor y Silvia Margolin.4
El objetivo primario de un diseño con características sociales es
el de satisfacer una necesidad humana; específicamente me refiero
a aquellos requerimientos de las poblaciones vulnerables que de-
mandan un especial interés por su especificidad, por ejemplo, las

3  Víctor Papanek, Diseñar para el mundo real. Ecología humana y cambio social,
Hermann Blume, Madrid, 1977.
4  Víctor Margolin y Silvia Margolin, “Un modelo social del diseño. Cuestiones de prácti-
ca e investigación”, en Encuadre, México, octubre 2003-abril 2004, pp. 5-9.
Antologías
113
Diseño para la discapacidad

necesidades de los ancianos, de las mujeres embarazadas, de los


niños y de las personas con discapacidad.
Para conocer estas especificidades resulta necesario entender la
complejidad de cada uno de estos grupos sociales: mi particular in-
terés ha sido desarrollar la investigación enfocada a las personas con
discapacidad visual y cómo desde la práctica del diseño gráfico se
pueden realizar propuestas que mejoren la autonomía, la calidad de
vida y la independencia de este grupo. Sin embargo, y para lograr una
mayor generalidad del tema que nos ocupa, relacionaré la práctica del
diseño enfocada a las necesidades de las personas con discapacidad
en general. El abordaje social de la práctica de un diseño incluyen-
te y socialmente responsable debe realizarse de manera que todos
los complejos elementos que lo componen sean considerados, ade-
más de sus múltiples determinaciones. Esto significa que las necesida-
des de los grupos vulnerables no pueden ser analizadas de manera
independiente porque no se trata de hacer un diseño especial, o dife-
rente, sino todo lo contrario: la propuesta es hacer un diseño incluyente,
que contemple todas las necesidades de los diferentes grupos y las
integre de tal manera que el diseño satisfaga las necesidades de la
mayoría de la población, aun considerando su propia heterogeneidad.
Algunos elementos indispensables a considerar en la propuesta de
un diseño incluyente son, por ejemplo, los aspectos biológicos, tem-
porales, psicológicos, culturales, sociales, naturales y espaciales (don-
de se incluyen los físicos y los territoriales). Básicamente la propuesta
del diseño incluyente o accesible se fundamenta en la perspectiva de
los derechos humanos y establece que la accesibilidad se apoya en el
derecho fundamental de circular libremente; el derecho a la recrea-
ción, a la información, a la práctica del deporte, al aprovechamiento
del tiempo libre y el derecho a la cultura.
Aunque la accesibilidad es considerada como un bien público que
se ha venido consagrando en términos de derecho ciudadano en las
últimas dos décadas, esto no ha garantizado en lo absoluto que se
lleve a la práctica. La realidad es que se suele negar a las personas
con discapacidad la oportunidad de participar plenamente en las
actividades del sistema socio-cultural en el cual viven. Esto se debe,
fundamentalmente, a que no existe en nuestra sociedad la cultura de
Por un diseño incluyente
114
Angélica Martínez de la Peña

la discapacidad, por ejemplo, con actitudes de rechazo, indiferencia y


temor, que han prevalecido hacia las personas con alguna discapaci-
dad: se sabe que en las diferentes épocas (y aún en la actualidad) han
sido objeto de trato discriminatorio, que va desde atribuirles faculta-
des sobrenaturales hasta querer eliminarlas.
Con frecuencia, las actitudes y los hábitos llevan a la supresión
de las personas con discapacidad de la vida social y cultural, ya que
la gente trata de evitar el contacto y la relación personal con ellas.
En resumen, la historia de las personas con discapacidad ha sido un
largo camino de continuas exclusiones. En muchas sociedades, estas
personas se han enfrentado a un rechazo constante hacia ellas, fun-
damentado irracionalmente en la ignorancia, en temores infundados
y en la superstición.
Analizando el curso de la historia se puede argumentar que en el
estudio de la discapacidad en el siglo XX ha tenido mayor difusión
el aspecto médico de ésta porque se cree que una persona discapaci-
tada está enferma y necesita rehabilitarse para ser normal. Esta pre-
ponderancia de la visión funcional de la discapacidad ha hecho que
casi todos los esfuerzos de la sociedad giren en torno a regresar o
a brindarle la salud de la que carece, enfoque que también ha reto-
mado el diseño en sus propuestas. Desde este enfoque es evidente
que el peso de la discapacidad recae sobre la persona discapacitada,
ya que ésta deberá rehabilitarse y esforzarse para ser normal lo más
pronto posible; este modelo implica una pérdida de toda la condición
humana porque las personas con discapacidad son consideradas una
especie de ciudadanía de segunda clase,5 concepto que se ha extendi-
do desde la Edad Media.
Afortunadamente, esta perspectiva comienza a tambalearse gra-
cias a los cuestionamientos que surgieron a finales de los años sesenta
cuando se desarrolla de manera generalizada, como señala Casullo,6
una conciencia social de un cambio de época, en la cual lo importante

5  Miriam Sieglar y Humphrey Osmond, “Models of Madness, Models of Medicine”, Co-


llier Macmillan, Londres, 1974, en L. Barton (comp.), Discapacidad y Sociedad, Morata, Ma-
drid 1998, p. 36.
6  Nicolás Casullo, (comp.), El debate modernidad-posmodernidad, Buenos Aires, El Cielo
por Asalto, 1989.
Antologías
115
Diseño para la discapacidad

Figura 2
Impresión braille
directo sobre
envases de
plástico, utilizado
principalmente en
productos de aseo
de uso humano.

era oponer resistencia y proponer alternativas a las formas de domina-


ción. A partir de esta década se replantea el trato de las discapacidades
y las deficiencias; se acentúa en los condicionamientos psico-sociales
y socio-ambientales y, como correlato, en la prevención, la rehabilita-
ción y la inserción comunitaria.
Frente a la intervención individualizada tradicional, el énfasis se
pone en un enfoque comunitario que lleva a la desinstitucionaliza-
ción y a la autoorganización de las personas con discapacidad y de sus
familias, que se constituyen en movimiento social o grupo de presión
cada vez más activo para defender sus derechos civiles.7
Resulta que, específicamente en este momento histórico, el llama-
do era el paradigma a desafiar por las propias personas con discapa-
cidad. La alternativa fue el surgimiento de un nuevo planteamiento,
realizado desde la propia voz de los discapacitados que tomaron como
argumento el rescate de sus derechos sustantivos y buscaban una
vida diferente e independiente. Es precisamente entonces cuando en
Estados Unidos, por ejemplo, este grupo social se une en una lucha por
sus derechos civiles al desafiar al funcionalismo y al interaccionismo
de la propia sociología.8

7  A. L. Aguado, Historia de las deficiencias, Escuela Libre Editorial, Madrid, 1995.


8  L. Barton (comp.), Discapacidad y sociedad, Morata, Madrid, 1998, p. 39.
Por un diseño incluyente
116
Angélica Martínez de la Peña

Barton señala que en esa época se comienza a


trabajar la discapacidad con una visión alternativa,
cuyo objetivo era generar una construcción social
de la misma a partir de la voz de los propios discapa-
citados, en la que éstos analizaron su propio papel
dentro de la sociedad a la cual pertenecen y de la cual
innegablemente forman parte. Las primeras orga-
nizaciones de personas con discapacidad lanzaron
los planteamientos sociológicos iniciales acerca del
paradigma de la discapacidad como una forma de
opresión social. Este planteamiento enuncia que la
propia sociedad es la que incapacita físicamente a
Figura 3 las personas con insuficiencias, porque el propio medio los aísla y no
Señales ofrece soluciones adecuadas para una participación plena de las per-
incluyentes
ubicadas en sonas con discapacidad en la vida social. Estos grupos consideran a la
la estación discapacidad como la desventaja o la limitación de la actividad causa-
Buenavista del
da por la organización social contemporánea que tiene escasa o nula
Metrobús, Ciudad
de México. consideración con las personas que presentan alguna insuficiencia
física, y, por lo tanto, se les excluye de toda participación en las activi-
dades sociales generales.9
A partir de este momento se acentúa el interés por el tema de la
discapacidad y todo lo concerniente a las personas con discapacidad
se hace manifiesto; cobra gradualmente mayor importancia. Existen
algunos hechos que promueven este interés social, por ejemplo,10 la
promulgación del Año Internacional para las Personas con Discapa-
cidad (1981), y particularmente la aprobación del Programa de Acción
Mundial para los Impedidos (el 3 de diciembre de 1982) que es el
punto de partida para la implementación de esfuerzos que buscan
generar estadísticas sobre las características de las personas con
discapacidad, al mismo tiempo que se recopila el material sobre las
experiencias ya desarrolladas. Durante la Década de las Naciones

9  upias (Union of the Physically Impaired Against Segregation), Fundamental princi-


ples of disabilities, Londres, 1976, pp. 3 y 4, en L. Barton (comp.), op. cit.
10  inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática), Presencia del
tema de discapacidad en la información estadística. Marco teórico-metodológico, México,
2001, p. 10.
Antologías
117
Diseño para la discapacidad

Unidas para las Personas con Discapacidad (1983-1992), muchos paí-


ses efectuaron acciones para mejorar las condiciones de vida de este
grupo de la población y aplicaron instrumentos de medición para
conocer su volumen y sus características.

La discapacidad y el diseño

Con todas estas manifestaciones sociales resultaba inminente la


propuesta de una nueva estrategia, es decir, la creación y construc-
ción de un nuevo modelo que tratara el problema de las personas
con discapacidad de manera integral. De manera gradual, este
modelo social de la discapacidad como actualmente se conoce, se
ha hecho más fuerte. La implementación de este paradigma en el
campo del diseño propone, principalmente, que tanto las políticas
como las legislaciones se modifiquen con el objetivo de remover
las barreras existentes (físicas, institucionales, sociales y culturales)
que impiden la igual y plena participación de las personas con dis-
capacidad en la vida de su comunidad.
Las barreras son todos aquellos obstáculos a los que nos enfrenta-
mos día con día. Las encontramos en el entorno físico, en las actitudes
de las personas y en la manera en la que la sociedad aísla a las per-
sonas con discapacidad; son de tres tipos: físicas, sociales y culturales.
Las barreras físicas son todos aquellos obstáculos que dificul-
tan, entorpecen o impiden a las personas con discapacidad su libre
desplazamiento en lugares públicos o privados, exteriores, interiores
o el uso de los servicios comunitarios.11 Es muy frecuente que sean las
barreras físicas las que excluyen a las personas con discapacidad de
la vida activa de la sociedad. Por ejemplo, las puertas demasiado es-
trechas para que pase una silla de ruedas, las escaleras y los peldaños
inaccesibles en edificios, autobuses, trenes y aviones, teléfonos e in-
terruptores de luz colocados fuera de su alcance, servicios higiénicos
que no pueden utilizar, etcétera.

11  Ley para las Personas con Discapacidad del Distrito Federal, artículo 2o, fracciones V
y VI, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 19 de diciembre de 1995. Dispo-
nible en el Boletín Mexicano de Derecho Comparado, en: http://www.juridicas.unam.mx/
publica/rev/boletin/cont/86/el/el17.htm, consultado en abril de 2006.
Por un diseño incluyente
118
Angélica Martínez de la Peña

Las personas también se ven excluidas por otra


clase de barreras físicas, como cuando se pasan por
alto las necesidades de las personas con deficien-
cias auditivas y se establece sólo comunicación oral,
también cuando se utiliza únicamente la informa-
ción escrita y se ignoran las necesidades de los que
padecen deficiencias visuales. Estas barreras son,
en gran parte, producto de la ignorancia y de la des-
preocupación, aunque muchas de ellas podrían evi-
tarse sin mucho costo mediante una planificación
cuidadosa en el proceso y en la implementación de
los diseños. Pese a que en algunos países existen
leyes especiales y se han realizado campañas de
educación al público para eliminar tales obstáculos,
el problema sigue siendo crucial.
Por lo general, los servicios, las instalaciones
existentes, las medidas sociales adoptadas para la
Figura 4 prevención, la rehabilitación de la discapacidad y su integración a
Sistema la sociedad están estrechamente relacionados con una disposición
informativo de
señales hápiticas favorable, por ejemplo, la capacidad de los gobiernos y los diferentes
(para lectura sectores sociales para destinar recursos y servicios a los grupos des-
mediante el uso favorecidos de la población.
de las manos y
los pies). Estación Las barreras sociales son aquellas que la misma sociedad ha crea-
Buenavista, Ciudad do y que no permiten a las personas con discapacidad formar parte
de México, México. de un grupo, ya sea social, económico, recreativo o educativo, debido
generalmente a prejuicios preestablecidos con el consiguiente trato
discriminatorio.
Por otra parte, las barreras culturales son aquellas que cada indi-
viduo establece con respecto a las personas que son diferentes y que
le impiden relacionarse con ellas. Algunas barreras que se han iden-
tificado para la correcta participación e inclusión de las personas
con discapacidad en la sociedad son, principalmente, las actitudes
sociales negativas de exclusión; la ausencia de leyes, normativas y
políticas adecuadas que promuevan diferentes acciones para rom-
per las barreras que se enfrentan; las deficientes respuestas insti-
tucionales que se dan para la provisión de servicios; la carencia de
Antologías
119
Diseño para la discapacidad

personal calificado o preparado, y la falta de enfoques alternativos


de servicios entre los cuales el diseño tendría muchas soluciones
que dar.
Todas las personas nos enfrentamos cotidianamente a barreras
físicas, sociales y culturales, pero las personas con discapacidad se
enfrentan a ellas con mayor dificultad por su condición. La propues-
ta consiste en que, con la implementación de un diseño incluyen-
te, se promueva tanto la eliminación de barreras, como un cambio
de actitud de las personas, que permita que cada integrante de la so-
ciedad goce de sus derechos, de los servicios y esté en plena libertad
de ejercer sus obligaciones.12
Todas las dificultades que las personas con discapacidad enfren-
Figura 5
tan, desafían el concepto mismo de discapacidad y la acción del dise- Sistema de
ño como factor de cambio en el propio modelo. El paradigma social señalización
pone en la mira tanto la dimensión social como la del medio (arqui- braille en el Centro
Histórico de la
tectónico, social, urbano, cultural y de diseño) frente a la discapacidad. ciudad de Puebla,
El objetivo central de este planteamiento se basa en la igualdad México.
de toda la gente y en su inclusión como parte de
una misma sociedad; su fuerza radica en la organi-
zación social de las personas con discapacidad y en
las modificaciones que exigen del medio para que
éste sea incluyente hacia ellas. Entonces, aceptar
y promover el principio de la igualdad surge, por
una parte, de la igualdad de trato y responde a dos
vertientes: la igualdad formal, concebida como de-
recho de los ciudadanos a obtener un trato igual,
ausente de discriminaciones, con una sociedad
más igualitaria, considerada más justa y la igual-
dad sustancial o material que, partiendo de dife-
rencias reales existentes entre los grupos tratados
desigualmente, legitima la introducción de desigualdades para resta-
blecer la igualdad socialmente ignorada (aspiración de una sociedad
igualitaria en la que las relaciones sociales se caracterizan por una

12  Teletón, “Eliminación de barreras”, en: http://www.teleton.org.mx/culturaelimina-


cion.php, consultado en abril de 2006.
Por un diseño incluyente
120
Angélica Martínez de la Peña

diferenciación o diversidad entre los distintos grupos, que no implica


ni dominación ni relación injusta entre ellos).13 La igualdad, en suma,
no se conforma con la igualdad formal o de trato, sino que exige que
se tenga en cuenta la igualdad sustancial, material o de hecho.
El Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea han de-
clarado el año 2007 como el Año Europeo de la Igualdad de Oportu-
nidades para Todas las Personas, y los objetivos que se persiguen son
los siguientes: concientizar sobre el derecho a la igualdad y a no sufrir
discriminación; reforzar el mensaje de que todas las personas tienen
derecho al mismo trato, sin distinción de sexo, de origen étnico o
racial, de religión o de convicciones, de discapacidad, de edad o de
orientación sexual; promover una sociedad más cohesionada; incre-
mentar la importancia de eliminar los estereotipos, los prejuicios y la
violencia, al promover las buenas relaciones entre toda la sociedad y
particularmente entre los jóvenes; difundir los valores esenciales de
la lucha contra la discriminación.14

Diseño
Específicamente hablando del diseño existe un doble problema que
debería ser atendido para que esta disciplina pudiera abrir su cam-
po de acción: uno, es que en las instituciones educativas donde se
enseña diseño (de cualquier índole) el tema de la discapacidad y de
las necesidades humanas de los grupos vulnerables debería ser estu-
diado y analizado de manera urgente y obligatoria para que los es-
tudiantes, a su vez, estuvieran en condiciones de realizar propuestas
diseñísticas no discriminatorias y, por lo tanto, incluyentes hacia las
personas con discapacidad.
Este modelo de diseño incluyente y accesible se convertiría en un
factor de cambio, ya que despertaría al mismo tiempo una conciencia

13  Miguel Ángel Cabra de Luna, “Discapacidad y aspectos sociales: la igualdad de opor-
tunidades, la no discriminación y la accesibilidad universal como ejes de una nueva política
a favor de las personas con discapacidad y sus familias. Algunas consideraciones en ma-
teria de protección social”, en Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, núm. 50,
Madrid, en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=897754&orden=20062&inf
o=link, consultado en febrero de 2007.
14 http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32006D0771&qid
=1399528537687&from=EN, consultado en febrero de 2007.
Antologías
121
Diseño para la discapacidad

social, en la que tanto los diseñadores como la


sociedad, entenderían que las barreras deben ser
afrontadas y disueltas. Si este aspecto social no se
ha considerado de manera recurrente en las prác-
ticas de los diseños en muchos países, como en
México, de manera generalizada y obligatoria, se
estaría dando la razón a Norberto Chaves quien,
hablando del diseño, cita: “Dime qué priorizas (con
tu diseño) y te diré a qué cultura perteneces”.15
Debemos promover la idea de que el ser humano
diseñe para el ser humano, lo que generará un di-
seño útil y para todos.
Retomando el aspecto legislativo de este pro-
blema se puede decir que hay mucho por hacer
y muchas propuestas que apoyar desde el diseño,
sobre todo en los campos referentes a los temas
de igualdad y de no discriminación. Estos temas
luchan por fomentar un trato equitativo hacia las personas con dis- Figura 6
capacidad, y promueven su reconocimiento ante la ley: es necesario Taller de
sensibilización
que se promuevan las actitudes sociales positivas, sobre todo en lo hacia la
referente al tema de vida independiente para que estas personas discapacidad
visual. Taller de
sean debidamente incluidas en la comunidad. Lo anterior permitiría
diseño háptico
generar paulatinamente una conciencia social e institucional acerca gráfico. Facultad
de que todas las personas con discapacidad tienen los mismos de- del habitat.
San Luis Potosi.
rechos que cualquier otro ciudadano más. Por ejemplo, el derecho a
la movilidad, el derecho a la salud y a la rehabilitación, el derecho a
la educación, al acceso de la información y el derecho al trabajo. Si
el diseño se realizara apegado al derecho, es decir, si retomaran las
propuestas legislativas, las normativas y se hiciera un esfuerzo por
integrarlas en sus propuestas de diseño, además de apegarse a so-
lucionar verdaderamente las necesidades reales de las personas, ge-
neraría un diseño alternativo, diferente, propositivo y fundamentado.
Para argumentar mejor esta propuesta de la generación de un di-
seño alternativo que sea incluyente (y considere desde su planeación

15  Norberto Chaves, El oficio de diseñar, Barcelona, Gustavo Gili, 2002, p. 81.
Por un diseño incluyente
122
Angélica Martínez de la Peña

y concepción a las personas con discapacidad), se


exponen a continuación algunas ideas retomadas
de un texto de Claudia Sánchez,16 en el cual exhibe
la evolución que se ha presentado en los campos
del diseño con respecto a la expresión de Diseño
para todos.
Este término comenzó a utilizarse inicialmente
en los años cincuenta, y se consideraba como un
nuevo enfoque de atención a la discapacidad. El di-
seño universal (o también llamado sin barreras) se
realizaba principalmente considerando el entorno
y las personas con discapacidad física, hecho que
lo convertía en un diseño limitado y excluyente,
porque estaba dirigido únicamente a los aspectos
Figura 7 arquitectónicos de las edificaciones relacionados con las personas
Sistema tacto con serias limitaciones físicas y con impedimentos en la movilidad.
podal ubicado
en la estación Como se mencionó anteriormente, durante la década de los se-
Buenavista del tenta se inició, al mismo tiempo que otras luchas por los derechos
Metrobús, Ciudad civiles, el trabajo por los derechos de las personas con discapacidad,
de México, México.
que incluía la eliminación de algunas barreras físicas. Con la organi-
zación de la población con discapacidad se dieron los primeros pa-
sos hacia la normatización17 y la integración, y surge el término. Por
primera vez el diseño era un tópico de derechos civiles, pero las le-
yes dictadas para el diseño accesible se enfocaron exclusivamente
hacia la parte arquitectónica sin tener en cuenta los productos o los
elementos necesarios para lograr una completa y real accesibilidad.
Fue entonces cuando el arquitecto norteamericano Michael Bed-
nar introdujo la idea de que la capacidad funcional de todas las per-
sonas se mejora cuando se remueven las barreras del entorno, y su-
giere la necesidad de tener un concepto más amplio y universal de
la accesibilidad. En los años ochenta, en Europa y en Estados Unidos,

16 Claudia Sánchez, ¿Diseñamos para todos?, en: http://www.iab-rs.org.br/colunas/


artigo.php?art=82, consultado en enero de 2006.
17  Se emplea el término normatización y debe entenderse como la implementación
de normas (o normativas) como lineamientos a seguir en los propios procesos de diseño,
sobre todo refiriéndonos al diseño arquitectónico, en el cual éstas se han desarrollado más
ampliamente.
Antologías
123
Diseño para la discapacidad

las personas con discapacidad que contaban ya con una organización


más sólida establecen un frente común contra las leyes sobre accesi-
bilidad que reducían el diseño a una serie de requerimientos mínimos
y elementales. Las leyes ofrecían una protección invaluable para la
población, pero con una consecuencia, no intencional, que disminuía
la atención al potencial creativo del diseño.
A finales de los años ochenta, un arquitecto norteamericano lla-
mado Ronald Mace,18 forzado a utilizar una silla de ruedas la mayor
parte de su vida, reinventó el término de Universal Design. Resu-
miendo sus teorías, se puede decir que el diseño universal (es decir,
diseño para todos) se refiere al diseño y a los entornos que son útiles
para todos en la máxima expresión de este término; debe huir de
las adaptaciones o de los diseños especializados y no debe suponer
una inversión económica extra ni excesivamente elevada. El diseño
universal beneficia a las personas usuarias de todas las edades y
grados de habilidad.
Ron Mace propuso siete principios, junto con un grupo de dise-
ñadores (entre los que se citan a Betty Rose Connell, Mike Jones, Jim
Mueller, Abir Mullick, Elaine Ostroff, Jon Sanford, Ed Steinfeld, Molly
Story y Gregg Vanderheiden), que son equiparables a los factores e
índices ergonómicos con los que se trabaja actualmente la accesibi-
lidad: establecen ciertas características que el diseño debe cumplir
con el objeto de que éste pueda ser disfrutado por la mayor cantidad
posible de personas.
Con la implementación de estos principios se pretende intro-
ducir en el proceso de diseño una reflexión positiva, y así observar
cómo, al incorporar pequeñas modificaciones, sin elevar el costo,
se pueden ampliar mercados y mejorar las condiciones de usabili-
dad. Existen, por ejemplo, un gran número de situaciones en las que
todos podemos estar en condiciones de discapacidad: en un entor-
no suficientemente oscuro, cualquiera de nosotros tiene las mismas
restricciones que un deficiente visual, por lo tanto, cualquier me-
jora o ayuda que incorporemos para las personas con deficiencias

18  Ajuntament de Barcelona, Institut Municipal de Persones amb Disminució, “Buen


diseño y para todos. Pensar en la diversidad, una aportación positiva, creativa y útil”, 2004,
www.bcn.es/imd y en: http://w110.bcn.cat/fitxers/baccessible/pluginguiabondissenycas-
tacces.022.989.pdf, consultados en febrero de 2007.
Por un diseño incluyente
124
Angélica Martínez de la Peña

Figura 8 visuales nos servirá también a nosotros. De igual manera, en un


Sistema de contexto lo suficientemente ruidoso, cualquiera de nosotros tiene
señalización
incluyente las mismas restricciones que una persona con deficiencias auditivas.
y simultáneo: Por último, cuando vamos ocupados cargando un objeto, tenemos
visual y háptico
las mismas restricciones que una persona con una disfunción en
(mediante la
utilización de una mano.
macrotipos No debemos confundirnos: no nos referimos a crear aparatos es-
en relieve y
complementando
peciales, tema que pertenece al área específica del diseño asistencial
en sistema braille). y que nada tiene que ver con el diseño para todos.
El mundo del diseño y de la diversidad no se encuentran en di-
mensiones opuestas, sino que pueden y deben ir juntos. El hecho de
incorporar al objeto de diseño las necesidades específicas de algunas
personas supone una mejora sustancial para todos y, de esta manera,
los diseñadores contribuimos a hacer un mundo mejor.
Antologías
125
Diseño para la discapacidad

Los siete Principios del diseño universal o diseño para todos se cen-
tran en el diseño utilizable universalmente o por todos, pero hay que
tener en cuenta que en el diseño intervienen otros aspectos como el
costo, la cultura en la que será usado y el ambiente, que no deben olvi-
darse. Estos principios son aplicables en la arquitectura, la ingeniería,
el diseño gráfico, el industrial, en el diseño de las páginas de Internet
y en muchos otros campos de aplicación.

Principios de diseño para todos


Primer principio: uso equiparable. El diseño es útil y vendible a per-
sonas con diversas capacidades. Las pautas o los lineamientos para
conseguir este principio son: que proporcione las mismas maneras de
uso para todos los usuarios, idénticas cuando es posible, equivalentes
cuando no lo es; que evite segregar o estigmatizar a cualquier perso-
na. Las características de privacidad, garantía y seguridad deben estar
igualmente disponibles para todos los usuarios. Y, además, se sugiere
que el diseño sea atractivo para todos.
Segundo principio: uso flexible. El diseño se acomoda a un amplio
rango de preferencias y habilidades individuales. Los lineamientos
son: que ofrezca posibilidades de elección en los métodos de uso, que
se pueda tener acceso y ser utilizado tanto con la mano derecha como
con la izquierda, que facilite al usuario la exactitud y la precisión. Y
que se adapte al paso o al ritmo del usuario.
Tercer principio: simple e intuitivo. El uso del diseño es fácil de en-
tender; debe atender a la experiencia, a los conocimientos, a las ha-
bilidades lingüísticas o al grado de concentración actual del usuario.
Los lineamientos son: que el diseño propuesto elimine la compleji-
dad innecesaria; que sea consistente con las expectativas e intuición
del usuario, acomodándose a un amplio rango de alfabetización y de
habilidades lingüísticas. La información deberá estar organizada de
acuerdo con su importancia.
Cuarto principio: información perceptible. El diseño comunicará de
manera eficaz la información necesaria para el usuario, atendiendo a
las condiciones ambientales o a las capacidades sensoriales del usua-
rio. Los lineamientos son: que utilice diferentes formas para presen-
tar de manera redundante la información esencial (gráfica, verbal o
Por un diseño incluyente
126
Angélica Martínez de la Peña

táctilmente), que tenga de preferencia un contraste suficiente entre


la información esencial y sus alrededores; que amplíe la legibilidad
de dicha información esencial; que marque la diferencia entre los ele-
mentos con formas (pictogramas) que puedan ser descritas. Además,
que sea compatible con varias técnicas o con dispositivos usados por
personas con limitaciones sensoriales.
Quinto principio: con tolerancia al error. El diseño minimiza los ries-
gos y las consecuencias adversas de acciones involuntarias o acciden-
tales. Las pautas sugeridas son: que el diseño disponga los elementos
para minimizar los riesgos y los errores, (elementos más usados, más
accesibles y los elementos peligrosos eliminados, aislados o tapados).
Además que acentúe las advertencias sobre peligros y errores.
Sexto principio: que exija poco esfuerzo físico: El diseño puede ser
usado eficaz y confortablemente y con un mínimo de fatiga. Las pau-
tas son: que el diseño permita que el usuario mantenga una posición
corporal neutra y que utilice de manera razonable las fuerzas necesa-
rias para operar; que minimice las acciones repetitivas que provocan
esfuerzo físico y cansancio.
Séptimo principio: tamaño y espacio para el acceso y uso: Que pro-
porcione un tamaño y un espacio apropiados para el acceso, alcance,
manipulación y uso: que atienda al tamaño del cuerpo, a la postura o
a la movilidad del usuario. Los lineamientos son: que proporcione una
línea de visión clara hacia los elementos importantes tanto para un
usuario sentado como de pie. Adicionalmente, que se acomode a varia-
ciones del tamaño de la mano o del agarre, y que proporcione el espa-
cio necesario para el uso de ayudas técnicas o de asistencia personal.19

Conclusiones

Es importante aclarar que en el contexto latinoamericano se habla


más de accesibilidad, entendida como la condición que cumple un

19  Principios del Diseño Universal Versión 2.0, del 1 de abril de 1997, del Centro para el
Diseño Universal. NC State University, The Center for Universal Design, an initiative of the
College of Design, traducción y adaptación Emmanuelle Gutiérrez y Restrepo. Consultado
online en Claudia Sánchez, ¿Diseñamos para todos? Publicado online en http://www.iab-rs.
org.br/colunas/artigo.php?art=82, consultado en enero del 2006.
Antologías
127
Diseño para la discapacidad

Figura 9
Impresión
braille sobre
empaques de
cartón elaborados
con el sistema
de impresión
Braillejet. Para
más información
consultar:
http: www.
pharmabraille.
com/
pharmaceutical-
braille-news/
digitally_printed_
uv_braille
Fecha de acceso:
17 de Febrero de
21014.

ambiente, un objeto o un instrumento para ser utilizable por todas


las personas en forma segura, confortable y de la manera más au-
tónoma posible; estrechamente relacionada con la ergonomía en la
búsqueda de optimizar las interacciones entre el ser humano, el am-
biente y el equipamiento. Sin embargo, todos los principios básicos
del diseño para todos son completamente utilizables para generar
la accesibilidad, que finalmente convierte a ambas denominaciones
del diseño en diseño incluyente.
La aplicación de los principios del diseño universal es un proceso
que conlleva a una igualdad real, a responder a los retos de una so-
ciedad cada vez más diversa con necesidades diferentes, al promover
la equiparación de oportunidades. Para lograr este reto se hacen in-
dispensables algunos cambios, como concientizar a los diseñadores
acerca de la importancia de trabajar por un diseño para todos.
Como se ha mencionado varias veces a lo largo de este documento,
es importante la inclusión del tema de la discapacidad en los progra-
mas de licenciatura y posgrado de las disciplinas del diseño.
En segundo lugar, la cuestión legal y de normatización técnica
es fundamental, ya que se requieren pautas o normas precisas de
Por un diseño incluyente
128
Angélica Martínez de la Peña

aplicación voluntaria, que cuenten con el consenso de todas las par-


tes interesadas y que persigan un beneficio colectivo. Las normas téc-
nicas son el resultado de un procedimiento universal, aplicado por un
organismo de normalización reconocido. Generalmente es a partir
de criterios internacionales que se proponen normas de aplicación
nacional, considerando las características culturales específicas de
cada país.
En tercer lugar, el aspecto socio-económico, político y cultural que
implica considerar políticas, programas, legislaciones, reglamenta-
ciones, controles y sobre todo la aplicación de planes de accesibilidad
que promuevan el mejoramiento de la calidad de vida de todas las
personas acentúa una conciencia y un crecimiento social que propon-
ga y promueva una sociedad inclusiva, que se construya con la suma
de acciones de toda índole en la vida cotidiana.

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Antologías
131
Diseño para la discapacidad

Créditos de imágenes
Página 112. Figura 1. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 115. Figura 2. Fuente:


http://www.sitemarca.com/2013/04/19/biferdil-lanza-productos-con-etiqueta
do-en-braille/

Página 116. Figura 3. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 118. Figura 4. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 119. Figura 5. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 121. Figura 6. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 124. figura 7. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 126. figura 8. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 129. figura 9. Fuente: http://www.interempresas.net/Graficas/Articulos/


30070-Atlantic-Zeiser-amplia-sus-soluciones-de-impresion-digital-para-Braille.
html
y disapacidad
del binomio diseño
La investigación

La investigación del binomio diseño y discapacidad,


dos acercamientos, Ponencia en el 1er foro de
vinculación: Diseño retos en el siglo XXI, Memorias
(versión electrónica), Universidad de Guanajuato,
México, 2009.
Angélica Martínez de la Peña
Dulce María García Lizárraga
N
uestras investigaciones versan sobre una relación particular:
la del binomio diseño y discapacidad. El objetivo de este tra-
bajo es mostrar algunos resultados obtenidos en la búsque-
da de esta relación básicamente desde dos ámbitos: la arquitectura
y el diseño gráfico, que desde hace algunos años hemos desarrollado
en investigaciones de posgrado con algunas aplicaciones prácticas
profesionales y académicas.
Desde la arquitectura se ha contemplado la necesidad de incor-
porar el concepto de la accesibilidad en la teoría y crítica de la arqui-
tectura, con la finalidad de posicionar y hacer visible esta cualidad
integrada al conjunto. Si bien las personas con discapacidad, al igual
que las personas mayores, son los principales beneficiarios de un en-
torno accesible, no es una solución para minorías: para las personas
de todas las edades y habilidades será más cómodo y eficiente un
entorno accesible.
Desde el diseño gráfico, los objetivos han sido trabajar la informa-
ción adecuadamente para aquellas personas que por sus limitaciones
sensoriales no pueden acceder a ésta, y generar nuevas líneas de di-
seño que faciliten la información principalmente a las personas con
discapacidad visual al usar un sentido básico para ellas: el tacto. Para
tal efecto se ha investigado el sistema Braille y sus aplicaciones al
diseño, pero también se ha profundizado en las características y en
las cualidades de la percepción háptica para realizar diseños táctiles
más eficaces.

Arquitectura incluyente

Practicar la accesibilidad se convierte en una práctica


antidiscriminatoria al tratar a todas las personas de
manera homogénea, sin hacer excepciones.

La incorporación de la accesibilidad en la arquitectura es todavía re-


ciente en nuestro país. Sin embargo, no ha logrado formar parte de la
teoría y de la crítica, a pesar de encontrar en determinadas obras ele-
mentos que permiten su uso a un mayor número de personas. Una
arquitectura incluyente responde a los principios de igualdad y de
La investigación del binomio diseño y discapacidad
134
Dulce García y Angélica Martínez

no discriminación establecidos en instrumentos jurídicos sobre de-


rechos humanos: integra sin segregar, ya que no es exclusiva para un
sector u otro de la población. Es importante destacar que no se trata
solamente de eliminar barreras o de hacer accesos o adaptaciones
exclusivas; por el contrario, al resolverse integralmente el conjunto,
los distintos elementos se vinculan entre sí y se considera un aspecto
Figura 1 comúnmente ignorado o con poca atención como es la seguridad.
Rampa de
pendiente
adecuada. Precisiones conceptuales
Integrada
al conjunto
arquitectónico. El concepto de discapacidad y su significado han cambiado en
Espacio para muy pocos años: de una visión en la que la propia discapacidad es la
vegetación. principal limitante, se ha pasado a reconocer que ésta no es un pro-
Museo de Arte
e Historia en blema personal, sino que involucra a toda la sociedad, con énfasis
Guanajuato. en la interacción entre las personas con discapacidad y el entorno.
Este concepto se ubica en lo que se conoce ac-
tualmente como el modelo social de la discapaci-
dad, que es un paso adelante del modelo médico
que ha prevalecido por siglos y que ha sido difícil
modificar y, aunque se pretende dejarlo atrás, en
la práctica prevalece al asociar la discapacidad
con la enfermedad y la idea de curación para lo-
grar la salud en búsqueda de una normalidad.
Y, aunque ya se habla también del modelo de de-
rechos humanos en el que nuevas herramientas
y nuevas instituciones se involucran, en nuestro
país la responsabilidad en materia de discapa-
cidad está a cargo de la Secretaría de Salud que
continúa reforzando la asociación de discapaci-
dad con enfermedad.1
Sin embargo, desde diversos frentes se traba-
ja para modificar el concepto; puedo mencionar,
entre otros: los instrumentos jurídicos interna-

1  En otros países, la responsabilidad recae en las instituciones de Desarrollo Social o de


Educación.
Antologías
135
Diseño para la discapacidad

cionales sobre derechos humanos y no discri-


minación, la participación protagónica de las
asociaciones de personas con discapacidad, los
diversos congresos, foros, seminarios y diploma-
dos que se han traducido en pronunciamientos,
investigaciones y publicaciones, así como las tec-
nologías que facilitan la vida cotidiana.
En el campo del diseño se ha evolucionado y
se ha pasado de eliminar barreras, desde la déca-
da de los cincuentas del siglo pasado, a una acce-
sibilidad, entendida como facilidades para personas con discapacidad, Figura 2
pero todavía con una fuerte carga de segregación, al hacer exclusivos El interior del
Museo de Arte
o preferentes ciertos elementos para necesidades específicas de de- e Historia de
terminado grupo de la población. Guanajuato
cuenta con rampas
El concepto de accesibilidad se mantiene vigente a través del
que cumplen las
concepto desarrollado a finales del siglo XX conocido como diseño especificaciones
universal, hoy también llamado accesibilidad universal, cuyo objetivo propuestas en
los manuales
es que los diseños puedan ser utilizados por todas las personas, que de accesibilidad.
no haya diseños especializados; se tiene claro que habrá situaciones
extremas de discapacidades muy severas en las que se requieran
diseños específicos para atender sus necesidades. Este paradigma,
que implica un cambio de mentalidad, requiere de varios ámbitos,
no sólo del diseño.

Legislación

Los instrumentos jurídicos internacionales sobre derechos humanos


constituyen el primer fundamento y acercamiento de lo que hemos
denominado arquitectura incluyente: precisamente debe considerar
las características de un mayor número de personas, en un princi-
pio de igualdad y de no discriminación, que aparecen en los textos
de derecho internacional de los derechos humanos y que es impor-
tante trasladar al campo del diseño. Estos instrumentos de alcan-
ce universal han dado paso a textos de carácter sectorial, entre los
que destacan los derechos de la mujer, del niño y de los referidos a
discapacidad que surgen, principalmente, en la Organización de las
La investigación del binomio diseño y discapacidad
136
Dulce García y Angélica Martínez

Naciones Unidas (onu) desde la década de los setenta con avances


notables, ya que los primeros documentos establecen medidas de
protección, de prevención y de denuncia de la situación de las perso-
nas con discapacidad. Un gran avance ha sido pasar de una posición
personal a una colectiva, que corresponde al modelo social de la dis-
capacidad al incorporar aspectos contextuales. Destaca, por su rele-
vancia y por su actualidad, la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, en 2006, promovida por México y que
entró en vigor el 3 de mayo de 2008.
México ha firmado la mayoría de estos instrumentos normativos
y ocupan un segundo escalón jurídico, debajo de la Constitución,
pero arriba de todas las demás normas jurídicas. Derivados de estos
instrumentos, nuestro país ha elaborado sus propios instrumen-
tos referidos a la discapacidad, entre los que podemos destacar la
Ley General sobre las Personas con Discapacidad (lgpd) y la Ley para
las Personas con Discapacidad en el Distrito Federal (lpddf).2 Algu-
nas observaciones inmediatas sobre estos instrumentos se refieren
a que el primer documento, la lgpd, no establece sanciones en caso
de incumplimiento; además al no contar con su propio reglamento,
no puede ser aplicada.
Respecto a la lpddf, se emitió su reglamento once años después.3
Esto sin duda es un claro reflejo de la falta de atención de las y los
legisladores al tema de los derechos de las personas con discapacidad.4
En los dos documentos, como en muchos otros, se incluye el
tema de la accesibilidad: incluyen algunos de los reglamentos de
construcciones locales. También existe una gran cantidad de instru-
mentos específicos sobre el tema, en forma de normas, manuales,
criterios, etc. Por lo que podemos afirmar que su implementación no
es una concesión o un favor, sino una obligación para cumplir la ley.
Como diseñadores es importante conocer la parte legislativa,
pero también la parte técnica: los elementos básicos o mínimos de

2  Publicadas en el Diario Oficial de la Federación, el 10 de junio de 2005 y el 19 de


diciembre de 1995, respectivamente.
3  Publicado el 13 de noviembre de 2006 en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
4  cdhdf, Informe especial sobre la situación de los derechos humanos de las personas con
discapacidad en el Distrito Federal, 2007-2008.
Antologías
137
Diseño para la discapacidad

accesibilidad por considerar en espacios abiertos y cerrados, las di-


mensiones y especificaciones más comunes y aceptadas. Esta infor-
mación, que podemos encontrar en documentos internacionales y
nacionales tanto a nivel federal como de algunos estados o munici-
pios, es necesaria para proponer modificaciones o actualizaciones, ya
que actualmente está más pensada para la arquitectura y las disca-
pacidades motrices.

Análisis de obras de arquitectura

Una parte importante para definir una arquitectura incluyente ha


sido vincular los principios de igualdad y de no discriminación esta-
blecidos en documentos de derechos humanos, los siete principios
de diseño universal y los elementos básicos de accesibilidad en obras
de arquitectura contemporánea.5
En la actualidad, todavía encontramos pocas obras a las que poda-
mos caracterizar como incluyentes, en las que la accesibilidad forme

Figura 3
Exterior del Museo
de Arte e Historia
de Guanajuato
(2008). Forma
parte del conjunto
del Forum Cultural
Guanajuato.
Localizado en
la ciudad de
León. El proyecto
arquitectónico
es de Niño, Mc
Gregor y de Buen
Arquitectos S. A.

5  Se han seleccionado, para su análisis, obras posteriores a 1987 (después de los sismos
en la Ciudad de México), que es cuando por primera vez se incorporan artículos sobre
accesibilidad en el reglamento de construcciones del D. F.
La investigación del binomio diseño y discapacidad
138
Dulce García y Angélica Martínez

parte integral de la solución del conjunto; esta ac-


titud, que podemos nombrar como discriminación
por el diseño, tiene muchas causas, algunas son:
la escasa o nula inclusión del tema en la forma-
ción de los futuros profesionales del diseño; el pa-
pel de la crítica de arquitectura y las imágenes con
un predominio visual que aparecen en las revistas;
la errónea idea de que incorporar la accesibilidad
Figura 4 afecta la imagen pura actualmente en boga; que se elevan los costos
Interior del Museo considerablemente y otras más.
de Arte e Historia
de Guanajuato. Como una muestra de las obras seleccionadas podemos desta-
Todo el recorrido car obras especializadas: Centros de Rehabilitación Infantil, crit-
desde el exterior
Teletón y dif-d.f.
es accesible; como
alternativa a Entre las obras nuevas encontramos el Centro Cultural Vladimir
las escaleras, se Kaspé (Universidad La Salle), La Torre de Ingeniería (cu), la Tienda Pu-
incluyeron rampas
mas en Ciudad Universitaria (cu) y el Fórum Cultural Guanajuato, en
y elevador.
la ciudad de León.
Algunos edificios adaptados son el edificio de conapred, el Cen-
tro Cultural Bella Época, el Instituto de Investigaciones Jurídicas
en cu.
Durante el proceso se vio la necesidad de incorporar espacios abier-
tos, como algunos pasos peatonales en Monterrey, N. L., la estación
del Metrobús en cu. También es importante atender detalles particu-
lares, pues si bien en la arquitectura destaca la presencia de la rampa
asociada a la accesibilidad, otros elementos que hemos incorporado
para su análisis son los mostradores de atención al público: sanitarios,
manijas y pasamanos; todos ellos presentes en la arquitectura de uso
público.
Una primera lectura que se desprende del análisis de estas
obras es la atención y soluciones para problemas ambulatorios: uno
de ellos es que, en muchas ocasiones, algunos elementos que favore-
cen los desplazamientos, como son las rampas, al no cuidar las partes
inferiores, éstas se convierten en obstáculos y en peligros para perso-
nas invidentes. Y en especial existe una ausencia física y en normati-
vas de apoyos para personas sordas, incluso se le ha llamado la Ceni-
cienta de la accesibilidad.
Antologías
139
Diseño para la discapacidad

Diseño para ciegos

El diseño gráfico para personas ciegas se percibe, en primera instancia,


como la paradoja o la utopía de la propia disciplina. Sin embargo, ha
sido necesaria la investigación y utilización de otros códigos, formas,
materiales y principios para incursionar en nuevos paradigmas con
el objetivo primordial de acercar la información a las personas ciegas.
La investigación de este binomio, diseño gráfico y discapacidad visual,
ha resultado ser un camino completamente virgen que ha permitido
sembrar la semilla de una línea de diseño denominada diseño táctil
o diseño háptico. Éste se encuentra fundamentado, principalmente,
en aquellas características de la percepción háptica, que es la más
desarrollada y utilizada por los ciegos. Las investigaciones realizadas
hasta el momento han permitido generar algunos lineamientos bá-
sicos que pueden ser aplicados a propuestas comunicativas de dise-
ño para ciegos, débiles visuales y usuarios en general.
La primera parte de la presente investigación se basa en la utiliza-
ción del código Braille en los diferentes medios que utiliza el diseño
gráfico para la transmisión de información, por ejemplo, en el dise-
Figura 5
ño editorial, el diseño señalético y el diseño de etiquetas, de envases Página de libro
y de empaques. La parte doctoral ya ha incursionado y profundizado en braille.
más en la investigación de la percepción háptica:
cuáles son sus características, sus fundamentos y
sus principios. Con base en este sustento episte-
mológico, se pueden empezar a generar algunos
posibles lineamientos que permitan obtener un
diseño háptico, por medio del tacto activo, y que,
de esta manera, sea más efectivo y accesible para
las personas con discapacidad porque este dise-
ño no requeriría de un aprendizaje previo. Esta
parte de la investigación nunca ha pretendido
desplazar al código Braille; por el contrario, lo que
se pretende es generar imágenes táctiles que sean
complementadas por medio de este código que,
personalmente, concebimos como un código tipo-
gráfico.
La investigación del binomio diseño y discapacidad
140
Dulce García y Angélica Martínez

Las personas con discapacidad visual

La población con discapacidad, según datos de la


Organización Mundial de la Salud,6 se estima en
10% de la población mundial y de este porcentaje,
aproximadamente 2% corresponde a personas con
alguna discapacidad visual. Estas estadísticas arro-
Figura 6 jan datos muy interesantes, por ejemplo, que en el mundo existen
Señal con texto aproximadamente 314 millones de personas con discapacidad visual
en sistema
Braille. Ubicación: y de éstas 45 millones son ciegos.
Universidad La mayoría de las personas con discapacidad visual tienen edad
Iberoamericana
avanzada, aunque el riesgo es mayor para las mujeres de todas las
Ciudad de México.
edades y en todo el mundo. Aproximadamente 85% de las personas
con discapacidad visual viven en países en desarrollo. El número de
personas ciegas debido a enfermedades infecciosas ha disminuido
mucho, pero la disfunción visual relacionada con la edad va en au-
mento. Las cataratas siguen siendo la principal causa de ceguera en
todo el mundo, excepto en los países más desarrollados. El uso de
lentes correctores podría devolver una visión normal a más de 12 mi-
llones de niños entre 5 y 15 años, y aproximadamente 85% de los casos
mundiales de discapacidad visual son evitables.

La discapacidad visual y el diseño

Para abordar el tema de las personas con discapacidad visual y el dise-


ño es fundamental estudiar al grupo social como el grupo de usuarios
que principalmente utilizarán el diseño táctil o háptico. Reconocien-
do la importancia del diseño para los usuarios, todas las investi-
gaciones que hemos planteado han tenido la intervención y la
participación de personas ciegas (tanto congénitas como adquiridas)7
y de débiles visuales. El método de trabajo e investigación se ha

6  Organización Mundial de la Salud (oms), en: http://www.who.int/mediacentre/


factsheets/fs282/es/index.html, consultada en abril de 2009.
7  Las personas ciegas congénitas son aquellas que nacen ciegas, también se les conoce
como ciegos de nacimiento. Las personas con ceguera adquirida son aquellas que alguna vez
tuvieron el sentido de la vista y lo perdieron a causa de algún accidente o alguna enfermedad.
Antologías
141
Diseño para la discapacidad

desarrollado de esta manera, con la finalidad de alejar lo más posible


los prejuicios visualistas del diseño, es decir, lo que se ha pretendido
es generar la propuesta del diseño háptico no desde lo visual, sino a
partir de todos aquellos conceptos e imágenes mentales de los cie-
gos, apegándose lo más posible a sus propias construcciones e inter-
pretaciones del mundo. Cabe señalar que el diseño háptico es una
línea completamente innovadora y diferente de muchas que existen
en investigación en cuanto al diseño relacionado con personas con
discapacidad visual. Hasta el momento, no hemos encontrado a nin-
gún diseñador investigador que esté trabajando las cuestiones de
acceso a la información para personas ciegas con la propuesta espe-
cífica de generar lineamientos conceptuales para el diseño háptico
en alto relieve; que considere como bases epistemológicas la percep-
ción háptica humana, el acceso a la información y el trabajo directo
con los usuarios a partir de sus necesidades y referencias. La incur-
sión en este tema de investigación inmediatamente hace emerger
su naturaleza compleja per se, que brota desde las propias unidades
de análisis: las personas con discapacidad visual, el diseño háptico y
el acceso a la información. De estas tres unidades de análisis, se de-
rivan algunas otras relaciones también importantes que no pueden
omitirse en la investigación, por ejemplo, las normativas en cuanto
a accesibilidad, los derechos humanos, los principios del diseño uni-
versal o diseño para todos, los antecedentes y los principales investi-
gadores de la percepción háptica, las múltiples relaciones del diseño
con otras disciplinas como la sociología, la medicina, la psicología, la
Figura 7
fisiología, la filosofía, las neurociencias, el diseño industrial, los méto- Braille en caja de
dos cualitativos de investigación, entre otros. medicamento
El primer trabajo de investigación sobre el siste-
ma Braille nos permitió identificar varias cuestiones
muy importantes: reconocer el inmenso potencial de
este código de comunicación, ya que tiene la capaci-
dad de que, a partir de un signo generador o matriz
de seis puntos, exista una combinación específica
para cada letra y signo del alfabeto. Sus potenciali-
dades son muy amplias: han sido reconocidas y apli-
cadas, aunque existen investigadores que señalan
La investigación del binomio diseño y discapacidad
142
Dulce García y Angélica Martínez

Figura 8
Cédulas de obras
expuestas con
informacion
en Braille en el
Museo de Arte
e Historia de
Guanajuato.
Detalle de cédula.

que muy pronto el código Braille de seis puntos deberá ser sustituido
por una matriz de ocho puntos (dos columnas y cuatro puntos por co-
lumna), principalmente para escribir programas de cómputo.8
De manera no oficial, se estima que aproximadamente sólo 20%
de la población ciega lee Braille,9 es decir que existe una cantidad
importante de población ciega para la cual no es posible diseñar con
Braille, ya que no lo leen y tampoco existen elementos donde puedan
practicarlo (por ejemplo, suficientes libros impresos, empaques, se-
ñalizaciones, etc.) y, por lo tanto, deben explorarse otras alternativas
diseñísticas. Estas nuevas opciones de diseño deberán tener una ma-
yor difusión y accesibilidad a la transmisión de la información, lo cual
sería materia de un propuesto diseño táctil. No obstante lo anterior, el
código Braille no se puede relegar ni omitir dado que, en la medida en
que existan productos con impresión Braille, se fomentará el interés
de las personas por aprenderlo y practicarlo, ya que les será útil en su
vida cotidiana y aumentará su autonomía y su calidad de vida.
Cada vez es más frecuente que existan elementos de diseño don-
de aparece el Braille, por ejemplo, en empaques de productos, so-
bre todo en medicamentos. Esto obedece a que en algunos países,
principalmente de la Comunidad Europea, esta característica se ha
estado implementando para productos de primera necesidad como
los medicamentos, los alimentos y también en las botellas de vino.
Para cumplir con esta realidad se ha impuesto este requerimiento por

8  Yvette Hatwell y Edouard Gentaz, “Early Psychological Studies on Touch in France”, en


Martin Grunwald, Human Haptic Perception. Basics and applications, Birkhäuser Verlag,
Basilea, 2008, p. 59.
9  Según la información obtenida por medio las entrevistas de la once (Organización
Nacional de Ciegos Españoles) y en algunas realizadas con ciegos, sin que esto se
encuentre referido de forma oficial por instituciones nacionales o internacionales.
Antologías
143
Diseño para la discapacidad

medio de leyes que han obligado a los productores a presentar la infor-


mación en Braille, por ejemplo, a partir de la Directiva 2004/27/CE, que
es una ley por la que se establece un Código Comunitario sobre Medi-
camentos de Uso Humano, que regula su etiquetado con este sistema.
Algunos ejemplos recientes de libros impresos en Braille son el pri-
mer Diccionario escolar en sistema Braille editado por la Comisión Na-
cional de Libros de Texto Gratuitos en noviembre de 2004, para su uso
en la educación básica en México. El diccionario es único en América
Latina y, con el paso del tiempo, se convertirá en un producto de ex-
portación.10 También el 30 de abril de 2009 fue lanzado en Puerto Rico
el primer diccionario de español en Braille. Éste es la última edición
del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que cons-
ta de más de 24 mil páginas contenidas en 148 volúmenes.11 De este
mismo diccionario se hizo una versión en letra grande o de puntaje
mayor, que se compone de 12 mil 95 páginas, en 32 volúmenes.
Algunos ejemplos de señalización que incluyen el código Braille se pue-
den encontrar en la Ciudad de México, por ejemplo, en el caso de los hospi- Figura 9
tales se puede citar el Hospital ABC de Santa Fe, y en el ámbito educativo, Cédulas de obras
a la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Recientemente en Sistema señalético
de la Universidad
la Casa de la Primera Imprenta, espacio cultural de la Universidad Autó- Iberoamericana,
noma Metropolitana, se han colocado cédulas informativas en braille. En Ciudad de México.
la ciudad de León, Guanajuato, se encuentra el Fórum
Cultural Guanajuato, Museo de Arte e Historia, y se
han podido observar dentro del proyecto museográ-
fico las cédulas de las obras, que incluyen información
en código Braille.

La percepción háptica y el diseño

Como se mencionó anteriormente, la percepción


háptica resulta fundamental para la generación de
un diseño táctil o háptico, así como existe la inmi-

10  Banco Nacional de Comercio Exterior (snc), 2004, en http://www.bancomext.


gob.mx/Bancomext/aplicaciones/noticias/index.jsp?mes_directivos=11&ano_
directivos=2004&need=1, consultada en mayo de 2009.
11  efe, periódico El Universal Online, “Lanzan primer diccionario de español en Braille”,
2009, en: http://www.eluniversal.com.mx/notas/594985.html, consultada en mayo de
2009.
La investigación del binomio diseño y discapacidad
144
Dulce García y Angélica Martínez

nente participación de los estudios en percepción


visual para la construcción del diseño gráfico. El
estudio formal de la percepción háptica remonta
sus inicios a los siglos XVIII y XIX en países como
Alemania, Gran Bretaña, Francia y, de forma más
reciente, en España y Estados Unidos, principal-
mente hecho por fisiólogos y psicólogos.
Las personas ciegas utilizan de manera impres-
cindible el sentido del tacto para relacionarse con el
mundo exterior y para percibir los objetos que exis-
ten en él, asimismo utilizan otros sentidos como el
oído o el olfato. Las personas ciegas pueden reco-
nocer los objetos utilizando sus manos con mucha
precisión y rapidez.12 Es importante expresar que la
psicología del tacto o percepción háptica represen-
ta un modo de obtención de información mucho
más completo que la percepción únicamente táctil
Figura 10 o cinestésica. No en vano por percepción háptica se entiende la com-
Líneas guía en piso binación de la información adquirida a través de la piel, aunada a la
hasta la puerta
de elevador. información obtenida a través del movimiento (información cinesté-
La indicación sica). Es importante enfatizar, además, la importancia que tiene el mo-
gráfica indica vimiento en todo el proceso de extracción de la información háptica.
que su uso es
preferente para Como ha señalado Gibson,13 el tacto activo, denominado percepción
personas con háptica, se considera como un procedimiento exploratorio y no como
discapacidad.
un sentido meramente receptivo. Asimismo, este tacto activo es pro-
positivo porque los movimientos realizados se encuentran en con-
cordancia con el tipo de información que se desea extraer del objeto.
Todos los estudios realizados y desarrollados por investigadores
acerca de la percepción háptica permiten ir construyendo un apara-
to teórico sobre el cual es posible fundamentar un diseño háptico
que transmita y facilite el acceso a la información; sin embargo, por
cuestiones de espacio y tiempo, en este momento y para este trabajo
es imposible explicarlos todos a profundidad.

12  Soledad Ballesteros, Psicología del tacto II. La percepción y el conocimiento espacial en
ciegos congénitos y tardíos, video 2 de la Serie Psicología del Tacto, uned, Madrid, 1994.
13  J. J. Gibson, “Observations on Active Touch”, en Psychological Review, núm. 69, pp. 477-491.
Antologías
145
Diseño para la discapacidad

Conclusiones

Cabe mencionar que el trabajo del binomio diseño y discapacidad nos Figura 11
ha permitido conocer y trabajar al diseño desde un nuevo paradigma al Cédulas
informativas en
reconocerlo como un factor de cambio y de integración con muchos re- braille en la Casa
tos por cumplir, con vastas posibilidades y herramientas para afrontar- de la Primera
Imprenta de
los. Estamos conscientes de que la accesibilidad debe formar parte de
América, espacio
todos los proyectos de diseño, no como una moda ni como una medida cultural de la
filantrópica, sino como un compromiso consciente que debe asumirse Universidad
Autónoma
y practicarse. Para lograr este punto se requiere fomentar la enseñan- Metropolitana.
za y el aprendizaje del diseño para todos y de la accesibilidad universal.
Desafortunadamente, entre los instrumentos y discursos a favor de
la no discriminación y las prácticas cotidianas, existe una gran dife-
rencia. Respecto a la arquitectura incluyente es importante destacar la
falta de referencias a ésta en la gran mayoría de reseñas consultadas;
en las obras seleccionadas destaca el predominio de rampas, por lo
general tan bien integradas al conjunto que se mimetizan con éste; es
importante incluir los elementos que favorecen la accesibilidad en una
lectura completa de la arquitectura: mostradores, pasamanos, manijas,
sanitarios y otros dispositivos tecnológicos, como un todo indivisible.
Particularmente se puede concluir que el diseño háptico es un diseño
que tiene potencialidades para comunicar de manera diferente y acce-
La investigación del binomio diseño y discapacidad
146
Dulce García y Angélica Martínez

sible para todos al utilizar el sentido del tacto como aquel gran sentido
receptor de información. Lo fundamental radica en conocer y entender
cómo es y cómo funciona este sentido para brindarle los elementos
que requiere para llevar la información adecuada al cerebro y que, de
esta manera, se entiendan exitosamente los mensajes que se desean
transmitir. Además es importante reconocer la posibilidad de trabajar
el diseño táctil o háptico de manera multi, inter y transdisciplinaria en
un mundo regido por la complejidad para incidir en un cambio cultural.

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Antologías
147
Diseño para la discapacidad

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Créditos de imágenes

Página 134. Figura 1. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 135. Figura 2. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Pagina 137. Figura 3. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 138. Figura 4. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 139 Figura 5. Fuente: http://www.skole.hr/veliki-odmor/pozivnica?news_


id=4327

Página 140. Figura 6. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 141. Figura 7. Fuente: Wendy Chávez Nolasco

Página 142. Figura 8. Izq. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 142. Figura 8. Der. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 143. Figura 9. Fuente: Dulce María García Lizárraga García (Autora)

Página 144.Figura 10.Fuente:http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/113608.html

Página 145. Figura 11. Izq. Fuente: Nancy Elizabeth Vargas López

Página 145. Figura 11. Der. Fuente: Nancy Elizabeth Vargas López
Accesibilidad
Un tema ausente
en la crítica arquitectónica

Publicado en: Crítica de arquitectura, Ensayos


latinoamericanos, Atelié Editorial, Brasil, 2013,
Dulce María García Lizárraga

pp. 131-150.
E
l propósito de este texto es incorporar el concepto de accesibi-
lidad a la teoría y la crítica de la arquitectura con la finalidad de
posicionar y hacer en ellas visible esta condición. Y aunque las
obras de arquitectura que se pueden considerar accesibles no son nu-
merosas, en este momento ya podemos intentar, por lo menos, hablar
de una noción para hacerla extensiva a un mayor número de personas.
Si consideramos que la arquitectura es una expresión construida
de los valores de la vida y que estos valores se modifican constante-
mente, es menester incluir y trasladar el tema de los derechos huma-
nos –incorporado ya en nuestros ordenamientos jurídicos– al diseño
y la arquitectura. En este siglo, en el que se ha puesto de manifies-
to la discriminación y se habla de tolerancia, respeto e inclusión, así
como de las características distintas de las personas, estos avances
necesariamente se tendrán que reflejar en la conformación de una
arquitectura y una ciudad más incluyentes.
La mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo con los principios
básicos de los derechos humanos y de la no discriminación. Pero no
se trata solamente de resolver el problema de acceso, tenemos que
ir más adelante y plantearlo también en sus aspectos formales o en
valores arquitectónicos.
No podemos ni debemos apreciar un edificio o conjunto tan sólo
por la cualidad de ser accesible: al tratar de resolver el problema
únicamente con la afectación o imposición de ciertos elementos
simples como añadidos y al no entender que la accesibilidad es una
condición que se tiene que resolver tan bien como el resto de las exi-
gencias de una obra arquitectónica, se han cometido errores. Si bien las
personas con discapacidad, al igual que las personas mayores, son
los principales beneficiarios de un entorno accesible, éste no es sólo
un requerimiento para minorías, ya que el mismo sería más cómo-
do y eficiente para individuos de todas las edades y habilidades.
Antes de continuar, es necesario aclarar la definición del término
accesibilidad, ya que todavía es común asociarla con los costos, la
información o la comunicación: si se habla de una vivienda accesible,
lo primero que viene a la mente es que se trata de una vivienda eco-
nómica; al hablar de una ciudad accesible se puede pensar en una
urbe tanto bien comunicada como con fácil acceso a la información.
Accesibilidad
150
Dulce María García Lizárraga

Y aunque no existe una definición única, la más universal sería: acce-


sibilidad es ofrecer facilidades para el libre acceso y uso de los espa-
cios, objetos e información a un mayor número de personas.
Stefan Tromell1 decía en una conferencia que “la accesibilidad es la
rampa que permite el acceso a los demás derechos.” Estoy totalmente
de acuerdo con esta aseveración: por un lado, la rampa es el elemen-
to arquitectónico que asociamos con la accesibilidad; por otro, una
condición de ésta es facilitar la educación, la cultura, la recreación y
otra serie de servicios a los que las personas en general tienen dere-
cho. Se pueden hacer normas, reglamentos o pronunciamientos, pero
mientras no exista una cultura que propicie estas circunstancias en la
arquitectura y la ciudad, resulta casi imposible alcanzar tales derechos.
Un problema es que la accesibilidad se ha visto como algo ex-
cepcional que sólo compete a centros de rehabilitación, hospitales y,
últimamente, a centros comerciales, por lo que no es casualidad que
en estos sitios encontremos un mayor número de personas en sillas
de ruedas o padres que llevan sus bebés en carriolas.
Incluso algunos restaurantes anuncian “facilidades para disca-
pacitados”, aunque por lo general éstas se limitan a una rampa de
acceso y, en pocos, a sanitarios adaptados; más difícil resulta encon-
trar cajas o mostradores accesibles, o aun el menú en Braille.
Esto no debería ser anunciado, no es ninguna concesión: es una
obligación de acuerdo con los reglamentos y normativas vigentes
en México; sin embargo, todavía se tiene que añadir el adjetivo de
accesible al referirnos a instalaciones que permiten su uso de forma
normalizada, segura e independiente, como si se tratara de una si-
tuación extraordinaria. Por ejemplo, no se menciona si el edificio es
seguro, higiénico o funcional, ya que damos por sentado que estas
cualidades son inherentes a la edificación.
Sin embargo, no es una situación privativa de los países latinoame-
ricanos; precisamente, al escribir estas líneas, encontré una nota en el
periódico en que el cineasta Bernardo Bertolucci –quien actualmente
utiliza silla de ruedas– declaró en una entrevista concedida al diario

1  Conferencia sobre Discapacidad, impartida por Stefan Tromell, Director Ejecutivo de


Alianza Internacional de la Discapacidad (ida) en la Universidad La Salle, Ciudad de México.
Antologías
151
Diseño para la discapacidad

La Jornada2 que “Roma es una ciudad prohibida para discapacitados”,


posteriormente describía la que podría ser cualquiera de nuestras
ciudades: aceras en mal estado, autos estacionados en lugares prohi-
bidos y falta de rampas, así como accesos inadecuados a los edificios;
subraya lo difícil que es circular para las madres con carriolas o para
los viejos. Con estas palabras sintetiza lo que he manifestado en dis-
tintas ocasiones: que la falta de accesibilidad implica marginación y
pérdida de calidad de vida a grandes grupos de la población.
En México y, para ser más precisos, en su capital, la incorpora-
ción de la accesibilidad inicia a mediados de la década de los ochen-
ta; después de los sismos de 1985, se revisa el Reglamento de Cons-
trucciones del Distrito Federal y por primera vez se incluyen artículos
sobre el tema.
En ese momento se hablaba de “eliminar barreras físicas” y se
ponía el acento en la accesibilidad a tres categorías de espacios: es-
tacionamientos, sanitarios y auditorios como elementos aislados sin
continuidad. Poco a poco el tema se fue posicionando, tanto en sub-
secuentes revisiones del reglamento mencionado como en la publi-
cación de manuales que surgieron inicialmente de las instituciones
de salud. Y con la aparición de rampas en banquetas, estacionamien-
tos y sanitarios exclusivos, acompañados del respectivo símbolo in-
ternacional –lo cual nos hizo relacionar el tema de la discapacidad
con la accesibilidad–, esta última se fue haciendo evidente.
A finales del siglo XX, a la par de la aparición de distintos manuales
y del procedimiento del tema de la discapacidad a través de distintos
foros en los que se habla de educación inclusiva e inserción laboral,
entre otros derechos, da inicio el Teletón, en el que prevalece la cari-
dad como sustituto de la justicia social; en la arquitectura empiezan
las adaptaciones a instituciones de salud, administración pública,
cultura, instituciones privadas de educación superior y centros co-
merciales.
También encontramos las primeras obras accesibles, concebidas
como tal desde su etapa inicial. Muy buenos ejemplos de estos años

2  Bernado Bertolucci, “Roma, ciudad prohobida para los discapacitados“, en La Jornada,


19 de octubre de 2012, México, p. 14.
Accesibilidad
152
Dulce María García Lizárraga

son el puente peatonal conocido como el Paseo de


los Duendes construida en 1991 (Figura 1) en la ciu-
dad de Monterrey, Nuevo León, al noreste del país,
en el que el arquitecto Fernando González Gor-
tázar resolvió con gran maestría los cruces para
peatones y vehículos, al unir una glorieta y cuatro
camellones que ya se utilizaban como pistas por
los corredores. Sobre este proyecto, el arquitecto
comenta:

Los andadores que se elevan poco a poco desde los ca-


Figura 1 mellones para convertirse en puentes que desafían con elegancia el trá-
Puente peatonal fico que circunda la glorieta, respetan el acomodo natural de los árboles,
en el que Fernando
González resolvió creando serpientes de concreto que levemente, sin hacer pesado el andar
los cruces para de los paseantes, desembocan en el centro arbolado.3
los peatones con
rampas curvas
que respetan Finalmente está el caso del Papalote Museo del Niño construido
los árboles en 1993 (Figura 2), del arquitecto Ricardo Legorreta, localizado en
existentes y hacen
México D.F., el cual fue accesible desde su apertura. El recorrido es
más cómodo el
recorrido. continuo desde el exterior; al interior, los pasillos son amplios y los
cambios de nivel están resueltos por rampas, situación que permite
el desplazamiento sin obstrucciones por toda la planta baja. Para lle-
gar al segundo nivel se cuenta con un elevador; asimismo, todos los
servicios auxiliares son accesibles. Muy interesante resulta encontrar,
en el área de juegos infantiles, una pista para sillas de ruedas en la
cual los niños pueden experimentar su uso en distintos pavimentos:
es una experiencia que propicia la empatía, al “ponerse en el lugar
del otro”.
En los últimos años, o dicho de otra manera, en la primera década
del siglo XXI, vemos que ya es considerable el número de obras en
que se ha resuelto esta posibilidad, aunque no en todas ellas se haya
logrado establecer una integración plena. En algunos casos se sigue
resolviendo lo inmediato; es decir, accesos exclusivos o diferenciados

3  Fernando González Gortázar (coord.), La arquitectura mexicana del siglo XX, Conaculta,
México, 1996.
Antologías
153
Diseño para la discapacidad

por medio de protagónicas rampas, que privilegian los problemas


ambulatorios. Sin embargo, la accesibilidad ya está presente en el
quehacer de no pocos arquitectos de México; ésta se entiende como
sinónimo de diseño incluyente o accesibilidad universal. Por su parte,
la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(onu, 2006) define diseño universal como:

El diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan uti-


lizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de
adaptación ni diseño especializado. El diseño universal no excluirá las
ayudas técnicas para grupos particulares de personas con discapacidad,
cuando se necesiten.

Mención especial merece la Universidad Nacional Autónoma de Mé-


xico –unam–, especialmente en Ciudad Universitaria, que se ha con-
vertido en una especie de laboratorio al incorporar la accesibilidad
en distintas escalas y frentes que incluyen pasos peatonales, adap-
taciones en obras existentes y edificios nuevos; situación nada fácil
si se considera que la obra original es de 1952 y se toma en cuenta
las características agrestes de un terreno de lava volcánica. Las in-
tervenciones incluso se han mimetizado con el entorno natural, y re-
sultan apenas perceptibles en muchos casos. La Dirección de Obras
de la propia universidad ha sido la principal responsable y, aunque
no cuenta propiamente con un plan de accesibilidad, tiene sus

Figura 2
Papalote Museo
del Niño (1993).
Proyecto: Ricardo
Legometa. Fue
el primero en la
modalidad de
museo interactivo
y en incorporar la
accesibilidad en
nuestro país.
Accesibilidad
154
Dulce María García Lizárraga

propias normas. También es importante mencionar que, a partir de la


declaratoria de cu como Patrimonio de la Humanidad en el año 2007,
la accesibilidad ha cobrado más relevancia como parte de distintos
programas que han incluido el ordenamiento de los vehículos y sis-
temas alternos de transporte conocidos como Bicipuma y Pumabús.
Como antecedente arquitectónico, tenemos un excelente ejem-
plo en la Facultad de Medicina, con un juego de rampas en el que se
traslapa un tramo central en un sentido con dos laterales en el otro;
las pendientes son menores a 6%, porcentaje recomendado por las
más recientes normativas y cuya consecución evidencia la destreza
de los proyectistas. Además, este edificio ha servido como fuente de
inspiración para nuevas construcciones en sus diferentes campus, es
el caso más reciente el Centro de Geografía Ambiental, en la sede de
Morelia, Michoacán.
Rampas como elemento de ordenamiento y principal alternativa de
circulación vertical se disponen en proyectos más recientes como la
Dirección de Teatro y Danza, el Salón de Trofeos, la Tienda Puma, la To-
rre de Ingeniería, los Laboratorios de Cómputo y el Centro de Informá-
tica de la Facultad de Contaduría y Administración. Lo mismo ocurre
Figura 3
Estación cu del
Metrobús (2007)
La rampa
helicoidal es el
elemento más
destacado del
proyecto y la
más utilizada, ya
que comunica
con el campus y
sistema interno
de transporte
de Ciudad
Universitaria.
Antologías
155
Diseño para la discapacidad

Figura 4
Estación Centro
Cultural del
Metrobús
Acceso en el
que se observan
rampas y escaleras
que conducen
a la estación
Centro Cultural
del Metrobús.
El proyecto es
resultado de un
equipo formado
por profesores y
estudiantes de
la Facultad de
Arquitectura de la
con accesos y comunicaciones entre edificios en la Torre de Ingeniería unam.
y los espacios estudiantiles de la Facultad de Química, ubicados en cu.
Entre las obras más recientes se destacan las dos paradas del me-
trobús ubicado dentro del campus. La primera, del año 2007 y proyec-
tada por Felipe Leal y René Caro, es una gran caja de cristal translúcido
con estructura de acero; desde el nivel de la estación una gran rampa
conduce al puente que cruza la Avenida de los Insurgentes. Dos ram-
pas también comunican con cu, la del lado oriente se ha convertido
en un hito gracias a su forma helicoidal (Figura 3), además por ser
la más utilizada al comunicar con el sistema interno de transporte
Pumabús. Esta obra obtuvo una mención en la categoría transporte
en la X Bienal de Arquitectura Mexicana.
La otra estación corresponde al Centro Cultural (Figura 4) y se in-
auguró a finales de 2011; el proyecto de Honorato Carrasco, Víctor
Ramírez y Matías Martínez, profesores de la Facultad de Arquitec-
tura (quienes, para el desarrollo del proyecto, hicieron equipo con
un grupo de estudiantes de la propia Facultad) ha resuelto la pro-
blemática de los accesos, al observar los requerimientos reglamen-
tarios en la materia y poner especial cuidado en la formación de las
circulaciones verticales, así como en la incorporación de elementos
apropiados para permitir la accesibilidad universal. Este proyecto fue
distinguido recientemente con Mención en la XII Bienal Mexicana de
Arquitectura, 2012.
Accesibilidad
156
Dulce María García Lizárraga

Ausencia del tema en la teoría, historia y


crítica de la arquitectura

Sin duda estamos ante la mejor estación


del sistema de transporte colectivo Metrobús de la ciudad de México.
Una estación resuelta en base a criterios asociados a la expresividad
arquitectónica que transita entre el minimalismo y el high tech
[…] construyendo además, una interesante muestra del relevo
generacional, que se experimenta actualmente en la Arquitectura
Mexicana Contemporánea
Gustavo López Padilla, 2012b.

Las líneas que acabamos de citar, precisas y de una excelente lectura,


ejemplifican que las reseñas y críticas de arquitectura no aluden al
tema de la accesibilidad. Libros, guías sobre arquitectura reciente y
publicaciones en general –incluso aquellas que tratan de obras en
que la rampa es un elemento que predomina– tampoco la mencio-
nan: tenemos que leer con mucho cuidado las descripciones de los
proyectos y las fotografías para percibir si la accesibilidad existe y
si ha sido contemplada, ya que tanto los autores de las obras como
quienes escriben sobre las mismas, no han considerado la accesibili-
dad como un valor a tener en cuenta.
A la fecha, en las reseñas de arquitectura continúa habiendo un
vacío respecto al tema: en publicaciones como Arquitectura Viva, Ar-
quine, memorias de Bienales de Arquitectura, entre otras, no se men-
ciona. Lo mismo sucede con los textos de Gustavo López Padilla, uno
de los críticos con mayor influencia en la arquitectura mexicana: de
todos sus artículos, solamente encontré dos referencias al respecto,
una de ellas sobre la Escuela para Invidentes de Mauricio Rocha: “la
escuela en su conjunto cuenta con detalles y facilidades, pensando en
las maneras de uso del espacio y desplazamiento de los invidentes”.4
Otra crítica concierne al Museo Soumaya (figura 5), diseñado por
Fernando Romero, en la que menciona: “El recorrido total, continuo,
con base en rampas un tanto pronunciadas en lo que se refiere a su

4  Gustavo López Padilla, Arquitectura mexicana contemporánea, Designio, México, 2008.


Antologías
157
Diseño para la discapacidad

pendiente, resulta cansado, sobre todo para las


personas mayores”.5
Encontrar alguna referencia es la excepción,
como la muy reciente entrevista al arquitecto
Enrique Lastra,6 “Paseo por la Alameda Central
en Rehabilitación”, en la cual menciona:

Lo importante de todo es que del corredor de Ma-


dero hasta la Plaza de la República no hay nece-
sidad de subir escalones, incluida la Alameda. Es
de una accesibilidad total, el peatón tiene siempre
todo a su nivel y el coche es el que sube o baja a
nivel del peatón.

La ausencia del tema de la accesibilidad es notoria también en la ma- Figura 5


yoría de los encuentros de teoría y crítica de la arquitectura, cuyos Museo Soumaya
(2011).
debates giran en torno a otras características del edificio o discursos Una amplia
sobre la conceptualización, pragmatismo o formalismo de la disci- escalinata que
se combina con
plina. Algunos críticos de arquitectura coinciden en que tal crítica se
una rampa que
asemeja a crónicas de secciones de sociales o, para ser más precisos, conduce al acceso
a crónicas sobre moda; esta metáfora sirve para ejemplificar la bana- principal. La
rampa presenta
lidad de los textos y la exaltación de las imágenes. varios problemas,
Pareciera que hablar de accesibilidad y de nociones que se refieren uno de ellos es la
al diseño fuera para todos un asunto menor que sólo se trata en even- excesiva pendiente
lateral del 8% (la
tos especializados de discapacidad en los que, por cierto, predominan recomendación
las ponencias de otras disciplinas y aquellas en que se proponen so- para pendientes
luciones a una problemática real desde la arquitectura, de las cuales laterales es no
exceder el 2%)
nunca hablan los que la critican. La incorporación de la accesibilidad,
en la mayoría de obras, obedece a distintos factores: mayor organiza-
ción y presión de colectivos de personas con discapacidad; nuevas dis-
posiciones legales que se han traducido en reglamentos, manuales
y normas de accesibilidad; información y proyectos provenientes de

5  Gustavo López Padilla, Nueva arquitectura mexicana: tendencias entre siglos, Designio
Arquitectura, México, 2011.
6  Enrique Lastra, “Paseo por la Alameda Central en Rehabilitación” (entrevista), en
Proceso, núm. 1871, México, 9 de septiembre de 2012.
Accesibilidad
158
Dulce María García Lizárraga

otros países –principalmente en Estados Unidos, en centros comer-


ciales, cadenas de cines, supermercados, etc.–; uso de tecnologías que
facilitan la vida cotidiana y toma de conciencia y sensibilidad de algu-
nos arquitectos, entre otros. La constante ha sido brindar respuesta a
las necesidades de personas con problemas ambulatorios, lo que se
traduce en rampas y elevadores.
La utilización de la rampa (que es el elemento que asociamos con
la accesibilidad) se da en distintas modalidades, que van desde una
solución técnica para resolver un cambio de nivel, hasta su constitu-
ción como elemento predominante que cubre una fachada; por lo
general su integración permite que se mimetice con el volumen de la
construcción. Por el contrario, encontramos ejemplos que podríamos
denominar como arquitectura ortopédica, en los cuales rampas y ele-
vadores son sobreexpuestos como añadidos posteriores.
Es pertinente anotar que en algunos casos la accesibilidad fue in-
voluntaria; la rampa cumple un papel formal, pero aún así su inte-
gración y solución como elemento ordenador de un proyecto señalan
distintas posibilidades que pueden ser incorporadas en otros edificios.
No hay recetas, existen criterios o lineamientos que son necesarios
para conocer, por ejemplo, la pendiente adecuada de una rampa para
la cual existen materiales, alturas y anchos recomendados para dife-
rentes elementos y espacios. Para algunos arquitectos, estos factores
serán condicionantes que consecuentemente producirán molestia y
oposición; para otros, constituirán la oportunidad de resolver nuevas
demandas con creatividad, bien sea planteando una accesibilidad
discreta o de presencia expresada con fuerza.
Robert Campbell (1911), crítico de arquitectura del Boston Globe,
escribió un artículo titulado “Es Accesible, pero… ¿es Arquitectura?”
en que manifiesta que el tema en cuestión es explosivo: “Pocos se
atreven a discutirlo en términos críticos porque nadie quiere parecer
insensible. Entonces las reglas son en su mayoría escritas e interpre-
tadas por las mismas personas con discapacidad. Desde otro campo
no se preocupan por eso”.
Han transcurrido más de 20 años y, al menos en México, no se ha
elaborado crítica sobre el tema: las referencias son escasas y muy
breves. Es necesario detenerse a observar las imágenes y hacer
Antologías
159
Diseño para la discapacidad

nuevas lecturas o bien visitar las obras con la mirada puesta en la


accesibilidad.
Sería de gran apoyo que los críticos voltearan a ver lo que está
ocurriendo al respecto en la arquitectura y en los espacios abiertos.
Las nuevas obras y las adaptaciones para convertir en accesibles los
espacios existentes no van a parar, puesto que ya han transcurrido
muchos años para demostrar que la accesibilidad no es una moda pa-
sajera. Diversos grupos de la población no quieren quedar excluidos,
exigen su derecho de ingreso y lo han ido ganando.
La propuesta es trasladar a la crítica arquitectónica una acción
afirmativa o medida positiva; es decir, mecanismos de inclusión que
dan origen a la discriminación inversa o afirmativa. En otras palabras,
disponer medidas temporales, con el fin de establecer la igualdad
de oportunidades en la práctica es lo que exhorta a las personas a
corregir aquellas situaciones que son el resultado de prácticas o de
sistemas sociales discriminatorios.

No discriminación + acción afirmativa = inclusión social

Con esta sencilla ecuación se sintetiza la preocupación de numero-


sas organizaciones que trabajan en favor de un nuevo modelo social
alrededor de la discapacidad. Y que a su vez han puesto en evidencia
la discriminación de usuarios especiales por parte del diseño y la ar-
quitectura.
Dado que una acción afirmativa es temporal, en nuestro caso ya no
será necesario referirnos a la accesibilidad cuando ésta forme parte
de todo proyecto arquitectónico y urbano. Sin embargo, en ese mo-
mento todavía será necesario evidenciarlo, exponerlo y discutirlo con
el mínimo tratamiento que se otorga a otros atributos y, entonces sí,
señalar en términos críticos los errores y aciertos que puedan orientar
acciones futuras.
Accesibilidad
160
Dulce María García Lizárraga

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Créditos de imágenes

Página 154. Figura 1. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 155. Figura 2. Fuente: http://museosinteractivos.org/img/posts/41_


aa3b8a5af0.jpg

Página 156. Figura 3. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 157. Figura 4. Fuente: Fotografía de la autora.

Página 158. Figura 5. Fuente: http://juanpenalopez.files.wordpress.com/2011/07/


img00251-20110705-1336.jpg
México antiguo
Las imágenes de la
discapacidad en el

Publicado en Las imágenes de la discapacidad


en el México antiguo y en la actualidad,
Memorias del IV Congreso El cuerpo descifrado
(versión electrónica –CD), México, 2009.
Angélica Martínez de la Peña
Dulce María García Lizárraga
L
a discapacidad ha formado parte de la realidad en todas las
culturas desde tiempos inmemoriales. Ésta ha sido represen-
tada de modos diversos y con fines variados. Algunas de estas
simbolizaciones dan fe de la cultura, filosofía, creencias, valores y
costumbres de las diferentes sociedades que bien la rechazaban
y satanizaban o la admiraban e incluían.
Las manifestaciones gráficas de las limitaciones corporales han
permanecido como evidencias de las enfermedades y discapacidades
del México prehispánico. Éstas han sido registradas de diferentes ma-
neras. Una de ellas, es en forma de relatos y descripciones de cronistas
e historiadores en muros y códices. En estos últimos, se encuentran,
por ejemplo, representaciones de traumatismos causados principal-
mente por las guerras y otras imágenes que dan cuenta de las prácti-
cas terapéuticas de la época.
Existen numerosas esculturas y figurillas de piedra o barro, que evi-
dencian ciertas enfermedades como la tuberculosis. Algunas mues-
tran la presencia de enanismo, parálisis facial, joroba, posible labio
leporino, entre otras. Se puede mencionar que, independientemente
de las características de discapacidades o mutilaciones muy evidentes
y aunque consideradas anormalidades, éstas no se ocultaban. “Esto
probablemente se deba a que las malformaciones eran consideradas
como algo que distinguía a las personas que las ostentaban, signifi-
cando lo sobrenatural y extraordinario”.1
No pretendemos realizar un estudio arqueológico de la cosmo-
visión salud­­-­­enfermedad, ni de antropología física para determinar
las malformaciones o discapacidades y sus tratamientos. Más bien,
retomaremos algunos elementos, principalmente de la cultura
náhuatl,2 relacionados con la discapacidad, con base en nuestra es-
pecialidad, el diseño. Por otra parte, estamos conscientes de que la
imagen de la discapacidad en nuestros días sólo se pone de manifies-
to al destacar las diferencias, generar lástima y apelar a la caridad en
forma de donativos.

1  Vera Tiesler y Andrea Cucina, “Las enfermedades de la aristocracia maya en el Clásico,”


en Arqueología Mexicana, vol. XIII, núm. 74, 2005, p.42-47
2  Para este efecto se ha consultado como bibliografia el texto de Arturo Rocha, Nadie
es ombligo en la Tierra, Fundación Teletón y Miguel Ángel Porrúa, México, 2000.
Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo
164
Dulce García y Angélica Martínez

Imágenes de la discapacidad

En muchas civilizaciones, el cuerpo humano


que presenta alguna discapacidad ha sido ob-
jeto de burlas y ha estado expuesto al ridículo
y a la discriminación, debido principalmente
a prejuicios sociales y culturales. Estas situa-
ciones no son recientes, ya que se presentan
en las civilizaciones más remotas. Por ejem-
plo, en la Grecia antigua, por un cuestionable
anhelo de perfección,3 los niños que nacían
con alguna malformación física eran elimina-
dos o abandonados para que murieran. En Es-
Figura 1 parta, también se llevaban a cabo prácticas de “selección de los más
Cuitlapanton aptos” en aras de conformar una sociedad “perfecta”. En el libro V de
(códice Florentino,
Lib. V. fol 13 r la República de Platón, se puede encontrar que “en cuanto a los hijos
[cap. xiii]). de gente inferior […] si alguno nace con cierta deformidad, lo escon-
derán como es debido, en un lugar innominado y oculto, con tal de
conservar pura la raza de los guardianes”. 4
Por otra parte en la cultura náhuatl ocurría exactamente lo
contrario: eran precisamente las cualidades de perfección física las
que volvían a ciertos individuos susceptibles de ser sacrificados. Éstos
no debían presentar ciertas características como lo señala el códice
Florentino:

No debían ser tartamudos, no tener la lengua arrollada o gruesa, no tener


la lengua rugosa, que no balbuceé, que no ceceé al hablar, que no sea
mudo, que no tenga cicatrices ni carne en los ojos, ni los ojos escarifi-
cados, ni ser ciego, ni tener los ojos pequeños, los ojos menudos, que no
tengan la mano muy larga ni tener solo una mano ni ser manquito.

Todos los sujetos que presentaban cualquiera de estas características


no eran candidatos a participar como ofrenda en las festividades del
quinto mes, Tóxcatl, de su calendario.5

3  Arturo Rocha, op cit., p. 16.


4  Ibid., p. 17.
5  Ibid., p. 17.
Antologías
165
Diseño para la discapacidad

Los individuos señalados por alguna disca-


pacidad o deformidad corporal, o aquejados
de males como la epilepsia, incluso los nacidos
mellizos, inspiraban en aquella cultura singular
respeto, por el vínculo que representaban con lo
divino.6 Incluso algunas deformidades que hoy
se asocian con el enanismo acondroplásico y el
gigantismo imponían respeto entre los antiguos
nahuas.
Ya fuera por temor, respeto o superstición, las
culturas del México antiguo mostraban un respe-
to por la persona con discapacidad y se han en-
contrado testimonios elocuentes de una sensibilidad humana hacia Figura 2
estas personas. Por ejemplo, según lo indica Rocha,7 Moctezuma II Tlacahueyac
(códice Florentino,
había designado los terrenos de Culhuacán (cercanos a Tenochtit- Lib. V. fol 11 r
lán) como sitio para el recogimiento de los inválidos e impedidos. Se [cap. xi]).
cuenta que la actividad que estas personas realizaban era recoger
“piojos” y se había establecido que éste fuera su tributo. Estos piojos
a los que se hace referencia, eran en realidad ciertos gusanillos o lan-
gostas que crecían en los cereales. La gente discapacitada contaba,
por otra parte, con un tipo de “asistencia social”. Acudía a ciertos lu-
gares designados en las grandes ciudades, donde se les suministraba
socorro y ayuda en especie.

Las diferentes discapacidades

Las causas de la discapacidad, igual que en nuestros días, podían


ser de origen genético, por enfermedad o traumatismos, en muchas
ocasiones a causa de las constantes guerras. Sin embargo, en nu-
merosos casos, ya sea que ésta fuera por nacimiento o enfermedad,
era atribuida a causas mágicas o sobrenaturales: “para los médicos
prehispánicos y sus pacientes, el susto era la primera causa de en-
fermedad y mortalidad”.8

6  Ibid., p. 20.
7  Rocha, op.cit.
8  Carlos Viesca, “Las enfermedades en Mesoamérica”, en Arqueología Mexicana, vol. XII,
núm. 60., 2005.
Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo
166
Dulce García y Angélica Martínez

Diversos materiales arqueológicos muestran enfermedades o disca-


pacidades físicas como parálisis del cuerpo y facial, pie Bot, y distintos
traumatismos; así como discapacidades sensoriales como la sordera
y ceguera.

Sordera
Entre los antiguos nahuas, la oreja en composición con el órgano de la
visión estaba asociada alegórica o metafóricamente a cierto aspecto
de la personalidad, y al buen juicio y entendimiento. No se sabe a
ciencia cierta si los nahuas diferenciaban entre la sordera congénita y
algunos tipos de sordera momentánea, debida a infecciones del oído,
a obstrucciones ceruminosas o bien a causa de la edad.9 En términos
generales se cree que la sordera momentánea era curada por medio
de raíces, tallos, hojas y frutos de ciertas plantas; por ejemplo, se sabe
Figura 3 que utilizaban la corteza del árbol de la guayaba. Otra planta utilizada
El día, olin, en estos casos era el toloache o toloatzin, entre muchas otras, como
cuyo signo era
precisamente el cuajilote.
un ojo, se
representaba con Ceguera
un sol y estaba
relacionado con la Al igual que en muchas otras civilizaciones, los nahuas encomenda-
luz diurna. ban al ojo un sinnúmero de representaciones. En diversos códices
como el Mendocino,10 la noche es representada
mediante “una pintura con ojos”, que puede ser
también la representación de los cielos constela-
dos y está relacionada con la forma de la “oscuri-
dad”. El glifo toponímico de Yoallan (o lugar de la
noche) ostenta en su centro un ojo circundado por
muchos otros ojos más. Al ser este órgano justa-
mente la representación de lo sideral, nunca perdió
su significación original de luz y brillo. Por ejemplo,
en el Códice Borbónico, el día, olin, cuyo signo era
precisamente un ojo, se representaba con un sol y
estaba relacionado con la luz diurna.11 Para los na-

9 Rocha, op cit., p. 57.


10 Ibid., p. 62.
11 Herman Beyer, “El ojo en la simbología del México antiguo”, en Revista interna-
cional de arqueología, etnología, folklore, historia, historia antigua y lingüística mexica-
Antologías
167
Diseño para la discapacidad

huas, el ojo representaba también la sensatez


(al igual que el oído), la luz de la razón, la cla-
ridad de entendimiento, la facultad de razonar
y la sagacidad. Por otra parte y en otro sentido,
el ojo representaba la omnipresencia de la di-
vinidad, pues “el ojo grande que mira y juzga
nuestros actos es el del señor Sol”.12
La ceguera o falta de visión, por lo tanto,
era metáfora de necedad o entendimiento es-
caso y así se describía precisamente al necio,
como “aquel que no sabe nada de lo que hay
en su ojo, en su cabeza”, como el propio Fray
Bernardino de Sahagún lo cita en su libro VI, capítulo XLI, “De algunos Figura 4
adagios que esta gente mexicana usaba”.13 Glifo toponimico
de Yoallan “lugar
La pérdida de un ojo, o el ojo arrancado, aparece en algunos códi- de la noche”
ces como imagen de muerte o fallecimiento, mientras que el ojo cu- (Códice Mendocino.
Ms. Arch. Seld. A. 1.
bierto con una mano (incapaz de ver) es símbolo que se vincula al
Bodleian Library,
remordimiento o a la lamentación. Oxford, fol. 6 r.)

Heridas discapacitantes
En las sociedades belicosas como las del México antiguo, las heridas
discapacitantes debieron ser frecuentes. Se sabe que utilizaban la
frase “el que sólo tiene una mano o el que le falta una mano” (ma-
tzicoltzin matohpoltzin) para designar a aquél que probablemente la
había perdido en combate. Estas mutilaciones y amputaciones ocu-
rridas en el campo de batalla eran atendidas con rapidez por médicos
que marchaban en los mismos contingentes militares. Para sanarlas,
utilizaban diversas especies de agave.14
Las heridas por golpes o por objetos cortantes eran comunes en
la época prehispánica. Los aztecas eran particularmente hábiles en

nas, Sociedad Alemana Mexicanista, México, 1965, p. 488. Citada en Arturo Rocha, op cit.,
p. 89.
12  Ferdinand Anders y Jansen Maarten, Manual del adivino. Libro explicativo del lla-
mado Códice Vaticano B (Codex Vaticanus 3773. Biblioteca Apostólica Vaticana), Fondo de
Cultura Económica, México, 1993, p. 134. Citado en Rocha Arturo, op. cit., p. 89.
13  Bernardino de Sahagún, Fray, Historia general de las cosas de Nueva España, Porrúa.
Sepan Cuántos, México, 1999, p. 407.
14 Rocha, op cit., pp. 76-77. 
Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo
168
Dulce García y Angélica Martínez

Figura 5 la curación de este tipo de heridas y su tratamiento. Se tiene cono-


Para curar cimiento de que en este ámbito, en tiempos de la Conquista, eran
fracturas los
aztecas colocaban mucho más eficientes que los españoles.15
algunos polvos
de “raíz de luna” y
Movimientos impedidos o parálisis
entablillaban la
zona lesionada. La contracción o encogimiento de los nervios era en absoluto desco-
Códice Florentino, nocida por los antiguos nahuas. Estaban acostumbrados a combatir
lib. x, f. 111v.
Reproducción
diversas manifestaciones de parálisis más o menos severas que po-
autorizada por dían ser indicaciones sintomáticas de diversas enfermedades.
el Instituto Acuñaron el término uacaliuilztli que significa encogimiento o con-
Nacional de
Antropología e
tracción de los nervios,16 para designar en su generalidad un estado
Historia. de impedimento motriz total o parcial. El vocablo náhuatl procede de
uacaliui (ni-) que significa estar tullido o tullimiento.
Otro término para nombrar al paralítico era cocotozauhqui, que tam-
bién equivale a “tullido”, “gotoso”, “leproso”, etc. Procede del náhuatl
cocotozaui (ni-) es decir “volverse paralítico”. Quienes sufrían de formas
severas de parálisis, quedando en estado de arrastrarse, eran denomi-
nados uilantli (que anda arrastrándose o que anda en cuatro patas).17
Aunque ha quedado expuesto que en la cultura náhuatl y segu-
ramente en muchas otras culturas prehispánicas, se reconocía la

15  Bernardo Ortíz, “Medicina y salud en Mesoamérica”, en Arqueología mexicana, vol.


xiii, núm. 60, México, 2005.
16 Rocha, op cit., p.121.
17  Ibid, p.122.
Antologías
169
Diseño para la discapacidad

discapacidad y sobre todo se sabía cómo tratarla


mediante medicamentos herbolarios, lo más sig-
nificativo resulta ser la actitud que nuestros anti-
guos pueblos mantenían frente a estas situaciones,
que era siempre de aprecio, solidaridad, respeto y
reverencia de todos aquellos que estuvieran limi-
tados por diversas situaciones. Existen testimonios
de las palabras de aliento con las que los padres
exhortaban a sus descendientes a nunca despre-
ciar a quienes estaban enfermos, discapacitados o
inválidos, y sobre todo, que nadie fuera objeto de
desprecio ni de burlas. Figura 6
En el texto Huehuetlahtolli, que contiene las pláticas que los pa- El padre
exhortando a
dres y madres hicieron a sus hijos, y los señores a sus vasallos, todas su hijo (Códice
llenas de moral y política,18 se recoge la sabiduría ancestral, y la pru- Florentino, Lib. vi,
fol. 85 v.)
dencia que pasaba oralmente de abuelos a padres, de padres a hijos,
en un ejercicio de continuidad ética. En este escrito (en su versión
castellana) se puede leer lo siguiente:

Y no te rías,
no te burles,
no bromees del ancianito,
de la ancianita o del enfermito,
del de boca torcida, del cieguito,
del tuertito o del manquito,
del que sólo tiene una mano,
del que tiene la mano cortada,
o del tullidito que se arrastra,
del cojito,
o del que su manita, su piecito,
arrastra,
o del mudito,

18  Miguel León Portilla, Testimonios de la antigua palabra (reproducción facs.) estudio
introductorio Miguel León Portilla, versión de los textos nahuas de Librado Silva Galeana,
Comisión Nacional Conmemorativa del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos, Mé-
xico, 1988.
Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo
170
Dulce García y Angélica Martínez

del sordito,
del loquito,
o del demente,
de aquél en quien la
enfermedad está.
Todas estas cosas te recomiendo.

En ninguna manera te reirás,


te burlarás de ellos,
no te divertirás a su costa,
no harás bromas de ellos,
no los avergonzarás,
no los aborrecerás,
no los detestarás,
no los abominarás,
no los menospreciarás.
Sólo así serás discreto,
observarás,
sólo así te atemorizarás,
sólo así sentirás temor,
sólo así llorarás,
sólo así te afligirás,
sólo así te humillarás,
sólo así te inclinarás humildemente
ante nuestro señor
para que no se te ocurra
como te sucedería
si de ellos te rieras,
si a su costa bromearas,
si los menospreciaras.

Llama la atención el uso de los diminutivos en el relato. Éstos son mues-


tra de reverencia, pequeñez, compasión, cariño y ternura. Estas formas
antiguas de hablar, lejos de señalar lástima, son testimonio de la ver-
dadera grandeza y de la estatura moral de nuestros ancestros, conmi-
nándonos a ser compasivos y generosos con los menos favorecidos.
Antologías
171
Diseño para la discapacidad

Imágenes de la discapacidad
en el México contemporáneo

En nuestros días, muchas de las actitudes hacia las


personas con discapacidad son producto de políti-
cas paternalistas, aunadas a un esquema de exalta-
ción de la imagen, en lugar del contenido. La burla
o quedársele viendo a personas con discapacidad
es muy frecuente. En una encuesta realizada por
Elsa M. Álvarez en la Ciudad de México 19 a personas con discapacidad Figura 7
física, acerca de qué es lo que les desagrada cuando se desplazan Centro Medico
Nacional conjunto
en esta ciudad, las respuestas que aparecen con mayor frecuencia, original (1954-1961).
después de la falta de adecuaciones son: a) la falta de educación y Nuevas obras
posteriores a los
concientización sobre nuestra condición y b) que nos observen por
sismos de 1985. El
nuestra discapacidad. modelo medico
Asimismo, en la Primera Encuesta Nacional sobre Discriminación para abordar la
discapacidad
en México, se puntualizó que los dos grupos que se perciben como se centra en la
más discriminados son los discapacitados y los homosexuales.20 rehabilitación
Este tipo de actitudes en muchas ocasiones, son producto preci- con un enfoque
individual que deja
samente de la ignorancia y de la poca costumbre de relacionarnos de lado aspectos
con personas que consideramos diferentes en nuestras actividades sociales /barreras
diarias: escuela, trabajo, diversión, entre otras. Por otra parte, los fisicas y culturales).
medios de comunicación han contribuido a moldear diferentes acti-
tudes: han generado estereotipos y han colocado a las personas con
discapacidad en una condición de desventaja por sus características,
haciendo énfasis generalmente en las deficiencias físicas. Éstas son
formas de discriminación indirecta o disfrazada, que cotidianamente
contribuyen a perpetuar el ciclo de discriminación-exclusión.
Aceptar que existe discriminación en México ha sido un proceso
muy largo, y fue hasta el siglo XXI, cuando se ha reconocido la discri-
minación racial y por discapacidad, entre otras. Aunque la discrimina-
ción es un hecho histórico, una conducta culturalmente fundada, sis-
temática y socialmente extendida de desprecio contra una persona o

19  Elsa M. Álvarez, La discapacidad de movilidad. Espacio urbano y marginación en la


ciudad de México, Facultad de Filosofía y Letras, unam, Tesis de Maestría, México, 1998.
20  CONAPRED-SEDESOL, mayo, 2005.
Las imágenes de la discapacidad en el México antiguo
172
Dulce García y Angélica Martínez

grupo, alrededor de una desventaja inmerecida que por la costumbre


de ejercerla se vuelve “natural” y diluye la diversidad.

La gestión de la imagen
de la discapacidad

Una campaña mediática que ha tenido mucho impacto en Méxi-


co (una vez al año) desde 199721 es el Teletón. Esta organización ha
expuesto la problemática de la discapacidad motriz especialmente
en niños. Si bien ha generado cierta conciencia social, ésta se ha
logrado utilizando y aprovechando la imagen de la discapacidad re-
lacionándola con escenas trágicas y fomentando los sentimientos
de lástima. Esta estrategia se apoya en diversos formatos publici-
tarios, a través de carteles, espectaculares, anuncios televisivos y de
radio, además de los empaques de productos de sus patrocinado-
res (Figura 8). Hasta hace poco presentaban selectivamente a niños
con discapacidades muy severas, acompañados del eslogan “Juntos
podemos hacer el milagro”. El mensaje directo es que mediante un
donativo o caridad, se aporta para su rehabilitación (necesidad de
suplir la diversidad, protegerlos, hacerlo que parezca normal, pensar
que no son capaces por sí mismos). Por otra parte, es evidente el
significado simbólico de que un milagro va a restituir una capacidad
en vías de una normalización.
Recientemente hemos sido testigos en la última campaña de
Teletón, para este 2009, de un cambio en el mensaje, que expresa
un concepto que fortalece actitudes de independencia en que las
personas tengan las mismas oportunidades para realizar distintas
actividades con “ayuda” en un sentido más amplio, en el que la so-
ciedad se involucra no sólo con un donativo, sino con la adopción
de me-didas para responder a sus necesidades particulares y para
asegurarles el goce pleno de todos sus derechos humanos.22

21  El 12 de diciembre de 1997 México toma la iniciativa de “Don Francisco” y convoca


por primera vez a 70 medios de comunicación, personalidades del espectáculo, diversas
empresas y a toda la nación. Fuente: http://o.teleton.org.mx/index.php?option=com_con
tent&task=view&id=15&Itemid=28, consultada el 23 de agosto de 2009.
22  Para Carlos de la Torre se trataría del “principio de universalidad de los derechos, es
Antologías
173
Diseño para la discapacidad

Si volvemos la vista atrás, con relación a la acti-


tud de los antiguos pueblos de México, encontra-
mos, por un lado, atención y disposición de atender
la discapacidad, así como una aceptación en sus
comunidades. Quinientos años después, nos en-
contramos con conceptos similares en los nuevos
postulados: “La igualdad de oportunidades lleva
implícito el respeto por la diferencia y la acepta-
ción de las personas con discapacidad como parte
de la diversidad y la condición humana”.23

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pacio urbano y marginación en la ciudad de Méxi-
co, tesis de maestría Facultad de Filosofía y Letras,
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Diseño para la discapacidad

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Página 166 Fig 3. Fuente: http://puri2aprendiendovida.wordpress.com/2012/06/


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Página 167. Fig 4. Fuente: Libro Rocha, Arturo, Nadie es ombligo en la Tierra, Fun-
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El diseño háptico

editoriales para personas


generación de materiales
y su importancia en la

con discapacidad visual

Publicado en Quadra, Departamento de Proyectos


de Comunicación del Centro Universitario de Arte,
Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara,
Angélica Martínez de la Peña

núm. 7, febrero de 2011, pp. 27-32.


L
a presente ponencia tiene como finalidad exponer la impor-
tancia que tiene el uso apropiado de imágenes diseñadas de
acuerdo con las características de la percepción háptica, que
brinden información significativa a las personas con discapacidad
visual, y al mismo tiempo sirvan como un referente complementario
al texto en Braille.
De acuerdo con la fracción ii del artículo 1, capítulo 1º, de la Ley de
Fomento a la Lectura y el Libro,1 se establece que uno de sus objetivos
“es promover la producción, distribución, difusión y calidad del libro
mexicano, y facilitar su acceso a toda la población”. La lectura para
todos los seres humanos establece la oportunidad de aproximarse
a la información y por lo tanto al conocimiento. Situación en la cual
indiscutiblemente no pueden quedar excluidas las personas con dis-
capacidad y, de manera especial para el tema que nos ocupa, aquellas
que presentan una discapacidad visual. Es por esto que establecer
estrategias que permitan el acceso a la información por medio de la
lectura resulta ser un asunto de primordial importancia. Un rápido
acceso a la información significa mayores oportunidades de alfabeti-
zación, educación, empleo y autonomía.2 Para tal efecto, es necesario
impulsar y promover ejercicios incluyentes de diseño para una pro-
ducción editorial que facilite este enriquecimiento y que promuevan
un ejercicio de comunicación e incremento cultural de la población a
través del acceso a materiales diseñados eficazmente. Es cierto que
las publicaciones en Braille cumplen con este objetivo; sin embargo,
esto pareciera ser y puede ser insuficiente.
Como resultado de una investigación exhaustiva y profunda de
posgrado, ha surgido una línea de diseño creada específicamen-
te para apoyar este tipo de objetivos delineados en la Ley de Fomento
para la Lectura y el Libro. A tal área del diseño se le ha denominado
diseño háptico. Éste establece como uno de sus objetivos principales
facilitar el acceso a la comunicación por medio de estrategias funda-

1  Ley de Fomento para la Lectura y el Libro. México. Nueva ley publicada en el Diario
Oficial de la Federación, en: http://www.oei.es/quipu/mexico/Ley_libro.pdf, consultado el
8 de junio de 2000
2  Polly K. Edman. Tactile Graphics usa. American Foundation for the Blind Press,
Nueva York, 1992.
El diseño háptico de materiales editoriales
178
Angélica Martínez

mentadas en un conocimiento profundo de la percepción háptica, la


cual es especialmente desarrollada por las personas con discapaci-
dad visual.
Asimismo, el diseño háptico es congruente con la Convención so-
bre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en lo referente al
aspecto de la comunicación, en el cual se establece que este término:

Incluirá los lenguajes, la visualización de textos, el Braille, la comunica-


ción táctil, los macrotipos, los dispositivos multimedia de fácil acceso, así
como el lenguaje escrito, los sistemas auditivos, el lenguaje sencillo, los
medios de voz digitalizada y otros modos, medios y formatos aumenta-
tivos o alternativos de comunicación, incluida la tecnología de la informa-
ción y las comunicaciones de fácil acceso.3

Asimismo, la línea de diseño háptico es congruente con la definición


de diseño universal que define la misma Convención y que señala: “por
diseño universal se entenderá el diseño de productos, entornos, pro-
gramas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor
medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado.
El diseño universal no excluirá las ayudas técnicas para grupos particu-
lares de personas con discapacidad, cuando se necesiten”. 4
La inquietud de incursionar en el diseño háptico surgió ante la ob-
servación de que el desarrollo de la vida cotidiana de las personas con
discapacidad implica que éstas, al igual que todos, necesitan trabajar,
leer, desplazarse, comunicarse, comer, vestir, divertirse (entre otras
incontables actividades más). Contrariamente a lo que muchas per-
sonas suponen, las necesidades de las personas con discapacidad son
idénticas a las de todas las demás personas, sin excluir que, por sus pro-
pias limitaciones, presentan requerimientos específicos que deben
estudiarse e incluirse en los objetos y servicios que todos utilizamos.
Esto significa que sería recomendable que el diseño contemplara

3 Conapred, Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. Protocolo
facultativo. Artículo 2 definiciones, Conapred, México, 2007, p. 12.
4  Ídem. p. 13
Antologías
179
Diseño para la discapacidad

Figura 1
Ejemplo de diseño
editorial para
personas con
debilidad visual
y ciegas. Realizado
con macrotipos
impresos en tinta
y en sistema
braille sobre micas
autoadhesivas.

con mayor frecuencia a este sector de la población de manera cons-


tante e incluyente dentro de su dinámica y proyectos.5
Si la fórmula del diseño gráfico –utilizada en todas sus aplicaciones
incluye al diseño editorial– se basa en la utilización del lenguaje bime-
dia, como lo ha definido Joan Costa,6 lo icónico7 se ha representado
con la imagen y lo escrito por medio de la tipografía (es decir, que
implica la integración de la imagen y el texto). La hipótesis subyacente
en el diseño háptico, aplicada ahora al diseño editorial de libros para
personas con discapacidad visual, es que se puedan utilizar e integrar

5  A. Martínez de la Peña, La percepción y su importancia en la generación de un diseño


háptico para las personas con discapacidad visual, Universidad Autónoma Metropolitana
Xochimilco, Tesis doctoral, México, 2009, p. 14.
6  Joan Costa, Diseñar para los ojos, Grupo Editorial Design, La Paz, Bolivia, 2003.
7  El término icónico, hace alusión a los signos icónicos entendidos por Pierce, quien
los definía como aquellos que tienen cierta semejanza con el objeto a que se refieren. Así,
el retrato de una persona o un diagrama son signos icónicos por reproducir la forma de
las relaciones reales a que se refieren. Esta definición ha tenido aceptación gracias a la
difusión hecha por su discípulo Morris, quien señaló además que el signo icónico tenía al-
gunas de las propiedades del objeto representado, es decir, de su denotado. Por otra parte,
el Diccionario de la Academia Española define al icono como aquel signo que mantiene
una relación de semejanza con el objeto representado. Así como aquella representación
gráfica esquemática utilizada para identificar algo.
El diseño háptico de materiales editoriales
180
Angélica Martínez

Figura 2
Doble página del
cuento El punto
que quería ser
letra. Realizado
con macrotipos
impresos en tinta
y en sistema
braille sobre micas
autoadhesivas.

los fundamentos de un sistema icónico-háptico o háptico-gráfico en


ellos, pues el aspecto tipográfico (de acceso a la información textual)
queda resuelto con la aplicación del sistema Braille. Los diseños háp-
ticos pueden entonces servir como un complemento a la información
textual del código Braille, generan así un lenguaje bimedia háptico,
por medio del cual se puede hacer más eficiente la transferencia de
información a las personas con discapacidad visual.
Como se ha mencionado anteriormente, el hecho de desarrollar un
diseño háptico se origina en la necesidad y en el derecho de acceso
a la información que tienen las personas con discapacidad visual. Es
cierto que actualmente existen en el mundo diferentes ejemplos de
aplicaciones táctiles en altorrelieve para estos usuarios. Algunos
de éstos son los mapas táctiles y las señalizaciones tacto podales
(aquellas que son identificadas por el bastón blanco de los ciegos y
por medio de los pies). Ambos ejemplos se encuentran con mayor
facilidad y abundancia en países desarrollados tanto en Europa, Asia,
como en Estados Unidos.
Del primer caso, por lo general se ha encontrado información de
que estos mapas son elaborados por personas ajenas al diseño; por
ejemplo, los rehabilitadores, quienes ante la necesidad los realizan
de forma empírica y desde un planteamiento basado completamen-
te en referentes visuales. Considero que en estas propuestas no se
han integrado plenamente los conocimientos adecuados acerca de
Antologías
181
Diseño para la discapacidad

cómo es que perciben hápticamente las personas con discapacidad


visual.
El diseño háptico se perfila entonces como un agente de cambio que
pretende que la información (tanto imagen como texto) sea trabajada
de tal manera que facilite su percepción y comprensión por medio del
tacto, independientemente de las capacidades del receptor o usuario
y sin que haya una enseñanza previa del código háptico. Se puede ar-
gumentar que el diseño háptico tiene muchas posibilidades de ser una
nueva forma de diseñar que se encargue de volver accesible la infor-
mación, para generar comunicación y conocimiento para todos; en que
los proyectos a realizar puedan ser percibidos hápticamente a partir de
elementos como las formas, figuras, texturas y relieves que consigan
que la información verdaderamente sea accesible y comprensible para
las personas con discapacidad visual. Es fundamental comprender que
la diferencia básica entre una persona con discapacidad visual y otra
que ve, está marcada únicamente por las formas, medios y ambientes
de que disponen para acceder a la información.
Resulta incuestionable que el sistema Braille podría ser la refe-
rencia más conocida de un pretendido diseño háptico. Como se sabe,
éste fue inventado por Louis Braille en el siglo XIX, y se trata de un
código formado por la combinación de puntos en altorrelieve desde
una matriz generadora de seis puntos.8 Por tratarse de un código, las
particularidades y la sintaxis son las mismas que para los caracteres
visuales. Los puntos que lo forman son percibidos por medio del tac-
to y sus combinaciones facilitan el proceso de lecto-escritura para
personas con discapacidad visual. Este sistema permite el acceso a la
información para éstas y también resulta ser un excelente medio de
comunicación. Sin embargo, se puede decir que una de las desventa-
jas de este código es que requiere ser aprendido y debe practicarse
con frecuencia para poder ser escrito y leído con rapidez. Estas dos
características han propiciado que el porcentaje promedio mundial
de las personas con discapacidad visual que lo saben y practican sea
aproximadamente de 20%, sin que esta cifra sea exacta u oficial.

8  once, Accesibilidad para personas con ceguera y deficiencia visual, Organización Na-
cional de Ciegos Españoles (once), Madrid, 2003, p 211.
El diseño háptico de materiales editoriales
182
Angélica Martínez

Paulatinamente, el Braille ha formado parte de sistemas de acceso a


la comunicación como, por ejemplo, en libros, menús, teclas de cajeros
automáticos, elevadores, máquinas despachadoras de boletos y siste-
mas de audio. En la arquitectura, ha logrado incorporarse individual
y desarticuladamente en señalizaciones de muros, pasamanos, botes
de basura o también de forma combinada con altorrelieves, en mapas,
directorios y planos de localización en determinados sitios. Por otra
parte, son pocos los países que han implementado su reproducción
tanto en libros, revistas y folletos como en empaques y envases, ante lo
cual las personas con discapacidad visual encuentran mucha dificultad
para obtener información en general y sobre todo en los objetos de uso
cotidiano como podrían ser los medicamentos y los alimentos.
Otro elemento que obstaculiza la implementación del código
Braille en el diseño gráfico es el económico, ya que al imprimirse la
información en Braille, se requiere de un proceso extra de impresión
como, por ejemplo, el troquelado en alto relieve o la serigrafía granu-
lada. Sin embargo, cuando se trata el tema de la accesibilidad y en
este caso específico del acceso a la información, si se planea desde
el inicio del diseño incluir la información también de forma táctil, el
tema de los costos no debería representar un aumento significativo
en los mismos, ya que actualmente se pueden encontrar un gran nú-
mero de productos que en sus presentaciones y empaques emplean
distintos elementos en altorelieve. Si se considerara la inclusión del
Braille desde un inicio, el costo no aumentaría y solamente restaría
seguir propiciando la enseñanza y aprendizaje de su lecto-escritura.
La propuesta de un diseño háptico implica abrir los horizontes
acerca de quiénes son realmente los destinatarios y usuarios de los
diseños que realizamos. Textos revisados de Dulce García9 y Francisco
Pérez,10 entre otros, enfatizan fuertemente el diseño como una disci-
plina responsable que debe transformarse y adecuarse a la realidad

9  Dulce García Lizárraga, Diseño sin barreras. Un diseño incluyente para personas con
discapacidad, Tesis de Maestría, División de Estudios de Posgrado, Facultad de Arquitectura,
unam, México, 2000.
10  Francisco Pérez Cortés, Lo material y lo inmaterial en el arte-diseño contemporáneo.
Materiales, objetos y lenguajes virtuales, Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco,
División Ciencias y Artes para el Diseño, México, 2003.
Antologías
183
Diseño para la discapacidad

Figura 3
Realización del
cuento El punto
que quería ser letra
en sistema braille.

actual. En la cual se requiere un diseño completo: inter y multidisci-


plinario que se adapte a la complejidad de nuestro tiempo; en que las
limitaciones de los usuarios y la discapacidad adquieran presencia y
reciban una atención especial y propositiva desde las disciplinas del
diseño. Anteriormente Víctor Papanek11 planteó también que “el dise-
ño tiene que ser un utensilio innovador altamente creativo e interdis-
ciplinario, que responda a las verdaderas necesidades del hombre”. Es
importante aclarar que las limitaciones de los usuarios y la discapa-
cidad no son factores de reciente aparición, lo que sí es reciente, es la
inserción de éstos en los campos del diseño, a pesar de que Papanek
denunciaba que lo necesario (para el diseño) era responder a las ver-
daderas necesidades, entre las que se encuentran indudablemente
las de las personas con discapacidad. Esta nueva mirada de los pro-
blemas complejos de la sociedad para la que se diseña, según lo seña-

11  Víctor Papanek, Diseñar para el mundo real. Ecología humana y cambio social, Her-
mann Blume, Madrid, 1997, p. 13.
El diseño háptico de materiales editoriales
184
Angélica Martínez

Figura 4
Ejemplo de
impresión braille
sobre un material
editorial.

lan Jorge Frascara12 y Norberto Chaves,13 abre nuevas posibilidades de


acción en todos los campos del diseño, y despierta en los diseñadores
una conciencia social hacia la compleja realidad que se vive actual-
mente y cómo generar proyectos de diseño que promuevan cambios.
El conocer en su complejidad y cotidianeidad a los diferentes actores
sociales para los que se diseña, permite abrir nuevos escenarios en
los cuales el diseño tiene definitivamente mucho que aportar en la
solución de problemas y demandas, especialmente de las personas
con limitaciones y con discapacidad.
El diseño háptico se puede concebir como una línea de diseño in-
cluyente. Su finalidad es poder conceptualizar y desarrollar la infor-
mación a través de relieves, formas y texturas para que ésta llegue a
todas las personas, especialmente a aquellas que presentan limita-
ciones visuales. Los códigos táctiles permiten que la información sea

12  Jorge Frascara, Diseño gráfico para la gente. Comunicaciones de masa y cambio social,
Ediciones Infinito, Buenos Aires, 1997, pp.51-57
13  Norberto Chaves, El oficio de diseñar, Gustavo Gili, Barcelona, 2001.
Antologías
185
Diseño para la discapacidad

percibida hápticamente; es decir, que utilizan el tacto activo14 tam-


bién conocido como háptico: los dedos, las manos, los brazos y los
movimientos que en conjunto realizan, para poder así comprender la
información, sin necesidad de depender únicamente del sentido de
la vista. La alternativa del diseño háptico, aspira a que la mayoría
de las personas con discapacidad visual accedan a la información; que
puedan desenvolverse de manera independiente dentro de la misma
sociedad y que a la vez se sientan integradas al medio ambiente que
las rodea. Su propósito es informar a la persona con discapacidad vi-
sual por medio del sentido del tacto, al describirle objetos, de manera
tal vez más concisa que cualquier descripción oral.
Uno de los fundamentos para propiciar el desarrollo de un di-
seño háptico es que éste no requiera de un aprendizaje previo. Su
aplicación dentro del diseño gráfico consiste en producir imágenes
tangibles en alto relieve, de tal manera que las personas (y específi-
camente aquellas con alguna discapacidad visual) puedan sentirlas.
Generalmente se aplican en la información no-textual; por ejemplo,
en mapas, pinturas, gráficos y diagramas. Los gráficos táctiles son
considerados un subconjunto de imágenes accesibles que pueden
ser percibidas hápticamente y que indudablemente pueden ser com-
plementadas con el código Braille.
Debe enfatizarse que el diseño háptico requiere de sus propias es-
tructuras, sintaxis y ordenamientos para lograr un adecuado recono-
cimiento de los objetos que se vayan a representar para ser percibidos
hápticamente. Para que esto funcione, la persona debe tener un co-
nocimiento previo del objeto; es decir, debe contar con el antecedente.
Por lo tanto, la participación de las personas con discapacidad vi-
sual en la generación de un diseño háptico resulta fundamental, pues
ellos han desarrollado una experiencia mayor en el entendimiento
y funcionamiento del sentido del tacto, debido a que es uno de los
que desarrollan más ampliamente al carecer del visual. Este cono-
cimiento y experiencia resultan fundamentales en la construcción
de la “imagen háptica”, ya que las personas con discapacidad visual

14  Julio Lillo Jover, Tacto inteligente: el papel de las estrategias de exploración manual en
el reconocimiento de objetos reales, Universidad Complutense de Madrid, 1992.
El diseño háptico de materiales editoriales
186
Angélica Martínez

saben exactamente qué características deberá tener la representa-


ción de un objeto determinado: a) cuáles elementos formales requie-
re, b) qué ordenamiento o composición resultan significativos (por
ejemplo la perspectiva, al ser un concepto visual aprendido, al tacto
no le resulta tan familiar en primera instancia); c) cuáles proporciones
y tamaños son los adecuados en una representación; y d) qué textu-
ras le son más significativas y por qué.
El diseño con los usuarios sería entonces uno de los requisitos fun-
damentales en la generación de un diseño háptico, pues ellos son
los que conocen y entienden lo que verdaderamente les comunica.
Pretender realizar diseños hápticos desde una postura visual, resul-
tará una práctica ociosa que no arrojará los mismos resultados que si
se integran las personas con discapacidad visual, sus conocimientos,
necesidades y experiencias.
Es importante recordar que el tacto funciona de forma completa-
mente diferente al sentido de la vista, la manera en la que percibe no
es gradual sino gradual, ordenada y va construyendo sus significados
a partir de aquellas unidades individuales que le aportan información.
Este proceso en sí mismo fue entendido por Révész como un proceso
analítico sucesivo con el objetivo de reconocer (opuesto a la percep-
ción visual), por el cual atribuyó al proceso háptico las características
de simultaneidad y síntesis.
Por otra parte, para entender cómo trabaja y funciona la percep-
ción háptica, debe recordarse que el tacto activo o háptico, está espe-
cializado en la percepción de otras propiedades de las superficies y las
formas de los objetos como son su textura, su temperatura y su dure-
za. La integración de la información proporcionada por los diferentes
sentidos, facilita la adaptación al medio y permite la posibilidad de
actuar de manera más eficiente cuando se dispone de información
proveniente de múltiples canales sensoriales. Esta capacidad de in-
tegración de la información es importante sobre todo en aquellos
casos en que el medio no permite al individuo extraer información a
partir de alguna modalidad, o cuando una o más modalidades sen-
soriales son incapaces de extraer dicha información debido a algún
daño o lesión. La comprensión a profundidad de cómo se produce
esta integración, así como el descubrimiento de cuáles son los tipos
Antologías
187
Diseño para la discapacidad

Figura 5
Cuento El punto
que quería ser
letra. Realizado
con sistema
braille sobre micas
autoadhesivas.

específicos de información que proporcionan cada una de las moda-


lidades, favorece la construcción de programas educativos y de entre-
namiento más eficaces para las personas que padecen deficiencias en
el funcionamiento sensorial.
El diseño háptico, como un elemento de la accesibilidad universal
y del diseño para todos, debe formar parte de la cadena de accesi-
bilidad en todos los programas y ámbitos prácticos del diseño, por
ejemplo: si se instala algún elemento accesible, éste sea señalizado
de manera adecuada tanto con sistema Braille, imágenes hápticas, y
señalización tacto podal, para que las personas ciegas puedan tener
un acceso completo y eficaz a la información.
En el ámbito de la información, se han realizado grandes avances
en la medida de lo posible con la práctica de la escritura y lectura
con el sistema Braille. Debe resaltarse la importancia y trascendencia
que éste ha tenido en el desarrollo, formación y acceso a la cultura de
la población con discapacidad visual que lo domina; sin embargo, no
tienen acceso a su aprendizaje y mucho menos a su práctica. Debe fo-
mentarse la aplicación de este sistema en todos los medios posibles
de información, pues solamente de esta manera se propiciará que las
personas con discapacidad visual deseen aprenderlo, porque podrán
practicarlo más, en la medida que éste sea más frecuente en sus vi-
das. Por ejemplo, debe fomentarse la aplicación del sistema Braille en
todos los elementos que brinden información: productos editoriales,
El diseño háptico de materiales editoriales
188
Angélica Martínez

mapas, menús, tableros, señalizaciones, empaques, etiquetas, carte-


les, folletos, cédulas museográficas, displays, instructivos, es decir, que
cualquier elemento que tenga información debería contar también
con sistema Braille.
Si bien es cierto que existen ejemplos de algunas comunicaciones
táctiles o hápticas, éstas son muy costosas y además se encuentran
mal hechas. Es evidente la falta de criterios adecuados para realizar
estos diseños hápticos; y la gran necesidad de profesionales prepa-
rados, en este sentido, que formulen diseños hápticos (informativos)
adecuados, fáciles y eficaces, que además se preocupen por un costo
razonable para su reproducción, que fomenten un uso generalizado
del diseño háptico, con el único fin de favorecer el acceso a la infor-
mación de muchas personas que tienen alguna discapacidad visual.
Para finalizar, debe mencionarse que la inclusión del diseño háp-
tico, en la producción de material editorial en Braille, puede ser un
recurso altamente benéfico para las personas con discapacidad vi-
sual, ya que, desde mi experiencia, permitirá una mayor apropiación
y comprensión del conocimiento y de la información referida, al estar
presentada de manera completa e integral. Otra ventaja de promover
este tipo de diseño es que se estará generando una innovación sig-
nificativa en cuanto a la presentación y uso de la información edito-
rial específicamente para personas con discapacidad visual. El único
ejemplo del cual tengo conocimiento hasta ahora, que integra una
imagen háptica complementada con el texto en Braille, es un libro de
sexualidad, editado por la fotógrafa canadiense Lisa J. Murphy, titula-
do Tactile Mind.15 Aunque no he realizado pruebas de percepción con
él, para analizar si verdaderamente responde a los lineamientos de
la percepción háptica, me parece interesante la página que propone,
así como su complementariedad con el sistema Braille. Éste es un
libro termoformado, hecho a mano, con 17 páginas que representan
táctilmente fotografías del cuerpo humano; mide 11×11.5 pulgadas
(aproximadamente 28×29 cm), y es de aproximadamente 6 pulga-
das de ancho (15 cm). Las páginas se encuentran encuadernadas por
medio de una espiral simple que permite la comodidad de la lectura

15  Para mayor información, consultar el sitio web: http://tactilemindbook.com/


Antologías
189
Diseño para la discapacidad

de cada diagrama sobre una superficie plana. La edición completa


se vende por 225 dólares canadienses. Cada libro está numerado y
firmado por Lisa J. Murphy, cada una de las páginas se encuentran
disponibles para su venta de manera individual.
Para concluir, lo que el diseño háptico pretende al incursionar en
el ámbito de la producción editorial para salas Braille es ser una he-
rramienta disponible y significativa de información, complementa-
ria al sistema Braille tradicional. Su propuesta apoya la generación
de este sistema o lenguaje bimedia, el cual se relacionó al inicio de
este documento y que enuncia la integración imagen-texto: imagen
háptica-texto Braille. Reafirmando que en este caso, la imagen corres-
ponde a un diseño háptico gráfico específico sin referentes visualis-
tas. Proyectado y generado con la participación de las personas con
discapacidad visual y con base en las conceptualizaciones del mundo
que ellas han construido integralmente a partir de su experiencia per-
ceptual y de las imágenes mentales que ésta les genera. Esta primera
parte del proceso del diseño háptico constituye el eje conceptual del
diseño. Para la implementación formal se puede recurrir a diferentes
técnicas de producción: el grabado en altorrelieve (o grabado ciego),
el termoformado, la serigrafía granulada o incluso la producción ma-
nual, dependiendo del tiraje que se deseara.
El diseño háptico de materiales editoriales
190
Angélica Martínez

Bibliografía

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Autónoma Metropolitana Xochimilco. División Ciencias y Artes para
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Fuentes electrónicas
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en el Diario Oficial de la Federación el 8 de junio de 2000, consultado
en: http://www.oei.es/quipu/mexico/Ley_libro.pdf

Murphy, Lisa J., Tactile Mind en http://tactilemindbook.com/

Créditos de imágenes

Página 179. Figura 1. Fuente: Fotografía por Gerardo Moctezuma.

Página 180. Figura 2. Fuente: Fotografía por Gerardo Moctezuma.

Página 183. figura 3. Fuente: Fotografía por Gerardo Moctezuma.

Página 184. figura 4. Fuente: Fotografía proporcionada por la autora.

Página 187. figura 5. Fuente: Fotografía proporcionada por la autora.


para personas con
háptico gráficos
Diseño de materiales

discapacidad visual

Publicado en Ergonomía ocupacional. Investigaciones y


aplicaciones, Vol. 6, Sociedad de Ergonomistas de México
Jorge Eduardo Zarur Cortés

A.C. (semac), Ciudad Juárez, 2013, pp. 121-127.


Fotografías del autor.
D
esde hace tiempo se ha observado que las personas con dis-
capacidad visual han sido individuos relegados de la socie-
dad por su condición y han tenido muchas limitaciones en
su desarrollo como el de cualquier otra persona en diversos aspec-
tos de la vida; uno de estos es el arte. Desafortunadamente y por su
misma condición, estas personas se encuentran un tanto apartadas
de una de las Bellas Artes más importantes que es la pintura. Debi-
do a que esta expresión artística es de carácter bidimensional, las
personas con discapacidad visual tienen pocas opciones de acce-
so al conocimiento de las obras pictóricas, entonces ¿cómo podría
darse la percepción háptica de una pintura? Es a partir de un proce-
so de diseño de materiales que se realiza por medio de un desarrollo
creativo en el cual no sólo se ve involucrada la parte estética, sino
también la del aspecto funcional y ergonómico. Para el desarrollo de
la propuesta fue necesario trabajar con personas adultas y con ni-
ños con discapacidad visual. Inicialmente se llevaron a cabo pruebas
con participantes, se realizaron observaciones y posteriormente, se
aplicó un cuestionario con preguntas referentes a las experiencias
propias de cada usuario con las láminas hápticas. Los datos recaba-
dos demostraron que este grupo de personas conocía algunas obras
pictóricas importantes; sin embargo, no había tenido acceso directo
a cuadros para conocer la imágenes representadas, sino únicamen-
te su descripción oral. El material háptico les ofreció la posibilidad
de la obtención de información para tal fin. El material se adaptó
en su estructura y conformación de acuerdo con las necesidades de
este tipo de usuarios.

Objetivos

•  Analizar la forma de percibir de las personas con discapacidad


visual.
•  Caracterizar las condiciones para mostrar las imágenes de obras
pictóricas originales a personas con discapacidad visual, a partir
del diseño de materiales háptico gráficos.
•  Establecer los elementos más adecuados para la percepción de
elementos propios de materiales háptico gráficos.
Diseño de materiales háptico gráficos
194
Jorge Zarur

Delimitación

La calidad de vida es un concepto utilizado para


evaluar el bienestar social general de individuos
y sociedades;1 debe ser un concepto inherente a
todas las personas, incluso a las personas con dis-
capacidad, aunque son variadas las causas dentro
del desarrollo de las sociedades, que no permiten
esta situación. Citado por Vidal (2007), el modelo
de Schalock y Verdugo2 incluye ocho dimensiones
para la calidad de vida: 1) bienestar emocional; 2)
relaciones interpersonales; 3) bienestar material; 4)
desarrollo personal; 5) bienestar físico; 6) autode-
terminación; 7) inclusión social y; 8) ejercicio de los
derechos. En este modelo en el que se enumeran
detalladamente las ocho dimensiones importan-
Figura 1 tes para la calidad de vida de las personas con dis-
Josué Bayron capacidad, el bienestar emocional de una persona con discapacidad
Jiménez Ayala,
ciego adquirido. ocupa el primer lugar de importancia de las ocho dimensiones, ya que
será ésta la base para que la persona desarrolle toda su potencialidad,
sus habilidades y sus actitudes, y está íntimamente relacionado con
la autovaloración, el entorno habitable y la felicidad. Con esta tranqui-
lidad, las personas con discapacidad tienen más posibilidades de
acceder al ocio como parte fundamental del crecimiento y del desarro-
llo del ser humano. Asimismo, el tiempo libre les ofrece la oportuni-
dad de alejarse de las actividades entendidas como necesarias dentro
del contexto del trabajo y de la productividad de la gente y de la so-
ciedad, situación que posibilita la convivencia con la familia o el des-
empeño de otras actividades de carácter experiencial y que forman

1 “Calidad de vida” (s/f), en: http://es.wikipedia.org/wiki/Calidad_de_vida, consultado


en mayo de 2005.
2 El modelo citado por J. Vidal en el año 2007 está presente como propuesta en el Capí-
tulo 1 de Revisión actualizada del concepto de calidad de vida, en el subcapítulo de “Tres dé-
cadas de calidad de vida, la década actual”, del texto de Miguel A., Verdugo, Cómo mejorar
la calidad de vida de las personas con discapacidad. Instrumentos y estrategias de evaluación,
Amarú, Salamanca, 2006, p. 34.
Antologías
195
Diseño para la discapacidad

parte del derecho al ocio. Por ejemplo, el acceso a la


cultura, entre la que se distinguen las artes, es uno
de los factores que revisten importancia en la cali-
dad de vida de las personas, ya que éstas asumen
su lugar como integrantes de una comunidad con
la que se identifican, viven y se desenvuelven. La
Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, en su Protocolo facultativo,3 mencio-
na en su artículo 30 de la participación en la vida
cultural, las actividades recreativas, el esparcimien-
to y el deporte, que los Estados reconocen el dere-
cho en igualdad de condiciones de las personas con
discapacidad, a participar en la vida cultural de la
comunidad, a partir de la accesibilidad a materia-
les y a los lugares que los provean, como museos,
teatros, cines, bibliotecas, monumentos y servicios
turísticos. Lo anterior está relacionado con las ocho dimensiones del Figura 2
citado modelo de Schalock y Verdugo, desde los aspectos del bienes- Tercera lámina
háptico gráfica.
tar emocional, el bienestar físico y el acceso al entorno social, dado
que sobresalen por su asociación con el ocio como concepto y como
el conjunto de actividades que forman parte de la calidad de vida de
todas las personas y, en particular, de las personas con discapacidad
y discapacidad visual. El ocio tiene que ver con el derecho que tiene
toda la gente al disfrute de ámbitos como la cultura, el turismo y el
deporte.

Metodología

Observación participante
Las observaciones llevadas a cabo sirvieron como punto de partida
para proceder a la realización de una serie de láminas háptico gráficas
que, a manera de prototipos, serían probadas con varios participantes
caracterizados por ser personas con discapacidad visual congénita,

3 CONAPRED, Protocolo facultativo de la convención sobre los derechos de las personas


con discapacidad, México, 2009.
Diseño de materiales háptico gráficos
196
Jorge Zarur

las propuestas (prototipos) debían ser realizadas desde el constructo


propio de personas que no guardaran una memoria visual, ya que los
constructos visuales parten de convencionalismos sociales que son
reconocibles por las personas normovisuales y alteran la función y el
resultado del material final.

Resultados
A partir de lo anterior, en esta etapa de pruebas con los participantes,
se les mostraron las láminas háptico gráficas que fueron tocadas y
descritas, por lo que uno de los objetivos de la presente investigación
es permitir el acceso al conocimiento de las obras pictóricas a partir
de la percepción háptica, caracterizada por la búsqueda de informa-
ción a través del movimiento de las manos que exploran los detalles
propios del objeto; por lo tanto, la obtención de información por me-
dio del tacto, a través de los movimientos de las mismas, permitió la
aprehensión de rasgos esenciales del material tridimensional para
que, a través de éstos, se entendiera la representación gráfica.

Conclusiones

De esta manera se llega cada vez más a una especialización en las


propuestas para personas con discapacidad visual: se observan diver-
sas consideraciones desde el diseño como la manera de representar
las imágenes, sus elementos, el uso de técnicas y materiales, y des-
de las personas con discapacidad visual como su memoria no visual,
así como el llevar a cabo el señalamiento de necesidades y paráme-
tros puntuales en los que los diseñadores gráficos o industriales, por
ejemplo, puedan basarse para la creación de propuestas encamina-
das a resolver necesidades de comunicación, esparcimiento y de cul-
tura espiritual como lo son las artes y la pintura. La creación de estas
propuestas obedece a necesidades propias de las personas que son
el objeto de estudio, para quienes se diseñan los objetos de uso y en
las que el accionar del cuerpo humano debe ser un punto de partida.
Antologías
197
Diseño para la discapacidad

Bibliografía

CONAPRED, Protocolo facultativo de la convención sobre los derechos


de las personas con discapacidad, México, 2009.

Vidal, J., en Miguel A. Verdugo, Cómo mejorar la calidad de vida de las


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Amarú, Salamanca, 2006.

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vida, consultado en mayo de 2005.
discapacidad
Retórica de la

Publicado en El diseño y sus usuarios: de la


forma a la interacción, Encuadre, México,
Alejandro Tapia Mendoza

2009.
El cuerpo ofrece un punto de mediación entre aquello que es
percibido como puramente interno y accesible sólo para el
sujeto y aquello que es externo y públicamente observable;
un punto desde el cual es posible repensar la oposición entre
lo que está dentro y lo que está fuera, entre lo privado y lo
público, lo propio y lo ajeno, así como todas las otras dicotomías
asociadas con la tradicional oposición mente/cuerpo.
Elizabeth Grosz, Volatile bodies; towards a
corporeal feminism

Debe haber una ley que dictamine que ningún niño imperfecto
o defectuoso debe ser criado. Y para evitar excesos en la
población, algunos niños deberán ser expuestos. Ya que un
límite debe ser puesto para la población del Estado.

Aristóteles, Política

D
esde hace varios años algunos profesores hemos propuesto a
las escuelas de diseño gráfico trabajar ya no sólo desde la pers-
pectiva formal o técnica, sino hacer también una cuidadosa
evaluación de los argumentos que ponemos en juego en nuestras
ciudades a través de las imágenes que producimos. Las imágenes son
instrumentos muy poderosos: introducen en nuestro medio ambien-
te postulados sobre cómo debemos vivir y comportarnos, y su rasgo
característico es que constituyen presencias reales ante los ciudada-
nos, es decir, las imágenes se vuelven datos fehacientes para la con-
ciencia, de donde les viene un poder formidable para regular aquello
que es creíble o acreditable, ya que nos integramos siempre a partir de
aquello que forma parte de nuestro entorno y de nuestros escenarios
de acción. Claude Kappler, a propósito de su libro sobre los monstruos
y maravillas de la Edad Media, lo dice así: “Las imágenes son la lectu-
ra de los pobres”, y es que, en efecto, los acuerdos sociales y políticos
más profundos de una colectividad terminan por traducirse en eviden-
cias sencillas, como los mensajes visuales, y de ahí el importante pa-
pel que tienen éstos en la civilización.
¿Qué acuerdos tácitos están detrás de los diseños que producimos?
Normalmente los términos usabilidad e interacción suelen remitirnos
Retórica de la discapacidad
200
Alejandro Tapia

Figura 1
Escena de
El fantasma de la
libertad, de Luis
Buñuel.

a los ambientes de comunicación a través de la pantalla; pero si


vemos bien, el fondo de la cuestión va más allá, pues involucra el
intercambio de creencias y de opiniones, y es a este respecto que nos
preguntamos sobre el usuario desde la óptica de la retórica: ¿qué as-
piramos que el usuario crea? Y, por tanto, ¿qué deseamos que haga?,
¿qué, en consecuencia, le mostramos y qué le ocultamos? He ahí el
eje del problema de la usabilidad y de la interacción, conceptos que,
si nos traen de vuelta el problema de las acciones que se despliegan
a partir del diseño, podemos aprovechar en nuestra discusión, pues
nos llevan al tema ciertamente problemático de las prácticas argu-
mentativas. La usabilidad no es neutra, y la interacción es política. Y
tales cosas no son exclusivas de las pantallas.
Al seguir la mirada de la retórica observamos el juego de las con-
venciones: esos usos a los que acudimos para hacer comunidad. Las
convenciones son a veces invisibles, pero encierran un gran poder de
definición, pues encauzan justamente nuestros usos y costumbres,
aquello que asociamos y desasociamos, lo que creemos plausible y lo
que no. Y las convenciones están presentes en las imágenes. Quizá una
de las escenas que mejor recuerda eso, y por ello la he citado en otras
ocasiones, es la que aparece en la película El fantasma de la libertad
de Luis Buñuel, en la cual vemos cómo unos burgueses están sentados
en unos excusados alrededor de la mesa y conversan finamente sobre
Antologías
201
Diseño para la discapacidad

cuestiones mundanas. Buñuel señala, irónicamente, que si ésa fuera


una convención de las familias francesas más decentes, nadie se alar-
maría y todos se comportarían “con propiedad”.
En nuestra sociedad, muchas convenciones se dan como en esta
película, es decir que, observadas y respetadas por costumbre, son
asumidas como naturales, aunque desde otro punto de vista serían
escandalosas y antihigiénicas. Pienso que el acuerdo previo que gene-
ra la convención (y que se hace usable e interactuable por el usuario)
es el punto de partida para observar las piezas de diseño gráfico en
todo tipo de temas, es decir, podemos analizar sus condiciones argu-
mentativas y las consecuentes acciones que se desprenden de ellas.

El fenómeno de la discapacidad Figura 2


Niño con
Síndrome de Down.
Uno de los temas donde mejor pueden apreciarse los problemas Figura expuesta
de argumentación en el diseño es el de la discapacidad. En nuestra en la colección del
Museo Alejandro
sociedad, la experiencia de las personas con discapacidad ha sido Rangel Hidalgo, en
construida bajo el signo de la oscuridad, la tristeza y la exclusión. Colima.
Numerosas personas con distintas discapacidades
viven en una franja claramente establecida por la
diferencia: una asunción tácita que todavía impide
su incorporación a los ambientes escolares, de tra-
bajo y a casi cualquier otra forma de integración
social saludable. Esta barrera ha sido construida
por el lenguaje, por formas argumentativas histó-
ricas concretas. En la antigüedad grecolatina, y en
toda la tradición occidental, las personas con disca-
pacidades fueron concebidas como deformes y de-
fectuosas, personas de las que debía prescindirse,
por lo que era común que, después de nacer, se les
dejara morir. En el libro Política, de Aristóteles –en
el cual se asientan los preceptos convenientes para
la formación del Estado– el filósofo señala: “Nin-
gún niño imperfecto o defectuoso debe ser criado”.
Aristóteles consideraba que la deformación era
parte de la naturaleza, pero alguien imperfecto era
Retórica de la discapacidad
202
Alejandro Tapia

un ente infructífero para el Estado. Tal exclusión se basa, a la vez, en


la tradicional oposición mente-cuerpo: el cuerpo es el reflejo del áni-
ma, luego entonces, la deformidad resultaba una imperfección ética
por lo tanto, excluible. Este pensamiento generó el lugar político de
la discapacidad.
Hay que señalar, sin embargo, que esta visión no es universal: en
nuestras culturas prehispánicas, por ejemplo, la deformidad física era
asumida jovialmente como parte de la creación y del universo. Por
ejemplo, en el museo Rangel Hidalgo, de la ciudad de Colima, en Méxi-
co, se conservan varias estatuillas de niños con diferentes síndromes y
discapacidades que formaban parte de los motivos de la celebración
de lo sagrado.
Sin embargo, este pensamiento habría sido deconstruido y recons-
truido retóricamente por los preceptos occidentales, los cuales sem-
braron una separación social que hizo que las personas diferentes
fueran remitidas a los ámbitos no visibles y degradantes de la cons-
trucción social. Durante varios siglos, los tópicos del pensamiento de-
jaron a las personas discapacitadas en el no-lugar, y éste es un efecto
del lenguaje, de las categorías que la cultura genera para pensar en
las situaciones humanas.
En nuestra civilización, por tanto, desde que somos niños estamos
habituados a percibir a las personas discapacitadas a partir sólo de
las diferencias físicas y, normalmente, ello sucede en situaciones de
extrema necesidad: los observamos en los centros comerciales con
sus botes viejos para resolver su subsistencia o en las calles organi-
zando campañas para financiar sus centros de rehabilitación. Difícil-
mente tenemos otras imágenes que nos permitan mirar dentro del
cuerpo para pensar la discapacidad como una experiencia humana,
una experiencia sociopolítica específica, ya que no disponemos de
categorías que nos permitan ir más allá de la idea de enfermedad y
de desagregación.
Que carecemos de una tópica para saber cómo actuar ante este
fenómeno e incluirlo dentro de las reglas positivas de nuestra con-
vivencia social es algo que queda de manifiesto en los relatos de las
personas que viven o que tienen una experiencia cercana a esta condi-
ción del ser especial. Por ejemplo, es paradigmático, en este sentido, el
Antologías
203
Diseño para la discapacidad

relato de Katia D’Artigues, conocida periodista del periódico El Univer-


sal y también de la televisión, quien relató acerca del nacimiento de su
hijo (con Síndrome de Down) y lo compartió con el público a través de
su blog titulado Campos Elíseos. Katia cuenta que al recibir la noticia en
el hospital estaba sin “preparación previa”: “no sabía qué sentir, qué
pensar qué hacer. Nada. Como si uno fuera parte de una película y la
pusieran en pausa. Una pausa con frío, eso así”.1
Este relato resulta significativo, pues muestra cómo incluso una
persona que escribe a diario una columna política y forma parte de los
debates que se dan en los medios, se encuentra con una experiencia
ante la que carece de una tópica desde la cual actuar. Las personas
diferentes son regularmente situadas fuera de nuestro círculo de
pensamiento, y ésta es una condición política en la que las imágenes
toman también un papel crucial.

Las representaciones de la discapacidad

La ausencia de un marco de referencia político para las personas dis-


capacitadas repercute indudablemente en las formas en que el dise-
ño gráfico argumenta en torno al tema. Los emblemas, los carteles,
los folletos y las campañas de medios se han situado a lo largo de
mucho tiempo en la lógica de apelar a los sentimientos de la gente
más que a hacer ver los derechos que las mismas personas discapa-
citadas tienen. De esa lógica provienen sus formas de representación.
Por ello durante varias décadas, cuando el tema aparece visualmente
en los periódicos o en las revistas, la discapacidad ha sido representa-
da al subrayarse las diferencias físicas y al presentarse un entorno de
infinita tristeza que sólo llama a la conmiseración. Ellen L. Barton, en
su texto “Prácticas textuales de borrado: las representaciones de la
discapacidad” hace un análisis retórico de diversos carteles y revistas
que se publicaron en los Estados Unidos durante varias décadas, y en
él observamos cómo las fotografías, los textos y las decisiones com-
positivas están hechas para enfatizar la anormalidad, y su común

1  Katia D’Artigues, “El segundo nacimiento de Alan”, Campos Elíseos, consultado en lí-
nea en: http://lakatia.com/2007/08/el-segundo-nacimiento-de-alan/
Retórica de la discapacidad
204
Alejandro Tapia

Figura 3
Ellen L. Barton,
carteles sobre
diferentes
discapacidades en
los Estados Unidos.

denominador es apelar a ello para buscar la participación caritativa.


Los argumentos gráficos subrayan la soledad, la idea de enfermedad
o el dramatismo de una condición desfavorable y proponen que ésa
es la base con la que podemos interactuar con el tema.
Barton, sin embargo, refuta esos enunciados señalando que sus
argumentos contienen una subrepresentación de la discapacidad:
“Considero –dice– que fundar en la caridad nuestra interacción con el
tema, tal como hicieron los carteles y anuncios en esa época, constitu-
yó una forma muy simplista y estereotipada de representar la disca-
pacidad, borrando primero que nada la complejidad de la experiencia
de vida de los individuos con discapacidades”.2 Por eso la autora con-
sidera estas imágenes como resultado de unas técnicas de borrado, ya
que eliminan nuestro conocimiento real de las vidas sobre las que se
está hablando, es decir, suprimen las otras muchas dimensiones que
constituyen la existencia de las personas en cuestión. Tales estereo-
tipos, sin embargo, han estado aún presentes en muchas de nuestras

2  Ellen L. Barton, “Textual Practices of Erasure: representations on Disability and the


Funding of the United Way”, en Embodied Rhetoric. Disability in Language and Culture,. Ja-
mes C. Wilson y Cynthia Lewiecki-Wilson, (comps.), Southern Illinois University Press, Car-
bondale, Ill., 2001, p. 172.
Antologías
205
Diseño para la discapacidad

representaciones, y ello sucede todavía de forma muy significativa


en los países latinoamericanos (en México, esta posición es muy pa-
tente en fenómenos televisivo-comerciales en torno a la discapaci-
dad como el Teletón) (Figura 4).
Como resultado de esas nociones estereotipadas, la experiencia
en torno a la discapacidad se da en un espectro profundamente re-
ducido. Y cuando se intenta ponderar a las personas discapacitadas
que realizan esfuerzos para ser competitivas en áreas destinadas
a la población regular –como los atletas paralímpicos, por ejem-
plo– la condición es que esas personas puedan realizar actividades
que los asemejen a los otros, es decir, a los sí capacitados; con lo que
no estamos tampoco muy lejos del problema inicial, ya que el pará-
metro sigue ubicándose en la idea de alejarse de la diferencia y de la
disfunción.
Ellen Barton señala, así, que hay tres tópicos en los que se ha sus-
tentado el discurso sobre la discapacidad: el de la dependencia, el de
la diferencia y el de la trascendencia o, en otras palabras, la interac-
ción que se nos propone es a partir de la idea de que debemos ayudar,
de que debemos ser sensibles a las necesidades de las personas dife-
rentes o de la invitación que se nos hace a admirar a los que logran
salir de su condición y asemejarse a nosotros. En todos esos casos, sin Figura 4
embargo, la línea gruesa que separa condiciones
humanas siempre está presente.

El poder de la plasticidad

De acuerdo con lo expuesto hasta ahora, la dis-


capacidad es el resultado de unos dispositivos
conceptuales y materiales que son fundamental-
mente segregadores en nuestras sociedades, o el
corolario de unos valores, de unas ideas, de unas
actitudes que prevalecen en nuestra cultura, y es
el lenguaje el que produce y da forma a la realidad
humana y a sus convenciones al usarlo. Podemos
decir que la discapacidad es un concepto norma-
tivo que refleja la idea de qué tipo de principios
Retórica de la discapacidad
206
Alejandro Tapia

deben tener las personas, o de qué condiciones deben ser construi-


das para que todos los miembros de una comunidad sean conside-
rados iguales.
El principio de la diferencia sobre el que se ciernen esos principios
y sus representaciones tiene también su plasticidad, y es éste uno de
los temas más importantes de la retórica que quisiera poner aquí en
consideración. La retórica es una disciplina que se centra en la rela-
ción entre lenguaje y acción; no es una teoría de la comunicación o de
la significación, sino de las presencias que establecen un ethos social
y que son las que motivan a las personas a dirigir sus actuaciones
en el escenario social en determinado sentido. Debemos hablar, en-
tonces, de las políticas de la presencia y del poder de la plasticidad en
éste y en otros casos de la argumentación gráfica para comprender
mejor el problema, ya que un principio que está presente en la retó-
rica, como dijimos al inicio, es que las imágenes no son consideradas
apariencias sino elementos de la realidad constitutiva. Las imágenes
son reales, no apariencias, dice Mark Backman, y subraya: “tengamos
cuidado de cómo representamos al mundo, pues éste siempre es lo
que parece”.
Este problema nos lleva a un concepto clave que está planteado
desde los sofistas, desde Protágoras, en la fundación de la retórica
Figura 5 antigua, incluso antes que Aristóteles: el principio de la dynamis o
Antologías
207
Diseño para la discapacidad

potencialidad. La potencialidad se actualiza en los discursos, pero no


refiere a las cualidades de los textos, las palabras o las imágenes, sino
al modo como visualizamos que la persuasión puede ser efectuada.
En los ejemplos que hemos visto no cabe duda que los discursos
intentan ayudar al universo de las personas diferentes, pero ese uni-
verso subraya plásticamente el umbral que se supone intentamos
superar. Aquí es donde la dynamis se vuelve importante, cuando nos
preguntamos dónde hay que colocar el foco de atención. La dynamis
se relaciona con el concepto de kairós, oportunidad, ambos orientan
el foco del argumento para ayudar a observar el poder de la plasti-
cidad en lo que debe ser expuesto, lo que habrá de hacerse evidente,
pues es la presencia de una idea lo que organiza nuestra motivación
o nuestro rechazo.
La dynamis se encuentra, pues, en la situación, en la comprensión
de cómo la persuasión puede ser efectuada, en este caso el cuer-
po, el gesto, las muletas, las sillas de ruedas, al ocupar un primer plano,
deciden ya la orientación del ánimo.3 Friedrich Nietzsche, en sus lec-
turas sobre retórica, ha subrayado constantemente la importancia de
la dynamis, pues ella nos hace pensar que lo importante “no es sólo
que las cosas entren por sí mismas a la conciencia, sino más bien la
actitud que debemos tomar en torno a ellas, que es lo que da lugar
al convencimiento (phitanón)”.4 Y ello es lo que revela el poder de la
plasticidad, de la presencia, que como vemos es vital en nuestro caso.
El argumento también tiene peso según lo que hace visible. Como
lo señala Franz-Hubert Robbing: “No sólo lo plausible (eikós) es un
aspecto de aquello que es convincente (phitanón), sino también la
apariencia de las cosas en cuestión (phainómenon) –tal es la idea del
sofista Protágoras en su doctrina de que el hombre es la medida de
todas las cosas”.5

3  Cf. Cynthia Lewiecki-Wilson, “Rethinking Rhetoric Through Mental Disabilities”, en el


symposium Representing disability rhetorically, Rhetorical Review, vol. 22, núm. 2, 2003, The
University of Arizona, Tucson.
4  Friedrich Nietzsche, “Nietzsche’s Lecture Notes on Classical Rhetoric.”, (Trad. y ed.)
Carole Blair, en Philosophy and Rhetoric, núm. 16, 1983, p. 249.
5  Franz-Hubert Robbing, “The force of plasticity: some reflections on the concept of
rhetorical subjetivity in the works of Friedrich Nietzsche”, en Seminar für Allgemeine Rhe-
torik, Universität Tübingen, febrero de 2007, p. 4.
Retórica de la discapacidad
208
Alejandro Tapia

Imágenes contemporáneas de la discapacidad:


los nuevos activistas

Veamos cómo este aspecto retórico de la oportunidad y la poten-


cialidad de las políticas de la plasticidad es fundamental en los
enunciados que en los últimos años, sobre todo a partir de los noven-
ta, ha surgido para intentar reenfocar el tema de la discapacidad en
el diseño. En estos años, diversos grupos de activistas han comenza-
do a plantearse cómo refutar las percepciones reductivistas del pro-
blema y han intentado introducir imágenes y enunciados que mo-
tiven una actitud distinta que permita hacer posible una inclusión
real y con mayores derechos políticos. La retórica es central aquí, ya
que en su arena se han planteado las prácticas de argumentación
y refutación, de crítica y debate público. El primer elemento que re-
salta en esta nueva corriente es el de reenfocar los ejes de lo que se
muestra, lo que se hace ver. Los diseñadores saben que lo que el pú-
blico desconoce son esas otras esferas de la experiencia de las perso-
nas discapacitadas: que las ubica como sujetos sociales más allá de
Figura 6 sus características físicas y, entonces, las imágenes han procurado
mostrar esas facetas. Los diseñadores han comen-
zado a entender la oportunidad (kairós) que les
brinda ese desconocimiento, y han explotado ese
potencial (dynamis) para contraargumentar las
ideas tradicionales. Vemos, por ejemplo, el siguien-
te cartel (Figura 6), en el que una muchacha son-
riente con Síndrome de Down realiza normalmen-
te sus tareas escolares sobre el escritorio. La escena
muestra una presencia amable y agradable.
El texto señala: “Tiene la mirada de su padre y la
sonrisa de su madre”. Ese enunciado proviene de
las sesiones en las que los familiares de las perso-
nas Down suelen darse cuenta hasta tarde de que,
en efecto, más allá del propio síndrome, los rasgos
genéticos de sus progenitores están presentes de
forma clara en la constitución fisonómica de los
chicos, en sus personalidades, algo que suele ser un
Antologías
209
Diseño para la discapacidad

factor de descubrimiento positivo que transforma


sus expectativas considerablemente. El cartel recu-
pera esa condición y no solicita ayuda alguna, sino
que sólo provee de la imagen exitosa que tiene la
fundación de la que aquí se habla.
Algo similar sucede con la campaña “No te sor-
prendas”, que muestra las posibilidades de varias
personas para desarrollar actividades que los pa-
dres, al nacer sus hijos, consideran que no podrán hacer, como tener
pareja, jugar con los demás, tocar el piano, etc. El cartel (Figura 7) da Figura 7
una respuesta a esa inquietud que es común y que refuta la visión
que suele tenerse a priori del tema.
El siguiente ejemplo (Figura 8), de Alemania, muestra, por su par-
te, un tópico que generalmente es eludido en el pensamiento sobre
la discapacidad: la sexualidad. La opinión corriente hace normalmente
suposiciones variadas, y muchas veces equívocas, sobre la actividad
sexual de las personas que utilizan, por ejemplo, silla de ruedas. El mito,
sin embargo, se desvanece cuando la imagen pone en evidencia una
actividad sexual explícita y muestra la legitimidad que tiene abordar
ese tema abiertamente. Figura 8
En Buenos Aires, a la vez, durante 2007, diversas
organizaciones realizaron una campaña que alude
a la necesidad de exigir derechos para las personas
discapacitadas. Las imágenes no apelan más a la
ayuda económica o a la caridad pública, sino que
colocan su argumentación en torno a los artículos
constitucionales y hacen hincapié en que existe
todavía un desfase entre lo que la ley establece y
las acciones concretas de las autoridades. El cartel
(Figura 9) muestra que la gente está esperando a
que se cumplan las disposiciones ya acordadas.
Observemos en estos ejemplos que el discurso
sobre la discapacidad ha tomado otras direcciones
y que las imágenes se ocupan de poner en evidencia
los nuevos puntos de partida con los que se aborda-
rá el tema. Los activistas y diseñadores han descu-
Retórica de la discapacidad
210
Alejandro Tapia

bierto una potencialidad (dynamis) distinta al com-


prender la situación del debate y de la oportunidad
de contraargumentar que la cuestión hace posible.
Y notemos que en este trabajo, la plasticidad juega
un papel relevante, es decir, la plasticidad entendida
como la toma de postura frente a las formas, colo-
res, puntos de vista, palabras, tipografías, sistemas
de composición y calidad fotográfica que la reorde-
nación requiere. Ese trabajo no es fácil: requiere de
una interacción seria y atenta de los diseñadores
con los problemas que son vigentes dentro de las
organizaciones que se ocupan del tema, ya que las
piezas de comunicación que elaborarán deberán
traducir las cuestiones fundamentales ahí plan-
teadas para llevarlas a su mejor exposición gráfica.
Figura 9 Un caso complementario que da testimonio de esta dificultad ar-
gumentativa es visible también en el diseño de spots de video que se
ocupan del tema de la discapacidad. Ahí, los diseñadores elaboran
historias y simbolizan en la narración las distintas fuerzas que conflu-
yen en el problema, de ahí que el balance plástico-argumentativo sea
fundamental. Por ejemplo, en Chile se ha organizado en los últimos
años, una convocatoria que invita a jóvenes realizadores de video a
ofrecer historias que logren movilizar el pensamiento social en torno
a los temas de la discapacidad. Varios de estos videos, incluidos los
ganadores, no logran ubicar la potencialidad y la oportunidad de la
situación que está en juego: los participantes han realizado historias
cuya trama está animada por una voluntad transformadora, pero
que casi siempre carece de verosimilitud. La falta de verosimilitud
será, entonces, tomada como un elemento de la plasticidad de la que
hablamos antes: la forma en que se intenta incursionar en la sen-
sibilidad del lector para proponerle una interacción productiva. Un
ejemplo de ello lo tenemos en la siguiente historia, titulada “Ver es
una discapacidad”; en ella, un ciego conduce un auto hasta que lle-
ga a un semáforo, donde se detiene al encenderse la luz preventiva.
Después aparece a su lado el auto de (presumimos) un vidente que
va a toda velocidad y se estrella en el cruce por desobedecer la señal.
Antologías
211
Diseño para la discapacidad

La historia sentencia al final que “no poder ver es una discapaci-


dad; no querer ver es un problema de ciegos”. El relato, como vemos,
es fallido porque se basa en una analogía no proporcional: resulta
inverosímil no sólo porque el ciego maneja un auto como si nada
(hecho que es improbable), sino porque la comparación con el que se
estrella por violar la luz roja resulta exagerada y ciertamente increí-
ble (y ése es el tono de la mayoría de las historias concursantes). La
narración promocional requiere de una evaluación precisa de sus tó-
picos. Observemos, por ejemplo, otra historia, esta vez elaborada por
una organización estadounidense que ha hecho un análisis sistemá-
tico de la retórica de la discapacidad y que ha elaborado una campa-
ña titulada “Real People, Real Life”.
En sus historias observamos a personas realizando actividades pla-
centeras en un primer plano y, cuando el plano se amplía, descubri-
mos que se trata de personas ciegas o en sillas de ruedas, intentando
provocar en nosotros la sorpresa de observar la naturalidad con la que
las personas en cuestión realizan sus actividades normales, revelán-
donos así la paradoja de nuestros propios prejuicios.

Conclusiones

Estos ejemplos bastarán, pues, para mostrar la importancia de lo que


hemos llamado una retórica del discurso sobre la discapacidad. Lo
cierto es que las condiciones de la argumentación en el diseño son
cruciales para dar posición a los temas aún no resueltos de nues-
tra democracia. En lo que respecta a las personas discapacitadas
es necesario abrir la frontera del cuerpo, de la interioridad y de la
exterioridad, de lo público y de lo privado, para reconocer la condición
de las personas con discapacidad como una condición sociopolítica
y no como un defecto físico. Las subrepresentaciones del tema son
responsables, en gran medida, de la reducida capacidad que tene-
mos para comprenderlo. Transformar la discapacidad requiere de una
transformación de prácticas económicas, sociales, éticas y educativas,
de una nueva imaginación de los espacios y de los hábitos ordina-
rios. Sin embargo, acercarse a la diferencia puede producirnos deleite
y curiosidad; puede enseñarnos a crecer, a descubrir nuevas formas
Retórica de la discapacidad
212
Alejandro Tapia

de pensamiento. Si las imágenes de los diseñadores producen inte-


racciones que resultan significativas en este sentido, habrá valido la
pena convertirse en sus usuarios. Yo espero que el pensamiento so-
bre la retórica de la argumentación haga su contribución para ese fin.

Bibliografía

Barton, Ellen L., “Textual Practices of Erasure: Representations on Di-


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Antologías
213
Diseño para la discapacidad

Créditos de imágenes

Página 200. Figura 1. Fuente: http://elarboldelaretorica.blogspot.mx/2007/05/


una-figura-saludable-la-paradoja.html

Página 201. Figura 2. Fuente: Tapia, Alejandro, El diseño y sus usuarios: de la forma
a la interacción, Encuadre, México, 2009.

Página 204. Figura 3. Fuente: Tapia, Alejandro, El diseño y sus usuarios: de la forma
a la interacción, Encuadre, México, 2009.

Página 205. Figura 4. Fuente: http://ulsanoroeste4.blogspot.mx/

Página 206. Figura 5. Fuente: Tapia, Alejandro, El diseño y sus usuarios: de la forma
a la interacción, Encuadre, México, 2009.

Página 208. Figura 6. Fuente: Tapia, Alejandro, El diseño y sus usuarios: de la forma
a la interacción, Encuadre, México, 2009.

Página 209. Figura 7. Fuente: Tapia, Alejandro, El diseño y sus usuarios: de la forma
a la interacción, Encuadre, México, 2009.

Página 209. Figura 8. Fuente: http://sp6.fotolog.com/photo/22/17/107/checho_


ruedas /1204516122_f.jpg

Página 210. Figura 9. Fuente: Tapia, Alejandro, El diseño y sus usuarios: de la forma
a la interacción, Encuadre, México, 2009.
Autores
Norma del Río Lugo

Psicóloga clínica, con maestría en Rehabilitación Neurológica. Candidata a doctora en


Lingüística por el Colegio de México. Es profesora-investigadora de tiempo completo
de la UAM-Xochimilco, en donde también es coordinadora del Programa de investiga-
ción sobre infancia. Es Miembro de la actual mesa directiva de Childwatch International
Research Network. En relación con el ámbito de discapacidad y desarrollo humano, ha
investigado sobre la detección e intervención temprana en alteraciones del desarrollo
y especialmente en el caso de limitación auditiva. Actualmente colabora en el proyecto
de la Red por los Derechos de la Infancia en México-UNICEF, “Promoción de la inclu-
sión escolar desde redes de niñas, niños y adolescentes en comunidades educativas en
Chiapas, D.F., Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo. Entre sus publicaciones más destacadas
se encuentran: Creciendo Juntos. Un modelo de intervención temprana para prevenir al-
teraciones del desarrollo basado en el sistema madre-hijo, UAM-UNICEF, una serie de 3
Manuales para prevenir alteraciones del desarrollo.

Jorge Eduardo Zarur Cortés

Estudió la licenciatura en Diseño gráfico en la Universidad Iberoamericana, plantel


Golfo-centro. Es mestro en Artes Visuales con orientación en Comunicación y Diseño
gráfico por la Academia de San Carlos, de la unam. Es candidato a doctor en Ciencias
y Artes para el Diseño en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Realizó
la Especialidad en Museografía en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración
y Museografía, del inah. Ejerce como diseñador gráfico, ilustrador, artista plástico y es
docente en la Universidad Iberoamericana, campus Santa Fe, en la Universidad del Va-
lle de México así como en la Universidad Autónoma del Estado de México. Participa
como ponente, tallerista y expositor en concursos en diseño industrial, arte e investi-
gación a nivel nacional.
Alejandro Tapia Mendoza

Estudió la licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UAM Xochimilco, la li-


cenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la
unam y la maestría en Gestión del diseño en la Universidad Intercontinental. Es profe-
sor-investigador en la División de Ciencias y Artes para el Diseño en la UAM Xochimilco.
Sus investigaciones se han centrado en el análisis de los lenguajes y la comunicación,
especialmente dentro del campo de la imagen y la argumentación visual. Ha publicado
los libros: De la Retórica a la Imagen (uam, 1990) y El diseño gráfico en el espacio social
(Designio, 2004). Es también autor del blog El árbol de la retórica, que se encuentra en
línea en http://elarboldelaretorica.blogspot.mx. En 2013 fundó la editorial Ars Optika,
dedicada a la publicación de libros de diseño.

Angélica Martínez de la Peña

Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad Iberoamericana; maestra en Ciencias y


Artes para el Diseño por la UAM Xochimilco y doctora en Ciencias y Artes para el Diseño
con especialidad en Teoría e Historia Críticas, por la uam. Su tesis doctoral obtuvo men-
ción honorífica en el Tercer Concurso Nacional sobre Discapacidad 2010, organizado
por el dif y el Gobierno Federal. Es profesora-investigadora de tiempo completo en la
UAM Cuajimalpa, donde desarolla la línea de investigación sobre el binomio diseño y
discapacidad con especial énfasis en la generación del diseño hapto-gráfico para per-
sonas con discapacidad visual. Es autora de El diseño háptico un paradigma diferente,
(EAE, Leipzig, 2011).
Berthana Salas Domínguez

Estudió la licenciatura en Diseño industrial en la UAM Xochimilco; es maestra en Dise-


ño industrial, con especialidad en Ergonomía por la unam, y doctorante de Arquitectura
en la unam, con 100% de créditos concluidos. Actualmente es profesora-investigadora
de tiempo completo en la carrera de Diseño industrial de la UAM Xochimilco, donde
se dedica a las líneas de investigación: Ergonomía, discapacidad física y diseño indus-
trial. Su experiencia laboral se centra en realizar evaluaciones ergonómicas del puesto
de trabajo, diseño gráfico, diseño industrial y diseño de equipo biomédico. Ha sido con-
ferencista sobre ergonomía, diseño y discapacidad. También ha participado en proyec-
tos de investigación para la uam y el imss, así como en la publicación de artículos en
memorias y revistas de diseño.

Ma. Isabel Herrera-Lasso Mijares

Realizó estudios profesionales de Fisioterapia en el Instituto Mexicano de Rehabilitación,


con la tesis: “Importancia de la fisioterapia en el manejo de pacientes con osteoartrosis”.
Recibió entrenamiento en el servicio de Reumatología en el Hospital Cochin de París,
Francia. Trabajó en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán (innsz), sección
de Fisioterapia del Departamento de Reumatología de 1979 a 1999 y fue coordinadora
de la sección de Fisioterapia de 1983 a 1999. Ha participado como ponente y presentado
trabajos de investigación en diversos congresos médicos nacionales e internacionales.
Ejerce la fisioterapia de forma independiente y cuenta con diversas publicaciones sobre
fisioterapia y rehabilitación, entre ellas, la Guía para la recuperación después de un rem-
plazo total de cadera, publicado por el innsz.
218 Otros títulos

Otros títulos de esta colección:

Habitar la casa: Historia, actualidad y prospectiva


Enrique Ayala Alonso

En este volumen el autor aborda cuestiones sobre el espacio habitacional y su


estrecha relación con la ciudad. En sus textos, centrados principalmente en el
siglo xx se analizan etapas anteriores para entender los cambios sustanciales
del pensamiento sobre la forma de habitar la casa la ciudad, que nos llevan a
comprender por qué el espacio urbano se fragmenta y transforma en la arqui-
tectura moderna. Enrique Ayala, doctor en arquitectura con una larga trayec-
toria académica y profesional, ha publicado más de una centena de artículos
de divulgación e investigación de la arquitectura, así como numerosos libros,
dirigidos a investigadores y estudiosos de la arquitectura y urbanismo.
ISBN 978-607-477-275-3 192 pp.

Ensayos sobre retórica y diseño


Luis Antonio Rivera Díaz (compilador)

El diseño es una praxis retórica. Esta disciplina es resultado del largo recorrido
histórico del pensamiento humanístico. A través de los ensayos escritos por cin-
co autores, (Alejandro Tapia, Francisco Calles, Mariana Ozuna, Daniel Gutiérrez
y Antonio Rivera) el libro muestra que las intervenciones de diseño tienen que
pensarse en términos políticos; hace evidente que los diseñadores recurren a
tópicas para hallar los argumentos pertinentes a cada situación humana don-
de el problema consiste en lograr la persuasión de destinatarios con creencias
particulares; asimismo, el lector constatará que la creatividad consiste en in-
troducir lo nuevo a partir de lo ya conocido viendo cómo la retórica siempre se
propuso innovar a partir de la tradición; pero además, la antología se enfoca en
aspectos puntuales de elocución diseñística demostrando cómo las metáforas
funcionan en la construcción de un logotipo, en el planteamiento de un proyec-
to arquitectónico o hasta en el diseño de un mobiliario urbano.
ISBN 978-607-477-406-1 394 pp.
Disponible también en versión electrónica.
Antologías
219
Diseño para la discapacidad

Ensayos urbanos. La ciudad de México en el siglo xix


María Dolores Morales Martínez

Las investigaciones de esta profesora–investigadora de la Dirección de Estu-


dios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia se han carac-
terizado por el riguroso manejo y análisis de las fuentes documentales y por
su vinculación con la cartografía urbana; así como por sus importantes apor-
taciones para la historia de la Ciudad de México, en especial, para los temas
de la propiedad urbana, la desamortización de los bienes del clero, las trans-
formaciones espaciales, el crecimiento urbano, los empresarios fraccionadores,
los grandes establecimientos comerciales, los censos de población, los usos de
suelo y la vivienda.
ISBN 978-607-477-406-1 394 pp.

Estudios y restauración del patrimonio arquitectónico y urbano


Salvador Díaz-Berrio Fernández

La obra de Salvador Díaz-Berrio (q.e.p.d.) constituye una amplia muestra de la


calidad y rigor con que el autor se ha involucrado en el tema de los sitios y monu-
mentos patrimoniales. A través de los artículos presentados en este volumen da
cuenta de la sistematización de la información así como de las acciones de pro-
tección en que ha intervenido a lo largo de su trayectoria profesional, desde los
aspectos teórico conceptuales sobre la protección y restauración del patrimonio
cultural, pasando por la muestra de documentos referidos a las declaratorias
de zonas de monumentos históricos en México, hasta la reflexión sobre la en-
señanza de la restauración, que hablan de su importante presencia en las aulas
universitarias. Asimismo se adentra en una interesante descripción y análisis de
los centros históricos de algunas ciudades en México, enfocados siempre desde
el fenómeno urbano como un todo, en el que los monumentos y sitios patrimo-
niales conviven e interactúan con la ciudad moderna y se liberan de su simple
función de emisarios del pasado.
ISBN 978-607-477-538-9 320 pp.
220 Otros títulos

El diseño y sus debates


Luis Rodríguez Morales

Este autor, como diseñador industrial que ha ejercido tanto en la práctica como
en la investigación académica del diseño, pone sobre la mesa el debate de las
ideas y teorías que se generan y retroalimentan a partir de la producción de
objetos en el ámbito del diseño industrial. Los textos seleccionados aquí fueron
publicados en diversas revistas académicas que datan desde los años ochenta,
noventa y los dos mil, donde podemos observar la evolución del pensamiento
teórico del diseño de ese entonces y que hoy resulta interesante contrastar con
la realidad histórica que nos ha tocado vivir para ver si se cumplieron o no las ex-
pectativas propuestas y que nos permiten vislumbrar qué camino seguirá esta
disciplina.
ISBN 978-607-477-772-7 208 pp.

Ganarse la letra
Rubén Fontana

Rubén Fontana, diseñador y tipógrafo argentino, fundador y director de la re-


vista TipoGráfica, especializada en diseño editorial y tipografía, publicada en
español y considerada una de las cinco mejores publicaciones de diseño del
mundo; en esta antología nos ofrece una serie de artículos y conferencias pre-
sentadas en encuentros internacionales que reflejan el pensamiento contem-
poráneo latinoamericano sobre el diseño tipográfico y el diseño editorial de los
últimos treinta años. Además de su labor profesional, Fontana ha contribuido
en la formación de profesionales en la Universidad de Buenos Aires y se ha con-
vertido en una de las voces más autorizadas en su materia entre los diseñadores
gráficos latinoamericanos.
ISBN 978-607-477-773-4 192 pp.
Disponible también en versión electrónica.
Antologías
221
Diseño para la discapacidad

Diseño, arte, cultura y tecnología


Gabriel Simón Sol

Material para la discusión sobre diversos enfoques del diseño. Antología compi-
lada por Gabriel Simón Sol, diseñador industrial dedicado tanto a la enseñanza
e investigación del diseño, como a la producción industrial, abre la discusión
sobre el debate de las teorías que fueron publicadas en diversas revistas aca-
démicas desde los años cincuenta hasta la actualidad, escritas por diseñadores
que influyeron de manera destacada en el diseño industrial latinoamericano.
Ideas que hoy resulta interesante contrastar con la realidad histórica que nos
ha tocado vivir para generar nuevas reflexiones sobre el tema.
ISBN 978-607-477-846-5 302 pp.

Historia, diseño y edición


Gerardo Kloss Fernández del Castillo

Larga es la tradición del oficio editorial y poca la producción de textos que


hablen sobre esta importante labor. En este título Gerardo Kloss estudia e
hilvana tres momentos distantes, pero cruciales, para entender la historia de
la edición y el diseño en México: en el primero, la política editorial impulsada
por fray Juan de Zumárraga y sus repercusiones culturales en la Nueva Espa-
ña del siglo xvi; en el segundo, la formación de las escuelas de diseño gráfico
en nuestro país en el siglo xx; en el tercero, aborda la visión y la prospectiva
que debemos trazar para fortalecer el papel del editor en nuestra sociedad,
todo ello encaminado a construir un profundo concepto: diseñar lo editorial.
Materiales con los que aporta, a su vez, interesantes elementos de discusión
para la formación y profesionalización del diseñador-editor: esa importante
pieza en el engranaje de la maquinaria editorial.
ISBN 978-607-28-0058-8 240 pp.
222 Otros títulos

Entorno y cultura. Reflexiones sobre arquitectura,


urbanismo y patrimonio
Alberto González Pozo

Cincuenta años de labor en el campo de la difusión de la cultura arquitectónica


reunidos en 25 ensayos, es lo que contiene esta antología del arquitecto Alber-
to González Pozo. En ese medio siglo de constante labor profesional y docente,
prevalece la intención de orientar la práctica profesional y la preparación de los
nuevos arquitectos. Estos textos constituyen, por ello, una aportación para apo-
yar la enseñanza y la investigación de la arquitectura en México.
Los escritos son una selección de su extensa labor en el campo de la arqui-
tectura. Los lectores encontrarán en ellos, además de una amplia gama de temas,
planteamientos que rebasan el análisis crítico para adentrarse en el campo de la
teoría, en ensayos con reflexiones e indagaciones en torno a las bases y principios
que guían la práctica de la arquitectura, con ejemplos concretos para abordar los
principios de su teoría de los asentamientos humanos. Así, la teoría y la práctica
se unifican.
ISBN 978-607-28-0059-5 464 pp.

Teorías y politicas territoriales


Blanca Rebeca Ramírez Velázquez y Emilio Pradilla Cobos
(compiladores)

Textos sobre las teorías y políticas urbanas. Para comprender el concepto de espa-
cio y el análisis regional, los autores nos guían hacia la complejidad de la discusión
teórica contemplando aspectos metodológicos y de análisis del proceso territorial
urbano desde diversos puntos, como la búsqueda del pensamiento complejo y el
de las escalas y utopías de los procesos territoriales; los ejes de discusión de la glo-
balización y su relación con el territorio, la mundialización neoliberal en América
Latina con referencia a las políticas estatales que provocan cambios urbanos y
las bases para la discusión sobre ecología social. Se abordan las políticas especí-
ficas relacionadas con el ámbito nacional, así como los problemas concretos de
reordenación urbana al carecer de reservas territoriales para uso urbano en el D.F.;
se analiza la estructuración terciaria de la Ciudad de México haciendo eje en los
movimientos sociales urbanos. Se concluye con el debate: ¿libre mercado mundial
o construcción regional? planteado como reto para futuros derroteros.
ISBN 978-607-477-773-4 192 pp.
Antologías
223
Diseño para la discapacidad

Reutilización del patrimonio edificado en adobe


Luis Fernando Guerrero Baca
(compilador)

Este libro tiene como objetivo promover la valoración de los bienes culturales
del pasado y de los saberes que guiaron su realización, así como la recuperación
del uso de los materiales que menores afectaciones causen al planeta. La ar-
quitectura en tierra en general y la de adobe en especial, cumplen cabalmente
con estas cualidades. Se trata de utilizar materiales y procesos constructivos que
han probado su eficiencia durante toda la historia de la humanidad.
Esta antología pretende ser una herramienta de trabajo que sirva a dife-
rentes profesionales, estudiantes, constructores y funcionarios vinculados con
la construcción y la conservación, para valorar la arquitectura patrimonial rea-
lizada en adobe. Autores latinoamericanos y europeos expertos en este tema
exponen una visión panorámica de los sistemas constructivos en tierra, tanto de
las cualidades como de las patologías y la vulnerabilidad potencial que con fre-
cuencia se presentan en las estructuras construidas con este material. Asimismo
se presentan estudios de caso en los que se enfatizan aspectos particulares de
la problemática de la conservación y reutilización del patrimonio construido en
adobe.
ISBN 978-607-28-0214-8 320 pp.
Diseño para la discapacidad de Dulce María García Lizárraga
(compildora) se terminó de imprimir en septiembre de 2014,
en los Talleres Gráficos de la Dirección de Publicaciones y
Promoción Editorial de Rectoría General de la Universidad
Autónoma Metropolitana, Boulevard Adolfo Ruiz Cortinez
núm. 5157, Col. Guadalupita, Tlalpan, C.P. 14610, México D.F.
Tiraje: 1000 ejemplares.

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