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Primeros Lideres
Primeros Lideres
Primeros Lideres
Lima (1899) 3
1
The Review and Herald, 1 de febrero de 1898, 16. En adelante, RH.
2
“Foreign Mission Board”, 26 de junio de 1898, 79.
3
The Missionay Magazine, enero de 1899, 9.
4
B. Haloviak, “Brief Organizational History of Seventh-day Adventists”, General Conference
Office of Archives and Statistics, 2007, 6.
rumbo a Perú. 5 El primer grupo, conformado por José y Liborio Osorio, ambos
misioneros laicos que llegaron con sus familias y se sustentaban mediante el comercio
ambulatorio. 6 El segundo grupo, estaba integrado por José Luis Escobar, 7 de oficio
carpintero, 8 su esposa, Víctor Thomann, una señorita voluntaria y los hermanos Luis y
Víctor Osorio. Esto ocurría en el mes de agosto de 1898. 9 El viaje había sido financiado
con 150 dólares aportados por la Misión Chilena, 10 así como por una donación de
hermanos de Alemania, 11 y ambos grupos llevaban la misión de compartir la verdad
adventista con el pueblo del Perú.
El segundo grupo fue algo más cauto, pues llegaron al puerto del Callao y se
establecieron en la capital peruana, trabajando en diversos oficios a fin de
autosostenerse. 15
5
G. H. Baber, “Chile”, RH, 6 diciembre de 1898, 11.
6
Ibid.
7
G. B. Taylor, “Early Work and Experiences in South America”, RH, 22 de julio de 1937, 15.
Ver también: E. H. Meyers, “Review of Beginnings in South America – Part 3”, South American
Bulletin, marzo de 1928, 2.
8
G. H. Baber, “Chilean Mission”, The Missionary Magazine, enero de 1899, 11.
9
Merling Alomía, “Un Importante Centenario en la Historia de las Misiones”, Theologika XIII:2
(1998), 268. El Dr. Alomía presenta en este artículo una concisa, pero no menos importante historia del
adventismo en el Perú. Se puede consultar además a Luís Zambra Ríos en su libro Con Su Espíritu
(Santiago: Servicio Educacional Hogar y Salud, 1994), 61.
10
G. H. Baber, “Chili”, The Missionay Magazine, diciembre de 1898, 468.
11
F. H. Westphal, “The Opening of Our Work in Western South America”, RH, 16 de mayo de
1907, 13.
12
Ibid.
13
The Missionay Magazine, diciembre de 1898, 477.
14
F. H. Westphal, “The Opening of Our Work in Western South America”, RH, 16 de mayo de
1907, 13. Ver también: G. H. Baber, “A Sad Calamity”, RH, 24 de enero de 1899, 16.
15
Merling Alomía, “Un Importante Centenario en la Historia de las Misiones”, Theologika
XIII:2 (1998), 269.
a fines de 1898 o comienzos de 1899. 16 El bautismo fue realizado por el hermano
Escobar. 17 Desde un inicio de la obra adventista en Perú, existieron valientes hermanos
que testificaron aun a costa de su propio bienestar, como el caso que informó el pastor
Baber a la Review and Herald de un joven de 16 años que fue considerado como muerto
por su familia al haberse bautizado en la nueva fe. 18
En el año 1900, el pequeño grupo adventista de Lima, recibió la visita del Pr. G.
H. Baber, en ese entonces Intendente de la Misión Chilena, la cual, como ya fue
mencionado, estaba encargada de abrir la obra adventista en el Perú. Luego de realizar
un bautismo en Tarapacá, el pastor Baber se dirigió a Lima por mar, donde, junto con
los hermanos cuyo dirigente era el hermano Escobar, fue objeto de la intolerancia
religiosa de los limeños quienes los insultaron por reunirse para el culto de oración. 20
En una carta fechada el 3 de julio del mismo año 1900, el pastor Baber propuso a
la Junta de la Asociación General trasladar las oficinas de la Misión de la Costa
Occidental de Valparaíso en Chile al Callao en el Perú, pero la propuesta no tuvo eco. 21
16
G. H. Baber, “Chillian Mision”, RH, 6 junio de 1899, 11.
17
Ibid.
18
Ibid.
19
The Missionay Magazine, enero de 1899, 5.
20
G. H. Baber, “Peru”, RH, 6 febrero de 1900.
21
“Foreign Mission Board”, 23 de octubre de 1900, 298.
Enrique Balada 22
Para 1901 la obra adventista en el Perú seguía siendo atendida por la Misión de
la Costa Occidental, 23 con sede en Chile. El pastor Enrique Balada, 24 llegó al Perú
alrededor de inicios de setiembre de 1901, 25 y estuvo cerca de un año atendiendo la
naciente iglesia. 26 A los cinco meses de haber iniciado su obra, bautizó a un hombre que
había sido misionero evangélico por 22 años y que aceptó la fe adventista con tanto
entusiasmo y compromiso que estaba ayudando al pastor. 27 Para fines de 1902, el
pastor Balada informaba de su trabajo con la iglesia e hizo un pedido de mil ejemplares
del periódico de la iglesia Señales de los Tiempos para trabajar en Lima y Callao. 28
22
G. H. Baber, “Chilean Mission”, The Missionary Magazine, Vol. XI, enero de 1899, No. 1, 14.
23
General Conference, “The Statistical Report for 1901”, 3.
24
J. W. Westphal, “The Neglected Continent”, RH, 8 de abril de 1902, 14, 17.
25
Pacific Union Recorder, 13 de febrero de 1902, 23. Ver también RH, 12 de agosto de 1902,
15. Hay una aparente discrepancia en cuanto a la fecha entre el dato dado por el Pacific Union Recorder
y la Review and Herald. La edición del Pacific Union Recorder es anterior a la de la Review and Herald,
y esta última parece haber copiado casi textualmente la noticia aparecida anteriormente por el Pacific
Union Recorder, lo cual explicaría la aparente discrepancia en cuanto al tiempo de la llegada del Pr.
Balada a Perú.
26
F. H. Westphal, “The Opening of Our Work in Western South America”, RH, 16 de mayo de
1907, 13.
27
Pacific Union Recorder, 13 de febrero de 1902, 23. Ver también: RH, 12 de agosto de 1902,
15.
28
Australasian Union Conference Record, 15 de diciembre de 1902, 5.
También en 1902, visitaron a la hermandad de Lima G. H. Baber, José Westphal y
Eduardo Thomann. 29
29
Ibid.
30
The Missionay Magazine, febrero 1900, 67.
31
R. G. Wearner, “A Peruvian in the White Family”, RH, 27 de julio de 1978, 5, 6.
32
Elbio Pereyra, Eduardo Francisco Forga: El Pionero Casi Olvidado del Continente
Descuidado (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2004), 15.
para sus allegados. 33 Asimismo publicó panfletos promoviendo la causa de la libertad
religiosa y de la separación entre Iglesia y Estado. Millones de páginas conteniendo los
escritos de Forga, así como reproducción de publicaciones adventistas, fueron
distribuidas a través del Perú y aun llegaron a otros países. 34
La semilla de la verdad que Eduardo F. Forga había esparcido tan lejos y tan
ampliamente 35 estaba destinada a preparar el camino para las misiones adventistas. 36
33
Sadie R. Young, “Eduardo Francis Forga: A South American Martin Luther”, The Youth’s
Instructor, 4 de junio de 1950, 10.
34
E. F. Forga, “The Struggle for Religious Liberty in Peru”, RH, 14 de febrero de 1907, 10, 11; y
21 de febrero de 1907, 9, 10.
35
Eduardo Francisco Forga nació en Arequipa, en marzo de 1871. Cursó estudios en Suiza y
Alemania, donde recibió el título de Ingeniero de Minas, para luego volver a su ciudad natal en el año
1896, encontrando un entorno religioso “oscuro” y lleno de hipocresía y maldad. Luego de trabajar en la
mina de plata de su padre, en los Andes, inició la traducción de panfletos sobre temperancia, hidroterapia
y salud para distribuirlos a quienes estuvieran interesados. Casi cien mil tratados y panfletos fueron
distribuidos por su influencia, y gracias a este esfuerzo el gobierno peruano organizó el congreso
“antialcohólico” el año 1903, donde Forga asistió como representante de Arequipa, además que abogó por
la promulgación de una ley de libertad religiosa. En 1904 denunció el absolutismo y las vilezas de la
Iglesia Católica, siendo objeto de la ira del papado. Ver: E. F. Forga, “The Struggle for Religious Liberty
in Peru”, RH, 14 de febrero de 1907, 10, 11; y 21 de febrero de 1907, 9, 10.
36
R. G. Wearner, “A Peruvian in the White Family”, RH, 27 de julio de 1978, 6.
37
J. W. Westphal, “Peru”, RH, 8 de julio de 1909, 19.
38
Es por ello que Forga huye a Europa, llegando a escuchar las conferencias del pastor Herbert
Lacey sobre las profecías de Daniel. Fue invitado a estudiar la Biblia por el padre del pastor Lacey,
conociendo por ese medio a quien luego sería su esposa, la hermana del pastor Herbert Lacey, la señorita
Marguerite Lacey. Se casaron el 7 de diciembre de 1906. Ver Australasian Union Conference Record, 18
de febrero de 1907, 7.
39
W. A. Ruble, “A Call from Peru”, RH, 17 de enero de 1907, 21.
40
H. F. Ketring, “Beginning in Peru”, RH, 2 de febrero de 1905, 15.
llevaban a cabo por las noches y en secreto, pues estaba prohibido tener reuniones
públicas. 41 Ketring relata 42 que el 12 de noviembre de 1904 se llevó a cabo una
ceremonia bautismal en la cual siete preciosas almas sellaron su pacto con el Señor.
Asimismo, menciona que uno de los creyentes bautizados era un peruano, Julio Nerio
Espinoza, que había venido trabajando por cinco años como colportor de la Sociedad
Bíblica Americana, y que debido a que había comenzado a guardar el sábado y a
enseñar a otras personas a seguir su ejemplo, fue obligado por la Sociedad Bíblica
Americana a presentar su renuncia como colportor de ellos. Pensó en volver a dedicarse
a su oficio de carpintero, pero el Pr. Ketring lo indujo a continuar en la obra del
colportaje, aunque esta vez vendiendo libros y revistas adventistas. En referencia a esto,
Ketring informaba: “Así tenemos un obrero nativo entre tres millones de personas.” Y
luego reflexionaba sobre la necesidad de obreros evangélicos para ayudar “en este gran
campo”. 43
Aun en sus días de colportor vendiendo Biblias, ya había dado Julio Nerio
Espinoza evidencias de su fe y valor inquebrantables en su servicio al Señor. Ketring
relata 44 cómo en cierta ocasión Espinoza llegó a un pueblo del interior donde
inmediatamente fue rodeado por centenares de hombres y mujeres que amenazaban con
matarlo si no abandonaba de inmediato el lugar. Valientemente bajó de su mula parda y
de pie ante ellos les dijo que su mensaje era un mensaje de paz y que venía a librarlos de
su condición perdida haciéndoles conocer la Palabra de Dios. Durante dos horas
mantuvo la atención de ellos, hasta que un hombre se le acercó con sus manos llenas de
tierra y se la arrojó en el rostro. Las mujeres entonces gritaron que lo sacasen fuera del
pueblo para matarlo, pero él cayendo sobre sus rodillas exclamó: “Si es necesario que
mi sangre sea derramada para liberar a mis compatriotas, aquí estoy; tómenme y
mátenme. Pero si me echan fuera del pueblo, volveré a ingresar cinco veces”. 45 Lo
llevaron fuera del pueblo para matarlo, pero aparecieron unos jinetes a caballo que
luego de interrogarlo lo liberaron. Julio Nerio Espinoza cumplió su promesa de volver
cinco veces al mismo pueblo donde llegó a hacer muchos amigos y vendió un buen
número de Biblias. 46
41
H. F. Ketring, “Perú Unentered”, RH, 22 de diciembre de 1904, 15. Cabe resaltar que a pesar
de declarar que el Perú es un campo misionero difícil para la nueva iglesia, hace una invitación a nuevos
voluntarios para trabajar allí.
42
H. F. Ketring, “Beginning in Peru”, RH, 2 de febrero de 1905, 15, 16.
43
Ibid, 16.
44
Ibid, 15. 16.
45
Ibid, 16.
46
Ibid.
47
Para 1906, el Yearbook informaba que Julio Nerio Espinoza contaba con Licencia Misionera y
vivía en la calle América 139, Callao. Seventh-day Adventist Yearbook 1906, 16.
la costa norte del país para testificar de su nueva fe. 48 La presencia femenina en la obra
de la evangelización ya estaba presente en los albores de la Iglesia Adventista en el
Perú.
48
J. W. Westphal, “Peru”, RH, 24 de agosto 1905, 13.
49
J. W. Westphal, “South America”, Australasian Union Conference Record, 15 de agosto de
1905, 3.
50
General Conference Committee, “Informal Meeting in Early August”, agosto de 1905, 45.
51
W. W. Prescott, RH, 19 de octubre de 1905, 24.
52
F. L. Perry, “Peru”, 1 de febrero de 1906, 17. Ver también: R. Wearner, “Perry Pioneers in
Peru”, RH, 29 de noviembre de 1984, 6.
53
R. Wearner, “Perry Pioneers in Peru”, RH, 29 de noviembre de 1984, 6.
54
F. L. Perry, “Peru”, RH, 1 de febrero de 1906, 17. Ver también: R. Wearner, “Perry Pioneers
in Peru”, RH, 29 de noviembre de 1984, 6. Luego de desembarcar, se condujeron al predio del hermano
Ramón Beltrán, quien luego buscó un cuarto en los altos de una vivienda en la misma cuadra para
vivienda temporaria del pastor Perry.
55
Ibid.
56
Ibid.
proféticas. Además contaba con un pequeño púlpito, algunas bancas y sillas, y un
melodeón. 57
Para el año 1906, grupos guardadores del sábado se habían establecido en las
ciudades de Lima, Callao, Trujillo, Pisco, Cañete y Chincha Alta. 64
57
El melodeón aquí descrito es un acordeón de los inicios del siglo XIX, muy similar al
acordeón de la actualidad.
58
Seventh-day Adventist Yearbook 1905, 18.
59
Seventh-day Adventist Yearbook 1908, 124.
60
Seventh-day Adventist Yearbook 1907, 96.
61
A. G. Daniels, “A Short Work”, RH, 3 de mayo de 1906, 5, 6. Fueron cuatro maestros y cuatro
alumnos que acudieron al llamado y vinieron al Perú a hacerse cargo de este esfuerzo misionero. Esta es
la primera vez que se tienen datos del programa de estudiantes misioneros.
62
General Conference Committee. Eighty-fourth meeting, 19 de abril de 1906, 140.
63
F. L. Perry, “Peru”, RH, 10 de mayo de 1906, 14.
64
F. L. Perry, “In Peru”, RH, 16 de agosto de 1906, 14. En Cañete, ya se había establecido la
obra adventista, existiendo hermanos adventistas que guardaban el sábado. Unos de ellos, la familia
Morales, fueron víctimas de golpes y vituperios de parte de veinte pobladores. Fueron rescatados por la
policía y echados a la cárcel por cinco días. El jefe de la dependencia policial, al considerar que los
protestantes eran masones igual que él, decidió ponerlos en libertad, a lo que la familia Morales decidió
marchar al Callao, a la casa de la familia Espinoza, donde fueron recibidos por los dueños de casa y el
pastor Perry.
La verdad adventista siguió difundiéndose en la Lima de inicios del siglo XX. Se
conoce el caso de un hombre metodista que luego de conocer la verdad del sábado,
decidió guardarlo. Y, no sólo eso, sino que predicó audazmente en la reunión de su
iglesia. El resultado fue una fuerte oposición de los metodistas hacia la Iglesia
Adventista, al punto de no querer vender sus himnarios a los hermanos guardadores del
sábado. 65
65
F. L. Perry, “Peru”, RH, 23 de agosto de 1906, 18.
66
F. L. Perry, “Peru”, RH, 24 de enero de 1907, 17.
67
Review and Herald, 27 de diciembre de 1906, 24.
68
Review and Herald, 17 de enero de 1907, 21
69
E. F. Forga, “The Struggle for Religious Liberty in Peru”, RH, 14 de febrero de 1907, 10, 11.
70
Ver “Religious Liberty Notes”, RH, 27 de junio de 1907, 21; y C. M. S. “The Influence of a
Great Example”, RH, 7 de marzo de 1907, 4.
71
W. W. Prescott, RH, 21 de marzo de 1907, 24.
72
E. G. White, “Eduardo F. Forga”, Letter 140, 1907, 2. Es interesante notar que The Missionary
Worker del 1 de abril de 1908 informaba que se requería de una persona que trabajase como ama de casa
luchando por la libertad religiosa en el Perú. 73 Antes de morir, Forga donó parte de su
fortuna a la obra educativa adventista en el Perú. 74
El pastor Perry, describía que el Perú era un país muy católico, capaz de
expresar su idolatría con mucho celo. Incluso fueron muy duros en la aplicación de una
ley dominical que alcanzó al hermano Ramón Beltrán, quien tuvo que pagar una multa,
por haber abierto su tienda un domingo del mes de noviembre de 1906. Pero a pesar de
ello, el pastor permanecía optimista en la predicación de la luz adventista. 75
La intolerancia contra los protestantes en el Perú era tal que una hija de cierta
familia metodista fue quemada viva, y varios adventistas predicaban con peligro de sus
vidas. 76
para una persona interesada en la verdad en Arequipa, la cual era hermana de Eduardo Francisco Forga.
Este es un indicio adicional de cómo la influencia de Forga ayudó a preparar el terreno para las misiones
adventistas en el Perú.
73
W. A. Colcord, “Religious Liberty Notes”, RH, 27 de junio de 1907, 21.
74
“Eduardo Forga”, El Eco del Instituto, Año 2, No 3 (1928), 6. El autor de este artículo remarca
que la herencia de Forga a la causa educativa adventista ascendía a medio millón de soles, pero que por
motivos de discordias por la herencia de los sobrevivientes, se pudo rescatar 14000 soles, dinero que
sirvió para pagar en parte el terreno del Instituto Industrial de Miraflores.
75
F. L. Perry, “Peru”, RH, 25 de abril de 1907, 16.
76
F. H. Westphal, “The Opening of Our Work in Western South America”, RH, 16 de mayo de
1907, 13.
77
W. W. Prescott, RH, 13 de junio de 1907, 24. Ver también: Australasian Union Conference
Record, 4 de mayo de 1908, 13.
78
F. H. Westphal, “The Opening of Our Work in Western South America”, RH, 16 de mayo de
1907.
79
Misioneros y Creyentes en Perú
79
F. H. Westphal, “The Third Angels Message in the Land of the Incas”, RH, 29 de agosto de
1907, 13, 14.
80
F. H. Westphal, “Peru”, RH, 19 de diciembre de 1907, 17.
Estadísticas al finalizar los primeros diez años de penetración adventista en el
Perú, según datos consignados en el Informe Estadístico de la Asociación General: 81
1907 1 19 4 29 2 50 4 37 329.21
81
F. L. Perry, “Peru”, RH, 27 de febrero de 1908, 19. Ver también: H. E. Rogers, Statistical
Report of Seventh-day Adventist, 31 de diciembre de 1907, 8.