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El artículo de “Dostoievski y el parricidio” fue publicado en 1928 por Sigmund

Freud, lo escribió porque se lo pidieron los editores Fulop-Muller y Eckstein, pues

serviría como introducción a los bocetos preliminares de Los hermanos

Karamazov.

Freud además de realizar estudios de psicoanálisis era un gran lector lo que

le llevó a aplicar algunas de sus teorías al ámbito literario. Dostoievsky representa

uno de los personajes que sirve a Freud para “dar nuevas pruebas de la validez de

su teoría. Partiendo de una explicación de la histeria, pasando por el estudio del

sueño, de los lapsus, de los juegos de las palabras, y de la sexualidad, había

perfilado una doctrina unitaria, sujeto a revisiones, pero, según él, aplicable tanto

al hombre normal como al neurótico”; 1 el carácter perturbado y la enfermedad del

escritor ruso lleva a Freud a aplicar la teoría del complejo de Edipo y la del

parricidio en él.

Freud destaca cuatro facetas de la personalidad de Fedor Mijailovich

Dostoievsky: el poeta, el neurótico, el moralista y el pecador. Hay que destacar

que de inmediato Freud resalta que “Por desdicha, el análisis debe rendir las

armas ante el problema del creador literario” 2 y no desarrolla su teoría en esta

faceta; sólo se limitará a hablar de las otras tres. Starobinsk señala que “Frente a

la obra, el psicoanálisis se declara incompetente para definir la esencia del arte.

Sólo podrá hablar de la personalidad del autor, es decir de una realidad

psicológica subyacente a la obra, anterior a aquella, pero cuyo conocimiento no

1
Jean Starobinski, “Psicoanálisis y conocimiento literario” en La relación critica (Psicoanálisis y literatura),
Madrid, Taurus, 1974 p. 203
2
Sigmund Freud, “Dostoievsky y el parricidio” en Psicoanálisis del arte, Madrid, Alianza, 2000 p. 219

1
permite aclarar todos los aspectos de las obras”. 3 Freud se basa en la

personalidad del ruso para explicar algunos aspectos de su obra, pues cree que

esto ayuda a comprender el trasfondo de sus obras literarias. Así que deja de lado

“el genio de los creadores”, en palabras de Starobinski, y sólo se centra en la

psique humana de Dostoievsky.

La segunda faceta es la del moralista y para Freud es la más atacable, pues

el escritor le falló a la humanidad; a pesar de saberse inocente del crimen que se

le imputaba acepta la acusación y se somete a la autoridad del zar y al Dios de los

cristianos; para Freud este es el punto débil de la personalidad del ruso. Pues en

Siberia, “con grilletes en los pies, compone un himno al zar que lo condena a

muerte siendo inocente, con una humildad que no alcanzamos a comprender besa

una y otra vez la mano que lo castiga”. 4 Dostoievsky se sitúa al lado de sus

carceleros y es por lo que le falla a la humanidad, pues no defendió sus

aspiraciones y se dejó someter.

La tercera faceta es la del pecador y en ella hay dos rasgos esenciales: “el

egoísmo sin límites y la intensa tendencia destructiva”. 5 Para Freud, Dostoievsky

se puede incluir entre los criminales por la temáticas y los personajes de sus obras

literarias. La mayoría de sus personajes son egoístas, violentos, asesinos y para el

analista estos son el reflejo de lo que el escritor sentía en su interior; sin embargo,

hay que señalar que “el fortísimo instinto de destrucción de Dostoievsky, que

hubiera hecho de él fácilmente un criminal, aparece orientado esencialmente en su

3
Starobinski, op.cit., p. 214
4
Stefan Zweig, Tres maestros (Balzac, Dickens, Dostoievsky), Barcelona, Acantilado, 2004 p. 118
5
Freud, op.cit., p. 220

2
vida contra su propia persona (hacía adentro, en lugar de hacía afuera) y se

manifestó casi como masoquismo y sentimiento de culpabilidad”; 6 entonces,

podemos señalar que la estancia en Siberia le causaba placer, pues con ello

redimía, en parte, ese sentimiento de culpa por la muerte del padre. Sus ataques

epilépticos significaban momentos de placer que, según él, no hubiera cambiado

por ninguna alegría del mundo “los tormentos son ganancias para él; los vicios,

progresos; los obstáculos, impulsos”.7

La cuarta faceta es la del neurótico; algunos críticos coinciden en señalar

que era un hombre huraño, hosco y reconcentrado en sí mismo. Tenía pocos

amigos, pues prefería permanecer en la soledad.

Como ya hemos mencionado, Dostoievsky “En medio de su cuerpo tenía

clavado como una estaca el más peligroso de los males, terrible y eternamente

presente símbolo de la muerte: la epilepsia”. 8 Él se consideraba un epiléptico y así

fue visto por las personas que lo rodearon; sin embargo, Freud traduce esta

epilepsia como “neurosis” y la clasifica como histero-epilepsia esto es histeria

grave. Asimismo hace la distinción de dos tipos de epilepsia: la epilepsia orgánica

y la epilepsia afectiva. Para Freud la epilepsia del escritor era afectiva, esta tiene

relación con la vida anímica y por lo tanto se traduce como neurosis; sin embargo,

acepta que no se puede probar del todo esta hipótesis, pues son necesarios más

datos. Para Freud la muerte del padre está relacionada con la neurosis que

padeció Dostoievsky.

6
Freud, op.cit., p. 221
7
Zweig, op.cit., p. 120
8
Zweig, op.cit., p. 121

3
Freud toma como punto de partida los primeros ataques que sufrió de niño

Dostoievsky, los cuales significaban la muerte, dichos ataques:

Suponen una identificación con un muerto, con una persona que ha

muerto realmente o que vive aún, pero a la que se le desea la

muerte... El ataque tiene entonces el valor de un autocastigo. El

sujeto ha deseado a otro la muerte, y ahora es él aquel otro y está

muerto. En este punto sienta el psicoanálisis la afirmación de que tal

otro es, regularmente, para el niño su propio padre. 9

Hay que resaltar que Mijail Andreievich, padre de Dostoievsky, era un

hombre pedante y cruel y por eso Fedor se sentía más feliz al lado de su madre,

pues ella lo protegía.

En 1839 muere el padre a manos de los campesinos de su aldea; todo

parece indicar que es debido a los malos tratos que el hombre les proporcionaba.

Fedor se enteró de su muerte

Cuando estaba en la Escuela de Ingenieros. Un mes antes había

dirigido a su padre una carta irritada reclamándole dinero desde

entonces había esperado una respuesta que no llegaba y lo maldecía

por su avaricia y su incomprensión. Cuando supo del deceso, sintió

que el crimen de los mujiks recaía sobre él, y según contó

posteriormente en varias entrevistas, desde el principio asumió que

debería purgar ese asesinato aunque no lo hubiera cometido, como

9
Freud, op.cit., p.225

4
si por un deber, inteligible sólo por él, hubiera absorbido las

responsabilidades de los verdaderos asesinos.10

Algunos de los biógrafos sugieren que los primeros ataques de epilepsia

surgieron después de este terrible suceso.

Freud menciona que la relación padre-hijo es ambivalente, pues por un lado

el niño siente odio hacia el padre, deseos de eliminarlo, pero por otro lado lo ama,

pues quisiera ser como él; es decir, hay una admiración, pero en el fondo tiene

deseos de eliminarlo. Sin embargo el niño siente miedo de eliminar al padre por el

castigo de la castración, así “por miedo a la castración, esto es, por interés de

conservar su virilidad, abandona el deseo de poseer a la madre y suprimir al

padre. En cuanto tal deseo permanece conservado en lo inconsciente constituye la

base del sentimiento de culpabilidad”. 11 Estos factores son los que constituyen el

complejo de Edipo.

Ahora bien, Freud introduce dos elementos importantes en su estudio: el yo

y el super-yo. Menciona que si el padre fue cruel y violento, como el de

Dostoievsky, entonces el super-yo se vuelve sádico; mientras que el yo se vuelve

masoquista. Entonces el yo busca constantemente castigo y es en el super-yo en

donde encuentra satisfacción, pues en él se almacena el sentimiento de culpa.

Así, pues, el castigo vendría siendo la castración.

En el caso de Dostoievsky, según Freud, el castigo se lo da él mismo

mediante los ataques epilépticos, para él son una bendición y no los cambiaría por

10
Sealtiel Alatriste, “Dostoievsky: morir mil veces” en Revista de la Universidad de México, UNAM, p. 105
11
Freud, op.cit., p. 226

5
nada. Freud señala que Dostoievsky busca ser castigado por manos de otra

persona para sentirse liberado, por eso cuando es mandado a Siberia acepta de

buena manera el castigo, pues esto representa la sustitución del castigo por

desear la muerte del padre; es decir, el zar es la representación de su propio

padre.

Dostoievsky refleja el tema del parricidio es una de sus más grandes novelas, me

refiero a Los hermanos Karamazov; el ruso dice por boca de Iván Karamazov que

“todos son culpables de la muerte del padre, él, Mitia y Smerdiakov la desearon y

se convirtieron en cómplices al no evitarla, todos vosotros también, porque todos

deseáis la muerte de vuestro padre, todos sois parricidas”; 12 Teresa del Conde dice

que “El trasladar la culpa a la humanidad entera conlleva la implantación de un

estigma que  como el pecado original la convierte en signo universal. De esta

manera Dostoievsky  por boca de Iván puede fraternizar a todos los seres

humanos y su responsabilidad no sólo se aminora sino que en cierto modo queda

redimida a través de la confesión”. 13 Algunos observan que Dostoievsky, por medio

de sus personajes, se refleja a sí mismo; es por esto que Freud ve en esta novela

la confesión de Fedor como parricida; además cree que el escritor no pudo librarse

de los sentimientos de culpa por haber deseado la muerte de su padre.

Starobinski menciona que “Cada obra satisface una función diferente en

relación a su autor y en su relación indirecta con el mundo. El psicoanálisis nos

incita a investigar cuál ha sido la función vital de la obra: aquello que el escritor ha

12
Teresa del Conde, “Dostoievsky y el asesinato del padre” en Las ideas estéticas de Freud, México, Grijalbo,
1994 p. 223
13
Ibid., p.223

6
querido manifestar en ella, u ocultar, o salvaguardar o, sencillamente, aventurar”. 14

Siguiendo con lo que propone este autor y con la teorías de Freud, Dostoievsky

confiesa abiertamente el deseo de muerte del padre.

Dejemos el tema del parricidio para hablar, ahora, de su manía por el juego;

según Freud el juego era un medio de autocastigo. T. Suero Roca en el estudio

preliminar de El jugador resalta que Dostoievsky “No es un jugador por hambre de

dinero, sino por una vida de sed inaudita, por avidez patológica de vértigo, por un

frenesí de las alturas... el juego es, para él, una provocación lanzada al destino; en

sus apuestas no sólo va el dinero, va toda su existencia”. 15 A Dostoievsky no le

importa perderlo todo, pues se siente vivo al retar al azar; cuando regresa a casa,

después de haberlo perdido todo, los reclamos de su esposa son un castigo; él se

humilla ante ella y le pide perdón. Es como señala Freud una forma de

autocastigarse. Las vivencias que le provocan el jugar a la ruleta es lo que lo

impulsa a escribir El jugador.

Dostoievsky se desquita con sus personajes “todos son unos grandes

dolientes. Todos tienen rostros descompuestos, todos viven con fiebre,

convulsiones y espasmos. Un gran francés horrorizado, llamó al mundo de

Dostoievsky hospital de neurópatas, y realmente ¡qué sombría y fantástica debe

de aparecer esta esfera, vista por primera vez desde fuera! 16 El escritor goza

haciendo sufrir a sus personajes, reflejo de lo atormentada que fue su vida, según

Freud.

14
Satrobinsk, op.cit., p. 220
15
T. Suero Roca, estudio preliminar de El jugador, Barcelona, Bruguera, 1972 p. 29
16
Zweig, op.cit., p. 144

7
El psicoanálisis ayuda mucho a la literatura en la medida en que no sobre

interpreten, pues no siempre lo que el escritor plasma en su obra es realmente el

reflejo de la personalidad del autor. Es verdad que la mayoría de los personajes de

Dostoievsky sufren ante alguna situación y casi siempre hay un epiléptico; sin

embargo hay que basarse en lo que la obra nos transmite y no agregarle cosas

que no hay.

Además, hay que señalar que a Freud no le agradaba del todo Dostoievsky,

pues en una carta dirigida a Theodor Reik le menciona que “Usted (Reik) está

totalmente en lo cierto al suponer que a mí no me gusta Dostoievsky; a pesar de

toda mi admiración por su fuerza y nobleza”; 17 esta frase podría encerrar la

repulsión que sentía Freud por el escritor ruso y tal vez pudo haber influido en el

estudio crítico de Dostoievsky y el parricidio, pero eso le toca cuestionarlo al lector

y de él depende si lo acepta o no. Hay que señalar que el estudio de Freud es muy

interesante, aunque creo que hay afirmaciones que no pueden sostenerse del

todo, como es el caso de la bisexualidad que ve en el escritor; tema del que yo no

hable porque no lo consideré del todo relevante. Sin embargo, el tema del

parricidio me parece de lo más interesante y bien fundamentado por Freud.

Bibliografía

17
Freud, op.cit., p. 193

8
Alatriste, Sealtiel, “Dostoievsky: morir mil veces” en Revista de la Universidad de

México, UNAM.

Conde Teresa del, “Dostoievsky y el asesinato del padre” en Las ideas estéticas

de Freud, México, Grijalbo, 1994.

Freud Sigmund, “Dostoievsky y el parricidio” en Psicoanálisis del arte, Madrid,

Alianza, 2000.

Starobinski Jean, “Psicoanálisis y conocimiento literario” en La relación critica

(Psicoanálisis y literatura), Madrid, Taurus, 1974.

Suero Roca T., Estudio preliminar a El jugador, Barcelona, Bruguera, 1972.

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