Seminario Internacional

O U 1 ACIO ,
DI CU
E IOTICA'
Lucrecia Escudero
Olga Corna

~I~··
UNR
EDITORA
IJN!V!!RSID~D N~CJON~L DB ROS~RJO
 Por lo tanto la fuerza de la parábola está en
mantener asegurado un marco de creencia es-
table, Juego un día cualquiera descubren con
asombro que creían que seguían creyendo en
algo que se ha transformado progresivamente.
He aquí la fuena de las fábulas. He aquí la
fuerza de la parábola: man tener un marco de
creencía que de pronto salta como en una con-
versión. Entonces tiene razón (. .. ) como les de-
cía ayer, en mostrarles corazones rojos, corazo-
nes negros y de pronto Uds. comienzan a darse
cuenta, tarde, que han saltado de un paradigma
teórico a otro paradigma teórico.
El discurso científico, por medio de Ja pro-
gresiva transformación homológica y analógica
abductiva y figurativa, hace que nosotros crea~
mos permanecer en el mismo paradigma cientí-
fico X nos encontramos de improviso con la im-
pres1on de un salto de creencia, de un movi-
miento de conver~ión, en. otra parte. He aquí
una de las estrategias del discurso figurativo. He
aquí una de las figuras de las fábulas; el de si-
mular que se cuenta una fábula y en realidad
se opera un razonamient-0. · las teorías filosóficas, psicológicas, están cons-
So_bre las estrategias de la creencia, que son
también estrategias de pasión, quisiera hablarles
mañana, si alguno de Uds. sigue teniendo inte-
rés en el poder de las fábulas.
!2
• El discurso de las pasiones.
La historia de la filosofía hoy día debe leerse
con extraordinaria atención, para ver las tipolo-
gías de pasión. Podríamos tal vez rehacer todas
las historias nlosóficas a partir del hecho que
hemos elegido u na cierta pasión. Piensen en
Nietzche, la elección de una pasión fundamen-
tal¡ piensen en Heidegger; piensen en Hobbes,
que basa todo el contrato social sobre el mie-
do, el miedo al otro; piensen en Smith, funda-
dor de la economía poh'tica, que articula todo
el ser del hombre económico en Ja avaricia, en
el deseo de querer acumular más que los otros.
Es decir, en otros términos, que gran parte de
truidas sobre una pasión fundamentaL Piensen
en la gran mayoría de muchas filosofías moder-
nas que están construidas sobre el deseo. Píen··
sen ... por qué no piensan en lo opuesto, en
construir la filosofía sobre el disgusto, Ha_y
muchos estilos, el ( ... ) es una actitud( ... ) cons-
truida sobre el disgusto del mundo por ejemplo.
Por lo tanto, en otros términos, nosotros
podemos imaginar seriamente de pensar que
una tipología pasional no está de acuerdo con
nuestras costumbres, y trataré de explicar la
razón.
Hasta el 1600/1700 los lingüistas, los retó-
rícos, eran tan sensibles ante este problema
que el abad( ... ) -que era un filósofo, un retóri·
co de la época de Descartes-, podía hacer una
lista de las figuras retóricas e intentar hacer
corresponder a cada una de ellas una pasión ca-
racter{stica: esta es la autoconciencia muy fuer-
te. El fin de la retórica en n/cultura ha hecho
desaparecer también el fin de la última unión de
la intuición entre el lenguaje y la pasión. Fon ta·
nié que ... -Uds. saben que cuando nosotros ha-
blamos de figuras retóricas las clasificaciones en
figuras de palabras y figuras de pensamiento-,
pero si Uds. miran por un momento a Fontanié
por ejemplo, había también figuras de pasión.
¡,Y saben cuándo desaparecieron? Desaparecie·
ron en el 1800, durante el período romántico
Paradójico, ¿verdad? La que nosotros conside-
ramos la época más apasionada es la que ha eli-
minado la relación entre el lenguaje pasional y
la explicación sistemática, descriptible. Pero es
Ja desconfianza del Romanticismo hacia la Re-
tórica.
El retomado interés por el lenguaíe es hoy
retomar interés por los textos y al mismo tiem-
po por sus efectos, pero no los efectos reales,
los efectos de texto.
Observen el texto de Kafka en v/poder e in"
tenten describir las variaciones pasionales entre
los oyentes, aquellos que creen•en el vagabundo
y en su caja con dientes de leche, y observen las
variaciones de pasión que lo caracterizan a él.
Escuchen, un simpatizante que pregunta, luego
algunos simpatizantes se van pero otros tienen
una cierta curiosidad, una cierta suspensión.
Esto es interesante, recuérdenlo, suspensión
que se comunica, se preguntaban que habría en
aquella caja cerrada y por amor a la caja, curio·
sidad, suspensión, simpatía, amor, volvían a pe-
dir alojamiento . Ahora bien, la curiosidad no
envejece, la tensión ( •.. ). Atención, manténgan-
se en este tiempo; hemos dicho suspensión,
ahora der.imos tensión, ... es m:ís, al1ora entra
la curiosidad, una indiferente y lejana piedad
peor que la indiferencia, es la lejanía. ¿Han
observado la transformación pasional'? Tienen,
al comienzo, algunas personas curiosas, en sus-
penso; luego comienzan a ser menos curiosas,
pero tienen aún un poco de tensión, luego ím-
prevístamente se tornan piadosas, indiferen!es,
ele.
Por lo tanto, nosotros, por norma, en los
textos no leemos estas cosas. Es decir, noso-
tros tenemos la costumbre de leer en los tex-
tos las representaciones de contenidos conduc·
tivos, no leemos las transformaciones pasiona-
les. Ahora bien, un te¡<to no es sólo un lugar de
transformación -si me permiten- de valores
y contenidos, y acciones y personajes. No; es
un lugar de transformaciones de pasión. Por lo
tanto Uds. pueden mirar cada texto como un
simulacro que describe bien los recorridos de
transformación pasional.
Entonces, primera definición: todo texto
es un lugar que simula transformaciones de pa-
sión. Pero si Uds. miran en este momento el
mismo texto para ver qu,é sucede con el vaga-
bundo, observarán que -pero serán Uds. en des-
cubrirlo- también él vagabundo tiene una des-
cripción con una importante varfocíón pasional.
Esto significa que nosotros tenemos dos po-
sibilidades: o nosotros tomamos los dicciona-
43 123
ríos pasionales y entonces pern1ítannrn darles
una indicación de lectura, una índicación peda-
gógica que es la de leer la Etica de Spinoza. En
Ja Etica de Spínoza está la más hermosa tipolo-
gía que se haya construído --aun cuando no ha-
ya logrado construirla completamente·- la mds
hermosa tipología de pasiones que se haya cons-
truido. Curiosamente, el hombre que ha escrito
una hermosísima tipología pasional es Desear-·
tes; el hombre que consideramos m6s raciotrn-
lista es el que ha escrito el más elegante sistenrn
pasional. Pero si contimlan, hasta M. Scheller
tiene una típología de pasiones, y no hablo de
Freud.
. En Semiótica nosotros procuramos hablar
de "patema"; así como decimos de los foue-
mas o de los scmemas, intentamos hablar de
paternas.
En italiano la palabra paterna es una palabra
banal, se usa tanto como la palabra spaghetti,
tomates, por lo tanto la palabra palema no es
un término técníco, pero indica algo íntere-
san te.
Se puede pensar en demostrar cómo en las
palabras hay una organización lógico semántica
"sul giacere". ¿Es posible intentar demostrar
una construcción sem;íntica pasional subyacicn-
te a la diversidad pasional? Atención que éste
es un problema muy interesante cuanto Uds.
deben traducir las pasiones de un idioma a
otro. ¿Saben que es una de las cosas más difí-
ciles, extraordínariatncn te difícil traducir algu-
nos términos pasionales de una lengua a otra?
Hoy he intentado pedir si se podrá traducir
la palabra "gioia" y me han respondido: ale-
gría. Y yo he pensado, en italiano se dice ale·
gría, pero también se dice "gioia", y "gioia"
es más abstracto y más intenso, hasta más plm-
tual. Por ejemplo entre el rniedo y el horror,
Uds. pueden decir que el miedo es más dura-
dero y menos intenso, y que el horror es más
puntual: más inmediato, más int~nso, ¿de
1cuerdol, no me parece una cosa complicada.
?or lo tanto nociones como la de intensidad,
nayor o menor intensidad, o bien nociones
:amo puntualidad o duración, son buenos sis-
emas elementales a técnicos para describir
·ratos comunes de persecución. En otros tér-
1.1inos cuando n/amigo Kafka dice muy tcn-
uonado, muy eu suspenso está diciendo (. .. ),
~s ?ecir está diciendo que en diversos tipos de
iasmnes pueden aparecer diversos tipos de
... ), por ejemplo la angustia es más duradera y
;I horror, el espanto es más puntual.
. Entonces, yo hago una propuesta muy tti-
1ial, pero que tiene un fin. El fin no es el de di-
•idir el lenguaje que ya dice lo que quiere dccit
:n la unidad por el simple gusto <le un co11oci-
24
miento como fin a sí mismo; esto no resulta ill·
teresantc, es decir, la descornposíción del len-
guaje como se descompone la realidad no pre-
senta ningún interés, los átomos, las células no
presentan interés si no provocan un ambiente
de conocimiento. Ahora bien, hay un ambiente
de conocimiento que es éste: cuando se encurn-
tran delante de una acción a la cual le corres-
ponde una pasión, que logra .crear una pasión,
Uds. tienen el problenrn de tlcmostrnr c¡ue l!ay
de algún motlo una relación cnlre uno y olt o
que explica por qué un cierto tipo de acción
crea un cierto tipo de pasión. Por lo tanto U cls.
necesitan de categorías comunes a la acción y
a la pasión para intentar explicurla,
Ahora bien, la puntualidad y la tensión son
características de las acciones como lo son de
las pasiones. Para un estudioso de la lengua es
obvio decir que existe e11 la lengua la ( ... ), lo
que nosotros llamamos "J'aspettualitá"; la di-
mensión por ejemplo es puntual, figurativa,
interactiva, incoativa, etc. En otros términos
quiere decir que las acciones exprimen, pue-
den exprimir en un proceso, el inicio, el final
de proceso ... , y expresar más de un proceso.
Decir "estoy saliendo" exprime el inicio tlc
un proceso, por Jo tanto la lengua tiene muchí-
simos sistemas gramaticales y semánticos y tam-
bié~ lexicales para exprimir esta idea de que las
acctones son procesos y ele que las pasiones son
procesos. Los estados -las acciones son esta-
dos, pero estados tensos-- ... en alguna medida
la metáfora de Kafka al decir c¡ue pueden Uds.
esperar a alguien muy distendidos, muy tensio-
nadus, muy en suspenso, muy relajados, etc.
Hay uua hermosa historia de Barll1es que da
un muy buen ejemplo de la espera, como así
también un hermoso ejemplo del secreto (de la
privacidad). No resisto a la tentación de con-
társelo; es el problenia de los lentes ahumados.
Cuando alguien llega a una cita con lentes ahu-
mados y el otro Je pregunla ... ¿Por qué llevas
l~ntes ahumados'! Naturahncntc que si es inte-
ligente no preguntan\ nada; pero si preguntase
el otro quilándose los len tes muestra los ojo~
llorosos, hinchados, y llora diciendo que es un
malvado, que es un monstruo que quiere hacer-
lo sufrir, etc.; por lo tanto un secreto, los len-
tes ahumados lo son, detrás de los cuales les
espera vuestra culpa.
Uarthcs dice que si llegan a uua dta, Juego
de esperar un poco -·esto es igual en todas par-
tes, en Argentina, en ltalja, en Alemania, etc.-
después de esperar un rato Uds. empie7.an a sen-
tirse rnuy inquietos, y esperan el primer cuarto
de hora, la primera media hora muy inquietos.
Después de media hora están furiosos, absolu la-
mente furiosos; hay una transformación pasio-
nal intensa. Supongamos que Uds. siguen espe· pero en realidad es la más social de todas las
randa. Si así fuese, de pronto la cosa empieza a pasiones. Hay circunstancias en las cuales Uds.
no importarles más. Ya eslfo desesperanzados, tienen la obligación social de demostrar que
piensan que ya no vendrá, no hay tensión, están están en una situación embarazosa. Les doy
perfectamente relajados. La otra persona llega un ejemplo. Yo lo encuentro en la calle y le
después de dos horas y Uds. sienten una vaga digo: "Ud. es verdaderamente un genio!";
sensación de agradecimicn to, una especie de "Tú eres la persona más inteligente que yo
indiferencia mezclada con un poco de agrade- haya conocido jamás", el más hermoso, el más
cimiento: "¡Menos nwl que llegó!". Sugiero inteligente, el más simpático" Inmediatamen-
por lo tanto, después de .la lectura de la Et.ica te tienen dos soluciones: la primera es decir:
de Spinoza, que cuando tienen una cita o bien "Sí, pero mantente alejatlo" y la ironfo seria
lleguen puntuales o bion después de dos horas. decir lo contrario; o bien dicen: "No, por fa-
vor no exageremos", pero internamente está
Permítanme re lomar a mi hipótesis, es decir convencido de ser el más bello, el más inteli-
a Ja que dice que se pueden descomponer los gente, y socialmente está obligado a dar algu-
sistemas pasionales. Esta no es una idea de Jos nas señales que indiquen que es otro. En otros
semiólogos, es una idea de los filósofos históri- términos, la pasión es un lugar de relaciones
cos. Los filósofos históricos habían dicho que sociales doble, es decir que en la pasión de em-
era posible describir la esperanza, que los es- barazo están atados al hacer del otro, a su exa-
toicos condenaban, o bien ( ...) por medio de geración en el cumplido y al mismo tiempo a
sistemas simples. Decían: la esperanza es una vuestra respuesta. Es decir que la pasión es una
tensión de espera de una acción del otro -el configuración de estado que como el dios roma-
otro puede ser: yo, Uds., un evento físico-, no de dos caras, una hachi un lado y la otra ha-
es decir una tensión hacia algo positivo, algo cia otro lado, que de alguna manera mira hacia
que tiene desde el punto de vista de la moda- Ja acción que recibe y de otra hacia vuestra ac-
lidad, Ja posibilidad de suceder en el futuro. ción futura, la pasión es un dios con dos caras:
La añoranza es lo opuesto, es esperar de un interpreta las acciones y conduce las acciones.
acontecimiento positivo, hacia el cual Uds. tie- Uds., pueden en las transformaciones pasionales
nen una tensión, algo que ha sucedido en el pa- ser al mismo tiempo Jos destinatarios de una ac-
sado. ción y el destinante de la acción, el receptor y
Ahora bien, los estoicos que cre1·an en el el emisor de la acción.
"pathos", a su debido tiempo encontraron es- He aquí por qué la lingülstica huy día se pteo-
túpida la esperanza en el futuro, pero necesa- cu pa especialmente del problema <le las pas,io-
rio el ( ... ) en el pasado; el pasado es necesario. nes, en la descripción de discursos, porque las
Absurdo, pero esto ha permitido a los históri- conversaciones (los discursos) pueden se1 des-
cos definir las pasiones como las enfermeda- criptas como dos actos linguísticos, pero entre
des de la época, y esto resulta muy interesante. el primer acto lingüístico y el segundo hay en
De alguna manera la pasión es una distor- el medio una transformación pasional, que !ta-
sión del tiempo. Esto significa que algunas pa- ce que si Uds, interp1etan mi cumplido: "Eles
siones se pueden describir usando la tension, verdaderamente inteligenle" como un insulto,
pero usando también la temporalidad, por es decir que Uds. lo interpretan erróneamente.y
ejemplo pasado, futuro, etc. yo en cambio lo digo sinceramente, y Uds. 10
toman como un insulto o una ofensa, vuestra
No quisiera insistir sobre este pr?blema,
pero cuando anteriormente les descnbia vues- respuesta será muy distinta.
tra espera de una hora y les decía que estaba~1 En otros términos, para entender las secuen-
furiosos ... se dice ira; y el problema de descn- cias de las acciones, Uds. tienen necesidad de
bir Ja cólera o la ira. Atención que la cólera entender las secuencias de la~ pasiones interme-
y la ira implican mucho más, implican que diarias de las acciones; sin la rccatcgorización
Uds. -la cólera no es una rabia al singular, modal, aspectual que sufren después de la ac-
es una pasión social- porque Uds. que estaban ción del otro, no existe explicación para vues-
esperando tenían una expectati\;a de esperanza tra transformación. Insisto sobre este punto
sobre alguien y el otro la traiciona (es decir fa- porque la lingüística actual in ten t~ ex plica.r la
lla). La cólera no es un furor individual, es la conversación como cadenas de acc10nes, mien-
reacción pasional a la traición de una espera . tras el único modo de explicación es el de de-
De acuerdo, es una pasión social como tantas mostrar que la conversación es un conjunto de
otras pasiones sociales, como el embarazo (la transformaciones de información, de transfor-
turbación). Ahora bien, lo interesante de la maciones de acciones y de transformaciones de
turbación es que parece una pasión subjetiva, pasiones. En otros Lérminos, nosotros debemos
l(, "12 5
dar, en lo posible, una definición elemental de
las dimensiones pasionales que nos posibilitarán
demostrar por ejemplo cómo manipulamos a los
otros.
Quisiera dar un ejemplo de manipulación por
provocación. Uds. saben que las provocaciones
son siempre reaccionarias, pero no saben por
qué el provocador es un reaccionario. Hay una
explicación, una explicación técnica.
El provocador intenta, en la mayoría de los
casos, hacer de modo tal que Uds. actúen, que
Uds. tengan algún comportamiento que reaccio-
ne en la dirección de vuestro ser; por ejemplo
"Tu no eres una mujer; no eres una verdadera
mujer", o bien: "Tu no eres hombre, no eres un
verdadero hombre". Hermosa provocación.
¿Qué quiere decir? Quiere decir que Uds. esta-
ban pasando de algunos valores masculinos a
otros femeninos, y que el provocador les evoca
esos valores y los invita a probarlo. La única res-
puesta a la provocación es: "No, no soy un ver-
dadero hombre", o bien "No soy una verdadera
mujer", "Soy un mutante" les sugiero esta res·
puesta.
Esto también ocurre en la política izquierdis-
.a: "no eres un verdadero marxista", la res-
Juesta sería: "no, soy un marciano" ...
La provocación es un llamado a asumir el rol
le cada uno, al deber ser de vuestro rol.
Quisiera darles otro ejemplo que he sabido
1sar. Cuando Uds. s.on banalmen te heterosexua-
es, muy frecuentemente los amigos homo-
exuales que sienten por Uds. una simpa tía co-
no por ejemplo el vagabundo, una indiferente y
~jana piedad -peor aún que la indiferencia es
3 lejana piedad-, les dicen que en el fondo
Jds. son homosexuales reprimidos; yo por lo
eneral respondo; "No, Uds. son heterosexuales
~primidos", pero este es un juego ...
Todos estos sistemas no son constataciones,
s decir: "no eres una verdadera mujer", no es
na constatación, no es una información, es
na provocación para que asuman un rol que
ds. estaban abandonando. Esto significa que
1 provocación es reaccionaria porque quiere
bligar a desempeñar el rol.
Bodeard dice que la seducción es tal vez el
nico momento de ... , dice que él no es conser-
1dor con la condición de que nosotros abando·
~mas la hipótesis de que la seducción es pro-
a de ui:i individuo inteligente y malvado que
rae hacia sí a alguien inocente y estúpido, por
>s razones (. .. ). Muy frecuentemente los se-
1ctores no son más que seducidos que creen
r seductores.
!6
Una amiga mín me contaba de un amigo ita-
liano que pasaba por ser un gran seductor, di-
ciendo que era un hombre que había sido sedu-
cido por todas las mujeres.
14.8.86
..., el miedo, como muy bien lo dice Heideg-
ger, como ha sido muy bien explicado por el
psicoanálisiis, no es la certeza de la acción cruel
y malvada del otro. No, el miedo es la esperan-
za hasta el final, que no les ioque a Uds . El mie-
do ... , nosotros estamos asustados porque tene-
mos dudas¡ si supiéramos que e'[ otro nos ai'ne-
naza de veras, no estarlamos asustados, estaría-
mos desesperados, y el que está desesperado lu-
cha, mientras que el que está asustado no. El
miedo es, por definición, la incertidumbre,
mientras que la alegría es por definición la cer-
teza. El miedo es en alguna medida el hijo de
una esperanza equivocada; es la esperanza hasta
lo último de que la amenaza no sea para uno, y
el egoísmo de que sea para el otro. La alegría
tiene otro color; tiene un color categórico: sí o
no. El miedo tiene un color gradual, reserva y
admisión. Los contratos de alegría son contra-
tos de certeza; los de miedo son contratos de
inseguridad, de dudas, de reservas, de "sfumag".
He terminado y quisiera darles sólo un ejem-
plo, y es un ejemplo de la opera Norma de Be-
llini. Se las dejo escuchar y luego intento expJi.
car muy rápidamente. Sigan Uds. el texto que
tienen en su poder. Yo trataré de explicar por
qué me parece un modo de afirmación de la
alegría.
Quisiera dar dos indicaciones al finalizar este
curso que en cierto modo es como un acto de ...
Saben que cuando se dice por formulismo: "los
saludo, he tenido sumo placer de estar en Rosa-
rio, han sido Uds. un público atento, etc. etc.,
existe siempre una leve sensación de hipocre-
sía. Se recurre a frases hechas para esconder el
hecho de que no siempre logramos decir bien
las cosas que queremos. Las cosas que queremos
son las que nos resultan más difíciles de expre-
sar, porque son interrumpidas por la emoción,
porque la pasión es precisamente la interrup-
ción del lenguaje -este es otro problema de los
cuales no he hablado- pero cuando falta lapa-
labra está el canto para explicar la pasión, y se
podría decir que cuando falta el canto está la
danza.
Entonces yo he preferido, en vez de algtin
saludo hipócrita, compartir con Uds. un tex-
to que quiero mucho y que se encargará de ha-
cer el trabajo por mí.
Quisiera sólo subrayar algunas cosas. En la
historia como han visto, Norma se acusa de ha-
ber sid~ ella la cspfa por amor hacia l'oleon,
que es el cónsul Romano. Norma era sacerdo-
tisa de los Galos, pero Poleon no la amaba más
y en cambio ama a otra. Norma, primero tiene
la intención de acusar a la otra, pero Juego se
autoacusa y dice la verdad, y dice en aquel her-
moso momento: "La responsable soy yo".
Un amigo musicólogo ha explicado esto de
una manera perfectamente modal. Dice: "son
iiiiooo ... ", pero ella de alguna manera se asume
toda a sí misma y depone completamente toda
sí misma. Hay un momento de completa acep-
tación modal: "Y o soy aquella que puedo, quie-
ro y debo decir que soy yo", y al mismo tie.n~po
el reconocímiento por ser yo es una depos1c1ón
de toda su competencia, es la rendición delante
de Ja muerte y la responsabilidad. Pero al mis ..
mo tiempo es la salida de la mentira y del en-
cuentro con la verdad. Uds. saben que la
verdad es siempre un poco depresiva. La verdad
existe cuando no hay nada para esperar, y en-
tonces he aquí la verdad. Pero observen que el
padre y los Galos no le creen. Si han leído el
texto ellos dicen constantemente: "no, no es
verdad asegúralo, no te creemos". Han obser-
vado l~ larga pausa de la orquesta después ,de
que ella dice: "Soy yo". Hay un silenci~ de'in-
credulidad.. Luego, constan temen te nuentras
Poleon y ella cantan, el padre y los Galos. ca!1-
tan su incredulidad y piden, como en n11 lus-
toria de Kafka, que se les asegure que la verdad
no es la verdad; piden una ilusión. Y aquí se
produce un fenómeno muy curioso, Poleon que
intuyó esto, si recuerdan el texto, en seguida
dice: "No le crean", es decir que él juega la es-
trategia de Jos Galos: quiere morir pero no
quiere que ella muera, e!1tonces <líe~: "No le
crean". Entonces ella dice, reasumiendo sus
poderes: "Norma no mi:nte", .que es una para-
doja lógica tradicional. Es prec1sar:iente la para-
doja de quien miente, porque, o bien Norma ha
mentido siempre, que por otra parte es la a ver-
dad y entonces en este caso también miente,
pero en este caso está diciendo la verdad.
Estamos delante de un ejemplo natural de
paradoja lógica, que no es paradoja porque to-
dos le creen, porque ella, no obsta.nte que h~
mentido siempre, tiene tanta auton<lad y esti-
ma como para ser creída lo mismo. Por lo tanto
las paradojas lógicas son funciones construidas
por los profesores, con "tecnematic" El acto y
Ja vida dicen otras cosas, Norma dice: "Norma
no miente" y al mismo tiempo, "diciendo que
siempre he rnen ti do, digo la verdad" Es una pa-
radoja muy simple. , . .
.Ahora bien, se presenta un ultuno fenomeno
interesante: Poleon ama a otra, y Norma, por
deseo de venganza, decide abandonar la pas1on
alegri'a, pero los Galos creen verdaderamente
c¡ue Norma y Poleon se aman y es por esto que
los condenan a la hoguera . En realidad, Poleon
y Norma, que ya no se amaban, suben a la pira
jugando el falso rol de dos que se aman. Por lo
tanto, el público sabe que ya no se aman, los
hombres que los queman saben que no se aman,
pero ellos mueren juntos corno. si ~n verda~ se
amasen. Hay un verso extraordmano que .dice:
"Moriamo ... , sL. Moriamo" que es perfecta-
mente ridículo si no fuese que está pronuncia-
do en la convicción de una absoluta aproba-
ción de Ja ficción hasta la verdad. La prueba
está en que Poleon dice: "con mi remordimien-
to ha renacido el amor", pero Norma no lo di-
ce; Poleón es un hombre y por lo tanto es tal
vez un poco más débil. Es decir que la alegría
de Norma es más fuerte y al mismo tiempo es
el reproche: "Tú nunca has compr_endido !nis
virtudes, y ahora, en esta hora ternble, es este
el momento", y lJ ds. verán que al final de lla
historia del disco Norma termina cantando
"Y o soy feliz, yo s~y feliz, yo soy feliz".
Esta prolunda idea tle la posibilidad de. apro-
bación de la vida hasta la muerte, es decir que
la muerte no es ... , es decir que los hombres vi-
ven como si la muerte no existiese, pero ello no
significa debilidad de conocimiento, es una
fuerta de la pasión, es decir vivir como aproban-
do la vida hasta dentro de nosotros es una expe-
riencia que la Semiótica ·-aquí la Semiótica es
interna, como la Biología es interna a la vida,
como la física es interna al universp ..-, pero
que nosotros tenemos como experiencia pasio-
nal en la lectura de textos (. .. ).
Faltaría sólo escuchar el final:
Han escuchado a la Callas diciendo "Yo soy
feliz, yo soy feliz...'', Poleon finalmente dice:
"Y o soy feliz, yo soy feliz", y suben a la ho-
guera.
Se podría pensar que se trata de un acto ro-
mántico y en realidad no 19 es. Ciertamente era
un contrato de ficción .
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