La viabilidad económica es poder vender el producto a un

precio mayor al coste que pagaste para obtenerlo, en cambio,

la viabilidad financiera es tener la capacidad para poder
soportar los gastos a corto, medio y largo plazo.
El estudio de la viabilidad económica no es otra cosa que la
evaluación del proyecto. En esta parte se calcula la
rentabilidad del proyecto. Para ello, se utilizan diversos
indicadores, los más usados son el Valor Actual Neto (VAN) y
la Tasa Interna de Retorno (TIR), también se puede usar la
razón Beneficio Costo (B/C), indicadores de Costo Efectividad
o de Período de Recuperación de la Inversión.

En este estudio se debe evaluar económicamente todas las

opciones encontradas en los estudios anteriores. Es necesario
analizar todas las alternativas que resulten de combinar las
diversas opciones técnicas, financieras, de gestión y de
mercado encontradas en los respectivos estudios de
viabilidad. A veces una opción técnica que fue desechada en el
correspondiente estudio de viabilidad, puede resultar
conveniente al hacer un análisis integrando opciones de
gestión, de mercado, legales y financieras.

En esta parte se ordenan los ítems de inversiones, de ingresos

de operación (información que proporciona el estudio de
mercado), los costos de operación, impuestos, depreciación,
etc. Con estos ítems ordenados se construyen los flujos netos
de ingresos futuros, que son el insumo básico utilizado en la
evaluación económica del proyecto.
  Mayor atención a las PYMES

Creación y fortalecimiento del financiamiento y asistencia a las pequeñas

y medianas empresas (PYMES), como motores del desarrollo económico.

sin duda, estamos ante una propuesta interesante que ayudará al empuje del ciudadano
que tiene interés en iniciar un proyecto pyme. No olvidemos que estas unidades
productivas son muestra del ingenio del peruano emprendedor que ha sabido impulsar
negocios al punto de convertirlos ahora en abastecedores del mercado internacional
gracias a los tratados de libre comercio.

Por otro lado, por todos es conocido que, al momento de requerir un crédito al sistema
financiero, este pide una evaluación integral de la empresa, pero dichas diligencias
evaluadoras tienen un alto costo que es estudiado por un comité consultivo, de tal forma
que las oportunidades de financiamiento se encarecen o son escasas, dándose con la
ingrata realidad de frenar su entusiasmo emprendedor.

Ante esta situación, el Poder Ejecutivo ha determinado, entre sus medidas de reactivación
económica, que las pymes tengan un mayor acceso al crédito formal y ha propuesto un
mejor marco de formalidad a fin de ampliar la base tributaria del 15% al 18% para que de
esa manera contribuyan al crecimiento del PBI y aporten a la expansión económica del
país con proyectos dinámicos que favorezcan a la sociedad.

Tales disposiciones permitirán incrementar las ventas en un 35% y aumentar los puestos
de trabajo, de acuerdos con las primeras proyecciones.

A lo señalado, dicha asociación público-privada tendrá un punto de inflexión cuando el

Poder Ejecutivo logre un alto nivel de formalización al brindarle facilidades y otorgarle más
oportunidades de financiamiento. El país es consciente de que dichas unidades
productivas juegan un papel fundamental en la generación de empleo productivo y en el
impulso del desarrollo socioeconómico.