Nace el 29 de noviembre de 1958 en Barranco, Lima.
Sus padres fueron: Eugenia Delgado Cabrera y Hermógenes Moyano Lescano Tuvo seis hermanos: Rodolfo, Raúl, Carlos, Narda, Eduardo y Martha. Se casó con Gustavo Pineki tuvo dos hijos: David y Gustavo. Fue parte de la migración masiva al desierto de Pamplona, cuando tenía doce años. Fue de las primeras personas en poblar la CUAVES (Comunidad Urbana Autogestionaria Villa El Salvador) en el sur de Lima. Estudios: Para estudiar, se trasladaba, muy temprano y en transporte público, hasta Surco, varios kilómetros al norte de Villa El Salvador, al colegio "Jorge Chávez“. A los quince años de edad, María Elena terminó sus estudios secundarios. Sus hermanos querían que ella y su hermana Martha estudiasen en la universidad, pero, al principio, María Elena lo rechazó. Ella y una compañera querían ser oficinistas y se matricularon en un curso de técnica en oficina que ofrecía la Universidad de Lima. Postuló a la universidad Inca Garcilaso de la Vega, logrando el ingreso para la carrera de Sociología. Entre los años 1973 y 1975, fue presidenta del grupo juvenil "Renovación" que estaba dedicado a la realización de actividades de canto y teatro y a difundir, mediante charlas y mesas redondas, las maneras cómo los jóvenes debían combatir la drogadicción y la incomprensión familiar. Liderazgo y Activismo: Su vida cambió cuando fue elegida subsecretaria en la organización FEPOMUVES (Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador). Luego fue dirigente en el club de Madres “Micaela Bastidas” que defendía a las madres de la manipulación de Ofasa y otros organismos gubernamentales. En 1986, en la segunda Convención de la FEPOMUVES sale nombrada presidenta y en mayo de 1988 la eligieron para el mismo cargo. En 1984 fue designada presidenta de FEPOMUVES, durante su gestión obtuvo la dirección del programa del Vaso de Leche con apoyo del alcalde Michel Azcueta. En 1989, fue elegida como teniente alcaldesa de la municipalidad distrital de Villa El Salvador, como integrante de la lista del movimiento político Izquierda Unida, que encabezó el señor Michael Azcueta. Acciones Terroristas: Si bien Sendero Luminoso había incursionado con atentados en Villa El Salvador desde inicios de los ochenta, según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), fue el 1989 que su presencia se hizo más notoria y, frente a las resistencia de dirigentes sociales de la zona, emprendieron atentados, como el asesinato del prefecto del distrito en 1991. Una de las que se oponía a la influencia de los terroristas en la zona fue María Elena Moyano, contra quien Sendero Luminoso enfiló amenazas de muerte. Por ese motivo, la Policía Nacional le asignó seguridad personal. El 14 de febrero de 1992, Sendero Luminoso convocó un "paro armado”. María Elena dirigió una marcha por la paz en respuesta, junto a un grupo de mujeres. Asesinato: Un día después del paro armado, un 15 de febrero, María Elena Moyano pasó toda la mañana con sus hijos en la playa. Pese al constante riesgo impuesto por las amenazas de los terroristas, ella se había comprometido a asistir esa tarde a una pollada organizada por un comité de vaso de leche. Llegó en la tarde, el efectivo policial que la acompañaba se quedó afuera, ella entró con sus hijos y fue cuando una joven le disparó al policía y luego ingresó para localizar a María Elena y dispararle dos veces: una en la cabeza y otra en el pecho. No siendo suficiente para ellos, Sendero dinamitó su cuerpo con cinco kilos de explosivos. Al día siguiente, un ataúd simbólico paseó por las calles de Villa El Salvador hasta el cementerio “Cristo Salvador”. Miles de personas acompañaron su féretro, gritando: ¡Sendero Luminoso, cobarde y asesino! En un último acto de cobardía, decidieron dinamitar también su tumba con el propósito de infundir terror. Su esposo e hijos tuvieron que buscar asilo político en España. ¿Qué fue lo que significó para el Perú en ese entonces?: "El asesinato de María Elena marca uno de los hechos políticos que le dieron la sentencia de muerte a Sendero Luminoso. La respuesta, nacional e internacional, fue: hasta acá nomás” Al día siguiente el diario La República publicaba en su titular la frase: