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Quinto Documento de Trabajo - El Neoliberalismo tardío

Trump y la ilusión de la desglobalización


Por Alejandro Pelfini

Originalmente, este texto se presentó en forma En el contexto actual, y justamente en una


de ponencia en el I Congreso Nacional de Esta- publicación sobre el Neoliberalismo tardío, re-
do y Políticas Públicas organizado por FLACSO sulta imposible no aludir al sorprendente triun-fo
Sede académica Argentina y por la UMET, el 01 de Trump en los Estados Unidos y al forta-
de diciembre de 2016, en un panel cuyo título lecimiento de liderazgos de derecha en Europa
era: Nueva etapa de la globalización: ¿Fin de la Occidental, fenómenos que abren una serie de
multipolaridad? Allí indicaba que más que fines reacciones particularistas, proteccionistas y de-
o cambios de ciclo, como aparecía en el título de fensivas en varios países. De este modo, se yer-
dicho Congreso, prefería hablar de flujos u olea- gue un curioso escenario global que, más que
das. Desglobalización y globalización coexisten continuar en la senda del Liberalismo y Neoli-
y se suceden, así como diferentes son las dimen- beralismo ya conocidos, se muestra iliberal en
siones que, en un momento determinado, se varios aspectos y adopta una retórica anti-élites,
globalizan y aceleran, y, en otros momentos, no. a pesar de que sus principales líderes y funciona-
Entonces, más que fin de la multipolaridad, uno rios pertenecen tanto al establishment como los
puede hablar de una resignificación de la misma anteriores. Este texto, que pretende indagar en
o de una devaluación circunstancial con algunas este novedoso pendant del Neoliberalismo tar-
características específicas. En otra oportunidad, dío vernáculo en los países centrales, se estructu-
de reciente desaceleración y de debates en torno ra en base a cuatro tesis fundamentales.
a un supuesto “fin de la globalización”, la de la
crisis económica del 2008 (con impacto global, Primera tesis: Más allá de lo atónitos
pero que afectó y se originó fundamentalmente que nos ha dejado el triunfo de Donald
en los países centrales), señalábamos que “el au- Trump en los Estados Unidos (sumado a
mento de costos de la energía y del transporte en la coyuntura regional), puede verse algo
general (más allá de la baja circunstancial del rescatable en esto que tiene que ver con
petróleo), la persistencia del Estado Nación y la la reemergencia de la política o, mejor
vuelta de una tónica realista en las relaciones in- dicho, de lo político, en cuanto a la
ternacionales, no sólo no parecen afectar otras capacidad para construir nuevos
formas de intercambio e interdependencia más escenarios y de contraponer nuevamente
allá de las comerciales y financieras, sino que in-
cluso las refuerzan: nada parece detener ya a la
el lenguaje de las pasiones y emociones a
digitalización, el avance de lenguas globales, la la fría arrogancia de los expertos.
circulación y la hibridación de símbolos y men- Además de las voces de desconcierto que generó
sajes. Lo que por un lado se desacelera, no afecta el sorpresivo triunfo de Donald Trump en los
la velocidad de otras dimensiones –no menos Estados Unidos, y que continúa sorprendiendo
esenciales– de la globalización. Como señala en su gestión cotidiana, así como de la necesidad
(2004), podríamos decir que la desaceleración de de encontrar algunas razones sociológicas para
lo sólido no parece afectar la aceleración de lo explicarlo, hay algo que nos trae este triunfo y
líquido (aparte de lo que ocurre con los flujos que apenas ha sido señalado. Ciertamente que se
financieros) o, al menos, no haber alterado el hace difícil encontrar algo destacable, pero si lo
ritmo que llevaba. hay, recae en una incipiente recuperación

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del espacio de la política. O, mejor dicho, de lo habrá que ver con mayor detalle si ese aire es
político en sí, como ámbito y actividad capaz de realmente fresco o simplemente viciado. En todo
crear escenarios y de construir y resignificar caso, eso nos obliga a diferenciar entre lo
nuevos horizontes, y a veces, de patear el table- político en sí y la política o las políticas concre-
ro ante el statu quo. Por demasiado tiempo, las tas, cuestión que aparece como menos auspicio-
sociedades desarrolladas de Occidente se acos- sa y que será abordada al final de este texto.
tumbraron a vivir en un sentido común liberal y Otra dimensión del “retorno de lo político”,
neoliberal, en el cual la política se reducía a la tiene que ver con el lenguaje y con los conteni-dos,
administración de contenidos y sentidos traza- es decir, con la retórica. Pero también con la
dos por el mercado como verdad indubitable. semántica. Otro indicador del predominio del credo
Incluso partidos y coaliciones de centro-izquier- liberal en el sentido común es el lenguaje de la
da, procesos de integración regional en su mo- corrección política. En un marco multicul-tural
mento innovadores e impulsores de ejercicios de estuvimos (y mucho más los países centra-les, los
ciudadanía y soberanía supranacionales termi- grandes complejos mediáticos y las élites) mucho
naron sucumbiendo a la comodidad de esta di- tiempo acostumbrados a los mandatos de la
visión del trabajo: los lineamientos estratégicos tolerancia, el pluralismo, la aceptación de la
se trazaban, y se siguen trazando, por los exper- diferencia. Más allá de los indiscutibles valo-res
tos asociados al mundo empresarial, mientras contenidos aquí, es evidente que toda una serie de
que las tácticas relacionadas con los tiempos y cuestiones y de estilos más pedestres y viscerales,
con los modos de implementación de estos li- más asociados a miedos y a necesida-des
neamientos quedaban reservados al mundo de la inmediatas fueron ocultados como tabúes y no se
política. pudieron expresar adecuadamente. Tal como
En los países centrales es difícil encontrar ex- plantea Pierre Ostiguy (2009), experto en
periencias recientes que hubieran ensayado otra populismo y en el peronismo en particular, uno de
salida. Desde ya que cualquier díscolo, como en su los elementos centrales del populismo es la
momento lo fue Grecia con la “pataleta” en la reivindicación de una gramática de lo bajo y de lo
primera fase rebelde del gobierno de Tsipras, era plebeyo en el discurso político y en el estilo del
rápidamente disciplinado y obligado a re-conocer lo liderazgo. Dentro de un antagonismo más o menos
quimérico de sus experimentos. No sólo las centro- escenificado frente a la corrección y superioridad
derechas europeas, sino también y, sobre todo, la de las élites, la reaparición de un lenguaje revulsivo
socialdemocracia con su anun-ciada “tercera vía”, y directo, así como de temas ya no tratados, refleja
terminaron de subordinar lo político a lo posible y a una creciente demanda por mayor autenticidad,
lo razonable, según lo definido por los expertos y proximidad y por una interpretación más ligada al
por el mercado. Al respecto, un agudo artículo sentido común.
aparecido reciente-mente en el semanario alemán
Die Zeit, señala que “la conformidad al sistema Segunda tesis: La eficacia de estos
significa aquí: los políticos reaccionan en vez de dar liderazgos fuertes y disruptivos y de
forma. Cuando uno se desliza alguna vez por esa los discursos defensivos abreva en los
hue-lla termina rápidamente y por la necesidad de miedos ante el futuro, así como en la
previsibilidad en un brutal estrechamiento de la pérdida de legitimidad de las élites que
política” (Jacobsen, 2016). parecían garantizarnos ese futuro y
siguen considerando que tienen los
En este escenario de retorno de lo político, y
elementos para hacerlo posible.
dentro del “aire” que traen los populismos de
derecha y emprendedores políticos tipo Trump,

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Lo político no es sólo construcción de escena- clave del contrato político y social de las
rios sino de horizontes posibles, lo que implica déca-das de posguerra. Siempre fue parte del
un manejo de temporalidades en un juego entre ADN de la izquierda; pero la derecha también
pasado, presente y futuro. Cuando el futuro co- se lo apropió. Después de lo que sucedió en
mienza a verse en forma amenazante y las rece- 2016, el apoyo a un concepto forjado en el
tas con que contamos no parecen reducir esas Iluminismo ya no puede darse por sentado”
amenazas no es casual que comience a cuestio- (Pisani-Ferry, 2017).
narse la (supuesta) superioridad cognitiva y mo- Esta confianza es la que comienza a desva-
ral de las élites ilustradas que querían llevarnos necerse desde el 2015. Mientras las élites libe-
tranquilidad. Del mismo modo, la colonización rales y progresistas de Occidente parecen seguir
de la política por el mercado también deja de bailando en la cubierta del Titanic, las masas de
proveer sentido. No sólo por no responder a esta estos países comienzan a experimentar esos ries-
incertidumbre material y simbólica, sino por no gos en carne propia: crisis de los refugiados en
poder resolver problemas bien concretos Europa en 2015, desempleo y estancamiento de
asociados al aumento de la desigualdad, a pro- sus economías, el ISIS en expansión, atentados
blemas distributivos, conflictos socio-ambienta- terroristas a la vuelta de la esquina, una guerra
les, etcétera. El tema principal es que el discurso en Siria de suma cero, con bandos y frentes
liberal sigue mostrándose capaz de controlar la cruzados, sin “buenos” ni “malos” claramente
contingencia. Más aun, dentro de su arrogancia, identificables y sin perspectivas de resolución.
sigue prometiendo un futuro mejor en la me-dida El miedo se hace presente y está en la base de
en que se profundicen sus criterios y sus las reacciones defensivas en cuanto a la pro-
promesas. Es eso lo que se desvanece y sobre los tección de lo ya logrado y en el fortalecimien-to
que se asienta la reciente fortaleza del populismo del espacio propio e inmediato. Cuando el miedo
de derecha y de las reacciones proteccionistas: el aparece, evidentemente no suele aflorar lo mejor
futuro no se presenta como promisorio, sino al de nosotros y esto es parte de lo que ha
contrario. Por mucho tiempo se ignoraron, o cambiado primero en el lenguaje de la política y
apenas se atendieron, los informes y las predic- de a poco en políticas concretas. También da
ciones de expertos y de organismos internacio- cuenta de una desconfianza respecto de la su-
nales ante la crisis global existente y por venir. puesta y tranquilizadora superioridad moral y
Frente a este escenario, el liberalismo bienpen- cognitiva de las élites ilustradas y progresistas.
sante y sus elites ilustradas, se empeñaron en Como muestra Habermas, la izquierda también
mostrarnos que los riesgos no necesariamente sucumbió ante el pragmatismo tecnocrático de-
eran tales. Pero sí, que al menos, contábamos jándole el camino libre a lo que él llama la inter-
con todos los elementos para controlarlos, siem- nacional autoritaria de este “fortalecimiento del
pre y cuando profundizáramos la cooperación, populismo de derecha”: “Es difícil distinguir la
las instituciones multilaterales, los valores de la agenda neoliberal que abdica ante los chantajes
libertad y de la tolerancia, así como la apertura de los especuladores de una política de izquierda
en general, de mentes y de mercados. “El princi- incapaz de globalizar la solidaridad y la demo-
pal factor detrás de este cambio en las actitudes cracia. Se limita a cumplir las reglas de techo de
públicas es que muchos ciudadanos han perdido gasto, techo de solidaridad que imponen los
la fe en el progreso. Ya no creen que el futuro les mercados. Aunque no hay techo para salvar a los
traerá una mejora material y que sus hijos vayan bancos según el ordoliberalismo. Parece que la
a tener una vida mejor que la suya. Miran para izquierda espera que la sociedad desprecie los
atrás porque tienen miedo de mirar hacia discursos y la violencia de los populismos para,
adelante… La fe en el progreso fue una cláusula

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ellos también, sumarse a la crítica” buen gusto imperante, ¡sino su individualismo


(Habermas, en Ortega, 2016)
. exacerbado que se expresa en la egoísta formula
del “Not in my backyard!” (Como si eso fuera
Tercera tesis: El principal déficit de esta posible, incluso sin afectar al que lo enuncia).
nueva derecha proteccionista tiene que ver Como plantea un agudo analista holandés
con el olvido de la interdependencia. Lo del populismo de derecha en Europa, Dick Pels,
que ofrecen es un autoengaño porque se este resurgimiento no tiene que ver con una
apoya narcisísticamente en la ilusión de la nueva forma de fascismo como la izquierda y los
salvación de uno mismo (dentro del Verdes europeos tienden precipitadamente a
Estado-nación), cuando aquí no hay creer. Sugiere hablar de un nacional-individua-
salvación de uno sin la salvación de todos, lismo que abrevaría en la tradición del Mayo del
´68 y luego en el clima cultural posmoder-no:
o bien, en la reducción y procesamiento de
“tradicionalmente el Liberalismo le otorga
riesgos que sólo se realiza en común. prioridad al individuo sobre los derechos de la
Una cosa es entender los motivos de la reacción comunidad. En el lado opuesto, el nacionalis-mo
y de la desconfianza frente a las elites autocom- sitúa a la comunidad del pueblo sobre las partes.
placientes que siguen creyendo en las mismas re- El populismo moderno parece combinar ambas
cetas para enfrentar problemas novedosos y otra tendencias, sin otorgarle preeminencia a
cosa es evaluar si esta reacción realmente parece ninguna: se preocupa tanto de la libertad indi-
apropiada para hacerles frente. El miedo y la re- vidual como de la del pueblo. En vez de contra-
acción particularista, proteccionista y defensiva ponerlas, combina los ideales de autoafirmación
apuestan más a un “sálvese quien pueda” que a individual (el neoliberal “yo primero”) con la
una gestión asociada de los riesgos globales y autodeterminación nacional (el neonacionalista
locales. Sin embargo, el tipo de problemas a “primero mi pueblo”): cada uno para sí y la na-
enfrentar asociados sobre todo a problemas de ción para todos” (Pels, 2011).
provisión y de conservación de bienes públi-cos,
así como a la prevención y al manejo de Cuarta tesis: Ni globalización triunfante ni
catástrofes naturales y humanitarias, no parecen desglobalización. Lo global está para
poder enfrentarse adecuadamente ni en solitario quedarse como escenario, sobre todo si
ni dentro de las fronteras de un territorio especí- pensamos en la crisis ambiental global en el
fico. Que se haya hecho evidente tanto una mar- marco del Antropoceno. Buena parte del
ket failure y como una state failure en la gestión esfuerzo académico y del talento político
de estos procesos, no debe llevarnos a tirar por la van a recaer en dirimir qué cuestiones
borda todos los esfuerzos hacia la gobernan-za deben y pueden encararse nuevamente
de riesgos globales y a una democratización de la
dentro de la soberanía estatal y en la
globalización. En este sentido, la reacción
protección que los Estados aún pueden
defensiva cae en la falacia de creer que cuestio-
nes relacionadas a riesgos globales se pueden en- ofrecer y qué otras son para tratar en
frentar en solitario o en el refugio particularista. la escala internacional y global.
Esto refleja un desconocimiento de la interde- Si el sorpresivo triunfo de Trump pudo traer algo
pendencia, la interconectividad, la multicausali- de aire fresco en relación con la vuelta de lo
dad y la complejidad de las crisis y de los riesgos político en abstracto, sin duda que otra es la
que se deben enfrentar: el problema entonces del percepción cuando pasamos a considerar las
populismo de derecha no es principalmente el de políticas concretas que pretende implementar,
ser políticamente incorrecto y apartarse del sumadas a las que se ejecutan desde los populis-

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mos de derecha avanzando en varios países eu- los Estados Unidos del Acuerdo de París
ropeos. Y esto nos lleva a otra pregunta en torno contra el cambio climático.
a la multipolaridad. No necesariamente este es el Dentro de esta vuelta de lo político como
fin de la misma, como tampoco lo es el de la creación de escenarios contingentes, estamos
globalización: ambas están ahí y para quedarse. obligados a dirimir y repensar qué tipo de cues-
Un Estados Unidos más preocupado de sí mis- tiones son aún tratables y negociables a nivel glo-
mo y de sus ciudadanos de a pie probablemente bal e internacional, y cuáles vuelven al ámbito de lo
esté menos dispuesto a aventuras misionales a lo nacional y de la protección de ese espacio.
largo y a lo ancho del globo. Sí asistiremos con Parafraseando a Wolfgang Streeck, si al menos la
probabilidad a un pasaje de una multipolaridad promesa izquierdista y progresista de democra-tizar
colaborativa en el marco de instituciones más o la globalización ya no parece realizarse sólo por
menos estables (aunque deslegitimadas) a una apelación a la voluntad o participando en foros
confrontativa, aunque no necesariamente abier- sociales mundiales, buena parte del esfuer-zo
tamente conflictiva, pero que ciertamente pri- quizás haya que ponerlo en defender la mis-ma
vilegia el interés nacional sobre el internacional democracia respecto de las fuerzas del capi-talismo
2
o global. Tal como mostramos junto a Gastón global . Cuando las recetas que parecían
1
Fulquet en un libro colectivo , ese fue quizás el asegurarnos un futuro promisorio o al menos
último intento (no desde el centro, sino desde la preservarnos frente al riesgo y las catástrofes ya no
semiperiferia de los llamados emergentes) por seducen ni a los votantes de los países cen-trales,
reforzar la legitimidad del orden internacional nunca menos oportuno que nuestro país y nuestra
existente haciéndolo más plural y representati- región pretendan revivir los años de relativa y
vo. Ahora, dentro de la retracción nacionalista engañosa bonanza de la globalización neoliberal en
parece desvanecerse la idea épica respecto al este raro revival, mezcla de trage-dia y comedia
mundo y la misión salvífica del destino mani- que parece ser el “Neoliberalismo tardío”. Sabemos
fiesto, lo cual no creo que sea una mala noticia más de populismo que los paí-ses centrales
sobre todo para nuestro subcontinente. Cier- (anteriormente orgullosos de creer-se libres de esa
tamente que esto no disuelve la posibilidad de supuesta anomalía) y contamos con experiencias
cooperación, pero la misma puede tomar otra valiosas y rescatables en ese sentido. Algo
coloración: veo más espacio para un entendi- acorraladas eso sí, aún contamos con democracias
miento informal entre grandes potencias rudas activas y turbulentas capaces de generar innovación
(los Estados Unidos, Rusia y China) que entre institucional y de ofre-cer caminos alternativos –
los más amigables y previsibles socios de la pos- aunque precarios– de desarrollo. No confiamos
guerra (los Estados Unidos de la Postguerra fría, ingenuamente en un futuro promisorio y en un
la Unión Europea y Japón) y apoyado menos en “sálvense quien pue-
la institucionalidad anónima que en la confian-za
entre pares, entendidos entre sí como supues-tos 2 "La justicia social no es algo que se deba tener
“grandes hombres” (varones-machos). Una en cuenta exclusivamente en contextos donde
muestra de esto acaba de darse con la retirada de todo marcha “viento en popa”. Durante varias
décadas, el crecimiento ha servido como sus-
1 Fulquet, G., Pelfini, A. (2015). Los BRICS en la tituto de políticas sensatas de cohesión social.
construcción de la multipolaridad. ¿Reforma o Lo que las sociedades avanzadas ahora necesi-
adaptación? Ciudad Autónoma de Buenos Ai- tan son compactos sociales que sean resilientes
res: CLACSO; Nueva Delhi: Ideas; Ciudad del a los cambios demográficos, a las alteraciones
Cabo: Codesria; Ciudad Autónoma de Buenos tecnológicas y a las sacudidas económicas" (Pi-
Aires: FLACSO Argentina. sani-Ferry, 2017).

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da”, sino que todavía perseveramos en enfrentar


asociadamente las dificultades del presente. Y,
por último y, en síntesis, lo político aún no su-
cumbió totalmente ni a la corrección política ni a
los mandatos del mercado.

Referencias bibliográficas
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F.: Editorial Fondo de Cultura Económica.
Fulquet, G., Pelfini, A. (2015). Los BRICS en la
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Cabo: Codesria; Ciudad Autónoma de Buenos
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Die Zeit. Berlin. Disponible en: http://
www.zeit.de/politik/ausland/2016-11/ us-
wahl-donald-trump-wahlsieg-demokratie
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bal tras Trump. Torpezas ante el populismo.
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turo/habermas-y-el-desorden-global-tras-tru-
mp-torpezas-ante-el-populismo-85184
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Pelfini, A. (2010). La crisis económica mundial: ¿fin
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Buenos Aires: FLACSO.
Pels, D. (2011). Der neue nationale Individualis-
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https://www.project-syndicate.org/com-
mentary/populism-and-abandonment-of-pro-
gress-by-jean-pisani-ferry-2017-01?version=s-
panish&barrier=accessreg

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