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T E C N I C A S BELICAS
DEL M U N D O A N T I G U O
3000 a.C ~ 500 d.C
Eq u i p a m i e n t o , T é c n i c a s y Tácticas de c o m b a t e
_
T É C N IC A S BÉLICAS
DEL M U N D O ANTIGUO
Técnicas bélicas del m undo antiguo describe
los métodos de combate de los soldados de
Europa y O riente Medio en los tiempos
previos al descubrim iento de la pólvora.
El libro explora las singulares tácticas
requeridas para vencer en el campo de batalla
con los medios disponibles en esa época, y
subraya los escasos cambios producidos, en
ciertos aspectos, en el arte de la guerra.
P h y l l is G. J e s t ic e es profesora adjunta de
Historia Medieval en la Universidad de
Southern M ississippi. Anteriormente ejerció
como profesora adjunta de Historia Antigua
y Medieval en la Universidad del Estado
de California.
R o b S . R ic e es profesor en la Universidad
M ilitar Americana, especializado en cursos
de Guerra Naval Antigua y Moderna.
Ha publicado diversos artículos sobre
el tema en O xford Companion to American
Military History, además de en
The Reader's Guide to Military History.
T ítu lo s de la co le cció n
C réditos fotográficos:
P ortada: (Arriba) Batalla d e Pidna, 168 a.C.
(AKC London); (abajo) Batalla d e G augam ela, 331 a.C.
(A m ber Books).
C o n trac u b ierta : Legionario rom ano, 350 d.C.
(A m ber Books).
TÉCNICAS BÉLICAS
del MUNDO ANTIGUO
3000 a. C ~ 5 0 0 d.C
Eq u i p a m i e n t o , T é c n i c a s y Tácticas de C ombate
LIBSA
© 2007, Editorial LIBSA
C/ San Rafael, 4
28108 Alcobendas. Madrid
Tel. (34) 91 657 25 80
Fax (34) 91 657 25 83
e-mail: libsa@libsa.es
www.libsa.es
ISBN: 978-84-662-1371-4
C a p ít u l o 1
El papel de la infantería 7
C a p ít u l o 2
Guerra a caballo 79
C a pítu lo 3
M ando y control 135
C a p ít u l o 4
Guerra de asedio 179
C a p ít u l o 5
Guerra naval 223
T é r m in o s u su a l e s 250
Í n d ic e 253
los flancos mediante el impacto masivo, el empuje mandante, sino que presenta un dilema al enemigo:
y la agresividad. Las tropas de choque suelen orga si reúne sus fuerzas para una acción de choque, ofre
nizarse en formaciones concentradas, dirigiendo una cerá un objetivo concentrado para el ataque ligero,
fuerza máxima contra un frente estrecho. Estarán pero si las dispersa para reducir los daños de los pro
blindadas para protegerse del fuego defensivo, y es yectiles, será vulnerable a los ataques en línea.
pecializadas en la lucha cuerpo a cuerpo o en ac Este capítulo estudia la evolución de ambas cla
ciones de corto alcance; a menudo habrán recibido ses de infantería desde el año 3000 a.C. al 500 d.C.
un adoctrinamiento, religioso, político o basado en Los ejércitos de infantería más temidos de este pe
un código de honor, para reforzar su agresividad y ríodo, los griegos y los romanos, prefirieron las for
confianza. El segundo método consiste en abatir al maciones de choque, que constituyen el motivo cen
enemigo con armas arrojadizas de mayor alcance; tral del capítulo. Sin embargo, han de analizarse en
estas tropas tienen comúnmente un equipamiento el contexto de las fuerzas de infantería de todo el
ligero y se mueven en un orden más abierto que las período, e incluso necesitaban el apoyo de especia
de choque, aprovechando su movilidad para ocu listas en escaramuzas y de tropas ligeras, cuyo desa
par buenas posiciones de disparo y evitar los con rrollo debe estudiarse igualmente para comprender
traataques de las tropas de choque. A menudo se en su plenitud el papel de la infantería de aquel
conocen por «escaramuzadores» y pueden asumir tiempo.
un papel secundario o actuar en tareas de reconoci
miento e incursiones. Infantería prim itiva
La mayoría de los ejércitos manejan ambos ti Una tribu es una sociedad cuyo origen se remonta
pos de infantería. Una combinación de tropas de a un único antepasado, que puede ser una persona
choque y ligeras no sólo amplía las opciones del co real, un héroe mítico o incluso un dios; en general,
contempla a los extraños como un peligro, lo que
promueve los conflictos. Esta idea proporciona la
Un g u e r r e r o s u m e r io forma más descarnada de adoctrinamiento para una
armado con una lanza con acción de choque: en las tribus, todos los hombres
punta d e bronce y un sencillo son cazadores y guerreros, y a menudo han de su
escudo de madera hecho con perar rituales iniciáticos para marcar su paso de la
tablones. Su tínica protección, infancia a la edad adulta, donde la posición social se
aparte d el escudo, era un casco
establece por la capacidad de cada hombre de hos
d e bronce.
tigar al enemigo y masacrarlo en gran número. La
guerra se trata frecuentemente como una forma de
caza, dentro de lo cual las incursiones para conseguir
ganado o mujeres, o simplemente por el placer del
combate, conforman el tipo más común de guerra
tribal; tampoco son desconocidas las prácticas de
conquista o exterminio de tribus enemigas. La cul
tura tribal y la ética guerrera que la acompaña per
vivieron desde los tiempos clásicos hasta la actuali
dad, ocupando una función básica en las sociedades
de este período (y no necesariamente sólo en las de
nominadas «bárbaras», como veremos). Sin embar
go, a partir del año 9000 a.C., con la aparición de
los estados agrícolas sedentarios, la guerra cambió
de forma, con estados jerárquicos y disciplinados que
alumbraron ejércitos igualmente disciplinados y je
rárquicos. Por otra parte, la posesión de territorios
permanentes que defender o conquistar conllevó la
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 9
definitiva de la ética del guerrero, el paladín fue par cias, así como su superioridad tecnológica, para so
te importante de numerosos ejércitos en la primera meter a Egipto hacia el año 1674 a.C. Los hicsos
parte de este período y, a menudo, se le elevaba a la ca transformaron la cultura militar egipcia al introducir
tegoría de mito para adoctrinar a las futuras genera la tecnología de Oriente Medio. Primero, enseñaron
ciones. Sin embargo, la falange representada en la es a los egipcios a construir carros rápidos y resistentes
tela y en otros vestigios arqueológicos debió para la acción móvil. Después, les mostraron cómo
desempeñar un papel esencial en la guerra sumeria, fabricar armas de bronce de alta calidad. En tercer
acaso como centro de la línea de batalla, con tropas lugar, trajeron el arco compuesto. Hasta entonces,
ligeras provistas de hachas y lanzas actuando desde los egipcios habían empleado arcos sencillos de ma
los flancos. La falange se usó dera o caña, con un alcance
probablemente de forma si de unos 100 m. El arco com
milar al ejemplo macedonio, «Quien quiera ver de nuevo a su puesto, de origen asiático,
aguijoneando al enemigo en consistía en un núcleo de
el centro mientras una car
pueblo será un bravo soldado... madera reforzado en el inte
ga de carros o tropas ligeras Quien quiera conservar la vida rior de la curva con láminas
atacaba en uno o ambos encoladas de cuerno y en el
flancos. Alternativamente, buscará la victoria. Los vencedores exterior con tendones; había
las tropas ligeras bien pudie matan, los muertos son los vencidos.» que curvarlo hacia atrás an
ron ser hombres de las fa tes de encordarlo, lo que
langes reorganizados en «or J e n o fo n te obligaba a una fuerza consi
den ligero» para los asedios o derable, pero podía procurar
las operaciones en terreno un golpe intenso a 200 m de
accidentado. distancia, sobre todo con las nuevas puntas de flecha
de bronce que mejoraban tanto la precisión como
Infantería egipcia el poder de impacto. Los últimos modelos llegaron
El Reino Antiguo de Egipto (c 2650-2150 a.C.) a triplicar este alcance y atravesaban armaduras me
tuvo un ejército de milicias basado en la leva de los tálicas a 200 m de distancia. Armados con el arco
varones adultos, que llegó a sumar varias decenas compuesto, los ejércitos del Cercano Oriente de la
de miles de hombres, complementados con guerre antigüedad tendieron a usar nutridos cuerpos de ar
ros mercenarios de las tribus de Nubia, al sur. Una queros, aunque la fuerza de choque mantuvo su im
política de fortificación de las fronteras fue sufi portancia.
ciente para proteger Egipto de su principal amena El ejército del Reino Nuevo (1565-1085 a.C.)
za: las incursiones de los pueblos tribales de Libia y combinaba la organización egipcia con la tecnología
Nubia; no obstante, a veces se dirigían expediciones de los hicsos y una nueva doctrina basada en la ma
punitivas en la propia Nubia. El Reino Antiguo se niobra agresiva. En el núcleo había una fuerza pro
derrumbó hacia 2150 a.C., arrasado por desastres fesional fuertemente motivada por promesas de un
naturales y guerras civiles hasta el ascenso del Reino buen botín, esclavos y tierra, que pasó a desarrollar
Medio (2050-1640 a.C.). El ejército del Reino Me una «casta militar» en la que los hijos sucedían a sus
dio se basaba en la leva de un varón adulto de cada padres en el seno del ejército. En momentos de
cien, y estaba comandado por oficiales profesiona emergencia nacional, esta fuerza se complementaba
les elegidos personalmente por el faraón. A uno de con una leva, al principio de un hombre de cada
ellos se le recuerda como «el comandante de las tro 100 (como en el Reino Medio), pero que llegó a
pas de choque», lo que implica la existencia de uno de cada diez en tiempos de la invasión de los
un cuerpo de infantería pesada para la acción de pueblos del mar hacia 1200 a.C. Estos pueblos no
choque. pertenecían a una sociedad tribal, sino a un grupo
Desde 1720 a.C., Egipto fue invadido por los semiurbano en el que no todos los hombres eran
hicsos, un pueblo semita que penetró a través del Si guerreros. En consecuencia, los soldados recibían
nai y supo aprovechar las disensiones políticas egip una instrucción básica antes de entrar en batalla.
EL P A P E L DE LA I N F A N T E R Í A · H
cubría el torso, aunque incluía también cascos de que form aba parte de un «ejército privado» encontrado en la
cuero o bronce; algunas tropas portaban lanzas de tumba del prín cipe Emsah en Asyut. Obsérvese la ausencia de
punta corta y no muy diferentes de las iklwa de los armadura y el sencillo escudo de madera revestido de piel.
zulúes. En Kadesh, los Nakthu-aa llevaban como
norma una armadura de tela endurecida y escudos espada y un hacha, mientras que algunos llevaban
que, aun con el mismo diseño con remate redondo hachas-maza de manejo a dos manos que tenían ca
que antes, tenían tamaño suficiente para conformar beza pesada y hoja semicircular.
un muro de protección al modo de una falange. El Las tácticas de infantería se establecieron en tor
hacha de bronce abrió el camino hacia la khopesh, no a masivos lanzamientos de flechas, que podían
un arma de bronce manejada con una mano de bor resultar decisivos dada la potencia y precisión del
de muy curvo pero sin punta, intermedia entre una arco compuesto, el grado de destreza de los arque
ros egipcios y la escasez de armaduras eficaces en
aquel tiempo. Los arqueros, evidentemente, se des
plegaban en línea y estaban entrenados para dispa
rar en salvas, en apoyo del avance de los carros o de
los Nakthu-aa, que arrojaban sus lanzas antes de
aproximarse con khopesh o hachas contra una línea
enemiga desorganizada por la cortina de flechas.
En la infantería egipcia había también mercena
rios. Los medjay eran miembros de tribus nubias
d e ARMAS egipcias ; de arriba abajo: un cuchillo, una
S u r t id o
que en los comienzos del Reino Nuevo fueron uti
maza de piedra y madera, una espada y una lanza. Todas las lizados como escaramuzadores; llevaban sencillos
hojas eran de cobre o bronce. arcos de madera que más tarde se guardaron en las
12 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
yA
del norte de Irak, y sus conquistas comenzaron ha desde el más sencillo de la
D iferentes a r c o s a n t ig u o s ,
cia el año 1100 a.C., cuando se desencadenaron con izquierda, basta el más avanzado arco compuesto de la derecha.
flictos tribales contra los arameos que incursionaban El diagrama muestra los arcos en tres posiciones: antes de
hacia el oeste. Bajo la égida del rey Assurnasirpal II tensarlo, en reposo tensado y preparado para disparar la flecha.
(883-859 a.C.), Asiría empezó a seguir una estrate
gia coherente, conquistando Siria y el Levante y lle contra una coalición encabezada por los sirios en
gando al Mediterráneo en el año 877 a.C. El hijo Karkar en el año 853 a.C. Quedan muy pocos ves
de Assurnasirpal, Salmanasar II, estuvo en guerra tigios de ella, pero sabemos que fue una costosa vic
durante 31 de los 35 años de su reinado, culminan toria que llevó temporalmente al abandono por los
do en la gran batalla que enfrentó al ejército asirio asirios de sus intentos por someter a Siria.
El ejército asirio de su fase expansionista era una
fuerza combinada que comprendía un arma de ata
que de carros y una gran fuerza de caballería, pero
su columna dorsal era la infantería. El ejército se
guarnecía a través de un servicio a tiempo parcial, en
el que los campesinos asirlos eran reclutados du
rante los meses de verano pero se les liberaba para la
cosecha, de forma que no se perturbara el calenda
rio agrícola. Tenemos la suerte de que los asirios de
jaron numerosas ilustraciones realistas de su ejército
en acción y, a diferencia de los egipcios, recogieron
en ellas todas las armas y graduaciones. Las Puertas
de Balawat proceden de uno de los palacios de Sal
manasar II, y sus 16 bandas de refuerzo de bronce se
exhiben hoy en el Museo Británico. Cada banda re
presenta hechos de una campaña, una de las cuales
muestra quizá la acción de Karkar, con arqueros ac
tuando como soporte de un ataque de carros dis
parando desde detrás de unos escudos alargados sos
tenidos por lanceros. Ambos tipos de tropa llevan el
típico casco cónico asirio y armaduras ligeras, apa
rentemente de cuero con correajes verticales de
bronce cosidos, un estilo que confirman los hallaz
gos arqueológicos. También se muestra a masas de
A rq u ero y lancero PERSAS de un relieve de la época. El escudo
arqueros atacando ciudades amuralladas. Estas puer
d el lancero es grande y le protege bien el torso. Ambas figuras tas proporcionan una primera evidencia de la prác
llevan espadas cortas. tica de acompañar a cada arquero con un escudero,
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con el objeto prioritario de proteger al primero de sitio a Jerusalén, sin rendirla, en 701 a.C., y en el
las flechas enemigas. 693 a.C. asoló Babilonia para sofocar una rebelión.
Sin embargo, en el reinado de Assurbanipal (668-
Declive y renacimiento 627 a.C.), Asiría sufrió serias tensiones. Las fronte
La sucesión de Salmanasar por una serie de reyes ras del norte estaban bajo la constante amenaza del
débiles produjo un declive asirio que duró 80 años, reino de los medos y de un pueblo nómada de las es
culminando en el vasallaje rendido a la odiada rival tepas, los escitas, mientras los límites orientales re
de Babilonia. Asiría experimentó después un rena sistían la presión de una renacida Babilonia. En el
cimiento bajoTiglat Pileser III (745-727 a.C.). Este año 615 a.C., los medos invadieron y asolaron Asi
monarca llevó a cabo extensas reformas del ejército, ría, y en el 612 a.C. ejército medo-babilonio saqueó
reafirmó el control central sobre el imperio, recon la capital asiría, Nínive, poniendo fin al imperio.
quistó el litoral mediterráneo e incluso sometió a Tiglat Pileser III sustituyó la movilización obliga
los babilonios. Con Sargón II y sus descendientes toria por una leva de hombres impuesta en cada pro
(721-627 a.C.), el imperio alcanzó su máxima ex vincia, y exigió asimismo contingentes de los estados
tensión: Senaquerib conquistó a los filisteos y puso vasallos. Las ilustraciones de la época de Tiglat Pileser
indican que se mantuvo la asociación entre arqueros
y escuderos, pero los escudos eran sustituidos a me
nudo por altas pantallas transportables de carrizo, cu
biertas con metal o pieles engrasadas, y curvas en la
parte superior para proteger a la pareja de las flechas
que caían. Quizá en el campo de batalla se llevaban es
cudos, mientras que las pantallas se reservaban para
asaltos a fortificaciones. En 700 a.C. se usaban dife
rentes formaciones. El Museo Británico muestra pa
neles esculpidos de Nínive de entre el 700 y el 692
a.C. que representan escenas de las campañas de Se
naquerib: una muestra el asalto a la ciudad judía de
Laquis en el año 701 a.C. Enfrente se observa una
formación de tipo falange de tropas de choque, de
seis a siete filas, con escudos circulares y lanzas de 2 m
de largo. Los soldados llevaban una versión más cor
ta de la armadura ligera y una nueva forma de casco
con cresta de crin de caballo, que podría proceder de
la Guardia Real (Kisir Sharriiti). Detrás hay entre seis
y siete filas de arqueros, algunos sin armadura, otros
con ella, parecidos a sus antepasados de las Puertas
de Balawat, y tras ellos figuran tres filas más de hon
deros con armadura. El poder que estas armas arro
jadizas otorgaba a las tropas de choque es formidable:
la evidencia arqueológica demuestra que el arco com
puesto de los asirios disparaba flechas con punta de
hierro, hechas en talleres del estado, a distancias de
650 m, mientras que los honderos lanzaban proyec
tiles puntiagudos con un alcance posible de 100 m,
Un ARQUERO ASIRIO se prepara para disparar una flecha. Lleva
capaces de infligir heridas graves atravesando la ar
una espada para defenderse, pero los arqueros asirios iban a madura. Tal vez los honderos apuntaban a objetivos
m enudo acompañados p o r escuderos, que les protegían d e las concretos de las fortificaciones, mientras que los ar
flechas enemigas. queros cumplían una labor más general de ataque en
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 15
calculó que Alejandro se hubo de enfrentar a un Guardia Real, los Inmortales, con vestimentas has
ejército persa de 600.000 hombres en Isos (333 ta los tobillos y las insignias de su regimiento, pero
a.C.), y a un cuerpo de solo infantería de un mi sin armadura, y hemos de suponer que las unidades
llón de soldados en Gaugamela (331 a.C.); otro his de infantería no estaban mejor equipadas que ellos.
toriador romano, Quinto Curdo Rufo, estimó una En un raro tributo griego al valor de los persas, He
fuerza persa en Isos más conservadora, de 119.000 rodoto observa que en Platea (479 a.C.), una vez
hombres, y en Gaugamela de 245.000, de los que deshecha la línea de sparabara por la falange espar
200.000 eran de infantería. No es posible contras tana, los arqueros persas lucharon con bravura, pero
tar estas cifras, pero la mayoría de las crónicas su fueron vencidos por no llevar armaduras y por la
gieren que una proporción notable de estos ejércitos insuficiencia de su instrucción en el cuerpo a cuer
era de baja calidad y dudoso compromiso; de ahí po. Por tanto, no sorprende saber que, cuando les
sus repetidas bajas ante las era posible, las tropas persas
fuerzas griegas y macedo- intentaban apostarse en po
nias, menores pero mejor di «Los atenienses... cargaron contra siciones preparadas o detrás
rigidas y adoctrinadas. de obstáculos naturales.
Las tropas se organizaban los invasores... Cuando los persas Aparte de los persas y los
en hazarabam (grupos de vieron a los atenienses corriendo medos, el grueso de la in
mil), divididas en sataba fantería persa era reclutado
(«centurias»), y éstas a su vez hacia ellos... los creyeron locos... entre los pueblos sometidos,
en dathabam («decurias»). El porque veían su escaso número. » donde cada contingente
núcleo de los primeros ejér usaba sus propias armas, or
citos persas era una fuerza H e r o d o t o ganización y recursos tácti
regular de infantería que se cos. Herodoto anotó 35 na
apoyaba en un grupo de ar cionalidades diferentes en el
queros, y que prolongó la práctica asiría de asociar ejército de Jerjes en el año 480 a.C. Muchos de es
un arquero con un escudero. La primera línea de tos contingentes tribales parecen haber sido arque
las formaciones de infantería consistía en sparabara ros, como los propios persas, pero el árabe llevaba
(portadores de escudos), donde la spara era un rec arcos compuestos, el equipo de los lidios no era
tángulo de cuero entretejido con mimbres que muy diferente del griego (lo que lleva a pensar que
llegaba desde los hombros a los tobillos. Cada dat Jerjes pudo tener una pequeña fuerza hoplita a sus
habam. se desplegaba en una fila de diez, con el dat- órdenes) y los tracios portaban jabalinas, escude
hapatis (comandante de la sección) sosteniendo la tes y pequeños puñales (lo que sugiere que forma
spara y nueve arqueros alineados detrás. El datha- ban un gran cuerpo de escaramuzadores).
pa tis portaba una lanza arrojadiza de 2 m de largo Los ejércitos persas evolucionaron en los si
para defender al resto de su sección; si caía, los ar guientes 150 años, en parte como consecuencia de
queros se defendían del mejor modo posible con su experiencia en Grecia en el período 490-479 a.C.
falces, unos cuchillos corvos con filo pero sin pun Se intentó corregir la falta de infantería pesada me
ta. Es interesante observar que los persas carecían diante el recurso a kurdos, misios y otros mercena
inicialmente de arcos compuestos y portaban sen rios como takabara, que combatían con lanzas arro
cillos arcos de caña con un alcance efectivo de unos jadizas y el taka, un escudo grande de cuero.
150 m; los arqueros persas servían bien de apoyo a Cuando les fue posible, los persas reclutaron mer
las cargas de caballería pero no tenían poder sufi cenarios, principalmente hoplitas que luchaban en
ciente para descomponer una carga enemiga, como formación de falange, pero también peltastas y otros
demuestran los desastres de Maratón y Platea. En la expertos en escaramuzas. De ellos, los más conoci
lucha cuerpo a cuerpo con griegos y macedonios, dos fueron los «Diez Mil» de Jenofonte, cuya reti
los persas estaban en desventaja ante la falta de ar rada desde el corazón del imperio persa después de
madura; un relieve de ladrillo vidriado del Palacio la batalla de Cunaxa (401 a.C.) se refiere en la Aná-
Real persa en Susa muestra a los miembros de la basis, un relato detallado de primera mano de las
EL P A P E L DE L A I N F A N T E R Í A · 17
guerras de este período. Alejandro se enfrentó a latos detallados de combates heroicos individuales,
30.000 hoplitas griegos mercenarios en Isos y a unos sirve menos como un registro de la historia militar
60.000 hombres Kardaka, jóvenes nobles persas des que como reflexión sobre la mentalidad militar de la
critos por Arriano (que citaba a uno de los genera Grecia clásica.
les de Alejandro, Tolomeo) como «infantería pesa La litada fue compuesta por Homero hacia el
da». Sin embargo, Jenofonte los describe como los 800 a.C. y describe un período de la guerra de Tro
que acompañaban al rey en sus cacerías llevando ya (c 1000 a.C.), centrándose en el antagonismo
dos jabalinas, un arco y un hacha de combate se entre el héroe griego Aquiles y el troyano Héctor. En
mejante a un pico. Tal vez algunos de éstos se con el relato se entretejen otros episodios. Los «griegos»
virtieran en hoplitas bajo el comandante mercenario de la guerra de Troya corresponden a la civilización
ateniense Timoteo, hacia el año 370 a.C., mientras preclásica de Micenas, de la edad del bronce, data
que otros recibieran instrucción como peltastas. Así da entre 1400 y 1000 a.C., aproximadamente. Es
lo sugiere su despliegue en Isos, donde cada flanco difícil saber si Homero describe las guerras del pe
de la falange mercenaria de los griegos estaba cu ríodo micénico o las suyas, dos siglos más tarde, o
bierto por 30.000 hombres. Los Kardaka no estu bien una fusión artística de ambas. La evidencia ar
vieron, aparentemente, en Gaugamela, donde sí for queológica indica que los ejércitos micénicos pu
mó la Guardia Real persa, conocida como dieron recibir la influencia de los de Oriente Medio,
«Portadores de Manzanas», por la forma semejante que consistía en un cuerpo de carros apoyados por
a este fruto que tenía el contrapeso del extremo de formaciones de infantería. Las armas descubiertas
sus largas lanzas de 2 m. Dos de ellos aparecen re incluyen espadas no muy distintas de las de los pue
presentados en el célebre mosaico encontrado en blos del mar, y anchas puntas de bronce de pesadas
Pompeya que muestra a Alejandro atacando el carro lanzas arrojadizas. El denominado Vaso d el guerrero
de Darío; uno lleva una lanza y el otro un arco, lo de Micenas muestra a un soldado llevando una de
que sugiere que pudo haberse mantenido la organi estas lanzas y un escudo en forma de media luna,
zación de tipo sparabara. El lancero se defiende con con casco de cuernos y una coraza, así como grebas
un hoplon o escudo, mientras que el arquero viste de un material no identificable. No hay evidencias
una coraza hecha aparentemente de tiras de cuero que refuten la noción homérica de los combates di
reforzadas con tachones de bronce. rectos entre paladines; la historia de David y Go
liat indica que se practicaba también entre los pue
Los hoplitas blos del mar, contemporáneos y culturalmente
Comparados con los de los imperios medio-orien- emparentados con los micénicos. Sin embargo, mu
tales, los ejércitos de la Grecia clásica parecían pe chos historiadores sostienen que tal práctica era más
queños, tecnológicamente atrasados y de tácticas propia de los tiempos de Homero, la llamada «edad
poco sofisticadas. No obstante, los griegos infligieron oscura» griega. Las batallas de aquel período eran
aplastantes derrotas a los persas en Maratón (490 a.C.) refriegas indisciplinadas en las que dominaba la éti
y Platea (479 a.C.); y en el año 480 a.C., apenas ca del guerrero, con aristócratas y paladines que se
7.000 espartanos y sus aliados resistieron a los persas, enfrentaban entre sí por prestigio.
que los decuplicaban en número, en el desfiladero de Desde el año 700 a.C. emergió un arte de la gue
las Termopilas. La cultura militar griega difería bas rra radicalmente diferente, cuando Corinto, Esparta
tante de la de Oriente Medio: la ética del guerrero y Argos desarrollaron la falange hoplita. En este de
era sólida, con ejércitos basados en la acción de cho sarrollo subyacen aparentemente dos factores, uno
que de los hoplitas, una infantería pesada que com económico y el otro político. En términos económi
batía en formación de falange. Los hoplitas proce cos, la reapertura de las rutas de comercio y el esta
dían de una milicia de ciudadanos-soldados, con un blecimiento de colonias en Italia, Anatolia y las islas
compromiso personal en el resultado de la mayoría del Egeo mejoraron la prosperidad, así como el nú
de las batallas, y recibían un fuerte adoctrinamiento mero de hombres capaces de llevar armas y armadu
con propaganda nacionalista y mitos heroicos. Por ra, antes marca exclusiva de una pequeña aristocracia.
tanto, la epopeya nacional de La Ilíada, con sus re Las raíces político-culturales de la falange se asientan
18 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Existe cierto debate sobre el resto de la armadura largo, con asta de fresno, cabeza de hierro en forma
hoplita. Algunos historiadores interpretan literalmente de hoja y una pica terminal de bronce. Se han en
el arte griego, y sostienen que los hoplitas combatían contrado diversos tipos de espadas, pero desde el si
desnudos; sin embargo, otros hallazgos arqueológicos glo V a.C. dos fueron los más comunes: una de ellas
y obras de arte no sustentan esta teoría. Se han en tenía filo de hierro de unos 60 cm de largo, usada
contrado corazas y grebas en gran cantidad, y en nu como arma de asalto; la otra era el kopis, que pudo
merosas obras artísticas se representan a hoplitas con tener un origen etrusco o macedonio y hoja de un
armadura. Una de las más antiguas, el Vaso Chigi, da solo filo de 65 cm con forma de pata de perro, se
tado hacia el año 650 a.C., muestra a hoplitas con mejante al kukri de los gurkas, del que pudo ser un
corazas de bronce «musculadas», esculpidas al modo antecedente. Las espadas se usaban únicamente
de la musculatura del torso del portador. Se han en como armas de defensa, y en las acciones de choque
contrado corazas musculadas a partir del siglo VII a.C., se recurría casi exclusivamente a la lanza.
pero a pesar de su descripción corriente en el arte grie Jenofonte anotó la única organización detallada
go, eran demasiado costosas como para formar parte que se conserva de la falange hoplita que, al ser es
común del equipamiento y, de hecho, suelen ser ver partana, no era probablemente la habitual. La fa
daderas obras de arte; constaban de peto y espaldar lange espartana se dividía en seis morai, donde al
unidos mediante bisagras, a veces con una plancha frente de cada mora se situaba un polemarca-, por de
semicircular que pendía del peto para proteger las in bajo había cinco lochagai, ocho pentekostyesy 16 eno-
gles. Desde el siglo VI a.C., fueron más comunes las motarcas, cada uno de ellos como comandante de un
corazas hechas con estratos de lino encolados hasta enomotia (pelotón) de 36 hombres. El enomotia se di
constituir una capa de unos 5 cm de espesor. Forma vidía en tres filas de 12, y el enomotarca encabezaba la
ban así un coselete que cubría el torso y los hombros, fila derecha, con el ouragos (el segundo al mando) en
con un faldellín sobre la parte inferior del abdomen, la parte de atrás. El ejército ateniense consistía en
normalmente dividido en pteryges («alas») para facili diez taxeis (regimientos), uno por cada tribu de Ate
tar el movimiento. Las grebas de bronce, sobre las ti nas, y comandado por un taxiarca-, los taxeis tenían
bias y a menudo esculpidas para simular la propia tamaño variable y, pese a las referencias a lochagoi de
musculatura, completaban la panoplia hoplita. algunas crónicas de batallas, es improbable que la
El arma principal del hoplita era una lanza arro organización por debajo de los taxeis fuera tan com
jadiza, llevada sobre la cabeza, de 1,5 a 2,5 m de pleja como la espartana.
D iversas po st u r a s d e in s t r u c c ió n u s a d a s p o r lo s h o p lita s
l\ h a cia e l a ñ o 400 a . C. D e iz q u ie r d a a d e r e c h a : h o p lit a e n
d esca n so ; en esp era d e ó rd en es; p o s ició n a d o p ta d a a l a v a n z a r en
la b a ta lla , y p r e p a r a d o p a r a a r r o ja r la la n z a .
20 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
En cuanto a la formación en batalla de estas uni plitas espartanos, con una vida de intensa agitación,
dades, el diseño del hoplon significaba que sólo po eran capaces de una sorprendente maniobrabilidad
dían cubrir el lado izquierdo del cuerpo; la falange para una formación de su clase. Jenofonte describe
formaba en un orden cerrado con los escudos dis cómo su entrenamiento en la contramarcha les per
puestos, de modo que cada hombre protegía con el mitía reorientar rápidamente su falange en cualquier
suyo el lado derecho desguarnecido del compañero. dirección; Herodoto relata que en las Termopilas
Se produjo así un fenómeno comentado por Tucí- los hoplitas espartanos, tal vez recurriendo a este
dides: método, ejecutaron con éxito retiradas fingidas, una
«En verdad todos los ejércitos, cuando se ponen táctica más habitual entre las tropas ligeras. En Cu-
en acción, suelen cabecear indebidamente hacia el naxa, los Diez M il, instruidos por el espartano
ala derecha en sus acometidas y, así, dominan con su Clearco, rompieron el flanco izquierdo persa, abrie
ala derecha la izquierda del enemigo. Y ello hace ron las filas para dejar pasar indemnes los carros
que, por temor, cada soldado proteja lo más posible persas de cuchillas, persiguieron a sus enemigos has
su lado derecho desguarnecido con el escudo del ta estar a 5 km del campo de batalla, volvieron so
compañero más próximo, al considerar que cuanto bre sus pasos y mantuvieron la posición para repe
más cerca estén los escudos mayor será la seguridad. ler una carga de caballería, lo que indica una
El problema se inicia en el hombre del extremo de formación poderosa, flexible y ágil.
recho de la primera línea que, en su afán de hurtar
su lado desnudo al enemigo, extiende esta preven Tácticas comunes
ción a los demás, que siguen su ejemplo» (Tucídides Sin embargo, la táctica más común de la falange era
V.71). un simple avance hacia el contacto. Tucídides des
Ni siquiera los disciplinados espartanos eran in cribió el avance de los dos ejércitos en Mantinea:
munes a este fenómeno: en la batalla de Mantinea, «Los argivos y sus aliados avanzaron con gran
en las guerras del Peloponeso (418 a.C.), que Tucí violencia y furia, mientras los espartanos progresa
dides describe en este pasaje, el ala derecha esparta ban con lentitud al son de la música de los nume
na fue extendiéndose gradualmente sobre la iz rosos flautistas de sus filas. Esta costumbre no tiene
quierda ateniense, mientras la derecha de Atenas nada de religiosa: su propósito es que marchen al
avanzaba hacia la izquierda de Esparta. paso todos juntos, sin desorganizar las filas» (Tucí
Tucídides observa que en la falange espartana en dides V.70).
Mantinea había ciertas variantes en el número de Los espartanos y otros ejércitos posteriores avan
filas, pero «en conjunto eran de ocho líneas de fon zaban cantando el himno guerrero nacional o peán,
do» (Tucídides V.68). Jenofonte refiere que los es que les instaba a reverdecer las hazañas de sus in
partanos modificaban la profundidad de su falange trépidos ancestros. Existe la opinión general de que
según las circunstancias tácticas: a veces, una eno- una falange en movimiento era una visión aterra
m otia contenía tres de frente y 12 en fondo, a veces dora: según Jenofonte, incluso un ataque simulado
seis y seis. Tucídides narra que en Delio (424 a.C.) de los Diez M il que pretendía distraer a la reina de
la falange ateniense tenía ocho en fondo, mientras Cilicia, extendió el pánico entre sus aliados persas;
sus oponentes tebanos se organizaban en 25 en fon más adelante, en Cunaxa:
do. En la práctica común ateniense parece que se «Los griegos avanzaron hacia el enemigo ento
formaban ocho filas, como sucedió en Siracusa en el nando el peán. Conforme se acercaban, parte de la
año 415 a.C. Las falanges más pesadas fueron las falange se adelantó al resto y la que quedó atrás em
deTebas: en Leuctra (371 a.C.), los espartanos des pezó a marchar a doble paso. Al mismo tiempo, lan
plegaron 12 en fondo, y fueron aplastados en su zaron todos el grito del “Eleleu”, que invocaba al
flanco derecho por un inmenso ariete de 80 hom dios de la guerra [Ares] sin dejar de correr hacia el
bres de frente y 50 en fondo, formado a tal efecto enemigo. Algunos pretendieron espantar a los ca
por el rey tebano Epaminondas. ballos haciendo entrechocar lanzas y escudos. Y los
La falange era, sin embargo, más que una simple persas, aun antes de estar al alcance de las flechas,
disposición táctica de choque. En concreto, los ho- flaquearon y huyeron» (Jenofonte, Anábasis).
EL P A P E L DE L A I N F A N T E R Í A · 21
No está claro lo que sucedía cuando el enemigo alanceamiento contra los oponentes con una ame
no huía. Las pruebas de la época indican que los naza múltiple. Como además debían avanzar para
encuentros entre distintas falanges se resolvían en ir relevando a los compañeros caídos en las filas de
una mezcla de empellones, escudo contra escudo (el lanteras, cuanto más profunda fuera la falange mayor
othismos), y alanceamientos, hasta que una se abría sería la eficacia para mantener una lucha prolonga
paso. El M onum ento a las Nereidas de Lidia, hacia da. Por tanto, aun cuando la falange no superara al
el 500 a.C., muestra a dos hoplitas inclinándose uno contrario en el primer envite, podría derrotarlo por
contra el otro, escudo con escudo, intentando atra desgaste; en todo caso, la profundidad de la forma
vesarse con la lanza. La crónica de Tucídides de la ba ción, combinada con la determinación de sus indi
talla de Delio (423 a.C.) habla de la lucha inque viduos, era de importancia sustancial.
brantable en el ala beocia, «con escudo prieto contra
escudo», hasta que algunas tropas «dejan paso», cre M aratón: 4 9 0 a.C.
ando huecos en la línea beocia por los que cargan los En el año 490 a.C., Persia invadió Grecia, en un in
atenienses; en el otro flanco, los tebanos «superan a tento de destruir Atenas antes de que se convirtie
los atenienses, haciéndolos retroceder de inicio y ra en una amenaza importante para su seguridad.
manteniendo la presión hasta que rompen el flanco» La consecuencia fue Maratón, la primera de una
(Tucídides IV. 96). Otra evidencia de la importancia serie de batallas en las que las falanges griegas de
de la presión en masa es la creciente profundidad rrotaron ampliamente a las fuerzas persas. Por des
de la falange, que culmina en el modelo de 50 en gracia, nuestra fuente principal sobre Maratón es
fondo de los tebanos en Leuctra, donde la exhorta Herodoto, que mezcla historia, mito y propaganda
ción de Epaminondas a «dar un paso más para com en una narración única e ininterrumpida. Pero su cró
placerme» sugiere una contienda imponente en la nica de Maratón no es tan difusa como acostumbra,
que los espartanos fueron literalmente barridos.
Dada la longitud de la lanza hoplita, la formación
Vista d e fren te de una speira macedonia, unidad básica de
cerrada de los hombres de al menos cuatro filas po una falange. Salvo las cuatro o cinco primeras filas, las demás
dían ensartar a los de la primera línea enemiga, ayu llevaban las lanzas en alto para entorpecer la lluvia de flechas
dando a sus compañeros en su acción de empuje y dirigidas contra la falange.
22 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
y la mayoría de los historiadores modernos la acep tenían diez comandantes, uno por cada tribu de
tan como fundada. Atenas, que asumían por turnos, cada día, el man
Maratón fue la culminación de una larga «guerra do general del ejército. El más destacado era Milcía-
fría» entre Persia y Atenas. La conquista de Asia Me des, personaje maquiavélico y ambicioso que había
nor por Ciro el Grande puso a las colonias griegas sido tirano, o regente absoluto, en el Quersoneso, en
de Jonia bajo el yugo persa. Ciro, un conquistador el norte de Asia Menor, antes de ser expulsado por
humano y tolerante, permitió a los jonios conservar los fenicios, vasallos de Darío. Al salir de Atenas,
gran parte de su independencia, siempre que se so los comandantes enviaron a Filípides, un corredor
metieran a la autoridad de su profesional, a Esparta para
sátrapa (gobernador) en Sar pedir ayuda. En el camino,
des, la antigua capital de Li «[Losgriegos]gritaron todos a una... cuenta Herodoto, Filípides
dia en Anatolia occidental. tuvo una visión del dios Pan,
Sin embargo, los jonios se le
y entonces se pusieron a correr... deidad terrorífica de la na
vantaron en el año 499 a.C. haciendo sonar sus lanzas contra sus turaleza que infectaba a sus
y recibieron el apoyo de 25 seguidores con una furia fre
expediciones de Atenas y escudos. Pero los persas, antes incluso nética y a sus enemigos con
Eretria. Atenienses y eretrios de estar a tiro de sus flechas, igual frenesí de terror «páni
desembarcaron en Éfeso, se co». Pan prometió su apoyo
unieron a los jonios para in dudaron y echaron a correr.» a Atenas y, ante la inmensa
cendiar Sardes y después se J e n o fo n te agresividad de los griegos en
retiraron. Darío I sometió la Maratón, es disculpable la li
revuelta en el 494 a.C., pero cencia artística de Herodo
nunca la olvidó ni perdonó a los atenienses, que to. La misión real de Filípides no tuvo fruto: los es
supuestamente le habían jurado lealtad en el 507 partanos se regían por una ley que no les permitía
a.C.: cada noche, un esclavo le susurraba «¡Recuer combatir durante la luna creciente, y todavía no se
da Atenas!» mientras le servía la cena. En el 491 había alcanzado el plenilunio.
a.C., Darío envió embajadores a las p olis griegas Herodoto no aporta detalles de las fuerzas reu
exigiéndoles sumisión. Entre los primeros en acep nidas en Maratón, pero los historiadores modernos
tarla estuvo la polis insular de Egina, que domina estiman que la dimensión de la fuerza de Datis era
ba el mar de entrada a Atenas. Los atenienses res de unos 19.000 hombres de infantería y 1.000 de
pondieron acusando a los eginos de haber planeado caballería. La fuerza griega estaba formada por unos
unirse a Persia en una guerra contra sus compa 10.000 hoplitas atenienses y otros 400 del aliado
triotas griegos; pronto estalló la guerra, con Espar de Atenas, Platea. El tamaño del ejército persa fue
ta como aliada de Atenas. Darío aprovechó esta un elemento de debate entre los comandantes grie
hostilidad contra un «vasallo» como pretexto para gos sobre lo que convenía hacer. Atenas sometía a
invadir Grecia. voto incluso las decisiones militares más importan
El rey persa nombró dos comandantes: Datis, tes, y los diez comandantes se dividían entre quienes
un medo, y Artafrenes, sobrino del monarca. He defendían la retirada ante la inmensa fuerza de los
rodoto dice que mandaban un «inmenso ejército» persas, presumiblemente hasta que llegaran los es
que necesitó 600 trirremes para su transporte. Da partanos, y los partidarios de un ataque inmediato,
tis tomó Eretria a traición, saqueó la ciudad y es entre los que sobresalía Milcíades. La decisión co
clavizó a su población en venganza por la quema rrespondió finalmente a Calimaco, el arconte de la
de Sades. Confiado en destruir Atenas, zarpó hacia guerra. Calimaco ocupaba este cargo antiguo, prin
Maratón, en la costa ática, eligiendo aquel lugar cipalmente ceremonial, que según la tradición le
como campo de batalla porque el terreno abierto permitía comandar el ala derecha del ejército (el
favorecía a su gran fuerza de caballería. «lugar de honor» en los ejércitos griegos y heléni
Atenas reunió a su clase hoplita, que marchó al cos), pero lo más importante es que conservaba un
encuentro de los persas en Maratón. Los atenienses voto de calidad en caso de desacuerdo entre los diez
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 23
H oplita, c 5 0 0 a.C.
comandantes. Milcíades se acercó a Calimaco (al Milcíades extendió la línea ateniense para cubrir
parecer, apartado de los demás) y le dijo que de él toda la longitud de la persa, una decisión clave para
dependería que Atenas se convirtiera en la polis do lo que aconteció después. La falange era más débil
minante de Grecia o en un vasallo persa, o incluso en el centro, donde según Herodoto había «poco
que se sumiera en la guerra civil. Enfrentado a esta fondo en las filas», pero en ambas alas se centraba la
severa lógica, Calimaco votó por la batalla. Cuando principal fuerza, presumiblemente con ocho en fon
el turno del mando del ejército recayó en Milcía do. Calimaco comandaba el ala derecha, en honor
des, éste atacó. a su título, y cada tribu de Atenas seguía a sus pro-
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 25
pios comandantes en la derecha y el centro, mien bieron de recorrer una zona de maleza en la llanu
tras los habitantes de Platea ocupaban el ala iz ra entre las dos líneas que rompió su formación y
quierda. Los comandantes griegos se reservaron los frenó el avance, dejándolos expuestos a los arqueros
lugares de la primera línea de la falange, pues su mi persas durante más tiempo que sus compañeros de
sión sería dirigir a sus ciudadanos en el ataque. los flancos. Además, se enfrentaron a las unidades de
La descripción de Herodoto de la acometida ate elite persas, así como a un gran contingente de saka,
niense ha inducido un debate acalorado entre los vasallos tribales de los persas armados con un ha
historiadores: cha de guerra a modo de pica, particularmente efi
«Ya formadas las líneas de batalla, y a la vista de caz contra tropas con armadura y más tarde adop
que los presagios de los sacrificios resultaban fa tada por toda la infantería persa. Persas y sakas
vorables, los atenienses, al recibir la orden de avan contraatacaron, rompiendo las filas atenienses por el
zar, cargaron contra los bárbaros a la carrera. La centro y obligándolas a retroceder.
distancia entre los dos ejércitos no era inferior a No está claro si lo que sucedió a continuación
ocho estadios. Cuando los persas vieron que los fue planificado o espontáneo. Los atenienses y pía
atenienses se abalanzaban corriendo hacia ellos... teos de las alas abandonaron la persecución y ataca
pensaron que habían enloquecido, y que iban a ron simultáneamente los flancos y la retaguardia de
sufrir un absoluto desastre, pues vieron sus pocos la fuerza persa que había abierto el centro de las fi
efectivos y que acudían sin caballería ni arqueros» las griegas. En palabras de Herodoto, «las dos alas se
(Herodoto VI. 112). fundieron en una sola unidad, y los atenienses lo
Ocho estadios equivale a 1,7 km, aproximada graron la victoria» (Herodoto VI. 113). Este relato
mente. Las reconstrucciones de la batalla, con ac sugiere una doble envolvente de fuerzas rodeando el
tores usando equipamientos hoplitas auténticos, centro, como haría Aníbal en Cannas 274 años más
han demostrado que una formación en orden ce tarde. Sin embargo, el centro persa debió escapar
rrado de una infantería con armadura no podría antes de ser rodeado por completo, ya que Hero
haber recorrido esa distancia bajo el sol mediterrá doto observa que los atenienses persiguieron a los
neo manteniendo la cohesión, sobre todo bajo una adversarios hacia la costa. Siguió una lucha encar
lluvia de flechas en los últimos 200-300 m. La in nizada en la playa, con los persas intentando reem
terpretación más convincente del relato de Hero barcar bajo el acoso ateniense; los hombres de Ate
doto es que los atenienses avanzaron como el mo nas capturaron siete barcos persas, pero Calimaco y
derno ejército británico, de manera constante hasta otros dos de sus jefes fueron muertos. El resto de la
llegar bajo el fuego efectivo, y sólo entonces inicia flota persa escapó; Grecia conservó su seguridad du
ron la carrera. La versión ateniense supone a la fa rante diez años. El mito popular dice que Filípides,
lange con paso firme, a un ritmo en el que pudie tras recorrer 225 km en dos días y participar en la
ra mantenerse la formación cerrada, para después batalla, corrió los 42 km que separan Maratón de la
acelerar y cargar en cuanto empezó a recibir las pri Acrópolis de Atenas para proclamar: «¡Hemos ven
meras flechas. cido!», y después caer muerto de agotamiento; en su
Pese a la afirmación de Herodoto de que «el honor, los atenienses instituyeron la carrera de «Ma
combate en Maratón fue largo y agotador», es pro ratón». Sin embargo, viendo que Herodoto (que no
bable que los flancos persas se desmoronaran al pri se habría resistido a recoger la leyenda) cita a Filí
mer contacto, sobre todo si una sencilla línea de pides entre sus fuentes sobre los sucesos de la lu
sparabara recibió el impacto de una falange de ocho cha, hemos de suponer que se trata de un mito ro
en fondo a toda velocidad. Detrás de ellos estaban mántico. Herodoto observa que unos días más tarde
los arqueros, sin armaduras ni escudos, apenas con llegaron 2.000 espartanos, y al ver el campo de ba
un falce para defenderse. Rota su formación, y sin talla, «expresaron su admiración por los atenienses
entrenamiento para combatir cuerpo a cuerpo, se y su hazaña, y después regresaron a casa» (Herodo
dispersarían corriendo hacia los barcos. to VI. 120).
En el centro, los atenienses tuvieron peor suerte. El historiador refiere la muerte de 192 griegos, e
No sólo era su línea menos nutrida, sino que hu indica que las bajas persas sumaron 6.400 hombres,
26 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTICUO
Maratón
490 a.C .
5
form ación de ocho en fondo. Los atenienses Filípides, supuestamente,
avanzaron firm es, cargando en cuanto cayeron sobre corre los 42 Ion que
ellos las prim eras flechas enem igas. Los flancos separan el lugar de Atenas y
proclama la noticia de la
persas se desm oronaron y sus hom bres corrieron
victoria griega, antes de
h acia los barcos. Sin em bargo, el centro ateniense
morir exhausto.
quedó abierto por la m aleza y a m erced de los
arqueros persas. Adem ás, se encontró con las
unidades de elite de los atacantes y con sus bien
arm ados aliados salea, m uy eficaces frente a las
arm aduras enem igas. La línea persa contraatacó,
abrió las líneas centrales atenienses y las puso en
desbandada. Los atenienses y píateos de las alas
abandonaron la persecución y atacaron a la vez a los
flancos y la retaguardia de los victoriosos persas. Sin
em bargo, éstos escaparon antes de ser rodeados por
com pleto. Siguió una lucha encarnizada en la playa,
donde los persas intentaban reem barcar y los
atenienses se lo im pedían. Según H erodoto, los
atenienses capturaron siete barcos persas y dieron
m uerte a 6 .4 0 0 hom bres, perdiendo tan sólo 192 de
los suyos.
E st a d o s I m p e r io
G r ie g o s P e r sa
.M aratón
A tenas
La falange griega
I ava π/,a a la carrera hacia
los persas, cuyos flancos
, ceden pronto ante la
« presión.
E l m i t o d i c e q u e F ilíp id e s c o r r i ó 4 2 k m d e v u e l t a a A ten a s
p a r a p r o c l a m a r la v i c t o r i a a n t e s d e c a e r m u e r t o d e
a g o t a m i e n t o ; e n s u h o n o r , lo s a t e n ie n s e s in s t a u r a r o n la
c a r r e r a d e l « M a ra tó n » .
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A
MB
En el momento
3 crucial, las alas griegas
abandonan la persecución
y atacan los flancos del
centro persa.
casi un tercio de su ejército. La mayor parte de es ta. Las colinas boscosas sobre las que los tracios se
tas bajas se produjo probablemente al ataque ini acostumbraron a la lucha eran propicias para las in
cial por las alas y a la persecución griega de los per cursiones guerreras, las emboscadas y las escaramu
sas hasta la playa. Los factores decisivos en Maratón zas, lo que hizo de estos hombres los más temidos
fueron, en primer lugar, las diferencias entre los ho miembros de la infantería ligera en el mundo clási
plitas atenienses y sus oponentes, una infantería per co. Ilustraciones de la época muestran a los guerre
sa mal entrenada y pobremente organizada para la ros tracios ataviados con gorros de piel de zorro y
acción de choque que hubo de enfrentarse a ene sencillas túnicas, o desnudos para mejorar la velo
migos avezados en estas lides; en segundo lugar fue cidad, siempre llevando su p elta y sus jabalinas. Casi
determinante la voluntad victoriosa de los griegos, todos iban provistos del arma tradicional de los Bal
surgida de una combinación de cultura política y canes, el rhomphaia ofalx , una guadaña de hoja cor
militar y, si hemos de dar crédito a Herodoto, de va de hierro que se sostenía con una o las dos ma
su fe en que los dioses estaban de su parte. Ello les nos, de unos 39 cm de largo y que, según las fuentes
permitió cargar contra una fuerza enemiga muy su contemporáneas, podía decapitar a un hombre o
perior, con éxito, muy lejos de unas condiciones abatir a un caballo de un solo tajo.
ideales, y convertir el desastre potencial de la rotu Los peltastas tracios sirvieron en levas en el ejér
ra por los persas de sus líneas centrales en una opor cito persa que invadió Grecia en 490 a.C. y como
tunidad para una acción más agresiva. Los atenien mercenarios en los ejércitos griegos a partir de la
ses mostraron pocas dudas sobre el origen de su guerra del Peloponeso. En esta contienda, la mayor
triunfo: hicieron construir un templo a Pan bajo la parte de los ejércitos griegos reforzaron sus falanges
Acrópolis e instauraron un festival anual en su nom con escaramuzadores y tropas de armas arrojadizas,
bre. y las tácticas se hicieron más complejas cuando la fa
lange se vio obligada a contestar a sus ataques o a
Peltastas y otras tropas ligeras cooperar con ellos. Algunos historiadores ven en
Como el hoplita, el peltasta recibe el nombre del este aspecto una «revolución en las artes militares»,
escudo que llevaba. El pelta era un escudo de mim cuando los ejércitos griegos, modelados al estilo del
bre en forma de media luna cubierto con piel de ejemplo medio-oriental, se convirtieron rápida
cabra u oveja, que se sostenía por un asa central. mente en fuerzas de cuerpos combinados, al igual
Aunque común en el período micénico, hacia el si que los asirios y los persas. Los modernos historia
glo V a.C. el p elta se identificó explícitamente con dores contemplan tales «revoluciones», en las que
los escaramuzadores, referidos de modo genérico la nueva tecnología o la doctrina cambian la guerra
como «peltastas». Sin embargo, el término se apli casi de la noche a la mañana, como episodios clave
caba con más propiedad a la tribu originaria de la en la historia militar. La incorporación de la infan
Tracia (en la actualidad, al nordeste de Grecia y el tería ligera en los ejércitos griegos no se encuadra,
sur de Bulgaria), donde pudo haberse ideado el p e l sin embargo, en este modelo: las escaramuzas eran
U n PELTASTA TRACLO la n z a la
j a b a l i n a . U n la z o e n e lla l e
c o n f e r í a u n a p r e c i s i ó n y lin a
p o t e n c i a s u p e r io r e s .
EL P A P E L DE LA I N F A N T E R Í A « 29
habituales en Tracia y el norte de Grecia, donde el que los etolios caían bajo la lluvia de dardos. Pero
terreno hacía poco práctico el uso de hoplitas, y cuanto el capitán de los arqueros fue muerto, sus
pasaron 150 años antes de que estos escaramuza- hombres se dispersaron... los soldados estaban
dores se consolidaran plenamente, con la falange, exhaustos por la ejecución continua de las mismas
en las fuerzas múltiples y combinadas de Filipo y pesadas maniobras... Muchos cayeron tras precipi
Alejandro. tarse sobre los cauces secos de los que no pudieron
huir, o en otras partes del campo de batalla, perdi
La importancia de las tropas ligeras dos y desorientados... El cuerpo principal... tomó un
Los ejércitos griegos incluyeron tropas ligeras ya en camino erróneo y se refugió en el bosque, donde
la invasión de Jerjes del año 490 a.C., y Herodoto no tuvo escapatoria; los enemigos lo incendiaron y
narra que los atenienses tenían 800 arqueros en Pla quemaron todo cuanto les rodeaba» (Tucídides
tea. Pronto aprendieron el valor de las fuerzas com 111.98).
binadas, como observa Tucídides al relatar la per Demóstenes aprendió la lección. Enviado a des
secución de los atenienses contra los corintios en la truir una fuerza espartana en la isla de Pilos en el
batalla de Megara del 459 a.C.: año 425 a.C., contrató a 800 mercenarios entre los
«Al retirarse los corintios derrotados, una sec peltastas tracios, y 800 arqueros como soporte de
ción bastante grande de su ejército... sin saber bien sus 840 hoplitas y 8.000 marinos armados. Su ex
el camino, se introdujo en un terreno de alguien periencia en Etolia enseñó a Demóstenes a aprove
que había cavado una profunda zanja alrededor. Al charlos del mejor modo posible:
ver lo que sucedía, los atenienses cerraron la entra «Bajo la dirección de Demóstenes, esta fuerza se
da principal con sus hoplitas y, rodeando el resto dividió en compañías de unos 200 hombres... que
del terreno con tropas ligeras, lapidaron hasta la ocuparon los puntos más altos del terreno, con el
muerte a los que estaban dentro» (Tucídides 1.106). objeto de causar el mayor estorbo al enemigo; para
La composición de estas «tropas ligeras» es in que estuviera rodeado por todas partes y no tuviera
cierta, y también se duda sobre si las piedras se lan un único punto en el que contraatacar; en su lugar,
zaron a mano o con hondas, pero la falta de un ar estaría siempre expuesto a numerosos enemigos en
mamento oficial sugiere que pudo tratarse de todas direcciones, y si acometía a los del frente sería
esclavos o sirvientes de hoplitas, ya que las tropas re sorprendido por la retaguardia, y si se abalanzaba
gulares no formaban parte regular de los ejércitos sobre un flanco sería abatido por el contrario. Fue
de Atenas. ra donde fuere habría enemigos tras él, con armas
Su ausencia se dejó sentir cuando el jefe ate
niense Demóstenes condujo una fuerza de hoplitas
y un pequeño número de arqueros a las colinas de
Etolia, en la Grecia central, durante la guerra del
Peloponeso. Al igual que los tracios, los etolios vi
vían en un país accidentado y habían desarrollado
un estilo de guerra que aprovechaba este terreno,
por lo que derrotaron a los hoplitas de Demóste
nes con una táctica que hoy se llamaría guerra de
guerrillas:
«Llegaron corriendo desde las colinas, por todas
partes, arrojando sus jabalinas, retrocediendo cuan
do avanzaba el ejército ateniense y volviendo a la
carga en cuanto éste se retiraba. Así siguió la lucha
Los peltastas CONTRA LA FALANGE: los pelastas lanzaron sus
durante un tiempo, con avances y retiradas sucesi jabalinas a la falange, pero su ausencia de armadura hace que
vas, donde los atenienses llevaron siempre la peor puedan evitar cualquier intento de los hoplitas de llevarlos a la
parte. No obstante, lograron contenerlos mientras lucha. Gracias a esto, pueden continuar agotando a los hoplitas
los arqueros tuvieron flechas y pudieron usarlas, ya impunemente.
30 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
vieron a Ifícrates, en apoyo de Corinto, lanzar varias apoyo a los hoplitas con una carga de caballería.
incursiones en Arcadia, en el Peloponeso central, Después de la guerra de Corinto, Atenas vendió los
con grandes fuerzas de peltastas mercenarios, tra servicios de Ifícrates y sus peltastas a numerosos
cios entre ellos. Estas operaciones consistían en asal clientes, incluido el rey persa Artajerjes. En la re
tos contra aldeas para el pillaje, la quema de cultivos vuelta egipcia de los años 376-373 a.C. dentro del
y emboscadas contra las fuerzas de hoplitas arcadlos ejército persa combatió un total de 12.000 tropas li
que intentaban capturarlos. Los arcadlos renuncia geras de Ifícrates; allí Ifícrates aplicó múltiples in
ron pronto a aventurarse fuera de sus ciudades amu novaciones para que sus tropas pudieran mantener
ralladas, y sus aliados espartanos les recriminaron la posición en el combate de choque. Diodoro Sí-
su cobardía infantil ante los culo recuerda que Ifícrates
peltastas. En seguida apren equipó a sus peltastas con
derían el porqué cuando, «El cuerpo principal... se refugió largas picas de 3 m, mayo
fuera de Corinto en el año en el bosque, donde no tuvo res espadas y quizá el taka.
390 a.C., un comandante de Con ello pretendía mante
una m ora espartana, de escapatoria; los enem igos lo ner una formación de falan
nombre desconocido, que incendiaron y quem aron todo ge contra hoplitas o contra
estaba escoltando a un gru la caballería, con las picas,
po de peregrinos, decidió re cuanto les rodeaba.» dándoles una ventaja en al
gresar a su base de Lequeo, cance. Por desgracia, no se
T u cíd id es
dejando a su caballería como conservan crónicas del com
escolta de los fieles. Sin ca portamiento en batalla de
ballos ni tropas ligeras a su servicio, y obrando con esta falange ligera, pero no puede descartarse su in
injustificada confianza, los espartanos fueron ma fluencia en la ulterior falange macedonia.
sacrados por los peltastas de Ifícrates: «Si iban por el
camino, eran blanco de las jabalinas por su lado des Filipo II y la falange macedonia
nudo y caían heridos; si intentaban perseguir a sus Filipo II se convirtió en rey de Macedonia en el año
atacantes, para los peltastas, ligeros y rápidos, era 359 a.C. e inició una serie de reformas militares que
un juego de niños apartarse del alcance de los ho convirtieron una indisciplinada leva feudal en uno
plitas» (Jenofonte, Historia, IV.V. 11). de los ejércitos más preparados de la era clásica, en
El jefe espartano intentó contrarrestar a los pel lo que los historiadores han calificado de nueva «re
tastas enviando a los hoplitas más jóvenes, rota la volución militar». Filipo profesionalizó el ejército
formación, a perseguirlos. El intento fue vano, pues macedonio introduciendo una instrucción en tiem
los hoplitas eran incapaces de darles alcance y se pos de paz y un pago regular y estructurado para
convertían en presa fácil cuando intentaban regresar sus hombres, así como garantías de tierras al termi
a la falange. Los espartanos recibieron pronto el apo nar el servicio. Las tropas se sometían a ejercicios
yo de la caballería, que fue mal utilizada, al recibir regulares y marchas con todo el equipamiento, con
la orden no de cargar contra los peltastas y disper el propósito de infundir una buena forma física y
sarlos, sino de mantener un frente continuo con la obediencia instintiva en los soldados. Junto con es
falange en su avance. Ante las graves pérdidas, los es tas innovaciones institucionales se impulsó una se
partanos terminaron por buscar refugio en una pe rie de reformas organizativas, entre las que la prin
queña colina fuera de Lequeo, donde una carga de cipal fue una nueva clase de falange.
hoplitas atenienses terminó con ellos. El recurso a Aunque las descripciones de la época de la falan
hoplitas jóvenes como agentes contra los peltastas ge macedonia son bastante coherentes, la termino
fue ideado por el general espartano Brásidas hacia el logía es variable. La unidad principal de la infantería
424 a.C., y a menudo funcionó; por ejemplo, un pesada macedonia o helenística era el taxis o «com
año después del desastre de Corinto, el rey Agesilao pañía», de unos 120-130 hombres, reunida en pares
derrotó a peltastas acarnianos empleando esta tácti en la speira (más tarde conocida como syntigmata,
ca; sin embargo, una diferencia crucial fue que dio según el cronista Asclepiodotos), de 256 hombres; en
32 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
H oplita ificrátida
los ejércitos helenísticos que lucharon contra los ro No queda claro si los espacios se medían entre las ca
manos en el siglo II a.C., cuatro speiriai formaban bezas o entre los hombros.
una chiliarchia, de unos 1.000 hombres comandados La innovación más radical de Filipo estuvo en
por un oficial conocido indistintamente como qui- el armamento. El arma principal del soldado de fa
liarca o hegem ón, que a su vez se agrupaban en Stra lange macedonia o helenística era la sarissa, una pica
tegien de 4.000 hombres dirigidas por estrategas. Es enristrada con ambas manos y no muy distinta de la
tas disposiciones no se corresponden exactamente introducida por Ifícrates, si bien algunos estudio
con las fuerzas dadas para las falanges en las distin sos han sugerido que Epaminondas ya la usó en
tas batallas históricas, y así pudo suceder que el ta Leuctra. Tal vez Filipo adoptara la sarissa en prime
maño de las unidades variara con el tiempo o que, al ra instancia para aumentar el alcance de sus solda
contrario de lo que afirman las fuentes antiguas (so dos en falange contra las lanzas de otros ejércitos
bre todo, el perfeccionista Asclepiodotos), su orga griegos y, en segundo lugar, porque un arma a dos
nización dependiera del número de hombres dispo manos es más difícil de esquivar. Según Polibio, his
nibles. Asclepiodotos era un filósofo, no un soldado, toriador griego del siglo II a.C., la sarissa era un arma
y tal vez describió el «ideal» platónico de la falange; de 6 a 7 m de largo, 4 m de los cuales sobresalían
o acaso no sea menos preciso que las tablas de orga por delante del soldado dispuesto para la carga:
nización y equipamiento encontradas en los ma «La consecuencia es que cuando las picas de las
nuales militares modernos. filas segunda, tercera y cuarta se extienden más allá
La reestructuración del ejército macedonio im que las de la quinta fila, las de esa fila se proyectan
pulsada por Filipo parece haberse inspirado en di sobre los cuerpos de los hombres de la primera,
versas fuentes. Filipo vivió cautivo en Tebas entre cuando la falange tiene su orden cerrado caracterís
el 368 y el 365 a.C., y pudo haber aprendido mu tico en profundidad y extensión... Es evidente que
cho de Epaminondas. Su falange habría sido así un cada hombre de la primera fila debe tener las pun
híbrido de la usada por Epaminondas en Leuctra y tas de cinco picas que lo desbordan, cada una a una
de la desarrollada al mismo tiempo por Ifícrates en distancia de [1 m] de la siguiente... Así podemos
Egipto. En Leuctra, Epaminondas respondió a sus imaginar fácilmente cuál era la naturaleza y la fuer
enemigos espartanos, que dispusieron la falange za de una carga de toda una falange con sus 16 en
principal frente a su flanco izquierdo, colocando la fondo. En este caso, los que estaban detrás de la
suya directamente en oposición, aumentando así el quinta fila no podía usar las picas para tomar parte
número de filas desde las 8 tradicionales a 48 ó 50, activa en la batalla. Así que no debían bajar las pi
según la fuente. Al avanzar en orden oblicuo, estas cas individualmente, sino que habían de mantener
tropas desbarataron el flanco derecho espartano an las oblicuas en el aire sobre los hombros de quienes
tes de que el resto del ejército entrara en combate. les precedían, para proteger la formación desde arri
La falange descrita por Asclepiodotos, 200 años más ba, guardando esta prieta masa de picas de todos
tarde, parece haberse basado en principios similares. los proyectiles que, pasando sobre las cabezas de las
Los múltiplos de 8 ó 16 fueron comunes en la or primeras filas, podían caer sobre las que iban inme
ganización militar helenística, y Asclepiodotos des diatamente delante y detrás de ellos. Pero estos
cribió la falange macedonia «ideal» como formada hombres, por la pura presión de su peso corporal,
por 16 filas; la falange sería así simétrica, y podría los reforzaban en la carga» (Polibio XVIII.29-30).
doblarse en profundidad hasta 32 filas para dar ma La falange macedonia llevó el othismos hasta su
yor fuerza en el asalto. Asclepiodotos describe tres extremo lógico, avanzando al doble, presentando
órdenes para las falanges: orden abierto, en el que los una densa maraña de puntas de lanza con un gran
soldados tenían un espacio de 1,96 m a cada lado; bloque de hombres tras ella, lo que daba a los ad
«escudos bloqueados» (synaspismos), con cada hom versarios las posibilidades de dispersarse, ser ensar
bre y fila separados por 30 cm; e «intermedio» (pyk- tados o morir pisoteados. Ello sugiere otro factor en
nosis), en el que los hombres y las filas estaban dis el razonamiento de Filipo: al adoptar una forma
tanciados 1 m. El orden abierto se usaba al avanzar, ción basada en la masa, más que en la destreza in
y los escudos bloqueados para reunirse en el ataque. dividual, sería posible que los soldados campesinos
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Hidaspo
326 a.C .
EL P A P E L DE LA I N F A N T E R Í A · 35
4
/ 'lo a d o s bandpájgg Alejandro vence cw;fíSf
encuentran ei||fflplla, con facilidad aHii|n iIl I’mo
'los. elefantes dé Pprps frente a- que había sido envido con
las lmcasvençmig;\s. Los indio's carros y.caballéría p arí ' .
són detrodídos ílaramenfe. r d ete n e r su ayínce páfíehrío.
36 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
de Macedonia batieran a los hoplitas griegos en un conocido como hipaspistas. Fuentes antiguas no lo
asalto frontal. Además, al no ser preciso dotar de ar describen en detalle alguno, y muchos historiadores
madura a las últimas filas se lograba un importan suponen que formaba simplemente una unidad de
te ahorro en finanzas. elite dentro de la falange, mientras que para otros
Las primeras filas de la falange parecen haber era una infantería ligera de tipo comando. El hecho
llevado armaduras semejantes a las hoplitas. Un se de que los hipaspistas lucharan en la derecha de la lí
llo del siglo IV a.C. muestra a un pezhetaroi mace- nea principal indica que eran infantería pesada, pero
donio llevando lo que parece ser una coraza de lino tal vez diferentes a los falangitas. La pieza conocida
con pteryges. Dos tipos de cascos, el pilos y el tra como sarcófago de Alejandro muestra al emperador
cio, parecen haber sido los más populares, y eran acompañado por tropas protegidas con armadura de
comunes también las grebas musculadas. Las filas cuero o lino y con pteryges, cascos tracios y grebas, y
de retaguardia llevaban, al parecer, una simple tú llevando el hopla, lo que sugiere que, si se trataba de
nica con un casco o el kausia, un gorro de paja de hipaspistas, debían combatir como hoplitas. Tal he
ala ancha semejante al sombrero. Todos los miem cho tendría un sentido táctico, ya que la falange ho
bros de la falange portaban el escudo macedonio, o plita, aun careciendo del poder de impacto de la ver
aspis, que según Asclepiodotos era un cuenco apla sión macedonia, era más rápida y flexible. También
nado de 60 cm de diámetro hecho de bronce, algo se recurría a grandes cantidades de escaramuzadores
que confirman los hallazgos arqueológicos. El aspis y tropas ligeras, sobre todo mercenarios; los favoritos
se llevaba con un asa en el codo, al estilo del ho de Alejandro fueron los peltastas tracios de la tribu
p lon , combinado con un tahalí colgado del hom agriana, conocida por su destreza en el manejo de la
bro, que carecía de bordes para facilitar asir la saris rhomphaia. Falangitas e hipaspistas eran instruidos
sa con la mano izquierda. Es interesante observar asimismo en la lucha en orden ligero, con lanzas cor
que en ninguna crónica se mencionan armas adi tas y jabalinas, para operaciones en terreno acciden
cionales, aunque es probable que se llevaran tam tado.
bién puñales o espadas cortas. En cuanto al uso de la infantería por Filipo y Ale
La falange macedonia era poderosa, pero frágil. jandro, los ejércitos macedonios y de los diádocos
Su eficacia se basaba en el adoctrinamiento de las eran fuerzas armadas combinadas. La falange incidía
tropas para mantener la formación en todas las cir sobre el centro del enemigo en orden oblicuo, hosti
cunstancias. Al cabo, habría sido muy difícil con gándolo y desgastándolo desde el flanco interior, lo
servar una formación tan densa sin una instrucción que permitía a la principal fuerza de impacto (un
a la carrera, y sin que los soldados respondieran ins cuerpo de caballería pesada dirigido normalmente
tintivamente a las órdenes de mando o a las llama por el comandante en jefe en persona) atacar por uno
das de bugle acordadas de antemano. El historia o dos flancos. Tal es el patrón que se observa en las
dor romano Arriano recuerda que el hijo de Filipo, batallas de Alejandro y que pervive en Pirro en las
Alejandro Magno, impresionó a las fuerzas de Glau- derrotas de Epiro infligidas a los romanos 150 años
cias y Cleito con una exhibición de su falange y, después. Hubo variaciones en este esquema, princi
más tarde, en Gaugamela, la formación se abrió sua palmente en el ámbito de la infantería. En la batalla
vemente para anular la carga de los carros de Darío. del Hidaspo (326 a.C.), la falange se usó como prin
Esta «acción colectiva» dejaba poco espacio para la cipal arma de decisión, un papel que fue cada vez
iniciativa individual; Asclepiodotos aporta los títu más común después de la muerte de Alejandro en el
los de los oficiales de la falange, pero no describe año 323 a.C.
sus funciones en ningún detalle, aparte de los jefes Tras su fallecimiento, el imperio alejandrino se
de fila, cuya tarea era mantener la formación limpia fragmentó en varios reinos independientes regidos
y entrenada. por sus generales, que pasaron a ser conocidos como
D iadochoi (diádocos). Los ejércitos de estos reinos se
Hipaspistas basaban en el modelo macedonio, pero con varian
En el ejército macedonio había otras clases de in tes locales y con la sola constante del papel central
fantería, la más misteriosa de las cuales era el cuerpo de la falange. No en vano, se produjo un notable
EL P A P E L DE L A I N F A N T E R Í A · 37
declive de la fuerza de la caballería en algunos de en sus campañas contra los romanos entre los años
los reinos de los diádocos, sobre todo en la propia 281 y 275 a.C., Pirro dividió su línea por igual entre
Macedonia, y la falange vivió un renacimiento como falangitas e infantería ligera itálica; en Magnesia en el
principal arma de choque, formando una propor 190 a.C., Antíoco III distribuyó su falange en bloques
ción notablemente superior en el ejército que en de 50 hombres de ancho, con dos elefantes de guerra
tiempos de Alejandro. En el Hidaspo, Alejandro te en cada hueco. Las tropas de tipo hoplita también
nía cinco chiliarchi (unos 15.000 falangitas) de una encontraron espacio en la mayoría de los ejércitos de
fuerza total de 40.000 a 50.000 hombres, frente una los diádocos, como mercenarias o unidades de elite;
cifra posible de 16.000 a 18.000 falangitas entre un tal es el caso de los argyraspides (escudos de plata),
total de 70.000 bajo el mando de Pirro en Auscu- una unidad de 3.000 efectivos del ejército del diádo-
lum; y, según la crónica de Livio, en Cinoscéfalos co de Macedonia. Este cuerpo estaba integrado ini
(197 a.C.), la falange de Filipo V de Macedonia cons cialmente por veteranos de las campañas de Alejan
taba de 16.000 hombres entre los 23.000 o 24.000 dro, pero evolucionó para convertirse en una unidad
que formaban su ejército; las de guardia real que se en
tropas de Perseo en Pidna, frentó a los romanos en Pid
que sumaban 43.000, tenían «Los que van detrás de la quinta na. También se usaron pro
21.000 en falanges. Estas fila [en una falange] no pueden fusamente tropas ligeras
cantidades son conjeturales, mercenarias.
y pueden incluir a otras fuer usar las picas [en la carga]... Pero
zas de infantería. Sin embar estos hombres, p o r la firm e presión El Hidaspo: 3 2 6 a.C.
go, de los relatos clásicos de A principios del año 326
batallas entre ejércitos de de su peso corporal, añaden fuerza a.C., habiendo destruido el
Roma y los diádocos puede imperio persa, Alejandro
a la carga.»
deducirse que, conforme cruzó el Hindu Kush en di
avanzaba el período, los ge P o l ib io rección a la India. Sometió a
nerales helenísticos (como sus varios estados del norte del
antepasados griegos) se basa subcontinente sin derrama
ron cada vez más en asaltos de falanges. En todos es miento de sangre, recurriendo a la tradición india de
tos relatos, la derrota de la falange conduce irreme que los estados débiles rendían homenaje a los fuer
diablemente al colapso de todo el ejército. Los tes a cambio de protección y buen trato. Alejandro
principales inconvenientes de la falange macedonia admiraba la conducta digna y marcial de los prín
se asociaban a la necesidad de disponer de un terre cipes indios y, al contrario de su política contra los
no plano y sin accidentes geográficos, pues era esen persas, se mostró solícito para granjearse su amis
cialmente una formación lineal y unidireccional, tad y su lealtad. Sin embargo, entre los que no es
extremadamente vulnerable a los ataques por los taban dispuestos a rendirse figuraba el más podero
flancos o por la retaguardia. Filipo y Alejandro se so gobernante del noroeste de la India, Parvataka, el
cuidaron siempre de usar su falange en ataques de rajá de Apuraba, a quien los griegos llamaron Poros.
cuerpos combinados en los que la caballería o las Cuando Alejandro llegó al río Hidaspo, hoy cono
tropas ligeras maniobraban en las alas, pero el de cido como Jhelum, encontró a Poros aguardándole
clive de la caballería en el siglo III a.C. supuso una con su ejército.
agudización de la vulnerabilidad de la falange en los En el mundo clásico, Alejandro fue modelo del
ataques por los flancos. Para contrarrestarlo, a me perfecto príncipe y general, al que todos imitaron;
nudo se formaba una segunda falange detrás de la por tanto, ha sido objeto de inacabables estudios li
primera, dando asimismo opción a que ambas se terarios sobre su vida y su tiempo, y quedan no me
unieran para formar una sola de 32 en fondo para nos de cuatro relatos clásicos de la batalla resultan
darle mayor solidez. Para superar los problemas del te. El primero es el de Diodoro Siculo, quien
terreno, los jefes formaron falanges «articuladas» en escribió su Historia universal probablemente entre
las que se intercalaban taxeis entre otras tropas; los años 25 y 21 a.C.; el Libro 17 proporciona una
38 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
narración del reinado de Alejandro. Cabe observar parejas que yuxtapone las celebridades griegas con
que Diodoro puede ser tan sensacionalista como las romanas, de finales del siglo I d.C.; su Vida de
Herodoto. Quinto Curcio Rufo, senador en tiem Alejandro (asociada a la de Julio César) contiene un
pos de Tiberio, compuso su Historia d e A lejandro breve relato de la batalla del Hidaspo. La crónica
durante el período comprendido entre los años 31 más extensa y autorizada es la de Arriano (Lucio
y 41 d.C. cuando, perdido el favor del emperador, Flavio Arriano), un experimentado general roma
tiñó su obra de amargura contra los «grandes hom no que sirvió en las guerras de oriente con el empe
bres». Plutarco fue un ensayista griego que produjo rador Trajano y frenó una invasión de los alanos de
las Vidas, una serie de estudios de personajes por Asia Menor en el año 135 d.C. Escribió basándose
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 39
en las memorias de algunos de los oficiales de Ale que formaban los mejores soldados a los que se ha
jandro, hoy perdidas. bía enfrentado Alejandro y que incluía el arma más
Estos autores difieren en cuanto a la fuerza del terrible de los campos de batalla de la antigüedad, ya
ejército de Poros. Curdo la estima en 30.000 hom que Poros había reunido 200 elefantes.
bres de a pie y 300 carros; Plutarco, en 20.000 tro Los elefantes de guerra indios eran grandes ma
pas de infantería y 2.000 de caballería; yArriano, en chos, posiblemente castrados, de 3,5 m de hom
4.000 de caballería, 30.000 de infantería y 300 ca bros y un peso de hasta 5 t. Cada uno llevaba una
rros. Sin embargo, todos coinciden en que Poros coraza de piel de buey o búfalo, y del arnés colga
comandaba un poderoso ejército combinado, en el ban campanas para amplificar el ruido del elefante
al moverse. Lo montaban un cornaca y hasta cua
tro guerreros, provistos de arcos o jabalinas, a hor
cajadas sobre el lomo del animal. Pero el arma prin
cipal era el elefante en sí al pisotear al enemigo,
derribarlo con la trompa y ensartarlo con los col
millos, que podían ir cubiertos con afiladas vainas
de hierro.
La infantería de Poros también era formidable.
Al igual que los cornacas, sus miembros eran kshatr-
y a (de la casta guerrera), soldados a tiempo com
pleto, como los macedonios. Se dividían en dos ti
pos. Primero, los arqueros con largos arcos de caña
de 1,4 m disparaban flechas de puntas de hierro o
hueso; aunque poderosos, su precisión no era bue
na, y probablemente los indios se basaban más en el
peso del disparo que en la puntería. Después estaban
los lanceros, provistos de lanzas o jabalinas y con
escudos de piel tendidos sobre mimbre. Todos, sal
vo los más pudientes, iban sin armadura, con la ves
timenta acostumbrada de una larga falda, y armados
con espadas de hoja de hierro.
Prolegómenos de la batalla
El ejército de Alejandro estaba formado por 7.000
hombres de caballería, 40.000 de infantería de toda
clase y 5.000 aliados indios. El Jhelum iba crecido,
y Alejandro optó por no cruzarlo a la vista de los ele
fantes. Plantó el campamento y proclamó que es
peraría a que el Jhelum descendiera, pero lo que es
taba buscando en realidad era un paso alternativo.
Los indios contemplaron varias maniobras de dis
tracción e intentos fingidos de preparar pasos para
cruzar el río en diversos puntos. Después de varios
días, Alejandro cruzó el Jhelum 27 km corriente
arriba, engañando a Poros con una serie de brillan se aventurara a abrirse camino por los huecos entre
tes maniobras. Ello sugiere que dominaba lo que se los elefantes... el terror haría incontrolable el go
ha dado en llamar el nivel operativo de la guerra, bierno de los caballos, y era aún menos probable
por encima de la táctica en el campo de batalla, pero que lo hicieran las unidades de infantería, ya que se
por debajo de la gran estrategia bélica. Su general encontrarían con la infantería pesada y serían des
Crateros recibió la orden de permanecer cerca del truidas por los animales al volverse contra ellos y
campamento con dos taxeis de la falange y una fuer pisotearlos» (Arriano V. 16).
za montada, y de fingir va La primera fase de la ba
rios pasos, para realizar el talla puede omitirse, pues
verdadero sólo cuando Poros «Pero los más valientes son consistió principalmente en
remontó la corriente por la una acción de caballería. Po
orilla para ir contra Alejan seguram ente los que tienen la ros estaba en lo cierto en su
dro. Para cerrar el engaño, visión más clara de lo que tienen suposición de que los caba
Attalos, de apariencia seme llos de Alejandro, no acos
jante al emperador, fue ves delante, gloria y peligro, y aun así tumbrados a los elefantes,
tido con la armadura de Ale acuden a su encuentro. » no se acercarían a ellos, y
jandro e instruido para que Alejandro se vio forzado a
se dejara ver a intervalos re T u cíd id es realizar maniobras de am
gulares allí donde pudieran plio barrido. Abrió la batalla
vigilarlo los indios. Otro co reteniendo a la mayor parte
mandante, Meleagro (o Tolomeo, según la fuente), de su infantería y lanzando un ataque con la caba
debía maniobrar arriba y abajo del río con una fuer llería pesada, apoyada por arqueros dahae a caba
za de caballería e infantería ligera entre el campa llo, contra la caballería del ala izquierda india, to
mento y el punto de cruce, lanzando ataques simu mándola en plena acción de despliegue. Koiros, con
lados de vez en cuando para confundir aún más a un destacamento de caballería pesada, se desplegó
Poros; también debía cruzar el río cuando lo hu por la izquierda de Alejandro, con órdenes de se
biera hecho Alejandro. La fuerza del emperador es guir a la caballería de la derecha de Poros cuando
taba formada por sus tropas predilectas, con la in éste se moviera para defenderse del ataque de Ale
fantería integrada por hipaspistas, dos taxeis de la jandro por su izquierda. Tal fue exactamente lo que
falange, arqueros cretenses y peltastas tracios. Poros sucedió, y Koiros realizó un audaz movimiento pol
envió a su hijo con 120 carros y unos 4.000 jinetes la retaguardia de las líneas indias y de la caballería,
para oponerse a la llegada de Alejandro desde el otro atrapándolas en un movimiento de pinza del cual
lado del río. Sin embargo, Alejandro ya había cru escaparon hacia el santuario de la línea de los ele
zado cuando llegó, y dispersó a los indios tras un fantes.
breve combate de caballería. Dejando una pequeña La segunda fase se centró en la infantería de Ale
fuerza de infantería y elefantes para obstaculizar el jandro. Curcio nos dice que, antes de la batalla, el
cruce de Crateros, Poros marchó al encuentro de rey macedonio había despreciado el valor de los ele
Alejandro. fantes:
Diodoro describe el ejército indio al que se en «Nuestras lanzas son largas y robustas; nunca
frentó finalmente el emperador como semejante a nos servirán mejor que contra estos elefantes y sus
una ciudad amurallada, donde la infantería actuaba guerreros. Desalojad a éstos y atravesad a las bes
como muralla y los elefantes como torres. Arriano tias. Son una fuerza militar de dudoso valor, y su
detalla el despliegue de Poros: ferocidad será mayor contra los suyos; son condu
«En vanguardia dispuso a sus elefantes distan cidos hacia el enemigo por la fuerza de las órdenes,
ciados unos 30 m unos de otros, en un amplio fren pero también por el temor de los suyos» (Curcio
te, para formar una pantalla ante todo el cuerpo de VIH. 14.16).
infantería e infundir terror entre la caballería de Ale Esta suposición modeló su táctica contra los ele
jandro. No esperaba que ninguna unidad enemiga fantes. «Entonces, Alejandro envió a los agríanos y
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los tracios de armadura ligera contra los elefantes, sidad que le repuso en el trono y le convirtió en su
porque eran mejores en las escaramuzas que en los aliado.
combates cuerpo a cuerpo. Así soltaron una lluvia de
proyectiles sobre elefantes y cornacas» (Curcio La legión de la Roma republicana
VIII. 14.24-25). La lluvia de jabalinas hizo su efecto, Hasta el siglo VI a.C., las tribus de la Italia conti
y varios elefantes enloquecieron y cargaron sin orden nental recibieron una mayor influencia de la cultu
ni sentido. Los tracios los perseguían y, a continua ra celta de Halstatt del norte que de los griegos del
ción, huían de ellos, usando tácticas típicas de las es sur, y la influencia celta es perceptible a lo largo de
caramuzas, pero de tanto en cuanto atacaban en blo toda la historia militar romana. El arte de la guerra
que a algún animal, tal vez cuando quedaba aislado se adecuaba muy estrechamente al modelo tribal, y
del resto. Curcio refiere que usaron hachas para tajarle hubo evidencias de un orden de elite de paladines y
las patas, pero probablemente se refería a la rhom- sacerdotes-guerreros dedicados al dios de la guerra,
phaia tracia. Marte, padre de Rómulo y Remo, los fundadores
Al mismo tiempo, la falange avanzó contra los míticos de Roma. Los hallazgos arqueológicos de
elefantes con la intención de limitar el espacio de este período indican que los romanos combatieron
combate. Las bestias rompieron la falange en un con espada desde los primeros tiempos; se han en
punto, como relata Arriano, «llevando la destruc contrado hojas de hasta 70 cm de longitud, algunas
ción en la sólida masa de la falange macedonia» de hierro, junto con puntas de lanza de bronce. Los
(Arriano V. 17), pero parece que los elefantes tuvie cascos eran de bronce y de tipo casquete, en esencia
ron la suficiente inteligencia para comprender que un simple tocado a modo de gorro. La armadura
esta incesante masa en avance de puntas afiladas su consistía principalmente en petos, láminas de bron
ponía un peligro. Se congregaron literalmente en su ce diseñadas para proteger el corazón y también
propia línea y, como observa Curcio, «cargaron con (con ejemplos más grandes) el abdomen, que se sos
tra sus propios hombres, barriéndolos; cornacas y tenía con tiras de cuero. Se han encontrado dos cla
guerreros cayeron al suelo y murieron aplastados. ses de escudos; uno grande y redondo, posiblemen
Más terroríficas que amenazadoras, las bestias fueron te de origen etrusco, y el otro, el ancile oval. A partir
apartadas del campo de batalla como ganado» (Cur de los ejemplos conservados no se ha deducido el
cio VIII. 14.30). A la vez que pisoteada, la infantería modo de llevarlos.
india se agolpó en una masa inútil y desorganizada. Hacia 600 a.C., Roma estaba sometida a los
Parece, por otra parte, que muchos arqueros indios etruscos, un pueblo indoeuropeo de origen oscuro
llegaron al campo de batalla con sus arcos destensa cuya cultura se centró en varias grandes ciudades
dos; tuvieron que tensarlos sobre el terreno y, debi del norte. Los etruscos tuvieron contactos con las
do al barro (sin duda levantado por los elefantes), colonias griegas de Sicilia y el sur de Italia y adop
muchos no lo lograron. taron la falange hoplita poco antes de establecer su
Viendo el desorden de las líneas indias, Alejan hegemonía, imponiendo su organización sobre
dro ordenó a su falange que formara en synaspismos Roma y otros vasallos.
(escudo cerrado) y que cargara, con la caballería ata El ejército etrusco-romano se basaba en el siste
cando por las alas. La línea india fue destruida. ma de leva entre todos los ciudadanos varones adul
Arriano calcula las bajas en 20.000 hombres de in tos. Livio relata que el segundo rey etrusco de
fantería, 3.000 jinetes y todos los carros; la mayoría Roma, Servio Tulio, organizó la sociedad romana
de los elefantes que sobrevivieron fueron capturados en clases basándose en la riqueza y la posición social,
e integrados en el ejército macedonio. Las pérdidas dividida en grupos de votantes conocidos como cen
en la infantería de Alejandro sumaron 80 hombres, turias, donde cada clase estaba equipada para la gue
en su mayoría ante los elefantes, además de 230 ji rra de acuerdo con una escala basada en sus medios
netes. Poros fue capturado tras resultar gravemente financieros. Los más acaudalados formaban ocho
herido, con su elefante muerto bajo su cuerpo. Se centurias de la Primera Clase, equipadas con arma
recuperó de las heridas, y Alejandro se sintió tan dura y armamento hoplitas completos. Las 20 cen
conmovido ante su dignidad y bravura en la adver turias de la Segunda Clase tenían un equipamiento
42 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
similar, salvo las que no llevaban armadura sobre el El relato de Livio del ejército romano de me
cuerpo (tal vez sustituida por petos), y con el «largo» diados del siglo IV a.C. se inspira básicamente en
escudo oval {scutum) en vez del hoplon. La Tercera el de Polibio. Sin embargo, incluye suficientes
Clase estaba formada por otras 20 centurias, arma puntos de diferencias como para sugerir una for
das de igual forma pero sin grebas. Las clases cuar mación distinta y puede, así, considerarse nues
ta y quinta eran escaramuzadores y tropas ligeras, tra mejor fuente sobre los ejércitos que se enfren
donde la cuarta constaba de 20 centurias de lanza taron a Pirro a principios del siglo III a.C. y a
dores de jabalina y la quinta de 30 centurias de hon Aníbal 170 años después. La falange se reorgani
deros. Suponiendo que cada centuria contara con zó en legiones, dividida en manípulos de dos cen
80 hombres, como más adelante, e incluyera dos turias cada uno, pero la antigua división se man
centurias de músicos y 18 de caballería, esto supo tuvo según las situaciones de una forma
ne que Servio disponía de una fuerza total de in modificada:
fantería de 14.400 hombres, comparable a la de los «La primera línea, los hastati [lanceros], con
ejércitos griegos de la época. Roma rechazó a los sistía en 15 manípulos dispuestos con pequeños
etruscos a finales del siglo V I y principios del V a.C., huecos entre ellos; cada manípulo incluía 20 sol
pero aparentemente conservó la falange del tipo de dados de armadura ligera, y el resto eran hombres
Servio. Como muchas reformas militares, la evolu con escudos oblongos: los de «armadura ligera»
ción de la falange en la legión descrita por Polibio eran los que llevaban sólo una lanza y jabalinas.
surgió en la derrota, empezando por la infligida por Esta línea delantera contaba con lo mejor de los
los galos en el río Allia en el año 390 a.C. Las gue jóvenes que acababan de llegar a la edad de servi
rras con los samnitas de los años 343 a 290 a.C. cio. Tras ellos había el mismo número de maní
acarreó nuevos desastres en las Horcas Caudinas en pulos formados por hombres fuertes y maduros, a
el 321 a.C. y en Terracina en el 315 a.C. Samnio los que se llamaba p rin cip es, y todos llevaban es
era un país accidentado; este hecho, y las represen cudos oblongos y tenían armas magníficas» (Li
taciones de la época, que muestran a los guerreros vio VIII.8.8).
samnitas llevando lanzas y jabalinas pero nunca es Estas dos primeras líneas eran conocidas co
padas, sugiere un estilo de guerra basado en la esca lectivamente como an tepilan i («¿delante de las co
ramuza, en la que formaciones densas y fuertemen lumnas?»). Las que formaban detrás de los an te
te controladas suponían un serio inconveniente. No p ila n i eran diferentes tanto en organización como
en vano, las Horcas Caudinas fueron en esencia una en equipamiento:
gigantesca emboscada de un ejército romano en un «Inmediatamente detrás de los estandartes se
valle en los Apeninos. Los romanos pudieron, por colocaban otras 15 compañías, cada una dividida
tanto, haber abierto sus formaciones en el campo en tres secciones... una compañía estaba formada
de batalla después de las humillaciones sufridas en por tres secciones o vexilla, y cada vexilla tenía 70
las colinas del centro-sur de Italia. soldados, dos centuriones y un vexillarius o por
taestandarte, de manera que en conjunto suma
ban 186 hombres. El primer estandarte guiaba a
los triarii [oficiales rasos], soldados veteranos de
probado valor, el segundo a los rorarii, más jóve
nes y menos experimentados, y el tercero a los
acensii, el grupo menos fiable» (Livio VIII.8.8).
Esto presentaba al enemigo un modelo ajedre
zado semejante a una serie de cuñas aplanadas:
«Cuando un ejército formaba en este orden,
los hastati eran los primeros en entrar en batalla.
La PRIMERA LEGIÓN REPUBLICANA d e m e d ia d o s d e l s ig lo IV a. C. Si no lograban dispersar al enemigo, se retiraban
c o n tr o p a s li g e r a s d e la n t e , s e g u id a s p o r lo s h a sta ti, p rin c ip e s, lentamente y eran acogidos a través de los huecos
tr ia r ii, r o ra rii y accen sii. entre los p rin cipes. Después, eran los p rin cip es los
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 43
que asumían la lucha, con los hastati tras ellos, y rra púnica. El ejército seguía estando integrado por
los triarii arrodillados bajo sus estandartes, con la una milicia de ciudadanos de clase media y alta, to
pierna izquierda estirada hacia delante y los escu dos ellos hombres libres de la clase de los legionarios
dos apoyados en los hombros, manteniendo las lan de los que se esperaba que cumplieran un servicio
zas fijas al suelo y apuntando hacia arriba, de forma militar de 16 años (20, en caso de emergencia) an
que la línea parecía encresparse con una empalizada tes de alcanzar los 46 años de edad, con revistas
protectora. Si los principes combatían sin éxito, poco realizadas anualmente en tiempo de guerra. Sin em
a poco dejaban la primera línea a los triarii... Cuan bargo, la naturaleza de la soldadesca romana había
do los triarii habían dejado que principes y hastati re cambiado: desde el año 392 a.C., recibían un pago
gresaran a sus líneas por los huecos, se levantaban y regular y en ello se parecían más a los modernos re
cerraban las filas rápidamente, bloqueando los pa clutas que a una leva de ciudadanos, y la obligación
sos, por así decir, y entonces, sin reservas que los de servir durante las largas guerras de los siglos IV y
respaldaran, caían sobre el enemigo como una fuer III a.C. llevó a muchos legionarios a convertirse, en
za desatada» (Livio VTII.8.8). la práctica, en soldados de carrera. Cada vez fue más
frecuente la relajación en cuando a los requisitos de
Acciones concentradas propiedad, y campesinos e incluso esclavos fueron
Pareciera que la legión era, en la práctica, un con llamados a filas tras la catastrófica derrota de Can
junto de unidades menores, que luchaban no en nas (216 a.C.).
una disposición lineal sino siguiendo un modelo de La legión «polibia» tenía 4.200 efectivos, que
acciones concentradas bajo un mando local. La dis podían ampliarse a 5.000. Se organizaba en centu
posición en cuña sería así particularmente adecua rias de 80 a 100 hombres, con cada dos centurias
da para crear y aprovechar las brechas en la línea agrupadas en un manípulo, la unidad táctica prin
enemiga. Livio omite las funciones de los rorarii y cipal del ejército romano en aquella época. La le
los accen sii, que parecen haber sido guardias del gión incluía también a escaramuzadores (velites) ar
campamento o siervos armados, aunque una vez mados con jabalinas, en su mayor parte «los más
hace referencia a rorarii rompiendo filas y unién jóvenes y los más pobres», y caballería para tareas
dose a los antepilani a la altura de una batalla. Tam de reconocimiento. La legión mantuvo una versión
poco dice demasiado acerca de las armas; el título de la formación ajedrezada, y Polibio relató que se
hastati sugiere que estas tropas, como poco, habrían marchaba en esta formación cuando el territorio era
utilizado el hasta, una lanza arrojadiza manejada hostil.
con una mano, hasta una cierta fecha, pero de las Es probable que la práctica de relevar las líneas
narraciones de Livio y Plutarco (muy anacrónicas) con manípulos continuara, aunque era ya una op
se desprende que la espada pasó a usarse amplia ción táctica más entre varias. Las líneas primera y se
mente a finales del siglo IV a.C., mientras que Livio gunda consistían en 10 manípulos cada una, de has
alude a los galos en una batalla del año 351 a.C. tati y p rin cip es («lo mejor de la vida»). Según
como «atacados con proyectiles que... se clavaban Polibio, éstos llevaban el scutum y dos pila (vena
en sus escudos y los hacían muy pesados de trans blos):
portar», lo que sugiere que en esa fecha debería ha
berse usado el p ih im , una pesada lanza arrojadiza.
Otras reformas
La legión experimentó reformas ulteriores después
de los encuentros con los ejércitos cartagineses, muy
móviles y diestramente manejados, en las guerras
púnicas. La descripción más detallada de que dis
ponemos de las legiones de la guerra macedonia L e g ió n d e P o l ib io e n f o r m a c i ó n d e m a r c h a , c o n lo s v elites e n
proviene de Polibio, y la organización que éste des la p r i m e r a lín e a , y lo s h a sta ti, p rin c ip e s y tria rii p o r d e trá s , e n
cribe surgió probablemente durante la segunda gue e s te o r d e n .
44 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
«Los p ila son de dos clases: grueso y fino. De los bas podrían corresponderse con los venablos «grue
gruesos, unos son redondos y con el diámetro de so» y «fino» de Polibio, respectivamente. El pilu m
un palmo, y otros tienen sección cuadrangular. Los era, tal vez, el arma arrojadiza más mortífera de la
finos, que pueden llevarse además de los otros, son historia, capaz de atravesar la armadura y el escudo,
lanzas de caza de un tamaño mediano... A cada uno y a veces de ensartar varios escudos. El propio peso
se le ajusta un hierro en forma de anzuelo de la de la lanza doblaba la punta de hierro y la cabeza en
misma longitud que el asta. Su inserción, fijada a anzuelo era imposible de retirar del escudo en un
media asta y con numerosos clavos, está tan firme momento de apresuramiento, de forma que todo
que en acción el hierro se romperá antes de que ceda escudo que recibía el impacto de un p ilu m quedaba
la juntura, aunque ésta, en su base, allí donde se seriamente dañado.
implanta en la madera, tiene el grosor de un dedo y Sin embargo, el arma principal de los hastati y
medio; tal es el cuidado que se ha puesto en esta los p rin cipes era la espada celtíbera {gladius hispa-
inserción» (Polibio VI.2.3). niensis), que Polibio describe como «excelente para
Los hallazgos en Numancia y Telamón confir hundir, y que corta por los dos filos, ya que la hoja
man la existencia de dos tipos de pilum , ambos con es muy fuerte y firme» (VI.23). El gladius fue adop
un hierro a modo de anzuelo en el extremo de una tado aparentemente por las tribus celtíberas de Ibe
larga punta de hierro, unida a un asta de madera. ria después de la segunda guerra púnica, y estaba en
Una tenía la punta unida mediante un remache, y la uso con certeza en Cinoscéfalos en el año 197 a.C.
otra por una lengüeta de hierro remachada en una (Los hastati conservaron su título, pese al cambio en
hendidura en un extremo engrosado del asta. Am el armamento, al igual que algunos regimientos de la
C a s c o s l e g io n a r io s
ROMANOS Y CASCOS
AUXILIARES. Fila superior, de
izquierda a derecha: un tipo
Coolus de bronce hecho en la
Galia, c 50 a .C.-100 d. C.,
con cresta d e crin de caballo y
plum as; casco de hierro galo
imperial, c 15 a. C., con
«cejas» prom inentes; casco de
hierro de la segunda m itad
d el siglo I d. C. con decoración
d e bronce y carrilleras vueltas
hacia fu era para desviar los
golpes. Fila inferior, de
izquierda a derecha: casco
auxiliar de bronce de la
m itad d el siglo I d. C.; casco
auxiliar de un arquero
oriental, de hierro y bronce
sobre armazón metálico, c
100 d. C.; casco de hierro de
un legionario d e principios
del siglo IV d. C. hecho en dos
mitades unidas p o r el centro
p o r sencillez y para facilitar
la producción en serie.
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 45
moderna Infantería británica siguen siendo conoci licarnaso describió el arte romano de la espada en
dos como «fusileros»). El gladius se forjaba en hierro batalla contra los galos en el siglo IV a.C. Su relato
(se han encontrado ejemplos de acero toledano), con puede ser anacrónico, ya que fue compuesto 300
una hoja de unos 50 cm de largo: contradiciendo a años más tarde, pero sigue ofreciendo una gráfica
Polibio, el centro de gravedad de la hoja estaba cer descripción de los romanos en acción en un tiempo
ca de la empuñadura lo que, combinado con su lar transcurrido entre las guerras púnicas y el período
ga punta, sugiere que era bastante mejor para hun medio del imperio:
dir que para cortar. De hecho, el crítico y polemista «Ahora el modo de luchar de los bárbaros, al ser
militar romano Flavio Vegecio insistió en que había en gran medida el de las bestias salvajes y frenéticas,
que enseñar a los reclutas a golpear con el gladius, era errático, bastante falto de ciencia militar. Así,
«no con el filo, sino con la punta», pues una estoca en un momento, blandían sus espadas en alto y gol
da rápida en el vientre del adversario le haría caer peaban con violencia al modo de los jabalíes, apli
mucho más deprisa que numerosos cortes (una doc cando todo el peso de su cuerpo como simples ha
trina que los romanos aplicaron también en las tác cheros... y propinaban mandobles sin objeto, como
ticas en el campo de batalla). Vegecio nos dice que si pretendieran despedazar el cuerpo de sus adver
«los antiguos» hicieron del juego de espada una par sarios, con la armadura y todo lo demás; después
te central de su instrucción: giraban el filo de sus espadas apartándolo del ene
«Llevaban escudos de mimbre, parecidos a va migo. Por su parte, las maniobras de defensa y con
llas de construcción... de modo que tenían dos ve traataque de los romanos contra los bárbaros eran
ces el peso que el normal de un escudo oficial. Tam firmes y les daban gran seguridad. Porque cuando
bién daban a los reclutas puñales de madera de sus enemigos arremetían con las espadas en alto, se
doble peso, en vez de espadas... Cada recluta plan protegían con los escudos, encorvándose y acucli
taba un poste en el suelo, de forma que no pudiera llándose, haciendo vanos e inútiles los golpes de los
moverse y sobresaliera unos 2 m... Contra el poste, otros, que apuntaban demasiado arriba, a la vez que,
como si fuera un adversario, el recluta se entrenaba extendiendo sus espadas en horizontal, herían a sus
con la estaca y el mimbre como si fueran espada y adversarios en las ingles, les ensartaban por los cos
escudo, ensayando mandobles en la cara y la cabe tados y dirigían sus golpes al pecho y los órganos
za, después amenazando los flancos, luego inten vitales. Y cuando veían que el oponente se protegía
tando cortarle los tendones y las piernas, retroce esas partes del cuerpo, le cortaban los tendones de
diendo y avanzando, saltando y abalanzándose las rodillas o los tobillos y le hacían caer rugiendo y
contra el poste con todos los métodos de ataque y mordiendo el escudo, ululando como bestia salvaje»
artes de combate, como si fuera un enemigo real» (Dionisio XVI. 10.17).
(Vegecio 1.11).
Cada fila de hastati o prin cipes se desplegaba de Ejército de milicia
manera que cada hombre se separaba del de delan El ejército descrito por Livio y Polibio seguía sien
te formando a 1 m entre hombros para dejar espa do una milicia en la que cada hombre aportaba su
cio para lanzar los pila. Cada fila se estrechaba jun propio equipamiento, con lo que era improbable
to a la primera cuando se lanzaban los pila, hasta una completa uniformidad en armas y armaduras.
que todo el manípulo permanecía en orden cerrado. El escudo (scutum ) parece tener un origen celta y
Entonces, con el enemigo conmocionado por la llu estaba hecho de un armazón de madera cubierta
via inicial de jabalinas, las filas delanteras cargaban con tela y, encima, cuero, con ribetes de hierro en
con la espada, mientras los de detrás seguían arro los bordes inferior y superior a modo de protección.
jando lanzas sobre sus cabezas. A diferencia de la Se llevaba con una simple asa bajo el ombligo del es
masa anónima del ataque en falange, la lucha resul cudo, reduciendo así la impedimenta con respecto
tante consistía en un mosaico de combates indivi al hoplon, facilitando el lanzamiento de venablos y la
duales, donde los romanos buscaban la victoria a lucha con espada y mejorando el uso ofensivo, ya
través de la proeza personal de sus soldados diestros fuera hundiendo la espada o cortando con el filo.
con la espada. El historiador griego Dionisio de Ha Polibio refiere que todos los legionarios llevaban
46 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Pidna
168 a. C.
Perseo tom ó la in iciativa y cruzó el río con su
falange. Paulo envió a sus elefantes contra el ala
izquierda m acedonia, que pronto se dispersó. Sin
em bargo, la batalla se resolvió en una lucha
encarnizada de la infantería en el centro, con la
incursión de las legiones rom anas en la falange
m acedonia. C ada legionario tuvo que vérselas con
diez picas sim plem ente con su espada, después de
haber lanzado sus p ila , y los rom anos no lograron
entrar en la luch a cuerpo a cuerpo. Los pelignos,
aliados de Rom a, se vieron forzados a retirarse, pero
las filas delanteras de la falange se desorganizaron al
acceder a un terreno más accidentado, y la
form ación empezó a romperse. Paulo envió a sus
cohortes hacia los espacios abiertos en las líneas del
enem igo para llegar al cuerpo a cuerpo; en cuanto
penetraron en ellas y las separaron, atacaron los
Perseo Forma su falange
flancos y la retaguardia de los m acedonios. La
falange se desgajó y quedó separada de una un idad
2 y cruza el río, para dar
inicio a la batalla. Su ala
de elite que la cohesionaba, con lo que se rom pió izquierda es derrotada por
definitivam ente y huyó en desbandada. Plutarco los elefantes de Paulo. —
calcula las m uertes m acedonias en 2 5 .0 0 0 ; sólo 80 o
100 rom anos perdieron la vida.
Las hostilidades
I comienzan con una
escaramuza entre los dos
bandos al encontrarse a la
orilla del río por la mafraila.
L o s le g io n a r io s se
5 in f ilt r a n e n la f a la n g e y
la fr a g m e n ta n , o b lig a n d o a
lo s m a c e d o n io s a h u ir.
P erseo es c a p tu r a d o .
- * Al ver que la falange se
4 desorganiza al entrar
en terreno accidentado,
Paulo ordena a sus
hombres que ataquen las
pequeñas unidades.
a retirarle, al no
traspasar el muro de
lanzas de la primera
línea de la falange.
48 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
petos, salvo los de cierta posición social y económi vió con el enfrentamiento entre seis paladines de
ca, que iban provistos de cotas de malla; y un mo cada bando en el año 670 a.C., y el episodio heroi
numento erigido para conmemorar la victoria de co de Horacio Cocles y sus dos compañeros defen
Emilio Paulo en Pidna muestra a la infantería ro diendo un puente del Tiber frente a todo el ejérci
mana ataviada con corazas musculadas. Se conocie to etrusco se remonta al 508 a.C., al menos 100
ron principalmente tres clases de cascos: el etrusco- años antes de que se conociera La Litada en Roma.
corintio o Ítalo-corintio era en esencia un sombrero La antediluviana falange romana sobrevivió con la
de bronce, esculpido al modo de un casco corintio tercera línea de la legión, los triarii·, diez centurias de
en miniatura; el ático fue otro estilo popular en Ita hombres experimentados armados con venablos (has
lia. El casco «romano» más distintivo fue el de Mon- ta) y que defendían la retaguardia; en latín se usaba la
tefortino, aparentemente de diseño celta, como el expresión «la batalla llega a los triarii» como metáfo
scutum , que debe su nombre al cementerio de An ra de una situación apurada. En tiempos de Polibio
cona donde se encontraron un gran número. En su parece que se prescindió de los rorarii y los accensii y
forma más simple, el Montefortino consistía en un se ampliaron los triarii·, tal vez se debiera a las guerras
bol de bronce con un pico corto en horizontal que casi incesantes de los siglos III y II a.C., que nutrieron
se extiende sobre la nuca, con carrilleras que se pro las filas de veteranos de esta condición.
longaban por debajo de la mandíbula. Entre las tri El ejército de la República de Roma experimen
bus latinas era tradición llevar una sola greba en la tó dos fases más de reforma. Escipión el Africano
pierna izquierda, la que se adelantaba, aunque pa convirtió los triarii y prin cipes en una reserva móvil,
rece que las grebas se abandonaron al final de la se que utilizó para envolver los flancos del ejército car
gunda guerra púnica. taginés en las grandes llanuras europeas y para ex
Los romanos eran muy duchos en el manejo de tender la línea romana equiparándola a la de Car-
la espada. Si bien la lucha a espada tiene reminis tago en Zama. Desde finales del siglo III a.C. a
cencias homéricas, pudiera reflejar también la per principios del I, se hizo un uso creciente de la cohors
sistencia de un estilo tribal de guerrear y un carác (cohorte), una formación constituida por un ma
ter nacional más individualista y varonil que en el nípulo de hastati, p rin cipes y triarii·, así, desde fina
mundo griego. En la Roma de los primeros tiempos les del siglo II a.C. la cohorte, y no la legión, pasó a
existía un culto al combate individual. Según Li ser la unidad principal de maniobra en los ejércitos
vio, una disputa entre etruscos y romanos se resol de Roma.
E L P A P E L DE L A I N F A N T E R Í A · 49
La creciente agilidad táctica de la legión sugiere decisivos, muy por encima, en la práctica, de cual
que, además del manejo en las armas individuales, quier contribución de los tribunos, demasiado ocu
los soldados recibieron instrucción como unidades, pados en el combate cuerpo a cuerpo en la primera
tal vez hasta la escala de legión. Por otra parte, la línea o incluso en duelos entre paladines como para
dispersa formación de los manípulos requería una ejercer ninguna supervisión. La carga impetuosa de
cierta transferencia del mando, y los romanos con lucha a espada era norma en el planteamiento galo
taban con un complejo sistema de «oficiales» y en la batalla, otra posible influencia sentida en los
«otros jefes». Polibio cuenta que al frente de cada romanos, pero éstos superaban a los galos por su
manípulo había un centurión elegido por los sol intenso entrenamiento, organización y ejercicios de
dados. Por encima de éste se situaban los tribunos, combate, lo que dotaba a la legión de una flexibili
magistrados electos cuyo servicio militar formaba dad y una rapidez de respuesta tal vez sin parangón
parte de su función cívica; cada legión estaba co en el resto de los ejércitos de su tiempo.
mandada colectivamente por seis tribunos. Estos Las reformas antes detalladas coincidieron con
dependían del cónsul, uno de los dos principales un cambio en el estilo de mando que se alejó del li
magistrados de Roma, que mandaba el ejército. Un derazgo heroico desde la primera línea. Ya en el año
ejército romano típico de las guerras púnicas o ma 340 a.C., Livio informa de que el cónsul Manlio
cedónicas constaba de dos a cuatro legiones en el Torcuato sentenció a su propio hijo, un coman
centro, con alae (alas) de tropas de los tributarios ro dante de caballería, a muerte por haber aceptado
manos armadas y organizadas al modo legionario, un duelo a combate individual contraviniendo las
en cada flanco. Las tropas legionarias constituían el órdenes, y desde aquel momento se produjo un ale
grueso de estos ejércitos, con 20.000 a 30.000 sol jamiento de las expresiones de bravura varonil por
dados de un total estimado en 40.000 en Heraclea; parte de los jefes en combates individuales al mando
20.000 de 40.000 en Ausculum; 18.000 de 26.000 de las tropas en cargas o defensas heroicas o en au
en Cinoscéfalos, y 10.000 de 37.000 en Pidna. daces maniobras para ganar las batallas. Obsérvese
La «táctica» romana común, al menos antes de la también la descripción del mejor centurión dada por
convulsa derrota a manos de Aníbal, era una acción Polibio: «No se desea que sean tanto hombres que
de choque directa contra el centro del enemigo. Los lancen los ataques y abran el campo de batalla, como
romanos contaban con que la mejor instrucción, que sepan mantenerse firmes bajo la presión, y en si
agresividad y coraje de sus soldados fueran factores tuaciones desesperadas estén dispuestos a morir en
sus puestos (VI.24)». Con todo, sería difícil manejar
los manípulos y las cohortes sin que algunos co
mandantes se mantuvieran en puestos de observa
ción para estudiar los combates y corregir la forma
ción según se desarrollaran los acontecimientos.
Pidna: 16 8 a.C.
La falange macedonia dependía de la cohesión: si
ésta se perdía en el «fragor» de la batalla, su eficacia
quedaba seriamente comprometida, cuando no de
saparecía. De ahí la preferencia de los comandantes
helenísticos por las batallas en terrenos abiertos y
llanos y su recurrencia a los mismos lugares, como
Cinoscéfalos, Magnesia y Coronea.
En ninguna ocasión se reveló tan gráficamente
U na LEGIÓN ROMANA FRENTE A UNA FALANGE: los legionarios
esta fatal debilidad como en la batalla de Pidna, en
arrojan sus pila en un m iento p o r rom per la falange. Después se el norte de Grecia, en el año 168 a.C., entre los ejér
acercan en form ación, intentando entrar en el com bate cuerpo a citos del rey Perseo de Macedonia y el cónsul ro
cuerpo, donde son superiores en e l manejo de la espada. mano Lucio Emilio Paulo. El conflicto estalló por la
50 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
lucha de poder entre Roma y los reinos diádocos se- muchos años después de Pidna como huésped grie
léucidas y macedonios, casi inmediatamente después go en la casa familiar de Paulo; acompañó al hijo de
de la victoria romana en la segunda guerra púnica. En Paulo, Escipión Emiliano, durante la tercera guerra
el año 197 a.C., un ejército romano había vencido a púnica, y estuvo en la destrucción de Cartago en el
los macedonios en Cinoscéfalos. Los elefantes de año 146 a.C.
Roma rompieron el ala izquierda macedonia, indu Para enfrentarse a la posición de Perseo, Paulo
ciendo a un tribuno a tomar 20 manípulos de esta ala envió una fuerza de extraordinarii, caballería e in-
y dirigirlos colina abajo para cargar contra la reta
guardia de la falange macedonia, que había sido obli
gada a retroceder por el ala izquierda romana. La gue
rra volvió a estallar en el año 171 a.C., y cuando
Paulo fue elegido cónsul en el 168 a.C., el Senado le
instruyó para que pusiera fin a la situación.
Su padre había muerto en Cannas, y Paulo era
cuñado de Escipión el Africano, que derrotó final
mente a Aníbal en Zama en 202 a.C. Aún en sus 20
había logrado dos victorias sobre los celtíberos y,
cuando fue elegido cónsul por primera vez en 182
a.C., lanzó una victoriosa campaña contra los celtas
de Liguria, en el noroeste de Italia. Paulo tenía al
rededor de 60 años cuando, en 168 a.C., fue insta
do a asumir un segundo consulado, en concreto
para resolver el problema de Perseo, que había in
fligido una serie de derrotas humillantes a los ro
manos. En aquel momento, Perseo acampaba en
una posición fuerte y bien pertrechada cerca del
monte Olimpo, de la cual los romanos tenían difi
cultades para desalojarle.
Disponemos de dos fuentes sobre la batalla que
aconteció. Una procede de la Vida d e Paido de Plu
tarco; la otra es La historia d e Roma, de Livio (Tito
Livio). Se sabe bastante poco de Livio, acaso un es
critor profesional que produjo su Historia entre los
años 30 a.C. y 17 d.C. Aunque magnífico con la
pluma, Livio ha de interpretarse con cautela; creía
firmemente en el avance heroico de Roma hacia un
«fin predestinado» y su narración está lastrada por
esta convicción. Aunque no se conservan sus co
mentarios sobre Pidna, es posible espigar informa
ción técnica relevante del historiador más respetado
de aquel tiempo, Polibio. El interés de éste no se
centraba sólo en los asuntos militares, sino que pasó
R e c o n s t r u c c ió n d e la batalla d e P id n a , d o n d e s e m u e s t r a
c ó m o u n t e r r e n o a c c i d e t í t a d o d e s o r g a n i z ó la f a l a n g e
m a c e d o n i a , p e r m i t i e n d o a lo s r o m a n o s a c e r c a r s e a lo s
f a l a n g i t a s y a p r o v e c h a r su t n e j o r t é c n i c a e ti e l m a n e j o d e la
espa d a .
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 51
fantería ligera de los aliados itálicos de Roma, para escaramuzas para hostigar a los romanos que hu
que desgastaran las líneas de suministro del ene yeran.
migo. Perseo se retiró a Pidna, escogiendo este lu Paulo concentró y detuvo a su ejército durante
gar porque, según nos dice Plutarco, «era una pla toda la noche mientras diseñaba un plan de ataque.
nicie propicia para su falange, que necesitaba un Contaba con dos legiones romanas, otras dos de
terreno firme y llano» (Plutarco, Paulo, XVI), aun aliados itálicos y una fuerza de caballería númida
que estaba rodeada de colinas, lo que daba pie a para sumar un total de 37.000 hombres, además
52 » T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
V ‘((li
Las centurias delanteras de hastati se mueven a la derecha,
mientras que las de retaguardia se adelantan para cubrir el
hueco y presentar una línea sólida ante el enemigo. Entonces
II 11 á I II é u MÜ
arrojan sus pila y cargan a la carrera.
T ûj l ûJ JúJ ûJ fùJ üf βú βú βû
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de 34 elefantes de guerra. La falange de Perseo su que no huyeron, se retiraron... de modo que inclu
maba 21.000 hombres, con otros 17.000 de infan so Emilio, como nos dice Posidonio, al verlos, se
tería y 4.000 jinetes. A la mañana siguiente se li rasgó las vestiduras. Porque esta parte de su ejército
braron los primeros combates entre los pelignos, estaba en retirada y el resto de los romanos se afa
aliados de Roma, y los peltastas tracios junto a la naba frente a la falange sin lograr acercarse a ella,
corriente, y Perseo marchó entonces con todo su ante la densa barricada de largas lanzas que la hacía
ejército. inaccesible por todos lados» (Plutarco, Paido, XX).
Paulo reaccionó formando a sus fuerzas y cargan Es probable que las filas delanteras de la falange
do con los elefantes contra el ala izquierda macedo mostraran cierta irregularidad en la fuerza de los
nia, que pronto se dispersó. Sin embargo, la batalla se grupos o los individuos al resistir o avanzar, y que al
resolvió en un encarnizado combate de infantería, empujar a los romanos se adentraran en un terreno
con las legiones romanas infiltrándose entre los fa- accidentado, con lo que la formación empezó a des
langitas del cuerpo de Chalkaspides (escudos de bron componerse. Así, la menos densa formación de los
ce) macedonios. Plutarco observa que el propio Pau manípulos cobró ventaja y, como nos dice Plutarco,
lo desconfiaba del resultado de este choque: los romanos iniciaron así una nueva batalla:
«Emilio llegó y vio que los batallones macedo « [E] 1terreno era desigual, y la línea de batalla, tan
nios habían plantado ya las puntas de sus largas lan larga que los escudos no pudieron seguir mante
zas \sarissas\ en los escudos de los romanos, incapa niéndose unidos, y Emilio vio entonces que la falan
ces así de llegar a ellos con la espada. Y cuando ge macedonia estaba dejando muchos huecos y es
descubrió que el resto de las tropas macedonias ti pacios, como es natural cuando los ejércitos son
raban de sus rodelas de los hombros, y con largas grandes y los esfuerzos de los combatientes se diver
lanzas en horizontal resistían a sus infantes y cuál era sifican; algunas de sus partes recibían una dura pre
la fuerza de sus escudos... se asombró y temió que se sión, y otras empujaban al contrario. Reaccionó en
apoderaran de ellos» (Plutarco, Paulo, XIX). tonces con presteza y, dividiendo a sus cohortes, les
Cuando la legión cargó contra la falange de fren ordenó que arremetieran contra los intersticios y es
te en un terreno llano, nos dice Polibio, la distribu pacios vacíos en las líneas del enemigo y entraran así
ción de los espacios obligaba a cada romano a hacer en el cuerpo a cuerpo, no emprendiendo una sola lu
frente a diez picas con la sola ayuda de su espada, cha contra todos a la vez, sino muchas y sucesivas ba
después de haber lanzado sus pila. Si la situación tallas separadas. Estas instrucciones dio Emilio a sus
seguía favoreciendo a la falange, la legión habría su oficiales, y los oficiales las transmitieron a sus solda
frido una sangrienta derrota, como les sucedió a los dos, para que cuanto antes, se infiltraran entre las fi
pelignos (tropas armadas al modo legionario) en el las del enemigo y las separasen, para después atacar a
flanco de Paulo: algunos de ellos en el flanco donde no estaban pro
«Los romanos [sic\, cuando atacaron la falange tegidos por la armadura y acosar a otros cortándoles
macedonia, fueron incapaces de forzar un paso... la retirada» (Plutarco, Paido, XX).
Porque los romanos intentaban repeler las largas Livio lo corrobora con estas palabras:
lanzas de sus enemigos con la espada, o apremiarlos «La causa manifiesta de la victoria fue el hecho
con los escudos, o asirlos y retenerlos con las propias de que se dispersaran... La fuerza de la falange es
manos; mientras los macedonios, sosteniéndolos irresistible cuando se adensa y se encrespa con las
firmemente avanzaron con las dos manos, ensarta lanzas extendidas; pero si, mediante ataques por
ban a quienes se les ponían por delante con arma puntos diferentes, se fuerza a las tropas a girar las
dura y todo, pues ni el escudo ni los petos podían lanzas en redondo, tan lerdas que resultan en ra
resistir la fuerza de la larga lanza macedonia, recha zón de su peso y su longitud, se enmarañan en una
zando el ímpetu de los pelignos... quienes, sin cui masa desordenada; y luego, el ruido de cualquier
dado sino imbuidos por una furia animal, arreme conmoción en el flanco o la retaguardia las sume en
tieron contra los golpes que recibían y sufrieron una la confusión, y así la formación entera se colapsa.
muerte cierta. Cuando la primera línea quedó des Tal fue lo que aconteció en esta batalla, cuando la
pedazada, los que la seguían fueron vencidos; y aun falange hubo de enfrentarse a romanos que ataca-
54 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL. M U N D O ANTICUO
mamento se abolieron, y ya toda la legión luchaba guieran alistándose. Por otra parte, los soldados ve
con una combinación de espada y pila. Así fueron teranos tenían la posibilidad de acceder al centu
las legiones de Pompeyo, César y las guerras civi rionazgo, lo que conllevaba prestigio social y re
les, y esta organización se conservó, con alguna evo compensa económica.
lución, hasta el siglo II d.C. La guerra de Yugurta fue uno de estos conflictos
Estos cambios se han contemplado como otra «opcionales». Mario, después de ser elegido cónsul
«revolución en los asuntos militares», atribuida a un con un mandato hasta el fin de la guerra, «alistó a
hombre, Cayo (o Gayo) Mario, seis veces cónsul de muchos hombres pobres e insignificantes, aunque
Roma, vencedor en la guerra contra el rey Yugurta los antiguos oficiales no habrían aceptado a estas
de Numidia (110-105 a.C.) y salvador de Italia de personas, pero dio armas como una recompensa de
una masiva invasión de los bárbaros que tuvo lugar honor sólo a aquéllos cuyas propiedades les hacían
entre los años 102 y 101 a.C. Mario modificó la merecedores de recibirlas» (Plutarco, Cayo M ario,
cultura política romana, usando el ejército como IX). Estos «hombres pobres e insignificantes» eran
una base de poder y éxito militar para construirse del capite censi, la clase más baja de ciudadanos ro
una reputación política, modelo que siguieron todos manos, que no tenían hacienda de ningún tipo y
los políticos romanos posteriores, sobre todo Julio que antes habrían sido desestimados para el servicio
César. Más problemático es elucidar si Mario cam militar. Gracias a Mario, fueron reclutados ahora
bió en la misma magnitud la práctica militar de en gran número. Las razones de Mario más pare
Roma, ya que muchas de las innovaciones que se le cen políticas que militares; había accedido al con
atribuyen pueden verse en realidad como la culmi sulado pese a sus orígenes humildes y a una desa
nación de un largo período evolutivo. fortunada propensión a decir lo que pensaba, y
El ejército de los tiempos de Mario seguía ba resultaba improbable que obtuviera mayores éxitos
sándose en la leva de ciudadanos romanos dueños salvo si creaba un electorado afín a sus posiciones.
de propiedades, que servían en él durante un plazo
de seis años; de hecho, el Senado ordenó una reclu El nuevo ejército de Mario
ta en el año 52 a.C., medio siglo después de que Estas nuevas levas no podían procurarse su propio
Mario hubiera guiado a sus «nuevas» legiones con equipamiento. El estado había ya empezado a pro
tra los cimbrios. Sin embargo, como ya se ha men porcionar armas y equipos; en el año 122 a.C., otro
cionado, las guerras casi incesantes de los siglos III y político populista, Cayo Graco, Tribuno del Pue
II a.C. trajeron cambios en el personal del ejército. blo, había emitido una ley que exigía al estado que
La limitación del servicio a ciertos ciudadanos se suministrara la vestimenta de los soldados. Ello pue
relajó cuando Roma pasó a necesitar más soldados, de explicar la creciente uniformidad de las armas y
y la duración de algunos conflictos hizo que mu los equipamientos que se observa desde mediados
chos de estos soldados no tuvieran vuelta atrás; se les del siglo II a.C. Por desgracia, la evidencia pictórica
permitió que se realistaran voluntariamente al tér y arqueológica del aspecto de este nuevo tipo de le
mino de los seis años, con lo que se convirtieron al gionario es escasa, y la fuente principal es el altar
final en soldados de carrera. Esta transición se pro con un registro de una leva de tropas durante el
dujo al abrigo de los tipos de campañas lanzados consulado de Domicio Enobarbo en el año 115 a.C.
con frecuencia creciente por Roma desde el año 200 Los relieves del altar muestran a un oficial veterano,
a.C. en adelante. Las guerras contra Pirro y Aníbal presumiblemente un tribuno, y a cuatro legiona
habían surgido como una necesidad de superviven rios. Éstos llevan cotas de malla sin mangas recor
cia nacional, y en ellas se esperaba de cada ciudada tadas justo por encima de la rodilla, sobre sencillas
no que defendiera a la patria; después de Zama, túnicas; uno exhibe un casco de tipo Monteforti-
Roma entró en conflictos de expansión o defensa no, mientras que los otros tres, y el tribuno, llevan
imperial, a menudo lejos de Italia y prolongados cascos etrusco-corintios, todos con crestas de crin de
durante largos años. Para estos conflictos «opciona caballo. Los legionarios están provistos de scuta ova
les», Roma solía buscar voluntarios, ofreciéndoles les con una única asa horizontal detrás del tachón,
tierras y donaciones como incentivo para que si y el gladius en una vaina colgada bajo el brazo de-
56 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
recho sobre una correa de material indeterminado. lidad de los ejércitos romanos y llevaron a una ma
El p ilu m estaba normalizado, y se atribuye a Mario yor complejidad táctica. En Coronea (90 a.C.), el
una importante innovación técnica: odiado rival de Mario, Lucio Cornelio Sila, despla
«Hasta aquel tiempo, al parecer, la parte del asta zó una fuerza de cuatro cohortes para resistir un in
que se dejaba dentro de la cabeza de hierro se suje tento póntico de desplegar su flanco izquierdo mien
taba con dos clavos de hierro; pero, dejando uno tras dirigía personalmente a una quinta en un ataque
como estaba, Mario eliminó el otro y puso en su por su derecha. En Farsalia (48 a.C.), César usó una
lugar una espiga de madera que podía romperse con fuerza especial de seis cohortes, formadas por triarii
facilidad. Su diseño hacía que el [pilum], después de cada legión, para contrarrestar un intento de la ca
de chocar en el escudo del enemigo, no se quedara ballería de Pompeyo de envolver su flanco. Farsalia es
enhiesto en él, sino que la estaca de madera se rom interesante también para indicar que, en algunas cir
pía, dejando así que el asta se doblara sobre la cabeza cunstancias, la dispersa formación de lucha con es
de hierro y arrastrara por el suelo, quedando sujeto pada de la legión manipular fue abandonada en fa
por el giro en el punto del arma» (Plutarco, M ario, vor de una formación más densa, en la que los
XXVI). legionarios combatirían escudo contra escudo, con
El objetivo era de nuevo hacer que un escudo servando sus p ila como armas arrojadizas. Mario
que recibía el impacto del p ilu m quedara inservi adoptó una formación de este tipo contra los teuto
ble, e hiciera posiblemente tropezar a su portador. nes entre 102 y 101 a.C., y fue así como las cohor
Mario usó sus cohortes con habilidad, lo que tal tes de reserva de César se enfrentaron a la caballería
vez explica por qué muchas veces se le atribuye la de Pompeyo en Farsalia. Al describir las tácticas ro
creación de la cohorte. La formalización del sistema manas contra los alanos en 135 d.C., Arriano reco
de cohorte pudo haber sido necesario por la expan mienda que se emplee dicha formación contra la ca
sión del imperio, y por la necesidad de guarnecer ballería pesada. Aparentemente, en enfrentamientos
grandes zonas con unidades semiindependientes. contra caballería o infantería en densa formación, la
Sin embargo, el crecimiento de la soldadesca de ser legión se mantenía a la defensiva, normalmente en
vicio prolongado significó que las legiones se hicie un terreno elevado, hasta que se producía el ataque
ron formaciones permanentes adoctrinadas con una del enemigo, y entonces abría filas, desenvainaba las
identidad corporativa no diferente de la de los regi espadas y contraatacaba; así sucedió en Aquae Sextae
mientos del moderno Ejército británico. El gen iu s y en la batalla de la XII Legión de César contra los
(espíritu guardián) de cada legión cobró forma belgas en el año 57 a.C. Alternativamente, frente a
como el estandarte del águila que impuso Mario a tropas ligeras, los legionarios arrojaban inmediata
todos los hombres bajo su mando. Aquello era más mente sus p ila y cargaban a la contra, como se ob
que un simple colorido en el regimiento; se elevó a serva en las crónicas de Tácito sobre las batallas en
la condición de tótem de temible importancia reli tre romanos y britones. Otro desarrollo fue un
giosa, y la pérdida de un águila en la batalla se in importante aumento en el poder de los proyectiles
terpretaba como un desastre nacional. que daban apoyo a la legión. Además de arqueros y
Por desgracia, carecemos de un Polibio que de honderos auxiliares, cada legión tenía un destaca
talle la táctica del «nuevo» ejército romano, así que mento de artillería, cuyo objetivo era sostener un
hemos de reconstruirlo a partir de referencias de las asedio o defender el campamento de la legión, pero
obras de Plutarco y César. Éste describe la legión que a veces se usaba en el campo de batalla. Vegecio
como una lucha en tres líneas, y existen alusiones observa que cada legión contaba con 55 lanzadores
en Tácito a legiones que combaten en cuña en las ba de saetas (ballistae) y diez catapultas. En algunas ba
tallas del siglo I d.C., así que es posible que siguiera tallas, el poder de estos proyectiles se usó como prin
usándose en ocasiones la formación en manípulo. cipal instrumento de ataque, con las legiones apro
Sin embargo, se conservan fuertes evidencias que vechándose de la situación que se creaba. En
apuntan al uso de la cohorte, más que la legión, Coronea, Sila utilizó saetas de fuego de su artillería
como unidad táctica principal, con un buen núme y lluvias de p ila desde su retaguardia para destrozar
ro de unidades menores que potenciaban la flexibi la falange póntica. Sus legionarios penetraron en las
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A · 57
Aquae Sextae
102 a.C.
M a r io to m a p o sic ió n L o s g e rm a n o s, A n te s d e la b a ta lla ,
2 e n la c o lin a a l fin a l
d el v a lle , e sp e ra n d o a
3 d e so rg a n iz a d o s p o r lo s
p i l a ro m a n o s, la p e n d ie n te
1 M a r io c o lo c a a M a rc e lo
co n 3 .0 0 0 h o m b re s listo s
q u e lo s g e rm a n o s y e l te rre n o a c c id e n ta d o , p a r a t e n d e r u n a e m b o sc a d a
c a rg u e n c o lin a a rrib a . re g re sa n a la lla n u r a . a lo s g e rm a n o s.
60 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
partidario de una disciplina rigurosa, Mario era Desmintiendo su imagen «bárbara», las tribus
duro pero justo, y su absolución de un tribuno que germanas constituían una fuerza semidisciplinada
había dado muerte al sobrino del general para de que, según relato de César, combatía en una for
fenderse de un intento de violación homosexual fue mación sólida de tipo falange. Sin embargo, todas
clave para ganarse la confianza de sus soldados. las ventajas derivadas de esta formación, y de la agre
Ese verano, los teutones y ambrones se separaron sividad de los guerreros, se contrarrestaban por la
de la horda principal y se dirigieron hacia Italia. En insuficiencia de su armamento. Aparte de las armas
su camino les aguardaba el ejército de Mario, ocu que robaban, y de las recuperadas del campo de ba
pando una plaza fuerte en el río Ródano. Mario talla, no llevaban espadas y su principal elemento de
mantuvo a sus tropas dentro de las fortificaciones, combate era la fra m ea , una lanza arrojadiza con
pero se aseguró de que vie punta de hierro de mala ca
ran regularmente a los bár lidad, casi inservible contra
baros para acostumbrarles a
«[Mario] alistó a muchos hombres tropas con armadura. Ade
su aspecto. Pronto, el temor más, los germanos luchaban
de los romanos se convirtió pobres e insignificantes, aunque los medio desnudos y eran, así,
en desprecio. Viendo ya a los muy vulnerables a los pro
bárbaros como meros fanfa
antiguos oficiales no les habrían yectiles.
rrones, aptos sólo para robar aceptado, pero se les dio armas... sólo Mario instruyó consi
a civiles desarmados, empe guientemente a sus legiona
zaron a pedir a Mario que se a aquéllos cuyas propiedades les rios, ordenándoles que per
pusiera en acción. Los teu hacían merecedores de recibirlas.» manecieran firmes y dejaran
tones atacaron el fuerte, pero que los germanos cargaran
fueron rechazados por una P lu ta r co colina arriba: les lanzarían
lluvia de p ila y saetas de fue sus p ila cuando estuvieran a
go. Sorteando el fuerte, los tiro, y después desenvaina
bárbaros siguieron entonces camino de Italia. rían la espada, unirían sus escudos y empujarían a
Mario levantó el campamento y los siguió, in los germanos pendiente abajo hacia el llano. Para
terceptándolos en Aquae Sextae (Aix-en-Provence). dar ejemplo, Mario, de 56 años, lucharía en prime
Mientras los romanos estaban preparando otro cam ra línea.
po, se envió a los sirvientes a recoger agua de un río
que fluía cerca de las posiciones bárbaras. Allí se Triunfo romano
produjo un enfrentamiento entre los ayudantes li Todo salió según los planes. Los teutones cargaron
gures y los guerreros ambrones, en el que los pri serviciales, colina arriba, y su formación se dispersó
meros, a los que se unieron legionarios romanos, por la pendiente, el terreno accidentado y la lluvia de
causaron importantes bajas en segundos. pila de los romanos de arriba, lo que sin duda causó
La gran batalla tuvo lugar al día siguiente y arro bajas más numerosas de lo habitual, debido a la den
ja un ejemplo excelente de maniobra de las cohor sa muchedumbre de germanos y a la falta de arma
tes. Tuvo lugar en un valle dominado por empina duras. Siguió un combate a estocadas y golpes de
das y boscosas colinas. Mario ordenó a Claudio othismos, en el que los romanos, con el glaudius y
Marcelo, un tribuno, que tomara 3.000 hombres mejor entrenados y ubicados, tuvieron una ventaja
(unas seis cohortes) y se ocultara en la colina hasta decisiva. Los teutones fueron rechazados hacia la pla
que se hubiera iniciado la batalla, para cargar des nicie, donde intentaron formar un muro de escu
pués contra la retaguardia enemiga. La fuerza de dos. Entonces, las cohortes de Marcelo cargaron des
Marcelo era claramente de infantería, ya que Plu de las colinas por detrás de las filas germanas y
tarco refiere que Mario mantuvo a la caballería bajo diezmaron su retaguardia, mientras Mario atacaba
su mando directo, usándola como pantalla para des por el frente. La retaguardia germana cedió, las pri
plegar el resto de las legiones en torno al campo de meras filas se dispersaron y todo el ejército quedó
batalla en la cima de la colina. deshecho. Plutarco estima que murieron unos
62 · T É C N I C A S BÉL I CAS DEL M U N D O ANTIGUO
100.000 germanos, y si incluimos a los no comba decido por ambos bandos al adaptarse bien a los nu
tientes del campamento germano, que los romanos merosos combatientes cimbrios y al poder de ma
arrasaron, esta cifra podría no ser muy exagerada. niobra de la caballería romana.
Varios jefes teutones fueron apresados y llevados a La fuerza de Mario sumaba unos 35.000 efecti
Roma con cadenas, donde se les exhibió en el desfi vos, formada por veteranos en las alas y, en el cen
le triunfal antes de azotarlos en el Foro y ajusticiar tro, las unidades experimentadas del cónsul Quin
los públicamente. Sin embargo, al llegar a Roma, to Lucilio Cátulo. Los cimbrios tenían 15.000
Mario se enteró de que los cimbrios habían roto los jinetes y una fuerza de infantería suficiente para cu-
pasos alpinos y estaban también amenazando Italia. brir un cuadrado de 6 km de lado.
El cónsul convocó a su ejército de la Galia. Es in La descripción de Plutarco de su arma
teresante saber que, en vez de ordenar una nueva leva, dura y sus armas las iguala con las
que habría estado justificada por la situación, Mario que llevaban los galos según n «
optó por confiar en los veteranos de largo servicio
que habían estado con él en Numidia y Galia. Si bien
estas tropas habían formado el núcleo esencial de los
ejércitos romanos durante generaciones, las campañas
de Mario marcan un cambio en la cultura militar, ya
que se prefería claramente a los soldados profe
sionales. Boeorix, rey de los cimbrios, de- ®,
safio a los romanos en la llanura .rfAtfe
de Vercellae, un lugar agra- _ # Λ Η μ Β ρ 11
el emperador Claudio ordenó la invasión de Britania, ESCUDOS LEGIONARIOS ROMANOS, de izquierda a derecha: un
scutum usado desde el siglo vu a. C. hasta el año 50 d. C.,
y entre los años 101 y 115 d.C. Trajano conquistó la
aproximadamente; un scutum «cuadrado» d el año 10 a.C.,
Dada (la moderna Rumania) y Mesopotamia. Adria
utilizado hasta 175 d.C.; un escudo con tachón circular para
no, sucesor de Trajano, adoptó una política pasiva- ganar peso, c 20 d. C.; un escudo rectangular de c 40 d.C. usado
defensiva basada en la fortificación de las fronteras. hasta después del 200 d. C., y un escudo oval empleado desde
La estrategia imperial demandaba un pequeño 150 d.C., aproximadamente, hasta la caída de Roma.
ejército profesional. En el año 31 a.C., había 60 le
giones, pero Augusto redujo su número a 28, for podían aspirar al cargo hombres de la Guardia Pre-
madas por voluntarios de largo servicio. Se recupe toriana o de la clase ecuestre, directamente por de
raron los 16 años tradicionales de servicio en tiempo bajo de la senatorial. Vegecio refiere que los centu
de guerra como un período mínimo de alistamien riones ascendían según un sistema circular, que
to, más tarde ampliado a 20 años. Se disolvieron empezaba con la promoción del centurión de la pri
totalmente las cualificaciones en virtud de la pro mera cohorte a centurión auxiliar de la legión, al
piedad, con lo que la entrada en el ejército quedó mando de la segunda centuria del tercer manípulo de
abierta a todos los ciudadanos romanos que supe la décima cohorte, quien después ascendía a prim us
raran una criba. Cada legión estaba comandada por pilus, para mandar el primer manípulo de la prime
un legado (un senador nombrado directamente por ra cohorte. No está claro si la cohorte estaba co
el emperador) y seis tribunos. El tribuno principal mandada por un tribuno o por su centurión princi
era un candidato del Senado, y los otros seguían pal; Vegecio dice que al frente de todas había
una carrera que alternaba el servicio en la vida pú tribunos, aunque resulta problemático dividir seis tri
blica, las legiones y las labores auxiliares. bunos entre diez cohortes, y Vegecio hace uso en
La organización mantuvo semejanzas con la de ocasiones del término «tribuno» como forma gené
tiempos de Mario, con diez cohortes formadas por rica de «oficial». En la cima del centurionazgo esta
seis centurias de 80 hombres cada una, integradas en ba el centurión principal de la primera cohorte, el
manípulos. Sin embargo, algún tiempo después del prim us pilus, un puesto que podía llevar 30 o 40 años
50 d.C., la primera cohorte se amplió hasta cinco alcanzar y que, al tratarse de la primera cohorte, exi
centurias de doble tamaño con una fuerza de 800 gía una educación y experiencia que desbordaban
hombres. Según Vegecio, la primera cohorte era una las propias de los demás centuriones principales. Este
unidad de elite formada por los mejores soldados puesto se conservaba únicamente durante un año,
de la legión, y custodiaba el Águila y las imágenes después de lo cual su poseedor se retiraba, normal
del emperador que se llevaban al campo de batalla. mente a un puesto importante dentro de la admi
Mientras que el legado y los tribunos comanda nistración imperial, o era promovido a praefectus cas
ban la legión, había 59 centuriones que formaban trorum (prefecto del campo). El praefectus castrorum,
un cuadro profesional. Aunque en su mayoría los un puesto nuevo creado por Augusto, se encargaba
centuriones eran legionarios ascendidos, también de supervisar los suministros, incluidas las armadu-
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A ° 65
ras y las armas, y la construcción del campo fortifi Dacia. Como estas figuras no tienen color, durante
cado que la legión levantaba de noche cuando avan muchos años se supuso que la lorica segm entata es
zaba por territorio hostil; mandaba la legión en au taba hecha de correas de cuero endurecido, como se
sencia del legado y del tribuno principal, y , hasta el ha mostrado en no pocas reconstrucciones cinema
siglo II d.C., supervisaba la instrucción y los proce tográficas de soldados romanos. Hasta que, en 1964,
dimientos disciplinarios. Era el más alto oficial pro se descubrieron dos equipos completos en un lugar
fesional de la legión, y es probable que los tribunos próximo al muro de Adriano, y fue posible hacer re
prudentes pidieran su consejo sobre todo tipo de construcciones precisas. En realidad, la armadura es
asuntos, incluidos los tácticos. taba hecha de tiras de hierro sujetas con ganchos,
Los oficiales mandaban mediante el ejemplo y el correas o bandas de cuero; cubría sólo la parte supe
miedo: mientras César y Josefo ofrecen numerosas rior del cuerpo y los hombros, pero era más ligera y
anécdotas de centuriones que gobernaban a sus sencilla de producir en masa que la malla. Hacia la
hombres por los actos de va misma época de su primera
lor personal y la rectitud de introducción, el scutum fue
su carácter, Tácito habla del «Los bárbaros... bastante incultos reemplazado por un escudo
centurión Lucilio, apodado
«Tráeme otra» porque cada
en ciencia militar... blandían sus rectangular hecho de capas
de madera laminada cubier
vez que rompía una vara en espadas en alto y golpeaban con ta con cuero, y ribeteada en
la espalda de un legionario
reclamaba rápidamente una
violencia a l modo de los jabalíes, bronce, aún sujeto por un
asa horizontal detrás del ta
nueva. Lucilio y otros centu aplicando todo el peso d e su chón. Parece que había esca
riones fueron linchados du sa uniformidad en los cascos:
rante un motín en las fron cuerpo com o simples hacheros. » algunas legiones seguían con
teras germanas en el año D io n is io el Montefortino bien entra
14 a.C., cuando se descubrió do el siglo I d.C., pero se
además que su legado tenía hizo un uso creciente del
un cuerpo de guardia priva casco galo, así llamado por
do y antiguos gladiadores para protegerle de sus pro que se produjo por primera vez en arsenales en la
pios hombres. Galia y porque tal vez se basaba en un tipo que lle
El equipo de los legionarios experimentó un gra vaban los galos. El casco galo tenía un parecido su
do limitado de evolución. El pilu m se usó al menos perficial con el Montefortino, pero el cubrenuca se
hasta el año 200 d.C. de forma similar a los tiempos había alargado y bajado para proteger la parte pos
de la República, aunque se hizo cada vez más ligero; terior de la cabeza; muchos ejemplos contienen una
una representación pictórica de un relieve del Vati tira reforzada que atraviesa la parte frontal del casco
cano indica que algunos pila pudieron haberse equi para proteger el rostro de los proyectiles que caían o
librado mediante la colocación de pesos en la unión de un golpe descendente de la espada.
de la punta y el asta. La espada se acortó, con una
hoja de unos 50 cm de longitud, pero tenía una pun Los auxiliares
ta relativamente más larga, lo que sugería que se ha Las legiones formaban la principal arma de choque
bía convertido estrictamente en un arma para cla del ejército romano, por lo que se solía recurrir a
var. Los legionarios siguieron llevando cotas de malla ellas para hacer frente a las mayores amenazas. El
hasta finales del siglo I d.C., cuando éstas fueron su trabajo de guarnición y las operaciones «opciona
plantadas lentamente por la pieza más distintiva del les» recaían en los auxilia, unidades constituidas por
equipamiento «romano», la lorica segm entata (loriga ciudadanos no romanos y pueblos sometidos del
segmentada). Se ha representado a los legionarios en imperio, que actuaban asimismo en apoyo de las le
numerosas ilustraciones y figurillas llevando la lori giones en los grandes conflictos. Los auxilia se con
ca segm entata, sobre todo en la columna de Trajano formaban mediante levas entre las tribus, mercena
erigida en Roma para conmemorar su victoria en la rios y aliados, pero desde tiempos de Augusto había
66 ° T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
al menos 70 cohortes de infantería auxiliar consti honderos que se ilustran en la columna de Trajano
tuida por profesionales de largo servicio y organiza están vestidos sólo con túnicas, lo que indica que su
da de modo semejante a la cohorte legionaria. función se centraba en las escaramuzas; las hondas
Cada cohorte auxiliar era reclutada en una pro son más cortas que los modelos anteriores y llevan
vincia determinada del imperio, de modo que su título piedras del tamaño de una pelota de tenis.
aludía a esta provincia de origen. A partir de finales del
siglo I d.C., sin embargo, las cohortes eran enviadas Tácticas del ejército imperial
frecuentemente a otros lugares y la recluta en esas nue Los relatos de batallas de la época son frustrante-
vas zonas daba lugar a algunas extrañas mezclas étni mente imprecisos, y la reconstrucción de las tácticas
cas. El principal incentivo para alistarse era que, al del ejército imperial obliga a un cierto grado de con
completar 25 años de servicio, los auxiliares y sus des jetura. Sobre la batalla culminante contra la reina
cendientes recibirían la ciudadanía romana, con to Boudicca (Boadicea) en el año 70 d.C., Tácito re
dos sus derechos. Las cohortes podían ser arqueros, fiere que el gobernador romano de Britania, Sueto
honderos o infantería pesada (todos ellos representados nio Paulino, adoptó una doctrina defensiva-ofensi-
en la columna de Trajano), si bien siempre dentro de va similar a la de Mario en Aquae Sextae. Tras elegir
una organización básica semejante. La cohorte estaba una buena posición defensiva en un estrecho valle
comandada por un tribuno o un prefecto de la clase con árboles detrás y campo abierto al frente, ordenó
ecuestre; constaba de seis centurias hasta mediados del a sus legiones que se mantuvieran en sus puestos
siglo I d.C., cuando el número de centurias se elevó a hasta que los britones estuvieran a tiro, para enton
10 para sumar una fuerza total de 800 efectivos. ces arrojar sus p ila y contraatacar con el gladius, de
Como convenía a su estado de «segunda clase», el rrotándolos con facilidad.
equipo de los auxiliares iba, al menos, una generación Sin embargo, las grandes batallas en campo abier
por detrás del de las legiones. En la Colum na d e Tra to no fueron frecuentes en este período. Más a me
ja n o, la infantería pesada auxiliar aparece llevando nudo, las campañas se centraban en operaciones de
cotas de malla y scuta ovales, pero también cascos contraguerrilla, en general finalizadas con un asalto
galos y gladius. Es interesante observar que los ar de las legiones contra las plazas fuertes de los insur
queros están representados con corazas similares a la gentes. Así pues, las campañas se convirtieron con
infantería pesada y también el gladius·, las evidencias frecuencia más en un problema de logística e inge
pictóricas y arqueológicas muestran que llevaban ar niería que en una cuestión táctica, y al parecer eran
cos compuestos con un alcance de unos 600 m. Los bastante formularias: aunque tal vez exagere, el his
toriador Josefo, que luchó contra los romanos en la
revuelta judía de los años 66-73 d.C. antes de deser
tar hacia sus filas, insiste en los intensos ensayos con
que los romanos preparaban todos los aspectos de la
campaña, en su férreo control centralizado de las ba
tallas y en la naturaleza marcadamente preconcebida
de sus tácticas, en contraste con el ingenio de Pidna
o Cinoscéfalos, lo que apunta hacia un plantea
miento cada vez más estereotipado y basado en el
entrenamiento. Las crónicas de Josefo sobre el asalto
a las fortalezas de Judea y las reconstrucciones por
Tácito de los ataques sobre los fuertes en Britania
corroboran este punto de vista, pero si las tácticas
romanas pueden considerarse estereotipadas, tam
H erramientas d e l o s leg io n a rios y u n a esta ca p a r a
e m p a liz a d a , s e g ú n m u e s tr a s e n c o n t r a d a s e n e l m u r o d e A d r ia n o .
bién lo eran las de sus enemigos, y las prácticas se
D e iz q u i e r d a a d e r e c h a , la s h e r r a m ie n t a s s o n u n a a z a d a , u n habían hecho sin duda esenciales en un ejército que
z a p a p i c o y u n a c o r t a d o r a , r e c o n s t r u id o s s e g ú n e l m o d e lo d e lo s contaba a menudo con jefes no profesionales. La
g o s a r q u e o ló g ic o s . doctrina de basarse en un masivo lanzamiento de
EL P A P E L DE LA I N F A N T E R Í A · 67
Inicialmente, las incursiones bárbaras consistían retirando destacamentos de las legiones fronterizas,
en breves ataques superficiales que daban paso a ex cuyo aprovechamiento se había hecho limitado.
pediciones punitivas de los romanos en territorio bár Constantino intentó disponer guarniciones (li
baro. Con la llegada de los hunos, las incursiones se m itanei) en la frontera para vigilar las pequeñas in
hicieron más extensas, con intención de conquista y cursiones y obstaculizar las grandes invasiones eri
asentamiento, y a menudo dieron paso a grandes ba giendo fortalezas y ciudades fortificadas en las líneas
tallas. Independientes de líneas de suministro, las de comunicación, con lo que se daría a las fuerzas
fuerzas bárbaras eran extraordinariamente móviles y, móviles (comitatenses) tiempo para concentrarse. Si
cuando habían abierto brecha en las defensas exte los bárbaros se dispersaban en busca de alimento, po
riores del imperio resultaban difíciles de contener. drían ser perseguidos por pequeños destacamentos
Ello exigió una respuesta: con Marco Aurelio (161- o, cuando se reunían en grupos, empujados al cam
180 d.C.), cuyas campañas del Danubio demostraron po de batalla por el ejército móvil. El historiador tar-
la inadecuación del sistema defensivo romano, el ejér dorromano Amiano Marcelino nos dice que estos
cito de Roma se reestructuró para hacer frente a la ejércitos contaban con un cuerpo montado impor
amenaza. Septimio Severo (193-211 d.C.) creó una tante, que incluía arqueros a caballo y clibanarii, una
reserva central móvil, constituida por una legión es caballería con pesada armadura basada posiblemen
pecial y con una Guardia Pretoriana reformada, para te en el modelo de cataphractus persa. Sin embargo,
reforzar las provincias asediadas en tiempo de crisis. al igual que sus predecesores, el ejército móvil se cen
Galieno (254-268 d.C.) creó ejércitos de caballería in traba en la infantería pesada. Amiano refiere que la
dependientes bajo sus propios generales. Recurrien infantería era la «fuerza principal» con la que Juliano
do a una leva, Diocleciano (284-305 d.C.) amplió tomó Persia en el año 361 d.C., mientras que la No
el ejército a unos 500.000 hombres, duplicando el titia D ignitatum , un documento formal de «orden
número de legiones y enviándolas a las fronteras jun de batalla» de los ejércitos de oriente y occidente des-
to con vexillationes (destacamentos) de caballería, en
un intento por recuperar la impermeabilidad de los
RECONSTRUCCIÓN DEL TESTUDO, s e g ú n u n r e lie v e , q u e m u e s tr a
tiempos anteriores a Severo. Constantino (306- v a r io s o b je t o s u s a d o s c o n t r a lo s l e g i o n a r i o s e n e l i n t e n t o p o r
337 d.C.) redujo la fuerza de cada legión de 5.000- r o m p e r s u f o r m a c i ó n . L os d e fe n s o r e s d e J o t a p a t a u t iliz a r o n c o n
6.000 hombres a unos 1.000, y creó fuerzas móviles é x ito a c e i t e h i r v ie n d o .
EL P A P E L D E L A I N F A N T E R Í A » 69
de la década del 390, recoge 13 «legiones» junto con la gran mayoría de las tropas de aquel período se nu
seis vexillationes de caballería para el ejército de cam trieran de hombres de provincias, más que de la pro
paña principal de occidente, con base en Italia. pia Italia. Las innovaciones de Caracalla y Diocle
Los relatos de Vegecio se concentran principal ciano tuvieron como efecto la admisión de grandes
mente en la «legión», desde el mismo momento de números de hombres de origen no latino, en algunas
la recluta. El importante aumento de tamaño del provincias apenas «semirromanizados» en lengua y
ejército creó problemas de dotación de efectivos: el en cultura. Se sabe con certeza que en el ejército de
servicio en las legiones estaba restringido tradicio Amiano había grupos considerables de bárbaros,
nalmente a ciudadanos romanos, de modo que Ca como consecuencia de la política deliberada de varios
racalla (211-217 d.C.) extendió la base de recluta emperadores, que veían en ello tanto un modo de re
miento desde la ciudadanía romana a todos los forzar el ejército como de reducir la presión en las
hombres libres del imperio. Tal vez el cambio más fronteras. El historiador Zósimo refiere que muchos
determinante en la práctica militar romana desde de los godos que invadieron Tracia en el año 270
tiempos de Mario llegó con el abandono a instancias d.C. terminaron por alistarse en el ejército de Roma;
de Diocleciano del pequeño ejército profesional para que, después de una victoria sobre los francos en el
formar uno de grandes dimensiones, con una leva 278 d.C., Probo envió a muchos de sus prisioneros
obligatoria en las ciudades y entre los terratenientes a Britania, «donde fueron muy útiles para el empe
y exigiendo a los hijos de soldados que siguieran la rador en las revueltas posteriores»; y que una parte
carrera de sus padres. Esta política fue muy impo sustancial del ejército de Constantino en Puente Mil-
pular pues, durante casi 400 años, Roma había sido vio (312 d.C.) estaba formada por «tropas bárbaras
una sociedad urbanizada en la que sólo una peque conquistadas y por los germanos y los otros galos...
ña minoría de la población mostraba entusiasmo por junto con los reunidos entre los britones». No se
la vida soldadesca. Amiano sugiere que en aquel
tiempo era habitual cortarse el pulgar para eludir la
leva, mientras que Valentiniano I (364-375 d.C.)
descubrió que sus propios soldados ocultaban a
hombres aptos para el servicio disfrazándolos de
«criados». El hecho de que la huida del llamamien
to a filas estaba causando graves problemas se cons
tata con el edicto de Valentiniano I de que aquellas
personas que se autolesionaran serían quemadas en
la hoguera; Teodosio I (379-395 d.C.) las llamó a
filas, a la vez que exigió a sus grupos familiares que
enviaran dos hombres aptos por cada uno mutila
do. La consecuencia más grave de esta situación fue
el declive del intenso grado de adoctrinamiento y
disciplina que había otorgado a la legión su mayor
ventaja táctica. Amiano refiere numerosos casos de
indisciplina, y habla de soldados romanos fugitivos
del campo de batalla, y acaso la alusión de Vegecio a
la «marca militar», que se grababa en la mano, reve
le una costumbre de precaución contra las desercio
nes. No en vano, Vegecio dedica por entero la pri
mera parte de su obra a defender una mayor
selectividad en la recluta y la recuperación de los mé
C o n s t r u c c ió n d e u n e sc u d o ro m a n o que muestra un
todos de instrucción del pasado. scutum del siglo i l l d. C. Se disponía de tiras laminadas de
Según Amiano, los galos tenían pocos escrúpulos madera atravesadas entre sí y cubiertas con lino y piel. El tachón
para servir en el ejército de Roma, y es probable que hemisférico era d e hierro.
70 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
sabe con certeza si estos hombres se sumaban al ejér de ellas llevaban los nombres de tribus germanas, y en
cito regular o actuaban como contingentes confede Estrasburgo una profirió el grito de guerra germano,
rados e independientes bajo el mando de sus pro el barritus, como un signo de que el reclutamiento se
pios jefes tribales. Sin embargo, es notable observar realizaba principal, o acaso exclusivamente, entre es
que godos y germanos, obligados por un código del tos grupos. A partir del siglo V se conservan referen
guerrero y admiradores de los jefes fuertes, no su cias a fuerzas de 6.000 hombres, divididas en cinco
cumbían al pánico, el motín o la desobediencia unidades, y seis unidades de infantería que sumaban
como los romanos. otros 4.000. Parece, por tanto, que la fuerza de las
Las informaciones sobre la organización de la le unidades de infantería podía variar.
gión tardorromana son vagas. La N otitia D ignita
tum sugiere que las legiones de com itatenses tenían Equipamiento
1.000 efectivos, pero podían dividirse en «destaca Vegecio nos cuenta que las armas principales del
mentos» de 500 hombres; tal vez Constantino re soldado romano de infantería eran una espada, a la
dujera la fuerza de las legiones para producir un ma que se refiere como spatha-, un puñal; una lanza pe
yor número de unidades más móviles. Amiano y sada denominada spiculum , que podía arrojarse o
Vegecio mencionan auxilia de 500 efectivos; algunas conservarse para alancear (Amiano habla de una
EL P A P E L DE L A I N F A N T E R Í A ° 7\
L e g io n a r io S EN LA INSTRUCCIÓN,provistos de escudos de
m imbre y espadas de madera. Practicaban diversos golpes contra
un poste, si bien el gladius, corto y ancho, se utilizaba
principalm ente en la batalla a modo de puñal.
formidable, tal vez con el propósito de evitar la lucha romanos han estado siempre dispuestos a tomar
cuerpo a cuerpo con los bárbaros, cuyo tamaño y prestadas las buenas ideas de sus enemigos, y Vege
fuerza física podían ser decisivos. Las dos primeras lí cio sostiene que la ventaja principal de la cuña es
neas estaban formadas por infantería con armadura, que permite una concentración de poder artillero
la primera con «soldados veteranos y experimenta en una posición. Lo contrario de la cuña es la pin
dos, antes llamados principes», presumiblemente pro za, constituida por un cuerpo de triarii formado en
vistos de lanzas arrojadizas y de la spatha·, y la se «V» para contener la cuña. La sierra se ha descrito
gunda, de arqueros y tropas armadas con spiculum. con menos claridad, si bien pudiera suponer que
Tendrían un frente de 1 m por hombre y un fondo los triarii cargaban a través de una línea abierta fren
apenas inferior a 2 m, pues te a ellos para rechazar al
para arrojar las lanzas con enemigo y permitir la recu
eficacia se necesitaba un es
«Un general sabio [dispone] en las peración de la línea. Entre
pacio pequeño. Estas tropas otras formaciones utilizadas,
«actuaban como un muro», filas a hermanos con hermanos, Amiano refiere que el testudo
santuario y centro de ma
niobra para las líneas tercera
amigos con amigos... y así, si siente era aún habitual en tiempos
del ejército de Juliano, y alu
y cuarta, con lanzadores de el peligro... el [soldado] luchará de también a ejércitos que
jabalinas y venablos y arque formaban en cuadrado.
ros ligeros. Se les enviaba con arrojo p or el hombre que tiene En conclusión, el decli
contra el enemigo en accio aliado.» O n a sa n d ro ve en la eficacia del ejército
nes de escaramuzas pero, si romano surgió de la expan
eran rechazados, se retiraban sión necesaria para respon
detrás de las líneas primera y der a la amenaza de los bár
segunda, a las que reforzaban con el peso de sus pro baros. El servicio militar se hizo obligatorio, una
yectiles. La quinta línea estaba compuesta por hon decisión impopular que contribuyó a su decadencia,
deros corrientes, así como por artilleros, hombres con la irónica compensación del reclutamiento de
que llevaban la «ballesta» (una forma arcaica de esta bárbaros. Ello condujo a una «barbarización» de las
arma) y un arma supuestamente inventada por Fili armas y las tácticas romanas. La ventaja lograda me
po II hecha por una estaca de madera de 1 m de lar diante el profesionalismo, el mejor armamento y las
go con una honda de cuero acoplada, que se descar tácticas avanzadas de las legiones de la República y
gaba con una acción del brazo. Por detrás había una el primer imperio se habían sacrificado en aras de los
sexta línea de infantería pesada que actuaba como fines estratégicos.
reserva, a la que Vegecio identifica con los antiguos
triarii (tal vez siguiera usándose incluso el término). Estrasburgo: 3 5 7 d.C.
Vegecio indica que había tropas de emergencia des Los alamanes conformaban una de las confederacio
tinadas a actuar como «brigada de incendios» en si nes de tribus bárbaras que amenazaban el Imperio
tuaciones comprometidas. Romano de occidente en los siglos III y IV. Invadieron
Tácito se refiere a los ejércitos germanos del si el imperio cuatro veces antes del año 356 d.C., y en
glo I como «ordenados en cuñas». Amiano habla de dos de ellas llegaron a suponer una amenaza para la
tropas romanas que adoptan una formación en cuña propia Italia. En el año 356, un ejército alamán bajo
(icuneus) en Estrasburgo y, nuevamente, en una ba el mando del rey Cnodomar invadió la Galia: la ba
talla entre Juliano y los persas, mientras Vegecio ex talla que se planteó en Estrasburgo fue clave para ter
pone formas en las que cabía encontrar a estas for minar definitivamente con la amenaza alamana y
maciones. El apodo dado a esta formación, caput establecer la reputación del emperador Juliano, co
p o rci («cabeza de puerco»), seguía usándose en el si nocido históricamente como Juliano el Apóstata. So
glo VIII por los parientes de los godos, los vikingos, brino de Constantino y nombrado césar (corregente)
que decían haberlo aprendido directamente del dios por su primo, Constancio II, en el año 355, cuando
Odín como svynfylking («formación de cerdos»). Los era todavía un estudiante que aprendía filosofía en
EL P A P E L DE LA I N F A N T E R Í A « 73
Grecia. La elección de Constancio fue controverti tropas veteranas. Juliano llegó a Autun el 24 de ju
da, ya que el Imperio Romano había sido un estado nio del año 356, mientras los alamanes devastaban
cristiano desde Constantino, y Juliano profesaba el contorno. Determinado a la lucha, reunió una
abiertamente el paganismo. Sus héroes eran Platón, fuerza de caballería y artillería y marchó al frente de
Aristóteles, Licurgo de Esparta y Marco Aurelio, el su ejército hacia Troyes, donde llegó después de una
emperador-filósofo romano del siglo II d.C. que fue serie de pequeños enfrentamientos con grupos de
un magnífico soldado. Amiano Marcelino recoge una alamanes. Entonces ordenó a su ejército que se con
anécdota de una anciana ciega, probablemente una centrara en Reims, desde donde emprendió mar
adivina, que predijo que Juliano sería «el hombre que cha hacia Colonia, sorteando en el camino las ciu
restauraría los templos de los dioses» y que su reina dades ocupadas por los alamanes. Luchó en dos
do estaría marcado por medidas para reimponer el batallas: una cuando los alamanes atacaron la reta
paganismo como religión de estado y perseguir sutil guardia de dos de sus legiones, con el resto del ejér
mente a los cristianos. Juliano tenía un carácter ama cito acudiendo al rescate; y la otra en Brumath,
ble, con lo que resultaba impensable un regreso al cuando Juliano se encontró el camino bloqueado
exterminio de los cristianos impulsado por anteriores por un pequeño cuerpo de bárbaros, y envió a sus
emperadores, pero excluyó a estos grupos por ley de fuerzas en formación de media luna, amenazando a
muchas profesiones, entre ellas el ejército. los germanos con una doble envolvente y disper
Pero aquello era todavía futuro cuando Cons sándolos antes de la batalla. AI llegar a Colonia, Ju
tancio envió a Juliano a la Galia para enfrentarse a liano reparó las fortificaciones y firmó un tratado
los alamanes. El razonamiento de Constancio tiene independiente con los francos, antes de pasar el in
ciertas sombras: Juliano carecía de experiencia mi vierno en Sens. Con los romanos repartidos en va
litar, pero era un príncipe de linaje, muy popular rias guarniciones, los alamanes contraatacaron y si
entre la ciudadanía. Tal vez Constancio esperara que tiaron brevemente la ciudad de Sens. Se produjo
los alamanes supieran deshacerse de un peligroso entonces una situación de estancamiento; los bár
rival. En opinión de Amiano, las virtudes de Julia baros carecían del equipo necesario para atacar la
no eran tan evidentes que parecía, simplemente, to ciudad, y Juliano no contaba con un número sufi
cado por la grandeza. Amiano era oficial en el ejér ciente de efectivos para salir contra ellos. Al final,
cito de Juliano y sirvió a su lado hasta justo antes de los sitiadores se retiraron.
la campaña de Estrasburgo, cuando fue enviado al
imperio oriental; años más tarde compuso una his
toria del Imperio Romano, como continuación de la S e l e c c ió n de p ila
que Tácito había cerrado en el año 96 a.C. Unica ROMANOS, d e iz q u ie r d a a
mente se conservan los libros que cubren el período d e r e c h a : v e r s ió n e t r u s c a d e l
Estrasburgo
357 d.C.
£
La línea romana se
2 detiene mientras el
ala izquierda es enviada
al tanteo de la derecha
romana.
La batalla de Estrasburgo es inusual porque la mayor parte
de las acciones contra los germanos se produjo a una escala
mucho menor. A finales de el año 357 d.C., Juliano había
barrido la Galia de bárbaros.
EL P A P E L DE LA I N F A N T E R Í A « 75
3 1 * *: m
La caballería romana'
Los germanos rompen de la derecha se
4 la línea romana, pero
son derrotados por la
desbanda y es disuadida
de rebasar a sus propios
legión Primani en la línea hombres en la huida.
de reserva.
76 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTICUO
en batalla. En cambio, los elefantes asumieron un taban provistos de cuatro ruedas sólidas de tres sec
notable rol militar, y los caballos sustentaron la base ciones unidas, que probablemente se acoplaban en
de los carros y la caballería, dos de las armas princi ejes fijos mediante largos cilindros (cubos) de forma
pales, respectivamente, de las fuerzas de las edades que cada rueda pudiera girar independientemente de
del bronce y del hierro. las demás. Sin embargo, la ausencia de un eje frontal
Aunque los caballos fueron usados en batalla des pivotante hacía, con toda probabilidad, volcar el ca
de tiempos muy antiguos, la primera fuerza militar rro en los giros a gran velocidad. Había asimismo ve
asociada de la que se tiene constancia fue la de los hículos de dos ruedas, más manejables que los de
carros. El primer uso atestiguado de la misma se pro cuatro, pero en los que sólo podía viajar un hombre,
dujo en Mesopotamia, donde escenas sumerias del por lo cual se usarían probablemente para llevar men
año 2500 a.C., aproximadamente, muestran a gue sajes y transportar a los oficiales.
rreros conduciendo «carros de guerra», que eran ve Los carros de guerra eran arrastrados por cuatro
hículos pesados estrechos y largos. El auriga se senta équidos, que podían ser burros o híbridos de onagro
ba delante del guerrero, que arrojaba jabalinas desde y asno; en aquel tiempo los caballos eran práctica
las aljabas que llevaba en los costados. Los carros es- mente desconocidos en el Cercano Oliente. Las lí
neas de control pasaban a través de unas argollas
metálicas dispuestas en la vara de arrastre y también
Carro d e GUERRA SUM E Rlo d e c 2500 a . C. por unos aros acoplados al hocico de los animales.
E stos v e h í c i d o s t e n í a n la a n c h u r a d e u n a
Al tirar de las riendas, el auriga podía muy bien de
p e r s o n a , c o n la r g o f r e n t e y u n e s p a c io p a r a la s
ja b a li n a s . L as r i e n d a s s e a t a b a n a u n o s a r o s e n
tener el carro, pero para el control de la dirección
e l h o c i c o d e lo s o n a g r o s , lo q u e p e r m i t í a debía recurrir a voces de mando o al uso de un láti
d e t e n e r e l ca r r o , p e r o n o f a c i l i t a b a e l c o n t r o l d e go o un aguijón. El yugo se usaba para unir sólo a
la d i r e c c i ó n . dos de los animales. El tercero iba atado con colle
ras, con lo que la potencia de tracción que podía
desarrollarse era obligadamente limitada. Sin em
bargo, al tener menos peso del que tirar, este animal
libre llevaría un paso más rápido, incitando a los
uncidos a imitarle. Los ensayos demuestran que el
GUERRA A CABALLO · 81
accidentados en los que no era posible guiarlos so reforzado con metal. La protección de los caballos
bre el suelo. En los ensayos modernos, una pareja de consistía en pesados arreos de tela o, con menor fre
ponis arrastró una réplica de estos carros a veloci cuencia, armadura de escamas.
dades de hasta 38 km/h. Al tener dos ruedas, el ca
rro giraba con solvencia y tenía espacio para dos Arco compuesto
combatientes, un auriga y un guerrero. El arco que usaban los aurigas era una poderosa
En las ilustraciones egipcias se ve normalmente a arma compuesta, que precedió al carro en varios si
un faraón guiando su carro en solitario, con las rien glos, pero se convirtió más tarde en un artefacto
das atadas a la cintura, tenso el arco, dando muerte a propio de él. Podía disparar una flecha a una dis
animales o a combatientes enemigos. Es posible con tancia de 175 m, dos o tres veces más lejos que los
ducir un carro de esta manera, a baja velocidad y sin arcos de madera usados por la mayoría de los ar
maniobras. Por tanto, la escena es adecuada para una queros de infantería. Los primeros arcos compues
cacería real cuidadosamente recreada, pero en com tos tenían una longitud de 90 a 120 cm y una for
bate convenía más bien la imagen de un auriga lle ma angular o curvada simple. En los dos milenios
vando las riendas con la mano derecha y sosteniendo siguientes se usaron formas más complejas, si bien
un escudo con la izquierda para protegerse él mismo se mantuvo el diseño básico: un núcleo de madera
y al guerrero. Este último se amarraba las riendas al con una parte frontal recubierta de cuerno y refor
rededor del cuerpo, al modo de un arnés, de forma zada con tendones, bien apelmazados. Cuando se
que las manos quedaran libres para el arco, pues en tensaba el arco, el cuerno actuaba como medio de
caso contrario habría tenido que agarrarse cada vez resistencia a la compresión, mientras los tendones
que el carro diera un tumbo. Fuera de situación de se estiraban para recuperar la forma sólo cuando se
combate, el auriga llevaría las riendas con las dos ma destensaba la cuerda del arco. Aunque muy efica
nos. Además del escudo, los aurigas egipcios y asiáti ces, los arcos compuestos eran también caros, pues
cos llevaban cascos y largas láminas de armadura de necesitaban clases especiales de madera, cuerno y
bronce. En ellas se tejían varios centenares de escamas tendones y largos períodos de construcción, de al
solapadas de unos 2 mm de grosor, sobre las ropas. menos un año para un buen arco y hasta diez para un
Para cubrir los lados abiertos de los carros se usaban modelo magnífico. Se requería gran pericia, fuerza
también cortinas de armaduras de este tipo o cuero y práctica para manejarlos. Los egipcios represen-
GUERRA A CABALLO · 83
taban a los faraones en sus carros galopando sobre perioridad sobre los adversarios era construirlos y
barras de cobre dispuestas a modo de postes como mantenerlos en el mayor número posible.
dianas contra las cuales disparaban sus flechas. Es La armadura, el arco compuesto, el carro y los
muy improbable que ni siquiera el arco compuesto caballos exigían un buen nivel de riqueza, hombres,
más potente pudiera atravesar postes de «tres dedos destreza y esfuerzo, para su obtención y para su
de espesor» (unos 56 mm), y menos aún del «grosor mantenimiento. Si los aurigas nobles no aportaban
del ancho de la palma de la mano» (75 mm), como animales, hombres y equipos con sus propios re
se dice que hacían los faraones, pues una flecha pe cursos, como era el caso de la India védica, debía
netra en el metal como mucho 2 o 3 mm. Aun así, hacerlo el palacio, o al menos dotar a los aurigas
no cabe duda de que se trataba de armas poderosas. con predios que les permitieran apoyar sus opera
Armados con arcos capaces de superar en alcan ciones. La mayor parte de los aurigas del Próximo
ce a la mayor parte de las armas de infantería, los ar Oriente recibían de palacio su organización y su
queros en carro hacían puntería a su antojo sobre las sustento. Un maryannu (guerrero del carro, como se
densas formaciones de a pie. Sus raudos corceles ti le conocía en el Cercano Oriente) era un profesio
raban de los carros a velocidades superiores a la ca nal muy valorado, y exhibía necesariamente fuerza,
rrera de un hombre, con lo cual podían eludir los capacidad atlética y pericia. En cuanto a los caballos,
contraataques de los infantes o perseguir al enemi que no eran mucho mayores que ponis grandes, em
go en desbandada. Las fuerzas de carros sorteaban pezaban a domarse en su primer año de vida, y ya a
las formaciones de infantería para atacarlas por los los tres ya tiraban de carros, para convertirse en ani
flancos o por la retaguardia. También patrullaban males verdaderamente especializados entre los cua
las líneas durante los asedios, realizaban exploracio tro y los nueve años de vida. En los textos del Cer
nes del terreno o protagonizaban incursiones rápidas cano Oriente se detallan los cuidadosos esfuerzos
y escaramuzas por delante de la fuerza principal. por amaestrar a los caballos. Después de meses de
Ante estas aptitudes, era difícil establecer asenta atento ejercicio, alimentación y cuidados, los caba
mientos poblados en regiones accesibles a los carros llos podían trotar largas distancias sin fatigarse, para
y mantener la independencia sin que éstos manio cubrir distancias de 50 a 60 km de marcha diaria, y
braran a su voluntad. Ello condujo a que todo esta tirar de carros al galope durante casi 2 km. Los egip
do civilizado del Cercano Oriente los necesitara. cios son conocidos por haber organizado sus carros
Una vez en su poder, el único modo de lograr su en tropas de diez, dirigidos por un «primer auriga»,
Ca r r o d el fa ra ón e n
b a ta lla , s e g ú n u n a im a g e n
e n c o n t r a d a e n la t u m b a d e
T u ta n k a m o n . L os c a b a llo s
e s tá n p r o f u s a m e n t e
e n ja e z a d o s , a l i g u a l q u e e l
c a r r o q u e a r r a s tr a n .
O b sérvese e l g r a n n ú m ero d e
fle c h a s q u e s e tra n sp o rta n en
la s a lja b a s d e l ca rro .
84 « T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Carro egipcio
Este carro egipcio de fin ales de la Edad
d el Bronce es típico de los usados en
Kadesh. El auriga sujeta las riendas de
los caballos, y en batalla portaría un
escudo para proteger a l arquero. Este
lleva un poten te arco compuesto; y en
batalla se arrollaba las rietidas a la
cintura, para disparar sin
desequilibrarse. El carro era
extremadamente lige?'o, de apenas 35 kg,
y podía correr a 38 km/h. Era capaz de
cubrir entre 50 y 60 km al día. Los
carros se usaban en misiones de
patrulla, incursiones rápidas y
persecución. En el campo de
batalla abrían fu ego desde el
frente, atacaban a los enemigos p o r
los flan cos o la retaguardia y
cargaban etitre las filas de los
adversarios en desbandada.
GUERRA A CABALLO · 85
donde cinco unidades formaban un escuadrón bajo Con bastante seguridad, en el mes de mayo del
el «portaestandarte de los guerreros de los carros», y año siguiente Ramsés transitaba a través del valle
varios escuadrones formaban un batallón (o p ed jet) de la Bekaa camino de Kadesh. Después de acampar
bajo el control de un «comandante de una hueste de en la zona de colinas del sur de la ciudad, vadeó el
carros». El p eh erer («corredor»), adjunto a cada ca Orontes al frente de su ejército. Éste estaba com
rro, era un hombre de arma ligera que combatía a puesto por cuatro divisiones, bautizadas con nom
pie con su apoyo. Otros estados contaban con or bres de dioses egipcios (Amón, Ra, Ptah y Sutekh),
ganizaciones semejantes, con tropas de cinco o diez formadas en diferentes regiones de Egipto y en las
carros (y escuadrones formados por varias de estas que se contaban carros, arqueros a pie y lanceros.
unidades), y también usaban corredores. No existen referencias al número total de efectivos.
Parte de la táctica empleada con los carros pue Al sur de Kadesh, Ramsés se encontró con dos ára
de observarse en la batalla de Kadesh. En ella lu bes de la tribu de los shoshu, que le dijeron que
charon las fuerzas de Reino Nuevo de Egipto bajo el eran enviados de sus jefes para informarle de que su
mando de Ramsés II contra las del rey hitita, Mu- tribu colaboraría para derrotar a los hititas. Cuando
watallis, quien gobernaba en Anatolia y el norte de Ramsés les preguntó dónde se encontraba su pueblo
Siria. Se jugaban el control de lo que hoy es el Lí (presumiblemente, para ver qué utilidad podía ob
bano y el sur de Siria. La batalla se produjo en el tener), le dijeron que con el rey hitita, quien se ha
quinto año del reinado de Ramsés (1300, 1286 o llaba todavía bastante al norte. La crónica egipcia
1275 a.C.). Sabemos de ella por una notable serie de dice: «Pero los dos shoshu que así hablaron a Su
relieves e inscripciones creados según las órdenes Majestad lo hicieron en falso, pues era el Caído Hat-
de Ramsés en varios enclaves egipcios. La informa ti (Muwatallis) quien les había enviado a espiar dón
ción suministrada está muy sesgada y es contradic de se encontraba el ejército de Su Majestad para im
toria y a veces increíble, pero ofrece el cuadro más pedir que el ejército de Su Majestad estuviera
completo de que disponemos de un carro en acción preparado para luchar contra el del Caído Hatti».
de finales de la Edad del Bronce. Creyéndolos falsos desertores, Ramsés determinó
En el primer año de la guerra, Ramsés había avan acampar en un lugar al noroeste de Kadesh con
zado súbitamente para tomar Arnurru, la región cos Amón, la principal división de su ejército.
tera al norte de Biblos, para regresar a su patria al tér Las otras divisiones siguieron camino hacia el
mino de la época de campaña. Sorprendido, el rey norte, donde un explorador egipcio trajo a dos hi
hitita no reaccionó en un primer momento, pero en titas capturados. Después de golpearlos, fueron in
la campaña del año siguiente reunió fuerzas de to terrogados por el faraón, quien les inquirió sobre la
dos sus súbditos y aliados de Anatolia y el norte de Si posición del rey hitita, pasa saber que él y su nutri
ria, entre ellos al menos 3.500 carros y acaso diez ve do ejército estaban prestos a la lucha tras la ciudad
ces más de soldados de infantería. Era evidente vieja de Kadesh, justo al otro lado del Orontes y a
adonde se dirigirían: a la ciudad de Kadesh, en el sólo 4 o 5 km del campamento egipcio. Ramsés reu
Orontes, al este de la conquistada Amurri y que do nió a sus altos oficiales, les recriminó por el fallo de
minaba el extremo norte del valle de la Bekaa. sus trabajos de inteligencia y ordenó a las demás di
visiones que se apresuraran hacia el norte.
La tram pa hitita
Pero era demasiado tarde, ya que Muwatallis había
enviado 2.500 de sus carros a cruzar el Orontes. La
división Ra estaba en el camino del oeste y el sur de
Kadesh
1300-1286o 1275 a.C.
Los Ne’arin egipcios
C reyendo que los h ititas estaban lejos, Ramsés
acam pó con A inón, la principal división de su
ejército, al norte de Kadesh. Entonces, M uw atallis
5 llegan desde Amurru a
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Muwatallis y la
2 Ramsés, acampado
con Amón, descubre
7 infantería hitita se
quedan al otro lado de
la treta, pero sus fuerzas, Kadésh y no participan.
en orden de marcha son Ramsés se retira, pese a
vulnerables al ataque. su victoria
£ Muwatallis ejlvía.mas
3 carros cruzando el río,
para sorprenderá la
Vlcarros, pero ¿son división Ra poj· un flanco
vencidos por'las Ne’íiiiii. · y derrotada, f ßi f y
RamSés y la, división; Utah,
88 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Kadesh cuando parte, o la totalidad, de la fuerza hi zados y asesinados, pero no por ello dejan de estar
tita la atacó. Sorprendidos en orden de marcha, los en el campamento. Un cuerpo llamado Ne’arin («jó
egipcios fueron rápidamente puestos a la fuga y se venes») aparece a un lado de los relieves que muestran
dispersaron. Entonces, toda la fuerza hitita giró ha el campamento. Este término aludía a tropas escogi
cia el norte y atacó el campamento egipcio. En ese das, a las que se ha identificado con egipcios que lle
momento, según proclaman las fuentes literarias gaban de las tierras de Amurru, mencionados en las
egipcias, Ramsés salió al galope, en solitario, detrás fuentes literarias y que eran probablemente las tropas
de sus caballos, «Victoria en Tebas» y «Mut está sa dejadas en el lugar un año antes como guarnición,
tisfecho», e investido con la gloria de Amón se en pero que se aprestaron entonces, cumpliendo órde
frentó solo al infausto enemigo, por cientos y por nes, a unirse a Ramsés en Kadesh. En algunos relie
miles, derrotando también a los 1.000 carros que ves aparecen también hombres de la división Ptah,
habían sido enviados para ayudar al primer grupo que habían seguido a Ra en su camino al norte. Lo que
por Muwatallis, quien mantenía su cobarde posi parece haber sucedido es lo siguiente: Amón fue ata
ción al otro lado del río con su infantería. Muchos cado de forma repentina y masiva tras la derrota de
de los hititas en fuga fueron empujados hacia el Ra (a algunos de cuyos comandantes puede verse en
Orontes y se ahogaron. Pese a quedar abandonado los relieves corriendo hacia el campamento delante de
por sus carros y su infantería, sobre lo cual expresó los hititas). Seriamente debilitados ante la violencia
amargas quejas, Ramsés ganó la contienda y el rey del ataque, estaban al borde de la derrota cuando lle
hitita pidió la paz. O así lo narran los textos. Aun garon los Ne’arin. Ramsés, entre tanto, lanzó un ma
que lo cierto es que, tras la batalla, quien se retiró niobra desesperada en una esquina del campo, con
fue Ramsés. Muwatallis siguió hacia el sur y llegó ataques fulgurantes a la vez que los Ne’arin ponían en
hasta Damasco antes de que concluyera la campaña. fuga a los hititas. Muwatallis envió 1.000 carros al
Después de varios años de hostilidades intermiten rescate, pero entre Ramsés, los Ne’arin y la llegada
tes, las dos potencias firmaron una paz que dejó de la división Ptah, también fueron vencidos, y tu
Amurru y Kadesh como posesiones hititas. vieron muchas bajas. El rey hitita no puso en juego en
Al examinar los relieves, vemos a hititas en el cam ningún momento a su infantería, probablemente por
pamento egipcio. Cierto es que se les muestra recha que no vio oportuno enviarla a través de un vado en
GUERRA A CABALLO · 89
una situación rápidamente cambiante que mejor po desmontar y combatir, tanto en el ataque al cam
dían resolver sus carros. pamento como probablemente en otras situaciones.
Muchos detalles en esta batalla están fuera de la En los relieves, los carros de los Ne’arin se mues
norma. Por una parte, la acción no era la acostum tran atacando la línea de frente, tal como se repre
brada, dado que los carros se habían desplegado pot- senta a los hititas en un relieve. Presumiblemente,
las alas de sus ejércitos. Además, se muestra a los ésta era la posición normal de combate. Suponiendo
hititas con tres hombres por carro, lo que parecen que el espacio de la longitud de un carro entre cada
confirmar las fuentes literarias. Uno es el auriga, vehículo permitiera girar y evitar las colisiones, sería
que sujeta las riendas, mientras que el segundo sos de esperar que en una carga entraran dos líneas de
tiene un escudo. El tercero carros opuestos, mientras los
lleva una lanza, cuando se le arqueros lanzaban sus pro
ilustra con algún arma. Sólo
«Aquellos que se enfrentan a las yectiles. Después, las líneas
el rey hitita tiene aljabas en el más altas cumbres y cruzan se habrían recompuesto para
carro, y únicamente hay un atacar una y otra vez, hasta
relieve en el que se muestra peligrosos abismos, los que pueden que uno de los bandos ce
un arquero hitita sobre un disparar a l galope com o si diera. Esta táctica se deduce
carro. Estas evidencias se de la práctica de tiro sobre
han interpretado diciendo volaran, los que van a la los postes de cobre en plena
que los aurigas hititas esta vanguardia en el avance... son los carga, ya que se solía evitar
ban equipados únicamente que los carros se situaran de
para el combate a corta dis generales de la caballería.» Z h u g e masiado cerca de la infante
tancia, y por ello fueron aba L ia n g
ría enemiga. Cuando se mo
tidos con facilidad por los vían por el campo de batalla,
egipcios en los contraata los carros de ambos bandos
ques una vez superado el elemento sorpresa. Si fue se muestran en columna. Las fuerzas hititas, reclu
ra así, se habría tratado de una táctica de desarrollo tadas en regiones muy diferentes, se organizaron pro
más reciente, dado que un relieve de Seti I, padre de bablemente según la costumbre local, donde cada
Ramsés, muestra a los hititas en carros de dos hom fuerza estaría comandada por un rey, príncipe u otro
bres usando arcos. Como los hititas no aparecen noble. Ramsés proclama haber dado muerte a mu
nunca en los relieves matando, o ni siquiera hirien chos de estos hombres insignes, y otros se muestran
do, a ningún egipcio, tal vez los artistas egipcios se mientras son arrancados del Orontes.
vieran impelidos a omitir a los arqueros y las aljabas Así fue la mayor batalla de la Edad de Oro de la
hititas, quizá para inducir a pensar en estas repre guerra con carros. Con el colapso de las civilizaciones
sentaciones tan detalladas como visualmente con de la Edad del Bronce en el Próximo Oriente hacia el
fusas que los vencedores fueron los egipcios, y los año 1200 a.C., las costosas fuerzas de carros, soste
vencidos, los hititas. En cuanto al grupo de tres nidas por palacio, empezaron a dejar paso a una nue
hombres, aparece más tarde, pero en carros de tres o va forma de unidad montada, la caballería. Sin em
cuatro caballos, y no de dos, como los que se ilus bargo, el proceso llevó varios siglos. Los relieves del
tran aquí. Acaso se pensara que la capacidad de cada imperio neoasirio (934-609 a.C.) muestran clara
hombre de concentrarse en sus tareas específicas le mente la transición. Las primeras representaciones
haría más eficaz, y compensaría así la menor velo de los jinetes asirios proceden del reinado de Assur-
cidad del carro de tres hombres. Puede ser también nasirpal II (883-859 a.C.). Consistían esencialmen
que se tratara de una táctica específica para la oca te en el grupo de los carros a caballo, con el arquero
sión. El plan de Muwatallis de atacar a los egipcios disparando con su arco mientras un compañero sos
en plena marcha y en su campamento significaba tiene las riendas de los dos caballos y alza un escudo.
que sus aurigas tendrían que enfrentarse a un gran Los hombres se sientan en la grupa de los animales,
número de infantería. El hombre adicional de cada con las rodillas levantadas, cabalgando sin montura
carro había duplicado el número de los que podrían y con las piernas desnudas, sin más armadura que el
90 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
casco. Los hombres del Cercano Oriente, ya Rieran toriador griego que estuvo presente en la batalla,
mensajeros o exploradores, habían cabalgado de este habló de ellos como bastante ineficaces, pero le im
modo durante la Edad del Bronce, sentados en la presionaron lo suficiente para describirlos en su re
grupa del animal o acuclillados con las rodillas altas lato histórico de la Ciropedia. Eran carros de cuatro
como si estuvieran a lomos de un asno o una muía. caballos de pesada construcción, ruedas bastante se
Esta postura era poco apta para el galope y podía da paradas, armazón protegido en los cuatro lados y
ñar los riñones del caballo. Los carros siguieron usán una puerta trasera. El conductor iba solo, con fuer
dose en Asiría, pero eran ya de una construcción más te armadura, y la protección se extendía a los caba
pesada y tirados por tres caballos, sólo dos de los cua llos. En los extremos de cada eje se disponían cu
les iban uncidos. chillas de 1 m, y otras se colocaban debajo del eje
En el reinado de Salmanasar III (858-824 a.C.), para herir a quien cayera bajo las ruedas. La idea
algunos caballos estaban provistos de grandes telas, consistía en azuzar a los caballos a una carga frené
sujetas por elaborados collares y petos. En tiempos de tica contra las fuerzas enemigas, derribando a los
Tiglat Pileser III (744-727 a.C.), los jinetes seguían oponentes desprevenidos y abriendo brechas en las
cabalgando en parejas, siempre sin montura, pero formaciones contrarias. Esta táctica se mostró eficaz
sentados de una forma más natural, justo detrás de frente a adversarios no preparados, siempre que los
la cruz del animal. También llevaban coseletes y usa carros tuvieran apoyo de la caballería o se usaran
ban lanzas, lo que permitía que cada hombre sujetara combinadamente con otros ataques. Sin embargo,
sus propias riendas con la mano izquierda. Había un ejército preparado y experto tenía pocos proble
un nuevo diseño de carro, con ruedas mayores (de mas para defenderse. Si los carros atacaban sin apo
ocho rayos) y un espacio rectangular para los gue yo, los defensores abrían simplemente las filas para
rreros, con costados más altos, donde cabían tres dejarlos pasar, y luego se deshacían de estos vehícu
hombres: el auriga, un arquero y un escudero. Para los poco manejables con la infantería cuando fre
tirar de esta carga pesada se disponían tres o cuatro naban e intentaban dar la vuelta. Si los carros tení
caballos, todos uncidos. Por ello, el carro era menos an apoyo, los defensores cerraban filas, presentaban
maniobrable que los antiguos vehículos de dos ca una hilera de puntas de lanza y asustaban y aturdían
ballos, más ligeros. En el reinado de Assurbanipal a los caballos, o simplemente derribaban a los ata
(681-631? a.C.), los arqueros a caballo, provistos cantes con lluvias de jabalinas. Pese a los numerosos
también de lanzas, se muestran con botas y polai fracasos, los carros de cuchillas siguieron en uso en el
nas, controlando sus caballos con unas riendas las Próximo Oriente hasta fines del siglo I a.C.
tradas con una borla, lo que permitía al jinete soltar
las riendas y usar el arco dando al caballo la sensación Transportes en carro
de seguir bajo control. Además, el caballo se cubría Sin embargo, hubo otro modo de utilizar los carros:
con arreos de tela más densos para su protección. como transportes de infantería, cuyos hombres po
En cuanto a los carros, eran más altos, con ruedas de dían desmontar, luchar y después volver a montar
mayor dimensión y los caballos protegidos con arreos, para escapar con facilidad. Estos métodos se habían
de manera que el número de hombres (todos con usado en la Grecia de la Edad del Bronce, donde
coseletes) se había elevado a cuatro, con dos escu las representaciones de carros casi nunca muestran
deros. La existencia de enemigos con arqueros y lan a arqueros. Las descripciones de carros debidas a
ceros a caballo, y la escasa maniobrabilidad de estos Homero sugieren también este uso, al igual que las
grandes vehículos, dio paso a esfuerzos crecientes de primeras ilustraciones en cerámica de la Edad del
proteger a sus ocupantes. Hierro, mientras que la antigua caballería se mues
Por tanto, resulta comprensible que, con la caí tra en Grecia en parejas, con los hombres sentados
da del imperio asirio, el carro llegara al final de sus «como en un burro», uno de ellos soldado de in
días como gran sistema de armas en el Cercano fantería pesada en lugar de arquero. Los paralelismos
Oriente. Pervivió en forma del carro de cuchillas, con los relieves asirios apuntan al uso de carros en
una invención persa cuyo uso se conoció en la ba combate ya en el siglo VII a.C., pero como trans
talla de Cunaxa en el año 401 a.C. Jenofonte, his porte de la infantería, y no de arqueros. La colonia
GUERRA A CABALLO · 91
griega de Cirene, en África del norte, usaba carros de Cuando encuentran paso entre las tropas de caballe
cuatro caballos en los siglos finales del I milenio ría, [los soldados] saltan desde los carros y luchan a
a.C. para transportar infantería pesada a las zonas pie. Entre tanto, los aurigas se retiran poco a poco
fronterizas, de forma que los soldados estuvieran de la batalla, desplegando sus carros de manera que si
frescos para la batalla. Durante ese milenio, los ga- [los soldados] se ven superados por una multitud ene
ramantes del noroeste de África también usaban ca miga, tengan un fácil medio para la retirada. Así, reú
rros. Algunos de los carros de cuatro caballos tení nen la movilidad de la caballería y la estabilidad de la
an dos varas de arrastre, cada una de ellas con yugos infantería en la batalla, y por el uso y la práctica dia
para dos caballos, en vez de la vara única habitual, rios se mueven con tal aplomo que corren por las
una característica que se encuentra ocasionalmente pendientes más empinadas sin perder el control, para
en Chipre y otras regiones del Cercano Oriente du detenerse y girar en un momento y partir a toda pri
rante el I milenio a.C., así como en los carros con sa en la dirección recta, subirse al yugo y precipitar
cuchillas descritos por Jenofonte. Cartago utilizó se como flechas de nuevo dentro del carro».
asimismo carros hasta finales del siglo IV a.C. Como mantuvieron frente a sus fuerzas una cam
En Europa fueron los pueblos celtas los que du paña de escaramuzas, César tuvo muchas dificultades
rante más tiempo recurrieron a los carros, por ejem para entrar en combate. Sólo durante su segunda in
plo en las batallas en Italia y Anatolia hasta el vasión pudo infligirles importantes bajas, cuando lan
siglo III a.C. Como en otros lugares, fueron sus zaron un ataque frontal tan cerca de sus legionarios
tituidos gradualmente por la caballería, pero cuando que éstos cargaron y los repelieron, después de lo cual
Julio César invadió Britania en los años 55 y 54 a.C. los persiguieron con la caballería. Los romanos se en
se encontró con poderosas fuerzas de carros. Los ca contraron también con carros cuando invadieron Bri
rros eran de construcción ligera, con armazón fron tania un siglo más tarde, pero en esta ocasión los ve
tal y posterior abierto y dobles flejes en los costados, hículos tuvieron menos éxito; la última vez que se
y eran arrastrados por dos caballos. Pertenecían a supo de ellos fue cuando Agrícola derrotó a los pie-
hombres de cuna más noble que los combatientes, y tos en Mons Graupius, en el año 83 d.C.
que los conducían. César ha descrito su táctica:
«Primero, corren en todas direcciones y lanzan ja El papel de la caballería
balinas, y por el puro terror de los caballos y el ruido Puede parecer sorprendente que, dado que la caba
de las ruedas suelen llevar la confusión a las filas. llería siempre fue posible, se llegara alguna vez a em
C a r r o c o n u n e sta n d a r t e de
un dibujo de los monumentos
asirios de Assurnasirpal II
(884-859 a. C .). Los carros
asirios de este período tenían
tres caballos, pero sólo dos iban
uncidos, lo que suponía que el
tercero se usaba como estímulo
para que los demás corrieran
más deprisa.
92 o T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
plear carros. Los indios de las praderas norteameri milenio a.C. Sólo entre los años 3000 y 2500 a.C.
canas lograron convertirse en una buena caballería li el caballo doméstico se asentó plenamente en la es
gera, aunque irregular, sólo unos siglos después de tepa europea, y otro milenio antes era común en la
conocer el caballo, por lo que el tiempo de 3.000 mayoría de Eurasia y el norte de Africa. Por aquel
años para el desarrollo de la caballería en Eurasia pa entonces, ya estaban en uso desde mucho tiempo
rece extrañamente largo. ¿Por qué se usaron carros, y antes los carros y los burros en el Cercano Oriente
cuál es la razón del tardo desarrollo de la caballería? y la región mediterránea, y el caballo se adoptó a la
Una razón puede ser la naturaleza de la socie luz de esta experiencia.
dad que hizo el descubrimiento. La cultura de Sred- Otro motivo del lento desarrollo de la caballería
ni Stog, situada entre los ríos Dniéper y Don, no era era la dificultad de montar a caballo en la Antigüe
una sociedad de cazadores/recolectores que iban en dad. Era una actividad atlética, pues hasta la inven
pos de los rebaños migratorios, como los indios de ción de la silla de montar hacia finales del I milenio
las grandes praderas, sino un pueblo sedentario y a.C. los hombres cabalgaban a pelo o sobre mantas,
agrícola con animales domésticos. Sus miembros asiéndose al animal con los muslos. Como hemos
cazaban caballos y aprendieron a domesticarlos, para visto, los que vivían en zonas en las que los viajes en
lo cual cabalgar era una técnica muy útil. Aunque burro eran conocidos desde milenios atrás debían
inmediatamente después de la domesticación del aprender un nuevo modo de montar. Por otra par
caballo siguieron esfuerzos para aprovechar los re te, hasta la invención del estribo, que no fue común
cursos de la estepa (la inmensa extensión de pastos hasta la Edad Media, los hombres debían saltar al
que recorre Eurasia desde Hungría a Manchuria), las lomo de sus corceles, impulsándose con la mano iz
sociedades que lo intentaron seguían siendo, en quierda y manteniendo recta la derecha para lograr
esencia, sedentarias. El pastoreo nómada a gran es acomodarse. Esta operación entrañaba cierta difi
cala no empezó a desarrollarse hasta finales del II cultad para un hombre con vestimenta ligera; para
GUERRA A CABALLO · 93
quien llevara armadura y escudo, el problema era nazadoras sin espantarse y avanzar hacia el peligro,
mucho mayor. no alejarse de él, como es su instinto. Así, los anti
Además, era necesario domar a los caballos y en guos guerreros buscaban animales con «espíritu» y, a
señarles a llevar hombres encima, a permanecer menudo, montaban sementales, rara vez animales
quietos mientras los montaban y a obedecer sus ór castrados. Evidentemente, ello suponía problemas
denes. Como animales gregarios, los caballos tie con el bocado y peleas entre los propios caballos, en
nen un vocabulario de dominio y sumisión que el su ímpetu por establecer su dominio dentro de la
ser humano ha aprendido a aprovechar; es así como «manada» de la unidad de caballería a la que perte
se puede cabalgar. En la mayor parte de las culturas, necían. Los antiguos jinetes respondían usando bo
el dominio se consigue controlando la cabeza de los zales y bocados muy ásperos, además de muserolas,
caballos. Para ello, los hombres de Sredni Stog de y bocados a veces con clavos para que un tirón brus
sarrollaron el bocado, un accesorio que se acopla co de las riendas infligiera al animal un daño físico.
entre los incisivos delanteros del caballo (y un cani Sin estribos, los jinetes no tenían mucha elección a
no en los sementales) y en los molares. Para sujetar la hora de «subirse» a un caballo y, por ello, creían
esta pieza se usan carrilleras, una a cada lado, que se que necesitaban demostrar al caballo quién tenía el
unen a la jáquima, una serie de correajes alrededor control con el menor esfuerzo posible. Cuando un
de la cabeza, mientras que las riendas van desde el antiguo poeta describía la espuma sanguinolenta que
bocado a las manos del jinete. Todo el conjunto, goteaba de la boca del caballo no estaba usando nin
denominado brida, existía ya claramente, en una guna metáfora. Además, los jinetes asiáticos usaban
forma primitiva, hacia el año 4000 a.C. Los jinetes látigos o aguijones; las espuelas se conocieron en
tuvieron que aprender a usar estos artilugios y otros Grecia desde el siglo V a.C., y en el mundo celta
medios para guiar a sus corceles, y los caballos hu poco después.
bieron de aprender a obedecer sus mensajes. Final
mente, caballo y jinete debían aprender juntos a sal
tar obstáculos y a correr sobre terrenos accidentados
sin separarse el uno del otro. Desarrollar las técnicas Λ L
de acoplamiento y entrenamiento necesarias hubo de
llevar mucho tiempo y esfuerzo.
Caballería en combate
Después venían los problemas asociados al manejo
de los caballos en combate. Los jinetes debían apren
der a manejar espadas, lanzas, venablos y otras ar
mas de lucha cuerpo a cuerpo a lomos de un caballo;
a arrojar jabalinas o flechas con precisión montados
P ie z a s m e t á l ic a s d e u n
sobre un animal en movimiento; a mantenerse en
pie con el peso de la armadura y los escudos, y a
c a r r o , encontradas en 4
Francia, c 200 a. C.
marchar con sus compañeros en formación, reali Arriba a la derecha están
zando complicadas maniobras. Para el jinete era fran los elementos d el arnés
camente complejo. Pero resultaba aún peor para el del caballo (1), seguidos
caballo. Los caballos salvajes no llevan cargas, se des de un cubo con pezonera
plazan en manada, se asustan ante lo desconocido, ya (2), uniones (3), adornos
sea visto, oído u olido, y huyen del peligro a gran ve de bronce (4) y un
bocado de caballo (5).
locidad. Es así como han evolucionado para librar
Abajo a la derecha hay
se de sus depredadores. Los caballos de guerra de más pezoneras, una
ben llevar un hombre encima, armado y a veces con tuerca de ojal y una
armadura; cumplir sus órdenes; correr a veces lejos argolla para introducir
de otros caballos; resistir situaciones extrañas y ame las riendas (6).
94 « T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Había aún más problemas. Los caballos primiti Dadas estas dificultades, no es difícil entender
vos medían entre 132 y 140 cm hasta la cruz, el pun por qué los carros precedieron a la caballería en el
to más alto del lomo, cerca de la base del cuello, y hoy mundo antiguo. A los pequeños caballos les resul
serían tildados más de ponis que de caballos propia taba más sencillo tirar de un carro ligero, incluso
mente dichos. Ningún caballo antiguo se asemejaba con hombres con armadura en su interior, que lle
en tamaño a los actuales de raza, como los Clydes var a estos hombres directamente en su grupa. No se
dales o los belgas, y sólo a partir del I milenio de la era podían desembarazar de los yugos y los correajes
cristiana la talla media de estos animales alcanzó en con la misma facilidad que de los jinetes, y era más
Europa y el norte de Africa la común hoy entre las sencillo transportar los arreos, lo cual no sucedió
modernas monturas que sirven de medida reglada. Si con las monturas hasta que se inventó la silla. Los
bien los pequeños équidos de la Antigüedad podían guerreros en los carros debían luchar de pie, no so
montarse, en su mayoría sólo soportaban la carga de bre el lomo de un caballo, y montaban y desmon
un jinete con poco equipo. Además, los caballos son taban con facilidad. Con un auriga que atendiera a
básicamente herbívoros y tienen estómagos peque los caballos, el guerrero sólo se concentraba en el
ños, y en estado salvaje están comiendo casi de con combate. Si los indios de las grandes praderas hu
tinuo. Necesitan bastante más comida que el ser hu bieran conocido la rueda, tal vez también habrían
mano, y su constitución es más delicada. Si les falta usado carros.
un buen pasto, deben guardarse en establos y ali Una vez que los hombres aprendieron a montar,
mentarse con grano. Tal era la norma en las socieda naturalmente, pudieron aprovechar las ventajas del
des agrícolas, lo que hacía de los caballos una inver caballo de guerra. La velocidad de este animal pro
sión cara. Eran los servicios de gobierno los que viene de sus largas patas y sus músculos poderosos,
debían suministrar y mantener los caballos de guerra, con extremidades tan bien sustentadas por músculos
como era el caso de las caballerizas del Cercano que hacen un uso muy eficiente de la energía. Por
Oriente y el Imperio Romano, o bien los miembros otra parte, cada pata termina en un casco, la pro
de las clases superiores, abastecedores de caballos y longación de la uña de un dedo, por lo que podría
jinetes, quizá con el apoyo del gobierno. decirse que el animal corre continuamente sobre la
punta del dedo, lo que permite una extensión aún los escitas quienes los expulsaron de la región del
mayor de las extremidades. El resultado es un veloz norte del Ponto, y los siguieron hacia el Cercano
corredor, que camina a unos 3-4 km/h, trota a Oriente, donde tuvieron un papel importante en la
19 km/h, va a medio galope a 25 km/h y al galope destrucción del imperio asirio. Los reyes y nobles
alcanza velocidades de 70 km/h. Cuando hombre y escitas aparecen representados con armaduras de es
caballo aprendieron a entenderse en el combate, em camas muy adornadas, cascos de bronce o hierro, a
pezó a contarse con capacidades tácticas y estratégi menudo de fabricación o influencia griega, y a lo
cas que ningún ejército de infantería soñó jamás con mos de corceles de 144-150 cm de alzada. Estos ca
alcanzar; la nueva pareja era capaz de maniobrar y ballos, por lo común sin armadura, eran relativa
operar en terrenos difíciles mucho mejor que los ca mente escasos. La montura habitual era un poni de
rros. Además, los caballos tienen un cierto grado de unos 150 cm, con cuello, cabeza y hombros gruesos,
agresividad, como cualquier animal, y pueden con pero cuartos traseros y cola delicados.
vertirse en combatientes curtidos e incluso entusias Los escitas usaban una versión propia del arco
tas. Algunos aprenden a atacar a los enemigos con compuesto que se hizo popular en el Mediterráneo
dientes y cascos. Y no cabe duda de que los hombres oriental y el Cercano Oriente. Tenía un cuerpo do
a caballo resultan de por sí impresionantes, y ame blemente curvo con extremos también curvos y una
nazadores, para los oponentes a pie. longitud de sólo 75-100 cm. Era extraordinaria
A principios del I milenio a.C., como hemos mente potente; algunas sepulturas contienen esque
visto, la caballería empezó a sustituir a los carros letos humanos con el cráneo o la columna vertebral
en el Cercano Oriente, y esta tendencia se extendió atravesados por puntas de flecha de 2-3 cm de pro
a otras regiones. La presión de los pueblos nómadas fundidad. El arco era muy rígido, lo que exigía gran
de la estepa pudo haber sido un factor importante fuerza y habilidad para tensarlo. Las puntas de flecha
en este desarrollo. Por ejemplo, en los tiempos en eran de bronce y solían tener tres filos, algunas bar
que se adoptó por primera vez la caballería, los asi badas y muchas emponzoñadas. El arco se llevaba
rios estaban guerreando con los medos, un pueblo en una vaina para protegerlo de la humedad, que
iranio que aparentemente tenía ya arqueros a ca podía echar a perder su engaste y alabear la madera.
ballo capaces de cabalgar y de lanzar flechas mien La aljaba, denominada gorytos, podía contener has
tras huían del enemigo, la conocida «flecha del par ta 75 flechas. Además del arco, un jinete escita lle
to». En aquel tiempo existían caballos en casi toda vaba a menudo una espada recta o un hacha de gue
Europa, Asia occidental y el norte de África, do rra, lanzas con puntas a modo de hojas, lanzas de
mesticados desde hacía varios siglos o incluso mi 3 m de largo o más y venablos (semejantes a jabalinas)
lenios, y se habían desarrollado numerosas razas
ecuestres. Las fuentes antiguas mencionan unas 50.
En las páginas siguientes hablaremos de algunas de
ellas.
A mediados del I milenio a.C., los tres pueblos
más notables por sus habilidades ecuestres eran los
escitas, los persas y los griegos. Los primeros eran ar
queros nómadas de las estepas. No son los más an
tiguos de que se tiene noticia, honor que corres
ponde a los cimerios, unos invasores nómadas de
las estepas que llegaron al Cercano Oriente en el si
glo VIII a.C., atravesando el Cáucaso, y asolaron los
reinos de toda la Anatolia antes de ser destruidos.
Otros cimerios parecen haberse dispersado por Eu A diferencia de la ilustración anterior,
J in e t e a r q u e r o ASIRIO.
ropa, a juzgar por hallazgos de sus bocados y arne- este arquero se sienta correctamente en el caballo, y cabalga sobre
ses característicos en el curso del Danubio hasta Sui una manta. Conforme fu eron mejorando las técnicas de
za, el sur de Francia e incluso Gran Bretaña. Fueron montura, también lo hizo su utilidad.
96 » T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
con cabezas barbadas. Algunos escitas llevaban es bayo, con cascos oscuros (que, como se sabe, son
cudos, en general de madera con cubierta de cuero, menos propensos a romperse o desgastarse que los
que podían colgarse en la espalda del jinete, deján claros), los machos estaban castrados, una respues
dole las manos libres para manejar el arco. ta a la notable obstinación de la raza, que era difícil
de manejar. Con estos animales, los sármatas po
Un pueblo belicoso dían contar con una caballería pesada, de hombres
Acostumbrados a una vida dedicada a proteger sus y caballos vestidos de armadura, aunque no de me
ganados y apoderarse de los ajenos, los escitas fueron tal sino de escamas de cascos de caballo o cuero li
un pueblo belicoso. No se conservan descripciones gero y resistente. Los hombres llevaban largas lanzas
detalladas de sus tácticas en la batalla, pero a juzgar con ambas manos y cargaban a un galope suicida.
por las acciones de pueblos semejantes, sus enfren Apoyados por sus propios arqueros a caballo, de
tamientos se abrían probablemente con lluvias de bieron disfrutar de una gran ventaja sobre la caba
flechas a gran distancia, seguidos de ataques y reti llería escita, más ligera.
radas fingidos para atraer al enemigo a posiciones
vulnerables. Una vez agotadas las flechas, los super Caballería persa
vivientes se acercaban e intercambiaban lanzamien En el Próximo Oriente y en Irán, los persas aque-
tos de venablos y jabalinas antes de acometer el ménidas (560-330 a.C.) siguieron el ejemplo de los
cuerpo a cuerpo. Los nobles con armaduras, sobre asirios, usando arqueros y lanceros a pie en combi
los caballos más grandes, dominaban esa fase del nación con una caballería armada con arcos y lanzas.
combate. Frente a oponentes poderosos, los escitas Esta táctica funcionaba bien a escala local y permi
se retiraban a la estepa, hostigaban a los invasores y tía una buena defensa contra los nómadas de la es
escogían el mejor momento para el contraataque. tepa, pero fracasó en las ofensivas contra los grie
Emplearon estas tácticas contra la monarquía persa gos, cuyos lanceros fuertemente armados, llamados
aqueménida de Darío I cuando invadió Escitia en el hoplitas, llevaban una armadura que les cubría el
año 512 a.C. Se retiraron ante el avance de las tro cuerpo y escudos diseñados para desviar las puntas
pas persas, y luego regresaron sobre sus pasos para de lanza, y que también se manejaban bien contra
acosarle, atacando día y noche sus líneas de sumi las flechas y las jabalinas. Esta realidad se constató en
nistro y derrotando constantemente a su caballería. el combate que se libró antes de la decisiva batalla de
Lo único que salvó a Darío fue su infantería, arma Platea en el año 479 a.C., cuando el comandante
da principalmente con arcos compuestos, y sus mu- persa Mardonio envió a su caballería contra una
las y burros, que desconcertaban a los caballos esci parte del ejército griego. La ofensiva se lanzó en es
tas por sus ruidos y aspecto desacostumbrados para cuadrones, con lanzamiento de flechas y jabalinas
ellos. Al final, Darío tuvo que iniciar una vergonzosa antes de empezar a acosar al enemigo. No obstante,
retirada, para que su ejército no muriera de hambre. aunque los griegos sufrieron muchas bajas, se man
Más tarde, los escitas destruyeron un ejército ma tuvieron firmes, y la ligera caballería de los persas no
cedonio enviado contra ellos por Alejandro Mag
no, aunque antes habían sido derrotados en los Bal RELIQUIAS pe rsa s , de izquierda a derecha: punta de flecha,
canes por los macedonios. punta de lanza, pu ñ al y dos bocados de caballería. Los bocados
Desde finales del siglo IV a.C., otros nómadas perm itieron mejorar el control d e las caballerías.
de las estepas, los sármatas, los invadieron desde el
este y terminaron por expulsar a los escitas. Un mo
tivo de este resultado pudo estar relacionado con
los caballos de los nobles sármatas. Mientras que la
raza sármata común era pequeña y veloz, las carca
sas y esqueletos de caballo encontrados en el yaci
miento de Pazyryk, Asia central, revelan que estos
animales alcanzaron una alzada de 152 cm o más.
Normalmente de color pardo o castaño, a veces
GUERRA A CABALLO · 97
se atrevía a acercarse al cuerpo a cuerpo. Atenas, uno faldones que se acoplaban al caballo para proteger
de los estados griegos que intervino en la batalla, ha sus muslos. Hacia el siglo IV , desarrollaron una ar
bía formado un pequeño cuerpo de arqueros antes madura de láminas metálicas que cubría brazos y
de la campaña, y los envió al rescate. Siguió una lar piernas. Los caballos llevaban a veces testeras y pe
ga lucha, que terminó cuando una flecha griega hirió tos. Sin embargo, la caballería siguió luchando con
al caballo de Masistio, el comandante persa de la ca el arco, la lanza y la jabalina, como los asirios, sin
ballería. El animal reculó y tiró al jinete, que quedó que se sepa que llegara a usar la lanza.
a merced de los atenienses. Al principio el coselete En cuanto a los griegos, a primera vista no cabría
de escamas doradas resistió las embestidas de las lan esperar que un pueblo que vivía en una serie de pe
zas, pero los griegos lograron darle muerte y hacerse nínsulas e islas montañosas rodeadas por el mar tu
con el cuerpo, pese a las furiosas acometidas de los viera mucho que ver con la caballería, y lo cierto es
persas. En la batalla campal posterior que cerró la que la inmensa mayoría de las ciudades-estado de la
campaña, la caballería persa no tuvo ningún papel, y región nunca contaron con un cuerpo militar se
quizá desmontara para pelear como infantería. mejante. Incluso estados importantes como Atenas
Masistio montaba un caballo de raza de Nisea, y Esparta no asimilaron los conceptos de la caba
conocida por su gran tamaño, de 152 cm hasta la llería hasta la segunda mitad del siglo V a.C. Pero
cruz. De hocico ganchudo, cabeza voluminosa, cue Grecia es un buen lugar para los caballos, sobre todo
llo grueso y complexión fuerte, era muy capaz de áreas como Tesalia, Beocia y Eubea, como también
llevar encima a un guerrero con armadura como muchas de las colonias de ultramar. Más importan
Masistio. Criados en las llanuras de Nisea, en la re te aún era el gusto de los aristócratas griegos por la
gión de Media, donde el gobierno mantenía 50.000 equitación, y para ellos tener caballos era un signo
yeguas de cría, estos caballos se repartían según la de su alta posición. Las carreras de caballos y carros
voluntad del rey. Con estos animales, los persas au fueron muy populares, y los griegos desarrollaron
mentaron el volumen de la armadura de sus jinetes, técnicas avanzadas de alta escuela. En Grecia se de
ya no sólo cascos y coseletes, y probaron con unos sarrollaron muchas razas de caballos, entre las que la
más rápida y de mayor tamaño era la de Tesalia, al
menos desde que el ejército de Jerjes pasara el in
vierno en esta región en el año 479 a.C.; el acceso a
los sementales persas de Nisea sin duda mejoró la es
tirpe. Las razas de caballos griegos eran en general
oscuras de aspecto, con cabeza fina y complexión
altiva, pero al parecer tenían cuartos traseros débiles
y escaso aguante, y al final llegaron a considerarse
casi inútiles como monturas militares.
Con el apoyo financiero del estado, los entu
siastas aristócratas que formaban la mayor parte de
la caballería griega luchaban como un cuerpo lige
ro armado con jabalinas y sin protección ni arma
dura, o bien como caballería pesada con lanzas, ja
balinas, cascos y coseletes de escamas o corazas de
bronce. Estas últimas se modelaban para imitar la
musculatura humana, y reciben el nombre de «co
razas musculadas». La clase de oficiales griegos y ro
manos exhibían a menudo estos costosos elementos.
JINETE DE T esalia , d el año 400 a.C. Aunque tenía una manta Los griegos, cuya arma predilecta era la lanza, la
com o montura, se sentaba bastante atrás en e l caballo, con las complementaban con una pica en el extremo, que
piernas altas. No llevaba escudo, y su única protección era un podían usar como alternativa a la punta de lanza si
extraño casco. ésta se rompía. También recurrieron a «corredores»
GUERRA A CABALLO · 99
Persia cuando fue asesinado. Su hijo, Alejandro III, son claramente jinetes portadores de escudos, no
más conocido como Alejandro Magno, llevó el ejér infantería montada o grupos de guerreros de carros
cito hacia el este y derrotó a los persas en intensas a caballo. Las razones son bastante evidentes: los es
batallas, que son notables por el uso coordinado de cudos eran una carga en el brazo izquierdo, lo que
sus fuerzas para superar a una oposición numérica desequilibrada al jinete más aún que el coselete y el
mente mayor, pero menos apta. Un ejemplo es el de casco, haciendo mucho más difícil controlar las rien
la batalla de Gaugamela (331 a.C.). Frente a un das. Sin embargo, conforme se incrementó el nú
ejército persa cuya infantería era débil pero dotado mero de jinetes en Europa occidental, el grado de
de una caballería varias ve destreza también mejoró, y
ces más numerosa que la los pueblos incapaces de
suya, Alejandro tenía que
«...Ve contra el enemigo con dos proveerse a caballo de arma
impedir que su ejército fue metas, la victoria o la muerte. Los dura tuvieron que usar escu
ra rodeado por los caballos dos, o abandonar toda idea
enemigos. Así, avanzó con el hombres animados p or este espíritu de combate cercano. Gran
ala derecha al frente, la iz vencerán siempre, ya que estarán parte de Europa estaba cu
quierda rezagada, las unida bierta por bosques y terre
des de infantería en apoyo dispuestos a entregar la vida.» nos difíciles, donde no siem
de la caballería y la falange E s c ip ió n pre un jinete podía evitar la
de infantería pesada en dos lucha cuerpo a cuerpo. Pro
líneas, de manera que la mi bablemente por esta razón
tad posterior pudiera volverse y defenderse de la ca los carros de los griegos y los celtas iban ocupados
ballería enemiga que viniera por la retaguardia. por combatientes de infantería, y no por arqueros.
Avanzando con el ala derecha contra la izquierda Hacia el siglo IV a.C., los jinetes celtas empiezan a
persa, Alejandro obligó a los persas a cargar y a en representarse con escudos, una costumbre a la que
trar en batalla prematuramente. Al verse enfrentados se adaptaron pronto otros pueblos europeos, entre
de forma inesperada con la infantería y con la ca ellos, en un lapso de dos siglos, los propios griegos.
ballería, los persas fueron contenidos, y Alejandro Una de las batallas más notables de occidente
pudo guiar a los Compañeros y a su caballería pe durante esta época, en la que se enfrentaron caba
sada y ligera de apoyo en una carga que devastó las llerías con escudo del norte de África, Iberia, Galia
líneas persas y empezó a desplegarse por el centro. e Italia, fue la de Cannas en el año 216 a.C., durante
Entre tanto, la derecha persa había cargado contra la la segunda guerra púnica (218-202 a.C.). Aníbal,
caballería ligera tesalia y las otras fuerzas del ala iz el gran general cartaginés, había atravesado Iberia
quierda de Alejandro, causándoles gran daño, in para llegar a Italia a través de los Alpes e infligió tres
cluso rompiéndolas para avanzar hacia el campa grandes derrotas a los romanos en dos años. Du
mento macedonio, pero Alejandro pudo acudir en rante un tiempo, los romanos tuvieron que confor
ayuda de sus hombres y completar la victoria. Pese marse con seguir los pasos de Aníbal mientras se
a haberse enfrentado a una fuerza de caballería más desplazaba de un lugar a otro en busca de suminis
poderosa en un terreno idóneo para su uso, Alejan tros. Pero después de pasar el invierno y la primavera
dro y sus tropas la vencieron gracias a una excelen del año 216 a.C. de este modo, Aníbal optó por de
te coordinación de esfuerzos de la caballería y la in jar sus cuarteles de invierno en Gerunium, en el
fantería ligera y pesada. norte de Apulia, para desplazarse al sur y tomar
Cannas (la moderna Monte di Canne), cuya ciuda-
Protección con escudos dela se había convertido en un importante depósi
Durante todos estos siglos, ni griegos ni macedo to de víveres de Roma. De este modo, no sólo ase
nios parecen haber hecho uso de escudos a caballo, guraría sus posiciones durante un tiempo, sino que
y lo mismo puede decirse de los persas y, en la prác dejaría al ejército romano desabastecido. Los co
tica, de casi todos los demás jinetes. Sólo ocasio mandantes romanos reclamaron repetidamente al
nalmente, las ilustraciones muestran hombres que gobierno instrucciones sobre cómo actuar, pues pa
GUERRA A CABALLO » 101
recía difícil seguir eludiendo la batalla en estas cir probablemente luchaban en tres filas de 12 hombres
cunstancias. Cansados del estancamiento, el Senado cada una. Los aliados itálicos tenían presumible
y el Pueblo de Roma ordenaron a los cónsules Lucio mente un equipamiento y una organización simila
Emilio Paulo y Cayo Terencio Varro que reclutaran res, al haber estado bajo la égida romana durante va
más tropas y dirigieran contra Aníbal un total de rias décadas. Sus caballos se asemejaban a los griegos,
ocho legiones romanas y un número igual de tropas siendo los de los vénetos especialmente conocidos
itálicas aliadas. Así lo hicieron, y entonces Aníbal, al por su velocidad, cuando no por su belleza.
mando de 10.000 jinetes y algo más de 40.000 sol
dados de infantería, hubo de enfrentarse a 80.000 Despliegue de Aníbal
soldados de a pie y más de 6.000 jinetes, el mayor Al ver el despliegue romano, Aníbal envió a sus hon
ejército que había reunido Roma en un solo lugar. deros y sus tropas ligeras armadas con lanzas a varias
Omitiremos las maniobras de ambos bandos an escaramuzas con la infantería ligera romana al tiem
tes de la batalla, así como muchos de los debates po que desplegaba el resto de su ejército. A la iz
suscitados por las crónicas, a menudo contradicto quierda, cerca del río, dispuso a 6.000-7.000 jinetes
rias, de las distintas fuentes. La batalla se libró al celtas e hispanos frente a la caballería romana; des
sur del río Aufidio (moderno Ofanto), cerca de pués, la mitad de su infantería pesada africana, ar
Cannas; el curso actual fluye por el confín septen mada con los materiales sustraídos a los romanos; y
trional de la serie de colinas en la que se ubicaba más allá los hispanos y celtas a pie, con armas más
Cannas. Es probable que el río, cuyo lecho ha cam ligeras que los africanos y los romanos, y desplega
biado a menudo, corriera entonces más al norte. dos en compañías alternas de cada una de las tri
Los romanos no presentaron batalla al norte del río, bus. A la derecha de la infantería dispuso a la otra
sino que se desplegaron por el sur, con la esperanza mitad de la infantería africana; y en el ala derecha,
de limitar el grado de maniobra de la caballería de a su caballería númida de 3.000-4.000 hombres.
Aníbal. Al tener que desplegar tantos hombres en un Después de extender el ejército en línea recta, tomó
campo de batalla de apenas 3,5 km de ancho, los ro las compañías centrales de celtas e hispanos y las
manos abandonaron su habitual formación abierta
y agolparon su caballería pesada en un orden muy
compacto. En el flanco derecho se dispuso la caba
llería romana (de unos 1.600-2.400 hombres), en
tre la infantería y el río; en el izquierdo, los 3.600-
4.800 aliados a caballo se extendieron entre las
colinas y la infantería. Apostadas a cierta distancia,
frente a toda la línea, se situaron las tropas de in
fantería ligera, que se enfrentaron en pequeñas es
caramuzas a las del enemigo. La caballería romana
estaba compuesta por entusiastas aficionados aris
tócratas, como en las ciudades-estado griegas, pro
vistos de equipamiento ligero, casco pero no arma
dura, un escudo redondo de cuero de buey apto
para desviar las jabalinas pero no para el combate
cuerpo a cuerpo y finas lanzas más adecuadas como
arma arrojadiza que en la lucha directa; se dobla
ban y rompían con facilidad y, al carecer de picas,
no servían para nada más. Los hombres montaban
y desmontaban con facilidad, pero en la pelea di Un ji n e t e n ü m id a d e caballería lige ra hacia el año 200
recta eran vulnerables. Se organizaban en escuadro a. C. Está armado con jabalina y un pequeño escudo. Estos
nes (turm ae) de 30, con tres oficiales (decuriones) y hombres eran tan buenos jin etes que no necesitaban bridas para
tres optiones o tropas de diez hombres. En batalla, dominar el caballo.
102 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Cannas
216 a. C.
La caballería romana se
Los rom anos se desplegaron frente al río para
reducir el espacio de m aniobra de A níbal. Este
3 encuentra con la
caballería celta e hispana,
«
e-ΐν·’·'·'
β
I
adoptó un a form ación en m edia luna, con el .«
que desmonta para luchar.
centro frente a los romanos. Después de unas La
escaram uzas entre las tropas ligeras, la caballería
ibera y celta de la izquierda desmontó para luchar
contra sus adversarios rom anos, y pronto tomó la
in iciativa. Las legiones rom anas forzaron a la
in fantería celta e hispana de la m edia lu n a a ceder,
arrastrando a los hombres de las dos alas de la
lín ea rom ana h acia el centro. Los africanos de cada
extrem o de la lín ea de infantería de A níbal los
rodearon y atacaron, m ientras celtas e hispanos
tam bién los em bistieron. Así, los rom anos se
vieron rodeados por tres lados. La caballería celta e
hispana volvió a m ontar y cabalgó por detrás de la
lín ea rom ana para atacar a la caballería itálica por
la retaguardia. Atrapados entre ellos y los m unidas,
los soldados itálicos huyeron. La caballería celta e
hispana atacó, entonces la retaguardia de la
in fantería rom ana fue m asacrada. M urieron unos
5 0 .0 0 0 rom anos, entre ellos Paulo.
La caballería celta e
6 hispana vuelve a
montar y embiste contra la
caballería romana aliada
por la retaguardia.
3
Las tropas africanas de
Aníbal atacan ahora a
las legiones romanas en el
flanco, a la vez que los
celtas e hispanos inician la
tensiva.
La caballería celta e
movimiento de la
8 hispana sella el destino
de los romanos al atacar su
caballería de Anibaîf formación por la
r L
e n la b a ta illa
f . - retaguardia, rodeándolos
‘ÿ por completo.
■·- %
■ψ
La caballería aliada,
7 dominada por los
númidas de Aníbal, se
desorganiza cuando los
celtas e híspanosla
por la retaguardia.
'i
4 r »
4 *
Aníbal despliega una
2 formación en me dia%
luna para rÜp¡uardar a^sus
tropas africanas. Las tropas
ligeras de ambos bandas
comienzan la batalla.
hizo avanzar, manteniendo cada unidad en contac desnudos (como pudo ser el caso en esta batalla), y
to con sus vecinos. El resultado fue una formación empleaban las mismas lanzas y espadas largas que la
en media luna. Aníbal quería empezar el combate infantería, con lo que les bastaba reservar a un hom
pesado con sus hispanos y celtas, manteniendo a los bre de cada cuatro para que sujetara los caballos
africanos como reserva. mientras los restantes combatían a pie. Los roma
Cuando los ejércitos avanzaron, al principio sólo nos que desmontaban debían hacer lo mismo, o
se enfrentaron tropas ligeras, sin que ninguna co abandonar por completo a sus corceles.
brara ventaja. «Pero al mismo tiempo», dice una Aníbal tenía probablemente tres veces más jine
fuente, la de Polibio, «los caballos iberos y celtas de tes que los romanos en la misma ala, pero tan alto
la izquierda, entrando en contacto con los roma número no fue positivo para desembarazarse de la
nos, entablaron una pavorosa batalla; porque la ac presión del enemigo en un pequeño espacio. Los
ción no consistía, como era común, en rodear al seres humanos pueden agolparse en grupos muy
otro, sino en caer sobre él, hombre contra hombre, densos, como estaba intentando hacer la infantería
para desmontarlo del caballo». Otra fuente, Livio, romana, pero no sucede lo mismo con los caballos.
señala que las dos caballerías, comprimidas entre el Aníbal habría pensado en hacer desmontar a sus ji
río y la infantería, no tenían espacio de maniobra netes para que atacaran a pie, si los romanos no hu
para sortearse, y tuvieron que cargar de frente, y bieran cedido inmediatamente después de la carga
dice que cuando los caballos no pudieron ya conti inicial. Si los romanos caían, sus hombres podrían
nuar, los combatientes empezaron a luchar cuerpo volver a montar y darles caza. Así, lo que Livio en
a cuerpo, a empujarse para descabalgarse y terminar tendió como una táctica accidental pudo muy bien
la pelea a pie. ser premeditado.
Tal vez sucediera así, pero debe recordarse que
en aquel tiempo la mayoría de los jinetes occidenta Victoria de Aníbal
les llevaban escudos en la grupa del caballo, y po Mejor armados y más numerosos que los romanos,
dían pelear con solvencia en el cuerpo a cuerpo, a los jinetes celtas e hispanos pronto tomaron la ini
pie, de un modo inasequible para la caballería sin ciativa, dando muerte a la mayor parte de los ene
escudo. Así sucedía con los hispanos, que iban ar migos y expulsando a los demás hacia el río. Sólo
mados, como su infantería, con lanzas, jabalinas (in entonces, dice Polibio, la infantería pesada de ambos
cluido el soliferrum , de hierro sólido) y sables cor bandos entró en combate, lo que demuestra la ra
vos llamados falcata. Llevaban cascos y diversas clases pidez con que fue derrotada la caballería romana. El
de armadura ligera, además de rodelas conocidas cónsul Paulo había estado primero con los caballos
como caetra. Los jinetes hispanos a menudo lucha pero, herido por una piedra, no pudo atender sus
ban a pie, formando para la ocasión un círculo con obligaciones durante un tiempo; terminó en el cen
los caballos en el centro. Exhibiendo ya el conoci tro de la línea romana, afanado en la rotura de las lí
miento avanzado de la doma de caballos por el que neas del adversario tan necesaria para los romanos.
los hispanos serían admirados, enseñaban a sus cor La infantería romana forzó a la celta e hispana de la
celes a arrodillarse y permanecer quietos a una señal media luna a ceder terreno. Arrastrados a la lucha,
dada, y tenían una especie de piqueta en las riendas los soldados de las dos alas de la línea romana se
para sujetar a los caballos en batalla. En cuanto a los agolparon en el centro y avanzaron hasta superar a
celtas, que en este caso procedían de Iberia o del nor las líneas africanas de ambos extremos de la forma
te de Italia, no sabemos si eran tan buenos doma ción de Aníbal. Como estaba planeado, los africanos
dores de caballos, pero introdujeron numerosas in rodearon y atacaron los dos flancos de la formación
novaciones ecuestres antes, durante y después de este romana, frenándolos en su avance. Celtas e hispanos
período. Sus parientes, que invadieron Grecia en el se abalanzaron al ataque, con Aníbal y su hermano
mismo siglo, llevaban una caballería de nobleza apo Magón luchando junto a ellos, y los romanos se vie
yada por escuderos que podían hacer las veces de re ron rodeados por tres lados.
levos. Todos los galos portaban grandes escudos ova Entre tanto, los númidas habían estado pelean
lados o circulares a caballo, incluso cuando luchaban do contra la caballería aliada itálica dirigida por Va-
GUERRA A CABALLO · 105
rro en la izquierda romana. Ninguno de los bandos vez desde los lados, forzándolas a retroceder. Dado
logró una ventaja importante ni sufrió graves pér el empuje de sus animales, los númidas podían re
didas, debido a las particulares tácticas de los nú- petir este juego indefinidamente.
midas. Este pueblo de beréberes nómadas del nor Entonces intervino Asdrúbal, comandante de la
te de Africa vivía literalmente a caballo y era caballería celta e hispana. Después de hacer montar
conocido por su habilidad para cabalgar sin brida ni de nuevo a sus hombres, rodeó por detrás la línea de
bocado, guiando a sus magníficos corceles con el infantería romana y se desplegó para atacar a la ca
uso de una vara, una cuerda alrededor del cuello y ballería itálica. Atrapados entre Asdrúbal y los nú-
el movimiento basculante del peso de su cuerpo. midas, los soldados itálicos rompieron filas y huye
Constituían un ejemplo clásico de caballería ligera, ron. Dejando que los númidas los persiguieran,
espléndidos para las escaramuzas, las emboscadas o Asdrúbal condujo a sus escuadrones contra la reta
las persecuciones, pero no para un combate fron guardia de la infantería romana. Aunque sin duda
tal, al estar equipados únicamente con jabalinas, cu Aníbal lo había concebido así, fue mérito de As
chillos y escudos ligeros, pero no armadura. Mon drúbal y sus hombres reprimir el impulso natural
taban una raza de poni llamada númida o libia, de perseguir a los que huían y regresar a tareas más
conocida por su pequeño tamaño y notable por su duras. Los caballos seguían frescos después de una
resistencia, velocidad y sumisión. Los itálicos, en carrera de sólo unos kilómetros, y los galos e hispa
formaciones de escuadrón, cargaron contra los nú- nos de Asdrúbal atacaron en apoyo de la infantería
midas, que se dispersaron individualmente. Des africana, lanzando simultáneamente cargas sucesivas
pués de haber desorganizado las unidades enemi en numerosos puntos.
gas, los númidas se reunían de nuevo y atacaban a la Hasta ese momento, los romanos podían seguir
con su estrategia ofensiva, pese al ataque de la in
fantería africana, o al menos retirarse en orden. Pero
ahora estaban atrapados. Murieron unos 50.000,
entre ellos Paulo. Siete mil ciudadanos romanos y
un número desconocido de soldados itálicos fueron
hechos prisioneros, en su mayoría integrantes de los
10.000 hombres de infantería que Paulo había de
jado en el campamento romano principal con ór
denes de atacar el de Aníbal durante la batalla. Re
alizaron el ataque, como se les encomendó, pero
fueron vencidos y apresados. Pereció la mayor par
te de la caballería romana; Varro y 70 hombres de su
fuerza itálica huyeron a Venusia, y otros 300 esca
paron a diversas ciudades. Los númidas se hicieron
cargo del resto. Aníbal perdió a 4.000 celtas, 1.500
hispanos y africanos y 200 jinetes.
Pese a esta terrible derrota, los romanos lograrían
ganar la guerra y terminarían por conquistar todas las
tierras de las orillas del Mediterráneo, y al norte has
ta Gran Bretaña y los ríos Rin y Danubio. En el si
glo II a.C., los romanos siguieron recurriendo a
jinetes entre su ciudadanía, aunque los armaron con Las alae estaban comandadas por un praefectus alae,
escudos y lanzas griegas más resistentes, si bien en el con cada turma a las órdenes de un decurio. Al igual
siglo I dejaron de disponer su propia caballería e in que en otras unidades romanas, se usaban estan
fantería ligera, para basarse en su lugar en unidades dartes y señales de cuerno para controlar las opera
de auxilia tomadas de los pueblos súbditos y alia ciones de las alae, dejando que los miembros de
dos, en particular galos e hispanos. Después de que cada tropa siguieran a su jefe en todas las manio
Augusto creara el estado imperial desde las ruinas de bras que se les pedían en batalla. El estandarte de la
la república, las unidades auxiliares se convirtieron en unidad era una pequeña bandera cuadrada llamada
formaciones militares profesionales cuyos miembros vexillum, y el ala llevaba también una imagen del
servían durante 25 años, recibiendo a cambio la ciu emperador, con signae propios de cada turma. Du
dadanía romana al retirarse. rante el siglo II d.C., los antiguos estandartes em
La caballería auxiliar tomó diversas formas. En pezaron a ser sustituidos por el draco, un artilugio
su mayoría se organizaba en alae («alas») de dos ti sármata consistente en una cabeza de dragón de
pos, el ala quingenaria con 16 turm ae de 30 hom bronce con un largo tubo de tela púrpura acoplado
bres cada una, para sumar un total de 480, y el ala por detrás. Con el estandarte en movimiento, el
milliaria, con 24 turm ae para un total de 720. Las tubo ondeaba y se contoneaba, silbando como una
formaciones mayores eran la caballería de elite del serpiente. El artilugio impresionaba y a veces es
ejército regular, con sólo una unidad por provincia. pantaba a los caballos del enemigo, no acostum
brados a su aspecto y su sonido.
A1 igual que las alae, había una formación com
binada de caballería/infantería denominada cohors
equitata. Estaba formada por quingenaria, en cuyo
caso tenía cuatro turm ae de caballos y seis centurias
de 80 hombres a pie; o por m illiaria, con ocho tur
m ae de caballos y diez centurias de infantería. No se
esperaba que la caballería de una cohors equitata
igualara el nivel de experiencia de un ala, pero aun
así era competente. Su función consistía en aportar
a la cohorte una fuerza de choque y patrulla móvil
cuando se guarnecían los fuertes de las fronteras.
En campaña, las turm ae se desgajaban y se unían
probablemente a otras en un sucedáneo de ala. Ade
más, las legiones tenían cuerpos de caballería, las
equites legionis, unidos a ellos, tal vez sólo de 120
hombres por legión hasta el siglo III d.C. Los em
peradores y los gobernadores provinciales tenían
guardias a caballo, los equites singulares. Por último,
la práctica de alistar jinetes entre los bárbaros y los
reinos vasallos se mantuvo, formados en unidades
denominadas num eri y, más tarde, cu n ei («núme
ros» y «cuñas», respectivamente).
ros con armadura completa. Pero en los inicios del cas, persecuciones, retiradas y contraataques, todo
imperio, la norma era hombres armados con jabali en la mayor variedad de terrenos posible para acos
na, lanza de doble punta y escudo. En este tipo de tumbrar a los caballos y a sus jinetes a actuar en sue
equipamiento siguieron los modelos galos y, por su lo llano y accidentado. Además, los equipos de ji
puesto, a menudo el equipo en sí era galo. Durante netes se entrenaban para un torneo a caballo
los últimos cuatro siglos a.C., los galos realizaron llamado hippika gim n asia, en el que exhibían un
numerosas innovaciones en el armamento y la forma equipo deportivo muy adornado, ejecutaban ma
de montar. Entre ellas se incluían la cota de malla de niobras complejas y demostraban que sabían lanzar
anillos de hierro y bronce (lorica hamata para los ro jabalinas con precisión, acometer con lanzas, mon
manos); varios tipos de cascos con prominentes cu tar al galope si bajaban del caballo, luchar en soli
brenucas y carrilleras; una larga espada denominada tario o en grupo de lanceros, usar arcos, ondas y
spatha, de 64 a 90 cm de longitud; y robustos escu otras armas y atacar desde cualquier dirección usan
dos, normalmente ovalados en el caso de la caballe do los escudos para detener los proyectiles. Mientras
ría romana, aunque también hexagonales, rectangu el ejército romano mantuviera este régimen de en
lares y redondos. Tenían más de 1 m de longitud, trenamiento, tendría la seguridad de contar con una
eran planos, hechos de listones de madera cubierta caballería útil e impresionante.
de cuero y pintados con los diseños que distinguían A la vez que los jinetes de occidente se conver
a la unidad, con un borde de metal y un tachón me tían en jinetes al servicio del Imperio Romano, en la
tálico central, en el que se situaba el asa. Los galos in estepa euroasiática y el Cercano Oriente se produjo
trodujeron también la brida de filete; nuevos tipos de otra línea de desarrollo. Como hemos visto, los sár
arneses para los caballos; la herradura (al parecer, un matas protegían a los caballos y los jinetes con arma
modo de fijar los cascos para el movimiento en la dura de cuero o cascos de caballos. Pronto los pueblos
nieve, más que para un uso diario); y, lo más im iranios hicieron lo mismo, utilizando hierro y bron
portante, la silla de cuernos. A diferencia de las man ce. Los griegos llamaban a estos jinetes catafractos
tas y otras prendas que aparecieron en el Asia central (,kataphraktoi, «coraceros»), y los romanos posteriores
en el siglo IV a.C., este artilugio para montar era un los bautizaron como clinabarii («hombres horno»),
tronco de madera modelado según las medidas de una observación sobre la experiencia de llevar esta ar
cada caballo y después forrado de cuero. Tenía forma madura en el calor diurno en el desierto. De hecho,
de cuatro cuernos, uno en cada esquina, protegidos el abatimiento por el calor era un problema serio de
con placas de bronce. Los cuernos estaban orientados hombres y monturas en estas condiciones. El arma
de manera que el jinete tuviera un buen asiento. de estos catafractos era una lanza de 3,5 m denomi
Aunque cabalgar seguía exigiendo notables dotes nada kontos por los griegos. El kontos se sujetaba a
atléticas, sobre todo para montar y desmontar, la si menudo con las dos manos, al estilo sármata, pero
lla facilitaba la labor, y también daba al jinete algún se sabe que los persas sasánidas posteriores amarraban
lugar donde sujetar su equipo. Una consecuencia de las lanzas a las sillas de forma que los caballos pudie
la adopción de la silla fue que los jinetes romanos ran absorber el choque del impacto. Con fuertes ar
empezaron a llevar pantalones de cuero, que se aco maduras, los catafractos podían atacar a los arqueros
plaban mejor a la silla que la carne desnuda y sudo a caballo aun cuando no hubieran gastado sus fle
rosa. Las botas de montar y las espuelas completaban chas, y cargaban al trote contra las primeras filas de
su equipamiento. una infantería en formación.
Los romanos se esforzaron mucho por mante Los datos sobre el equipamiento de los catafractos
ner la eficacia de la caballería. El entrenamiento del nos llegan desde muchas fuentes, sobre todo escritos
hombre y el caballo era tan largo como riguroso, y en las paredes y restos de armaduras de la ciudad ro
los soldados recibían instrucción en técnicas de in mana de Dura Europos, en Siria. Los hombres lleva
fantería y de caballería, ya que a menudo tenían que ban cascos metálicos con cadenas o escamas para pro
luchar a pie. Las unidades en guarnición completa teger el cuello, y máscaras metálicas para la cara, con
ban marchas de 20 millas romanas tres veces al mes, rasgos humanos. Además de su uso como defensa, la
durante las cuales ensayaban sus evoluciones tácti visión de estas máscaras metálicas inmóviles, por no
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decir del aspecto de los caballos con armadura, es el control de Persia y Mesopotamia, estableciéndo
pantaba a los caballos inexpertos. Los torsos de los ji se como una aristocracia militar terrateniente. Su
netes estaban protegidos con armaduras de escamas o rey, del linaje de los arsácidas, era el superior feudal
cotas de malla, láminas o una combinación de todo de sus nobles, entre ellos las siete grandes familias
lo anterior, mientras brazos y piernas se guarnecían Pahlavi que dominaban regiones enteras. Los partos
con armadura segmentada de la clase desarrollada desarrollaron un ejército totalmente de caballería,
por los persas aqueménidas. Las armaduras de esca donde los nobles eran catafractos y sus criados, ar
mas de bronce y hierro para caballos encontradas en queros a caballo. Poseedores de extensos pastizales,
Dura Europos fueron diseñadas para proteger la par los partos adoptaron la práctica normal en las este
te superior y los costados de los animales. Se prefería pas de criar manadas de caballos de relevo, dando a
la armadura de bronce, ya que el sudor del caballo sus ejércitos una excelente movilidad estratégica.
hacía que las escamas de hierro se oxidaran. En los Los partos habían entablado contacto con los
arreos había un orificio en el lomo para sujetar la si romanos durante la última conquista de Anatolia
lla y una pieza triangular para cubrir la cola del ca y Armenia durante la primera mitad del siglo I a.C.
ballo. El uso de petos, testeras y cubrenucas no se ha Las relaciones fueron cordiales al principio, pero
atestiguado en Dura, pero es fácil de imaginar su em pronto se agriaron debido a la despótica conducta
pleo en armaduras de escamas, como atestiguan las de los romanos. No pasó mucho tiempo antes de
testeras con orejeras obtenidas de excavaciones en ya que éstos se vieran tentados a intervenir en los asun
cimientos romanos. Se necesitaban además piezas in tos de los partos, y en el año 54 a.C. Marco Licinio
dependientes para el cuello y la cabeza, de modo que Craso tomó el mando de la provincia de Siria con el
se facilitara el movimiento del animal. En los relieves se objetivo de invadir Partía. Craso no tenía ningún
encuentran también arreos pesados con refuerzos de casus belli·, simplemente necesitaba victorias milita
láminas. res para cimentar la posición política de su familia
Obviamente, los caballos debían ser grandes y en Roma. Le acompañó en la campaña su hijo Pu
fuertes para llevar esta carga, y en Dura Europos se blio, que había servido con Julio César en las Galias,
han encontrado piezas que forzosamente habían de conquistando Aquitania. Publio llevó 1.000 caballos
ser transportadas por caballos robustos de 152 cm galos a Siria, donde se convirtió en uno de los prin
de alzada. Sármatas y persas aqueménidas criaban ca cipales oficiales de su padre.
ballos de estas características, y a finales del I milenio En el otoño del año 54 a.C., Craso estaba listo
a.C. hubo otros disponibles en el Cercano Oriente, para conducir a sus siete legiones romanas en campa
entre los armenios, los capadocios, los persas y los par ña. Cruzó el Eufrates en Zeugma y conquistó la Me
tos. Los últimos tenían caballos con cabeza pequeña y sopotamia de los partos hasta el río Balissos (moder
elegante, sin el morro ganchudo de los de Nisea, no no Balikh), tomando Carras (la actual Harran),
tables por su valor y su velocidad. Los partos entre Zenodotio, Niceforio, lenas y, probablemente, Bat-
naban a sus caballos en un paso corto, con trote in nas. Los partos se hallaban entonces inmersos en una
tenso basado en ejercicios frecuentes en un campo de guerra civil, y el sátrapa local Sillaces no supuso opo
entrenamiento con surcos; después de suficientes tras sición alguna. Craso dejó 7.000 soldados de infante
piés, los caballos aprendían a dar pasos muy cortos ría y 1.000 de caballería para guarnecer las ciudades y
para mantener los cascos dentro de los surcos. De ello volvió a Siria para pasar el invierno. Los partos hosti
resultó una conducción sorprendentemente unifor garon las ciudades durante el invierno, pero no re
me, que servía de gran ayuda al jinete, sobre todo si conquistaron ninguna. En la campaña del año si
iba provisto de una pesada armadura. guiente, Craso pretendía dirigirse a Mesopotamia.
Artavasdes, rey de Armenia, instó a Craso a que inva
La batalla de Carras diera Partía a través de su territorio, donde gozaría del
Estos partos eran originalmente los parni, una tribu abrigo del relieve ondulado del país contra la caballe
de dahae seminómadas que vivían al norte de Hir- ría de los partos y contaría con la ayuda de 10.000
cania y aportaron arqueros a caballo a los persas catafractos armenios. Como había dejado guarnicio
aqueménidas. A mediados del siglo I a.C. tomaron nes en el noroeste de Mesopotamia, Craso pensó que
110 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
E q u ip o d e caballería roman a .
A la iz q u ie r d a , e s c u d o o v a l c o n su
ta c h ó n . E l e s c u d o lle v a b a
p r o b a b le m e n te u n d iseñ o p in ta d o
en e l an verso.
A n t ig u o ca sco d e caballería ,
e s p u e la s y g a n c h o s d e a r m a d u r a
d e v a r io s y a c i m i e n t o s
a r q u e o l ó g i c o s d e E u ro p a y S iria .
c o n d e t a l l e d e la s u n io n e s
in d iv id u a le s .
C a sc o rom a n o de
CABALLERÍA c o n c a r r i lle r a s
fle x i b l e s .
C arrillera decorada ,
c o m p l e t a d a c o n la f o r m a
d e u n a o r e ja .
A rmadura d e bro n ce ,
lá m in a s s u je t a s c o n c o r r e a je s
d e cu e r o .
C arrillera sencilla
q u e se u sa ba p a ra
p r o t e g e r la c a r a d e s u
p o rta d o r.
GUERRA A CABALLO · 111
tendría que volver para ayudarles. No obstante, espe Las tropas de los partos se nutrían del personal
ró a que Artavasdes y su caballería se unieran a ellos. que seguía al jefe de uno de los siete grandes clanes
Cayo Casio Longino, otro de los comandantes de Pahlavi, los Surenas, que tenían su feudo en Seistán.
Craso (y uno de los futuros asesinos de Julio César), Aunque desconocemos su nombre, los griegos y los
le aconsejó que prosiguiera hacia el Eufrates, asegu romanos le llamaban Surena; sabemos que no había
rándose así de que el río le sirviera de vía de sumi cumplido los 30 años, pero era ya el segundo hom
nistro y de guarda de los flancos. Pero Craso prefirió bre más poderoso del reino y un notable guerrero.
cruzar el Eufrates en Zeugma. Siguió una ruta de ca Le acompañaba una multitud de 10.000 personas,
ravanas que le había mostrado Abgar, el rey de Edes incluidos los sirvientes, las concubinas y los guías
sa, vasallo romano, y salió en persecución de lo que de 1.000 camellos, pero también, y esto era lo prin
pensaba que era un ejército parto en retirada. Junto cipal, 1.000 lanceros catafractos y un gran número
a sus hombres, atravesó la corriente del Balissos, no de arqueros a caballo, tal vez unos 6.000. También
demasiado intensa, pero crecida en mayo. Su ejérci estaba el sátrapa local, Sillaces, junto a los suyos. La
to resistió una marcha forzada durante todo el día y mayor parte del ejército parto había seguido al rey,
después hubo de prepararse para un encuentro con el Orodes, a Armenia; Craso no tendría la ayuda de
ejército en algún lugar al sur de Carras. Artavasdes.
Cuando llegó a oídos de Craso que tenía delan
D e s p u é s d e la batalla d e B e d r ia c u m e n o c t u b r e d e l a ñ o te al enemigo, primero siguió el consejo de Casio y
6 9 d . C ., la c a b a ll e r í a d e V esp a sian o p e r s i g u e a l e j é r c i t o e n f u g a formó al ejército en una larga línea fina con la ca
d e V itelo. E stos j i n e t e s a p a r e c e n a r m a d o s c o n la n z a y e s c u d o , y ballería apostada en ambos flancos, para impedir
u n a g r a n e s p a d a e n v a in a d a . que los partos pudieran llegar a ellos con facilidad.
112 «· T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
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GUERRA A CABALLO · 1 15
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Publio es
3 enviado con un
destacamento contra
algunos de los partos,
que simulan huir.
con tal fuerza, refiere Plutarco, que a menudo tras lejos. Además, como las bestias que cabalgan durante
pasaban a la vez dos cuerpos. Así siguió la lucha todo el día han de descansar y pastar por la noche,
hasta la caída del sol. los campamentos partos eran vulnerables a los ata
ques nocturnos romanos, haciendo que los bloqueos
Retirada y matanza férreos de las ciudades romanas entrañaran peligro
El resto de la historia puede resumirse rápidamente. para los partos y les obligara a acampar lejos de las
Los romanos se retiraron durante la noche, un mo fuerzas enemigas. También fue útil aumentar el nú
mento poco propicio para la táctica de los partos, mero de infantería armada con proyectiles en
dejando tras de sí unos 400 heridos que fueron ma el ejército, en particular honderos, cuyas pesadas pie
sacrados por el enemigo. La mayoría de los supervi dras podían infligir daños incluso a los catafractos.
vientes se encaminaron hacia Carras, si bien cuatro Craso tenía un número insuficiente de tropas ligeras,
cohortes se perdieron y fueron aniquiladas. Surena y muchas eran de lanzadores de jabalinas, a juzgar por
bloqueó la ciudad, y los ro la carga que ordenó. El cua
manos intentaron resistir, de drado legionario se mantuvo
nuevo de noche. Muchos es
«Lospartos... empezaron a en uso, con abrojos lanzados
caparon, más de 10.000 en disparar sus flech a s desde todas para lisiar a los caballos de los
total, pero Craso fue inter catafractos. Finalmente, los
ceptado y muerto; su cabeza partes... realizando... violentos romanos prepararon sus pro
fue llevada a Armenia por Si- im pactos con sus arcos que eran pias alae de arqueros a caba
llaces como un presente para llo, que se unieron a los cata
el rey, quien acababa de fir fuertes, grandes y tan curvos que fractos en el siglo III d.C. En
mar un acuerdo con Arta podían enviar los proyectiles con el año 226 d.C., el estado
vasdes. Los dos monarcas, parto fue derribado por la di
cuando asistían a una repre gran fuerza. nastía persa de Ardashir, que
sentación de la B acchae de P lutarco
fundó el imperio persa sasá-
Eurípides durante un ban nida. Mucho mejor organiza
quete, vieron la cabeza de dos que los partos, los sasáni
Craso usada como puntal en la escena. Otros 20.000 das cultivaron el mismo tipo de caballería, pero
romanos vivieron el fin de sus días en el desierto, añadieron importantes ejércitos de infantería capaces
mientras 10.000 más fueron capturados y esclaviza de la guerra de asedio. En los cuatro siglos siguientes,
dos. Por suerte para los romanos, los ejércitos de ca presionaron a los romanos por el este, a veces de for
ballería partos eran muy deficientes en la guerra de ma muy intensa. En el oeste, los romanos resistieron
asedio, y tenían dificultades para actuar en bosques y los embates de los sármatas, los dacios, los pictos y, so
en terreno montañoso, por lo cual sus invasiones de bre todo, las tribus germánicas. La caballería de estos
Siria fueron fácilmente rechazadas y la guerra se de últimos, abastecida como de costumbre por sus hom
tuvo. Con el paso de las décadas, los romanos apren bres más acaudalados, iba montada durante los pri
dieron a enfrentarse a los partos. La caballería roma meros siglos en una raza local de caballo, que era pe
na, guarnecida con escudos, podía acosar a los queña, poco agraciada y no demasiado rápida, pero
catafractos con jabalinas y aprovechar su mayor rapi que hacía ejercicios constantes y estaba bien entrena
dez y agilidad para evadir la carga a la contra, y poner da; supuestamente eran preparados para quedarse en
en fuga a los arqueros a caballo si no tenían suficien pie y esperar, incluso en el fragor de la batalla, mien
tes catafractos para su defensa. A corto alcance, los ar tras sus jinetes desmontaban, luchaban y volvían jun
queros a caballo suponían una desventaja, pues care to a ellos. Era una caballería con escuderos y lanza
cían de los escudos de la caballería occidental para dores de jabalina al estilo habitual de occidente, que
protegerse de los proyectiles. Una carga breve y con practicaba movimientos ofensivos bastante sencillos
trolada podía situarlos fuera del alcance que necesita con giros a la derecha para mostrar siempre el escudo
ban, pero como demostró el infausto destino de Pu al enemigo. Sin embargo, algunas tribus ejercitaban
blio, no había que perseguir al enemigo demasiado también el vadeo de los ríos, haciendo nadar a sus
GUERRA A CABALLO · 117
'fé£ ]¡b
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Ψί ΨΜ Λ
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CASCOS DE CABALLERÍA ROMANA, de izquierda a derecha: un tipo «ático» de c 40 d. C ., de hierro con adornos de bronce; un casco de
oficial de c 75 d. C „ de nuevo con ornamentos de bronce; después, un casco de hierro o bronce de c 250 d. C „ con máscara
de bisagras unida p o r una correa de cuero; y el líltimo es un casco de hierro de c 350 d. C ., hecho con dos mitades unidas en el centro.
caballos sin perder la formación. Una infantería li darte del vexillum. Sobre el papel tenían una fuerza de
gera selecta, con jabalinas y escudos, acompañaba a la 500 hombres, pero la norma era de 200 a 400. En su
caballería, sumando su poder ofensivo a los proyec mayoría consistían en caballería armada con escudos,
tiles de los jinetes y pasando a través de las monturas como antes, aunque en el este los catafractos dieron en
del enemigo. En el período posterior, a partir del si formar un cuarto de caballería de campo, con arque
glo III d.C., la caballería germana pasó a tener armas ros a caballo hasta en un 15%. Algunos de los cata
más pesadas, con casos y armadura corporal parcial, fractos iban armados con arco y lanza, una caracte
y la ayuda de la infantería ligera se hizo menos co rística regular de la caballería sasánida. A finales del
mún. En la mayoría de las tribus, la caballería no fue siglo V d.C., este tipo de combatiente se había con
nunca numerosa, pero la fuerte caballería de los os vertido en habitual en el este. Por aquella época, na
trogodos, con el auxilio de los arqueros de a pie, les turalmente, ya no quedaba ningún imperio romano
permitió formar un reino en la región al norte del en occidente. Uno de los motivos fue la presencia de
Ponto. Más tarde, los vándalos, después de conquis los hunos. Hacia el año 370 d.C., este pueblo obtu
tar el norte de Africa, se convirtieron esencialmente vo un repentino dominio en la región al norte del
en una aristocracia de guerreros a caballo armada con Ponto, destruyendo el reino de los ostrogodos e inci
espada y jabalina. Durante los dos primeros siglos de tando a los supervivientes a buscar una desesperada
la era cristiana, los romanos contuvieron los ataques de seguridad en la frontera romana. Sin embargo, los
los bárbaros en las fronteras y, ocasionalmente,
emprendieron también importantes ofensivas.
Sin embargo, en el siglo III una larga serie
de guerras civiles, invasiones bárbaras y sece
siones crearon una situación de crisis que dio lugar al
colapso del imperio. Una respuesta fue aumentar drás
ticamente el número de efectivos de caballería, desde
unos 80.000 a principios del siglo II hasta 200.000
en los primeros años del IV, y formar muchos de ellos
como reserva de caballería móvil que pudiera despla
zarse con rapidez contra amenazas en muchos frentes.
Después de numerosos cambios y movilizaciones, ha
bía muchas formaciones nuevas, con algunas de las
viejas alae aún supervivientes, sobre todo en los cam ESTANDARTES ROMANOS, que incluyen un draco en la derecha.
pamentos fronterizos. Sin embargo, la caballería de Se trataba de una manga de viento que producía un m ido
los nuevos ejércitos estaba compuesta principalmen quejumbroso cuando se viajaba a alta velocidad, p o r ejemplo, al
te por unidades llamadas vexillationes, por el estan cargar en batalla. Su objetivo era inducir miedo.
118 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
romanos no trataron bien a sus huéspedes. La con vendrían de la profundidad de la estepa, donde era
secuencia fue un conflicto que, el 9 de agosto del difícil comerciar con metal. Tiras de hueso reforza
año 378, llevó a los godos a destruir un ejército ro ban las puntas y los mangos del arco, cuya mitad
mano en Adrianópolis, donde una carga de la ca baja era menor que la alta, un diseño adaptado al
ballería convirtió una derrota en un desastre. La ba uso cabalgando. La puntería de los hunos con el
talla fue el principio del Imperio Romano en arma nunca dejaba de asombrar a los romanos. En
occidente, ya que nunca más fue posible deshacerse batalla, se desplegaban en masas en forma de cuña,
de los godos, y en 406 otras tribus cruzaron el Rin y maniobraban como iniciando una carga, después se
empezaron a ocupar el territorio romano en res dividían en bandas dispersas y atacaban, acometien
puesta al movimiento hacia el oeste de los hunos. do en aparente desorden, pero moviéndose tan de
Durante 80 años, los hunos cambiaron de tornas va prisa que sus oponentes no tenían tiempo de res
rias veces, ayudando en ocasiones a los romanos con ponder. Cuando gastaban sus flechas, galopaban de
tra los otros bárbaros o impulsando incursiones tre frente blandiendo la espada con ferocidad y el lazo,
mendamente destructivas en territorio romano. un arma propia de los nómadas de Asia central que
¿Quiénes eran los hunos? Los autores romanos se había usado en batalla durante un milenio. Los
los describen como la quintaesencia de la estepa, caballos de los hunos eran animales grandes de ho
hombres feos que pasaban la vida a lomos de sus cico ganchudo, cuerpo largo, cara estrecha, lomo do
feos caballos. Eran arqueros a caballo de equipo li blado, largas crines, músculos escuálidos, ancas ma
gero, con potentes arcos compuestos que lanzaban gras y anchos cascos, pero al mismo tiempo tenían
flechas con punta de hueso, lo que sugiere que pro buen temperamento, soportaban las heridas, eran
W mm
En cuanto a las confusas coaliciones de tribus y rios destacamentos para realizar estos ataques, sigue
romanos que derrotaron a los hunos, debe pensar siendo una acción extraordinariamente rápida, en
se en la batalla de los Campos Cataláunicos, en el apenas dos meses. De nuevo, los indicios apuntan al
año 451 d.C. Esta célebre acción tuvo lugar en el uso de la caballería.
noroeste de Francia a finales de junio o primeros La retirada de los hunos fue obra de un ejército
de julio, después de que Atila, el rey de los hunos, compuesto por la tribu visigoda, que vivía entonces
hubiera invadido Europa con un gran ejército y sa en Aquitania bajo el reinado de Teodorido, y una
queado numerosas ciudades. No conocemos con coalición de aliados romanos encabezada por Flavio
certeza la evolución de los hechos, ni siquiera el nú Aecio, el último gran general del ejército romano de
mero de efectivos, el despliegue de los diversos con occidente, que había traído un pequeño ejército des
tingentes o la localización exacta de la batalla (en de Italia. Entre estos aliados se contaban los germa
las cercanías de Chálons-en- nos, sobre todo francos salios
Champagne, Troyes o Méry- (que se habían establecido a
sur-Seine, siendo el último «Muchos [galos] desmontaron de sus lo largo de la costa), burgun-
de estos lugares marginal
mente el más probable). Sin
caballos y, arrastrándose bajo los del dios de Saboya y sajones de
Normandía, así como los cel
embargo, sabemos que Atila enemigo, los apuñalaron en el tas bagaudos de Britania y los
primero reunió a sus súbdi colonos militares romanos de
tos aliados, principalmente vientre; los animales se encabritaron la región. Aunque visigodos
tribus germanas, y luego en su dolor y murieron pisoteando a y romanos tenían buena ca
avanzó desde Hungría por el ballería, formaban principal
Danubio y el Rin, para des los jinetes enemigos.» mente ejércitos de infantería,
truir Metz el 7 de abril, tras P lutarco de manera que puede pare
una marcha de unos 1.100 cer sorprendente que logra
km. Tal movimiento habría ran dar cuenta de los hunos.
sido notablemente rápido para un ejército de in Pero lo cierto es que las tropas de caballería eran muy
fantería. Merece la pena subrayar también que las lentas una vez que habían saqueado posesiones ene
tribus asentadas en la planicie húngara lanzaban sus migas, debido al séquito de prisioneros, rebaños y
campañas normalmente a finales del invierno o otros bienes que frenaban la marcha. En la Antigüe
principios de la primavera, cuando el forraje para dad se aplicaba la máxima de que el mejor momen
sus caballos menguaba en Hungría y los invasores to para atacar a una fuerza de caballería era cuando re
podían apoderarse del que habían acumulado en gresaba a casa, cargada con el botín.
invierno los pueblos a los que atacaban, también,
para usar sus pastos. El momento elegido para esta Aliados romanos
campaña y la velocidad de la marcha apuntan, así, Además, entre los aliados romanos había alanos de los
hacia un ejército de caballería. Aunque los súbdi asentamientos cercanos a Orleans y otras partes de
tos germanos de Atila nunca habían sido nómadas Francia. Descendientes de nómadas sármatas de la
de las estepas, sus nobles combatían a caballo; tal estepa que hablaban un dialecto iranio, se sabe que
vez fuera este pueblo, con sus servidores, el que conservaban buenas dotes ecuestres y que luchaban
acompañó a los hunos en la campaña. Relatos pos como caballería con fuertes armaduras. Eran buenos
teriores hablan de la destrucción de Reims yTongres aliados, y sin duda contaban con excelente equipa
(Tongeren), junto con al menos una docena de ciu miento. En la batalla, combatían en el centro del ejér
dades de los actuales territorios de Bélgica, Alema cito aliado, enfrentados a los hunos, una misión para
nia y el norte de Francia, así como el desvío por Pa la que estaban perfectamente preparados. Nuestra
rís, el perdón de Troyes y el sitio de Orleáns, de fuente principal de la batalla, un historiador godo
donde Atila se retiró el 14 de junio, cuando llegó un llamado Jordanes, dice que la lealtad de los alanos no
ejército al rescate de la ciudad. Suponiendo que, era firme, y que las tropas aliadas romanas se alinea
como es probable, Atila dividiera su ejército en va ban detrás de ellos. Como los alanos y los godos eran
GUERRA A CABALLO » 121
Catafracto
Campos Cataláunicos
451 d.C Torismundo, principe
0,
1 ν» ί‘f
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9
Jí Λ
La posición de los Campos Cataláunicos nunca se ha
determ inado concluyentemente, aunque las fuentes coinciden
en afirm ar que la batalla tuvo lugar en ju n io o ju lio en el
nordeste de Francia. Æ
GUERRA A CABALLO 123
viejos enemigos, y los alanos contuvieron a los hunos do, separándose de los alanos, cayeron sobre los hu
durante toda la batalla, es probable que la acusación nos y estuvieron a punto de dar muerte al propio
del cronista sea falsa, y que las tropas aliadas fueran Atila. Evidentemente, derrotaron a los ostrogodos,
infantería que maniobraba en apoyo de los alanos. les hicieron retroceder y después dieron la vuelta y
En el campo de batalla, a uno de los lados, se al atacaron a los hunos. Atila huyó hacia su campa
zaba una colina, de manera que los hunos ocupa mento, que estaba fortificado por una barrera de ca
ban el «lado derecho» de la misma y los aliados «el rros (una táctica común entre los nómadas). El prín
lado izquierdo». Atila, inseguro sobre el resultado de cipe Torismundo llegó inconscientemente a este
la batalla, retrasó su inicio hasta la hora nona del campamento en la oscuridad, pensando que había al
día, hacia las 15:00 horas, cuando estalló una lucha canzado sus propias líneas, y fue atacado, herido y
por tomar la cumbre de la colina, en la que vencie arrastrado por su caballo. Los suyos le rescataron.
ron Aecio y el príncipe visigodo Torismundo. La pre También Aecio, separado de sus hombres, vagaba en
sencia de este último sugiere que fueron los visigo la oscuridad hasta que encontró el campamento vi
dos, que ocupaban el flanco derecho del ejército, los sigodo y pasó la noche con sus aliados.
que tomaron la colina. Hubieron de enfrentarse para Al día siguiente, los aliados se apercibieron de
ello a sus parientes los ostrogodos, súbditos de Ati que Atila seguía refugiado en su campamento. De
la, en esa parte del campo. Como sabemos que la cidieron no atacarle directamente, sino iniciar un
caballería germana podía luchar a pie tanto como a asedio de su posición, ya que los hunos carecían de
caballo, no debe sorprender que una fuerza goda suministro de provisiones y se les impedía que se
pugnara por el control de la colina. Los romanos y acercaran al campamento romano mediante lluvias
sus aliados ocupaban el flanco izquierdo, enfrentán de flechas de los arqueros. Se ha dicho que Atila es
dose a los gépidos, también vasallos de Atila. De la taba tan desesperado que ordenó preparar una pira
batalla general que siguió se saben pocos detalles, funeraria con grasa de caballo con la intención, si
salvo que fue encarnizada, muy sangrienta y se pro atacaban sus enemigos, de arrojarse a ella para no ser
longó hasta la noche. El rey visigodo Teodorido re capturado. Por suerte para el rey de los hunos, los vi
sultó muerto, ya fuera al caer del caballo y ser piso sigodos optaron por marcharse; y los francos salios
teado por sus propios hombres o atravesado por una les siguieron, y sus historiadores posteriores culpan
lanza ostrogoda. Pese a ello, los visigodos lucharon a Aecio de haberlos engañado. En cualquier caso,
con fiereza, y Jordanes les atribuye la victoria cuan- lo cierto es que el hecho de que los aliados hubieran
planeado sitiar a Atila en su campamento, sabedo
res de que la única salida era hacia el lado romano,
indica que los hunos estaban en un callejón sin sa
lida, probablemente de espaldas a un río. Ello ex
plicaría por qué Atila no emprendió simplemente la
huida después de la derrota. Si fue así, para el ge
neralato de Aecio habría resultado enormemente
positivo que, coordinando los movimientos de las
fuerzas aliadas, hubiera atrapado a Atila.
Por tanto, no hay razón para creer que los hunos
hubieran abandonado por completo su modo an
cestral de vida en apenas unas décadas. Sin embar
go, incluso si esta teoría fuera errónea, lo cierto es
que la limitada cantidad disponible de pasto en Eu
ropa central y occidental, en comparación con las
P u n t a s DE la n za ROMANAS encontradas en Alemania. Están
estepas de Eurasia, fue un elemento disuasorio de la
provistas d e encajes para fijarlas firm em ente al asta d e madera. migración de los nómadas esteparios. El clima hú
La lanza podía usarse en una carga o lanzarse a modo de medo de la Europa del oeste tuvo también bastan
jabalina. te que ver, al favorecer el desarrollo de los bosques,
GUERRA A CABALLO « 125
El uso del elefante en la batalla se limitaba básica primeras batallas, los cornacas luchaban solos, o con
mente a la India hasta el siglo IV a.C., cuando Ale un guerrero sentado en el lomo del elefante, pero
jandro Magno invadió este territorio y luchó contra el desde principios del siglo III a.C., los reinos mace
rey Poros en el Hidaspes (328 a.C.). Los elefantes de donios empezaron a equipar a sus elefantes con tho-
Poros se convirtieron en la parte de su ejército que rakia, torretas de madera protegidas con escudos a
más dificultades presentó para los macedonios. Pro los lados y sujetas en el lomo del animal por cade
fundamente impresionados, los generales que forma nas que pasaban alrededor del vientre, el frente o
ron los reinos de los diádocos desgajados del imperio los costados del animal. Desde la thorakia comba
de Alejandro (varios de ellos, veteranos de la batalla) tían de dos a cuatro hombres armados con arcos,
buscaron con ansia formar un cuerpo de elefantes para jabalinas o largas lanzas. Sin embargo, los cartagi
su propio ejército. En un principio, utilizaron sólo neses no adoptaron la práctica, tal vez porque sus
elefantes indios. Sin embargo, la dinastía tolemaica elefantes africanos eran demasiado pequeños para
de Egipto, imposibilitada de abastecerse de las fuentes soportar fácilmente estas estructuras.
indias por la interposición del reino rival de los seléu- En batalla, los elefantes se mantenían a veces en
cidas, que controlaban la mayor parte del Cercano reserva o se disponían en la línea principal de bata
Oriente, envió expediciones al Cuerno de Africa para lla, pero la táctica habitual consistía en desplegarlos
obtener elefantes africanos de bosque para enseñarles en la primera línea de batalla, donde podían romper
las mismas funciones, y Cartago, a su vez, recurrió a las formaciones del enemigo, ya fuera pisoteándolas
estos elefantes capturados al noroeste de Africa. El directamente o haciéndolas vulnerables a los ata
cuerpo de elefantes estaba encabezado por un oficial ques inmediatos. A menudo se empleaba una guar
llamado elephantarchos, un importante oficial de la dia de tropas ligeras desplegada con cada elefante
corte en los reinos macedonios helenísticos. para protegerlo de los proyectiles enemigos y apro
Cada elefante tenía nombre propio (por ejemplo, vecharse de su labor. Los caballos no acostumbrados
Ayax, Patroclo, Nicón y el célebre Surus, montura a los elefantes se espantaban al ver y oler a estas bes
de Aníbal). El cornaca se sentaba en el cuello del ani tias, y los hombres sin experiencia en tales lides tam
mal y le controlaba con la voz, la presión de los dedos bién se sentían aterrorizados. La victoria del rey se-
de los pies en las orejas y el ankusb {harpe, custis), una léucida Antíoco I contra los gálatas (unos celtas que
vara con un gancho que sobresalía del asta ligera habían invadido Anatolia poco antes) en el año 275
mente hacia abajo desde la punta. A los cornacas sue a.C. se atribuye a sus 16 elefantes. La presencia de
le representárseles con casco pero sin armadura, un las grandes bestias extendió el pánico entre la caba
hecho extraño, ya que eran un objetivo evidente para llería y los carros enemigos que, al retirarse, arras
las flechas y jabalinas del enemigo. Los artistas tal vez traron a su propia infantería. Contra adversarios
los retrataron de este modo porque así se mostraban humanos individuales, un elefante podía utilizar sus
en los desfiles, aunque no fuera éste su aspecto en la propios movimientos de lucha, levantando al ata
batalla. Estaban equipados con armas personales de cante en el aire con la trompa, aplastándolo entre la
autodefensa, pero sus verdaderas armas eran los ele frente y la trompa enrollada, corneándolo con los
fantes. A menudo, los cornacas eran conocidos como colmillos, derribándolo para pisotearlo o (en los ele
indoi (indios), aun cuando en su mayoría no proce fantes indios) aplastándolo con las plantas de los
dieran del subcontinente. Naturalmente, los indios pies. Por último, los elefantes servían asimismo para
enseñaron a los occidentales las técnicas necesarias derribar fortificaciones, tirando de las almenas con
para el adiestramiento de los animales, y muchos cor la trompa y abriendo huecos en los muros.
nacas se trasladaron con ellos al oeste.
Los elefantes a menudo estaban adornados con Inconvenientes de los elefantes
elaborados arreos y cencerros, el mejor modo de im Aun con toda su posible eficacia, los elefantes tenían
presionar a los enemigos con su esplendor. A veces también graves inconvenientes. La tensión de la cau
se empleaban testeras e incluso armaduras para el tividad y, en especial, el brutal entrenamiento necesa
cuerpo de los animales, y los colmillos se comple rio para acostumbrar a un animal esencialmente apa
taban con puntas de hierro u hojas de espada. En las cible a la visión y los ruidos de la batalla, despertando
GUERRA A CABALLO » 127
su furia animal por el acto de matar, debió reducir el la península del Sinaí, en una llanura desierta a unos
tiempo de vida de los animales, como sucede también 40 km al sudoeste de Gaza. Antíoco tenía 62.000
hoy con los elefantes cautivos en circos y parques hombres de infantería, 6.000 de caballería y 102 ele
zoológicos. Ello, a su vez, significaba que los elefantes fantes indios; Ptolomeo, 70.000 de infantería, 5.000
de guerra suponían un gasto muy elevado, de forma de caballería y 73 elefantes africanos de bosque. Los
que una quinta parte de la manada podía perecer por centros de ambos ejércitos estaban formados por fa
causas naturales durante el langes de infantería pesada
transcurso de una década. Se con la sarissa macedonia, y en
necesitaba sustituirlos cons «El elefante... rodeó a l soldado con ambos flancos iba la infante
tantemente para mantener los la trompa y lo levantó en el aire. El ría ligera, con la caballería en
rebaños, pero la India y el este las alas. Frente a la caballería
o el noroeste de Africa esta soldado... hundió su espada una y y parte de la infantería de
ban lejos de los centros de otra vez en la trompa [forzando] al cada ala, los reyes desplega
la civilización mediterránea. ron sus elefantes. No se men
Probablemente se produjeron elefante a soltarlo.» ciona la presencia de guardia
intentos de cría; el rey Pirro de tropas ligeras como acom
J u l io C ésar
de Épiro llevó al menos una pañamiento; era una lucha
cría a la batalla de Benevento de animal contra animal, de
en el año 275 a.C. Pero criar elefantes en cautividad es cornaca contra cornaca, como refiere Polibio:
difícil y costoso, incluso hoy en día; y probablemente «Unos cuantos elefantes de Ptolomeo se aven
lo fuera también en la Antigüedad. Basta pensar en la turaron a acercarse a los del enemigo, y entonces
dificultad de mantener un rebaño de animales cuyos los hombres de las torretas del lomo de estas bestias
adultos comen al día 160 kg de forraje. iniciaron una valerosa lucha, golpeándose desde cer
El principal inconveniente de los elefantes en ca con la sarissa e hiriendo al adversario, mientras los
combate era, sin embargo, la tendencia a la estampi elefantes peleaban con toda la fuerza de su peso,
da. Cuando resultaban heridos, se asustaban o enlo frente contra frente. El modo en que combaten es
quecían por los ataques o las añagazas de los enemi tos animales es el siguiente. Con los colmillos fir
gos, y sobre todo cuando el fuego contrario alcanzaba memente entrelazados, empujan con toda su fuerza,
a sus cornacas, los elefantes intentaban huir del cam intentando derribar a su oponente, hasta que uno de
po de batalla, pisoteando cuanto encontraban a su los dos demuestra ser el más fuerte ante la trompa
paso, aun si se trataba de soldados amigos. Más de del otro; y entonces, girándose y alcanzando el flan
una batalla se perdió en la Antigüedad cuando los co del contrario, le ensartan con los colmillos como
elefantes propios retrocedieron atolondradamente a cornearía un toro. Sin embargo, casi todos los ele
través de sus formaciones. Existen referencias a cor fantes de Ptolomeo rehusaron el combate, como su
nacas equipados con mazas y cinceles, o cuchillos es cede entre los elefantes libios [africanos] ; incapaces
peciales, que usaban para dar muerte a sus elefantes de resistir el olor y el bramido de los elefantes indios,
en el caso de que esto sucediera. y aterrorizados, presumo, también por su gran ta
maño y resistencia, se dieron la vuelta y empren
La batalla de Rafia dieron la fuga antes de llegar a ellos. Tal es lo que su
Un ejemplo excelente de cómo usar elefantes en la cedió en esta ocasión. Al ver a los elefantes de
batalla, y del efecto que podían tener en el curso de Ptolomeo así arrojados a la confusión y expulsados
la acción, procede de la batalla de Rafia en el año contra sus propias líneas, la Guardia [infantería] de
217 a.C., librada entre el rey seléucida Antíoco III y Ptolomeo cedió bajo la presión de los animales».
Ptolomeo IV de Egipto por el control de la provincia Con esta ayuda, el ala derecha de Antíoco ven
de Celesiria (coincidente con los territorios actuales ció a sus oponentes tolemaicos. Pero, pese al triun
del Líbano, Palestina/Israel, Jordania y el sur de Siria). fo semejante de los elefantes de la izquierda de An
Se encontraron en el campo de batalla el 22 de junio tíoco, una hábil maniobra del general de Ptolomeo
cerca de la localidad de Rafia, en el borde oriental de condujo a la derrota del flanco izquierdo de Antíoco.
128 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Entonces, el propio Ptolomeo se unió a su falange Tenemos un buen ejemplo de los pasos que pue
en el centro y venció al centro de Antíoco. Derro den darse para prepararse para un ataque con ele
tado, Antíoco se retiró, pero las fuentes difieren so fantes en las acciones de Julio César antes de la ba
bre quién capturó a esos elefantes. Antíoco pidió la talla de Tapso en el año 46 a.C. César estaba en la
paz y así terminó la contienda. La tregua se mantu provincia romana de Africa, en esencia el moderno
vo hasta la muerte de Ptolomeo IV en el año 204; Túnez, para combatir contra fuerzas enemigas resi
en el 220, Celesiria estaba en manos de Antíoco. duales de su guerra civil contra Pompeyo. El rey va
La defensa contra los elefantes exigía buenas do sallo de la vecina Numidia, Yuba, se alió con los
sis de valor y preparación. Los defensores de las for pompeyanos y, entre otras fuerzas, había consegui
tificaciones preparaban trampas con pinchos y les do 70 elefantes africanos. El autor de Bellum Afri
lanzaban antorchas en grandes cantidades desde la canum escribe: «Él [César] tenía otro motivo de in
parte alta de las murallas, espantándolos y ponién quietud: el pánico que el tamaño y el número de
dolos en fuga. Los hombres que se enfrentaban a ellos los elefantes inducía en las mentes de sus soldados.
a pie procuraban acercarse al animal por el costado, Era, sin embargo, un problema para el cual había
por detrás o por debajo del vientre, y después le arro encontrado una respuesta; porque había ordenado
jaban jabalinas o le tajaban las patas o la trompa con que le trajeran elefantes de Italia» [presumiblemen
hachas y espadas. Los cornacas eran objetivos predi te, animales de circo] «...para que nuestras tropas
lectos de los proyectiles. La infantería pesada inten no sólo se familiarizaran con ellos, sino que tam
taba a veces formar a lo largo y defenderse de los ata bién supieran cuál era su aspecto y las aptitudes de
ques, pero Escipión en Zama en el año 202 a.C. la bestia, qué partes de su cuerpo eran fácilmente
demostró que era mejor dejar huecos entre las uni vulnerables para un proyectil y, cuando un elefante
dades de infantería, de modo que los elefantes a la estaba bien pertrechado y con armadura, qué partes
carga se abrieran paso por esta vía y luego pudieran quedaban al descubierto y desprotegidas, y así diri
ser destruidos por la acción de tropas ligeras. A veces gir sus proyectiles contra ellas. También tenía un
se probaron métodos muy ingeniosos: en Asculum, objetivo más en mente, y era que sus caballos apren
en el año 279 a.C., los romanos que luchaban contra dieran a través de la familiaridad con estos animales
Pirro recurrieron a carros de bueyes provistos de vigas a no espantarse por su olor, sus bramidos o su as
oscilantes con picas o cuchillas y artilugios que lan pecto. Obtuvo de esta experiencia un rendimiento
zaban pesados garfios envueltos con estopa, impreg considerable, ya que las tropas manejaron a estas
nados de brea y prendidos fuego. Estas impresionan bestias y llegaron a apreciar su indolencia; la caba
tes armas fallaron, al parecer porque Pirro supo alterar llería les lanzaban jabalinas de pega; y la docilidad de
el despliegue de los elefantes para que eludieran los las bestias había llevado a los caballos a sentirse có
carros. Pero los romanos perseveraron y se supone modos ante ellas».
que vencieron una batalla contra sus elefantes, pro En la situación real, fueron los elefantes de Yuba
bablemente en Benevento en el 275 a.C., enviando los que demostraron estar mal adiestrados. Ante el
cerdos aullando contra ellos. Por extraño que resulte, ataque de los honderos de César, se asustaron por
no fue el único episodio de estas características en la el sonido sibilante de las hondas y de las piedras y
Antigüedad. El pueblo de Megara, por ejemplo, su balas de plomo lanzadas contra ellos, y se espanta
puestamente untó cerdos con grasa y los prendió fue ron, girando de repente y pisoteando a las tropas
go antes de soltar a los infelices animales para que de apoyo que iban tras ellos en su ímpetu por huir.
espantaran a los elefantes macedonios. Mientras los Pero no todos escaparon:
elefantes salvajes son razonablemente tolerantes ante «No debo, creo, omitir mencionar la gallardía
otros animales, los criados en cautividad pueden de de un soldado veterano de la Quinta Legión [del
sarrollar un temor neurótico hacia los especímenes ejército de César], En el ala izquierda un elefante,
pequeños, de manera que un perro ladrando o in enloquecido por el dolor de una herida que había
cluso un pequeño ratón que corra por el suelo puede recibido, atacó a un hombre desarmado, tomándo
asustar a un elefante de circo. Lo mismo les sucedía lo bajo las patas y después arrodillándose sobre él; y
a los elefantes de guerra. más tarde, con la trompa recta y oscilante, y
130 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Rafia
217 a.C.
í
El rey seléucida A ntíoco entró en batalla con el ft'
egipcio Ptolom eo IV cerca de Rafia. A ntíoco tenía
102 elefantes indios. Ptolomeo, 73 elefantes mλ
africanos de bosque. Los centros de los dos
ejércitos estaban formados por falanges de
j ■' *
in fantería pesada arm adas con sarissa m acedonias,
con in fantería ligera en ambos flancos y caballería
en las alas. Los elefantes estaban delante de la
caballería y de parte de la infantería de cada ala.
V *■
A lgunos de los elefantes de Ptolomeo se
enzarzaron en un com bate contra los del enem igo, f ■■ ’ . *
ntes africanos d#
pero en su m ayor parte huyeron del
tplomeo sé encuentran ■e-
enfrentam iento. Incapaces de resistir el olor y los fbn los elefantes indíosj§lé·
bram idos de los elefantes indios, huyeron y í Antíoco y , atfc-rados por el ■
term inaron detrás de sus propias líneas. La olor y el ruidfcde e s t ^ . # V > .·
in fantería de Ptolomeo cedió bajo la presión de los td itim ö s; h u y ê n en %u m a ÿ b rià .
anim ales. En consecuencia, el ala derecha de
Antíoco resultó victoriosa pero, pese al triunfo
sem ejante de los elefantes en la izquierda de
A ntíoco, una hábil m aniobra del general de
Ptolom eo term inó con la derrota de Antíoco en el
flanco izquierdo. Entonces, el propio Ptolomeo se 1 1 ,#
unió a su falange en el centro y derrotó al centro
de Antíoco, causándole numerosas bajas. Vencido,
A ntíoco buscó la paz.
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t.-to.
La batalla de Rafia se libró p o r el control de la región de . ft
Celesiria. Aunque Antíoco perdió en esta ocasión, más
adelante conquistó la zona tras la m uerte de Ptolomeo en el
* .·■ i»''
año 204 a. C.
GUERRA A CABALLO · 131
Como consecuencia de
2 la confusion provocada
por los elefantes de
Ptolomeo, el ala derecha
derrota a la
; - ■ V· t ··.'·*■'*·.
Aunque los elefante^ de ' ■ r '. ψ
3 Ptölomco reaccionart de ’
. . ■la fnisma form f en su *
^ *
bramando con fuerza, iba a aplastarlo con todo su glo XII a.C. fue llevado por las tribus midianita y ama-
peso. Aquello superó lo que el soldado pudo resistir: laquita hacia el norte de la península Arábiga. Fue
no le cupo sino enfrentarse a la bestia, armado como necesario otro milenio para que el dromedario se es
estaba. Cuando ésta le vio llegar con el arma en tableciera también en todo el norte de Africa. Ambas
hiesta para golpearla, rodeó al soldado con la trom especies de camellos son mamíferos rumiantes, que
pa, y le levantó en el aire. El soldado, viendo que almacenan grasa en las gibas de la parte superior del
una situación tan peligrosa como ésa exigía una ac cuerpo. Los pies son anchos, planos y almohadillados,
ción resuelta por su parte, hundió la espada una y con dos dedos en cada uno, diseñados para no hun
otra vez en la trompa que le abrazaba con todas las dirse en la arena. El camello bactriano está adaptado
fuerzas que pudo reunir. El dolor que le infligió al frío y a las zonas montañosas, con su pelo largo y
obligó al elefante a soltar al soldado, tras lo cual se oscuro, sus patas cortas y un cuerpo más macizo que
giró y, con estridentes bramidos, corrió a toda ve el del dromedario, que está mejor adaptado a climas
locidad para reunirse con sus congéneres». áridos y calientes y a terrenos predominantemente
César capturó 64 elefantes, equipados, armados y llanos. Un ejemplar adulto de caballo bactriano mide
con sus torretas y arneses. Más tarde participarían en 200 cm hasta lo alto de sus gibas, y los dromedarios
su victoria en Africa y en combates en la arena; tal vez alcanzan 215 cm. Con un peso de 300-600 kg, los
algunos fueran trasladados hasta el Cercano Oriente camellos pueden soportar cargas de 130-200 kg en
para la guerra contra los partos. Adecuadamente desplazamientos de largos períodos, y las caravanas de
adiestrados, habrían podido demostrar su utilidad. dromedarios cubren 40 Ion al día. Las de camellos
Después de aquello, los elefantes encontraron bactrianos tienen un alcance diario de 50 km. Sin
escaso uso en la guerra romana, y en su mayoría ter embargo, razas especializadas de dromedarios pue
minaron en espectáculos circenses, cuyas demandas den mantener una velocidad de 13-16 km/h duran
contribuyeron enormemente a la caza de la especie te más de 18 horas.
de bosque en el noroeste de África. Sin embargo, el Como animal de combate, el camello tiene algu
reino de Meroe, en el centro de Sudán, había em nas ventajas notables. Evolucionado para vivir en zo
pezado a amaestrarlos y a usarlos durante el perío nas desérticas, apenas tiene enemigos naturales, y así
do helenístico, legando finalmente la práctica a los es mucho menos asustadizo que el caballo. Aunque
etíopes. En el siglo III d.C., los persas sasánidas em de temperamento notablemente nervioso, es lo bas
pezaron a importar animales indios para su uso con tante dócil cuando se le adiestra y maneja de la forma
tra los romanos en el Cercano Oriente. Después de adecuada. Supera en resistencia al caballo, y puede
pasar tres siglos sin luchar con elefantes, los roma comer prácticamente cualquier hierba, hoja o rama.
nos se vieron de nuevo enfrentados a estos animales. Es proverbial la capacidad del camello de caminar
Resistieron con buen resultado, en su mayoría, pero durante una semana sin necesidad de beber. Junto
no por ello la experiencia dejó de impresionarles. con otras adaptaciones de la vida en el desierto, los ca
Un historiador tardorromano que había luchado mellos, sobre todo los dromedarios, ofrecían a sus ji
contra elefantes persas, Amiano Marcelino, dijo que netes una notable movilidad estratégica; se conocen
«la mente humana no puede concebir nada más te casos de incursiones de nómadas norteafricanos de
rrible que su ruido y sus inmensos cuerpos». más de 1.000 km de desierto. Por otra parte, los ca
ballos no familiarizados con camellos probablemen
Camellos en las guerras de la Antigüedad te se asustarían de ellos. Ciro el Grande, rey de Per
El camello bactriano, o de dos jorobas, fue utilizado sia, aprovechó esta tendencia en la batalla de Sardis en
principalmente como animal de transporte por los el año 546 a.C. Enfrentado a una importante fuerza
pueblos iranios y del Asia central, aunque los persas de caballería lidia armada con lanzas, reunió a todos
aqueménidas recurrieron también ocasionalmente a los camellos que seguían a su ejército con los víveres
estos camellos como fuerza militar. El dromedario, y el equipaje, les retiró las cargas y puso sobre ellos a
o camello árabe, de una giba, se utilizó más a menu hombres equipados como jinetes. Les ordenó que
do como animal de guerra. Primero usado como ali avanzaran contra los caballos lidios, ordenando a su
mento y después como bestia de carga, en torno al si infantería que siguiera a los camellos, y a la caballería
GUERRA A CABALLO · 133
G eneral SUMERIO g u i a n d o s u c a r r o e n l a b a t a ll a . A u n q u e
p e s a d o , v o lu m in o s o y le n to , e l c a r r o d a b a a l g e n e r a l m o v i li d a d
d e n t r o d e l c a m p o d e b a t a ll a , y t a m b i é n l e h a c í a r e c o n o c i b l e p a r a
su s p r o p i o s h o m b r e s y p a r a lo s e n e m ig o s .
MANDO Y CONTROL « 137
ción «visual directa». Nuestras referencias sobre el buscaban subalternos con talento, pero la recompensa
uso de banderas y señales de banderas en la Anti para un general, leal o no, que tuviera demasiado éxi
güedad se limitan básicamente al combate naval, to en el mando y el control de sus fuerzas podía ser
donde la calma chicha necesaria para que los anti muy bien la desconfianza y la muerte. A menudo se
guos barcos pudieran entablar batalla hacía también ofrecía esta misma recompensa a los generales desta
que las señales con banderolas fueran visibles desde cados por su incompetencia, fracasos o incluso mala
millas de distancia. Antes de los tiempos del teles suerte. Las presiones sobre un comandante subalter
copio, las banderas no servían para mucho más que no de una fuerza armada para que lograra el éxito,
como insignias en un poste, pero no en demasía, suponía
y estos estandartes se usaban inevitablemente un lastre en
para identificar a las unida «... el gen era l no debe ser nunca los triunfos militares que po
des desde la caballería persa tan indeciso que infunda día conseguir cualquier uni
de Artajerjes hasta la última dad en los campos de batalla
de las legiones romanas. desconfianza en los suyos, ni tan de la Antigüedad.
Las cualidades personales obstinado que no piense que
de persuasión, carisma y ca Instrucción
pacidad de transmitir órde alguien pueda tener una idea La eterna necesidad del co
nes con claridad han servido mejor... porque un hom bre así... mandante de contar con
siempre de ayuda a un co hombres adecuados, con man
mandante. La comunicación estaría destinado a com eter do sobre otros imprescindi
era y es vital para el mando y bles para transmitir órdenes
el control. Un pequeño gru
muchos errores muy costosos.» a otros, más exigía disponer
po de cazadores se guía por O n a sa n d ro de oficiales subalternos com
las voces directas de su jefe; petentes. Estos subalternos
los masivos ejércitos de Ram- debían ser capaces de decidir
sés el Grande o de Constantino necesitaban, como cuándo poner en marcha o modificar las órdenes re
mínimo, otras voces que transmitieran las órdenes. A cibidas, y encontrar el momento óptimo para trans
partir de una necesidad tan simple se crearon los ini mitir la información a los puestos superiores de la
cios de la cadena militar de mando, donde un jefe cadena de mando para advertir a los más altos nive
transmitía sus órdenes a los siguientes, que a su vez las les de los cambios en la situación táctica. La regula
comunicaban a otros, y éstos a otros más, hasta llegar ción del flujo de datos hacia y desde el comandante
a las menores unidades del ejército. En los niveles es vital para una fuerza en combate. La experiencia es
más altos, las actuales fuerzas armadas de los Estados un profesor severo, aunque excelente, y las unidades
Unidos constan necesariamente de grandes cuerpos y oficiales de todos los rangos han sobrevivido o pe
militares en el campo de operaciones, pero la fun recido según la rapidez con que un cierto coman
ción de estas supraunidades en el campo de batalla dante supo aprovecharse de lo que había aprendido
dependerá de grupos del tamaño de un moderno es en los campos de batalla. Si llegaba a oídos del co
cuadrón, unos siete hombres bajo la supervisión de mandante, un hecho vital comunicado con retraso
un único suboficial. Estas estructuras tienen sus pre o, por el contrario, un aturdimiento o acción dubi
cedentes en los ejércitos antiguos. tativa con un alto coste podían promover las máximas
En un período de reyes-generales y emperadores recompensas o la más severa de las censuras.
militares, los comandantes de la Antigüedad, y los La promoción desde los rangos militares más ba
mejores de sus subalternos, se enfrentaban aún a otro jos ha dado a las fuerzas armadas algunos de sus co
problema. Más de un rey o emperador fue destrona mandantes más avezados de la historia, pero las
do por un general suficientemente competente o complicaciones impiden y han impedido que di
triunfante por su habilidad para granjearse el favor chos medios abastecieran todas las necesidades de
entre las tropas del ejército, por encima del adquiri un ejército. Es poco probable que los mejores
do por el propio emperador. Los reyes necesitaban y soldados de infantería adquieran el talento y los
138 · T É C N I C A S B É L I C A S D E L M U N D O A N T I G U O
conocimientos necesarios para la exigente y enor pero incluso las mujeres espartanas eran adiestradas
memente vital misión de abastecer de víveres y equi en las artes militares, y a sus hijos se les instaba a
pamiento a un ejército, una tarea infinitamente más practicar los más exigentes ejercicios de disciplina fí
difícil en un mundo en el que el más pesado medio sica y mental. El sistema pretendía mantener la con
de transporte seguía siendo un carro de bueyes o dición de los espartanos en la cúspide de una elite
una recua de caprichosas muías. El rudo y exigente sobre un gran número de pueblos sometidos y es
soldado de primera línea encontraría probablemen clavos. La «Constitución de Licurgo» estuvo activa
te oposición entre grupos con intereses, niveles so durante siglos y produjo soldados temidos por todos
ciales y tradiciones propias de las sociedades estra quienes debían combatir contra ellos. Sin embar
tificadas por convenciones sociales no relacionadas go, hasta una nación con este régimen sería derro
con el rendimiento militar. Por otra parte, el cono tada, y Esparta terminó por ceder ante la presión
cimiento de un soldado individual, aun fuera expe de otros estados y por la precaria naturaleza de su
rimentado, vivía y moría con ese hombre, a no ser propio sistema sostenido por esclavos.
que encontrara medios para conservar y transmitir El concepto de unidades de elite de calidad su
sus habilidades a sus compañeros. perior fue conocido y aplicado con gran éxito en el
mundo antiguo. La guardia personal del rey o el
Aprendizaje por la observación emperador, como fue la famosa Guardia Pretoriana,
Es cierto que los soldados aptos podían aprender era elegida minuciosamente entre todas las fuerzas
de sus comandantes, y a lo largo de la historia los disponibles por el gobernante, que velaba por el ob
oficiales jóvenes han adquirido sus habilidades ob jetivo vital de su propia supervivencia. Estos hom
servando las técnicas de sus superiores. La carrera bres demostrarían su vital importancia en el campo
del joven Alejandro como comandante del magní de batalla. Diez mil soldados persas elegidos lleva
fico ejército macedonio de su padre Filipo estaba ban granadas de plata en sus lanzas, y su equipa
prácticamente asegurada por la simple regla de la miento y moral superiores los señalaba como «los
herencia. No obstante, su padre le enseñó en el Inmortales», cuyos efectivos eran sustituidos con
campo de batalla, culminando en el triunfo del fu miembros del ejército regular cuando caían en com
turo conquistador contra las fuerzas combinadas de bate o se retiraban. La «banda sagrada» tebana de
los estados griegos en Queronea en el año 338. La 300 hombres selectos formó el núcleo de la línea
urgencia de Filipo por contar con un cuerpo de ofi griega en Queronea en el año 338 a.C., y un león de
ciales expertos y fieles se combinó claramente con piedra aún se alza sobre centenares de enterramien
una necesidad de rehenes políticos, y reunió a los hi tos, donde los soldados prefirieron morir antes que
jos de las familias macedonias más poderosas para retirarse. Unidades mayores podían ser también
enseñarles, instruirles e introducirles en academias fuerzas de «elite», como la Legio X Fretensis, la pre
en su corte de Pella. Los intereses y la autoridad de dilecta de Julio César, que hizo fortuna frente a los
estos hombres jóvenes podrían así vincularse al ob bárbaros y los romanos, mientras que de la armada
jetivo general del rey macedonio. de la isla de Rodas se esperaba que dominara a otras
El concepto de una academia militar formal fue de número superior, y así sucedió.
de creación muy larga, muy fuera de la escala de Antes del combate real tenía lugar una simple
nuestra dimensión del tiempo. El biógrafo Plutarco, instrucción del cuerpo de soldados de recluta o vo
en su Vida d e Licurgo, refiere que la Esparta griega luntarios, ciertamente en el mundo griego y roma
fue considerada una maravilla del mundo griego no. Los héroes homéricos competían entre sí en
por su peculiar y despiadado sistema de instrucción proezas de fuerza, agilidad y precisión, y una de las
de los jóvenes de la ciudad-estado en las más estric pruebas de los Juegos Olímpicos era una carrera con
tas técnicas de guerra. Los niños varones griegos y armadura al completo. En la época helenística, los
romanos recibían, bajo la forma de un entrena jóvenes de los estados griegos recibían instrucción en
miento atlético, una instrucción elemental en el ma el manejo de catapultas, recientemente introduci
nejo de las armas, que se ha conservado en los mo das, mientras que los futuros oficiales romanos com
dernos eventos de carreras en pista y campo a través; petían en el dominio ecuestre y en otros ejercicios en
MANDO Y CONTROL « 139
el Campus M artius (Campo de Marte). El manual podía ser instructivo para una familia caída en des
de Yegecio describe los medios y ejercicios utilizados gracia tras una debacle legendaria, y los miembros
por el ejército del Imperio Romano Medio, en edi supervivientes tomaban nota de lo que había salido
ficios para toda condición climática erigidos expre mal y se juramentaban para no repetir los mismos
samente. Todas estas técnicas y entrenamientos cul errores. El riesgo de censura doméstica era tan per
tivaban un estilo de obediencia a las órdenes y sistente y dañino como la furia de un superior, y
rápida aplicación de las mismas en el campo de ba hacía de los hermanos, sobrinos y nietos subalternos
talla para responder a una situación de importantes excelentes en potencia para un comandante de ran
distracciones y confusión general. go superior, sobre todo dentro de la familia. En las
Lo que podría denominarse «experiencia here peculiares condiciones del mundo antiguo, existía
ditaria» fue un medio menos distorsionador de in ese riesgo tan negativo (aunque a veces tan positivo)
culcar técnicas avanzadas de mando militar en una de adoptar una política de nepotismo en la elección de
sociedad. Publio Cornelio Escipión y su hermano los ayudantes personales.
Cneo no crearon clases formales para posibles ofi
ciales en un equivalente romano de St. Cyr, pero Suministro
legaron las lecciones que habían aprendido de su Es cierto que el comandante de la Antigüedad no
padre y su abuelo a los miembros más jóvenes de la hacía frente a las horrorosas necesidades de las mo
familia dispuestos a aprender los procedimientos dernas guerras mecanizadas, cuando no sólo una
por los cuales los héroes de la familia habían sabido válvula, sino la válvula correcta, es vital para el éxi
motivar a sus tropas, maniobrar ante los enemigos to de un ataque moderno. Aun así, como afirma el
y encontrar vituallas y sustento en el campo. Esci dicho, «por la necesidad de un clavo se perdió un
pión el Africano, hijo de general romano, derrotó a reino». En la Antigüedad, los ejércitos se nutrían
Aníbal Barca, otro hijo de general (cartaginés), tradicionalmente del territorio del enemigo y to
cuando las tradiciones y las técnicas aprendidas por maban cuanta comida necesitaran de los campesinos
ambos se enfrentaron en Zama. Incluso un fracaso amigos. La necesidad de víveres, sin embargo, se
140 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
bula de Esopo, del siglo VI a.C., acerca de un músi Un comandante atrevido podía tentar la posibili
co desarmado que fue ejecutado por sus captores por dad de que sus órdenes no llegaran distorsionadas en
haber llevado, con su trompeta, a la lucha a todo un determinadas circunstancias, pero este juego se en
ejército. Estos músicos competían en concursos con frentaba a situaciones de terrible riesgo.
árbitros. De los tiempos de Alejandro se conserva Teniendo presentes estas generalidades, el lector
una referencia concreta a señales específicas de trom comprenderá que en este estudio se utilice un con
peta a discreción del comandante. En la época de cepto moderno para describir fuentes, aconteci
los escritos de Vegecio, del siglo IV d.C., las llamadas mientos y datos antiguos, un anacronismo, sin
de trompeta revelaban, al menos, una sofisticación duda, pero planteado con el ánimo de comprender
considerable, con un conjunto de instrumentos usa mejor los criterios de mando y control de la Anti
dos para marcar los movimientos de los estandartes, güedad. A continuación se revisan varias batallas
otro para las tropas y un tercero para los detalles aje que pondrán de relieve los problemas a los que se
nos al combate. Un mero movimiento de una ban enfrentaban los comandantes antiguos.
dera y una posición indicaban la situación de una
unidad dada, pero en la Antigüedad no se tienen Kadesh
trazas de señales visuales que no llamaran a la ejecu La gran batalla de Ramsés II del año 1285 a.C. ha
ción de una orden previamente acordada, como la de sido ya tratada en otra sección de este volumen, pero
ataque, retirada o movimiento.
En el mar, los barcos de guerra y mercantes se
reconocían por banderas específicas, o incluso por
señales de linternas en la noche sobre la quieta su
perficie del mar. Los almirantes, entonces como
ahora, movían banderines desde sus «buques in
signia», y existen algunos relatos seductores acerca
del envío de señales a las flotas en el mar median
te la superficie lustrada de un escudo, como vere
mos en la crónica sobre Egospótamos; o de deste
llos semejantes de un ejército invasor, como en el
caso de los persas que actuaban por detrás de las lí
neas griegas en Maratón. Sin embargo, los capri
chos de la naturaleza, y sobre todo el viento y el
sol, no movían en general a los comandantes a
confiar en dichas señales.
Todos los medios de transmisión de datos se en
frentaban a serias complicaciones, a veces fatales.
Una bandera podía caer en manos enemigas al re
sultar herido y capturado su portador; entonces se
M ú sico r o m a n o llevando
usaba de modo deliberado o inadvertido para con el cornu. Como pu ede
fundir al adversario. La oscuridad, la confusión, el verse, está cubierto p o r una
polvo o la derrota impedían a menudo que los men p iel de lobo a modo de
sajes llegaran al receptor deseado, y el sonido de una capa. Las pieles animales
trompeta o una flauta podía perderse fácilmente en eran un atavío corriente de
el viento o en el fragor de un combate armado. Los músicos y portaestandartes
factores que agravaban estas dificultades eran elu para indicar su especial
condición.
didos por los buenos comandantes, y de ahí la au
sencia relativa de ataques nocturnos en el mundo
antiguo, o de batallas en territorios que no fueran
abiertos y en buenas condiciones meteorológicas.
142 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
un análisis de la misma desde la perspectiva de los obras de construcción del Reino Antiguo egipcio.
problemas de mando y control resultará de la máxima Ramsés formó un gran ejército con el propósito de
utilidad. Es redundante señalar la multitud de pro castigar al problemático imperio hitita, cuyo ene
blemas relativos al control de estos dos grandes ejér migo declarado era el rey de Kadesh, Muwatallis,
citos que hubieron de resolverse antes de la batalla. de antepasados que se habían enfrentado al propio
En tiempos del Reino Nuevo, Egipto tenía una his Tutmosis. El rey luchaba contra el rey en el tablero
toria fijada y bien documentada de la actividad mili de la batalla; ambos bandos se basaban en una es
tar en tierras bastante distantes del Nilo, y medios tructura de mando supremo unificada, pero las li
contrastados de enviar fuerzas al exterior. El propio mitaciones de la posibilidad de que un solo hombre
Ramsés pudo leer y aprender de las experiencias de tuviera el control exigían medidas compensatorias.
muchos faraones-generales anteriores de Egipto, entre La solución egipcia, que es una de las que Ram
ellos la moderna inscripción que hoy estudian los eru sés hizo grabar en su inscripción sobre la batalla,
ditos con detalles de la gran batalla de Tutmosis III en fue bastante eficaz. Ramsés dividió su ejército de
Megiddo en el año 1458 a.C., unos dos siglos antes. unos 20.000 hombres en cuatro divisiones de igual
La certeza de que los campesinos eran sometidos tamaño al mando de subalternos de confianza, hom
a levas, seguían una instrucción militar y abastecían bres con buena posición y posesiones en Egipto y,
los grandes proyectos se remonta a las imponentes por ello, fiables en la batalla. Ramsés dio con una
útil combinación de protección sobrenatural e iden como un gasto y una desorganización considera
tidad unitaria bautizando a cada una de sus divi bles, habían optado por reunir un ejército mientras
siones con el nombre de un patrón divino: Amón, las fuerzas egipcias se acercaban a la ciudad amura
Ra, Ptah y Sutekh, manteniendo al mismo tiempo llada de Kadesh.
a su propia persona, su guardia personal y sus su Dentro de cualquier ejercicio de mando y con
balternos inmediatos fuera de esa estructura en una trol se sitúa el flujo de informaciones desde y hacia
unidad móvil independiente. el comandante. Muwatallis consiguió astutamente
Durante la marcha, estas cuatro divisiones se «desinformar» a la maquinaria de control del ejército
movían a cierta distancia unas de otras, en un equi de Ramsés. Dos espías informaron a Ramsés de que
librio entre la posibilidad de acceder a los caminos el ejército hitita se mantenía todavía a una cierta
que se encontraban con holgura y de tener tiempo distancia, inclinándole a variar su orientación tácti
para abastecerse de agua y suministros frente al ries ca y a dirigir a su división más adelantada, la de Ra,
go considerable (que se materializó) de toparse con y a su propio mando y guardia personal a Kadesh
el enemigo por separado y afrontar ataques en infe con la esperanza de tomar la ciudad antes de que
rioridad. llegaran los hititas. Ramsés y su guardia personal
La organización y la riqueza permitió a Ramsés acamparon al norte de la ciudad, y la división Amón
contratar mercenarios que sirvieran de apoyo a sus tenía órdenes de reunirse con ellos a la mañana si
levas egipcias y emprender una marcha muy rápida guiente.
desde Egipto hasta el norte de Siria, donde tuvo lu El ejército hitita, probablemente menor que el
gar la batalla. Los hititas, en una maniobra que las ejército egipcio, disfrutó así de dos grandes ventajas.
observaciones de las crónicas egipcias entienden Ramsés no conocía su posición real, y estaba unido,
144 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
en una posición favorable para aniquilar la división para Muwatallis, ya que los muros y las calles ha
de Ra y tal vez ganar la guerra capturando o dando brían arruinado el efecto de las señales acústicas y
muerte al propio Ramsés. Pese a todas las ventajas visuales y llevado el desorden a las formaciones de
que aportaba el rey como comandante de los ejér sus unidades.
citos antiguos, las batallas en las que estaba el mo Los hititas golpearon a la segunda de las divi
narca, como sucede en las partidas de ajedrez, se siones de Ramsés, la de Ra, cuando se acercaba a
perdían cuando este solo hombre quedaba neutra sus posiciones, y lograron excelentes resultados ata
lizado. cándola por el flanco. Los egipcios, sorprendidos y
Mientras al parecer el único elemento que nece asustados, buscaron salvarse en la división acampa
sitaba Ramsés era el reconocimiento visual, la sen da de Amón y se movieron de forma desordenada y
cilla estrategia del ejército hitita de usar Kadesh enormemente confusa para permitir a los hititas vol
como cobertura funcionó bastante bien contra los ver a atacar desde el sur, directamente, contra la ruta
egipcios. Cuando las divisiones de Amón y Ra se de escapatoria egipcia. El desastre fue total.
acercaron desde el sur y el oeste de la ciudad, los En ese momento de la batalla, Ramsés y los hi
hititas se movieron hacia el este, confiados en su titas se vieron enfrentados a problemas distintos de
avance hacia la línea de marcha de los egipcios. Mu mando y control. El pánico y el desorden de la mi
watallis en persona adoptó una decisión de mando tad de su ejército dejó a Ramsés físicamente inca
muy firme, que fue la de mantener al ejército fuera pacitado para transmitir contraórdenes a sus pro
de la ciudad. Las dificultades de controlar un ejér pias fuerzas, y no le fue posible enviar ningún
cito en un entorno urbano siguen siendo altas hoy mensaje que instara dramáticamente a las divisiones
en día, y en aquel tiempo, usar una fuerza comple Ptah y Sutekh a que se dirigieran de modo inmi
ta para una ofensiva táctica habría sido imposible nente al campo de batalla, donde se las necesitaba
MANDO Y CONTROL » 145
con desesperación. Muwatallis, por su parte, asistió Kadesh, los hititas buscaron refugio de otras posi
a la desintegración de su capacidad de transmisión bles sorpresas de los egipcios.
del mando entre sus fuerzas, cuando sus hombres Los reveses de Ramsés aconsejaron al faraón re
optaron por dejarse caer sobre el campamento ene tirar el resto de sus fuerzas de las proximidades de
migo, incluidas las tiendas del faraón, mientras las Kadesh, mientras los hititas habían aprendido lo su
fuerzas egipcias deambulaban por el terreno en ple ficiente de los recursos militares de Egipto como
na desorganización. Asimismo, el fallo en el reco para aceptar una paz duradera después de la batalla.
nocimiento y la inteligencia hizo que Muwatallis Ambos bandos demostraron buenas y malas prácti
no llegara a saber que la otra mitad del ejército egip cas de mando central, tuvieron fallos de comunica
cio estaba marchando directamente contra su reta ción, y el resultado fue una victoria táctica para los
guardia, mientras una formación de mercenarios egipcios, un triunfo estratégico para los hititas y, a la
contratados por Ramsés avanzaba desde la costa vista del tratado, un «empate» en el plano interna
mediterránea y estaba a punto de incidir contra su cional.
flanco oriental.
Ramsés y su ejército dependían, en una situación Platea: el problema de la subordinación
de vida o muerte, de su capacidad de recuperar el Un milenio más tarde, un ejército de las caracterís
control de sus fuerzas, y el faraón eligió el único y ticas de los de Muwatallis y Ramsés hubo de en
posiblemente, el mejor medio para conseguirlo, con frentarse a una fuerza opuesta de orígenes y com
duciendo de manera muy visible a su guardia perso posición marcadamente diferentes en una batalla
nal en un contraataque frontal contra la avanzadilla de aniquilación. Tanto Egipto como el resto del im
hitita. Al instante, todos los egipcios del campo su perio hitita habían caído ante el genio y el empuje
pieron que su comandante estaba al frente de los del persa, Ciro el Grande y sus herederos. El impe
suyos, y un movimiento general contra los hititas rio persa del siglo V a.C. se extendió por el este has
llevó a la división Ptah a golpearlos en la retaguardia, ta el río Indo y por el oeste hasta la moderna Libia,
justamente cuando los mercenarios atacaban a los llegando hasta el Danubio por el norte. Las con
hititas por el flanco. Muwatallis se sumió en cierta quistas griegas en Asia Menor habían resultado
confusión. Es digno de mencionar que incluso en
los ejércitos más autoritarios la decisión de retirarse
Londres, que representa el
R elieve del M u s e o B r it á n ic o ,
se toma de forma democrática, cuando la mayoría de reinado de Assurnasirpal II. En la imagen, el rey (que aparece
los soldados votan y pueden forzar a abandonar in tensando el arco en el carro real) participa en la batalla
cluso al cuerpo de oficiales. Encaminándose hacia durante an asedio en un lugar desconocido.
146 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Platea
479 a.C.
E sta d o s
G rieg o s griego, ,Mardonio
I m pe r io levanta el campamento y
P e rsa ordena una carga total
contra el enemigo.
P latea +
1 a caballería persa es
|ál 3 sorprendida por el
flanco por fuerzas griegas
al avanzar en un ataque
contra la falange ateniense.
Artabazo renuncia a
6 poner en combate a sus
tropas y se retira del
campo de batalla tras la -
muerte de Mardonio.
148 ° T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
E l r e y ASIRIO y
su escolta personal son recibidos p o r uno de sus Calidad del liderazgo
comandantes. De los reyes y los generales se esperaba que Aunque carecían de unidad de mando, los griegos
dirigieran a sus hombres en elfi'ente, y su m uerte en la batalla,
compensaron en cierta medida este problema con la
como sucedió en Platea, suponía normalmente el fin de la
campaña. calidad de su liderazgo. En las Termopilas, el rey es
partano Leónidas dio un ejemplo de valor y dedi
cación cuya enseñanza perdura hasta la actualidad,
problemáticas para ellos; la tendencia a preferir un cuando se sacrificó con sus hombres para dar a los
gobernante local y a alentar la revuelta contra el do griegos el tiempo necesario para completar los pre
minio persa había recibido apoyo de las ciudades parativos para la batalla contra los persas. En Temís-
todavía libres de Grecia. Para un imperio expansio- tocles, Atenas produjo un maestro de la estrategia, la
nista, la solución era sencilla. El esfuerzo de Darío sabiduría táctica e incluso la guerra psicológica, que
por castigar a los griegos atenienses había tenido un sirvió para neutralizar la aptitud de Jerjes como co
resultado pésimo en la batalla de Maratón, en el mandante de sus fuerzas en Grecia con una carta
año 490 a.C., y la solución de su hijo Jerjes fue la muy sagaz que advertía de los peligros para sus lí
clásica de enviar una fuerza avasalladora para resol neas de comunicación y de la posibilidad de que
ver el problema. Jerjes quedara atrapado dentro de una Grecia hostil.
Para los griegos del sur, la furiosa embestida de Ante ello, la retirada de Jerjes hacia Persia resulta
los persas era la amenaza más terrible que podían tal vez comprensible.
imaginar para su modo de vida, al sustentarse en Como consecuencia de la partida de Jerjes, el
un modelo diametralmente opuesto en las teorías y mando quedó en manos de dos subalternos enfren
la práctica de gobierno a las democracias, las tiranías tados entre sí que se habían de encontrar con los
y la sociedad esclavista de Esparta. Una lengua co comandantes griegos divididos y no unificados bajo
mún y un sustrato mítico y religioso compartido un mando cuando llegó el momento de la batalla fi
llevó en tiempos a los griegos a una unidad que, nal y decisiva de la invasión, en una localidad del
aunque inestable, les sirvió para rechazar y, con un centro de Grecia llamada Platea en el año 479. Las
gran precio, a destruir a las vastas fuerzas persas en espléndidas Historias de Herodoto refieren el relato.
las Termopilas y a resistir y después derrotar a la ar Mardonio, comandante principal, era un hom
mada greco-fenicia al servicio de los persas en Arte- bre capaz y respetado, en el que confiaba el ejército
mision y Salamina. La capacidad organizativa de y que, necesariamente, despertaba sospechas en el
Jerjes había formado y lanzado una expedición con propio Jerjes. Como una maniobra para poner a
tra los estados griegos, pero sus habilidades tácticas prueba su lealtad en su ausencia, Jerjes dispuso
y estratégicas dejaban mucho que desear, y los grie a Artabazo como segundo hombre al mando. Arta-
gos tuvieron ventaja en estos ámbitos. bazo era uno de los favoritos de Jerjes. Los desa
MANDO Y CONTROL · 149
cuerdos en el mando fueron profundos y suscita los atenienses habían derrotado sangrientamente a
ron un enfrentamiento político y personal cada vez lo mejor de los persas en Maratón diez años antes.
más intenso; la, posiblemente, superior capacidad de También renunció al enfrentamiento inicialmente,
mando de Mardonio entró en conflicto con la pru dejando sus fuerzas apostadas en una alta cresta
dencia de Artabazo y el deseo de impedir que Mar montañosa, como la que los atenienses habían ocu
donio se convirtiera en una amenaza para la autori pado en la misma batalla, desde donde la cuesta
dad suprema de Jerjes. La consecuencia final de su abajo favorecería el ímpetu de la carga de su infan
rivalidad se pondría claramente de manifiesto en el tería pesada.
curso final de la batalla.
También Temístocles despertaba recelo entre los Empieza la batalla
demás griegos, que temían que sus intereses por su Mardonio buscaba la batalla y el triunfo tanto como
Atenas natal fueran determinantes para sus decisio los temía Artabazo, e intentó llevar a las fuerzas grie
nes, como al cabo sucedió. Con muchos de los grie gas hacia él atacando sus inseguras líneas de sumi
gos del norte bajo el control o la influencia persa, los nistro con la móvil caballería persa. Estas acciones se
griegos del Peloponeso y del oeste estaban dispues vieron comprometidas cuando su subalterno Masis-
tos a abandonar a su suerte al norte y a la propia tio, hombre capaz y de confianza, murió en una em
Atenas, que ya había sido arrasada despiadadamen boscada griega. Ambos bandos repararon sus líneas,
te por Jerjes como desquite Mardonio alejando a los per
por la derrota persa en Ma sas de los atenienses y Pausa-
ratón y por las actividades «Cuando el gen eral conduce a sus nías retirándolos mientras los
atenienses en Asia Menor. comandantes de los dos ejér
Temístocles había sido el hom bres a la batalla, debe citos discutían sobre si ata
único capaz de convencer a presentar un aspecto alegre, car o retroceder. Los grupos
los griegos unidos de que lu acordaron finalmente seguir
charan y vencieran en Sala- huyendo de los tonos sombríos. Los el curso de acción más segu
mina, al revelar sus planes soldados suelen valorar sus ro; es un tópico decir que los
para apartar a Jerjes, que consejos de guerra nunca vo
bloqueaba la ruta de escape. perspectivas según la apariencia de tan por combatir, pero en
El regente espartano, Pausa este caso cada comandante
nias, compartía el deseo tra
[su] general.» pudo imponer su opinión
dicional espartano de prote E m p e r a d o r M a u r ic io sobre su ejército. Finalmen
ger Esparta a toda costa, te, Mardonio envió a la ca
pero se demostró sensible a ballería para cegar y bloquear
la fe de Temístocles, sobre todo cuando quedó cla el manantial del que el ejército griego estaba to
ro que había que combatir contra el resto del ejér mando el agua, y se las compuso para cortar el paso
cito persa, y que cualquier terreno resultaría tan a una importante comitiva de suministro en el mon
apto como otro cualquiera. te Citaeron. Como consecuencia, el consejo de gue
Así, el escenario elegido por Mardonio y Pausa rra griego votó retirarse del río Asopo, más cerca de
nias estaba a ambos lados del río Asopo. Mardonio, Platea, donde una región rica en agua ofrecía solu
aprovechándose de las lentas decisiones de los divi ción a uno de los problemas, mientras que se envia
didos comandantes griegos, había escogido una for ron tropas para resolver el otro. La retirada real em
ma de batalla en la que los numerosos efectivos de pezó de noche, y con ella Pausanias hizo frente a su
la infantería persa pudieran recibir el apoyo de la mayor crisis de mando cuando el espartano Amon-
caballería en ambos flancos. Pausanias comprendió fareto se negó a retroceder con su pequeño coman
las ventajas persas, y buscó medios para contraata do desplegado frente al enemigo. Pausanias se en
car, empezando por disponer la infantería griega a la frentó al dilema de Hobson: dejar que parte de su
izquierda, en oposición a la infantería principal per mando fuera aniquilada o iniciar una marcha a la
sa. Para esta decisión se inspiró en la historia, pues contra a medio despliegue.
150 » T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
Gaugamela
3 3 1 a.C .
X compañeros
rompen" un punto débil
eri la línea perfil y giran
hacia la izquierda..»'—
ΤΓ Darío, temiendopor
/ seguridad, decide huir
del campo de batalla.
152 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Por su parte, Mardonio observó los cambios y el trucción de una armada bajo control espartano, una
desorden en la línea griega e intentó aprovecharlos decisión previsible dada la serie de ataques atenien
para lanzar un ataque general. La lenta retirada de ses contra el imperio persa en la primera parte del
los atenienses permitió a esas fuerzas arremeter par siglo IV. El nuevo escuadrón espartano bajo el pri
cialmente contra el flanco persa, iniciándose en mer almirante de Esparta, Calicrátidas, logró des
tonces una dura pelea en la que el valor persa y su truir a un menguado escuadrón ateniense frente a
superioridad numérica se enfrentaron a las arma Eretria en el año 411 a.C., pero tuvo un encuentro
duras y la determinación de los griegos. La unidad desastroso frente a una flota ateniense reconstruida
de elite del ejército persa, un grupo de 1.000 efec en Arginusas en el 406; Calicrátidas murió ahogado.
tivos selectos conocidos como «los Inmortales», ro Después de esta debacle, se produjo en ambos
deaba a Mardonio en el centro de la línea persa. bandos un cambio importante en el mando mili
Estos hombres entraron en combate inmediato con tar, que hace del ejemplo de Egospótamos el más
la infantería pesada espartana, que deseaba vengar la pertinente para analizar el manejo del mando y el
muerte de Leónidas. Con la muerte de Mardonio se control en el mundo antiguo. Esparta relevó a su
produjo una crisis en el mando griego, y Artabazo almirante caído por Lisandro, un hombre brillante,
mantuvo a sus fuerzas fuera de una batalla que pen oportunista y sin escrúpulos. Seis de los almirantes
saba perdida (y efectivamente se perdió, acaso por supervivientes más admirados de Atenas estuvieron
su decisión). Artabazo asumió el mando de todo al mando de la flota ateniense en Arginusas; los seis
su ejército y se retiró rápidamente hacia el imperio fueron ejecutados por el voto de la asamblea ate
persa. En ambos bandos, la insubordinación y el niense al no lograr rescatar a los supervivientes de
desorden habían jugado un papel determinante, 27 barcos inutilizados por la acción. Así, la ira ate
pero para los griegos la victoria demostró ser deci niense por aquel fracaso tuvo como resultado la sui
siva y final. cida decapitación de la vital armada de Atenas, y el
desastroso resultado de aquel ejercicio del control
Egospótamos: política e incompetencia civil sobre el militar no tardó en llegar.
La venganza persa por la anterior derrota del impe La competencia y las aptitudes diplomáticas de
rio llegó por vía indirecta. Atenas y Esparta se en Lisandro consiguieron un creciente apoyo financie
frentaron entre sí en la larga y reñida serie de cam ro de Persia, que se plasmó en una flota del Pelo
pañas, hoy conocidas como guerra del Peloponeso, poneso reconstruida y peligrosa. El traidor y exilia
en la que el imperialismo naval ateniense se enfren do ateniense Alcibiades se aprovechó del desastre
tó al superlativo ejército de Esparta y sus aliados te para asumir un breve y victorioso mando de la flo
rrestres. En una de las grandes vindicaciones de po ta de Atenas, pero su propio y bastante justificado
der marítimo, la flota ateniense y las fuentes de carácter político receloso le llevó al exilio antes de
suministro de allende el mar habían servido para que se cumpliera la amenaza de ejecución por par
contrarrestar la superioridad espartana en el com te de un vengativo y suspicaz electorado ateniense.
bate terrestre, que dejó el territorio ateniense y el Los tres almirantes enviados para sustituir a Alci
de sus aliados devastado mientras la ciudad sobre biades fueron Tideo, Menandro y Adimanto, quie
vivía al ataque, la peste, el desastre militar en Sicilia nes dieron a la historia uno de los ejemplos más cla
y el asedio merced a los suministros que recibían de ros de los efectos desastrosos de una estrepitosa
los campos de cereal del distante mar Negro. incompetencia.
Entre tanto, Esparta había encontrado algunos Remiso a encontrarse con la flota ateniense des
medios para dañar la yugular ateniense, y para ello pués del desastre de Arginusas y de los reveses en
necesitaba una flota. Las biografías de Plutarco so otras escaramuzas, Lisandro optó por la táctica del se
bre Lisandro y Alcibiades refieren cuáles fueron es guimiento y la vigilancia mientras se desplazaba a un
tos medios, y sus posibilidades de éxito. Los persas, nuevo lugar de anclaje cerca del vital estrechamien
después de una estrategia diplomática, indudable to de la ruta de suministros ateniense creado por el
mente satisfactoria, de cortejo y humillación de am Helesponto. El lugar era una elección excelente para
bos bandos, acordaron finalmente sufragar la cons el abastecimiento y el descanso de las tripulaciones
MANDO Y CONTROL ® 153
atenienses, un gran número de las cuales estaba in Gaugamela: el genio sobre todos los
tegrado por votantes, de cuya ira los almirantes de obstáculos
bían protegerse. Sin embargo, como posición defen Gaugamela, como la principal victoria del mayor
siva estaba tan torpemente escogido que el propio genio indiscutido de la Antigüedad, merece un aná
Alcibiades regresó desde la seguridad de su exilio para lisis desde todos los ángulos, pero es interesante so
advertir a sus sucesores del peligro, con la flota es bre todo desde la perspectiva de los problemas de
partana establecida y guarnecida en Lampsaco, en la mando y control. No en vano, pareciera que la ba
orilla opuesta. Sus adverten talla siguió unos derroteros
cias fueron vanas, y los tres tales, que las graves dificul
almirantes atenienses se esta «... el gen era l debe ser viril en sus tades a las que se enfrentó
blecieron en una rutina con actitudes, apto naturalm ente para Alejandro para controlar a
fortable y desastrosamente su ejército frente a los persas
predecible de salir al mar por el mando, profundo de terminaran por reforzar el
la mañana, ofrecer batalla a plan del conquistador, en
pensam iento, pru den te en el
la flota espartana, regresar a su vez de obstaculizarlo. La ex
fondeadero y enviar a los ju icio, en buena condición física celente Andbasis de Amano
hombres a la costa para un sobre las batallas de Alejan
agradable almuerzo.
[y] dispuesto a l trabajo duro.» dro es la fuente preferida so
Lisandro no era de quie A nón bre esta materia. Durante
nes dejarían pasar una opor sus campañas desde el año
tunidad tan clara. Cuando 336 al 323, Alejandro tuvo
las tripulaciones atenienses desembarcaron, la flota la suerte de contar como oponente principal a Da
de Esparta se hizo a la mar y cayó sobre el grupo río III, quien le permitió completar el sueño del pa
de más de 200 barcos, en un ataque sincronizado dre del macedonio de conquistar el imperio persa y
por una señal óptica (el destello de un escudo lus los territorios del este. Darío era un buen líder y un
trado) lanzada desde un barco espartano de reco general mediocre, cuya capacidad para llevar los in
nocimiento. Los barcos espartanos arremetieron mensos recursos militares de Persia al campo de ba
contra el fondeadero ateniense y remolcaron los bar talla no se equiparaba con su aptitud para aprove
cos sin gobierno. Lo que siguió fue una matanza. charlos. Por otra parte, como sucedió en Kadesh, el
Los marinos espartanos tomaron tierra, rodearon a rey era esencial en la batalla; si Darío fuera captu
los 3.000 tripulantes y oficiales atenienses, los apre rado, la resistencia persa organizada a la invasión se
saron y los masacraron. Al haber enviado a los hom colapsaría (como, a la postre, sucedió). En conse
bres a la costa, los almirantes atenienses no tuvieron cuencia, en todas las batallas contra Alejandro, Da
forma de gobernar sus barcos con rapidez ni de río despojó de fuerza humana las reservas del país,
montar ninguna clase de defensa. Un comandante y luego se perdió cuando huyó del campo de bata
ateniense en alerta, Conón, y ocho de los barcos lo lla, en cuanto el avance de Alejandro supuso una
graron escapar del desastre. La democracia atenien amenaza real para su persona. No habría ocurrido
se se encontró con un gran número de refugiados así si los persas hubieran triunfado en el «golpe de
dentro de su ciudad ante el avance y crecimiento decapitación», ideado contra Alejandro en el Grá-
de la flota espartana, en el punto culminante de la nico. La guardia personal de Alejandro impidió en
campaña, y la guerra llegó a Atenas cuando Lisandro tonces que saliera adelante el esfuerzo de la caballe
sometió a un bloqueo metódico a la ciudad hasta ría persa para terminar con el monarca, mientras el
que la democracia ateniense hubo de someterse y conquistador logró controlar sus propios instintos y
rendirse a la autoridad y ocupación de Esparta. Un los de su ejército para vencer batalla tras batalla.
imperio y un estado autoritario combinaron sus re Las fuerzas de Darío estaban formadas por «los
cursos y su relativa tenacidad para convertirlos en Inmortales», la división de elite del ejército persa,
victoria sobre la tumultuosa y, a la postre, autodes- que había combatido bien en Platea, y con una no
tructiva democracia de Atenas. table fuerza de mercenarios griegos, que siguieron a
154 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTICUO
los persas a pesar del terrible trato que Alejandro mientos de Alejandro. Eligió un campo de batalla
había dispensado a los griegos, que penetraron en la amplio y nivelado cerca de la ciudad de Arbela, en
falange macedonia en Isso. La confianza de Darío al la medida en que esta clase de terreno era de gran
enfrentarse a Alejandro se basaba en gran medida en ayuda para las acciones de sus carros.
las dos armas secretas que se había procurado mien Alejandro, con el pragmatismo propio del genio,
tras Alejandro se ocupaba en la campaña de Egipto. acampó a unos 6,4 km del ejército de Darío, lo sufi
De sus súbditos indios, Darío había conseguido una cientemente alejado para impedir un ataque por sor
provisión de elefantes de guerra, y una de las armas presa, y exploró el terreno elegido por Darío en bus
más terroríficas de las tradiciones de la guerra en ca de trampas. La confianza absoluta del jefe es un
oriente reapareció en los carros equipados con hojas elemento poderoso del buen mando, y así Alejandro
de cuchilla en las ruedas y los tirantes, unas armas optó por dejar que sus tropas acamparan cómoda
que estaban diseñadas para infligir atroces bajas en mente en vez de, como sus enemigos persas, poner-
la infantería de Alejandro. Además, estaba la no
bleza del imperio persa, las divisiones de caballería
s u c a b a l l e r í a de Compañeros en
A l e j a n d r o GUÍA a
comandadas por Besso y Mazeo. Aprovechando el
Gránico, tomando la iniciativa fren te a los persas. Como los
hecho de que el objetivo de la campaña de Alejan más victoriosos comandantes militares, Alejandro tuvo la
dro era él mismo, Darío supo controlar los movi suerte de su lado.
MANDO Y CONTROL « 155
las en armas y vigilantes durante toda la noche. El plan general de Alejandro, ya que por detrás de esta
general al mando durmió profundamente, al objeto línea del frente, a las órdenes del inquieto Parmenio,
de estar presto para la acción al despuntar del día. Alejandro había dispuesto una falange de reserva, tan
Como había sucedido en el desastroso caso de difícil de vencer como la línea delantera. En efecto,
Platea, también aquí se produjo una crisis de man cuando este pequeño ejército arremetió contra las
do. El ayudante del padre de Alejandro y el general nutridas fuerzas persas, la formación de Alejandro se
más competente, Parmenio, se acercaron a él con convirtió en precursora del célebre «cuadrado» bri
su propio plan de batalla: el ataque nocturno que los tánico del siglo XIX, una formación que se fortalecía
persas tanto temían. Contraria a la habitual reputa conforme más se compactaba.
ción de prudencia de Parmenio, la sugerencia era, en
realidad, osada y en consecuencia arriesgada. El elu El triunfo de Alejandro
sivo rechazo de Alejandro, que no quería «hurtar En su mayor parte, el plan funcionó. Los arqueros y
una victoria», fue la última palabra sobre esta ac lanzadores de jabalinas de Alejandro abatieron a los
ción, pero el nerviosismo de Parmenio se convirtió aurigas de los carros de cuchillas. De hecho, Darío no
en una debilidad transformada en positiva para el había empleado este recurso en el ataque porque lo
plan maestro de Alejandro. considerara el más adecuado, sino previendo su uso
Existía la tendencia de que todos los hombres para magnificar la matanza de un ejército enemigo
con escudo se movieran hacia la derecha en el cur desorganizado y en retirada. Como sucedía a menu
so de un avance, de forma que cada hombre procu do con los elefantes y la guerra, los animales no se
raba cubrir la parte expuesta de su cuerpo con el es implicaron lo suficiente en la batalla para arremeter
cudo del compañero de línea situado junto a él. El contra la erizada superficie de lanzas y flechas del ejér
gran genio militar tebano Epaminondas había cito enemigo, y resultaron inútiles e incontrolables,
aprendido a aprovechar esta tendencia con un ata un peligro más para las propias filas que para las con
que dirigido en oblicuo y centrado en una línea ene trarias. Entre tanto, la caballería y la infantería de
miga en avance conforme se estiraba y adelgazaba en Alejandro, provista de picas, cayó inexorable, en án
su movimiento de respuesta. El propio Filipo ha gulo oblicuo, sobre el estandarte visible de Darío.
bía vivido un tiempo en Tebas, y la táctica se con El momento más delicado llegó cuando la enfu
virtió en una parte integrante y vital del victorioso recida caballería persa superó a los tesalios y los hi-
paso macedonio en las décadas posteriores. El plan paspistas por el flanco y se dirigió contra la reta
de Alejandro hacía un uso pleno de esta táctica en la guardia macedonia. Parmenio se vio recluido en una
formación de las líneas para la batalla de la mañana. línea cada vez menos nutrida, que no dejaba de
Tanto la caballería de elite de Alejandro como su avanzar mientras los persas se abrían paso a través de
temida falange macedonia se desplazaron en un án su línea de reserva y recorrieron varias millas para
gulo oblicuo contra la más larga línea persa, de modo caer contra el campamento macedonio. La distancia
que el impacto, como de costumbre, se produjo di y la presión de Alejandro contra él le costó a Darío
rectamente contra la posición visible de Darío en el el control de la parte más peligrosa de su ejército
centro de su línea, y el frente macedonio se movió en en ese momento. Darío no tenía medio de avisar a
ángulo al avanzar. Alejandro sabía que la caballería, su victoriosa caballería para que acudiera en su res
los carros y los elefantes de Darío intentarían rodearle cate ni de ordenar que atacara la línea de Alejandro
por los flancos y sorprender a sus fuerzas por detrás, por la retaguardia, siguiendo el impulso de ganar la
ante lo cual envió a una infantería ligera de «hipas- batalla, no de ganar el botín.
pistas» y a sus aliados tesalios a caballo a ambos ex Nuevamente, el temple de Darío se vino abajo,
tremos de sus líneas. Estos dos cuerpos se dividían y el rey abandonó a su ejército y a su campamento
en pequeñas unidades, que podían moverse con agi en plena contienda, lo que llevó más adelante a que
lidad frente a los elefantes y los carros, lanzando ja Besso ejecutara al monarca para asumir el mando e
balinas a la vez que la caballería se veía empujada a re intentar, en vano, ofrecer resistencia a los invasores.
troceder ante el impulso de los persas. La retirada de La falta de comunicación entre los combatientes
estas pequeñas unidades fue una gran baza para el persas y sus pérdidas siguieron aumentando después
156 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
de la huida del rey. Parmenio, bajo presión y sin nia construyó una potente armada, a la que sumó los
contacto con la línea de Alejandro, había abando barcos de guerra egipcios capturados antes de que la
nado la idea original del cuadrado y pidió ayuda potencia pudiera reaccionar. Filipo tomó varias islas
frenéticamente al monarca. Este regresó para des en las Cicladas y desplazó su ejército y su armada ha
cubrir que su caballería tesalia había contraatacado, cia la costa de Asia Menor, manejando al mismo
Parmenio había invertido la dirección del avance de tiempo la amenaza y la destrucción.
la reserva y destruido a los persas por la retaguardia Los habitantes de Rodas y Atalo no permanecie
y Darío, otra vez, había escapado de un apresa ron ociosos ante el avance de Filipo. La «bestia negra»
miento cierto. Alejandro ajustó cuentas con Par del rey macedonio en la campaña y némesis de sus
menio por su pánico prematuro y por incumplir los acendrados propósitos contra Rodas terminaría por
planes y tácticas del conquistador pero, aunque en ser el almirante de esta isla, Teofilisco. La capacidad
aquel tiempo no estaba aún tan claro, Alejandro es y destreza de este hombre se enfrentaría a la astucia y
taba a punto de convertirse, para el resto de su vida, recursos superiores de Filipo, dado que Rodas había
en dueño virtual de los mundos griego y persa. previsto correctamente los planes de Filipo y adopta
do todas las acciones posibles para combatirlos.
Quíos: un mando en coalición Filipo intentó dividir las fuerzas de Rodas y Pér
La leyenda dice que cuando Alejandro agonizaba le gamo con un asedio de la isla de Quíos, desde la cual
preguntaron quién debía ser su heredero: «el más estaría bien situado para evitar la ayuda mutua entre
fuerte», contestó. Las guerras entre sus generales, más Atalo y Rodas. Atalo había comprendido, acertada
tarde llamados diádocos (D iadochoi), dio origen a mente, que Filipo buscaba un golpe final contra él, y
tres poderosos estados militares reunidos en torno estaba reforzando enfebrecidamente su ciudad-for
a Grecia y otros fragmentos del imperio y el Medite taleza previendo la embestida. Teofilisco compren
rráneo. Ninguno de estos estados «helenísticos» se li dió asimismo que Pérgamo resistiría cualquier ata
bró por completo del fantasma del imperio perdido; que que pudiera montar Filipo. Convenció a Atalo
todos buscaron ocasionalmente, por diversos medios, de que abandonara sus preparativos y uniera su flota
imponer a sus monarcas a la cabeza del imperio reu con la de Rodas mientras pudiera hacerlo.
nido. Mirando atrás, a las ruinas de la historia griega, Filipo estaba cavando un foso bajo las murallas
el soldado y erudito romano Polibio dejó escrito el de Quíos cuando tuvo noticias de la llegada de la
grueso del relato que sigue a continuación. flota aliada. Desde el primer momento, Teofilisco
Seducido como los demás por el espectro del había llevado la iniciativa sobre el rey macedonio,
imperio, y más capaz y ambicioso que el resto, des que de pronto se vio atrapado en una isla con una
tacó Filipo V de Macedonia, que no era descen tropa hostil que cortaba sus líneas de suministros.
diente de Alejandro ni de Filipo, estaba en posesión Polibio retrata a Filipo como al principio indeciso,
de algunos de sus feudos y deseoso de más. Como antes de decidir abandonar el asedio y encaminarse
centro de su reino, los esfuerzos de Filipo como co a Samos, probablemente con la intención de per
mandante seguían su propio antojo y voluntad. trechar mejor los barcos egipcios.
En el camino se alzaban los otros dos grandes rei Los aliados no estaban dispuestos a permitírselo.
nos de diádocos, la Siria antióquida y el Egipto tole Los recursos de los macedonios, que por aquel en
maico, y un conjunto de estados menores que pare tonces gozaban de una fuerte tradición naval, in
cían presas más fáciles que las otras dos grandes cluían algunos de los barcos más peligrosos del
potencias rivales. Eran particularmente problemáticas mundo antiguo, 53 de la clase más pesada, un nú
la democracia insular de Rodas, con la armada más mero desconocido de buques medianos y 150 bar
imponente del mundo antiguo, y la ciudad-fortaleza cos ligeros capaces de transportar espolones.
de Pérgamo, cuyos gobernantes no tenían intención Filipo desplegó su imponente fuerza con sufi
de ceder sus cetros a nadie mientras sus murallas si ciente lentitud como para que la mayoría de los alia
guieran en pie. La amenaza de Filipo llevó a Rodas y dos convirtieran su propia formación de guardia en
al rey Atalo de Pérgamo a sellar una alianza, mientras una línea de batalla presta al combate. La batalla se li
en los años anteriores al 201 a.C. el rey de Macedo bró en el estrecho entre Quíos y el promontorio eri-
MANDO Y CONTROL · 157
treo de la costa asiática. Al principio, la línea de Fili- construidos con arreglo a los modelos contrastados
po estaba paralela a la costa de Quíos, preparada para de sus aliados romanos. Estos barcos no parecían tan
girar hacia el sur. Como los aliados llegaron veloz aptos para la maniobra como los de Rodas, pero te
mente desde el norte, Filipo se vio forzado a invertir nían el tamaño suficiente para transportar marinos y
su línea, que arrastró hacia la parte media del estrecho, otras armas equiparables a los de Filipo y la dimensión
enfrentada al nordeste con la derecha en el lado asiá necesaria para bloquear su avance. Lo peor para Fili
tico, dispuesta frente a las dos pequeñas islas del es po llegó cuando su buque insignia se perdió junto
trecho. Al ser el rey el comandante supremo, entre los con su almirante inmediatamente después de que Ata
oficiales de Filipo nadie se opuso a sus órdenes. lo diera cuenta de uno de los octirremes del macedo
Nuestra fuente atribuye a los aliados una fuerza nio. En la confusión de la lucha abierta «proa contra
total de 65 barcos de guerra proa» de las escuadras de Pér
pesados, nueve cruceros de gamo y Macedonia, un cru
tamaño medio y otros tres «Cuando los pueblos entran en cero atálida giró su costado
medianos. Al principio, Ata guerra hacen las cosas mal. Primero hacia el buque insignia mace
lo demostró mayor confian donio. Lo que parecía ser el
za en la fuerza de su armada inician la acción, y sólo cuando perfecto blanco para los es
que en la de su oponente ma sufren empiezan a pensar.» polones se demostró fatal
cedonio, por lo que llevó sin para el barco macedonio. El
reservas su buque insignia di TUCÍDIDES buque más ligero se mantu
rectamente hacia la línea, vo lo suficientemente alto en
mientras Filipo prefirió espe el agua para dejar atrapada la
rar en la vanguardia de su escuadrón de barcos ligeros. proa del destructor bajo el saliente de sus bancos de re
El buque insignia (nauarchis) era el más visible, con es mos superiores. El buque insignia de Filipo quedó li
tandartes que indicaban a las demás tripulaciones y teralmente incrustado como un perro con un hueso
oficiales lo que el comandante pensaba necesario ha en la garganta y se hundió, llevándose consigo a su
cer. La escuadra de Rodas bajo el mando deTeofilisco almirante y toda su dotación. El hermano salvó al
parecía tener un plan más pensado que el contingen hermano cuando se intensificó la confusión en la
te de Pérgamo a la hora de entrar en acción. Cruzaron derecha de Filipo. La proa de otra de las grandes
el estrecho a cierta velocidad para cerrar la escapatoria naves del macedonio, y con ello su espolón, se sos
de Filipo por el extremo norte de Quíos. Algunos bar tenía muy alta en el agua cuando el almirante de
cos eran lentos, por lo que tuvieron que achicar sus Atalo, Deinócrates, chocó contra él con la proa e
cascos inundados en la costa asiática, mientras los fon incrustó el rostro del barco contra las cuadernas de
deados esperaron durante algún tiempo frente a la iz la proa del enemigo. Tocada de muerte, la nave ma-
quierda en avance de Filipo. Al parecer, Teofilisco se cedonia fue sacudida por un pesado barco de Pér
mantuvo en guardia ante el temor de que los grandes gamo comandado por el hermano de Deinócrates,
barcos de Filipo salieran en tropel hacia el Egeo mien Dionisódoro. La nave de Pérgamo embistió al
tras las embarcaciones mayores entraban en combate, monstruo, al parecer de nuevo en las mismas cua
pero envió a batalla a sus naves cuando quedó claro dernas de proa, pues el barco de Deinócrates fue
que las más pequeñas permanecían en línea. golpeado y el macedonio se mantenía a flote mien
Filipo tuvo aparentemente la cautela de no dejar tras era abordado y tomado por marinos de Pérga
expuestos los flancos de sus principales barcos de gue mo y remolcado tras la línea de frente, al parecer
rra, que finalmente dispuso a la derecha de su línea, abandonado por sus remeros durante la batalla en
protegidos por el litoral y unos por otros. Por su par cubierta. Los lazos familiares eran tan intensos como
te, Atalo logró frustrar todo esfuerzo de estos mons en las batallas comunes del mundo antiguo, lo que
truos de librarse de él al rodearlos con sus propias na empujaba a la cooperación y la ayuda, en ausencia
ves. Por los recuentos de bajas, estos barcos consistían de cualquier mando central directo.
principalmente de cuadrirremes y quinquerremes (se Si se supone que Filipo había dividido su núme
gún el número de remeros por banco), probablemente ro de barcos pesados en dos grupos, con los más
158 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Quíos
201 a. C.
_____________
rápidas naves. Al intentar retirarse, los barcos de
Filipo deshicieron la form ación, y varios resultaron
dañados. C uando los principales barcos de Filipo
se giraron para acudir en ayuda de su retaguardia,
la escuadra de Rodas puso en riesgo el equilibrio
de su flota. A unque los m arinos macedonios
forzaron a los de Rodas a evitar el contacto
cercano, sus barcos más pesados atacaron la línea
de batalla principal de los macedonios. La escolta de
Filipo capturó el buque insignia de Atalo después
de forzarle a vararse cerca de E rythrai. Entonces,
Filipo arrem etió con sus naves dispersas m ientras
las aliadas buscaban puerto en el continente y en
la propia Q uíos. Filipo proclam ó su victoria, pero
sufrió im portantes pérdidas.
M a c e d o n ia
"P érg a m o
Quíos Ψ
A te n a s °
r
R o d as
’•Atalo'se ve forzado a
' var^r su buque insignia
* ^ * ' * ■* ' ' V * Xa· l>nSc:ir refugio seguro
_‘ ; después (Je ser perseguido
Filipo abandona el
2 asedio y zarpa hacia el
horle para intentar no
· ' .•‘’ ""por Filipo.;Los aliados
*··.'. * Tejtgrtipan su-flqta.*
"i.:'·#.
quedarse aislado en el
"estree fio frente a la flota
Filipo se une a sus
. r afiada·
6 fuerzas del continente.
Su flota contempla al
pasar los despojos flotantes
de la batalla.
160 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
Filipo quería mostrarse ante los barcos enemi mas, incluso en la labor de recuperar los cuerpos
gos para hacer creer, mediante el buque insignia re macedonios reconocibles de entre los restos del nau
molcado, que Atalo había muerto. Al ver la escena fragio. El rey macedonio reconoció la realidad de
Dionisódoro, almirante de Atalo, mantuvo la pre su derrota cuando al día siguiente, por decisión con
sencia de ánimo e indicó a las naves de Pérgamo junta, los navios de Rodas y Pérgamo zarparon de
que se reagruparan y se dirigieran a un puerto pre- Quíos y se dirigieron de nuevo a la línea de batalla.
acordado en el continente. La izquierda macedonia Filipo rehusó el desafío y permaneció en las costas
se vio liberada entre tanto de los rodios, y corrió asiáticas mientras las flotas aliadas, al menos ini
rauda por el estrecho con el pretexto de ayudar a cialmente, se desplegaban frente a él, impidiéndole
los demás barcos antes de que todos marcharan al la retirada. Los aliados tenían sus razones para no
continente, dejando a la escuadra de Rodas con li volver a forzar el combate. Atalo, además de su mal
bertad de movimiento para elegir la solución prag trance del día anterior, tenía ahora al ejército de Fi
mática de hacerse con los barcos macedonios res lipo en el litoral asiático cerca de su capital, sin que
tantes aptos para ser remolcados a Quíos mientras nada se interpusiera entre Filipo y Pérgamo, salvo las
hundía los demás con los espolones. murallas de la urbe. Estas consideraciones cobraron
Filipo cometió un error táctico después de termi un peso creciente, a lo que se unió la agonía del al
nado el combate. Al parecer, la última fase de la lucha mirante de Rodas y, con su pérdida, la de la visión
de su ala derecha había tenido lugar en el promon estratégica que había derrotado a Filipo.
torio de Argenna, en las costas de Asia, a cuyo abri Después de nombrar a su sucesor y de escribir
go se encontraba fondeado. La idea era proclamar la un informe para el gobierno, Teofilisco expiró. Su
victoria, tal como hizo, con la ocupación de la zona gran obra no fue tan duradera como habría espera
de combate, uniéndolo al triunfo indiscutible del do. Él había convencido a Atalo de unir sus fuerzas
apresamiento del buque insignia de Atalo. Sin em en las primeras fases del ataque de Filipo pero, en un
bargo, los vientos y corrientes dominantes habían hecho período crucial, la cooperación entre Rodas y Pér
una cosecha horripilante entre las aguas, mostrando gamo quedaba enterrada en la tumba misma del al
al rey y a sus acompañantes, con la abundancia de mirante rodio. Con razón, Atalo pensó que Filipo
cadáveres y demás desechos de los barcos, que la ba buscaría venganza personal contra él y llevaría su
talla de Quíos había sido la más cara de la campaña. flota y sus soldados contra su ciuclad-fortaleza, por
Filipo había perdido contra Atalo su buque insignia, lo cual dejó a la escuadra de Rodas llorando a sus
otras cinco naves pesadas hundidas o capturadas, jun muertos e interponiéndose entre los restos de la ar
to con 25 de sus barcos ligeros con su tripulación, mada de Filipo y su isla. Al cabo, Filipo siguió cons
otrosdiez buques pesados y tres de sus cruceros. La es tituyendo una amenaza para ellos, por lo que tanto
cuadra de Rodas demostró su magnífica preparación Atalo como Rodas invitaron a los romanos a exten
al destruir 40 de los barcos ligeros de Filipo y tomar derse hacia el este, y en los años que siguieron habría
otros siete con sus tripulantes. También hundió diez un nuevo pueblo presto a apoderarse del conjunto
de los barcos más pesados de Filipo, y optó por re del antiguo imperio alejandrino.
molcar dos de sus unidades medianas. Atalo había
perdido el desventurado crucero de Dionisódoro y Trebia: un choque de culturas de mando
otro barco de dimensión media, y también su buque Al oeste, entraron en conflicto dos productos dis
insignia y dos escoltas, apresados. En el aspecto hu tintos de una situación internacional diferente, como
mano, 3.000 marinos macedonios y otros 6.000 tri aguiluchos en el nido, en un combate que determi
pulantes perdieron la vida en el estrecho, mientras naría cuál de los dos estaba llamado a sobrevivir. En
que nuestra fuente, Polibio, admite 70 bajas entre los la estela de las comparativamente bien documenta
combatientes de Pérgamo y 60 entre los de Rodas. das victorias de Alejandro, los comandantes de los
Unos 2.000 macedonios y 700 reclutas egipcios so tiempos posteriores adquirieron la convicción de que
brevivieron como prisioneros del enemigo. un buen general debía hacer un uso minucioso de
Los dictados de la caballerosidad militar se ha sus activos militares. El nacionalismo estaba convir
bían cumplido, y Filipo había seguido las viejas nor tiéndose en una fuera importante dentro del cuadro
MANDO Y CONTROL · 163
R e c o n s t r u c c i ó n d e u n b a r r a c ó n romano del
siglo II a. C., con las dependencias del centurión
en el extremo más alejado. Estas comodidades
eran inalcanzables en campaña, y los generales
antiguos debían preocuparse en todo momento
p o r la situación y la moral de sus hombres.
militar. La creación por Filipo II de un ejército na los romanos que, al final, prevaleció. Pirro dejó una
cional, sufragado por el rey y por sus leales, había memoria escrita de sus campañas contra los roma
permitido a su hijo y sus herederos derrotar a los nos (una fuente importante de la biografía que es
ejércitos vasallos del imperio persa y a los ejércitos cribió Plutarco sobre él), y uno de sus lectores más
menores y divididos con los que las ciudades-estado ávidos (y, por tanto, beneficiario de la experiencia
griegas habían intentado impedir su hegemonía. Los del general) fue un descendiente de los antiguos fe
ejércitos profesionales tuvieron un desarrollo para nicios que respondía al nombre de Aníbal Barca.
lelo. Los reyes-generales que combatieron contra el El odio que sentía Aníbal hacia Roma y los ro
imperio de Alejandro utilizaron los tesoros conse manos era heredado y legendario, pero no ciego.
guidos que heredaron para financiar sus campañas Roma había vencido a Cartago con gran dificultad en
sustentadas en ejércitos compuestos por soldados la primera guerra púnica (264-241 a.C.), pero lo que
profesionales que habían vivido literalmente varias hizo inevitable una segunda contienda, al igual que el
décadas en el campo de batalla. Uno de los más Tratado de Versalles del año 1918, fue la toma opor
triunfales de éstos había sido Pirro, rey de Epiro (una tunista por los romanos de Cerdeña y Córcega mien
pequeña nación junto a Macedonia), que conquistó tras Cartago hacía frente a la angustia de una serie
brevemente este país y aspiraba a extender sus do de revueltas protagonizadas por su propio ejército de
minios a occidente. mercenarios. Una declaración de guerra de Roma
Los combates de Pirro librados contra el ejérci contra Cartago en el año 238 permitió a la repúbli
to nacional de la república de Roma entre los años ca no sólo asegurarse las dos islas, sino también una
280 y 275 a.C. son ensalzados por su habilidad en indemnización de 1.700 talentos de plata y odio im
la batalla y por la tenaz determinación de victoria de perecedero de la familia de los Barca contra Roma.
164 « T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
Las guerras entre Roma y Cartago frieron las más nio Longo, demostrando hasta qué punto el rápido
estudiadas por los futuros comandantes en las es movimiento de Aníbal, decisivo y eficaz, le había
cuelas de educación militar de la Antigüedad. Quien permitido tomar la iniciativa sobre los romanos.
reprimió la revuelta de los mercenarios fue el gene Como sucedió en el desastre de Egospótamos, la
ral Amílcar Barca, para ver de inmediato que Roma política pronto mostró tener un efecto devastador en
había aprovechado sin reparos la debilidad de su una decisión táctica vital. Una victoria menor en una
nación. Cartago buscó nuevos ingresos y oportuni escaramuza con la vanguardia cartaginesa convenció
dades en Iberia, y envió a Amílcar a afianzar este a Sempronio de que podía conseguir un triunfo de
dominio, quien a su vez se llevó consigo a su hijo cisivo y, con ello, un excelente rédito político. Asu
mayor para educarle en campaña. Tras la muerte de miendo el mando en solitario, se desplazó hacia el
Amílcar, ahogado al cruzar un río, Aníbal sucedió a río Trebia con los ejércitos consulares combinados de
su padre en el mando e inició una larga carrera mi unos 40.000 hombres en diciembre del año 218 a.C.
litar con importantes éxitos contra los indómitos Aníbal gozaba de los prerrequisitos citados por
habitantes del territorio ibérico. Los esfuerzos de Napoleón como claves del éxito de un comandan
Roma por circunscribir sus operaciones, dirigidos te: una increíble buena suerte y un enemigo estúpi
obviamente contra él en último término, impulsa do. Los galos, tradicionales enemigos de Roma, se
ron a Aníbal a desplazar su ejército, principalmen habían unido bajo el estandarte de Aníbal, al que
te mercenario, desde suelo ibérico hasta Italia a tra consideraban su liberador, pero estos indisciplinados
vés de los pasos alpinos en un ejemplo de rapidez refuerzos no soportaban permanecer en el campa
militar al final del invierno. La fuerza de voluntad y mento cartaginés sin la perspectiva de la acción.
la planificación hicieron posible una demostración Aníbal tenía subalternos aptos y capaces, además de
eficaz y de inmensa dificultad. a sus hermanos menores. Llevándose consigo a uno
Para atajar al joven heredero de la familia militar de ellos, de nombre Magón, exploró el curso del
cartaginesa, los romanos enviaron como cónsul en avance romano y encontró un declive en el que Ma
el año 218 al patriarca de una célebre dinastía mili gón y 2.000 hombres de infantería podían ocultar
tar, Publio Cornelio Escipión. Escipión el Viejo ya se hasta el momento propicio.
había decidido atacar la base de suministros de Aní Tal vez la amargura del superviviente haya in
bal en Iberia, pero la velocidad de Aníbal para llegar fluido en el relato del romano Livio al hablar del su
a Italia le forzó a enviar a un oficial de su confian frimiento de su ejército mientras marchaba, estre
za, su hermano Cneo, al frente de unas fuerzas li mecido, hacia la trampa de Aníbal. Al amanecer, la
mitadas hacia Iberia, mientras él retrocedió para caballería númida del cartaginés apareció frente al
buscar el encuentro en batalla con Aníbal y su ejér campo fortificado de Sempronio y tentó a los ro
cito cerca del cruce del valle del río Po. manos a la batalla con una lluvia de jabalinas y otros
proyectiles. Sempronio, a su vez, envió a su caballe
La amenaza de Aníbal ría e infantería ligera en un esfuerzo vano que agotó
La diestra conducción del ejército de Aníbal, con su resistencia física y sus armas arrojadizas, en el fra
la increíble hazaña de transportar elefantes a través gor de una tormenta invernal y ante la falta de víve
de anchos ríos y elevadas cumbres montañosas en res y armamento entre sus hombres. El río Trebia
invierno, hizo de él el oponente más temido al que bajaba helado, y congelaba el pecho de la infantería
se había enfrentado Roma en toda su historia. Pu romana forzada a vadearlo y a avanzar hacia los pro
blio Escipión se encontró con la caballería y la in metedores fuegos del campamento cartaginés, don
fantería ligera de Aníbal, magníficamente dirigidas de les aguardaban las huestes de Aníbal, calientes y
y muy bien adiestradas, en el cruce del río Ticino, bien nutridas. Un oficial puede optar por ignorar el
que Escipión no pudo esquivar y en la que fue gra estado de sus hombres, pero lo cierto es que la con
vemente herido y forzado a retirarse hacia la plaza dición física y mental ejerce una tremenda influen
fuerte de Placentia. Aquí le alcanzó un segundo ejér cia en la resistencia y la naturaleza de su lucha.
cito consular, destinado originalmente a invadir el El plan de batalla de Aníbal contemplaba el uso
África púnica al mando de su compañero Sempro de soldados como trituradoras de carne, con la in-
MANDO Y CONTROL · 165
fantería ligera (Baliares) precediendo a sus líneas y una cuarta parte de su ejército embistió el centro
hostigando a los pesados romanos con jabalinas des cartaginés, pero aquellos 10.000 hombres no fueron
de una distancia segura. Éstas caían ante las cerradas sino los únicos supervivientes de una derrota desas
y eficaces legiones romanas, cuatro de ciudadanos trosa cuando el resto de las fuerzas de Aníbal masa
romanos en el centro y otras cuatro de aliados itálicos cró metódicamente a los dos tercios restantes del
de Roma en las alas. Buen ejército romano. Los super
lector de las crónicas sobre vivientes escaparon hacia
las batallas de Alejandro y Pi
«Cuando dos hombres trabajan Placentia, en plena tormen
rro, Aníbal mantuvo a sus codo con codo, uno u otro ven ta, en pequeños grupos.
elefantes por detrás de su Las conexiones familiares
frente de batalla, donde le prim ero cuándo hay una pudieron determinar gran
servían como plataformas de oportunidad de matar. Si cada uno parte del resto de la contien
proyectiles con cierta seguri da. Publio Cornelio Escipión
dad, mientras por detrás de mira p o r sí mismo, alerta pero en se reunió finalmente con su
la larga línea de 20.000 hom solitario, su alcance es menor, su hermano Cneo en Iberia y
bres de infantería ibérica y actuó contra la retaguardia
un número desconocido de control les hace invulnerables.» de Aníbal, derrotando y
aliados galos se situaba un siendo vencido por el her
H om ero
contingente de retirada bien mano menor de éste, Amíl-
organizado. car, hasta la derrota y muer
Es preciso decir que, como herencia de una bue te de los dos en el año 211 a.C. Asdrúbal, otro de sus
na tradición militar, las tácticas de los legionarios hermanos, moriría al enfrentarse a un ejército ro
de Roma, con la evolución de los siglos, seguían sir mano renovado mientras intentaba reunirse con Aní
viendo para el ejército romano. La jabalina de estos bal en Italia en el río Metauro en el 207 a.C. Se dice
legionarios, o pilum , respondió con eficacia al bom que Aníbal, al ver la cabeza de su hermano clavada
bardeo de Aníbal, mientras la legión se acercaba al en la línea de su vanguardia por un caballero roma
centro mismo de la línea cartaginesa. Sin embargo, no, perdió toda esperanza de victoria. Entre tanto, el
la caballería romana descubrió el motivo por el cual hijo de Publio Escipión había logrado una gran vic
Aníbal había llevado a sus elefantes en un viaje tan toria con el resto de las fuerzas de su padre y su tío
largo hasta Italia. Los caballos itálicos no resistie en Iberia, y combatiría triunfalmente contra Aníbal
ron la visión y el olor de estos inmensos y extraños en África, en Zama, en el año 203 a.C., mereciendo
animales, y se desbocaron. Los elefantes y la supe por sus hazañas el legendario nombre de «el Africa
rioridad de la caballería romana de Aníbal cayeron no». Años después de la batalla, los dos volvieron a
duramente sobre los flancos romanos. enfrentarse, presumiblemente, frente a la ciudad grie
Las notables limitaciones de Sempronio como ga de Éfeso. La narración de Plutarco muestra a Aní
comandante no le brindaban mejor solución para la bal y Escipión el Africano caminando juntos y dis
apurada situación táctica en que se encontraba que cutiendo sobre su posición histórica entre los grandes
seguir avanzando directamente sobre el centro de jefes del ejército. Aníbal elegía a Alejandro primero,
Aníbal, una tendencia de los comandantes romanos después a Pirro y más tarde a él mismo. «¿Y si me hu
que el cartaginés sabría aprovechar con terribles re bieras vencido?», pregunta Escipión. «Entonces, yo
sultados en la ulterior batalla de Cannas. Aníbal vol sería el primero», replica Aníbal.
vió sus elefantes contra la infantería ligera romana,
que atacó a los animales con las picas, y facilitó Accio: división entre los comandantes
así que la emboscada de Magón tuviera éxito por El curso de la épica batalla de Accio en el año 31 a.C.
uno u otro medio, pese al continuo empeoramiento encuentra sus claves en el resultado de dos impor
del tiempo. Sempronio, sin contacto con el grueso de tantes problemas de mando y control. Los vencidos,
su ejército y ante el terrible curso de los aconteci Antonio y Cleopatra, como Atalo y Rodas en Quíos,
mientos, pensó que había logrado la victoria cuando tenían conceptos diferentes de la guerra, distintos
166 o T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTICUO
Trebia
218 a. c.
La caballería y los
3 elefantes de Aníbal
empiezan a presionar sobre
t los: flancos y la retaguardia
de Roma, dejando alrapados
a varios miles dc^elcctjyos.
% f *
% &
Magón, hermano de
4 Aníbal, espera emboscado
con 2.000 hombres de
infantería y caballería, y
sorprende a los romanos.
168 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
objetivos y, al final, planes tácticos contrapuestos que superficiales del lago Lucrino. Agripa dio a sus mari
llevaron a que ninguno de los dos se aplicara conve nos y remeros una instrucción especial obligándoles
nientemente. Octavio, el vencedor, se enfrentó al obs a zarpar con mal tiempo, de forma que no les sor
táculo de su limitada capacidad militar, y lo superó prendieran las olas altas. En dos batallas repentinas y
con la acertada elección y aprovechamiento de un brutales, la flota de Sexto sufrió el desastre y la des
poderoso subalterno. La indiscutible capacidad de trucción en Nauloca y Milae, frente a las costas de Si
Marco Vipsanio Agripa como armador, organizador cilia, en el año 36 a.C. En el espacio de tres años,
y almirante puso la victoria y el Imperio Romano en Octavio había pasado de no tener armada a gozar de
manos de Octavio (quien sería llamado Augusto) y de la más poderosa del Mediterráneo occidental.
sus herederos imperiales. Los planes de Marco Antonio para establecerse
El desprecio tradicional de Roma por la dificul como heredero de Julio César tomaron forma cuando
tad y el gasto de mantener una fuerte flota central Antonio intentó hacer realidad los sueños inconclusos
había dejado las naves com de César de conquistar orien
binadas de la antigua repú te. Para ello necesitaba solda
blica en manos del último «[Escipión el Africano] se contuvo de dos, no barcos, y justo des
hijo vivo de Pompeyo Mag pués de que Octavio hubiera
no, Sexto. Tras la muerte de
exponer su persona sin una razón perdido su primera flota ante
Julio César en el año 44 a.C., suficiente... una conducta Sexto y la tormenta del
Sexto empleó estos recursos 36 a.C., Antonio le ofreció
navales en su apuesta por
característica no de un comandante 300 naves a cambio de varias
ganar el imperio, poniendo que confia en la suerte, sino del de las legiones romanas. En
en entredicho las vitales ex aquel entonces, pretendía
pediciones de grano para dotado con el don de la inteligencia.» vengar una derrota desastrosa
Roma y lanzando incursio P o l ib io de Roma en Partía, pero su
nes contra las costas de Sici campaña tenía un éxito mu
lia e Italia. Octavio, herede cho menor que el logrado por
ro adoptivo de César, había intentado enfrentarse Octavio y Agripa frente a Sexto, posiblemente por
a Sexto en el mar, con resultados pavorosos y hu que Antonio carecía de un lugarteniente tan capaz
millantes. Falto de talento militar, el futuro empe como Agripa. Pronto, la reina del Egipto helenístico
rador tomó la mejor decisión, ganándose una leal iba a sustituir a Italia y Roma como fuente de apoyo
tad férrea de por vida del hombre al que eligió como para Antonio, dando pábulo a sus ambiciones. Cuan
su comandante. do Antonio planeó una serie de operaciones contra
El genio de Agripa pronto se expresó en toda su Armenia y Partía, Cleopatra asumió el papel de
dimensión a través de la solución adoptada de cons impulsora de la construcción y el mantenimiento
truir y formar una poderosa armada: frente a una es de una flota capaz de equipararse a la cada vez más po
cuadra activa y hostil, la suya estaba pensada para derosa de Octavio y evitar su influencia hacia el este.
frenar la amenaza que suponía el dominio de los Como intercambio por el apoyo de Cleopatra, en
mares por parte de Sexto. Ante la ausencia de puer el año 34 a.C. Antonio puso en manos de la reina y
tos seguros en la costa occidental de Italia, la zona de sus hijos el control de Chipre, la mayor parte de
más amenazada por la flota de Sexto en Sicilia, Agri Siria, Libia y el sur de Asia Menor, así como toda la
pa hizo construir un nuevo puerto donde logró res costa oriental del Mediterráneo, con la excepción de
guardar apropiadamente a su propia flota. parte de Siria y la Judea de Herodes. En la penínsu
Las naves construidas y con base en Puerto Julio la Itálica, esta decisión azuzó la convicción de que
eran de buen tamaño y contaban con un poderoso ar Marco Antonio iba a entregar el imperio de Roma a
mamento a bordo, invención del propio Agripa. la reina de Egipto. La propaganda de Octavio ayudó
Como remeros había tomado a 20.000 libertos, todos a propalar este rumor, y el escenario quedó listo para
los que podía conseguir Octavio, quien aprendió los que los dos últimos posibles herederos de Julio César
fundamentos del remo y la vida en el mar en las aguas entraran en conflicto de una vez por todas.
MANDO Y CONTROL · 169
ministro de grano de Egipto, y ia ruta de abasteci rrota de su oponente. Una batalla naval tenía la ven
miento por tierra no era la adecuada para sostener a taja de forzar a las tropas de Antonio a una lucha por
100.000 soldados y 70.000 remeros. Cuanto más la supervivencia, y, aunque el éxito fuera sólo parcial, la
dudaba Antonio, peor se hacía la situación. Sus guerra habría continuado si Cleopatra y Antonio hu
hombres empezaron a desertar hacia el ejército de bieran podido disponer de sus recursos.
Octavio, y los reyes vasallos también comenzaron a La flota de Antonio consistía en barcos pesados
darle la espalda. Su mejor almirante, Domicio Eno- y potentes, con los que Agripa nunca había comba
barbo, se pasó a la flota de Agripa en un barco de tido en una batalla a gran escala. Si el ejército se
remo, ya moribundo por la fiebre. Antonio tomó fi hubiera ido, los barcos habrían sido incendiados o
nalmente una decisión. entregados a Agripa, lo que habría significado que el
La elección, en la que Antonio y Cleopatra es ejército de Antonio se habría visto obligado a diri
tuvieron de acuerdo, era romper el cerco con toda la girse a Egipto por tierra, o desplazarse incluso a una
flota y los soldados que pudieran trasladar, con la es Italia hostil, a la que Octavio, surcando el mar, lle
peranza de que las restantes legiones marcharían ha garía antes. Es probable que Cleopatra hubiera ne
cia el norte, a través de Macedonia hacia regiones gado su apoyo a Antonio si éste hubiera dejado tor
amigas de oriente. La consecuencia de esta elección pemente abandonada su costosa flota, vital para el
fue la batalla naval de Accio. futuro de Egipto a largo plazo.
Esa decisión, vista en retrospectiva, ha sido muy Antonio había perdido ya un número considera
criticada desde el año 31 a.C. hasta la actualidad. ble de sus remeros por enfermedad antes de tomar su
Como más tarde demostraron los acontecimientos, decisión. Como consecuencia, se vio obligado a en
fue equivocada. La duda surge cuando se piensa en si viar patrullas de enganche para cubrir los bancos
había alguna elección correcta. Si Antonio hubiera de remos de los buques de guerra con alguien capaz de
intentado marchar hacia Italia, Octavio habría teni impulsar la embarcación. Pese a sus esfuerzos, estos
do muchas oportunidades de elegir las condiciones
para la batalla, presumiblemente con un resultado si
Vista d e u n campamento ro m a n o e n campaña . La tienda
milar a Accio. También existía la posibilidad de que grande de la izquierda con el estandarte fu era es la del centurión,
Antonio se quedara sin ejército: de hecho, sus legio mientras que los legionarios duermen en las tiendas menores. Estas
nes terminaron por entregarse a Octavio, tras la de tiendas siempre se situaban una cerca de la otra.
MANDO Y CONTROL · 17!
Al VENCEDOR, EL BOTÍN: un comandante d e la caballería romana muy difíciles de parar una vez lanzados a velocidad.
es condecorado p or su valor. Las recompensas para los comandantes Con las velas, la flota de Antonio, en formación ce
victoriosos eran importantes, pero también el coste de los fracasos.
rrada, podría embestir contra los barcos de bloqueo
de Agripa. Así, se llevaría las tropas y el tesoro a
bancos no estuvieron bien manejados. Parte de la flo Egipto, donde podía proseguir la guerra.
ta se encontraba en mal estado. Sólo 60 de las naves Después de cuatro días de tormenta, el 2 de sep
de guerra pesadas de Egipto se hallaban a punto para tiembre del año 31 a.C., la flota de Antonio y Cle
zarpar. Las restantes fueron quemadas. El tesoro de opatra avanzó hacia el golfo de Ambracia y formó en
Cleopatra se cargó en su escuadra de barcos mercan línea de batalla. El número exacto de naves que le
tes al abrigo de la oscuridad, probablemente más para quedaban a Antonio de las 500 que tenía al princi
engañar a Octavio, que miraba desde las alturas, que pio de la guerra no se conoce bien. Había perdido
a la gente de Antonio, como mantuvo Plutarco. El di algunas frente a Agripa en Metona, Leucas y Patrás.
nero era más transportable (y acaso más valioso) que Otras seguían en Egipto y algunas más habían sido
los hombres, y no había que dejar a Octavio un ob quemadas. El número aceptado modernamente es
jetivo tan evidente. Fuera de lo acostumbrado, en to de 230 barcos de guerra pesados. Esta cifra no in
dos los buques se desplegaron velas. cluye la flota de transporte de Cleopatra, cuyos bar
Tal como señala oportunamente Plutarco, aquél cos no habían sido incendiados, ya que Plutarco
no era el procedimiento habitual para una flota de coincide con el relato de Octavio de que su flota
guerra. En combate, los mástiles y las velas impi capturó 300 barcos después de la batalla. Otras na
den el uso eficaz de la cubierta superior para reme ves lograron escapar del combate.
ros o marinos, además de hacer más probable que el Agripa y Octavio estaban esperando la fuga, so
barco zozobre. Las velas demuestran de por sí que bre todo después de presenciar la quema de las na
Antonio no pensaba librar una batalla decisiva. Ha ves egipcias. Octavio, basando su plan en su expe
brían servido más bien de apoyo táctico a la flota de riencia naval, sugirió que dejaran escapar a Antonio
Antonio; como ya se ha dicho, los barcos eran gran y Cleopatra, para después perseguirlos entre Agripa y
des, pesados, lentos y escasamente maniobrables, y él. Agripa tenía más fe en la capacidad de sus barcos
172 « T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTICUO
para detener a los monstruos de Antonio y Cleopa fructuosamente hasta el extremo, Antonio empezó a
tra, si se les privaba de la ocasión de ganar velocidad desplazar los barcos lejos de la amenazadora costa.
a toda vela, y su opinión prevaleció sobre la de su tí Con la brisa de popa, Agripa al principio se contuvo
mido patrón. para aminorar el impacto que las naves de Antonio
Las naves de Antonio se extendieron en una línea podrían haber tenido bajo sus remos, y después em
de batalla perpendicular a la costa más próxima, fren pezó a girar en torno a los flancos de la línea de An
te a los barcos del tesoro de Cleopatra y de Antonia. tonio. Estalló entonces un fiero enfrentamiento entre
Marco Antonio embarcó a unos 20.000 legionarios y las dos escuadras. Sin duda, Agripa sabía lo que es
2.000 honderos en sus naves, apostados en las cubier peraba Antonio, y en el momento en que empezó a
tas y en las torres. Esta cifra sumaba probablemente soplar la brisa del lado del mar, la formación de An
todos sus efectivos: cuando los historiadores antiguos tonio había sido destruida, los barcos atrapados y la
hablan del «insuficiente gobierno» de los barcos de An batalla perdida.
tonio, se refieren a la falta de remeros. Formada la línea La lucha entre ambas líneas continuaba cuando la
de batalla, esperaron cerca del litoral, tanto para im brisa que había esperado Antonio apareció por fin.
pedir que los barcos de Agripa Fue entonces cuando la es
se situaran detrás de ellos cuadra de Cleopatra inició la
como para tener el máximo es «Al elegir a sus centuriones, los fuga, inviniendo el plan ori
pacio disponible para lograr ginal. Alzando las velas, que
navegar a toda velocidad cuan
romanos no buscan tanto el... tipo habían permanecido plegadas
do la brisa de la tarde hincha agresivo... sino al que sabe durante el viento anterior,
ra las velas. Cleopatra y su mando pasa
Al principio los barcos de
mantenerse en su puesto aun en las ron a toda velocidad por un
Agripa no estaban cerca. En peores condiciones y bajo presión, y hueco en el centro de la bata
una ocasión anterior, Antonio lla. Antonio había concentra
había desplegado su flota en muere antes de abandonarlo.» do deliberadamente sus fuer
formación de batalla, sólo P o l ib io zas pesadas en los extremos,
para retirarse después hacia el tanto para impedir que Agripa
puerto, y Agripa no quería co se situara por detrás de sus lí
rrer el riesgo de recibir el fue neas como para debilitar el
go desde las torres fortificadas de Antonio en la costa. centro del enemigo. Parece que la táctica funcionó.
Antonio estaba esperando la brisa de la tarde, que lle Cleopatra llegó sin problemas a mar abierto. Como su
gaba enérgicamente desde el golfo en dirección al aportación era esencial para el esfuerzo bélico, Anto
Adriático. Con ella y la potencia de sus remos podría nio tomó su conocida decisión de seguirla. Su buque
desbordar a la flota de Agripa o atravesarla; no habría insignia se hallaba inmovilizado entre los barcos de
problema una vez que sus grandes embarcaciones hu Agripa, así que trasladó su bandera a un barco más
bieran alcanzado su máximo empuje. En el mar, ya ligero y logró desembarazarse de la presión.
podría elegir su curso. Mientras las naves de Agripa Las restantes naves de Antonio intentaban seguir
apenas comenzaran a aparejarse para zarpar, la flota de la idea original de Antonio y Cleopatra de abrirse
Antonio estaría ya camino de Egipto, o de Italia, aun paso entre el enemigo, más que de presentarle bata
que es poco probable que Cleopatra hubiera seguido lla. Sus tripulantes arrojaron las torres por la borda y
a Antonio a la segunda. alzaron nuevamente las velas, intentando romper lí
Pero Marco Antonio tuvo mala suerte. Hacia el neas y escapar por el hueco. El resultado fue desas
mediodía, una violenta brisa empezó a soplar en la troso. En la densa formación inicial, pensada por An
bahía. El vendaval provocó el desorden entre los bar tonio, la flota de Agripa no habría podido impedir la
cos de Antonio que, situados cerca del litoral y con las fuga. Pero una vez que los barcos de Antonio se ha
velas desplegadas, se vieron forzados a remar contra el bían dispersado, los de Agripa empezaron a destruir
viento sin éxito, pues su estrecha formación se sumió sus bancos de remos con los espolones. Al final, los
en la confusión. Como los remeros se esforzaban in efectivos de la flota de Agripa superaron ampliamente
MANDO Y CONTROL · 173
a los de Antonio que, desprovistos de jefe, terminaron Roma e Italia eran mucho menos vitales para el
por rendir sus 300 naves supervivientes a Agripa y imperio de lo que fueron en tiempos de Aníbal, o de
Octavio. En su mayor parte no creían que Antonio Augusto, pero el antiguo trono de poder seguía con
hubiera escapado. Sufrieron 5.000 bajas, unas pérdi servando la mística de la posesión que daba a su due
das importantes pero no abrumadoras. Los coman ño un gran valor moral. En el año 306 era de Majen-
dantes de Antonio aceptaron la derrota cuando vie cio, hijo de uno de los cuatro emperadores originales
ron que no podían conseguir nada mejor. de Diocleciano. Los demás soberanos del mundo ro
Los supervivientes de la flota de Antonio y Cleo mano se movieron para expulsarle de la capital, pero
patra, unos 60 barcos, llegaron a Alejandría. Antonio ésta había sido fortificada en el año 271 por el empe
viajó durante todo el tiempo sentado en la proa del rador Aureliano, y cuando Galerio invadió Italia en el
Antonia, con la cabeza hundida entre las manos. La ro 307, Majencio y sus tropas se mantuvieron detrás de
tura del frente había salvado la quinta parte de la flo las defensas y dejaron que Galerio atacara sin fruto. La
ta, y Antonio debía estar temiendo la deserción de las prudencia permitió a éste retirarse a tiempo de una si
legiones dejadas atrás, que seguirían a Octavio, lo que tuación desesperada, pero Majencio, cuya experiencia
sucedió una semana después de la derrota. Cuando militar, como la de Octavio, era limitada, tenía un
Octavio llegó a Alejandría unos meses más tarde, la ar precedente estratégico como modelo cuando hizo
mada superviviente se rindió a él tras un breve force frente a su siguiente desafío, en el año 312. La mayor
jeo, al igual que el último ejército de Antonio. Este y parte de lo que conocemos de esta batalla procede de
Cleopatra unieron su destino quitándose la vida, des la historia religiosa de Eusebio.
pués de que el plan de Cleopatra de escapar fuera del El tercer retador de Majencio fue Constantino,
mundo romano hacia el mar Rojo se esfumara junto que por la marcha de los acontecimientos parecía
a los barcos que había logrado arrastrar hasta allí, que haber leído historia. Siempre hay formas de asegu
mados por los árabes de Petra. Como Antonio y Agri rar las zonas de retaguardia que no obligan a dividir
pa bien sabían, Cleopatra no podría mantener Egip el ejército. El método empleado por Constantino
to con los recursos de todo el Imperio Romano en su para proteger sus pertenencias en Galia y Britania
contra. fue un ejemplo de buen gobierno. Perdonó los im
Antonio y Cleopatra, amantes y aliados, se en puestos, trató bien a la gente y se protegió de ame
contraron, se separaron y perdieron la batalla y la nazas del exterior antes de decidirse a luchar por el
vida. Agripa conservó honores y estima hasta su imperio. Las demás provincias, al ver el buen hacer
muerte en el año 12 a.C. Octavio, que había sabido de Constantino en una parte del imperio, sintieron
dónde conseguir las aptitudes de las que él carecía, menor motivación para oponerse a su poder sobre el
reinaría como el emperador Augusto sobre el mun conjunto. Además, Majencio le brindó insensata
do romano hasta su fallecimiento en el año 14 d.C. mente un contrapunto, al buscar la gloria militar
con la brutal represión de una pequeña revuelta en
Puente M ilvio Africa, seguido de un saqueo a gran escala de la pro
El emperador Diocleciano había llegado a la con vincia por el emperador y sus fieles. El Senado ro
clusión de que el Imperio Romano era demasiado mano proporcionaba por entonces un ligero manto
grande, bajo las presiones que terminarían por des de legitimidad al emperador militar, pero Majen
truirlo, para ser gobernado por un solo hombre. En cio lo perdió incluso con la persecución de los se
el año 293 d.C., lo dividió en una «tetrarquía» de nadores sospechosos y exacciones impredecibles de
cuatro distritos, con dos emperadores augustos y los ingresos. El dinero es esencial en la guerra, pero
dos césares que la gobernarían y protegerían. Ha puede ser más difícil de conseguir que los beneficios
bían pasado varios siglos desde Accio y las luchas que proporcionará una vez obtenido.
por el gobierno único del imperio, pero el razona Constantino emuló a Julio César al usar galos
miento administrativo de Diocleciano pasó por alto como apoyo en su avance sobre Roma. También imi
la clara consecuencia histórica de que los soberanos tó al más famoso enemigo de Roma en la velocidad
de los distintos fragmentos del imperio lucharían de su ataque hacia el sur. Aníbal había demostrado
entre sí para convertirse en señores de todo. que un ejército podía cruzar los Alpes con celeridad
174 o T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
Puente Milvio
312 d .c.
(p Puente Milvio
uno de los principales
puntos para cruzar el
Tiber. Aparece destruido
por orden de Majencio
antes de la batalla.
176 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
y mantener su eficacia. Constantino desplazó a sus bía la posibilidad de que otro aspirante atacara las
tropas leales desde la Galia sobre las últimas rutas im bases de apoyo de Constantino, o llegara en auxilio de
periales a través de los pasos y se presentó en Italia an Majencio en una alianza de construcción de imagen
tes de que Majencio pudiera reaccionar. Recordando y al «rescate» de la Roma eterna. Sin embargo, tales
la «rapidez» {celeritas) que había entregado Roma a esperanzas eran tenues, y más de un emperador había
Julio César, Constantino se trasladó velozmente ha perdido la vida cuando los pretorianos optaron por
cia la capital, con un ejército de apenas la cuarta par modificar sus lealtades en favor de un aspirante en
te del tamaño del que Majencio tenía a su disposi el que veían a un probable vencedor. Todo lo anterior
ción. Constantino derrotó a una fuerza de caballería puede explicar por qué Majencio tomó la decisión, fa
en Turin, cerca de los pasos, y destruyó al ejército del tal y por lo demás inexplicable, que siguió.
norte de su rival en Verona. Constantino, a su vez, necesitaba un medio para
Las presiones empezaron a hacer mella en Ma unir e infundir ánimo a sus tropas, incapaz como era
jencio. Cuando su menguado ejército intentaba reti de reclamar una «sucesión legítima» al puesto de em
rarse a Turin, esta ciudad le cerró la puertas y se pasó perador según el sistema de Diocleciano. Descubrió
al bando de Constantino. Majencio había deposita al Dios cristiano, o Dios le encontró a él, en la vi
do su fe en una nueva arma en el campo de batalla, sión de una cruz que cruzaba por delante del sol, un
la caballería pesada con armadura, que los persas ha fenómeno que, naturalmente, puede suceder en con
bían empleado con gran éxito contra los ejércitos diciones atmosféricas apropiadas. Después de esta
convencionales romanos como el de Constantino. sorprendente revelación, Constantino contaría más
Éste, sin embargo, mostraba la flexibilidad de Ale adelante a un biógrafo un sueño en el que el Dios de
jandro, al dividir sus fuerzas frente a las cargas de la los cristianos, tan largo tiempo perseguidos, le mos
caballería, dejándolas pasar entre sus unidades y ac tró la letra griega ch i atravesada por una rho, y le dijo:
tuando contra ellas cuando regresaban para unirse a «Con este signo vencerás» {In hoc signo, vincerè). Aun
sus formaciones. El mejor general de Majencio, y el que sólo fuera por su notable persistencia frente a
más leal, Rufo Pompeyano, había sido comandante una larga y extensa persecución en el imperio, los
de la guarnición de Verona. Constantino derrotó de cristianos habían pasado a erigirse en una fuerza mo
nuevo a la caballería pesada de Pompeyano en Bres ral en el mismo. Los soldados de Constantino acep
cia. El ejército de Majencio formó una línea de bata taron la revelación del general y pintaron el emblema
lla más larga en Verona con el fin de envolver a la pe en sus escudos. El ejército de Constantino tenía la
queña fuerza de Constantino. Tan adecuada era la victoria y la visión de su parte, y rápidamente se des
instrucción recibida por los soldados de éste que con plazó al sur siguiendo la antigua Via Flaminia, que
virtieron una línea de dos en fondo, en una y ancha lí cobró fama durante las guerras púnicas.
nea justo antes de entrar en combate con los hombres Lo que le costó la vida a Majencio fue un ataque
de Majencio, a los que vencieron en una batalla que mortal de dudas. Por la importancia del «rey» como
duró hasta la caída de la noche y que contempló la figura central de la contienda, aquello le llevaría a la
muerte de Pompeyano. El arma secreta de Majencio derrota definitiva. Según la crónica general, el ancho
y su mejor general habían resultado inútiles contra el puente de piedra sobre el Tiber, el Pons Milvius,
último hombre que reclamaba el título de emperador. había sido cortado con la intención de retrasar el
Ante estos reveses, Majencio siguió al principio ataque de Constantino y de obstaculizar sus líneas
la estrategia que le había funcionado contra Galerio. de suministro durante el largo y previsible asedio a
Tenía en Roma grandes graneros y depósitos de ali Roma. Aquella destrucción habría tenido sentido si
mento; fueron llenados para resistir un largo asedio, Majencio hubiera optado por quedarse donde esta
en el curso del cual las tropas de Constantino ten ba. Sin embargo, decidió presentar batalla al otro
drían que resistir el descorazonamiento o la deser lado del Tiber, en un lugar llamado Saxa Rubra, y
ción. Majencio se había ganado la lealtad de la Guar para ello hizo construir un pontón de madera con el
dia Pretoriana de Roma, y estos hombres, todos ellos fin de formar su línea de batalla. La ansiedad de su
soldados de elite, mantendrían la ciudad bajo su obe comandante y un súbito cambio de estrategia se de
diencia mientras siguieran siendo fieles. Además, ca jarían sentir en los soldados de Majencio.
MANDO Y CONTROL · 177
El 28 de octubre del año 312, los soldados de zante para todo el imperio. Tenía que vengar la de
Constantino, motivados y curtidos en batalla, aplas rrota de su padre en Maratón durante una campaña
taron a las tropas de la guarnición de Majencio, y el expansionista. Atenas fue incendiada, pero no dejaría
resultado fue una angustiosa huida de los defenso de interferir en el Asia Menor, a un gran coste para los
res por el puente de piedra de Pons Milvius o por la persas sucesores de Jerjes, y no fueron las derrotas de
estructura del pontón de madera. Ambas vías lle Salamina y Platea lo que había buscado Jerjes con sus
varon a la catástrofe, pues el puente de madera se tropas, su tiempo y su tesoro. El oro que pagó por la
hundió bajo el peso de los fugitivos y Majencio flota espartana en Egospótamos fue más dañino para
se ahogó con la armadura puesta. Sólo su cabeza vol Atenas a largo plazo, y si los griegos lograron la li
vió a Roma al día siguiente, bertad con su sangre duran
cuando Constantino la exhi te la invasión, la vendieron a
bió en el extremo de una «... M ediante las peculiares virtudes los persas en el curso de sus
lanza como testimonio de su propias guerras intestinas.
victoria y de la decisiva su de su constitución y su aptitud para Alejandro tenía una am
perioridad de su mando. mantenerse vivos, [los romanos]... bición sin límites, y el genio
y los medios para cumplirla.
Conclusión en unos pocos años se hicieron No pidió a sus ejércitos más
El acento en los medios pol de lo que él estaba dispuesto
dueños de todo el mundo.»
los cuales los comandantes a dar, pero sus hombres per
de los ejércitos alcanzan la POLIBIO dieron la voluntad de seguir
victoria resulta útil, pero el adelante en las conquistas, y
interés final de todo análisis el imperio de Alejandro se
sobre el generalato debe sustentarse en los resulta deshizo cuando su cuerpo, víctima de las heridas y
dos. La guerra organizada es en sí un proceso que se de la enfermedad, no pudo ya ser cobijo de la po
inicia con un fin pretendido; como recalcó Clause- derosa mente que había vencido en Gaugamela con
witz, es la prolongación de la política por otros me tanta brillantez. Filipo V era menos brillante, y sus
dios. El ensalzamiento o la crítica de un coman oponentes considerablemente más sabios que Darío,
dante puede expresarse mejor en términos del éxito y Quíos garantizó que el soberano no fuera más que
de la persona al conseguir la meta por la cual había un ancla entre los cadáveres de sus marineros. Rodas
ejercido el mando. y Pérgamo, que mantuvieron su independencia de
En Kadesh, Ramsés logró infligir grandes daños Filipo, no lo lograron cuando llegó el pujante Im
al ejército hitita, con el riesgo considerable, e inad perio Romano.
vertido, de perder la corona y la vida debido a su El odio de Aníbal por Roma y su genio militar se
credulidad ante la historia que le contaron dos espías expresaron en tres de los peores desastres sufridos
apresados. Con un coste notable en tiempo y teso jamás por los romanos, pero estos triunfos no fue
ro, y con la sangre de los dos ejércitos, Ramsés se ron sino la antesala de su derrota final, en Zama, a
aseguró un tratado de paz y seguridad en su fronte manos de un hombre al que enseñó con su propio
ra norte, por no mencionar la estela erigida para ri ejemplo. Antonio y Octavio pugnaron por un man
valizar con la gloria militar duradera de Tutmosis do en solitario, y la lealtad del experto Agripa se de
III y los demás faraones militares. Desde nuestra mostró al cabo superior al talento natural de Anto
perspectiva, sin despreciar otras opiniones, la bata nio, para dar a Octavio la victoria. Constantino
lla fue un triunfo, vista ahora desde el brillante pro había aprendido del pasado, y lo aprovechó; Ma
yector del análisis moderno. jencio cedió bajo la presión y pereció. Los medios
Jerjes había protagonizado hazañas prodigiosas de dirigidos a un fin son tan variados como los pro
organización y suministro al movilizar al inmenso pios objetivos, pero un buen mando y control de
ejército que envió a Grecia. Su deseo era someter a los una fuerza armada es uno de los elementos que per
democráticos helenos y poner fin a las revueltas que miten al comandante alcanzar los fines últimos pol
interferían en sus dominios, con ánimo ejemplari los que se libra la batalla.
1
GUERRA
DE ASEDIO
L
as palabras del poeta francés del siglo XVIII
Chevalier de Bonnard se refieren, evidente
mente, al asedio más célebre de todos los
tiempos, la lucha de diez años que mantuvieron
griegos y troyanos ante las murallas de Troya, na
rrada por Homero en La Ilíada. Desde los tiempos
en que la humanidad empezó a sitiar las ciudades,
nació el asedio como una forma de arte de la guerra.
Uno de los fines principales del primer desarrollo de
las ciudades era la defensa, como ilustra la gran can
tidad de asentamientos tempranos en terrenos pro
tegidos por defensas naturales, como las cimas de
los altozanos, y el aspecto de las ciudades amuralla y sus pioneros en Europa fueron los griegos de Sici
das muy poco después de que se fundaran los pri lia, quienes la adoptaron a partir de la colonia fenicia
meros grandes centros urbanos en el Cercano de Cartago y mantuvieron una presencia militar en la
Oriente, en el V milenio a.C. Además, la cita de mitad occidental de la isla. Dionisio I, tirano de Si
Bonnard ilustra cómo, ya en aquellos tiempos, estos racusa (405-367 a.C.), reunió a ingenieros de todo el
lugares eran casi imposibles de conquistar. No im mundo griego y aprovechó su experiencia para desa
porta mucho saber si existió realmente una guerra rrollar la primera artillería de asedio. Los arietes y las
entre los griegos micénicos y los troyanos; La Ilíada, torres usados en primer lugar por los asirios recibie
escrita en torno al año 750 a.C., sirve aún para de ron el apoyo de fuertes catapultas dobles. Dionisio
mostrar que, hasta el siglo VIII en el Próximo Orien utilizó esta nueva tecnología para hacerse con el do
te y hasta el V en Grecia, los ejércitos no tenían otro minio en toda Sicilia y convertirse en el griego más
modo de tomar un centro urbano fortificado que no poderoso de su tiempo.
fuera asentarse fuera de las murallas y privar de su Filipo II de Macedonia (359-336 a.C.) com
ministros a sus ocupantes hasta la rendición. Así, prendió la importancia de la tecnología de asedio y
Grecia se desarrolló en un mosaico de poleis («ciu transmitió su conocimiento a su hijo Alejandro, que
dades-estado») amuralladas independientes, ya que la aprovechó para abrir las murallas de las ciudades
los ejércitos podían derrotarse unos a otros en el desde Grecia hasta la India. Adoptada por sus suce
campo abierto, pero no tenían ningún modo fiable sores, que lucharon según su legado, la tecnología de
de tomar las ciudades. Los estados ganaban dispu asedio griega alcanzó su punto culminante en las
tas y, a veces, territorios a sus vecinos, pero carecían guerras del siglo III. Los defensores dejaron de tener
de la capacidad de tomarlos completamente, ya que ventaja sobre los atacantes en los asedios, y al final
no podían derribar sus murallas. Grecia mantuvo el equilibrio se restableció. Como consecuencia, a
este estado de división hasta mediados del siglo IV partir de este momento, las fortificaciones defensi
a.C., cuando se unificó bajo la égida de Filipo II de vas griegas empezaron a mejorar espectacularmente.
Macedonia, no por coincidencia el primero que do Desde entonces, la tecnología de asedio ofensiva y
minó el arte de la guerra de asedio o poliorcética. defensiva empezó a desarrollarse a la par, con me
Las dificultades de tomar las ciudades explican, joras en los ingenios de guerra que tuvieron como
de manera poco sorprendente, que para protegerse resultado una mejora en las defensas, y a la inversa.
de las fuerzas hostiles y conservar la vida y la perso
nalidad social, los hombres se congregaran en ciuda Herencia romana
des desde tiempos antiguos. Al ser tan fácilmente Éste es el legado que recibió Roma. Al principio, los
defendibles, cualquier estado imperialista que pre romanos, como los griegos, sólo podían sitiar una
tendiera mantener un dominio firme y duradero so ciudad fortificada acampando fuera y privando a los
bre un imperio tenía que encontrar el modo de re moradores de todo suministro hasta que se rindie
ducir la ventaja de que disfrutaban estas fortalezas ran por hambre. Pero gradualmente, a lo largo del
urbanas. El primer estado que desarrolló una tecno siglo III, conforme se incrementó su contacto con los
logía para derribar murallas fue también el primer griegos del sur de Italia y Sicilia, empezaron a adop
gran imperio del mundo. En el siglo XII a.C., los asi tar la tecnología de asedio helénica. Aunque los ro
rlos emergieron como potencia dominante en el Pró manos no fueron nunca tan inventivos como los grie
ximo Oriente. Su supremacía se fortaleció con la in gos en el diseño de nuevas máquinas, mejoraron
vención de máquinas diseñadas para romper murallas significativamente los modelos existentes. De este
y darles acceso a las ciudades. Sus oponentes no po modo, desarrollaron el tren de asedio más temible
dían ya ocultarse tras sus muros protectores. Las to del mundo antiguo, y en la cima del poder romano
rres de asedio y los arietes asirios les permitieron con en los dos primeros siglos de la era cristiana, no había
servar el poder hasta el siglo VII a.C. Su tecnología de ciudad o fortaleza que se les resistiera. Desde este mo
asedio pasó desde el Cercano Oriente al Mediterráneo mento, la tecnología de asedio romana comenzó a
occidental a través de los fenicios. En este sentido, la declinar, con máquinas de diseño cada vez más sen
tecnología de asedio circunvaló la Grecia continental cillo y, en cierto modo, menos eficaces. No obstante,
siguieron sobresaliendo en arquitectura defensiva, y de asedio no tuvieron parangón hasta entrado el si
esta habilidad fue en gran medida responsable del glo XIII, y poco después la llegada de las armas de
éxito en la contención de los diversos invasores ex fuego modificaría todos los aspectos de la guerra.
tranjeros durante un tiempo considerable. Esta tec Por tanto, el asedio en la Antigüedad ocupa uno de
nología desaparecería en el siglo VI d.C., para ser re los puntos culminantes de la aplicación de la cien
descubierta en el XIII, cuando tuvo gran influencia cia, la tecnología, la ingeniería y la logística en la
en el desarrollo del castillo de la Baja Edad Media. historia bélica.
El propósito de este capítulo es ilustrar el ori
gen y el desarrollo de las técnicas de la guerra de Los orígenes de la poliorcética
asedio, desde un punto de vista tanto ofensivo como El primer asentamiento amurallado del mundo fue
defensivo. Describe sus inicios en el siglo VIII a.C. en la pequeña ciudad de Jericó, situada apenas a unos
el Próximo Oriente, hasta la 10 km al norte de la costa
caída del Imperio Romano del mar Muerto en la anti
de occidente en el siglo V «Con la batalla y la matanza gua región de Canaán, en el
d.C. El primer apartado ex territorio del moderno Israel.
plora los orígenes de la po- asolé la ciudad y la tomé; p a sé p o r Los muros del lugar se han
liorcética y se centra en el si la espada a 3.000 de sus datado en el VII milenio a.C.
tio en Laquis en el año 701 Los eruditos modernos han
a.C. La tecnología asiría uti guerreros; m e apropié de sus conjeturado que la cons
lizada en este asedio fue despojos y sus posesiones, de sus trucción de murallas alre
adoptada gradualmente en dedor del asentamiento
el Mediterráneo, y desde el vacas y sus ovejas. » respondió a dos razones
Cercano Oriente pasaremos A ssurnasirpa l I I principales. En primer lugar,
a examinar el arte del asedio los muros se levantaron
en la Grecia helenística, re como defensa contra las ar
curriendo a los sitios de Siracusa (416-413 a.C.) y mas arrojadizas que, en este momento de la historia,
Rodas (305-304 a.C.) como ejemplos, respectiva eran principalmente el arco y la flecha. La segunda
mente. En el siglo II, los romanos asumieron el man razón es el desarrollo de la agricultura sedentaria.
to de principal potencia militar del Mediterráneo, y Las dos están íntimamente relacionadas, ya que la
llevaron la guerra de asedio a su cúspide dentro del protección contra los proyectiles sólo era posible
mundo antiguo. El triunfo final de Julio César en la una vez que los seres humanos hubieron adoptado
Galia en el sitio de Alesia en 52 a.C. fue la cima de la vida sedentaria y empezaron a cultivar y pastore
la tecnología de bloqueo romana, mientras que la ar en lugares fijos, lo que les daba ocasión de em
victoria en el asedio de Masada (73-74 d.C.) fue prender obras defensivas permanentes.
uno de los mayores logros de la logística y la inge Jericó estaba fortificada mucho antes que la ma
niería militar de Roma. Esta última remite asimis yoría de las poblaciones amuralladas. Su primer re
mo al capítulo del Próximo Oriente, que es tam cinto de murallas se erigió a principios del Neolíti
bién escenario de nuestro estudio del asedio en las co, mediante herramientas de piedra. Al parecer, los
postrimerías de la Edad Antigua. Aquí, nos centra 2.500 habitantes de Jericó fueron desplazados en
remos en la derrota de los romanos ante los persas torno al año 6800 a.C., cuando otro pueblo del Pa
sasánidas en el sitio de Dura Europos en el año 256- leolítico ocupó la ciudad. Es dudoso que un pueblo
257 d.C. Sin embargo, aun antes de este momento, que se asentó en el lugar el tiempo suficiente para
la tecnología del asedio se iba perdiendo, al menos construir murallas lo abandonara sin más, y por tan
en el Mediterráneo, a la vez que había cada vez me to parece improbable que se diera el caso de que
nos artesanos, y menos diestros, que construyeran otro pueblo simplemente tomara posesión de una
los complejos ingenios necesarios, y a mediados del ciudad vacía. Así, aunque no existen evidencias de
I milenio de la era cristiana el declive se acentuó. una batalla, tal vez aquél fuera el resultado del pri
Las técnicas de los antiguos para realizar una guerra mer asedio del mundo, ya que parece poco probable
182 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
que el enclave hubiera sido tomado en su totalidad sin embargo, es probable que entablaran contacto
sin lucha. A su vez, este pueblo fue obligado a aban con algunos lugareños, que traicionaron a su ciudad
donar Jericó en el año 4500 a.C., y los nuevos ha y abrieron las puertas, pues de lo contrario es difícil
bitantes permanecieron en la población hasta que comprender por qué merecen esa mención. A conti
fue destruida alrededor del año 1325 a.C. Es dudo nuación, la ciudad fue destruida hasta los cimientos,
so que esta destrucción fuera consecuencia del fa y todos sus habitantes, pasados por la espada.
moso asedio de Jericó por el rey israelita Josué, se Con independencia de su autenticidad, el relato
gún se describe en la Biblia {Josué 6, 1-25). Los bíblico del sitio de Jericó no describe nada inverosí
estudiosos de los textos sagrados han dudado sobre mil y puede aceptarse como una recreación fundada
la autenticidad histórica de aquel asedio, así como de un asedio del final de la Edad del Bronce en el
sobre otros muchos de los aspectos militares, en ge Cercano Oriente. El hecho de que Yahvé (Dios) tu
neral, del Libro d e Josué. Asimismo, la violenta con viera que intervenir para derribar los muros de la
quista de Canaán por los israelitas no tuvo lugar ciudad sirve sólo para subrayar que los israelitas ca
hasta al menos dos siglos después de la destrucción recían de armas de asedio. Al no tener medios para
en torno al año 1325 a.C., momento en el cual la derribar las murallas, los israelitas intentaron rendir el
ciudad había sido abandonada. lugar por hambre. Además, o tal vez cuando esta tác
No obstante, la crónica de la destrucción de Je tica fracasó, enviaron espías al interior de la población
ricó por los israelitas en el Libro d e Josu é constituye y la tomaron desde el interior. Sencillamente, no ha
nuestro relato escrito más antiguo de un asedio. bía ningún otro medio para conseguir acceso a una
Con independencia de su veracidad, revela varios ciudad fortificada que no fuera el bloqueo y la ren
aspectos de la guerra de asedio de la Edad del Bron dición, el asalto, la zapa y el engaño. Parece, por tan
ce en el Cercano Oriente. El sitio era muy conoci to, que esta crónica puede considerarse típica de cual
do, probablemente, por el viejo cántico cristiano quier asedio anterior al siglo IX a.C. y al desarrollo
inspirado en él; el coro dice: «Josué luchó en la ba
talla de Jericó; y las murallas se desplomaron».
De hecho, las murallas no se desplomaron, al
menos no hasta que la ciudad fue destruida desde el
interior. Lo que sabemos es que, en aquel tiempo,
los israelitas (o cualquier otro pueblo, no importa
mucho cuál para este análisis) dominaban ya la tec
nología del asedio. El Libro d e Josu é describe al ejér
cito israelita marchando alrededor de la ciudad, lo
que significa probablemente que rodeó las mura
llas, o acaso vigilaba el perímetro, para impedir que
llegaran nuevos suministros y someter así la guar
nición por hambre. Al final, la ciudad fue tomada
mediante una treta, ya que Josué introdujo a dos
de sus hombres en la ciudad, y éstos se escondieron
en la casa de una prostituta. La narración no deta
lla cuál era el cometido de aquellos dos hombres;
que la capacidad para construir obras de asedio efi mente todavía en el bloqueo y el asalto. Aunque es
caces era una parte necesaria del arsenal de guerra de cierto que algunas potencias bien organizadas po
todo general. Sin embargo, aquellos ingenieros no dían arreglárselas muy bien en los cercos de ciuda
servían sólo a los atacantes; como se ha indicado des, lo normal es que el triunfo llegara sólo cuando
anteriormente, el éxito de las nuevas técnicas ofen los atacantes tenían las capacidades logísticas preci
sivas en la guerra de asedio trajo consigo mejoras sas y el número de efectivos para sitiar la ciudad
en las fortificaciones. A finales del siglo XVIII a.C., hasta que se rindiera. Las urbes pequeñas caían sin
un número creciente de ciudades empezaron a ser duda víctimas de las máquinas y los asaltos directos,
rodeadas por fosos; hicieron su aparición dobles e pero tomarlas era un asunto largo y agotador. La
incluso triples murallas con mayor número de to tecnología tenía un papel cada vez más importante,
rres; las ciudades pasaron a incluir ciudadelas en al si bien la ventaja recaía aún en los que estaban per
tozanos, también amuralladas; frente a las fortifica trechados tras los muros, con lo que los asedios
ciones se dispusieron pendientes de tierra o piedra, triunfales exigían tremendos esfuerzos de los ata
para obstaculizar el uso de escalas de asalto y la la cantes. Esta tendencia no iba a cambiar hasta que
bor de los zapadores y las torres que se acercaban a emergió una potencia capaz de desarrollar asedios a
las murallas; las entradas se fortificaron poderosa gran escala, con la aptitud para capturar ciudades
mente y a veces se elevaban sobre el suelo, con ac muy bien fortificadas no mediante el bloqueo, sino
ceso únicamente a través de rampas, y las puertas por el asalto directo con obras complejas y múltiples
que cubrían estas entradas se sofisticaron, usando máquinas. En el siglo XII a.C., surgió una potencia
una serie de muros superpuestos o dobles entradas de estas características, que fundó el primer imperio
con una viga transversal. Por último, para combatir basado en el asedio. Eran los asirios.
contra las máquinas de asedio, los defensores idea
ron una certera innovación: las flechas incendiarias. La poliorcética entre los asirios
Las nuevas técnicas de asedio fueron utilizadas Los asirios se conocen en la historia como un pueblo
primeramente con profusión por el pueblo hurrita. amante de la fuerza bruta, con una férrea organiza
En los siglos XVI y XV a.C., los hurritas surgieron ción militar, al que cabe atribuir varios avances en la
para formar una confederación que unió a los esta tecnología bélica. Por encima de todo, los asirios son
dos del norte de Mesopotamia y Siria. Aunque nun recordados por su carácter despiadado y atroz. Crea
ca estuvieron lo suficientemente organizados para ron el primer gran ejército del mundo, y también el
fundar un gran imperio, fueron los primeros sobe primer gran imperio. Para ello contaron con dos fac
ranos del mundo cuyo poder se basaba exclusiva tores: su superior preparación para la poliorcética y su
mente en su capacidad para derribar o asaltar vic confianza en un terror puro y total. La política asiría
toriosamente las murallas de sus enemigos. Su reclamaba siempre adoptar acciones ejemplarizantes
habilidad y su tecnología eran legado de los hititas, con quienes se les resistieran; ello incluía deportacio
un pueblo de Anatolia que erigió un imperio que in nes de pueblos enteros y pavorosos castigos físicos.
cluía buena parte de Asia Menor, Palestina, Siria y Una inscripción en un templo de la ciudad de Nim
el norte de Mesopotamia. Diestros en el campo de rod recuerda el destino de los jefes de la ciudad de
batalla y bendecidos por una serie de magníficos ge Suru, en el río Eufrates, que se rebelaron y fueron
nerales, tenían también la habilidad, la organiza sometidos por el rey Assurbanipal (668-626 a.C.).
ción, la logística y la persistencia necesarias para «Construí un pilar en la puerta de la ciudad, y deso
plantear grandes asedios y salir victoriosos. Ya no llé a todos los jefes de la revuelta, y cubrí el pilar con
bastaba con que un ejército vencido se retirara sen su piel; a algunos los emparedé, a otros los empalé
cillamente dentro de su ciudad y se ocultara detrás con estacas». Estos castigos no eran infrecuentes. Por
de las murallas. otra parte, las inscripciones que registran estos actos
Los métodos para quebrar estos muros se refi- crueles de punición se mostraban por todo el impe
naron progresivamente, pero en el siglo XVI a.C. el rio a modo de advertencia. Sin embargo, esta cruel
equilibrio seguía decantándose firmemente del lado dad oficial pareció tener un efecto contrario: aunque
de los defensores. Los cercos se basaban principal los asirios y su ejército eran respetados y temidos,
186 ® T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
ante todo despertaron odios, y los súbditos de su im quier punto de las defensas. Estas operaciones tení
perio mantuvieron un estado casi constante de rebe an la cobertura de masas de arqueros, que eran el
lión. A lo largo de gran parte de la historia siria, este núcleo de la infantería. Pero el orgullo de los cercos
hecho tuvo el efecto positivo de dar al ejército un nú asirios eran sus máquinas. Éstas consistían en torres
cleo de tropas altamente experimentadas y de ubi de madera de varias alturas con cuatro ruedas y una
carlo en una situación de perpetua presteza dis torreta en la parte superior, con uno, o a veces dos,
posición para el combate. Sin embargo, la guerra arietes en la base. Estaban cubiertas de cuero y lona
constante terminó por ago para protegerlas de las flechas
tar la fuerza humana de Asi incendiarias y también con
ría; poco después de que el
«Construí un p ilar en la puerta de taban con numerosos orifi
imperio hubiera alcanzado su la ciudad, y desollé a todos los jefes cios para que los arqueros
cénit a mediados del siglo asaetearan y abatieran a los
Vil a.C., empezó a derrum de la revuelta, y cubrí el pilar con defensores de las murallas. El
barse. Como consecuencia su piel; a algunos los emparedé, a movimiento de avance se de
del inmenso aborrecimiento bía a la fuerza de soldados
que los pueblos sentían hacia otros los em palé con estacas.» que empujaban la torre por
los asirios, las primeras grietas A ssu rba n ipa l I I
detrás, o de animales tiran
aparecidas se aprovecharon a do de cuerdas atadas a los
toda prisa, y el final fue brus postes por delante de la to
camente veloz. En el último cuarto del siglo vil a.C., rre, y después enlazados a la parte trasera de la má
casi todo el imperio se encontraba en rebelión; no quina. Sobre ésta se desplazaban varios arqueros; los
eran sólo luchas por la libertad, sino guerras de ven que accionaban los arietes; los hombres que usaban
ganza. En el año 612 a.C., una coalición de rebeldes grandes ingenios a modo de palas con agua para lu
tomó la capital del imperio, Nínive, y la incendió char contra el fuego; y soldados que manejaban pos
hasta los cimientos. Según la Biblia (Nabum 3, 7), el tes con garfios en el extremo para volver a colocar las
sentimiento que despertó en todo el Cercano Orien cadenas que desmontaban los enemigos para desac
te como uno de los imperios más brutales del mun tivar los arietes. Dado que los relieves asirios no es
do condujo a un final dramático: «¡Asolada está Ní tán a escala, es imposible conocer las dimensiones
nive! ¿Quién tendrá piedad de ella?». exactas de estas torres, aunque las estimaciones mo
Más que ningún otro, el ejército asirio sobresalió dernas las sitúan entre 8 y 10 m.
en la guerra de asedio, y fue probablemente la pri Las torres se llevaban muy cerca de la muralla y
mera fuerza que tuvo un cuerpo propio de ingenie entonces se hacía funcionar el ariete, tal vez atrave
ros. Se desconoce la fecha exacta en que los asirios sando el foso, mientras los arqueros despejaban las
adoptaron máquinas de asedio. Sin embargo, en el si almenas. A veces la torre llevaba un puente levadi
glo VIII a.C. se habían convertido en maestros del zo que depositaba a la infantería en la parte superior
arte de la poliorcética, como revela la creciente im de la muralla enemiga, aunque no parece que esta
portancia de los asedios en varios relieves laudatorios solución se haya utilizado a menudo. El ingenio al
e inscripciones halladas por todo el imperio. El asal canzaba su carácter más mortífero cuando se com
to era la táctica principal frente a las ciudades forti binaba con una rampa de asedio; después de levan
ficadas del Cercano Oriente. Los asirios desarrollaron tar un montículo de tierra hasta la mitad de la altura
una gran variedad de métodos para romper las mu del muro enemigo, los asirios lo cubrían con losas de
rallas enemigas: emplearon zapadores para socavar piedra, dando a la torre una superficie lisa para des
los muros o prender fuego a las puertas de madera, plazarse. Entonces se llevaba el ariete hacia las par
y prepararon rampas para que los hombres treparan tes media y alta de la muralla, que solían ser menos
hasta las almenas o intentaran abrir una vía en la sólidas. Los asirios fueron, probablemente, el pri
sección superior de los muros, allí donde tenían me mer pueblo que dispuso de torres de asedio combi
nos grosor. Las escalas móviles permitían a los ata nadas con rampas, una táctica que tendría gran in
cantes saltar los fosos y acceder rápidamente cual fluencia en los romanos varios siglos más tarde.
GUERRA DE A S E D I O » 187
E l s i t i o d e L a q u i s (7 0 1 a .C .);
este relieve del palacio de
Senaquerib se encuentra boy en el
Museo Británico. Esta parte
muestra a arqueros egipcios, con
sus escuderos acompañantes,
disparando contra los muros de
Laquis mientras un ariete con
torre asalta los muros
ascendiendo p o r una rampa. Por
debajo, los hombres intentan
socavar los cim ientos de la
muralla. Los habitantes pagaron
un terrible precio p o r su
resistencia; en la imagen se ven
varios prisioneros empalados.
fenicios en el siglo vil a.C.; su colonia en Cartago sin mejoras importantes en los diseños existentes.
crearía un imperio marítimo propio en el Medite En cuanto a los griegos, no disponían de la mayor
rráneo occidental, y entraría finalmente en conflic parte de esta tecnología. En la primera mitad de
to con los griegos, que habían colonizado el este de este período, la ciencia griega no había progresado
Sicilia. Fue entonces, en el siglo V a.C., cuando los lo suficiente para hacer viable la construcción de es
helenos se vieron enfrentados por primera vez a má tas grandes máquinas. Los cartagineses, nueva fuer
quinas diseñadas específicamente para el cerco de za del Mediterráneo occidental, habían conseguido
ciudades. Y aunque su adaptación al mundo griego esta tecnología por su herencia fenicia. Sin embar
fue lenta, cuando se completó dio paso a una nue go, el arte del asedio cayó ampliamente en desuso
va revolución en la tecnología del asedio, llevando debido al carácter marítimo de aquel imperio y a
este arte hacia nuevas cumbres. que las ciudades se encontraban en Africa. Cerdeña
y España apenas tenían fortificaciones. Esta situa
Primeras guerras griegas de asedio ción cambió únicamente cuando empezaron a hacer
El período transcurrido entre la caída de Asiría en el incursiones serias en territorio griego en Sicilia en
año 612 a.C. y el ascenso al trono de Dionisio I de los siglos VI y V a.C., y hubieron de enfrentarse a
Siracusa en el 405 a.C. vio un desarrollo muy esca fortalezas amuralladas. Aun así, correspondió a los
so de la ingeniería y la tecnología de asedio. La ex siracusanos, sus principales oponentes en Sicilia, en
periencia de los asirios se perdió en gran medida el sudeste de la isla, la creación de un renacimiento
durante este lapso. Aunque fue adoptada por los en la tecnología del asedio ofensivo. Durante fina
persas, la nueva gran potencia del Cercano Oriente, les del siglo V a.C., éstos empezaron a adoptar y a
éstos no pudieron aplicarla en todo su potencial, y mejorar enormemente las máquinas púnicas. En un
usaron las máquinas de forma un tanto dispersa, siglo, habían eclipsado todo cuanto existió ante
GUERRA DE A S E D I O · 189
riormente, y devolvieron la ingeniería a la vanguar fensas. Los muros de ladrillo del período arcaico (si
dia del arte de la guerra. glos V III a V I a.C.) habían dado paso, en el siglo V , a
Hasta que se produjo la revolución griega, en la estructuras de piedra con fortificaciones y almenas.
época imperaba la tecnología defensiva. La fortifi Estas murallas, pequeñas pero sólidas, se estaban am
cación había alcanzado su apogeo, y la tecnología pliando hasta proteger ciudades enteras, que des
ofensiva no era capaz de mantener su ritmo, o sim bordaron las murallas antiguas. En el centro había
plemente no existía. La fortaleza amurallada regía el una ciudadela amurallada, a menudo situada en una
modo de hacer la guerra en los siglos VI y V a.C. En colina, a la que los griegos llamaron acrópolis (lite
el Mediterráneo, los conflictos eran a menudo bre ralmente, «ciudad alta»). Estos conjuntos de fortifi
ves y sin consecuencias, en los que un ejército, si caciones fueron suficientes para mantener a raya a los
era derrotado en el campo de batalla, simplemente más resueltos atacantes durante más de dos siglos.
se retiraba detrás de sus murallas. Los vencedores, Las dos guerras del Peloponeso (460-445 y 431-
incapaces de tomar la ciudad, se contentaban con 404 a.C.) vieron a Grecia polarizada entre dos cam
devastar el territorio circundante antes de, a su vez, pos opuestos: Atenas y su imperio, y Esparta y la
retirarse. Las grandes guerras, por otra parte, dura Liga del Peloponeso. La segunda, aunque derrotó a
ban décadas, ya que la protección de los muros ha Atenas en tierra, no logró tomar la ciudad debido
cía que ninguno de los bandos pudiera dar al otro el a sus murallas y al poder de la armada ateniense,
«golpe de gracia». En consecuencia, en este período que mantuvo las líneas de suministro de la ciudad.
de continuo guerrear, las conquistas territoriales fue Sólo cuando los espartanos se equipararon a los ate
ron insignificantes, y gran parte del Mediterráneo si nienses en el mar lograron rodear Atenas y cortar los
guió siendo un mosaico de ciudades-estado inde suministros a la urbe. Estas guerras son típicas de un
pendientes. estado de ausencia de tecnología de asedio propio
La fortificación tampoco logró registrar ningún del período; un enemigo sin capacidad de romper
avance significativo en este período, pero ello se debe murallas no tenía otro medio que sitiar las ciudades
principalmente al hecho de que, en ausencia de una fortificadas privándolas de todo suministro hasta
tecnología ofensiva, no era preciso mejorar las de rendirlas por hambre.
Laquis
701 a. C. / D espués de varios días
_I_de san grien to co m bate, Γ
los asirio s en tran en la
En un intento de conquistar Judea, el rey asirio
Senaquerib (704-681 a.C .) puso sitio a Laquis y
Jerusalén. En Laquis, la ciudad fue prim ero
rodeada para cerrar la vía de escape. Después, se
adelantaron los arqueros; bajo la protección de
escudos gigantescos, abrieron paso en las m urallas
alm enadas. El rey aplicó entonces el m étodo asirio
de «prueba y error» e hizo construir una ram pa de
tierra cerca del muro enem igo, cubriéndolo con
p iedra p lan a y arrastrando una m áqu ina que
com binaba un a torre de asedio con un ariete. Los
asirios lanzaron asaltos en dos vías. La torre se
arrastró hacia arriba por la ram pa, y el ariete se
llevó contra la sección m edia de la m uralla. Los
arqueros de la torre despejaron las alm enas
m ientras los de tierra se acercaban al m uro para
cubrir el asalto de la infantería con escalas. La
luch a pudo ser intensa, y el asalto llevó
probablem ente varios días, aunque finalm ente los
asirios entraron en la ciudad. A unque Laquis cayó,
Jerusalén resistió, y al final Senaquerib fue
expulsado de Judea.
’ # '·: ψ Μ Λ· ■ '··
f e - - ·Μ ··^ ; · "sák 'I
■||Éi
El rey Senaquerib rodea,
la ciudad. Sus- árqutós
defensores ,
con una f
Se producían algunas excepciones, como en mía depositar todo el poder en manos de un solo
ciertas ciudades tomadas mediante ardides, por sor hombre, y nombró tres generales responsables.
presa o por traición. El cerco espartano de Platea Irónicamente, el primero, Nikias, era el princi
(429-427 a.C.) es el único ejemplo griego de este pal opositor a la expedición, y se pronunció contra
período en el que la tecnología jugó un papel esen ella de forma vehemente. Aun así, se había distin
cial. Los espartanos y sus aliados tebanos realiza guido como un general competente, que se ganó la
ron obras de asedio alrededor de la ciudad, con al confianza de la asamblea. También fue víctima de
menas, trincheras y muros de madera hacia el una intriga política, ya que sus enemigos imperia
interior y el exterior que pretendían evitar toda es listas esperaban desembarazarse así de un rival que
capatoria y ayuda. Después construyeron un mon había sido el jefe del partido de la paz en Atenas. La-
tículo de asedio hecho de madera y cascotes, y asal macos, el segundo comandante, era también un ge
taron las murallas. Para defenderse, los píateos neral veterano, pero de éxito moderado. El último
elevaron primero la altura de sus muros existentes, de los socios era Alcibiades, uno de los principales
y después construyeron detrás una segunda mura defensores de la expedición, y también de los per
lla. Entonces, los espartanos utilizaron arietes, que sonajes más ambiciosos de la historia de Atenas.
fueron destruidos cuando los sitiados desmonta Amigo de Sócrates e impulsor infatigable de la ex
ron las vigas con sogas o aplastaron las cabezas con pansión ateniense, Alcibiades no juró lealtad a nadie
grandes vigas. Cuando un intento de tomar la ciu
dad incendiándola con maleza en llamas fracasó,
los espartanos abandonaron el asalto y reforzaron
sus fortificaciones alrededor de la ciudad. En los
dos años siguientes, la mayor parte de los defenso
res pudieron escabullirse, pero el puñado que per
maneció en la ciudad terminó por rendirse por
hambre. Los espartanos vendieron a todas las mu
jeres como esclavas, ejecutaron a los hombres y que
maron Platea hasta los cimientos.
El asedio de Siracusa
El cerco más característico de este período es el que
tuvo lugar en Siracusa, Sicilia, entre el año 416 y el
413 a.C. Registrado por el historiador Tucídides
(VL30-VH.87), se ha convertido en uno de los epi
sodios militares más conocidos de todos los tiempos,
tanto porque supuso un punto de inflexión en la
segunda guerra del Peloponeso como por la total y
absoluta derrota infligida a los atenienses. Con la
intención de romper el estancamiento en que había
caído la guerra contra Esparta, los atenienses tuvie
ron la idea de intervenir en los asuntos de Sicilia y
conquistar Siracusa, con lo que presumiblemente
privarían a los espartanos de una vital fuente de su
ministro y les forzarían a pedir la paz en términos
ventajosos para Atenas. Ello supondría asimismo
un duro golpe para Corinto, que era, además de E l GASTRAPHETES, prim era pieza de artillería del mundo
enemigo de Atenas, su máximo rival comercial. La griego, desarrollado p o r Dionisio I (405-367 a.C.). Funcionaba
asamblea democrática ateniense votó enviar una ex m ediante tensión, utilizando brazos de madera que se estiraban
pedición contra Siracusa, pero, como era típico, te hacia atrás para disparar saetas, com o las modernas ballestas.
GUERRA DE A S E D I O · 193
y cambió de bando dos veces durante la guerra, una refuerzos antes de marchar hacia Siracusa. Se enca
de ellas, muy destacable, en camino hacia Siracusa minó hacia la ciudad en orden de batalla, esperan
en el año 415 a.C. Acusado de sacrilegio religioso do un combate, pero los atenienses, en otro error de
por sus enemigos políticos, huyó a Esparta, donde cálculo que les sería muy costoso, les permitieron
ejerció como consejero militar. Las intrigas y el as entrar sin oponerse.
tuto empleo de la propaganda y la oratoria de esta Después de tomar el mando de las fuerzas sira-
figura histórica dan para una lectura estimulante, cusanas, Gylippos determinó que el único modo de
aunque ello no evitó su caída final y su muerte vio romper el asedio era llevar a los atenienses al com
lenta en el año 404 a.C. bate, al considerarlos tre
Al llegar a Sicilia, ya sin mendamente laxos para un
Alcibiades, los atenienses lo «[De] todos los acontecimientos soldado espartano profesio
graron derrotar a la fuerza si- nal. De inmediato, los de
racusana que les opuso resis
griegos que han sido registrados, fu e fensores salieron de su gua
tencia, dejando expedito el el de mayor magnificencia para los rida y tomaron el fuerte de
camino hacia la ciudad. Sin Labdalon en una incursión
embargo, Nikias no consi vencedores... Porque los relámpago. Bajo escaramu
guió capitalizar su victoria y derrotados... sufrieron la peor zas constantes, construyeron
actuó con cautela, con lo un muro que corría desde el
cual permitió que los siracu- destrucción; todos perecieron, y sólo fuerte a la ciudad, blo
sanos se reagruparan y pre unos pocos... volvieron a casa.» queando así todo intento de
pararan las defensas de la los atenienses de completar
urbe. No sería la última vez TUCÍDIDES las obras de asedio y rodear
que la prudencia impidiera Siracusa. La flota ateniense,
a los atenienses aprovechar fondeada en el Gran Puerto,
la debilidad del enemigo en su momento más vul fue atacada, en una acción en la que los siracusanos
nerable. Tras esperar varios meses, los atenienses resultaron derrotados. Sin embargo, Gylippos ven
marcharon sobre Siracusa y tomaron de inmediato ció en un asalto terrestre y consiguió hacerse con
la altura de Epipolai, situada al norte de la ciudad. los depósitos de suministro del enemigo. La situa
Allí construyeron dos fuertes, llamados de Labdalon ción logística empeoraba rápidamente para los ate
y Circular; y desde el segundo empezaron a levantar nienses, ya que los siracusanos derrotaron a una flo
obras de asedio consistentes en muros y trincheras, ta de abastecimiento enviada desde Atenas.
diseñadas para encerrar la ciudad desde el lado más A principios del año 413 a.C., los siracusanos
alejado del mar. Los siracusanos intentaron detener emitieron un llamamiento a toda Sicilia, y llegaron
la construcción, primero con un ataque de caballe refuerzos desde todos los lugares de la isla. La lu
ría, y después con dos conjuntos de obras contrarias, cha por tierra y mar se hizo cada vez más frecuente
pensadas para impedir que los atenienses lograran y salvaje. A menudo tomó la forma de escaramu
cerrar el círculo. Sin embargo, los sitiadores consi zas, pero también se libraron varias batallas impor
guieron frustrar todos estos esfuerzos, y en el año tantes. Estos encuentros no fueron decisivos en tie
414 a.C. la ciudad parecía condenada. rra, salvo una importante victoria para Siracusa. Así,
Henchido de confianza, Nikias cometió un tre cada pelea, con independencia del resultado, signi
mendo error. Convencido de que Siracusa se rendi ficaba más y más bajas, que los atenienses no podían
ría, simplemente interrumpió la construcción de las permitirse. La llegada de 5.000 refuerzos desde Ate
obras, y nunca terminó de rodear totalmente la nas apenas sirvió para cambiar la situación, y tan
urbe. No se sabe bien el motivo de esta decisión, solo empeoraba el problema del suministro. En el
pero entre tanto Siracusa había reclamado la ayuda mar también las cosas iban de mal en peor, después
de Esparta, y Alcibiades aconsejó a los espartanos de que los siracusanos lograran dos resonantes vic
que enviaran a Gylippos, uno de sus generales. Gy- torias en el Gran Puerto. Consiguieron tender una
lippos desembarcó en Sicilia y logró reclutar 3.000 cadena que atravesaba la entrada del puerto. Los
194 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Siracusa
415-413 a.C .
El asedio fue un intento de los atenienses de tom ar
Siracusa y cortar así uno de los principales
sum inistros de grano de su enem igo, Esparta. En
el año 415 a .C ., los atenienses em pezaron a
construir una serie de m urallas y fuertes diseñados
para rodear la ciudad. D urante el año siguiente,
dos intentos de los defensores de erigir
contram urallas se saldaron con fracaso. En el año
4 1 4 a .C ., los espartanos enviaron a su general
G ylippos para que asum iera el m ando de la
guarnición. Inm ediatam ente tomó la iniciativa,
apresando un im portante fuerte enem igo y
erigiendo un a contram uralla que im p ediría a los
atenienses term inar las obras de asedio. En el año A pesar de derrotar a '
4 13 a .C ., el ejército ateniense empezó a padecer
por las enferm edades, y la arm ada siracusana
1 una fuerza siracusaija -
enviada como resistencia,
consiguió atrapar la flota del enem igo en el Gran los atenienses mi ni.iretmn
Puerto. Los atenienses, al com prender el fracaso de de inmediato sobre la .. ·
su expedición, abandonaron la flota e intentaron ciudad: - - -
j 'v V ' :' :
escapar por tierra. H ostigados por la caballería y ; . - _‘
viéndose fuera del agua, term inaron por rendirse. Los atenienses '
M uchos de los 7 .0 00 prisioneros m urieron
después de haber sido confinados en las canteras
2 construyén'dos fuertes
y otras obras dé,asedio én
de Siracusa, y fueron m u y pocos los que lograron la meseta de Epipolai, que
regresar a Atenas. domina la ciudad.
At e n a s .
3
L a ciu d ad deja
a tra p a d a a la flo ta
aten ien se ten d ien d o un a
cad en a en la en trad a del
p uerto . L a flo ta es
ab an d o n ad a.
196 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
atenienses, sabiendo que el fin estaba cerca, preten teras de Siracusa, donde muchos perecieron en te
dieron romperla, y perdieron la mitad de la flota en rribles condiciones. Los pocos que sobrevivieron
el intento. Así, la trampa se cerró definitivamente fueron liberados finalmente para regresar a Atenas,
sobre los atenienses, y los sitiadores pasaron a con con lo que se sumaron a los escasos hombres que
vertirse en sitiados. consiguieron huir antes de que se rindiera el cuerpo
Los atenienses abandonaron los barcos y se reti principal del ejército. Así concluyó el capítulo más
raron de Siracusa por tierra. Perseguidos por la ca oscuro de la historia militar ateniense.
ballería y las tropas de artillería, muchos vieron cor Aunque de importancia relativamente escasa en
tada la huida. Al no poder pasar por la ruta del la historia de la poliorcética, el cerco ateniense de Si
norte, se giraron en vano hacia el sur y luego al oes racusa es relevante porque es muy característico de
te. Cuando comprendieron que no había escapato este tipo de acciones en el siglo VIII a.C. En ningún
ria, se rindieron. De los 50.000 hombres enviados momento, los atenienses intentaron romper los mu
por Atenas en los dos últimos años sólo quedaban ros de Siracusa; simplemente, carecían de la tecno
7.000. Los generales atenienses fueron ejecutados, logía adecuada. Por tanto, no tenían otra elección
mientras que los demás sufrieron prisión en las can que cerrar la ciudad y esperar que se rindiera por
L a SAMBUCA O «ARPA» s e d e s a r r o ll ó a f i n a l e s d e l s ig lo
IV a . C. E ra u n a e s c a la d e a s e d i o q u e p e r m i t í a a lo s
a t a c a n t e s a c c e d e r a la p a r t e a l t a d e la m u r a lla c o n
r e la t iv a s e g u r id a d . L os h o m b r e s s e i n t r o d u c í a n e n la p a r t e
s u p e r i o r d e la e s c a la y lo s q u e m a n e ja b a n e l i n g e n i o
c o lo c a b a n p i e d r a s e n e l e x tr e m o o p u e s t o ; s e o b t e n í a a s í u n
c o n tr a p e s o q u e e le v a b a e l a r t il u g io . E sta m á q u in a te n ía
v a r ia s v e n ta ja s : lo s a t a c a n t e s n o e s ta b a n o b l ig a d o s a
d e t e r m i n a r la a l t u r a d e lo s m u r o s d e l e n e m i g o ; p o d í a
c o lo c a r s e e n f o s o s y t r in c h e r a s ; lo s d e fe n s o r e s n o te n ía n
m e d i o d e d e s v ia r la c o n r a p id e z , y e s ta b a c u b i e r t a co n
cu e r o p a r a p r o te g e r la d e l fu e g o .
G U E R R A DE A S E D I O · 197
hambre. Y si hubieran completado las obras, pro sus oponentes siempre habían sabido retirarse a sus
bablemente habrían logrado el objetivo. El asedio es ciudades fortificadas. Como éstas eran centros bá
importante también porque cambió el curso de la sicamente marítimos, el método contemporáneo de
historia del Mediterráneo: quebró la hegemonía de asedio griego, consistente en el bloqueo, resultaba
Atenas y marcó el final de su imperio. Sin la victo inútil: Cartago era la primera potencia marítima del
ria de Siracusa, Esparta no habría podido emerger Mediterráneo occidental, y siempre podría abrirse lí
victoriosa de la guerra del Peloponeso y Atenas se neas de suministro. Tras firmar una paz con Carta
habría mantenido como principal potencia duran go en términos desventajosos en el año 405 a.C.,
te todo el siglo IV , tal vez impidiendo incluso el as Dionisio comprendió que para derrotar plenamen
cendiente de Macedonia sobre Grecia. La magni te a los cartagineses debía encontrar un modo de
tud de la derrota sufrida por Atenas no puede tomar sus fortalezas al asalto.
exagerarse: fue una catástrofe. Los atenienses per Para este fin, entre los años 399 y 397 a.C. pla
dieron una proporción importante de sus hombres, neó una nueva guerra con Cartago. Sus preparati
en su mayoría en el mejor momento de su vida mi vos fueron muy minuciosos: contrató mercenarios
litar. Resulta apropiado decir que con esta humilla y los reunió junto con una nueva fuerza siracusana;
ción Atenas dejó de ser una fuerza importante en el forjó nuevas alianzas en Sicilia, y construyó una
Mediterráneo. Nunca recuperaría el poder de que nueva flota. Además, fue el responsable de dos in
había disfrutado antes de 415 a.C. Tucídides dice de novaciones que cambiarían para siempre la guerra
la derrota: en Europa: volvió a fortificar Siracusa y construyó
«De todos los acontecimientos griegos que han un tren de asedio.
sido registrados, fue el de mayor magnificencia para El objetivo de Dionisio con la nueva fortifica
los vencedores, y para los vencidos el más desastro ción de la ciudad era imitar la ventaja de la que ha
so. Porque los derrotados, duramente batidos en to bían disfrutado siempre los cartagineses, haciendo
dos los frentes... sufrieron la peor destrucción; todos de Siracusa una formidable fortaleza a la que po
perecieron, y sólo unos pocos de los muchos que dría retirarse si las campañas no salían bien. Para
eran pudieron regresar a casa» (VII.87-5.6). ello, levantó el mayor conjunto de fortificaciones
que había visto jamás el mundo griego. El gran cer
La cumbre griega de la tecnología de co ateniense del período 415-413 a.C. había ilus
asedio trado con bastante claridad que la clave para Sira
A diferencia de otros períodos de la historia de la po- cusa estaba en las cumbres de la altura de Epipolai;
liorcética, la era de los griegos no desarrolló la tec por tanto, empezó sus defensas mediante la cons
nología gradualmente. Lo cierto es que la innova trucción de una muralla alrededor de esta altura,
ción llegó de la mano de un solo hombre: Dionisio I, una fortificación de casi 27 km de longitud. Esta
tirano de Siracusa (405-367 a.C.), tal vez el general defensa contaba con torres en intervalos regulares
no macedonio más innovador de los producidos por y seis puertas fortificadas. Una de ellas, conocida
el mundo griego antiguo. En los tiempos de su as como Puerta de Epipolai y ubicada en el extremo
censo al poder, a finales del siglo V , Cartago y Sira más occidental de las murallas, estaba custodiada
cusa habían rivalizado durante más de un siglo. Nin por la más brillante de estas obras, el fuerte de Eu-
guno de los bandos había logrado infligir una rialo. El diseño exacto del Eurialo de Dionisio se
derrota decisiva al otro, pero Cartago, al contar con desconoce, ya que la estructura sufrió algunas re
mejores recursos de hombres, a menudo mantuvo la novaciones sustanciales, la última de las cuales fue
iniciativa, y Siracusa se vio forzada periódicamente realizada por el gran ingeniero y matemático Ar-
a resistir asedios púnicos. Dionisio estaba decidido químedes (287-211 a.C.). En su forma final, repre
a romper este ciclo y la ambición de toda su vida fue sentaba el epítome de la arquitectura defensiva he
expulsar a los bárbaros no griegos de Sicilia. lenística, que no encontró parangón hasta los
El tirano sabía que para lograrlo se necesitaba castillos de la Europa medieval. Una prueba de la re
un esfuerzo extraordinario; Siracusa había ya de sistencia del fuerte de Eurialo es que nunca cayó
rrotado antes a Cartago en el campo de batalla, pero ante ningún atacante, y que fue eludido totalmente
198 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
por los romanos en su asedio de los años 213-211 de los artesanos que habían acudido a la llamada de
a.C. Siracusa pasó de ser una ciudad fortificada a Dionisio se establecieron en la ciudad, donde si
una fortaleza por pleno derecho. Como consecuen guieron desarrollando sus máquinas e hicieron gran
cia, antes de que la ciudad se viera en peligro era des avances en la tecnología artillera.
preciso que cayeran toda la meseta de Epipolai y el Aquél fue el ambiente en el que nació Arquí-
fuerte de Eurialo. medes. Este hombre, un genio incontestable, no fue
Una vez que Dionisio hubo salvaguardado su re una especie de científico inconformista, sino un pro
taguardia, retornó a la ofensiva. Emitió un llama ducto de su tiempo y su entorno, un lugar repleto
miento por todo el Medite de eruditos de una misma
rráneo en busca de artesanos corriente que entendían sus
notables para que acudieran máquinas, y de artesanos
a Siracusa, con el fin de cons
«En el asalto de una ciu d a d e l que tenían la habilidad de
truir el primer tren de ase prim er hombre en escalar el muro construirlas. Arquímedes re
dio del mundo griego. Pro presenta la culminación de
metiéndoles altos salarios e
recibe una corona de oro... los la ciencia griega, y ningún
importantes recompensas, hombres que merecen estos trofeos otro hombre de la Antigüe
Dionisio reunió un grupo dad tuvo su conocimiento y
de los más hábiles ingenie gozan de gran prestigio en el ejército talante innovador en el ám
ros que vio jamás el mundo y pronto retornan a sus hogares.» bito de la poliorcética. Hizo
antiguo. Llegaron griegos de florecer Siracusa, ya que sus
Sicilia e Italia, así como de P olibto ingenieros entendieron y su
la Grecia continental; inclu pieron construir sus fantás
so cartagineses, los enemigos ticas máquinas. Sus diseños
de los siracusanos, respondieron a la llamada y fue se basaban en tradiciones establecidas en balística
ron bien acogidos. En toda la ciudad comenzaron a en Siracusa. En la tecnología del cerco ofensivo,
realizarse investigaciones, experimentos y pruebas, y aprovechó la invención de la torsión para ensam
artesanos de sustratos científicos ampliamente di blar gigantescos lanzadores de piedras de doble bra
ferentes combinaron sus conocimientos, para pro zo, el mayor de los cuales tenía capacidad para lan
ducir notables resultados. zar bolas de 80 kg, un peso superior al logrado
De esta síntesis de casi todo el saber del mundo nunca antes en la historia. Sin embargo, sus con
surgieron las primeras catapultas, los gastraphetes (li tribuciones más notables a la ciencia militar se en
teralmente, «arcos-vientre») y los oxybeles. La pri cuadran en la tecnología defensiva; reforzó enor
mera era un arma de mano, precursora de la balles memente el Fuerte de Eurialo y mejoró en conjunto
ta, mientras que la segunda era de tamaño bastante las defensas de Siracusa. Pero la expresión de su ge
superior. También disparaba saetas y, como el gas nio no se encuentra en su capacidad para construir
traphetes, actuaba basándose en el principio de la inmensas y temibles máquinas, sino sobre todo en la
torsión, según el cual se doblaban y giraban los bra colocación de esta artillería para que concentrara
zos de madera hacia atrás para ganar potencia. En sus disparos con un efecto máximo. Era un maestro
particular, la influencia del oxybeles fue muy exten de la construcción de obras de defensa que actuaban
sa, al convertirse en precursor de las mejores piezas en consonancia con grandes y variadas formas de
de artillería griegas y romanas del futuro. artillería. Las máquinas eran colocadas diestramen
Dionisio usaría estas nuevas armas con un efec te por el propio Arquímedes de manera que con
to devastador, ya que puso a los cartagineses de Si centraran el grueso de los disparos en puntos espe
cilia bajo sus pies y destruyó su capital. Aunque al fi cíficos vulnerables, dando así a los defensores de
nal no logró expulsarlos totalmente de la isla, su Siracusa la máxima ventaja. También desarrolló
influencia se dejó sentir mucho después de su muer otras máquinas para contrarrestar los cercos, entre
te en el año 367 a.C.; Siracusa pasó a ser el centro ellas un sistema de poleas con cabeza pivotante que
griego de la tecnología de asedio, ya que muchos oscilaba sobre un muro para dejar caer cantos ro
G U E R R A DE A S E D I O · 199
dados sobre los barcos enemigos; otras tenían brazos zos de madera sólida situados horizontalmente en
que se extendían sobre la muralla para arrojar pesa ellas para mejorar la potencia y el alcance. La torsión
das vigas sobre los arietes de los atacantes. Se le atri era una novedad que condujo a la mejora del oxy-
buyen igualmente varios ingenios más fantásticos, beles para su uso contra personas, y que dio origen
como la mano de hierro que levantaba los barcos al lithobolos («lanzador de piedras»), la primera pie
fuera del agua y el torno de engranajes capaz de ele za de artillería capaz de demoler murallas. Esta má
var 100 t con apenas esfuerzo del operador. (Estos quina se produjo en muchos tamaños diferentes, el
dos últimos son, evidentemente, artilugios descritos mayor de los cuales podía arrojar piedras de 4,5 kg
por hombres que no entendían muchas de las má a unos 450 m de distancia. Y su puntería permitía
quinas de Arquímedes y, por tanto, dejaban correr su manejo para concentrarse en una pequeña sec
su imaginación al observarlas.) Tras su muerte, Ar ción del muro. Si Dionisio inventó la artillería del
químedes fue ensalzado casi como un dios en todo asedio, Filipo la perfeccionó; las anteriores máqui
el mundo antiguo, lo que significa que la figura que nas de tensión iniciaron una revolución en la tec
ha llegado hasta nosotros está más cerca del mito nología militar que culminó con las máquinas de
que de la realidad. Aun así, sigue viéndose como torsión del segundo. Tan monumental fue este logro
una de las mentes más prodigiosas del mundo anti que, aunque se realizaron perfeccionamientos pos
guo, y su contribución a la poliorcética no tuvo teriores, el uso de la torsión sería un elemento re
igual. Ningún trabajo sobre la materia estaría com currente en todas las piezas de artillería durante los
pleto sin su mención. 800 años posteriores. No en vano, el diseño de es
Arquímedes se basó en las ideas de sus predece tas máquinas se mantuvo relativamente sin cambios
sores, aquellos ingenieros y científicos de Siracusa hasta el siglo III d.C. El poder de la ciudad fortifi
que se congregaron para dar un impulso decisivo a cada en Europa se había resquebrajado.
la tecnología del asedio. La llamada de Dionisio a la Alejandro utilizó esta nueva tecnología con efec
innovación científica fue renovada por el rey Filipo II to devastador contra las ciudades de Anatolia, y en
de Macedonia (359-336 a.C.), conquistador de particular en el cerco de Tiro, en el actual Líbano,
Grecia y padre de Alejandro Magno. Filipo planeó en el año 332 a.C. Después de su muerte, nueve
una invasión a gran escala del imperio persa (que años más tarde, sus generales, conocidos como diá-
fue cumplida, finalmente, por su hijo después del docos, se repartieron el imperio y mantuvieron un
asesinato de Filipo). El rey macedonio comprendió estado de guerra casi constante unos contra otros
que para hacer realidad su plan primero tendría que hasta que terminaron por ser absorbidos por Roma.
vérselas con las ciudades fortificadas de la costa de Los centros de su poder eran las numerosas ciuda
Anatolia, y después con las grandes fortalezas del des fortificadas que salpicaban el Mediterráneo
corazón del imperio. Por tanto, necesitaba un tren oriental y el Cercano Oriente. Muchas de ellas eran
de asedio: sin la capacidad de tomar ciudades con mucho más antiguas y tecnológicamente avanza
celeridad, corría el riesgo de encenagarse en blo das que sus contrapartidas en occidente (con la ex
queos en los que, con el paso del tiempo, termina cepción de Cartago, Siracusa y un puñado de ciu
ría por sucumbir ante las superiores fuerzas de los dades más), y estaban protegidas con fuertes
persas. En consecuencia, Filipo llamó a ingenieros murallas y complejas defensas. Por tanto, no es
de todo el Mediterráneo para que se reunieran en su coincidencia que la guerra de asedio de los griegos
corte de Pella. alcanzara su cumbre en este período, desde finales
Este encuentro de mentes produjo nuevos desa del siglo IV hasta el II a.C. La poliorcética avanzó
rrollos en las técnicas del cerco ofensivo, en parti más en estos 200 años que en ningún otro período
cular en el ámbito de la artillería. Macedonia desa del mundo antiguo. Se lograron mejoras en el al
rrolló la torsión como sustituto de la tensión en la cance y la puntería, y las máquinas se hicieron in
fuerza impulsora de las catapultas. Mientras la ten mensas. La de mayor tamaño de que se tiene noti
sión recurría a brazos de madera doblados hacia cia medía 6 m de alto y lanzaba piedras de hasta 82
atrás, como un arco horizontal, la torsión usaba kg. Las cuerdas de torsión, en tiempos hechas con
cuerdas verticales fuertemente retorcidas con bra crines de caballo, se componían ahora con tendo
200 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
nes, de mayor fuerza y duración. Las envolturas de portantes de artillería. Finalmente, el período dio
las cuerdas también ganaron en fuerza; las primeras origen a los primeros tratados técnicos sobre la gue
máquinas solían romperse por la cabeza después de rra de asedio. Así, Aineias Taktikos (el Táctico)
un cierto tiempo, debido al violento movimiento compuso un tratado denominado Poliorketika (Po-
hacia delante de los brazos, razón por la cual se en liorcética), c el 350 a.C.; Ctesibios de Alejandría
castraron las cuerdas en placas de hierro, que pro escribió una obra perdida en torno al año 270 a.C.
longaron la vida de las máquinas. Se inventó tam sobre la construcción de artillería; la Construcción de
bién un ingenio para trenzar las cuerdas, girándolas máquinas d e guerra y artillería de Bitón apareció al
con mucha más tensión y dando así a la artillería rededor del año 240 a.C.; mientras que Filón de
más elasticidad y, con ello, mayor potencia. Fuera Bizancio publicó su Belopoeika (sobre la construc
del ámbito de la artillería, otro desarrollo helenís ción de proyectiles) c 200 a.C.
tico fue la sam buca, una escala móvil, grande y cu De los muchos asedios que tuvieron lugar en el
bierta que daba protección a los hombres del inte mundo helenístico, ninguno resulta tan ilustrativo
rior y les permitía utilizar el factor sorpresa, ya que sobre la aplicación de la nueva tecnología como el
la máquina se desplazaba con celeridad. Los arietes de Rodas (305-304 a.C.). Este cerco fue ordenado
se hicieron asimismo más complejos; en su mayo por Demetrio, hijo de Antigono I Monoftalmo («de
ría se guardaban en grandes casamatas de madera; un solo ojo»), uno de los generales de Alejandro, y
los modelos más antiguos solían estar suspendidos más tarde diádoco. En el año 305 a.C., padre e hijo
en una cadena, mientras que el siglo IV asistió al fueron a la guerra contra Ptolomeo I de Egipto, otro
uso creciente de engranajes para mover las vigas de los sucesores de Alejandro. Buscando dar un gol
atrás y adelante con menos hombres y mayor fuer pe definitivo en el conflicto, Demetrio atacó Ro
za. Como respuesta a estos desarrollos, las defensas das, un aliado tolemaico y el más rico estado co
también se reforzaron; las murallas ganaron en al mercial del Mediterráneo oriental. Demetrio, de
tura y espesor, y se prepararon fortificaciones sufi sólo 31 años de edad, era ya un general veterano
cientemente grandes para sostener cantidades im que había tenido victorias en tierra y mar. Aun así,
U n o x y b e le s d e t o r s ió n d e l s ig lo m a. C. L as
r eco n str u ccio n es m o d ern a s h a n d em o stra d o q u e e l
a r m a z ó n d e m a d e r a d e e sta s c a t a p u lt a s s u fi í a
d a ñ o p o r e l u s o p r o lo n g a d o , d e b i d o a l v i o le n t o
m o v i m i e n t o h a c i a d e l a n t e d e lo s b ra z o s. L as
v e r s io n e s p o s t e r i o r e s t e n ía n u n r e fu e r z o d e h ie r r o
e n t o r n o a la ca b e z a . L as s a eta s la n z a d a s p o r la
m is m a t r a s p a s a b a n lo s e s c u d o s y la s a r m a d u r a s
d e s d e d ista n cia s d e m á s d e 4 0 0 m .
GUERRA DE A S E D I O · 201
era conocido sobre todo por su destreza para cap Cuando se produjo el ataque, la lucha fue in
turar ciudades fortificadas utilizando un gran tren tensa. La helepolis despejó las almenas, mientras que
de asedio y varias grandes máquinas. Por ello, sus los arietes provocaron un gran daño. Al final, una
contemporáneos le llamaron Poliorcetes, o el «Sitia gran torre y un tramo de muralla se desplomaron, y
dor». Iba ahora a poner en juego toda su reputa fue entonces cuando Demetrio descubrió que los
ción frente a Rodas. rodios habían levantado una segunda muralla inte
Demetrio intentó primero tomar la ciudad des rior. Los defensores maniobraron asimismo para
de el mar. Desplegó cuatro pares de cargueros y dis contraminar los muros y expulsar a todos los zapa
puso dos casamatas y dos torres delante de ellos. dores. Finalmente, una oportuna salida obligó a los
Usó estos ingenios para iniciar un ataque nocturno atacantes a retroceder. Después de duros combates,
al puerto, cubierto por la artillería. La lucha se pro ambos bandos se tomaron un respiro; Demetrio re
longó hasta bien entrado el día, y Demetrio parecía paró las máquinas, mientras los pobladores de Ro
tener ventaja hasta que los rodios consiguieron des das construyeron un nuevo foso y una tercera mu
truir una de las torres, incendiándola y forzando al ralla por detrás de la segunda. Cuando estuvo listo,
enemigo a retirarse. Se estaba lanzando otro ataque Demetrio lanzó un segundo asalto; la lucha fue nue
cuando los barcos que llevaban dos torres más se vamente encarnizada, pero consiguió traspasar la
hundieron ante la acometida de la armada de Rodas. segunda muralla y por un momento le pareció que
Demetrio abandonó los intentos por mar, viéndose lograría derribar una gran torre y entrar en la ciu
obligado a asaltar la ciudad desde tierra. No le su dad. Pero los resueltos defensores le contuvieron,
puso gran problema, ya que era su táctica habitual, aun a costa de graves pérdidas, y Demetrio hubo
pero los habitantes de Rodas no le habían dejado otra vez de retirarse.
otra opción. Su fracaso en el puerto había elimina Ya era el año 304 a.C. y el asedio había durado
do la posibilidad de bloquear la ciudad y rendirla 15 meses. Demetrio decidió poner término a to
por hambre, y desde este momento Rodas sería dos sus esfuerzos en un ataque nocturno combina
constantemente abastecida y reforzada por Pto- do por tierra y mar, y nuevamente salieron del
lomeo. puerto las máquinas flotantes. Estos ingenios lo
Demetrio el Sitiador construyó entonces la má graron penetrar en la tercera muralla, y 1.500 ho-
quina que le haría célebre, la gigantesca helepolis o plitas entraron en la ciudad. Los combates se pro
«conquistadora de ciudades». Era una torre de 43 m longaron hasta la noche y se libraron en el puerto,
de altura con una base de 430 m2, y estaba accio las murallas orientadas a tierra e incluso en varias
nada por un grupo de 200 hombres que hacían gi calles. Sin embargo, los rodios y los mercenarios
rar un cabrestante que ponía 8 ruedas en movi de Ptolomeo que servían con ellos consiguieron fi
miento. Cubierto con planchas de hierro para nalmente expulsar a la infantería atacante de la ciu
protegerlo del fuego, y con una gran variedad de ar- dad y a ello siguió una retirada general. Ambos ban
tilugios para disparar saetas y lanzar piedras, debió dos estaban exhaustos, y Demetrio, en particular,
de constituir una imagen aterradora para los de no tenía fuerzas para preparar otro asalto. Aun
fensores de Rodas cuando la vieron acercarse a los cuando lograra derribar otro tramo de muralla, sus
muros de su ciudad. Esta torre colosal se apoyaba esfuerzos por tomar la ciudad serían desbaratados
en ambos lados por pasos de madera cubiertos con una vez más por Ptolomeo, quien abastecía cons
cuero. En ellos se acoplaban casamatas con hom tantemente de defensores a Rodas. Por tanto, de
bres que accionaban arietes macizos de 54 m sobre claró una tregua con los habitantes de Rodas y ne
rodillos en el suelo o largas vigas de madera de goció una retirada pacífica de sus fuerzas y el fin
25 m con puntas afiladas, que se usaban a modo de de las hostilidades entre su dinastía y la ciudad. Al
mecanismos de taladro para horadar las murallas cabo, su monumental esfuerzo se quedó en nada,
enemigas. Los pasos también tenían cabida para aunque incluso en la derrota renovó su celebridad
casamatas desde las cuales otros hombres cegaban como un maestro de la poliorcética. En lo sucesivo
los fosos y actuaban como zapadores bajo las mu obtendría algunos éxitos notables y llegaría a ser
rallas. rey de Macedonia (294-287 a.C.), pero su creciente
La H e le p o lis o « c o n q u i s t a d o r a d e
CIUDADES» usada p o r Demetrio Poliorcetes contra
Rodas entre el año 305y e l 304 a. C. medía 43 m
de altura, con una base maciza de 430 m2. En el
fon do se situaba el sistema de propulsión, donde
200 hombres accionaban un cabrestante que
hacía girar ocho ruedas. El impulso adicional
provenía de otros hombres que empujaban el
artilugio p o r detrás con grandes vigas. En la
prim era altura iba alojado un lithoboloi, capaz
de lanzar piedras de hasta 83 kg de peso. La
segunda altura contenía un lithoboloi un poco
más pequeño, con el mismo fin . Las siguientes
alturas contenían pequeños lithoboloi para
despejar las almenas de defensores, mientras que
los hombres de los dos pisos superiores accionaban
oxybeleis para disparar saetas con una magnífica
precisión. Toda la estructura externa estaba
revestida de hierro, y en cada piso había equipos
para luchar contra los incendios. En
combinación con otras máquinas más
pequeñas, este ingenio logró abrirse paso a
través de una gran muralla y tina torre en
Rodas, además de dos muros cortina de
em ergencia levantados p o r los defensores.
G U E R R A DE A S E D I O » 203
poder llevó a los demás diádocos a aliarse en su utilizar esta tecnología contra sus inventores y con
contra, y terminó sus días como prisionero de gue quistar todo el Mediterráneo.
rra en el año 283 a.C. Por su parte, los rodios des
truyeron los ingenios y la maquinaria que Demetrio Primeros asedios romanos
hubo de dejar atrás, pues no tenía medios para En tecnología, los romanos contribuyeron muy poco,
transportarla fuera de la isla. Vendieron todo este en realidad, a las máquinas de asedio. Sus primeros
material como desecho, y en particular obtuvieron cercos a plazas fuertes no fueron muy sofisticados, ya
espléndidos ingresos del hierro de las planchas del que las ciudades del centro y el norte de Italia a
helepolis. Con el dinero erigieron una enorme esta las que se opusieron en general no tenían defensas
tua de bronce dedicada al dios solar Helios, cono muy complejas, y por tanto podían tomarse por asal
cida como el Coloso de Rodas y una de las Siete to de la infantería. Todo cambió cuando hubieron
Maravillas del Mundo Antiguo. de enfrentarse a las ciudades griegas del sur de Italia
El sitio de Rodas representa la cumbre de la tec y de Sicilia en el siglo III a.C. Allí, por vez primera,
nología del asedio helenístico, y nunca se volvieron vieron la fortaleza de las defensas helenísticas, que es
a usar máquinas tan descomunales. Los diádocos taban cubiertas por la artillería y eran demasiado
siguieron peleando entre sí y se produjeron otros grandes para tomarlas sin ayuda de máquinas.
cercos épicos de ciudades, pero la desunión terminó Sin embargo, no se arredraron. Se hicieron fuer
por abocar a su caída. Al fin, no fueron los griegos tes, pues dos de los mayores atributos del ejército ro
los que nos dieron la verdadera medida de la in mano eran la imitación y la fortificación. Más que
fluencia de los científicos e ingenieros helenísticos cualquier otro ejército, el romano tomaba su inspi
que habían llevado tan lejos los avances en arma ración de cualquier fuente del mundo antiguo. Casi
mento, y de los generales que, como Demetrios, su todos los aspectos de las técnicas militares de Roma,
pieron aplicar la nueva tecnología. Fue el gigante desde el equipamiento a las tácticas, fueron copiados
dormido que se extendía hacia el oeste, la naciente en algún momento... y perfeccionados. Lo mismo
Roma. Al principio ignorantes de todo método que puede decirse de las artes de asedio helenísticas: me
fuera más allá del bloqueo y el asalto de la infante nos de tres décadas después de su primer encuentro
ría, los romanos aprendieron poco a poco las técni con una ciudad griega fortificada, los romanos ha
cas y mejoraron las tácticas de asedio griego, para bían adoptado las técnicas de asedio griegas y usa
ban artillería y máquinas griegas. Aunque las mejo
O b r a s r o m a n a s e n A l e s i a , que dejan ver las murallas
rarían técnicamente, nunca alteraron los diseños
exteriores e interiores, las trincheras, el foso y las fila s de otras básicos.
defensas usadas para contener a Vercingetorix en Alesia durante Se ha dicho que el Imperio Romano ganó mu
e l asedio de César de la ciudad en el año 52 a. C. cho más con la pala que con la espada, ya que los
204 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
romanos fueron los mejores fortificadores del mun riesgo de verse rodeadas por fuerzas superiores que
do antiguo. Cada noche, ya estuvieran en territorio el enemigo podía ir acumulando con el paso del
amigo u hostil, las legiones construían campamen tiempo. Los romanos, con sus recursos de efectivos
tos fortificados. Así podían contar con una base de tomados de toda Italia, podían enfrentarse a varios
operaciones desde la cual dirigir una campaña, y ejércitos a la vez, protegiendo así a las fuerzas que
de un depósito de suministros y un lugar al que re realizaban el asedio. Fue raro que estos cercos su
tirarse, en caso necesario. Las extensas conquistas frieran la amenaza de fuerzas del exterior, para lo
de los romanos fueron posibles logísticamente gra cual habrían tenido que desbordar las obras defen
cias a estos bastiones, junto con las líneas de sumi sivas dispuestas hacia fuera. Combinado con la de
nistro, y algunos de estos campamentos crecieron terminación y la ambición romanas, este hecho daba
hasta convertirse en fuertes permanentes que atraí a Roma ocasión de prolongar el asedio durante el
an a comerciantes y que más tarde llegarían a ser tiempo que quisiera, a veces hasta diez años. (Los ro
poblados medievales y ciudades modernas. Uno de manos se aposentaron frente a Lilybaion, Sicilia,
los mejores ejemplos es el de Manchester, donde desde el año 250 al 241 a.C.).
aún pueden verse los restos de las fortificaciones El último factor relacionado con el éxito roma
permanentes de los romanos. no en la poliorcética era el control del mar. La fama
Esta tecnología se prestaba bien a la guerra de de sus legiones ha eclipsado el hecho de que los ro
asedio, y los romanos destacaron sobre los demás manos fueron una gran potencia naval desde me
en el arte del bloqueo. El eficaz empleo de este re diados del siglo III a.C. Su control del Mediterrá
curso se sostenía por la conjugación de tres factores. neo y el uso experto de barcos les permitió abastecer
En primer lugar, gracias a los mismos métodos de a sus tropas a grandes distancias, otorgándoles la
construcción que los utilizados al levantar sus fuer oportunidad de bloquear puertos y de cerrar com
tes nocturnos, las legiones desarrollaron la capacidad pletamente el cerco de las ciudades sitiadas, priván
de rodear completamente una ciudad sitiada con dolas de todo suministro. Las obras de asedio que
campamentos, vallas y trincheras. Mientras otros rodeaban una ciudad por tierra habrían sido inúti
ejércitos se contentaban con un bloqueo que corta les sin la capacidad de bloquear también las rutas
ra los caminos y las entradas principales y luego vi marítimas cuando la urbe disponía de puerto. El
gilara el perímetro, los romanos se aseguraron de control del mar permitió a los romanos rodear las
interceptar todas las vías de escape con una línea ciudades por entero y cerrar toda vía de escape o
ininterrumpida de obras. Si pensaban que el asedio suministro. Estos tres factores, técnicas de fortifica
podría romperse por la acción de un ejército de res ción terrestre, recursos logisticos y control del mar,
cate, construían un segundo conjunto de obras combinados con la adopción de la artillería y las
orientadas hacia el exterior, y mantenían a su ejér máquinas griegas de asalto, hicieron del ejército ro
cito dentro de la zona totalmente protegida entre mano una fuerza irresistible en la poliorcética.
las dos series de fortificaciones, como sucedió en el Tal vez la mejor ilustración de la tecnología ro
cerco de Alesia en el año 52 a.C. mana del bloqueo y de su capacidad y determina
La segunda clave del éxito romano fue contar ción de perseverar hasta la victoria es el cerco por las
con las capacidades logísticas, los recursos huma tropas de Julio César de Alesia, en la Galia, en el
nos y la determinación de emprender asedios de lar año 52 a.C. En un período de seis años, César (100-
ga duración. Los romanos eran expertos en logísti 44 a.C.) había conquistado casi todo el territorio
ca y, a finales del siglo III a.C., dominaban ya las galo, y en el proceso venció en varias batallas, cru
técnicas necesarias para el suministro a larga dis zó el Rin (55 a.C.), invadió Britania dos veces (55
tancia, que les permitía abastecer a un ejército si y 54 a.C.) y consiguió crear el ejército más experi
tiador durante un tiempo ilimitado. Ello significa mentado y curtido en batalla del mundo romano.
ba que les era posible relevar a las tropas en el frente. Sus soldados eran fieramente leales a su comandan
Además, la mayoría de las restantes potencias mili te, pues la habilidad de éste para llevarles a la victo
tares del mundo antiguo no contaban con hombres ria parecía no tener límites. Los galos, por su parte,
suficientes para largos cercos, con lo que corrían el resistieron y superaban ampliamente en número a
G U E R R A DE A S E D I O · 205
los romanos, pero estaban divididos y desorganiza asedio que se han registrado jamás. Era una intrica-
dos, con lo que no montaron una resistencia con da red de fuertes, torres y empalizadas que en su
certada, y César los fue derrotando uno por uno. cerco total de Alesia se prolongaba 28 km en total.
Sólo en el año 52 a.C. se reunieron bajo el lideraz Los romanos empezaron a levantar 7 campa
go de Vercingetorix, jefe de los arvernos, que en el mentos y 23 fuertes alrededor de Alesia; después ca
sur de la Galia (en la actual Auvernia) encabezó a los varon una trinchera al oeste de la elevación para
galos en una rebelión a gran escala que amenazaba proteger a los que trabajaban detrás de esa línea,
con deshacer todas las conquistas de César y expul que estaban cavando otras dos trincheras para rodear
sar a los romanos de la Galia. La guerra contra Ver la ciudad. Las trincheras tenían 5 m de anchura, y
cingetorix consistió en tres la interior se había llenado
asedios. En Avaricum, en la de agua. La tierra de estas
Galia central, César aplicó
«[Hemos de atacar] los muros y los trincheras se usó para cons
técnicas de asalto griegas, truir una pared, sobre la cual
construyendo una gran ram cuerpos d el enemigo, que se alzó una empalizada de
pa que llevó dos torres hasta madera con torres cada
la muralla enemiga. Este ar-
someteremos con el valor, la 25 m. Frente a estas obras se
tilugio contó con el apoyo espada, la desesperación... en este situaron filas de trampas,
de una amplia artillería en la portadoras de nombres que
base de la rampa. Después
día elegirem os entre una victoria delataban el humor negro
de intensos combates, César total... o la muerte.» con que los soldados veían a
lanzó un ataque victorioso veces su profesión. Había
contra las almenas, bajo un M a r c o A n t o n io cinco hileras de estacas afi
aguacero, y la fortaleza cayó. ladas amarradas entre sí de
Los supervivientes huyeron forma que no pudieran
160 km al sur, hacia Gergovia. Allí, César levantó arrancarse, a las que se llamó cipp i («sepulcros»);
obras de asedio fuera de la ciudad, pero se vio obli después, varias filas de pozos en V que ocultaban
gado a dividir sus fuerzas para atajar una revuelta estacas endurecidas al fuego, referidas como tilia (li
en otro lugar galo. Los legionarios del frente de Ger rios); y frente a ellos, postes de 30 cm clavados en
govia mantuvieron la posición pero no consiguieron diagonal en el terreno con dardos salientes encima,
ningún avance. Cuando César regresó, un intento conocidos como stim uli («aguijones»). Durante la
desde una altura fortificada terminó en fracaso y construcción de estas obras, la caballería gala, inú
significó importantes pérdidas para los romanos. Al til para los defensores, intentó romper el cerco, y lo
ver que Gergovia no caería al asalto, y temiendo tener logró al segundo intento después de sufrir graves
que dividir otra vez sus fuerzas, abandonó el cerco. pérdidas. Temiendo que estos hombres lograran
Este revés llevó a los antiguos aliados galos de reunir un ejército de auxilio, César levantó un se
César a abrazar la causa de Vercingetorix. Casi toda gundo conjunto similar de obras hacia el exterior,
la Galia estaba en armas, y las conquistas de César con fuertes y 200 m de espacio intermedio, al ob
de los seis años anteriores se veían seriamente ame jeto de facilitar los grandes movimientos de tropas
nazadas. Tras una pequeña batalla con los romanos, hacia los puntos vulnerables entre ambos grupos
Vercingetorix se retiró a la ciudad fortificada de Ale de fortificaciones.
sia, esperando repetir el resultado de Gergovia. Alesia Para ahorrar comida, Vercingetorix permitió u
se hallaba en una meseta cerca del río Brenne, en el obligó a las mujeres y a los niños de Alesia a salir de
centro de la Galia. Sin embargo, al ver la altura y las la ciudad, pero César no los recibió, ya que quería
defensas fortificadas de la urbe, César decidió evitar sobrecargar al enemigo con problemas de alimento
el asalto y optó por un bloqueo. Como esto le obli y, al mismo tiempo, no castigar las reservas de ví
gaba a extender su ejército en delgadas líneas en tor veres propias. Estas mujeres y niños fueron forzados
no a la ciudad para rodearla por completo, cons a acampar en el espacio entre las líneas. La pru
truyó uno de los mayores conjuntos de obras de dencia de César al levantar las obras exteriores fue
206 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Alesia
52 a.C. i. ‘a .. , i
f 1 os hombros de Alesia
V /coordinan sus ataques Vercingetorix y unos
cön el.ejéjreitó de socorro,
pero soií derrotados por la
1 90.0p0 soldados buscan
refugio en, la ciudad alta
Caballería germana de César. fortificada dp Álésía»!
is M
'......•"<· - m e "uf'í *
208 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
fructífera, ya que al tercer mes de asedio llegó un ra. Los combates fueron intensos, y en varios lu
gran ejército de socorro galo. En una acción con gares los romanos estuvieron al borde del colapso,
certada, lanzó un ataque que coincidió con la sali pero en cada ocasión el hábil despliegue ordenado
da de las tropas de Alesia. La contienda se mantu por César de tropas de reserva para reforzar los pun
vo equilibrada durante cierto tiempo, antes de que tos débiles mantuvo las líneas. En una de las ac
César enviara contra el enemigo a la caballería ger ciones, dirigió personalmente un contingente hacia
mana, que había permanecido oculta más allá de las una zona muy presionada, y la imagen de su capa
obras de asedio. Esta caballería derrotó al ejército de escarlata al viento en plena carga a lomos de su ca
socorro y le causó importantes bajas, a la vez que los ballo espoleó a sus tropas y facilitó un contraataque.
romanos forzaban a Vercingetorix a regresar a Ale Finalmente, César hizo entrar a su caballería ger
sia. Dos noches más tarde, los galos volvieron a sa mana, que de nuevo expulsó al ejército enemigo y
lir; aunque César comenta que las bajas por am
bos bandos se debían a veces a fuego amigo, el LEGIONARIOS ROMANOS y auxiliares construyen obras defensivas,
ataque fue de nuevo rechazado. Finalmente, los ga en una escena de la Columna de Trajano en Roma. Las tropas
los intentaron una maniobra definitiva, y al me de la imagen representan el aspecto que tendrían los soldados en
diodía siguiente atacaron desde dentro y desde fue Masada en el año 73-74 d. C.
1
G U E R R A DE A S E D I O · 209
le dio más hombres para rechazar a los galos que ve disparar saetas; tenía un tamaño menor, de forma
nían del interior. que resultaba más ligero y móvil, aunque al mismo
El ejército de socorro se dispersó. Vercingetorix, tiempo lanzaba saetas de fuego más grandes, y su
al ver la situación perdida, se rindió. Las conquistas cabeza con refuerzo metálico y sus brazos curvos le
de César en la Galia fueron recuperadas y se quebró daban mayor potencia. Era una máquina muy po
la resistencia gala. Después de algunas operaciones pular, con una alta precisión y potencia suficiente
para terminar con el enemigo en el año 51 a.C., la para matar dos enemigos de un solo disparo. Estas
Galia seguiría siendo una provincia del Imperio Ro modificaciones de los siglos II y I a.C. precedieron a
mano durante más de cinco siglos. Lo que sucedió la innovación de la cheiroballistra del siglo I d.C.
después requiere ciertos comentarios; César cruzó el Aunque mantenía los diseños y principios griegos,
río Rubicón hacia Italia para iniciar una guerra ci era de construcción revolucionaria. La cabeza era
vil contra Pompeyo, en la que venció. Tras someter casi enteramente de metal, con el resorte encastra
al resto del mundo romano, se convirtió en dictador do en cilindros de bronce, que servían de protec
vitalicio antes de morir asesinado en los Idus en ción contra la intemperie y el fuego enemigo. Los
marzo del año 44 a.C. Vercingetorix estuvo preso en brazos de madera de las máquinas antiguas se susti
Roma durante seis años hasta que, al cabo, hubo de tuyeron por versiones en metal de mayor potencia,
desfilar en la procesión triunfal de César antes de ser y la precisión de la cheiroballistra se demuestra por
ejecutado ritualmente. Lo que no se conoce, sin em el añadido de una mira en arco en la cabeza.
bargo, es el sufrimiento y la pérdida de vidas que Los romanos aplicaron estas máquinas para el
padeció la Galia en los siete años de conquista ro ataque y la defensa, con una fuerza devastadora. Es
mana. Los escritos de César rara vez hablan de las tas innovaciones en el campo de la ciencia militar,
muertes y la esclavitud en términos concretos, y combinado con su uso eficiente del bloqueo, supu
apenas deja entrever el genocidio que infligió a los sieron un gran avance que explica el éxito de su ejér
galos, cuya escala relativa se compara con las masi cito y la supervivencia del imperio durante un mi
vas pérdidas de vidas que acompañaron a las cam lenio en el oeste y dos en el este. El uso combinado
pañas del imperio mongol en el Oriente Medio y a del bloqueo, el asalto y la determinación romana de
las conquistas europeas de América. que no había ninguna fortaleza inexpugnable se de
No obstante, desde el punto de vista de la tec mostró de forma evidente en el asedio de Masada en
nología romana del bloqueo, no hay un ejemplo Israel desde el año 73 al 74 d.C.
más claro que el asedio de Alesia. Siempre que les Masada fue la acción final de la revuelta judía
fue posible, los romanos combinaron estas técnicas del período 66-74 d.C.; tomada por los judíos en
con el uso de la artillería y las máquinas griegas para una rápida incursión al principio de la rebelión, su
emprender un asedio mediante el bloqueo y el asal pequeña guarnición romana fue masacrada. La re
to. La minuciosidad de sus artes militares y su de vuelta derivó en un conflicto sangriento y atroz en
terminación para llevar estas iniciativas hasta su tre ambos bandos, en el que los judíos intentaban li
conclusión, fuera cual fuere el tiempo necesario, hi berarse del yugo romano. Aunque fue aplastada con
cieron de la máquina de guerra romana una fuerza la caída de Jerusalén en el año 70, quedaron varias
casi imparable. bolsas de resistencia en los cuatro años siguientes.
En noviembre del año 73, sólo resistía la guarni
Asedios romanos por asalto ción de Masada, de unos 1.000 efectivos. Era una
Como se ha mencionado anteriormente, los roma fortaleza pequeña, pero impresionante, ubicada en
nos no alteraron significativamente los diseños de la cima de una meseta de 457 m de altura, cuyas
artillería griega hasta la época tardoimperial, aunque murallas se encabalgaban sobre precipicios escalo
aportaron ciertas modificaciones y mejoras. La ba nados y que contaba sólo con dos puertas. Todas
llista era una nueva versión del lithobolos para lanzar las sendas de subida eran traicioneras y se hallaban
piedras, aun con mejor precisión y alcance median expuestas completamente al fuego de defensa. Los
te el uso de cabezas reconstruidas y resortes más ten defensores estaban bien provistos de artillería, y ha
sos. El scorpio fue la versión romana del oxybeles para bía suficientes almacenes de víveres y cisternas
210 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Masada
73-74 d .c. Los romanos construyen
Mientras la artillería
4 romana mantiene a
raya a los defensores, el
I Esta fortaleza había sido
tomada por los judíos en
el año 66 d.C. Su posición y
ariete destruye parte de la sus fortificaciones la hacían
muralla occidental. inexpugnable.
excavadas en la roca, lo que significada que la guar rritorio escarpado, una nueva hazaña de la ingenie
nición podía resistir durante años, si era preciso. ría romana.
Construida por el rey judío Herodes (40-4 a.C.) Aun rodeados casi por completo, los judíos de
entre los años 36 y 30 a.C., Masada parece inex Masada no capitularon; seguían bien aprovisiona
pugnable incluso para el observador moderno, pero dos y en una posición muy defendible. Los roma
los romanos no se amilanaron ante esta perspectiva. nos decidieron, por tanto, que había llegado el
Los romanos intentaron primero rendir por momento del asalto. La única inclinación con pen
hambre a los judíos mediante un bloqueo. Levan diente suficiente para facilitar un ataque era una
taron ocho campamentos y los unieron entre sí por cresta cretácea en el lado oeste de la fortaleza, co
un muro con torres intercaladas a intervalos de 75 nocida como Espolón Blanco. Allí los romanos
a 90 m. La zona circundante a Masada, árida y de empezaron a construir un agger, o rampa de asedio.
solada, carecía de madera, por lo cual los romanos se Tuvieron para ello que traer madera, que colocaron
vieron forzados a usar piedra en estas construccio en secciones transversales, recubriendo los huecos
nes. Ello dio a los campamentos y las murallas un con cantos rodados. Durante todo este tiempo, su
aspecto más permanente y ha dejado huellas en el frieron ataques desde el interior de Masada, y de
paisaje hasta el día de hoy, con claves arqueológicas volvían los disparos con grandes ballestas y má
vitales para conocer los edificios militares romanos. quinas lanzadoras de piedras, en un duelo de
Cuando estas obras se completaron, formaban una artillería que duró varios meses. Cuando estuvo
línea ininterrumpida de 3,5 km a través de un te terminada, la rampa tenía 617 m de longitud y
G U E R R A DE A S E D I O · 213
llegaba hasta una altura de 206 m con una fuerte de hierro no estaban pensadas para resistir llamas de
pendiente. Era una rampa de asedio descomunal, esa intensidad, pero un oportuno cambio en la di
incluso para la costumbre romana. En la base se rección del viento abrasó completamente la defen
había dispuesto una torre de 30 m de altura y re sa y, a la caída de la noche del 14 de abril, se abrió
vestida de hierro contra el fuego. En la planta in en ella una gran brecha.
ferior tenía un gran ariete, así como ballistae y scor A la mañana siguiente, los romanos asaltaron
p io n es en las alturas superiores. la muralla con la infantería. Abriéndose paso hacia la
En abril del año 74 todo estaba listo. Bajo una fortaleza, vieron que todos sus habitantes se habían
intensa lluvia de proyectiles, los romanos empujaron suicidado. En una arenga pronunciada durante la
la torre por la rampa hasta la base de la muralla ene noche, el jefe de los defensores, Eleazar, había ex
miga, donde empezó a trabajar el ariete a la vez que hortado a su gente a que entregara la vida antes que
la artillería de la torre despejaba las almenas de de rendirse a los romanos. Los legionarios que tomaron
fensores. No pasó mucho tiempo antes de que se la fortaleza encontraron a dos mujeres y cinco niños
abriera la muralla, pero los romanos descubrieron escondidos; habían conseguido huir de la matanza
que los judíos habían levantado una fortificación y pudieron contar a los romanos la historia de la
temporal de tierra y madera. Contra ella, lanzaron guarnición y el suicidio colectivo.
un ataque con proyectiles incendiarios, y consi Aunque no fue un asedio largo, ni tampoco de
guieron prenderle fuego. El viento del oeste casi in especial significado para los romanos, el sitio de Ma
cendia también la torre romana, pues las planchas sada es importante como ejemplo de la tecnología
Q
214 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
militar y la logística de Roma llevadas al extremo. por entero la fortaleza con muros de piedra, los ro
No sólo los romanos tuvieron que traer madera des manos prepararon una de sus mayores rampas de
de una gran distancia hasta el lugar de asedio, sino asedio que remontó una abrupta pendiente. Cuan
que la desolación del terreno circundante a Masada do estuvo terminada, los legionarios despejaron las
significaba también que había que aportar conti almenas con artillería de todos los tamaños y la asal
nuamente comida y agua. Este trabajo logistico fue taron con fiereza. En el siglo I d.C., las técnicas de
el soporte que permitió atacar Masada y el asedio no asedio romanas alcanzaron la cima y combinación
habría sido posible sin él; ello significó un triunfo de cuantas les precedieron. Su aptitud para la inge
no sólo de las legiones, sino también del comisaria- niería, la ciencia y la tecnología, junto con la tradi
do romano. cional diligencia y tenacidad del ejército romano
La proeza lograda en Masada no puede dejarse (que emprendió estos esfuerzos bajo un sol abrasa
de admirar, pues significó el punto culminante del dor y con la armadura puesta), hizo de las legiones
arte de asedio de Roma. Después de construir es uno de los mejores cuerpos especializados en ase
meradamente una estructura de bloqueo que rodeó dio de plazas fuertes de todo el mundo antiguo.
Tal vez el mayor poso de los acontecimientos vi
vidos en Masada sea el legado arqueológico que se
Un c a m p a m e n t o l e g io n a r io t íp ic o . Entre los años 73 y conserva. Las excavaciones en este enclave nos han
74 d. C., los romanos construyeron ocho de estos campamentos,
enseñado mucho sobre los campamentos romanos y
unidos entre sí p o r una muralla con torres intercaladas,
alrededor de la fortaleza de Masada. Varios campamentos
las técnicas de asedio, y sobre las fortificaciones y es
romanos d el imperio se convertirían en asentamientos tructuras judías del interior. Se han encontrado tam
permanentes. bién rollos, ropajes, dinero, mosaicos y munición
G U E R R A DE A S E D I O o 21 5
empleo creciente de artilugios de un solo brazo como río Eufrates fundada en torno al año 300 a.C. por
el onager o «asno silvestre» (nombre que refleja el re Seleuco I, general de Alejandro Magno y uno de los
troceso de la máquina, semejante a la coz de un ona diádocos. Estaba resguardada por grandes riscos en
gro). Esta catapulta era más fácil de construir y po varios lugares, y las complejas murallas macedonias
día lanzar piedras de un peso similar a las ballistae de hicieron de ella una posición muy apta para la de
doble brazo, pero no tenía la misma precisión. Los fensa. Seleuco la bautizó con tal nombre en recuer
días de la tecnología de torsión de doble brazo lle do de su lugar de nacimiento en Macedonia. Para
garon, al menos en Europa occidental, rápidamente los lugareños, sin embargo, era conocida simple
a su fin, y la práctica desaparecería a mediados del I mente como Dura, o «el fuerte», y ambos apelativos
milenio de la era cristiana. terminaron por fundirse en uno solo. Era un pun
Aunque los romanos perdieron parte de sus téc to importante en la encrucijada de caminos entre
nicas de asedio, algunos de sus enemigos, sobre todo las dos capitales de Seleuco, Antioquía y Seleucia. La
los del Cercano Oriente, aprendieron mucho de toma por los partos de las tierras al este del Eufrates,
ellos. En el siglo III, los persas sasánidas destacaban incluida Seleucia, a mediados del siglo IV dieron
por el empleo de técnicas de asedio ofensivas que, en paso a un declive en la importancia de Dura Euro-
su mayor parte, procedían de la enseñanza de Roma. pos, aunque seguía siendo un bullicioso centro de
En Dura Europos, en la moderna Siria, en los años comercio. Tomada por los partos hacia el año 100
256 y 257 d.C., los persas mostraron a los romanos
que habían estudiado muy a fondo sus técnicas de Las grandes catapultas de un solo
O n a g e r o « a sn o s ilv e s tr e » .
brazo aparecieron p o r vez prim era en el siglo II a. C„ pero se
asedio, y que los alumnos eran ya los maestros.
hicieron populares en el III d. C., cuando se iba perdiendo la
No se sabe casi nada del asedio de Dura Euro- brillantez de la construcción de estas máquinas. El onager tenía
pos, y en su mayor parte el curso de los aconteci potencia para lanzar piedras de 80 kg; estaba montada sobre
mientos debe deducirse de los hallazgos arqueoló una base d e tierra o ladrillo, en un esfuerzo p o r controlar su
gicos. Dura Europos era una pequeña ciudad del gran retroceso. La manejaba un grupo d e ocho hombres.
GUERRA DE A S E D I O · 217
Dura Europos
256-257 d.C.
La fortificación romana
I de Dura Europos estaba
en el confín oriental del
derrumbar la torre. Al descubrirla, imperio, y era vulnerable a
los romanos empiezan a cavar una los ataques.
contramina.
mina bajo la ciudad y el terraplén de asedio, pare históricos y de las innovaciones científicas, con
cen haber logrado sus objetivos, ya que no se con ejemplos de algunos cercos importantes en la his
serva ninguna evidencia de acciones en otras partes toria y de la arqueología de la poliorcética. Los ejem
de la ciudad. Aunque nunca sabremos las circuns plos se han escogido atendiendo al modo de reali
tancias subyacentes a la caída de la misma, lo cier zarlos, a su interés histórico, a su importancia para
to es que después de una larga lucha tras el fin del la arqueología moderna y, ante todo, a su valor
asedio (probablemente, en el año 257) fue tomada por para ilustrar las técnicas de asedio en uso en un pe
Shapur. La ciudad fue saque ríodo dado. Laquis es un
ada y desaparece desde en asedio bien documentado,
tonces del registro histórico; «Hay un sentido profundo en la gracias al relieve de Sena-
la arqueología nos dice que querib que se conserva en el
poco después del asedio fue
antigua práctica de hacer sonar las Museo Británico, mientras
abandonada. Shapur perseve trompetas... y en que todas las que al mismo tiempo cons
raría en su triunfal campaña tituye nuestro mejor ejem
contra los romanos, ganando gargantas profieran el grito de plo sobre la tecnología de
muchos territorios y dando batalla, [pues] ambas cosas asedio asiría. Siracusa revela
captura incluso al emperador que gran parte de la tecno
Valeriano en el año 261. Sin aterrorizan a l enemigo y enardecen logía de asedio no había lle
embargo, más tarde fue ven a nuestros propios hombres». gado todavía al mundo griego
cido por el reino romano in en el siglo I a.C., e incluso
dependiente de Palmira, con C é s a r el bloqueo estaba aún en
lo que en el año 266 perdió mantillas y no era muy bien
todas sus conquistas. comprendido. Siracusa es tal
El cerco de Dura Europos es más notable por la vez el ejemplo más célebre de la Antigüedad, ilus
riqueza de conocimientos que nos ha aportado, que trado por los escritos de Tucídides. Más que nin
por su importancia en la historia de Roma. No fue gún otro asedio mencionado en este capítulo, cam
un enfrentamiento decisivo, ni relativamente signi bió la historia del mundo al impedir que Atenas se
ficativo, sino una pequeña acción dentro de una expandiera hacia el Mediterráneo oriental, y marcó
guerra de diez años. Pero para los modernos arqueó el principio del fin de su imperio. Sin la victoria si-
logos es un verdadero tesoro; ha aportado intere racusana en este asedio, los destinos de Cartago,
santes datos sobre las armas y armaduras de los ejér Macedonia y tal vez incluso Roma habrían sido sus
citos sasánida y tardorromano, y sobre las técnicas tancialmente diferentes.
de asedio y contraasedio. También ilustra que los Rodas nos ofrece el mejor ejemplo del punto has
persas habían conseguido la capacidad de tomar ciu ta el cual había progresado el arte del asedio griego,
dades fortificadas, y nos ofrece los únicos ejemplos un tributo a la ingeniería y la ciencia griega que
de que disponemos del uso de minas de asedio en la construyó la helepolis e hizo uso de armas de tor
Antigüedad. Estas minas, de por sí, son de valor in sión. El asedio fue una lucha épica de máquinas
conmensurable para el conocimiento de los méto contra fortificaciones, y nunca la maquinaria de
dos de cava y apuntalamiento, y nos aclaran asi asalto a las ciudades se usaría con tal profusión.
mismo el uso de las minas en las operaciones de Alesia es uno de los varios ejemplos magníficos so
asedio y su empleo combinado con otras formas bre el meticuloso carácter de las técnicas romanas
de ataque. de bloqueo pero, por encima de otros asedios, está
bien documentada por los escritos de Julio César y
Conclusión fue decisiva para socavar la revuelta gala. Masada
En este capítulo se ha referido la historia de la po tuvo relativamente poca importancia en la historia
liorcética desde su primer uso documentado, hasta el de Roma, aunque ha mantenido un fuerte acento
fin de la Antigüedad en el Mediterráneo occidental. simbólico para el pueblo de Israel. La revuelta judía
La descripción combina el análisis de los desarrollos de la que formó parte ya había sido sometida, y sin
GUERRA DE A S E D I O · 221
G u e r r e r o s m ic é n ic o s a r r a s t r a n d o s u s b a r c o s a la c o s t a y
p r e p a r á n d o s e p a r a u n a b a t a l l a e n e l s i g l o v a . C. C o n f o r m e la
n a v e g a c i ó n s e h i z o m á s c o m ú n y m e j o r a r o n la s t é c n i c a s d e
fa b r ic a c ió n d e b a rco s, e m p e z a r o n a co n s tr u ir s e n a v e s d e g u er r a .
E n p r i n c i p i o e r a n p l a t a f o r m a s i n e s t a b l e s e q u i l i b r a d a s p o r lo s
r e m o s d e lo s r e m e r o s .
224 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
la vez que se requería un mayor nivel de adiestra go Tucídides sobre una gran marina de guerra cre
miento y cooperación, a la altura de la instrucción tense puede ser puro mito, aunque un fresco exca
de las mejores legiones romanas. Sin embargo, al vado en Thera a principios de la década de 1970
mismo tiempo la guerra en el mar era bastante más muestra ya barcos cretenses, largos, estrechos e im
incierta. Frágiles barcos, que en la batalla depen pulsados por remeros, que parecen destinados a la
dían del músculo humano, eran manejados por los acción bélica. El primer uso atestiguado claramen
caprichos del tiempo. Con una seguridad limitada te de barcos para la guerra corresponde a los egip
con respecto a las tormentas, la temporada de bata cios, al principio para transportar tropas hasta la
llas navales estaba limitada a los meses comprendi contienda en Palestina. Ai término de la Edad del
dos entre abril y noviembre. Por encima de todo, Bronce, los barcos egipcios podían entrar en com
la coordinación de las tácticas entre centenares de bate contra otras naves, como sucedió en el año
barcos individuales ponía a prueba la habilidad, la 1190 a.C. cuando el faraón Ramsés III resistió un
inteligencia y a menudo la diplomacia de los mejo ataque masivo de los misteriosos y formidables gue
res comandantes. Pese a los enormes retos que su rreros marinos conocidos en la historia como «pue
ponía, la guerra naval ha sido con frecuencia tilda blos del mar». Un relieve mural bien conservado en
da de «prosaica» por los aristócratas; el filósofo Medinet Habu conmemora esta victoria e ilustra
griego Platón llegó a proclamar que la gran victoria claramente las primeras técnicas de combate naval.
naval griega de Salamina redujo el valor de los he La flota de Ramsés (no tenemos modo de conocer
lenos como pueblo. Ciertamente, en la guerra naval la dimensión de las fuerzas oponentes) sorprendió a
había poco espacio para la hazaña individual; y lo la flota invasora anclada en la desembocadura del
que era peor, los remeros se reclutaban entre los ciu Nilo; en el relieve, los barcos de los pueblos del mar
dadanos más pobres, los que no podían permitirse no tienen los remos preparados, y sus velas están
el equipamiento de la infantería pesada. Fue el de cargadas. Los navios egipcios avanzan con remos y,
sarrollo de la flota ateniense el que impulsó la más al acercarse, sus marinos de cubierta lanzan flechas
radical renovación democrática del mundo antiguo. y jabalinas contra el enemigo. Una vez a la altura
La leyenda hace del rey cretense Minos el pri de las naves enemigas, los tripulantes egipcios de
mer monarca que formó una armada, en la Edad cubierta, armados con espadas y escudos, abordaron
del Bronce, hacia el año 2000 a.C. Se supone que la algunos de estos barcos. También arrojaban rezones
utilizó sobre todo para patrullar el mar contra los pi a los aparejos de las naves del adversario, y aparen
ratas, y que también conquistó y colonizó con ella temente hicieron zozobrar a algunos de los barcos y
las islas del Egeo, forjando una talasocracia («go luego los remolcaron, lo que indica lo ligeros e ines
bierno por el mar»). La crónica del historiador grie tables que eran estas antiguas galeras.
Batalla de Salamina
480 a.C.
Los corintios J
S a la m in a +
I
griegos izan las Velas a
toda prisa en un intento
aparente de huir de los
barcos persas.
barcos de guerra del Mediterráneo. Esta nave era muy la técnica por primera vez hacia el año 850 a.C. Parece
larga y esbelta, costosa de construir, difícil de manio ser de invención griega. Con el añadido del espolón,
brar y no demasiado apta para la navegación, sobre el barco se convirtió en un instrumento de guerra de
todo cuando se usaba la gran innovación tecnológica pleno derecho, más que en una simple plataforma
de la guerra naval del siglo D i, el espolón. Esta arma de transporte o de sostenimiento de los guerreros.
era una pesada viga revestida de bronce y unida a la Una tripulación bien adiestrada podía dirigir su bar
quilla bajo la línea de flotación, que apareció en co para espolonear la popa o el costado relativamen
te desprotegidos de un barco enemigo, y después re
troceder para anegarlo de agua, empantanándolo. En
realidad, los barcos de guerra no lastrados eran de
masiado ligeros para hundirse. Una tripulación hábil
era capaz incluso de cortar los remos enemigos con su
barco, simplemente pasando junto a él y levantando
los propios remos apenas un segundo antes. Las víc
timas quedarían incapaces de maniobrar.
Espolones en batalla
La primera batalla registrada en la que vencieron
barcos provistos de espolones tuvo lugar en el año
535 a.C., pero probablemente estos artilugios estu
vieron en servicio mucho antes. En aquella batalla,
los focenses (habitantes de una ciudad-estado grie
ga que se reasentaron en Italia) se enfrentaron a una
flota combinada de etruscos y cartagineses que do
blaba el tamaño de la suya frente a las costas de Cer-
deña. Los focenses lograron la victoria, gracias a su
alto nivel de adiestramiento, que les permitió atra
vesar, con toda la flota, las líneas enemigas, para
después girar y espolonear la popa de los barcos ene
migos. Esta maniobra, llamada diekplous («navega
ción a través») es una de las dos más importantes
usadas en la guerra naval con espolones. La otra, el
periplous («navegación alrededor»), era más sencilla
y consistía en dirigir los barcos contra el flanco del blema era el coste. Construir y dotar un trirreme
enemigo para tomar esta línea desde la retaguardia. resultaba muy caro, más aún que sufragar la solda
El uso de un espolón dio especial valor a la velo da de los remeros. Éstos habían de pasar por un en
cidad para penetrar en el casco enemigo a la vez que trenamiento intensivo de varios meses para actuar
se esquivaban sus espolones. Pero, ¿cómo aumentar en equipo. Al contrario de los que refiere la ficción
la velocidad? La única fuente de potencia disponible popular, estos remeros casi nunca eran esclavos, pues
durante las batallas era el músculo humano. Un go a veces eran necesarios en el combate y por el sim
bernante ambicioso no podía simplemente incre ple hecho de que mantener esclavos para un oca
mentar esta potencia aumentando la eslora de sus sional uso naval resultaba demasiado costoso. En su
barcos para que cupieran más remeros. El pentecon - lugar, las tripulaciones de los barcos de guerra se re
tor ya resultaba desproporcionadamente largo y, por clutaban entre los ciudadanos más pobres, que no
tanto, poco navegable. Así podían permitirse el equipa
que, ya en el siglo VIII a.C., miento pesado exigido para
se produjo un experimento luchar en la infantería, ni el
consistente en añadir un se «Su M ajestad [Thutmosis I] navegó tiempo fuera de su ocupa
gundo nivel de remos, crean río abajo, con todos los países en su ción regular, salvo si recibían
do un birreme, un barco de estipendios. Dado el coste
dos alturas en el que para puño, y esos infortunados de los barcos y el de los re
una misma eslora se contaba trogloditas nubios colgados cabeza meros, sólo un estado desa
con dos órdenes de remos. rrollado con una fuerte or
La representación más anti abajo en la [proa] de la [falúa] de ganización económica podía
gua de un birreme se obtiene mantener una flota. En el
Su Majestad.» A h m o sis
de un relieve asirio del pala Mediterráneo, antes del año
cio de Senaquerib en Nini 500 a.C. no existían estruc
ve, datado en el año 701 a.C. turas políticas suficiente
Los nuevos barcos eran al menos un tercio más cor mente desarrolladas para soportar una marina de
tos y compactos, y por ello más robustos, que las ga guerra, salvo quizá Egipto y Siria.
leras de un solo orden de remos, con la misma po Entonces llegaron los persas, logrando un domi
tencia muscular para desplazarse en el agua. Desde el nio militar en el Cercano Oriente con una velocidad
birreme había un corto camino hacia el trirreme, bar alarmante durante mediado el siglo VI a.C. Persia na
co con tres órdenes de remos con hombres a los re ció como una potencia terrestre, pero debía crear una
mos sentados en tres filas: en el casco, a la altura de flota mediterránea para invadir Egipto: un ejército
cubierta y en un saliente proyectado desde la borda invasor sólo podía atravesar las rutas desérticas hacia
directamente sobre el agua. El trirreme, con 170 re su destino si era abastecido desde el mar, con una flo
meros que lo impulsaban a una velocidad de hasta ta para proteger los transportes de la gran armada
10 nudos durante breves períodos, se convirtió en el egipcia. La nueva marina de guerra persa, consisten
barco de guerra dominante del mundo antiguo. El te en trirremes al estilo de la época, contaba princi
Olympias, una espléndida réplica del trirreme cons palmente con las ciudades fenicias conquistadas por
truida en 1987, ha demostrado la gran potencia y los persas para dotar a sus naves de experiencia y bue
maniobrabilidad de estos barcos. La réplica puede nos remeros, mientras que los marinos eran normal
manejarse con vela y remo, y se desplaza durante va mente de origen persa. Esta nueva flota se enfrentó a
rias horas a 4 nudos, con la mitad de la tripulación su primera prueba importante en el año 494 a.C.,
que remaba en aquel tiempo. Puede realizar un giro cuando los persas derrotaron a la armada de rebeldes
de 180° en un minuto, con un arco de giro no ma jonios que habían intentado declarar su indepen
yor que dos veces y media la eslora del barco. Clara dencia. Esta batalla, cerca de Lade, fue la primera en
mente, era una nave digna de temer. la historia del Mediterráneo que marcó un punto de
Sin embargo, durante bastante tiempo se hizo inflexión decisivo. En el año 490 a.C., el rey persa
un uso escaso de esta innovadora tecnología. El pro Darío I tenía una flota de 600 barcos para transpor
230 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
tar y abastecer a sus tropas en tierra en Maratón, mu una masiva campaña de construcción. Los barcos se
chos más de los que contaban en conjunto todas las pusieron en marcha con tal rapidez que no pudo do
ciudades-estado griegas. társeles de la mejor madera; así, las fuentes afirman
Pese a su derrota en Maratón, los griegos com que los nuevos barcos eran lentos y pesados cuando
prendieron que los persas volverían. Los griegos te entraban en acción. Pero los atenienses los necesita
nían escasas esperanzas de detenerles sin una flota. ban a toda prisa, y vieron en ellos su mejor esperan
Cuando Jerjes, hijo de Darío, renovó el ataque en el za de sobrevivir. No en vano, como pronosticó el
año 480 a.C., la capacidad de que se le enfrentara oráculo de Delfos cuando la fuerza persa invasora
una flota aliada griega se debió a la visión del esta ya había entrado en el norte de Grecia en el año 480:
dista ateniense Temístocles. Este tenía un objetivo a «la muralla de madera no sólo no fallará, sino que os
largo plazo en mente: cuadruplicar el número de tri servirá a vosotros y a vuestros hijos...». Tal fue otra
rremes en el servicio ateniense hasta 200 barcos o demostración del genio de Temístocles, quien logró
más. Se ganó a la opinión pública, buscando la rui convencer a los atenienses de que a lo que se refería
na política de sus rivales aristocráticos que deposita el oráculo era a la flota. Ciertamente, la moviliza
ban su fe en la infantería hoplita. Temístocles fue ción de la nueva flota requirió toda la fuerza huma
probablemente un magnífico orador, muy hábil para na disponible, incluidas las heces de la ciudad, los re
despertar el temor entre sus conciudadanos. Y le ayu sidentes extranjeros y tal vez los eslavos conscriptos.
dó la suerte. En el año 484 o 483 a.C. se descubrió Los atenienses dotaron así una mayoría de los 300-
una riquísima vena de plata en Laurion, de propie 400 trirremes, que los estados griegos pusieron en
dad estatal. Los beneficios del primer año de explo la mar para detener la invasión persa. Los atenienses
tación sumaban 100 talentos, unas 2,45 t de plata querían que el propio Temístocles comandara la flo
pura. Los conservadores deseaban una distribución ta, pero ante la violenta oposición de los pelopone-
pública de esta nueva riqueza, de 10 dracmas para sios desistieron en su idea. No por ello se ha dejado
cada ciudadano adulto. Pero Temístocles y sus se de considerar a Temístocles la cabeza pensante que
guidores convencieron a la asamblea de que invir llevó a los griegos a la victoria.
tiera los beneficios en dar a Atenas una flota de tri Jerjes había preparado minuciosos planes para
rremes. En total se produjeron unos 200 trirremes en una gran invasión por mar y por tierra, que incluía
G U E R R A NAVAL · 231
la apertura de un canal a través de la península de mentas), la flota griega aliada se retiró al sur a la isla
Athos, con lo que su flota evitaría las peligrosas tor de Salamina, frente a la costa del Atica, para ayudar
mentas de la región. Reunió una gran armada. Ha a la ya necesaria evacuación de Atenas. La flota que
bía 600-800 trirremes persas en la primera batalla se reunió en Salamina era mayor que la de Artemi-
naval de la campaña, en Artemision, y al menos sion, con más ciudades representadas: probable
otros 600 barcos que se usaron para construir dos mente unos 310 barcos en total. Casi dos terceras
puentes sobre los Dardanelos para el paso de la ar partes de los mismos eran atenienses. La mayoría
mada persa, sin contar los barcos usados para un de las ciudades implicadas querían alejar a la flota
primer puente, que fue destruido por un temporal. del istmo, y algunas escuadras huyeron cuando vie
Cuando las escuadras de la flota llegaron a Grecia, ron Atenas en llamas a lo lejos, víctima del ejército
los barcos se vararon y se secaron. Así, los griegos no terrestre de los persas. Ai final, los comandantes ate
sólo eran inferiores en número, sino que descono nienses tuvieron que amenazar con su absoluta re
cían cuándo tendría lugar el ataque y contaban con tirada antes de que los peloponesios convinieran en
barcos más lentos y pesados que los persas. Sin em permanecer en Salamina dispuestos a la lucha. La
bargo, las naves persas estaban bastante cargadas, flota aliada se situó entre la isla de Salamina y el te
ya que cada barco llevaba 30 marinos persas adi rritorio continental, un paso de 1,6 km de anchura
cionales, además de la tripulación normal. Estas y algo más de 4,8 km de longitud. La flota persa
grandes cifras supusieron a la larga un grave incon seguía siendo más numerosa que la aliada, en una
veniente; los trirremes transportaban normalmente proporción de al menos dos a uno, sobre todo por
10 marinos y 3 o 4 arqueros. Su construcción era que los persas se habían reforzado con desertores
tan ligera que el mero movimiento de una persona griegos de la Grecia central y porque las tropas per
en la cubierta podía afectar a la remada. Los mari sas controlaban la mayoría del litoral. La única po
nos eran diestros en el lanzamiento de la jabalina sibilidad de éxito de los griegos contra una flota que
sentados o incluso tumbados en cubierta, para re en la menor estimación contaba con 700 trirremes
ducir al mínimo estos movimientos. era arrastrar a los persas a las aguas superficiales,
Después de una primera batalla contra los persas donde sólo podrían desplegar parte de su fuerza.
en Artemision, que terminó en tablas (debido prin Según el historiador Herodoto, Temístocles en
cipalmente a las fuertes pérdidas persas en dos tor vió un mensaje a Jerjes declarando que estaba
dispuesto a desertar y que la flota griega se aprestaba mando en una colina próxima (llamada «trono de
a la batalla. Jerjes cayó en la trampa, y siguió el con Jerjes»), pudo ver a los griegos huyendo en desor
sejo de Temístocles de confinar a la armada de los den, dirigiéndose aparentemente hacia la trampa en
griegos enviando a su escuadra egipcia del oeste a que la que aguardaban sus escuadras de bloqueo. Así,
cerrara el canal de Megara, mientras otras dos escua envió a toda la flota persa al ataque en el estrecho,
dras cegaban los pasos de Psyttáleia y una más pa creyendo que perseguían a un enemigo desmorali
trullaba frente a la costa meridional. Herodoto creía zado. Pero eran demasiados barcos para maniobrar
que Temístocles hizo bien en no referir su estratage en ese espacio tan limitado. Los barcos persas se es
ma a otros de sus aliados. Sin embargo, la batalla que torbaron en el canal a ambos lados de Psyttáleia, de
siguió demuestra que los griegos habían preparado forma que no les fue posible una retirada en orden.
muy bien una estrategia compleja que no podía res Cuando estaban dentro del estrecho fueron ataca
ponder a una reacción de último minuto, a la luz de dos, primero por el ala derecha griega, que se había
los acontecimientos. Es mucho más probable que el ocultado en un paso lateral, y después por la flota
sinuoso mensaje de Temístocles a Jerjes hubo de ser principal.
planeado y aceptado por el mando aliado. Dos elementos provocaron un mayor desorden
Lo que sucedió a continuación fue una huida en la flota de Jerjes en Salamina. Primero, el almi
simulada del escuadrón corintio de 500 trirremes. rante fenicio Ariabignes, que estaba al mando de la
Izaron las velas, que normalmente se habrían deja mayor escuadra, murió al inicio de la batalla. No
do en tierra antes de la batalla, y corrieron hacia el había un segundo al mando claro que pudiera tomar
norte. Esta añagaza fue, aparentemente, tan eficaz el control, con lo que no fue posible una respuesta
que incluso algunos griegos la malinterpretaron coordinada a la inesperada táctica griega. En se
como una huida real. Las escuadras ateniense y pe- gundo lugar, la flota aliada en Salamina conocía
loponesia siguieron a los corintios y formaron una bien las condiciones meteorológicas del lugar. Ata
nueva línea, desplegándose en tres al frente (una ma có exactamente a la hora correcta, cuando el oleaje
niobra complicada). Jerjes, que había fijado el alto ascendente hizo que muchos de los barcos persas,
G U E R R A NAVAL « 233
más cargados, rompieran la formación de sus remos flota zarparon hacia el Helesponto para proteger la
e incluso giraran los barcos a los lados, presentando vía de retirada del ejército persa. Pero la victoria de
su superficie más ancha a los griegos en una invita Salamina había significado realmente un freno a la
ción a ser presa de sus espolones. invasión de Grecia. El ejército de tierra dependía
Frente a estos obstáculos, los marinos de Jerjes acusadamente del mar para recibir provisiones, y
lucharon con valor, pero la escuadra fenicia termi era demasiado peligroso usar barcos de transporte
nó por romperse y huir, dejando un hueco para que sin una armada que los protegiera. La pérdida de la
los trirremes atenienses entraran por las líneas ene flota significó también que los persas no podrían
migas y pudieran atacar a otra escuadra persa por el desbordar a las fuerzas griegas que defendían el ist
flanco y la retaguardia. La batalla terminó en de mo de Corinto. Al año siguiente, la armada griega
rrota para Persia. Los aliados griegos perdieron aliada derrotó al resto de la flota persa en Micala, en
40 barcos, mientras 200 de los griegos fueron des la costa sudeste de Asia Menor. Los persas dejaron
truidos y otros muchos capturados. Las pérdidas de ser una potencia marítima. Por su parte, Atenas
persas fueron particularmente elevadas, pues pocos ascendió súbitamente a la cima dentro de la gran
de sus hombres, el grueso de los marinos de la flo fuerza naval de Grecia.
ta de Jerjes, sabían nadar, mientras que la mayor En el siglo V a.C., los estados griegos siguieron
parte de los griegos que cayeron al agua llegaron a desarrollando grandes navios, a la vez que Esparta
nado a las costas de Salamina. se erigía en un serio competidor para la marina de
guerra ateniense en las últimas fases de la guerra del
Desastre para Persia Peloponeso (431-404 a.C.). Atenas, sin embargo, si
Después de Salamina, la flota persa ya no pudo lu guió liderando las técnicas de capacidad de manio
char. Muchos de los barcos que Jerjes conservó es bra. Sólo cuando los atenienses cometieron graves
taban inhabilitados, con la moral muy baja, sobre errores estratégicos su flota fue vencida. Así, en la
todo porque el furioso Jerjes hizo ejecutar a varios expedición a Sicilia del año 415, dos flotas atenien
capitanes fenicios inmediatamente después de la ba ses (más de 200 barcos en total) quedaron atrapa
talla. El rey tomó a los marinos de los barcos y los das en el puerto de Siracusa, donde sus mejores téc
dispuso en unidades de su ejército terrestre, y en nicas no les sirvieron de mucho. Además, los
la noche del 21 al 22 de septiembre, los restos de la siracusanos reforzaron sus propios trirremes con más
B u q u e in sig n ia d e
construido más
P to lO M E O ,
para impresionar que como mi
arma de guerra seria. El
tamaño y el peso de sus
cubiertas superiores le hacía
muy inestable, mientras que el
descomunal tamaño del navio
dificultaría su maniobra en
batalla. Necesitaba
3.000 guerreros.
234 » T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
madera en la proa y la serviola. En las estrechas aguas ca del norte. En el Mediterráneo, Alejandro, que
en las que los atenienses debían atacar proa contra no confiaba en la flota de sus poco dispuestos alia
proa, los barcos griegos, más ligeros, están en clara dos atenienses, superó la amenaza persa en el mar
desventaja. Al final, ni uno solo de aquellos barcos marchando por la costa del continente y tomando
lograron escapar a la debacle militar. La otra gran todos los puertos persas, una empresa que exigió
derrota naval de Atenas en la guerra del Peloponeso, dos grandes batallas y el largo asedio de Tiro. No
la de Egospótamos, muestra todavía con más clari obstante, fue necesario proteger sus líneas de co
dad las limitaciones del trirreme en la batalla. En municación con Grecia. Sin embargo, los genera
septiembre del año 405, la armada ateniense al com les que se repartieron el imperio de Alejandro des
pleto, con 180 naves (construidas de nuevo después pués de su muerte pronto volvieron al mar,
de Siracusa) fue enviada a los Dardanelos para pro especialmente en una serie de guerras entre los an-
teger a los mercantes de grano. La fuerza fue arras tigónidas de Siria y los tolemaicos de Egipto.
trada a una playa desolada; los trirremes tenían difi Estos estados diádocos helenísticos pronto em
cultades para transportar suministros y no podían pezaron una carrera naval en el Mediterráneo. En
navegar durante demasiado tiempo. Como no ha cargaron barcos cada vez mayores, en especial des
bía ninguna población cerca, las tripulaciones tu pués de la introducción de pequeñas catapultas a
vieron que caminar 3,2 km para conseguir comida bordo en el siglo IV, lo que exigía barcos más pesa
en un mercado. Entre tanto, los barcos quedaron en dos para sostener su peso. La inclusión de proyecti
gran medida abandonados, un momento que apro les de largo alcance, junto con números crecientes
vechó el rey espartano Lisandro para tomar 171 bar de marinos, pronto socavó la importancia del espo
cos. Sólo nueve escaparon para informar a Atenas lón. En su lugar, entre los reyes helenísticos en bus
del desastre. Sin una flota que les protegiera, Ate ca de prestigio cobraron prestancia los polirremes,
nas cayó pronto ante el asedio espartano. barcos que incrementaban la potencia de remo del
La marina de guerra no jugó un papel impor trirreme incluyendo más remeros por banco. El má
tante en las conquistas de Alejandro Magno, aunque ximo extremo llegó a un «40», barco con 40 reme
equipó una flota para explorar el océano Indico y, en ros en cada espacio, con probablemente hasta
el momento de su muerte, estaba empezando a cinco hombres por remo y los bancos dispuestos en
construir otra para un proyecto de invasión de Áfri tres filas. Era un navio descomunal de más de 122 m
G U E R R A NAVAL ° 2 35
de eslora que probablemente nunca se usó en bata tuvieron que ser transportadas por barco para la ba
lla, pero sirvió de demostración del poder de Ptolo- talla. Aunque los romanos no consiguieron cruzar
meo IV de Egipto (221-203). los estrechos de Messina de día, ya que una escuadra
El más eficaz de estos «grandes barcos» era el cartaginesa estaba patrullando la zona. La fuerza
quinquerremes, usado comúnmente en Cartago, la cartaginesa tomó una serie de barcos, pero los de
potencia en ascenso del Mediterráneo occidental. volvió, con los prisioneros, al comandante romano,
Cartago, que formó un gran imperio mercantil ba intentando tal vez convencer a Roma de lo inútil
sado en el norte de Africa, fue el dueño incuestio de su ataque a Cartago, con su poderosa armada.
nable del oeste del Mediterráneo. El doble puerto de Aparentemente, el emisario cartaginés alardeó de
la ciudad daba cobijo a más de 200 barcos de gue que los romanos no podrían ni siquiera lavarse las
rra, probablemente maniobrados por ciudadanos, manos en el mar sin su permiso.
a diferencia de los mercenarios que solían emplear Al final, el ejército romano atravesó Sicilia de
los cartagineses para las luchas de infantería. Era noche, y poco a poco alcanzó una posición domi
una fuerza formidable, como descubrirían los ro nante frente al ejército cartaginés en la isla. Pero fue
manos en la primera guerra púnica (264-241). imposible conseguir una victoria completa sin una
flota. No sólo las ciudades en poder cartaginés del
La amenaza de Cartago oeste de Sicilia podían reaprovisionarse por mar,
La primera guerra púnica fue la más larga de la his sino que en el año 261 la flota cartaginesa estaba
toria grecorromana, y los enfrentamientos navales intentando distraer las energías romanas en una in
jugaron en ella un papel central, con mención es cursión en Italia.
pecial de la batalla de Ecnomo (256), en la que par Así, a principios de la primavera del 260, el Se
ticipó probablemente un número de personas ma nado de Roma votó por la construcción de una flo
yor que en cualquier otra batalla naval de la historia. ta de 100 quinquerremes y 20 trirremes, que debían
Este hecho resulta más sorprendente aún si se con estar a punto para la campaña del verano. Los barcos
sidera que al principio de la guerra Roma no tenía se fabricaron en 60 días, en una impresionante de
una flota propiamente dicha. A finales del siglo IV, mostración de la capacidad organizativa de Roma.
el Senado romano se había interesado superficial El modelo de los quinquerremes era un barco carta
mente por la idea, proveyendo dos pequeñas escua ginés que había encallado cuatro años antes; proba
dras para vérselas con los piratas del mar Tirreno. El blemente no porque los griegos del sur de Italia no tu
fracaso fue tan ignominioso que los romanos dese vieran quinquerremes, sino porque los políticos
charon la idea, pidiendo en su lugar que fueran los romanos prefirieron el diseño cartaginés. Las autori
barcos de sus súbditos, los griegos del sur de Italia, dades romanas formaron las tripulaciones de sus tri
los que custodiaran las rutas marítimas. Cuando rremes con sus aliados griegos, no obstante lo cual
empezó la guerra de Cartago, las legiones romanas Roma aportó 30.000 remeros para estos barcos, 300
por barco, entre sus aliados y súbditos de Italia y los
ciudadanos más pobres de Roma. Mientras los barcos
estaban aún en construcción, se enseñó a los remeros
su oficio en entrenamientos en tierra. Y, sabiendo
que no podrían competir con los cartagineses en las
artes marineras, los romanos optaron por preparar
en sus barcos enormes plataformas de abordaje des
de las cuales los legionarios podrían combatir en el
mar con un estilo parecido al que aplicaban en tierra.
Para tal fin, un ingeniero naval (tal vez Arquímedes de
Siracusa) inventó una nueva arma secreta, el corvus.
El corvus («cuervo») era una plataforma de abor
daje montada en la proa de los barcos romanos. Te
nía una longitud de 11 m y una anchura de 1,2 m,
236 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
B a r co d e g u e r r a r o m a n o c o n e l co rv u s.
Aunque Roma consiguió rápidamente una
armada, sus tripulantes, menos expertos que los
de Cartago, no eran m uy diestros en las
maniobras de sus barcos. Asi, los romanos
optaron p o r usar e l corvus, un pu ente de
madera con una pica que perm itía a sus
aguerridos marinos abordar las naves enemigas
y hacerse rápidamente con su gobierno.
y podía oscilar y dejarse caer sobre la cubierta del los barcos romanos. Pese a que sus barcos eran más
enemigo; una gran pica metálica en la parte infe lentos y a la falta de adiestramiento, los tripulantes
rior se asía al barco enemigo y lo fijaba, tras lo cual romanos consiguieron girar sus naves, hasta el pun
los marinos romanos iniciaban el abordaje. Para sa to de que sus corvi, en la proa, estaban de nuevo a
car el mejor partido de esta nueva táctica, los barcos punto para caer sobre los enemigos. Finalmente, los
romanos llevaban a bordo 80 legionarios, además cartagineses, tomados totalmente por sorpresa por
de su complemento habitual de 40 marinos. la presencia de los corvi, cedieron y se retiraron, per
Los romanos tuvieron la oportunidad de ensa diendo 31 barcos a manos de los romanos y viendo
yar su arma secreta en Milai, la primera batalla ma otros 13 o 14 hundidos. El comandante romano, el
rítima importante de la guerra, que se libró en sep cónsul Cayo Duilio, dio a Roma su primera victoria
tiembre del año 260. Las flotas cartaginesa y romana naval, y decoró la plataforma del orador del foro con
estaban bien pertrechadas, con unos 130 barcos cada las proas (rostrata) de los navios capturados, dándo
una. Los cartagineses confiaban de tal modo en su le así el nombre de rostrum.
victoria que, en vez de formar en líneas de batalla La victoria de Milai pudo atribuirse a la sorpre
adecuadas, atacaron a los barcos romanos indivi sa de una nueva arma y al débil liderazgo púnico
dualmente. Algunos de estos barcos fueron espolo- (poco después, Aníbal dejó que su flota quedara atra
neados. Pero fue entonces cuando los cartagineses pada en un puerto sardo, y fue arrestado y crucifi
se vieron atrapados por los corvi, y una multitud de cado por sus propios oficiales). La batalla de Ecno-
marinos romanos los abordó en gran número. En el mo, sin embargo, del año 256, demostró que la
primer ataque, los romanos tomaron 31 barcos, en nueva flota romana era una fuerza digna de tener en
tre ellos el buque insignia cartaginés; su comandan cuenta. Ese año, el Senado romano decidió llevar la
te, Aníbal (no el célebre comandante de la segunda guerra al norte de África. Ordenó la construcción
guerra púnica), pudo escapar en un bote de remos, de más barcos, en su mayoría naves de guerra y no
lo que sin duda contribuyó a la desorganización car transportes, lo que elevó la cifra de quinquerremes
taginesa. Los púnicos intentaron entonces rodear a romanos a 330. Ello llevaría el número de hombres
G U E R R A NAVAL « 237
de la flota romana hasta casi 140.000, incluidos sus había reunido sus tripulaciones a toda prisa. El co
reforzados contingentes de marinos. La flota zarpó mandante cartaginés eligió una posición débil, con
en el verano del año 256, comandada por dos cón sus barcos a espaldas del litoral y sin espacio de ma
sules romanos, y los cartagineses reunieron 350 bar niobra. Nuevamente, los romanos lograron una vic
cos en su contra. Cuando quedó claro que serían toria abrumadora, tomando 114 naves cartaginesas y
atacados frente a las costas de Sicilia, los romanos se destruyendo otras 16. Pasaron cinco años antes de
dividieron en cuatro escuadras, una densa forma que Cartago consiguiera reunir una nueva flota. Los
ción en la que la primera y la segunda escuadra for cartagineses se habían librado de la derrota definiti
maban una cuña, la tercera estaba en línea remol va sólo porque la armada romana tuvo enfrente a un
cando los transportes de caballos y la cuarta se enemigo más imponente: el mal tiempo. La flota ro
situaba detrás. El plan cartaginés, como refiere el mana, de 364 naves, cayó en una fuerte tormenta
historiador Polibio, consistía en arrastrar a las dos frente a Camarina (sudeste de Sicilia). Sólo 80 barcos
primeras escuadras romanas lejos de las otras, de for se salvaron del desastre, y probablemente más de
ma que pudieran atacarlas en un movimiento de 100.000 hombres murieron ahogados. Aquél fue un
pinza desde las dos alas. Pero no es fácil organizar golpe devastador para Roma; un historiador moder
una acción marina a gran escala sin los modernos no ha estimado que en la tormenta desapareció el
sistemas de comunicaciones. Ya fuera por un ma 15% de los hombres aptos de Italia.
lentendido en las órdenes o porque los capitanes car En el año 254 a.C., Roma construyó y dotó una
tagineses no lograron poner el plan en práctica, los nueva flota de 220 navios, una empresa formidable
romanos lograron congregarse en formación de que llevó sólo tres meses; aquella flota se perdió tam
cuña. Así, el ala derecha cartaginesa se lanzó al ata bién en una tempestad. Probablemente fue entonces
que de la cuarta escuadra romana, en la retaguardia, cuando los romanos decidieron abandonar el corvus.
mientras la izquierda atacaba a la tercera, cuyos bar Aunque se había mostrado muy eficaz en batalla,
cos se deshicieron de los transportes que remolca esta pesada maquinaria a bordo era la causa de que
ban y entraron en batalla. Se produjeron así tres fren los barcos fueran demasiado pesados y poco manio
tes distintos, y las dos primeras escuadras de Roma brables; de ahí las graves pérdidas en las tormentas.
consiguieron pronto ventaja sobre el centro cartagi Sin el corvus, la inferior calidad de los barcos roma
nés. Como en Milai, los cartagineses no tenían res nos y del adiestramiento de los marinos se hizo evi
puestas contra los corvi, y sin espacio de maniobra al dente en la batalla de Drepana, en el año 249 a.C.,
rededor de los barcos romanos el superior la única derrota notoria de los romanos en el mar. El
adiestramiento de sus hombres servía de poco. Cuan cónsul romano Publio Claudio Pulcro, con unos 123
do el centro cartaginés se rompió y emprendió la barcos bajo su mando, montó un ataque por sor
fuga, las dos primeras escuadras romanas giraron presa en la principal base naval cartaginesa de Dre
para auxiliar al resto de la flota, en una espléndida pana. Zarpó de noche, con lo que los cartagineses no
demostración de disciplina y comunicación. En la se apercibieron de su proximidad. Pero los romanos
batalla se perdieron 24 barcos romanos, pero casi un no consiguieron mantener en la oscuridad una for
centenar de los de Cartago fueron tomados o des mación cerrada, sobre todo porque 10.000 de sus
truidos. Después de descansar y reparar los daños remeros eran nuevos e inexpertos. Los cartagineses
en Sicilia, la flota romana estaba lista para proseguir vieron llegar la flota y se hicieron a la mar para en
con la invasión del norte de Africa, que redundaría contrarse con el enemigo antes de que pudiera blo
en un costoso fracaso. quear el puerto. Allí se demostró su mayor pericia.
La flota cartaginesa formó en línea antes que los ro
Confianza romana manos. Los barcos de Roma, intentando tomar la
Los marinos romanos debían sentir gran confianza línea de batalla, se sumieron en gran confusión, es
cuando fueron enviados en el año 255 al rescate de torbándose unos a otros. Se desarrolló un combate
los restos de la armada en África. Frente al cabo Her- con el espolón como arma. Los barcos romanos no
meo, se enfrentaron a la flota cartaginesa que, con tenían espacio ni habilidad para maniobrar y evitar
unos 200 barcos, era mucho menor que la romana y los espolonazos púnicos, y ya no había corvi que pu-
238 · T É C N I C A S BÉ L I CAS D E L M U N D O A N T I G U O
Λ
Batalla de Milai
260 a.C.
H
M ilai fue la primera batalla naval importante entre
Roma y Cartago. Las flotas cartaginesa y romana
estaban bien equipadas, pero los cartagineses
sentían tal confianza en la victoria que no
formaron buena línea de batalla. Algunos barcos
romanos fueron atacados con espolones, pero los
de Cartago se vieron de pronto atrapados pol
los co rvi, y los marinos romanos empezaron a
abordarlos. En el primer ataque, los romanos
tomaron 31 naves, entre ellas el buque insignia Los romanos usan sus
cartaginés; su comandante había escapado en una 2 co rvi con buen
resultado, eliminando
barca de remos, con lo que contribuyó a la
desorganización púnica. Los cartagineses 31 naves cartaginesas en su
primer ataque.
intentaron entonces rodear a los romanos. Pero
con barcos más lentos y carentes de suficiente
adiestramiento, las tripulaciones romanas lograron
hacer girar sus naves y de nuevo arrojaron los co rv i
de proa contra los enemigos. Los cartagineses,
tomados totalmente por sorpresa, cedieron en la
lucha y se retiraron, después de haber perdido 31
barcos a manos de los romanos y ver destruidos
otros 13 o 14.
Los cartagineses
I muestran tal confianza
que no forman una línea
de batalla adecuada para el
encuentro con la flota
romana.
Sorprendidos por el
3 éxito inicial romano,
los cartagineses intentan
desbordar a los romanos,
menos móviles, por los
flancos.
240 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
contribuido con madera para ayudar a recuperar sus varias ciudades. Los piratas de Cilicia ayudaron tam
barcos; uno de estos gobernantes llegó a entregar bién al inveterado enemigo de Roma, el rey Mitrí-
diez quinquerremes plenamente equipados a la ciu dates VI del Ponto (120-63) y, según otra crónica,
dad. Pero la política romana minó la economía ro- sellaron incluso un tratado con Espartaco, el jefe de
dia, y Rodas no tenía ya fondos para mantener una la rebelión de esclavos que conmocionó Italia hacia
flota contra los piratas. el año 70. Aunque aquel acuerdo, si existió real
La piratería era una plaga. No se trataba simple mente, fue incumplido por los piratas, revela clara
mente de barcos aislados que se dedicaran a la rapi mente que éstos se habían erigido en una fuerza
ña en el tráfico marítimo. Eran verdaderas flotas de enemiga que incomodaba gravemente a la repúbli
piratas que, de nuevo desde el siglo I a.C., realizaban ca de Roma y a su creciente imperio ultramarino. La
incursiones en las costas y a menudo daban soporte última gota se colmó cuando los piratas empezaron
a las fuerzas terrestres en las guerras. Con la deca a interferir en la tropa de suministro de grano de la
dencia de Rodas, el problema alcanzó proporciones propia Roma.
descomunales. Los peores eran los piratas de Cilicia, Finalmente, en el año 67 a.C., el tribuno romano
cuyas bases se situaban en la accidentada costa del Aulo Gabinio propuso una extensa campaña para ba
sur de Asia Menor. Al final lograron atraer tantos rrer a los piratas de los mares. El Senado se opuso a la
combatientes y barcos que organizaron líneas navales acción casi unánimemente, temiendo el poder que
con flotillas y flotas enteras bajo el mando de almi un encargo tan especial podría poner en manos de un
rantes. También poseían barcos de guerra, e incluso solo individuo en el inestable entorno político ro
trirremes, junto con otros barcos rápidos y peque mano, sobre todo porque sabían que el candidato
ños, como las liburnas, que tenían dos bancos de probable era el ambicioso Cneo Pompeyo Magno, o
remos, y los hemiolas, más adecuados para la pira Pompeyo el Grande. Pompeyo estaba en la senda de
tería. Se ha calculado que a principios del siglo I conseguir el dominio político sobre Roma merced a
a.C. había más de 1.000 barcos piratas activos en su reputación de héroe militar, con la amenaza aña
todo el Mediterráneo y el mar Negro. Los piratas dida de los soldados que habían servido bajo sus ór
eran cada vez más intrépidos. Hacia el año 70 a.C., denes. Necesitaba un papel espectacular de «salvador
sus incursiones llegaron a Italia, y en ellas secues de Roma», y era éste precisamente el que Gabinio le
traron mujeres nobles por las que pidieron rescate. estaba preparando. El tribuno puenteó al Senado al
Una escuadra de piratas llegó a apresar a dos altos presentar su propuesta contra la piratería directa
oficiales romanos, junto con sus asistentes. Otra es mente ante la asamblea popular de Roma. La Lex
cuadra atacó el puerto romano de Ostia, y saqueó Gabina (ley de Gabinio) fue aprobada, dando un
V is ta SUPERIOR Y LATERAL d el edificio de la isla d el pu erto m i barcaderos que perm itían sacar las naves d el agua para las re
litar d e Cartago en el siglo III a. C. En e l centro d e la isla esta paraciones. Otros em barcaderos revestían la costa en form a de
ba situado el cu a rtel gen era l d el almirante, suficientem ente herradura situada fr en te a la isla, perm itiendo un espacio su
alto para perm itirle una buena observación d e lo que sucedía ficien te para el am arradero de aproximadamente 200 galeras.
en el mar. Alrededor de este núcleo central había múltiples em
242 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Campaña marítima
de Pompeyo
67 a.C.
Pompeyo, encargado de lim piar los m ares de piratas,
tenía una com pleta autoridad sobre todo el
M editerráneo y el m ar Negro, y en las tierras
situadas a una distancia de 80 km del mar. Reunió G alla
500 barcos, 120.000 soldados y 5 .0 00 jinetes.
D ividió su fuerza en 13 m andos. La ún ica zona que
dejó (deliberadam ente) sin custodia fue C ilicia.
Pompeyo tom ó una escuadra de 60 barcos y expulsó
a los piratas de Sicilia, a los brazos de o tra escuadra.
Después los barrió del norte de Africa, y com pletó
el triángulo uniéndolo con otro legado frente a las
costas de Cerdefia, asegurando así las tres grandes
zonas productoras de cereal que abastecían Rom a.
Entonces, Pompeyo barrió todo el M editerráneo
desde H ispania hacia el este, derrotando o
expulsando a cuantos piratas encontraba a su paso.
Los últim os se reunieron, como esperaba, en C ilicia,
donde Pompeyo había planeado lanzar el asalto final
por tierra y mar. Varias plazas fuertes piratas fueron
destruidas, y se libró el com bate definitivo en la
b ahía de Coracesio, pero gracias a la clem encia de
Pompeyo la m ayoría de los piratas se rindieron sin
lucha.
E l M e d ite rrán e o
■y
inmenso poder a la persona designada: Pompeyo. tes de los piratas fueron destruidas, y hubo una batalla
Este recibió un nombramiento de tres años para lim naval decisiva en la bahía de Coracesio. Pero aun así
piar los mares de piratas, con poder para reclutar tro la lucha no fue demasiado dura. Los piratas no te
pas en todas las provincias romanas. Se le permitió nían nada por lo que combatir, una vez que supieron
nombrar a 25 legados bajo sus órdenes, y tenía plena de la actitud clemente de Pompeyo; éste ofreció, en
autoridad sobre todo el Mediterráneo y el mar Negro, vez de ejecutar a los piratas capturados, concederles
así como en las costas hasta 80 km del litoral, junto tierras por sus barcos. Por razones políticas, Pompe
con un gran presupuesto para la dotación de una yo necesitaba victorias rápidas. La mayoría de los pi
gran flota y un nutrido ejército. ratas habían abrazado esta vida por necesidad, y al
Pompeyo había pensado muy bien el plan antes saber del generoso trato dispensado por Pompeyo, se
de la aprobación de la Lex Gabina, y se puso en ac rindieron sin presentar batalla.
ción de inmediato. Según Plutarco, reunió 500 bar
cos (de aliados vasallos), 120.000 soldados y 5.000 ji Dominación romana
netes. Después dividió su fuerza entre él mismo y Esta campaña fue una prueba, si fuera ésta necesa
15 legados, representantes políticos de confianza más ria, de que Roma era la única superpotencia del
que sus aliados militares; obviamente, Pompeyo es mundo mediterráneo, el único estado con los re
taba usando el mando naval para mejorar su capital cursos y el control necesario a larga distancia para
político. Después, Pompeyo dividió el Mediterrá un plan tan ambicioso. Los únicos enemigos que
neo y el mar Negro en 13 mandos (guardándose dos podían competir con los romanos, entonces y du
legados para su servicio personal), asignando un le rante los siglos venideros, eran otros romanos. La
gado a cada zona con órdenes de patrullarla por tie campaña de Pompeyo contra los piratas, tanto un
rra y por mar, de atacar los puntos fuertes y de im golpe naval como político, llevó al mundo romano
pedir que en su sector entraran o salieran piratas. La un paso más cerca de la guerra civil.
única zona que dejó sin custodia fue Cilicia. Pom La contienda civil reclamaba una fuerza naval re
peyo decidió reservarla como punto de encuentro novada, ya que los rivales por el control de Roma lle
de los piratas huidos, al objeto de atacarles más tarde varon su guerra a todos los confines del mundo me
en un asalto a gran escala. El propio Pompeyo inició diterráneo. La flota de Pompeyo se convirtió en el
las operaciones pronto en primavera, antes del tiem núcleo de una nueva armada, aunque su creador cayó
po considerado seguro para la navegación. Tomó ante su rival, Julio César, en la primera guerra civil.
una escuadra de 60 barcos y expulsó a los piratas de Pero el hijo de Pompeyo Magno, Sexto Pompeyo,
Sicilia, a los brazos de otra escuadra dirigida por uno consiguió el control de la flota romana (unos
de sus legados. Después, barrió a los piratas del nor 200 barcos) después de la muerte de César en el año
te de África, y completó el triángulo uniéndolo con 44 a.C. El heredero de César, el joven Octavio (el fu
el dominio de otro legado frente a las costas de Cer- turo César Augusto), iba a crear una marina de gue
deña, donde expulsó o luchó contra los piratas que rra para oponerse al joven Pompeyo. En el año 38
encontraba. Así, se aseguró las tres principales zonas a.C., Octavio había logrado reunir una flota de 370
de suministro de grano que abastecían Roma, la jus barcos, comandada por su buen amigo Marco Vip
tificación primera de la campaña. Estaba claro que sanio Agripa. Como las tripulaciones de Agripa no es
pretendía ganarse la buena consideración de Italia. taban suficientemente bien adiestradas para luchar
Con el suministro de cereales asegurado y todos contra sus enemigos según la técnica del golpe de es
los legados en sus puestos, Pompeyo barrió todo el polón, Agripa inventó una nueva arma, una catapul
Mediterráneo desde Hispania hacia el este con parte ta con rezón y cuerda, para tomar los barcos enemi
de la flota, derrotando y expulsando a todos los pira gos y acercarlos lo suficiente para el abordaje. Agripa
tas que encontraba. Los últimos se congregaron en logró derrotar a Pompeyo el Joven en septiembre del
Cilicia, donde Pompeyo había planeado lanzar un año 36 frente a Nauloco (nordeste de Sicilia) en una
ataque en toda regla, por tierra y por mar. Equipó a batalla en la que participaron más de 600 barcos.
sus fuerzas terrestres con un elaborado tren de asedio, La experiencia conseguida en la guerra fue pron
que a la postre no fue necesario. Algunas plazas fuer to necesaria para una contienda en todo el Medite
G U E R R A NAVAL · 2 45
rráneo que marcó el final de la república de Roma. meros de Antonio estaban diezmadas por la enfer
Al principio, Octavio colaboró con el anterior lu medad. Por consiguiente, éste podía poner como mu
garteniente de Julio César, Marco Antonio. Sin em cho 300 barcos en acción, mientras en la flota de
bargo, las relaciones se deterioraron, y en el año Agripa había más de 400. Como Antonio había cons
32 a.C. Octavio, reclamando el liderazgo del mundo truido torres en ambos lados de la estrecha entrada al
romano, estaba en guerra golfo de Ambricia, donde es
abierta con Antonio, o más taba refugiada su flota, el ac
exactamente Roma estaba «Una vez más puedo recordarte [a ceso del enemigo era impo
en guerra abierta con Egip sible. Agripa ofreció batalla
la armada ateniense] que ya has
to, gobernado por la reina en mar abierto, pero el co
Cleopatra VII, esposa y alia vencido a la mayoría de las flotas mandante de Antonio la re
da de Antonio. A finales del chazó. Así, la flota de Octa
año 32, Antonio había reu
enemigas; y, una vez vencidos,
vio no tuvo otra elección que
nido un ejército y una flota los hombres no suponen los mismos bloquear a la de su oponente
en el centro de Grecia, pres en su propio puerto. Octavio
to a invadir Italia, mientras
peligros con su viejo espíritu.» fijó su cuartel general en una
Octavio había hecho lo mis F o r m io colina a unos 8 km al norte
mo en Italia para atacar a de la entrada al golfo, y cons
Marco Antonio. Octavio te truyó un muelle para dar
nía un ejército de 80.000 hombres, y Antonio con abrigo a sus barcos. Estaba claro que iba a ser un en
taba con 100.000, pero peor adiestrados que los le frentamiento largo.
gionarios romanos. Antonio contaba además con La posición de Antonio era más fuerte en tierra,
500 barcos de guerra (200 de los cuales eran de pero debía evitar la batalla durante dos o tres sema
Cleopatra) y 300 mercantes para la invasión; la fuer nas, el tiempo necesario para reunir a sus legiones
za marina de Octavio era comparable. Asentado en dispersas en Grecia occidental. Veía claramente que
el Mediterráneo oriental, Antonio poseía barcos más sólo podría liberar a su flota mediante una batalla en
grandes de diseño helenístico, con entre seis y diez tierra. Hizo los preparativos, pero a finales de abril,
bancos de remos, que usaba como buque insignia. cuando su ejército estaba listo para ofrecer batalla,
La mayor parte de la flota de Antonio y Cleopa Octavio se negó. Agripa acababa de conseguir varias
tra pasó el invierno en un puerto situado dentro del victorias en la costa, con lo que se hallaba en dis
promontorio de Accio, con algunos destacamentos posición de interceptar los barcos de suministro
en las costas griegas. Allí fueron sorprendidos por de Antonio. Entre tanto, las tropas y los remeros de
Agripa, al mando de la flota de Octavio, que atacó éste se habían concentrado en una zona insalubre, y
muy al principio de la época de navegación, cruzan la enfermedad (probablemente, paludismo y disen
do mucho más al sur de la ruta habitual en Grecia. tería) arrasaba su campamento. A mitad del vera
Agripa derrotó a una guarnición de Antonio en Me- no, Antonio hubo de enviar grupos armados tierra
tona, y después navegó hacia el norte y atacó otras adentro para encontrar remeros de repuesto. Inten
plazas fuertes de Antonio. Durante esta maniobra de tó repetidamente poner término al bloqueo forzan
distracción, Octavio llevó todo su ejército desde do una batalla en tierra, pero cada vez era mayor el
Brundisium (Brindisi) a Grecia. La velocidad dese número de sus oficiales que desertaban a las filas de
quilibró, aparentemente, a las fuerzas de Antonio, Octavio, desmoralizando aún más a sus tropas. A
que ya estaban divididas por la unión de éste con finales de agosto, Antonio tenía un grave problema
Cleopatra, por diferencias de opiniones sobre sus ob de aprovisionamiento. Le quedaban sólo dos op
jetivos y por la intensa propaganda manejada por Oc ciones: abandonar la flota y dirigirse con su ejérci
tavio, que incluía augurios que presagiaban la derro to hacia el este de Grecia o luchar en el mar, aban
ta de ambos. La deserción era un problema común en donando al ejército a su destino.
las huestes de Antonio antes aún de que llegaran las La decisión de Antonio de abrirse paso entre
tropas de Octavio. Además, las tripulaciones de re la flota de Octavio condujo a la batalla de Accio, la
246 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTICUO
Batalla de Accio
31 a.C.
Agripa, al frente de su
Roma M a c e d o n ia
A sia M e n o r '-
'I
El ala izquierda fue la
3 primera en entrar en
batalla. Unas dos horas
después de la huida de
Antonio, el resto de la
flota empezó a rendirse.
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Cleopatra estaba en la
6 división de retaguardia
con los transportes y los
barcos del tesoro. Escapó
por el centro de la
formación de Agripa.
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•^-Eí'cámpamento de
-¿¿Antonio sufría por las
enfermedades y la disentería,
lo que iridujo al general a
intentar romper el cerco.
'V
248 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
que puso fin a la república de Roma. El plan de An barcado en las naves de Antonio se dividieron entre las
tonio no era un secreto; todos sus movimientos se otras tres escuadras. ¿Qué pretendían? Los historia
hacían a la vista del enemigo, y en el caso de que dores posteriores, desde el bando vencedor, acusaron
Octavio hubiera pasado algo por alto, un amigo de a Cleopatra de la derrota de la flota de Antonio, al se
Antonio desertó y se llevó consigo todos los detalles ñalar que mientras el combate estaba aún en equilibrio
de los consejos de guerra. Antonio quemó sus bar su escuadra de 60 barcos buscó un hueco para huir,
cos de repuesto, incluidos todos los de transporte, y llevándose tras de sí al embrutecido Antonio. Octavio,
partió con una flota de unos 230 barcos a enfren un brillante propagandista, disfrutó culpando a la exó
tarse con los 400 bajo el mando de Agripa (en cu tica reina de Egipto. Lo cierto es que la flota de An
yas manos, sabiamente, Octavio dejó todos los asun tonio no tenía ninguna posibilidad de ganar la bata
tos navales). Los planes estaban listos para el 29 de lla, superada ampliamente en número, con tripulantes
agosto, pero se retrasaron varios días por las tor enfermos, desnutridos, desalentados y poco diestros.
mentas. Por fin, el 2 de septiembre, Antonio partió Antonio lo sabía. Ordenó llevar las velas a bordo, un
camino del golfo. hecho inaudito para un combate; desde un principio
sólo pensaba en escapar.
Empieza la batalla Entre tanto, Agripa embarcó a unos 40.000 sol
La flota de Antonio se había dividido en cuatro es dados, y tomó una posición a 1,6 km de la costa, con
cuadras. La escuadra de Cleopatra incluía el resto de la esperanza de tentar a los pesados barcos de Anto
los barcos mercantes, junto con el cofre del tesoro y los nio a una lucha en mar abierto, donde cada uno po
bienes valiosos, y permaneció en la retaguardia, apa dría ser atacado por dos de sus naves. Antonio, por su
rentemente nunca presta a la batalla. El grueso de los parte, intentaba provocar el combate cerca de la cos
20.000 legionarios y 2.000 arqueros que habían em ta, donde su flota no podría ser rodeada; se produjo
U n q u i n q u e r r e m e r o m a n o surca el mar
impulsado p o r cinco remeros dispuestos en bancos de
tres niveles. En la proa tiene un corvus, listo para
acoplarse a un barco enemigo que resista el
espolonazo. Los marinos están en cubierta.
G U E R R A NAVAL » 2 49
E j e m p l o d e u n e s p o l ó n d e u n b a r c o d e g u e r r a , que empezó
a usarse hacia el siglo VI a. C. El uso de espolones se hizo posible
únicam ente cuando los cascos de los barcos tuvieron suficiente
resistencia, con sólidos armazones. Este ejem plo procede
probablem ente d e la prim era m itad del siglo II a. C.
así otro estancamiento. Pero los vientos de Accio son con ellos un tercio de sus barcos. Después de la ba
predecibles en buen tiempo. Ai mediodía, una firme talla naval, el ejército de Antonio empezó a retirar
brisa empezó a soplar desde el sudoeste, una brisa se. Cuando el de Octavio le dio alcance, las tropas
que habría henchido las velas de Antonio y llevado de Antonio se negaron a luchar. En una semana de
sus barcos lejos de la flota de Agripa, cuyos aparejos intensas conversaciones, negociaron una rendición
se habían quedado en tierra. Así, por la tarde Anto a cambio de recibir el mismo tratamiento que el
nio intentó avanzar lo máximo posible, al objeto de ejército vencedor. Al año siguiente, Antonio y Cleo
tomar los vientos crecientes. El historiador Plutarco patra se suicidaron en Egipto, y Roma aprendió a vi
ha dejado la mejor descripción del momento. El ala vir bajo un nuevo dueño.
izquierda de Antonio avanzó primero, y las flotas se Roma, o para ser precisos, el emperador romano,
encontraron. Entre tanto, Agripa, al mando de su ala pasó a ser el nuevo amo del Mediterráneo. Accio mar
izquierda, empezó a extender su línea para envolver a có el final de la guerra naval clásica en la que flotas in
Antonio, quien estaba a la derecha. El ala derecha mensas, consistentes en barcos de guerra de varios
de Antonio tuvo que desplazarse hacia el norte para niveles, luchaban en batallas basadas en el uso deci
contrarrestar esta maniobra, y en el proceso se sepa sivo de los espolones. Ningún enemigo podía desafiar
ró del centro. En la confusión resultante, la escuadra a Roma. Después de Accio, César Augusto creó una
de Cleopatra pudo huir por el centro de la línea de armada permanente, en una maniobra preventiva
Octavio, quien aparentemente había seguido a la per contra todo aquel que aspirara a usurparle el poder.
fección el plan de Antonio. Éste consiguió salvar par Esta flota imperial se mantuvo en el Mediterráneo
te de su ala derecha. Pero su buque insignia estaba durante dos siglos, impidiendo el surgimiento de al
demasiado cercado para librarse del acoso, así que gún rival, transportando ejércitos, oficiales y despa
Antonio se trasladó a otro barco y también pudo es chos y suprimiendo a los piratas cuando era necesa
capar, precisamente en el momento de la tarde en rio. Sin enemigos a gran escala, la flota pasó a basarse
que el viento tenía la fuerza suficiente y cambió de di principalmente en trirremes y liburnas, más que en
rección para que pudiera usar las velas. Unas dos ho grandes barcos. En todo el transcurso del Imperio
ras más tarde, hacia las cuatro de la tarde, el resto de Romano se libró únicamente una batalla naval, en el
la flota de Antonio empezó a rendirse. año 323 d.C. cuando el emperador de occidente,
Constantino, derrotó a su rival Licinio. En esta ba
Victoria parcial talla, los 200 trirremes de Licinio fueron vencidos
Así, Accio fue sólo una victoria parcial de Octavio, rotundamente por los 80 barcos ligeros de Constan
y fueron sus esfuerzos ulteriores de propaganda los tino. Después de aquello, el trirreme desapareció del
que le dieron el gran triunfo que puso fin a las gue registro histórico. La era de la antigua marina de gue
rras civiles. Antonio y Cleopatra habían escapado, y rra había llegado a su fin.
250 » T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTICUO
TÉRMINOS USUALES
ACCENSI: División (o vexillum) de una compañía romana constitui COHORTE: Unidad táctica básica del ejército de finales del siglo
da por los hombres menos fiables en edad y experiencia. II a.C.
Estaba formada normalmente por 480 hombres en seis cen
A ciE S: Línea de batalla. turias, pero también había unidades mayores de 800 hombres en
ACROPOLIS: Literalmente «ciudad alta». La acrópolis contenía los cinco o diez centurias.
edificios más importantes de la ciudad y el tesoro, y ofrecía refu COMES: Oficiales del ejército tardorromano, por debajo del magistri
gio a los ciudadanos. militum.
AGGER: Rampa o terraplén; por ejemplo, la rampa de asedio. CÓNSUL: Los dos cónsules del año eran los ciudadanos elegidos ma
A la MILLLARIA: Ala de 24 turmae. gistrados de la república de Roma, y que asumían el mando en
ALA: Primero usado en la República para referirse a las unidades de las campañas importantes. A veces, el Senado extendía su poder
aliados itálicos, equivalente aproximadamente en tamaño a la le después del año de oficio, en cuyo caso se conocían como pro
gión romana. Más tarde se usó para las unidades de caballería de cónsules.
la auxilia imperial. CORNACAS: Guías o «jinetes» de elefantes.
A l a QUINGENARIA: A la d e 16 turmae. CORVUS: «C u e rv o ». G arfio n a v a l u sa d o p a ra el a b o rd aje .
Am ÓN: Dios egipcio. CUNEUS: Formación destinada a romper la línea enemiga con
AnäBASIS: Marcha hacia el interior desde el mar. centrando la carga en un solo punto. Tenía forma triangular o,
ANCILE: E scu d o ro m a n o en fo rm a d e ocho. alternativamente, la estructura de una columna profunda y
ANGON: Lanza propia de los francos. estrecha.
Vara con garfio saliente desde el eje des
A n k u s h (HARPE, CUSTIS): D a t h a b a M : Subdivisión formada por diez hombres, comandada por
de la punta que ayuda al cornaca (qv) a controlar su elefante. un dathapatis.
ANTEPILANI: S o ld a d o s d e la p rim e ra lín e a d e l ejérc ito ro m an o . DECURIONES: Cada turma (escuadrón) romana estaba comandada
AQUILA: Aguila. Estandarte de una legión romana. por tres decuriones (oficiales).
AQUILIFER: Literalmente, «portaáguilas». Portaestandarte romano. D iadO C H U S (pl. DiaDOCHOI): Literalmente, «sucesor» o diádoco.
AROS: A rg o lla s m e tá lic a s a través d e las c u a le s se p a sab a n las cu erd a s Usado para referirse a los reyes que heredaron el imperio de Ale
q u e se rv ía n p a r a s u je ta r a la c a b a lg a d u ra p o r la n ariz . jandro Magno.
ASPIS: Escudo de bronce aplanado de 60 cm de diámetro que lleva DlEKPLUS (DIEKPLOUS): Maniobra naval griega para romper las líneas
ban todos los miembros de la falange. enemigas.
AUXILIA: Tropas auxiliares en el ejército romano, no reclutadas de DRACO: Estandarte romano en forma de cabeza de dragón, que pro
ciudadanos de ultramar. ducía un sonido quejumbroso cuando se movía a cierta velocidad,
BALLISTA: C a ta p u lta ro m a n a d e to rsió n d e d o b le b razo cap az d e la n por ejemplo, al cargar en la batalla.
z a r saetas o p ied ras co n p recisió n . DROMEDARII: Caballería romana de dromedarios.
BARRITUS: Grito de guerra germano. DUX: Oficiales del ejército tardorromano.
BIRREME: B arco d e dos niveles e n el q u e se m a n e ja n d o s bancos d e re ElephANTARCHOS: Oficial de la corte griega, jefe del cuerpo de ele
m o s d e la lo n g itu d d e l barco. fantes.
CaetrA: Pequeñas rodelas que llevaban los hispanos. E n o m o t i a (pl. ENOMOTIAI): Unidad del ejército espartano, nor
CALIGA (pl. CALIGAE): Sandalia pesada de un soldado romano. malmente un pelotón de 36 hombres. Literalmente grupo «jura
CAPITE CENSI: C la se m á s b a ja d e la c iu d a d a n ía ro m a n a q u e n o te n ía mentado».
p ro p ie d a d e s y q u e fu e in tro d u c id a en el ejército ro m a n o p o r M a E n o m o tia r c A : Comandante de una enomotia.
rio. EQUITES: Caballería romana.
C a t a fr a c TO: C a b a lle ría co n fu erte a rm a d u ra y o rd en cerrad o c u y a EXPLORATORES: Exploradores o tropas de reconocimiento del ejérci
tá c tic a p r in c ip a l era la carg a d e ch o q u e. A m e n u d o , los cab allo s to romano.
ib a n ta m b ié n p ro tegid o s co n a rm a d u ra . EXTRAORDINARII: Los extraordinarii eran un grupo de caballería de
CATAPULTA: Arma de artillería accionada por resortes desarrollada apoyo e infantería ligera, a menudo formada por no ciudadanos.
por los griegos y más tarde usada por los romanos. FALANGE: Formación de batalla griega o macedonia, o infantería pe
CENTURIA: Subunidad básica del ejército romano, estaba comanda sada que adoptaba esta formación.
da por un centurión y constaba en principio de 60 hombres (más FALCATA: Espada corva, cimitarra.
tarde, 80). F a lX : Ver rhomphaia.
CENTURIÓN: Grado importante de oficial en el ejército romano du FRAMEA: Lanza o jabalina germana.
rante la mayor parte de su historia. Los centuriones comandaban GAESUM: Larga jabalina gala.
originalmente una centuria de 60 a 80 hombres. GasTRAPHETES: Literalmente, «liberación de vientre». Ballesta grie
C h e ir o b a llis T A : V ersió n d el scorpion (qv) co n a rm a z ó n m e tá lic o y ga, que se apoyaba en la cintura del portador.
c u b ie rta s d e re sisten c ia refo rzad a. CERRON: Escudo usado por los persas.
ClPPI: Filas de estacas afiladas que formaron parte de las obras de ase GLADIUS: Espada. Se usa convencionalmente para referirse al gladius
dio de César en Alesia, 52 a.C. hispaniensis, la corta espada hispana que era arma común de los ro
CLIBANARII V: Catafracto. Literalmente, «hombre horno». Caballería manos en la lucha cuerpo a cuerpo hasta bien entrado el siglo
con fuerte armadura, a menudo montada sobre caballos con ar III d.C. Se usaba principalmente para estocada.
madura. GORYTUS: Aljaba y tahalí combinados, típico de los escitas.
COHORS EQUITATA: Formación mixta de infantería/caballería que H am ippO I: «Corredores» de la infantería griega que cooperaban con
servía de fuerza de choque y de patrulla móvil en las guarniciones la caballería. Semejantes a los peherers egipcios.
de las fortificaciones fronterizas. FíASTA: Una lanza.
TÉRMINOS USUALES »251
HASTATUS ( H a s t a t i ) : Primera línea de la infantería pesada en la le L o r i c a SEGMENTATA: Nombre inventado por los modernos estu
gión republicana, reclutada de hombres jóvenes. diosos para referirse a la armadura de bandas asociada a menudo
H a z a r a b a M : Subdivisión consistente en 1.000 hombres. con los romanos. Ofrecía una buena protección y su diseño ayu
H e i l o t e s ( H e i lo s ) : Ilota, siervo espartano. daba a repartir el peso más uniformemente que la malla, pero era
HELEPOLIS: L it e r a lm e n t e s e l a p u e d e d e n o m in a r c o m o « c o n de fabricación compleja y propensa a sufrir daños, lo que puede ex
q u is ta d o r a d e c iu d a d e s » . T o rre d e a s a lto g ig a n t e s c a s o b re r u e plicar su ulterior abandono.
d a s , u s a d a e n el a s e d io d e R o d a s . L o r i c a SQUAMATA: Armadura de escamas. Menos flexible, ofrecía
H e m io l A: N a v e lig e ra o rig in a ria d e R o d as. peor protección que la malla.
HeTAIROI: Literalmente «Compañeros». La caballería de elite de Ma M ach A IR A : Gran espada corva, de tipo sable o cimitarra.
cedonia. MANÍPULO (MANIPULUS) : Unidad táctica básica de la legión repu
H ipparC H IA (pl. HIPPARCHIAl): Comandante de caballería en el ejér blicana, el manípulo estaba formado por dos centurias. Lo co
cito griego o macedonio. mandaba el centurión de la centuria derecha.
HlPPEIS: «C a b a lle ro s» g rieg o s. C a d a u n o d e los jin e te s d e la o rd en M a r y a n n U : Guerrero de carro en el Cercano Oriente. Valorado pro
d e c a b a llería . fesional, de dotes atléticas, fuerte y muy diestro.
HlPPIKA GYMNASIA: Torneo a caballo con equipos muy decorados y MONTURA CANTABRA: Maniobra de la caballería romana en la que los
complejas maniobras. hombres cabalgaban por turnos hacia un objetivo, girando a la
HOPLITES (pl. HOPLITAl): Hoplita. Soldado de a pie de la infantería derecha durante un breve tramo y después dirigiéndose en parale
pesada griega en el período clásico. lo, manteniendo siempre el escudo hacia el enemigo. El objetivo
HOPLON: G ran escud o re d o n d o d e u n h o p lita . consistía en lanzar un bombardeo continuo de proyectiles a un
HYPASPISTAI (s. HYPASPISTES): Hipaspistas o escuderos. También, punto de la línea enemiga, debilitándola antes de cargar contra
cuerpo especial de infantería del ejército macedonio. ella, espada en mano.
ILE: Cuerpo de hombres. Unidad de caballería de los ejércitos griego MORA: Literalmente «división». Unidad del ejército espartano. Seis
y macedonio. morai formaban una falange espartana.
KardakA: Joven nobleza persa que se enfrentó a Alejandro en la ba N akhTU -A A : «Tropas de choque» egipcias.
talla de Isos. NAUARCHIS: Buque insignia.
K h o p e s H : Hacha de bronce a una sola mano con borde muy curvo N E’ARIN: «Jóvenes» egipcios, una unidad de elite.
pero sin punta. NUMERI: Los numeri se desarrollaron a partir de la milicia romana
KONTOS: Asta o pica. provincial. Algunos eran cuerpos de infantería y otros de caballe
KOPIS: Espada para estocada. ría, y su dimensión variaba entre 90 y 300 efectivos.
KSHATRYA: Casta guerrera india, con la que Poros formó su magní ONAGER: Literalmente, «asno silvestre». Catapulta de torsión de un
fica infantería. solo brazo diseñada para arrojar piedras.
K y k lo S : Literalmente, «anillo» o «círculo». Formación naval d e tác OPTIONES: O ficiales jó ven es q u e cerrab an las filas. H a b ía tres en cad a
tica defensiva entre los griegos. turma (q v ).
LANCEA: L a n za o ja b a lin a lig era. OTHISMOS: Encuentro entre falanges.
Oficial subalterno romano que tenía un poder de
LEGATUS ( l e g a t i ) : OURAGOS: Segundo al mando en una enomotia griega.
legado, no ejercido por derecho propio. Los legados eran elegidos OXYBELES: Catapulta que disparaba flechas o saetas.
por un magistrado. PARMA: Escudo redondo ligero.
L e g a t o s AUGUSTI PRO PRAETORE: Título concedido a los goberna P e d je T : Batallón egipcio.
dores de las provincias militares en el Principado, que mandaban P e h e r e R : Corredor egipcio: hombre de arma ligera que luchaba en
como representantes del emperador (siglos I a III d.C.). apoyo de los carros.
LEGATUS LEGIONIS: Título otorgado a los comandantes legionarios P e l t a s t a i (s . PELTASTES): Tropas de arma ligera o escaramuzadores,
durante el Principado (siglos I a III d.C.). así llamadas por el uso delpelte (qv).
LEGIÓN ( l e g i o ) : Término que originalmente significaba leva; más P e l t e (PELTA): Escudo de mimbre en forma de media luna con piel
tarde, las legiones se convirtieron en la principal unidad del ejér de oveja o cabra y con un empuñadura central.
cito romano durante gran parte de su historia. En la República y PENTECONTEROS (PENTECONTOROS): Galera de 50 remos.
el Principado fueron grandes formaciones predominantemente de P e n t e c o s t e R : Oficial del ejército espartano al mando de
infantería de unos 4.000-5.000 hombres, pero en la Antigüedad 50 hombres.
Tardía parecen haber pasado a tener una fuerza de unos 1.000 P e n te c o S T Y S : P eq u eñ a u n id a d d el ejército espartano, n o m in a lm en te
efectivos. de 50 efectivos.
LEGIONES COMITATENSES: Tropas de la línea formadas por 1.000 PERIPLUS (P erip lO U S ): Literalmente «circunnavegación». Maniobra
hombres. táctica naval griega.
LIBURNA (pl. LIBURNAE): Galera rápida y ligera conocida por el nom P eyTRALS: P ro tecció n p a ra el p ec h o d e u n cab allo .
bre de una nación de Iliria. PeZETAIROI: Literalmente «Compañeros a pie». Falange macedonia.
LILIA: Literalmente «lirios». Estacas endurecidas al fuego ocultas en PlLOS: Casco metálico en forma de gorro de fieltro.
pozos en el asedio de Alesia en el año 52 a.C. PlLUM: Jabalina pesada integrada en el equipamiento habitual de los
LlMITANEI: Unidades de guarnición formadas por elementos pesados legionarios romanos durante gran parte de la historia de Roma.
y medios. PLUMBATA (pl. PLUMBATAE): Pequeño dardo romano con lastre de
LiTHOBOLOS: Catapulta para el lanzamiento de piedras. Ver oxybeles. plomo.
LOCHOS: Unidad del ejército griego de fuerza variable. POLEMARCA Comandante de una mora griega.
LORICA: Coselete o peto de armadura. POLIRREMES: Barcos en los que la potencia de remo se incrementa
LORICA HAMATA: Armadura de malla. Copiada probablemente por ba sumando más remeros por banco. El más alto de estos mode
los romanos de los galos. los (cinco bancos de remos) era difícil de maniobrar, y probable
252 · T É C N I C A S BÉLI CAS DEL M U N D O ANTIGUO
mente nunca se usó en batalla. Un ejemplo era el buque insignia SPATHA: Larga espada romana usada por la caballería del alto impe
de Ptolomeo. rio y adoptada finalmente por la mayoría de los ejércitos poste
POLIS: C o n c e p to d esarro llad o p o r A ristó teles: estad o a u to su ficie n te riores. Estaba bien compensada para la estocada y el corte.
u n id o p o r u n se n tid o d e la c o m u n id a d , co n u n c o n ju n to d e leyes SPEIRA: Unidad de falange básica entre los macedonios, formada por
q u e a ta ñ ía n a to d o s los ciu d ad a n o s p o r igu al. 256 hombres. Cuatro speiriai constituían una quiliarquía (1.024
PREFECTO ( p r a e f e c t u s ) ; Comandante ecuestre romano de una co hombres).
horte auxiliar o ala. SPICULUM: Literalmente, «pica». Jabalina o flecha.
Segunda línea de infantería pesada en
PRINCEPS ( p r in c ip e s ) : STIMULI: Literalmente, «aguijones». Estacas en punta plantadas a
la legión republicana, reclutada entre hombres en «lo mejor de la modo de defensa por los romanos contra los ataques enemigos. Se
vida». usaron en Alesia en el año 52 a.C..
PRODROMOI: Exploradores griegos o tropas de reconocimiento.
StraTEGAI: Unidad de 4.000 hombres comandada por un estratega.
ΡΤΑΗ: D ios egipcio.
SUTEKH: Dios egipcio. División del ejército del faraón.
P tery GES Parte del faldellín de la coraza que se dividía en «alas» para
SyNASPISMOS: Formación griega de orden cerrado (con bloqueo me
m ayor facilidad de m ovim iento, propia de los hoplitas.
diante escudos), en la que hombres y filas estaban distanciados 30
PUGIO: D a g a ro m a n a .
PYKNOSIS: Form ación de orden interm edio en la que los hom bres y
cm: posición utilizada para recibir un ataque.
T a k a ( t a k a e ) : Gran escudo de cuero.
las filas estaban separados por 1 m.
QUILIARQUÍA: U n id ad de unos 1.000 hom bres form ada po r cuatro TakabarA: Portadores de takae (qv) y lanzas arrojadizas.
speiriai y co m andada por un quiliarca. TALENTOS: Moneda griega, donde 100 talentos equivalía a 2,5 t de
QUINCUNX: Form ación ajedrezada que usó la legión republicana, en plata pura.
la que las tres líneas se desplegaban en am plios intervalos entre los T a x ia r c A : Comandante de un taxis (qv).
m anípulos, con los huecos cubiertos por los m anípulos de la si TAXIS ( t a x e is ) : «Compañía» de unos 120-130 hombres. Diez taxeis
guiente línea. (regimientos) constituían el ejército ateniense, junto con repre
QuinQUERREME: Galera de guerra manejada por cinco filas de re sentantes de las diez tribus de Atenas.
meros a cada lado. TESTERAS: Protección para la cabeza del caballo.
RA: D ios egipcio. TESTUDO: Célebre formación en tortuga en la cual los legionarios ro
RHOMPHAIA: Falce. Especie de guadaña usada con una o las dos m a manos superponían sus escudos para protegerse del ataque frontal,
nos originaria de los Balcanes, con una hoja corva de unos 39 cm. lateral y superior. Se usaba principalmente para acercarse a fortifi
División (o vexillum) de una compañía romana formada por
R o r a r ii: caciones enemigas y permitía a los legionarios la labor de zapa.
hombres más jóvenes y menos experimentados que los triarii. ThORAKIA: Torres de madera de tamaño suficiente para dar cabida a
SAMBUCA: Escala mecánica (así nombrada por su parecido con un ins entre dos y cuatro guerreros, instaladas sobre elefantes en Mace
trumento musical). donia. Estaban protegidas por escudos que pendían de los lados.
SARCINA: (pl. SARCINAE): Dotación del soldado romano.
TRIARII: Tercera línea, la más veterana, de la infantería pesada de la le
SARISSA: Larga pica, según su em pleo en el ejército m acedonio.
gión republicana, reclutada entre soldados con experiencia.
S aTABA: Subdivisión de u n centenar de hombres.
TRIRREME: Barco de tres niveles en el que los tres bancos de remos po
SATRAPÍA: P ro v in cia d e l im p e rio p ersa, g o b e rn a d a p o r u n sá tra p a.
dían ocupar la longitud del barco: en el casco, a la altura de cubierta
SaUNION: Jabalina.
y en un saliente que se proyectaba fuera de la borda.
SCORPIO: Literalmente «escorpión». Versión romana, más móvil y li
TURMA ( T u r m a e ) : Subunidad básica de la caballería romana du
gera, del oxybeles. Lanzaba grandes saetas incendiarias y estaba re
forzada en la cabeza, con brazos cóncavos, aumentando su potencia. rante buena parte de su historia, consistente en unos 30 hombres.
SCUTARII ( s c u t a t i ) : Tropas armadas con el SCUTUM (qv). Normal
Hasta el siglo III d.C. estuvo comandada por un decurión.
VELES ( V e l i t e s ) : Infantería ligera de la legión republicana, reclutada
mente a pie, pero a veces montadas.
SCUTUM: Escudo, sobre todo el escudo pesado q ue llevaban los le entre los más pobres o los más jóvenes para combatir como in
gionarios. Era sem icilíndrico y, norm alm ente, oval o rectangular. fantería pesada. No está claro si eran los mismos que los rorarii
Se sostenía con una sola em puñadura detrás del tachón central. (qv) o si los sustituyeron.
SCYTALE: Sistem a espartano de encriptación de órdenes. VERICULUM: Lanza ligera usada en los ejércitos romanos imperiales.
SOCII: Literalmente «aliados». En particular, aliados itálicos que lu VERUTUM: Jabalina o dardo romano.
chaban en el ejército romano. VEXILLATIONES: Destacamento del ejército romano.
SOLIFERRUM: Jabalina de hierro llevada por los hispanos. VEXILLUM: Tercio de una compañía romana. Las tres secciones o ve
SPARA: Rectángulo d e tela entretejido con mimbre, que cubría desde xilla estaban integradas por 60 soldados, dos centuriones y un ve
el hombro al tobillo. xillarius (portaestandarte).
SPARABARA: Portadores de escudos. ZEIRA: Capa característica de los árabes y los tracios.
ÍNDICE · 253
ÍNDICE
El número de página en cursiva se refiere arnés asirios 89, 94, 95 oxybeles 198, 200
a ilustraciones, y el expresado en negrita ver también bridas cartagineses 104 scorpiones 209
corresponde a información mostrada caballería romana 112 ciudades-estado griegos 98-99, 99 celtas
dentro de ilustraciones y texto. Se usan helepolis 201 ,202 en sustitución de carros 95 carros 91
las siguientes abreviaturas: (B) batalla; arqueros escitas 95, 96, 97 escudos 60
(BN) batalla naval; (A) asedio. ver también arcos; ballestas escudos 100, 104,110 cheiroballista 209, 213
a caballo 95 formaciones de ataque 99, 99 cimbrios 60, 62-63
A asirios 14 Hidaspes (B) 40 ciudades
abordaje, plataformas, conñ 235-236 escitas 15 imperial romana, auxilia 106, 108 amuralladas 181-182,182, 185,210-211
Accio, batalla naval de 168-173, 246-247 a caballo 96, 97 númida 164 defensas de tierra 185, 203
acropolis 189 persas 13 ostrogodos 117 desarrollo 180, 181
agger 212-213, 214-215, 217 Reino Nuevo 83, 83, 84 persas 96, 98, 155 fortificaciones 189, 197-198
Agripa, Accio (BN) 169, 169-73, 172, Arquímedes 198 sármatas 96 ciudades-estado griegas
245, 246-247, 248-249 arte de montar 93 caballos ver también estados por su nombre
alamanes artillería ver también caballería armada
Estrasburgo (B ) 72-73, 74-75 Roma imperial 66-67 agresividad 95 diekplous, maniobra 228, 228
incursiones en la frontera Roma republicana 56 bridas 93, 107 periplous, maniobra 228, 228
romana 76 asedios ver nombres de lugares elefantes, miedo a los 165 armas de asedio
Rin (B) 76 asirios espolones romanos 113 gastrophetes 192, 198
Alanos, alianza romana 120, 124 arqueros 14, 95 estribos 92 oxybeles 198, 200
Alesia, asedio de 206-207 asedios primeros usos 81, 89-90, 94-95 barcos
ejército republicano minas 182-183 raza de Nasea, 98 birremes 229 ,231
romano 204-205, 208-209 torres 180, 184-185, 184, 186-187 raza de Tesalia 98 pentecontor 225, 230
Alejandro Magno Assurbanipal II 184, 185 sillas polirremes 234-235
en la India 37 arietes 1 8 0 , 184, 186, 187 desarrollo 92 quinquerremes 235, 248
estrategias militares 39-40, 100, 154- caballería 89, 94, 95, 95 romanas 107 ,112 caballería 98-99, 99
155, 177 carácter 12 tallas 93-94 canos 90-91
exploración oceánica 234 carros 89-90, 91, 92, 144, 145 cadenas de mando 137 cascos 30
galos 205 crueldad 185-6 ,188 camellos ciudades, fortificaciones 189
Gaugamela (B) 100, 150-1, 153-156, decadencia 13-14 animales de transporte 133 corredores 98
154 armas de hierro 12 bactrianos 132, 133 desanollo 180
Hidaspes (B) 34-5, 38-39, 39-41, 126 Laquis (A) 187-8, 188, 190-191 combate 132-133 ejército, estmctura de mando 148-149
instrucción 138 guerra de asedio, 180, 184, 185-188 dromedarios 132 Filípides 22, 25, 28
modelo de rol 37-9 conquistas 12-13 incursiones 133,133 formaciones 99, 99
Alesia, fortificaciones 203 ejército 13, 14 velocidad 133 guerra de Troya 17
alfabetización, comunicaciones, 140 combate único 12 ventajas 132 hoplitas 17-20, 18, 19, 32
Ambrones 61 tácticas 14 Campos Cataláunicos, batalla de 122-123 Platea (B) 146-147, 148-149
anatolios, caballos 81 Assurbanipal II, rey de Asiría 184, 185 ejército imperial romano 120 polis, estructura cívica 17-18
Aníbal 139, 163-164, 177 atenienses hunos 120 Salamina (BN) 226-227, 230-233
aliados galos 164 armada 233 visigodos 122-123, 124 tecnología de asedio 188-189
caballería, tácticas 104 Egospótamos (BN) 141, 152-153, 234 Cannas, unificación 180
Cannas (B) 101, 102-103, 104 guerras del Peloponeso 152, 192, 197, batalla de 102-103 Cleopatra, Accio (BN) 169-170, 172-173
Cannas 78-79 233 cartagineses 101, 104 cohortes
guerras púnicas 163-164 Maratón (B) 22, 24-25, 24, 26-27, 28 ejército republicano romano 100-101,104 aumento de importancia 56
liderazgo 164 Siracusa (A) 192-3, 194-195 entrada de Aníbal 78-79 auxilia 65-66, 77
Trebia (B) 164-5, 166-1667 tácticas de infantería 24, 25 Carras, batalla de 114-115 despliegue 62-63, 66
Aquae Sextae, batalla de 58-59 Atila, rey de los hunos ejército republicano romano 109, 111- Coloso de Rodas 203
república romana 60-62 Campos Cataláunicos (B) 120, 113, 116 comandantes ver oficiales
tribus germánicas 60, 61 122-123, 124 partos 109, 111-13, 115 comunicaciones
arcos auxilia carros alfabetización 140
ver también arqueros; ballestas caballería 106, 108 asirios 89-90, 91, 92, 144, 145 banderas 141
compuestos infantería 65-66, 77 celtas 91 campo 136-137
escitas 95 ciudades-estado griegas 90-91 encriptación 140
partos 112 B Egipto faraónico 83, 139 instnimentos musicales 140-141, 141
Reino Nuevo 10, 123, 82-83,95 bactrianos, camellos 132, 133 hititas 85, 89 naval 141
arietes balística 198-199 persas de cuchillas 9 0 , 154 visual 137
asirios 180, 184, 186,187 ballestas, gastrophetes 192 piezas metálicas 93 Constantino, emperador 68
cubiertos 189 ballistae 209, 212 Reino Nuevo 81-82, 83, 83, 84, 84, cristianismo 176
armada cartaginesa, cuarteles generales barcos 88, 89 Puente Milvio (B) 173,174-175,176-177
240-1 birremes 229 ,231 sumerios 9, 80-81 ,136 tetrarquía 173
armada imperial romana (31 a.C.- cartagineses 234-235, 240 transporte de tropas 90-91 contramina (asedio) 217, 218-219, 220
467 d.C.) de la república de Roma 235-236, 236 carros de cuchillas persas 90, 154 cornacas 126
Accio (BN) 169-173, 245, 246-247, envoltura 225 carros de guerra, sumerios 9, 80-81, 80, cornu, comunicación con 141
248-249 espolones 225, 228, 249 136 corvi 235-6
instrucción 168 pentecontor 225, 230, 240 cartagineses Craso, Marco Licinio 109, 111-112
armada republicana romana (509 a.C.-31 polirremes 234-235 ver también Aníbal Barca Creta, armada, 224
a.C.) quinquerremes 235, 248 armada 237 cristianismo, Constantino, 176
barcos de guerra 236, 236 tablazones, fijación, 224 caballería Cunaxa, batalla de
conñ 235-236, 236 trirremes 229, 232, 233 armas 104 espartanos 20-21
fuerza 235, 236-237, 240 velas cuadradas 225 tácticas 104 persas, 16, 90
guerra púnica 235 velocidad 229 barcos de guerra 234-235, 240 cuña, formación, ejército imperial
M ilai (BN) 238-239 batallas navales ver según nombres de Cannas (B) 1 0 1 , 102-103, 104 romano 72
piratería, campaña contra 241, 242, lugares cuarteles generales 240-241
242-243 batallas ver por nombres de lugares guerras púnicas 163-164, 197, 235 D
armadas, comunicación 141 Bedriacum, batalla de, ejército imperial Milas (BN) 238-239 dardos, plumbaia 1 1
armadura romano 111 Trebia (B) 164-165, 166-167 Darío III, Gaugamela (B) 150-151, 153-156
ver también cascos; armadura de birremes 229, 231 cascos Delio, batalla de 21
caballo bloqueo, asedios 185, 209 ciudades-estado griegas 30 Demóstenes 29-30
hoplitas 18-19 bridas hoplita 18,18 diádocos
micénicos 9 desarrollo 13 romano ejércitos 37
Reino Nuevo, cota de malla 81 imperio romano 107 ejército 44, 71 Rodas (A) 200-201
romanos burros, «carros de guerra» sumerios 9, caballería 110, 117 tácticas de infantería 24
loricae hamatae 107, 110 80-81, 80, 136 catafractos 107, 1 0 9 , 121 diekplous, maniobra 228, 228
loricae segmentatae, 65, 67 catapultas Dionisio I de Siracusa, 197-8
loricae squamatae 125 C ballistae 209, 212 dromedarios 132
armadura del caballo 98, 107, 109 caballería cheiroballistae 209, 213 como animales de transporte 133
armas de asedio ver armas por su nombre ver también caballos lithobolos 199 guía 133
annas de hierro, primer uso 12 arte de cabalgar 93 onager 215-216, 216 sillas 133,133
254 · T É C N I C A S BÉLICAS DEL M U N D O ANTIGUO
Dura Europos, asedio de 218-219, 221 Reino Medio 11 carros 85, 89 pilae 6-7, 43-44, 48-49, 55-56, 73
ejército imperial romano 217, 220 romanos espionaje 143-144 sarissa 33, 99
persas sasánidas 216-217 caballería 100, 104,110 guerra de asedio 185 Laquis, asedio de 190-191, 220
infantería 45, 64, 65, 69 Kadesh (B) 85, 86-87, 88, 142, 144- asirios 187-188,188
técnicas de combate 155 145, 177 Judea 187-188
Ecnoino, batalla naval de 235, 236-237 testudo 67, 68 recluta del ejército 89 lazos 118-119
Egipto ver Reino Antiguo; Reino Nuevo; espadas tácticas 85, 88, 144-145 legionarios, república romana 57
Egipto faraónico arte de la espada, romanos 45, 48 hoplitas 23 legiones
Egipto faraónico hoplita 19 armadura 18-19 imperio romano 70
carros 83, 139 romana cascos 18,18 marcha 54, 134,135
Cleopatra 169-170, 172-173 gladii 65, 71 ,142 espadas 19 república romana 43, 43, 52-53
elefantes de guerra 127, 129 gladii hispaniensis 44-45, 54 estructura de mando 19 Leuctra, batalla de 20, 21
fuerza naval 168-169 spathae 1 1 falanges 17, 19-20 Lisandro 152
Ptolomeo IV 127, 129 espartanos hoplon 18 lithobolos 199
Rafia (B) 127, 129, 130-131 Egospótamos (BN) 141, 152-153 ificrátida 32 loricae
Egospótamos, batalla naval de 141, instrucción m ilitar femenina 138 instrucción 19 hamata 107,110
152-153, 234 guerras del Peloponeso 152, 192, 197 lanzas 19,19 segmentata 65, 67
ejército republicano romano (509 a.C.- alianza persa 152 orígenes 17 squamata 125
31 a.C.) Platea (A) 192 hunos
Alesia (A) 204-205, 206-207, 208-209 Siracusa (A) 193, 194-195, 196, 220 amias 118-119 Μ
Aquae Sextae (ß ) 58-59, 60-62 Cunaxa (B) 20-21 ascenso 117-118 macedonios
arte de la espada 45, 48 espionaje, hititas 143-144 Atila 120, 122-123, 124 ver también Alejandro Magno;
artillería 56 espolones 225, 228-9, 249 Campos Cataláunicos (B) 120, Perseo; Filipo II; diádocos
Cannas (B) 100-101, 102-103, 104 espolones romanos 113 122-123, 124 armas de asedio 198-199
Carras (B ) 109, 111-113, 114-115, 116 estacionalidad del combate 139-140 patria de origen 119-120 helepolis 201, 202
cascos 45, 48 estandartes, Roma imperial 117, 142, 161 hurritas, guerra de asedio 185 lithobolos 199
cohortes 56, 62-63 Estrasburgo, batalla de armas 36
equipamiento uniforme 55-56 alamanes 72-3, 74-75 elefantes, thorakia 126
escudos.45, 55-56 ejército imperial romano 73, 74-75 Ifícrates 31 falanges 2/, 31, 33, 36, 37, 155
escudos de caballería 106 Eurialo, defensas 197-8 infantería, tácticas 7-8 Filipo V 156-7,158-159, 160-161
espadas 44-45 asirios 14-15 Gaugamela (B) 100,150-151, 153-156
estructura 41-42, 49, 54-55 F atenienses 24, 25 Hidaspes (B) 34-5, 38-9, 39 ,40, 126
falanges 42, 42, 48-9, 52, 53-54 falanges diádocos 24 hipaspistas 36
instrucción 45 articuladas 37 falange 8-9 Perseo 46-47,49-51,53-54
legionarios 57 asirías 14 flexibilidad 176 Pidna (B) 46-47, 49-51, 50-57, 53-54
legiones 43, 43, 54, 62-63 combate de escudo contra escudo 21 macedonios 24, 31, 33 Quíos (A) 156-157, 158-159, 160-162
maquinaria de asedio 4 5 ,4 8 ,4 9 escudos cerrados 41 persas, 16, 155 sarissa 33, 99
Pidna (B) 46-47, 49-51, 50-51, 53-54 hoplitas 17, 19-20 Reino Nuevo 11 speira 21
pilae 6-7, 43-44, 48-49, 55-56, 73 macedonia 21, 31, 33, 36, 37, 155 república romana 42-3, 42, 49, 52 táctica de infantería 24, 31, 33
recluta 43, 55 peltastas 24, 28-29, 28, 29, 31 tebanas 24 Majencio
reformas 43, 48-49, 54-56 republicana romana 42, 42, 52, 53-54 tropas ligeras 29-31 Puente M ilvio (B) 173, 174-175,
tácticas 56, 61-62, 62-63 reserva 155 instrucción 176-177
tácticas de asedio 180 uso temprano 8-9 elefantes 125-126 tetrarquía 173
tácticas de infantería 42-43, 42, 49, 52 Filípides 22, 25, 28 mediante competición 138-139 mando
Trebia (B) 164-165, 166-167 Filipo II de Macedonia militar cadenas de 137
Vercellae (B) 62-3 ejércitos academias 138 estructura 136-137
elefantes del pueblo 99, 163 mujeres 138 pérdida de los jefes 152
acoso 126-127 reformas 31 ,33 oficiales 137 principios 135
adiestramiento 125-126 tecnología de asedio 180, 199 por experiencia 138 toma de decisión en grupo 149
africano unificación griega 180 remeros 229 Mantinea, batalla de 20
de bosque 125 Filipo V, rey de Macedonia, Quíos (A) Roma Maratón, batalla de 26-7, 177
de sabana 125 156-157, 158-9, 160-161 caballería 107 atenienses 22, 24-25, 24, 28
alimentación 127 filisteos, armadura 12 infantería 45 comunicaciones 141
Aníbal 78-79, 125 Florencia, carro de 82 annada 168 Filípides 22, 25, 28
cornacas 126 instrumentos musicales persas 22, 25, 28
defensas contra 129 G medio de comunicación 140-141,141 Marco Antonio
estampidas 127 galos israelitas, Jericó (A) 181-182 Accio (BN) 169-73, 245, 246-247,
guerra 128 Alesia (A) 205, 206-207 248-249
guerra romana 132 caballería 105, 105 J lucha por el poder 168
Hidaspes (B) 38-39, 39, 40-41 ejército imperial romano 69 jefes, pérdida de los 152 marinos, abordaje 231
indios 125, 128 gastrophetes («arco-vientre») 192 Jericó, asedio de 181-182 Mario, Cayo 54-55
macedonios, thorakia 126 Gaugamela, batalla de 150-151 Jerjes, rey de Persia Aquae Sextae (B) 58-59, 60-62
métodos de combate 127 macedonios 100, 153-156 Platea (B) 148-9, 177 táctico 60-61
nerviosismo 129 persas 153-156 Salamina (BN) 226-7, 230-233 Vercellae (B) 62-63
torretas de combate 126 germánicas, tribus jinetes M asada, asedio de 210-211, 220-221
trampas 126 Aquae Sextae (B ) 58-59, 60, 61 armadura persa 98 ejército imperial romano 209,212-213
transporte, Aníbal 164 ataque al imperio romano 67 armas 93 hallazgos arqueológicos 214-215
Trebia (B) 165, 166-167 tácticas de batalla 61 auxiliares romanos 106,108 judíos 212-213
usos militares 40-41, 126 Vercellae (B) 62-63 catafractos 107, 109 mensajes encríptados 140
vulnerabilidad 41 gladii númidas 101, 105 metales preciosos, armas 9
elefantes de guerra 128 hispaniensis 44-45, 54 Jotapata, asedio de, 66-67 micénicos
elite, unidades, origen de 138 imperial romano 65, 71, 142 Judea, Laquis (A) 187-188, 188, 190-191 armadura, bronce 9
Epipolai, defensas 197 godos, ejército imperial romano 69 judía, revuelta 66-7 transporte naval 222-223
escalas de asedio, sambuca 196, 200 guerra de asedio Masada (A) 209, 210-211, 212-213 M ilai, batalla naval de 238-239
escaramuzadores, uso de 29-30, 155 asiría 18 0, 184, 185-188 Juegos Olímpicos 138-139 minas (asedios)
Escipión, Publio Cornelio, Africano 139, hititas 185 Julio César asirios 182-183
164,165 macedonios 180 Alesia (A) 204-205, 206-207, 208-209 persas sasánidas 217, 218-219, 220
escitas Reino Antiguo 183-184 estrategias de asedio 204-205, Minos, rey de Creta, 224
arcos compuestos 95 república de Roma 180-181, 203-205 208-209 mujeres, instrucción militar 138
armas 95-96 Roma imperial 181,212-213 Muro de Adriano 215
arqueros 15 guerra tribal 8 K M uwatallis, rey de los hititas, Kadesh 85,
arqueros a caballo 96, 97 guerras de Troya 17 Kadesh, batalla de 86-87, 177 86-87, 143-144
puntas de flechas 15 hititas 85, 88, 142, 144-145
caballería 95, 96 H Reino Nuevo 85, 142-145 N
arqueros 96, 97 hachas, khopesh 11 khopesh 11 nakhtu-aa (tropas de choque) 11
formaciones 99 hicsos, invasión de Egipto 10 ne 'arin (tropas jóvenes) 88
escudos Hidaspes, batalla de 34-5, 38-39 carros 89
celtas 60 macedonios 39, 40-41, 126 lanzas númidas
formación superpuesta 9, 36 Poros 39, 40-41, 126 contra falanges 48-49 caballería 164
formaciones de muralla 76 hipaspistas 36 hoplita 19,19 jinetes 101, 105
hoplon 18 hititas imperio romano 124 remeros, instrucción 229
ÍNDICE o 2 55
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