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Definición de general de corrosión.

La corrosión es la causa general de la alteración y destrucción de la mayor parte de los materiales


fabricados por el hombre, ya sean metálicos o no metálicos

En el caso de los metales, se trata de la reacción electroquímica de un metal o aleación con el


medio ambiente que lo rodea, lo que provoca un deterioro de sus propiedades. Al oxidarse el
metal, se formarán cationes metálicos, con la consiguiente pérdida de electrones. Es un proceso
natural y cuanta mayor energía es gastada en la obtención del metal a partir del mineral, tanto
será más fácil que el metal regrese a su estado natural en forma de compuestos.

La reacción básica de corrosión es la siguiente:

La corrosión ha sido descrita como una enorme industria al revés: todo son pérdidas sin jamás
obtener un beneficio.

De lo anterior debes de tener en cuenta que las palabras clave en el concepto de corrosión son las
siguientes:

 Alteración o destrucción de un material


 Reacciones químicas y electroquímicas
 Oxidación del metal y formación de cationes
 Deterioro de propiedades
 Interacción del medio ambiente con las superficies metálicas

Definición de corrosión electroquímica.


Con este panorama general de la corrosión (definición), es importante que conozcas acerca de la
corrosión electroquímica, que es el tipo de corrosión más frecuente. La definición es la siguiente:

“La corrosión electroquímica es un proceso espontáneo que implica siempre la presencia de una
zona anódica (zona que sufre la corrosión), una zona catódica y un electrolito”.

a) Pila de corrosión en una superficie metálica. b) Esquema eléctrico equivalente


Es imprescindible la presencia de estos tres elementos, además de una buena unión eléctrica
entre las zonas anódicas y catódicas para que este proceso se lleve acabo. Cuando una superficie
metálica se corroe, al ser un sólido cristalino formado de diferentes fases y elementos aleantes,
se generan una multitud de pequeñas zonas catódicas y anódicas sobre la superficie, y al ser los
metales en general buenos conductores de la electricidad, la conexión eléctrica necesaria entre los
ánodos y cátodos está asegurada.

Con esto debes de notar en base a los conocimientos previos del curso de electroquímica de este
semestre, que al llevarse acabo un proceso corrosivo y al ser imprescindible la presencia de zonas
anódicas y catódicas (electrodos), electrolito y conexiones eléctricas, está formándose una celda
electroquímica; al tratarse de un proceso espontáneo, lo podemos clasificar como una celda
galvánica (o pila galvánica) en la cual el potencial siempre será positivo. (Recordar ejemplo de pila
de Daniell).

La corrosión electroquímica se da cuando los materiales metálicos están en contacto con medios
con conductividad eléctrica, en particular el agua, soluciones salinas o humedad de los suelos.

En el momento en el que uno de estos elementos (electrodos, electrolito o conexión eléctrica)


falla, la pila o celda dejará de “funcionar” y por lo tanto el proceso de corrosión se dentendrá. Así,
la prevención de la corrosión se enfoca en encontrar tecnología que elimine o reduzca la acción o
participación de cualquiera de estos componentes necesarios.

Un ejemplo de corrosión electroquímica es la disolución de zinc en ácido clorhídrico. La infinidad


de burbujas que aparecen sobre la superficie metálica corresponde a la formación de hidrógeno
H2, poniendo de manifiesto la existencia de infinidad de cátodos, mientras que en los ánodos se
generan los iones (cationes) de Zn2+.

Otro ejemplo de corrosión electroquímica es la disolución del hierro:

En las zonas anódicas, cuando se pierden electrones, quedan iones cargados positivamente Fe2+,
que se combinan con iones cargados negativamente OH-, formándose hidróxido ferroso Fe(OH)2,
el cual puede reaccionar después para formar hidróxido férrico Fe(OH)3.

En las zonas catódicas, llegan electrones provenientes de las zonas anódicas. Estos electrones en la
superficie del cátodo se combinan con los iones hidronio H+, formándose gas hidrógeno H2.
Cuando los iones hidrógeno se reducen, crean un exceso de iones OH- en las inmediaciones del
cátodo. Este exceso de iones OH- hace que aumente la alcalinidad y por tanto, el pH del electrolito
adyacente al cátodo.

Clasificación de los metales de acuerdo a su actividad y tendencia a la


corrosión.
Podemos clasificar a los metales en dos tipos: nobles y activos o base.
Los metales nobles son los menos “activos” y presentan mayor resistencia a la corrosión. Este es
el caso de metales como el oro y el platino. Generalmente se encuentran libres en la tierra y no
en forma de compuestos. Estos metales en la serie electromotriz tienen potenciales en forma de
reducción con valores muy positivos.

Los metales activos no se encuentran libres en tierra, sino en forma de compuestos (óxidos,
sulfuros, carbonatos). Son metales muy “activos” y poseen menor resistencia a la corrosión. Entre
estos podemos destacar ejemplos como el sodio, aluminio, magnesio, etc. Estos metales en la
serie electromotriz tienen potenciales en forma de reducción con valores muy negativos.

Proceso de corrosión y su relación con la extracción de los metales.


El metal al corroerse tenderá a formar óxidos, sulfuros u hidróxidos, los cuales son el estado
habitual y estable de muchos metales en la naturaleza.

Para la obtención de los metales en estado puro, se debe recurrir a la aplicación de una serie de
procesos a partir de los minerales, lo cual requiere de una gran cantidad de energía. Como ya se
ha mencionado, cuanto mayor sea esta energía aplicada al metal durante su procesamiento a
partir del mineral, será más fácil que el metal regrese al estado combinado, es decir será muy
susceptible a corroerse.

Por ejemplo el acero: dentro de una acería se requiere de una gran cantidad de energía eléctrica y
quema de combustibles para obtenerlo a partir de los minerales de hierro (óxidos metálicos). Una
vez producido el acero, prácticamente inicia el periodo de regreso a su estado natural (óxidos de
hierro, hematita principalmente Fe2O3). La tendencia del hierro a volver a su estado natural de
óxido metálico es mayor que la energía necesaria para extraer el metal del mineral. La herrumbre
es el producto más común de la corrosión del hierro y posee la misma composición química que la
hematita.

Otro ejemplo es el aluminio: este metal después de ser obtenido en estado puro se oxida
rápidamente formándose sobre su superficie una capa de alúmina (óxido de aluminio Al2O3). La
razón de ello está en el gran aporte energético que hay que aplicar para obtener al aluminio en
estado puro a partir del mineral bauxita (Al2O3).

De las diversas operaciones que deben realizarse para extraer el metal del mineral, la más
importante se resume en una palabra: reducción. Inversamente las transformaciones sufridas por
el metal que retoma el estado original se resume en: oxidación.

Clasificación general del tipo de corrosión sobre una superficie metálica.


Uniforme, homogénea o generalizada: este ataque se extiende de forma homogénea sobre toda
la superficie metálica, el ataque es aproximadamente el mismo en todos los puntos.
Selectiva o localizada: el ataque no se distribuye de forma homogénea, solo en determinadas
zonas de la superficie metálica. Este tipo de corrosión es característico de las aleaciones que
presentan distintas fases con diferentes elementos aleantes de los cuales están constituidos
(Ejemplo el acero con carbono y otros metales).

Ejemplos de prevención de la corrosión


Protección catódica

Es un tipo de protección contra la corrosión del tipo electroquímico, donde el potencial de


electrodo del metal en cuestión se desplaza en dirección negativa. Esto es más claro en un
diagrama de Pourbaix del sistema Fe – H20.

Supongamos que se desea proteger una tubería de acero donde el potencial de la superficie y el
pH del medio acuoso donde se encuentra sumergida es de 0.0 V y 1 respectivamente. Con esta
información, en el diagrama de Pourbaix observamos que el metal se encuentra en una zona
donde la corrosión es termodinámicamente estable y por lo tanto se está corroyendo.

Una forma de prevenir la corrosión en esa tubería sería provocando un cambio de potencial sobre
la superficie. Si aplicáramos una corriente catódica (negativa) provocaría una polarización hacia
potenciales más negativos, es decir hacia la zona de inmunidad, en la cual el metal se encontraría
termodinámicamente estable (no se corroe).

Para lograr el desplazamiento de potencial en dirección negativa, la tubería de acero en cuestión


se uniría eléctricamente a un metal con un potencial más negativo que el del hierro. Al hacer
esto, dicho metal conectado a la tubería de acero actuaría como ánodo (debes de recordar que en
una pila galvánica el metal o electrodo con potencial en forma de reducción menos positivo
actúa como ánodo y el metal o electrodo con potencial en forma de reducción más positivo actúa
como cátodo) y la tubería de acero actuaría como cátodo.

Como consecuencia la corriente circulará en esta pila galvánica formada espontáneamente, donde
en la tubería protegida catódicamente se llevará acabo la reducción del hidrógeno o la reducción
del oxígeno.

En resumen y generalizando, la forma de lograr un tipo de protección catódica sobre una


superficie metálica sería la siguiente.

Conexión eléctrica del metal a proteger a un metal menos noble que el (potencial más negativo)
en la serie electroquímica, mediante el uso de ánodos de sacrificio (piezas metálicas de metal con
dichos potenciales muy negativos con respecto al metal que se desea proteger) provocando la
creación de una pila galvánica en la que el metal a proteger actuará como un cátodo, mientras que
el metal anódico se sacrifica.

Algunos ejemplos de metales utilizados como ánodos de sacrificio son el zinc, aluminio, magnesio
y algunas aleaciones de este.

Inhibidores

Son sustancias químicas que protegen al metal contra el ataque electroquímico de soluciones
agresivas. Estas sustancias forman en la superficie de los electrodos o metales, compuestos
insolubles, en ocasiones materia orgánica, que polariza la pila de corrosión.

La concentración y circunstancias en las que son utilizados estos compuestos deben ser tomadas
muy en cuenta, ya que el uso de estos puede llegar a ser contraproducente al grado de estimular
la corrosión.

Se clasifican en:

 Inhibidores anódicos (hidróxido de sodio, carbonato, silicato y borato de sodio, fosfatos,


cromato sódico, nitrito y benzoato de sodio). Actúan formando un compuesto insoluble,
el cual precipita en lugares anódicos, evitando la reacción anódica, inhibiendo la
corrosión
 Inhibidores catódicos (sulfato de zinc, sulfato de magnesio, bicarbonato de calcio). Actúan
sobre la superficie catódica. Reducen la corrosión mediante la formación de una capa o
película de alta resistencia eléctrica sobre la superficie, la cual funciona como una barrera
para la corriente de corrosión.

Recubrimientos

Se utilizan para aislar el metal del medio agresivo formando un efecto barrera entre la superficie
del metal y el medio ambiente que lo rodea.

La clasificación más general es la siguiente:

Recubrimientos no – metálicos: en este grupo se encuentran las pinturas, barnices, lacas, resinas
naturales o sintéticas. Sustancias como grasas, ceras y aceites son empleados durante el
almacenamiento o transporte de materiales metálicos manufacturados que proporcionan una
protección temporal.

Recubrimientos metálicos: se logran mediante el electrodepósito (celdas electrolíticas, procesos


no espontáneos) de metales como el níquel, zinc, cobre, cadmio, estaño, cromo, etc.

Inmersión en metales fundidos: galvanización (zinc fundido), aluminio (aluminizado).

Las propiedades físicas más importantes con las que deben cumplir los recubrimientos son las
siguientes:

 Impermeabilidad, el recubrimiento debe ser continuo y de un espesor constante lo que


permite aislar la superficie de agentes agresivos
 Resistencia mecánica, garantizar resistencia a desgaste, impactos, rozamientos, etc.
 Buena adherencia a la superficie a recubrir
 Perfil de anclaje a recubrimientos o acabados posteriores.

Problemas que provoca la corrosión.


Los principales problemas que genera la corrosión pueden englobarse en las siguientes
clasificaciones:

 Problemas mecánicos (desgaste de la superficie, erosión, fracturas, fragilización) que


pueden causar una falla estructural de la pieza
 Problemas desde el punto de vista estético
 Constante inversión en reparaciones y protección de estructuras y piezas metálicas.

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