Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Balancemateria 10657
Balancemateria 10657
La corrosión ha sido descrita como una enorme industria al revés: todo son pérdidas sin jamás
obtener un beneficio.
De lo anterior debes de tener en cuenta que las palabras clave en el concepto de corrosión son las
siguientes:
“La corrosión electroquímica es un proceso espontáneo que implica siempre la presencia de una
zona anódica (zona que sufre la corrosión), una zona catódica y un electrolito”.
Con esto debes de notar en base a los conocimientos previos del curso de electroquímica de este
semestre, que al llevarse acabo un proceso corrosivo y al ser imprescindible la presencia de zonas
anódicas y catódicas (electrodos), electrolito y conexiones eléctricas, está formándose una celda
electroquímica; al tratarse de un proceso espontáneo, lo podemos clasificar como una celda
galvánica (o pila galvánica) en la cual el potencial siempre será positivo. (Recordar ejemplo de pila
de Daniell).
La corrosión electroquímica se da cuando los materiales metálicos están en contacto con medios
con conductividad eléctrica, en particular el agua, soluciones salinas o humedad de los suelos.
En las zonas anódicas, cuando se pierden electrones, quedan iones cargados positivamente Fe2+,
que se combinan con iones cargados negativamente OH-, formándose hidróxido ferroso Fe(OH)2,
el cual puede reaccionar después para formar hidróxido férrico Fe(OH)3.
En las zonas catódicas, llegan electrones provenientes de las zonas anódicas. Estos electrones en la
superficie del cátodo se combinan con los iones hidronio H+, formándose gas hidrógeno H2.
Cuando los iones hidrógeno se reducen, crean un exceso de iones OH- en las inmediaciones del
cátodo. Este exceso de iones OH- hace que aumente la alcalinidad y por tanto, el pH del electrolito
adyacente al cátodo.
Los metales activos no se encuentran libres en tierra, sino en forma de compuestos (óxidos,
sulfuros, carbonatos). Son metales muy “activos” y poseen menor resistencia a la corrosión. Entre
estos podemos destacar ejemplos como el sodio, aluminio, magnesio, etc. Estos metales en la
serie electromotriz tienen potenciales en forma de reducción con valores muy negativos.
Para la obtención de los metales en estado puro, se debe recurrir a la aplicación de una serie de
procesos a partir de los minerales, lo cual requiere de una gran cantidad de energía. Como ya se
ha mencionado, cuanto mayor sea esta energía aplicada al metal durante su procesamiento a
partir del mineral, será más fácil que el metal regrese al estado combinado, es decir será muy
susceptible a corroerse.
Por ejemplo el acero: dentro de una acería se requiere de una gran cantidad de energía eléctrica y
quema de combustibles para obtenerlo a partir de los minerales de hierro (óxidos metálicos). Una
vez producido el acero, prácticamente inicia el periodo de regreso a su estado natural (óxidos de
hierro, hematita principalmente Fe2O3). La tendencia del hierro a volver a su estado natural de
óxido metálico es mayor que la energía necesaria para extraer el metal del mineral. La herrumbre
es el producto más común de la corrosión del hierro y posee la misma composición química que la
hematita.
Otro ejemplo es el aluminio: este metal después de ser obtenido en estado puro se oxida
rápidamente formándose sobre su superficie una capa de alúmina (óxido de aluminio Al2O3). La
razón de ello está en el gran aporte energético que hay que aplicar para obtener al aluminio en
estado puro a partir del mineral bauxita (Al2O3).
De las diversas operaciones que deben realizarse para extraer el metal del mineral, la más
importante se resume en una palabra: reducción. Inversamente las transformaciones sufridas por
el metal que retoma el estado original se resume en: oxidación.
Supongamos que se desea proteger una tubería de acero donde el potencial de la superficie y el
pH del medio acuoso donde se encuentra sumergida es de 0.0 V y 1 respectivamente. Con esta
información, en el diagrama de Pourbaix observamos que el metal se encuentra en una zona
donde la corrosión es termodinámicamente estable y por lo tanto se está corroyendo.
Una forma de prevenir la corrosión en esa tubería sería provocando un cambio de potencial sobre
la superficie. Si aplicáramos una corriente catódica (negativa) provocaría una polarización hacia
potenciales más negativos, es decir hacia la zona de inmunidad, en la cual el metal se encontraría
termodinámicamente estable (no se corroe).
Como consecuencia la corriente circulará en esta pila galvánica formada espontáneamente, donde
en la tubería protegida catódicamente se llevará acabo la reducción del hidrógeno o la reducción
del oxígeno.
Conexión eléctrica del metal a proteger a un metal menos noble que el (potencial más negativo)
en la serie electroquímica, mediante el uso de ánodos de sacrificio (piezas metálicas de metal con
dichos potenciales muy negativos con respecto al metal que se desea proteger) provocando la
creación de una pila galvánica en la que el metal a proteger actuará como un cátodo, mientras que
el metal anódico se sacrifica.
Algunos ejemplos de metales utilizados como ánodos de sacrificio son el zinc, aluminio, magnesio
y algunas aleaciones de este.
Inhibidores
Son sustancias químicas que protegen al metal contra el ataque electroquímico de soluciones
agresivas. Estas sustancias forman en la superficie de los electrodos o metales, compuestos
insolubles, en ocasiones materia orgánica, que polariza la pila de corrosión.
La concentración y circunstancias en las que son utilizados estos compuestos deben ser tomadas
muy en cuenta, ya que el uso de estos puede llegar a ser contraproducente al grado de estimular
la corrosión.
Se clasifican en:
Recubrimientos
Se utilizan para aislar el metal del medio agresivo formando un efecto barrera entre la superficie
del metal y el medio ambiente que lo rodea.
Recubrimientos no – metálicos: en este grupo se encuentran las pinturas, barnices, lacas, resinas
naturales o sintéticas. Sustancias como grasas, ceras y aceites son empleados durante el
almacenamiento o transporte de materiales metálicos manufacturados que proporcionan una
protección temporal.
Las propiedades físicas más importantes con las que deben cumplir los recubrimientos son las
siguientes: