Está en la página 1de 7

La obsolescencia de los sistemas contables para identificar costos ocultos en empresas

industriales

Manuel A. Alegre

En las últimas décadas, las organizaciones han propugnado una mayor productividad

y competitividad, implicando un cambio radical en la visión del negocio, procesos y relación

con su entorno, con el fin supremo de maximizar la rentabilidad y minimizar costos. Bajo

dicho enfoque, las organizaciones han mejorado sus sistemas administrativos, capacitación,

mantenimiento y la Contabilidad. El sistema contable se ha vuelto rígido al utilizar la

Contabilidad tradicional y no ha proveído información apropiada, afectando no sólo la toma

de decisiones gerencial sino también la distorsión en el cálculo de los costos de los productos;

donde los reportes contables no siempre reflejan el origen y su fin de los resultados

organizacionales y su detalle; y la Contabilidad debe reflejar los sucesos económicos

apropiadamente para que los directivos tomen decisiones a largo plazo. Y al ser esta

Contabilidad, aquella que parte de un proceso humano puede tener falencias que no siempre

son visibles por las áreas contables y la gerencia en la información generada y por ende

algunos costos no son visibles apropiadamente por la Contabilidad tradicional e ignorada a la

hora de tomar la mayoría de decisiones organizacionales. Por tanto, el presente ensayo

pretende sustentar la obsolescencia de los sistemas contables para identificar costos ocultos y

su impacto en las organizaciones. Con el objetivo de brindar un mayor entendimiento,

inicialmente discutirá papel tradicional de la Contabilidad de costos, luego clasificarán los

costos según la escuela tradicional y funcional, se discutirá los costos en empresas

industriales, para luego se revisará el enfoque del costeo ABC y finalmente, el impacto del

costo oculto en la Contabilidad.


2

Inicialmente se discutirá el papel tradicional de la Contabilidad de Costos. La

Contabilidad en su concepción más genérica es un mecanismo de control que utilizan las

empresas para coordinar sus actividades a través de datos necesarios para elaborar informes

internos y externos que ayudarán en la toma de decisiones y que según el paradigma

utilitarista la información contable es cuestionada dado que la Contabilidad tradicional se

enfoca en el control de los costos y no permite llevar una toma de decisiones a cabalidad

(Chacón, 2007). Así esta pérdida de utilidad de la información contable se debe a: (a)

Factores Intangibles, como el conocimiento que si bien su necesidad de medirlos y

gestionarlos es indiscutible pero las directivas contables lo alejan de ser catalogados

apropiadamente como un activo inmaterial (Capcha, citado por Chacón, 2007); (b) Factor de

Responsabilidad Social, visto desde la Contabilidad como la relación empresa – sociedad

donde son ambos agentes que no interactúan ni se condicionan. Por otro lado, para Parra y

Peña (2015) la Contabilidad de costos acumula y analiza la información relevante para que

los gerentes efectúen la planeación, el control y la toma de decisiones en su gestión. En una

acepción tradicional, Cárdenas (1995) consideró a la Contabilidad de Costos como un

conjunto de técnicas y procedimientos que permiten cuantificar los procesos de las

organizaciones a través de ingresos y fabricar inventarios, permitiendo calcular y valuar los

materiales durante el proceso productivos y como bien terminado. Por tanto, la Contabilidad

de Costos se ha convertido en un proveedor de información valioso durante el proceso

productivo y gestión organizacional que viene atravesando ciertos retos para identificar la

mayor cantidad de aspectos tangibles e intangibles de la organización para maximizar sus

fortalezas y oportunidades.

A continuación se clasificarán los costos contables desde el enfoque funcional y

tradicional. Tradicionalmente, según Manjarrez (2012) clasificó los costos en la manufactura:

(a) Primos; (b) fijos; (c) Conversión; (d) Fijos; (e) Variables y semi – variables; (f)
3

Relevantes y no relevantes; (g) Estándar; (h) Absorbente; estos costos fueron priorizados y

englobados por Torres (1995) en tres tipos: (a) Materia Prima; (b) Mano de obra; (c) Costos

indirectos; sobre este último son elementos que no pueden ser identificados en forma directa

como propiedad a un solo producto fabricado u otras actividades que generen recursos; por

tanto, se ponderan las tasas desde el inicio del periodo contable y productivo que apoya la

distribución de los gastos indirectos las cuales deben ser: (a) Fáciles de calcular; (b)

Razonablemente exactos; (c) Invariables y tangibles. Por otro lado, el enfoque funcional

explorado por Cárdenas (1995) clasificó los costos contables por: (a) Órdenes de trabajo, se

consolidan los costos por órdenes de lotes o pedidos; (b) Por procesos, más utilizado en

producción continua. Por tanto, la clasificación tradicional redundaba en diversas tipologías

que podían confundir en demasía al eje contable y no tanto al eje productivo, ya que la

organización necesita un lenguaje de negocios más claro y equivalente, en ese sentido el

enfoque funcional es más completo y estándar que permita uniformizar criterios para el

análisis y la ejecución; independientemente que el costeo sea por órdenes de trabajo o por

procesos.

Seguidamente se discutirá el costeo en las empresas industriales. A comparación de

una empresa de servicio, las empresas industriales o manufactura tienen mayor complejidad

para analizar sus costos contables, ya que la información deviene de procesos o elementos

como por ejemplo: (a) inventarios iniciales; (b) gastos de operación; (c) insumos comprados

y bienes vendidos; que son reflejados en los estados de resultados en las partidas respectivas

y notas contables (Manjarrez, 2012). Apoyando lo anterior, para Ramírez y Vanegas (2015)

la complejidad de una empresa industrial se origina en su razón de ser, o sea la

transformación de materia prima o bienes no terminados, los cuales son sometidos a procesos

de transformación (incluyendo los agregados de calidad teóricamente) y resultando en bienes

terminados para su comercialización; todo ello implica que la organización durante sus
4

diversos procesos han incurrido en costos de producción y comercialización, adquisición de

materiales, costos de ventas, etc. que se evidencian en los estados de resultados. Los sistemas

de costos aplicados al sector industrial presentaron barreras contra la productividad ya que no

permitían a cabalidad identificar la compatibilidad en tiempo y forma el uso de los recursos y

su impacto en los costos, generando que las áreas contables obtuvieran valores negativos o

inconsistentes que afectaron la información gerencial. Por tanto, surgió el costeo basado en

actividades o costeo ABC, que permitió rastrear los costos en las actividades productivas

desde las compras, almacenamiento, costos preparación de maquinaria, etc. y los asigna a los

productos que se benefician de tal actividad. Sin embargo, las nuevas metodologías aún

mantienen los pilares de la Contabilidad tradicional, convirtiendo los nuevos modelos en una

extensión como lo puede ser el Costeo basado en actividades.

Seguidamente, se revisará el enfoque de Costeo basado en actividades o costeo ABC.

Según Ramírez y Venegas (2015) el costeo ABC tuvo como objetivo controlar la asignación

apropiada de costos indirectos y que permita costear los recursos que se consumen en los

productos durante la compra, almacenamiento, planificación, control de calidad, producción,

ingeniería, etc. Este enfoque rastrea los costos a las actividades y luego a los productos

dividiéndose en dos etapas: (a) Rastrea, en los costos indirectos a las actividades; (b)

Distribuye, los costos al producto. Por otro lado, dicho costeo utiliza bases unitarias y no

unitarias que permiten explicar la variabilidad del costo de las actividades reflejando una

relación causa y efecto; de esta forma, dicho enfoque no sólo brinda información sobre el

costo per se en cada etapa, sino también el desempeño de las actividades y recursos

empleados tanto en el proceso productivo como también de cara a la relación logística –

comercial con el cliente; de esta forma las empresas manufactureras podrán focalizarse en

aquellas actividades que les genere aminorar los costos, mayor eficiencia productiva,
5

disminuir las mermas, etc. y brinden información estratégica para la mejora continua de

procesos y la optimización de información contable.

Como se ha señalado anteriormente, la información tradicionalmente generada por la

contabilidad a veces no es suficiente para el proceso estratégico y que englobe todas las

variable intervinientes para tener una mirada más certera de los costos, para ello se desarrolló

la teoría de los costos ocultos (Parra y Peña, 2015); que se encarga de evidenciar la existencia

de disfuncionamientos – la diferencia entre el funcionamiento deseado y el real – y costos

ignorados por las áreas contables afectando los ingresos de las organizaciones y por tanto en

su rentabilidad. Dicha teoría exige que haya una visión a largo plazo y una gestión social –

aspecto que la contabilidad tradicional no considera citado párrafos anteriores – ya que las

organizaciones no deben alcanzar rentabilidad y no considerar la gestión social orientadas

tanto al cliente interno y stakeholders (Mejia y Alfaro, citado por Parra y Peña, 2015). Dicha

teoría se enmarcó desde el enfoque de la gestión del talento humano en las empresas y su

vital énfasis en empresas con mano de obra intensiva (Ramírez y Vanegas, 2015), en ese

sentido Zarder y Krief (citado por Parra y Peña, 2015) consideraron que costo visible debe

tener las siguientes características: (a) Sistema de control continuo; (b) Medida; (c) Nombre;

de no presentarse los tres se le consideró un costo oculto; producto de ello se busca mejorar el

desempeño económico de las empresas en seis campos: (a) Condiciones de trabajo; (b)

Organización; (c) Gestión del tiempo; (d) Comunicación; (e) Formación; (f) Implementación

estratégica; estos campos evidencian un impacto financiero que pasa inadvertido en los

reportes contables tradicionales y colocados subrepticiamente en otras partidas como gastos,

mermando la capacidad de generar mayor valor a futuro en el costo asignado

apropiadamente; y dichos aspectos impacten directamente en el ausentismo, accidentes de

trabajo, rotación de personal, no calidad y falta de productividad. Así, cuando las

organizaciones trabajen en identificar los costos ocultos trabajarán a largo plazo en los
6

aspectos sociales de la organización que redundarán positivamente en los seis aspectos

organizacionales que repercutirán en los indicadores financieros.

Por lo tanto, el Costeo basado en actividades planteó que la Contabilidad tradicional

no provee información a completitud y ello puede llevar a errores en la toma de decisiones, y

si bien este nuevo enfoque es más eficiente en la información y la forma de cálculo, ambas

difieren en la forma de asignar costos indirectos ya que eleva la complejidad en el análisis y

la equidad en la asignación de costos en los procesos intervinientes. Por otro lado, ambos

enfoques, ven a la organización de manera segmentada a través de procesos y no como un

ente integral y dinámico; tienden a minimizar costos y maximizar las utilidades y será labor

de los gerentes de las empresas manufactureras ver la mejor estrategia para maximizar la

rentabilidad de la empresa y que dicho enfoque se centre en elementos críticos y no

temporales. Y la teoría de costos ocultos necesita que la contabilidad tradicional o el costeo

ABC se reformulen porque al no considerar el factor social su rumbo es la obsolescencia y la

falta de visión para consolidar costos que impacten positivamente en las organizaciones y

permitan una métrica más clara que permita a la organización a fortalecer el talento humano y

no pierda la visión financiera.


7

Referencias

Cárdenas, R. (1995). Lógica de los costos I. Noriega, México.

Chacón, G. (2007). La contabilidad de costos, los sistemas de control de gestión y la

rentabilidad empresarial. Recuperado de: https://goo.gl/eanukU

Manjarrez, M. (2012): Obsolescencia de los sistemas de contabilidad de costos. Recuperado

de: https://goo.gl/d6gvMh

Parra, J., & Peña, Y. (2015). La teoría de los costos-desempeños ocultos: una aproximación

teórica. Cuadernos De Contabilidad, 15(39), 725-743. doi:10.11144/Javeriana.cc15-

39.tcdo

Ramírez, H., & Vanegas, B. (2015). Los problemas de aplicar costos ABC a una pyme.

Revista Criterio Libre, 13(22), 152.

Torres, A. (1995). Contabilidad de Costos. McGraw-Hill, México.

También podría gustarte