Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Theory,
Method and Practice de David Silverman (editor). Capítulo 9, páginas 130 a 143. SAGE, 1998.
Traducción de María Luisa Graffigna.
CATEGORIZACIÓN DE MIEMBROS
Y RELATOS DE ENTREVISTAS
Las entrevistas están entre los métodos de generación de datos más ampliamente usados en las ciencias sociales.
Aun cuando por décadas se ha escrito muchísimo acerca de los procedimientos para generar tales datos (cómo
formular preguntas, cómo relacionar), hasta hace relativamente poco se le ha dado bastante menos atención al
análisis de tales datos. Un enfoque sobre el análisis, un enfoque sobre la habilidad [expertise] del investigador en
el análisis de los datos interaccionales así como en la generación de éstos, cambia significativamente el modo en
que puede ser entendida y realizada la entrevista dentro de las ciencias sociales.
Para muchas perspectivas convencionales de las ciencias sociales, la habilidad relevante del investigador está en la
obtención de los datos, y los criterios de éxito [success] al entrevistar incluyen asuntos tales como si había buen
‘rapport’, si la persona que responde habló mucho, y sobre qué hablaron, si revelaron después y cómo lo que era el
entrevistador. Tales criterios de éxito descansan en el supuesto que hay información pre–existente de algún tipo
(v.g. creencias, actitudes, conocimiento, perspectivas) para obtener del entrevistado. El entrevistador intenta
posicionarse a sí mismo como colega, amigo o confesor para que el entrevistado hable en forma abierta, auténtica
o verdadera, para producir un informe válido sobre algún estado de las cosas interno o externo. Dentro de esta
noción romántica de conexión especial entre el entrevistador y el entrevistado, puede encontrarse que una
entrevista sea buena o no, exitosa o no.
El análisis que resulta de esta perspectiva convencional busca en forma típica ‘temas’ en el contenido de lo que es
dicho por el entrevistado. Esta perspectiva sobre datos de entrevista podría ser aprehendida por la frase ‘desde el
pensamiento a los temas a través del lenguaje’. Esto es, los contenidos de los pensamientos del entrevistado
(creencias, etc.) son expresados por medio del lenguaje (la tarea del entrevistador es alentar esta expresión) y
entonces este contenido es retematizado por el analista, quien típicamente secciona los datos, los categoriza, los
cambia de lugar y los reorganiza en un orden diferente. Las palabras expresadas por los entrevistados y las ideas
que dan a conocer para representar son ‘los datos’. Es una mirada de sentido común de la entrevista en la cual el
entrevistador, y luego el analista, investiga ‘lo interior’ (estados de la mente) o ‘lo exterior’ (descripciones de
situaciones sociales) por medio de una visión representacional del lenguaje.
Otra forma de aproximación al análisis de datos de entrevista limita esta perspectiva de sentido común, y pone en
juego un conjunto diferente de supuestos acerca del lenguaje y la acción social. Recurriendo a un trabajo anterior
en el cual analicé el habla en una entrevista entre un investigador adulto y sujetos adolescentes (ver Baker, 1984;
Silverman, 1993), explicaré con mayor amplitud cómo el uso de ‘mecanismos de categorización de miembros’ 1 es
una clave para el tratamiento de datos de entrevista de un modo distinto. En esta perspectiva, (1) la entrevista es
entendida como un acontecimiento interaccional en el cual los miembros recurren a su conocimiento cultural,
incluyendo su conocimiento acerca de cómo hablan habitualmente los miembros de las categorías; (2) las
preguntas son una parte central de los datos y no pueden ser vistas como invitaciones a hablar neutrales –más bien,
dan forma al modo en que los entrevistados deberían hablar y como miembro de qué categoría; (3) las respuestas
1
"membership categorization devices"
Los miembros tienen recursos analíticos que ponen a trabajar mientras toman parte en cualquier tipo de
conversación, incluyendo el habla de la entrevista. Uno de esos recursos es el uso de mecanismos de
categorización de miembros como los introducidos por Sacks (1992). Hablar, además, no es simplemente la
expresión de los estados o contenidos internos. Hablar es una acción social: la gente alcanza identidades,
realidades, orden social y relaciones sociales a través del habla. El modo en que la gente describe las cosas y cómo
razonan acerca de ellas son selecciones pragmáticas de un rango de posibilidades. Aun una ‘simple’ descripción es
siempre una actividad social y moral (Jayyusi, 1984, 1991; Schegloff, 1988) despliega identificaciones de
categoría. Imagine las diferencias entre dirigirse a alguien para expresarse como ‘una madre de tres’ y dirigirse a
alguien para expresarse como ‘un profesor’. Ambos pueden ser identificadores [identifiers] correctos, pero la
selección invocó dominios muy diferentes del conocimiento y la razón. Para dar cuenta sobre uno mismo ‘como
una madre’ hace intervenir otras categorías relacionadas (tal como ‘hijos’) y actividades o propiedades asociadas
con esas categorías (v.g. ‘necesidades’ de los hijos, cuidado, culpa). El hablar ‘como un profesor’ invoca un
conjunto diferente de pertinencias y actividades de categoría (v.g. ‘estudiantes’, enseñanza, teorización o
investigación). Cuando nos piden hablar en alguna situación, como en una entrevista por ejemplo, movilizamos los
recursos de mecanismos de categorización de miembros disponibles. Estos mecanismos son grupos de categorías y
actividades asociadas (tales como madre + padre + hijos = familia nuclear).
Una anécdota hará más notable el aspecto acerca de los usos de categorizaciones de miembros, por parte de los
propios miembros, para asignar identidades sociales y alcanzar orden social. Recientemente observé la siguiente
escena. Una mujer, un niño chico varón con un destornillador, y un hombre entraron a una panadería. La mujer
detrás del mostrador los saludó y luego se dirigió al niño así: ‘¿Has estado ayudando a papá?’. Hubo una pausa
que recuerdo en forma distintiva porque, como observador–analista de la escena, tuve tiempo de considerar el
supuesto de género que se hacía: que papá era ayudado en lugar de la madre. La cliente mujer entonces dijo: ‘No es
el papá’. ¿Qué recursos había usado la mujer del mostrador para generar su ‘error’? ¿Deberíamos asumir que la
cliente mujer es la madre del niño? ¿Es ella la mamá? ¿Por qué la percibimos en ese sentido?
Las incumbencias de categoría se ‘hacen suceder’, son producidas (y a veces corregidas) en la conversación. En
forma rutinaria y pre–reflexiva usamos mecanismos de categorización de miembros para organizar nuestras
caracterizaciones de lo que vemos o escuchamos. La categorización de miembros es un recurso generalizado
[pervasive] para dar sentido mediante expresiones. Encontrar el uso de estas categorías y mecanismos por parte de
los miembros en cualquier situación, incluyendo la situación de entrevista, es un medio para mostrar cómo se
producen las identidades, las relaciones sociales e incluso las instituciones.
El primer fragmento del diálogo de una entrevista que será estudiado aquí proviene de una entrevista que tuvo
lugar como parte de la práctica institucional de rutina pero fue grabada para propósitos de investigación. El
siguiente extracto de entrevista muestra las primeras emisiones de una entrevista padres–docente registrada en
audio (Baker y Keogh, 1995). Justo desde el comienzo, los participantes van a trabajar inmediatamente con las
categorías de miembros pertinentes a este encuentro, tanto propias como de otros (ver Apéndice de este volumen
para las claves de transcripción).
Estudiante: Donna
1 D: Ok muy bien sólo olvidaremos esto debería taparlo o algo ¡odio las grabadoras! (hh)
Bien um Donna um Yo sólo me hice cargo de una clase del Sr. Jay um hace cuatro
semanas así que, realmente no conozco mucho acerca del trabajo de Donna he dado una
rápida mirada a su trabajo en su carpeta, y de sus notas ella um, ustedes parecen haber,
aprobado en la primer parte del año y luego caído realmente durante la segunda um,
fragmentos de trabajo ¿era un oral de poesía? y una um una novela (2.0) una novela en
otra hoja que era poner parte de la novela en otro estilo de escritura. Ahora um (2.0) en
clase (1.0) Donna está un poco ¿distraída? ¿con frecuencia? allá en el fondo, con um las
niñas con las que se sienta, aunque ella da cuando se le pide, ella hace todo su trabajo,
um yo (1.0) les gustaría– ¿ustedes trabajan de algún modo con Donna en casa con su
tarea escolar? ¿la ven de algún modo o?
2 P: No en realidad no=
3 M: =(Muy raramente) vemos su tarea escolar
4 P: generalmente ellos desaparecen a sus cuartos con su tarea para la casa y um=
5 D: =Sí:i (2.0) Bien um
6 P: No miramos mucho de (eso)
7 D: Déjenme ver sí no señalé esto esto era todo lo del Sr. Jay (1.0) Esto es un resumen,
tenían que resumir um esto (1.0) um veamos dónde parecen estar sus errores. (3.0) Oh
se ve bien. (3.0) Por qué sólo obtiene cuatro y medio por eso. Hmmm. [. . .]
En la larga introducción de la docente, ella describe su trabajo con considerable detalle y explica posibles
limitaciones en ese trabajo antes de dirigir la conversación hacia los padres o Donna. La emisión combina
segmentos de información (qué está haciendo Donna, cómo es en clase) con segmentos de disculpa (como está
haciendo la docente en la entrevista). La combinación puede verse como la descripción de la categoría de ‘docente’
como alguien que: tiene un conocimiento de primera mano y de largo plazo del alumno; puede leer anotaciones de
otros docentes y darles sentido; observa qué está sucediendo, dónde, el aula; sabe quiénes son los amigos de los
alumnos en la clase; y conoce qué quieren saber los padres. La introducción de la emisión informando que no hace
mucho tiempo que es docente de Donna y luego refiriéndose directamente a las notas de Donna es también una
caracterización en su habla de la categoría ‘padres’ como aquéllos que quieren saber en primer lugar acerca del
desempeño académico de Donna y quieren conocer sobre su comportamiento en clase. La primera emisión de la
docente puede percibirse como una versión elaborada de ‘quién soy / qué conozco / cuáles son mis pertinencias, y
quiénes son ustedes / qué saben / cuáles son sus pertinencias, y qué queremos uno del otro’: una forma de
relacionar las dos categorías institucionales, docente y padres. Donna, el tema de la conversación, está presente
pero callada. El trabajo de la docente aquí puede verse como identificando, describiendo y conectando las dos
categorías institucionales de padres y docente. En términos de Silverman (1993: 114), ella está articulando
conexiones entre particulares culturales [cultural particulars].
Además, la docente hace referencia a categorías de estudiante que no nombra pero a las que alude en las
descripciones escénicas tales como ‘allá en el fondo, con um las niñas con las que se sienta’. Estas descripciones
son formas de acción social hechas a través del habla (cf. Schegloff, 1988).
Al final de la primera emisión la docente cambia el tema hacia lo que los padres hacen en la casa en relación a la
tarea escolar. La pregunta de la docente a los padres,
Antes de que los padres hayan tenido una sola intervención en el asunto formal de la entrevista, la docente, usando
sus conocimientos de las categorías de miembros y de las actividades relacionadas, ha presentado un complejo
paisaje social que conecta los intereses, territorios y actividades de padres y docentes. Entonces el paisaje es
también moral en varios aspectos, incluyendo el pedido que se da a los padres de ayudar a Donna, que se expresa
cuando la docente solicita a los padres que hablen.
Como miembro–analista de la escena los padres pueden considerar que la docente quiere conocer lo que sucede en
la casa y si esto se ajusta a su pedido. ‘No en realidad no’ y ‘Muy raramente vemos su tarea escolar’ son respuestas
muy mitigadas a la pregunta de información. El sentido que estas emisiones producen es que algo interfiere con su
legítimo deber de padres, y eso es que ‘generalmente ellos desaparecen a sus cuartos con su tarea para la casa’. Es
un relato hábilmente construido. Quiénes son ‘ellos’ no está claro, pero es más que sólo Donna. Ahora Donna ha
sido ubicada en una categoría no nombrada de personas que ‘desaparecen . . . con su tarea para la casa’. Sería como
si Donna no pudiera esperar a llegar con su tarea para la casa, desaparece tan rápido que por eso los padres no ven
su tarea o no trabajan con ella. La docente es convocada a reconocer esta descripción escénica de la vida hogareña.
Tenemos entonces al menos dos Donnas producidas en la conversación: la distraída Donna de la escuela que se
sienta con las chicas en el fondo (pero que a pesar de eso hace su trabajo en clase), y la entusiasmada Donna de la
casa que desaparece a hacer su tarea. Ambas son construcciones morales de Donna al mismo tiempo que son
construcciones morales de los propios hablantes como padres y docente atentos.
Este análisis sugiere un modo de comenzar un estudio de los mecanismos de categorización de miembros en una
conversación de entrevista. Tenemos en esta conversación un tema que es ‘Donna y su desempeño escolar’. Este
tema es introducido explícitamente, luego es elaborado a través de varios descriptores brindados en relación a las
actividades de Donna. Estos descriptores pueden verse como ‘actividades’ en términos de la noción de ‘actividades
circunscriptas a la categoría’ [‘category-bound activities’] que implica a los miembros en categorías. En este caso,
no todos los descriptores logran ‘circunscribirse’ a la categoría Donna, ni siquiera están ‘vinculados’ [‘attached’]
fuertemente, ya que los hablantes continúan ahondando más allá en las actividades de Donna. Las descripciones de
Donna, entonces, son descripciones tentativas, que finalmente pueden o no estar ‘vinculadas’ a Donna. De forma
diversa, las descripciones expresan o suponen la pertenencia [membership] de Donna en posibles categorías tales
como estudiante distraída, estudiante entusiasmada, y así sucesivamente. El habla es una manifestación del
conocimiento de los hablantes acerca de cómo tales expresiones y suposiciones podrían percibirse por el otro:
emplean lo que podría denominarse conocimiento socio–estructural y cultural. Para hacer esas descripciones de
Donna, seguramente emplean al menos conocimientos inter–institucionales. Es en este sentido que el habla nos
proporciona de una comprensión [insight into] de lo que saben. Lo que saben es cómo hacer descripciones y cómo
hacer relatos precisamente en esta situación inter–institucional. Hay que recordar que sus descripciones de Donna
son reflexivamente descripciones de ellos mismos: ‘ellos desaparecen a sus cuartos’, ubicado justo donde estaba en
la conversación, es efectivamente una descripción escénica de un padre que posiblemente no podría ayudar con la
tarea para la casa, no por elección propia.
En esta entrevista, entonces, hay mucho más que pedidos u ofrecimientos de información o perspectivas acerca de
Donna y su tarea. La entrevista en sí misma es un lugar para exhibir los conocimientos culturales que pueden
usarse para dar cuenta de uno mismo como padre o docente competente. Estos conocimientos culturales ponen en
juego categorías, relaciones de categorías o actividades dentro de categorías, a veces nombradas y otras veces
simplemente aludidas.
Esto recomienda, para el análisis de datos de entrevista, la identificación de los conocimientos de categoría que se
ponen en funcionamiento en el habla de los participantes. Estos no necesariamente están contenidos en emisiones
elaboradas, sino que pueden esquematizarse –expresarse abreviadamente- con los mismos resultados. Como vimos
Otra categoría de entrevistas son aquéllas que se orientan sólo a propósitos de investigación, que no hubieran
tenido lugar si no se hubiera emprendido la investigación. A diferencia de la entrevista descripta antes, las
entrevistas de investigación se diseñan y conducen para que los respondentes hablen acerca de algún tema de
interés para el investigador. En tales entrevistas se ve usualmente una forma de organización del habla más
asimétrica, con el entrevistador formulando preguntas o efectuando indagaciones, mientras el entrevistado habla
con mayor extensión para proveer la información buscada.
Tales entrevistas son típicamente conducidas bajo lo establecido en la ciencia social tradicional que pide a los
entrevistados que revelen, describan, informen acerca de su interior o de su mundo externo como ellos lo conocen.
El entrevistado se sitúa esencialmente como un testigo de su propio interior y de las circunstancias exteriores, que
da testimonio de su experiencia de los acontecimientos. En este modo de hacer ciencia social, se destacan los
difíciles problemas de sesgo (por parte del entrevistador) y de contar la verdad (por parte del testigo).
Estos problemas fueron encontrados en análisis de entrevistas de investigación conducidas con ‘jóvenes
adolescentes’ (Baker, 1984). Estas entrevistas se saturaron con categorías de habla [category-talk] en forma de
fuertes supuestos acerca de actividades vinculadas a la categoría ‘adolescente’ (ver Silverman, 1993: 90-114).
Estos supuestos se introducían justo dentro de las preguntas del entrevistador, por ejemplo ‘¿Cuándo piensas que
serás un adulto?’ Las expresiones de los entrevistados como resultado a preguntas como ésta estaban llenas de
palabras acerca de las responsabilidades, el fin de la vida desordenada, y otras imágenes culturales de la adultez
convencional. La salida de esta relación incestuosa entre las categorías del entrevistador y las categorías del
entrevistado fue tratar los datos de entrevista como manifestaciones del trabajo de categorización de miembros,
tanto de los entrevistados como de los entrevistadores. Finalmente el resultado de esto no fue en absoluto sobre
‘adolescentes’ o estos individuos particulares, sino acerca de cómo la gente posicionada como ‘adolescentes’ en la
entrevista usó el análisis de categorización de miembros al responder las preguntas. Especialmente en su uso de
actividades circunscriptas a una categoría o implicadas en una categoría que se vinculan a cada una de las etapas de
la vida [life stages], que el entrevistador había presentado como dadas, los entrevistados produjeron relatos que
mostraban su conocimiento cultural acerca de las construcciones de adulto de la adolescencia. Si llevamos esto un
paso más allá, muestran su conocimiento de cultura como mirado a través de los lentes de adulto de la psicología
popular de su etapa de vida. Es el conocimiento cultural particular que activaron para tomar parte en la entrevista,
en los términos del entrevistador. Es conocimiento cultural en tres sentidos: primero, es conocimiento acerca de la
cultura; segundo, no es específico a entrevistados individuales sino que reaparece en diferentes relatos de las
personas; y tercero, demostró una lectura ‘exitosa’ de la situación de entrevista particular: ¿cómo quiere esta
persona que hable? ¿Cuáles de las muchas maneras posibles de caracterizar mi pertenencia está en juego aquí?
Abandonando la presunción que las (buenas) entrevistas nos dan algún tipo de comprensión [insight into]
privilegiada de lo que la gente verdaderamente piensa, cree o hace es el primer paso para ver los datos de entrevista
como la producción de ‘relatos’ situados, cualquiera sea el tema que presenta el entrevistador. En términos de
Silverman, ‘por medio del análisis de cómo la gente habla el uno al otro, uno está logrando acceso directo a un
universo cultural y a su contenido de supuestos morales’ (1993: 108).
Una gran proporción de las entrevistas de investigación se conducen con el propósito de descubrir alguna
información, perspectivas o creencias específicas. Tales entrevistas se caracterizan típicamente por una
organización del habla muy asimétrica, en la cual el entrevistador formula las preguntas pero habla mucho menos
que el entrevistado. En tales circunstancias, el material para analizar es en gran parte el habla efectuada por el
entrevistado para hacer disponible al entrevistador cualquier información que se pida.
En un estudio emprendido sobre el ‘sistema de bienestar’ [‘welfare system’] de una escuela, yo estaba interesada
en captar el sentido y la lógica detrás del sistema. El sistema en cuestión era un sistema elaborado de ‘cupones’
[tickets] asignados por el docente a los estudiantes según el comportamiento bueno o malo. Los cupones eran
físicamente distribuidos a los estudiantes, unos amarillos para el buen desempeño o comportamiento, o blancos
para el mal comportamiento de algún tipo.
Mi conocimiento del sistema provino de visitar la escuela en muchas ocasiones y asistir a una reunión de personal
en la cual se discutieron los cambios en las reglas con considerable extensión (ver Baker, 1997, para un análisis de
la conversación en la reunión de personal).
Más tarde se acordó una conversación con el Director del Comité de Bienestar. Le pedí al Director que diera su
visión acerca del sistema, una ‘exposición del punto de vista’ [‘perspective display’].
La visión del Director es transmitida directa y mínimamente en su primer respuesta: ‘Es magnífico’. Lo que sigue
es un relato de cómo el sistema está funcionando bien, y cómo no lo está. Este relato pone pronto la producción de
dos categorías contrarias de estudiantes: los ‘niños buenos’, a quienes el sistema recompensa, y los ‘plodders’. De
este modo se produce un mecanismo de categorización de miembros de la forma [niños buenos, plodders], a la cual
podrían agregarse más tarde categorías adicionales. Hay actividades vinculadas a la pareja principal de
contraposiciones [niños buenos, plodders] cuando se producen estas categorías. El sistema funciona bien para los
niños buenos a quienes se le han reconocido sus esfuerzos, pero no funciona tan bien para los plodders que ‘apenas
avanzan con dificultad’ y no pueden obtener un cupón amarillo porque no han hecho nada ‘especialmente
importante’. Por otro lado, remarca el Director, los plodders no obtienen tampoco cupones blancos y
‘probablemente están poniendo tanto esfuerzo’ como la ‘gente que está obteniendo . . . las mejores notas en la
clase’ –una categoría de quienes pueden o no ser los mismos que los ‘niños buenos’ con los que él comenzó.
El entrevistador percibe que se está formulando un problema, y pregunta si los plodders llegan entonces a la parte
más alta de la escala. Esta pregunta es un reconocimiento del problema y del mecanismo de categorización [niños
buenos, plodders]. Esto se corresponde perfectamente con la preocupación del Director acerca de cómo los
plodders pueden llegar a lo más alto del sistema, y muestra al entrevistador introduciéndose en la problemática.
Tanto el entrevistador como el entrevistado caracterizan a los plodders como ambiciosos respecto a esto, y al
2
plodder: estudiante que avanza con dificultad, estudiante más aplicado que brillante.
plod: recorrer despacio, avanzar con dificultad, seguir trabajando a pesar de las dificultades, trabajar lentamente
pero sin desanimarse.
En la emisión 10 el Director presenta el tema de cómo el sistema fue cambiado desde el último año. En esta
emisión está implícita otra categoría de estudiante mediante una descripción de descenso a los niveles más bajos
del sistema. Esta categoría adicional, implícita en la conversación acerca de los cupones y las cartas de advertencia
enviadas a la casa, es el estudiante de mal comportamiento que no apareció en la descripción inicial. Tales
estudiantes son los que podrían, hipotéticamente, ‘continuar así’ (obteniendo más y más cupones blancos) y los
11 Yo: Mmm
12 (3.0)
13 D: ( [ )
14 Yo: [Rápido, sí.
El estilo de la siguiente emisión del Director sugiere que la apreciación del entrevistador acerca de la conclusión no
ha sido suficientemente fuerte, que ella todavía lo está percibiendo como una descripción más que como un
problema.
En la emisión 14, el Director embellece el punto que produjo antes acerca del rápido descenso, que son ‘sólo’ otros
tres cupones que conducen al estudiante niveles abajo. Este era el cambio desde la política del último año
introducida en la emisión 10, y este es un cambio que él, y no el entrevistador, ha producido como relato. De este
modo, al producirlo como relato, ha subrayado su estatus como un problema. Retrospectivamente, parece que
respecto a la primera apreciación del entrevistador, en la que no expresó suficiente fuerza acerca de lo que esto
significa, no estaba comprendiendo el punto moral.
La emisión 14 del Director puede verse como compuesta por tres partes, comienza con la elaboración de la
velocidad de descenso y sus consecuencias, esto es, serios problemas para esos estudiantes. El centro de la emisión
es un hecho central que mantiene la unidad de toda la emisión, y toda la lógica: ‘Ya que un niño puede llegar a esta
etapa en cosa de una semana, usted sabe, los niños también’, de lo cual sigue más. En la última parte de la emisión,
se describe una nueva categoría de actor problema en el sistema: docentes que otorgan demasiados cupones
blancos a un niño. Esta categoría es generada como otra explicación de cómo un niño podría llegar a ese nivel tan
rápido. En contraposición al niño ‘que continua así’ en la emisión 10, ahora tenemos docentes que tienen
En las secciones precedentes de este capítulo he demostrado algunos procedimientos para comenzar un análisis de
los mecanismos de categorización de miembros de una conversación de entrevista. La búsqueda es esencialmente
con relación a cómo los participantes en la entrevista hacen uso de los recursos de la categorización de miembros.
El primer paso es localizar las categorías centrales (de personas, o lugares, o cosas) que apuntalan la conversación,
incluyendo todos los pares relacionales estándar tales como padres–docente, o pares contrapuestos tales como
plodders y niños buenos. Estas categorías a veces son designadas y a veces están implícitas por medio de
‘actividades’ que se vinculan a ellos. Un segundo paso es trabajar por medio de actividades asociadas con cada una
de las categorías para completar las atribuciones que se hacen a cada una de las categorías. Las atribuciones que
son sugeridas son tan importantes como cualquiera de las expresadas en varias palabras: las categorías o
actividades o conexiones entre ellas que son sugeridas, indican la sutileza y delicadeza de mucho del trabajo de
categorización de miembros implícito. Un tercer paso es mirar las conexiones categorías + atribuciones que
producen los miembros (conexiones entre ‘particulares culturales’), para encontrar los cursos de acción social que
están implícitos: descripciones de cómo las categorías de actores se comportan, o podrían, o deberían comportarse.
Como en los ejemplos que he presentado aquí, cuando los hablantes ‘hacen descripciones’ articulan un mundo
social en el que sus categorías tienen un lugar central. Estas categorías son en cierto sentido ‘títeres’ de los
hablantes, que ellos pueden disfrazar de maneras diferentes y hacer que se comporten de varios modos (actividades
asociadas a la categoría). Estas son declaraciones profundas acerca de lo que podría ser el caso, cómo debería ser
organizado el orden social. La producción hábil de versiones creíbles usando mecanismos de categorización de
miembros reconocibles, es una forma de competencia cultural de profunda importancia. Lo que percibimos y a lo
Referencias
Baker, C.D. (1984) ‘The search for adultness: Membership work in adolescent-adult talk’, Human
Studies, 7: 301-23.
Baker, C.D. (1997) ‘Ticketing rules: Categorization and moral ordering in a school staff meeting’, en S.
Hester y P. Eglin (Eds.), Culture in Action: Studies in Membership Categorization Analysis.
Lanham, MD: University Press of America. pp. 79-102.
Baker, C.D. y Keogh, J. (1995) ‘Accounting for achievement in parent – teacher interviews’, Human
Studies, 18 (2): 263–300.
Jayyusi, L. (1984) Categorization and the Moral Order. London: Routledge and Kegan Paul.
Jayyusi, L. (1991) ‘Values and moral judgement: Communicative praxis as moral order’, en G. Button
(ed.), Ethnomethodology and the Human Sciences. Cambridge: Cambridge University Press. pp.
227–51.
Maynard, D. (1991) ‘The perspective–display series and the delivery of diagnostic news’, en D. Boden y
D.H. Zimmerman (eds), Talk and Social Structure: Studies in Ethnomethodology and Conversation
Analysis. Cambridge: Polity. pp. 164–92.
Pomerantz, A. (1986) ‘Extreme case formulations: A way of legitimizing claims’, Human Studies, 9
(2/3): 219–99.
Sacks, H. (1992) Lectures on Conversation, Vols I y II, ed. G. Jefferson. Oxford: Blackwell.
Schegloff, E.A. (1988) ‘Description in the social sciences I: Talk–in–interaction’, IpRA Papers in
Pragmatics, 2 (1/2): 1–24.
Silverman, D. (1993) Interpreting Qualitative Data: Methods for Analysing Talk, Text and Interaction.
London: Sage.