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SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA

DIRECCIÓN GENERAL DE DESARROLLO CURRICULAR


DIRECCIÓN DE DESARROLLO CURRICULAR PARA LA
EDUCACIÓN PREESCOLAR

Para empezar el proceso de


evaluación: el diagnóstico

México, D. F., agosto de 2012

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Introducción.

La comprensión del Programa de Educación Preescolar como guía para el trabajo pedagógico y el
conocimiento amplio de los alumnos son condiciones indispensables para adecuar la intervención
educativa a las características de los niños y sus necesidades de aprendizaje.

La comprensión del programa se manifiesta cuando la educadora puede anticipar sus


implicaciones para el trabajo durante el año escolar: los cambios o ajustes necesarios en sus
formas de trabajo y de relación con los alumnos; las situaciones didácticas y los tipos de
actividades que conviene poner en marcha para favorecer las competencias y los aprendizajes
esperados relacionados con cada una; el uso y la distribución del tiempo durante la jornada diaria
y durante periodos más amplios (la semana, el mes), además de las formas o acciones en que
puede aprovechar los espacios escolares y los recursos didácticos disponibles en la escuela y en el
entorno. Del dominio del programa se obtienen también elementos para orientar las actividades
que realizarán las educadoras para conocer mejor a sus alumnos.

¿En qué consiste el diagnóstico inicial?

El conocimiento de las niñas y los niños se logra a lo largo del año escolar en la medida en que
existen oportunidades para observar su actuación y convivir con ellos en diversos tipos de
situaciones dentro y fuera del aula; sin embargo, es indispensable realizar un diagnóstico inicial
durante las primeras semanas del ciclo escolar.

La finalidad del diagnóstico inicial es que a través de actividades exploratorias la educadora


obtenga información básica sobre cada uno de los niños de su grupo: qué muestran saber hacer en
relación con algunas competencias señaladas en el programa y los aprendizajes esperados
relacionados con ellas, sus condiciones de salud física, rasgos que caracterizan su ambiente
familiar (formas de trato, actividades que realizan en casa, con quiénes se relacionan, sus gustos o
preferencias, sus temores, etcétera).

Si bien el diagnóstico se hace al comenzar el ciclo, hay que tener presente que no se pueden
conocer en un mes los saberes y la capacidad de acción de todos los niños del grupo en relación

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con todas las competencias, los aprendizajes esperados y todos los campos formativos que señala
el Programa. Por ello es necesario concentrar la atención en aspectos relevantes que permitan a la
educadora saber desde el inicio del ciclo, cómo son sus alumnos, quiénes requieren atención
urgente, específica y de qué tipo, y en qué condiciones generales iniciará el trabajo pedagógico
con el grupo.

Algunos rasgos sobre los cuales es indispensable que la educadora tenga información de cada niño
y niña a través de las actividades de diagnóstico son los siguientes:

Condiciones de salud física: el funcionamiento de sus sentidos (si ve bien y escucha bien),
su talla y peso (correspondencia con los parámetros establecidos según su edad), si tiene
alguna afección específica (enfermedad, alergia), alguna discapacidad o necesidades
educativas especiales asociadas con otros factores.
Condiciones emocionales: algún problema particular que esté afectando al niño, cómo o
en qué se manifiesta.
Capacidad de autocontrol y de relación con los demás (mantener la atención, disposición
para involucrarse en las actividades, integración al grupo, confianza para comunicarse con
sus compañeros y con la maestra).
Expresión oral: su desempeño al hablar (la seguridad con la que habla, dicción, fluidez en
la expresión, coherencia en las ideas que expresa, las características de sus expresiones,
las actitudes que muestra cuando alguien habla con él o ella).

Las actividades propicias para obtener información con carácter de diagnóstico son el juego libre,
el juego organizado y en particular el juego simbólico, así como la observación directa, la
entrevista con la madre y el padre de familia y con el alumno. Para explorar lo que los niños
pueden hacer en relación con alguna competencia y los aprendizajes esperados, se pueden poner
en marcha situaciones que se consideren relevantes en algún campo formativo; los aprendizajes
esperados asociados a las competencias, son sugerentes de los tipos de situaciones que se pueden
proponer a los niños.

Con la información que se obtiene mediante el diagnóstico -a partir de lo que se observa que los
niños hacen y cómo reaccionan durante las actividades-, se inicia la integración del expediente de

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cada alumno; este instrumento permitirá documentar avances y dificultades en su proceso de
aprendizaje y desarrollo personal.

Cuando el grupo haya sido atendido anteriormente por la misma educadora, la construcción del
diagnóstico puede ser más sencilla y ocupar una o dos semanas; pero en los casos en que el grupo
sea nuevo para la educadora, y más cuando se trata de un grupo de primer grado, esta tarea
puede ocupar hasta el primer mes de trabajo.

Con un diagnóstico destinado a identificar rasgos como los señalados, la educadora tendrá
elementos para detectar quiénes requieren un acompañamiento más directo en las actividades y
quiénes requieren de una evaluación psicopedagógica más profunda; es decir, para diseñar
estrategias de atención individual y actividades específicas de fortalecimiento para ayudarlos a
progresar en sus aprendizajes.

El diagnóstico también es la base para decidir las competencias con las que se diseñará el primer
plan de trabajo, así como para establecer el grado de complejidad de las situaciones didácticas y
las formas de trabajo –con sus variantes para algunos niños- adecuadas a las características de los
alumnos.

El dominio del programa y el conocimiento de las características de los alumnos por parte del
personal docente y directivo son condiciones necesarias para establecer acuerdos y realizar
acciones de mejoramiento de la escuela en su conjunto, así como para prever las acciones que la
escuela debe promover con la finalidad de fortalecer la colaboración de madres y padres de
familia en la educación de sus hijos.

¿Cómo hacer el diagnóstico inicial?

El diagnóstico inicial se realiza mientras se desarrollan las actividades de la jornada durante las
primeras semanas del ciclo escolar. Su diferencia con el trabajo del resto del año es que las
actividades o situaciones didácticas se seleccionan o preparan con el fin de observar y registrar
rasgos de las acciones de los niños y las niñas; es decir, la educadora pondrá en marcha una serie
de actividades para explorar lo que saben y saben hacer respecto a lo que se señala en las
competencias y los aprendizajes esperados, que corresponden a los distintos campos formativos.

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Una guía para seleccionar esas actividades son el conjunto de aprendizajes esperados
correspondientes con cada competencia.

Adicionalmente, en el desarrollo de las actividades destinadas a explorar competencias y modos


de ser de las niñas y los niños es cuando se establecerán los cimientos del ambiente que se desea
crear en el aula. Entre esas actividades pueden incluirse situaciones –como distintos tipos de
juegos– relacionadas con competencias del campo de desarrollo personal y social. Pueden elegirse
aquellos aprendizajes esperados que favorecen la creación de un buen ambiente de trabajo:
“Habla sobre experiencias que pueden compartirse...”, “controla gradualmente conductas
impulsivas...”, “acepta gradualmente las normas de relación y comportamiento basadas en la
equidad y el respeto, y las pone en práctica”1, etcétera.

La participación de los alumnos en la organización del material, en la elaboración de reglas para su


uso y para el acceso a otros espacios de la escuela es importante para que se sientan a gusto y
atendidos en sus inquietudes y para que generen expectativas positivas respecto a su estancia en
el Jardín de niños.

El establecimiento de un buen ambiente de trabajo se inicia con el ciclo escolar, pero en realidad
se trata de un proceso permanente, pues se va alimentando con la convivencia cotidiana entre
niñas, niños y maestras.

Previsiones básicas.

Con respecto al proceso de evaluación que debe llevarse a cabo en la educación preescolar, es
necesario considerar lo siguiente:

El diagnóstico es el punto de partida para valorar lo que saben hacer los niños al inicio del
ciclo escolar en relación con algunas competencias de todos los campos formativos.
El diagnóstico es la base para decidir en qué competencias centrarse para hacer el primer
plan de trabajo; también servirá para hacer la valoración en el primer periodo de corte y el
registro de información en la Cartilla de Educación Básica: ¿Qué sabían mis alumnos al
inicio y cómo han avanzado durante el primer periodo?

1
SEP (2011), Programa de estudio 2011. Educación básica. Preescolar, pp. 78.

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La valoración de los avances de los alumnos del grupo para el primer registro de
información en la Cartilla de Educación Básica deberá realizarse en noviembre: ¿Con qué
información debe contar la educadora?
El registro de información en la Cartilla de Educación Básica, en cada periodo establecido,
debe basarse en el trabajo realizado con competencias y aprendizajes esperados de todos
los campos formativos.
Al diseñar y o seleccionar actividades y/o situaciones didácticas, ya sea para el diagnóstico
o para la planificación durante el ciclo escolar, es necesario revisar el Programa de
Educación Preescolar 2011 (las “Bases para el trabajo en preescolar” y la explicación de
cada campo formativo, para entender cada vez mejor el enfoque pedagógico).
Identificar la relación de las competencias y los aprendizajes esperados con las actividades
o situaciones didácticas que se diseñen o seleccionen. Véase el siguiente ejemplo:

Se toma la siguiente competencia y los aprendizajes (se muestran sombreados) y se elige la


situación “El cofre del tesoro”2.

Competencia Aprendizajes esperados


Actúa gradualmente con mayor confianza y  Utiliza el lenguaje para hacerse entender y
control de acuerdo con criterios, reglas y expresar lo que siente, cuando se enfrenta a
convenciones externas que regulan su conducta una situación que le causa conflicto.
en los diferentes ámbitos en que participa.  Participa en juegos respetando las reglas
establecidas y las normas para la
convivencia.
 Controla gradualmente conductas
impulsivas que afectan a los demás y evita
agredir verbal o físicamente a sus
compañeras o compañeros y a otras
personas.
 Se hace cargo de las pertenencias que lleva
a la escuela.
 Se involucra y compromete con actividades
individuales y colectivas que son acordadas
en el grupo, o que él mismo propone.
 Toma iniciativas, decide y expresa las
razones para hacerlo.

Después de seleccionadas las actividades y/o situaciones3, hay que planificarlas,


considerando aspectos como los siguientes:

2
SEP, (2005) Curso de Formación y Actualización profesional para el personal docente de educación preescolar. Volumen
I, pp. 113.

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 Piense en las niñas y los niños de su grupo para adaptar las situaciones a sus
características: ¿De qué grado son?, ¿qué sabe sobre posibles experiencias previas que
las niñas y los niños hayan tenido en el Jardín y el entorno? ¿Hay información obtenida
a través de entrevistas con los padres y los alumnos, que sea necesario considerar?
 ¿Qué aprendizajes esperados se van a explorar? Específicamente, ¿en qué va a centrar
la observación? Si elije la situación “El cofre del tesoro”, podría explorar cómo utiliza la
niña o el niño el lenguaje para hacerse entender y expresar lo que siente…, cómo
reacciona ante las reglas establecidas…, cómo participa y se involucra en las
actividades…
 ¿A cuántos niños y niñas va a observar de manera más específica en las situaciones
didácticas?, ¿en qué momentos de las situaciones los va a observar? ¿Cómo va a
organizar al grupo en los distintos momentos del desarrollo de las situaciones
didácticas?, ¿por qué de esa manera y no de otra?
 ¿Cómo va a intervenir para que los niños pongan en juego lo que se propone? (los
aprendizajes esperados dan ideas al respecto).
 Estas evidencias (tanto lo que usted registra de lo que observa que hacen, lo que
escucha que dicen, como algunas producciones de los niños) ¿pueden ser útiles para
conocer lo que saben y saben hacer respecto a la competencia y aprendizajes
esperados considerados en las actividades o situaciones?, ¿son útiles para conocer lo
que saben y saben hacer respecto a otras competencias y aprendizajes esperados del
mismo campo y de otros? Por ejemplo, su capacidad para expresar oralmente sus
ideas, las formas de expresión que utilizan, el registro de sus ideas utilizando marcas,
grafías, y/o letras.
 ¿Qué materiales serían de mayor apoyo para implementar las actividades o
situaciones didácticas?
 ¿Qué tiempo considera se requiere para el desarrollo de las actividades o situaciones
didácticas?

Después de desarrollar las actividades de cada jornada, será necesario hacer una
valoración de su funcionalidad. A partir de las actividades propuestas y las formas de
intervención, ¿se logró que los niños movilizaran la competencia y los aprendizajes
esperados?, ¿qué evidencias tiene para afirmarlo?
Valorar lo que los niños aprendieron se relaciona de manera directa con lo que la maestra
les propone hacer. Seguramente aprendieron algo, pero ¿se relaciona con la competencia?

Como se mencionó anteriormente, en el diagnóstico es importante obtener información sobre las


capacidades de autocontrol y de relación con los demás y su desempeño al hablar, ya que éstas
contribuyen a la creación de un ambiente con condiciones adecuadas para el aprendizaje.

3
Se sugiere consultar material de la reforma para seleccionar algunas actividades. Por ejemplo, los volúmenes I y II, del Curso de
formación y actualización profesional para el personal docente de educación preescolar, contienen propuestas de todos los campos
formativos.

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