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CASACIÓN 1712-2013-ICA (30/06/2014)

Violencia familiar. Lima, catorce de marzo de dos mil catorce.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA:
Vista la causa número mil setecientos doce - dos mil trece, en Audiencia Pública llevada
a cabo en la fecha; luego de verificada la votación con arreglo a ley, emite la siguiente
resolución:- MATERIA DEL RECURSO DE CASACIÓN: Se trata del recurso de
casación interpuesto por Francisco Alejandro Paredes Morales a fojas doscientos treinta,
contra la sentencia de vista de fojas doscientos veinte, de fecha treinta y uno de enero de
dos mil trece, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Ica, que confirma la sentencia apelada de fojas ciento ochenta y uno, de fecha trece de
julio de dos mil doce, que declara fundada la demanda de fojas cuarenta; en los seguidos
por el Ministerio Público contra Francisco Alejandro Paredes Morales en agravio de
Julio Ricardo Paredes Morales y Manuel Fernando Paredes Morales; sobre Violencia
Familiar.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: Que, el recurso de
casación fue declarado procedente por resolución de fecha dieciséis de julio de dos mil
trece, obrante a fojas treinta y seis del cuadernillo formado en este Supremo Tribunal
por la causal prevista en el artículo 386 del Código Procesal Civil, modificado por la
Ley número 29364, por la que se denuncia: a) La infracción normativa procesal del
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado, del artículo 12 del
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, de los artículos 50, 122
inciso 4, 196, 197, 198 y 282 del Código Procesal Civil, precisando que la Sala Superior
no ha resuelto debidamente los agravios formulados en su recurso de apelación,
configurándose de esta manera la falta de motivación de las resoluciones judiciales; la
parte demandante no ha acreditado de forma alguna los hechos que configuran su
pretensión, lo que no ha sido advertido por la Sala de Mérito. En ninguno de sus
considerandos se ha hecho mención, valorando y merituando los medios probatorios
escoltados en su contestación. La pericia psicológica no puede concluir con un resultado
expreso de quién es el responsable de dicha violencia familiar. Se han inobservado los
artículos 50 y 198 del Código Procesal Civil, al no valorar las pruebas presentadas en su
contestación, asimismo existe incongruencia en la fecha en que ha dictado o votado la
sentencia impugnada el Colegiado Superior; b) Asimismo, de manera excepcional en
aplicación del artículo 392-A del Código Procesal Civil, también se concede el recurso
de casación en relación con esa misma causal de infracción normativa procesal, pero
con la finalidad de que en el fondo se determine si las Instancias de Mérito han
cumplido con evaluar correctamente si el demandado incurrió o no en actos de violencia
familiar en la modalidad de maltrato psicológico, para lo cual en aplicación del artículo
194 del Código Procesal Civil se encontraba facultado para ordenar que se practique la
respectiva pericia psicológica al demandado y a los supuestos agraviados dentro del
proceso judicial, prueba que resulta necesaria para dilucidar la controversia.-
CONSIDERANDO: Primero: Que, del examen de los autos se advierte que a fojas
cuarenta, la Fiscal Provincial Titular de la Tercera Fiscalía Provincial Civil y de Familia
de Ica, interpone demanda sobre Violencia Familiar, solicitando como pretensión
principal que se establezca la existencia de violencia familiar en la modalidad de
maltrato psicológico producido por el demandado Francisco Alejandro Paredes
Morales, en agravio de Julio Ricardo Paredes Morales y Manuel Fernando Paredes
Morales, y se disponga por consiguiente el cese inmediato de cualquier forma de
agresión a la víctima; y como pretensión accesoria solicita que se dicten las medidas de
protección a favor de las víctimas a efecto de que cesen en forma inmediata los actos de
violencia psicológica producida por el demandado, debiendo ordenarse entre otras: 1) El
impedimento de acoso a la víctima por el demandado, tanto en su domicilio, centro
laboral, vía pública, así como en cualquier otro lugar donde se pudiera encontrar y las
demás medidas de protección que podrá fijar el Juzgado y que sean necesarias para una
efectiva protección de las víctimas, conforme lo prescribe el artículo 21 de la Ley
número 26260; 2) Se disponga la Terapia Psicológica y de Orientación Familiar que
seguirán las partes durante el tiempo que los especialistas determinen; 3) La reparación
del daño en un monto ascendente a la suma de doscientos nuevos soles (S/.200.00) que
abonará el demandado a favor de la víctima. Como fundamentos de hecho sostiene el
representante del Ministerio Público lo siguiente: a) Las partes del proceso son
hermanos de padre y madre, viviendo cada uno de ellos en domicilios diferentes; b) Los
agraviados son víctimas de violencia familiar en la modalidad de maltrato psicológico
por parte de su hermano el demandado Francisco Alejandro Paredes Morales; c) Los
agraviados señalan en forma conjunta y reiterada que con el demandado vienen
manteniendo varios problemas judiciales y que cuando ambos se dirigían al estudio de
su hermano Manuel Fernando Paredes Morales, fue interceptado a la altura de la
segunda cuadra de la calle Ayacucho por el demandado Francisco Alejandro Paredes
Morales quien los conminó, insultó y amenazó con un arma de fuego para que no se
presenten a la diligencia de inspección judicial programada para el día doce de agosto
de dos mil diez, que se llevaría a cabo en el domicilio de su madre, no sin antes
insultarlos; d) Refieren los agraviados que no es la primera vez que reciben estos
maltratos psicológicos por parte del demandado; e) Que los agraviados vienen siendo
víctimas de maltrato psicológico conforme se advierte y determina con los protocolos
de la Pericia Psicológica números 00595-2010-PSC-VF y 05973-2010-PSC-VF; f) No
se ha recibido la manifestación del demandado quien pese a estar debidamente
notificado no ha concurrido a rendir su manifestación, por lo cual se encuentra en
calidad de no habido.- Segundo: Que, admitida a trámite la demanda, Francisco
Alejandro Paredes Morales se apersona al proceso y mediante escrito de fojas ciento
treinta y uno contesta la demanda señalando sustancialmente lo siguiente: a) Los hechos
denunciados son falsos y carentes de veracidad dado que se trata de una de las tantas
denuncias difamatorias, calumnias y mentiras que los demandantes vienen haciendo uso
ante diversos órganos del Estado, entre otros, Ministerio Público, Policía Nacional,
Juzgados, con el propósito de dañar su imagen y el buen nombre y reputación; b) Los
demandantes son personas mitómanas según la documentación que escolta, detallando
las denuncias incoadas por los demandantes en su contra y de otros familiares; c) Los
hechos denunciados son inverosímiles por cuanto el día de los hechos y todos los días
de su existencia desde las siete hasta las nueve de la mañana atiende personalmente a su
anciana madre preocupándose de su salud y bienestar; d) Debe tenerse en cuenta la
pericia psicológica practicada a Julio Ricardo Paredes Morales quien denota:
“Expresión exagerada de sus emociones, egocentrismo (...) personalidad con
características histriónicas, (...) conducta con tendencia a la manipulación; conforme
emerge de dicho certificado; e) Las conclusiones arribadas en la pericia sicológica
practicada a Julio Ricardo Paredes Morales invaden la jurisdicción del Juez de la causa
al haber concluido la sicóloga en forma irresponsable que el examinado presenta
indicadores emocionales de maltrato sicológico por parte del recurrente; f) Desde el mes
de marzo de dos mil cinco en que fueron convocados por su padre Luis Alberto Paredes
Piccone a una reunión familiar donde hacía saber a todos sus hijos su voluntad de
enajenar sus bienes urbanos al recurrente, recibiendo la suma de cuarenta mil dólares
americanos (US$40,000.00), en dicha reunión familiar los denunciantes mostraron su
disconformidad con la decisión de su padre y lo enfrentaron pese a que éste requería de
dicho dinero para curarse y atender su salud; g) Jamás ha usado arma alguna y desde
marzo de dos mil cinco en que los denunciantes se enfrentaron a sus padres se rompió la
relación familiar vertiendo amenazas por parte de éstos de que al morir su padre iban a
hacer problemas a la familia.- Tercero: Que, mediante sentencia de fojas ciento ochenta
y uno, de fecha trece de julio de dos mil doce, el Primer Juzgado Especializado de
Familia de Ica declara fundada la demanda estableciendo al respecto que: a) Con el
Informe número 649-2010-XV-DIRTEPOL-RPI-CM-SVF de fojas dos y siguientes se
acredita que los agraviados han sido víctimas de violencia familiar en la modalidad de
maltrato psicológico; b) El maltrato psicológico se encuentra acreditado con los
Protocolos de Pericia Psicológica números 005995-2010-PSC-VF practicada por la
Psicóloga Carla Sevillano Fernández del Instituto de Medicina Legal de Ica al agraviado
Julio Ricardo Paredes Morales (fojas catorce a dieciséis), en la que se llega a las
siguientes conclusiones: “(...) Personalidad con características histriónicas. Reacción
Ansiosa-Depresiva Situacional Moderada que guarda relación como secuela de agentes
estresantes en su relación disfuncional con su hermano Francisco Alejandro Paredes
Morales, debido a diferencias y conflictos por las propiedades que se disputan. El
examinado evidencia indicadores emocionales de Maltrato Psicológico por parte de su
hermano. Requiere de Tratamiento y Orientación Psicológica (Psicoterapia).”; y el
número 005973-2010-PSC-VF, evaluación practicada por el Psicólogo del Instituto de
Medicina Legal de Ica al agraviado Manuel Fernando Paredes Morales, que corre de
fojas veinte a veintidós, en la que en base al relato efectuado por el examinado se llega a
las siguientes conclusiones: “(...) -Síndrome mixto ansioso-depresivo, moderado
(guarda relación como secuela de violencia familiar por discrepancia de bienes).
Indicadores de Violencia Familiar Moderada. El examinado requiere de tratamiento
psicológico especializado.”; c) El valor de las pericias psicológicas debe observarse en
función al valor que otorga el artículo 29 del Texto Único Ordenado de la Ley número
26260. En tal virtud, las pericias psicológicas que obran en autos resultan determinantes
para los efectos de establecer la procedencia de la demanda incoada en autos, toda vez
que del análisis y evaluación del contenido y resultados de las mismas, se colige la
existencia de violencia familiar en la modalidad de maltrato psicológico inferido por el
denunciado en contra de los agraviados, en tanto, de manera meridiana y clara se
aprecia de sus contenidos que las afecciones emocionales y por ende psicológicas que
vienen padeciendo los agraviados derivan de los diversos conflictos judiciales que
tienen con el hoy demandado y del hecho que desencadenó la denuncia efectuada por
los agraviados, por lo que el demandado no puede pretender objetar el contenido de las
pericias psicológicas limitándose a negar y contradecir los hechos de violencia
denunciados en su contra así como a cuestionar el contenido de los protocolos de la
pericia psicológica. Además dicha parte no impugnó ni tachó las citadas pericias por lo
que éstas mantienen todo el vigor y valor probatorio para los efectos de ser merituadas
con arreglo a ley; d) El demandado al contestar su demanda se limita a negar y
contradecir los hechos de violencia denunciados en su contra, bajo el argumento de
haber sido denunciado ante otros órganos del Estado por los hoy demandantes, para lo
cual adjunta copias simples de una serie de actuados tramitados a nivel Fiscal y
Juzgados Penales por diversas denuncias que obran a fojas sesenta y nueve, sin
embargo, tales medios de prueba, si bien acreditan su dicho sobre la existencia de esos
procesos, sin embargo, de ningún modo rebaten como medios de prueba y argumentos
los hechos de violencia familiar denunciados por los agraviados, en tanto los mismos se
encuentran debidamente sustentados en los protocolos de pericia psicológica que obran
en autos, por lo que tal conducta de parte del emplazado se trasluce como una evasiva
frente a los hechos de violencia incoados en su contra, apreciándose tal conducta
procesal de obstrucción y falta de colaboración a fin de lograr la finalidad de los medios
probatorios, lo que debe ser interpretado extrayendo conclusiones en contra de sus
intereses, de conformidad con el artículo 282 del Código Procesal Civil, lo cual
corrobora los hechos de violencia psicológica contra los agraviados; e) Habiéndose
acreditado la existencia de violencia familiar, en su modalidad de maltratos psicológico,
es necesario que se dicten las medidas de protección a favor de estos últimos. Respecto
a la reparación del daño causado, ésta debe ser entendida como el resarcimiento de
índole pecuniario que se realiza considerando la magnitud y menoscabo producido a la
víctima, y que es de cargo del agresor, el mismo debe fijarse prudencialmente, en
atención a las circunstancias del caso concreto y, que en el caso de autos y de acuerdo a
lo solicitado en la demanda, se estima en la suma de trescientos nuevos soles
(S/.300.00).- Cuarto: Que, apelada que fuera la resolución de primera instancia, la Sala
Superior mediante sentencia de vista de fojas doscientos veinte, de fecha treinta y uno
de enero de dos mil trece, confirma la recurrida por cuanto: a) El maltrato psicológico se
encuentra acreditado en primer lugar con las afirmaciones contenidas en la
manifestación policial de Julio Ricardo Paredes Morales (fojas nueve), pues en éstas,
ante el interrogatorio que se les hizo, narran la forma como vienen siendo agredidos
psicológicamente por su hermano mayor; b) El maltrato denunciado se acredita con los
protocolos de pericia psicológica números 005995-2010 (fojas catorce) y 005973-2010
(fojas veinte), correspondientes respectivamente a Julio Ricardo y a Manuel Fernando
Paredes Morales, en los cuales se relatan los hechos violentos suscitados el día once de
agosto de dos mil diez en que el demandado les puso un arma de fuego a la altura del
pecho y de la cabeza, asustándose por la conducta de su hermano, quien también les
profirió amenazas e insultos. En ambas pericias se refiere que los peritados son personas
lúcidas y coherentes, orientados en lugar, tiempo y persona, y no presentan indicadores
de compromiso o daño cerebral, vale decir, son personas sanas y en todos sus cabales,
cuyas versiones no pueden ser tildadas de desequilibradas o producto de un deterioro
mental. En ambos protocolos se advierte como conclusión que sus problemas
psicológicos derivan de la relación disfuncional con su hermano Francisco Alejandro
Paredes Morales debido a las diferencias y conflictos por las propiedades que se
disputan; evidencian igualmente indicadores emocionales de maltrato psicológico por
parte de su hermano, documentos, que constituyen prueba típica y son valorados en
concordancia a lo señalado por los artículos 233 y 235 del Código Procesal Civil,
aplicable supletoriamente al caso de autos; c) Los informes psicológicos aludidos tienen
plena eficacia probatoria en el presente proceso, los cuales, analizados en toda su
extensión y conjuntamente con las declaraciones existentes en autos, crean suficiente
convicción de que los agraviados vienen siendo víctimas de maltratos psicológicos de
parte de su hermano Francisco Alejandro Paredes Morales que les produce tensiones,
estrés y desequilibrios emocionales compatibles con violencia psicológica que, por su
propia trascendencia originan cuadros de depresión y de angustia en las víctimas que
afectan su persona.-Quinto: Que, el recurrente, como sustento del presente recurso de
casación, invoca esencialmente la violación del debido proceso y de la motivación de
las resoluciones judiciales, reiterando su denuncia en el sentido de que el Ad quem ha
obviado pronunciarse sobre los agravios de su recurso de apelación, así como el no
haberse hecho mención ni merituado el caudal probatorio presentado en su escrito de
contestación de demanda.-Sexto: Que, el debido proceso o proceso justo se ha
conceptuado como un derecho humano o fundamental que tiene toda persona por el solo
hecho de serlo, y que le faculta a exigir al Estado un juzgamiento imparcial y justo, ante
un Juez responsable, competente e independiente, toda vez que el Estado no solo está en
el deber de proveer la prestación jurisdiccional a las partes y terceros legitimados, sino a
proveerla bajo determinadas garantías mínimas que le aseguren tal juzgamiento
imparcial y justo; por lo tanto, aquel derecho no solo tiene un contenido procesal y
constitucional sino también un contenido humano de acceder libre y permanentemente a
un sistema judicial imparcial y justo.-Séptimo: Que, asimismo, la motivación de las
resoluciones judiciales constituye un elemento del debido proceso y, además, se ha
considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional consagrado en el
inciso 5 del artículo 139 de la Constitución Política del Estado, norma constitucional
que ha sido recogida en los artículos 122 incisos 3 y 4 y 50 inciso 6 del Código Procesal
Civil; y en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; siendo que su
contravención acarrea la nulidad de la resolución.- Octavo: Que, una motivación
comporta la justificación lógica, razonada y conforme a las normas constitucionales y
legales, así como con arreglo a los hechos y petitorios formulados por las partes; por
consiguiente, una motivación adecuada y suficiente comprende tanto la motivación de
hecho o in factum (en el que se establecen los hechos probados y no probados mediante
la valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a petición
de parte como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos fácticos de la norma), como
la motivación de derecho o in jure (en el que selecciona la norma jurídica pertinente y se
efectúa una adecuada interpretación de la misma).-Noveno: Que, examinada la
sentencia de vista, se advierte que en efecto el Ad quem ha obviado pronunciarse sobre
ese extremo de la denuncia, consistente en el pronunciamiento sobre los agravios del
recurso de apelación consistentes en que: a) No se habría tomado en cuenta que la
pericia psicológica realizada a Julio Ricardo Paredes Morales concluye con la existencia
de una personalidad con características histriónicas, egocéntrica y exagerada en sus
emociones, y, b) Se habría determinado sin sustento alguno y por el solo dicho y
afirmación de los demandantes que los problemas psicológicos que presentan los
demandantes resultan imputables al recurrente; c) No se habrían merituado ni valorado
las pruebas escoltadas en la contestación de la demanda como son las múltiples
denuncias y procesos penales efectuadas entre las partes. Dichos agravios, en efecto,
resultan gravitantes para la dilucidación de la presente controversia habida cuenta que
en principio la objetividad e imparcialidad de las pericias psicológicas se encontrarían
en entredicho, por lo que no ayudarían a dilucidar la controversia, además el caudal
probatorio presentado por el recurrente en su escrito de contestación podría dejar
entrever la posible existencia de una violencia familiar mutua que es necesario
esclarecer finalmente.- Décimo: Que, por consiguiente se trata de determinar en el caso
concreto y de manera objetiva si la denuncia sobre violencia familiar por maltrato
psicológico contra el demandado se encuentra acreditada de manera palmaria y
fehaciente, lo que no se advierte que hubiese sucedido en el caso de autos, en tanto que
la sentencia de vista para efectos de confirmar la recurrida se ha ceñido en puridad a los
fundamentos de la sentencia de primera instancia soslayando analizar los agravios del
recurso de apelación antes referidos en lo atinente a la valoración del material
probatorio aportado en su escrito de contestación de demanda así como los
cuestionamientos concernientes a las conclusiones arribadas en las Pericias Psicológicas
antes señaladas.- Décimo Primero: Que, en ese contexto, si bien las pericias
psicológicas no han sido materia de cuestionamiento por el recurrente, sin embargo no
pasa desapercibido para este Supremo Colegiado el hecho de que las referidas pericias
resultan incongruentes e insuficientes para emitir un pronunciamiento adecuado sobre el
fondo del asunto, lo que amerita por consiguiente que las instancias de mérito, estando a
la facultad que les concede el inciso 2 del artículo 51 y 194 del Código Procesal Civil,
dispongan, de ser el caso, los medios probatorios que coadyuven al real convencimiento
de los hechos.-Décimo Segundo: Que, siendo así, se advierte que las sentencias de
mérito incumplen con el requisito de la motivación adecuada y suficiente, pues,
contiene una decisión que no se sustenta en la valoración conjunta y razonada de los
medios probatorios aportados al proceso, además de no contener un análisis respecto de
los agravios del recurso de apelación; motivo por el cual, estamos ante una decisión que
no se ajusta al mérito de lo actuado, contraviniendo de esta manera los incisos 3 y 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado. Por lo tanto, al verificarse la causal
de infracción normativa, debe ampararse el recurso de casación y proceder conforme a
lo dispuesto en el inciso 1 del artículo 396 del Código Procesal Civil.-Décimo Tercero:
Que, así los hechos y el derecho y al configurarse el motivo de la infracción normativa,
el recurso de casación debe ser estimado y procederse conforme a lo dispuesto en el
artículos 396 del Código Procesal Civil.- Por tales consideraciones, declararon:
FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Francisco Alejandro Paredes
Morales mediante escrito obrante a fojas doscientos treinta; por consiguiente,
CASARON la resolución impugnada, en consecuencia NULA la sentencia de vista de
fojas doscientos veinte, de fecha treinta y uno de enero de dos mil trece, expedida por la
Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Ica, e INSUBSISTENTE la
apelada de fojas ciento ochenta y uno, de fecha trece de julio de dos mil doce, expedida
por el Primer Juzgado Especializado de Familia de la Corte Superior de Justicia de Ica,
que declara fundada la demanda sobre Violencia familiar; ORDENARON que el Juez
de la causa emita nueva resolución en concordancia con las consideraciones expuestas
en la presente resolución; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por el Ministerio
Público contra Francisco Alejandro Paredes Morales en agravio de Julio Ricardo
Paredes Morales y otro, sobre Violencia Familiar; y los devolvieron. Ponente Señor
Ticona Postigo, Juez Supremo.- SS. TICONA POSTIGO, VALCÁRCEL SALDAÑA,
DEL CARPIO RODRÍGUEZ, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI C-1083788-11

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