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ELEMENTOS FILOSÓFICOS PARA UNA FILOSOFÍA MILITAR.

1. Marco teórico. (Plano conceptual) 1.

En la presente materia intitulada “Filosofía Militar”, haremos una reflexión


sistemática, teórica y hermenéutica por un lado, sobre lo que ha sido nombrado
como ciencias militares y por otro, sobre la guerra desde sus criterios
antropológicos, axiológicos e institucionales.

Es por ello que necesitamos, en un primer momento de reflexión, dejar en claro lo


que entenderemos sobre los conceptos previos en nuestra materia.

Al reflexionar filosóficamente sobre lo que es la ciencia y en su vínculo con lo


militar, necesitamos tener en cuenta las siguientes ideas:

1) La ciencia es tal y no otra cosa por:

1.1 Utilizar un método de estudio.

1.2 Reflexionar sobre un objeto de estudio (formal o material).

1.3 Encontrar, buscar o crear la verdad.

1.4 Tener presente en las reflexiones sus orígenes.

1.5 Desarrollar y favorecer la humanidad.

2) A nivel histórico y semántico, la ciencia tiene su origen en la tekné griega. Así se


manifiesta Platón en sus Diálogos: El Teetetes o de la ciencia y El crátilo o sobre
el lenguaje; Aristóteles en su Tratado de Lógica u Organón. De aquí que al
reflexionar filosóficamente sobre las ciencias militares, sea un sinónimo de una
reflexión sobre el arte de la guerra.

3) Par Erns Cassirer, como forma simbólica (una estructura por la cual se
presenta, expresa y crea la cultura), la ciencia es el desarrollo espiritual de la
humanidad, históricamente más reciente.
1
El presente trabajo, es un avance para la justificación de una investigación filosófica en torno de
la Filosofía Militar.
1
4) La ciencia, al hacer una división de su objeto de estudio para su correcta
comprensión, encontramos diferentes niveles tanto de reflexión como de realidad
del objeto, a saber:

-Empírico, nivel que manifiesta la información medible y cuantificable del


objeto de estudio. El cual se reflexiona(rá) de acuerdo con o desde sus
manifestaciones finitas llamados hechos, o bien continuas, es decir, fenómenos.

-Teórico. Nivel que nos permitirá encontrar un modelo científico aceptado


para describir y comprender el objeto de estudio que se está reflexionando.

-Filosófico. Nivel que nos permitirá encontrar diferentes prospectivas de


comprensión, tendencias o sentidos que pueda tener como posibles respuestas a
mi objeto de estudio o problemática en específico; una lógica o forma consecuente
de los elementos que componen el objeto de estudio, así como los valores o
principios axiológicos por los cuales distinguir mi objeto de estudio.

Por Filosofía se entenderá una reflexión sistemática, teórica y hermenéutica sobre


un problema de estudio. Sin embargo, necesitamos ahora proponer las siguientes
ideas sobre las acciones que lleva a cabo la filosofía:

a) Sistematizar. Acción por la cual se organizan, clasifican y discriminan datos,


estudios, información o conocimientos sobre un objeto de estudio.

b) Teorizar. Acción por medio de la cual se establece una estructura de


conocimientos bajo un modelo científico aceptado para la descripción,
medición, evaluación e interpretación de un objeto de estudio.

c) Hermenéutica. Arte, ciencia y disciplina filosófica por la cual encontramos


sentido a nuestro objeto de estudio al reflexionar y responder las siguientes
preguntas: ¿hacia dónde va la reflexión sobre el objeto de estudio que se
está investigando? ¿qué sentido tiene reflexionar sobre mi objeto de
estudio? ¿porqué nos vemos obligados a reflexionar sobre ello? ¿nuestros
conocimientos y nuestras ciencias están desarrolladas para esta comisión?
¿qué de nuevo vamos a aportar a las ciencias y al conocimiento de nuestro
2
objeto de estudio? Más aún, ¿qué es eso de la Filosofía Militar? ¿cómo y
ante quién hablar de ella?

Es por ello que al establecer y obtener referencias teóricas sobre nuestro tema en
particular, encontramos principalmente literatura bibliográfica sobre el tema de la
guerra y el combatiente. Así las obras de Sun Tzu, Platón, Nicolá Maquiavelli,
Immanuel Kant, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Carl von Clausewitz, Carl Schmitt,
Simone Weil, Walter Benjamin, Gastón Bouthoul Jean Améry Slavoj Zizek y
Giorgio Agambem se convierten en referentes obligados para establecer
argumentativamente una Filosofía Militar a partir de los siguientes niveles o
dimensiones de reflexión:

1. Filosófico-científico. En tanto que es necesario obtener un contenido


semántico a la categoría de análisis “ciencia militar”, entonces
estableceremos:

a. Los criterios filosóficos por los cuales la ciencia es tal y no otra cosa:
lenguaje, objeto de estudio, método, vínculo con la existencia y
desarrollo de la humanidad, búsqueda de la verdad, presencia del
origen teórico fundante y creación de nuevos conocimientos.

b. La ubicación del campo de reflexión de la Filosofía Militar al interior


de las ciencias filosóficas.

c. La taxonomía de las ciencias, en virtud de establecer y diferenciar


las ciencias militares de las demás.

2. Cultural. Si entendemos que la cultura es formación o creación ( Bildüng) de


la identidad profunda tanto a nivel particular como colectivo, entonces es
necesario traer a la mesa de reflexión que una cultura se crea a partir de
tres sistemas: el material productivo, por medio del cual se crean los
satisfactores para que los miembros de una cultura se mantengan en vida;
asociativo, en tanto que a partir de él, el colectivo antropológico se organiza
para desarrollar actividades o acciones propias de la cultura; e interpretativa

3
por medio de la cual se justificarán y darán sentido a los sistemas previos
así como a otro tipo de relaciones, incluso aún, con seres trascendentes o
divinidades. Si es de esta manera, estas ideas sobre los sistemas culturales
nos ofrecen derroteros teóricos e interpretativos para comprender que lo
militar y la guerra, son una forma o expresión cultural. Más aún, así como
las culturas más sublimes se crean cuando se da respuesta a la muerte por
medio del arte, la filosofía y la religión, la misma guerra y lo militar justo lo
podríamos ubicar en ese nivel de respuesta sublime. Aún más y en relación
con las matrices culturales que propone Andrés Ortiz-Osés 2, la misma
guerra tendría una expresión hermenéutica o de sentido a través de su
simbolización sublime.

3. Lingüístico. Al interior de la reflexión sobre la guerra y lo militar,


encontramos categorías de análisis propias de nuestro objeto de estudio:
amigo, enemigo, combatiente, no beligerante, conflicto armado, guerra,
combate, lucha, adversario… categorías que a su vez establecen la riqueza
semántica que a propios y extraños nos serviría para nombrar
adecuadamente y con referencias teóricas a filosofía militar.

4. Histórico. A pesar de que han cambiado las formas de combate, se han


creado nuevas armas y tipos de armamento, pero a la vez, sigue existiendo
el debate histórico sobre el ejercicio de la fuerza pública. Qué decir del
legado literario y bibliográfico sobre las guerras del Peloponeso, la guerra
de Troya, las guerras santas, la guerra de las pasteles, o de la primera y
segunda guerras mundiales. Legado que su vez manifiesta que en
ocasiones un conflicto armado o bélico, es el detonante para fundar o crear
un estado o una ciudad.

5. Institucional. El ejercicio de la fuerza pública, sólo se puede desarrollar a


través de las instituciones que un Estado-nación ha creado para ello.

2
Las claves simbólicas de nuestra cultura. Matriarcalismo, patriarcalismo y
fatriarcalismo. Antrophos, Barcelona 1993 y Garagalza, Luis (coord.); Filosofía,
hermenéutica y cultura. Homenaje a Andrés Ortiz-Osés; Deusto; Barcelona, 2011.
4
Jurídicamente ellas están justificadas e históricamente las fuerzas armadas
del Estado mexicano fueron consideradas como un factor de unidad
nacional y de independencia. Sin embargo, ello nos llevaría a reflexionar
sobre la profesionalización de los elementos que componen nuestras
fuerzas armadas.

6. Existencial. Porque en el ejercicio de la fuerza pública, se manifiesta no


sólo la vida y la muerte, sino también la existencia del estado a través de la
integridad de sus instituciones de gobierno, del territorio y de la solidaridad
a la vez compromiso con nuestra población.

7. Antropológico. Al interior de la filosofía occidental se propone una serie de


preguntas para dar cuenta justo del que-a-ser filosófico. Esta serie de
preguntas consiste en:

a. ¿quién soy? Pregunta por la cual, se reflexionará sobre la identidad


particular en relación con: uno mismo, los grupos colectivos, la
cultura, la historia, el lenguaje y el saber especializado profesional.
Identidad que en su sentido radical hace referencia de manera
directa al oráculo de Delfos3:  y cuídate a ti mismo:
. En este sentido y para Foucault, la pregunta
¿quién soy (yo)? Se responderá en la medida que podamos poseer
la verdad existencial4 de uno mismo en las relaciones que ya se
expusieron. Aunque no podemos dejar pasar inadvertido que el
mismo Jean Jaques Lacan la misma verdad lleva a la dirección de la
cura del sí mismo5. Pero por otro lado, esa verdad o ese
autoconocimiento, no sería posible sin el meden agán: de nada en
3
En este sentido, cfr: Foucault, M. (2001); L’hermeutique du sujet. Cours au Collége de France
1981-1982; Seuil/Gallimard. En especial leer: “Clase del 6 de enero de 1982. Primera y segunda
hora”.
4
En este sentido, cfr. Foucault, M. (2009); Le courage de la verité. Le gouverment de soi et des
autres II; Seuil/Gallimard. Esta observación no es relevante para nuestras argumentaciones, en
virtud de que este autor propone tres tipos de verdades: la profética, la científica y la existencial.
Verdad que incluso aun se puede analizar como creación de subjetividades. En este último sentido
cfr: Foucault, M. El orden del discurso.
5
Cfr. Lacan, J. J. (2002); “La dirección de la cura y los principios de su poder” en Lacan, J. J.
(2002) Escritos 2; Siglo XXI Editores, México pp. 565-627.
5
exceso y el hecho de ser responsable de sólo aquello que se puede
cumplir.

b. ¿de dónde vengo? Pregunta por y desde la cual se reflexiona sobre


el punto de origen o el origen mismo. En su ámbito occidental y
académico, la respuesta a esta pregunta puede pre-configurar un
destino final (). Aunque cabe señalar que en este mismo
sentido, la respuesta a esta pregunta se relaciona con los mitos (de
origen, creación u otros), que hacen posible el paso al logos.

c. ¿a dónde voy? Pregunta cuya respuesta implica una direccionalidad


o sentido, pero única y solamente a partir de una conciencia p
ubicación en el mundo, al igual que una decisión, voluntad y
deliberación para configurar un destino, proyecto de vida o de
nación. También cabe señalar que el sentido, puede entenderse
desde un criterio literal o textual, a partir de una direccionalidad o
bien desde una interpretación, la cual indicaría una hermenéutica
entendida como arte de la interpretación e incluso aún y aceptar, que
a una interpretación es más <<válida>> tanto cuanto sea más
colectiva.

d. ¿qué me toca (o corresponde) hacer? Pregunta que al estar


vinculada con la ética (entendida como ser y estar en el mundo o
bien como morada del ser), implicaría una posición o estadio desde
el cual se permitiría permanecer, vulnerar y fortalecer al ser, e incluso
aún, una reflexión ontológica: el ser, su vulnerabilidad, fortaleza o
permanencia, se desarrolla en una forma colectiva, tanto cuanto se
vaya la vida (físico-biológica, psíquica, pública y espiritual) en una
identidad particular-colectiva.

Para un virtuoso, la respuesta a la pregunta: ¿qué me toca hacer?,


se resuelve a través de las virtudes que implican una acción
(creación, transformación o configuración del mundo).

6
En este sentido Aristóteles distingue dos tipos de virtudes: las éticas
y las dianoéticas.

En las virtudes éticas, intervienen la volición, deliberación y decisión.


Voluntad o volición que se entiende como una orientación hacia el
bien existencial y colectivo; deliberación entendida como un diálogo
sobre lo que realmente queremos, en relación y referencia con
diferentes opciones; lo correcto, lo cual lleva crear hábitos de
conducta particulares y colectivos. De que aquí que la virtud sea
considerada por Aristóteles como el hábito de comportarse
correctamente y que puedan analizarse desde la acción humana.
Las virtudes éticas por excelencia para Aristóteles son: la fortaleza,
la templanza y la justicia.

Las virtudes dianoéticas, se determinan a partir del análisis de las


funciones del alma (psiqué) y su parte cognitiva: productiva, práctica
y contemplativa, las cuales se refieren a: un dominio o conocimiento
de un arte (tekné); función práctica, entendida como una actividad
del pensamiento que reflexiona sobre la vida ética y política que
busca una direccionalidad o sentido. En relación con la función
práctica se eligen las normas de la justicia distributiva. La función
teórica o contemplativa es aquella que nos permite encontrar la
sabiduría. Las virtudes dianoéticas por excelencia para Aristóteles
son: la inteligencia (sabiduría) y la prudencia

Ante este tipo de ética aristotélica, se han propuesto otras más como la de Kant, la
cual se determinó a partir de un deber ser. La de Nietzsche expresada
principalmente en su “Von den drei Verwaldlungen” en su libro: “Also spracht
Zaratustra. Ein Buch für Alle und Keine” y en su libro Wille das macht, un tipo de
ética que se vive a través de tres estadíos: el camello (figura simbólica la cual se
representa por el “tu debes”, el león (símbolo que expresa la fortaleza y poderío
juvenil) y el niño (símbolo de la creación sin más sobre la vida), pero que a la vez
vincula tanto un criterio de creación (estética-artística) pero también unos valores
7
en sentido heroicos, los cuales son héroe trágico, auténtico y anónimo. En este
sentido, podríamos señalas las obras: Más allá del bien y del mal, así como
Genealogía de la moral. Actualmente, al menos aquí en México, se propone unas
éticas llamadas del “acontecimiento”, la cual lo hace una ética del acontecer o del
devenir de acuerdo con Cesáreo Morales García.

Incluso aún, ante la acción propuesta por Aristóteles, hoy en día se propone la
pasión o bien, la “política de la ascesis”, en donde la situación radical del silencio
de los “perdonados” o “sobrevivientes” de un holocausto, pueden forjar justo a
partir de esa posición ética, una situación de resentimiento que hace al victimario
tener una identidad y reconocimiento.

Ahora bien, volviendo a la pregunta: ¿qué me toca (o corresponde) hacer?


Necesitamos realizar unas matizaciones semánticas para comprender que desde
el griego, la pregunta en reflexión puede expresarse de la siguiente manera: ¿qué
me toca (a) ser? Para ello, la referencia a la gramática del idioma griego es
pertinente y necesaria, por los siguientes criterios:

-El verbo es una categoría lingüística y gramatical, que entre sus accidentes
encontramos: tiempo, número, persona, conjugación, modo y voz.

8
-En el verbo griego6 encontramos tiempos primarios (presente, perfecto y futuro) y
secundarios (imperfecto, aoristo y pluscuamperfecto)

-En tanto que la pregunta ¿qué me toca hacer? Se responde desde un tiempo
aoristo (por lo mismo, tiempo secundario) la respuesta es: a ser. Pasemos a hora
a la siguiente pregunta:

e. ¿qué puedo o debo esperar? Una de las posibles respuestas a esta pregunta ha
sido dada desde la teología, porque desde Tomás de Aquino, la esperanza se ha
considerado como una virtud teologal.

Sin embargo al interior de la filosofía, la respuesta a la pregunta ¿qué puedo/debo


esperar? Está íntimamente vinculada con la respuesta dada a la pregunta: ¿qué

6
El verbo griego heredó del indoeuropeo tres temas esenciales: el presente, el perfecto y el
aoristo. En este punto el griego es más arcaico que el latín, que únicamente conoce la oposición
entre infectum y perfectum.

Estos tres temas no expresaban propiamente tiempo, sino que se definían por la consideración de
un aspecto de la duración: tendían menos a indicar el momento en que una acción había pasado
que el desarrollo de dicha acción. El presente denota un proceso en curso de desarrollo, el aoristo
un proceso puro y simple, abstracción hecha de toda consideración durativa, y el perfecto, que se
halla aparte en cierto modo, el proceso considerado con un estado o un resultado.

El AORISTO (s, “indefinido”, de la partícula privativa - y el verbo , “ver”) expresa
una acción de aspecto puntual, el proceso en un momento dado, sin referencia a la duración o a su
término. El aoristo tiene dos valores temporales:

Indica un tiempo pasado (HISTÓRICO):


- , .
-    s s   .

Expresa una acción indiferente a la noción de tiempo (GNÓMICO). Este aoristo alterna con el
presente en las sentencias (); en realidad, es un pasado inmediato que debe traducirse por
presente:

- .
- , “me río” (Sófocles, Áyax, 270).

- ss “¿Cómo dijiste eso?”


- , “huí del mal, encontré (algo) peor”.

El griego se sirvió de los distintos tipos de aoristos de que disponía elindoeuropeo:

Aoristos radicales temáticos.


Aoristos radicales atemáticos.
Aoristos atemáticos intransitivos en y
Aoristos sigmáticos.
9
me toca/corresponde hacer? A-ser. Si es así, uno pude esperar lo que implica el
autoconocimiento como el cuidado de sí mismo. En este sentido, sólo es posible
esperar aquello que se encuentra tanto en el límite del ser humano como en la
misma voluntad. Sin embargo, es necesario enfatizar el hecho de que si lo que me
corresponde hacer es a-ser, en esa misma medida es posible “esperar” la
dignidad. De esta manera, el a-ser se mediría en términos de dignidad entendida
como aquella forma de vida/sobrevivencia concedida a nivel colectivo. De aquí
que en las experiencias de combate que tienen nuestros elementos de las fuerzas
armadas, sea posible encontrar algunos ejemplos de dicha respuesta. Pero como
límite, la experiencia de combate sea posible capitalizarla si nos preguntamos:

f. ¿qué es el hombre? Quizás el hombre desde su concepción, al ser dado a luz o


estar arrojado al mundo desde sus primeros días de vida, no tenga una dignidad
creada o asumida, dignidad que en la experiencia del autoconocimiento y
autocuidado la vaya desarrollando o adquiriendo. Sin embargo, el militar -ese
guerrero institucional- es un hombre muy especial, porque es el ser del combate,
el ser de la guerra cuya experiencia límite se encuentra en la capacidad de
respuesta entre la vida y la muerte frente al enemigo o adversario; una lucha,
guerra o combate en sentido no sólo institucional, sino también en su ámbito
antropológico existencial, ya que si consideramos las primeras ideas del parágrafo
6 del primer tomo del Manual de Operaciones en Campaña (MOC) del Ejército y
Fuerza Aérea mexicanos:

“La guerra se manifiesta por el uso de la fuerza armada, por parte de un país o
grupo de países, contra otro más débil o en condiciones desventajosas, como
único medio de dirimir diferencias existentes entre ellos” entenderemos que en la
misma guerra se manifiesta la debilidad y por antonomasia, la fortaleza.

Hasta aquí las reflexiones de esta primera parte de nuestra exposición, pasemos
ahora a la siguiente cuyo título es:

2. Relación de la asignatura de la materia de filosofía militar con otras.

10
La relación que guarda la presente asignatura es principalmente con las
humanidades y con las ciencias de la conducta. La relación con las humanidades,
es principalmente con la historia y ética militares; mientras que con las ciencias de
la conducta la relación se da principalmente con la sociología, legislación y
psicología militares. Los argumentos son los siguientes:

2.1 Historia Militar.

La historia militar es una disciplina de las humanidades que hace referencia al


registro y narración de los conflictos bélicos y/o armados de la historia de la
humanidad, a la vez, su impacto en las sociedades y culturas, economías y las
relaciones internacionales. La historia militar se compone de los eventos que
pueden ser considerados como pertenecientes a la categoría de conflicto bélico.

2.2 Sociología militar.

En tanto que un Estado tiene entre sus necesidades, a) salvaguardar su integridad


territorial y su espacio aéreo; b) proteger a la población; c) la creación y
mantenimiento de sus fuerzas armadas; d) así como el uso legítimo de la fuerza
pública; entonces es necesario un saber especializado que reflexione sobre las
actividades que realiza la sociedad en su defensa; en un sentido más amplio
abarca las acciones para asegurar su existencia, tanto en la paz como en la
guerra. Estudios que involucran el campo político externo, político interno, jurídico,
demográfico, entre otros. Este abordaje representaría el estudio integral de la
sociedad a los fines de asegurar su existencia como Estado.

Por ello mismo, es en este ámbito donde ubicamos a la sociología militar,


sociología del combate o bien, sociología de la guerra, la cual se encargaría del
análisis y descripción de las fuerzas armadas así como de las condiciones
empíricas que les dan su reconocimiento social y jurídico en su ejercicio
profesional.

11
En este sentido no podemos dejar pasar inadvertido, el intento de Gastón
Bouthoul7 para crear la polemología como una reflexión de la sociología,
especializada en la guerra, ya que ésta es uno de los fenómenos sociales más
regulares en la historia humana, y es la actividad a la que la humanidad ha
dedicado sus mejores esfuerzos, creatividad y entusiasmo.

2.3 Legislación militar y Derecho.

Otra de las ciencias con las cuales se relaciona la filosofía militar, es la de


legislación militar. Por tal hecho y motivo, es necesario establecer un vínculo entre
filosofía y legislación militares, justo a través de la filosofía del derecho.

Como un primer acercamiento académico, es necesario aceptar que como saber


especializado, la configuración de la filosofía del derecho (occidental), surge en la
modernidad cultural. Ello es de esta manera, porque al entenderla como un
fragmentación de las imágenes unificadas del mundo a través de la metafísica y la
religión medievales por medio de la razón, el derecho y sus ramificaciones de
especialización tienen sentido, no sólo por estar vinculado con la moral, también
porque la modernidad misma tiene o lleva implícito un ideal de liberación y
seguridad.

Siendo de esta manera, la filosofía del derecho tiene vínculos con las herencias
normativas por un lado de las revoluciones burguesas (inglesa, estadounidense y
francesa), al igual que de las revoluciones sociales (rusa, mexicana y cubana).

Es por ello que al vincular la filosofía del derecho con la filosofía y legislación
militares, se comprenderá no sólo los aspectos jurídico-normativos de la
modernidad cultural, sino incluso aún los elementos históricos, lingüísticos,
normativos e institucionales que tienen las formas de racionalidad de la legislación
militar.

Sin embargo, también es necesario establecer argumentos por medio de los


cuales nos sea posible encontrar la relación entre: la doctrina militar, derecho de la

7
Tratado de polemología. Sociología de las guerras; Editorial Ejército; Argentina 1988.
12
guerra establecido desde el Derecho Internacional Público como Ius Belli, así
como los Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario, Derecho
Constitucional Mexicano, jurisprudencias y resoluciones que justifican parte del
actuar y ser del militar en nuestro país: México; ya que gracias a estos
argumentos, será posible entender filosóficamente los principios normativos de la
guerra.

2.4 Psicología militar.

La psicología militar es la investigación, diseño y aplicación de teorías psicológicas


y de experimentaciones para el conocimiento, predicción y recuento de los
comportamientos tanto en las fuerzas armadas propias como enemigas o de la
población civil que pueden ser indeseados, amenazantes o potencialmente
peligrosos para llevar a cabo las operaciones militares.

La psicología militar es aplicada en el counseling y el tratamiento del estrés y el


cansancio del personal militar, así como el tratamiento del trauma psicológico
sufrido como consecuencia de operaciones militares.

Otro ámbito de la psicología militar es en el interrogatorio de aquellos prisioneros


que pueden llegar a proveer información que podría aumentar los resultados
favorables de dichas operaciones o reducirlas, sin olvidar la misma Guerra
Psicológica.

2.5 Geopolítica.

Otra de las materias con las cuales se vincula nuestra asignatura de filosofía
militar, es la de Geopolítica. Ello es así, porque al conceptuarla como aquella
ciencia que a través de la geografía, estudios regionales, culturales e históricos
reflexiona sobre la causalidad espacial de los sucesos políticos, nos brinda
elementos para reflexionar sucesos ideológico-militares. De esta manera, la
geopolítica sería una forma de reflexión especializada no sólo en las relaciones
que tiene el hombre con la naturaleza, sino también con la historia, economía,
cultura y poder militar.

13
Sin embargo, al tener en cuenta una nueva época histórica determinada por la
economía, la cual ha sido llamada “Nuevo orden mundial”, los problemas a la
filosofía militar se dan en los siguientes ámbitos:

El nuevo orden mundial, tiene como primer elementos distintivos para nuestra
materia, la pérdida del espacio-fronteras territoriales físicas, pero crea un nuevo
espacio territorial electrónico llamado: ciberespacio escrito con una nueva
gramática textual y narrativa llamada: hipertexto o bien cibertexto. Texto y
narración donde se suplen identidades, vidas e historias. Lo cual hace reflexionar
desde nuestra asignatura sobre la pérdida no sólo de una soberanía, sino de
identidad, pensamiento o ideología distintiva de un sujeto particular y colectivo. Si
es así, ¿qué hacer con esa misión constitucional, normativa y estatutaria del
Ejército Mexicano en torno de salvaguardar la soberanía nacional y la seguridad
interior?

El segundo elemento distintivo se desprende de analizar al nuevo orden mundial


desde la perspectiva de la lógica, porque dentro de la lógica estratégica del
conflicto se expresa en una gramática comercial, porque la geopolítica pasa de
ofrecer criterios históricos, culturales, regionales y económicos que nos lleven
justo a la toma de decisiones propias de la seguridad nacional o interior, a utilizar
criterios donde se privilegian aquellos que están vinculados con una seguridad
económica-financiera-comercial. Lo cual nos llevaría a reflexionar el Ser Militar
bajo criterios de competencia económica.

3. Temario.

1. Introducción.

Ubicación de la Filosofía Militar en las ciencias filosóficas

Ubicación de la Filosofía Militar en las ciencias militares.

2. Taxonomía de las ciencias.

Ciencias formales.

14
Ciencias fácticas.

Ciencias de la conducta.

Derecho.

Sociología.

Psicología.

Ciencias empíricas.

Ciencias de la salud.

Medicina.

Odontología.

Enfermería

Humanidades.

Literatura.

Pedagogía.

Historia.

Política,

Filología.

Antropología.

Filosofía.

3. Relación de la filosofía militar con otras ciencias.

Legislación militar.

Sociología Militar.

15
Psicología militar.

4. Origen de la filosofía militar.

El paso del mito al logos.

El asombro y la duda.

La experiencia límite del combate.

5. Ramas especializadas de la filosofía militar.

Lógica militar.

Epistemología militar.

Ontología militar.

6. Los criterios de la filosofía militar en el ejército estadounidense.

Doctrina.

Teoría.

7. Los criterios de la filosofía militar en el ejército bolivariano.

Metafísica militar.

Lógica militar.

Ética militar.

Estética militar.

8. Concepto de  como ciencia y como arte.

El arte en la tradición clásica platónica.

El arte en la tradición clásica aristotélica.

La ciencia en la tradición clásica platónica.

16
La ciencia en la tradición clásica aristotélica.

9. Diferenciación filosófica de la guerra en Platón.

Polemos

Stasis.

10. Filosofía de la guerra individual en el estado de naturaleza.

Nicolás Maquiavelo.

Thomas Hobbes.

Jean-Jacques Rosseau.

11. Filosofía de las guerras de Estado.

Kant.

Hegel.

Marx.

12. Filosofía de la guerra en los siglos XX y XXI.

Carl von Clausewitz

Carl Scmitt.

Simone Weil.

Hannah Arendt.

Michel Waltzer.

Jean Jacques Derrida.

Slovoj Zizek.

Roberto Espósito.

17
13. Filosofía de la Guerra en México.

Teresa Santiago.

Javier Oliva.

Cesáreo Morales

18
Bibliografía.

1. Aristóteles; Tratados de lógica (Organón); Biblioteca Clásica Gredos,


Barcelona 2008. Introducción, traducción y notas de Miguel Candel
Sanmartín.

2. Cassirer, Ernst; Antropología filosófica. Introducción a una filosofía de la


cultura. FCE, México, 2010. Traducción de Eugenio Ímaz.

3. Cassirer, Ernst; Filosofía de las formas simbólicas; FCE, México 1998.


Traducción directa del original en alemán de 1964: Philosophie der
symolischen Formen por Armando Morones.

4. Foucault, M. (2001); L’hermeutique du sujet. Cours au Collége de France


1981-1982; Seuil/Gallimard, Paris.

5. Foucault, M. (2009); Le courage de la verité. Le gouverment de soi et des


autres II; Seuil/Gallimard, Paris.

6. Foucault, M. El orden del discurso. Disponible en internet:


www.bdp.org.ar/facultad/catedras/cp/tis/680.pdf

7. Garagalza, Luis (coord.); Filosofía, hermenéutica y cultura. Homenaje a


Andrés Ortiz-Osés; Deusto; Barcelona, 2011.

8. Lacan, J. J. (2002); “La dirección de la cura y los principios de su poder” en


Lacan, J. J. (2002) Escritos 2; Siglo XXI Editores, México pp. 565-627.

9. Maquiavelo, Nicolás, El arte de la guerra; Edit. Fontamara, México 2001.


Traducción del original de 1521 por Luis Navarro.

10. Maquiavelo, Nicolás, De principatibus; Edit. Trillas-UAM, México 1999.


Edicióin Bilingüe. Traducción, notas y estudio introductorio de Elisur Arteaga
Nava y Laura Trigueros Gaisman. Revisión literaria de María del Carmen
Carrillo Farga.

19
11. Nietzsche, Friedrich; Also sprach Zaratustra. Ein Buech für Alle und Keine;
Goldman, 1999. Vollständing Ausgabe nach dem Text der Ausgabe Leipzig
1891.

12. Nietzche, Friedrich; Genealogía de la moral; Alianza Editorial. Traducción


de Andrés Sánchez Pascual.

13. Nietzche, Friedrich; Más allá del bien y del mal; Alianza Editorial.
Traducción de Andrés Sánchez Pascual.

14. Ortiz-Osés; Andrés; Las claves simbólicas de nuestra cultura.


Matriarcalismo, patriarcalismo y fatriarcalismo. Antrophos, Barcelona 1993 y
Garagalza, Luis (coord.); Filosofía, hermenéutica y cultura. Homenaje a
Andrés Ortiz-Osés; Deusto; Barcelona, 2011.

15. Platón, Cratilo; Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum


Mexicana, UNAM, México 2008. Versión bilingüe griego-español de Ute
Schmidt Osmanczik

16. Platón, La república; Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum


Mexicana, UNAM, México 2000. Versión bilingüe griego-español de Antonio
Gómez Robledo.

17. Platón, Diálogos. Teetetes o de la ciencia. Edit. Gredos, Barcelona 2008. T.


IV

18. Weil, Simone, “Ne recomencons la guerre de Troie” en Ecrits historiques et


politiques; Gallimard Paris, 1960. Existe una traducción en castellano: “No
empecemos otra vez la guerra de Troya”, en Escritos históricos y políticos,
Madrid, Trotta, 2007, pp. 351-365.

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