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R.C. LEWONTIN ·

S. ROSE

L.J.I(AMIN

N"o está en los genes


Crítica

del raciSlno

biológico

Traducci6n de Enrique Tamer

A
grijalbo mondadori
~)~ J:,.,-,,-;, ,
4JC- :
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CAPÍTULO 1

LA NUEVA DERECHA
Y EL VIEJO DETERMINISMO

NUEVA y EL VIEJO DETERMINISMO BIOLÓGICO

,
El principio de la década los ochenta estuvo marcado, el!
¡/ Gran Bretaña y Estados Unídos, por la llegada al poder nuevo;
gobiernos conservadores .. El conservadw:ismo de Margare! Th.tcher
y Ronald Reagan significa de muy diferentes mJWetos una ruptura ..
decisiva en el consenso"politico del conservadurismo liberal que
caracterizado a gobiernos de paises los veinte año)
, previos (; más. Es la "-'<PresIón de una ideologla) tc'CÍén­
; le, coherente y explIcita, frecuentemente descrita comu la ¡':C;CV¡.
Derecha.l
L DeberiilJlJo, aclarar que .qul y • lo ¡Illgo d. este libro damo. al tél··
• mino ideologÚJ un significado preciso. Las ideologías son las ideas dominantes
~ de una sociedad particular en un momento determina.do. Son Ideas que exp¡e~.
Sl:ln la «naturalidad. de cualquier ordell' sedal exlste.ote y que ayudan a mante­
nerlo: \i:Las ideas de la clase dornio~te son en csda las ldes$. dcminantc3.
• Es la clase que la fuerza en la sc<bj,,¡;:
es, al su fuena intelectual dominante, La clase que t;erlo! lOS
~cdios de material a su disposición tIene al misma tiempo el COt~A
twl de los medios de producción mental, de modo que, hablando en
la:; ideu de aquellos que carecen de los medios ~e ploducd6n ment:al .están
, sujetos. ella. La. íd,u dominOll'" ~o 'On m¡!, que l. "'Pro~i6n' ¡¿col de 1.,
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,d,clon•• ¡¡¡.~erii!l., domin¡t¡l!e;¡. ¡¡" ~
1'. En~,l¡, na Ge",l4n 14lol,j~Y,
Mm:
lS4<í, Cllp. r, parto J, ll!1!eulo JO. R.~dlt.do
en In\em.,lon.aJ IlubUIh.", Nu.v"

York, 1974. Hay traducción "'telJan., Lo Id,alogi••¡,m4no, Grlja!bo, jJ'll':2'

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loo., 1974'),

2. Pa.. un deba" .ob,. l. idtolo¡l. d. 1, Nueva Perech" vi"" ~ct


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t\'UEVA DERECHA Y VIEJO DETERMINI SMO
15

14 NO EST.( EN LOS GF.NES

industrial capita.lista. En palabras del teórico ~'conservador Robert


La ideología de la Nueva Derecha se ha desarrollado en Europa
Nisbet, es una reacción contra la actual «erosióp de la autoridad tra­
y Norteamérica en respuesta a las crisis social y económica de la
dicional en las relaciones familiares, en la localidad, la cultura, la
década pasada. Fuera de estas zonas, en Africa, Asia y Latinoamérica,
lengua, la escuela y otrOS elementos del tejido social ,, '>
han habido luchas contra las fuerzas nacionalistas determinadas a
Pero la ideología de la Nueva Derecha trasciende el mera conser­
¿eshacerse del yugo de la explotación polltica y económica y del colo­
vadurismo y efectúa una ruptura decisiva con el concepto de una .
nialismo. En cambio, en Gran Bretafia y Estados Unidos ha habido
sociedad orgánica cuyos miembros tienen responsabilio,des recipro·
lln creciente des emplee y un relativo decaimiento econ6mico y se ha
cas. En la base de su cri de coeur acerca del crecimiento del poder
producido él surgimiento de nuevos y turbulentos movimientos socia­
estatal y de la decadencia de la autoridad -<! incluso en la base del
les. En JO! afio! sesenta y priJItiplos de los setenta, Europa y Nom­
monetarismo de Milton Friedman- hay un. "adición filo sófica de
arnér1ca experimentaron un auge de nuevos movimientos, algunos. de
individualismo que hace hincapié en l. prioridad del individuo sobre
ellos bastan re revolucionarios:" luchas de los trabajadores contra las
meritocrátieas élites dominantes': de .los neg~os contra el racismo blan­
la colectividad. Se considera que esta prioridad tiene UD aspecto mo·
ral, en el que los derechos de los individuos tienen absoluta prioridad
co, de las mujeres. contra el patriarcado. de los éstudiantes contra el \
sobre los de la colectividad ---<:omo, por ejelLplO, el clcrecbo a des­
autoritarismo· educacional, de los clientes del bienestar Contra los
burócratas del bienestar. La Nueva Derecha critica la respuesta libe­
ral a estos desafíos de las décadas anteriores, el constante incremento
de la intervención estatal y el desarrollo de grandes instituciones, que
truir bosques mediante una tala masiva para sacar el máximo beneficio
inmediato-, Y UD aspecto ontoiógico, en el que 1, colectividad no es
más que la suma de los individuos que la componen . y las raíces de
este individualismo metodológico descansan en . una visión de la natu­
i
han producido una pérdida del' control de los individuos sobre sus
raleza humana que este libro tiene como propósito primordial cues­ \

propias vidas y, por lo tanto, una erosión de los tradicionales valores


de autoconJianza que la Nueva Derecha considera característica de la tionar.
I

Filosóficamente, esta visión de la naturaleza humana es muy anti­


economía victoriana del ¡aiuez laire. Este mo"imiento se ha visto
gua; se remonta a la aparición de la sociedad burguesa en el siglo x Vll
fortolecido, a finales de los años setenta y en los ochenta, por el
hecho de que el liberalismo ha caído en un autoconfesado desorden, y a la visión de Hobbes de la existencia humana como una bell,ml
dejando relativamente abierto a la Nueva Derecha el campo de bata­ omnium contra ornnes, una guerra de todos contra todos, que conduce
lla ideológico. a un estado de relaciones humanas de competitividad, descoManza
El consenso liberal ha dado siempre la misma respuesta a los mutua y deseo de gloria. Para Hobbes, de esto se deducía que el obje­
desafíos a sus instituciones: un aumento de los programas interven­ tivo de la organización social eea sencillamente el de regular estas
cionistas para la mejora social, de los proyectos de educación, de características inevitables de la condición humana .' y la visión de
construcción de viviendas y de renovación del centro de la ciudad. Hobbes de la condición humana se derivaba de su comprensión
Eo. contraste, la Nueva Derecha define la medicina liberal como un de la biología humana: era la inevitabilídad biológica lo que con­
agravante de estos males. al erosionar progresivamente los valores verúa a los humanos en lo que eran. Tal creencia enmarca las postu­
<maturales» que han caracterizado a una fase anterior de l. sociedad ras filosóficas gemelas a las que se refiere este libro y a las que volve­
remos en las páginas siguientes una y otra vez.
La primera es el reduccionismo, nombre dado a un conjunto
pIo, P. Gret':D.. Tbe Pursuit (JI Intt¡uaUly, Paotheoo Books l Nu~a York, 1981;
P. Steinfels, Tbe NecrConse'rvtJlives, Simoo & Schuster, Nueva York, 1979, para
los Estados Unidosj para el Reino Unido y el th.a.tcherismo, M. Barker, The
New &chm, ]unCÚOD Books, Londres, 1981, y 'la colecci6n de artículos ~ 3. R. Nisbet, citado en Jacques, ut. cit.
4. A. Ryan, «Tbe Nature of Human Nature in Hobbes and Rous.seau¡),
Marxism Todoy: de M_ Jacques (octubre de 1979), pp. 6-14; S. Hall (febrero
e.n The Limits 01 Human Na(ure, J. BenthaU ed., A.l1en Lalle, Londres, 197 ),
de 1980). pp. 26-28; L Gough (julio de 1980), pp. 7-12. (Hay traducción cas­
tellana: Pau1 M. Sweezy, etc., Marxismo h(}"j, Ed. Revolud6n, Madrid, 1983.) pp. 3-20.

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1
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de métodos y modos de explicación generales del mundo de los obje­ i individuo y, de éste, a la ,urna de los comportamientos de todos lo,
individuos. Los deterministas afirmar!an, pues, que In n.turaleL~
tOS y de las sociedades humanas. En sentido amplio, los reduecionis­
taS intentan explicar las propiedades de conjuntos complejos -<:aso .!. humana está determúfada por nuestros genes. Una buena sociedad
de las moléculas o las sociedades, por ejemplo- en términos de las • es, o bien una sociedad acorde con la natur3lcza hUmal1"l, :1 cUy:i:
,• caracterísúcas fundamentales de desigualdad y competitividad la ideo ·

I unidades de que están compuestas estas moléculas o sociedades. Ellos


aducirfan, por ejemplo, que las propiedades de una molécula proteica
podrLan ser determinadas y pronosticadas únicamente en términos de
logía reclama aCceso privilegiado, o bien es una utopía inasequíble d

causa de la insuperable contradicción de la naturaleza humana co" .

r una noción arbitraria del bien que no haga referencia a los factores .

las propiedades de los electrones, protones, etc., de que están com­


I puesto, sus átomos. También sostendrían que las propiedades de una
sociedad humana son de igual modo la suma de los comportamientos
~

,:
de la naturaleza física. Las causas de los fenómenos sociales se haUan
pues en la biología de los actores individuales en una escena social,
como cuando se nOs informa que la causa de los disturb:cs juvell.J':!~·
y tendencias individuales de los seres humanos de que se compone
en muchas ciudades británicas en 198 1 debe buscarse en <<una pooro· ,.
I esa sociedad. Las sociedades son «agresivas», por ejemplo, porque
los individuos que las componen son «agresivos» . Dicho en lenguaje •
'.
za en las aspiraciones y expectaúvas creada por la familia, la escuela, ''':
,~
formal, el reduccionismo sostiene que las unidades que componen el medio ambiente y la herencia ·genética»! ::~~
un conjunto son ontológicamente previas al conjunto que componen " Es más, la biología, o la .herencia .genética»; es siempre. invo­ . '..

esas unidades. Es decir, las unidades y sus propiedades existen antes cada como una expresión de la inevitabilídad: lo ' que es biológico

que el conjunto y hay una cadena de causalidad que va de las uni­ lo es por naturaleza y es demostrado por la cieocia. No puede habel'

dades al conjunto.' ~
ninguna discusión con la biología, porque es inmodificable. Esta
La segunda postura está relacionada con la primera, pues, en ~
posición queda c1arame'~te ejemp4Pcada en una entrevista sob.re ~1
efecto, es en algunos sentidos un caso especial de reduccionísmo. tema de las madres tr~bajadoras concedida a la televisión en 19 80
=
Es la postura del determinismo biológico. Esencialmente, los deter­ por el ministro británic~ de Servicios Sociales, Patrick ' Jenkin:
ministas biológicos se preguntan: ¿Por qué son los individuos como
son? ¿Por qué hacen lo que ha<en? Y responden que las vidas y las Honestamente, no creo que las madres teng:m el mismo derecho
que los padres. Si el Señor hubiese deseado que tuviéramos iguales
acciones humanas son consecuencias inevitables de las propiedades
derechos para ir al trabajo, no habría creado a hombres y ml.ijcrcs.·
bioquímicas de las células que constituyen al individuo, y que estas Estos son h~hos biológicos, los niños dependen de sus lU!ltcres.
caracterúticas .están a su vez determinadas únicamente por los cons­
tituyentes de los genes que posee cada individuo. Por último, todo ¡,
comportamiento humano -YI en consecuencia, toda la sociedad huma. , El uso de la doble legitimación de la ciencia y de Dios es un rasgo
1 extraño, pero no inusual, de la ideologia de la Nueva Derecha: es
na- está regido por una cadena de determinantes que van "del gen al ¡
t la pretensión de tener una l1nel!< directa con las fuentes de autoridad

5. Para una defensa vigorosa del reduccionismo en la biología y la psico­


i1 más profundas sobre la natural...a"humana.
Los enunciados reduccionistas y deterministas biológicos que ano­
logía, véase, por ejemplo, M. Bunge, The Mind Body Problem, Pergamon, =
Oxford, 198i; M. Boden, Purposiuf Explana/ion in Prychology, Harvnrd Uoi· •t lizaremos y criticaremos en las págínas de este libro son:
_ Los fenómenos sociales .son la suma de los comport31r.,ient ');,
versity Press, Cambridge, Mass., 1972; E. Wilson, The Men/al as Phyrical,
Routledge &. Keg:m P:wl, Londres, 1979; F. Crid:, Lile ltull, Macdonald,
Londres, 1982; J. Monod,Char.ce and Necessity, Cape, Londres, 1972 (hay tra­
l de los individuos.
_ Estos comportamientos pueden ser tratados como objetos, es \~;
ducción ca.'teUana: El a1. <11 ') la necesidad. Er.sayo sobre III ti[oso!1a flatJJral de .J,:~t,.

I
Ja biología mo4ernd, Barral, Barcelona, 1972); y S. Luria, Lile: The Ul1ilinühed
Exp~rimef1/. Souveoir Press, Londres, 1976. (Hay traducción castellana: La
vid4, experimento inacabado, Alianza, Madrid, 1975 ,) 6. Th, GUari/l•• , Londm (1~·7·198I),

1
101 -1
eco)"1
l8 NO ESTÁ EN LOS GENES NUEVA DERECHA Y VIEJO DETERMINISMO 19

decir, rei/ieados en propiedades localizados en el cei'obro de indivi. de remedíarlas por mecUos sodales, como prescriben liberales,
particulares. mistas y revolucionarios, es <<ir contra la natura1e~'f!»" radsrno¡ nos
- Las propiedades rcilicadas pueden ser medidas con algún tipo dice el Frente Nacional Británico, es un producto de nUl;stros {<genes
de escala de modo gue los individuos pueden ser clasificados egoístas»,' Tampoco estos politicos "son privativos de Jos
la cantidad que de ellas poseen. ideólogos: una y otra vez, a pesar de su proclamada creencia de que
- Pueden establecerse pauta, pal'. las propiedades de In pobla­ su ciencia «por encima de l. simple polltlcs humana» -por citar
ción: las de la norma por parte de cualquier individuo 01 sociobi61ogo de Oxford Richard Dawkíns-,' los deterministas
son anormalidades que pueden denotar problemas médicos por los biológicos pronuncian juicios sociales y políticos, Baste un ejemplo
que el individuo debe ser tfiltado. ' por ahora: el mismo Dawkir!s, en su libro The Seifísh Cells, gue se
- Las propiedades rei6cadas tratadas médicamente son eGlI' supone que es un trabajo sobre la genética de la evolución y que
sadas por acontecimientos en de los individuos, que son es utilizado como libro de texto en los cursos nOr·
anatómicamente Iocali2:abIe~, y están asodados a modiúcac:oneB en la teamericanos sobre la evolución de la conduera, critica al ~q!~Ij n:Hu'
C:,;Jtidt1d de de.rc:rminadas sustancias hü)qtlÍrr:líc'LS,
rah> estado benefactor en el que
-~ Las modificudones en la concentración de estas sustancias
bioquímicas pueden divicUrsc en genéticas y ambientales; por lo t3n. h~rnos abol1do la familia como unidad de autos\1:6cicnda económl­
puede medirse el «grado de herencia» o heredabílidad de ca y sustinúdo al Estilao. Pero no se deberla abusar dd prlvueglo
rendas. del apoyo a los niños ... Los indivjduo::, que tienen
- El tratamiento para cantidades anormales de propiedades reí. más hijos de los que son capaces de criar son, en la de Jos
ficadas puede tener por objeto eliminar genes DO deseados (eugenesia, casos} probablemente aemasiítdo ignorantes COmo para I>e! acusados
ingeniería genética, o bien encontrar drogas (<<balas de eAl)lotación malévola conscieme. Menos libres de bospccha me
mágica",) para rectificar las anormalidades bioquímicas o pata supri. parecen las instituciones y los líderes que dt}¡b('rad~mcn­
°
mir estlmular regiones particulares del cerebro a fin de eliminar la te los animan a hacerlo,9
localÍzación del comportamiento no deseado, Alguna mención se
2 veces a una intervendón ambiental suplementaria, pero la prlnd~ La cuestión no es solamente que los bio16gicos sean
pal es «biologizada». a menudo unos filósofos politicos y soda1es un tanto ingf:nuos. Una
CIenl:i:t!I::OS en activo pueden creer) o dirigÍr experünentos!· en una de las consideraciones COn las que debemos luchar a braz0 partido es
o más de estas proposiciones sin sentirse deterministas hechos y
la pesar de su frecuente pretensión de se! ueutral y objetiva l la
derechos en el sentido en que usa.mos el término. Sin embargo,
no está ni puede estar por encima la «simple»'
CU"óS¡C,D a esta aproximación anaHtica general es típica de la meto­
humana, La compleja interacción entre la evolución de h teoría
dología determinista. científica y la evolución del orden social significa que, muy a menudo,
El determinismo biológico (biologismo) sido un poderoso me. las formas en que la investigación cíentifiea formula "" preguntas
parn explicar las desigualdades de status, ríqueza y poder obser.
vadas en las sociedades' capitalistas industriales contemporáneas y
definir los «universales» humanos, de "Comportamiento como Cal',flC~
7, Afurrutdo en dos artículos p0r el te6rioo del Freme Nacional R Vertali
terúdcas naturales de estas sociedades. Como tal" sido acogido en The New Nattcm, n,"" 1 y 2 (vc!:arlú y otODO 198D).
co:; agradecímiento colno legitimador político por la Nueva Derecha, B. R defendiéndose a si mismo y a la sociobiolo;;:ia contra la
que encuentra sU panacea social tan claramente reflejad. en la natu. acusación de dar soporte a bs ídeologfas l:uc.lsta y fascista¡ en Nalvre, 289
raleza; porgue si estas desigualdades son detenDínadas biológica. (J98J), p. 523, .
9. R D.1wkins¡ Thc Selfish Gene, Oxford Uniwrsity Ptess, Ozford, 1976 ,
mente, entonces son inevitables e inmutables. Más aún, el intento
p. 126. (Hay uaducción castellana: El gen egoísta, Lll.bor, BatcdoM} 1979).
.v NV ~~lA LN LU~ UENES NUEVA DERECHA Y VU:.JU J.).t!.l.t!.AI'fl l l·U .:J.~ LV

j
sobre los mundos humano y natural que se propone explicar están jor que aquella en que vivimos en la actualidad; que las desigualda­
llenas de prejuicios sociales, culturales y pollticos." des de riqueza, poder y Status no son «naturales», sino -obstáculos
impuestos socialmente i la construcción de una sociedad en la que el
l'
,
i
Nuestro libro tiene un doble cometido: primero, ofrecer una
explicaci6n de los orígenes y las funciones sociales del determinismo potencial. creativo de todos sus ciudadanos sea empleado en beneficio ·
biológico en general -tarea de los próximos dos capítulos- y, de todos.
segundo, efectuar un examen y una exposición sistemáticos de la Entendemos que los víncuhJs entre los valores y el co noci miellrn
vacuidad de sus pretensiones en cuanto a la relación de la naturaleza son parte integrante de la actividad cien tífica en esta sociedad, mien·
y los ¡¡mites de la sociedad humana respecto a la igualdad, la clase, ,1 tras que los deterministas tienden a negar que existan tales vínculos
la raza, el sexo y e! «desorden mental». Ilustraremos esto a través O pretenden que, si ."i.,en, son patologías excepcionales que deben
de un estumo de temas específicos: la teoría del cociente inte!ec­
tual (CI), la supuesta base de las diferencias en «habilidad,> entre
,1 ser eliminadas. Para nosotros, tal aseveración sobre la esdsión entre
el hecho y el valor, la práctica y la teoría y la «ciencia» y la «socie­ ._"
~
sexos y razas, el tratamiento médico de la protesta política y, final­
,
~ .
dad,> forma parte en sí misma de la fragmentaci6n del conoci miemo , .''
mente, la estrategia conceptual global de la explicación evolutiva y que defiende ei pensamiento reduccionista y que ha formado p""e

adaplacionista ofrecida por la sociobiología en sus formas actuales. de la mitología del último siglo de · «avance cie ntífico)) (vt.l.ns{; CJp l'
l
Por encima de todo, es to presupone un examen de las pretensiones tulos 3 y 4 ). Sin embargo , e! menor de nuestros · propósitos aquí es
de! determinismo biológico respecto a la «naturaleza de la natura­ ,
.1
criticar las implicaciones sociales dd determinismo biológico, coma
leza humana», si sus amplias pretensiones pumeran sostenerse. Nuestro principal
Al examinar estas pretensiones y al exponer los hallazgos pseu­
docientíficos, ideológicos y, con frecuencia, metodológicamente ina·
·• objetivo es más bien mostrar que el mundo no debe ser comprenmdo
como el determinismo hiológico pretende y que, corno modo de
decuados de! determinismo biol6gico, es importante, para nosotros y explicar e! mundo, e! determinismo biológico es básicamente defec­
para nuesuos lectores, poner en claro nuestra propia posición. tuoso.
Lo, crfticos del determinismo biológico han llamado frecuente­ ,. Adviértase que decUnos "el mundo», pues otro malentendido es
mente la atención sobre el papel ' ideológico desempeñado por las
conClusiones aparentemente científicas acerca de la condición huma·
na que parecen desprenderse del determinismo biol6gico. El hecho de
,~

~
que la crítica del determinismo biológico es aplicable sólo a sus co n­
clusiones sobre las sociedades humanas, mientras que lo que dice.·
sobre los animales no humanos es más o menos vólido. Este punto
que los de terministas biológicos, a pesar de sus pretensiones, estén ¡ de vis ta es expresado frecuentemente -por ejemplo, en el libro de

comprometidos en la enunciación de afirmaciones políticas y morales I E . O. Wilson Sociobiology: The New Synthesis ," que discu timos
sobre la sociedad h umana y de que sus escritos seari empleados como
• extensamente en el capítulo 9. Sus críticos liberales conside!:3n qt'C"
legi timadores ideológicos no dlee nada, por sí mismo, sobre los méri­ ,,
= el problema de Sociobiología se localiza exclusivamente e11 el prime ,
tos científicos de sus afirmaciones. u A menudo se acusa a los críticos
del determ.inismo biológico de estar simplemente en desacuerdo con
,, capítulo y en e! último, donde e! autor trata la sociobiología huma­
na; lo que hay en medio es aertQ.. Bajo nuestro punto de vis ta. no es
sus conclusiones políticas. No dudamos en reconocer que no nos gus­
tan es(as conclusiones; creemos que es posible crear una sociedad me.
t
••,
así; lo que e! determinismo biológico tiene que decir sobre la socie­
dad humana es más errÓneO que lo que dice acerca de otros aspectos
• de l. biología porque sus simplificaciones y . declaraciones erróneas ...:- ¡
10. Para ..::S[e exaspt!:lcio t6"¡c;o, , V~3.se. por ejemplo. H. Rose y S. Rose, ~ son de mayOf peso . Pefo ellO no luceQo porque h&ya dOI Qrrollado
cds., Tnl: PoJilic¡J1 Ecollom'j 01 Scienct!. Macmíllon, Londr~s . 1976. y Th", RAal"
cafisa/ion 01 Sdenc~ . Macmillan, Londres, 1976.

I
11. Science for che Peoplt!, Biology (JI a Social We!1pon. Burgess. Minaeíl­ 12. E. O. WíI,on, Soclooiolol)': Th. N.UI S,n/hlll" H"v"d Unjoet,l"

potis, Mi no., 1977. (Hay traducción castelJaníl: La biologfa como arma IOc/l1i. Prm, Cambridg., M...., 197'. (lúy l:aduccl6n clltcllw, So</ool%gia: 14

Alhamb", Madr id, 1982.) nueva ,¡n/esi" Omega, B"ee!oo., 1980.)

;
(05 .:
••
1+f
NUEVA' DERECHA Y V¡EjO DETERMJNISMO
23
12 NO EN LOS GENES

una teorla s610 aplicable a no humanos; el método y la la biología es tan contrada :a la verdadera vivída que
ha hecho a la gente más ideológícamente al llamamien­
'teoría son esencialmente defectuosos, tanto si se aplican a los Estados
Unidos o a la Gran Bretaña de hoy, como a una población de mano to al común» del determinismo biológico
driles de l. SáblUla O • los peces de pelea siameses. En efecto, en el cüpítulo 3 defendemos que tol determinismo
al el cO!lodmiento de la. del mando en que
No hay ningún abismo místico ni ínsupel:1lble enue las fuerzas
que conforman la sOGiedad humana y aquellas que conforman las V1VJ.mos) ser tan opresivo corno el biológjco.
"odedades de otros' orgadsmos; la biología es ciertamente relevante oÍl'ecemos en este libro un bo:rador o un catálogo CCrtCt2Sj nues­

"..:n h cündkión humana, aunque: la forma y alcance de su relevancia es tra tarea) tal como la \lemos¡ es señalar e1 ClAmino hncia unrt compren~
menos evidente de lo que implican pretensiones del deter­ slón integral de los rdaciones eerre lo biológico Y10
minismo biológico. La antítesis presentada COn frecuencia en oposi­ Describimos tal comprensi6n como dialéctJc2, cn c~:mt;aste con

ci6n al detetroi rusmo biológiso es que la biología se detiene en el la interpretaci6n reducc1onÍst3 La explicación intenta

nacímiento y que,ia partir de entonces la cultura se impone, antí­ derivar las propicdr,dcs de los de las propiedadt:'o i.nt:~ns~C::1S

tesis es un tipo ,de determinismo cultural que recha7.aríamos, porque de las que en forma y con ünterioridad

los deterministas culturales identifican en la sociedad esttechos (y a su jntegtaclón en. cstn1ctur;::.s complejas, del

ciorusmo pesos re1atJvos a distintas CD.US:1S e intentar

exclusivos) vínculos causales que son, R su manera~ tambíén


cionist"s, La humanidad no puede ser desvinculada de su propia evaluar la importancia de cada causa manteniendo constantes todas

1ogía, pero tampoco está encadenada a ella. las dcmás mientras hace variar un solo lactor, Las expllcaciones

Realmente, uno puede ver en algunos de los reclamos del dcter­ dialécticas, por el contrario, no seporan las propiedades de les partes

aisladas las asociaciones que tienen cuando forman conjuntos, sino

minismo biológico y de los escritos de la Nueva Derecha una


mación de lo '"obvio» contra el total rechazo la biología que que consideran que las propiedades de las partes surgen de estOS asO­

ciaciones. decir, acuerdo con la visión dialéctica 125 oropierla­

j
caracterizado a algonos de los escrhas y esperanzas utópicos de los
des de las partes y de los conjuntos se codetermlnzrl mut\.l2.Dicn::e.

movimientos revolucionarios la década pasada. La Nueva Izquier­


da británíca y estadounidense posterior a 1968 b. mostrado una ten­ Las propiedades los seres humanos ind.ivi,:lu,:\es

denda a considerar la naturaleza como casi infinitamente mente) sino que surgen corDO consecuencia la .'

plástica) a negar la biología y a reconocer únicamente la construcción la naturaleza de esa vida social sea a su vez consecuencia hecho

social. desamparo de la infancia, el dolor existencial de la locura, de que somos seres humanos Y no) por ejemplo) plantas. De esto se

las debilidades de la vejez, todo fue transmutado a meras etiquetas deduce, por tanto, que la dialéctica contrasta con los modos

que reflejaban las desigualdad"" en el poder."'Pero esta negación explicación culturales o que dividen el mundo en
de fenómenos y biología, mente y cuerpo--­
que ser explicados y no superpuestas ma­
13, Por ejem;;lo, «gJ:ltipsiq1Jiattas}~ como r. Szasz en The Manufacture 01
Madness, Routledge &; Kogru:\ Paul, Londres, 1971 (hay traducción castellana; neras.
La fabricaciún de la locura: EstudJo comp(1rattvo de id Inquúición y el 1Jtovl· Las explicadones dialécticas intentan d.r una interpretación
miento en defeNSa de la salud mental, Kairós Barcelona, 1981h D. Ingleby,
j ootlercní;e y unitad2) pero no reducdonisto:, del universo material.
Critical Psychiatri: The Poluies" 01 Mental Meallh) Pen.guL11. Harmondswotth, Para los dialéeticas, el es pero esti sometido a con­
Middlesa, Ingla.terra, 1981 (hav traducción caste.lLm.a: Psiquiatría crItica, Crí~
ílea, BarceIoml" 1982k-M. Foti¡;ult~ Madttesr atta CiviJizofion¡ Tavistock Lon­ tinuo lus .fenómenos que podemos ver a cada momento son
j

dres, 1971 (hay traducción castellana: Hislb'fÚ1 de la locura en la época clásica partes procesos). con historia y un futoro cu\'OS calnir,oS
-obra Fondo de Culh1r1l Eron6miCll de España, Madrid, 1979); no están sólo determinados por sus unidades constituyen:'es, Los con­
y seguidores suyos romo J, Donze.lot, The Policing 01 Farm7iei: WeljdFe versur juntos se componen de unidades cuyas propiedades ser des­
¡he Sta/e) Hutchlnson, Londres, 1979 (ha, traducci6n castellana: La policía de
la! familias, Pre-Textos, Valencia, 1979).
critas) pero la interacción de estas unidades en la construcción de los
~
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NO ESTÁ EN LOS GENES NUEVA OEltl!CRA Y VIEJO DETERMINISMO

I
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conjuntos genera complejidades que dan lugar a productos cualita.
tivamente diferentes de las pa!tes que los componen. Piénsese, por
ejemplo, en la cocción de un paste!: e! sabor del ptoducto es e!
i
i,
.,•*

medio ambiente. Los organismos no 5610 reciben simplemente un ro','


dio ambiente dado, sino que buscan activamente alternativas o modio
fican las condiciones que encuentrllJJ..
Ji resultado de una compleja interacción de componentes -<,amo mallo
tequilla, aZlÍcar y harina- expuestos a elevadas temperaturas durante
• P6ngase una gota de una solución azúcar en· un plato que con·
tenga bacterias y éstas se dirigirán !l9t1vamente hacia el azÚcar hasta
n tier:;¡pos determinados; no es disociable en un tanto por dento de ª,
Ll alcanzar ~l lugar de concentración óptima, sustituyendo así un medio
harina, otro tanto de mantequilla, etc., aunque cada uno de com~ bajo en azúcar PO! uno mayor concentración, Entonces las bacte'
ponen res (y su evolución a 10 largo de un tiempo deterroin~do a una J
;
das actuarán activamente sobre las moléculas de aruca.t, mutándoL.:;.
,
i
elevad. temperatura) cOlltribuye a elaborar el producto final. un en otros constituyentes, algunos de los cuales serán absorbidos por
o
mundo en el que permanentemente ocurren unáS ÍnterJacdones tan ¿ ellas en, tllJJto que Otros serán liberados al medio ambiente, modifi,
complejas en el desarrollo, la historia adquiere una importancia pri.
mordial. Dónde está y cómo es ahora un organismo no depende úni. ,•0• cándolo de este modo, a menudo de forma tal que, por ejemplo, se
vuelve más ácido, Cuando esto ocurre, l•• bacterias Se trasladan de
camente su composki6n en este momento; sino también de un esa regi6n altamente ácida a otras de menor acidez. Vemos aquí, e.n
~
que contingencias a la interacción presente y futura miníatura, el caso de un organismo que: «elige» un medio 'ambiente
SUs componentes. , preferido, trabaja activamente en él, lo modifica y despu6
í;
visi6n del mundo elimina la antítesis entre el rcducdonismo
y el dualismo, entre la naturaleza y la crianza o entre la herencia • otra alternativa.
O considérese a un pájaro haciendo su nido. La paja no es parte
genética y el medio ambiente; supera la visión de un mundo en i de! medio ambiente del pájaro a no ser que la busque activamente
estasÍs cUyos componentes interaccionan modos fijos y Iil:uí~adosf
en el que ciertamente el cambio s610 es posible siguiendo trayectos
-" para construir su nido;. al hacerlo, modifica su medio ambiente y
también, ciertamente, el de otros orgarusmos. El propio «medio
previamente definidos y trazados. En los capítulos siguientes, la expli. ambiente» es modificado constantemente por la actividad de todos
cación de esta postura aparecerá en el CutsO del desarrollo de nuestra 105 organismos que 10 integran. Y, para cualquier organismo, todos los
oposición al determinismo biológico --en nuestro análisis, por cjem. ••~ demás forman parte de su «medio ambiente» --depredadores, ani,
plo, de las relacíones entre genotipo y fenotipo (en el capítulo y males de rapiña y aquello' que simplemente modifican el paisaje en
de la mente y el cerebro.

~ el que habitan."
Permitasenos tomar aquí s610 un ejemplo, el de las del ~ La interacci6n enrre el organismo y el medio ambiente está enton­
~
organismo con su medio ambiente. El determinismo biológico con­ ces, incluso para losno humanos, leíos de los modelos simplistas ofre,
sidera que los orgarusr:1os, humanos O no se han adaptado a •,
: cidos por el determinismo biológico. Y esto es espedalmente cierto en
su nmbicnte por procesos evolutivos, es dcrir, que han sido prepa­ ~ eí caso de nuestra propia Todos los organismos al mo·
rados por Jos procesos de reconstrucción genética, mutación y selec­ < rir, un medio ambiente ligera:nent~"roodificado a sus suceSCn.,:5; ~\)S
ción namrllI paru su é.xito reproductivo en el medio am­ humanos, más que otro, af{'!ctan constante y profundamente su
en que han nacido y en eI que se desarrollan. l\Hs aí'lú, consí~ ¡j medio ambiente, de modo que a cada generación se le presenta
lo indudable plnstidJad de los organismos ~specialmente los • un conjunto bastante novedoso de problemas que debe explicar y de
UU"'"W"- durante su desarrollo como una serie de modificaciones
~
impuestos a un objeto esenci.aimente pasivo por los golpes del «medio ¿ 14, Es mlelelllllí. que lllclui~ Wl d~llrllll.ll.lltA b¡Q¡~¡¡íCQ ¡¡rq~.¡j~!co CO<l)O
ambiente».! que está expuesto y al qUe debe adaptarse () morir. ,
¡
¡ Dawkill, d,ne que enc"'" con ,erledad, ",tes Q de.pués, ..t medlo "",blento.
A esto contraponemos una visión, no del organismo y del medio amo Su illdmo libIO, !he Ex".d.d Ph.nolype, FteellliUl, Lop¡l¡e., 1981, c' m"
¡
bience aislados uno del Otro o afectados unIdIreccionalmente¡ sino I Iarg. l"ch. po' teduel, indu•• el m.dlo ombl.o" d. Wl oeg.nismo • u;¡ p,,,"
de una constante y acdva compenetraci6n del organismo con su !I dueto de ruS «g<ne. ,gol'la!>,

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27
NUEVA DERECH.A. y. VlEJO DE.TERMINISMO
26 NO ESTÁ EN LOS GENES

1,
decisiones que debe tomar; nosotros hacemos nuestra propia historia, cosas ha sido contrario a la naturaleza humana. Sin embargo, es evi·
i' dente para todos nosotros que en nuestra sociedad actual podemos
" aunque bajo circunstancias que no han sido elegidas por nosotros
j' hacerlas todas : ver las longitudes de onda utravioletas, detectar cam­
mismos.
pos eléctricOS o volar por la fuerza de las máquinas, el viento o
Precisamente a causa de esto el concepto de <<naturolez. huma­
na» presenta dificultades tan intrincadas. Para los deterministas bio· incluso los pedales . Obviamente, está «en» la naturaleza humana
l6gicos, el viejo credo «No puedes . cambiar la naturaleza humona» es modiJicar de tal manera nuestro medio ambiente que todas estas
el alfa y omega de la explicación de la condición humana, No preten­ actividades queden perfectamente a nuestro alcance (y, por lo tanto,
demos negar que hay una «naturaleza human.,), estructurada simul­ dentro del campo de nuestro genotipo).

Incluso donde los actos que llevamos a cabo en nUl-strO medio

táneamente biol6gica y socialmente, Aunque considerRIDo~ que éste


es un concepto extraordinariamente equívoco. En nuestra exposición ambiente parecen ser biol6gicamente equivalentes, ~o son necesaria­
sobre la sociobiologí., 'en e1,capírulo 9, analizamos la mejor lista de mente equivalentes socialmente. El hambre es el hambre (el antrop6­
«universales» .humanos ;¡ue 'los protagonistas de la sociobiología h:>n lago Uvi-Strauss ha concluido esto a partir de una compkja tipo­
sido capaces' de. elaborar. . . logía estructural humana ); sin embargo, el hambre sarisftch, comien­
Por' supuesto, hay' universales humanos que nO son en absoluto do carne cruda con las m2.nos y los dedos es bast::mte dife:re:nte ? la
triviales: los humanos son bípedos, tienen manos que parecen úniC3S satisfecha comiendo carne guisada con tenedor v cuchillo. Todos los
humanos nacen: la mayoría procrea, todos mueren, pero los signi­
entre los animales por su capacidad de manipulaci6n y construcci6n
ficados sociales atribuidos a cualquiera de estoS actOs vaTÍan profun­
sensitiva de objetos, tienen capacidad de habla. El hecho de que los
adultos humanos tengan casi todos entre uno y dos metros de altuta damente de una coltura a otra y de un contexto a otro dentro de una
tiene un efecto profundo en su lllanera de percibir y de interActuar misma cultura,
Este es el motivo por el que la única cosa sensata que se puede
con su medio ambiente. Si los humanos tuvieran el tamaño de las
hormigas, tenddamos una red de relaciones enteramente diferente dear sobre la naturaleza humana es que está «en» esa misma natu­
raleza la capacidad de construir su propia historia. La consecuencia
co!) los objetos que const.ituyen nuestro mundo. Similarmente, si
de la construcción de esa historia es que los límites de la natura­
tuviéramos ojos sensibles, como los de algunos insectos, a las longi­
leza de la naturaleza humana de una generación se vuelven irrelevan­
tudes de onda ultravioletas, o si, como algunos pC'ces, tuviéramos
órganos e.paces de percibir campos eléctricos, la esfera de . nuestras tes para la siguiente. Tómese el concepto do inteligencia, Para una
interacciones entre nosotros y con otros organismos seria, sin duda,
generación onterior, la capacidftd de resolver multiplicaciones o divi~
muy dis tinta. Si tuviéramos alas,' como los pájaros, construiríamos un siones largas y complejas fue laboriosamente adquirida por aquellos
mundo muy diferente. '" niños lo suficientemente afortunados como para ir a l. oscuela. Mu­
chos nunca la adquirieron; . crecieron careciendo, por al.gún motivo,
En este sentido, los medios ambientales que buscan los organis­
de la habilidad para resolver dichas operaciones. Hoy en día, con
mos humanos y aquellos que crean están en consonancia con su
naturaleza, Pero ¿qué significa esto exactamente? Los cromosomas s610 un mínimo entrenamiento, tal capacidad de cálculo y muchas
humanos pueden no conteoer los genes que, durante el desarrollo del otras más están al alcance de cualquier niño de cinco años que pueda
fenoúpo, están asociados a la visión ultravioletA, a la percepci6n de pulsar las teclas de una calculadora. Los productos de la inteligencia
campos eléctricos .o a las alas. En verdad, en este úlíimo caso hay y la creatividad de una generaci6n humana han sido PU"'tOS • dispo­
sición de una generación posterior y se han ampliado, por consiguien­
razones estructurales, bastante independientes . de la s genéticas, por
las que los organismos que, úenen el peso aproximado de los huma­ te, los horizontes de las realizaciones humanas. La int~1igencia del
o
e as no -pueden desarrollar alas suficientemente grandes fuertes como
colegial de hoyes, en cualquier acepci6n razonable del vocablo, bas­
tante diferente y, e~ numerosos aspeClos, mucho mayor que la ,de uno
para permitirles volar. Y, en efecto, durante UDa considerable pro­
de la época victoriana, que la de un señor feudal o que 12 de un pro­
porción ele la historia humana ser capaz de hacer cualquier de estas
- • • _vv - -. . ~" i
,!I
pietario de esclavos en la época griega. Su medida es históricamente
comlngente.
I
~
Debido a que está en la naturaleza humana construir nuestra !
11
propia historia ,y debido a que esta construcción está hecha tanto de i
~ idea, y palabras como de artefactos, la defensa de las ideas determi­ ~

d" rustas biológicas y el argumento contra ellas son) en sí mismos, parte ~

f de esa historia. AHred Binet, el introductor de las mediciones del CI, ~

~ protcsr6 una vez contra «d brutal pesimismo» que considera la pun. ~

"
tuación del Cl de un niño como una medida fija de su habilidad, )
r
f~
viendo con rozón que considerar al niño de esta manera contribuía. CAPÍTULO 2
! a asegurar que él o ella permaneciera así. Las ideas de! determinismo
¡,: biológico son parte de! intento de preservar las desigualdades de nues­
tra sociedad y de modelar .la naturaleza humana a su imagen y seme'
..
~
LA POLfTICA DEL DETERMINISMO BIOLOGICO
janza. La exposición de las falsedades y del contenido político de esas !
ideas es parte de la lucha para eliminar esas desigualdades y transfor­ i Cuando Olivei Twist encuentra por primera vez al joven Jack
Dawkins, «e! Trampista», en e! camino hacia Londres, se establece
mar nuestra · sociedad. En esa lucha transformamos nuestra propia 9­
naturaleza. & un contraste notable en cuerpo y espíritu. El Trampi::afl. e:.::a « :J i:
~
chico que tenía la nariz chata, las cejas lisas. y una cora ba:; t.L.~_
común ... c'en las piernas ligeramente arqueadas y los ojos peque·
i, ños, feos y penetrantes» : Y como podría esperarse de semejante espé­
cimen, su inglés no era ~e los mejores: ."Debo estar en Londres
ª,•
i.. esta noche" --dice a Oliver- "y conozc9 a un respetable viejo caba~
llera que vive allí y que os dará alojamiento por nada ..."».1 Dificil­
mente podemos esperar m:!s de un cruco de la calle de diez años, que
¡ no tiene familia ni educaci6n, ni mls compañeros que los más bajos
.~ criminales del lumpenproletariadci londinense. ,,~ O qui2á' sí? Los

I•• modales de Oliver S011 gentiles y su modo de hablar, perfecto. ,,"Es- .


toy m~y hambriento y cansado" '~ce Oliver- COIl lágrimas saltán" .
dole a los ojos mientras hablaba. "He andado mucho: ' He estado

I
andando durante siete dias"». Era Un «chico pálido delgado», pero
había Wl «espíritu bastante fuerte ·en e! pecho de Oliven>. Y todo
ello pese a que Oliver habí{ sido- criido, desde su nacimiento, C!l l~
más degradante de las instituciones británicas del siglo X1X, el .\5, ho
~ dé la parroquia, sin madre y sin educación. Durante los nueve prime·
t ros años de su vida, Oliver, junto con «veinte o treinta jóvenes

!" 1. En el original inglél, PlckOll.l bm b.bla, • J"k


D.wklD> con una
j sarta de incorrecciones: «l've got to be in London tonlght and 1 know a
I
1
-
"pectable old ¡enelm1lD as Uves there, wot'll give yOIl lodgwgs loc not.l,inl<;; ,.. ::.
(N. det l.'
1,
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J :; :,
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)1
POLÍTICA DEL DETERMINISMO BIOLÓGICO
30 NO eSTÁ EN LOS GENES
frustrarán finalmente nuestros ignorantes esfuerzOS por reconstituir
infractores de las leyes de asistencia pública, corría por las calles todo
el dla, sin el inconveniente de ir sobrealimentado o con exceso de
la sociedad. Quizá na vivamos en el mejor de los ~undos concebibles',
perO vivimos en el mejor de los mundos posibleS.
ropa». ¿Dónde, entre los desperdicios de la estopa, recogió Oliver Como hemos dicho, durante los últimos quince años, en Norte­
esa sensibilidad de espíritu y esa perfección en la gramática inglesa américa Yen Gran Bretaña, Y más recientemente en otro~ lugares de
que era el complemento o su delicada psique? La respuesta, que es la la Europa occidental, las teorías deterministas biológicas se han con­
solución al misterio centml que motiva la novela, es que la sangre de vertido en un elemento importante de las luchas políticas y sociales.
Oliver era de clase media alta, incluso aunque su crianza fuera penosa. El origen de la ola más reciente de explicaciones h iologicist.s de los
El padre de Oliver era el vástago de una familia acomodada y social­ en
fenómenoS sociales fue el artículo que public6 Arthur }cns en la
mente ambiciosa; su madre era hija de un oficial de la armada. La
Harvard Educational Review en 1969, donde ddendía que la mayor
vida de Oliver es una. constam, afirmación de la superioridad de la
parte de las diferencias entre blancos y negros en· el paye! desem­
naturaleza sobre la crianza. Es una 'versión decimonónica del estudio peñado en los testS de Cl eran genéticas.' La ccnclusi6n en lo que
de adopción. moderno que muestra que los rasgos temperamentales
respecta a la acción social fu e que ningún programa de educación
y cogcitivos de los niños · se parecen a los de sus padres biológicos
podría equiparar el status social de blancos y negros Y que los negros
incluso cuando son ingresados'en UIl'orfanato al nacer. La sangre dirá . debían ser educados preferentemente para les trabajos más mecáni­
según parece. cos a los que les predisponían sus genes . Muy pronto b invocación
La explicaci6n de Dickens del contraste entre Oliver y el Tram­
a la inferioridad genética de los negros fue ampliada a la clase obrera
pista es una maoifestaci6n de la ideología general del determioismo en general y dotada de gran popularidad por otro profesor de psico­
biológico tal como se ha desarrollado en los últimos ciento cincuenta
logía, Richard Herrnstein , de Harvard: La tesis determioista fue
años dentro de una teoría globalizadora que va mucho más allá de la incorporada inmediatamente a las discusiones sobre política pública.
aseveración de que las cualidades morales e intelectuales de un indi­ Daniel P. Moynihan, el abogado en el gobierno nor teamericano de
viduo son heredadas. Es, de hecho, un intento de llegar a un sistema
la .desatención becigna» de los pobres, sintió que los vientos del
de explicación total de la existencia social humana, fundamentado jensenismo soplaban en Washington. La administración Nixon, ansio­
en dos principios: primero~ que los fenómenos sociales humanos son
sa por encontrar justificaciones a las severas restricciones de los gas ros
consecuencia dírecta del comportamiento de los individuos y, segun­ en asistencia social y educación, encontró el argumento genético par~
do, que los comportamientos individuales son consecuencia directa de
lUlas características físicas innatas. El determinismo_biológico es, t¡cularmente útil.
En Gran Bretaña, la pretensión de que hay diferencias biológicas
entonces, una e>"1'licací6n reducciorusta de la vida humana en la que
en el Cl entre las razas, promovida por un tercer psicólogo univer­
las flechas de causalidad van de los genes a. los humanos y de los
sitario , H.ns Eysenck, se ha convertido en un elemento de la cam­
humanos a la hUmacidad. Pero es más que una simple explicación: paña contra la inmigración de asiáticos Y negros.' La pretendida
también es política. Porque si la orgaoizacl6n social humana, con sus
desigualdades de status, riqueza y poder, es una consecuencia directa
de nuestras biologías, entonces ninguna práctica puede producir una 2. A. R. JenseD, «How Much Can We Boost IQ aod Schol..,tic Achieve·
alteraci6n signi.ficativa de la estrucrura social o de li posición de los ment?), Harvard Educational Review, 39 (1969), pp. 1-123.
individuos o de los grupos contecidos en ella, excepto" mediante algún
3, R. J. Herrnsteín, IQ in the Meritocracy, Brown, tittle, OO5too, 1971.
4. H. J. Eysenck, Race, Int elligenc e and Education, Templo: Smith, Lon·
programa gigante de· ingeciería · genética, 10 que somos es .natural dres, 1971 (hay uaducción castellana: Raza, intelig~nci(!, educactlm, Aura, Ba.r­
y, por lo tanto, irrevocable. Podemos luchar, transgredir leyes, celona, 1973), y Tbe In equolily 01 Mon , TeDlple Smith, Londre>, 1973. EstOS
incluso hacer revoluciones, pero todo en vano. Las diferencias natu­ libros fueron seguidos por una serie de panfletos del Frente N~onal, qu e se
rales entre los individuos y entre los grupos, contrastadas con el tras­ apoyaban' explicitarnente en ellos, como How to Combat Red Teacbcrs, Londres,
fondo de los uci versales biológicos del comportamiento humano, 1979. .

1
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¡.
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NO ESTA EN LOS GENES poLÍTrCA DEL l'>ET:EIUrUt'IJ.1::iM.U 'OJ.V l..uv .........

I
infetioridad intelectual de los inmigrantes explica simultáneamente cepto de la violetjcia que exige una defensa en forma de «ley ~
\1
su alta tasa de desempleo y sus demandas al aparato de asistencia
social, y justifica las restricciones a su inmigración futura. Más aún, ~ orden» Y una explicación que exponga una vía causal lo . suficiente­
mente especifica como para justifi",r esa defensa. El determinismo
legitima ' el racismo del fascista Frente Nacional, que afirma en su ,?"
J

biológico locallia el defecto en el cerebro de los individuos. El com­


propaganda que la biología moderna ha demostrado la inferioridad

portamientO desviado es considerado consecuencia de una anomalía


genética de los asiáticos, los flfricanos y los judíos. del órgano del comportamiento; el tratamiento apropiado son las
~ Un segundo elemento del argumento determinista biológico con pastillas ,o el cuchillo. Numerosos prisioneros han sido «CUl'odos» ¿,
comecuencias políticas directas es la explicación del domioio· de los ~ su desviación social por medio de medicamentos o de los métodos
hombres sobre las mujeres. En los últimos diez años, la postulación de condicionamiento de la psicología del comportamiento animal.
de diferencias biológicas básicas entre los sexos en lo concerniente al Además, la aplicación general de la psicocirugía y de los psicofárma­

I,
temperamento, a la habilidad cognitiva y al papel social <<natural.
ha sido parte ioaportante de la lucha contra las exigencias políticas
1
cos es la respuesta recomendada ante un estallido general de violen­
cia. De este modo, los psicocirujanos Mark y Ervin argumentan en su
I del movimiento ' feminista. La exitosa campaña para' ioapedir la rati­ t
ii.
libro Violence 4"d the Bral,,' que, como sólo alguno! negros partici­
.! ficación de la Enmienda para la Igualdad· de Derechos en la Constitu_ paron en las numerosas revueltas de los años sesenta y setenta en los
ción de los Estados Unidos utifuó intensamente las afirmaciones de
los sociobiólogos en cuanto a la inmutabilidad de la supremacía social
del varón. En el momento cumbre de la lucha por la Enmienda para
!! guetos norteamericanos,las condiciones sociales, a las 'que todos e..ta­
ban expuestos, no podían ser la causa de su violencia. Los casos de
violencia procedían de aquellos individuos que tenían cerebros. enfer­
la Igualdad de Derechos, los periódicos y revistas más leídos de Nor­ •
;: mos y que debían ser tratados por ello_
teamérica daban prioridad a las posturas de biólogos universitarios !!
Pero la violencia abierta no ~ es la única manifestación de los
como E. O. Wilson, de Harvard, quien aseguraba a sus lectores que cerebros enfermos para los que los deterministas ofrecen una expli­
«incluso en la más libre e igualitaria de las sociedades futuras es ~• cación y un tratamiento biológicos. Les niños a los que sus escuelos
probable que los hombres continúen desempeñando un papel despro­ ~
a s610 les procuran aburrimiento, nerviosismo o dis tracción son «hjper­
porcionado en la vida política, en los negocios y en la ciencia».s f
¡
activos» O sufren «disfunci6n cerebral mínima». Nuevamenl~, se con­
Mientras el determinismo biológico postula la inmutabilidad de ,idera que un cerebro trastornado es la causa de una interacción
aquellas características del comportamiento humano que son univer.
sales o de las diferencias de status social entre los grupós más am­
! inaceptable de los individuos y las organizaciones sociales. La conse­
cuencia polltica es que, puesto que la instirución social nunca es .

plios, también prescribe curas biológicas para las desviaciones espo­ cuestionada, no se contempla ninguna po.ible alteración en ella; los
rádicas . Si los genes producen el comportamiento, entonces los malos
individuos deben ser modificados a linde que se adapten a las insti­
genes producen el mal comportamiento, y un tratamiento de la patO­
tuciones o, de lo contrario, secuestr.ados para que sufran en aÍsla­
logía .'locial consiste en determinar cuáles son.los genes defectuosos.
J miento las consecuencias de su biología defectuosa.
Así, un tercer elemento político del determinismo biológico ha servido
como modo de explicación de la «desviación social» y, en particular,
-;
Más recientemente, se ha aml'li'ado el margen desde el cerebrO
trastornado hasta el cuerpo defectuoso. En la actualidad está claro
de la violencia. El aumento de la población negra en las ciudades que ciertos riesgos del trabajo -sustancias quimicas nocivas, altos
norteamericanas, las revueltas individuales y organi2:adas de los pri­ niveles de ruido y radiaciones electromagnéticas, por ejemplo-:c son
sioneros, los crímenes con vjql~n,ia personal cuya frecuencia se dice .1
responsables de gran cantidad de enfermedades crónicM que incluyen
que Va en aumento; todo ello contribuye a la aparición de un con­ trastornos respitatorios permanentes, trastornos nerviosos y cán:;er.

5. E. O. Wilson, «Human Dece:1cy Is Animah~, Ntw York Times Maga­ 6. V. H. Muk y F. R. Ervin, Vlol..« Qnd Ihe D,.II1, &r:pc, ,)<. F."..,
úne, 12 (octubre de 1975). pp. 38-50. Nueva York, 1970.
"

¡I! ~

-~j '1'1­
POLt'tlCA DEL BIOLOGICU ,u
34 NO ESTÁ EN LOS GnNES
h,cha política< Si "toda propiedad es un robo», enlonces el robo
la propicda~, una postura
Pese Be que 12. primera respuesta obvia ante este conocimiento sería
es una lorma de redistribución
IDe)diJ[jcar las condiciones de trabajo en beneficio del trabajador, en
reproducida en disturbios del verano de 1981 en Bretaña.
la actualidad se sugiere seriamente que, antes de ser contratados) los
La militancia obrera independiente fue promovida los negros en
trabajadores sean sometidos a un análisis de susceptibilidad a los
l,s compamas industriales de Gran Y Unidos, uoa
contaminantes. A aquellos que sean «excesivamente» susceptibles se
militancia obrera que era has ti! tanto a los patronos como al
l~s negarla el empleo.' clonal movimiento de la Union que conspiraba para que
Todas estss manifestaciones pollticas recientes del determinismo
hiol6gico coinciden en su directa oposicí6n a las demandas políticas negros fueran los últimos a se contratara Y a
y '''''Iales de qujen~s e.tec~n poder. El periodo de posguerra eh qolenes ge despidiera.
La posibilidad un cambio profundo se introdujo en !lO
Gran Bretaña y Norteamétit., especialmente en los últimos veinticin·
trndidonales, dando lugar a nuevos centros agitación: La ffi!Jltao'
ca afio" h. estado marcado por li creciente militancia de grupos que
cia de masas de las mujeres empezó a en los afias sesenta una
anteriormente habían efectuado escasas reclamaciones apremiantes.
presi6n los patronos, Trade Unians y el ESlado.
Esta militanda fue, en paite, consecuencia de cambios sociales y
implantación del movimiento en las desfallecientes industria(,
económicos producidos por la segunda guerra mundial. En Gran Bre·
británicas, la organizaci6n los trabajadores servkios en
taña, los asiáticos y los afríeanos de los nuevos países de la Como
hospitales y la ereación de organizaciones para defender los derechos
!n~Jt:wealth animados a inmigrar par-a la severa escasez
de asistencia social en los Estados fundamentiímentc obra de
de mano obra. En los Estados Unidos, un gran nÚmero de negros
las mujeres, y en los dos últimos casos, de las mujeres ne!;!as.' Ei
y de mujeres habla sido incorporado a <la fuerza industrial de tra­ movimiento por los derechos al social transform6 loo sub·
bsjo y • las fuerzas armadas. Pero el boom económico de la posguerra
sidios de ayuda a las mujeres Y • los nioos dependientes de una
dur6 poco y, • finales de los afios cincuenta en Gran Bretana y • na que debía recibirse silenciosamente en un derecho que debla .:d·
principios de los sesenta en Norteamérica, empezaron las dificultades
económicas. Los asiáticos y los afriClUlos, a en voa alta.
que Jos ingleses hablan Los años sesenta estuvieron matCfidos, en general, por un exttaQr~
considerado anteriormente razas extranjeras sometidas, eran ahora evi~ dinarío quebrantamiento de u..f1 consenso anteriormente aceptado y
dentes que reclamaban trabajo y servicios sociales de una por un aumento de la lucha social. Los detenidos redamaban cre:cien<
economía en crisis. La militancia negra creció en Norteamérica incluso remente sus derechos frente a la policía y 105 guardias, a quienes con·
mientras la economl. se enfriaba. En ambos paises babia una sideraban opresivos y violentos. Los estudiantes pusieron en duda
sensación de que una mayoría sitiada estaba bajo el constante acoso la legitimidad de sus universidades Y sus escuelas, y masas jóvenes
de una minorla inestable. En Estados Unidos, la militancia negra
norteamericanos negaron al Estado el derecho y el poder para
radicalil:ü a grupos inesperados -los prisioneros, por ejemplo--- y para el servido militar. Las organizaciones ecológicas y de con­
desafió amenazadora mente los supuestos básicos de la inherente bono sumidores cuestionaron el derecho del capital privado a orgmi2ar ¡.
--o primacfa- del orden existente. Negros inte!ectuáles radicales produ ci6n sin tener en consideración el bienestar público y r,,:laloa·
como Málcoim X transformaron la interpl'etación de! crimen y de! c
ron la regulación estatal del proceso producción.
encarcelamiento como uoa patología sodál índlvidual en una forma El debilit.mieuto de la prosperidad, inidado en Gran
Bretaña en los años cincuenta Y en Norteamérica en los sest:nta,
7. Véase T. Powleclge, .• Can Genetic Screening Prevent Occupational
Disease?», Ne,"" Seienllst (2-9·1976),p< 486; D. J. Kilion, P. J. Plcciano y
C, H, Jacobson1 en «Industrial Monitoring, a Cytoge.nede Approarn», Annat,r Against the Welfare State: The Claimant Unions», en
01 Ibe New York Academ, 01 Sciences, 269 (1975); J. Beckwith, .RerombíMnt 8, R, Rose, R. Millband y J. Saville, Merlln Pre", Londres, 1973,
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pp. 14-17. PP< 179-204.
POLITICA UJ:.L
"v .c.~
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J..i\. l:.M J...U:; GENES Ur. ... Cll..j·u ......... ... '" _ .' ­

'"

cada vez más difícil satisfacer las presiones económicas de los inrni~ brales pertenecen a una época anterior, más turbulenta, la d abot:tr.ió r.

f¡} de la teoria determinista ha continuado hasta e! presente. En parte,


grantes, los negros, y las mujeres, Pero, independientemente de la
í prosperidad, ni e! capital privado ni el Estado, profundamente ape­ esto refleja el hecho de 'que la elaboraci6n de ideas tiene una vida
¡, gado a sus intereses} pueden permitirse el. lujo de ceder parre sustan­ propia, la cual recibe su impulso de los hechos sociales pero se
cial de su poder, y sobrevivir, En última instancia, los propietarios
Ii desarrolla a través de un proceso definido por la organización sociol

~
del capital deben controlar e! proceso de producción; 'el Estado debe
COntrolar a la policía y a los tribunales; y las escuelas y universidades
deben controlar a los estudiantes y los planes de estudio,
Ii de la ' vida intelectual. Al haber propuesto que los negros son gené­
. ticamen~e inferiores a los blancos en lo concernIente a las habilídi.\­
des cognitivas, Jensen y Eysenck deben seguir desarrollando ,,,to;
La expansión de! pensamiento y del argumento determinista bio­ ~'
tema en respuesta a las críticas y en busca de la íusrificaciól1 qut!
lógico en los tempranos setenta fue precisamente una respuesta a las Sll personolidad pública y sus carrera. exigen. Una vez que E. O. Wil­

i,
demandas militantes cada vez más difJciles de atender. Era un intento
de, debilitar la fuerza de su presión negando su legitimidad. La exi­
gencia de los negros de una compensación económica y de UD status
social igualitarios es ilegítima porque, según se afirma,)os negros son
bio16gicamente menos capaces de manejar las profundas abstraccicc.es
in

son hubo' lanzado su teoría sociobiol6gica de la naturaleza hum ana
se hizo inevitable la publicación de una serie de trabajos de otros
autores que intentaban explotar el obvio· atractivo de la teoría.
Sin embargo, la continua elaboración y popularidad de las obras
deterministas biol6gicasj independientemente de la intensidad' inme·

!
que proporcionan altas compensaciones. La demanda de igualdad de J diata de la lucha social, es en parte consecuencia de una contrsdk­
ción largamente presente en nuest-ra sociedad y en constante necesidad
las mujeres está injustificada porque la dominación masculina se ha
l de ser resuelta, Las monifiestas desigualdades de status, tiqueza y
l ido estructurando en nuestros genes durante generaciones de evolu­
ción. La exigencia de los padres de una reestructuración de las escue­
las para educar a sus hijos analfabetos no puede ser atendida porque
i

poder que caracterizan 3::}a sociedad están en patente contradicción
con los mitos de libertad, igualdad y fraternidad con los que se justi­
ést03 tienen cerebtos con disfunciones. La violencia de los negros e fico el orden social.' El determinismo biológico trata llanamente esta
COntra la propiedad de los patronos y los comerciantes no es el resul­ desigualdad y la justific a como natural o justa o ambas cosas a lo vez,
tado de la impotencia de los que carecen de propiedad, sino de las • Cualquier aproximación a las ralces del determinismo biológico debe,
lesiones cerebral ... Para cada militancia hay una explicación biológica
apropiadamente confeccionada que la priva de su legitimidad. El
i por lo tanto, remontarse a' las raíces de la sociedad burguesa.

¡r
determinismo biol6gico es un flexible y poderoso medio para «culpa­
bilizar a la víctima»' Como tal, debemos esperar que adquiera mayor FICCIONES LITERARIAS Y CIENTÍFICAS
prominencia y diversidad a medida que se incremente la conciencia ¡ A pesar de sus pretensiones de. nueva cientificidad. el deter mi­
de vi ctimización y disminuya la posibilidad de sa tisfacer las de­
mandas.
•~ nismo biológic,o tiene una larga p.istaria. Desde el siglo X1X han sur­

I
Por atta parte, el determinismo biológico no decae por completo gido de él una tendencia literaria J otra cientIDCa, ¡mnque no n-·e:K:f:
cuando se enfría la militancia. Los diez años anteriores a la publica­ ficricia. Las novelas de Zola de la serie Rougon.Mucquart eran «nOVe­
ción de este libro han visto cierta disminución en la inquietud social las experimentales» ideadas para mostrar las cons~cuencías inevita­
en Europa y Norteaménca en relación a las décadas previas. Si bien bles de ciertos , hechos científicos. Coneretamen te, los «hechos» 'eran
el renacimiento de!interés ,por el el, la genética y la raza, la inven­ ; que l. vida de un individuo era el producto 'del de ••rrollo de una
ción de una teoría ' sociobiolOgica de ' la naturaleza humana y Ja predisposición pe,editaria y que, aunque d 'medio, 'ambiente p~clía
vinculación explícita de la violencia social con los trastornos cere­ modificar temporalmente su curso onfogenético, al final triunfab"
el factor hereditario, 'Gervaise, la lavandera de L' Assolllmoír, habiJ
9. W. Ryao, Blaming the Victim¡ Pantbeoo Books, Nueva York, 1971. ..lido de la pobreza por sus propios e.fuerzos y era la <;lueñ~ d~ LJ ,l
~

/11 ~t~J
--• =. ,
POLfTXCA DEL DETERMINISMO BIOLÓGICO 39
38 NO EST.' EN LOS GE!\'ES

próspero negocio; peto un día, mientras estaba sentada con los brazos las manifestaciones humanas» formaba parte dd munao
inmersos en la sucia colada, «inclin6 el rostro el hatillo, una la radical¡
lasi tud la embarg6 ... COmo si estuviera embriagada por ese hedor de la Terceta República. como discutiremos detollednmcnte en
sonden do vagamente, con los ojos vidriosos, Pareda como el capítulo 4, tanto un intento reconciliar los hechor,; una socie­
si su pereza originaria hubiese aquí, en la de la ropa dad desigual y íerárquica con la ideo;ogía la libertad y la iguiaiclad
SUCia contaminaba el aire a sU alrededor». Habla 'vuelto al como la consecuencia l6gica del modo de pensar r,duecio,,;sta acerca
gen, a afinidad con la degradación y la suciedad que pasado mundo que caracterizdo a la cienda desde la \our·
del vago borracho su padre, Antoine Macguátt, a su propia guesa.
sangte. Su em Nana, que a la edad de cinco años ya habla sido Las novelas de Zola ]s serie Rougon-Maequart
introducida en los juegos_obscenos y viciosos y que cuando se en las pretensiones dentíJicas de Lomb,asa y B raca de que ]¿.o c"rac­
hizo prostituta. Cuando Cpupeau, el padre de NMa, aUtnltido teóS'dCRS fJsic9.s eran ras(ZO? me"'''''C'
en el hospital por alcoholismo, el médico que le exploraba le pregun· y morales, Rou:gon y los Macquart ser ¡ :J 'Su ve7.~ el
tó en pri.L,er término:' « ¿Bebía su padre?» Rougan y los Mac­ literario de buenos y los Kallík:+k,lJ 1;:;?
quart son, dos mí tades de una familia que descendía una mujer cuya historia de y vicios hcedil::10S adOUló
Ctlyo marido legítimo era el campesino Rougan, mien­ los textos universitarios psicología durante gran parle
tras que el segundo, su amante, era el violento e inestable crimlnal siglo. en día l los deterministas biológicos opinan que
Macquart. De estas dos uniones surgió la exdtable, ambiciosa y hechos obíetivos de la moderna nos obligan "
pera rama de los Rougon y la de los depravados, a1eoh6licos y crimi. concluir que equiv:lle a destino. La mÍsma fue
nales Maequart, entre los que se cuentan Gervaise y Nana. Como hecha por la antropología de en el siglo XIX.
Zola en su pr610go a las «la herencia tiene sus como Mientras que nadie la idea de Lombroso
tiene también la gravedad». de que uno reconocer a un pot la forme su
A primera vista parece habet aquí una inconsistencia. El tema za," en la se que es posible hacerlo por la

hombre se ha hecho a sí mismo y que es capaz de romper de sus cromosomas. Hay una corriente de ciencia

con su esfuerzo los l""os sociales que ataban a SUs va de la antropología oriminal 1876 a la cirogenélica enmln.!

sados, es mismo que llegado a asociar COn las revoluciones !3 a de que la evidencia y el argumento las enrmadones
burguesas del siglo XVIII y las relormas liberales del siglo XIX, Segura­ siendo hoy tan débiles como lo eran hoce den
mente, si esas revoludones significaron algo, éso fue el del años. La rama «dentific¿o} de la postura pro2;eslsta sur~
gue el mérito era hereditario y su sustitución por la idea
en generaci6n recomenzaba una competición lib.re en 11. Véase, por ejemplo, H. F. Garrett, Genet'dl American
pos la felicidad. Zola exa tll1 socialista, un republicano y un Book, Nuev. York, 1955.
oponente del privilegio heredado, Era notablemente anticlerical y su 12. e, Lombroso¡ L'homme criminal, París) 1887,
B. p, A, Jacobs, M. Brunton, M, M. R. P. BritUn y W. F, Me
famosa delensa de Dreyfus tuvo como blanco la clase aristocrática de Clamont, Behaviour. Mental Subnort1ía1ity ano tbt Xl'\' Malé»,
oficiales monárquicos, En el caso de no haber ninguna 208 Para un examen de la ute;zwa sobre
sospecha inconsistencia literaria. Su compromiso con la de'terJ:lli. la véEse R. Pyeritz, H~ Schric"I¡ C. Madamcj, L, Millc.r
nación,hereditaria de los «sentimientos, anhelós, pasiones [v] todos &:k:w'ith: Male: The Making 01 , Myth~, ce Biolor;y as •
We<rpon, Burgess, Mlnücapolis, 1977. Para una discusi6n sQbre esta
ptogresl6n) véase S. Chorover, Fram Gene,ri.r 10 MI! Press. Cam~
10, E, 2<>1" Prefado a La: Por/une ¿es, Rougon, Líbtalrie In!:ern''',maJle, bridge, Mas:;., 1979 ttnducd6n Cflstdlanft de ambos~ Lt.; éómo
A, Lacroi<, VerboecldJovon, PlIrl" 1871 (hay tr.ducci6n clIStcl1ana: Lar RougOff. arma social, AlhaIflbra. 1982,1 Y Del Génesis (JI p'{!11ocidi-;., Dlume, Ma­
Macqtl4fl. La: forluna <le las Ro,,!.o, A.l.ianu, Madrid, 1981), 1982),
r:',
40 NO ESTÁ EN LOS GENES I
POLÍTICA DEL DETERMINISMO BIOLÓGICO 41

~
'1:

:
g;6, junto al darvin ismo soci al, del miedo obsesivo al deterioro del
<<3 tock naciona!>, debido a la excesiva reproducción de las clases tra­
bajadoras . A finales del siglo XIX y principios del xx, Francis Galton
II la clase obrera en colegios inferiores desde los cuales virtualmente
na había acCeso a las universidades.
En los Estados Unidos, la preocupación de los eugenetist.s se
~
y ~u protegido KarI Pearson inici aron en Gran Bretaña el movi~ ceNa .lirumadoramente a las diferencias raciales. Es, cierto que e!
~~ miento eugenésico, que durante las tres primeras décadas del pre.
~
propio darvinismo social era empleado aquí como legitimador del.

I
sen te siglo promovió enérgicamente una educación selectiva . Confor­
me a su creencia de que las diferencias de habilidad podían ser
cuantificadas y diferenciadas, desa rrollaron una multitud de técnicas
estadísticas multifactoriales que constituyen las piedras angulares del
i
Il
~
capit:ilismo desenfrenado incluso más ampliamente que en Gran Bre­
taña . El ideólogo de! darvinismo social, Herbert Spencer, tuVO mucha
. más influencia en los Estados Unidos, y quizá nadie haya captado

con mayor claridad el espíritu del darvinismo social que John D.

f
campo de investigación genética conocido desde tiempos de Pearson ~
Rockefeller, quien, en una ceoa de negocios, afirmó: «El crecimiento

I,
,
como biometría."
Es importante comprender que en determinados momentos de
la historia de la eugenesia en Gran Bretaña y Estados Unidos los
'j
II
de un gran negocio consiste simplemente en la supervivencia del más
aptO". Ésta no es una tendencia perversa en los negocios: Es senci­
Uamente el desarrollo de una ·ley de la naturalez.,) .l. Sin embargo, al
expandirse 'Norteamérica con . su nueva gran población inmigrante,
movimientos progresistas se hi n adherido al determinismo biológico.
Los socialistas fabianos de principios del siglo xx en Gran Bretaña,
entre los que se hallaron figuras como G. B. Shaw y los W ebbs, eran
I~ fue la dimensión racial la que resultó crucial para los ideólogos del

darvinismo social y de la eugenesia, entre los que se in~lu¡a \lna

generación de psicólogos que iban a influir profundamente en el

i::

también imperialistas sociales que creían en la superioridad blanca i


y en el destino manifiesto de la «raza» británica de abarcar todo camino que las ciencias de la conducta tomarían de 1920 en ade·
el globo. bnte, con su convicción 'reduccionÍsta de que las cuestiones más im­
Desde el momento en que los británicos estuvieron seguros de
que jugaban con la biología a su favor y de que los anglosajones
mostra ban una superioridad genética sobre todas las demás «razas"
f
i
portantes a resolver por la psicología se referían a 'los orígenes de las
diferencias de comportaffiiento de los individuos y los grupos .
En 1924, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley de

el principal interés fuera de los círculos socialistas fue la biología de
la cla.« social. En las manos de Cyríl Burt -un alumno de Pearson-, "
~
~
rest ricción de la inmigración que dificultaba enormemente la futura

inmigración a los Estados Unidos por parte de los europeo, orient,I ..,

y del Sur. El testimonio ante el Congreso de los líderes del movi­


los instrumentos de cuantificación de las diferencios humanas me.
diante el test del Cl, y la convicción de Burt de que las diferencias
de cr eran ptofundamen te hereditarias (por no hablar de su propen·
1i miento norteamericano a favor de los tests mentales en el sentido de
que los eslavos, los judíos, los italianos y otros eran mentalmente
sión a inven tar la «(evidencia» para corroborar tales _¡>re tensiones; torpes y que su torpeza ·era raciai 0, por lo roeno~, constitucional, dio ·
I
véase el capítulo -5), se convirtieron en poderosas armas para rees­ • legitimidad cientifica a la ley que se -elaboró n Diez años más tarde,
truCturar el sistema educacional en función de intereses de clas~ i ,
específiCQs, como, por ejemplo, con la creación de un examen deno­ f 16. Citado por R. Hofstad;er, Social Darwinism in American Tbought,

mi'lado eleven.plus,lS. que ga rantizaba la segregación de los niños de f Braziller, Nueva York, 1959.

17. Para. la histo¡Ía del movimiento promotor de .los tests de inte1igl!od!l

1
I!n los EstRdos Unidos, véase, por I!jemplo, L. Kamin, The Science and Politics ~

14. P8.!a la historia d~ la$ rela~ioo~.s _ ent:e la genética, la eugenesia y la 01 IQ, Erlbaum, Potomac, Md., 1974 (hay traducci6n castellana : Citncia :'j poli~
lica d,1 cocienle inteltClunl, . .siglo XXI. C~nil!,,_ Madrid, .I983)¡ A. Chss~_ ·I~
eH;¡dfs tica, véase D. A: M!1cKenzie: SlalútiC$ in Brilain, 1865-1930, Edinburgh
Un i'leniry Press, Ed imburgo, 1981. Tht Ltgocy 01 M.llhur_ Unlvmlty 01 IUlno;' Pro", Urbana, 1980; D. ·P. Pi·
15. Examen e5 ta ral que debían realizar los alumnos al llegar a la edad ckens, Eugenic1 and Ihe ProgrenilJe.r, Vanderbilt Unlvl!fsity Press, Nashliille,
de 11 :tños parll acceder 3 b «5e::ondllry Schook o enseñama secunda.ria. 1968; J. M. BIUlll. Pf<udorc/ence <na M,nlal Abilil" Monthly R.,,¡,,,, p".".
Ven ra a ser como un examen de selectividad a nivel el ementaL (N. del l.) Nueva York, 1978; D. 1,. E,kberg, [ntelllg.nce .nd IV1ce, Pr,,!:c,., ~i \.c·.'
43
D:EL hETERMINl SMO
42 NO ESTÁ EN LOS GENES

ralezal>,2'2 Es cierto, nn­


el mismo argumento sirvió • las leyes raciab
que comeIl2lll'on con la de poner Jo que los de h
. ya que el «el ce,,},""
mente indeseables y que en Auschwitz. Las pretensi.one,
respetabilidad científica de los deterministas biológicos y los del ne~rO es el cerebro
meses';'" el vientre de la blanca» )' que ¡as suturas crane:Jes de )05
fueron fuertemente ddñ.das en las cámaras de gas de bebés negros se cerraban antes que las de los blancos, ::nodo que
la "Solución finah>. No obstante, Cuarenta años después de Burt y era ímposible mucho Q Jos niños negros porgue sus cerebros
treíota años después del inido la segunda guerra mundial (1939· no podían crecer allá de la Iimilada capacidad de se" cráneos.
1945), Arthur Jenseo tesudt6 los atg\lmentos hereditados, Realmente" consecuencias que nan surgí.

la preóéup.d6n británica por la con la obsesión !:lorteame­ do una y otra "ez atg:Jfficntos ¿l,pt"'rminlstas no son cri.terios

la raza. Acrualmente, el Frente Nacíonal y lo


con los ~,,'" "",,,,A4m("¡~ íllZP2r su
Droite lS fr,mcesa:, s()stiiener var «deoeZLan \.1;;;' ~'\w.' 7 > ~~_ní.lo in::ema;:-tmos

__ J

IDO son y que no que los biológicos lo mmo en el

'"
-,.". caso de E. cuando ético g~;:;¿:icamentc

y la xenofobia rorman parte preciso y, )0 tantC1, completamente 22 Los errores de la


constiwci6n genética humana, a la que se han ido incorporando exposición mundo que ofrecen los bIológicos pue~
durante millones de años evoluci6n. ¿en explicarse y comptenderse sin hacer á los usos políticos
Los determíníst'as biol6gicos han afumado históricamente que el que estoS errores han conllevf.:.do. Gran parte de lo que sigue en este
hecho de que sus doctnnas puedan tener una consecuencia polJtica libro es una explicación de eHOS errores. que no puede enten­
peJ:nil:io:sa es irrelevante a las cuestiones objetivas relativas derse sin a los políti(u~ es) sin em­
a la naturaleza. LouÍs de zoología en y el estos errores, por a mactC:Tv..ar tantO
import.ote en el como la rnnríenda en una época deter-
«tenemos derecho a las ctlestiome'S origirlad"s y por _
como cuestiones meramente dentíficas, po'óeroos cOJrn~>reJtld,,, la ":;¡;'H""V'~"""--" ­
y a pr<,;cindienc!o la polltica Q la de al reivindicar como cosas no reconocidas
opinié'n fue recogida en 1975 el también profesor y que Icemos, en fragmentos sus memorias (hasta
determiIlisit3 biológico quien nos asegura que «ni el bacc poco censuradas), acerca de la total y antípatia que
tervor rdi.gloso ni el politico dominar las leyes de la natu· sentía por los negros y que databa su primera visita a Notleamé·
ric;¡o Desde el primer momento ,en que posó los ojo, sobre ellos
,
«supo" que eran poCO mejores que los sÍllIlÍos.
York, 1979; Y K. M. GenettCJ and American Sodety. Jobns HOblcil'J~
GetI~:tCS», Scie¡¡ce,
Un;"",!ty Pro", Para el Reino Unido, véase N. 13. D.lvis, «$oclal Determinism and
ldrd of in 1982; B. Evans 1.049.
Mental Tesfing, 19&1; y tambjéti el docu­ citado en W, R Stanton, The I.imt>ardl.r SPOfS: Scierttifíc
mento de la UNESCO Std/amen! On CuyO principal autor fue PIesS¡
Attitudc.r Towards Race iti- /fJr.ct'ici1¡ oí

1950).
1%0, p, 106,

18. Véase R. Verrall, New VVJ1lllO de 1980, Par:¡ J. 22, Wilson, S0c1obiolo2Y, p. 575, P;ua otros intentos de derivar i3 ética
La Nouvelle Droiir;, Oswald, «J. p, Hebert» RdC'e de la biología) véase, por ejemplol V. R. Poner, Biocthic!, Prentlce~Hal1,
el intelligence, Copemic:, París. Eng!evlood Clifls, N, f., 1972, Y G. E. Pugh, Tbc Bi%gita/ O,igin o( Humpn
19, L, Agassiz¡ «The Dívcrsíty of Otlgin of the Human Racesf~, Christian VqlueJ¡ Bnsic Books, Nueva York, 1977;
examinfr, 49 (1&50), PP. U().14"
! '
'"
¡.
NO ESTÁ EN LOS GENES
f POLÍTICA DEL DETERMINISMO BIOLÓGICO 45
I il.
Los deterministas biológicos intentan actuar de ambos modos, ~

; ~I,
Para dar legitimidad a sus teorías, rechazan cualquier conexión COn
los acontecimientos pol!ticos, dando la impresión de que las teorías
! es un caso poco COmún por su referencia explicita a la antropología
y por su deliberada creación de novelas «experimentales».

¡
I

son el resultado de desarrollos internos de una ciencia independiente Lo característico de la ciencia, en oposici6n a la /ilosofía natural
de las relaciones sociales. Entonces se convierten en actores políticos, prerrevolucionaria, e,; que es una actividad de un grupo especial de
f escribiendo para periódicos y revistas populares, testimoniando ante expertos que se autovalidan: los cientilicos. La propia palabra «cien·

i
I
lo, cuerpos legislativos, apareciendo como ce!ebridades en televisión
Ji
para explicar las consecuencias políticas y sociales que deben despren_ ,Ji
tífico» no entró en e! idioma inglés hasta 1840. La invocación de 10
~ CÍl~ntífico» ',como legítimacÍón y de los científicos como las J:J:oridd "
de,; últimas es quintaesencialmente moderna. La objetivación de las

I de rse de su ciencia objetiva. Hacen pasar a sus personajes de lo cien­

¡
I
tíEca a 10 político, y viceversa, cuando la ocasión lo requiere, toman. relaciones sociales que comporta la ciencia es convertida en objetivi­
do su legitimidad de la ciencia y su relevancia de la política. Ellos dad, desinterés y falta de pasi6n por parte de los cientmcos (excepto
comprenden que, aunque no hay ningún vinculo lógico necesario en­
f su «pasión por la verdad» l. De,;de que la ciencia es la fuente de

¡ tro la verdad del determinismo y su papel político, su propia legiti­ ! legitimidad de la ideología, los cientíÓcos . se han convertido en los

I
midad como autoridades cientmeas depende de su aparición como
partes polfticas desinteresadas. En este sentido, los deterministas bio. r generadores de l. forma concreta en que ¿sta penetra en la concie:]·
cío pública. Desde que, en e! siglo xx, la ciencia de investigJ.:i6n. ce
lógicos son víctimas del gran mito de la Separación de la ciencia y las .~ oposición a la de desarrollo, se efectúa fundamentalmente en las
relaciones sociales que ellos y sus predecesores académicos han pero
petuado.
.! universidades y sus instituciones aliadas, las universidad es se han
! convertido en las principales instituciones para la creaci6n de! deter·
.
i
i
minismo biológico. Pero, por supuesto, las universidades no son
,610 centros de investigación. También preparan al personal que en­
señará en los colegios politécnicos, en las instituciones de educaci6n
, EL OAPEL DE LOS CIENTÍFICOS
i

:
superior sin programas de investígación y en los colegios de religio­
sos. Entrenan directamente a cierta proporción de profesores de 18,
II . Un rasgo importante del cleterminismo biológico como ideología
.;
escuelas primaria y secundaria, o bien al personal de los centros de
política es su pretensión de ser científico. A diferencia de la /ilosofía enseñanza de profesorado. Y entrenan directamente a los peldaños
superiores de la clase media. Los periódicos, las revistas y la televi­

I
política de Platón, por ejemplo, CUyas afirmaciones sobre la natura­
leza de la sociedad provienen de la aplicoción lógica de! sentido ca. sión ven en las universidades las fuentes del conocimie.nto especiali­
mún a ciertos a priori, e! determinismo biológico pretende ser la zado y de la «opinión bien informada». Así, las universidades funcio­
nan como creadoras, propagadoras y 'Iegitimadoras de la ideología
í
I
consecuencia de la investigaci6n científica moderna de la naturaleza
del determinismo biológico . Si ésta' es un arma en la lucha entre h$
mate rial de la especie humana. EStá en e! espíritu de la Enciclopedia
! c1e:s~s, entonces las universidadés son fábricas de armas y sus prote.·
de Diderot y d'Alembert, para quienes la racionalidad científica era
I ba~c
la de todo conocimiento . Como hemos señalado en el capítulo 1, ~ores de enseñanza e investigación son obreros ingenieros, diseñado~
i su amccedente más próximo dentro de la filosofía POlítica es H obbes, res y productores. En este libro analizaremos e! trabajo y citaremos
una y otra vez las conclusiones de nuestros cientilicos y catedráticos
no sólo a causa de-su adopción de! modelo ' Competitivo de la natu­
i
¡ raleza humana, sinó también pqrqye , Hobbes era un materi,lista fir. más eminentes, exitosos y respetado., Algut!as de las cosas que di­
'¡"

T
cen parecerán absurdas y otra. sumamente chocantes'. Pero es impor­
~ memente mecanieista que "deriv,ba su /ilosofí. política a partir de
t'nte comprender que el determinismo bIológico, incluso 'en S\1S fo,­
t asertos acerca de la notión atomicista de los individuos en sociedad.
j Incluso las manifestaciones literarias de! determinismo, Como las de mos más groseras y crueles, no es el producto do una b3ndú ,le c!,i­
Bados Y'de divulgadores comunes, sino el de algunos de Ivs miembros
I 201a, so inspiraron en los hallazgos de la ciencia, aunque el de 201a
más Importantes de la comunidad universitaria y dentilica. En 1940,
•j
I
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1 {2. 1 7
""!f ":;'
"Z ~ .0,-,
" •w .t:. .:::t' 1'/1.. EN LO$ GENES

,
!;; . l-'UJ..,lll\..o{1. ..., ... ~ ­

1
les a través de las que se da cursO y legitimidad a los in¿ivÍ,ko, )'
durante la campai1a de exterminio nazi, Konrad Lorenz, g:Jhrdo!iado • su trabajo. Otras veces se entiende por «ciencia» ei conju,, , ,o .)'0
,
con el premio Nobel, afirmaba en Alemania, en una revista cientí~
"

! ., métodos que utilizan los ' científicOs como medios para ¡¡lVes,.;.g'" la,
ón
nca dedícada al comportamiento animal, que: , relaciones entre las cosas existentes y los cánones de demo,; c,có
¡
aceptado'- como fuentes de credibilidad de las conclusiones de ""
La selección de la fuerza, del heroJsmo, de la utilidad social .. " debe •"" cientlJ1cos . Un tercer significado dado al término «ciencÍa» e, el ,~~
ser llevada a cabo por algunas instituciones sociales humanas si la
humanidad, a falta de factores selectivos, no quiere verse arruicada
•!i cuerpO de hechos, leyes, teorías y relaciones referidos a los [e"6I, ,e­
~
por l. degeneraci6n inducid. por la domesticaci6n. La ide. tacial ~ nos reales que las insútuciones sociales de la «ciencia» postulan (v,.''''
corno base del Estado ya ha ' avanzado mucho a este respecro. 2J • verdaderos, utilizando los métodos de la «(Ciencia».

Al afirmar esto, .610 estaba aplicandó el criterio del fundador de la


eugenesia, sir Frands Galtoo, quien sesenta años antes se sorprendía
,••
•g
Es sumamente importante para i1osotrO!:i distinguir e!l tt e b "-1" .
las instituciones sociales de la ciencia, utilizando los métodos (temí­
.6.C05, dicen sobre el mundo de los fenómenos y el mundo real de b$

de 'que «existe un sentimiento, en gran parte bastante irracional, cao­ ~ fenómenos en sí mismo. Precisamente porque esas instituc:ione:; ~';:. ­

tra lá extinción gradual de una raza infedon>,24 Lo que para Galron ciales , utilizando estOs métodos, han dicho tan a menudo cosas 6 __,,>
-era un' proceso gradual se aceler6 mucho, en manos de los e.6.cientes tas sobre el mundo, corremos el peligro de olvidar que a ve(t5 la~
amigos de Lorenz.- Como veremos, Galton y Lorenz no son ejemplos afirmaciones de quienes habiao. en nombre de la «ciencia» no ::Ük·-¡C.• ~
atípicos. '
, para¿Por
nada.qué, entonces, se les presta tanta arención? porque, en b
·•
t sociedad occidental contemporánea, a la ciencia como U1:::t! tUC:.iÓ
ü

EL DETERMINISMO BIOLÓGICO Y LA «CIENCIA FALSA» 1S se le ha conferido la autoridad que en una ¿poca correspondió ;J. l~\
Iglesia. Cuando la «dencia» habla --o, más bien, cuando ~us pOlL"·
Algunos críticos del determinismo biológico intentan descalificar­ voces (y generalmente son hombres) hablan en nome,. de h< cien
lo sencillamente como una ciencia falsa. Y"si la manipulaci6n 'de los
datos a fin de que concuerden con convicciones previamente esta­
••$ cia- no se admite réplica. La «ciencia» es el legitimador úhimo de
la ideología burguesa. Oponerse a la «ciencia») pteferir valores <1 b·: ~­
blecidas, la supresión deliberada de hechos conocidos, el uso de pro­
posiciones ilógicas simples y la creación de datos fraudulentos pro­
"i!
chos J es transgredir na sólo una ley humana, sino tambié11 una k}'

Queremos dei a! bien claro qué es lo que estamos sosteoieüj..: ~ ,i


" de la naturaleza.

cedentes de experimentos inexistentes son hechos universalmente ex­


~

cluidos de los límites de la ciencia reconocida, entonces ha habido


~ bre la cienda y sus afumaclones: no pretendemos que escablecer la
\ una gran can tidad de «ciencia falsa» en apoyo del determinismo bioló­
~ @osofía política O la posición social de: los exponentes d~ UI1,<i ,-<Er·
gico. Sin embargo, el problema es muchísimo más complicado. ~ rnaci6n cíendfica específica sea suficiente para eliminar o invalid:::tf ;,;3<.1
,: a.6.rmaclób~ Explicar sus orígenes no da cuenta de la preren.sión eH
I i
El término «ciencia» designa en ocasiones al cuerpo de ciemüicos
y al conjunto de instituciones sociales en que participan, a las revis­
tas, los libros, los laboratorios, las sociedades y academias profesiona­
!
~r·
i
si misma- (Esto es lo que los filósofos llaman dalacia genéÜUl t") Si
defendemos, en cambio, que hay dos cuestiones diferentes que de he:
contemplar cualquier descrípción o explicación de los acomeclLiu.. l.t ·
tos, fe nómenos y procesos que tienen lugar en el mundo qUé nos
23. K. Lorenz, «Durch Domestikatlon verursacbte Stoluncben aneigene:n
verha1:ens;., Zeil jür Angewandle Psychologie und Characterktmde, 59 (1940',
pp. 2..31.
t La primera cuestión se refiere a la lógica interna: ¿Es 1.. dcs(;~1.j­
rodea.
~¡ !3­
24. F. Galton, Inqu;ries inlo Human Fflcully and lts Deve!opment, Due·
ton, Nueva York, 1883'.

l ción exacta Y la explicación verdadera? Es dec ir, ¿corresponde


realidad de los fenómenos, de los acontecimientos Y de los ptt,jCl : .-.
2~. En inglés, bd science. (N. del 1,)

í
,
1
t,
i
~
I
POLtTICA DEL DETERMINISMU HlULU<iH.. U "'1-7

, II
<!el mundo real? ,. Es esta -~;a-~~ P:::u:t:'~::re
: la l6gica interna de l.' cación aceptados como adecuados, los paradigmas estruCi:llr:U):¡s y J

la ciencia la que la mayoría de los Jil6sofos de la ciencia occidentales criterios .para ponderar la evidencia son históricamente relati\los. ¡\:':

creen, ci afirman creer, que la ciencia debe responder. El modelo de


a'lance científico enseñado a la mayoría de los científicos, y en grao ¡¡
parte basado en los escritos de Jilósofos como Karl Popper y sus Iproceden de una contemplación abstracta del mundo oa tural, come

si los científicos fuesen ordenadores programables que ni hacen el

amor, ni comen, ni defecan, ni úenen enemigos ni expresan opiniones

I
acólitos, considera que la ciencia progresa siguiendo esta pauta abs­
políticas.'"
tracta, mediante una secuencia continua de elaboración de teorías y . . . Sólo desde esta perspectiva puede comprenderse que la tradición
demostraciones, de conjeturas y refutaciones. En la versión más ac­ ioternalista Y positivista acerca de la autonomía dd conocimiento
tual del modelo, la de Kuhn, estas conjeturas y refutaciones de la científico. es, en sí misma, parte de la objetivación general de las re·
citncia «normal» se ven convulsionadas en ocasiones por periodos de . ' laciones sociales que acompañó a la transición de la sociedad feudal
ci<:ncia «revolucionaria» en los que todo el sistema (<<paradigma») en ". a la sociedad capitalista moderna. Esta objetivación hace que el staNs
el que se enmarcan las conjeturas y refutaciones es sacudido, como. _ .
en un caleidoscopio que reubica los' mismos fragmeo tos·de datos en
patrones considerablemente nuevos, auoque se cree que todo el' pro. . '.
l'
y el papel de una persona, en la sociedad ,estén determinados. por las
. relaciones que ésta man¡.iene con los óbjetos,.mientras que el modo en
que los individuos se confrontan es considerado como el producto ac·
= de elaboración de teorías se desarrolla autónomamente, con in. cidental de estas relaciones. En parócular, los científicos son "is\:Os
dependencia del 'marco social en que se hace la ciencia." . como individuos que se enfrentan a una naturaleza externa y Ci )~ .!l '"
Pero la segunda cuestión --de igual importancia- que debe con. ... vaJ luchando con ella para extraerle sus secretos J más que como
templarse en las descripciones o las explicaciones se refiere a la IDa.
tm social en que la ciencia está inserta. La intuición sobre las teo- -i-.
'=­ gente con relaciones e'p.e.ciales entre sI, con el Estado, con sus patro·
nas y con los propietarios de la riqueza y la producci6n. De este
ri... del desarrollo científico esbozada por Marx y Engels en el si. i! modo, los científicos son definidos como aquellos que hacen ciencia,
¡ glo X!x, desarrollada por una generación de eruditos marxistas en -i' en vez de definir a la ciencia como aquello que los científicos hacen.
I,. los años treinta y ahora reaejada, refractada y plagiada por una mulo .! Pero los científicos han hecho algo más que simplemente participar en
titud de sociólogos, es que el desarrollo científico no acaece en el ti:
,,:
I
v.ado. Las preguntas iormuladas por científicos, los tipos de expli. '1 la objetivación general de la sociedad: han elevado esa objetivación "1
statu~ de un bien absoluto denominado .objetividad científica". Así
como la objetivación de la sociedad en general desencadenÓ las in·
i mensas fuerzas productivas del capitalismo, la objetividad científica '
,
l 26. Formular esta pregunta implica entrar en el campo de minas 610s6fico ..
que rodea al concepto de verdad y que e.squivar~o's ofreciendo una de1in..ici6n en particular fue un paso . más hacia la consecución del conocimiento
i esencialmente operativa que es apropiada, pOr 10 menos, para valorar los ~un. : real acerca del mundo. Tal objetividad, como todos sabemos, ha sido
ciad03 de verdad que tienen lugar eo. la ciencia. En esta definici6n, UD enun. responsable de un enorme incremento de la capacidad de manipular
ciado de verdad rderido a UIl acon~ecimiemo, un fen6 meno o un proceso en . ~
I el mundo ma.erial real debe ser: a) susceptible de verificación independiente '-¡'r
por paCle de obserndores djfere~tes; b} iD[ernamen~e ~oo.secuent: en sí mismoj .~.
el con.~r::cuente con otros enuna a¿os sobre acontecunlentos, fenomenos o pro- _,;.
­
el mundo con propósitos humanos. Pero el énfasis en la objetivida¿
ha enmascarado las verdaderas relaciones sociales de los cic¡"í5cos.
entre.s! y con el resto de la sociedad. Negando estas relacion"s, 10,;
\
cesos :cbcionados entre si, y d) capaz de generar predicciones verificables, ­ científicos se exponen a perder credibilidad y legitimidad cuando la
\ o hi¡y'ttesis, so bre' lo que ocurriría coo d aconu:cimienco, fenómeno o proceso
si el manipul:ldo ~n' detenninf.l~.as-· formas ¿ es decir, si operamos sobre él. ~
máscara cae "y se revela la realidad social. ,< ......

¡ 27. Para el deba ce" soore el Status de las teorías científicas, véase, por
¡ . 28. PUl la discusión sobre el to~''''Iº sod:¡l de la ciead. y del ·conocí..

< eje..:oplo: 1. L¡¡kaco, y A. Musgrave, eds., Criticism altli th~ Growth o/ K"ow- ~ '"
lIllenta cica,¡¡¡co, véa.se, po t cjClllplo, H. Rose y S. Rose, Th. Poli/ical Econ omy

! l~d&~, Cambridge University Press, C.unoridgc, 1970; L, Laudan, PrograJ and ':E'

¡
01 Se;,"". MacmiJW¡, Londres, 1976. Y ,,,,,,bión H. Rose y S. Ro... . ~d¡c21

[ Is Probl,ms, Upiversity cl C:ililomia Pres>, Beskdey, 1977; R. Bhaskar, SdCJ:lC'e and Iu Eo.e.mies» , en The SocialiU R.tgistu, ed. R, MU jbaud v i. s:·

A R!afis: Th~ory o/ KnofJ)l~dg~, Haxvester, Hassocks, Sussex, Inglaterra, 1978. vUlc (1979), pp. 317.33J. • "

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POLÍTICA DEL DETERMIi'IISMO BIOLÓGICO ji


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entonces, en separar simplemente la «ciencia falsa» de b. «ci e !J '~ ¡ <.t.


Así, en cualquier momento de la historia, las explicaciones cien·
~
tífica" consideradas aceptables tienen determinantes sociales y cum·
,
l' verdadera), aunque algO!, de' eso sea necesario cuando se pre:sent~' n
pltn funciones sociales. El progreso de la cienci. es el resultado de
g casOS de fraude, sino más' bien en pteguntarse cómo la metodología,

una tensión continu. entre la lógica interna de un método de adqui·


~
la conceptualizaci6n y la retórica de gran parte de una ciencia (<nor ·

sici6n de conocimientos que pretende corresponder .1 mundo mate·


;, mal» . pueden corresponder tan pobremente al mundo rtal de 1li5

ri.1 real y detentar la verd.d sobre él y la lógic. externa de estos

determinantes y fullciones sociales. Aquellos filósofos conservadores


t
¡.
relaciones objetivas que se . intenta desvelar. ¿Por qué m"lltj ~H 1('"

deterministas biológicos los conceptos de naturaleza y criar..z" co,,:,)

;t
que niegan estas últimas, y algunos sociólogos en boga que desear'.an causas diferentes, si la genética evolutiva den:.ostró h2Ce. ya mU'.:h .J

¡
~.

eliminar los primeros por coml>leto, no acaban de comprender el po· ~ tieropo que son inseparables? ¿POt qué aplican metodologías est,di. ·

der ~ 01 ¡Japel dé esta teruión, que constituye In dlnámica esencial de r titas en fo rmas que sus InventotéS han demostrudo qUe no sfJll vd, ·

Ufta cienéÍa cuyos tests fulldamentales son siempre dobles: tests de la ~ das? '¿Por qué llevan a cabo experimentos sin ningún tipo d" con ·

verdad y de la función social. t trol? ¿Por qué, en su lógica, toman las causas por efectos, las corre·
, De aquí se deduce que denominar ' «ciencia fals.» a la ciencia ~ laciones por causaciones y las cons tantes PQr variables?
'realizada por algunos de Jos cientlJicos más prestigiosos, mejor foro i Sin embargo, podría argumentarse, si el de termi...'1ismo biológic0
" no es «ciencia falsa», por lo menos es «ciencia atrasada»1 «ciencl <.:.
~¡;
mados, más reconocidos e invesúdos de mayor status en un campo
detenninado exige que erijamos un ideal de trabajo cientíEco cuyas acrítica) o «ciencia suave»; es ta última en oposición a la \\cien­
¡ cualidades se deriven, no de la práctica de la ciencia, sino de una ~
cia dura» de la física y de la biología molecular. Esto no es lo me jOi
¡ filosofía abstracta. Uno de los principales esfuerzos de un área de la •i que la ciencia puede ofrecer y puede confiarse en que, por medio de
investigación psicológica occidental durante más de cincuenta años ; la crítica y la educación continuas, sus prac ticantes serán cO(ld ucido~
ha sido dedicado a la creación de testS para medir una capacidad ~ hacia una postura más rigurosa. Nuevamen te hay algo de vcrd"d en
cognitiva que es considerada inherente a todo individuo. Gran f el argumento. Así corno algunas de las afirmaciones del determilll.m:.l
\ parto de la investigación genética humana se ha dirigido al estudio ~
• biológico han sido invalidadas mediante la revelación de la «cienc.ta
l • falsa» y de los fraudes y manipulaciones deliberados, así también
t de la transmisión genética de los rasgos temperamentales y mentales,
~
,
j
incluida su base cromosómica. La forma más reciente del determi·
nismo biol6gico, la sociobiología, ha sido legitimada como un campo ¡ muchas de las res tantes pueden ser y están siendo des<!utorizolda.;:;
mediante un acercamiento más riguroso al experimenro y a la lógica
de investigaci6n independiente con la creaci6n de docenas de plazas ";• de la deducción.
académicas para «sociobi610gos» y con 'la publicación de flamantes t Como veremos más detalladamente, los cánones de comprobacisD

I
F
periódicos dedicados a esta matetia. La ciencia que es ampliamente o incluso de duda razonable, tal como han sido aceptados en lo ; cné·
~
respaldada, que está sujeta .1 examen de los críticos de los perió­ ; tica del comportamiento hUI:l.no, en la sociobiología y en la biop.,i",,·
l'
:
dicos y de los comités de selección académica, y cuyos practicantes
son recompensados con títulos honoríEcos, con la dignidad de miem· •.. logía humana, son notqriamente menos rigurosos que aquellos que:
operan en campos estrechamente ligados a ellos. Muestras Ir.J.uúscuL "
bros Je la Royal Society y con las National Medals of Science, es,
en uno de los múltiples significados del término, simplemente
~cienci<l».
if experimentos sin control, análisis exquisitos de datos heterogéneos 'i
especulaciones carentes de apoyo en vez de medicíones son rU$i7'1:>
comunes de la litetatura del determinismo biológico. Por ej<!mplú, d
;',
1 Si entre los matemáticos que escriben en revistas prestigiosas estudio de la heredabilidad de la inteligencia hUI!lana es una tar'"
1 se afirmara que 1 + 1 = 3, eso sería por tanto lo que eUos Uaman
! espedfica de la genética biométrica. Sin embargo, los artku!.~;
\ <{matemáticas», y no «matemáticas falsas»; aunque, por supuesto)
ninguna persona sensata usaría tal regla para construir una casa. La
i
.~
publicados en las principales revis tas de genética humana y colldu'- '
rual , editados y citados por importantes especialistas en :~;:.\-'éti c..
dificultad para comprender el determinismo biológico no consiste, humana, cometen los errores más elementales en el diseño y .:.. ü d

\
\
¡
1- .
I
it
52 NO ESTÁ EN LOS GENES

análisis experimentales l errores que nunca serían tolerados en revis·


1:;;; tas como, por ejemplo, Agronomy Journal o Animal Science. Escri. ,.

~ bi, sobre los seres humanos concede UDa prerrogativa no asequible


al estudio del maíz ¡Quod licel Jovi non ¡icel bovi!
~
~
~ ~
¡¡, Pero nuestra crftica al determinismo biológico se .dirige a un plano
·ff
'n'
má~ fundamental : la «(ciencia fals a» y la «(ciencia suave» que carac· "~
¡~ terizan al eStudio de la conducta social humana son las ineludibles ~
~} consecuencias de lo que los deterministas consideran la s cuestiones f
~
f que deben ser resudtas. Los deterministas están comprometidos con
la opinión de que los individuos son ontológicamen te previos a la ¡
'3

sociedad y de que las características de los individuos son consecuen· ~


f¡ da de su biología. La evidencia de este compromiso prioritario es, ¡¡,
¡ ro.m.a veremos} notori,a. La interrogante, q~e se plantea a los "de ter-
IDllllStas --en la medIda en que haya habIdo una- es el grodo de
detetminación de diversos rasgos y cómo podrí~n ser manipulados
~
.~
~
estos rasgos por medlO de o a pesar de su b,ologla. Para un elevado iÍ

I
f
i:
~.
número de determiniStas biológicos, incluso la cuestión del grado
no ha estado en entredicho y su preocupación parece haber sido sim·
plemente la de generar evidencias para apoyar sus convicciones deter­
°
ministas. En cualquier caso 1 la «(ciencia suave» incluso la «ciencia
falsa;) se convierten) en últímo término, en un medio. Mediante un
"

~
proceso de <<suspensión "oiuntaria de la incredulidad», se produce ~

t eotre las partes interesadas un acuerdo tócito sobre el grado apro­
piado de criticismo y se crea un corpus de conocimiento cientíiico
que es validado y legitimado por sus creadores. No es suficiente, pues,
,
I
criticar el resultado. Primero debemos buscar la fuente de la ideolo­
gía que reflejan estos resultados, una ideología que) como veremos
I en el siguiente capitulo, se convirtió en uo aspec to fundamental de la
!¡ sociedad bUIguesa tal como surgió del feudalismo europeo en el
siglo xvrr y que desde entonces ha predominado. ,
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