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Los maestros siempre reclamaron que uno u otro niño en toda la clase
había estudiado bien y los demás un poco o nada. Era difícil enseñar y
hacer que todos estuviesen involucrados; sin embargo, cuando enseñamos
primero la lección en la iglesia, todos los niños están en el mismo nivel;
nadie estudio aún el tema. Al enseñar la lección, los niños pueden ser
incentivados a estudiar más durante la semana y a contar lo que
aprendieron a sus familiares.
Los niños son desafiados a orar y a estudiar la Biblia por sí mismos como
una forma de estar más cerca de Jesús – que es el propósito de estudiar la
Biblia. Se debe continuar preguntando cuántas veces ellos estudiaron y
registrar las respuestas, no con el objetivo de recompensarlos, sino de
evaluar el progreso que están haciendo. Después de un tiempo ellos
pasarán a estudiar solos. Incentívelos a ampliar su tiempo de estudio.
Los adultos son modelos para los niños. Cuando los maestros comprenden
los beneficios del nuevo método y currículo, ellos tendrán un punto de vista
positivo.
** ¿Cómo esta historia muestra el amor salvador de Dios por mí? (Gracia).
** ¿Qué me enseña esta historia con relación a mi respuesta a Dios?
(Adoración).
** ¿Qué me dice este pasaje en cuanto a mi relación con los otros?
(Comunidad).
** ¿Cómo esta lección me ayuda para transmitir este mensaje a otras
personas? (Servicio).
La iglesia no posee un reglamento que diga qué currículo debe ser usado.
Sin embargo, la mayoría de los miembros de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día, desea que sus hijos estudien los materiales que presentan las
creencias adventistas – que fueron preparados por la Asociación General
para ser usados en todo el mundo. Las lecciones Eslabones de la Gracia
son revisadas en cuanto a la seriedad teológica por el Biblical Research
Institute y por las comisiones de lectura.
La iglesia que sustituye esas lecciones por otros materiales asume una
tremenda responsabilidad. No hay otro currículo Adventista del Séptimo Día
aprobado por la iglesia. Puede haber lecciones circulando que se dicen
adventistas u otros materiales que afirman haber sido preparados para ser
utilizados junto con Eslabones de la Gracia; sin embargo, hay solamente un
currículo Adventista del Séptimo Día – Eslabones de la Gracia – el cual
hemos trabajado y entrenado maestros para enseñar con eficiencia.
5. ¿Qué quiere decir el auxiliar del maestro cuando dice sobre los
cuatro tipos diferentes de estilo de aprendizaje?
Estilo 1 - ¿Por qué debo aprender eso? (Los niños hacen actividades de
rapidez que los preparan para el tema y muestran por qué necesitan de ese
conocimiento).
Sin duda esperamos que sí. El Informativo Misionero Mundial para los niños
trae historias de las divisiones mundiales para donde se destinan las
ofrendas. Usted notará que las historias misioneras se pueden contar con el
mismo enfoque de la lección.
Toda iglesia debe sentirse capacitada para dividir los niños de acuerdo con
las necesidades locales. Por ejemplo, si hay solamente algunos bebés en
Cuna y muchos niños de 5 años, en la sala de Infantes, usted puede dejar a
los niños con 3 años en Cuna. (Anexo: Combinación de Divisiones.
Las iglesias pequeñas podrán necesitar que los alumnos de Jardín de
Infantes y de Cuna estén en una misma sala. Ellos pueden usar los
programas de Infantes en la Escuela Sabática. En el currículo Eslabones de
la Gracia la lección de Cuna, cada mes, es una historia semanal de
Infantes.
La mayoría de los niños de seis años está lista para el desafío de iniciar en
los primarios, y no pertenecer más a Infantes. Las lecciones de Infantes de
Eslabones de la Gracia se destinan a niños de 3 a 5 años. Las iglesias
pequeñas que tienen solamente algunos intermediarios pueden solicitarles
para ayudar a enseñar la lección de los niños menores – y proveer un
programa especial para ellos el sábado por la tarde y viernes por la noche.
Las lecciones de Cuna se destinan a los niños con menos de dos años.
Enfrentemos los hechos – esos pequeños no permanecen sentados por
mucho tiempo para recibir todos los hechos. No ofrezcamos más
información de lo que ellos pueden absorber. (Los padres de un niño que es
más avanzado puede proveer la lección de Infantes en caso los niños estén
listos para más información).
Durante el nacimiento hasta los dos años de edad, el niño está luchando
con asuntos de desarrollo de confianza. Sus ideas sobre Dios están
íntimamente asociadas a su unión con los padres. Este es el motivo porque
usted verá mensajes como “Dios hizo cosas lindas porque me ama”, o
“Agradezco a Dios por cuida de mí”, o “Las personas en la familia se aman
unas a las otras”. Los niños de cuna necesitan primero y sobre todo
aprende a amar y a confiar en Dios.
Deseamos para nuestros hijos la paz que viene de crecer en una atmósfera
espiritual establecida, saturada y caracterizada por la gracia.
¿QUÉ HACER?
Creemos que la gracia es el poder por tras de las “buenas obras que los
cristianos hacen”, aunque no creamos que “las buenas obras por ellos
practicadas”conquisten la salvación.
¿QUÉ HACER?
En las historias y lecciones para los niños, no debemos separar las partes
espirituales de nuestra vida de lo restante de lo que hacemos. Todas las
actividades de los niños deben estar abiertas al liderazgo de Dios.
Este es también el motivo principal porque insistimos en la versión
contemporánea de la Biblia. Los niños necesitan oír la Palabra de Dios en el
lenguaje del cotidiano y saber que pueden conversar con Dios como lo
hacen con un amigo.
Esto significa estimular a los niños a explorar su propia fe; proveer desafíos
creativos y que provoquen el pensamiento con miras al crecimiento
espiritual. Deberíamos también enseñar a nuestros niños a cómo dar apoyo
a su comunidad de fe por medio de sus oraciones, apoyo financiero y
participación.
¿QUÉ HACER?
Las lecciones e historias para los niños necesitan ayudar a crear un clima
positivo de desarrollo de la fe. Por medio de palabras e ilustraciones,
deseamos involucrar activamente a nuestros niños en sus congregaciones.
¿QUÉ HACER?