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ARCHIVOS DE ECONOMÍA

Notas de historia de pensamiento económico para no


economistas

Hermes Fernando MARTINEZ

Documento 462
Dirección de Estudios Económicos
22 de junio de 2017

La serie ARCHIVOS DE ECONOMÍA es un medio de divulgación de la Dirección de Estudios Económicos, no es un órgano


oficial del Departamento Nacional de Planeación. Sus documentos son de carácter provisional, de responsabilidad exclusiva
de sus autores y sus contenidos no comprometen a la institución.

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Notas de historia de pensamiento económico para no
economistas
Hermes Fernando MARTINEZ1
Correo: findese@findese.org

Resumen:

La historia del pensamiento económico es moneda corriente en los programas de


economía.

Este documento tiene como objetivo hacer una presentación muy breve, y resumida, de los
principales aportes teóricos de la economía, a partir del último cuarto del siglo XIX, con el
fin último de motivar al alumno o al lector occasional, en la iniciación del estudio de temas
del Pensamiento económico.

Palabras clave: Historia del pensamiento económico, enseñanza

Códigos JEL: A20, A22 y B30

Abstract:
The History of Economic Thought is a common in Economics Programs,

This paper aims to make a very brief, brief presentation of the main theoretical contributions
of the economy from the last quarter of the nineteenth century, with the ultimate goal to
motivate the student or the occasional reader in the initiation of the study of subjects of the
Economic Thought.

Key words: History of economic thought, teaching

JEL Code: A20, A22 y B30

1
Se agradece la colaboración de Carlos BARBOSA, correo: carlosjavierbarbosa@yahoo.com.

1
1. Introducción

La definición de lo que es la economía presenta múltiples acepciones; por ejemplo, algunas


veces alude a la comprensión del origen de la riqueza (Smith, 1776), en otras el término se
relaciona con la explicación de la distribución de la riqueza entre las distintas clases sociales
(Ricardo, 1817), otras con el estudio de las relaciones sociales de producción, (Marx, 1867),
algunas con las leyes del disfrute humano –i.e., la construcción de la correcta teoría del
consumo- (Jevons, 1871), etcetera . Al respecto, se puede considerar que cualquier alumno
inscrito en un programa de economía o en programas afines que pretenda hallar una
definición precisa acerca de qué es la economía, por caso, verá frustradas sus expectativas.
Hechos como este se verifican a menudo no sólo con las definiciones, conceptos, sino
también con temas metodológicos y asuntos relacionados en materia de política económica,
entre otros. Como resultado, en un gran número de casos el alumno o el no iniciado termina
con la sensación de no tener nada claro, de quedar confundido o, lo que es peor, quedar
disuadido del estudio (de tal suerte que se trunca un eventual interés por la disciplina, por
lo cual la experiencia educativa del alumno se reduce en la práctica al cumplimiento de los
requerimientos mínimos para lograr la acreditación del caso).

Todavía más. En su proceso formativo el educando frecuentemente se ve constreñido a


seguir o consultar determinados textos de referencia, primordialmente los que abordan la
temática disciplinar (micro y macroeconomía), en particular los que siguen el esquema
teórico y metodológico predominante. Ahora bien, si lo que se persigue con la vinculación
a un programa de economía o afines es una adecuada formación, la cuestión con la
situación recién descrita es que los contenidos hallados en los textos de estudio deben ser
examinados más allá del abordaje de la simple presentación y formulación que está
planteada en los manuales, ejercicio que se debe hacer máxime si lo que se persigue es el
logro de los objetivos planteados en dichos textos. Es decir, no basta con que los alumnos
estudien y “se aprendan las definiciones”, que “reciten” las metodologías, o que resuelvan
los problemas y los confronten con los correspondientes solucionarios, sino que los
conceptos, métodos y aplicaciones sean contextualizadas y sopesadas, ello con el fin de
que se adquiera una estructuración satisfactoria de la adquisición del conocimiento en
economía.

Por las anteriores razones (vale decir, el sentimiento de vacíos conceptuales y


metodológicos además de la necesidad de aprovechamiento efectivo de los textos
seguidos), se considera que la educación adecuada del estudiante en historia del
pensamiento económico constituye un elemento importante para salvar estas dos
cuestiones. Se subraya el adjetivo adecuada toda vez que el llamado Pensamiento
económico (entendido como la historia de la teoría económica) es cimentador y apuntalador
en dos direcciones. Una general, por cuanto se considera que el estudiante es ayudado a
comprender y a concienciarse de que la estructuración de la teoría económica es un
proceso continuo, que presenta avances y uno que otro retroceso, pero nunca una práctica
terminada o definitiva que necesariamente lo lleve a asumir actitudes dogmáticas,
intolerantes e ingenuas. En cierto sentido, es una práctica dialéctica, lógica o introspectiva,
por poner un ejemplo inmediato. También, en una dirección particular, por cuanto la
formación en historia del pensamiento económico es enriquecedor en vista de que la
temática que se aborda en los libros de texto y que se presenta y, en no pocos casos, se
asimila inconscientemente como “verdad acabada”, no está desligada de este tipo de
historia, y como tal cuenta con un contexto histórico (institucional, epistemológico y/o
ideológico) que pretende resolver unos problemas que, a su vez, se resuelven de una forma

2
determinada (por ejemplo, acudiendo a la doctrina del precio justo –caso de algunos
planteamientos escolásticos- o del interés propio –caso del comportamiento de los agentes
económicos de Adam Smith).

En vista de todo lo anterior, y por considerar que una implicación poco entusiasta del
estudiante en el tema de la historia del pensamiento económico es moneda corriente en los
programas de economía, este documento tiene como objetivo hacer una presentación muy
breve, resumida, de los principales aportes teóricos de la economía a partir del último cuarto
del siglo XIX, con el fin último de motivar al alumno o al lector ocasional en la iniciación del
estudio de temas del Pensamiento económico.

La propuesta de lectura que aquí se presenta se basa en dos presupuestos, a saber. Uno
primero que parte de la consideración de que el estudio de la historia del pensamiento
económico no debería considerarse un ejercicio “ladrilludo” o soporífero, si bien en algunos
casos obligatorio, sino una actividad de suyo interesante. Uno segundo que parte de la
convicción de que la lectura de temas complejos -como la historia del pensamiento
económico- requiere un tratamiento paulatino, un acercamiento gradual al tema; que por
ser un ejercicio constructivo en el sentido de que el entendimiento e interés en el tema se
va logrando progresivamente, esto es, de que no se logra de “un solo golpe”, las primeras
experiencias con la materia no tienen porqué antojarse como intimidatorias o disuasivas
sino todo lo contrario, deberían concitar el interés mediato o inmediato sobre el tema.

En razón a este último hecho, se cree que unas lecturas presentadas de forma sencilla,
más lúdicas que exigentes (si se quiere, un divertimento), plausiblemente atraen la atención
e interés del lector, tanto del alumno principiante como del lego. Dada su naturaleza
informativa (contenido, variedad, simplicidad y superficialidad) se busca que el lector no
tenga que dedicar más de diez (10) minutos por tema2. En consonancia con lo anterior, y
con el fin de que el lector no esté condicionado a tener un conocimiento previo, y por lo
tanto tenga una camisa de fuerza para leer cualquier tema, se ha procurado que las lecturas
se puedan hacer sin importar el orden; es decir, que las lecturas se puedan hacer de “forma
modular” (i.e., el lector puede empezar por donde quiera). Así, con esta propuesta de
lecturas se espera estimular y motivar a las personas neófitas en el tema, a que se acerquen
al Pensamiento económico con el mínimo posible de prejuicios, y vean que además de
interesante, el abordaje de la temática es más fácil y entretenido de lo que habitualmente
se cree.

Por último, pero no menos importante, se considera importante señalar que los quince (15)
temas de lectura que a continuación se presentan son el producto de unas notas de clase
que el autor estructuró para la clase Pensamiento Económico II, impartida en la Universidad
la Gran Colombia (Sede Bogotá D.C.), con el objetivo de apoyar pedagógicamente a los
alumnos con el fin de facilitar su comprensión amén de constituirse un elemento de
motivación para el estudio acerca de las doctrinas económicas.

Por ser una presentación de estructura modular (que se hace por capítulos sin que
cualquiera de ellos sea pre-requisito para la lectura de cualquiera de los restantes), no se
indica una estructura u orden predeterminado. Así las cosas, se manifiesta que el lector
puede empezar por cualquier tema. De esta forma se espera contribuir a fomentar el interés
por la lectura y la formación en economía.

2
De hecho, se considera que por su duración y sencillez cualquier tema de los aquí propuestos se puede leer
en cualquier momento y en cualquier lugar; de ahí el subtitulo de este documento: sala de espera.

3
2. Exposición sobre la mano invisible de Adam SMITH

Parafraseando a Adam SMITH, no es a la benevolencia del panadero ni a la generosidad


del carnicero a las que les debemos el pan y carne de nuestra mesa, sino a su interés
personal. Al respecto, la nota de clase que a continuación se presenta tiene como objetivo
mostrar cómo Adam SMITH consideraba que los intereses individuales, y/o egoístas,
pueden armonizar perfectamente con el interés colectivo, es decir, de qué manera pueden
conducir al bienestar de la sociedad. En realidad, este tema nos lleva a una reflexión de un
asunto que se mantiene vigente en términos de política económica, materializado en la
intervención estatal en los asuntos económicos3. Al respecto, considérese el caso de la
intervención del Estado en la economía, tal cual se evidenció en economías como la extinta
Unión de Republicas Socialistas Soviéticas, y se experimenta hoy en algunas economías
donde “el verdadero ‘pan’ de cada día es la fila para acceder a los -bienes y servicios
básicos”, acceso que ciertamente no está 100% asegurado.

Armonía de los intereses individuales con el interés social:


antecedentes

Antes que nada conviene señalar, que durante los siglos XVII y XVIII la doctrina del Deísmo
era bien conocida en la Gran Bretaña así como en algunas partes de Europa continental, y
en el embrionario Estados Unidos de Norteamérica. Grosso modo, esta doctrina mantiene
la creencia (racional) de que Dios creó el universo con unas leyes propias y luego se
desentendió; esto es, ya no volvió a interferir más en él. Es decir, en aquella época se creía
racionalmente en Dios, en contraste con lo verificado anteriormente que se creía con fe
ciega en la Divina Providencia. El punto aquí es que el orden con el que Dios creó al mundo
era un orden racional, por lo cual dicho arreglo era susceptible de ser entendido por el
hombre: el conocimiento acerca del mundo es posible. En cualquier caso, se subraya, la
idea del orden natural va a jugar un papel central, neural, en la construcción del
conocimiento como también, en particular, en la concepción de la economía; i.e., “sí la
economía no tiene o lleva un orden implícito, no podemos entenderla”. Por extensión,
también se consideraba que las relaciones humanas se regulaban por leyes mecánicas,
objetivas4.

3
En su Riqueza de las naciones, la doctrina de Adam SMITH versa sobre la justificación de la armonía social,
de la viabilidad de una sociedad donde “todo el mundo se rige de forma descentralizada, en atención a sus
propios intereses”, todo lo cual supondría a priori un caos y, por ende, la inviabilidad de una sociedad libre y
egoísta, descentralizada. Al respecto, y como adelanto, se señala que los dos insumos principales de la doctrina
de “Armonía Social” de Smith fueron: 1) el egoísmo cómo móvil principal de la actividad humana, y 2) la
competencia, cómo elemento regulador de las eventuales acciones que practiquen los individuos
(evidentemente egoístas). La exposición acerca de la armonía social la realiza en su obra cumbre La riqueza
de las naciones.
4 Se destaca que en la Europa moderna, esto es, la que va desde el Renacimiento hasta la Revolución Francesa,

el problema central era entender las cosas sin necesidad de acudir a cuestiones metafísicas, por fe, o por creer
que Dios se nos manifiesta mediante la Revelación, tal cual ocurrió con los escolásticos en la Edad Media, sino
tener un fundamento racional del mundo. Obsérvese que en la Edad Media el conocimiento era por consenso,

4
Entonces, la cuestión era cómo conciliar el asunto del egoísmo y la evidencia de que la
convivencia es posible en sociedad, en comunidad. A la sazón existían varias explicaciones.
Una según la cual para que los individuos puedan vivir en comunidad es necesario que
cada uno de ellos se someta a una autoridad, es decir, que cada uno de los mismos ceda
autonomía y fuerza a una instancia superior (a un Leviatán), que en este caso resultaba
ser, ni más ni menos, el Estado Absoluto (explicación dada por MAQUIAVELO 5 y T.
HOBBES).

Para no alargar más el tema, se indica que la otra explicación acerca de la convivencia
armónica entre individuos egoístas, era la ofrecida por los filósofos de los “Sentimientos
Morales” (ingleses y escoceses) del siglo XVIII que aducían que el individuo no es “todo
egoísmo” sino que en él también mora la benevolencia; esto es, los sujetos también tienen
sentimientos morales6. Se aclara: esta fue la concepción que recibió Smith de su maestro
F. Hutcheson7. Sin embargo, a este respecto SMITH ofrece una innovación al considerar
que no es necesario incluir el supuesto de la benevolencia sino, más bien, explicar
lógicamente cómo es qué los individuos actuando bajo interés propio, pueden llegar a tener
una convivencia pacífica, armoniosa. Al respecto, Smith se enfrasca en lo que los
economistas han llegado a llamar el “teorema de la mano invisible” el cual señala que los
individuos sirven el interés general (sin proponérselo) precisamente porque actúan de forma
egoísta8. Obsérvese que en este caso, SMITH señala que no es necesario tener a Dios, ni
al Estado (tampoco a la benevolencia de los “piadosos humanos”) como explicación de la
coexistencia del egoísmo individual con la convivencia armónica9. Otra observación bien
relevante que se hace es que el modelo científico que Smith tiene en mente es un modelo
mecánico (en el cual el mismo SMITH estudia a los individuos como si cada uno fuera un
átomo).

La Mano invisible de Adam Smith

Palabras más, palabras menos, la “mano invisible” es un mecanismo que opera en el


mercado competitivo, descentralizado, que lleva a que las tasas de ganancia se igualen
dentro de las industrias y entre industrias, todo lo cual implica asignaciones óptimas de
trabajo y capital. (¡Se alcanza el equilibrio de mercado!). El proceso de ajuste consiste en
que, en un escenario de competencia perfecta, libre movilidad de factores, y perfecta
información, el mecanismo por el cual el mercado llega al equilibrio es el mecanismo de

por autoridad y fe, no por confrontación de nuestras exposiciones contra lo que vemos o percibimos en la
naturaleza o en la “realidad”, tal cual lo viene a proponer Francis Bacón –en los albores del siglo XVII- a la luz
de lo que atestiguó en el caso de Copérnico y Galileo Galilei (por citar un ejemplo de amplio dominio público).
5 El gran aporte de Nicolás MAQUIAVELO fue escribir sobre lo que los hombres hacen y no sobre lo que

deberían hacer; es decir, MAQUIAVELO aborda el estudio de los asuntos humanos (i.e., la Ciencias Sociales)
desde una perspectiva positivista por contraposición a un enfoque normativo (tal como lo hiciera Platón y los
posteriores tratadistas acerca de la “gestión” de una Republica ideal).
6 Nótese que antes de SMITH las explicaciones de convivencia pacífica acudían a una tercera instancia, a algo

exógeno. Más aún, los filósofos de los sentimientos morales acuden al supuesto de que los individuos tienen
algo de piadosos. En estos términos no logran explicar de forma endógena cómo es posible la convivencia entre
egoístas, explicación que SMITH logró concretar.
7 Al respecto, se señala que Adam SMITH fue profesor de Filosofía Moral en la Universidad de Glasgow, y que

escribió una obra específica sobre el tema llamada Teoría de los sentimientos morales”.
8 Recíprocamente: “si no actuaran de forma egoísta, no se podría alcanzar el bien general”.
9 Con todo, SMITH reconoce la función del Estado en la provisión de bienes públicos tales como la defensa y la

administración de justicia, entre otros.

5
precios 10 : los precios constituyen la guía y “brújula” que permiten saber si lo que se
produce/hace es, en primera instancia, lo que se debe producir/hacer y, en segunda, si las
cantidades son pocas o muchas. La norma es que los oferentes al percibir una subida de
precio en un mercado determinado, ofrecen más, mientras que los demandantes al advertir
un incremento reducen su demanda. La idea subyacente es que si se paga más se hace
más, si se paga menos se ofrece menos11. Correlativamente, si se cobra mucho se compra
poco; si se cobra poco se compra más (bien porque aprovechemos la ganga o porque nos
libere recursos para comprar otros bienes)12.

Ahora, como los empresarios pueden movilizar recursos (por ejemplo) de una industria
donde la ganancia está “floja” por una donde hay ganancias extraordinarias, entonces dicho
proceso lleva a que las tasas de ganancia en las industrias tiendan a igualarse. Claro las
perturbaciones pueden estar a la orden del día, pero el caso es que las ganancias tienden
a igualarse, a estabilizarse.

En suma, al considerar una economía de competencia perfecta, información perfecta, libre


movilidad de capitales, las tasas de beneficio tienden a igualarse cuando haya cualquier
perturbación en el sistema (obsérvese que no sólo se tiende o se alcanza el equilibrio sino
que éste tiende o alcanza la estabilidad). En este caso, se llega a la asignación óptima de
trabajo y capital: la sociedad no puede pedir más. “Todos felices”; lo contrario sería “ir contra
natura”. Cualquier interferencia arruina el resultado.

El hecho de que los individuos sean tomadores de precios, es decir que no puedan influir
en el precio, y de que actúen por voluntad propia, (ah, y claro está, de que los precios sean
flexibles), lleva a la asignación optima de recursos. Así, si un comerciante o empresario
está cobrando muy caro en relación con el resto ¿por qué comprarle? Mejor ir a otra tienda
o almacén. Correlativamente, el tendero o productor saben bien que si cobran por encima
de “lo debido” se arriesgan a perder clientela mientras actúen de tal modo: la competencia
como elemento regulatorio del comportamiento egoísta.

A la luz de lo anterior, bajo los supuestos de perfecta movilidad de capitales, flexibilidad de


precios, perfecta información, la competencia mediante el mecanismo de la mano invisible
maximiza el bienestar 13 . Se reitera, ésto se puede lograr (el equilibrio) mediante la
competencia perfecta, esto es, mediante la posibilidad que el individuo egoísta (que actúa
en procura de su propio bienestar) tiene de participar libremente en el mercado, en el cuál
(el mismo individuo) puede tener o tiene acceso a perfecta información. Así las cosas, los
intereses personales se armonizan con los intereses de la sociedad; de forma equivalente,
la suma de cada una de las acciones individuales ayuda a determinar los precios, pero las

10 Dentro de varios de los supuestos que SMITH manejó en la elaboración de su formulación teórica, tuvo como
presupuesto cardinal la perfecta movilidad de los factores y la perfecta información, todo lo cual viabiliza la
práctica de la competencia perfecta.
11 Obsérvese que esta es una relación positiva. Por ello es que la pendiente de la curva de oferta normalmente

es positiva. En el caso de la demanda, la curva de demanda tiene una pendiente negativa. Este tipo de casos
se verifica con la mayoría de bienes y servicios –etiquetados consuetudinariamente como normales por
contraposición a otros llamados inferiores-. En el caso de algunos bienes tales como los diamantes y otros que
pretenden usarse como señal de pertenencia a un grupo social exclusivo (tal como ocurre con los ansiosos
advenedizos o “nuevos ricos”), la demanda de dichos bienes decrece al disminuir el precio, es decir, la pendiente
de demanda de éstos es positiva.
12 Cfr. nota inmediatamente anterior relacionada con los bienes que indican estatus exclusivo, tales como la

tenencia y exhibición de diamantes.


13 En las notas referentes a la Escuela Marginalista se mostrará que existen otros mecanismos teóricos

mediante los cuales el sistema económico alcanza el equilibrio. Uno de estos se denomina el método del tanteo,
propuesto por León Walras.

6
acciones económicas de cada individuo está gobernada por los precios (y, de nuevo, los
precios a su vez están gobernados por la suma de todas las reacciones individuales).

De esta manera, el resultado social es independiente de las buenas voluntades e


intenciones. Recuérdese que existía (y todavía pervive) un prejuicio acerca de que la acción
individual motivada por la ganancia privada conducía, era (y es) un comportamiento
antisocial 14 . Esta competencia atomicista descentralizada resulta funcional al bienestar
social. Así, en un sistema de precios descentralizado, flexible, la dinámica se puede ayudar
a explicar mediante el recurso de la “mano invisible”. Igualmente, permite explicar la
convivencia entre individuos egoístas que toman decisiones autónomamente.

3. El Historicismo

La denominada escuela histórica surge como reacción a las pretensiones de la denominada


Escuela Clásica del valor trabajo (encarnada en las perspectivas de A. SMITH y D.
RICARDO) según la cual es posible descubrir leyes económicas naturales validas para todo
tiempo y lugar (i.e., leyes a-históricas)15. Es importante mencionar que los miembros de
esta perspectiva teórica consideraban que el funcionamiento de la economía respondía a
la existencia de un orden “natural” intrínseco a la manera como se encuentra un orden en
la física, y se puede descubrir mediante el descubrimiento de sus leyes. En esencia,
mediante el planteamiento de postulados universales, se pretenden expresar las leyes
económicas naturales halladas. En estos términos, los economistas de la escuela histórica
objetaban la posibilidad de establecer una teoría económica en términos abstractos basada
en supuestas leyes universales. Por dicho motivo, consideraban que era necesario estudiar
los hechos concretos de conformidad con cada contexto cultural, nacional.

Marco general

En realidad, la perspectiva planteada por los historicistas, descontados ciertos matices y


generalizaciones, hace parte del denominado método histórico en ciencias sociales. Ahora
bien, si se considera que el objetivo de las ciencias de la sociedad debe ser la predicción,
el programa o el método histórico del estudio de la sociedad adolecen de varias fallas bien
importantes. En primer lugar, no es posible hacer una descripción completa de la historia
de la sociedad (humana) toda vez que la lista de características que componen dicha
descripción es infinita, por lo cual no se puede saber el futuro de la humanidad. En segundo
lugar, tampoco es posible hacer futurología (predecir) pues se considera que la historia
humana es un evento particular (i.e., un proceso histórico único), esto es, con el
conocimiento del pasado no se puede conocer el futuro. En tercer lugar, aunque el estudio

14 De hecho, antes del siglo XVII una actividad como el comercio no era vista con “buenos ojos” habida cuenta
de que tenía como fin último acumular; era propia de sujetos avariciosos. La usura, por su parte, era considerada
una actividad de baja reputación, peor aún que la de los comerciantes.
15 De hecho, lo que estos pioneros de la teoría económica pretendían era construir una especie de “física social”

(para usar un término señalado por R. Heilbroner en su Vida y Doctrina de los Grandes Economistas). Al
respecto también debe tenerse en cuenta que los autodenominados economistas (los fisiócratas) también
pretendieron construir una teoría basada en leyes naturales, por fuera de la voluntad de los hombres, de ahí el
nombre fisiocracia (o “economistas que reconocen” el poder de la naturaleza), primera escuela en aplicar el
método científico al estudio de la economía, ello en contraposición de lo que habían hecho los que escribieron
los mercantilistas (i.e., dar guías o consejos concretos al Soberano sobre cómo conducir los asuntos de Estado
en materia económica).

7
de la historia puede revelar tendencias pero no leyes, no hay garantía de que dichas
tendencias continuaran. Finalmente, la acción o respuesta humana no puede ser predicha
con exactitud como tampoco el futuro.

Además de lo anterior, se evidencian inconsistencias comunes en la forma de estudio de


los fenómenos sociales, en particular los argumentos de los historicistas. Las
inconsistencias son: en primer lugar, los historicistas a menudo pretenden la transformación
(ajuste o preparación) del hombre para que encuadre en la sociedad futura o agilice, facilite,
la aparición de la nueva sociedad. En segundo lugar, los historicistas son mediocres a la
hora de imaginar las condiciones bajo las cuales ya no aplican las tendencias identificadas
(caso en el cual existan, si es que existen). En tercer lugar, además, si las generalizaciones
históricas pueden ser reducidas a un conjunto de leyes de amplia generalidad, la formación
predicciones de dichas generalizaciones implica la necesidad de especificar las condiciones
iniciales. El problema con este punto es que si las condiciones cambian o están cambiando
(esos puntos de partida), cualquier ley puede aplicar de forma diferente y las tendencias
pueden desaparecer. En ultimo termino, el historicismo tiende a confundir las
interpretaciones históricas con teorías, pues solo se puede examinar un aspecto limitado
del pasado (i.e. hacer una interpretación histórica), por lo cual es necesario valorar una
pluralidad de interpretaciones.

Marco particular

Además de oponerse al método de los economistas clásicos, el método planteado por la


escuela histórica en economía deja entrever que sus exponentes máximos tienen visiones
poco claras y definitivas del método. Por ej., SCHMOLLER al principio niega la existencia
de la sociedad con leyes económicas pero luego dice q la vida económica tiene sus leyes;
al respecto, expresaba dudas de que el método clásico pudiera descubrirlas. Igualmente,
la crítica contra el clasicismo va en contra de la creencia de que pudieran tener validez
universal las leyes establecidas por el mero desarrollo de las implicaciones contenidas en
unos pocos postulados. A este respecto indican que las leyes económicas aunque puedan
conocerse deben ser consideradas esencialmente relativas en el tiempo y el espacio. Otras
objeciones: los historicistas están en desacuerdo sobre premisas de los clásicos pues estos
últimos partían del supuesto de que el hombre es exclusivamente egoísta, a lo cual señalan
que el hombre es mucho más que eso pues los móviles de la conducta son numerosos y
complejos. Por creer en un orden natural, similar al de la física clásica, los economistas
clásicos tienen una concepción mecánica de la sociedad. En realidad el funcionamiento de
la sociedad es mucho más que un “relojito”. Por añadidura, los historicistas consideran que
la vida económica y en general la social es algo más que la suma de las actividades de los
individuos, en concreto, declaraban que “la sociedad, en su totalidad, tenía una existencia
organiza aparte de la de sus miembros.

Con todo, aunque no buscan un determinismo como los clásicos o la teoría marxista del
socialismo científico, los historicistas buscan descubrir ciertas regularidades en la
secuencia real de la evolución social y mediante su exposición sugerir analogías (ej., Karl
KNIES).

Además de lo anterior, están en desacuerdo con otros aspectos de la economía clásica,


verbigracia combaten la perspectiva clásica acerca del concepto de la riqueza en los
clásicos. En concreto para Federico List (1789-1846) –notable exponente de esta escuela-
la riqueza de un país no se puede medir solo con los bienes y servicios que poseen valor
de cambio, sino por la capacidad de crear riqueza, por la fuerza productiva que está

8
constituida por la ciencia, técnica, arte, religión, etc. Igualmente, las leyes e instituciones
públicas dan energía productiva. Para este autor ni siquiera lo pregonado por los clásicos
respecto al librecambismo fue cierto: la nación donde apareció la escuela clásica del
pensamiento económico fue muy proteccionista hasta tanto no superó el desarrollo
industrial incipiente (de esta manera esta escuela pregona una cosa mientras que practicó
otra cosa). En dicho sentido, los historicistas consideran que es necesario el proteccionismo
mientras el país se desarrolla.

Otro aspecto que critican los historicistas de la economía es que según su opinión Adam
SMITH no toma en cuenta que el hecho de que los individuos forman parte de las naciones
y que su celebrado y recomendado librecambismo no debe ni puede aceptarse en tanto
perjudique la nación, pues al perjudicar la nación también perjudica al individuo (por ser
este parte constitutiva de ésta). Debe recordarse que La Nación es un concepto de primera
importancia dentro de la concepción histórica: el individuo no nace ex_nihilo (de la nada),
como tal la nación es un ente muy complejo, particular, en tiempo y lugar pues tiene idioma
y literatura peculiar, historia, hábitos, costumbre, instituciones y leyes.

Ejemplo concreto de planteamientos económicos a partir de


consideraciones historicistas

Un ejemplo concreto que se ha vuelto un paradigma clásico de la exposición de un aspecto


económico lo constituye la obra “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” de Max
Weber. En esta obra Weber explica la formación y consolidación del capitalismo a partir de
las instituciones, del ahorro, de la iniciativa, todo enmarcado o apuntalado a partir de los
valores que experimentaron las sociedades anglosajonas que tomaron el protestantismo
(ante todo su visión Calvinista), específicamente pretendió demostrar que los valores éticos
y religiosos protestantes ejercieron una influencia importante en el desarrollo del
capitalismo. En dichos términos, esta exposición, explicación, muestra como la economía
es algo más que relaciones económicas; implica instituciones16.

4. La revolución marginalista

Generalidades

Según los economistas clásicos, el valor de una mercancía estaba determinado por su
costo de producción, en particular por la cantidad de trabajo incorporado en ella. Sin
embargo, dicha teoría presentó una serie de anomalías, por lo cual se fueron presentando
propuestas tales como la aproximación al estudio del valor de cambio a partir de la utilidad.
Recuérdese que en la formulación de los clásicos la utilidad o valor de uso escasamente
fue tomado en cuenta en la explicación del valor de cambio, pero en últimas la preeminencia
se le dio al factor trabajo como elemento creador de valor. En la nueva propuesta, sin
embargo, la utilida, es un elemento “super-clave” que explica el valor; la cuestión es que en

16En general, los exponentes de la escuela historicista ha presentado explicaciones bien interesantes acerca
del desarrollo del capitalismo, así como el de comportamientos económicos, explicaciones que han echado
mano de las instituciones, prácticas culturales, coyunturas políticas, etc.

9
lugar de enfatizar en el “valor de uso”, se habla de la “utilidad marginal”, que es el grado de
satisfacción obtenido por el consumo de la ultima unidad de un hipotético bien17.

¿Cuál ha sido el cambio de la concepción? Se pasó de considerar una concepción histórica


de la estructura de la sociedad (elemento sociológico, i.e., un orden social con productores,
rentistas y trabajadores) a la forma como se realizan las elecciones en la mente de los
consumidores. Claramente, según la nueva concepción la sociedad es una mera
aglomeración de individuos, pues en esta perspectiva el comportamiento individual es el
elemento u objeto de análisis clave. Obsérvese que con la introducción del subjetivismo el
analista de la formación del valor se libera de tenerse que ocupar o lidiar con un orden social
determinado. En este caso bien puede hablarse de un individualismo metodológico: con
estudiar al individuo podemos dar cuenta de los procesos de intercambio, en particular nos
enfocamos en investigar los procesos psicológicos individuales, cuyas determinaciones
se reflejan en conductas en el mercado. Se toma al consumo como punto de partida y se
analizan los cambios en la utilidad derivada para determinar el comportamiento de la
demanda.

En general, el marginalismo se apoya en varios elementos que lo diferencian del esquema


ortodoxo-clásico (es decir, de los planteamientos de Smith, Ricardo y Malthus). En primer
lugar, la perspectiva marginalista se enfoca en la asignación de una cantidad (fija) de
recursos; en segundo lugar, este esquema tiene una aproximación utilitaria; en tercer lugar,
el método de estudio de los marginalistas se basa en el principio de sustitución, en
particular, “en la teoría del consumo, la sustitución de una cesta de bienes de consumo por
otra es asumida; en la teoría de la producción, la sustitución de una combinación de factores
por otra” (Screpanti & Zamagni; 2005: 166). En cuarto lugar, esta perspectiva-ie, la
marginalista- estudia agentes individuales, no agentes colectivos (como clases sociales o
cuerpos colectivos)18. En quinto lugar, otro rasgo de este esquema corresponde al hecho
de que las conclusiones que se deriven de este programa de investigación (ie, el
marginalista), propende por ser proposiciones o leyes universales, a-históricas (es decir que
no dependan de las instituciones, y que sean universales en el tiempo y el espacio). En
último lugar, pero no menos importante (y como ya se ha mencionado) se sustituye la
búsqueda de una teoría del valor objetiva en beneficio de una subjetiva.

Un poco de historia
El concepto o noción de utilidad marginal fue propuesto por H. GOSSEN, a mediados del
siglo XIX (1854), como tal podemos considerarlo como el autor pionero dentro de esta
perspectiva. Según GOSSEN el objetivo de toda “conducta humana es logras el máximo de
goce”. ¿Cómo examina dicho goce? Para este cometido, formula dos leyes: una primera,
según la cual la utilidad marginal es decreciente (lo que nos lleva a considerar la saturación);

17 Téngase en cuenta que se habla en términos marginales, no totales. Examinar la utilidad en términos
marginales sirve de guía para poder comparar la utilidad que se puede obtener del consumo de (por poner un
ejemplo) dos bienes y poder distribuir el correspondiente consumo de tal suerte que la utilidad pueda ser
maximizada. Complementada la idea de forma ocurrente, tomar en cuenta la utilidad total supondría comparar
el consumo pleno de cada bien, lo cual no permite hacer un consumo racional de cada bien, ni menos aún de
comparar y maximizar la utilidad derivada del consumo.
18 De esta metodología, es decir, la del individualismo metodológico, se deriva la característica que “el

conocimiento de las propiedades de un sistema viene del conocimiento de las propiedades de sus elementos”
(Ibíd.). Además, es importante subrayar que esta nueva forma de “hacer economía” permitió hacer que
conceptos tales como fuerza de trabajo, capitalismo, plusvalía, explotación, etc., fueran irrelevantes para el
estudio de la economía (Ibíd.).

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una segunda según la cual, en ausencia de tiempo, el máximo de todos los goces se
consigue cuando se puede disfrutar de muchos goces pero toca procurárselos todos
parcialmente incluso antes de haber terminado el más grande de todos. La relación entre
todos los goces tiene que ser que cuando se le acaba el tiempo, las cantidades de todos
los goces son iguales. De las dos leyes se sigue el proceso de cambio.

Hay varios tipos de bienes: bienes de primera clase, bienes de consumo; bienes de segunda
clase son los bienes complementarios, se necesitan para asistir a los primeros; bienes de
tercer clase, usados en la producción de otros bienes. El trabajo que crea medios de goce
va acompañado de dolor, tedio o des-utilidad. En el proceso de oferta de bienes o de su
producción se ofrece o implica trabajo en tanto el goce resultante del consumo de los bienes
supere al dolor que implique.

JEVONS y WALRAS
JEVONS un divulgador de la obra de GOSSEN, también estaba interesado en que las leyes
de economía tuvieran un carácter muy general. En igual sentido, también consideraba que
la economía debía tener un carácter tan matemático como las ciencias físicas, toda vez que
se ocupa de cantidades. Igual que con GOSSEN, el principio fundamental es que el valor
depende por entero de la utilidad. De manera muy importante se señala que la escases,
que le da el estatus de económico a los bienes, entra en el análisis al plantearse que la
utilidad de un bien es inversa a su escases: cuanto más escaso es un bien mayor utilidad
se le asigna. La cuestión aquí es que el problema económico es maximizar el placer y
minimizar el dolor (i.e., satisfacción de necesidades con mínimo esfuerzo).

Para entender por qué el precio de un bien abundante, libre, es cero, la explicación que da
JEVONS es que la utilidad marginal del agua (o del aire por poner un ejemplo) es cero,
pues como dicho bien es tan abundante que de tanto que consumimos ya no le notamos
casi la utilidad, difícilmente la percibimos. Si fuera escasa no podríamos consumirla cada
vez que quisiéramos, en dicho sentido la utilidad marginal (de la última “dosis” consumida)
es mayor que cero y por eso estamos dispuestos a ofrecer algo a cambio: a pagar por ese
bien.

Según JEVONS, la razón de cambio o el precio que se paga por una mercancía es
proporcional al precio. En dicho sentido, el consumidor distribuye “su ingreso de manera
que resulte igual la utilidad de los incrementos finales de todas las mercancías consumidas”.

JEVONS no desarrolla una explicación adecuada ni mucho menos definitiva sobre el costo
de producción toda vez que cree que el valor se determina por fuera de la esfera de la
producción. Sin embargo señala que el trabajo afecta la oferta (si trabajo más hago más
bienes) y la oferta afecta el grado de utilidad y este último afecta o determina la proporción
de intercambio del valor. Aparte de la exposición de sus “costos de producción” Jevons fue
mucho menos productivo en elaborar una teoría de la distribución.

León WALRAS. La complementación del enfoque marginal la realizó el economista francés


Leon WALRAS al proponer su método de análisis de los precios materializado en la forma
como se llega al equilibrio de los precios de las mercancías en todos los mercados.
Consciente de que el precio de un bien no se determina de forma aislada, Walras considera
que la determinación de precios de los bienes tiene que tomar en cuenta que la demanda
de un bien afecta la de los restantes, bien sea a través del efecto ingreso o mediante el

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efecto sustitución. Es decir, a diferencia de JEVONS y GOSSEN, WALRAS no analiza que
pasa con el consumo de un bien aislado, ni del intercambio o trueque entre dos agentes,
sino que analiza que como se forman o determinan los precios de muchas mercancías (en
cantidad finita, por supuesto)19. Para lograr determinar el conjunto de precios de equilibrio
Walras echa mano del método denominado tatonment, tanteo que es algo parecido a lo
que pasa en una subasta cuando se grita un precio, a diferencia que la regla aquí es que
cuando se grita un precio, por decir algo 1000 pesos, si la demanda es mayor que la oferta,
se sube el precio (es decir se gritaría por ejemplo 1100 pesos), o si la demanda es baja se
gritaría 900 pesos. Este proceso para cuando el subastador sabe que todas las ofertas son
iguales a todas las demandas y en ese momento se acaban las transacciones y los
oferentes venden y los demandantes toman sus mercancías y “todos contentos”. En este
caso se aprecia la interdependencia funcional entre demanda, oferta y precios: los últimos
actúan como mecanismo de ayuda a la igualación de la demanda con la oferta.

Claramente, WALRAS era consciente de que dentro del sistema económico habían dos
clases de mercados, el de las mercancías o bienes finales y el de los factores productivos.
Con el método del tanteo las ofertas (sector de productivo) como las demandas (sector del
consumo) se ajustan y en últimas logran el equilibrio para poder realizar o cumplir el tan
ansiado intercambio.

Además del análisis de todas las mercancías del sistema económico el otro valor agregado
de su propuesta fue utilizar el lenguaje o instrumental matemático para analizar y comunicar
la formación de precios dentro del sistema económico.

5. Exposición sobre los aportes de Vilfredo Pareto (Escuela


de Lausana) y Alfred Marshall (Escuela Neoclásica).

Vilfredo PARETO.
Economista y sociólogo italiano nacido en Paris en 1848. Hijo de un aristócrata italiano y de
madre francesa, tuvo formación académica científico-técnica (ingeniería). En el año 1893
Pareto ocupa el puesto de profesor que había ocupado Leon Walras.

Aportes de V. Pareto en la disciplina económica

Como se señaló en la sesión anterior, uno de los aportes de WALRAS es el esquema del
tâtonnement o de la subasta como mecanismo para hallar el equilibrio general de los
precios20. Si bien se puede indicar que Pareto retoma la concepción del establecimiento del
vector de precios de equilibrio de Walras21, Pareto no se fía del análisis de la utilidad como

19 El problema analítico con Jevons era que para analizar el intercambio tocaba suponer o se suponía que
mientras se determinaba el precio de una mercancía determinada, el resto (si, todo el RESTO de precios de los
demás bienes) se asumían constantes.
20 Claramente, esta visión considera que se pueden comparar los estados de placer de los individuos y que uno

de los principios era la maximización del placer por parte de los individuos racionales. Los individuos pueden
comparar el grado de gusto por las cosas.
21 Debe recordarse que Walras el valor está relacionado con la utilidad marginal. Sin embargo, él no habla de

utilidad marginal sino de rareza (rarity).

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herramienta que le permita ayudar a determinar el valor de las mercancías.
Específicamente, nunca creyó que la utilidad pudiera ser medible; i.e., no se podían
establecer elecciones cardinales –basadas en medidas esotéricas del placer- sino de forma
ordinal. En relación con este último aspecto razonó algo así como que “Usted puede saber
que le gusta una cosa más que otra”, pero que no es necesario ni posible decir, por ejemplo,
que “una cosa le gusta el doble más que la otra”. Es decir, se reitera, para él hablar de
utilidades medibles era hablar de cuestiones esotéricas o metafísicas.

En su lugar, formuló el esquema de las curvas de indiferencia para explicar cómo los
individuos pueden hacer comparaciones de los “beneficios y del bien” que les procura el
consumo de los bienes (Una curva de indiferencia es una colección de puntos que
representan la misma utilidad). Ahora bien, con base en dicha concepción las elecciones
del individuo pueden ser analizadas pues se pueden comparar cestas de consumo –
cantidades- entre distintos tipos de bienes: es decir, yo puedo decir “prefiero esta cesta de
bienes a esta otra”.

Vilfredo PARETO toma el concepto de las curvas de indiferencia que desarrollo F. Y.


Edgeworth (1881); en su trabajo subraya la necesidad de la representación grafica. Una
curva de indiferencia es un gráfico que representa las diferentes combinaciones de bienes
que hacen que el consumidor se sienta indiferente, toda vez que cada una de las
combinaciones que de la curva le rinden la misma cantidad de utilidad. Técnicamente, a un
grafico de curvas de indiferencia también se le denomina mapa de indiferencia o curvas de
nivel por el hecho de que cada una de estas curvas representa el mismo nivel (por ejemplo,
altura) en un mapa topográfico. (Es decir, en un mapa topográfico los puntos de cualquier
curva determinada representan la misma altitud).

En el anterior sentido las comparaciones se hacen mediante el ordenamiento de


preferencias. Se repite, PARETO prescinde de la utilidad cardinal, y por contraposición se
considera el equilibrio económico como un estado de asignaciones de bienes que se
alcanza mediante los respectivos ordenamientos de preferencias. Una implicación muy
significativa del hecho prescindir de las utilidades cardinales en beneficio de las curvas de
indiferencia u ordenamientos de las preferencias como forma de análisis fue la disociación
de la economía con la filosofía del utilitarismo. En esencia, Pareto indicó que lo útil o lo
bueno, no podía ser medido por lo cual la máxima de la filosofía utilitaria de BENTHAM “la
mayor felicidad para el mayor número de personas” no se podía aplicar en economía (i.e.,
no tenía sentido), en particular para evaluar si las asignaciones económicas procuran la
felicidad máxima para los miembros de la sociedad. Es más, el criterio para ayudar a
determinar si una asignación es “conveniente” se formuló mediante el concepto del Óptimo
de Pareto según el cual un sistema logra la máxima satisfacción económica cuando nadie
puede mejorar su propio bienestar sin menoscabar el bienestar de alguna otra persona22.

Pareto rehuyó utilizar el concepto o término de utilidad, en su lugar propuso un término,


creemos, un tanto oscuro, denominado ophemility el cual concibió como un índice de
preferencias. Con la instauración de este término subraya la emancipación de la teoría de

22 En economía existe un teorema según el cual un mercado perfectamente competitivo crea distribuciones de
riqueza que son optimas en el sentido paretiano. La incorporación de dicho concepto dentro de la teoría
del equilibrio general walrasiano permite llegar a la conclusión de que en Equilibrio General se llega a una
situación en la que todos los individuos consumidores (y el resto de agentes, i.e. productores y oferentes) se
encuentran en un punto en el que no pueden mejorar su utilidad sin perjudicar la de otro. El concepto de Óptimo
de PARETO tiene gran aplicación en la denominada Economía del Bienestar, rama de la disciplina económica.

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la elección y del equilibrio –el de Walras- del hedonismo. En suma, Pareto lego el
ordinalismo, pues remplazó la función de utilidad cardinal por una de utilidad ordinal.

Alfred MARSHALL
Sin disminuir el merito de los aportes a la economía de PARETO por efectos de la
comparación con A. Marshall en esta lección, subrayamos que el gran economista Alfred
MARSHALL le lego a la disciplina económica elementos de análisis bien significativos, no
solo en términos de cantidad sino de alcance. Como reseña de ubicación en el tiempo basta
con señalar que el londinense Alfred Marshall nació en 1842 y murió en 1924, 5 años antes
de la Gran Depresión económica. (Obsérvese que aunque plenamente contemporáneos,
MARSHALL era 8 años menor que WALRAS y 6 años mayor que PARETO). En lugar de
enseñar en Lausana, enseña en Bristol y Oxford y finalmente en Cambridge. Según los
críticos de la academia sus dos obras de mayor significación fueron los “Principios de
Economía” (Principios), cuya luz vieron en 1890 y la obra “Industria y comercio” de 1919.
Se le reconoce como uno de los fundadores de la Escuela Neoclásica.

Aportes de A. MARSHALL en la disciplina económica

Fueron diversos. Unos se relacionan con la sistematización y divulgación de los


fundamentos de la economía; otros con propuestas analíticas. En términos generales,
MARSHALL al igual que WALRAS y PARETO quería darle un estatus científico o riguroso
a la economía mediante la aplicación de los métodos matemáticos como instrumentos o
lenguaje para analizar los temas económicos a la vez que fuera accesible, amigable o
pedagógico, para lector no especialista. En dicho sentido, escribe los Principios.

Dentro de sus grandes aportes al análisis económico está el hecho de que propone una
teoría del precio (no del valor 23 ) con el fin de explicar el intercambio, basado en la
interacción de la oferta 24 con la demanda. A diferencia de sus colegas austriacos,
MARSHALL considera que aunque las cosas se compran, i.e., se demandan, habida cuenta
de que tienen utilidad para el comprador, también implican el reconocimiento de los costos
de producción en la formación de los precios de éstas. Marshall efectúa el análisis mediante
el uso de la curva de demanda a partir de considerar que la utilidad puede ser medida
(nótese la diferencia con el planteamiento de Pareto, Marshall siguió adherido a la teoría de
la utilidad y, por añadidura, a su cardinalidad); la inclusión de la oferta, y de una utilidad del
dinero constante. Aunque que cabe recordar que los autores de la revolución marginal no
consideraban que los costos de producción jugaran parte dentro del intercambio, sino que
este se explicaba a partir del binomio utilidad marginal-escases, MARSHALL los incluye
dentro del análisis de la formación del precio de los bienes que se intercambian en el
mercado (en particular considera que dichos costos son determinados objetivamente).
Figurativamente, tal como Marshall lo señala, con la inclusión de la función de oferta dentro
de la determinación del punto de equilibrio (precio y cantidad), dicho punto es posible
hallarlo a la manera de cómo se halla un punto de corte mediante el uso de las tijeras: el
punto no se puede hallar con una sola de las hojas de éstas, es decir, con solo la oferta o

23 Marshall se centra en explicar la formación de precios y se desvincula del estudio o investigación de un


supuesto centro de gravedad alrededor del cual giran los precios de mercado (ie., es decir, se desvincula de la
búsqueda del valor de los bienes).
24 De hecho, uno de los principales objetos de estudio de Marshall fue la empresa como unidad económica de

análisis, específicamente como un cuarto factor de producción. En dicho sentido, considérese la elaboración de
la obra “Industria y Comercio”.

14
con solo la demanda. Así las cosas, un resultado de su método de análisis es que el precio
de equilibrio de la oferta y la demanda es aquel equivalente al consumo marginal.

En términos generales, el análisis de la oferta de Marshall implica otro gran aporte que se
deriva de su enfoque en los costos25, en particular de su planteamiento de los distintos
escenarios temporales (y de posibilidad de uso de los factores productivos) que se deben
considerar. En dicho sentido, plantea un corto plazo (o un plazo instantáneo) en el cual la
oferta no puede reaccionar, no puede cambiar, por lo cual el precio se determina de
conformidad a los vaivenes de la demanda: dada una oferta fija, si la demanda está baja
los precios de equilibrio terminan siendo bajos y viceversa. En un horizonte temporal mayor,
vrg., mediano plazo, donde unos factores permanecen fijos pero otros pueden variar; en
particular la producción se puede expandir mediante el mayor uso de algunos de los
insumos variables, por ejemplo contratando una mayor cantidad de trabajo (trabajando más
horas). Finalmente, MARSHALL también propone un plazo de tiempo que denomina el largo
plazo, según el cual todos los factores de producción pueden variar. De conformidad con
esta propuesta el aporte de Marshall consiste en la taxonomía que hace de los tipos de
costos: costos fijos y costos variables. Para la determinación del precio Marshall echa mano
de dos principios: 1) del principio de maximización (tomado de los marginalistas); y 2) del
principio de sustitución (en el cual un conjunto de bienes se puede sustituir por otro; o
porque una combinación de factores productivos se puede sustituir por otra).

En suma, el análisis del precio de equilibrio (el que iguala la demanda con la oferta), lo
realiza a partir de tomar los aportes de la revolución marginal, es decir, de incluir la
explicación marginal (subjetiva) de la demanda, con una explicación más arraigada en la
forma clásica, según la cual los costos se determinan objetivamente. Además de lo anterior,
MARSHALL propone las distinciones entre el corto y el largo plazo, amén de los conceptos
de costos fijos y costos variables.

Otros aportes de Marshall a la economía fueron sus consideraciones particulares que le da


al empresario como factor de producción26. En concreto, su propuesta mantiene que el
desarrollo económico no es fruto exclusivamente de las fuerzas del mercado sino que
también depende de la capacidad empresarial de los hombres de negocios. Nuevamente,
en este caso Marshall le da una importancia significativa al “lado de la oferta” en el devenir
no solo de los resultados del mercado (además de ser agente cuya función social consiste
en proporcionar a la sociedad lo que necesita), sino de su papel en el desarrollo económico,
en particular en el crecimiento económico.

Por último, pero no menos importante, se menciona que las referencias de MARSHALL a
aspectos relacionados con el análisis de la firma, y la concentración de empresas en
Clusters sirvió de estimulo para el estudio de la denominada Geografía económica.

25 Y por tanto relacionado con la oferta.


26 Las categorías que Marshall plantea son: tierra, trabajo, capital, organización.

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6. Exposición sobre los aportes de Piero SRAFFA

Reseña biográfica
Piero Sraffa nación en Turín, Italia el 5 de agosto de 1898. Vivió entre 1898 y 1983. Viaja a
Inglaterra en 1927 y allí se radica hasta su muerte en 1983, enseña además en Cambridge
(fue director de su biblioteca).

Aportes de Piero SRAFFA a la disciplina económica

Las contribuciones de SRAFFA a la economía fueron enormes. Hizo críticas a la escuela


marginalista; hizo una revaluación positiva de la aproximación clásica al entendimiento de
la formación del valor y la distribución del producto; más aún, propuso una solución al
problema de la distribución tomando como referencia los aportes y el legado de David
RICARDO.

En relación con el primer aspecto, las criticas o mejor el rechazo a ciertos aspectos de la
aproximación marginalista (su metodología), implica rechazar la concepción de la economía
como la ciencia que estudia el comportamiento económico como una relación entre fines y
medios escasos que tienen usos alternativos (Leonel Robbins, 1932); igualmente es
rechazar la concepción de que las teorías económicas se reducen al hallazgo de soluciones
al problema de la maximización sujetos a restricciones. Es decir, SRAFFA controvierte y
replantea el concepto de la disciplina económica.

En relación con el segundo aspecto, SRAFFA revive la economía política clásica. En


realidad, Sraffa reconstruye la naturaleza real de la aproximación clásica. (a este respecto
es importante mencionar que Sraffa editó la “Correspondencia y los Trabajos de [David]
RICARDO”. Más aún, dicha reconstrucción es coherente con la contribución Keynesiana en
el sentido de que el análisis de la economía debe realizarse en términos monetarios, no
en términos reales y del trueque tal como plantean los marginalistas. (En KEYNES el
análisis se hace desde el punto de vista monetario, no real: los salarios se pagan en dinero,
“no con cajas de galletas”).

En tercer lugar, SRAFFA propone un análisis del valor y la distribución con base en los
fundamentos o aportes analíticos de la escuela clásica, en particular los legados por David
Ricardo; o mejor, se puede decir que en cierto sentido perfecciona la teoría clásica del valor,
la legada por Adam SMITH, David RICARDO y Karl MARX. Al respecto, SRAFFA indica
que es necesario liberar o resolver las dificultades que la teoría clásica no pudo resolver; a
la vez, mantener la aproximación a los problemas económicos a partir de las propuestas de
los economistas clásicos (fisiócratas, Smith, Ricardo y Marx); propuestas que “de un
plumazo fueron engavetadas” por la propuesta marginalista y más adelante por la
neoclásica.

Desarrollo de las propuestas de SRAFFA

Critica a la aproximación marginalista.

16
Las críticas de SRAFFA a la aproximación marginalista las hace con respecto al método
del equilibrio parcial propuesto por Marshall. En particular, señala que hay una contradicción
entre el supuesto o la idea de la competencia perfecta y el uso de las curvas de oferta y
demanda (asumidas independiente una de la otra) para determinar el equilibrio.
Específicamente, indica que cuando hay un cambio en el total de la cantidad que produce
una industria o firma es posible que (los cambios se deban a que) haya cambios en el costo
unitario medio pero por razones que afectan los costos de otras industrias (es decir, la
expansión se derivo por un cambio en los costos que afectó a todas las unidades
productivas en la industria, y posiblemente también en otras industrias). Cambios en los
costos de las otras industrias serian del mismo orden de magnitud que los experimentados
por la industria analizada, por lo tanto no se puede tomar aisladamente el análisis de una
sola industria. Es decir, no es aplicable el método del equilibrio parcial propuesto por
Marshall.

Más aún, SRAFFA considera que el proceso de producción es un proceso circular (idea
heredada de los fisiócratas y de la escuela clásica), hecho que implica que es un proceso
que es social por naturaleza. Por ejemplo, se organiza mediante la división del trabajo. En
dicho sentido, las firmas y las industrias deben necesariamente entrar en relación con otras
firmas y otras industrias (en cierto sentido es una relación comensal o de cooperativismo,
por oposición a la relación competitiva que propone la escuela marginalista y su “creatura”
la escuela neoclásica). (Obsérvese que una vez el productor ha vendido todo debe
necesariamente entrar en contacto con todos los proveedores de sus insumos, por ejemplo;
en ningún momento puede pensarse como actuando aisladamente, tiene por razón o fuerza
que estar interrelacionado con el resto, dado que también sus productos pueden ser los
insumos de otros productores).

Relación de la propuesta teórica de SRAFFA con la Escuela Clásica

El proceso de producción es un circuito, que para lograrlo debe entrarse en contacto con
los demás productores, y lo que pase a los otros lados también me afecta lo que pasa en
mi unidad de producción. En este punto Sraffa es muy agudo: observa que cuando un
productor entra en contacto con otros sectores de la economía para obtener sus medios de
producción, sus materias primas, etc., lo hace mediante el intercambio de su propio
“producido”, es decir mediante su propio producto, sin embargo no lo hace mediante el
trueque o intercambio de bienes físicos sino que lo tiene que hacer o lo hace mediante el
uso del dinero: en términos monetarios, no en términos reales.

Se subraya: en el proceso de producción el intercambio monetario es imperativo,


obligatorio, no se pueden hacer intercambios en especie entre las unidades productivas. El
dinero que se usa en los intercambios representa valores, es algo así como una especie de
vale que se utiliza entre los productores: el proceso de producción, según el esquema
SRAFFIANO no es posible sin la mediación del dinero, por lo tanto necesariamente estamos
en una economía monetaria de la producción. Como información adicional, pero importante,
se destaca que el hecho de visibilizar la necesidad del dinero en los intercambios entre las
empresas influyo mucho a Keynes en su planteamiento según el cual el análisis de la
economía se debe hacer en términos monetarios, no reales, tal como lo hacen los
marginalistas, neoclásicos o los proponentes de la teoría del equilibrio general, como
DEBREU).

17
Análisis del valor y la distribución con base en los fundamentos o
aportes analíticos de la escuela clásica

Como se señaló el proyecto de SRAFFA es revivir la económica política clásica dentro del
análisis económico. En particular, busca “arrastrar el carro de la ciencia económica” en una
dirección opuesta a la teoría del valor subjetivo de la aproximación marginalista. Hace un
replanteamiento de la aproximación clásica recogiendo las propuestas analíticas de SMITH,
RICARDO y MARX, replanteamiento que es coherente con la propuesta de KEYNES en el
sentido de que la economía opera necesariamente en un ambiente monetario, no real. La
propuesta de sraffa se hace en relación con la teoría de la producción, el valor y la
distribución (i.e., que parte del paste que se realiza anualmente va a manos de los
trabajadores en forma de salarios, que parte va a los empresarios en forma de ganancias,
y que parte va a los rentistas o los dueños de los medios naturales de producción como la
tierra).

La solución que propone a la determinación de la distribución parte de la base de considerar


que los bienes que producen las empresas o firmas, es decir sus productos, son medios de
producción o insumos para otras firmas, por lo tanto el precio de un bien no se puede
determinar independientemente de los otros. Es un hecho: hay inter-relaciones entre los
diferentes sectores de la producción; igualmente es mandatorio reconocer que la economía
es un sistema, es decir que hay que tomarlos en cuenta a todos; es necesario también
determinar los precios relativos (precio de un bien en términos de otro, tal como un lápiz
por dos borradores) los que yo intercambio conjuntamente. Finalmente, también se debe
determinar la tasa de ganancia, si se asumen como dados los salarios).

En cualquier caso, el esquema que propone SRAFFA es un esquema diferente del


propuesto por los marginalistas en el cual se destaca la escases de los factores productivos
como características fundamental para determinar el valor de los bienes (tal como lo
propone Marshall en su elaboración de la curva de oferta), perspectiva que define los
precios como indicadores de la escases relativa: algo muy escaso vale mucho en el
mercado. Por contraste, la propuesta Sraffiana toma en cuenta dentro de su análisis que el
análisis debe dar cuenta, debe explicar por qué las empresas no empiezan desde cero en
cada nuevo proceso productivo, es decir, el análisis debe explicar como es que se garantiza
la reproducibilidad del sistema, es lo que se llama el marco conceptual de la
reproducibilidad.

7. Exposición sobre los aportes de John Maynard KEYNES

Reseña biográfica
John Maynard Keynes nació en Cambridge, Inglaterra y vivió entre 1883–1946. Fue alumno
de Alfred Marshall en la Universidad de Cambridge. Igualmente, fue profesor de esta
universidad y funcionario del gobierno británico.

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Aportes de John Maynard KEYNES a la disciplina económica
Los aportes analíticos de Lord Keynes a la economía fueron variados y enormes. Como lo
indica el nombre de su obra principal, Keynes estudia el desempleo, el interés y el dinero.
Específicamente, propuso una teoría del desempleo (una teoría general de la
desocupación, según sus palabras)27; herramientas de análisis en teoría monetaria; así
como el fortalecimiento y consolidación de una nueva rama de la economía llamada política
económica. Para entender y valuar sus aportes, es importante señalar los antecedentes
doctrinales, anteriores a la publicación de la obra de Keynes.

La explicación propuesta por KEYNES al desempleo


En primer lugar, se subraya que el desempleo para los economistas clásicos no era un
problema, no era una realidad digna de reconocimiento, por cuanto consideraban que el
desempleo existente en un momento dado se debía a que las personas que decían querer
trabajar y no lo hacían, se abstenían por considerar que los salarios ofrecidos eran muy
bajos. Es decir, su desempleo era voluntario (nunca involuntario) porque con solo reducir
su salario de oferta podían encontrar empleo. En realidad, ¿cuál era el problema? ¡Había
“plazas de empleo para todo el mundo”! El que quisiera se podía colocar simplemente con
reducir su exigencia salarial. En estos términos el mundo de los clásicos, la teoría imperante
hasta ese momento, era un mundo de pleno empleo. De nuevo, el “desempleo” que hay es
voluntario: “la persona exige demasiado y no es consciente de que lo que exige como
retribución es menor de lo que puede contribuir al producto, es decir, el producto de su
trabajo”28.

Sin embargo, los economistas clásicos (es decir, los que conformaban otrora la ortodoxia)
tenían claro que podía surgir desempleo por razones distintas de las económicas: por
ejemplo, surgía desempleo por cambios en las preferencias de los consumidores (por ej.,
cambios en la moda, cierto tipo de ropa, zapatos o accesorios, y por lo tanto se dejan de
demandar); por cambios en la tecnología (reducción de los servicios de los fotógrafos, de
casas de revelado fotográfico, de los carteros-mensajeros o la anulación de la demanda de
conductores a propósito de la aparición de los automóviles que se conducen solos), entre
otros. El caso era que este desempleo se debía a cuestiones “extra-económicas”, que en
el largo plazo desaparecería con tal de que se dejaran obrar las fuerzas del mercado (la
demanda y la oferta). Así las cosas, es natural pensar que en este escenario se opera en
una economía de pleno empleo. Obsérvese que en este caso es clave tener en cuenta que
la flexibilidad de los salarios permite hablar de ajustes en el mercado29.

27 Hicks observa que la apreciación o el adjetivo “General” de los planteamientos teóricos que reclama Keynes,
en realidad es un caso particular. Al respecto, ver el artículo de J. Hicks: Mr. Keynes y los Clásicos de 1937.
28 Un supuesto clave de la economía ortodoxa es que por el hecho de existir una productividad física marginal

decreciente del trabajo a medida que crece el empleo (y dado el hecho de que se paga un salario en proporción
a su productividad marginal), existe una relación inversa entre salarios y empleo. Es decir, “Más empleo=menos
salario”.
29 Con el supuesto de la flexibilidad de los salarios, la economía clásica asumía que siempre es posible vender

toda la producción rentable (de las empresas) según la cantidad de empleo ocupado, (plazas de empleo
ocupadas). Ojo, si las empresas no pueden vender todo lo que producen entonces por más bajo que esté el
salario de nada sirve contratar más gente. El supuesto es que se puede vender todo lo que se produce; la
restricción seria es que ya no pueda encontrar gente para que me ayude en la producción. La Ley de Say señala
que en una economía nunca puede haber sobreproducción general o abarrotamiento de capital. Según la
interpretación de Ricardo de J. B. Say “Nadie produce sino con el propósito de consumir o vender, y nunca
vende sino con la intención de comprar alguna otra mercancía que pueda serle útil inmediatamente o que pueda
contribuir a la producción futura. Así pues, al producir se convierte inevitablemente en consumidor de sus
propios bienes o en comprador y consumidor de los bienes de otra persona” (Ricardo, Principios de Economía

19
En segundo lugar, KEYNES indicaba que su propuesta era novedosa. Subrayaba que los
economistas clásicos buscaban determinar la naturaleza y las causas de la riqueza, así
como las leyes que determinan la división del producto de la industria entre las clases que
concurren a su formación (i.e., ofrecían una teoría de la distribución o de las participaciones
relativas de los factores de producción), pero no una teoría de las fuerzas que determinan
el nivel del ingreso de una economía. Es decir, explicaban las causas y la naturaleza del
pastel; explicaban cómo se distribuye dicha torta; sin embargo, no explicaban porqué el
tamaño de la torta era grande o pequeño. Es claro, el supuesto implícito de los clásicos es
que el sistema tiende a producir espontáneamente una ocupación plena de los recursos
disponibles: la torta tiende a ser la más grande posible dentro de todas las tortas viables,
todo porque la economía tiende al pleno empleo con tal de que los salarios sean flexibles
y, eso sí, bajo el presupuesto de que la Ley de Say se cumple. Por lo tanto es irrelevante
pensar en otros tamaños (los menores a los que corresponden al pleno empleo). Empero,
determinar por qué el tamaño de la torta es pequeño, mediano, grande o de cualquier otro
tamaño es una propuesta de investigación no sólo novedosa sino relevante frente a lo
recibido, frente a lo existente. En dicho sentido, ante la desestimación de la existencia de
las crisis económicas (i.e. ¿por qué se reduce el tamaño del pastel?), los planteamientos
teóricos de Keynes se encuadran en el campo del ciclo económico.

Ese era el legado que había recibido KEYNES de la ortodoxia del momento. Sin embargo,
a diferencia de los clásicos, KEYNES no consideraba que las fuerzas del mercado
automáticamente condujeran al pleno empleo. Señalaba que el desempleo existente era
desempleo involuntario: aun sometiéndose a una menor retribución salarial los aspirantes
al empleo no encuentran plaza de trabajo para colocarse; los empresarios aun pudiendo
ofrecer menos no pueden contratar. En términos sencillos, esa es la noción de desempleo
involuntario, tal como la expone en el capítulo 2 de su “Teoría General”. Asumía que no se
puede llegar al pleno empleo aún con flexibilidad de salarios, tal como ocurre con una baja
salarial (real) cuando aumenta la inflación: no basta con bajar los salarios y contratar pues
eso sería irracional dado que no se puede vender todo lo que se produce. El desempleo
ocurre porque los empresarios no logran vender los productos colocados en los estantes.
En una palabra, no se cumple la Ley de Say: no todo lo que se produce automáticamente
se vende. En este caso de poco sirve contratar a bajo salario toda vez que no se puede
vender lo que se produce; en dicho sentido se señala que aquí, en el mundo de Keynes, el
problema es la insuficiencia de demanda.

La insuficiencia de la demanda y las políticas que la podrían paliar


Keynes explica la insuficiencia de la demanda como el resultado de varios factores. Unos
que aplican para el consumo; otros que aplican para la inversión.30 Por el lado del consumo
acude a su concepto fundamental de la propensión marginal al consumo menor que uno, a
saber: al aumentar el ingreso el consumo aumenta en una proporción menor. (Por ejemplo
por cada 100 mil pesos que aumente mi ingreso, mi consumo aumenta menos, por decir
algo solo se incrementa en 90 mil pesos). En una palabra, Keynes procura demostrar por
qué la demanda agregada crece menos que la oferta agregada a medida que el nivel de
ingreso –o la ocupación- crece. La propensión marginal a consumir determina cómo se
dividirá el ingreso adicional: qué parte va a consumo y qué parte va a ahorro. En cualquier

Política: 192-193). Obsérvese, como corolario, que la gente busca trabajo para consumir, nunca para ahorrar.
Según Keynes la Ley de Say no se cumple en el capitalismo actual.
30 Recuérdese que la demanda agregada es la suma del consumo y de la inversión: D=C+I. Por otro lado, la

demanda efectiva se define como el nivel capaz de absorber exactamente la oferta agregada al nivel existente,
de la producción.

20
caso, no todo el ingreso adicional va a consumo; alguna parte de este va para ahorro, razón
por la cual se va creando una sobre oferta en los estantes: no todo lo que allí se coloca se
vende.

Por otro lado, la insuficiencia de la demanda de bienes de consumo o servicios podría ser
compensada con un aumento de la demanda de la inversión31. Es decir, la deficiencia de la
demanda por parte de los consumidores podría ser suplida por un aumento de la demanda
de los empresarios. De lo contrario, se empiezan a acumular existencias en estantes,
vitrinas y bodegas, y por lo tanto el nivel de ocupación existente ya está en riesgo. Es decir,
si el nivel de consumo y el nivel existente de inversión (la demanda) no suman el total del
ingreso (la oferta), este nivel de ingreso no puede ser mantenido razón por la cual hay que
hacer recortes de empleo. En estos términos, es claro que si se dan variaciones de la
demanda, la oferta tendrá que subir o bajar hasta donde se restablezca la igualdad
ingreso=consumo + ahorro. Es más, el problema de la deficiencia de la demanda no termina
con reponer el faltante inicial.

Específicamente, a este respecto la explicación que se da es que la reducción de la


demanda, por ejemplo en la inversión, no solo implica la reducción de esa porción original
de la demanda dentro del agregado económico. ¡No! El problema es que esa reducción de
la demanda lleva consigo (arrastra) ulteriores reducciones de la demanda también en otros
sectores. En este ejemplo, la no compra de maquinaria implica que esa maquinaria
permanece en las vitrinas, que los trabajadores de ese sector no lograron vender lo que
produjeron; que por ese hecho ya no pudieron demandar bienes y servicios a otros sectores,
y así sucesivamente. En una palabra, esto es lo que comúnmente se explica en los libros
introductorios de macroeconomía como el efecto multiplicador: reducciones de la demanda
en algún sector terminan amplificándose en el resto de la economía. De esta manera,
mediante la noción de insuficiencia de la demanda se explica el desempleo involuntario.

Sin embargo, el estudio de las decisiones de inversión de los empresarios es un área


compleja. Las deficiencias de la demanda del consumo no las van a suplir “de balde” los
empresarios: así no funciona el sistema capitalista. Hay que estudiar cómo es que se
determinan dichas decisiones; cuál es su naturaleza; cuáles son sus móviles. Según
Keynes las decisiones de inversión de los empresarios dependen, de un lado, de las
ganancias que puedan obtener, de las oportunidades que puedan aprovechar. De otro lado,
de los costos de la inversión. En el primer caso, la estimación de estas ganancias es
subjetiva: solo está en la mente de los empresarios. El grado de ganancias esperado (o el
tipo de descuento) derivado de su inversión es lo que Keynes llamó la eficiencia marginal
del capital (EMK). En este sentido, las decisiones de inversión son altamente complejas,
difícilmente determinables, decisiones que subjetivamente toma el empresario cuando
considera que el clima de los negocios le es favorable, por ejemplo. En cierto sentido, la
tasa de interés en este caso no es la variable relevante para tomar la determinación de
invertir. La decisión subjetiva de invertir, o mejor, la inversión es una variable difícilmente
predecible y altamente inestable.

En el segundo caso (los costos de inversión), ayudan a determinar las decisiones de


inversión por cuanto se erigen como costos de inversión. Mayores tasas de interés
significan mayores costos, reducciones de los rendimientos de la EMK, y en últimas
menores niveles de inversión.

31 Ver nota inmediatamente anterior.

21
En suma, las decisiones de inversión dependen de los niveles de las tasas de interés y de
decisiones subjetivas, que solo cada uno de los empresarios “puede ver”. En dicho sentido
este componente de la demanda agregada es difícil de determinar, y además es muy
inestable32. En este caso lo único que podría ser manipulable es la tasa de interés mediante
las variaciones de la oferta monetaria. El problema es que es muy difícil influir así las
decisiones de inversión por que, por ejemplo, reducciones de la tasa de interés mediante
aumento de la oferta monetaria, se pueden ver obstaculizados (o anulados) por reducciones
de la EMK derivadas de un empeoramiento de las expectativas: claro, pueden bajar los
tipos de interés, pero eso ¿de qué me sirve cuando considero que el clima de los negocios
ha empeorado? Así las cosas, en este escenario tipos bajos de interés no implican
necesariamente mayores niveles de inversión.

Más aún, KEYNES veía que a medida que aumenta el ingreso disminuye la propensión
marginal a consumir, razón por la cual las inversiones adicionales orientadas a absorber las
deficiencias de la demanda tienen menores efectos, son cada vez más ineficientes. Tanto
más ineficientes cuanto más nos queramos acercar al nivel del pleno empleo. Además,
cada vez es más difícil encontrar campo para la inversión de los ahorros toda vez que es
progresivamente más arduo hallar nuevos mercados para el producto de dichas
inversiones.

Por todo lo anterior, es decir, por la inestabilidad de la inversión, las mayores proporciones
de ahorro que se evidencian cuando aumentan los ingresos, por la dificultad de encontrar
salidas a los mayores niveles de ahorro mediante nuevas decisiones de inversión, dado
que es cada vez más difícil hallar nuevos mercados, se puede observar porque la economía
no logra alcanzar el nivel del pleno empleo. Más aún, dada la implicación de la EMK en las
decisiones de inversión el campo de acción de la política monetaria tiene poca efectividad,
razón por la cual Keynes propuso que en una recesión el camino que podían tomar las
autoridades del Estado consistía en reducir los impuestos y/o aumentar el gasto público
para así ayudar a aplicar los efectos nocivos de dicha crisis. De aquí el papel tan importante,
tan vital, que Keynes le da a la política económica.

8. Exposición sobre los aportes de John HICKS


Reseña biográfica
John Richard Hicks nació en Warwick, Inglaterra y vivió entre 1904–1989. Fue profesor de
la London School of Economics (1926-935), en la Universidad de Cambridge (1935-1938),
en la Universidad de Manchester (1938-1946) y en la de Oxford (1946-1945).

32 ¿Cómo se determina la tasa de interés? Según la teoría ortodoxa el interés es un premio que recibo por
abstenerme de consumir hoy. Según Keynes si me abstengo y pongo los ahorros debajo del colchón, no recibo
nada. Recibo, eso sí, cuando presto esa plata, es decir, cuando enajeno, mi capacidad de hacer uso de la
liquidez. Es decir, el interés es lo que se paga por el servicio de la liquidez; es lo que se me paga por prestar
liquidez. Por su parte la tasa de interés, el valor especifico, se determina según el estado de preferencia por la
liquidez y la oferta de dinero: así, es necesario tener el dato sobre el dinero y el estado de la preferencia de la
liquidez. Obsérvese que en la ortodoxia el interés es el que iguala la inversión con el ahorro. En KEYNES la
inversión y el ahorro se relacionan vía el ingreso. La inversión por su parte está determinada como se dijo arriba
por la EMK y la tasa de interés.

22
Aportes de John HICKS a la disciplina económica
Los aportes analíticos de Sir John Hicks a la economía son variados: propuso herramientas
de análisis en microeconomía, macroeconomía, y en equilibrio general 33 . De manera
genérica, se señala que sus propuestas en microeconomía comprendieron la
descomposición de la variación del precio de una mercancía en los denominados efectos-
sustitución y efecto-renta. En la macroeconomía uno de los aportes más conspicuos fue el
modelo de demanda agregada IS-LM. En cuanto al equilibrio general propuso un nuevo
método para analizar la formación de los nuevos precios de equilibrio mediante el método
de análisis “equilibrio temporal” (la semana de Hicks).

Ahora bien, en cuanto al primer punto, una de sus contribuciones a la microeconomía hace
referencia a la descomposición analítica de los efectos de sustitución y de renta, derivados
del cambio de precios. En particular, Hicks apreció que una reducción del precio produce
dos efectos: 1) posiblemente aumenta la demanda del bien cuyo precio en cuestión ha
bajado lo que lleva a reducir la demanda (relativa) de los bienes (que en términos relativos)
han incrementado su precio34; 2) por el hecho de tener que pagar menos por el bien en
cuestión, queda algún remanente disponible para poder utilizarlo en alguna otra cosa35. En
el primer caso, el agente sustituye el consumo de otros bienes (pues en términos relativos
están más caros) por el del bien que esta mas barato. En el segundo caso, por pagar menos
por el consumo del bien en cuestión, el individuo experimenta el denominado efecto renta,
pues “se siente más rico”, por el hecho de tener que gastar menos por el bien en cuestión.
En general, el análisis de qué ocurre cuando varia el precio de un bien en términos del
ingreso y de la demanda de dicho bien fue una de las contribuciones de Hicks al análisis
económico36.

Dentro de las contribuciones de J. Hicks a la macroeconomía está la propuesta del famoso


esquema IS-LM37 (función de demanda agregada) planteado en 1936, año en que KEYNES
puso en circulación su obra más reconocida “Teoría general sobre el empleo, el interés y el
dinero”, como respuesta o reacción a su explicación de las causas del desempleo. Como el
lector recordara el esquema IS-LM es la representación de un modelo muy sencillo para
derivar la función de demanda agregada que se utiliza usualmente en los libros de texto
para analizar los efectos de las políticas macroeconómicas. Como tal el esquema IS-LM
describe un balance entre tres bienes: dinero, consumo e inversión.

Complementariamente, dentro de las contribuciones de Hicks al equilibrio general es


importante mencionar el método de análisis de equilibrio propuesto en su celebérrima obra
Valor y Capital (1939). En ésta propone las condiciones de estabilidad del equilibrio general,
las condiciones que deben satisfacer los precios dados los recursos y las preferencias.

33 Aparte de esta contribución, Hicks propone las denominadas Curvas de Demanda Hicksianas, que consisten
en maximizar el gasto (en lugar de la utilidad) para mantener un determinado nivel de utilidad (en lugar de una
restricción presupuestaria). También Hicks hizo aportes en el análisis de los salarios, y en la economía del
bienestar (con el concepto de “el criterio de compensación de Hicks”).
34 Vistas las cosas en términos relativos, cuando la reducción del precio de un bien equivale al incremento de

precios del resto de bienes. En el efecto sustitución lo que se hace es variar el consumo del bien en cuestión
bajo la condición de mantenerse en el mismo nivel de utilidad –ie., en la misma curva de utilidad.
35 Por el hecho de que le queda más dinero disponible al agente éste se desplaza –en este caso donde baja el

precio del bien- de una curva de indiferencia hacia otra de nivel superior.
36 El efecto total se descompuso en Efecto-sustitución & Efecto-renta. ¿Cuál de los dos efectos predomina? Si

bien un descenso del precio lleva siempre a un posible aumento del consumo del bien en cuestión, en el caso
del efecto de renta los resultados no se pueden determinar de antemano. Es posible que al sentirse uno más
rico se compre más del mismo bien o que (si el bien es inferior) se compre menos.
37 Al respecto está el famoso artículo “Mr. Keynes and the Classics; A Suggested Interpretation”, aparecido

originalmente en Econometrica, Vol. 5, No. 5, abril de 1937, pp.147-159.

23
También concibe el “equilibrio temporal” (equilibrio general) que lo define como la secuencia
de semanas Hicksianas.

9. Exposición sobre los aportes de Paul A. SAMUELSON


Reseña biográfica
Paul A. Samuelson nació en Gary, estado Indiana (USA) el 15 de mayo de 1915. Estudió
en las universidades de Chicago y Harvard. Se incorporó como profesor al Instituto
Tecnológico de Massachusetts en 1941 (profesor asistente); en 1947 como profesor; y en
1966 como profesor en propiedad. Muere el 13 de diciembre de 2009.

Aportes de Paul A. SAMUELSON a la disciplina económica


Antes que nada conviene mencionar, y subrayar, que Paul Samuelson fue un gran
pedagogo y difusor de las teorías económicas dentro de lo que se conoce como el enfoque
ortodoxo, es decir, el predominante (esto es, ni la teoría Marxista ni las aproximaciones
socialistas hacían parte de sus objetivos pedagógicos). De hecho, su libro de texto
denominado Economía, un análisis introductorio se tradujo a varios idiomas y se constituyó
el best-seller dentro de los libros de texto introductorios de economía.

Samuelson fue uno de los mayores depositarios de la economía denominada


Keynesianismo. Específicamente, en la denominada Síntesis neoclásica: combinación de
la microeconomía clásica con la macroeconomía Keynesiana. Además, uno de los
postulados de Samuelson fue plantear que todos los problemas enfrentados por la
economía pueden ser reducidos a problemas de optimización restringida: es decir, los
problemas económicos deben ser tratados mediante la maximización sujeta a restricciones.
Asimismo, Samuelson da particular interés a la dinámica económica por cuanto según él,
cada ejercicio de estática comparativa alrededor de un punto de equilibrio presupone la
estabilidad dinámica del equilibrio. Si ello no fuera así cualquier cambio alrededor del punto
de equilibrio llevaría a que la economía se alejara del punto de equilibrio, razón por la cual
las tasa de sustitución, transformación, y demás quedaran sin significado.

Además de ser un buen pedagogo y difusor de la teoría ortodoxa de la economía a un nivel


introductorio, los aportes de Paul Samuelson a la economía fueron diversos: se incluyen
planteamientos en la teoría del consumidor tales como el axioma de la preferencia revelada;
en la teoría del comercio internacional, teorema STOLPER-SAMUELSON, teorema
HECKSHER-OHLIN-SAMUELSON, teorema BALASSA-SAMUELSON; en la teoría del
crecimiento; en la teoría del capital; en la teoría del gasto público (Teoría pura del gasto
público, 1954 y aspectos de las teorías del gasto publico), entre otras.

La preferencia revelada
En cuanto a la preferencia revelada, el aporte de P. Samuelson consistió en plantear el
caso reverso del planteado normalmente en cuanto a las decisiones del consumidor.
Recuérdese que para determinar el punto de elección se tomaban como dadas las
preferencias de los consumidores (sus preferencias se representaban mediante las curvas
de indiferencia) y la decisión tomada era aquella según la tasa de sustitución entre las dos
cestas de bienes era igual a la pendiente de la recta de la restricción presupuestaria. Ahora
bien, el caso planteado por SAMUELSON hace referencia al siguiente caso: si conocemos
las decisiones tomadas por un consumidor (es decir, si sabemos cuál ha sido su consumo),
SAMUELSON planteó que a partir de esa información y del análisis de la variación de
precios de las mismas, podemos saber cuáles son sus preferencias. Es decir, a la luz de

24
un conjunto de información acerca de las decisiones tomadas en cuanto a las cantidades
según diferentes variaciones de precios y del ingreso (del consumidor), podemos
determinar las preferencias (micro 1): Si un consumidor elige una cesta de mercado
frente a otra y la cesta elegida es más cara que la alternativa, el consumidor debe
preferir la cesta de mercado elegida.

Aportes en el campo de la economía internacional


En cuanto a los aportes en el campo de la economía internacional podemos citar el teorema
STOLPER- SAMUELSON. Palabras más, palabras menos este teorema nos dice que un
incremento en el precio relativo de un commodity, incrementa los beneficios del factor usado
intensivamente en la producción de dicho commodity. Por ejemplo, si el arriendo o el precio
de la tierra se incrementa ceteris paribus, el precio de cualquier bien cuya producción
implica el insumo tierra también se incrementa. La importancia del precio de un factor
particular al costo de producir un bien depende de cuan de tal factor la producción del bien
en cuestión implica. Por ejemplo, si la industria de telas artificiales usa pocos insumos de
tierra entonces un incremento del arriendo o canon de la tierra tiene muy poco efecto en el
precio de dicha tela, en tanto que la producción de alimentos (sobre todo los que más
demandan tierra) si experimentará un crecimiento de los precios.

Ahora bien, es claro que el comercio internacional tiene efectos entre la remuneración de
los factores de producción entre países, pero es igualmente claro que el comercio
internacional también tiene efectos dentro de la remuneración de los factores al interior de
cada país: una caída del precio del petróleo no solo implica que el país va a recibir menor
ingresos por barril vendido (y que posiblemente también venda menos barriles), sino que
dicha caída tiene un efecto macroeconómico al interior del país que deriva sus ingresos de
divisas extranjeras por este rubro. Así, se encarece el dólar (caso colombiano), se
encarecen los insumos importados lo cual tiene efectos sobre el precio de los bienes que
necesitan de dichos insumos, lo que influye la inflación, y posiblemente este efecto haga
necesario que suba la tasa de interés para ayudar a contener la inflación, todo lo cual
impacta el consumo doméstico (puede llegar a reducirse el crecimiento económico).

A hechos como estos SAMUELSON también dirigió su atención, en dicho sentido se


inscribe el teorema HECKSHER-OHLIN-SAMUELSON. En realidad, lo que Samuelson hizo
fue probar rigurosamente el teorema de HECKSHER-OHLIN concerniente a la igualación
del precio de los factores: el comercio internacional producirá una igualación en los retornos
absolutos y relativos a factores homogéneos (es decir, capitales de la misma calidad –i.e.
misma productividad y riesgo- y fuerza de trabajo igual –mismo nivel de calificación y
habilidades) entre las naciones. Como tal, el comercio internacional es un sustituto para la
movilidad internacional de los factores. En dicho sentido, el comercio internacional causará
que los salarios del trabajo homogéneo sean iguales entre las naciones. Dicho comercio,
también, hará que el retorno del capital se iguale entre las diferentes naciones.

25
10. Exposición sobre la Escuela Monetarista –Neoliberalismo
– Escuela Chicago

En el mundo keynesiano era posible hacer un trade off entre desempleo e inflación (tengo
menos desempleo pero a cambio debo soportar más inflación o viceversa). Ahora bien,
cuando los individuos forman sus expectativas de forma adaptativa (es decir, basados en
la información pasada) el intercambio entre inflación y desempleo es posible: menos
desempleo se puede obtener a costas de una mayor inflación. Se debe recordar que una
manera de estimular la creación de empleo en el mundo keynesiano se hacía por la vía del
aumento de la oferta monetaria lo cual, en ausencia de trampa de liquidez, se traducía en
reducciones de la tasa de interés, y por esta vía constituían un estimulo a la inversión, y al
crédito de consumo, todo lo cual redundaba en una mayor demanda agregada. En cualquier
caso, en la economía se verificaba un aumento del nivel de precios.

Sin embargo, si las expectativas no se forman de forma adaptativa sino que lo hacen con
base en la información actual, el intercambio entre inflación y desempleo ya no es posible,
al menos no es sencillo. En particular, cuando las expectativas se forman con base en la
información actual, disponible, y con base en las políticas económicas futuras el trade off
no es posible ni siquiera en el corto plazo. Palabras más palabras menos esta es la critica
que la denominada escuela de las expectativas racionales hizo a los keynesianos. Una
verificación parcial de esta afirmación se pudo evidenciar a finales de la década de los 60’s
y principios de los 70’s cuando en los USA se verificó un fenómeno conocido como
estanflación: alto desempleo con alta inflación. En este caso las políticas de expansión del
dinero se tradujeron en inflación pero no en empleo. Al contrario se evidenció un aumento
en el desempleo. Ante dicha evidencia, los economistas se empezar a preguntar que lo que
estaba ocurriendo, en razón de lo cual apareció el planteamiento de la escuela de las
expectativas racionales.

Con todo, la escuela monetarista explica la inflación como un fenómeno enteramente


monetario: el crecimiento de los precios en la economía se debe enteramente a la oferta de
dinero. El antecedente más notable del monetarismo lo constituye la teoría cuantitativa del
dinero, planteada ya a mediados del siglo XVIII (Richard CANTILLON y David HUME). En
dicho sentido, los aumentos de la cantidad de dinero se traducen en aumentos
proporcionales en los precios. Por ejemplo, considérese lo ocurrido en tiempos de la
colonización en las indias occidentales (América Latina) cuando la plata llevada a Europa
desde el Perú y México inundo los mercados todo lo cual se verificó en incrementos
generalizados de precios, tal cual lo exponen BODINO y los escritos de los mercantilistas.
(MV=PQ, donde M es la cantidad de dinero en circulación, V la velocidad del dinero o
número de veces que circula una unidad monetaria durante un periodo de tiempo
determinado, P el nivel general de precios y Q el nivel del producto. En términos generales,
la teoría cuantitativa asume que la velocidad V es constante. Ahora bien, si se toma Q como
un valor determinado, fijo, y la velocidad también como un valor constante, en la ecuación
MV=PQ, los aumentos de M necesariamente se manifiestan en aumentos en P, de ahí el
incremento del nivel de precios o inflación).

Ahora bien, si las expectativas de los agentes se forman sobre bases racionales, no
adaptativas (es decir solo acudiendo a la información pasada), las expectativas se forman
sobre la base del conocimiento de toda la información disponible como también sobre el
conocimiento del funcionamiento adecuado de la economía (esto es se considera que los
agentes conocen el modelo correcto de cómo funciona la economía). En concreto, la

26
hipótesis de las expectativas racionales es lo mismo que decir perfecta estimación,
“adivinación”; y aunque cualquier imprecisión se debe a una perturbación estocástica, en
promedio las predicciones basadas en la expectativas racionales son correctas.

En el caso keynesiano, por ejemplo, si el banco central venia aumentando los medios de
pago a una tasa del 5% y se contaba con una inflación por decir algo, del 5% también, el
banco central podía aumentar la tasa de incremento de los medios al 10% en cuyo caso
reducía los tipos de interés y estimulaba la demanda; la inflación al menos en el corto plazo
no era visible, escenario en el cual disminuía el desempleo (y todos contentos), sin embargo
a mediano plazo la economía evidenciaba un desempleo del 10%. En el caso de que las
expectativas se formen racionalmente (es decir haciendo uso de toda la información
disponible) en el caso del anuncio o de saberse por cualquier medio que la autoridad
monetaria va a incrementar los medios de pago en un 10%, en ese mismo instante los
agentes ajustan el valor de los activos, y el resto de los precios de la economía como bien
lo puede ser el canon de arrendamiento, pòr ejemplo. puede verse en este caso que lo
único que se provocó fue una variación en el nivel de precios, pero no se pudo inducir un
incremento de la demanda toda vez que también no pudieron ser reducidas las tasas de
interés (es mas pudieron ser incrementadas). En este caso la expansión monetaria terminó
en inflación pero no en descensos del desempleo, igualmente las personas más pobres
fueron las que resultaron afectadas (tal cual se ejemplifica en el siguiente párrafo). Se
subraya, la política monetaria puede ser efectiva en el corto plazo si y solamente las
expectativas se basan sobre la información pasada (expectativas adaptativas) y los
incrementos de dinero toman por sorpresa a los agentes. En este sentido, en el modelo
planteado por los monetaristas las fluctuaciones en el producto se generan por choques
exógenos, sorpresivos.

El mensaje central de la concepción monetarista es que no se puede aumentar el empleo


acudiendo a políticas de expansión del dinero porque ello redunda no en un aumento del
empleo sino en un aumento de la tasa de inflación sin reducciones del desempleo. En este
sentido debe recordarse que la inflación es un fenómeno económico que golpea
principalmente a las personas más pobres toda vez que este segmento poblacional no
cuenta con activos que le permitan protegerse de la misma. Considérese la situación de las
personas pensionadas que reciben una mesada fija durante cada unos de los meses del
año. Al principio pueden comprar con dicha mesada, por poner un ejemplo, 5 mercados,
pero sin embargo a mitad de año apenas pueden comprar 4 mercados y ya para final de
año a penas pueden comprar 3 mercados (en este caso puede apreciarse como este tipo
de personas es golpeado por el fenómeno inflacionario).

11. Exposición sobre los aportes de Milton FRIEDMAN


Reseña biográfica
Milton FRIEDMAN (1912-2006) fue un economista de la Universidad de Rutgers con
postgrado en la Universidad de Chicago. La comunidad académica lo considera el “padre
del monetarismo”, teoría según la cual no se puede estimular la economía mediante la
manipulación monetaria (específicamente mediante la alteración de la oferta monetaria). Se
desempeñó como docente, investigador, asesor, e incluso columnista de opinión en revistas
tales como el semanario Newsweek. Por sus aportes a la economía, en 1976 recibió el
premio nobel de economía.

27
Aportes de Milton FRIEDMAN a la disciplina económica
Las contribuciones de Friedman a la economía fueron varias. En particular, los aportes más
visibles se circunscribieron al campo de la macroeconomía; específicamente en aspectos
de economía monetaria38. Según su planteamiento, cualquier acción que implemente el
Estado bien mediante manipulación de la oferta monetaria no mejoran la situación
económica de la sociedad, más bien la pueden empeorar.

Desarrollo de las propuestas de FRIEDMAN


Contexto de evidencia macroeconómica y “estado del arte” antes de la
propuesta de Friedman.

Según el diagnóstico de KEYNES, la economía no tiende de forma “natural” al pleno


empleo, y mucho menos de forma rápida en tiempos de recesión o estancamiento
(Recuérdese: la tendencia al pleno empleo era un principio de los llamados economistas de
corte clásico). En relación con esta situación, KEYNES planteaba que la reducción de la
actividad económica surge por la acumulación de ahorros no invertidos, esto es, la ausencia
de inversión implica que no se puede expandir más la actividad económica, por lo cual
tampoco son viables contrataciones ulteriores de empleados. Entonces, no inversión es
equiparable a no expansión en negocios, situación equivalente a no incremento ni en capital
ni menos aún en mano de obra39.

Al respecto, la solución que planteaba KEYNES era aumentar el gasto para que se pudiera
contratar más gente, evento que bajo los efectos del multiplicador (keynesiano) de la
inversión resultaría en mayores contrataciones de mano de obra (es decir, se ocasiona un
desplazamiento “hacia abajo” de la curva de demanda). Similarmente, también se pueden
reducir los impuestos –al consumo-, lo cual se traduce en un aumento del ingreso disponible
hecho que redunda posiblemente en un aumento de la demanda (i.e., “un aumento de la
pendiente de la curva de la demanda”). De forma alternativa, también planteaba que se
podía estimular la demanda agregada40 mediante reducciones de la tasa de interés, acto
que estimula la inversión privada toda vez que aumenta la tasa interna de retorno, razón
por la cual los empresarios responden con mayores inversiones, en proyectos “que tenían
en mente” pero que no podían llevar a cabo puesto que no eran rentables. En suma, el
Estado puede responder a la (mala) tendencia de la economía a permanecer en el
subempleo mediante aumentos en el gasto, reducción de los impuestos o mediante
reducciones de la tasa de interés. Sin embargo, según Milton Friedman la solución que
consiste en reducir la tasa de interés (o del aumento del gasto cuando éste –i.e., el gasto-
es financiado con un aumento de la oferta de dinero), no es una solución viable a largo
plazo.

38 Milton FRIEDMAN también hizo aportes en el terreno metodológico, posición según la cual afirma que la
validez de una teoría se prueba mediante su capacidad de predecir (y no tanto por la calidad y realismo de sus
premisas, o de su capacidad de descripción).
39 Nótese que si la oferta laboral crece vegetativamente, entonces en esta situación se genera desocupación

porque con el transcurso del tiempo sale más y más gente a buscar trabajo, gente como los estudiantes una
vez se gradúan.
40 Otra vez, la acción estatal desplaza “hacia abajo” la curva de demanda.

28
Inefectividad de la intervención monetaria: modus operandi del
proceso
Efectos generales
En el caso de la reducción de la tasa de interés mediante el aumento de circulante (i.e., de
dinero), los supuestos aumentos del empleo redundarían en inflación. (Un estudio publicado
en 1958 dio evidencia de una relación negativa entre variaciones de tasas salariales –i.e.,
inflación salarial- y tasas de desempleo41). Es decir, la solución que consiste en promover
el pleno empleo mediante mayor oferta monetaria redunda en unos costos sociales
representados en mayor inflación42: no hay almuerzo gratis; lo que si podría existir es un
trade off entre inflación y tasa de desempleo. Empero, según los keynesianos (y KEYNES)
un costo inflacionario por pleno empleo es un costo razonable; por ejemplo, por mantener
el pleno empleo a una tasa de inflación del 5% bien vale la pena asumir ese costo43. Según
FRIEDMAN, ese costo va más allá de lo que es en apariencia; específicamente, es mucho
mayor: el almuerzo resulta mucho más caro de lo que dice en el aviso.

La explicación que ofrece Friedman corresponde al hecho de que mantener el pleno empleo
tiene unos costos progresivos: a largo plazo aumenta la tasa de inflación. Es decir, vrg., la
tasa de desempleo que el Estado quería mantener (por decir algo, un 5%) y que empezó
valiendo un 3% de inflación, al cabo de 10 años bien podría ir costando un 10%, 12% o
25% de inflación (es decir, en 10 años por ese mismo 5% de desempleo la sociedad no
sigue pagando el 3% inicial, sino que puede estar pagando un 25% de inflación). ¡Ni que
pensar en 20 años! Así las cosas, el mantenimiento del pleno empleo en el largo plazo no
es sostenible44.

¿Cómo opera este proceso? Según Friedman, en un momento dado del tiempo si las
autoridades monetarias aumentan la oferta de dinero es posible que, en un primer
momento, por efectos de un aumento del crédito se estimule el nivel de los negocios;
empero, si al cabo de un intervalo de tiempo (6 meses o un año) los agentes perciben
inflación, entonces con el objeto de reajustar su capacidad adquisitiva los mismos agentes
reajustan los precios de bienes y servicios a la nueva tasa de inflación (por ejemplo, los
trabajadores exigirán que se les reajuste su salario; igual hacen los transportistas,
banqueros –reajuste de tasa de interés-, comerciantes y demás agentes). Obsérvese que
en este escenario, el de sorpresas en el aumento de actividad económica y del
correspondiente aumento del ingreso por cuenta de un aumento de dinero, los agentes
ajustan los precios en el momento en el cual perciben la inflación. Es decir, en el nuevo
escenario de inflación, los agentes quedan con la misma capacidad adquisitiva (dinero real)

41 Este ejercicio se encuentra expuesto en un artículo realizado por A. W. PHILLIPS (1958) denominado “The
relation between unemployment and the rate of change of money wages in the United kingdom, 1861-1957”. En
él se expone la relación empírica entre la variación de los salarios nominales y la tasa de desempleo en el Reino
Unido, periodo 1861-1957. La curva allí estimada mostró una curva de pendiente negativa.
42 Equivalentemente, la inflación significa reducción de capacidad de compra lo cual afecta a todas las personas,

pero afecta de peor manera a las personas más pobres.


43 Concretamente, se planteaba que la reducción del desempleo tenía unos costos inflacionarios. Así, si se

quería reducir más puntos porcentuales de desempleo tenía que soportar mayores tasas de inflación. Por
ejemplo, si quiera mantener un desempleo del 5% debe aguantar una inflación del 8%; pero si quiere bajarlo a
un 4% debe soportar una inflación del 10%; más aun si quiere tener una tasa de desempleo del 2% debe pagarlo
con una tasa de inflación del 15%. Este esquema se representa en los libros estándar de texto como la curva
de PHILLIPS (ver nota 39).
44 De hecho, la situación que puso de moda el planteamiento de Friedman fue el crecimiento del desempleo con

el crecimiento de la inflación, conocido como estanflación.

29
que tenían antes del aumento de la oferta monetaria y, por lo mismo, con el mismo nivel de
actividad económica que tenían previamente al aumento de la oferta monetaria.

En una palabra, en el periodo siguiente la sociedad vuelve a la tasa previa de desempleo.


En dicho sentido, se dice que los aumentos de la actividad económica que se puedan
derivar por efectos del aumento de la oferta de dinero solo duran o se experimentan en el
corto plazo, pues la economía regresa al nivel previo toda vez que los agentes reajustan
los precios de bienes y servicios, pero con el problema de que ahora la sociedad
experimenta una mayor tasa de inflación; es decir, el chistecito no sale gratis45.

La tasa de desempleo a la cual regresamos (es decir, a la que no podemos “pasárnosla por
la faja”), y que no es posible reducirla mediante incrementos sorpresa del dinero, es la tasa
“natural” de desempleo, tasa que depende de algunos parámetros tales como la
legislación laboral existente (por ejemplo, en Colombia la existencia de muchos impuestos
al salario tales como los parafiscales, SENA, Cajas de Compensación, ICBF;
indemnizaciones por despido sin previo aviso; grandes aportes que tenga que hacer el
empresario a seguridad social como pensiones y salud, etcétera), o de la estructura de la
economía46. Es decir, haga lo que haga en términos de política monetaria, no es posible
reducir la tasa de desempleo de la economía, sin incurrir en costos inflacionarios. La puede
reducir si remueve los parámetros estructurales tales como los que recién se acaban de
nombrar (impuestos parafiscales dirigidos al SENA, etc.).

De conformidad con la anterior exposición, a largo plazo no se puede reducir la tasa


(natural) de desempleo; menos aun lograr el pleno empleo. Lo máximo a que se puede
aspirar es alcanzar o mantener la tasa natural de desempleo47. A corto plazo es posible
reducir el desempleo; a largo plazo no. Es viable a corto plazo dado el hecho de que el
efecto de un incremento de circulante sobre los precios se demora, dilación que puede
tardar algunos meses. Así, es posible aumentar el nivel de la economía a corto plazo por
cuanto la forma de ajuste es retrasada, se demora: los agentes tardan tiempo en ser
sorprendidos por la inflación, empero una vez tienen conciencia o saben cuánto es el monto
de ésta, hacen los reajustes del caso. Es decir, esperan y reajustan.

Por otro lado, los efectos del incremento de la oferta monetaria son efectivos en la medida
en que tomen por sorpresa los agentes. En adición, es claro que para los agentes no es
rentable la inflación (o lo que es lo mismo la reducción de su capacidad de compra) razón
por la cual buscaran mecanismos para librarse de esta o por lo menos para mitigar sus
efectos; esto es, cuanto más rápido puedan hacer sus reajuste, mejor. La rapidez y forma
de respuesta depende en gran medida del mecanismo que elijan para hacer los
correspondientes ajustes. En el caso del modelo primigenio de Friedman los ajustes se
hacen de forma pasiva, esto es, se espera a ver cuál fue la tasa y luego se reajusta.

Formación e incorporación de expectativas dentro de los modelos


macro
Empero, existen maneras alternativas de responder al fenómeno inflacionario. Una de ellas
es incorporar expectativas dentro de los modelos de ajuste inflacionario; no solo esperar “y

45 Recuérdese que una mayor inflación le cuesta más a las personas más pobres)
46 La tasa natural de desempleo puede variar –y de hecho varia- según el tipo de sociedad que se considere.
En algunos países es más alta que en otros; por ejemplo, en algunos países europeos es mayor que en los
Estados Unidos.
47 Obsérvese que en épocas de recesión o contracción del producto, a causa de coques negativos, la tasa de

desempleo de la economía puede quedar transitoriamente por debajo de la tasa natural.

30
ver qué pasa”. Una de ellas es suponer que las cosas que pasarán en el periodo presente
serán iguales a las cosas que pasaron en el periodo pasado, situación que, en nuestro caso,
consiste en asumir que la inflación de este año será la misma del año pasado. A las
expectativas formadas de esta manera se les denomina expectativas estáticas: no hay
cambio pues se espera que lo que pasó ayer, o en el pasado, siga ocurriendo en el
presente. Sin embargo, esta manera de formar expectativas tiene problemas por cuanto el
Estado, a través de las autoridades monetarias, puede sorprender crónicamente a los
agentes. Por ejemplo, si el año pasado tuvieron una inflación del 0%, pero este año el
gobierno decide aumentar la oferta monetaria en una tasa del 5% para aumentar la actividad
económica, los agentes van a ser sorprendidos. Más aún, si el Estado se mantiene en la
línea aumentar la oferta de dinero, por ejemplo, en un 6% y los agentes creen que la
inflación del presente va a ser la misma del año pasado (es decir, 5%), la sorpresa volverá
a ocurrir. De seguirse formando las expectativas de esta manera, los agentes siempre serán
sorprendidos: pasaran por ingenuos, y como tal serán tratados.

Ahora bien, si con el objeto de no solo ajustar la capacidad de compra del ingreso los
agentes reajustan con base en la inflación pasada, sino que para cubrirse de cualquier
“sorpresita” inflacionaria presente, los agentes incorporan a dicho ajuste alguna estimación
de la inflación corriente (la de este periodo, o año), los reajustes contendrán la información
de la inflación pasada y una estimación de la inflación que ocurrirá este periodo (el periodo
presente) 48 . Es decir, el mecanismo de ajuste contiene 2 tipos de información: una
representada en la información pasada (la cual cubre la pérdida de poder adquisitivo del
periodo pasado), y otra representada en las expectativas que los agentes se hacen acerca
del presente (de la inflación sorpresa). Está manera de formar expectativas usualmente se
conoce como expectativas adaptativas: toma información pasada (la de la inflación pasada,
para ajustar pérdida adquisitiva en el pasado), e información presente que consiste en una
estimación de la inflación para este año (i.e., para el periodo presente)49.

Sea cual fuere el caso, la formación de expectativas adaptativas permite la existencia de


efectos de expansión monetaria en la tasa de desempleo pero en el corto plazo (nunca en
el largo plazo). A este respecto, sin embargo, existe un planteamiento según el cual los
efectos de la política monetaria expansiva no tienen efectos ni en el empleo ni menos en el
producto, aun en el corto plazo. Este caso será tratado en las notas de clase referentes a
los aportes de Robert LUCAS.

El planteamiento de M. FRIEDMAN tiene consecuencias bien importantes para la sociedad,


en particular para la política económica: la manipulación de la oferta monetaria no sirve para
bajar la tasa de desempleo toda vez que ello presupone inflación: la reduce, eso sí, pero en
el corto plazo. El precio que se paga es un aumento de la inflación: la oferta monetaria

48 Dado el hecho de que los efectos en el desempleo se relacionan con la inflación sorpresa, y no con la inflación
efectiva (la causada), para entender los efectos de la inflación no prevista en el corto plazo M. FRIEDMAN y E.
PHELPS indicaron en el año 1968 que el modelo de Phillips podía ser usado a condición de que incorporará las
expectativas inflacionarias. Como tal, este es el modelo que usualmente –todavía hoy- se presenta en los libros
de texto de macroeconomía, se usa como herramienta pedagógica para ayudar a entender los efectos en el
desempleo de la inflación no prevista en el corto plazo. (Ver nota 39).
49 El problema con la formación de este tipo de expectativas es que los agentes no logran cubrirse de las

“sorpresitas” rápidamente; eso toma tiempo, lo que en ultimas quiere decir que es posible que se tome más de
un periodo la recuperación del poder adquisitivo. Entre tanto, aumenta la actividad económica y por lo tanto el
producto; la dificultad en este caso reside en que también se disipa el efecto en la reducción de la tasa natural
de desempleo pues al hacer los ajustes del caso los agentes, gradualmente la actividad económica pierde el
impulso y por tanto vuelve a aumentar la tasa de desempleo, razón por la cual vuelve a llegar a su valor natural.
De esta forma entran las expectativas en la curva de Phillips, modelo que se llama “modelo de PHILLIPS
aumentado”, precisamente porque incorpora las expectativas inflacionarias al modelo original de PHILLIPS.

31
expansiva empeora la situación por cuanto incrementa la tasa de inflación, lo cual redunda
en mayores costos económicos y sociales, en particular el de las personas más pobres por
cuanto son las que terminan en peor situación habida cuenta de que la inflación las castiga
con mayor fuerza.

12. Exposición sobre los aportes de Robert LUCAS


Reseña biográfica
Robert LUCAS (1937- ) es un economista de la Universidad de Chicago. Su trabajo
profesional ha girado en torno a la investigación acerca de la formación de las expectativas
en los agentes económicos, en particular la formación de las denominadas expectativas
racionales. Asimismo, otra área de investigación de R. LUCAS se ha orientado a la crítica
de los modelos tradicionales acerca de los efectos de las medidas de política económica.
Su desempeño docente se ha realizado en la Universidad Carnigie Mellon y la Universidad
de Chicago.

Aportes de Robert Lucas a la disciplina económica

Las contribuciones de Lucas a la economía han girado en torno a la formación de


expectativas y los efectos de éstas en la política económica. En general, los resultados de
sus investigaciones lo llevaron a concluir que cuando los agentes económicos se forman
expectativas sobre el futuro de una forma racional, los efectos del accionar de las
autoridades económicas resultan inefectivos, aun en el corto plazo. Al hablar Lucas de la
forma como los individuos forman sus expectativas, habla de la posibilidad de adquirir
perfecta información, o al menos la más relevante, y de la posibilidad de construir o
estructurar un modelo para el entendimiento adecuado de la economía. Este nuevo enfoque
de investigar la formación de expectativas y los efectos de las mismas han supuesto la
conformación de un nuevo programa de investigación representado por La Nueva
Macroeconomía Clásica.

Desarrollo de las propuestas de Lucas

Según Friedman el accionar de las autoridades monetarias tiene efectos en la tasa de


desempleo, pero en el corto plazo. Según Lucas, el accionar de las autoridades monetarias
implica que el dinero es neutral no solo en el largo plazo (es decir que las expansiones de
oferta de dinero no tienen efecto en el largo plazo), sino que también el dinero es neutral
aun en el corto plazo: es decir, ni siquiera en el corto plazo tiene efecto el accionar de las
autoridades económicas. El aspecto central del planteamiento de Lucas indica que las
predicciones que hacen los agentes económicos, en promedio, no son erradas; menos aún
sistemáticamente erradas –i.e., todo el tiempo- como en el caso de cuando forman sus
expectativas de forma estática (Ver notas de clase acerca de Friedman al respecto). En
términos sencillos, los agentes no son sorprendidos a toda hora. En dicho sentido, las
sorpresas que los agentes han de soportar son de naturaleza estrictamente aleatoria, lo

32
que técnicamente se conoce como errores tipo ruido blanco50 (es decir el error aleatorio es
una mezcolanza de errores en la cual los efectos de unos anulan los efectos de los otros).

En particular, cuando se habla de que las estimaciones son en promedio correctas se quiere
dar a entender que las estimaciones que hacen los agentes pueden ser individualmente
erradas pero (en términos agregados) correctas en promedio. Así las cosas, mis
expectativas pueden ser incorrectas, pero las de otros agentes también pueden serlo
(aunque en el sentido inverso; es decir si yo creo como otros agentes que hay precios a la
baja y otros agentes creen que hay precios al alza aun cuando no vayan a presentarse en
el futuro variaciones de precios, en promedio no se verifican variaciones de precios). En
otros términos, el modelo de Lucas establece que los agentes hacen estimaciones correctas
(en términos agregados), razón por la cual no pueden ser sorprendidos por el accionar de
las autoridades monetarias. ¿Por qué, en promedio, son correctas? Porque los agentes
tienen la capacidad de aprender (ahí está el meollo del asunto; en que la formación de
expectativas se hace con la convicción de que los agentes no son tontos, que tienen la
facultad de aprender). Se subraya: indicar que los errores de formación de expectativas
agregadas (es decir de todos los agentes) que se verifican son de naturaleza aleatoria
quiere decir que éstos no son sistemáticos.

La repercusión de tomar en cuenta las expectativas racionales dentro de la formación


teórica de la macroeconomía tiene una trascendencia sustantiva: quiere decir que el
comportamiento de los agentes económicos no es posible modelarlo como si se tratara de
actores económicos pasivos –como en el caso de la formación de las expectativas
estáticas-, y que por lo tanto puedan ser manipulados por los hacedores de política
económica (policy makers), o lo que es lo mismo, que los hacedores de política por medio
de cambios continuos de política se puedan aprovechar de los agentes económicos. Por el
contrario, una implicación es que deben ser modelados como agentes capaces de anticipar
las consecuencias de política (es decir, los agentes conocen el modelo) y actuaran de
conformidad, vale decir, de tal forma que sus decisiones los lleven al óptimo (individual).

Más aún, por tomar en cuenta el hecho de que los individuos hacen o forman sus
expectativas a nivel individual (basados en consideraciones individuales), la construcción
de un modelo explicativo de la macroeconomía demanda o requiere una micro-
fundamentación, ello con el objeto de darle coherencia a la explicación de la
macroeconomía. Precisamente, este fue un hecho que se le cuestionó a los modelos
keynesianos y neokeynesianos, i.e., la falta de una micro-fundamentación de la teoría
macroeconómica.

Por otro lado, la crítica de LUCAS a los modelos que pretenden explicar las consecuencias
de las medidas de política económica, señala que resulta ingenuo pretender predecir a
partir de datos históricos y agregados consecuencias, toda vez que la estructura en un
modelo econométrico consiste en un conjunto de reglas de decisión óptimas de los agentes;
reglas que cambian en el tiempo de forma sistemática de conformidad con los cambios en
la estructura relevante a los agentes. Es decir, a partir de datos históricos y agregados poco
podemos hacer, en términos de predicción. Además, la estructura de los modelos
econométricos está cambiando, de conformidad con los parámetros y/o elementos que los
agentes consideren relevantes

50Es una analogía a la conformación del color blanco como mezcla de todos los colores, que se usa en el campo
del estudio de la óptica.

33
13. Exposición sobre los aportes de Gary STANLEY BECKER
Reseña biográfica
Gary Becker fue un economista estadounidense que nació en Pottsville, Pensilvania, y vivió
entre 1930 y 2014. Fue profesor de la Universidad de Chicago que hizo investigaciones en
varias áreas de la sociología, demografía y asignación del tiempo.

Aportes de Gary Becker a la disciplina económica

Uno de los principales aportes de G. BECKER fue extender en análisis económico para
analizar cuestiones distintas a las que usualmente se dedican los economistas (por ejemplo,
ir más allá de los temas habituales de inflación, desempleo, crecimiento económico,
etcétera). De hecho, a Becker se le otorga el Premio Nobel de Economía en 1992 por
ampliar el campo de acción del análisis económico (específicamente del análisis
microeconómico) a cuestiones que no tienen que ver estrictamente con el mercado,
verbigracia, al estudio del crimen. En particular examinó temas relacionados con cuestiones
sociológicas y demográficas, además, de forma algo más suficiente propuso una “Teoría
de la Asignación del Tiempo” 51 . Según el mismo Becker, su enfoque no se basa
estrictamente en considerar un comportamiento egoísta del individuo, sino que también se
pueden considerar comportamientos altruistas o masoquistas. BECKER incluye dentro de
su análisis las motivaciones. En este sentido, los individuos continúan maximizando su
bienestar, su función de “utilidad”, bien sea que se trate de individuos (o unidades
decisorias) egoístas, altruistas o masoquistas.

Los campos de acción del análisis economicista propuesto por Becker son varios.
Comprenden el análisis del crimen, el del capital humano, la economía familiar y la
discriminación contra las minorías. Según BECKER, para analizar el comportamiento de las
personas uno no se debe circunscribir estrictamente a creer que ellas actúan de forma
egoísta (al respecto, téngase en cuenta que eso era lo que pensaba A. SMITH, por
ejemplo). Más bien se puede suponer que existen otros móviles que hacen actuar a las
personas (o entes que toman decisiones), móviles tales como el altruismo. Obsérvese que
en la Edad Media, afirman muchos cronistas, algunas personas tenían como móvil la
misericordia, la piedad, en últimas la Salvación Eterna (caso de las personas que hacían
votos religiosos) o las que querían alcanzar la gloria (caso de los Caballeros o de los
guerreros de la Edad Media); a ambos tipos de personajes los movían motivos distintos a
los económicos (es decir, más que buscar bienes terrenales buscaban la redención al Reino
de Dios o el Honor). Con todo, en cualquiera de estos casos los individuos que asumen
dicho modo de vida buscan maximizar su utilidad o bienestar (en palabras de Becker),
“cualquiera fuera la idea que tuvieran de lo que fuera [el bienestar]”, procuraban hacer lo
mejor con el fin de anticipar las consecuencias inciertas de sus acciones. En una palabra,
los individuos siempre actúan racionalmente.

A continuación, a modo de ejemplo, se hace una breve exposición acerca del enfoque en
terrenos no económicos propuesto por BECKER en un tema particular: el crimen.

51 A theory of the allocation of time. The economic Journal, Sept 1985, No 299 vol LXXV.

34
Análisis del crimen: crimen y castigo

En el caso del crimen, con anterioridad al estudio de Becker se asumía que el


comportamiento criminal era causado por problemas mentales o por trastornos sociales,
razón por la cual se señalaba que los criminales eran “víctimas”52: nacieron con problemas
mentales y/o se criaron en un ambiente opresor, bien en un ambiente familiar muy tóxico o
en un vecindario marginado, por ejemplo. En dicho sentido, los estudios no analizaban el
comportamiento criminal que algunas veces las personas “normales” practican, tales como
parquear en un lugar prohibido o “embolsillarse” una bebida ligera en un almacén. Se
destaca que previo a la propuesta de Becker, las políticas de tratamiento del crimen dadas
por el Estado al considerar a los criminales como víctimas, redundaron en el aumento de
los derechos de los criminales en detrimento de los de las víctimas y, claro, de toda la
sociedad (esto es, al decir de muchos, las medidas del Estado eran muy laxas lo cual se
tradujo en menos penas para los criminales y menos protección para la población).

Al respecto, lo que Becker hizo fue examinar el comportamiento que subyace en los actos
criminales. Es claro, BECKER no se limitó a examinar el comportamiento basado en la
“racionalidad restringida” es decir la que solo toma en cuenta el egoísmo material. En su
análisis, señala que la mayoría de las personas están restringidas por consideraciones de
otra índole tales como valoraciones morales y éticas, todo lo cual les impide cometer actos
criminales así sepan que no van a ser detectados o que pueden sacar en determinada
oportunidad un provecho bien considerable. Más aún, si todas las personas se comportaran
de dicha manera, la policía, los jueces, los abogados y las cárceles sobrarían (para controlar
los delitos). Aquí, racionalidad implica que los individuos se convierten en criminales cuando
al comparar los beneficios del crimen con los que les da el trabajo legal 53 hallan una
diferencia positiva: es decir, cuando el crimen paga, (claro, esto a los ojos de los que optan
por la conducta criminal).

Entonces, el volumen del crimen en un sociedad resulta de la interacción entre varios


factores dentro de los cuales se cuentan las políticas del Estado que redundan en el
ambiente social y económico, a saber: el volumen de gasto en pie de fuerza, (cantidad de
policía, por ejemplo), grados y tipos de penas para los diferentes delitos, cantidad y calidad
de educación (gasto en educación), cantidad, calidad y pertinencia de capacitación para el
trabajo, oportunidades laborales, calidad de la justicia (es decir, grado de lentitud y
corrupción del aparato judicial). En palabras del mismo Becker, “claramente, el tipo de
empleos legales disponible también como la ley, el orden y el castigo son parte integrales
de la aproximación económica al crimen”54.

Uno de los resultados a los cuales llegó BECKER fue a mostrar que el comportamiento
criminal no es un tema de redistribución (como en Los Miserables de Víctor Hugo); es decir,
no se trata de que un pobre por necesidad le quite a un rico, al cual evidentemente le sobran
“las cosas”, sino mostrar que este comportamiento es algo más que una simple

52 Al respecto se debe señalar que antes de BECKER ya se habían hecho análisis económicos a
comportamientos que trascendían las actividades estrictamente económicas. En particular, J. BETHMAN en su
obra clásica “Introducción a los principios de la moral y la legislación” en el siglo XVIII consideró que las personas
eran optimizadoras (eran seres racionales) en cualquier aspecto de su vida.
53 Evidentemente, también incluyen dentro de los cálculos factores tales como costos en una eventual captura;
es decir calculan la posibilidad de captura y sentencia, igualmente tienen en cuenta la severidad del castigo.
54 The economic way of looking at life, nobel lecture, December 9, 1992. BECKER, Gary. Department of

Economics, University of Chicago, Chicago, IL. 60637, USA. (Disponible en internet).

35
redistribución. Específicamente, que se trata de un comportamiento socialmente dañino,
lesivo para la sociedad, mediante la consideración de que el criminal para cometer su
fechoría tiene que “invertir” recursos: tiene que comprar o alquilar armas, tiene que planificar
el delito, todo lo cual demanda tiempo y otro tipo de recursos. Es decir, el criminal en lugar
de usar su tiempo y recursos en otra cosa, los usa para hacer daño: en este caso, el
delincuente es un sujeto racional, no una simple víctima como lo consideran los análisis
anteriores a BECKER.

En vista de lo anterior, lo que hacen los individuos es sopesar los beneficios contra los
costos, es decir optimizar su función de bienestar. Un ejemplo bien sencillo: en el caso del
robo a los grandes almacenes la utilidad del delincuente es la que resulta del valor que
pueda captar por lo robado, mientras que los costos tienen que ver con los trabajos que ha
de pasar para que las cámaras de seguridad no lo puedan identificar, el escarnio público al
que se puede ver sometido en el acto, la multa y/o tiempo de privación de la libertad que le
puede imponer el aparato judicial, etc. Con base en estas consideraciones el que está
pensando cometer el delito toma su decisión. Al respecto, existirán individuos muy adversos
al riesgo mientras que también pueden existir otros menos adversos, en el primer caso dado
un nivel de seguridad y unas normas es posible que un sujeto se disuada mientras que en
el segundo caso otro individuo más “arrojado” actúe55.

En cuanto a este tipo de análisis, el del comportamiento criminal, un beneficio adicional que
se derivó del mismo fue que se pudo extender, como enfoque de investigación, al estudio
de muchas otras cuestiones que se relacionan con el acatamiento de la ley (i.e., los temas
que tienen que ver con hacer cumplir la ley –enforcement, lo llaman los anglosajones-),
tales como la observancia de las normas sobre condiciones adecuadas de trabajo (vrg.,
afiliación a riesgos profesionales), la evasión de impuestos, etcétera.

En general, análisis como los que se acaban de reseñar fue los que incorporó G. BECKER
a temas que no eran de la “jurisdicción” económica, a temas sociológicos como el crimen.
Este tipo de propuestas de estudio es uno de los grandes aportes de Becker.

14. Enfoque de la Teoría de Juegos al análisis económico


Generalidades

Aunque la denominada Teoría de Juegos se relaciona con el análisis de situaciones que


implican conflictos de intereses entre personas, toma su nombre (es decir, la palabra
Juegos) de la asociación que le dieron los teóricos iniciales al tratamiento de los conflictos
de interés que surgen del análisis de la conducta de los participantes en juegos
recreacionales tales como el ajedrez, el póker o el Monopolio. (Al parecer el nombre Juegos
se inspiró en este tipo de actividades lúdicas). Con todo, el ámbito de estudio y aplicación
de teoría de Juegos incluyen problemas de orden económico, de negocios, tácticas de
guerra, decisiones de política, etcétera. Con este esquema teórico lo que se hace es
modelar situaciones de decisión en las cuales hay uno o más tomadores de decisión en
ambiente conflictivo. Se usa para propósitos explicativos y predictivos.

55Un ejemplo muy sencillo, en términos matemáticos, puede encontrarse en el capítulo de Derecho y Economía
del libro de HAL R. Varian, Microeconomía Intermedia, un enfoque moderno. Tercera Edición. Antoni BOSH.
Barcelona.

36
La teoría de juegos es la disciplina para analizar cómo se toman las decisiones bajo
presupuestos racionales; su esquema analítico presupone que se pretenden alcanzar unos
resultados y que las decisiones tomadas tienen efectos que además inciden en el
comportamiento del resto de los jugadores. En general, la teoría de los juegos busca
proveer algunos principios generales de pensamiento acerca de interacciones estratégicas.
Claramente, en el mundo que analiza la teoría de juegos, las decisiones y acciones de unos
jugadores afectan las situaciones (y decisiones y acciones) de los otros. Se subraya: una
cosa es una decisión, la cual es una en la cual no se toma en cuenta la reacción de otras
personas. Y los juegos estratégicos es las interacciones que se suceden mutuamente entre
jugadores.

Tradicionalmente se asocia el origen de la Teoría de Juegos, como campo independiente


del estudio, a una serie de publicaciones realizadas a finales de la tercera década del siglo
XX por el matemático húngaro John Von Neumann, y al libro publicado por Von NEUMANN
y MORGESTERN en 1944 (Theory of Games and Economic Behavior). Ante todo, estos
autores abordaron las situaciones relacionadas con Juegos de tipo cooperativo, y los
denominados “Juegos suma cero” (a saber, juegos en los que lo que gana un jugador los
pierde el otro, tal como ocurre cuando uno le gana una apuesta a otra persona). Sin
embargo, avances novedosos los haría prontamente John Nash en 1951 con el análisis de
Juegos no Cooperativos.

Se subraya: un juego es un modelo de conflicto de intereses. Los esquemas de la teoría de


juegos son formas de analizar los problemas de conflictos de interés. Aunque hay conflictos
muy complicados (tanto en el ámbito teórico como en la vida real), el objetivo de la teoría
de juegos es que el juego describa los principales tipos de decisiones abiertos a los
participantes así como los tipos de resultados que pueden ocurrir. A primera vista se
consideraría que la teoría prevea soluciones a determinados tipos de juegos, es decir que
nos especifique cual es la estrategia o las mejores estrategias que se deben tomar los
jugadores. Empero, dado que la mayoría de los juegos que tienen lugar en la vida real son
muy complejos, lo máximo que puede darnos la teoría de juegos en muchos casos es
descartar que tipo de decisiones (definitivamente no debemos tomar) y sugerir que
jugadores jugaran o actuarían juntos (Thomas, 2003)56.

Antes de continuar, se recalca: con la Teoría de los Juegos el presupuesto fundamental de


Adam SMITH según el cual “el interés individual conlleva al bien común”, se debilita (en
realidad, se cae para muchísimos casos), toda vez que la racionalidad en la toma de
decisiones basada en una actitud ciegamente egoísta conlleva a que los agentes (o
jugadores) no tomen decisiones optimas. (No necesariamente el ciego egoísmo nos lleva
al bien común). Además, la teoría de juegos también muestra de qué manera y en qué
posibles casos los individuos no llegan a un óptimo Paretiano pese a que tengan la
posibilidad de alcanzar dicho punto.

Definición y solución del juego

Ante todo, un juego se define como “una situación en la que los jugadores (los participantes)
toman decisiones estratégicas, es decir, decisiones que tienen en cuenta las acciones y las
respuestas de las demás” (PYNDICK, 2009: 550). Toda decisión implica determinado
beneficio (o castigo); además, las decisiones se hacen sobre la base de estrategias (plan
de acción para jugar). “Un objetivo clave de la teoría de los juegos es averiguar la

56 Thomas, L. C. Games, theory and applications. Ellis HORWOOD/John WILEY, Chichester, LONDON. (2003)

37
estrategia57 óptima para cada jugador” (ibíd.). Cuando se halla dicha estrategia, se le da el
nombre de ESTRATEGIA DOMINANTE 58 . En este caso se le llama a dicha solución
“equilibrio de las estrategias dominantes”.

Ejemplo de la determinación de una estrategia dominante: supónganse que hay dos


empresas A y B tal que tienen que decidir simultáneamente si hacen o no publicidad de su
producto59.

La decisión que tome cada una afectará a la de la otra. Los resultados posibles del juego
se adjuntan en el Cuadro 1. La primera componente de cada casilla es la ganancia de A y
la segunda componente es la ganancia de B). Obsérvese que si las dos empresas deciden
hacer publicidad, la A obtendrá unos beneficios de 10 y la B obtendrá unos beneficios de 5.
Si la A hace publicidad y la B no, la A ganará 15 y la B no ganará nada. El cuadro también
muestra los resultados de las otras dos posibilidades. Así, si A hace publicidad y B la hace,
entonces A gana 10 y B gana 5 (es decir, ambas empresas ganan). Si A la hace y B no la
hace, entonces A “queda como un lulo” porque gana 15 y B no gana nada (es la situación
ideal para A). Por su parte, si A no hace nada y B toma la delantera A gana 6 y B gana 8
(es la situación ideal para B); y si ninguna hace nada, A gana 10 y B gana 2 (obsérvese que
el peor escenario para B es que A haga publicidad y B no haga nada). Dado este escenario
de ganancias, ambas empresas optaran por hacer publicidad: A puede perder si se mueve
en la segunda fila; B puede perder si se mueve dentro de la segunda columna. En este caso
A se queda en la primera fila (es su estrategia dominante) y B en la primera columna
(es su estrategia dominante), la conclusión es que deciden quedarse en la primera casilla,
es decir la que tiene (10,5). Así las cosas, independientemente de lo que haga B, A hace
publicidad; independientemente de lo que haga A, B hace publicidad.
Cuadro 1.

Empresa B
Hacer publicidad No hacer publicidad
Empresa A Hacer publicidad 10,5 15,0
No hacer publicidad 6,8 10,2

Fuente, PYNDICK y RUBINFELD, Op. Cit.

Ahora bien, en el caso de que un jugador no pueda determinar una estrategia dominante
(tal como puede ser el caso de que tenga una matriz de ganancias “adversa”) el problema
se complica dado que tiene que considerar que va a hacer B al respecto (Ver Cuadro 2
adjunto). Es decir, en este caso le toca pensar en términos de lo que haga B, y no como en
el párrafo anterior que podía tomar su decisión sin tomar en cuenta lo que hiciera B. en
dicho caso, A tiene que “ponerse en los zapatos” de B y ver qué es lo más probable que va
a hacer B. la matriz de ganancias es la siguiente. Obsérvese que para B lo mejor es hacer
publicidad (pues sus ganancias serían 5 u 8, en lugar de 0 ó 2), en cuyo caso A deduce que
B hará publicidad, y como cree que la va a hacer, toma la determinación de, también,
hacerla (en cuyo caso gana 10 en lugar de 8 por no hacer nada).

57 Una estrategia es simplemente la elección tomada por cada jugador dentro del conjunto de elecciones
posibles. Evidentemente, para el desarrollo del juego se requiere (que cada jugador o participante) conozca las
reglas del juego.
58 En una palabra, dicha estrategia es la estrategia óptima para cada jugador en un juego.
59 El ejemplo que se toma a continuación, se tomó del Texto referenciado de PYNDICK (2009; pp. 553 y 554).

38
Cuadro 2.

Empresa B
Hacer publicidad No hacer publicidad
Empresa A Hacer publicidad 10,5 15,0
No hacer publicidad 6,8 20,2

Fuente, PYNDICK y RUBINFELD, Op. Cit.

Obsérvese lo realizado hasta el momento. Con los ejemplos tomados se ha pretendido


enseñar cómo es que se determinan las estrategias dominantes 60, dada una matriz de
ganancias (o pagos, según el argot de Teoría de Juegos). En el primer ejemplo (Cuadro 1),
la decisión se hizo sin tener que esperar o considerar que iba a hacer el otro jugador. Sin
embargo, en el segundo ejemplo (por el hecho de ser distinta la matriz de ganancias) la
estrategia de A implicó que tuviera que tomar en cuenta lo que iba a hacer B, es decir, en
este último caso A le “tocó ponerse en los zapatos” de B, o razonar como lo haría B. este
último ejemplo es el que en la literatura se conoce como Equilibrio de Nash., a saber “un
conjunto tal de estrategias (o de actos) que cada jugador hace lo mejor para él, dado lo que
hacen sus adversarios” (Ibíd.: 555).

Más aún, existe un juego (i.e., una matriz de pagos) que hace que un juego se vea bien
interesante, y que sirve para considerar juegos donde no es posible mejorar el bienestar de
ambos jugadores por el hecho de que no se pueden coordinar, todo lo cual los lleva a ambos
a un equilibrio sub-optimo. El ejemplo se denomina el Dilema del Prisionero, y se usa para
ilustrar un sin número de actividades donde la elección optima es no confiar (o defraudar al
otro jugador)61. En el caso que se analiza, se capturan dos delincuentes sindicados de
cometer conjuntamente un delito, empero no se tiene claridad puntual sobre la participación
individual. Así, cada uno puede declararse culpable e implicar al otro sujeto, en cuyo caso
el confesor quedaba libre pero el cómplice quedaba 6 meses “a la sombra”, y viceversa. En
el caso de que ninguno confesara ambos quedaban “a buen recaudo” (encarcelados)
durante un mes. Lo anterior se esquematiza en el Cuadro 3 correspondiente a la matriz de
pagos del Dilema del Prisionero.

Al respecto considérese lo que haría el Jugador 1. Si 2 niega, lo mejor es confesar, y así


quedar en libertad. Si 2 confiesa, lo mejor es confesar y aguantarse la condena de 3 meses,
en lugar de 6 meses. De lo anterior, lo mejor para el Jugador 1 es confesar, independiente
de lo que haga el Jugador 2. Para el Jugador 2 también aplica el mismo razonamiento de
1, y por lo tanto lo mejor es confesar. De cualquier manera, nótese que el equilibrio
alcanzado es ineficiente en el sentido de Pareto (por cuanto se podría mejorar el bienestar
de ambos pasando a la cuarta casilla), lo mejor sería que ambos no confesaran; pero ¡No
lo hacen! (Es racional no hacerlo) por cuanto no se pueden poner de acuerdo (por cuanto
no confían el uno en el otro –por ejemplo, porque llevan poco tiempo delinquiendo juntos)62.

60 Es decir, hallar la solución o, lo que es lo mismo, hallar el Equilibrio del Juego.


61 El ejemplo que se toma a continuación se hace del libro Microeconomia Intermedia de H. Varian, (1994: 491).
Antoni BOSH Editor. Madrid.
62 La situación recién descrita se puede modificar si este tipo de esquema se jugara un número indefinido de

veces, sentido en el cual la mejor estrategia (la que beneficia el bienestar de ambos) es la cooperación. En
dicho caso, esa estrategia fue etiquetada en la teoría como la estrategia ojo por ojo.

39
Cuadro 3.

Jugador 2
Hacer publicidad No hacer publicidad
Jugador 1 Confesar -3,3 0,-6
Negar -6,0 -1,-1

Fuente, Varian, Op. Cit.

Con todo, obsérvese que lo que enseña el dilema del Prisionero es que pese a que hay la
posibilidad de elegir la opción óptima (es decir, la eficiente en el sentido de Pareto), los
agentes no la eligen, terminan eligiendo una estrategia ineficiente, pues es lo más racional;
idealmente no cooperan. Esta situación se podría modificar si los individuos jugaran el
mismo juego un número indefinido de veces (y por su puesto tuvieran el chance de cooperar
o castigar eventuales engaños o deslealtades).

Tipos de juego y aplicaciones

Dependiendo del tipo de criterio utilizado, los juegos se clasifican en: a) enteramente
conflictivos o con se caracterizan por requerir algún grado de cooperación –verbigracia, uno
de tipo conflictivo es el “juego suma cero”, tal como repartir un pastel: “lo que gano yo lo
pierdes tú”; o uno cooperativo tal como el intercambio comercial “toda vez que del
intercambio ambos nos podemos beneficiar”; b) si son secuenciales o simultáneos; c) si son
jugados una sola vez (ocasionalmente) o repetidamente, o con los mismo o diferentes
contendores; d) si todos los jugadores tienen completa información, o cuentan con
cantidades iguales de información; si los acuerdos cooperativos son exigibles o no; si son
juegos no cooperativos63.

63Juego cooperativo es aquel en “el que los participantes pueden negociar contratos vinculantes que les
permiten plantear estrategias conjuntas”. (Ibíd.) Evidentemente, el aspecto de los contratos vinculantes es
crucial para establecer la diferencia entre Juegos Cooperativos y Juegos no Cooperativos.

40
15. Exposición sobre el Institucionalismo Económico

De manera general, el termino institucionalismo hace referencia a una forma o enfoque de


analizar las relaciones sociales dentro del campo de estudio denominado ampliamente
como ciencias sociales. En sí, el enfoque constituye una práctica interdisciplinar y/o
multidisciplinar para entender el cambio social (cambio de las relaciones sociales). De forma
elemental, se trata de entender la sociedad mediante la comprensión de las instituciones
en campos de estudio tales como la economía, la ciencia política, la historia, entre otras.
De forma particular, el institucionalismo en economía alude a lo que comúnmente se rotula
como “Economía institucional”. La idea es, entonces, explicar el comportamiento económico
como algo que va más allá de la simple explicación de quién es y qué hace el “homus
economicus”: es decir, explicar además del quehacer del individuo que se la pasa
calculando y maximizando la utilidad y las ganancias económicas, los móviles que tiene su
comportamiento “no económico”. A este respecto, el estudiante bien puede empezar a ver
las lagunas conceptuales que dejan los manuales básicos de microeconomía, por poner un
ejemplo bien representativo. En éstos se toman muchas cosas como dadas: las
preferencias, la tecnología, la propiedad privada, etc. (salvo algún pie de página, no se hace
referencia a la formación y/o aparición de éstas).
Entonces, para empezar, se indica que el institucionalismo económico nació en
Norteamérica a principios del siglo pasado. La idea era explicar las relaciones económicas
a partir de tomar en cuenta el papel de las instituciones sociales (tales como las costumbres,
los ritos, las ceremonias) y el desarrollo de la tecnología en la formación del comportamiento
económico. Por ejemplo, considérese el papel que desempeño la tecnología en la
institución social llamada esclavitud, habida cuenta de haber hecho antieconómicas las
relaciones amo-esclavo (ello en contraposición con lo que algunas personas todavía creen,
en el sentido de que fueron los “Simones Bolívar”, los “Napoleones” o los “Abraham
LINCOLN” los que liberaron a los esclavos).
De forma más particular, la concepción original era considerar que las relaciones
económicas eran el resultado del proceso evolutivo (hechos fortuitos que pueden ocurrir) y
de las instituciones sociales (la existencia de determinadas prácticas de justicia, por
ejemplo). Se hace alusión al proceso evolutivo con el fin de contraponerlo a lo que Karl
Marx denominaba como “históricamente determinado”; en una palabra, como un proceso
determinista, a diferencia de lo que “trae” un proceso contingente, incierto.
Claramente, el institucionalismo económico nació como respuesta a la insuficiencia y
deficiencia (defecto) a las explicaciones propuestas por la denominada vertiente ortodoxa.
A este respecto este paradigma (forma de considerar la economía), despunta el hecho de
que las preferencias, la tecnología, las costumbres y otros elementos, afectan nuestro
comportamiento económico, y que a su vez dicho comportamiento económico (y demás
interacciones entre todos estos elementos) también afecta (y es afectado mutuamente por)
el resto de elementos (preferencias, etc.). Entonces, considerada así la situación, el
institucionalismo destaca, en forma de categorías, elementos normativos (ya sean formales,
tal como ocurre con la legislación escrita, o informales como las costumbres y hábitos), y
procesos evolutivos en los cuales se advierte como es que las instituciones se están de-
construyendo (modificándose) progresivamente. En suma, se toman en cuenta elementos
normativos y procesos evolutivos (de ninguna manera procesos deterministas).
Manifiestamente, se indica que uno de los fundadores del institucionalismo, T. Veblen,
planteó que el capitalismo ni es eficiente ni fomenta el esfuerzo y el sacrificio (por ejemplo

41
la abstención en forma de ahorro); lo cual, grosso modo, se constituye a las claras una
consideración que reta el planteamiento ortodoxo: la eficiencia en el sentido de Pareto y/o
el premio a la abstención (en forma de tasas de interés positivas). Son representativas las
propuestas del mismo Veblen en el sentido de que se adquiere riqueza para poder
derrochar en el consumo (lo que él denominó consumo conspicuo, visible) o de poder utilizar
el tiempo en actividades o formas no productivas (vrg., dedicándose a estudiar o a cultivar
algo que no “produce plata”). Más aún, el autor referenciado también planteó que los
avances tecnológicos, y en general la capacidad para generar riqueza se ven
obstaculizados por consideraciones relacionadas con el lucro así como por la existencia de
monopolios64.
El entramado discursivo acerca del denominado institucionalismo económico se ha
enriquecido con aportes de un conjunto variopinto de autores. Unos señalando la
importancia del Estado como mediador entre grupos cuyas actividades derivan en
relaciones conflictivas (empresarios y empleados); otros subrayando la importancia o
efectos de la tecnología en las relaciones consuetudinarias en el sentido de que la
tecnología “da el primer paso” (es decir, en su papel de principio activo) y afecta los hábitos
(y las relaciones entre personas-personas y personas-cosas, por ejemplo)65. Más aún, a
parte de los que subrayaron el papel del Estado en tanto mediador y el de la tecnología en
tanto principio activo del cambio social, las relaciones jurídicas (es decir, las instituciones
formales), también han tenido una relevancia primordial. En concreto, mediante la
consideración de que la propiedad y la gestión de las empresas ha evolucionado hasta el
punto de hacer de éstas entes corporativos, así como por el hecho de ser separada la
propiedad (en manos de accionistas) de la gestión y dirección, se subrayó la reglamentación
jurídica (reglas del juego ante la ley) en el sentido que las personas a cargo de la dirección
fueran formalmente responsables (es decir que se pudieran enjuiciar y llevar ante la ley
personas de “carne y hueso”), y en general de disposiciones en varios aspectos tales como
reglamentos contables, formas y requerimientos relacionados con la conformación de juntas
directivas de las corporaciones, etc., llevaron a subrayar el papel de los efectos que tienen
las reglas de juego formales en el comportamiento y accionar económico.
Además de lo inmediatamente referenciado conviene subrayar los aportes de John Kenneth
GALBRAITH al enfoque institucionalista, los cuales se pueden resumir en lo siguiente. En
primer lugar, según este autor dado el hecho del creciente poder que adquieren una parte
de las corporaciones, éstas se pueden dar el lujo de imponer sus condiciones en el mercado
todo lo cual ha llevado a que, dado el avance en términos de prosperidad material, las
mismas personas vía mecanismos de participación democrática, tales como el voto,
terminen apoyando regímenes que debilitan el bien común (al respecto es ilustrativo el
ejemplo que da Galbraith acerca del gobierno de M. Thatcher en el Reino Unido en el cual
disminuyó la provisión de bienes públicos66). Más aun, GALBRAITH también destaca que
en vista del gran poder de algunas corporaciones éstas terminan amparando la elección de
gobiernos que sirven a sus intereses; tal como puede ocurrir en una jurisdicción en la cual
la política industrial (op cambiaria) se orienta de determinada manera. Puntualmente, en
algunos casos se usa la política cambiaria “para estimular exportaciones” (es decir, mayor
devaluación), todo lo cual termina en efectos inflacionarios habida cuenta de que mucha de

64 A diferencia de otros críticos de la economía burguesa (Marx, por ejemplo), VEBLEN plantea con su Teoría
de la Clase Ociosa la clave de una teoría de la estabilidad social (Heilbroner, 1972: 89), por cuanto el enemigo
de los capitalistas no es el proletariado (segmento poblacional que por lo demás busca imitarle en el consumo)
sino la maquinaria (la tecnología de producción, se podría aclarar).
65 Al respecto considérese lo planteado por el institucionalista Clarence AYRES que subrayó el papel de la

tecnología en tanto elemento modificador de las supersticiones.


66 Este ejemplo puntual se halla en su obra “La sociedad opulenta”

42
la materia prima y bienes de capital tienen que ser importados (en países como el
nuestro)67, hecho que termina pagándose con mayores tasas de inflación, mayor inequidad
de los ingresos (por el mismo impuesto inflacionario que pagan en mayor medida los
pobres), todo ello con motivo de favorecer determinados grupos empresariales.
Por su parte, el denominado Nuevo Institucionalismo subraya el papel de las reglas de
juego, formales e informales. Según uno de los principales autores contemporáneos del
institucionalismo, las “instituciones son las reglas de juego en una sociedad o, más
formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción
humana. Por consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político
social o económico” (North, 1995: 13)68. Según el mismo autor, es clave entender el cambio
institucional para entender el cambio histórico (es decir, para entender la historia es
necesario entender el cambio institucional).
Además de lo anterior, es relevante subrayar lo manifestado por una de las figuras más
representativas del nuevo institucionalismo 69 en el sentido de que cualquier sistema de
asignación de precios tiene un costo. Sin embargo, en relación con este hecho, es posible
hacer un análisis económico en términos de reglas, formas de organización y formas de
pago”; esto es, se puede hacer análisis económicos a partir de un marco institucional. Con
todo, en aras de tener una comprensión de “la determinación institucional” se fundamenta
entre la interacción que existe entre instituciones y organismos, razón por la cual, también,
la definición de organismo es fundamental para ayudar a entender la “dirección del cambio
institucional”. Los organismos u organizaciones hacen referencia a grupos de personas y
acuerdos (de formas de gobierno) que ellas crean con el fin de coordinar su accionar contra
otros grupos (o equipos) que en si también son organizaciones.
En cualquier caso, la explicación se centra en señalar como los organismos se desempeñan
dentro de un marco institucional, todo lo cual redunda en organismos particulares de cambio
que surgen debido a los incentivos en el marco institucional y que “por consiguiente,
dependen de él en cuanto a la redituabilidad de las actividades que comprenden” (North,
1995: 19).
Con todo, una de las criticas que tempranamente se le señalaron a los institucionalistas
correspondió al hecho de que al subrayar los efectos de la tecnología y sus cambios en la
vida de las personas, en sus formas de organización, dichos institucionalistas no lo eran
tanto en vista de que las instituciones (elementos que se tienen instituidos como si fueran
“instintos”, como la creencia en Dios, la creencia en un génesis o en una organización
natural del mundo, o de unas costumbres apropiadas) quedaban relegados en forma de
residuos: había que ver primero los efectos de la tecnología, y luego esperar a ver como
afectaban el “resto de cosas” (tal como las costumbres).

67 Considérense también que los bienes finales de consumo importados se encarecen por efecto de la
devaluación.
68 North, D. (1995) Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. Fondo de Cultura Económica.

México D.F.
69 Ronald COASE.

43
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