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Lasfronterasdelperu 150707151506 Lva1 App6892 PDF
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DETERMINACIÓN
HISTÓRICA Y
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
ALUMNOS:
-CARPIO HUAMAN KATHERINE
-RISCO RODRIGUEZ VICTOR
2015
LAS FRONTERAS DEL PERÚ, DETERMINACIÓN HISTÓRICA Y
FUNDAMENTOS JURÍDICOS.
PRINCIPIOS JURÍDICOS
Todo pueblo que rompe sus lazos con la antigua metrópoli dominadora o Estado
dominador, tiene el libre derecho de expresar su opinión para constituir su
nueva nacionalidad. Este derecho fue ejercido por el pueblo del Perú, como así
lo ejercieron los demás pueblos americanos cuando consiguieron el triunfo de la
guerra emancipadora. El ejercicio de estos derechos se fundamenta en dos
principios jurídicos que han servido de norma para la constitución de los nuevos
Estados americanos: EL DE LA LIBRE DETERMINACION DE LOS PUEBLOS o
SOBERANIA DE LOS PUEBLOS EMANCIPADOS, para constituir su
nacionalidad, y el del UTI POSSIDETIS para la delimitación de su territorio.
DETERMINACIÓN HISTÓRICA
Llamado así por haberse firmado entre el Ministro Plenipotenciario del Perú en
Río, don Hernán Velarde, y el Ministro de Relaciones Exteriores del Brasil,
Barón José María da Silva Paranhos de Río Branco, y que dió paso a
negociaciones que duraron cinco meses; sin embargo las conversaciones se
extendieron hasta la firma del TRATADO DE LIMITES, COMERCIO Y
NAVEGACION EN LA CUENCA DEL AMAZONAS, que se firmó el 8 de
Setiembre de 1909. Por este documento se consideró:
1.- La ratificación del principio de amplia libertad de tránsito tanto por tierra
como por la vía fluvial en los ríos dentro de la zona fronteriza.
* La línea divisoria de las aguas entre el alto Yurúa, al oeste de las que van para
el mismo río al norte, pasando la frontera entre las cabeceras de los ríos
Piqueyacu y Tarahuac, hasta encontrar el paralelo de los 10º.
* Continua por el paralelo de los 10º hacía el este y por la división de las aguas
entre el Río Embira (Brasileño) y el Río Curanja (Peruano), hasta encontrar la
naciente, cabecera u origen del río Santa Rosa.
* Desde el paralelo de los 11º hasta encontrar el origen del río Acre, y por el
álveo de este río hasta encontrar el arroyo Yaverija, en donde comienza la
frontera con la Bolivia.
La frontera al sur del Yavari no fue tocada por desconocerse totalmente esas
regiones. La frontera que estableció esta Convención al Norte de Tabatinga, ha
quedado modificada por el tratado con Colombia en 1922.
Este último punto fue materia de discusión, ya que Brasil disputaba a Bolivia, la
rica zona cauchera, por lo tanto se acordó someterlo al arbitraje de la
Argentina, que aceptó. El Perú expuso su alegato por intermedio del distinguido
diplomático Dr. Víctor M. Maúrtua, y el 9 de Julio de 1909, la Argentina, en la
persona de su Presidente, Dr. Figueroa, hizo pública la expedición del Laudo
Arbitral, que no aceptó en su integridad la propuesta peruana en cuestión de
demarcación, primando el criterio de equidad.
* La línea de demarcación de fronteras debía partir del lugar en que los límites
coincidían con el río Suches.
* Cruzar la línea del lago del mismo nombre y dirigirse por los cerros Palomani-
Tranca y Palomani-Kunka, pico de Palomani y cordillera de Yagua Yagua.
* Seguir el curso del río Heath aguas abajo, hasta encontrar el río Amarumayu
o Madre de Dios.
* Desde la confluencia del río Heath con el Madre de Dios, se trazaba una línea
geodésica, que partiendo de la boca del Heath, fuera al occidente de la barraca
Illampu sobre el río Manuripe, quedando esta propiedad del lado de Bolivia,
siguiendo la frontera hacia la confluencia del arroyo Yaverija con el río Acre.
Sin embargo el Perú no aprobó esta Convención Arbitral General hasta que fue
necesario plantear lo siguiente:
* MODUS VIVENDI, que se firmó el 6 de Julio de 1906 en Lima, mediante el
cual ambos países acordaron: Retirar del Putumayo y sus afluentes las
guarniciones, aduanas, autoridades civiles y militares que estaban destacadas
en esos puestos de avanzada, mientras se resolviera el problema de los límites
sometidos al arbitraje, puesto que ya había sido aprobado.
a) El Combate de Caquetá
Las reuniones se llevaron a cabo los días 11, 25 y 27 de Octubre de 1880, en las
cuales los países presentaron fórmulas de arreglo al conflicto :
a) Chile sostuvo:
* La cesión de Tarapacá.
b) El Perú sostuvo:
* La intangibilidad territorial.
Después de este injusto Tratado, como refiriera el General Cáceres: "Fue una
paz implorada de rodillas", el ejército de ocupación abandonó Lima, dejando
algunos enfermos en los hospitales y quedando tropas en Miraflores, Barranco
y Chorrillos, además de las que todavía permanecían en la sierra: Chosica,
Tarma y Ayacucho; hasta que al final abandonaron el Perú en Agosto de 1884.
Al cumplirse los diez años del plazo para la realización del plebiscito, éste no
se llevó a cabo y en 1894, siendo Presidente de la República el Coronel Remigio
Morales Bermúdez, hizo grandes esfuerzos sin conseguirlo, ya que Chile
alegaba que existía un Protocolo complementario del Tratado, que no había sido
firmado, en el que se consideraba:
"Que Chile podía mantener su ejército en el lugar del Perú, que le conviniera
comprometiéndonos nosotros a subvencionar todas las necesidades de dichas
fuerzas de ocupación".
El Perú rechazó tan humillante condición; pese a las dificultades que hacía
surgir Chile, para evitar el plebiscito. Durante el gobierno de don Nicolás de
Piérola, se reiniciaron los tratos para hacer cumplir las cláusulas del Tratado
de Ancón, pero estos fracasaron.
En 1910, se produjo la protesta peruana por los abusos que se cometían en las
provincias ocupadas y por la constante negativa de Chile para cumplir el
Tratado y que a la vez se manifestó con el retiro de nuestro embajador en
Santiago. Los acontecimientos del final de la primera guerra mundial influyó en
el criterio del gobierno peruano, sobre todo con el espíritu que animó el
Tratado de Versalles que puso término a la conflagración mundial, condenando
entre otras cosas los acuerdos y tratados realizados por compulsión violenta
del vencedor, así como la condena a las guerras de conquista, planteamientos
aprobados por todos los países del mundo; sirviendo de base para que el Perú
pronunciara el desconocimiento del Tratado de Ancón. A pesar de ello se volvió
a retomar los arreglos, y el presidente Leguía sostuvo la necesidad de someter
el problema al arbitraje de los EE.UU. de Norteamérica, cuyo Presidente,
Señor Calvin Coolidge, emitió el fallo Arbitral de 4 de Marzo de 1925,
considerando como "indispensable la realización del plebiscito que decidiera la
suerte de Tacna y Arica". El Presidente Leguía y su Ministro de Relaciones
Exteriores don Alberto Salomón Osorio, tuvieron que aceptar el laudo y
preparar al país para el plebiscito. Con la participación de EE.UU. de
Norteamérica quién nombró al general John J. Pershing para que estuviera al
frente de la Comisión del plebiscito, la que se instaló en Arica en agosto de
1925. El general Pershing se dio cuenta de la coacción ejercida por Chile en
Arica, con la clausura de los órganos de expresión y de todo medio de
comunicación unido a ello a las evidentes pruebas de la persecución chilena, lo
cual hizo cambiar la actitud de Pershing, quien junto con la comisión llegó a la
conclusión de que era imposible efectuar el plebiscito en forma libre; de igual
forma procedió su sucesor del General William Lassiter, quien también
descubrió vicios en los padrones redactados para el plebiscito, en ellos se
habían escandalosamente aumentado nombres de residentes en Tacna de
residentes chilenos de Arica, direcciones falsas y otros documentos cuya
identidad se ponía en duda. La Comisión se retiró el 21 de junio de 1925, lo
mismo que la delegación peruana integrada por los Drs. Angel Gustavo Cornejo
y Emilio Valverde. Posteriormente al reanudarse las conversaciones, el Perú
nombró una nueva Comisión presidida por el diplomático peruano don Manuel
Freyre de Santander y como Asesores don Alberto Salomón Osorio, don
Anselmo Barreto y don Manuel María Forero. EE.UU. de Norteamérica que
volvió a intervenir, con la participación de su Secretario de Estado Dr. Frank
Kellogg, cuyas opiniones de dividir territorialmente Tacna y Arica o de
conformarlas dentro de un Estado neutral, fueron rechazadas y los tacneños
heroicamente siguieron defendiendo la integridad peruana de su suelo. El 3 de
junio de 1929 se suscribió el Tratado entre el Canciller peruano Pedro José
Rada y Gamio y el plenipotenciario chileno don Emiliano Figueroa Larraín.
* Pasando luego por el centro de la Laguna Blanca en forma que una de sus
partes queden en el Perú y otra en Chile.
* Chile cede a perpetuidad todos sus derechos sobre los canales de Uchuzuma
y del Mauri llamado también "Azucarero". · Se acuerda el nombramiento de una
Comisión Mixta para fijar y señalar los hitos de las fronteras.
Pero ¿qué es lo que esta en disputa, y cuál es la génesis del problema con
Chile?, en esta nota ensayamos algunas respuestas.
No sólo es el mar
Rodríguez Cuadros señala también que “las proyecciones hasta las 200 millas
que han efectuado los Estados son conformes al Derecho Internacional. El
problema es que no existe espacio oceánico suficiente para que esas
proyecciones no se solapen. Consecuentemente, se da la hipótesis material que
presupone toda delimitación: la superposición de la proyección de los espacios
marítimos adyacentes a las costas de dos estados en su frontera continental
lateral”.
Pero ¿a que se refieren estos dos convenios a los cuales alude Chile para
sustentar su tesis del paralelo geográfico?
Esto se complementa con lo que en Chile han denominada las Actas de 1968 y
1969, que son documentos complementarios tanto de la Declaración de
Santiago como del Convenio Sobre Zona Especial Marítima.
Pero estas mal llamadas Actas de 1968 y 1969, no son otra cosa que un informe
técnico, de un nivel secundario y un acta de levantamiento de incidencias en el
trabajo de una delegación mixta de carácter técnico para el establecimiento
de unas torres o señales de orientación que permitieran guiar a las pequeñas
embarcaciones pesqueras en la zona especial de frontera.
Sobre estos convenios, Manuel Rodríguez recalca que “no son tratados de
límites porque no contienen una cláusula delimitadora ni han trazado límites
marítimos entre ambos países. Una prueba adicional de esta realidad es el
hecho de que ambos instrumentos jurídicos son denunciables en toda su
extensión y sin excepción alguna en relación a todas y cada una de sus
cláusulas. Los tratados de límites, por el contrario, por su naturaleza, son
perpetuos y no pueden ser denunciados”, dice.
Alta mar
Para ello, el gobierno de Chile manifiesta que se trataría de un área que parte
de la alta mar, y que es parte de su “mar presencial”, por lo que se irroga
derechos para desarrollar regulaciones y actividades económicas sobre el mar
peruano.
El punto de la Concordia
Años después se trató de establecer los límites definitivos del Perú, con los
países vecinos y esto se intensificó al hacerse presente la delegación
neogranadina que presidió Don José Joaquín Mosquera, portador de las ideas
bolivarianas de unir a los pueblos de América en una poderosa Confederación,
éste se entrevistó con don Bernardo de Monteagudo quien por entonces era
Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, a quien le manifestó: "Que se
reconociera la provincia de Guayaquil como integrante de Colombia, de acuerdo
al proyecto de la Confederación redactado por Don Pedro Gual Ministro de
Relaciones de Colombia", en respuesta Monteagudo le manifestó la idea de San
Martín de: "Dejar a Guayaquil la libertad de unirse a Colombia o al Perú". Estas
conversaciones produjeron discrepancias resultando la firma del Tratado
Monteagudo-Mosquera, que consideraba:
"Ambas partes reconocen los límites de sus territorios respectivos, los mismos
que tenían el año 1809 los ex-Virreinatos del Perú y de Nueva Granada desde la
desembocadura del río Tumbes al mar Pacífico, hasta el territorio del Brasil".
* La aceptación del principio del Uti possidetis de 1809, como base para la
delimitación de las fronteras.
* El derecho al territorio de Jaén por haberse anexado al Perú sobre las bases
de la libre determinación.
4.- Quebrada de Cazaderos, aguas arriba y por la divisoria de aguas entre ésta
y el Río Chira, hasta la naciente de la Quebrada de Pilares
7.- Ríos Macará, Calvas, y Espindola, aguas arriba, hasta los orígenes de este
último en el Nudo de Sabanillas
10.- Río Chinchipe, aguas abajo, hasta el punto en que recibe el río San
Francisco.
b) En el Oriente
1.- Desde la boca del Río San Francisco, en el Chinchipe, aguas arriba por este
río hasta su naciente
2.- De la naciente del Río San Francisco sigue por la divisoria de aguas que hay
entre el Río Zamora (ecuatoriano) y el Río Santiago (peruano), esto es, la
Cordillera del Condor; hasta la boca del Río Yaupi, en e Santiago
3.- Una línea hasta la boca del Río Bobonaza en el Pastaza. De allí otra línea
recta hasta la confluencia del río Cunambo con el Pintoyacu, para formar el Río
Tigre
4.- Desde allí una línea recta hasta la boca del Río Cononaco en el Río Curaray,
siguiendo aguas abajo hasta el lugar llamado Bellavista
5.- Una línea hasta la boca del Río Yasuni en el Río Napo. Por el Napo, aguas
abajo, hasta la boca del Río Aguarico; 6.- Por éste, aguas arriba, hasta la
confluencia del Río Lagartococha o Zancudo, con el Río Aguarico
7.- El Río Lagartococha o Zancudo, aguas arriba, hasta sus orígenes y de ahí
una recta que vaya a encontrar el Río Güepí, y por éste hasta su
desembocadura en el Río Putumayo, y por el Putumayo arriba, hasta los límites
del Ecuador y Colombia.
Firmado este Protocolo, el Perú no perdió ni ganó nada, solo reafirmó sus
derechos con un espíritu de justicia, de acuerdo a los principios existentes,
han quedado definitivamente fijadas nuestras fronteras y determinado el
patrimonio territorial del Perú.
MAR LITORAL
Este derecho se extiende también sobre las riquezas que se encuentran tanto
en el zócalo continental (petróleo principalmente) como en el mar adyacente
(riqueza ictiológica o fauna marina) y por tanto de ejercer su soberanía. Al
amparo de esta doctrina, el 1 de agosto de 1947, el Presidente del Perú Dr.
José Luis Bustamante y Rivero y su ministro de Relaciones Exteriores Dr.
Enrique García Sayán, expidieron el Decreto Supremo No. 781 que estableció la
soberanía del Perú sobre la plataforma submarina o zócalo continental y sobre
el mar adyacente a una distancia de 200 millas marinas de nuestras costas.
Este histórico decreto supremo dice en su parte resolutiva lo siguiente:
1.- Declara que la soberanía y jurisdicción nacionales se extienden a la
plataforma submarina o zócalo continental e insular adyacente a las costas
continentales e insulares del territorio nacional, cualesquiera que sea la
profundidad y la extensión que abarque dicho zócalo.