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Antecedentes históricos.
El territorio de la República Argentina comprende el que formaba el Virreinato del Río de la Plata, al
producirse, el 25 de Mayo de 1810, la revolución de la independencia menos ciertas desmembraciones
ulteriores en las regiones septentrional y oriental.
Al norte, la región del lago Titicaca y la parte superior de los ríos Beni Mamoré, Guaporé y Jaurú, así
como las vertientes de los ríos Paraguay y Paraná.
Al este, la vertiente del Río Uruguay, incluso las misiones jesuitas y las zonas del Río de la Plata y de
la Patagonia sobre el Océano atlántico.
Al oeste, llegaba hasta la Cordillera de los Andes
Y al Sur, abarcaba las tierras e islas que se encuentran en la extremidad austral del Continente.
El Virreinato del Río de la Plata quedó dividido en 1782 en ocho intendencias que al año siguiente
fueron las de: Buenos Aires, San Miguel de Tucumán, Mendoza, Asunción del Paragua, Potosí,
Chuquisaca o La Plata, Santa Cruz de la Sierra y La Paz; y comprendía además la provincias de
Mojos, Chiquitos, Misiones Guaraníes y el Gobierno de Montevideo.
Durante las luchas por la independencia ese enorme territorio se desmembró, viniendo a constituir las
Repúblicas Argentina, Paraguay Uruguay y Bolivia, incluso en ésta la región de Antofagasta que más
tarde pasó a Chile.
Cuestión de Límites.
La delimitación y demarcación del territorio argentino están hoy realizadas casi totalmente, después de
largas dificultades y controversias resueltas casi todas amistosamente:
● Bolivia: Por ley dictada el 9 de mayo de 1825, la República Argentina quedó constituida con
las provincias que estuviesen representadas en el Congreso y dejó en libertad “para disponer
de su suerte” a las cuatro intendencias del Alto Perú. La Argentina reclamaba la provincia de
Tarija, los distritos de Chichas, Mojos, y Chiquitos y el territorio de Atacama; y Bolivia requería
el Chaco hasta la confluencia de los ríos Paraguay y Bermejo. El primer acuerdo fue el tratado
del 10 de mayo de 1889, donde Bolivia renunciaba a la Puna de Atacama y a parte del Chaco
y Argentina desistía de sus reclamaciones. Emprendida la demarcación del terreno, surgieron
dificultades con respecto a Yacuiba y su población, resolviéndose el punto de límite mediante
el protocolo del 2 de junio de 1897, por el cual dicha población fue cedida a Bolivia. Esto dio
lugar a un nuevo tratado de límites que fue suscripto el 9 de junio de 1925. Por último, se firmó
el protocolo de 10 de febrero de 1941, señalando el curso del río Pilcomayo como límite entre
D´Orbigny y Esmeralda.
● Brasil: La cuestión de límites con Brasil versó sobre la frontera oriental de Misiones. En la
época colonial, España y Portugal acordaron, por los tratados de Madrid de 1750 y de San
Idelfonso de 1777, que el límite de esa región pasaría por los ríos Pepiry Guazú y San Antonio.
Esta es una regla que proviene del digesto Romano, que los Estados Hispanoamericanos invocaron
para sostener sus respectivos derechos territoriales en las cuestiones de límites que mantuvieron entre
sí.
El Uti Possidetis Iuris proviene de la fórmula usada por los pretores romanos para otorgar posesión:
“Así como poseéis, seguirás poseyendo”. Esta fórmula fue usada por España para señalar en sus
dominios coloniales hasta dónde llegaban los derechos y privilegios que otorgaba.
Los Estados Hispanoamericanos al invocarla querían demostrar que sus límites respectivos debían ser
los establecidos por la metrópoli hasta el momento de su emancipación mediante cédulas reales y
otros documentos.
Sin embargo, la aplicación del Uti Possidetis se tornó dificultosa en los siguientes aspectos:
- El Uti Possidetis Iuris, que hacía referencia al derecho otorgados por los títulos.
- El Uti Possidetis de facto, que hacía referencia al hecho de la posesión existente.
Sin embargo, el Uti Possidetis fue la base para las negociaciones de los estados en cuanto a límites, lo
que permitió alejar el peligro de choques en las regiones disputadas. Esto hizo posible que la mayoría
de los casos en las discusiones sobre límites entre los Estados Latinoamericanos se resolvieran en
forma pacífica o por acuerdos directos recurriendo al arbitraje.
16. La cuestión con Chile: los tratados de 1881 y 1893, el Tratado de Paz de 1984, los Acuerdos
de 1991. Las Islas Malvinas, antes y después de la guerra de 1982. Las Resoluciones nº 2065
(AG XX) y nº 3160 (AG XXVIII) de la Asamblea General.
La cuestión de límites con Chile fue la más trabajosa y dedicada de todas las que sostuvo la
República Argentina.
Al erigirse ambos países como independientes era indudable que la frontera estaba constituida por la
Cordillera de los Andes. Según la Real Cédula del 21 de mayo de 1681, la “Cordillera Nevada” dividía
“el Reino de Chile de las provincias del Río de la Plata”.
Posteriormente, documentos como la Constitución chilena de 1833 declaraban eso mismo. En el
tratado de paz, amistad, comercio y navegación entre Argentina y Chile del 30 de agosto de 1855 (art
39) se consignó el principio del uti possidetis, que aludía a la Cordillera: ambos países reconocieron
como límites de sus respectivos territorios los que poseían como tales al tiempo de separarse de la
dominación española en 1810.
ESTRECHO DE MAGALLANES
“la línea fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de dichas
Cordilleras que dividan las aguas y pasará entre las vertientes que se desprenden a
un lado y otro. Las dificultades que pudieran suscitarse por la existencia de ciertos
valles formados por la bifurcación de la Cordillera y en que no sea clara la línea
divisoria de las aguas, serán resueltas amistosamente por dos peritos nombrados uno
de cada parte. En caso de no arribar estos acuerdos, será llamado a decidir un tercer
perito designado por ambos gobiernos”.
Al firmarse este tratado, la extensa región cordillerana apenas había sido explorada; y la fórmula
consignada en aquel documento vino a originar divergencias inconciliables entre los peritos
encargados de aplicarla en el terreno, porque “las cumbres más elevadas” no coincidían a menudo con
la separación de las aguas a uno y otro lado. En especial en el Paso de San Francisco donde la
Cordillera se ramifica en cadenas de menor elevación y las aguas de los deshielos serpentean por los
valles, alimentan lagos y forman vastas cuencas transversales que desaguan en el Océano Pacífico.
● La República Argentina, fundándose en este tratado, sus antecedentes y el uti possidetis de
1810, afirmaba que la delimitación se basaba en un concepto orográfico, indicado por “las
Ante el desacuerdo de los peritos demarcadores, los gobiernos suscribieron el protocolo Errazuriz-
Quirno Costa, del 1 de mayo de 1893. Este no alteraba la fórmula de 1881, pero declaraba que:
Solución: Aplicando este criterio, el rey Eduardo VII dio su laudo el 20 de noviembre de 1902, fijando
una línea divisoria en virtud de la cual correspondieran unos 42.000 kilómetros cuadrados a las
República Argentina y alrededor de 48.000 a Chile. El fallo fue cumplido inmediatamente y, a pedido
de ambas artes, agentes del árbitro procedieron a colocar en el terreno los hitos demarcadores.
Nueva controversia.
A raíz de la demarcación de la frontera entre el hito 16 y 17, surgió una nueva controversia, en 1955,
en el seno de la Comisión Mixta Argentina Chilena. Se comprobó en el terreno que existía un error
en el laudo de 1902, pues el Río Encuentro no nacía en el Cerro de la Virgen. La parte del informe
correspondiente a la zona decía:
“Cruzando el Palena en ese punto, frente a la junción del Río Encuentro, seguirá
entonces el Encuentro el curso de su brazo Oeste hasta su fuente en las laderas
occidentales del Cerro Virgen. Ascendiendo hasta ese pico, seguirá entonces la línea
de división de aguas local hacia el Sur, hasta llegar a la orilla Norte del Lago General
Paz, en un punto en que el algo se estrecha.”
CANAL DE BEAGLE
En 1904 surgió una cuestión relativa a la línea divisoria en el Canal de Beagle y como consecuencia a
la soberanía sobre las Islas Picton, Nueva y Lennox. Se firmaron a este respecto dos protocolos: el
28 de junio de 1915 y el 4 de mayo de 1938; sometiendo la cuestión a decisión arbitral; pero quedaron
sin ser ratificados y el 2 de mayo de 1955 se negoció un nuevo acuerdo similar, que finalmente Chile
no aceptó.
Luego de numerosas negociaciones e 22 de julio de 1971, se acordó un Compromiso dentro del marco
del Tratado General de Arbitraje de 1902, entre Argentina, Chile y Gran Bretaña, sometiendo al
arbitraje del gobierno británico el litigio del Canal de Beagle.
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El Compromiso designó un Tribunal Arbitral compuesto por cinco juristas miembros de la C.I.J., elevó
su decisión el 17 de febrero de 1977y el gobierno británico la aprobó el 18 de abril de 1977.
Solución: El laudo decidió que las islas Picton, Lennox y Nueva pertenecen a Chile y trazó una línea
en un mapa siguiendo la línea media, con inflexiones para la navegación, en el espejo de aguas
inmediatamente al sur de la isla Grande de Tierra del Fuego. Esta decisión se basa en la interpretación
que dio el Tribunal arbitral al Tratado de límites de 1881 y el Protocolo de 1893. Resuelve:
1. Concede a Chile las islas Picton, Nueva y Lennox e islotes vecinos (por considerar que el
Canal es el brazo septentrional entre las islas de Tierra del Fuego y Picton y Nueva.
2. Traza la línea divisoria de aguas del canal por la línea media, desestimando la costa seca,
fijando las aguas al norte de la línea media para Argentina y las al sur para Chile.
3. Desconoce el principio de división oceánica y estimo que la situación Atlántica de las islas no
era fundamento suficiente para que fueran argentinas, manteniendo su trazado norte sur.
Argentina impugna el laudo por Nulidad en 1978, fundado en exceso de los puntos sometidos a su
conocimiento, errores y omisiones.
La solución del Sumo Pontífice hacía referencia a una "Zona de Actividades Comunes" situada sobre
el océano atlántico. Esta zona concedía a ambos países a perpetuidad la explotación de recursos del
agua, del lecho y del subsuelo marino, así como la posibilidad de ejercer otras competencias
jurisdiccionales, tales como la investigación científica y el control de la contaminación.
A juicio de Argentina este aspecto podía ser causa de graves problemas en el futuro. La inclusión de
esta Zona de Actividades Comunes impidió su aceptación por parte de Argentina en tanto que recibió
la aprobación de Chile.
Finalmente, las partes sobre la base de la propuesta papal, llegaron a un acuerdo y el 29 de noviembre
de 1984 suscribieron el "Tratado de Paz y Amistad".
Delimitación marítima
La delimitación marítima del Mar de la zona Austral se traza desde el término de la delimitación del
Canal de Beagle existente (línea media de las aguas) coordenadas 55° de latitud sur y 66°25 de
longitud oeste (Pto. A), al sudeste, hasta el punto más saliente de la isla Nueva y Tierra del Fuego,
continuando al sudeste en ángulo de 45° y hacia el sur por el meridiano 65° 43' longitud oeste (Pto. C),
hasta los 56° 22' (Pto.D). Desde allí hacia el oeste hasta las 24 millas al sur del Cabo de Hornos y de
ahí en línea recta al sur hasta el punto los 58° 21' de latitud sur y 67° 16' longitud oeste, punto extremo
de la delimitación del mar de la zona austral.
De esta línea hacia el oriente y occidente se determinan las zonas económicas exclusivas de cada
país y el mar territorial, hasta las tres millas marinas, medidas desde la línea de base que rige para
ambos países y para los terceros estados la anchura permitida por el Derecho Internacional.
Respecto al Estrecho de Magallanes acuerdan su extremo oriental en la línea trazada entre Pta.
Dungeness y el Cabo del Espíritu Santo, que es límite de las soberanías de ambos países al oriente y
occidente respectivamente.
Se crea una Comisión binacional de carácter permanente para intensificar la cooperación económica y
la integración física y la COMISIÓN PERMANENTE DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE, integrada por
tres miembros uno por cada Estado y otro de un tercer Estado, que actúa si las partes no llegan a
acuerdo pacífico en 4 meses.
Se establecen reglas de navegación en el Canal de Beagle que fija la libre navegación del Canal y el
derecho de paso de los terceros estados. El paso por aguas chilenas se realiza previo aviso y con
práctico a bordo, el paso debe ser continuo e ininterrumpido y los buques de guerra no podrán ser más
de tres. Para la circulación entre el Estrecho de Magallanes y por puertos argentinos en el Canal de
Beagle, la navegación entre los puertos Argentinos del Canal y la Antártida podrá ser sin práctico y sin
aviso a Chile, mientras se circule por los tramos establecidos en el Tratado.
Argentina otorga Dº de navegación a Chile a través del Estrecho de Le Maire
Chile otorga a Argentina desde y hacia la Antártida y la ZEE de Argentina por una vía definida
en el Tratado sin piloto ni aviso.
LA CUESTION MALVINAS
⊗ El tema también fue considerado durante la preparación del Tratado para la proscripción de
armas nucleares en América Latina de 1967, en cuyo instrumento se incorporó el art. 25 porque
no pueden llegar a ser partes del mismo, sin que haya terminado la controversia, territorios
sujetos con anterioridad a su firma a litigio o reclamación con un país extra continental.
⊗ En Naciones Unidas se ha reservado todas las oportunidades que se presentaron los derechos
argentinos a las Islas. Lo mismo ocurre con otras organizaciones.
⊗ Lo demuestran numerosos mapas y planisferios publicados en España entre los años 1522-23
y 1590. El primero es el mapa de Pedro Reinel, en seguida se destacan los trabajos de Diego
Ribero, cartógrafo principal de Carlos V y de ellos existen en la Biblioteca Pública de Weimar y
en la Biblioteca Vaticana. Luego le suceden el mapa del islario de Alonso de Santa Cruz,
Sebastián Gaboto, entre otros.
En casi todos los documentos mencionados el archipiélago figura con el nombre de “Islas
Sansón”, solamente en el mapa de Santa Cruz aparece denominado como “Islas Sansón y de
los Patos”, que fue dado por la expedición en que él participó, realizada en 1540, a causa de
que, en esas islas, “hallaron muchos y muy gordos patos que casi no podían andar y medio
pelados todos”. La referencia puede ser exacta colocado en atención a los pingüinos, ya que
los españoles no conocían.
El origen del nombre “Islas Sansón” ha sido explicado correlacionando elementos históricos, el
piloto Esteba Gómez, que formaba parte de la expedición de Fernando de Magallanes, se negó
a seguir adelante apenas descubierto el Estrecho y retornó a España por la vía del Atlántico en
su nave S. Antón; a Esteban Gómez debe atribuirse el descubrimiento del archipiélago porque
el topónimo “Sansón” no es, dada la grafía española de la época, sino una deformación de S.
Antón.
⊗ No aparecen mapas ni otros documentos que demuestran que los ingleses hayan arribado
entonces al archipiélago. Las actividades colonizadoras de Inglaterra estaban absorbidas por la
penetración en la América Septentrional. Solamente a partir de 1577 realizaban viajes de
circunnavegación, pasando por el Cabo de Hornos, los corsarios Francis Drake y Tomas
Cavendish; pero es significativo notar que en los mapas que luego se elaboraron en Inglaterra
indicando el itinerario seguido en esos viajes no aparece marcado el archipiélago malvino.
Solamente hacia fines del XVII efectúan los ingleses sus primeras incursiones indudables. En
1684 llega el pirata William Dampier y en 1690 el corsario John Strong, quien encontró el
estrecho que separa las dos islas principales y le dio el nombre de “Falkland Sound”.
⊗ Marinos holandeses recorren las costas del archipiélago a comienzos del XVII. En 1600 Sebald
de Weert divisa tres de las islas menores, y su descripción, publicada en 1619, hizo que en
mapas figurasen con el nombre de “Islas Sebaldinas”.
⊗ Ocupación efectiva
Alegato ruda.
Negociaciones actuales:
Por la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1.960, que propugna
la descolonización, Inglaterra incluye entre sus colonias a las Islas Malvinas. En 1964 la O.N.U. se
aboca al tema y Argentina invoca su calidad de dueño legítimo reclamando la devolución de las Islas.
Las Naciones Unidas por Resolución 2065 invitan a los gobiernos inglés y argentino a negociar la
cuestión de las Islas y se reconoce el uso de ambos nombres, Falkland y Malvinas, para las islas.
Inglaterra desconoce esta resolución invocando el derecho de consulta a sus pobladores. Desde el
año 1966 ambos países inician negociaciones bilaterales y como consecuencia se produce un
acercamiento de Argentina a los pobladores de las Islas. En 1977 se incluyen en las conversaciones
bilaterales la cuestión de la soberanía sobre las Islas.
En el año 1982 sucede la guerra de las Malvinas que produce un retroceso y freno de las
negociaciones entre ambos países. Luego de la guerra de Malvinas Argentina e Inglaterra firman una
declaración conjunta en Madrid (1989) por la cual ambos países se comprometen a tratar los temas
sobre las Islas respecto a la soberanía, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, y las
comunicaciones aéreas y marítimas, fomentar la confianza entre ambas Naciones y la cooperación
pesquera.
La firma de esta declaración no importa cambio de posición de ambos países sobre sus pretensiones
soberanas, o un reconocimiento o apoyo de la posición de cada uno, así como ningún acto de cada
país parte del acuerdo, podrá ser invocado como fundamento para afirmar o negar sus derechos o
posiciones de Argentina o Gran Bretaña.
Ambas naciones acuerdan:
La resolución plantea que existen dos partes en la disputa; Argentina t Reino Unido. De
esta manera se considera la Argentina, y no a otro grupo, como la víctima. De la acción
colonia británica.
La resolución establece que la disputa debe resolverse tomando en consideración “Los
intereses de los habitantes” y no los “deseos de un pueblo” con derecho a la
autodeterminación.