Está en la página 1de 2

Dos pesos de agua; Juan Bosch

Biografía
Cuentista, novelista, educador, político, ensayista, historiador, biógrafo,
presidente de la República en 1963. Nació en la Vega en
1909. Premio Nacional de Novela de Manuel de Jesús Galván 1976 con El
oro y la paz. Premio Nacional de Literatura 1990. Entre sus obras
narrativas se destacan: Camino Real (1933), La Mañosa (1936), Cuentos
escritos en el exilio (1962), Más cuentos escritos en el exilio (1964). Bosch
es el cuentista más leído en República Dominicana durante el siglo XX.
Argumento
"Dos Pesos de Agua", trata de la sequía o "mal de ojo" como ellos decían,
que se vivía en Paso Hondo, al tener varias semanas que no llovía, tanto
así que ya el maíz se había consumido en sus tallos, se oían crujir los
palos, se veían enflaquecer los caños de agua y la tierra de la pocilga se
estaba endureciendo. Al ver esto las personas estaban abandonando el
pueblo, menos la vieja Remigia, quien siempre estaba esperanzada en que
lloviera y les daba dinero a las personas que se iban para que les
prendieran velas a las ánimas.
La vieja Remigia le seguía prendiendo velas a las ánimas, y una tarde su
nieto ardía en fiebre, entonces Remigia lo tomó y salió por las calles
llamando a los vecinos, para hacer un rosario a San Isidro, pero no llovió.
Un día las ánimas estaban repasando cuentas y una barbuda se dio cuenta
de que la vieja Remigia, de Paso Hondo, había quemado ya dos pesos de
velas pidiendo agua. Entonces, las otras se alarmaron al ver tal cantidad de
dinero, ya que servían una noche de lluvia por dos centavos de velas.
A la mañana siguiente amaneció el cielo nublado, después de varias horas
estalló un trueno, Remigia corrió a la puerta, vio que ya estaba lloviendo y
se tiró afuera. Luego tomó al nieto y lo mostró a la lluvia.
Ya dentro de la casa, empezó a pensar cómo iba a empezar de nuevo.
Pero, pasaron varias semanas y no paraba de llover. Una tarde pasó un
hombre montado en un mulo y Remigia lo invitó a pasar para que se
calentara, al pasar un rato empezaron a hablar sobre la niega que estaba
pasando y la sequía que ya habían vivido. Entonces, el señor le dijo a
Remigia que porqué ella no dejaba ese sitio y se iba para las lomas, a lo
que ella contestó:
-Jum...Peor que esto fue la seca, don.
Y el señor le respondió:
-La seca no mata, pero el agua ahoga, doña.
Al anochecer el señor se fue y Remigia se fue a atender al nieto.
¡Tuvo razón el hombre, empezó a llover! ¡Agua y agua! más fuerte, por
todas partes y por primera vez Remigia dudó, pero se acostó. A media
noche se levantó y sintió agua hasta casi las rodillas.
Remigia empezó a clamar a la Virgen Santísima, pero no era negocio de
ella, sino de las ánimas. Entonces el bohío empezó a torcerse; Remigia
levantó a nieto, se lo pegó al pecho y empezó a luchar con el agua, empujó
la puerta como pudo y se echó afuera.
Comenzó a caminar, pero no sabía dónde iba. El agua seguía creciendo y
Remigia gritaba:
-! Virgen Santísima!,! Virgen Santísima!
Pero seguía soñando que en cuanto esto pasara iba a sembrar batata.
Mientras las ánimas gritaban:
-!Todavía falta; todavía falta! !Son dos pesos, dos pesos de agua!
!Son dos pesos de agua!.
Moraleja
Nunca debemos desear más de lo que tenemos y debemos tener en
cuenta las consecuencias que nos pueda traer, antes de desear algo.

También podría gustarte