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UNIVERSIDAD NACIONAL EVANGÉLICA

(Unev)

Nombre:
Orlando Junior Fernández Germosen

Carrera:
Ciencias de la Computación

Matricula:
2022-1100145

Materia:
Español I

Tema:
Dos Pesos de Agua (Resumen)

Profesor:
Carmen Yubelkis Parra
"Dos Pesos de Agua", trata de la sequía o "mal de ojo" como ellos decían,
que se vivía en Paso Hondo, al tener varias semanas que no llovía, tanto así
que ya el maíz se había consumido en sus tallos, se oían crujir los palos, se
veían enflaquecer los caños de agua y la tierra de la pocilga se estaba
endureciendo. Al ver esto las personas estaban abandonando el pueblo,
menos la vieja Remigia, quien siempre estaba esperanzada en que lloviera y
les daba dinero a las personas que se iban para que les prendieran velas a
las ánimas.

La vieja Remigia le seguía prendiendo velas a las ánimas, y una tarde su


nieto ardía en fiebre, entonces Remigia lo tomó y salió por las calles
llamando a los vecinos, para hacer un rosario a San Isidro, pero no llovió.

Un día las ánimas estaban repasando cuentas y una barbuda se dió cuenta
de que la vieja Remigia, de Paso Hondo, había quemado ya dos pesos de
velas pidiendo agua. Entonces, las otras se alarmaron al ver tal cantidad de
dinero, ya que servían una noche de lluvia por dos centavos de velas.

A la mañana siguiente amaneció el cielo nublado, después de varias horas


estalló un trueno, Remigia corrió a la puerta, vió que ya estaba lloviendo y se
tiró afuera, radiosa. Luego tomó al nieto y lo mostró a la lluvia.

Ya dentro de la casa, empezó a pensar cómo iba a empezar de nuevo. Pero,


pasaron varias semanas y no paraba de llover. Una tarde pasó un hombre
montado en un mulo y Remigia lo invitó a pasar para que se calentara, pasar
un rato empezaron a hablar sobre la niega que estaba pasando y la sequía
que ya habían vivido. Entonces, el señor le dijo a Remigia que porqué ella no
dejaba ese sitio y se iba para las lomas, a lo que ella contestó:

-Jum...Peor que esto fué la seca, don.

Y el señor le respondió:

-La seca no mata, pero el agua ahoga, doña.

Al anochecer el señor se fué y Remigia se fué a atender al nieto.


¡Tuvo razón el hombre, empezó a llover! ¡Agua y agua! más fuerte, por todas
partes y por primera vez Remigia dudó, pero se acostó. A media noche se
levantó y sintió agua hasta casi las rodillas.

Remigia empezó a clamar a la Virgen Santísima, pero no era negocio de ella,


sino de las ánimas. Entonces el bohío empezó a torcerse; Remigia levantó a
nieto, se lo pegó al pecho y empezó a luchar con el agua, empujó la puerta
como pudo y se echó afuera.

Comenzó a caminar, pero no sabía dónde iba. El agua seguía creciendo y


Remigia gritaba:

¡Virgen Santísima! ¡Virgen Santísima!

Pero seguía soñando que en cuanto esto pasara iba a sembrar batata.
Mientras las ánimas gritaban:

-! Todavía falta; ¡todavía falta! ¡Son dos pesos, dos pesos de agua!

¡Son dos pesos de agua!

Moraleja

Nunca debemos desear más de lo que tenemos y debemos tener


en cuenta las consecuencias que nos pueda traer, antes de
desear algo.

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