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PALEOPATOLOGÍA

COLECCI~NHISTORICADE CIENCIAS DE LA SALUD


PALEOPATOLOGIA
LOS PRIMEROS VESTIGIOS
DE LA ENFERMEDAD
Domingo Campillo
Segunda parte

FUNDACIÓN URIACH 1838

COLECCIONHISTORICADE CIENCIAS DE LA SALUD


Domingo Campillo
Prof. de Historia de la Ciencia
"Universitat Autbnoma de Barcelona"
Jefe del "Laboratori de Paleopatologia"
"Museu Arqueolbgic de Barcelona"
Ex-Jefe del Servicio de Neurocirugía
de la "Q.S. L'Alianqa"
Confio que aquellos lectores que están en íntimo contacto con condujo al predominio de las
hayan seguido con agrado todo muchas prácticas mágicas apli- enfermedades infecciosas como
lo expuesto en el primer volu- cadas con finalidades curativas. causas de enfermedad y muer-
men, no se vean decepcionados También son importantes los te?"
al leer el contenido de la segun- comentarios sobre la pseudopa-
da parte de esta obra. Como tologia, una "trampa", un pro- Volviendo a citar a McKeown,
quiera que ha transcurrido un blema en el que es fácil caer aún que dice: "En unos cuantos
año para ver la luz este segundo teniendo una amplia experiencia aspectos hay acuerdo general:
volumen, he introducido modifi- paleopatológica. en que el hombre primitivo era
caciones mínimas, basadas en de estatura pequeña; en que la
datos de última hora. Otro apartado importante son vida era corta; y en que el creci-
las relaciones entre la dieta ali- miento demográfico era muy
En el primer volumen, aparte menticia, el clima, el habitat y el lento". Es de esperar que lenta-
del capítulo histórico-paleoan- tipo de vida, trashumante o mente, sin pausa, de forma pro-
tropológico, destinado a esclare- sedentaria. Este apartado se gresiva, vayamos desentrañando
cer algunos conceptos que gene- nutre de fuentes muy diversas, la madeja y que las técnicas
ralmente los médicos no discier- pero no dejan de ser importan- futuras sean el hilo de Ariadna
nen con seguridad, se exponían tes los datos que a estos proble- que nos permita hallar el cami-
los temas básicos de la paleopa- mas aporta la paleopatología. no para esclarecer la cuestión.
tologia, mientras que en este McKeown se plantea dos cues- Confío en no defraudar al lector.
volumen, el lector se apercibirá tiones que los paleopatólogos
de que se abordan unas cuestio- intentamos contribuir a resol-
nes que son las que con más ver: "¿Por qué el hombre primi-
facilidad pueden dar rienda tivo que parecía adaptarse bien
suelta a la fantasía, me refiero a a su entorno, tenía unas tasas
la trepanación craneal y a las de mortalidad elevadas y una
prácticas rituales. Estas últimas corta esperanza de vida? ¿Por
penetran en el terreno de la qué el abandono de la caza y la
Antropología Cultural, pero recolección por la agricultura
ENFERMEDADES
OTORRINOLARINGOL~GICAS

"El soplo de la vida penetra por la oreja derecha y el soplo de la


muerte por la oreja izquierda"
Papiro de Ebers (nurns. 854 y 856)
Gustave Lefhbre (1956)
La patología detectada en esta mosa favorecen su desprendi- PATOLOG~INFECCIOSA
especialidad, prácticamente se miento.
ve limitada al oído, fosas nasa-
les y senos paranasales, ya que Antes de proseguir nuestra INFECCIONES DE
la patología laríngea observada exposición consideramos nece- LA R E G I ~ N
es muy limitada por causa de los sario comentar. a modo de PETROMASTOIDEA
procesos tafonómicos, en los pequeño inciso, que muchos
escasos casos en que parcial- procesos de alta incidencia, Probablemente, el caso antiguo
mente se conserva, y también, como por ejemplo, las otitis y y controvertido sea el del Horno
en los restos momificados plan- las sinusitis, no siempre dejan rhodesiensis, espécimen nean-
tea serios problemas. Única- lesiones evidentes en el hueso y dertaloide descubierto por A.S.
mente el aparato hioideo junto a se ha de estar muy alerta para Woodward en 1921 en una cueva
algún cartílago tiroides y arite- no caer en el terreno de la pseu- de Broken Hill (Zambia), cuya
noides que ocasionalmente se dopatología. Con frecuencia, la antigüedad parece corresponder
calcifican en las personas seni- acción del tiempo y la de los ani- al período medio de la Edad de
les pueden ser estudiados. males carroñeros, sobre todo los la Piedra africana, que viene a
pequeños roedores, así como la corresponder al Würm* reciente
Como la mayoría de los cráneos humedad del suelo, su acidez, del Paleolítico Superior europeo
prehistóricos suelen estar dete- etc., pueden originar en las cavi- (35000 a 10000 a.c.). Cuando
riorados, en especial cuanto dades, alteraciones y destruc- en 1928 lo examinó, Yerasley
más nos alejamos en el tiempo, ción de la estructura ósea, que descubrió la presencia de una
resultan poco numerosos los sin un detenido examen, elu- perforación próxima al conducto
que muestran un buen estado de diendo por demás las ideas pre- auditivo externo que interpretó
conservación. La cara, por la concebidas, nos pueden hacer como el orificio fistuloso de una
fragilidad de sus huesos o se ha caer con facilidad en el error mastoiditis (ver figura en la
destruido o presenta importan- interpretativo. Al examinar las página 110, capítulo VII) , secun-
tes alteraciones póstumas, y piezas, también se debe ser cau- daria a una sepsis dentaria que
algo parecido ocurre con la base tos con los contenidos térreos habría originado complicacio-
del cráneo. En muchos casos, de estas cavidades, siendo nece- nes faringeas y otitis. Esta etio-
solamente se puede estudiar la sario proceder a una meticulosa logía que fue ac'eptada por la
calvaria* o la calva* y en este limpieza. Al extraer la tierra de mayoría de los autores, en los
último caso, con harta frecuen- los conductos auditivos, con últimos años ha sido puesta en
cia el hueso temporal falta, pues gran frecuencia se pueden recu- entredicho. Son de destacar por
la sinostosis de sus suturas por perar la cadena de huesecillos su ecuanimidad las observacio-
lo general tiene lugar en edades del oído medio. nes de Mc Kenzie y Brothwell
muy avanzadas (más de 60 (1967) quienes opinan que sería
años, excepto en la débil región favorable al diagnóstico de mas-
ptérica) y el acoplamiento bise- toiditis el hecho de que dicha
lado de la sutura parietoesca- apófisis sea del tipo neumático,
carácter anatómico que predis- Singer, y que según este autor, sugerentes de una sepsis ótica
pone a su infección, que los sig- presenta una pequeña perfora- con afectación del seno sigmoi-
nos de sepsis dentaria son muy ción de la escama temporal, deo.
evidentes y que el orificio por su algo por encima del conducto
situación queda en la vecindad auditivo externo, que en el endo- En 1924, Elliot Smith y Dawson
del aditus ad antrum. En su con- cráneo se comunica a nivel del comentaron que las afecciones
tra hay que destacar que la receso epitimpánico con otra mastoideas eran muy frecuentes
comunicación existente con el cavidad mayor situada en la en Egipto, lo que sin duda fue
oído medio no es importante y cara posterosuperior del peñas- una exageración, pues Mc
no se abre hacia el tegmen tym- co, sobre la sutura petroesca- Kenzie con posterioridad, entre
pan1 y tegmen antri, factores mosa. El segundo de estos orifi- 10.000 cráneos examinados
que hacen dudar del diagnóstico cios penetra en el antro y perfo- solamente encontró seis casos.
que avanzó Yerasley. Dentro de ra la pared del canal del seno Procedentes de este mismo
esta problemática, casi todos sigmoideo. Aunque pueden país, Derry en 1909 describió
los autores coinciden en que es expresarse algunas reservas, las una mastoiditis de época predi-
evidente que este proceso no fue lesiones descritas resultan muy nástica egipcia y otra del perío-
la causa de la muerte, y la opi-
nión más generalizada es que el
sujeto falleció por la herida que
presenta en la escama temporal
del mismo lado (ver capítulo
VII) .
Perteneciente al mismo período
africano y procedente de Boskop
(Transvaal), en 1913 Fitzsimons
exhumó una calvaria de Horno
sapiens sapiens fósil que en
1961 fue reestudiada por

Hueso temporal lzqulerdo de un niño de 12 años.


exhumado en el 'Cementlrt dels Mom", Dolmen
de Torrent (Gima), perteneciente al Eneolltico.
En la cara posterior del peaasco se observa un
orlficlo fistuloso (F), sltuado lunto al surco del
seno lateral (S). El buen estado de conservacl6n
de la pleza y la phtlna de concreclones que recu-
bre el hueso y el orlficlo fistuloso, consideramos
que nos permlte exclulr que se trata de un dete-
rloro p6etumo. A. orlficlo del conducto audltfvo
interno.
do copto, y Batrawi en 1935 otra
del período Meroítico. Parece
ser, que Wood-Jones, en 1910,
había encontrado algunos casos
en Núbia. Los papiros egipcios,
según Lefebre, describen abun-
dantes rinitis, otitis y conjuntivi-
tis, afecciones frecuentes hoy en Lid
día en Egipto, que estarían rela-
cionadas con el clima seco y pol-
voriento existente en el país.
Trabajos más recientes han pre-
sentado algunos casos, que pue-
den darse como seguros. Wells
en 1962 publicó dos casos pro-
cedentes de Norfolk (Gran
Bretaña) pertenecientes al perío-
do anglosajón, y uno recogido
por Hooton, procedente. del
cementerio de Knockast (Irlan-
da). Schultz (1978) presenta
cuatro casos de época rnemvin-
gia en Alemania (500-700),tres
se corresponden a otitis medias
complicadas con mastoiditis,
dos fistulizadas en individuos
adultos y un caso infantil. Es
muy interesante el diagnóstico
de un colesteatoma del antro
mastoideo derecho en un varón
de 40-50 años. Blondiaux
(1979). presenta un caso fran-
cés, de época medieval, en un

Imagen tomogr6flca computerlzada que permlte


apreciar: S. seno Iaterab P. ff8tula; A. antro mas-
toldeo y caja del tfmpano. Caso de la figura pre-
cedente.
cráneo femenino con signos ine- INFECCIONES
quívocos de otitis complicada NASOSINUSALES
con mastoiditis, con la presen-
cia de un gran orificio fistuloso Janssens opina que las sinusitis
rodeado de una importante reac- serían muy frecuentes en el
ción ósea neoformativa. El caso Neolítico. Sin que neguemos
más antiguo que hemos podido dicha aseveración, deseamos
detectar, fue publicado por destacar que el diagnóstico de
García-Sánchez (1986), en una estas lesiones no es fácil de
mujer de 19-20 años exhumada demostrar con pruebas objeti-
en la Cueva de Nerja (Málaga), vas y casi podríamos afirmar mos la ocasión de estudiar dos
de época neolítica, que presen- que se suelen sospechar, más casos similares pertenecientes
taba una fístula mastoidea que demostrar. Generalmente se al período Eneolítico y exhuma-
izquierda. intuyen correlacinándolas con la dos en la Cueva del Barranco de
presencia de procesos sépticos la Higuera, en Baños de Fortuna
Personalmente, junto con E. dentarios, en especial cuando a (Murcia) y, posteriormente
Vives (1980), entre más de nivel de la arcada superior se otros, aún inéditos pertenecien-
2.500 cráneos examinados, aprecian osteítis periapicales tes al Barranc de Rifa (Tarra-
solamente encontramos un caso que están en comunicación con gona).
procedente del dolmen del las cavidades de los senos
"Cementiri dels Moros"(Torrent, mediante trayectos fistulosos. Yñiguez (1994), de una muestra
Girona), perteneciente a la cul- Así, Leigh en 1937 afirmaba que de 555 cráneos, procedentes de
tura megalítica catalana (princi- el 10% de los peruanos preco- yacimientos arqueológicos de la
pios del Bronce), que presenta lombinos que habían sobrepasa- Península Ibérica. de períodos
una perforación en la cara pos- do los 40 años tenían fístulas comprendidos entre el Neolítico
terosuperior del peñasco izquier- dentarias que drenaban en el y el final de la Edad Media, ha
do, que con toda seguridad no es antro maxilar, y Goldstein en recopilado un total de diecisiete
póstuma y que aboca en el seno 1957 encuentra un 1% de lesio- sinusitis, en su mayoría de ori-
sigmoideo. Como por otra parte nes similares en los indios teja- gen dentario.
se trata de un niño de unos 12 nos por él estudiados. Pales en
años, y la mastoides es del tipo 1930 menciona 11 casos neolíti- En 1957, Fusté publicó la pre-
neumhtico, consideramos que cos franceses y hace referencia sencia de una sinusitis frontal
realmente en vida sufrió una a 4 estudiados por Moodie en el derecha fistulizada en el indivi-
otomastoiditis, que se fistulizó Perú. También pertenecientes al duo núm. 4 de la "Cova del Tolt"
por el adltus ad antrum en el Nuevo Mundo, Rooney, en 1949
seno sigmoideo. Muy probable- enmSanoma(California) describe
mente falleció por una compli- dos casos con sinusitis pertene-
cación meningítica o un absceso cientes a los siglos VI y 111a J.C. Cráneo núm. 4 de la cueva de 'El Ton" (Moih,
Bages, Cataluña).con el oriflcio flstuloso de orl-
cerebral. Por nuestra parte, en 1980 tuvi- gen slnusal, frontal derecho
(Moih. Bages). Con posteriori-
dad hemos podido estudiar la
pieza personalmente (1977) y
estamos plenamente de acuerdo
con su diagnóstico. La etiopato-
genia del caso parece clara,
dado que la importante sepsis
dental superior con expulsión de
la casi totalidad de las piezas
dentarias y la presencia de tra-
yectos fistulosos que penetran
en los senos maxilares apuntan
en favor de una pansinusitis que
justificaría la presencia de dicha
fístula.
Posteriormente con Ph. de
Souich (1991) publicamos otro
caso similar, procedente de la
necrópolis árabe medieval de
"La Torrecilla" (Arenas del Rey,
Granada).
El último caso estudiado proce-
de de la Cueva d'En Calvet
(Torroella de Montgrí, Baix
Emporda, Girona).
Lesiones similares a las mencio-
nadas han sido descritas en casi
todas las épocas y latitudes,
algunas pertenecientes a Améri-
ca han sido atribuidas a una
actinomicosis o sífilis y otras

Fístula sinusal izquierda en el individuo núm.


155 de 'La Torrecilla" (Arenas del Rey.
Granada)
pertenecientes a Europa a la
lepra.
Cerrando el problema de las
sinusitis, queremos destacar
que la presencia de tierra en el
interior de las cavidades sinusa-
les puede inducir a error al
interpretar las imágenes radio-
gráficas.
Con escasa frecuencia las trepa-
naciones craneales penetran en
los senos frontales, hecho que
algunos autores han interpreta-
do como una práctica terapéuti-
ca, criterio que no compartimos,
pues a nuestro entender se debe
a una ignorancia anatómica de
las culturas primitivas (ver capí-
tulo XII).
En lo que respecta a la nariz
propiamente dicha, por ser teji-
dos perecederos, no es fácil des-
cribir lesiones; pero en una
escultura egipcia en piedra cal-
cárea, de aspecto realista, pare-
ce reproducirse la presencia de
un rinofima (Wells, 1964).

Lesiones alveolftlcas en comunlcacl6n con los


senos maxilares. lndMduo n8m. 5 de la Cueva
del Bmanco de la Higuera en Baños de Fortuna
(Murcia). (Eneolftlco)
S. Mlquel de Cardona. El aspecto rugoso con
moderada exostosls. parece confirmar que hubo
una slnusltls maxilar (Bpoca Medieval)
de Santa Maria" en Ripoll
(Girona), que presenta también
un impacto frontal izquierdo con
hundimiento, que a través de un
pequeño orificio penetra en el
seno frontal del mismo lado y
que por otros dos orificios se
comunica con la órbita y el
endrocráneo. Esto nos hace
suponer que la herida se infectó
y la supuración se propagó al
seno (o se originó en él) y de
éste penetró en la órbita y en el
endrocráneo, en el que se apre-
cia una discreta pero evidente
reacción hiperostótica. A pesar
de la gravedad de estas lesio-
nes, a juzgar por la buena cica-
trización, la supervivencia tam-
bién fue prolongada y llegó a
En este apartado también deben la cultura talayótica menorquina curar, seguramente con impor-
incluirse las lesiones leprosas que presenta un traumatismo tantes secuelas. Una desviación
descritas en el Capítulo V, págs. por impacto que origina el hun- postraumática del tabique nasal
84-85 del primer volumen. dimiento del pómulo izquierdo y la hemos encontrado en un indi-
de la apófisis ascendente del viduo procedente del yacimiento
TRAUMATISMOS maxilar de dicho lado, con frac- de Cabrerizos (Segovia).
tura de los huesos nasales y
Como comentamos en el capítu- desviación del tabique, siguien-
lo VII, los traumatismos cranea- do sus fisuras las líneas débiles
les han sido descritos con profu- de Lefort y respetando los pila-
sión a lo largo de todas las eras res de Sicher y las vigas de
prehistóricas y antiguas, afec- Ombredanne, dando lugar a una
tando algunos de ellos a las importante asimetria, siendo la
regiones otonasales. supervivencia prolongada a juz-
gar por la buena cicatrización. Trepanación que penetra en el seno Rontal en un
Personalmente hemos podido Otro caso interesante es el de cráneo de la Edad del Bronce, exhumado en la
Cova de "Les Bagases" (Banyeres. Alacant)
estudiar varios casos, siendo de un individuo exhumado en la
destacar las lesiones existentes necrópolis medieval situada en Cráneo menorquín de Bpoca taiayótlca con hun-
dlmiento del macizo facial izquierdo a causa de
en un individuo perteneciente a el subsuelo del "Reial Monestir un impacto
MALFORMACIONES Bosch Millares en 1975 presen- de un conducto mastoideo del
ta un caso de agenesia de los mismo lado, en un individuo del
No es frecuente encontrar ano- huesos nasales en un individuo período Eneolítico, descubierto
malías de estas regiones, segu- guanche de época prehispánica. en la "Cova de Sant Llorenc",
ramente porque no suelen Nosotros, en 1977, presentamos (Sitges, Barcelona).
entrañar una traducción clínica una hipogenesia (casi una age-
y se consideran como simples nesia) de la apófisis mastoides Dastugue en 1975 presenta un
variedades anatómicas. derecha, asociada a la presencia caso de osificación intertirohio-
dea en un individuo del Epipale-
olítico de Afalou-Bou Rhummel
(Argelia).Nosotros hemos publi-
cado un caso de hipertrofia de
un cornete nasal, procedente de
un enterramiento medieval
(Sant Marca1 d'Avinyó, Bages) y
otro procedente de Sant Martí
de Nagol (Andorra).

I
Cráneo de la figura precedente visto de perfll
Hipertrofia del cornete nasal (Sant Marqal
d'Aviny6. Bages)
NEOPLASIAS tumor facial izquierdo que se
inicia en el centro de la cavidad
Benignas nasal a la que dilata, destru-
yendo parcialmente el ángulo
Entre éstas se han descrito inferointerno de la órbita y
osteomas de los senos frontales parte posterior del velo del
y de otras localizaciones, lla- paladar. El tipo de la destruc-
mando nuestra atención los ción parece deberse a compre-
osteomas del conducto auditivo sión y no a infiltración, por lo
externo (CAE), al parecer des- que se supone que se trataría
critos por primera vez por de una neoplasia benigna.
Hrdlicka en 1935, que con fre-
cuencia son bilaterales y que Más interesantes son tres casos Moodie en 1926 presentó un
algunos autores dudan de que se que comenta Brothwell en 1967. caso de la América precolombi-
traten de auténticos osteomas El primero, estudiado por dicho na, en que la lesión invadía la
(Steinbock, 1976). considerán- autor en 1961, consiste en un región alveolar derecha, pene-
dolos como exostosis. Algunos cráneo sajón excavado por traba en el seno y destruía el
paleopatólogos (P. Gerszten, Mortimer en 1905 que presenta hemipaladar del mismo lado. La
1988), relacionan los osteomas una cavitación abierta a la impresión del autor era que se
del CAE con las prácticas de la región faríngea que penetra en trataba de una lesión benigna.
inmersión submarina en los el seno esfenoidal, con dilata-
buceadores a pulmón libre, pues ción del agujero esfenopalatino Yñiguez (1994) ha diagnostica-
parece tratarse de una altera- y desviación del vómer. Estas do un probable mucocele del
ción frecuente en los amerindios lesiones que se consideran ori- seno esfenoidal con perforación
sudamericanos de la costa del ginadas por un fibroma, dado del suelo de la silla turca con
Pacifico que la practican. En que no existe infiltración, aun- expansión endocraneal, en un
una visita que realizamos al que no se puede excluir por individuo exhumado del osario
Museo Canario de Las Palmas completo su malignidad. de Santa Maria d'Ager (La
en 1991, tuvimos la oportunidad Noguera, siglo MI?), así como
de ver varios casos pertenecien- El mismo autor comenta la un neurinoma del nervio acústi-
tes a isleiios de época anterior a lesión de otro cráneo de época co en el individuo R-V (2) exhu-
la colonización hispana cuyo neolítica, descubierto en Slags- mado en Santa Maria de Ripoll
estudio estaba en curso. lunde (Dinamarca). Se trata de (Siglo IX?). Por último, Chi-
Personalmente en 1977 presen- un individuo joven con un menos (1986) describió un pro-
tamos un osteoma situado en la bable tumor de la glándula sub-
raiz del cigoma (cráneo 11 de la maxilar, con deformación de la
Cova de lDHeura,Ulldemolins, mandíbula, en el individuo T.S.
Tarragona), del tamaño de una Osteoma del conducto audltivo externo.
3(1) de Sant Viceng de Malla
avellana. (Gentileza del Dr. Peter Gerszten) (Osona, siglos M I - M I I ) .
Malignas
Dentro de la rareza que suponen
los tumores malignos en la
prehistoria, Wells llama la aten-
ción sobre su relativa abundan-
cia en la localización nasofarín-
gea, donde se han recopilado no
menos de siete casos en la lite-
ratura mundial.
Por nuestra parte, en 1977
publicamos un caso inédito per-
teneciente a la cultura talayóti-
ca menorquina, que fue encon-
trado en el "Barranc d'AlgendarW
(Ferrerías, Menorca). Se trata

Neoplasia del suelo de la fosa nasal en un indlvl-


duo de la cultura talayótica menorquina ( 1 )
Proyección oblicua de la Rgura precedente. que
evidencia la indemnidad del seno maxilar y la
perforación del macizo facial con salida a la fosa
canina (2)
de un individuo de unos 35 a 40 numerosos sonidos, muchos de
años de edad. El tumor destruye ellos comprensibles por otros
toda la zona anterior del maxilar miembros de su misma especie,
superior izquierdo, al que perfo- pero ninguno es capaz de articu-
ra estableciendo una comunica- lar un lenguaje y expresar ideas.
ción con la fosa canina, sin inva- "Cada anciano que se muere es
dir el pómulo y respetando el una biblioteca que se quema" Según Rose (1975), entre los
seno maxilar, llegando a la con- denominados mamíferos "supe-
clusión de que se trataba de un R. Clarke, 1980 riores" aparecieron hace dece-
tumor maligno iniciado en los (Proverbio bambara) nios de millones de años, lo que
tejidos blandos del meato nasal. se denominan áreas de asocia-
ción, verdaderos "manipulado-
Un individuo joven, probable- Como decía Cournot, preguntar res de la información". Los
mente perteneciente al Eneolí- cuándo empezó el hombre a chimpancés, los primates más
tico, procedente de la Cova Joan hablar es como preguntar cuán- próximos al hombre, con un
d'Os de Tartareu (Avellanes, do un hombre empezó a ser material genético el 99% idénti-
Lleida), presentaba múltiples hombre, pues el hombre es el co a nosotros según Clarke
focos neoplásicos, uno de los único primate que dispone de un (1980), llevan una vida indepen-
cuales invadía la región pterigo- lenguaje articulado. Para hablar diente y no realizan actividades
maxilar izquierda y un epitelio- hacen falta dos cosas: la prime- comunes en grupo y por lo tanto,
ma cutáneo, con invasión poste- ra es disponer de las estructu- poco tienen que comunicarse
rior de la fosa nasal derecha, ha ras anatomofisiológicas que entre ellos. Contrariamente,
sido descrito en el capitulo VI permitan la articulación de los parece 'evidente que una carac-
(págs. 101-102). En 1990 pudi- sonidos, y la segunda, tener la terística de los homínidos con-
mos estudiar otra neoplasia necesidad de decir algo o sea siste en realizar acciones en
similar procedente de la necró- intercomunicarse con otros indi- común, cada vez más complejas
polis de Linares (siglo XIX) y un viduos. conforme se asciende en la
probable tumor del cavum con escala filética. Brace y Montagu
invasión del velo palatino en el Las estructuras anatómicas (1965) creen que los australopi-
individuo núm. 39 de la necró- imprescindibles son: los pulmo- tecos debían tener algún tipo de
polis de Wamba (Valladolid) nes, que expulsan el aire; la lenguaje, muy simple, pues su
(Siglos XII-XVII) . laringofaringe, la boca con la cultura era elemental. En opi-
lengua, los dientes y los labios, nión de Clarke, el lenguaje arti-
que modulan el paso del aire; culado debió comenzar hace
todo ello regido por el cerebro. aproximadamente un millón de
Todas estas estructuras las años, o sea, con los Homo erec-
poseen numerosos animales tus. Así, cuando el lenguaje se
(Piveteu, 1973). en especial los ha desarrollado, la experiencia
simios superiores, que emiten de un individuo, puede ser
transmitida a otros miembros los estudios culturales basados
del grupo, y el aprendizaje de en la arqueología, parece evi-
uno va en beneficio de todos dente que el inicio del lenguaje
(Brace y Montagu). Que duda se deriva de los sonidos no arti-
cabe que la cacería de elefantes culados de los primeros prima-
por unas tribus de Homo erectus tes, que lentamente, a tenor de
en Torralba y Ambrona (Soria), las modificaciones anatómicas y
constatada por los arqueólogos, de las necesidades colectivas,
precisaba de una perfecta plani- se fue estructurando un lengua-
ficación y coordinación previa, je articulado cada vez más com-
imposible de realizar sin una plejo. Parece evidente que hace
exposición verbal, seguramente aproximadamente medio millón
muy simple, pero suficiente. de años los Homo erectus ya
poseían un lenguaje importante.
Desde la aparición del hombre En cuanto al hombre de
de Cromañon la estructura del Neandertal, consideramos que
cráneo y el volumen cerebral es también lo tenía, posiblemente
idéntico al actual, pero las cosas con una fonética distinta, pero
son distintas en lo que hace suficiente para su nivel cultural.
referencia a los neandertalen- Hoy en día los foníatras saben
ses, y algunos autores como que los distintos tipos de voz
Lieberman (1975), consideran están en función de las caracte-
que por su estructura anatómi- rísticas estructurales de cada
ca, no podían articular ciertos aparato fonador y posiblemente
sonidos (i, u, a, g, k), interpreta- el lenguaje del hombre de
ción que según Clarke, aunque Neandertal se amoldó al suyo.
"se basa en numerosos elemen-
tos indemostrables, no es en
absoluto absurda". Otros auto-
res, como Reichholf (1990),
consideran que los neanderta-
lenses no podían tener un autén-
tico lenguaje articulado.
Aunque todos estos estudios se
basan en los restos humanos
fósiles y en las .hipotéticas
reconstrucciones anatómicas de
la faringolaringe, así como en
"Mientrasel hombre ha vivido en las cavernas y en las regiones cal-
cáreas no ha presentado más caries que los animales salvajes"
Léon Pales (1 930)
dientes es característica en dos arcadas dentarias. Dado que
cada especie, al extremo de que la erupción de los distintos dien-
Cuvier decía: "Dadme un diente tes, tanto en la primera como en
Las piezas dentarias cobran una y yo os diré las costumbres y la la segunda dentición, tiene una
gran importancia en todos los estructura del animal a quien cronología bastante exacta, nos
estudios antropológicos y paleo- pertenece". El hombre, como permiten deducir con notable
patológicos. La dureza del dien- todos los primates, tiene cuatro precisión la edad en que falle-
te hace que su conservación variedades de piezas: incisivos, cieron los individuos jóvenes.
pueda resistir con ventaja sobre caninos, premolares y molares. Debemos destacar que la fórmu-
el esqueleto el paso de los mile- Tenemos dos denticiones: la la dentaria de todos los prima-
nios y así, con frecuencia, puede decidual o infantil, que consta tes y el orden de erupción de los
ser el único vestigio de la pre- de 20 piezas y la del adulto, que dientes, con la excepción de
sencia del hombre en una exca- consta de 32 piezas repartidas algunos prosimios y algún mono
vación. La morfología de los en dos hileras engarzadas en las americano es la misma, y no hay
grandes diferencias en la morfo-
logía de los distintos tipos de
piezas, si se exceptúan los cani-
nos, que suelen estar muy desa-
rrollados en los simios, mien-
tras que en los hominidos se
aproximan en su función y
aspecto a los incisivos. En los
Copc~~tarh i e 1 = incisivo. c y C = ~anin~:
R. ~
hacerse constar d la pieza es derecha o Inptleilda.
0 myM =
1 mdar. ~Debe
1 póngidos* a causa de los gran-
des caninos hay diastemas, entre
el segundo incisivo y el canino,
en la arcada superior y entre el
canino y el primer premolar, en
la inferior, mientras que en los
homínidos no hay diastemas. Ver
volumen 1 pág. 3 1.
En los estudios dentales se
emplean nomenclaturas abre-
viadas, siendo las más frecuen-
tes las que exponemos en las
tablas 1 y 2. siendo en nuestra
opinión esta última la mejor,
pues cada pieza tiene un núme-
ro propio.
PALEOPATOLOG~A ABRASIONES DENTARIAS O) Desgaste nulo; ,
DENTARIA 1) esmalte rayado;
2) en algunos puntos, el desgaste
del esmalte permlte ver la
El esmalte del diente se regene- dentlna;
No pretendemos un estudio ra muy lentamente y la dentadu- 3) en la cara triturante sólo se ve
exhaustivo de este tema y tan ra durante la masticación sufre la dentina;
4) el desgaste alcanza al cuello del
sólo nos referiremos a los pro- un cierto desgaste, que también diente y sólo resta la raiz.
cesos patológicos más frecuen- se conoce con el nombre de atri-
tes de que tenemos constancia y ción o abrasión fisiológica, que
a algunos que por su rareza nos debe diferenciarse de los des- como sustancias abrasivas, así
parezca interesante destacar. gastes o abrasiones patológicas. como ciertas prácticas cultura-
Se entiende por atrición el des- les. Cuando el desgaste alcanza
gaste oclusal fisiológico por el la pulpa surgen las complicacio-
roce continuado de las superfi- nes infecciosas.
cies antagonistas , se reserva el
nombre de desgaste a las abra- Los modernos exámenes mi-
siones patológicas y el de em- croscópicos odontológicos per-
si6n a las abrasiones de causa miten estudiar las huellas que
química o física no mecánica. El los alimentos dejan en el esmal-
grado de abrasión varía mucho te dentario, y deducir con bas-
entre las distintas poblaciones, tante precisión el tipo de dieta:
individuos y períodos; influyendo carne, vegetales y tipos de
mucho la dieta alimenticia y éstos, así como sí se tomaron
algunos hábitos. crudos o cocidos.
El desgaste dentario suele En el Egipto faraónico, el des-
medirse mediante la tabla de gaste dentario era muy impor-
Brabant, que distingue cinco tante, dada la costumbre que
etapas (tabla 3). tenían de adicionar pequeñas
cantidades de arena a los cere-
En su conjunto, en la prehistoria ales para facilitar su moltura-
el desgaste siempre suele ser ción y que luego aumentaba la
importante, tanto más si tene- abrasión dentaria. Este hecho
mos en cuenta que, en general. se ha constatado en otras cultu-
se trataba de personas jóvenes. ras que usaron para la moltura-
Influia en ello la ingesta de ali- ción molinos de piedra, técnica
mentos crudos que seguramen- que llega a alcanzar nuestro
te con frecuencia contenían par- siglo.
tículas de tierra que actuaban
Las mujeres de algunas tribus entre ellas la de Guam, todas las
ameríndias y de otras culturas mujeres y dos terceras partes de
mascaban el cuero para curtirlo, 10s hombres, tienen la costum- Mandíbula preneandertalense(?) de Banyoles,
llegando su dentadura a ser un bre de mascar las hojas de cuya antigüedad se evalua en unos 85.000-
45.000 aííos. El desgaste dentario que afecta a
auténtico desastre. betel, que además de originar 10s bordes labiales de SUS coronas. ha sido inter-
un gran desgaste favorece la pretado de muy diversas maneras Sedn 10sdis-
tintos autores, aunque parece bastante probable
En algunas islas del Pacífico, acumulación de sarro y la apari- que se deba a prhcticas culturales
ción de sepsis dentarias. En mascar coca, ademáls de la CARIES
momias peruanas se han podido abrasión, por la acción tóxica de
detectar restos de hojas de coca su alcaloide, produce necrosis
en la boca. La costumbre de de los tejidos periodontales que Los dos procesos más frecuen-
mascar estas hojas ya era sujetan el diente; pero como tes en la patología oral humana,
comentada por los cronistas además produce una anestesia son la caries y el desgaste den-
españoles después de la con- relativa de la encía las lesiones tario: pero llama la atención que
quista de América. El hábito de traumáticas no son dolorosas, el primero de ellos, tan común
con lo que se abren las puertas en nuestros días, prácticamente
a la infección y la pérdida dental está ausente durante los tiem-
casi resulta inevitable. pos prehistóricos, y hace su
Gran desgaste de la cara trlturante de la corona, aparición en el Neolítico. Por el
en un molar exhumado en la 'Solana de Nosotros hemos tenido la opor- contrario, el desgaste dentario,
Albufxich" (Valencia) (Eneolftlco)
tunidad de constatar innumera- muy importante en las poblacio-
Intenso desgaste de las caras triturantes de las
coronas de los dlentes de la arcada superlor. en bles casos de desgaste dentario nes antiguas, ha ido cediendo en
el lndlviduo nlim. 9 de @oca romana, exhumado
en la necrópolis de Can Rvllhs (Granollers.
de todos los tipos y en todos los importancia, y se constata una
Val168 Oriental) periodos. incidencia inversa en la morbili-
dad de ambos procesos, crecien- en el esmalte que recubre la nivel de la placa por debajo de
te para las caries y decreciente corona del diente y que lenta- 5.5, iniciándose la disolución de
para el desgaste dentario. mente, de forma progresiva, va las sales cálcicas del esmalte.
Indudablemente, un papel pree- profundizando hasta alcanzar la La repetición de este proceso da
minente en la patología de estas dentina o esmalte, para final- lugar a la cavitación.
afecciones es desempeñado por mente penetrar en la pulpa den-
la dieta alimentaria. taria, momento en el cual, por 4. Por último, gérmenes carió-
sobreinfección dental, tiene genos, aún mal determinados,
La caries dentaria es un proceso lugar la destrucción del diente. pero habituales en la boca,
patológico que se caracteriza La caries siempre afecta las por- penetran en la dentina y prosi-
por la producción de oquedades ciones del diente que quedan al guen la destrucción.
descubierto, su corona y a veces
su cuello, y actúa exclusivamen- Aunque se citan casos esporádi-
te de fuera a dentro no lesionan- cos en los animales y en los
Premolar inferior con una gran caries. que afec- do nunca las piezas que aún no hombres preneolíticos, la reali-
ta a casi toda la cara dlstal de la corona y cue- han realizado su eclosión. dad es que la expansión de las
llo, en un IndMduo de la Solana de Albuixich
(Valencia) (Eneolitlco) caries tiene lugar a partir del
La patogenia de la enfermedad, Neolítico, cuando las condicio-
según recientes estudios apoya- nes de vida de la humanidad
dos en la microscopia electróni- cambian sustancialmente y por
ca, tiene lugar en cuatro fases: ello, Pales dice: "Mientras el
hombre vive como el animal sal-
1. Proteínas procedentes de la vaje, la caries no es más fre-
alimentación se fijan al esmalte cuente que en éstos, a sea, es
formando una tenue película, muy rara". Con lo que podemos
que está exenta de gérmenes. decir que la caries es una enfer-
medad de la civilización.
2. En algunos sectores de la
corona o del cuello, una segunda Entre los animales se ha citado
capa proteíca, rica en gérme- la presencia de caries en un rep-
nes, se fija a la primera consti- til herbívoro del Cretáceo y en el
tuyendo una placa. Ursus spelaeus, entre otros.
Entre los Australoplthecus de
3. Los glúcidos disueltos en el Sudáfrica las han descrito Ro-
agua ingerida se fijan a la placa binson y posteriormente Cle-
y a partir de ellos, el metabolis- ment y en un Horno erectus de
mo de los gérmenes origina los Java, según Brodrick. En la raza
ácidos propiónico, láctico y acé- de Neanderthal son evidentes en
tico, con un descenso del pH a el Hombre de Zambia, y parecen
probables en un espécimen de
Monte Carmelo (Israel) según
Soagnnes. Entre los Horno sal
piens sapiens fosilis se han
descrito en un cráneo auriña-
ciense (Kmgman)y en otro solu-
trense (Vallois). Ya en el
Mesolítico, en 10 de los 24 crá-
neos de Ofnet* se encontraron
caries. Así pues parece que la
incidencia de caries en el
Mesolítico sería del 1 al 2% y
similar en el Neolítico, y que ha
proseguido en progresión geo-
métrica hasta nuestros días en
que las caries, en algunas
poblaciones, casi afectan al
100% de los individuos.
soluble y bastante resistente a Con todo existen una serie de
A pesar de los numerosos estu- los ácidos, protegería al esmal- factores que indudablemente
dios y del incremento de los tra- te; 4) durante el Paleolítico, los influyen en la abundancia de las
bajos experimentales, la reali- alimentos fueron consumidos caries, sobre todo la dieta rica
dad es que la casi total inmuni- crudos y sólo al cabo de muchos en carbohidratos a la que se
dad del hombre prehistórico a la milenios fueron asados; la ebu- asociarían otros factores, como
caries queda oscura; sin embar- llición se inició en el Neolítico una predisposición hereditaria,
go, parece evidente que la dieta con el descubrimiento de la seguramente la tendencia a una
alimenticia tiene una gran cerámica; 5) la ebullición elimi- involución del complejo maxilo-
importancia a partir del Neo- na el flúor, pero ¿cómo justificar dental, defectos en el esmalte,
lítico. Así, Enselme destaca la aparición de caries en el hiponutrición, microtraumatis-
unos hechos que sucintamente Mesolítico, cuando se descono- mos, etc.
reproducimos: 1) La caries apa- cía la cerámica? pues el sistema
rece en el Mesolítico y se incre- de introducir piedras calentadas
menta en el Neolítico; 2) ¿por al fuego en bolsas de cuero con
qué durante todo el Paleolítico agua no parece tan eficaz como
el hombre estuvo inmune?; 3) para lograr una auténtica ebulli-
puede pensarse que el conteni- ción; 6) el último problema es el
do de flúor de los alimentos, que bacteriológico, ¿podría tratarse Cinco piezas dentarias de Bpoca medieval con
con el fosfato cálcico forma la de una mutación que acentuase caries. exhumadas en Sant Miquel de Cardona
(Bages). Algunas presentan un Importante cál-
fluorapatita cristalina poco su virulencia?. culo.
1 ma en la infantil y juvenil, sor-
prendiendo la prevalencia de la
caries en el Neolítico (33'78%),
su~eriora las del Calcolítico

Wells hace unas interesantes Para finalizar, diremos que las


observaciones en un estudio caries dentales afectan más los
comparativo entre las poblacio- dientes laterales que a los ante-
nes griega, francesa, danesa y riores* y que se observan algu-
británica, pues observa que nas diferencias entre las caries
entre los micénicos, antepasa- de las épocas antiguas respecto
dos de los atenienses. la caries a las recientes. En el Neolítico
era más frecuente que en éstos y son raras en la infancia y en la
él lo atribuye a que las aguas en cara oclusal, y suelen localizar-
Atenas tienen un alto contenido se en el cuello. En el Eneolítico,
en flúor y escaso en selenio. la infancia ya se afecta frecuen-
Este mismo autor destaca el temente. Entre las poblaciones
hecho de que entre los indios primitivas actuales, según Polu-
californianos. cuya dieta es muy nin, las caries serían menos fre-
variada y con alto contenido en cuentes que en las poblaciones
vegetales, las caries son muy menos desarrolladas. Chimenos
frecuentes, mientras que entre (1990) observa en la población
los siow, que prácticamente prehistórica de Cataluña, que la
sólo comían carne de búfalo, las frecuencia de la caries es m&- Solana de Albulxlch, caries a nivel del cuello
caries eran raras. ma en la población senil y míni- Solana de Albuixlch. caries a nivel del cuello
ENFERMEDAD un caballo triungulado del Mio- ACÚMULO DE SARRO O
PERIODONTAL ceno (Janssens cree que podría &CULO
ser una actinomicosis), y son
conocidos casos en todos los
El diente normal no se ajusta grupos de homínidos. Su presen- Consiste en el depósito de sales
exactamente a su alveolo y exis- cia es de destacar en el hombre calcáreas en el cuello y en algu-
te a su alrededor un espacio de de la Chapelle-aux-Saints, que nas porciones de la corona de
1110 a U10 de mm que está ocu- además presentaba lesiones los dientes, constituyendo autén-
pado por fibras conjuntivas que artríticas. ticos cálculos. Su presencia se
se unen íntimamente a ambas constata en todas las épocas y
superficies. A nivel del borde Cuando la pérdida del soporte con mucha frecuencia en los
alveolar, la unión al cuello den- óseo sobrepasa los 3 mm, se tiempos prehistóricos y en la
tal es más firme, y cuando por considera que hay periodontitis Edad Media e indudablemente
procesos inflamatorios tiene (Chimenos, 1990) influye en la producción de gin-
lugar una denudación a nivel del givitis y procesos sépticos, y
cuello, la fijación del diente se puede también favorecer la
hace débil, éste se mueve dentro caries dental. La ausencia de
del alveolo y finalmente se des- higiene dental o cuando esta es
prende, con infección concomi- defectuosa, la favorecen.
tante o sin ella.
Periodontltis en un individuo de la 'Cova d'El
Esta enfermedad ha sido detec- Toll" (MolA, ijages) (Neolltico). En el primer
molar, peda de esmalte en el cuello. (Gentileza
tada en todos los períodos y en Prof. Chimenos)
casi todos los seres. Entre otros Acúmulo de cálculo en las piezas dentarias de un
se conocen casos en un mosa- indMduo medieval exhumado en Sant Miquel de
Cardona (Bages).Fístula radlcular
saurio del Cretáceo en Bélgica,
en varios reptiles del Secun- Gran acbulo de s a m en la cara posterior
izquierda, en una mandíbula medieval exhumada
dario de América (Moodie), en en Sant Cristbfol de la Castanya (Montseny)
ABSCESOS DE ORIGEN
DENTARIO

Como consecuencias de la infec-


ción dental, generalmente se-
cundaria al desgaste dentario o
a la caries, frecuentemente se
originan abscesos, en general
apicales, que pueden fistulizar-
se y secundariamente originar
osteítis en los maxilares. Las
lesiones de los dientes superio-
res, sobre todo los de los segun-
dos premolares y primeros y
segundos molares, pueden pene-
trar en los senos maxilares y
originar una sinusitis. Según

lndlvlduo núm. 5 exhumado en la necrópolis ene-


olítica de la Cueva del Barranco de la Hlguera en
Baños de Fortuna (Murcia), que presenta una
Intensa osteltis de orlgen dentarlo a nivel de las
rabes de los molares lzqulerdos
Individuo núm. 3 de La Cueva del Barranco de la
Hlguera. con osteltis a nivel de los molares dere-
chos
Fístula dentaria en la cara llngual del cuer
mandibular. (Epoca paleocrlstiana) (Montefrc
Granada)
Mezl estos abscesos serían la MALFORMACIONES na pieza dentaria o de un diente
causa del 20% de los casos de DENTARIAS de constitución atrófica. Las que
sinusitis. faltan más a menudo son los ter-
ceros molares, los incisivos late-
Según Alexandersen, en las Seguramente, el estudio más rales y los segundos premolares,
osteitis se apreciarían tres importante ha sido el realizado con un franco predominio en las
variedades: 1) granuloma peria- por Brabant que revisó unos mujeres.
pica1 caracterizado por un borde 3.200 cráneos y fragmentos y
poroso; 2) osteitis periapical cerca de 50.000 dientes.
difusa, formando una cavidad Fundamentalmente basándonos
irregular en el hueso con osteo- en su estudio, mencionaremos
porosis de las paredes; 3) quis- distintas anomalías dentarias,
tes radiculares. Todos estos pm- que con mayor o menor inciden-
cesos serían más frecuentes en cia se han podido constatar en
individuos seniles. la prehistoria.
Según Moodie, los abscesos La hipodontia o anodontia
alveolares son frecuentes a par- consiste en la ausencia de algu-
tir del Terciario. Entre los ani-
males podemos mencionar: un
Hyracodon, rinoceronte primiti-
vo del Oligoceno de Dacota del
Sur y en algunos ejemplares del
Umus spelaeus. En los nean-
dertalenses se han objetivado en
el cráneo V de Skhul (Monte
Carmelo) y en el Hombre de
Zambia. Pertenecientes a perío-
dos más recientes, los casos son
numerosísimos, y nosotros per-
sonalmente hemos podido de-
tectar abundancia de ellos.

Inclshro tzqulerdo supernumerarlo de implanta-


c16n ectóplca en un IndMduo de La Olmeda
(Pedmsa de la Vega, Palencla). (Gentllaza ProP.
Chlmenoa)
Molares ats6ficos supernumerarlos en la arcada
superlor de un IndMduo de "S'lllot des Poma"
La hiperodontia es la presencia
de dientes supernumerarios,
nunca un canino, y con más fre-
cuencia en los varones. Suele
tratarse de dientes atróficos.
Hasta el Neolítico los casos son
pocos.
La microdontia y la macrodon-
tia son los dientes de pequeño
tamaño o, por el contrario, muy
grandes; en este caso, pueden
serlo por fusión de dos piezas.
Se tiene constancia de bastan-
tes casos.
La persistencia ocasional de
los dientes deciduales, sobre
todo los molares infantiles, que
pueden no ser reemplazados por
los dientes definitivos.
Los incisivos en forma de
pala, se han observado en los
australopitecos, Horno erectus
y con gran incidencia en los
neandertalenses. En el Meso-
lítico y Neolítico europeo su fre-
cuencia oscila entre el 16 y
53%. Esta anomalía no es infre-
cuente en la Edad Media, ni

Molar atrólico lunto a la cara labial de M2


Izquierdo. en el. individuo nhm. 21 de Wamba
(Valladolid)
Persistencia de los segundos molares de leche
en el individuo núm. 87-4 de Son Real (cultura
talayótica mallorquina)
siquiera en nuestros días, y
puede estar asociada a la pre-
sencia de un tubérculo lingual.
El tamdentismo consiste en
la presencia de una amplia

Taurodentismo. (Gentileza ProP. Chtmenos) (1)


Anlsodontia en M2 derecho en el IndMduo núm.
55 de Wamba (Valladolid) (2)
Canino Incluido en el lndMduo núm. 1. exhuma-
do en la Bauma del8 Ossos (Sallent, Solsonés)
(Edad del Bronce) (3)
Gérmenes dentarios lncluldos en la m d a de un
individuo de S'lllot d'Es P o m (Mallorca) (4)
Detalle de la dlsecci6n de los gérmenes denta-
rlos del IndMduo de la figura precedente (5)
Detalle ampliado de los gérmenes deniarios de
la figura precedente (6)
cámara pulpar, causa de su Por impactación se entiende la TRAU~TISMOS
denominación por ser caracte- mala implantación de la pieza DENTARIOS
rística de las piezas dentarias dentaria, pudiendo la erupción
de los bóvidos. Es muy frecuen- no llegar a producirse, y la pieza
te entre los neandertalenses. queda retenida en el maxilar. La Como en el resto del organismo
pieza más afectada es el canino. pueden originarse lesiones acci-
Pueden haber variaciones en la dentales, de mayor o menor
extensión del esmalte, que En la implantación ectópica el intensidad, en los dientes con
con cierta frecuencia se da en diente aflora fuera de su lugar fracturas que en los casos gra-
las razas mongólicas; éste se habitual, en ocasiones incluso ves pueden consistir en la avul-
extiende hasta el espacio inte- en el interior del seno maxilar. sión de la pieza.
rradicular. También puede verse
el esmalte en posiciones ectópi- La maloclusión se debe a una En los traumatismos, el primer
cas (perlas de esmalte). incongruencia entre las dos problema consiste en saber si
arcadas dentarias, y suele origi- fue en vida o tiene un carácter
La anisodontia consiste en nar desgaste anómalo de las póstumo o si se trata de una
dientes irregulares, y suele coronas. mutilación intencional. Cuando
darse en los terceros molares. la lesión se produce en vida,
La hipoplasia del esmalte se siempre se aprecia desgaste por
pone en evidencia por la presen- el uso, mientras que si no ha
-- tia de estrías horizontales per- habido una supervivencia casi
1 pendiculares al eje del diente. nunca existe desgaste, aunque
secundarias a procesos muy ocasionalmente, como ocurre
1 diversos: factores hereditarios y con los fragmentos de cerámica,
congénitos, raquitismo, avitami- si el terreno se ha removido los
nosis, disfunciones paratiroide- restos pueden estar "rodados", y
as, infecciones locales, trauma- entonces las líneas de fractura
tismo~,intoxicaciones, etc pierden su nitidez. Las mutila-
clones dentales pueden ser
intencionales (ver capítulo XVI) ,
pero en general, tienen una mor-
fología que no suele prestarse a
confusión con las fracturas for-
tuitas

Erupclón ectópica de un molar derecho. exhu-


mado en la 'Cova d'En Caivet" (Eneolftlco)
Periodontitis en el individuo 9-43 de Llnares
(Jaen)
Con el transcurso del tiempo se
van perdiendo piezas dentarias y
se producen el desplazamiento
de las que persisten, aproximán-
dose y reabsorbiéndose los alve-
010s.La reabsorción alveolar da
lugar a una pérdida de altura del
cuerpo mandibular y así, cuando
las pérdidas son importantes o
es total, la maxila y la mandibu-
la pierden altura, aproximándo-
se el mentón a las fosas nasales,
produciéndose además la aper-
tura del ángulo goniaco, con lo
que recuerda la mandíbula
infantil.

Reabsorclón de la arcada alveolar en un indivi-


duo Jovende la cultura talayótlca menorquina (1)
Reabsorción completa de la arcada alveolar en
el Individuo núm. 66 de Wamba (Valladolid) (2)
PSEUDOPATOLOG~A
DENTAL

También en la interpretación de
~EXISTÍANDENTISTAS estudio científico, realizado por la patología dental hay que ser
EN EL ANTIGUO EGIPTO? Leek, ha demostrado que dicha muy cautos, y así Collilieux
teoría es falsa y que los mencio- (1980) destaca que las avulsio-
nados dientes unidos por alam- nes dentarias voluntarias (ritua-
Según Ghalioungui y Dawakhly, bre, probablemente, no consti- les) pueden confundirse con
parece ser que Hesy-Re es la tuían más que un amuleto. agenesias o pérdida de fragmen-
persona más antigua que osten- Ocasionalmente, seguramente, tos postcaries y que algunas
tó el título de "Jefe de los con fines estéticos se usaron modificaciones dentarias pue-
Dentistas". En el papiro de piezas dentarias o reproduccio- den ocurrir post mortem, por
Ebers se citan medicinas para nes dentarias de hueso, marfil o ejemplo, por la acción del fuego,
calmar el dolor de muelas. concha, alguna vez implantadas por las erosiones vermiculares
Pertenecientes a la iV dinastía en el alveolo vacío, pero sin uti- de las raíces dentarias y por las
(Bajo Imperio, 2650 a. de J.C.) lidad masticatoria. oquedades que originan algunos
se conoce una secuencia de tres hongos. Finalmente destaca que
piezas dentales, originalmente ante una pieza dentaria aislada
fueron cuatro, sujetas entre sí abrasionada, hay que ser muy
con alambre. Uniendo todas cautos antes de considerarla
estas circunstancias, se ha Francisco de Goya, 'Vlelos comlendo sopas" como patológica.
sugerido la hipótesis de que la (edentación)
odontología estaba muy avanza- Reabsorción de la arcada alveolar de la mandi-
da y que incluso se llegaron a bula del lndlviduo núm. 50 de Wamba (Valla-
dolid). Gran dlsmlnuclón de la altura del cuerpo
colocar prótesis. El meticuloso mandibular
OTRAS AFECCIONES LA EVOLUCIÓNDE LA conservan el segundo premo-
DENTICI~N lar). En la actualidad, las agene-
sias dentarias más frecuentes
Se han descrito casos corres- corresponden a los terceros
pondientes a distintas épocas y La actual fórmula dental huma- molares ("muelas del juicio"),
lugares, de micrognatia, ma- na totaliza 32 dientes, 8 en cada seguidas del segundo incisivo y
crognatia, fisura palatina y en hemiarcada alveolar, que en el del cuarto premolar.
alguna figurilla se ha represen- adulto corresponden a: 2 incisi-
tado el labio leporino. vos, 1 canino, 2 premolares y 3 Bolk, basándose en estos
molares. Con respecto a los pri- hechos, la reducción progresiva
meros primates ha habido una del número de piezas dentarias
reducción considerable de pie- humanas, con disminución en su
zas, pues inicialmente en cada tamaño o de su volumen, pasan-
TUMORES hemiarcada había: 3 incisivos, 1 do de megadontes a mesodon-
canino, 4 premolares y 3 mola- tes, con la consiguiente dismi-
res. La pérdida de piezas ha nución de espacio a nivel de las
No conocemos ningún caso paleo- tenido lugar por el siguiente arcadas dentarias y teniendo en
patológico de tumor dental, sin orden: tercer incisivo y primero cuenta el orden seguido por las
embargo, Chimenos (1988) ha y segundo premolar (algunos piezas dentarias que se han ido
publicado un tumor subaxilar monos del Nuevo Mundo. aun perdiendo, así como las tenden-
benigno, que deformó el borde cias actuales en las agenesias,
inferior izquierdo de la mandí- considera que en un futuro leja-
bula. no, la dentición humana puede
quedar reducida a la fórmula
que se muestra en la figura.
Olivier considera, que si esto
llega a producirse, ya no podre-
mos hablar del género Horno,
sino de su sucesor.

Probable tumor submandibular en un Individuo


medieval exhumado en Sant Llorenq prop de
Baga (Berguedh)
Esquema de la futura dentlclón humana. según
Bolk
CAPITULO XII

'%a cirugia es un área tecnológica única. Nuestro propio cuerpo se


convierte en artefacto, en algo sobre el que trabajar, siendo mani-
pulado y cambiado por las manos humanas"
Spencer L. Rogers (1 985)
No es fácil determinar cual fue
la cirugía que se practicó en la
prehistoria, pero no parece que
fuese importante ni de mucho
riesgo, con la excepción de la
trepanación craneal que comen-
taremos luego. Casi con toda
seguridad se limitó a la reduc-
ción incruenta de las fracturas a
la extracción de cuerpos extra-
ños, la incisión y evacuación de
algún absceso cutáneo y la prác-
tica de fístulas uretrales. Otras
actuaciones debieron tener una
finalidad ritual o de escarmien-
to, tales como: la circuncisión,
la ablación de los pequeños
labios en los genitales femeni-
nos, otras como las escarifica-
ciones tuvieron una finalidad
estética como producir tatuajes,
mientras que las amputaciones
de la nariz, las orejas, las extre-
midades o partes de ellas, en
general debieron ser punitivas y
sólo excepcionalmente curati-
vas. Todas estas prácticas sola-
mente requerían unos conoci-
mientos anatómicos muy limita- LA TREPANACI~N HISTORIA
dos. CRANEAL
Un hecho sorprendente, pero
Casi todos los vestigios de que totalmente incontrovertible, es
disponemos hoy en día se ven "Lastrepanaciones no son raras la existencia de trepanaciones
limitados a los restos óseos, durante la Edad del Bronce y craneales entre los pueblos
sobre todo a nivel del cráneo, y parece que se puede hablar ver- prehistóricos a partir del Neo-
a algún resto momificado. daderamente de una costumbre" lítico, práctica que también se
ha constatado ampliamente
A modo de resumen reproduci- M. Antoinette de Lumley entre las culturas precolombi-
mos la Tabla de Rogers (1985): (1961) nas, americanas, las canarias y
que hoy en día persiste entre Leguey. Ese mismo año, Baye
algunas culturas primitivas afri- encuentra los primeros cráneos
canas y polinésias. argelinos trepanados, y se suce-
den rápidamente los nuevos
La sucinta historia de este sor- descubrimientos, tras los cua-
prendente descubrirniento se les, Lucas-Championniere publi-
inicia en el año 1865, cuando el ca la primera obra sobre trepa-
naturalista Squier recoge un nación prehistórica.
cráneo peruano procedente de
una tumba de Yucay que tenía Aceptada la existencia de la tre-
unas lesiones que llamaron su panación prehistórica, pudo
atención. Lo enseñó a numero- averiguarse que ya en el año
sas personas cultas que no 1836, en el Atlas de Mortan,
supieron dar una explicación en figuraba un cráneo trepanado,
vista de lo cual lo llevó a Europa procedente del templo del Sol en
donde fue estudiado en Francia Pachacamac (Perú) y que en
por el Profesor Broca famoso Europa, en el año 1843 en
médico y antropólogo. &te llegó Crozon (Finisterre, Francia)
a la conclusión de que se trata- también se había encontrado
ba de una lesión Intencional de otro. En España, el primer crá-
tipo quirúrgico, o sea, una tre- neo trepanado fue descubierta
panación. A pesar del prestigio en 1884 en "Les Llometes" se ha practicado, qué técnicas
de que gozaba Broca, inicial- (Alcoi,Alacant) en la excavación se emplearon, supervivencia,
mente los sabios de la época no realizada por Vilaplana y Juliá. caracterlsticas según las zonas
dieron crédito a sus aseveracio- En la tabla se destacan las prin- geográficas y épocas, y cuales
nes. Pero durante el año 1873, cipales vicisitudes de la historia han sido los motivos que induje-
el médico francés Prunihres de la trepanación. ron a esta práctica.
encontró otros cráneos trepana-
dos en el valle de Lozere. Esto Demostrado este hecho, debe- El término trepanación viene de
hizo que se reconsiderasen los mos plantearnos un estudio la palabra trepanoun, que en
criterios opuestos, y que en el serio de 61 que nos evite caer griego significa horadar. La
año 1874 en Lión, durante la dentro del terreno de la fantasía, acción de trepanar consiste en
reunión de la "Association en la que por desgracia hay que la perforación intencional del
Franqaise pour 1'Avancement incluir muchos trabajos. Entre
des Sciences" este descubri- las cuestiones que están por
miento fuese plenamente acep- resolver tenemos que examinar
tado, dada la concluyente expo- distintos aspectos: qué entende-
sición que sobre el tema hicie- mos por trepanación, en qué
ron Prunieres, Broca, Hamy y períodos y regiones geográficas CrBneo trepanado de Yucay (Perú)
Otro punto que se debe destacar
es que trepanar es el simple
acto de perforar el cráneo, no
debiéndose confundir la trepa-
nación con la cirugía craneoce-
rebral. La cirugía craneocere-
bral o neurocirugía tiene por
finalidad actuar sobre el encéfa-
lo y demás estructuras situadas
en el interior del cráneo, y en
ella, la trepanación tiene como
finalidad primordial permitir el
acceso al endocráneo, o sea, la
trepanación en sí no constituye
el objetivo del neurocirujano, es
sólo un medio.
Hoy en día, cuando se habla de
trepanación, casi todo el mundo
piensa en una intervención muy
grave, debido a que en general
sólo se trepana para actuar
sobre el cerebro, y estas opera-
ciones están incluidas dentro de
las denominadas "de alto ries-
go". Esta es la causa de que,
cráneo. Puede realizarse con Es importante insistir en que no cuando se habla de trepanación
diversos instrumentos diseña- todas las perforaciones del crá- prehistórica seguida de supervi-
dos para esta finalidad y que se neo son trepanaciones; la trepa- vencia, por asociación de ideas,
denominan trépanos, que en su nación requiere siempre una se piensa en que el hombre
forma más elemental puede con- intencionalidad, horadar el crá- prehistórico practicó la neumci-
sistir en una simple barrena que neo, sea cuál sea la finalidad de rugía, y que, por lo tanto, debía
se puede hacer rotar por distin- dicha operación. Así pues, un tener unos amplios conocimien-
tos procedimientos. Dicho ins- traumatismo puede perforar el tos técnicos y científicos que
trumento no es imprescindible y cráneo dejando un orificio, y si nos dejan perplejos. Sin embar-
la perforación del cráneo se la herida es curada extrayendo go, nuestra opinión es totalmen-
puede lograr empleando medios las esquirlas, esta intervención te distinta y creemos que el
de gran simplicidad, que más no puede considerarse una tre- hombre prehistórico nunca
adelante expondremos. panación. practicó la neurocirugía ni tuvo
un auténtico criterio científico. forma autóctona en distintos Haciendo una valoración global
lugares, aunque es posible que de la que podríamos llamar tre-
La simple trepanación del crá- en algunos casos se haya difun- panación primitiva, para dife-
neo casi carece de riesgo y hoy dido a otros pueblos que la han renciarla de la neurocirugía
en día puede considerarse ruti- incorporado a su cultura. De moderna, vemos que se prodiga
naria, de modo que puede ser todas formas, parece evidente en regiones o épocas con un
realizada por cualquier médico que las causas que han dado ori- acervo cultural muy bajo, y que
principiante. El riesgo real se gen a esta práctica han sido muy disminuye de forma espectacu-
presenta cuando se actúa sobre variadas y que, por lo tanto, su lar o desaparece cuando se ini-
el encéfalo, y es aquí donde se inicio no siempre ha sido el cian las culturas clásicas que
precisa gran experiencia, mismo. También corroboran seguramente se aperciben del
amplios conocimientos y un esta opinión las diferencias cro- riesgo que entraña y de sus
complejo instrumental. Dicho nológicas en que los distintos desalentadores resultados.
esto, creemos que nuestra admi- grupos las han practicado y que,
ración ante la trepanación incluso en poblaciones vecinas, En el siglo XVI, principalmente
prehmiirica habrá menguado, pueden representar milenios. La por obra de Andrés Alcázar
pues vemos que se trata de una variedad de técnicas, las moti- (López Piñero), se inicia en
intervención de poco riesgo, vaciones, las distancias que España una corriente de' trepa-
razón por la que seguramente se separan los pueblos, la asincro- nación sobre bases racionales,
prodigó tanto, pues su finalidad nía temporal, etc., hacen que principalmente en relación con
fue perforar el cráneo, no actuar sea imposible establecer una los traumatismos. Los médicos
sobre el cerebro. interconexión que nos permita para sentar la indicación diag-
en algún caso seguir el hilo nóstica se basan en dos aspec-
Las trepanaciones más antiguas desde los trepanadores actuales tos: localización de la lesión y
conocidas pertenecen al a los pueblos prehistóricos. A signos neurológicos (parálisis,
Neolítico, pero el mayor auge se pesar de todo, no cabe duda que coma, etc.).
da en el Eneolítico, persistiendo las raíces de la trepanación
con mayor o menor profusión seguramente se remontan a Hemos dicho antes que trepanar
hasta entroncar con las culturas períodos muy antiguos y que la es fácil, y así es; puede lograrse
clásicas antiguas y llegar hasta práctica se ha transmitido de con cualquier instrumento de
nuestros días. Esta circunstan- padres a hijos durante genera- piedra dura, punzante o cortan-
cia puede hacer pensar que ciones en algunos grupos. Con te, o con una piedra granujienta,
desde su aparición se ha trans- todo, nuestra opinión es que la lo cual ya fue demostrado a fina-
mitido esta tradición de forma trepanación aparece en numero- les del siglo pasado por Capitan,
ininterrumpida hasta hoy, pero sos pueblos y en distintos Broca y otros. Por nuestra parte
no creemos que esta suposición momentos, y que en todos los también hemos realizado expe-
se pueda sustentar. A nuestro casos hay fases de auge y otras riencias con resultados satisfac-
entender, probablemente su de decadencia. torios.
práctica se ha desarrollado de
troncocónicos, de contorno cir- que la circular se prodigó para
cular y sus paredes de sección la obtención de rodajas cranea-
rectilínea algo inclinada de arri- les en Europa.
Las técnicas básicas son tres: ba abajo y de afuera adentro con
barrenado, rascado e incisión, y respecto al eje de rotación; el Entre las técnicas secundarias,
a partir de ellas pueden derivar- tamaño del orificio es siempre destacamos la denominada en
se otras secundarias o mixtas. mayor en el exocráneo, que en "corona de ebanista." frecuente
el endocráneo. en Perú y que consiste en prac-
La técnica de barrenado consis- ticar varios orificios por barre-
te en apoyar presionando una Para la técnica de rascado, nado, uno junto al otro formando
punta dura que se hace girar legrado o abrasión, parecen ser un círculo y que permite extraer
hasta lograr la perforación, que las piedras granujientas duras un disco festoneado.
puede ser de mayor o menor las más idóneas, como por
diámetro según sea el ángulo de ejemplo, algunas areniscas o Algunos autores pretenden asig-
la punta. Con ellas se pueden vítreas con aristas cortantes. nar una correlación cronológica
conseguir orificios de un tamaño Dado que el cráneo es un esfe- a las distintas técnicas y así
notable. Con esta técnica los roide, ejerciendo movimientos consideran el legrado como la
orificios siempre son cónicos o de avance y retroceso sobre la más antigua; sitúan el barrena-
superficie del hueso se logra su do a continuación, y consideran
desgaste y perforación. Con este que la incisión sería la más
sistema se obtiene un orificio de reciente. A nosotros no nos
contorno elipsoidal, relativa- parece posible establecer esta
mente pequeño con relación a cronología, y personalmente, en
sus amplios bordes de inclina- la necrópolis de Son Real
A) Trepanaclón por técnlca de barrenado en que
haclendo mtar una punta lfUca y substltuyéndo- ción suave. (Mallorca), hemos podido cons-
la por otras de hngulo menos agudo permlte
obtener un oriflclo mayor cónlco o troncocónlco.
tatar la presencia de las tres
B) Cuando en la técnlca de barrenado el eje de La técnica incisa puede realizar- técnicas, sin que se pueda
ataque es obllcuoi, el oriflclo tdene un perímetro se con un punzón o con un determinar cuál fue la primera.
ovoldeo: cuando se osclla en los desplazamlen-
tosz, su morPología es ellpsoldea; finalmente sl cuchillo de pedernal, y pueden
la punta que se emplea es muy Irregular y se Finalmente diremos que las tre-
asocia a oecllaclones~.el contorno de la perfo- lograrse tres tipos de trepana-
ración es Irreglar. B') orlflclo dnlco. B ) orlfl-
clo troncocónlco. C) la técnba de rascado. ya
ción: lineal, poligonal y circular. panaciones pueden ser comple-
sea con piedras vítreas o areniscas. slempre da La primera se logra mediante la tas o incompletas, no llegando
orlflclos elipsoldeos rodeados de una zona de
abraslón, mhs o menos amplla segiin la curvatu- práctica de surcos rectilíneos estas últimas a perforar la tota-
ra del crhneo en la zona. slendo los contornos que adquieren una morfología lidad de la pared ósea del crá-
del oriflclo poco lncllnados. D) La técnlca hclsa fusiforme o navicular, si se neo.
se puede pracucar mediante una punta o un
cuchlllo de sllex. trazando varios surcos tüslbr-
mes o navicularesa que al cruzarse dellmltan
entrecruzan tres o más de ellos,
una trepanaclón pollgonalb. E) una variedad de adquieren una morfología poli- ¿Cómo diferenciar las trepana-
la técnlca Inclsa, es la obtención de una rodala
craneal (rondelle, de los Ranceses) describiendo
gonal. La técnica incisa fue muy ciones de otras lesiones?.
un movimiento clrcular con un punz6n empleada en el Perú, mientras Aunque en ocasiones pueda
resultar difícil, en general es
sencillo. Las enfermedades que
destruyen el hueso suelen pro-
ducir orificios de morfología cir-
cular, pero no entraremos en
pormenores. Las perforaciones
que más pueden prestarse a
confusión son las traumáticas,
en especial las originadas por
impacto que pueden desprender
una superficie ósea más o
menos circular, o bien producen
un hundimiento cónico con vér-
tice en el punto exocraneal del
impacto. Con independencia de
que se asocien a fisuras linea-
les, siempre ocurre que el con-
torno exocraneal es menos
amplio que el endocraneal, o
sea, lo contrario que en la tre-
panación. Las armas cortantes
metálicas cuando inciden de
forma tangencia1 sobre el crá-
neo, pueden desprender una
lasca y al cicatrizar, confundirse
con una trepanación por abra-
sión.

1) trepanación incompleta cónica por barrenado:


2) trepanación completa, troncocónica por
barrenado; 3) trepanación por barrenado multl-
ple: 4) trepanaclón por barrenado en 'corona de
ebanista": 5) trepanación por abraslón: 6) trepa-
nación Rislforme Incompleta por técnica Incisa:
7) trepanación poligonai por técnlca incisa; 8)
obtención de una rodaja por técnica inclsa
Existe un franco predominio de
trepanaciones seguidas de
supervivencia, lo que ya fue
constatado por Broca y por
Prunieres. Ateniéndose a este
aspecto de la cuestión, Broca
dividió las trepanaciones en
"quirúrgicas" y en "póstumas".
Agrupó en las primeras las que
mostraban una cicatrización

Detalle del cráneo niim, 2 del Megallt de CIar6


(Solsonés). leslón que inlclalmente fue atilbulda
a una mpanacfón. lo cual no es de extrañar
dado el deterioro de la pieza y porque en la
reglón se encontraron varios crhneos trepana-
dos. Cuando se examlna la lesión por su cara
exocraneal (Ag. superior) se ve que es de morfo-
logla triangular. En este caso se habría tenldo
que emplear la técnica fnclsa. pero están ausen-
tes los surcos característicos en los extremos de
los Bngulos. En la cara endocraneal (Ag. Infe-
rior) resulta muy evldente que la lesión es muy
amplla esto va en contra del dlagnóstlco de tre-
panacdn y en favor del de traumatismo. en que
siempre la perforación es mayor en el endocrtí-
neo que en el exocrhneo. Nuestra conclusión es
de que se trata de una pseudotrepanaci6n.
Trepanaclón peruana en 'corona de ebanista".
rodeada por un circulo de necrosls que habrla
llegado a modlRcar su morfología Anal (según
Lastre8 y Cableses)
CLAGIFICACI~NDE
LAS TREPANACIONES
PREHIST~RICAS
Según Broca:
Quirúrgícas
(con supervivencia)
vencia)
a ocluirse por completo (en los
niños es más frecuente) y
muchas veces por predominar
los fenómenos osteolíticos, las
necrosis o por sobreinfección, el
tamaño de la trepanación, en
lugar de disminuir, se agranda.
Para finalizar acerca de las
características de las trepana-
ciones prehistóricas haremos
referencia a una serie de hechos
constatados. En lo que se refie-
re a la edad, tenemos que las
trepanaciones son poco frecuen-
1) Las boides de la perforaclóa no e s t h cicatrisados. tes en los niños, y que existe un
Les celdiiias dipiolcaa aparecen abiertas al exterior.
S 2) Lee celdas del dfphoe están ocultas. gues una Iámlna franco predominio en el sexo
del tejido compacto ha unldo la tambla externa con la interna (algunas masculino. Siempre están situa-
das por encima del plano que
pasa por la glabela y el inión, o
sea, en la bóveda craneal, donde
prácticamente no existe múscu-
lo. Aunque pueden estar locali-
zadas en todos los lugares, son
mucho más frecuentes en el lado
izquierdo y en el hueso parietal.
En el Viejo Mundo, los orificios
no suelen sobrepasar los 40 ó
50 mm y no son infrecuentes las
trepanaciones múltiples, en
especial en los casos póstumos.
Prescindiendo de la técnica que
para trepanar se emplease,
mos que el hueso recién seccio- con la interna, produciéndose deseamos comentar otms pro-
nado muestra al descubierto el una condensación ósea alrede- blemas relacionados con la
diploe, que lentamente se va dor del orificio, donde se reduce intervención, cuales son la inci-
recubriendo de tejido compacto el tamaño de las celdillas diploi- sión de la piel, la hemostasia, la
que llega a unir la tabla externa cas. Rara vez los orificios llegan sutura, la asepsia y antisepsia,
la anestesia y las complicacio- incisión en arco. En cuanto a las
nes. pequeñas trepanaciones por
barrenado ni siquiera habría
Las incisiones de la piel, previas sido preciso incidir pues habría
a la trepanación, pudieron reali- bastado con puncionar la piel.
zarse según distintas pautas,
pero no tenemos suficientes ves- El cuero cabelludo sangra abun-
tigios para asegurar que técni- dantemente y su hemorragia se
cas seguían. Parece probable debe cohibir, lo que seguramen-
que hubiese gran variedad de te se conseguía aplicando com-
procedimientos, debiendo resal- presas o vendajes de sustancias
tar que mediante una incisión vegetales. También es probable
lineal se podían practicar casi que durante la intervención se
todas las trepanaciones que procediera a aplicar un torni-
hemos examinado. En las quete alrededor del cuero cabe-
momias peruanas se han encon- lludo en la bóveda para evitar la
trado cicatrices de forma estre- hemorragia. Por último, hemos
llada o en cruz. Personalmente, de destacar que las trepanacio-
en el cráneo de la "Torre d'en nes casi siempre están alejadas
Cornet" (Solsones) hemos podi- de los lugares recubiertos por
do constatar que se practicó una músculo, probablemente con el
fin de evitar la hemorragia pro-
fusa que su incisión comporta.
No nos parece probable que se
practicase una sutura parecida
a la actual, limitándose segura-
mente a colocar una compresa

Cráneo trepanado, perteneciente a la Edad del


Bronce exhumado en la "Torre d'En Cornet". que
presenta una típica trepanación por t6cnica de
abrasión. con muy escaso adelgazamlento perile-
slonal a causa de su Intensa braquicefalla.
Alrededor de la trepanación se observa un arco
hlpemstósico muy discreto por reacción perios-
teal, que seguramente colncidia con la incislón
del "scalp"cutáneo previo a la trepanaclón
Detalle de la trepanación con signos evidentes de
prolongada supervivencia
sobre la superficie cruenta, o No es probable que existiesen '

La anestesia no sería un obstá-


bien, tal como se ha visto en prácticas de asepsia ni de anti- culo para la trepanación, podrí-
alguna momia peruana, se pro- sepsia; en el mejor de los casos an darse dos circunstancias dis-
cedería a anudar los cabellos de se limitarían a una limpieza de tintas: una cuando tras un trau-
los bordes de la herida para la zona donde se quería interve- matismo o por otra causa el
aproximarlos. nir. individuo restase inconsciente, y

Esquemas de la trepanaclón del lndlvlduo de la


Tome d'En Cornet". con la línea de Incislón cutai-
nea (color ocre). T. orlflclo de la trepanaclón; C,
clcatrlz hlperoet6slca r lesión del perlostlo,
que .bula la morfoIO$Bde la lncisi6n cutánea
para practicar el "scalp". previo a la perforación;
F. flsura póstuma
Dlbujo de A. Vela, que representa la practica de
una trepanación prehlstórlca
en este caso la anestesia se ninguna poción y se limitasen a algunas de las cuales han deja-
hacía innecesaria, y la otra sujetar al individuo o se utiliza- do su huella en el hueso.
cuando no existía una pérdida sen prácticas sofrológicas.
de conciencia, en cuyo caso se
podía recurrir a pociones con Las complicaciones pudieron
plantas de acción soporífera. ser muchas, algunas mortales;
Sin embargo, la resistencia al pero en 10s casos con supervi- lndlvlduo trepanac16n por 'cnlca
del Neolítico. de en una de
exhumado un
enlas
dolor de los pueblos primitivos vencia, probablemente las más cavas de Can nnt~reren Gavd (Baix Llobregat).
que alrededor de las trepanactones presenta una
es notoria, tal como se puede frecuentes debieron Ser las ~ l c e - amplia zona de erosión, seguramente secunda-
constatar en la actualidad, sien- raciones cutáneas en el área rla a osteOnecrosis e infecc16nsobreañadida.
Pese a ello. los slgnos de supervivencia prolon-
do posible que no se emplease operatoria y las infecciones, gadasonevldentes
DIFUSI~NY
MOTIVACIONES

Pertenecientes a época prehistó-


rica (Neo-Eneolítica), el mayor
contingente de trepanaciones lo
da Francia, aunque no dispone-
mos de cifras exactas, pues
según Lisowski (1967) serían
70, mientras que Brenot (1977)
habla de más de 250. En
España, probablemente también
se conozcan alrededor de 70
casos, de los que personalmente
hemos podido estudiar 44.
Puede decirse que en toda
Europa, Norte de Africa y Asia
Menor se reconocen numerosos
casos de trepanación. Todas las
técnicas básicas se dan en estas
latitudes; las más frecuentes
son el barrenado y la abrasión.
Las rodajas craneales resultan
relativamente abundantes en aunque en la comarca catalana
Francia aunque también se ha del Solsonés, donde han apare-
localizado alguna en Menorca. cid0 seis cráneos trepanados,
Un tipo especial de trepanación,
al parecer exclusiva de Francia,
existe un contingente elevado de k 4

es la denominada " T sincipital,


descrita por primera vez por Fragmento craneal exhumado en la "Cova d'El
Pasteral",que permite deducir el amplio orificio
Manouvrier. Algunos autores de esta trepanación póstuma (1)
han correlacionado la práctica "T" slnclpltal de Manowrler (dibujo del autor) (2)
de la trepanación en Europa con Cráneo peruano con siete trepanaciones por téc-
la braquicefalia, ya que en cen- nica de abraslón, visto por su norma superior
troeuropa las trepanaciones pre- (Bcltlsh Museum Natural Hlstory) (3)
dominan en individuos de esta
tipología. En España no hemos
El cráneo precedente por su lado derecho (4)
Cráneo de la figura precedente visto por su lado
l
podido confirmar esta hipótesis, izquierdo (5)
5
braquicrania que hace sospe- Mora, en Jago (Huelva),y la del infrecuente, pues tan sólo hay
char una inmigración centroeu- Neolítico procedente de la "Cova otro en nuestro país que ha
ropea que podría haber importa- d'El Pasteral" (Gironés)estudia- publicado M. García-Sánchez.
do dicho hábito a esta región, da por nosotros (Campillo y
junto con otras costumbres, Vives, 1985). Tenemos constan- Entre las culturas precolombi-
hipótesis que sugiere Turbón. En cia de muchos casos con múlti- nas la máxima incidencia se da
sus dimensiones, la mayoría de ples trepanaciones, general- en América y abarca principal-
las trepanaciones suelen ser de mente póstumas, pero también mente los territorios que hoy en
tamaño reducido, pero hay algu- las hay seguidas de superviven- día corresponden a México,
nas de gran tamaño, P.e. la de cia, como un caso peruano con Centroamérica, Perú, Bolivia y
Petit Morin estudiada por siete trepanaciones bastante norte de Chile. En Perú donde es
Dastugue, la de la Cueva de la amplias por técnica de abrasión difícil hacer una estadística
(British Museum Natural His- (Lastres), se cuentan por cente-
tory)- nares, y así Bello pudo estudiar
alrededor de 400 trepanaciones
En España la máxima incidencia de las que 250 habían sido
de trepanaciones se da en las seguidas de supervivencia. Allí
CATALURA: 1.- Dolmen de Can Auren (Prullans. Islas Baleares, en Cataluña, en se dan todas las técnicas y es
Cerdanya). 2.- Comarca del SolsonBs: Cova
d'Algues Vlves (Brlcs), Vllar de Slmosa (Ollus) y
la comarca del Solsonés, en muy frecuente la denominada en
megallt de ClarB. Comarca de la Noguera: Balma Alcoi (Alacant) y en Alcazar del "corona de ebanista" y la suprai-
de la Sargantana (Ollola). 3.- L'Esquerda (Roda
de Ter. Osona). 4.- El Pasteral (La Selva). 5.- Can
Rey (Cuenca), donde en 1931 niana situada en la escama occi-
TrullAs (Granollers, VallBs Oriental). 6.- Bbblla Barras de Aragón contabilizó pital. En cuanto a su tamaño,
Madurell (Sant Qulrze del Vallbs, Vallbs Occl-
dental). 7.- Can Tlntorer (GavA, Baix Llobregat). nueve cráneos perforados, pero puede asegurarse que también
8.- Cova del Pana de Folx (Castellet. El Garrafl.
9.- El rec6 de I'Hospltal (Montblanc, Conca del
sólo en dos de ellos, a juzgar por están las mayores conocidas
BarberB). 10.- Cova de I'Heura (Ulldemollns. Baix su descripción, puede asegurar- (casi siempre póstumas), y son
Camp). 11.- Wudoms (Balx Camp). ISLAS BALEA-
RES: 12.- Menorca: Blnimel.lh (Mercadal).
se que se trataba de una trepa- muy frecuentes las múltiples,
Blblatzem (MlgJorn) y Algalaren8 (Costa de tra- nación. siete en el caso anteriormente
muntana). 13.- Mallorca: Son Real (Platja de Can mencionado. Con relativa fre-
Plcafort. Alcudia). Els Tossals Verds y Son Mulet.
COMUNIDAD VALENCIANA: 14.- Cova de les En Son Real (Alcudia, Mallorca), cuencia se dan asociadas a
Bagasses (Banyeres, Alacant). 15.- Cova de la
Sama (Valbncla). 16.- Cova de La Pastora (Alcol, entre 175 individuos pertene- deformaciones craneales inten-
Alacant). 17.- Cova de Les Llometes (Alcol.
Alacant). 18.- Cova d'En Pardo (Alcoi, Alacant).
cientes a la cultura talayótica se cionales, que según parece sólo
19.- Necr6polls de San Antón (Orlola, Alacant). encontraron 14 cráneos trepa- se practicaban entre la élite del
COMUNIDAD MURCIANA: 20.- Los Blanqulzares
de Lebor (Totana). ANDALUCIA: 21.-Cueva de La nados (8%), en los cuales se país. El período de mayor auge
Carlgiiela (Alhama. Granada). 22.- Alcolea habían empleado indistintamen- de estas prácticas, deformación
(Cbrdoba). 23.- Los Alcores (Carmona. Sevilla).
24.- Cueva de la Mora (Jabugo, Huelva). PORTU- te las tres técnicas. En seis craneal y trepanación, debe
GAL: 25.- Furnlnha. Casa da Moura y Fontalnhas.
PAIS VASCO: 26.- Abrarte. 27.- Fuente Hoz. 28.-
casos las trepanaciones eran situarse en el primer milenio de
San Juan A.P.L. 29.- Urblola. CASTILLA: 30.- póstumas y en cinco, múltiples. nuestra Era, a partir del cual
Tlsuco (Segovla). 31.- Alcazar del Rey (Cuenca).
COMUNIDAD CANARIA: 32.- Tenerlfe. 33.- Gran
En este yacimiento se encontró fueron disminuyendo estas cos-
Canaria un caso infantil, hecho muy tumbres que ya no existían
que sus razones son totalmente
distintas a las que nos guían a
los neurocirujanos actuales.
Creemos que las distintas teorf-
as que se han aducido para
explicar la trepanación prehistó-
rica pueden reducirse a tres
grupos: 1 ) Se trepanaba con un
criterio idéntico al actual. 2) Se
practicaba la trepanación a
causa de los traumatlsrnos. 3)
La motivación era de tipo mági-
Norte de Africa, sobre todo en co o religioso.
Argelia y Mauritania. Esta cos-
tumbre hoy en día aún persiste Para admitir que se trepanaba
en la Polinesia y en Kenya, sien- por razones similares a las de la
do en este último país donde moderna neurocirugía, tendría-
Mesching y Shadewalt, en la pri- mos que admitir que aquellos
mavera de 1980, pudieron pre- pueblos estaban en posesión de
senciar una trepanación en un unos amplios conocimientos
cuando se inició la colonización poblado Kisii situado junto al anatomofisiológicos, difíciles de
hispana. lago Victoria; dicha trepanación, aceptar en la Edad de Piedra, ya
sin anestesia de ningún tipo se que tampoco tenían dichos
En períodos históricos, tenemos practicó a una mujer de 53 conocimientos otros pueblos de
que Herodoto ya menciona que años. cultura mucho más avanzada,
los pastores líbicos se trepana- como los egipcios faraónicos,
ban, al parecer para fortalecer La cuestión más polémica res- los griegos hipocráticos y los
su espíritu. En Europa, a princi- pecto a las trepanaciones pre- romanos. Se ha dicho que con
pios de siglo, aún se trepanaba históricas y primitivas es plante- ello se pretendía curar la epilep-
en los Balcanes y también en el ada por las motivaciones que sia, pero ¿tenían aquellos hom-
indujeron a estos pueblos a tre- bres conciencia de que se trata-
panar. Consideramos que no se ba de una enfermedad cerebral?.
puede dar al tema una respues-
ta unitaria y que habremos de Pensemos que Hipócrates decía
Trepanación y deformación craneal (Perú), matizar nuestras conclusiones. que la histeria, enfermedad que
según Lastres y Cableses
Pero podemos afirmar que se confundía con la epilepsia,
Cráneo empleado por los Choulas de Maurltanla
para entrenarse en la práctica de la trepanación dichos pueblos no practicaban era debida a los "vapores que
(Museo del Hombre. París) la neurocirugía sensu estricto y ascendían del útero a la cabe-
za". Se ha pensado si con ella se día, la mayoría de las interven- La idea de que la trepanación
intentaba curar la locura, con el ciones craneales se practican tenía por objeto curar los trau-
fin de que los "malos espíritus" para curar tumores o malforma- matismo~craneales y que era
pudieran salir, pero no debemos ciones vasculares y que el por- más frecuente en los pueblos
olvidar que muchos pueblos pri- centaje de estas lesiones no que usaban la honda, la cachi-
mitivos no situaban el espíritu y sobrepasa el 0,5 por 1.000 de porra o armas similares serían
la inteligencia en el cerebro, los individuos y se dan en todas una explicación plausible, pero
sino en otros órganos, como por las edades y sexos por igual, no lo cierto es que resulta raro
ejemplo, en el corazón los egip- predominan sobre ningún lado y encontrar un cráneo trepanado
cios o en el hígado los sumerios. en ocasiones algunas de ellas junto con una lesión traumática
Entonces, ¿para qué trepanar, si dejan su huella en el hueso. cicatrizada. Decimos cicatriza-
la enfermedad no estaba en la Según estos datos, en algunos da, porque las fracturas sin sig-
cabeza?. Más plausible nos yacimientos el número de indivi- nos de regeneración sí son fre-
parecería que la causa fuese el duos trepanados alcanzaría cuentes, pero no nos debemos
dolor de cabeza por una valora- hasta el 8% lo que representa dejar inducir a error, pues
ción de causa-efecto, pero la una morbilidad exagerada. dichas fracturas son póstumas,
jaqueca una de las causas más Respecto a la edad tenemos que o de lo contrario, junto a los sig-
frecuentes de cefalea no tiene las trepanaciones rara vez se nos de regeneración en la trepa-
predilección por uno de los encuentran en niños y son muy nación los habría en la fractura.
hemicráneos, y las trepanacio- poco frecuentes en las mujeres, Según Mesching los Kisii de
nes prehistóricas sí, pues predo- y es bien sabido que las lesiones Kenya que en la actualidad
minan en el izquierdo, además, con indicación quirúrgica no siguen trepanando, siempre lo
la migraña tiene un franco pre- predominan en los varones. En hacen en individuos que con
dominio en el sexo femenino, en cuanto al costado, las trepana- anterioridad han sufrido un
la proporción de 5 a 1, lo que ciones prehistóricas predomi- traumatismo y son aquejados de
nos obliga a preguntar ¿sí pre- nan en forma franca en el lado cefaleas. Este criterio sería el
domina en la mujer, por qué se izquierdo y sobre todo en el denominado por Bastian de
trepanaban más hombres?. Las hueso parietal, lo que no corres- "ideas elementales". Con todo,
neuralgias suboccipitales, en ponde a la realidad, ya que en la si bien ésta podría ser la causa
general secundarias a afeccio- actualidad no se observa ningún de alguna trepanación, solamen-
nes reumatoideas de la columna predominio. El tamaño de las te explicaría un ínfimo porcenta-
cervical, ocasionan el dolor en perforaciones, en general je de ellas.
la región occipital, zona raras pequeño, tampoco permitiría en
veces trepanada. la mayoría de los casos una La tercera opción, sería la
actuación eficaz sobre el cere- causa mágica o religiosa, que en
Como factores en contra tene- bro. Finalmente, resulta excep- nuestra opinión es la más vero-
mos numerosos datos en que cional que una trepanación haya símil. Sin embargo, antes de
apoyarnos. En primer lugar coexistido con una lesión pato- seguir creemos necesario acla-
debemos destacar que hoy en lógica que la justificase. rar qué entendemos por magia.
Indudablemente la conciencia tatuajes, perforación del tabi- culino, y su casi total ausencia
deductiva del hombre lo lleva a que nasal y de las orejas, etc., en la infancia. A pesar de ello,
investigar y a sacar conclusio- entre las cuales, a nuestro aunque en algunos casos su
nes mediante asociación de modo de ver, entraría la trepa- finalidad fuese terapéutica, en
ideas, y tanto la magia como la nación. Esta procedería tal vez modo alguno podía equiparar-
ciencia utilizan la deducción. de un culto ancestral al cráneo, se a la neurocirugía actual,
Entonces, jcual es la diferencia que explicaría su predominio en pues se trataría de "ideas pri-
entre ellas?. Según Frazer, cuyo el sexo masculino, técnica un marias" que sólo excepcional-
criterio compartimos, está en tanto estereotipada, y su coe- mente podrían curar algún pro-
sus premisas que en el caso de xistencia con otras prácticas ceso.
la magia son falsas y en las de rituales, como por ejemplo,
la ciencia son ciertas y demos- entre los incas, la deformación En apoyo de nuestro criterio
trable~.Un ejemplo puede ser- craneal. podemos añadir algunos argu-
vir para aclarar el concepto: mentos más. Por sus dimensio-
durante una tormenta cae un En favor de nuestra hipótesis nes, la mayoría de las trepana-
rayo y origina un incendio, pues están, además de todo lo ante- ciones prehistóricas hoy en día
bien, cuando se produzca otra riormente expuesto, las trepa- no serían aptas para las inter-
tormenta se enciende el fuego, naciones incompletas, las pós- venciones endocraneales a pe-
que como es el resultado final tumas y las rodajas craneales, sar de los sofisticados instru-
de la acción del rayo debería hechos a los que difícilmente se mentos de que disponemos y
evitar la caída de éste. Esto puede dar otra interpretación como mucho, se podrían practi-
sería magia simpatética. La que la ritual o mágica. Y desta- car punciones, evacuar algún
idea es deductiva, pero las pre- camos que en los yacimientos hematoma, absceso o practicar
misas del planteamiento son en que se encuentran trepana- intervenciones esteoatáxicas.
falsas. La conducta del mago es ciones con supervivencia tam- Ocasionalmente penetran en los
honesta, aunque no sea eficaz, bién se encuentran otras incom- senos frontales o están situadas
pues si el mago preconizase pletas o póstumas, lo que aún sobre el seno sagital, aunque en
algo a sabiendas de que es nos confirma más en nuestro cri- algunos cráneos americanos,
falso, eso sería superchería y no terio de que todas ellas tenían según las imágenes que hemos
magia. Por ello Frazer dice que una finalidad similar. podido ver, parece que intencio-
la magia es la "hermana bastar- nalmente se evitó el seno sagi-
da de la ciencia". Como resumen a todo lo dicho, tal.
consideramos que la trepana-
Precisamente la magia pretende ción prehistórica tenía en la Consideramos de máximo inte-
siempre proteger al individuo, mayoría de los casos unos fun- rés los datos estadísticos que
ya sea previniendo sus males o damentos mágicos o religiosos, muestran el elevado número de
intentando curarlos, y ésta es la y que podía incluso tratarse de trepanaciones en aquellas cultu-
causa de una infinidad de ritos, ritos de iniciación, de ahí su ras en que se ha constatado esta
muchos de ellos cruentos, como predominio en un sexo, el mas- práctica. Los siguientes cuadros
nos permiten constatar el eleva- observaremos que la morbilidad tros que la neurocirugía moder-
do número de trepanaciones: "neuroquirúrgica" prehistórica na.
Como colofón consideramos que
CAMPILLO ( 1993) Cráneos trepanados unas imágenes variadas comple-
tarán todo lo expuesto.
Período Eneolítico (La Pastora) (Alcoi, Alacant) 5,7%
Edad del Bronce (Comarca del Solsonés) 4,096
Cultura Talayótica mallorquina (Son Real) 8,0% Cráneo con cinco trepanaciones póstumas prac-
Cultura Talayótica (isla de Menorca) 15.0% tlcadas or barrenado. perteneciente a la cultu-
ra talay&ca menorquina (Barranc d'ALgendar)
Trepanación parletal posterior derecha en vida.
en un craneo visigótlco procedente de Clunla
BENNIKE ( 1985) Cráneos trepanados (Burgos).La trepanación es incompleta y parece
haberse hecho por técnica de barrenado
en poblaciones danesas antiguas
Neolítico antiguo 44,0%
Neolítico reciente 3,0%
Edad del Bronce 14.0%
Edad del Hierro 2.0%

GERMANA-FORNACIARI (1 992)Itaiia ~ r h e o trepanados


s
Neolítico 16,196
Edad del Bronce antiguo 35,096
Edad del Bronce medio 6.4%
Edad del Bronce reciente 3,2%
Total Edad del Bronce 45,2%
Edad del Hierro 3,2%
Hasta el 1800 a.c. 19,496

Si comparamos estas cifras con es desorbitada, con un promedio


las de la "European Association del 8% en la nuestra, del 31%
of Neurosurgical Societies", que en la danesa y del 36.7% en la
da una incidencia de 0,50100para italiana, que en algún yacimien-
toda clase de intervenciones to se eleva al 45,2%, cifras que
neuroquirúrgicas (craneales, en modo alguno pueden estar
raquideas y nervios periféricos), regidas por los mismos paráme-
Múltiples trepanaciones póstumas incisas, fusi-
formes. en un cráneo procedente del "Rec6 de
I'Hospital" en Montblanch (Conca de Barberá) (1)
Cráneo núm. 12 de Blnimel.lb (Mercadal. Me-
norca). con cinco trepanaciones lncompletas prac-
ticadas en vida por técnlca de barrenado, que en su
conjunto recuerdan la 'corona de ebanista" (2)
Cráneo núm. 53 de la cueva de "La Pastora"
(Alcoi. Alacant). con una típica trepanación por
técnica de abrasión practicada en vida (3)
Detalle de la flgura precedente, que muestra el
proceso de cicatrización con una reacción
estriada (4)
Cráneo de la Cova del Xaragais (L'Espluga de
Francolí. Conca de Barberá). trepanación practi-
cada con una técnica infrecuente. inclsión obli-
cua. apalancando después y fracturando el
borde Interno. Los signos de supervivencia son
evidentes (5)
Cráneo trepanado de Sacara de época predinás-
tica (Egipto) (6)
CAUTERIZACIONES
CRANEALES

En íntima relación con la trepa-


nación craneal están las cauteri-
zaciones. Muchos pueblos primi-

Cráneo mallorquln infantil con siete trepanaclo-


nes póstumas por barrenado (Son Real. Alcudia.
Mallorca) (1)
Cráneo de Roda de Ter (Osona) con una típlca
trepanación por abrasión realizada en vlda (2)
Gran trepanación incisa póstuma, procedente de
la necidpolls talayótica de 'Son Real" (Alcudia,
Mallorca) (3)
Pequeña trepanación incisa póstuma. en el
borde de fractura post mortem en un Pragmento
craneal. procedente del dolmen de "Can Aurens"
(Rullans. Cerdanya) (4)
TREPAIYACIONES EN de la anatomía, ocasionalmente
penetraban en el seno frontal;
careciendo por lo tanto de una
finalidad terapéutica.
Wells (1964) sugiere que algu-
nas de las trepanaciones de los
cráneos peruanos que penetran
en los senos frontales, podrían
haber tenido por objeto la cura-
tivos actuales las practican con ción de una sinusitis y la misma
flnes rituales, sobre todo para hipótesis la hace válida para el
obtener tatuajes por cicatrices cráneo egipcio predinástico de
queloideas, o bien, con fines Tarkhan, que junto a una mastoi-
terapéuticos sobre todo para ditis derecha presenta también
restañar la sangre de las heri- una trepanación en el hueso
das. Sin embargo, no está tan parietal del mismo lado.
claro su uso entre los pueblos
prehistóricos, cuya finalidad Por nuestra parte, en tres oca-
según numerosos autores sería siones hemos observado trepa-
semejante a la de la trepanación. naciones que penetraban en el
En nuestra opinión, después de seno frontal: una en el cráneo V
haber realizado trabajos experi- de Son Real (Alcudia, Mallorca);
mentales (Campillo, 1977), en el 36-4 del mismo yacimiento
hemos llegado a la conclusión de en que era doble, y en uno pro-
que exclusivamente por el cedente de Banyeres (Alacant).
aspecto morfológico de la lesión Ambas piezas mallorquinas son
en el hueso resulta casi imposi- calotas en las que ignoramos el
ble diferenciar una cauterización estado dentario del individuo,
de otras lesiones patológicas. pero a nivel de los senos a pesar
Asf pues, sin excluir esta prácti- del meticuloso estudio radiográ-
ca, creemos que se ha prodigado fico, no se aprecian alteraciones
con mucha menos frecuencia en sospechosas de sinusitis y en la
los tiempos prehistóricos de lo procedente de Banyeres tampo-
que antes se suponía. co las hay. Nuestra opinión es
que estas trepanaciones, como
las situadas en otros lugares del
cráneo, solamente obedecían a
Trepanaci6n lncisa póstuma para la obtención
de una 'rodaja". Procedente de Crlchel Down
una Finalidad ritual y que de
(Dorset), 1800 a.c. (Foto, H. Ashley) forma fortuita, por ignorancia
LAS PARTES
BLANDAS

"Hay que proceder a tlentas; deben ponerse a prueba hipótesis


parciales y probables, y hay que contentarse con aproximaciones
provfslonales de modo que siempre queden abiertas las puertas a
una correccidn progresiva"
Tal y como hemos expuesto con PATOLOGÍA DE LOS AFECCIONES
anterioridad, todas aquellas ÓRGANOS DE LOS INTRATORÁCICAS
enfermedades que no originan SENTIDOS
alteraciones óseas resultan de
muy difícil detección, siendo la Aunque según Cockburn deben
causa de que de la mayoría de Tan sólo las representaciones acogerse con reserva, pueden
las enfermedades viscerales y artísticas nos permiten confir- ser correctas las interpretacio-
de las restantes estructuras mar la ceguera, afección muy nes que algunos pioneros de la
blandas, tengamos conocimien- frecuente en Egipto, seguramen- paleopatología dan de las lesio-
tos escasos, adquiridos a través te favorecida por el ambiente nes pulmonares encontradas en
del estudio de individuos momi- polvoriento, la gran cantidad de momias egipcias. Ruffer (1909)
ficado~,de los signos indirectos parásitos y las frecuentes infec- encuentra adherencias pleura-
sobre las estructuras óseas, de ciones de los anexos del ojo. Al les en dos momias, una de la XX
la interpretación de las repre- igual que hasta hace pocos años dinastía y otra ptolomeica por
sentaciones artísticas y de los ocurría en el mundo occidental, las que deduce una neumonía.
estudios paleobioquímicos, que, la música era una de las pocas Longht ( 1931) encuentra áreas
desde hace pocos años, incluyen actividades que con frecuencia caseosas en una mujer de la XXI
el ADN extraído del hueso. desarrollaban los ciegos. dinastía. Ruffer y Longt (1931)
describen casos de carbunco.
Shaw habla de enfisema y bron-
coneumonía en la momia de
Har-mose perteneciente a la
XVIII dinastía. Por último,
Wilder menciona una antracosis
en una momia norteamericana
de Utah. La presencia de la
tuberculosis pulmonar en Amé-
rica ha sido constatada por
Allison, Gerszten y col. (1973)
por la presencia de cavitacio-
nes, ganglios "caseosos" e inclu-
so en una momia peruana la
detección del bacilo de Kock,
también consiguieron la detec-
ción del Mycobacterium tuber-
culosis en momias egipcias,
Sandison (1972) y Zimmerman
(1977). En Europa Kramar
Ciego tocando el arpa. bajorrelieve egipcio (1984) encontró placas pleura-
les en un esqueleto de época
medieval y A.M. Mestre (1993)
encontró otra calcificación pleu-
ral, procedente de la necrópolis
medieval de Notre-Dame-du-
Bourg (Digne, Alpes-de-Haute-
Provence, Francia).
El arte escultórico precolombino
americano, es pródigo en la
reproducción de procesos pato-
lógicos, generalmente figuritas
que en ocasiones reproducen
con tan gran fidelidad las lesio-
nes que no dejan lugar a dudas sobre la etiología, aunque en la tro individuos, dos de raza blan-
mayoría de casos puede resultar ca y dos negros, de la Hamann-
algo polémica su interpretación, Todd colección del Museo de
una de estas figuritas ha sido Historia Natural de Cliveland, en
interpretada como típica del que deduce por la impronta de la
Calclficaclón pleural (Gentileza de Anna M.
acmé de la crisis asmática. aorta sobre los huesos de la
Mestre) jaula torácica la presencia de
Flgura precolombina que representa una crlsls Resulta muy interesante el estu- aneurismas de probable etiolo-
asmhtlca (M&CO, 400-600 A.D.) dio realizado por Kelley en cua- gía sifilítica. Estos casos no son
muy antiguos y corresponden al PATOLOG~DIGESTIVA tes parasitarios en los coproli-
período histórico de Norteamé tos la helmintiasis, el volumen
rica, pero como no existía con- exagerado de los coprolitos la
texto alguno, permiten vislum- En esta segunda cavidad del constipación, la presencia de
brar las posibilidades de los tronco, los estudios se han reali- cálculos biliares las colelitiasis
estudios paleopatológicos bien zado por procedimientos direc- (se encontraron cálculos bilia-
llevados. tos o por indirectos. res en una urna funeraria de un
cantor de la XVIII dinastía egip-
Se han observado calcificacio- Métodos directos cia), etc.
nes aórticas, entre otros, en el
faraón Merenptah, y en dos Volviendo a las momias egip- Las costumbres higiénico-dieté-
momias, una aleutiana y otra cias, tenemos que Ruffer habla ticas de los pueblos prehistóri-
esquimal, se han confirmado la de una fibrosis hepática (jcirro- cos son difíciles de determinar,
presencia de una enfermedad sis?), aunque el caso es muy pero en muchos casos debieron
coronaria. Numerosas momias dudoso, y Millet y col. en la ser similares a las de algunas
presentaban signos de arteritis. momia ROM 1 diagnostica una tribus amerindias, que eran
calcificaciones arteriales y cirrosis hepática. Elliot Smith y mínimas y frecuentemente defe-
trombosis en los vasos extrato- Dawson (1924), sugieren una caban al lado de su tienda, lo
rácicos. El faraón Ramsés 11 colecistitis en una momia de la que parece confirmarse por las
tenía una arteritis temporal. XXV dinastía. Smith y Wood excavaciones realizadas en
Jones (1908) en otra momia algunos yacimientos, donde la
descubren la presencia de adhe- acumulación de sustancias
rencia~en la fosa ilíaca derecha nitrogenadas, fósforo y calcio,
que sugieren una apendicitis; hacen suponer que esta costum-
Ruffer describe un megacolon bre era habitual en muchos
en un niño de época egipcio- poblados. Algunos exploradores
romana y un prolapso rectal en comentaban que los poblados
otra del período copto (en la "indios" antes se olían que se
interpretación de los prolapsos veían.
rectales se debe ser muy cautos,
ya que pueden ser secundarios a Para cerrar esta parte del estu-
la distensión abdominal post- dio transcribimos el relato de la
mortem). curiosa costumbre de algunos
pueblos de la baja California
Métodos indirectos descrita por el jesuita Johann
Baegert en el siglo XVIII: los
Los cristales de Charcot- nativos consumen el cacto pita-
Leyden* sugieren la disenteria haya, que produce un fruto car-
amebiana, la presencia de quis- noso al final del verano y princi-
pio del otoño. "Las pitahayas No insistimos en la presencia de
contienen una gran cantidad de parásitos en las vías urinarias,
pequeñas semillas, semejantes ampliamente estudiados por
a granos de pólvora que por A principios de siglo E. Smith Ruffer y confirmados posterior-
razones desconocidas para mí encontró una herida escrotal en mente por diversos autores (ver
no son consumidas en el estó- la momia de Ramsés V, Ruffer capítulo V).
mago, sino que pasan en un una hipoplasia de riñón, con un
estado de indigestión. Para usar absceso de cáliz renal (XVIII-XX El hallazgo de cálculos es difícil
estos pequeños granos los dinastía) y arteriosclerosis renal y solamente es posible cuando
indios recogen todo el excre- en la dama de Teye (XXI dinas- las excavaciones se hacen con
mento pasada la estación de las tía). En 1924, E. Smith y Daw- gran meticulosidad. Los más
pitahayas, extraen las semillas son observaron la presencia de frecuentes son los renales.
de aquél, las tuestan, las muelen una fístula vesicovaginal post-
y las ingieren entre grandes bro- partum en una momia y Wi-
mas. Los españoles llaman a lliamson (1929) menciona la
este procedimiento la segunda presencia de otra fístula seme-
cosecha". Probablemente, gra- jante en la princesa Hehenhit de
cias a este sistema, se evitaba la la XI dinastía, y Wood Jones la
muerte por inanición durante el existencia de un prolapso uteri-
crudo invierno. no en una momia nubia. Wells
encontró un fibroma uterino y
un pólipo vagina1 en una momia
bizantina. No debe extrañar la
abundante patología genital
femenina, pues los textos egip- Cálculos renales (Gentileza del Prof. Ted
Steinbock)
cios ya hablan abundantemente
de ello, y no es en absoluto sor-
prendente, pues las mujeres
egipcias contraían matrimonio
muy jóvenes, generalmente
antes de finalizar la madurez
sexual, por lo que los problemas
del parto y las complicaciones
genitales fueron muy frecuentes.
Reyrnan comenta que la momia
egipcia PUM 111 (835 a J.C.),
mujer de unos 35 años, proba-
blemente tenía un fibroadenoma
de mama.
OTROSHALLAZGOSEN ron un caso de verruga peruana LOS ELEMENTOS
MOMIAS o enfermedad de Carrión (pian FORMES DE LA SANGRE
hemorrágico). Y LOS GRUPOS
SANGU~NEOS
Numerosas enfermedades cutá- El cerebro generalmente se des-
neas se han descrito en las truye, pero se encontró en una
momias, aunque hay que ser momia aleutiana convertido en Primero mediante el empleo del
muy cautos en su interpreta- una masa cristalina, transfor- microscopio óptico y después
ción, pues frecuentemente la mado en una substancia grasa, con el electrónico, ha sido posi-
piel, por las aplicaciones de en varias momias australianas, ble visualizar los distintos ele-
betún y de ungüentos está alte- y muy retraído y endurecido en mentos formes de la sangre, eri-
rada y adherida a los vendajes, alguna momia egipcia. No ha trocitos y leucocitos en sus dis-
de los que resulta difícil des- sido posible ningún estudio his- tintos tipos.
prenderla. Otras veces, se trata tológico, aunque en algún caso
de la acción de parásitos, sobre se podían ver las grandes cisu- En 1933, Boyd realizó el primer
todo hongos, que la han infecta- ras y alguna circunvolución. En estudio paleoserológico para
do después de la muerte. Con el análisis químico, se ha encon- determinar los grupos sanguí-
todo, el estudio de la piel con el trado algún fosfolípido o sustan- neos ABO; mediante laboriosos
microscopio ha permitido detec- cias similares, de las que el estudios de numerosos investi-
tar algunos procesos concretos, cerebro tiene un gran contenido. gadores en trabajos muy contro-
entre otros la sarna. E. Smith vertidos, entre los que destacan
describe las secuelas de una La autopsia de una momia nazca los de Borgognini de la Univer
probable viruela facial en el mostró calcificaciones en el sidad de Pisa, se han logrado
faraón Ramsés V. Quistes sebá- tiroides y esclerosis de la aorta, importantes resultados. Entre
ceos y procesos cutáneos benig- que en el estudio histológico nosotros, los estudios realiza-
nos semejantes se han descrito resultó sospechosa de un bocio dos por Rosell y Catasus, basa-
en numerosas momias. hipotiroideo. dos en la población medieval
catalana, han representado una
Aunque las enfermedades ocula- importante contribución .a este
res fueron frecuentes en Egipto, problema. Según estos autores,
tanto por la sequedad del clima, en la población medieval de
como por la abundancia de Cataluña, había un claro predo-
polvo y de parásitos, por la rápi- minio del grupo O (87,38%),
da alteración de esas estructu- seguido del AB (7,38%), el A
ras no se ha podido confirmar (3,25%) y el B (2,01%). La
ningún caso. datación más antigua se remon-
ta a -7000 años y como curiosi-
Perteneciente a la cultura nazca dad mencionaremos que los
(Perú), Allison y cols. identifica- faraones egipcios Tutankhamen
y Smenkare, pertenecientes a la
XVIII dinastía, pertenecían a los
grupos A,-MN. Las nuevas técni-
cas de extracción del ADN facili- Gracias a los avances en genéti-
tarán estas investigaciones. ca molecular, con los estudios Como es fácil suponer, las difi-
del polimorfismo del ADN nucle- cultades para encontrar estas
ar y mitocondrial, así como por afecciones son casi insalvables,
haberse logrado la extracción pero existen excepciones. Gra-
del ADN óseo, se ha abierto un cias a un meticuloso estudio,
amplio campo, tanto para la Duday detectó una parálisis del
investigación filética como paleo- nervio cubital en un esqueleto
patológica, en especial en cuanto femenino del Paleolítico (8500
Las investigaciones de Lowens- hace referencia al origen y a la a. de J.C.) encontrado en el
tein a partir de 1980 han abier- fluctuación de algunas enferme- abrigo de Bonifacio (Córcega).
to un importante campo nuevo dades hereditarias e infeccio- Parece tratarse de una mujer
de investigación, basándose en sas. fallecida alrededor de los 35
los denominados "fósiles bioquí- años, que presenta una fractura
micos". Se tiene la sensación de Turbón al frente de un equipo en consolidada con deformación
que solamente los huesos y los el que colaboramos, ha iniciado del cúbito izquierdo. La mano
dientes, por su dureza, resisten un trabajo de investigación, muestra una típica garra cubi-
al paso del tiempo, pero nume- siguiendo los protocolos de tal, que se confirma por la posi-
rosas estructuras "blandas", Hagelberg y Sykes y el de Rollo, ción adaptada en el enterra-
proteínas y sobre todo algunas procediéndose a la ampliación miento y por la osteoporosis
albúminas resisten el paso de de las moléculas mediante téc- secundaria a la inmovilidad en
los milenios mejor que los restos nicas de clonaje con fragmentos los metacarpianos y falanges, de
óseos, aunque generalmente se que están alrededor de los 600 lo que deduce se trata de una
trata de secuencias parciales de pb. Entre las afecciones que se neuropatía cubital postraumáti-
sus cadenas. Gracias a la con- pretenden investigar están: la ca. La presencia de otras altera-
servación de estas estructuras enfermedad microquística, las ciones esqueléticas hace llegar
bioquímicas, se han podido rea- talasemias, hepatitis B y C, la al autor a la conclusión de que
lizar pruebas inmunológicas de malaria, etc. esta persona no podía valerse
proximidad biológica entre di- por sí misma y que estuvo
versas especies y detectar si dependiendo largo tiempo de los
están próximas o alejadas en la cuidados que le debieron prodi-
cadena filética. gar otros miembros del grupo.
Los restos esqueléticos de un
individuo procedente de Roca-
bruna (Ripollés) presentan una
atrofia de la extremidad supe- podrían establecer varias hipó- la que nos parece más verosímil
rior derecha, así como una frac- tesis, entre las que sugerimos: dada la presencia de una fractu
tura del fémur derecho. La pre- parálisis connatal por distocia,
sencia de esta atrofia resulta poliomielitis o lesión traumática
sospechosa de una parálisis de del plexo braquial por estira- Húmen, izquierdo atrófico de Rocabruna
esa extremidad, sobre la que se miento. La última posibilidad es Cúblto izquierdo atr6fico de Rocabruna
ra del tercio medio del fémur
bien consolidada, que justifica-
ría, por un intento de evitar la
caída el estiramiento del plexo y
la fractura del fémur.
El arte nos ha permitido confir-
mar algunas patologías neuroló-
gicas, como las parálisis facia-
les, la poliomielitis (figura capí-
tulo V), etc.
Si dificil es la detección de la
patologia neurológica, mucho
más lo es la psiquiátrica, que
sólo puede establecerse por
similitud con la patología psíqui-
ca de las culturas primitivas
actuales. Una figura precolombi-
na ha sido interpretada como la
expresión de la ansiedad.

Figurita precolombina que representa un estado


de ansiedad (Tlatlco, 1300-700 a.C)
ral/período de gestación, parece neo, facilitaría el trabajo del
probable que la duración del parto. Como en los primates
embarazo fue bastante inferior, superiores, parece evidente que
Ignoramos como fueron los perí- seguramente de unos siete los partos gemelares no fueron
odos de celo de los homínidos meses en los australopitecos y frecuentes. En los Horno erec-
prehumanos (australopitecos y probablemente algo mayor en el tus, con similar volumen corpo-
Horno habiIIs), ni la duración Horno habilis, lo que permitiría ral, pero menor volumen crane-
de la gestación, pero si nos ate- un mayor número de partos. El al, no parece que la gestación
nemos a la relación peso corpo- menor volumen del neurocrá- difiriese de la de los Horno
sapiens.
En los hombres de neandertal,
se ha dicho si los partos fueron
más difíciles, por su elevado
volumen craneal, pero se hace
difícil definirse al respecto pues
a nuestro entender se carece de
datos suficientes.
En los hombres de cromañón no
debieron existir grandes diferen-
cias con el hombre actual y
excepto por representaciones
artísticas, no tenemos idea de
cómo se desarrollaba la gesta-
ción y el parto. En el abrigo de
Cro-Magnon, uno de los indivi-
duos era una mujer con edad
comprendida entre los 20 y 30
años. Próximos a ella, se encon-
traron los restos de un niño de
10 a 20 días. Por esta circuns-
tancia, se pensó si la mujer

Ritual fálico, con dos muleres gestantes. Roca


Gmber Gotlieb (Erongo. Namlbla). según R.
Viiías
estaba gestante o bien recién
parida y si la causa de la muer-
te guardaba relación con el
parto.
Procedente del yacimiento
prehistórico de Libben (Otawa,
Country, Ohio), White (1991)
muestra un esqueleto femenino
con un feto "in situ". Personal-
mente en el estudio de los restos
humanos incinerados, proceden-
tes del "Turó dels Dos Pins"
(Cabrera de Mar, Maresme),
encontramos en el interior de
una urna cineraria los restos de
un individuo adulto grácil (pro-
bablemente femenino) y los de
un neonato, de lo que dedujimos
que se trataba de una mujer ges-
tante o fallecida por distocia que
habría sido incinerada junto con
su hijo.
Ignoramos como se acomodaban
las mujeres prehistóricas para
parir, posiblemente las posturas
fueron distintas según las tri-
bus, como observamos entre las
culturas primitivas actuales, sir-
viéndonos de orientación en
ocasiones las representaciones
artísticas.

Escena de parto grabada en una roca de El


Retortlllo (Sorla).según Cabré
conociesen algunos sistemas
anticonceptivos. En lo que hace
referencia al control de la natali-
1 dad, parece evidente que en
ciertas circunstancias. cuando
el "bien del grupo" lo requería
fue practicado el infanticidio,
seguramente, mediante el sacri-
ficio del neonato, sobre todo de
las niñas, si el grupo era excesi-
vamente numeroso para subsis-

11 Diosa azteca Tiazolteote pariendo


Sello turco de correos que representa a una
diosa protectora del parto, procedente de Cata1
Hüyük

Parece evidente que numerosas basándose en las ideas que


deidades femeninas se conside- sobre la procreación tienen
raban protectoras de la gesta- algunos pueblos primitivos que
ción y del parto, pues el número no relacionan el coito con la
de individuos que componían el fecundación, muchos autores
clan era importante. consideran que estas ideas son
transpolables a todos los pue-
Tampoco sabemos si se usaron blos prehistóricos. Pese a ello.
métodos anticonceptivos, ya que no puede excluirse que algunos 9
tir con los medios alimenticios a MORTALIDAD INFANTIL Y alcanzar los 40 era casi una
su alcance. Es muy probable que ESPERANZA DE VIDA proeza. Capasso considera que
los niños defectuosos fuesen al final del Paleolítico, hace
sacrificados, como se ha venido unos doce mil años, la humani-
practicando en numerosas cul- La mortalidad infantil debió de dad estaba formada tan sólo por
turas hasta épocas muy recien- ser muy elevada, aunque las unos pocos millones de indivi-
tes. Ni en todas las culturas, ni cifras dadas por diversos auto- duos, con una mortalidad infan-
en todas las épocas, se han ado- res, no siempre son semejantes til del 50% y una esperanza de
rado los niños como ocurre con ni tan sólo fiables. El problema vida de treinta años.
el mundo occidental actual, mu- se ha estudiado de formas muy
chos pueblos, incluso menospre- variadas, y así Masset (1956)
ciaron a los niños y los explota- propone una fórmula:
ron.

Núm. de fallecidos entre 5 y 14 años


=X
Núm. de fallecidos mayores de 20 años

Entre los neanderthalenses, el


40% moría antes de los 12 años,
en el Paleolítico era superior al
24,5%, cifras que se mantuvie-
ron sin grandes variaciones
hasta el Neolítico, ignorando la
mortalidad connatal. Superada
la segunda infancia, la esperan-
za de vida era de unos 30 años y
CAPÍTULOXIV
PATOLOGÍAS EN
LA PREHISTORIA
EN RELACIÓN
CON LA DIETA,
EL HABITAT
Y EL MODO
DE VIDA

"... debemos mirar muy atentamente nuestro régimen alimenticio,


porque en la práctica no hay una alimentación específica del hom-
bre"

Josef Reichholf (1 990)


Es importante recordar que los la forma de vida de nuestros en las altas montañas es escaso,
distintos ecosistemas existentes antepasados, que a su vez influ- a pesar de lo cual el hombre
en los diferentes períodos por yeron en la patología que los puede vivir a considerable altu-
los que han pasado los seres hombres prehistóricos padecie- ra, gracias a factores internos
vivos, forzosamente afectaron a ron. Algunos de los estudios de aclimatación. El agua tam-
los que en ellos habitaron. Todos pueden aportar datos de gran bién es irremplazable para los
los factores que comportan el interés, y a modo de ejemplo, procesos vitales, pero a diferen-
habitat, conducen a una situa- mencionaremos la pafinofogiá* cia del oxígeno su distribución
ción de equilibrio que se conoce que nos permite averiguar el es irregular y la mayor parte de
como biocenosis, y en cuanto tipo de vegetación existente en ella está en los océanos y dada
hace referencia a los equilibrios determinados períodos y la posi- su salubridad no es apta para
patológicos. entre las distintas ble dieta en una determinada beber. El agua potable en algu-
enfermedades y demás compo- población. La pafeoclimatofo- nos lugares es excesiva, en otros
nentes de una comunidad, que gíá,paleogeopafía, pafeonto- escasa y con frecuencia tiene un
afectan a una especie determi- fogíá y en especial la paleobio- carácter estacional, abundante
nada, conducen a un estado de química, entre otras. son de par- en ciertas épocas del año y
equilibrio conocido como pato- ticular interés. escasa en otros. Los distintos
cenosis. alimentos, con una equilibrada
Como dijo Howe (1977), la pala- proporción de ciertos elemen-
En este capítulo nos referiremos bra "envlronemment'' sugiere tos, carbohidratos, proteínas,
fundamentalmente a los perío- diferentes interpretaciones a las grasas, algunas vitaminas y
dos prehistóricos, pues a partir distintas personas: cambios cli- pequeñas porciones de algunos
de las "culturas clásicas" se dis- máticos a los metereólogos, el minerales, constituyen la base
pone de textos escritos. La "habitat" para los ecologistas, la de la nutrición. A pesar de los
prehistoria nos obliga a una totalidad de las influencias exter- condicionantes que entraña la
serie de conjeturas basadas en nas, tanto naturales como cau- obtención de los elementos que
los resultados alcanzados por la sadas por el hombre, para los hemos mencionado, el hombre
arqueología y otras disciplinas patogeógrafos, etc. Según este se ha adaptado a la casi totali-
científicas que cada vez, en un autor, cinco son los factores fun- dad de las tierras del mundo.
número más elevado, colaboran damentales que se pueden des- Para resolver estos condicio-
con ella. Esta reciente actuación tacar: el oxígeno del aire, el nantes el ser humano ha tenido
pluridisciplinar ha empezado a agua, el entorno físico, el entor- que resolver muchos problemas,
dar importantes frutos, algunos no biológico y la acción humana. siendo importantes los de la
de indudable importancia, per- vivienda y el vestido, sin los cua-
mitiendo determinar numerosos El oxígeno es esencial para la les no podría subsistir en condi-
aspectos del pretérito, como P.e. respiración y el hombre privado ciones extremas.
las variaciones climáticas y su de él fallece en pocos minutos,
incidencia sobre los paleohábi- pero, el oxígeno está uniforme- Tras lo expuesto, vemos como el
tats que afectó de forma directa mente distribuido por el globo; entorno puede influir, y de hecho
lo hace de forma importante en agentes patógenos, relacionados No podremos referirnos de
la salud del hombre. La salud con el agua, como muestra la forma particular a cada entorno,
entraña un equilibrio físico, siguiente tabla. pues cada grupo o comunidad
mental y social que se rompe humana y en cada período habrá
cuando hay un desajuste o adap- Otras enfermedades están rela- tenido circunstancias específi-
tación deficiente al entorno. Las cionadas con la gran cantidad de cas. Sin embargo, gzwsso modo,
alteraciones del entorno pueden parásitos que acoge el cuerpo nos parece posible diferenciar
ser ñsicas, biológicas y huma- humano, algunos de los cuales dos períodos cuyas característi-
nas. ocasionan cambios estructura- cas están bastante bien delimi-
les o funcionales. Sobre la piel tadas y así, nos referiremos por
El entorno Tísico se ve influen- actúan los estafilococos y estrep- separado al Paleolítico y luego,
ciado principalmente por el tococos; sobre el colon la Es- al Neolítico y etapas posterio-
tiempo metereológico, hecho cherichia col& en la atmósfera res.
que ya fue detectado por Hipó- son abundantes los virus; los
crates de Cos en el siglo V a.c., insectos transmiten enfermeda-
indicando su influencia sobre la des como la fiebre amarilla y el
enfermedad. La mayoría de los paludismo; algunos alimentos
problemas son secundarios a la pueden también transmitir al-
radiación solar, según cual sea gunas enfermedades, como la
su contenido en rayos cósmicos, tuberculosis y la brucellosis a
rayos X, ultravioletas, infrarro- través de la leche.
jos e irradiación lumínica. Mu-
chas enfermedades, con inde- El entorno humano también es
pendencia de las necesidades muy importante, influyendo la
intrínsecas de agua, están rela- densidad de población, la vida
cionadas con esta, y a modo de rural o la vida urbana, las migra-
ejemplo, podemos mencionar el ciones, factores culturales, la
paludismo y el cólera. El tipo de trashumancia, la agresividad
terreno también tiene importan- humana y las causas de estrés,
cia en patología, influyen los que afectan al individuo.
constituyentes de la tierra, la
estructura general del campo,
las montañas, el terreno rocoso,
arenoso, pantanoso, etc.
Algas........................................................................ .GmhwnMrítis
El entorno biológico es muy Bacterias .............................................................o l e r disenmrla, salmonellosis
importante, pues con indepen- Parásitos ..................................................................Malaria, flebre amarilla, etc.
Protozoos ................................................................. Disenteria
dencia de la vegetación, el hom- Virus ... ....................................................Hepatitis. poliomielltis
bre es sensible a una serie de
INFLUENCIA DEL que afecta a los cánidos y a pos sometidos a condiciones
ENTORNO EN LA otras especies salvajes, enfer- extremas o en los períodos de
P A T O L O G ~DEL medad que con toda seguridad las grandes glaciaciones. Se-
PALEOL~TICO persistió tras la neolitización guramente la trashumancia tuvo
con la domesticación del perro. fases de mayor o menor activi-
A pesar de ser pueblos habitua- dad de tipo estacional, pero
No es posible adentrarnos en dos a transitar por terrenos cuando las circunstancias eran
todas las fases de este período, agrestes, tampoco el accidente adversas, cualquier enfermedad
ni hacer referencia a todos los fortuito debió constituir una o la senectud constituían un
grupos de homínidos ni "homos", rareza. Posiblemente, las lesio- problema muy serio. Los pue-
que han poblado el Viejo Mundo, nes por luchas tribales no fue un blos que sin medios adecuados
ni tampoco nos referiremos a las factor muy importante, aunque de transporte se desplazan de
poblaciones precolombinas ame- en algunos grupos no debieron un lugar a otro, muchas veces
ricanas, pues carecemos de resultar despreciables. A favor distantes, no pueden poner en
datos suficientes para profundi- de este argumento están los peligro la subsistencia del grupo
zar en el tema y no falsear la numerosos casos en que se ante una persona minusválida,
realidad. Basaremos el estudio encuentran las lesiones incisas hecho constatado aun en nues-
en datos arqueológicos. antro- de descarnamiento, lo que hace tros días, en las culturas de
pológicos, paleontológicos y en suponer la práctica del caniba- "cazadores"* que han subsistido
los escasos conocimientos paleo- lismo, aunque no siempre supon- hasta nuestros días. En general,
patológicos conocidos, la mayor ga una muerte violenta. los pueblos trashumantes (Ser
parte de ellos procedentes de vice) suelen abandonar a los
estudios realizados en Europa. La esperanza de vida de esos ancianos, inválidos y enfermos a
períodos, como dijimos en el su suerte.
Posiblemente la causa más fre- capítulo precedente fue muy
cuente de muerte de los "hom- baja, Vallois consideraba que el En algunos momentos, las
bres fósiles" hayan sido los trau- 40% de los neandertalenses poblaciones más o menos esta-
matismo~,que son constatados fallecían antes de alcanzar la bles también existieron, como
en abundancia para todos los edad de 12 años, siendo todo un las que a continuación mencio-
grupos y en todos los períodos. éxito sobrepasar los 30 años. El namos: Taltaüll (Tautavel) en el
La vida trashumante de los pue- estudio realizado por Keith Rosellón francés, Terra Amata y
blos cazadores-recolectores re- (1983) muestra la presencia de Le Lazaret en Niza o la Cueva de
sultaba muy apta para sufrir violencia en un elevado número Morín en Cantabria.
accidentes, tanto por causa de de casos.
los grandes depredadores como A juzgar por lo que se sabe de la
por los accidentes de caza, No parece que una dieta insufi- dieta de los últimos pueblos
entre los cuales hay que contar ciente fuese un factor funda- cazadores que han llegado hasta
con la posibilidad de contraer, mental en la morbilidad prehis- nuestros días, la caza no consti-
por mordedura, la hidrofobia tórica, excepto en algunos gru- tuyó su principal alimento, ya
que los alimentos vegetales pro- para la manutención de la INFLUENCIA DEL
porcionaban entre el 60 y el población. El equilibrio energé- ENTORNO EN LA
80% de la dieta, pues dieta casi tico daría lugar a tres fases: 1, PATOLOG~DEL
exclusivamente cárnica sola- régimen no productivo de caza- NEOL~TICOY ETAPAS
mente la tienen algunos grupos recolección (propio del Paleo-
de esquimales. Un caso particu- lítico); 2, régimen de pastoreo-
lar, podría ser el de los habitan- agricultura (propio del Neolí-
tes de los "concherosW*,en los tico); 3, régimen productivo Se acepta que el Neolítico
que el consumo elevado de industrializado (actual). comenzó casi al mismo tiempo
mariscos pudo producir una pro- en diversos focos, coexistiendo
pensión a la artritis y al reuma- El régimen "Paleolítico de caza- con otros trashumantes. Sin
tismo hiperuricémico. En esas recolección" (Capasso) se carac- embargo, es indudable que la
poblaciones, también se ha terizaba por: elevadísima morta- neolitización representó, un
observado un aumento del des- lidad infantil (50%). baja densi- cambio en la forma de vida y por
gaste dentario atribuido al uso dad de población, muy elevada consiguiente, también en la
de redes, hechas con fibras natalidad y baja esperanza de patología. Varios son los facto-
duras y pelos, que laboraban vida (30 años). res que a nuestro entender más
con la ayuda de los dientes, repercutieron en la variación de
usando capachos, que cargaban los procesos patológicos, aun-
con mucho peso, lo que justifi- que no todos exclusivos del
caría la abundante frecuencia de Neolítico: 1) cambios en los
las espondiloartrosis cervicales hábitos dietéticos; 2) mayor
y lumbares. sedentarismo; 3) convivencia
con los animales domésticos; 4)
Capasso (1987) realiza un inte- aumento del comercio; 5) la
resante estudio sobre el "equili- vivienda; 6) la ubicación de los
brio biológico hombre/ambien- poblados.
te", en relación con la cantidad
de energía extraible del ecosis- 1) Variación de los cambios
tema, mediante la aplicación dietéticos
tecnológica propia del lugar y el
factor tiempo. Denomina "bio- Es clásico aceptar que el cultivo
masa crítica" al máximo núme- de los cereales fue la base de la
ro de individuos que energética- agricultura en el Neolítico, pa-
mente pueden alimentarse en sando a formar parte de la dieta
dicho momento. Esta biomasa habitual con una mayor ingesta
puede ser positiva o negativa, de éstos. La molturación del
según sea suficiente (incluso grano con molinos de mano de
con excedentes) o insuficiente piedra. daban lugar a que
pequeñas cantidades de polvo las almortas*, pero parece evi- representar entre el 50 y 70%
pétreo se mezclase con la hari- dente que el cultivo de esta (McKeown) de quienes lo comí-
na, aumentando el desgaste legumbre seguramente comenzó an, y el arroz un 80-90%, siendo
dentario que en esos períodos mucho antes. (En la postguerra en algunas poblaciones, una
fue muy importante. de la guerra civil española parte significativa de la dieta los
[1936-19391, en Cataluña y productos lácteos.
La abundante ingestión de cere- otras regiones, hubo una epide-
ales cocidos, como ya comenta- mia de latirísmo por la ingesta La agricultura no parece que
mos, facilitó la aparición de las de esta legumbre). proporcionase una mejor dieta,
caries dentarias. La parasita- ni una mayor fiabilidad dietéti-
ción de los cereales, sobre todo Siguiendo a McKeown (1988). ca, ni mayor variabilidad ali-
el centeno, no debió ser infre- parece evidente que los cazado- menticia, por el contrario daba
cuente y la presencia del hongo, res-recolectores sabían que las lugar a una monotonía y estaba
conocido popularmente como plantas crecen a partir de las más sujeta a los cambios climá-
"cornezuelo del centeno" (Cla- semillas y comprendían las con- ticos tales como la sequía y por
viceps purpurea), sobre todo en diciones que favorecen el desa- si misma no confería la capaci-
aquellos campos que disfrutan rrollo de plantas y animales. Los dad del sedentarismo, sino que,
de cierto grado de humedad, cazadores-recolectores vivían de al contrario, proporcionaba una
como suele acontecer en el carne, pescado, fruta y verdu- dieta más pobre, menos fiable,
noroeste de la Península Ibérica. ras, y, aunque las proporciones con iguales o mayores costes de
Cuando se moltura el grano, de los distintos alimentos varia- trabajo; ¿Por qué había quienes
también se moltura el cornezue- ban de una población a otra, por se dedicaban a ella? Cohen
lo. La acción tóxica de este regla general unos dos tercios sugirió, que la población huma-
hongo es bien conocida por la procedían de los vegetales. No na había crecido durante toda
clase médica, pues llegaron a podían consumir cereales con su historia y que esta expansión
adquirir en la Edad Media un frecuencia y los productos lácte- fue causa de cambios tecnológi-
carácter de auténticas epide- os eran casi desconocidos. cos en vez del resultado de los
mias pues se ignoraba su causa, mismos, siendo la presión demo-
conociéndose la enfermedad Con el advenimiento de la agri- gráfica la que motivó la acepta-
como "fuego de San Antón o cultura se produjeron dos cam- ción de la agricultura, siendo
sagrado". Es de suponer, que en bios importantes en los tipos de esta la que hizo posible alimen-
los núcleos cerealistas de los alimentos y en la dieta del hom- tar a un número mucho mayor
tiempos prehistóricos también bre seguían predominando los de personas.
sufrieron en algún momento vegetales, complementados con
estas intoxicaciones. carne y pescados cuando era El aumento demográfico de la
posible. Pero los productos población tras la agricultura fue
No tenemos constancia del lati- vegetales eran los cereales cul- muy elevado, merced a la mayor
rlsmo*,patología descrita entre tivados, especialmente el trigo, cantidad de alimento, pero para-
los romanos por el consumo de el arroz y el maíz; el trigo podía dójicamente, el hambre fue un
gran problema, pues cuando las domesticación de los ovicápri- bién el aumento importante de
condiciones metereológicas fue- dos, del cerdo y de los bóvidos, las hernias discales, evidencia-
ron adversas y los recursos ali- aportaron una importante con- ble por la abundante presencia
menticios se hicieron insuficien- tribución proteica. Gracias a la de las cavidades de Schmorl
tes para alimentar a una pobla- invención de la cerámica se pro- (hernia intracorporal) que se
ción tan elevada, al extremo que digó el consumo de carne cocida constatan en los restos verte-
el hambre se convirtió en una en mayor proporción que la brales procedentes de esos perí-
epidemia, que se prolongó en al- asada, lo que disminuyó el grado odos.
gunas regiones hasta nuestros del desgaste dentario, pero que
dias. facilitó la aparición de la caries También los trabajos de desfo-
dentaria, excepcional en el Pa- restación, con la tala de árboles,
Destaca McKeown otras causas leolítico, y que a partir de ese para ganar terreno para los
de enfermedad, ya que "... una momento fue siempre en aumen- campos de cultivo, debieron
dieta compuesta principalmente to. comportar graves lesiones trau-
de uno o varios cereales causa- máticas.
ba a veces enfermedades debido Los períodos de hambre a los
a deficiencias de proteínas, vita- que se sumaba el aumento de 3) Convivencia con los
minas y minerales. El maíz, las enfermedades infecciosas, animales domésticos
p.ej., tiene poco contenido en es lo que se conoce como "en-
ácido nicotínico, que es necesa- fermedades de la pobreza". Otro factor importante fue una
rio para prevenir la pelagra; higiene deficiente, que junto con
todos los cereales contienen 2) Mayor sedentarismo la convivencia con los animales
fitatos, que contribuyen al raqui- domésticos, que aportaron otros
tismo porque obstaculizan la Un aspecto destacable es la dis- indeseables, como múridos,
absorción del calcio, a la vez minución de los traumatismos pájaros, garrapatas y dípteros,
que se pueden sugerir deficien- graves, más frecuentes en las así como el mayor contacto
cias a causa de la preparación actividades cinegéticas y con la entre las personas, facilitó el
de los cereales, como ocurre en trashumancia. En cambio auge de las enfermedades infec-
el caso de la refinación del aumentó la artrosis, en parte ciosas y la aparición de las epi-
arroz, que reduce la cantidad de por alcanzar los individuos una demias, entre las que destacan:
tiamina necesaria para prevenir mayor longevidad y por la mayor el cólera, el paludismo, la tuber-
el beriberi. Según Yudkin, el dureza que comportaban los tra- culosis, las salmonelosis, la
beriberi, la pelagra, la deficien- bajos agrícolas, sobre todo disentería, etc., de fácil conta-
cia de riboflavina y el raquitismo antes del invento del arado, el minación a través de las aguas
fueron en parte fruto de los cam- uso de los animales domésticos residuales y el aire, constatán-
bios dietéticos que provocó la en las labores del campo y el dose un franco predominio en
revolución neolitica". invento de la rueda. El acarreo las ciudades. Algunas de estas
de pesos, habitual en las activi- enfermedades no eran nuevas
En este mismo período, la dades agrarias, conllevó tam- pero se exacerbaron. La convi-
vencia con otros animales, en des epidemias, pero el aumento con los animales domésticos, lo
especial con el perro y el cerdo del comercio, ya que se podían que puede darnos una idea del
facilitaron las parasitosis por intercambiar más productos, hacinamiento, circunstancia
platihelmintos (hidatidosis y cir- facilitaron la transmisión de ideal para el intercambio de
ticercosis) y el "mal rojo del ciertas enfermedades, en espe- parásitos y la transmisión de
cerdo", la "fiebre recurrente cial las infecciosas y parasita- enfermedades infecciosas. Los
mediterránea" y la "meningitis rias, algunas de ellas proceden- parásitos más habituales fueron
de los porquerizos". Con el pas- tes de territorios muy alejados. las pulgas, piojos, chinches,
toreo del ganado ovino y bovino Los primeros contagios pudie- acaros y dípteros, todos ellos
que solían padecer el carbunco, ron ser de gran intensidad, comensales habituales de la
éste debía transmitirse al hom- incrementados por no haberse especie humana. Los escaraba-
bre, sobre todo por el uso que el podido desarrollar aun algún jos y otros artrópodos debieron
hombre hizo de sus pieles. tipo de inmunorresistencia. ser muy frecuentes. Cockburn
detectó la presencia de algunos
F e ~ e yr Mennes que han estu- La endogamia en algunas colec- de estos parásitos enquistados o
diado las posibles fuentes de las tividades y en otras la exogamia, fosilizados en el cabello o vesti-
infecciones humanas y los ani- debieron favorecer ciertas pato- dos de algunas momias.
males probablemente responsa- logías, en especial la primera,
bles, como p.ej. el sarampión influyó en el aumento de las Un aspecto importante de la
que parece proceder de los enfermedades hereditarias. vivienda viene dado por la nece-
perros, ya que el virus causal sidad de cocinar los alimentos y
está estrechamente relacionado 5) Las viviendas por los problemas de tipo higié-
con los del moquillo y la peste nico, sobre los que debía influir
canina, también parece que los Dentro de su variedad, podría- el clima de cada región y la esta-
numerosos rinovirus que produ- mos discernir tres tipos básicos: ción del año. Parece probable,
cen el resfriado derivarían de las cuevas naturales o artificia- que siempre que era posible, el
los caballos, que son sus únicos les, las chozas de materiales fuego se realizaba en el exterior
huéspedes naturales, el búfalo perecederos y las casas con del habitáculo, pero en los tiem-
indio posiblemente sería la fuen- muros de piedra o tapial, pos fríos o lluviosos, se encendí-
te original de la lepra, la vaca de pudiendo estar unidas formando an en el interior, en cuyo caso la
la difteria, la sífilis tal vez pro- grupos (poblados) o aisladas. polución ambiental por humos
cedería de algún mono, etc. podía llegar a ser importante.
Posiblemente, el aspecto más Habitualmente las deposiciones
4) Aumento del comercio importante de la cuestión es que se realizarían en el exterior,
en general siempre se trataba aunque en algunos poblados,
Hasta el advenimiento de las de ámbitos reducidos, donde se como por ejemplo determinadas
culturas clásicas los núcleos de concentraba la totalidad de los tribus amerindias, usaban como
población fueron pequeños, miembros de la familia y que con letrina una pequeña área adosa-
causa que dificultaba las gran- mucha frecuencia compartían da a la cabaña, con los proble-
mas higiénicos que ello compor- ESTUDIO DE LAS cular de la dentición media (P2
ta. PALEODIETAS y MI), y la dieta, se deben con-
siderar dos características. En
8 ) Ubicación de los poblados primer lugar el número de estrí-
Las dietas en los períodos anti- as en la superficie vestibular*
Este es un aspecto importante guos pueden determinarse por del esmalte dentario que nos
para una valoración adecuada diversos procedimientos: 1) res- informa sobre la abrasividad de
de las tendencias patológicas tos animales; 2) restos vegetales; la dieta. Una dieta eminente-
que sobre ellos pudieran incidir, 3) estrías dentarias; 4) determi- mente herbívora, como en el
pues su situación debía obede- nación de los elementos traza*, caso de determinadas poblacio-
cer a circunstancias variadas, 5) copmlitos; 6) arte prehistórico. nes indues que por motivos reli-
proximidad del agua potable, giosos no consumen carne, ten-
situación de los campos de cul- 1) Restos animales derá a producir gran número de
tivo o de pastoreo, necesidades estrías ya que los vegetales pre-
defensivas en los períodos beli- En los habitats, junto a los hoga- sentan considerables cantida-
cosos, protección de los depre- res e incluso en los enterra- des de fitolítos, formados por
dadores, etc. No es lo mismo su mientos, formando parte del sílice, que rayan el esmalte
ubicación en un territorio cálido "ajuar funerariou* o del "ban- durante la masticación. En cam-
o frío, seco o húmedo, de la quete funerario", se encuentran bio, en poblaciones donde el
montaña o del llano, junto a un restos óseos de los animales consumo vegetal es mínimo o
río, a un área pantanosa, una domésticos o de los animales nulo, como en los aborígenes de
construcción palafítica, un obtenidos en la practica cinegé- la tierra del fuego, la frecuencia
terreno boscoso o estepario, tica, lo que permite deducir que de estrías será baja. La diferen-
marítimo, etc. Todos estos terri- animales formaban parte de la cia en el número de estrías entre
torios entrañan multitud de pre- dieta. indú-herbívoro y fueguino-carní-
misas nosógenas en las que no voro es evidente. En segundo
podemos adentrarnos, pero que 2) Restos vegetales lugar la orientación de las estrí-
cada una favorece a ciertas as parece tener un marcado
patologías. Los restos polínicos y en ocasio- componente horizontal, de me-
nes los restos vegetales, granos sial* a distal*, sobre el esmalte
Teniendo en cuenta todas las de cereales, "frutos secos", etc., (íig.2, flechas largas), que podría
consideraciones mencionadas, se conservan durante largo estar asociado a la mayor mobi-
cuando se procede al estudio tiempo. lidad lateral de la mandíbula
particular de un poblado, se durante la masticación de los
podrá deducir la predisposición 3) Estrías dentarias vegetales, que produciría más
a ciertas tendencias patológi- (según Alejandro Pérez-Pérez) estrías horizontales. En la dieta
cas, que serán mucho más pre- carnívora las estrías verticales
cisas sí, además, se puede dis- "Cuando se analiza el patrón de son poco numerosas. Este
poner de restos esqueléticos. la estriación dentaria, en parti- patrón de muchas estrías, prin-
pueden modificar el patrón de la
estriación dentaria. En la pobla-
ción medieval de La Olmeda
(Pedmsa de la Vega, Palencia),
de carácter agrícola, con una
importante explotación vegetal,
aunque no exclusiva con las
estrías verticales, que son bas-
tante numerosas (fig.3, flechas
cortas), también están presen-
tes las estrías horizontales, con-
siderablemente largas (fig.3, fle-
chas largas), sugieren una dieta
considerablemente abrasiva,
probablemente debida a un ele-
vado consumo de vegetales que
contienen fitolítos y otras partí-
culas abrasivas incorporadas
durante el procesamiento del
alimento (tierra asociada a las
semillas, utilización de molinos
de piedra para el grano, etc.).
Aun tratándose de una dieta en
gran parte vegetal, el patrón
observado difiere considerable-
cipalmente horizontales en los de los recursos vegetales y ani- mente del vegetariano Hindú. La
hem%oms y pocas estrías, emi- males en la dieta. Sin embargo, figura muestra el patrón de
nentemente verticales en los hay otros factores a considerar, estriación de un individuo emi-
carnfvorws podría, en principio pues el patrón de estriación nentemente carnívoro, que sin
aplicarse a las poblaciones dentaria no sólo depende de la embargo difiere considerable-
cazadoras-recolectoras para abrasividad intrínseca de la mente del patrón "carnívoro-fue-
caracterizar la preponderancia dieta ingerida, pues intervienen guino". Aunque esquimales y
también factores extrínsecos, fueguinos tienen una dieta
especialmente ligados al pmce- semejante, probablemente el
so de preparación del alimento, patrón de actividad cultural aso-
que pueden incorporar a él par- ciados a la preparación del ali-
1. dleta eminentemente herbfvora de hindú; 2, tículas abrasivas , polvo pétreo, mento es distinta en cada caso.
dleta cfirnica de fuegulno; 3. dieta predominan- tierra, cenizas, etc., que depen-
temente vegetariana. no exclusiva: 4. dleta car- Los esquimales parecen tener
nívora de esquimal den de factores culturales que una dieta más abrasiva que los
fueguinos. También está docu- 4) Elementos traza* enzimas relacionados con el cre-
mentada la utilización cultural cimiento, se encuentran princi-
de la dentición en ambos gru- El análisis de "elementos traza" palmente en los tejidos anima-
pos, aunque quizás en activida- en los huesos permite una esti- les y frutos secos. La concentra-
des distintas (curtido de pieles, mación directa de la dieta, que ción de estos elementos en los
fabricación de flechas, cuerdas, depende de la cantidad de ele- huesos dependen de su cantidad
etc.). En las cuatro fotografías mentos vegetales y animales en la dieta. Las concentraciones
hay, sin embargo un elemento ingeridos. La técnica se basa en de Sr y Zn respecto a las con-
que permite diferenciar el el fraccionamiento que ciertos centraciones de Ca (elemento
patrón de estriación carnívoro elementos químicos, como el mayoritario en el hueso) pueden
del herbívoro: la proporción de estroncio (Sr), el bario (Ba), el ser buenos indicadores de la
estrías verticales es mayor en cinc (Zn) y el cobre (Cu), tienen importancia de los recursos
las figuras 1 (dieta vegetal) y a lo largo de la cadena trófica. vegetales y animales en la dieta.
1 3 (economía agrícola), que en Las plantas no tienen mecanis- Para poder comparar los resul-
las figuras 12 (fueguinos) y 14 mos de eliminación del Sr ni del tados obtenidos en los diferen-
(esquimales). Prescindiendo del Ba y, por tanto, en sus tejidos, la tes yacimientos, es necesario
número total de estrías horizon- concentración de estos elemen- corregir estos índices respecto a
tales respecto a verticales es tos dependerá de las cantidades los animales estrictamente her-
mayor en poblaciones con disponibles en el medio donde bívoros y carnívoros del mismo
mayor consumo vegetal y menor estén ubicadas. Los organismos yacimiento.
en las poblaciones eminente- herbívoros tienen mecanismos
mente carnívoras. Por tanto el de eliminación de estos elemen- Estos estudios, hasta el presen-
estudio de la dieta mediante el tos a nivel intestinal y renal, ya te son pocos, en parte debido a
patrón de estriación dentária que substituyen al calcio (Ca) en la gran cantidad de factores que
debe considerar tanto el número la molécula de hidroxiapatita de se han de tener en cuenta, pero
total de estrías como su longitud los huesos. Por tanto, los herbí- constituyen una aportación
y la proporción de las mismas en voros contienen una concentra- importante al estudio de las
función de su orientación. Se ción de Ba y Sr muy inferior a la paleodietas.
trata de una técnica viable de de los vegetales que ingieren.
análisis para la cual se dispone Los animales carnívoros incor- 5) Coprolltos
actualmente de poblaciones de poran a su dieta cantidades muy
referencia, tanto de cazadores- bajas de estos elementos, que Los coprolitos aportan datos de
recolectores de dieta distinta y también discriminan por medios la dieta, sobre todo por la pre-
de diferente origen geográfico, fisiológicos. Así, a medida que sencia de restos óseos o espi-
asi como de poblaciones nean- ascendemos en la escala trófica, nas, semillas y fibras vegetales,
dertalenses europeas y del pró- las concentraciones de esos ele- que no se alteran durante la
ximo oriente y de poblaciones mentos son cada vez menores. digestión y por la presencia de
neolíticas o medievales de la Los elementos como el Zn y el quistes parasitarios.
península Ibérica". Cu, que forman parte de los
6) Arte prehistórico CONCLUSIONES cuadas son las hipoplásias den-
tarias, de las que disponemos de
En las pinturas y grabados una importante casuística.
rupestres se ven representadas La información aportada por los
las actividades cinegéticas para diversos estudios, aunque en En el Mesolítico la población
la obtención de carne y, con general no son concluyentes, mundial estaría próxima a los 5
menos frecuencia, actividades nos permiten intuir numerosas millones, con una mortalidad
recolectoras, como vegetales, patologías, pocas veces confir- infantil del 50%, en el Neolítico
frutos y miel. madas con pruebas irrefutables, medio rodaría los 65 m. y la
pero los resultados alcanzados mortalidad infantil desciende y
hasta hoy no son en absoluto en algunas comunidades no
despreciables y han quedado sobrepasa el 20%, la natalidad
abiertos importantes caminos sigue siendo elevada y la espe-
para la investigación. ranza de vida aumenta, al ini-
ciarse nuestra Era habría esta-
Posiblemente, la patología que do alrededor de los 135 m.
Hlpoplaslas dentales con mayor seguridad se puede alcanzándose los 500 m. al final
Hlpoplasias dentales relacionar con las dietas inade- de la Edad Media.
'2 veces toma años estar seguro de que el diagnóstico de una anti-
gua lesión es correcto"
Roy L. Moodie (1 923)
Juicios precipitados e imprudentes, conducen con seguridad en su
interpretación a conclusiones y diagnósticos erróneos.
Calvin Weiis (1967)
En el estudio de los restos P R E S I ~ NDE TIERRAS de si fueron la causa de la muer-
humanos puede ocurrir que se te. Las roturas dentarias, pue-
observen anomalías que parez- den confundirse con mutilacio-
can secundarias a procesos El peso de la tierra o de las nes intencionales. Sería largo
patológicos, que pueden tratar- losas sobre el cadáver pueden explicar los medios de que nos
se de artefactos originados por originar deformaciones, muy valemos para llegar a unas con-
causas diversas cuya acción ha frecuentes en el cráneo, que clusiones válidas sobre la natu-
tenido lugar después de la muer- puede modificar su tipología, raleza de estas alteraciones,
te. Este tipo de alteraciones convirtiendo, P.e. una dolicoce- que en ocasiones plantean difi-
entran dentro de lo que se deno- falia en una braquicefalia, o cultades casi insoslayables.
mina pseudopatología. Algunas bien simular una deformación
de estas alteraciones son fáciles patológica o intencional, como
de diferenciar, pero otras plan- P.e. la plagiocefalia, escafocefa-
tean serias dificultades y un lia, etc. En otras ocasiones
examen superficial puede hacer- estos factores pueden dar lugar
nos caer en el error, el cual a fracturas, que en algunos
resulta mucho más frecuente casos nos hagan dudar acerca
cuando los estudios son realiza-
dos por aficionados, que en su
deseo de encontrar piezas sen-
sacionales no profundizan en la
cuestión. A continuación hare-
mos referencia a algunos de los
casos más frecuentes.

Cráneo procedente de Clarena, con una defor-


mación craneal póstuma que remeda una plagio-
cefália. Las suturas estan libres
ACCIOlYES
FISICOQU~MICAS
NATURALES
I
La acidez del terreno pueden
originar descalcificación. con
alteraciones corticales en el
hueso o cavitaciones importan-
tes que pueden parecer lesiones
patológicas cuya interpretación
no siempre es fácil. Un ejemplo
clásico lo constituye el cráneo
del denominado el "Viejo de
Cromañón" que presenta una
lesión frontal muy discutida, que
Dastugue consideró actinomicó-
tica, Thilaud como un granulo-
ma eosinófilo y otros autores
pseudopatológica por acción
química o de las aguas. La
acción de los agentes fisicoquí-
micos a veces simulan periosti-
tis, criba orbitalia, etc. Un frag-
mento craneal estudiado por
nosotros, procedente de "Los
Praos" (Requena,Valencia), pre-
senta una lesión por la acción
de las aguas que seguramente

I Cráneo del "Viejo de Cmmaiion" con su dlscuti-


da lesi6n frontal derecha
Hueso frontal procedente de 'Los Praos" visto
por su cara interna. con las alteraciones que se
comentan en el texto
contenían algún ácido disolvente
de las sales cálcicas. La acción
emsiva del agua da lugar a unos
surcos acanalados muy típicos.

Fragmento craneal de Bpoca paleocrlsWana pro-


cedente de Gerena (Sevilla).con las típicas estila-
clones por la acción póstuma de las aguas (1)
Fragmento de tibia procedente de Gerena, que
muestra los tfplcos surcos por la acción de las
aguas. que además presenta algunos oriliclos
circulares que penetran en la cavidad dlafisárla.
por acción de Insectos o caracoles necrófagos
(Caeclloldesaclcula MBIr) (2)
Fragmento de la dláflsis de una tibia con las tlpi-
cas alteraciones pseudoperiostlticas por causa
de las ralces vegetales (3)
A C C I ~ NDE LAS RA~CES BACTERIAS Y HONGOS Estado!, con la presencia de la
ministra de cultura en represen-
tación del Jefe del Estado fran-
Las raíces se constituyen en La presencia de bacterias fosili- cés, Valéry Giscard d'Estaing.
enemigos naturales de los restos zadas, ya detectadas en los Los estudios de la piel de las
humanos, sobre todo a nivel del depósitos precámbricos, no momias con microscopia elec-
cráneo pues penetran en él por suponen siempre un testimonio trónica plantean problemas
los orificios naturales que dan patológico, pues puede tratarse sobre si las lesiones observadas
paso a los nervios y vasos, y de gérmenes de la putrefacción, tuvieron lugar en vida o después
poco a poco llegan a hacerlo como es sabido las bacterias de la muerte.
estallar. Otras veces, los inter- son parte importante de la
cambios quimicos a nivel de las putrefacción humana y en oca-
raíces originan surcos enmara- siones producen alteraciones,
ñados a nivel de la cortical del sobre todo tunelizaciones intra-
hueso, que pueden hacer sospe- óseas paralelas que pueden
char una periostitis. simular un proceso patológico.
Otro problema distinto es la pre-
sencia de hongos en los tejidos
momificados, que pueden ser
secundaría a una infección pós-
tuma, pero anteriores al embal-
samiento, y en otras circunstan-
cias representan simplemente
una contaminación reciente al
entrar los restos en contacto
con el aire, o bien a causa del
ambiente y humedad de los
museos. Un ejemplo muy conoci-
do es el de la momia de Ramsés
11 que se exhibía en el Museo de
El Cairo, y que ha sufrido un
importante deterioro a causa de
una contaminación por hongos,
por lo cual fue trasladada a
París para un tratamiento espe-
cial y para su restauración.
Como dato curioso referiremos
que en el aeropuerto le fueron
rendidos honores de ¡Jefe de
A C C I ~ NDE LOS paralelos dejados por los dien-
ANIMALES tes de los roedores u otros
carroñeros. Estas lesiones no
deben confundirse con otras de
Los animales carroñeros suelen carácter póstumo ritual, como
remover los enterramientos o son el descarnamiento o las
devoran a los individuos sin estrias por efecto del fuego.
enterrar. Entre éstos tienen una
acción muy destacada los
pequeños roedores, sobre todo
las ratas. Personalmente, hemos
tenido la oportunidad de exami-
nar numerosos casos. En todos
ellos son típicos los surcos
estriados en forma de haces

Crhneo Infantil procedente de la Cueva del


Regirón (Castellón). con las típicas estrlas por
acción de pequefios roedores (ratas) al descar-
nar las arcadas supraorbltarlas (1)
Fragmento superlor de una órblta infantil dere-
cha con lesiones semejantes a las de la figura
precedente de la 'Cova dels Crlstlans"
(Serradell, Pallars Jussh) (2)
Fragmento craneal con las tfplcas lesiones lncl-
sas por maniobras de descarnamiento (3)
1
Dihíisis rofdas por grandes ratas exhumadas en
la necr6polis romana de "Can Truilhs"
(Granollers, Valles Oriental)
Estrias transversales en la diáíisis de un indhi-
duo que Rie sometido al ritual de Incineración.
Las estrlas son transversales y onduladas como
ocurre con el "hueso fresco" diafisario. pues en
los "huesos secos" son longltudinales siguiendo
el eje de la diáñsis
INCIDENCIAS EN LA do a otros detalles técnicos, ha TECNICAS
EXCNACI~N descartado que se tratase de un RADIOGR&'ICAS
acto ritual.
Durante las excavaciones los Una radiografía realizada con
restos pueden sufrir deterioro, una técnica incorrecta puede
siendo especialmente frecuentes originar imágenes dudosas o
las fracturas que, aunque pocas auténticamente pseudopatológi-
veces suelen crear dudas al res- cas. En ocasiones, la limpieza
pecto, en alguna ocasión pueden defectuosa de los restos o el
plantear problemas difíciles de deterioro de éstos también pue-
resolver. Otras veces se trata de den dar lugar a falsas imágenes.
problemas de interpretación, Los procesos de fosilización
siendo interesante el caso del ósea dificultan los trabajos
cráneo neandertalense de Monte radiográficos. En realidad, las
Circeo (Italia), que siempre se técnicas radiográficas clínicas
había interpretado como que no son superponibles a las que
había sido sometido a un ritual se realizan en los esqueletos
póstumo, valorando un dibujo no antiguos. La tomografía compu-
realizado "in situ", de la época tarizada (T.C.) es de gran utili-
de su descubrimiento hace unos dad, mientras que la Resonancia
cincuenta años. Según el dibujo, Magnética Nuclear, dada la des-
el cráneo estaba con la base hidratación de los restos esque-
hacia arriba y el orificio occipi- lético~o momificados carece de
tal ampliado, se decía, que para aplicación.
practicar la antropofagia ence-
fálica y habría sido depositado
rodeado de un círculo de pie-
dras. El estudio de la doctora
Borgognini y col basándose en el
régimen de la cueva que sufre
inundaciones periódicas, ha Cráneo núm. 7 de la 'BMa de Sant Jaume"
demostrado que el cráneo no (Solsones). perteneciente a la Edad del Bronce,
con una típlca lesión traumátlca póstuma que
podía estar colocado en la forma habla sido interpretada como una trepanaclón
en que lo situó el dibujante, ade- Cráneo de Monte Circeo
más, el orificio occipital no
había sido ampliado intencional- Radioqaíía lateral de un cráneo infantil. 1,
mente y se trataba de un caso de caracterlstlcas adecuadas; 2. 3 y 4, reducción
progresiva de la penetración que da lugar a un
deterioro póstumo, lo que suma- pseudoengrosamiento craneal
Seguramente en los estudios
sobre momias sea donde con
mayor frecuencia se puede caer
en error. Varios factores contri-
buyen a ello: los efectos de una
putrefacción precoz, en las momi-
ficaciones artificales las sustan-
cias que se adicionaban para
facilitar la conservación y que
con frecuencia alteraban los
tejidos, la acción de las bacte-
rias, hongos y otros parásitos
postmortem o después de la
exhumación, etc. Por consiguien-
te,hay que ser muy cautos en el
estudio y en la interpretación de
este tipo de restos, pues con
bastante frecuencia se ha pen-
sado en enfermedades que nunca
existieron y muchas de las alte-
raciones observadas fueron se-
cundarias a la putrefacción.
En cuanto a la aplicación de las
técnicas radiográficas con fre-
cuencia se ven dificultadas por
no poderse adoptar las inciden-
cias adecuadas, problema que
hoy en día puede soslayar en
gran parte la T.C. La xerorradio-
grafía también es de utilidad en
el examen de las partes blandas.
Todos estos factores complican
su estudio, siendo precisa
mucha cautela para la interpre-
tación.
PRÁCTICAS
RITUALES

"La magia, bajo su aspecto teatral, oculta a menudo conocimientos


reales, sacados del estudio de la Naturaleza y de una larga expe-
riencia. Escarbando en las prácticas mfticasy simbólicas que cons-
tituyen el rico tesoro de la medicina primitiva de todos los pueblos,
se descubre a menudo un núcleo de verdad, una base tomada a la
experiencia"
Resulta difícil separar entre los CULTO AL C R ~ N E O mágico con la finalidad de apro-
pueblos primitivos la magia de piarse de alguna virtud del indi-
la medicina e incluso, hoy en viduo muerto, su valentía, su
día, en las civilizaciones occi- Es muy probable que desde perí-
dentales coexisten ambas y odos antiauísimos haya existido
entre los adeptos de la magia se un culto á1 cráneo. La destruc- Craneo femenino Ibérico enclavado. de 'El Pulg
Castellar" (Santa Coloma de Gramanet.
cuentan personas con un nivel ción de la base del cráneo es Un Barcelona)
cultural supuestamente elevado. hecho constatado en la prehisto- Cráneos l b é m s enclavados procedentes del
Aunque algunos de estos ritos ria y se ha interpretado como poblado lberlco de ~ i ~ a s t r(Baix
e t Empordh)
pueden resultar totalmente ino- una práctica de canibalismo* A l ~ o des los metodos para la deformaclón
fensivos, otros representan una que se supone ya practicaba el craneal, empleados por ¡as culturas andlnas
precolornblnas: A) Compreslón en sentido ante-
auténtica agresión al individuo y Sinantropo* u Hombre de Pekín. roposterior; B) compresión circular; C) figura
por lo tanto, entran de lleno en Aunque hoy en día el canibalis- d e cerámlca que representa un cráneo que es
comprlmldo mediante un 'aparejo"; D) cuna
una patología que incluso podrí- mo nos impresiona, no debe diseñada para la compresl6n craneal; E) madre
amos denominar yatrógena. interpretarse siempre como un sosteniendo a su hijo de meses con un "aparejo"
formado por dos tablas. para lograr una delor-
También hay rituales no yatróge- acto de crueldad o ensañamien- maclón anteroposterior (A); F y 6) aparejos
deformatorios formado por cuerdas. rollos de
nos que nos permiten compren- to ni como la simple manera de tela y placas de cuero; A) aparejo formado por
der o intuir la conducta de estos saciar el hambre, pues en una placa de madera almohadlllada y sujeta por
cordajes; 1) deformaci6n mediante la apllcaclón
pueblos ante la enfermedad. muchos casos tiene un objetivo clrcular de vendas
inteligencia o la pretensión de la Rituales cuyo centro es el crá- tarse de una acción punitiva,
incorporación del ser querido. neo son muy numerosos y se han pero que también podía tener un
prolongado hasta nuestros días. objetivo mágico, pues enclava-
Por citar algunos, diremos aue mientos rituales están presentes
1) Deformación por compresión posterior plana;
hay cráneos o fragmentos -de en las más diversas culturas y
2) deformación m r vendaie circular:- 3.. 4 v" 5 ), que se como col- en algunas han llegado a nues-
varios tipos de depormación circular gantes, como almohada, para el tros días. Parece indudable que
6. 7 y 8) vista lateral de varios tipos de aplana- hornato de templos y viviendas, casi todas las trepanaciones
mlento; 9) aplanamiento anterior y poskrior: y que aparecen, en ocasiones solamente tuvieron un carácter
10) deformaclón con formación de un surco pos-
terior enclavados, acto que podría tra- ritual y como amuleto o adorno
podrían servir los fragmentos zonas se observa cierta tenden-
extirpados en algunas trepana- cia a la esferización (braquice-
ciones póstumas, entre las que falización). Para lograr variar la
se contarían las rodajas cranea- forma del cráneo se había de
les. actuar en el niño recién nacido
mediante la aplicación de apara-
Precisamente el culto al cráneo tos que comprimían e impedían
podría explicar la gran cantidad que el cráneo siguiese su desa-
de trepanaciones demostradas rrollo normal, manteniéndolos
en todo el orbe y en todos los así hasta que ya eran mayorci-
períodos, que en la mayoría de tos, generalmente hasta cumplir
los casos no serían otra cosa los seis meses. Según como se
que manifestaciones de dicho aplicaba el obstáculo al creci-
culto. miento se conseguían cráneos
alargados, anchos, altos, etc.
Otra práctica muy extendida, no Esta costumbre fue muy fre-
tanto en la prehistoria como en cuente en los pueblos incaicos,
los pueblos antiguos, primitivos
actuales y en algunas culturas
occidentales recientes, es la
deformación craneal, cuyo obje-
tivo era modificar el aspecto
externo de la cabeza. El cráneo
es un esferoide alargado que
presenta variaciones raciales.
Hasta el Mesolítico todos los
individuos eran dolicocéfalos,
pero actualmente en algunas

Busto de una princesa eglpcla con el crhneo


deformado
Dlbulos de deformaciones craneales femenlnas y
cofias de tocado. en mujeres de Salnt Gaudens Y
Tolosa (Francia)
Cráneo lncalco deformado
Crhneo lncaico deformado
Cráneo lncaico deformado
pero también está presente en antropológica de cráneos defor- RITOS INFANTILES
Africa y, con menor frecuencia, mados, puede encontrarse con-
en Europa, aunque aun en el fundido entre ellos algún cráneo
siglo pasado se practicaba en afecto de craneostenosis. En algunos yacimientos ibéri-
Tolosa de Llenguadoc (Francia). cos, debajo del pavimento de la
En algunas culturas primitivas habitación, se han encontrado
Entre los incas, había varios el ritual craneal consiste en su enterrados neonatos y parece
modelos, que constituían un dis- decoración o en la reconstruc- probable que se trate de un
tintivo de casta y que, según ción facial, usando como base el ritual de origen fenicio importa-
parece, sólo correspondían a los esqueleto craneal. do que consistiese en el sacrifi-
estratos sociales elevados. cio del primogénito, que en oca-
Resulta curioso que los incas siones parece que era substitui-
que practicaron la trepanación do por un animal. Probable-
craneal, también prodigasen su mente muchos enterramientos
deformación y que ambas coe- infantiles de la Edad del Hierro,
xistieran en algunos individuos. Crtíneo decorado no se trataron de sacrificios
Esta coincidencia apoya nuestra Reconstrucción de la cabeza a partir del esque- humanos, pues parece Ser que
hipótesis de que la finalidad pri- leto craneal
los iberos solamente incinera-
mordial de la trepanación crane- ban los niños a partir de los
al era ritual.
En contra de lo que cabría supo-
ner, la deformación craneal, en
general no ocasionaba una
merma en las facultades del
cerebro, pues la capacidad cra-
1 siete años. Pertenecientes a
otras culturas y en diferentes
períodos, también son frecuen-
tes los enterramientos infanti-
les. La costumbre de enterrar a
los neonatos en el interior de los
domicilios, se ha mantenido en
neal no disminuía de volumen la Península hasta los inicios del
variando solamente la morfolo- presente siglo, ya que en algu-
gía del cráneo. adaptándose el nos lugares sólo se enterraban
encéfalo a ella. De todas formas,
posiblemente no fue una prácti-
ca tan inocua, pues la compre-
1 en el Cementerio los niños que
ya habían sido bautizados.
sión, que debía hacerse lenta- No sabemos con seguridad cual
mente, podía originar úlceras y era el trato que recibían los
necrosis cutáneas y en alguna niños en la prehistoria que segu-
ocasión hipertensión endocra- ramente debía ser distinto entre
neal. En la interpretación de las las diferentes culturas. Hasta
deformaciones se debe ser cau- nuestros días se han seguido
tos, pues en alguna colección sacrificando niños, preferente-
MUTILACIONES
DENTARIAS

Una extraña costumbre muy


extendida y que en nuestros días
aún practican diversos pueblos
primitivos de Africa y Polinesia
es la mutilización dentaria.
Podemos distinguir dos tipos
distintos: 1) Mutilación parcial;
2) avulsión.
Las mutilaciones siempre sue-
len limitarse a los dientes ante-
riores (incisivos y caninos) y
ocasionalmente a los primeros
premolares, no existiendo una
preferencia definida por los
mente niñas, como control
demográfico y no era infrecuen-
te el sacrificio de uno de los
niños en los partos gemelares,
aceptándose el sacrificio de los
tullidos.

Esqueleto infantil que habla sido inhumado en el


lnterlor de un Bnfora. Pertenecla a dpoca roma-
na (Roses. Alt Empordh)
Esqueleto InfanUI exhumado en el "Alto de la
Cruz". en Cortes de Navarra. perteneciente al
slgio Vlll a.c.
superiores o los inferiores. No
debe extrañar que los segundos
premolares y los molares no
sean mutilados, pues aún con la
boca abierta por completo, el
acceso a ellos es difícil.
Las mutilaciones parciales se
limitan a deformar las coronas
dándoles formas muy variadas.
En algunos casos, se incrusta-
ron en su cara labial piedras
preciosas. Este tipo de mutila-
ción también es muy frecuente
en los pueblos mesoamericanos
e incaicos precolombinos. Las
técnicas empleadas para lograr
estos fines fue la abrasión. En la
isla de Bali, una vez que han
sido mutilados los dientes se
tiñen de color negro.
En las avulsiones hemos de dis-
tinguir dos variedades, una en
que solamente mediante percu-
sión se destruyen las coronas y
otras en que se hace saltar la
totalidad del diente incluyendo
su raíz.
El objeto de las mutilaciones
dentarias es de tipo ritual, fre-
cuentemente, de iniciación a la
pubertad.

Distintos tlpos de mutilaciones dentarias en los


incisivos, agrupados según su tipología.
(Tomado de Romero)
Según parece, los autores clási-
cos grecolatinos mencionaron
en algunos de sus escritos que
los bárbaros, entre los que
incluían a los celtas, se mutila-
ban los dientes, a pesar de lo
cual no se tenía constancia de
ello, pues no se había constata-
do la presencia de dientes rnuti-
lados en Europa. El año 1981
Araceli Martín encontró en la
"Cova del Frare" en Matadepera
(Barcelona) los primeros incisi-
vos con mutilaciones practica-

incisivos humanos muMados en Wa, proceden-


tes de la *Cava del Frare" (Matadepera, Vall6s
Occiental) (Neolltlco). El tipo de mutilación
podla estar en relación con alguna actividad cul-
tural. como el uso de los dientes como instru-
mento para las labores con fibras duras
Incisivo de la figura precedente visto de perfll
Dientes de ciervo trabajados. procedentes de la
"Cwa del Frare" y usados como adorno o amule-
tos
Dientes mutilados con carhcter tumo encon-
trados de Ullastret (Balx Empo8pertenecien-
tes al período ibérico
das en vida, pertenecientes al
período veraciense (2500 a. de
J.C .) , posteriormente aparecie-
ron incisivos de ciervo mutilados
con un surco a nivel del cuello,
que seguramente se usaron
como adorno o amuletos. Con
anterioridad, nosotros habíamos
encontrado otros casos, pero se
trataba de un ritual póstumo del
que no tenemos constancia de
que se conozcan casos en otros
lugares. Por último, el año 1982
encontramos dientes mutilados
en vida pertenecientes al yaci-
miento paleocristiano de Gerena
(Sevilla).

circunstancia de que algún dedo


posiblemente fue amputado. De
todas formas las distintas expli-
caciones que se han dado al res-
pecto, no parecen demasiado
convincentes y aunque las muti-
laciones voluntarias o punitivas

Dlentes mutilados de Gerena (Sevilla). al pare-


cer de rorma intenclonal. aunque no puede des-
cartarse que se deban a alguna actlvtdad laboral
Diente lnfantll mutilado, procedente de la Solana
de Albulxic (Valencia. Eneolltico)
Ya mencionadas en 10scapítulos Restos Incinerados procedentes del 'Tu16 dels
Dos Plns" (Cabrera de Mar, Maresme)
V y VII, tenemos el problema de
las manos impresas en las pare- Restos de anlmales del mismo yacimiento de la
flgura precedente. que apareclan mezclados con
des en las que parece darse la losrestos humanos
(capítulo VII) , son frecuentes
entre las culturas primitivas,
dada la importancia funcional
de la mano, no parece probable
que se prodigasen.
La fimosis que aun se sigue
practicando con carácter ritual
en muchas culturas, posible-
mente se ha practicado en la
prehistoria y puede afirmarse
que era habitual en el antiguo
Egipto. Otras culturas practican
la escisión del clítoris y de los
pequeños labios.
Las culturas halstáticas corres-
pondientes a la Edad del Hierro
en centroeuropa, practicaron el
rito funerario de la incineración
y las necrópolis eran los deno-
minados "campos de urnasn.
Este ritual lo exportaron a otros
lugares, aunque en ocasiones,
como durante la dominación
romana se practicaba tanto la
inhumación como la incinera-
ción. Los iberos practicaron la
incineración y son numerosos
los lugares en donde han apare-
cido urnas cinerarias, cuyo con-
tenido hemos tenido ocasión de
estudiar en varios casos. Desde

Bajorrelieve egipcio de la M dinastía que repre-


senta la prhctica de una flmosis
el punto de vista paleopatológi-
co sólo se pueden obtener un
escaso número de datos, con
suerte la edad y el sexo del
cadáver y ocasionalmente algu-
na patología. Los restos huma-
nos de las urnas ibéricas son de
muy escaso tamaño, lo que nos
hace suponer que los fragmen-
tos grandes eran troceados y
arrojados de nuevo a las brasas.
Con frecuencia, entre los restos
humanos se encuentran restos
de animales, generalmente con
un grado de combustión menor,
que seguramente corresponden
al banquete funerario y que en el
último momento se echaban
sobre las brasas. Por el color se
puede determinar la temperatu-
ra de la combustión.

COLOR
DEL HUESO RE INC~NERACI~N
ocre
............................s.........
TEMPERAnmA

..
Castaño ...................................300°
Ne,gro ..................................... . 3 5
Gris ...................................... .W
Blanoo .....................................650'
/
LA ENFERMEDAD I

A TRAVÉS DE
LOS TIEMPOS

"Latransmisión de la mayor parte de las enfermedades que el hom-


bre ha padecido, han experimentado una notable modificación en el
tiempo: variando su difusión, su frecuencia, su virulencia e incluso
el cuadro clínico y sus alteraciones anatómicas"
Lui# Capasso (1 987)
¿CUANDO Y COMO SE entender, cobra plena validez la enfermedades actuales no las
I N I C I ~LA afirmación de Pales, de que "la padecieron nuestros antepasa-
ENFERMEDAD? enfermedad es tan antigua como dos y que otras, que ellos pade-
la vida". cieron, no han llegado hasta
nosotros o han sufrido impor-
Sólo con suposiciones puede Sin embargo, para el paleopató- tantes modificaciones. En perío-
contestarse esta pregunta, pues logo, la detección de una enfer- dos históricos se tiene constan-
ya de por sí resulta difícil definir medad sólo es posible cuando cia de la aparición y la desapari-
la enfermedad. En estos térmi- esta deja sus huellas en los res- ción de algunas enfermedades,
nos o parecidos lo expresan los tos humanos o de cualquier otro la más reciente de ellas, la
diccionarios, enfermedad es: "la ser vivo y como dijimos anterior- viruela; sin embargo, no es posi-
alteración o desviación del esta- mente, en casi todo tipo de fósi- ble en los estudios paleopatoló-
do fisiológico en una o varias les animales o vegetales se han gicos diagnosticar otras enfer-
partes del organismo" (Diccio- encontrado lesiones patológi- medades que las que actualmen-
nario terminológico de las cas, algunas de las cuales se te no son conocidas; otra cosa
Ciencias Médicas, Salvat) o constatan en los homínidos, sería pura conjetura.
"alteración más o menos grave hasta llegar a los hombres.
de la salud del cuerpo animal"
(Diccionario de la Lengua Tenemos constancia por la evo-
Española). Estas definiciones lución de que la totalidad de los
son extensibles tanto a los ani- seres actuales han tenido unos
males como a los vegetales y predecesores distintos a ellos y
protozoos no incluíbles en los que nuestro planeta ha ido
grupos precedentes. Cuanto variando continuamente en
menor es la complejidad de los todos sus aspectos: morfología,
organismos vivos, más difícil es composición química, clima,
comprender la enfermedad. Así, etc., o sea, que todos los compo-
cuando por ejemplo, una bacte- nentes del hábitat han ido
ria es fagocitada pasa directa- variando, de lo que puede dedu-
mente de un estado de "salud" a cirse que las enfermedades tam-
la "muerte", aunque entre bién han variado. Hoy en día
ambas fases, por breve que haya sabemos que las mismas causas
sido. ha debido existir una fase producen reacciones diferentes
intermedia de "enfermedad", y en los distintos seres y que la
cualquier microrganismo, sin existencia del hombre y de sus
necesitar la presencia de otros antepasados directos no parece,
seres vivientes, cuando las con- por el momento, alejarse más
diciones ambientales son adver- allá de los 5 millones de años.
sas muere, con lo que a nuestro Es seguro que muchas de las
EL MÉDICO, EL MAGO Y
LA TERAPÉUTICA

"La medicina primitiva en sus


métodos, es inseparable de las
creencias religiosas"
Nelding H. Garrison ( 1 92 1 )

En los países de las riberas del


Mediterráneo, los hipocráticos
fueron los primeros médicos que
separaron claramente la medici-
na de la magia y de la religión.
En general, en la mayor parte de
las culturas clásicas anteriores
a Grecia y en los pueblos primi-
tivos actuales o no existe la figu-
ra del médico o queda confundi-
da con la del mago. En Egipto,
que según Herodoto, "todo el
mundo era médico", coexistían
los médicos y los magos sin pro-
blemas y reconocidos por todos
los estamentos, los primeros
practicaban una medicina
deductiva siguiendo los canones
de los "papiros médicos" y los
segundos, mediante exorcismos
y otras técnicas intentaban
curar a los enfermos, general-

"Hombre de la medlclna". flgura precolombina


mochlca del norte del Perv (800-900,A.D.)
mente, los casos graves que tamente a él o a sus semejantes, entremezclan prácticas de indu-
habían sido desahuciados por se establece la deducción (no dable acción curativa con otras
los médicos pasaban a cargo de totalmente ausente en muchos que no influyen en absoluto en el
los magos. animales, como con frecuencia curso de una enfermedad y que
se supone) y con ello se estable- pueden incluso resultar perjudi-
Cuando el hombre prehistórico cen premisas y conclusiones, ciales.
empieza a ahondar en las cau- unas falsas y otras ciertas, y de
sas de los hechos que ocurren a aquéllas surge la magia. En En la prehistoria y las culturas
su alrededor, que afectan direc- todas las culturas primitivas se primitivas, médico y mago son
inseparables y hasta tiempos
históricos, no existe el médico
tal y como hoy lo concebimos en
nuestra cultura occidental. En
cuanto a la terapéutica, segura-
mente se aplicaron algunas
medidas de indudable eficacia.
aunque cabe suponer que se
ignoraba a qué se debía su
acción beneficiosa. Otras medi-
das que se emplearon carecie-
ron de efectividad, e incluso
muchas veces debieron ser noci-
vas. Hay vestigios seguros de la
presencia en la prehistoria de
algunas plantas con propieda-
des curativas que aun se inclu-
yen en la farmacopea actual y
que bien pudieron ser emplea-

"Médico y enfermo", figura precolombina


(Nayarit. Méxlco)
Tlberius Claudius Apollinaris, médico tarraco-
nense romano, de ascendencia griega. esclavo
libertado (siglo 1-11), busto que se conserva en el
Museo Nacional d'Arqueologla de Tarrawna
das por el hombre prehistórico,
pero no tenemos constancia de
si realmente fueron usadas. La
relación de fármacos de los tex-
tos antiguos. incluyendo los
medievales, suelen ser, casi un
completo disparate.
Como contribución de la paleo-
patología a la historia de la
medicina, tuvimos la oportuni-
dad de estudiar (Campillo y
Tarrats, 1991), los restos huma-
nos del médico tarraconense de
época romana (siglos 1-11],
Tiberius Claudius Apollinaris,
que como era muy frecuente
durante el imperio romano, se
trataba de un liberto de ascen-
dencia griega. El estudio antro-
pológico de sus restos, era com-
patible con el busto que se le
atribuye, siendo probablemente
la efigie más antigua conocida
de un médico hispano.
COMENTARIO FINAL

"Mortui viventes docent" dejado de ser una "curiosidad". tológicos han variado. También
Algunas de sus técnicas son vaticinó que en el transcurso de
Lema de la "Paleopathology incluibles en la Anatomía Pa- esta segunda fase resultaba
Association" tológica y otras en sus métodos imprescindible recopilar y cata-
se asemejan a la Medicina logar todo el material publicado,
Forense. Cierto es que sus inves- repartido en innumerables libros
En los capítulos de este libro tigaciones encuentran mayores y revistas, algunos de muy esca-
hemos pretendido dar una idea dificultades que las que plantea sa difusión; comprobar la exac-
general de cómo la paleopatolo- el estudio de pacientes actuales; titud y el rigor científico de
gía, una más entre las restantes pero cada vez se avanza con todos estos datos; reagruparlos
ciencias históricas, ha consegui- paso más firme y numerosos por materias, y dirigir nuestros
do una plena madurez científica métodos modernos encuentran esfuerzos hacia la investigación
sobre bases cada vez más sóli- su aplicación en esta "especiali- de las enfermedades más pro-
das. La presencia de las enfer- dad pluridisciplinaria" de la his- blemáticas, entre las que se
medades en los tiempos pretéri- toria de la medicina, permitién- encuentran el cáncer, las enfer-
tos se ven confirmados por los dole confirmar hipótesis y medades infecciosas y parasita-
hallazgos paleopatológicos, con- abriendo nuevas vías de estudio. rias (muchas de ellas en rela-
tribuyendo a la comprensión de ción con la domesticación de los
cómo la enfermedad, al igual En 1980 Cockburn en Caen, al animales), las enfermedades
que todos los seres vivos, ha inaugurar el 111 Congreso Euro- "reumáticas", las hemáticas, la
variado en el transcurso de los peo de la Palepatology Associa- contaminación, que no es nueva
milenios desde el inicio de la tion dijo: "estamos todavía den- de nuestros días, pues el humo y
vida en nuestro planeta. tro de la primera fase, la de des- el polvo acompañaron casi siem-
cripción de cuanto encontra- pre al hombre, etc.
La paleopatología es una espe- mos; pero este periodo toca a su
cialidad dentro de las ciencias fin y estamos entrando en una En la década transcurrida se ha
médicas y sus métodos de inves- segunda fase". Es evidente que iniciado la labor que propuso y
tigación se realizan con todo el su premonición se está cum- son numerosos los trabajos de
rigor científico exigible y ha pliendo y los objetivos paleopa- recopilación y los de conjunto y
mucho material antiguo se está
revisando. Se han planteado los
problemas metodológicos, inten-
tando aunar criterios, tema que
ha sido objeto de varias ponen-
cias y mesas redondas y que,
también será el objetivo de
algún congreso. Otro problema
sobre el que también se está tra-
bajando es la terminología, con
frecuencia la responsable de
numerosas discrepancias. Por
último, las nuevas tecnologías,
sobre todo las bioquímicas,
abren unas posibilidades a
nuestro entender inmensas.
Finalizamos con optimismo este
trabajo, pues creemos que el
futuro de la paleopatología será
fructífero y las aportaciones de
la próxima generación, confia-
mos que serán espectaculares.
Coscbem. Yacimientos próximos al mar en los Jw6slco. Período de la Era Secundaria de unos
GLOSARIO que se encuentran grandes acumulos de conchas
de moluscos. que constituían la base de su all-
mentaclón.
150 m.a. de antigüedad.

Latirismo. Intoxlcaclón por el Lalbyrus clrera,


que da lugar a una paraplejia espástica.
CopFoWo. Heces endurecidas o petrificadas.
Levaioiebse.Ver Musteriense.
Cova. En lengua catalana. cueva.
Acariotpe (cChilPs).CBlulas sin núcleo. Mandrü. Mono de la familia de los cercopitecos.
M s h h de ~ ChamotLeyden. Cristales de fw
Ajuar huierm. Conjunto de objetos que se de- Patos orgánicos. Meslal. En los dientes. la cara mas próxima a la
positaban junto al difunto. en los que con Re- línea media.
cuencla se lncluian alimentos. Dlstal. En los dientes. la cara más alejada de la
linea media. Mewiíüco. Período de transición entre el Paleo-
Almorla. Lot4ww chra. legumbre tóxlca. cau- lítico superior y el Neolítico.
sante del latirismo. Elementos traza. Ollgoelementos que están pre-
sentes en la dieta y se depositan en los huesos. Mic~ocefáiiavera. Aquella que es secundaria a
la falta de crecimiento cerebral.
~ e I e t posta-.
o En antropología ffilca.
AFtlodOmOo. ANodací$da,ungulados con un nú- se denomlna asf a la totalidad del esqueleto ex- Mueterienee. Industria litica relacionada con el
mero par de dedos. comprende los cerdos. hlpo- cluyendo el cráneo. hombre de Neandertal.
potámos, camellos y rumlantee.
E e h m a W b . ConJuntos de m en forma de MutPdóo. Cambio súbito en el ADN mmos6mlco.
AelmOpdóa dei atlas. Soldadura del atlas al occi- montículos o columna8 fbUes formados por ca-
pltal. pas de colonlas bacterianes, la mayoría corres- b t h . f i e r a 1 procedente de la región de Ouadi
pondientes al Precámbrlco. Natroum en Eglpto, compuesto por cantidades va-
Banquete ñuterario. Comida que se oRecfa al riables de: carbonato sódico. bicarbonato sódico,
dlhnto. en la que participaban los mlembm de EuC4FLotps (CBiuW). CBlulas con núcleo. cloruro Sódlco, sulfato &co y pequeñas cantida-
la tribu. Los restos. con Recuencla se arrojaban des de otros elementos. Se empleaba en los pro-
a la tumba o a la hoguera. FCFtll creciente. Sudoeste ssthtico en donde se cesos de embalsamiento en el Egipto faraónlco.
Inicia el Neolitlco de Occidente, territorio que hoy
Barranc. Barranco en lengua catalana. ocupan Slria. Irak, Irán. Jordenta israel y El S W .
Bael6n. Punto antropomBtrico que corresponde FWywia. Hlstorla del de8amllo de un tipo or- NedWco. Período en el que se inicia la agFicul-
al centro del borde anterior del orificio occlpltal. gánico o especie. desde la forma más simple que tura y la ganaderia, haciendo su aparlclón la ce-
la precedió. rámica.
BloceRoele. Estado de equlllbrio biológico en un
sistema que afecta a diversos IndMduos. F l t d t m . Cálculos de sílice que contienen las fi- Ofhet. Yaclmlento mesolitico de Baviera con un
bras vegetales. predominio de lndhlduos braqulcráneos.
Peiiodo mbonffe~o.Ultimo periodo de la Era
Prlmarla con una antlgüedad de -340 a -260 ml- Hib&hdón del ADN. T W c a consirnente en la Paieoantmpino. Período en que vive el hombre
llones de alios. comparaclón global del matedal ~ n B t i mde dos de Neandertal y tipolaglas afines.
especies -no la secuencIaci6n detaüada de los nu-
Caiva. En antropología (calota). cráneo sin cara cleótidos- para comprobar hasta que punto colncl- Paieoiítlco inferior. Periodo en que viven los
y sln base. den. australopltecos y los Horno emctu8.
Caivar&. Naurocráneo (cráneo sin cara). mot. En lengua catalana. Islote. Pabiftico m*. Período en que vive el hom-
bre de Neandertal.
Carlotas (c6Iulas). CBlulas con núcleo. Impml6n beallar. Hundlmlento de la base del
cráneo que da lugar a que la ap6fisIs odontoldes Paieoütico superior. Período que se Inicia con
Cazadoree (puebloe). Como ejemplos cltare- del axis sobrepase la linea de Chamberlain (pala- el hombre de Cromaeón.
mos: Esqulmales. Fuegulnos. bosqulmanos del dar óseo - borde posterior del orlflclo occipital).
Kaalahari. alsoquinos del Canadh. Shoshones del Paliwlogía. Estudio del polen en los tiempm an-
Gran Cafión, etc. Indice MWCO (Kaitb). Comlaciona la anchura tiguos.
craneal con su longitud: I=anchura máxima.
Cianobac~terias.Algas prlmltlvas mlcrosc6pl- 100/10ngitud máxima. U cráneo ciiyo índice está Paieozdco. Era primaria.
cas acariotas. comprendido entre 70 y 74,9 es m r h e o , los
cráneos con índícea inPeriore8a 70, son dolicocrd- P6rPnlw. Período final de la Era Primaria, ante-
neas y los de indlce superior a 75, brequlcrheas. rior al Carbonifero.
Plaübasla. Gran obertura del ággulo de Welcker
(naslón-punto Intrasellairbaslón ), sobrepasando
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CAP~TULOX: ENFERMEDADES
OTORRINOLARINGOL~GICAS

CAP~TULOXIII: PATOLOG~ADE LAS PARTES


BLANDAS
CAP~TULOXIV: PATOLOG~ASEN LA
PREHISTORIA EN R E L A C I ~ NCON LA DIETA,
EL HABITAT Y EL MODO DE VIDA

CAP~TULOXVI: P I ? ~ T I C A SRITUALES
CAP~TULOXVII: LA ENFERMEDAD A TRAW?S
DE LOS TIEMPOS
COMENTARIO FINAL
GLOSARIO
BIBLIOGRAF~ARESUMIDA
Editado por la FUNDACI~NURlACH 1838
Colección Histórica de Ciencias de la Sal~d/n.~5
Autor: Domingo Campillo
Maquetación: Gemma Boada
Impresión: Gráficas Boada, S.L.
Depósito legal: B-33273-94
ISBN: 84-87452-14-0 obra completa
ISBN: 84-87452-16-7 Volumen 11

OFUNDACI~NURIACH 1838
Fundación Privada
Degh Bahí, 67
08026 Barcelona

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