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La teoría de los actos de habla y

el análisis del discurso

Elizabeth Brody Angers*

Resumen
Este artículo propone examinar los principios fundamentales de la teoría
de los actos de habla de John Austin, y las aportaciones subsecuentes más
significativas, con la finalidad de señalar el papel que las mismas han tenido
para la interpretación del significado en el uso del lenguaje verbal. También,
se analizarán algunos de los problemas no resueltos por la teoría y, final-
mente, se tratarán brevemente las contribuciones de la teoría en el campo
del análisis del discurso.

Palabras clave: acto de habla, performativo, ilocucionario,


perlocucionario.

Introducción
De todas las propuestas para el análisis del significado, la teoría
de los actos de habla del filósofo británico John Austin, es quizá
la que más ha llamado la atención de disciplinas fuera del ámbito
de la filosofía del lenguaje, de la cual nació. A pesar de los proble-
mas que atañen a la teoría, el interés por la misma ha perdurado
durante casi cincuenta años, ya que sigue ofreciendo una de las
herramientas de análisis más útiles para la interpretación del
lenguaje verbal, en cualquiera de sus manifestaciones.
Aunque son muchas las disciplinas que se han interesado por
esta teoría, nos enfocaremos sólo a su uso en la del análisis del
discurso. Tal campo abarca una gama tan amplia de enfoques,
propósitos e incluso objetos de estudio, que las antologías que
han intentado ser representativas al respecto suelen ser publi-

* Profesora investigadora del Departamento de Educación y Comunicación,


łĮĺ-Xochimilco.

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cadas en dos o más tomos o tener extensiones de cientos de Algunas aclaraciones preliminares: sentido, referencia y
páginas.1 Por tanto, aquí nos limitaremos a señalar las premisas denotación
fundamentales, compartidas actualmente por las principales
Antes de empezar el análisis de la teoría de Austin, es oportuno
corrientes del análisis del discurso. Primero, el significado no es
revisar algunas nociones básicas que el filósofo daba por conoci-
algo fijo y expresado por medio de las palabras y las oraciones
das. Específicamente, Austin retomó los conceptos de sentido y
fuera de un contexto real de uso, es decir, independientemente
referencia, como los había definido Gottlob Frege (1848-1925),
de si se trata del lenguaje oral (por ejemplo, una conversación) o
aunque reconoció que todavía existía mucha controversia en
de un texto escrito, es necesario para la interpretación, tomar en
torno a ellos.
cuenta los elementos pertinentes de la situación comunicativa,
En 1892, Frege2 publicó el artículo “Uber Sinn und Bedeutung”
que incluye desde la coyuntura sociohistórica hasta las caracte-
(usualmente traducido como “Sobre sentido y referencia” o
rísticas más inmediatas del espacio físico, el ruido, etc. También,
“Sobre sentido y nominatum”), en el cual señaló un problema
quienes practican el análisis del discurso reconocen que el uso
para el análisis de lo que comúnmente se llama el significado
del lenguaje es por esencia un proceso interactivo entre sujetos
descriptivo3 del uso del lenguaje. Frege, igual que Platón y
que entran en una negociación constante del significado de
Bertrand Russell (1872-1970), presuponía la existencia de un
sus mensajes. La naturaleza interactiva de la comunicación es,
mundo objetivo e independiente del hablante. Según el “princi-
sin duda, menos evidente cuando se trata de textos escritos o
pio de la identidad” si dos objetos son idénticos, todo lo que es
mediáticos, sin embargo, el enunciador siempre tiene una repre-
verdadero para uno es verdadero para el otro. Por tanto, si el
sentación mental (consciente o no) de un destinatario principal
enunciado “Juan Rulfo escribió El llano en llamas” es verdadero,
y adapta su discurso a este interlocutor. De hecho, tomar en
también debe ser cierto el enunciado “el autor de El llano en
cuenta el papel del conocimiento mutuo entre interlocutores es
llamas escribió Pedro Páramo”. Sin embargo, hay ciertos contex-
central para el análisis de la comunicación. Así, el análisis del
tos (llamados “opacos” u “oblicuos”) en los cuales no se puede
discurso siempre implica analizar tanto el contexto como las
sustituir “el autor de El llano en llamas” por “el autor de Pedro
características de los sujetos de la enunciación, algo que la teoría
Páramo”, aunque las dos frases tienen el mismo individuo como
de los actos de habla no sólo contempla, sino obliga.
referente. Por ejemplo, en un contexto específico, el enunciado
En este artículo examinaremos los fundamentos de la teoría
“Antonio sabe que Juan Rulfo es el autor de Pedro Páramo”
y los desarrollos subsecuentes más significativos; señalaremos
puede ser verdadero, mientras que el enunciado “Antonio sabe
algunos de los problemas no resueltos y, finalmente, reflexio-
que Juan Rulfo es el autor de El llano en llamas” puede ser falso.
naremos brevemente acerca de las contribuciones de la teoría
para el campo del análisis del discurso.
2. Matemático alemán y filósofo fundador de la lógica moderna.
3. Por el “significado descriptivo” del lenguaje se entiende la transmisión
de información de naturaleza factual o proposicional de un destinador a un
destinatario, es decir, el uso de enunciados que pretenden describir hechos
o algún estado de cosas en el mundo. Tales enunciados pueden ser explí-
citamente aseverados o negados y en el mejor de los casos objetivamente
1. Véanse, por ejemplo, los cuatro tomos de Van Dijk (1985), dos más de verificados. El uso descriptivo del lenguaje se distingue de los usos sociales
Van Dijk (2000), o las 850 páginas de Schiffrin, Tannen y Hamilton (2001). y expresivos.
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Además, cualquier hablante de la lengua sabe que decir “El tienen las lenguas para referirse a objetos, se encuentran los
autor de Pedro Páramo es el autor de El llano en llamas” no es nombres propios (Napoleón, París), los adjetivos y pronombres
necesariamente tautológico si el oyente no sabe que las dos frases demostrativos (este libro, aquella silla, éste, aquélla), las descrip-
tienen el mismo referente. ciones definidas (el vecino de mi abuelo, los libros que compré) y
Para resolver esta paradoja, Frege propuso distinguir el deícticos como hoy, pasado mañana, aquí, allá. Hay dificultades
referente de una expresión de su “sentido” (Sinn), es decir, la sin resolver, sin embargo, en todos estos casos. Por ejemplo, si
manera en la cual la expresión designa el objeto, la información alguien dice Me encantan los gatos, ¿la expresión los gatos tiene
que la expresión proporciona sobre el objeto para permitir su referente? Algunos dirían que es el conjunto total de gatos en
identificación. Para Frege, el sentido de una expresión tiene el mundo o de “imágenes” o representaciones de gatos que el
que ver con el conocimiento de la lengua, mientras que el hablante tiene en la mente.
conocimiento del referente tiene que ver con el conocimiento Para algunos analistas, denotación y referencia son equiva-
del mundo. lentes y, para otros, denotación y sentido son muy similares.5 Sin
Así, cuando usamos el lenguaje para hablar de “objetos” embargo, nos parece importante establecer las diferencias entre
(concretos o abstractos, en singular o en plural, real o imagina- los tres conceptos por razones tanto teóricas como metodoló-
rios) que existen en el mundo extralingüístico, la posibilidad de gicas. Generalmente se usa el término denotación para referir
“designar” o “nombrar” tales objetos se conoce como la función a la relación entre una palabra (lexema)6 y un objeto u objetos
referencial del lenguaje y el objeto al cual se refiere: el “referente”.4 en el mundo exterior al lenguaje, independientemente del
Siguiendo a Lyons (1977), entre otros, la referencia tiene que contexto de uso. Por ejemplo, el lexema toro denota una clase
ver con la relación que existe entre una expresión y lo que la de objetos que es una subclase de la clase animal, difiere de la
expresión “representa” en una situación comunicativa específica. clase que denota la palabra vaca y cruza con la clase que denota
Por ejemplo, la palabra gato no tiene referente a menos que sea becerro. Por otro lado, los lexemas toro, vaca, becerro, res, ternero,
empleada en un enunciado, como Llevé mi gato al veterinario etcétera, forman un conjunto de lexemas entre los cuales existen
el martes, pronunciado durante una conversación real. En este diferentes relaciones de “sentido”, igual que conjuntos como
caso estamos hablando de un gato específico en un lugar y un rojo, verde, azul u oro, plata, cobre, etcétera. Las nociones de
momento, específicos. En términos estrictos, son los hablantes denotación y sentido son obviamente interdependientes y cuál
los que refieren y no “las expresiones” o los enunciados, aunque de los dos se toma como básica dependerá de si uno prefiere la
los filósofos y semánticos hablan de “expresiones que refieren” visión empírica tradicional de que existen clases y sustancias
(referring expressions). Entre los medios más comunes que naturales y por tanto aprender el significado de una palabra es

4. También una relación de “referencia” puede existir entre frases o expre- 5. Ver Lyons (1981) para algunas referencias y comentarios al respecto.
siones dentro de un mismo enunciado o discurso, por ejemplo, la frase 6. Se usa el término lexema para distinguir las palabras con contenido
“tales objetos” en la oración anterior correspondiente a esta nota tiene como semántico en contraste con aquéllas que sólo tienen funciones gramaticales,
referente la frase “‘objetos’ (concretos o abstractos, en singular o plural, tales como los artículos definidos e indefinidos (el, los, un, unos), verbos
real o imaginarios)” en la misma oración. Sin embargo, esta propiedad del auxiliares como haber, conectivos como pero, etcétera. Si estos elementos
lenguaje de poder referirse a sí mismo generalmente se denomina, siguiendo tienen “significado”, es de otro orden que el de palabras como casa, vaca,
a Jakobson, la función “metalingüística”. manzana o filosofía.
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aprender el “nombre” que corresponde a cada clase o sustancia. reconoció estas distinciones de tipos de significado ya que usó
O se puede tomar una posición más racionalista si se toma el los términos “sentido” y “referencia” (ver infra), pero como su
sentido como el concepto básico (es decir que la denotación de interés iba por otro lado, no aclaró su posición con respecto a
un lexema es determinado por su sentido). las posibles ambigüedades en torno a ellos.

El significado y lo falso o lo verdadero Austin9 y los actos de habla


La relación entre el lenguaje y el mundo era tema de interés para La primera observación que hizo Austin fue que, contrario a
la filosofía desde Platón y formaba parte de una larga tradición los supuestos de los positivistas lógicos, las oraciones declara-
aristotélica en Oxford. Esta preocupación llegó a su máxima tivas no sólo se usan para hacer descripciones que pueden ser
expresión con positivistas lógicos, como Frege, quien nos dejó falsas o verdaderas, sino también para realizar “actos verbales”.
las leyes de la lógica proposicional y las “tablas de verdad”, que Oraciones como,
explicitan bajo qué condiciones ciertas proposiciones7 serán 1) Te prometo que vamos al cine el domingo
falsas o verdaderas. Se preocupaban por las oraciones8 con
2) Lo nombro Secretario de Relaciones Exteriores
expresiones que se referían a objetos cuya existencia no era
verificable (Dios es bueno) y algunos llegaron a la conclusión 3) Bautizo este barco con el nombre de Titanic
que tales oraciones no tenían “significado” o eran “sin senti- 4) Lo condeno a diez años de cárcel
dos”. En los casos de oraciones con expresiones que referían a
objetos cuya existencia sí era verificable, pero que simplemente 5) Lo nombro Sir Paul
no existían (El actual rey de Francia es calvo, por ejemplo, en 6) Le ofrezco disculpas
comparación con El actual rey de España es calvo), Russell
propuso que las dos oraciones sí tenían significado (la posibi-
lidad de ser verificables como falsas o verdaderas, o sea, con
“valor de verdad”) y además expresiones que tenían el tipo de 9. John Langshaw Austin nació en Lancaster, Inglaterra en 1911 y falleció
significado que Russell (1905) llamó denotación, pero sólo la en Oxford en 1960. Gracias a una breve nota que él mismo dejó, sabemos
segunda tenía una relación de referencia. Así se podría hablar que empezó a desarrollar los fundamentos de su teoría en 1939 cuando
apenas tenía 28 años. Estudió en la Universidad de Oxford de 1929 a 1933 y
de oraciones que “significaban” porque contenían frases que luego fue becario (Fellow) y tutor allí hasta 1939 cuando estalló la Segunda
denotaban y otras que significaban porque referían. Austin guerra mundial. Fue coronel en el ejército británico hasta 1945 y recibió
varias condecoraciones. De 1949 hasta su muerte, fue profesor de filosofía en
Oxford, donde formó parte de la escuela de “filosofía del lenguaje ordinario”.
7. Oraciones que postulan o predican “algo” sobre un objeto en el mundo. Su teoría de los actos de habla se dio a conocer principalmente a través de un
Las oraciones que fueron los objetos de estudio de Frege eran aquéllas que solo libro compilado por un amigo suyo, J. O. Urmson, con base en las notas
contenían conectores como y, o, no, si. de Austin para una serie de cátedras (William James Lectures), impartida
8. La distinción entre “oración” y “enunciado” sólo empezó a ser amplia- en la Universidad de Harvard en 1955, y complementadas con apuntes de
mente reconocida y sistemáticamente empleada a partir de los años 60. Así, los alumnos, notas para cursos previos y la grabación de una conferencia
respetamos el término oración que usaron autores como Frege y Russell. dada en 1959. El libro, al cual se dio el título de How to do things with words
Con Austin, Wittgenstein y los autores posteriores, usaremos el término (Cómo hacer cosas con palabras, Paidós, Studio 22), fue publicado en 1962.
enunciado u oración indistintamente.
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7) Heredo mi casa a mi sobrino Rodolfo (dictada o escrita Austin luego intentó precisar las “condiciones de felicidad”
al redactar un testamento) que se habrían de cumplir para que los actos de habla resultaran
“afortunados” o exitosos, en especial aquéllos insertos en ritos
8) Te apuesto 20 pesos a que no se presentará
o ceremonias en culturas específicas. Propuso tres categorías
9) Le advierto que hace mucho frío en Nueva York durante de condiciones de cumplimiento, aunque sólo las primeras dos
enero determinarían el “éxito” del acto:
10) Lo exonero de toda culpa; A 1) Debe haber un procedimiento convencional
son utilizadas para llevar a cabo acciones (de prometer, nombrar, aceptado, con un cierto efecto convencional, y tal
bautizar, etc.) en el momento de pronunciar (o escribir) las procedimiento debe incluir el enunciar ciertas
palabras, no para describir las acciones de, por ejemplo, nombrar palabras por ciertas personas en ciertas circunstan-
un barco o sentenciar a un prisionero, y sería difícil afirmar que cias y, además,
tales enunciados fueran falsos o verdaderos. En un momento 2) las personas y las circunstancias deben ser las apropia-
posterior, se puede preguntar si el enunciador realmente hizo das según las especificaciones del procedimiento.
tal o cual acción: ¿Realmente lo prometió?, y en varios de los
B El procedimiento debe ser ejecutado por todos los
ejemplos 1-10, los actos sólo serían “válidos” (o “afortunados”
participantes 1) correctamente y 2) completamente.
en términos de Austin) si las palabras fueron pronunciadas por
una persona autorizada, en circunstancias y bajo condiciones Γ11. Frecuentemente,
adecuadas. Por ejemplo, sólo un juez puede dictar sentencias 1) las personas deben tener los pensamientos, las
o absolver de culpa en casos criminales. El título de “Sir” en emociones y las intenciones requeridas, tal como
la Gran Bretaña sólo es designado por la Reina (o el Rey en están especificadas en el procedimiento, y
su caso), pero quien sea puede hacer una promesa u ofrecer
disculpas. 2) si la conducta consecuente está especificada, los
Austin (1961, 1962) llamó este tipo de enunciado “perfor- participantes deben seguirla (Austin, 1962:14-15,
mativo” o “realizativo”10 y los contrastó con los declarativos que traducción nuestra).
sí tenían “valor de verdad”, los cuales llamó “constativos”. Sin Austin señala que en caso de violación de cualquiera de las
embargo, más tarde abandonó esta distinción ya que llegó a la condiciones de A o B, el acto en cuestión no se cumple. Por
conclusión de que aun los enunciados declarativos con valor de ejemplo, si en una boda uno de los novios ya tuviera el estado
verdad eran usados para realizar actos, como afirmar, aseverar civil de “casado” o si la persona que condujera la ceremonia no
o informar. Es decir, para Austin un acto de habla subyace a estuviera reconocida legalmente para hacerlo, el casamiento no
todos los enunciados, incluso cuando usamos interjecciones sería lícito. Mientras que si uno de los novios no cumple con
como ¡ay! ¡híjole! o ¡me lleva…! para expresar dolor, frustración las condiciones Γ, sí se quedan casados, aunque ha habido “un
o enojo (1961:112). abuso” del procedimiento (1962:15-16).

10. La traducción al español de performative ha variado según el país y la 11. Austin usó la letra griega gamma en mayúscula para designar la tercera
casa editorial. También se ha traducido como “ejecutivo”. categoría de condiciones.
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Levinson (1983) nos proporciona un ejemplo interesante una promesa o una orden. En el acto de pedir, las condiciones
para ilustrar el funcionamiento de las condiciones tipo A o B y de éxito son:
cómo pueden variar según la cultura. Nos dice que mientras en 1) preparatorias – a) El oyente puede hacer A. El hablan-
las sociedades occidentales, si un hombre le dijera a su esposa te cree que el oyente puede hacer A;
te divorcio tres veces, seguiría casado puesto que sólo un juez
b) No es obvio ni para el hablante ni para el oyente que
puede realizar el acto de divorciar, mientras que en las culturas
este último hará A en el transcurso normal de los
islámicas sí existe aquel procedimiento y entonces por el simple
acontecimientos por su propia voluntad;
hecho de pronunciar tres veces el rechazo, un esposo puede
obtener el divorcio (Ibíd.:229). La historia nos proporciona casos 2) sinceridad – El hablante quiere que el oyente haga A;
de maridos que alegaban fallas en el procedimiento para tratar 3) esencial – El acto cuenta como un intento por parte
de obtener la anulación de su matrimonio (por ejemplo, Enrique del hablante de hacer que el oyente haga A (Searle,
viii de Inglaterra) y con frecuencia la ley no permite que las 1969: 65-66, traducción nuestra).
confesiones obtenidas bajo presión o tortura sean admitidas
El acto de ordenar tiene la condición preparatoria adicional de
como evidencia en juicios criminales.
requerir que el enunciador esté en una relación de autoridad o
Las contribuciones de Searle poder frente al oyente y esta condición a su vez afecta la condi-
ción esencial ya que el hablante quiere que el oyente haga A en
Desde la muerte de Austin en 1960, John Searle (1969, 1971, virtud de su autoridad sobre él.
1975, 1980) es quien ha hecho las contribuciones más signifi- Austin se dio cuenta que se puede realizar los actos explícita
cativas a la teoría de los actos de habla. Primero, Searle intentó o implícitamente (“actos primarios” para Austin); por ejemplo,
especificar las condiciones de éxito para un grupo de actos que Te prometo estar allí, o simplemente: Estaré allí, y que los actos
no forman parte de actos ritualizados como casarse o bautizar implícitos son mucho más comunes en el lenguaje ordinario,
un barco.12 Al pensar las condiciones de éxito para actos como mientras que los explícitos muchas veces forman parte de
pedir, ordenar, aseverar, agradecer, aconsejar, advertir, saludar acciones ritualizadas en la sociedad, como bautizar, sentenciar,
o congratular, llegó a una nueva clasificación de las condiciones nombrar, etcétera. Los implícitos tienen la ventaja o desventaja
de cumplimiento en preparatorias, de sinceridad y esenciales. de la ambigüedad vis-a-vis el destinatario.
Las condiciones preparatorias corresponden grosso modo a las Para saber qué acto de habla se está realizando, Austin consi-
de A y B (supra) de Austin y las de sinceridad con las de Austin deró varios tipos de criterios lingüísticos: 1) léxicos (verbos que
Γ que se relacionan con los deseos, creencias o sentimientos del nombran acciones como prometer, insertar en la frase fórmu-
hablante y la naturaleza convencional del lenguaje. Las condi- las como “por medio de la presente” o “por este conducto”), 2)
ciones esenciales, conciernen a las intenciones con las cuales se tiempo (presente), voz (activa), persona (primera) del verbo
compromete el hablante al realizar la enunciación, por ejemplo, performativo, como en los ejemplos 1-10, 3) modo (imperativo
el hablante quiere que el oyente entienda su enunciación como para dar órdenes, interrogativo para preguntas y peticiones), 4)
entonación y 5) énfasis, ninguno de los cuales eran infalibles. Por
12. Lo que el antropólogo Del Hymes (1972) ha referido como “eventos de ejemplo, se puede realizar una advertencia al decir: Te advierto…
habla”.
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o ¡Cuidado! o Se advierte a los usuarios no usar el elevador en un acto indirectamente por vía de realizar otro, como el ejemplo
caso de temblor o No usar el elevador en caso de temblor. Por otra del jefe quien realiza el acto de ordenar afirmando un deseo. Nos
parte, oraciones que sí tienen un verbo performativo explícito presenta el siguiente ejemplo:
en primera persona del presente, no necesariamente realizan Estudiante X: Vamos al cine hoy en la noche.
el acto mencionado. Por ejemplo, alguien puede decir: Cada
Estudiante Y: Tengo que estudiar para un examen.
mañana le apuesto 20 pesos a que lloverá o En la página dos lo
acuso de fraude. Las oraciones de tipo “Vamos a…” con frecuencia cuentan como
Otro test sugerido por Austin es preguntarse “¿realmente lo propuestas para hacer algo. En el ejemplo de Searle, es claro o
está haciendo?” ¿realmente está prometiendo ir? ¿realmente por lo menos muy probable que la respuesta de estudiante Y
está ofreciendo disculpas? Es evidente que cuando se trata de cuenta como un rechazo a tal propuesta, mientras que de haber
actos de habla con verbos performativos explícitos es más difícil respondido Tengo que comer palomitas hoy, es probable que no
negar que uno ha realizado el acto (por ejemplo, Prometo reducir sólo no hubiera contado como un rechazo sino quizá como una
los impuestos es un enunciado que, por lo general, cuenta como aceptación (pp. 162-163).
una promesa aun cuando el enunciador no tiene la intención La solución de Searle para explicar cómo un oyente puede
de cumplirla) y también más difícil que alguien le reclame el no entender el acto de habla principal (por ejemplo, un rechazo)
haberlo hecho (Discúlpame cuenta como el acto de disculparse basado en un acto secundario (una afirmación) es proponer,
aun cuando el ofendido quisiera más signos de arrepentimien- como parte de la capacidad o competencia lingüística de un
to). Por otro lado los actos implícitos dejan al juicio del desti- hablante/oyente, un aparato inferencial que incluye conoci-
natario decidir qué acto se está realizando: cuando el jefe le dice miento compartido del mundo y del contexto, una “teoría” de
a sus empleados, Quisiera empezar la junta puntualmente a las actos de habla y ciertos principios generales de la conversación.
diez, generalmente no está simplemente expresando un deseo, Otra observación interesante de Searle (1969) se relaciona
sino dando una orden a la cual deben acatarse sus empleados. con la posibilidad de que un hablante puede realizar dos actos
Searle (1969) indagó más en un fenómeno que Austin simultáneamente en presencia de dos personas, un destinatario
también había observado, es decir, el problema de la identifica- principal y uno secundario. Su ejemplo es el siguiente: supon-
ción de actos de habla cuya forma superficial es la de otro acto. gamos que en una fiesta, una esposa, en presencia de su esposo,
Si un profesor dice a un alumno, “Si no entregas tu trabajo a responde a un interlocutor quien acaba de comentar que era
tiempo, te prometo que te voy a reprobar”, es difícil, como señala muy temprano: Realmente es muy tarde. Tal enunciado puede
Searle, describir el acto como una promesa. Más bien el alumno tener la intención de contar como una protesta y ser entendido
debe entenderlo como una advertencia o aun una amenaza (p. así por el interlocutor. Al mismo tiempo, sin embargo, la esposa
58). Igualmente, el enunciado “Si no te apuras, te prometo que puede tener la intención, y su esposo entenderla así, de sugerir
te voy a ayudar”, en una situación de desigualdad de papeles, o aun pedir que ya es hora de ir a casa. Incluso puede querer
como entre madre e hijo, puede querer decir “Te advierto que te advertirle de que se va a sentir mal en la mañana si no se van.
voy a castigar si no te apuras”.
Searle (1975) también profundizó en los casos de los actos de
habla “indirectos”, es decir, casos cuando el enunciador realiza

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Los actos dentro del acto: locuciones, ilocuciones y perlocuciones está convencido(a) de su conclusión y esperar que también serán
convencidas sus escuchas.
Hasta ahora hemos hablado del acto de habla como si fuera
Austin postuló la necesidad de identificar los verbos (o expre-
una sola entidad que consiste en acciones como las arriba
siones verbales) performativos explícitos para cada lengua y
mencionadas (de prometer, bautizar, nombrar, etcétera), sin
calculó que había unos 10,000 en el inglés. Luego los agrupó en
embargo, Austin postuló que un acto de habla está formulado
cinco clases: 1) verbos de judicación, o judicativos (verdictives),
por tres subactos, a saber: 1) un acto locucionario que consiste
2) verbos de ejercicio, o ejercitativos (exercitives), 3) verbos de
en producir una serie de sonidos (o marcas gráficas) con un
compromiso, o compromisorios (commissives), 4) verbos de
cierto sentido y una cierta referencia; 2) un acto ilocucionario
comportamiento, o comportativos (behabitives) y 5) verbos de
con una “fuerza ilocucionaria”, ésta entendida como su condi-
exposición, o expositivos (expositives).
ción de promesa, amenaza, petición, recomendación, etcétera;
Los verbos judicativos consisten en emitir un veredicto o un
y 3) un acto perlocucionario que se refiere al efecto que tiene
juicio que puede ser oficial o informal, final o tentativo. Ejemplos
el acto ilocucionario sobre el destinatario.13 La distinción entre
son: absolver, condenar, considerar, estimar, valuar, calificar,
el acto ilocucionario y el perlocucionario es crucial ya que el
diagnosticar, calcular. También se incluyen expresiones como
efecto pretendido no siempre resulta el efecto real o aun cuando
“yo lo interpreto como…”, “creo que…”.
se logra el efecto pretendido, a veces hay efectos secundarios
Los verbos ejercitativos consisten en “dar una decisión a favor
no buscados ni deseados. Por ejemplo, si al intentar adver-
o en contra de cierta línea de conducta, o abogar por ella. Es una
tir a una amiga, decimos Hace mucho frío en Nueva York en
decisión sobre algo que tiene que ser u ocurrir, en lugar de que
enero, nuestra amiga pueda alarmarse y cancelar su viaje. O el
algo es así (los judicativos)” (1962:155). Es ejercer influencia o
estudiante que interpreta una advertencia del profesor sobre
poder. Ejemplos son: ordenar, nombrar, legar, perdonar, adver-
la necesidad de entregar sus trabajos sin faltas de ortografía
tir, recomendar, exhortar, aconsejar, multar, votar por, despedir,
como si fuera una amenaza y se siente con derecho de alegar
excomulgar, clausurar, inaugurar, acusar, denunciar.
que se tiene un prejuicio en su contra. Austin distinguió entre
Los verbos compromisorios, como indica su nombre,
el efecto perlocucionario buscado (el “objeto perlocucionario”)
comprometen al enunciador a una acción en el futuro. Es asumir
y un efecto secundario no deseado (la “secuela perlocuciona-
una obligación o declarar una intención. Por ejemplo, prometer,
ria”). De hecho hay actos que sólo son perlocucionarios, como
dar la palabra, comprometerse, proponerse, oponer, apoyar, tener
persuadir, convencer, molestar, asustar, sorprender, humillar,
la intención de…, garantizar, apostar.
conmover. Un enunciador no puede decir: Te persuado…, te
Los verbos comportativos incluyen la noción de una reacción
asusto…, sino que al realizar otros tipos de actos ilocucionarios
frente a la conducta y fortuna de otras personas y las actitudes y
puede lograr persuadir o asustar a alguien. Los ciudadanos
expresiones de actitudes frente a la conducta pasada o inminen-
pueden quedar convencidos de lo acertado de lo que propone
te de alguien más. Como ejemplos tenemos: ofrecer disculpas,
un político después de oír aseveraciones, acusaciones, descrip-
agradecer, deplorar, congratular, felicitar, dar el pésame, resentir,
ciones, etcétera, pero el político sólo puede afirmar que él o ella
criticar, quejar, aplaudir, dar la bienvenida, bendecir, maldecir,
saludar.
13. También traducidas como locutivos, ilocutivos y perlocutivos.
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Finalmente, los verbos expositivos se usan en actos de podemos dar al hablante una lista finita de maneras posibles para
exponer puntos de vista o argumentos y para clarificar razones, referir a esta acción (Ibíd.:84, traducción nuestra).14
referencias, términos, teorías, etcétera. Algunos ejemplos son:
afirmar, negar, aseverar, describir, identificar, preguntar, mencio- Aunque, para muchos, postular un conjunto finito de reglas para
nar, informar, contestar, testificar, reportar. realizar un acto de habla es el problema principal con una teoría
del discurso basada en actos de habla, para otros no existe tal
dificultad. Sinclair y Coulthard (1975), por ejemplo, proponen
Algunos problemas no resueltos que hay un número infinito de maneras de hacer peticiones
Reglas discursivas, ¿juegos lingüísticos o marcos? indirectas sólo si uno considera el acto en aislamiento, pero que en
una interacción verbal real, las restricciones del discurso previo,
Mientras que algunos de los problemas relacionados con la del tema, de la situación y de las intenciones reales del hablante
teoría de los actos de habla fueron reconocidos por Austin para el desarrollo de la conversación, limitarán seriamente las
mismo, otros han sido identificados durante investigacio- opciones posibles.
nes posteriores. El problema más general tiene que ver con Hay muchas semejanzas entre la propuesta de Austin de que
la necesidad de incorporar las nociones básicas de la teoría, “El acto de habla total, en la situación de habla total, constituye
junto con otros fenómenos del uso del lenguaje, a un modelo el único fenómeno real que, en última instancia, estamos tratando
integral cognitivo que explique la capacidad comunicativa del de elucidar” (1962:148) y la importancia que el filósofo Ludwig
ser humano. Wittgenstein da en su obra Investigaciones filosóficas (1958) al
Labov y Fanshel (1977), en un estudio sobre el discurso uso del lenguaje y a los “juegos lingüísticos”. Para Wittgenstein
terapéutico, elaboraron las reglas de éxito de Searle y además “el significado de una palabra es su uso en la lengua” (p. 20) y
propusieron que las diferentes maneras de realizar actos indirec- usar la lengua es participar en un juego en el cual el significado
tos pueden ser caracterizadas o descritas con respecto a: 1) el de los elementos vuelve evidente como va avanzando el juego.
estatus existencial, 2) las consecuencias, 3) el tiempo y 4) las Aprendemos a manejar una lengua no porque conocemos
condiciones previas de la acción. En cuanto a las últimas, sin un conjunto de reglas prescriptivas que nos dice cómo usarla
embargo, advierten que: en cualquier situación, sino porque participamos en un gran
número de “juegos lingüísticos”, cada uno de los cuales está
Está claro que hay un número ilimitado de formas de referir a las
condiciones previas, y este hecho resulta ser un problema serio si
determinado por un contexto y unas convenciones sociales.
queremos establecer relaciones firmes entre estas reglas discursivas
y la producción real de enunciados. No es para nada obvio que se
puede escribir una gramática generativa que nos llevaría del acto 14. It is clear that there are an unlimited number of ways in which we can
de habla subyacente a las formas reales de enunciados. Podemos refer to the preconditions, and this poses a serious problem if we want to
identificar un enunciado como un acto X a posteriori, pero no make firm connections between these discourse rules and actual sentence
production. It is not at all obvious that a generative grammar could be written
that would carry us from the underlying speech action to the actual sentence
forms. After the fact, we can identify a given remark or question as a refer-
ence to an underlying action X, but we cannot give the speaker a finite list
of possible ways in which to refer to this action (p. 84).
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De hecho, Wittgenstein negó que exista un conjunto cerrado ejemplo, agradecer a alguien diciendo ¡Me encantan los chocola-
de funciones (“actos” para Austin) que se puede realizar en tes! o ¡Qué bonitas flores! no es inusual pero no existe una regla
una lengua; más bien, hay tantos actos como hay papeles en en el español como: “decir: ¡Me encantan los chocolates! cuenta
un número indeterminado de juegos lingüísticos (1958:10-11). como un acto de agradecer”. Quizá pudiéramos postular una
La noción de “juego lingüístico” encontró un corolario en convención muy general que dice que cualquier valoración
el análisis del discurso (igual que en estudios de inteligencia positiva del objeto, si se trata de un regalo, cuenta como un
artificial y la psicología cognoscitiva) en el concepto de esque- agradecimiento, pero luego existen los casos donde comentar
ma inferencial o “marco” (frame). Un marco, en este sentido, es algún aspecto del objeto puede comunicar más bien la intención
un conjunto de conocimientos que sirve de base para hacer las de criticar o menospreciar el regalo proferido: ¡Me encantan las
inferencias necesarias para entender un enunciado. El marco rosas! funciona si el regalo está compuesto solamente de rosas,
corresponde a actividades sociales típicas, tales como “dar pero no si hay una sola rosa en el arreglo.
clases”, “ir de compras”, “participar en juntas”, “interactuar en la Claramente el reconocimiento de la intención del hablante,
familia”, etcétera (véanse Gumperz, 1977; Tannen, 1979; Levin- por parte del oyente, juega un papel primordial y Austin llegó
son, 1983; Lakoff, 2007; entre otros). a la conclusión de que si no existiera tal reconocimiento (lo
Hasta la fecha la polémica sobre la naturaleza de un modelo que llamó “aprehensión ilocucionaria”, illocutionary uptake),
explicativo del uso del lenguaje sigue en el centro de los debates el acto no se realizaría. Pero aun cuando tal reconocimiento
en el campo de la pragmática lingüística. En parte el origen de sí existiera, ello no garantizaría el éxito del acto. La novia que
tales controversias tiene que ver con la profundidad de lo que escribe una nota al invitado a la boda, agradeciendo “el precioso
podemos llamar la “indirección” o falta de transparencia en el florero” cuando el regalo fue un tazón, probablemente causará
uso del lenguaje. En efecto, las personas no dicen (explícita y indignación, aun cuando el receptor entienda perfectamente
literalmente) lo que quieren decir; puede haber mucha distan- la intención detrás de la nota. Por otro lado, a veces se puede
cia entre lo dicho y la intención comunicativa, y hay múltiples lograr un acto bajo las condiciones más adversas. Por ejemplo,
niveles de significado entre el significado literal de un enunciado podemos lograr saludar a un extranjero que no entiende el
y el acto que pretende cumplir. Ejemplificaremos algunos de los idioma acompañando las palabras con gestos, expresiones de
problemas. la cara y un tono de voz que parecen amables.
En primer lugar, Austin propuso, como la primera de las La Teoría de H. P. Grice
condiciones de éxito o cumplimiento, que debe existir un proce-
dimiento convencional aceptado para llevar a cabo un acto y, El trabajo del filósofo del lenguaje H. P. Grice, aunque no trata
sin duda, hay aspectos culturalmente establecidos para muchos directamente los problemas que planteó Austin, ha tenido una
actos. Por ejemplo se acepta que se puede utilizar la forma influencia muy importante en la teoría de los actos de habla.
imperativa de un verbo para hacer una petición: Pásame la sal, Grice postuló la idea de que la comunicación ordinaria no
o decir Hola (como parte de una lista muy finita de opciones) sucede directamente por medio de la puesta en práctica de
para saludar a alguien, pero hay casos en los cuales sería difícil las reglas lingüísticas, sino que el enunciado sólo nos provee
reconocer el aspecto convencional de ciertos enunciados. Por pistas que nos permiten inferir la intención comunicativa del

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enunciador. Grice distinguió entre dos tipos de inferencias que unos ejemplos de cómo pueden funcionar las cuatro categorías
permiten interpretar el significado de un enunciado: 1) las que de máximas.
son de la implicación lógica o “entrañamiento” (entailment) y las La máxima de cantidad requiere que un hablante proporcione
que él llamó implicaturas (implicatures). Las primeras se refieren la información suficiente, pero no más que la suficiente, para
a las implicaciones o presuposiciones que conllevan las palabras lograr el propósito del acto comunicativo. Así, por ejemplo, si
y oraciones como tales (por ejemplo, el enunciado Pedro dejó alguien dice:
de fumar implica lógicamente que antes Pedro fumaba, debido 1) Patricia tiene dos hijos
a la definición de la frase “dejar de” (hacer algo), o la oración implica (en términos de Grice “conlleva la implicatura”) que
Patricia tiene dos hijos implica, en la lógica formal que tiene un tiene sólo dos hijos, aunque pudiera tener, en sentido lógico
hijo, ya que la definición de la palabra dos es uno y uno). Las estricto, dos o cualquier número mayor que dos. No hay contra-
implicaturas conversacionales, por otro lado, se refieren a todo dicción lógica ya que si tiene, por ejemplo, siete hijos, es verdad
lo que se comunica que no está expresado por lo dicho explícita que tiene dos (tampoco se le puede acusar de mentir en sentido
y literalmente. estricto). Sin embargo, si asumimos, como propone Grice, que
Para que el oyente pueda determinar cuáles de las implicatu- el hablante está siguiendo la máxima de cantidad, Patricia debe
ras posibles son pertinentes para la interpretación, Grice (1957; tener dos y no más de dos hijos. Por otro lado, podemos imagi-
1975; 1978) propone un principio general y nueve máximas nar un contexto en el cual el propósito del intercambio es el de
que sirven como normas generales que “orientan” a los inter- determinar si Patricia cumple con los requisitos de recibir ayuda
locutores y que ellos presuponen compartidas. Según Grice, económica del Estado, y uno de los requisitos es el de tener por
debemos considerar un intercambio verbal como una forma lo menos dos hijos. En este caso, el enunciado proporciona la
de comportamiento cooperativo, en el cual cada participante cantidad de información necesaria.
reconoce un propósito o conjunto de propósitos comunes. La máxima de la “calidad” requiere que no digamos lo que
Existe, en cada momento, la posibilidad de emitir un enunciado creemos que es falso ni tampoco aquello de que no tenemos las
“no apropiado” o “no pertinente” a tales propósitos. Entonces pruebas suficientes. Usando el mismo ejemplo, si el hablante
propone que (ceteris paribus) los participantes actúan según un afirma Patricia tiene dos hijos, el oyente tiene el derecho de
principio general de cooperación, que formuló así: “Haga su pensar que el hablante lo cree y que tiene la información adecua-
intervención apropiada (such as is required) según el momento da para creerlo. Por supuesto, Grice reconoció que los hablantes
en que ocurra y el propósito reconocido, del intercambio verbal pueden equivocarse y también decir cosas que saben que son
en el cual participa” (1975:45, traducción nuestra). Las cuatro falsas o que no saben con seguridad si sean verdaderas. Existen
categorías en que agrupó las máximas son las de “cantidad”, las mentiras (directas, indirectas o por omisión), las equivo-
“calidad”, “manera” y “relación”. Reconoció que las máximas, caciones, e incluso las normas culturales que “obligan” a ser
con frecuencia, no se cumplen e incluso que pueden ser violadas cortés o parecer cooperativo, (muy comunes en la comunicación
para lograr ciertos efectos comunicativos deseados.15 Daremos humana), pero si las personas siempre dijeran lo que creen falso

15. Es importante aclarar que las máximas se aplican sólo a lo que se llama
la “comunicación ostensiva” – lo que tenemos la intención de comunicar – y no a lo que comunicamos “sin querer”.
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o si siempre se equivocaran, la comunicación no sería posible y tienen que ser interpretados como “no pertinentes” (quizá son
no tendría ninguna función ventajosa para la vida social. más evidentes en ciertos casos patológicos del uso del lenguaje);
La máxima de “manera” (manner) señala que los interlocu- segundo, sólo si asumimos que opera esta máxima, podemos
tores deben intentar ser “claros”, “breves”, “ordenados” y deben interpretar muchos enunciados adyacentes que aparentemente
“evitar la ambigüedad”. Ser “ordenado” tiene que ver con la no tienen nada que ver con lo que se ha dicho antes, como en
expectativa de que nos van a relatar los sucesos en el orden el siguiente ejemplo:
en que ocurrieron. Por ejemplo, en el lenguaje ordinario, las 6) A: ¿Qué opinas del discurso del Presidente?
interpretaciones de los ejemplos 2) y 3) van a ser muy distintas: B: Estoy haciendo la cena.
2) Pancho Villa montó en su caballo y salió del pueblo. Sólo si asumimos que el enunciado de B es pertinente en algún
3) Pancho Villa salió del pueblo y montó en su caballo. sentido, podemos interpretarlo como una repuesta parcial
En 2) se infiere que Villa salió del pueblo montado en un caballo, a la pregunta de A; por ejemplo, No puedo contestarte ahora
mientras que en 3) no se puede hacer esta inferencia. porque estoy ocupado haciendo la cena. La inferencia que los
Consideremos los ejemplos 4) y 5), participantes en un intercambio verbal siempre intentan ser
4) Juan Charrasqueado se bebió una botella de tequila y mató a pertinentes –en algún nivel– es fundamental para poder explicar
su amigo. la coherencia de muchos enunciados adyacentes (o no) en un
5) Juan Charrasqueado mató a su amigo y se bebió una botella acto comunicativo.
de tequila. Como señalan Sperber y Wilson (1986, 1995), el enfoque
En estos ejemplos, además de las inferencias en torno a la inferencial de Grice contribuyó de una manera fundamental
secuencia de las acciones, se les agregan unas causales. Es decir, al desarrollo de la pragmática lingüística, ya que hizo posible
parece que si el contexto lo permite, inferimos que una acción explicar cómo un enunciado, que es sólo una representación
que precede a otra es también la causa de la segunda. incompleta y ambigua de un pensamiento, puede sin embargo
En lo que se refiere a la claridad, la brevedad y la ambigüedad, comunicar un pensamiento completo y no ambiguo. De todas
el cumplimiento de la máxima siempre dependerá del propósito las interpretaciones posibles de un enunciado, el oyente puede
y la capacidad del hablante, igual que la interpretación depen- asumir que el hablante espera que el oyente deseche todas
derá de las capacidades y percepciones del oyente.16 aquellas que no se conforman al principio de la cooperación y
Por último, Grice propuso una máxima de “relación”: la inter- a las máximas.
vención debe ser pertinente, o sea, estar relacionada, de alguna
forma, con el propósito de la conversación. Ésta es la máxima Actos de habla, implicaturas, la comprensión y el análisis
más interesante por varias razones: primero, como observa de textos
Grice, es difícil encontrar enunciados que obligatoriamente Hasta ahora los problemas señalados han tenido que ver con
el uso no figurado del lenguaje y muchos de los ejemplos son
más típicos del lenguaje oral que del escrito. Sin embargo,
16. Investigaciones sobre una amplia gama de lenguas y culturas han las mismas dificultades se presentan en discursos escritos (y
mostrado que el grado y la frecuencia con las cuales se siguen las máximas
de Grice pueden variar considerablemente (véase, por ejemplo, Goddard y
orales en contextos formales). Por ejemplo, los problemas de
Wierzbicka, 1997, entre otros). comprensión de lectura más apremiantes para muchos alumnos
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universitarios (y consecuentemente también para sus profeso- caso de la comunicación verbal, las inferencias extraídas de los
res) surgen cuando los autores de los textos asignados recurren enunciados previos (inmediatos o no). Lo que determina cuáles
a mecanismos retóricos como la ironía, o asumen la voz de de estos factores de la memoria a largo y a corto plazo van a
otros autores (con los cuales no están necesariamente de acuer- ser seleccionados es la búsqueda de la pertinencia, la última
do), a la hora de exponer las posiciones de estos últimos. Las máxima de Grice (Sperber y Wilson, 1986:41). Dado que un
analistas del discurso Calsamiglia y Tusón (1999) nos ofrecen emisor no puede estar seguro con respecto a qué suposiciones
un ejemplo de cómo un grupo de universitarios españoles (“conocimiento”) existen en la memoria del receptor, ni cuáles
malinterpretaron un texto célebre de Marx y Engels. Como no seleccionará, en lugar de decir que intenta “transmitir o inducir
reconocieron la ironía del autor, entendieron que el autor se un pensamiento” en el receptor, se debe postular que el emisor
asumía a la posición de sus adversarios y no percibieron lo que intenta “modificar el entorno cognitivo” del receptor.
en realidad era una crítica. Ejemplos como éste no son privativos Para docentes e investigadores en el campo de análisis del
de España, sino que ocurren con demasiada frecuencia en todas discurso, el problema persiste en decidir qué teorías deben usar
las aulas universitarias. Recientemente, algunos estudiantes para realizar análisis de los textos o discursos que forman su
de la łĮĺ–Xochimilco interpretaron un artículo periodístico objeto de estudio. A pesar de los problemas que todavía aquejan
como un elogio de los programas sociales del actual gobierno a la teoría de los actos de habla y los desarrollos subsecuentes,
de México, porque el escritor decidió asumir la voz del gobier- parece razonable sugerir que la luz que arrojan sobre la natura-
no y transmitir su crítica a través de la ironía. En los dos casos, leza de la comunicación humana es suficiente para que sigan
según Austin (ver supra), para los estudiantes fallaron tanto el formando parte del acervo de los postulados fundamentales
acto de habla de criticar, como la estrategia retórica discursiva que todavía no merecen ser abandonados.
de la ironía. Es decir, como sucede con mucha frecuencia, no se
logró la comunicación buscada Bibliografía
En el caso de estos lectores, podemos conjeturar si lo que les Austin, John L. (1961) “Performative utterances”, Philosophical
faltaba era conocimiento suficiente del mundo, del contexto o Papers, 2ª ed., J. O. Urmson y G. J. Warnock, (eds.), Oxford
del tema mismo. El problema de cómo incorporar el concepto University Press, Oxford, pp. 233-252. Reimpreso en A. P.
de contexto en una teoría de la comunicación sigue siendo uno Martinich, ed. The philosophy of language, Oxford Univer-
de los más problemáticos. Al contrario de muchos analistas del sity Press, Oxford y Nueva York, pp. 105-114
discurso, Sperber y Wilson (1986, 1995) postulan que el contex- ___ (1962) How to do things with words, ĺĶŁ Press, Cambridge,
to nunca es dado y no puede ser explicado como “conocimiento Mass. (Trad. castellana por Genaro R. Carrió y Eduardo
compartido”, sino que es mental y consiste en las suposiciones A. Rabossi en Ediciones Paidós, Cómo hacer cosas con
seleccionadas por el receptor de su memoria a largo plazo y las palabras. Palabras y acciones, Barcelona, 1981.)
que se crean en la mente en el momento de la comunicación (es Calsamiglia Blancafort, Helena y Tusón Valls, Amparo (1999)
decir, el contexto se modifica como avanza el discurso). Estas Las cosas del decir. Manual de análisis de discurso, Ariel,
últimas incluyen información del entorno físico inmediato que Barcelona.
el estímulo comunicativo sugiere pueda ser pertinente (por Frege, G. (1892) “Über Sinn und Bedeutung”, Zeitschrift für
ejemplo la situación muy sui generis del salón de clase) y, en el Philosophie und philsophische Kritik, 100, pp. 25-50. Trad.
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Villanueva Ensayos de semántica y filosofía de la lógica, tica, Teide, Barcelona).
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Alfonso García Suárez y Ulises Moulines a partir de la 3a.


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