Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
medio de la contaminación
La contaminación del agua en el lago Titicaca, que comparten Bolivia y Perú,
se ha agravado y activistas como Maruja Inquilla son, incluso, amenazados
de muerte por denunciar el hecho.
Al azul cristalino del agua y al amarillo de las lanchas "caballitos de totora”, que era
usual ver desde las orillas del lago Titicaca, se ha sumado una franja gris conformada
por desechos domésticos y residuos generados por la minería. La dramática situación
que hoy viven los pobladores de las riberas del lago, que comparten Bolivia y Perú, está
acabando con la fauna y flora del lugar, pero sobre todo con su salud.
Más información:
-Confirman desaparición de lago boliviano
-Polución amenaza ecosistema del lago Titicaca
Más de 20 ríos desembocan en el lago navegable más alto del mundo (de alrededor
4.000 metros de altitud). La basura doméstica, los desperdicios de hospitales y de
negocios provenientes en su mayoría de Juliaca, en la región peruana de Puno, que son
arrojados por sus habitantes al río Coata terminan estancados en las orillas del
Titicaca. Sin embargo, la mayor contaminación es provocada por mineras de oro
ilegales y también legales.
Entre lágrimas, la pobladora del distrito de Coata, Maruja Inquilla, relata a Deutsche
Welle que debido a la fuerte contaminación los niños de la zona están enfermando y
muriendo frente a la indiferencia de las autoridades que no hacen nada: "Hicimos
protestas cuando murieron niños y no pasó nada. La contaminación ha aumentado,
antes habían peces, ahora ya no hay. En cinco años más, todas las especies del Titicaca
estarán en peligro. Por eso, y a pesar de que nos amenazan de muerte, vamos a seguir
reclamando. Si vamos a morir así, moriremos, pero hay que hacer algo”.
Muchas promesas, pocas obras
Al respecto, el actual presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, anunció en enero de
este año que su Gobierno invertirá 437 millones de dólares en la construcción de diez
Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR). Sin embargo, no hay ningún
avance hasta el momento. Durante su gestión, Ollanta Humala (2011-2016) también
prometió mucho pero hizo poco. Del lado boliviano, el presidente Evo Morales ha
prometido 85 millones de dólares de inversión, pero los afectados aún siguen
esperando.