Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Diagnóstico Funcional de Marismas Nacionales
Diagnóstico Funcional de Marismas Nacionales
DIRECTORIO
CONAFOR
Gerencia de Reforestación
Manuel Blanco y Correa (Ed.), Francisco Flores Verdugo, Mario Arturo Ortiz Pérez, Guadalupe de la Lanza Espino, Jorge López
Portillo, Ignacio Valdéz Hernández, Claudia Agraz Hernández, Steven Czitrom, Evelia Rivera Arriaga, Asunción Orozco, Gloria
Alicia Jiménez Ramón, Daniel Benítez Pardo, Julio Gómez Gurrola, Alfonso Ángel González Díaz, Miriam Soria Barreto, George
Otis Kruse, Edwin Alberto Jacobo Sapién, Gabriela López Cano, Héctor Blanco Fuentes y Ricardo Blanco Fuentes. 2011. Diag-
nóstico Funcional de Marismas Nacionales. Informe final de los convenios de coordinación entre la Universidad Autónoma
de Nayarit y la Comisión Nacional Forestal con el patrocinio del Gobierno del Reino Unido, Tepic, Nayarit. 173 páginas, 84
mapas + 1 DVD.
Diagnóstico Funcional de
Marismas Nacionales
Especialistas en Manglares que han contribuido a la formulación de este Diagnóstico:
M. en C. Manuel Blanco y Correa, UAN (Editor)
PRÓLOGO
El Diagnóstico Funcional de Marismas Nacionales que nos toca hoy prologar es
una obra muy importante para la Universidad Autónoma de Nayarit por varias razones
muy significativas tanto para sus funciones académicas, de investigación científica y for-
mación de investigadores y profesionistas, como para su función social de contribuir a la
solución de los grandes problemas de nuestro Estado y nuestro País.
Es una obra muy sui-generis en varios sentidos, distante de los “Informes por
Contrato de Servicios” normales (que abundan en recuentos repetidos de elementos y
parámetros naturales y/o sociales de la realidad cuya competencia y jurisdicción está a
cargo de la parte contratante) es a la vez un producto académico de originalidad fecunda
y producto adecuado para la toma de decisiones acerca de los humedales forestales es-
tuarinos de esta región. Se ha desarrollado mediante el convenio de coordinación fir-
mado entre la Universidad Autónoma de Nayarit y la Comisión Nacional Forestal en dos
partes, la primera el 24 de noviembre del 2009 y la segunda el 25 de agosto del 2010.
Por último los autores, celosos de cumplir con el acceso a la información, agregan
en el DVD una gran cantidad de Anexos entre los que destaca la cartografía digital de las
cuencas, subcuencas y sistemas mareales (estos últimos objeto de casi todos los análisis)
que ofrecen para todo público en formato digital accesible desde el programa público
y gratuito Google Earth, de manera que (previa descarga de dicho programa) podemos
tener los 84 mapas que representan los diversos aspectos de este Diagnóstico Funcional
de Marismas Nacionales a solo un clic de una PC o Laptop. Enhorabuena, me congratulo
de coordinaciones tan fecundas y comprometidas.
CONTENIDO
Agradecimientos............................................................................................................... 5
Presentación..................................................................................................................... 7
Resumen......................................................................................................................... 13
Introducción.................................................................................................................... 14
I. Delimitación y Georeferencia de Humedales Forestales Estuarinos............................. 20
II. Regionalización Hidrogeomorfológica de Humedales Forestales Estuarinos .............. 38
III. Clasificación Hidrogeomorfológica de Humedales Forestales Estuarinos................... 56
IV. Definición de Funciones Hidrogeomorfológicas de los Humedales Forestales Estuari-
nos.................................................................................................................................. 73
V. Caracterización de Perfiles Funcionales Hidrogeomorfológicos de Humedales Forestales
Estuarinos....................................................................................................................... 90
VI. Evaluación de la Aptitud Funcional Hidrogeomorfológica de Humedales Forestales Es-
tuarinos......................................................................................................................... 111
VII. Inventario de Presiones Antropogénicas en Humedales Forestales Estuarinos....... 120
VIII. Diagnóstico de Funciones Hidrogeomorfológicas en Humedales Forestales Estuari-
nos................................................................................................................................ 129
IX. Prescripción de Manejo para la Conservación y Restauración de Humedales Forestales
Estuarinos..................................................................................................................... 138
X. Lineamientos Propuestos para un Plan de Acción Regional de Conservación y Restaura-
ción de Humedales Forestales Estuarinos..................................................................... 147
XI. Conclusiones............................................................................................................ 155
XII. Recomendaciones................................................................................................... 161
Bibliografía.................................................................................................................... 166
Glosario......................................................................................................................... 170
AGRADECIMIENTOS
La Universidad Autónoma de Nayarit agradece al Proyecto Especial CONAFOR–REI-
NO UNIDO la confianza que le otorgó para coordinar el Diagnóstico Funcional de Maris-
mas Nacionales (en adelante DFMN) trascendente en la región en tiempos cruciales para
el destino de este Sitio Ramsar y para precisar estrategias a seguir para su conservación,
protección, restauración, manejo y aprovechamiento sustentable.
PRESENTACIÓN
Marismas Nacionales (en seguida MaNa) es una región muy especial, regional, na-
cional e internacionalmente. Su complejo arreglo hidrológico reúne la descarga, super-
ficial de sus 12 ríos (con destino lacustre 10 y marino 2) y subterránea de sus acuíferos
aluviales asociados así como del acuífero volcánico La Cebadilla, a un sistema estuarino
interconectado de más de 170,000 ha, protegido del mar por llanuras litorales de barre-
ras arenosas, pero comunicado a la marea mediante 14 bocas marinas (13 naturales y 1
artificial). Región que como pocas ha captado un interés y admiración de investigadores
e instituciones nacionales e internacionales que se expresa en la priorización de su im-
portancia: su designación múltiple como territorio de primer nivel continental y nacional
en la conservación así lo demuestra nacional e internacionalmente:
Los retos del conocimiento aplicado en los sistemas de MaNa son de identidad,
distribución, función, valoración y manejo diversificados, aspectos que no pueden más
asumirse como únicos y generalizables a toda la región. Es decir, no podemos, con res-
ponsabilidad, plantear ÉL MANEJO de MaNa, sino LOS MANEJOS de sus diversas uni-
dades, hoy día el manejo indiferenciado de los manglares u otros humedales estuarinos
forestales de MaNa es un discurso que parece música de fondo (académica, social, cívica,
empresarial y de gestión pública), del aumento y/o permanencia de deterioro ambiental,
con ritmo de semejanza que respalda la armonía ignorante de su distribución espacial
con una melodía monótona de lugares comunes equívocos sobre su resistencia-resilien-
En ese contexto, este DFMN fue posible por varias coincidencias afortunadas y
poco comunes en la gestión ambiental. 1) el interés de la Comisión Nacional Forestal
-CONAFOR- de impulsar el manejo sustentable de ecosistemas de manglar a nivel na-
cional (mediante subsidio social que mueve a legítimos poseedores de manglares a par-
ticipar en su manejo); 2) la distinción internacional del Reino Unido de apoyar y financiar
la conservación de manglares en MaNa como mitigación ante el cambio climático; 3) su
reciente decreto como Reserva de la Biósfera en Nayarit; 4) el gran interés en el tema del
Consejo Estatal Forestal de Nayarit que se ha involucrado en su revisión desde el inicio; 5)
la operación institucional del GTMN (encomiado por auditores de Ramsar que recomen-
daron integrar un grupo similar interestatal Nayarit-Sinaloa); 6) la proyección internacio-
nal del Festival Internacional Anual de las Aves de San Blas; 7) la realización del “Taller
para la Definición de la Escala y Metodología para la elaboración de un diagnóstico am-
biental y Zonificación de los Manglares del Estado de Nayarit”, cuyos expertos nacionales
en manglares propusieron y acordaron, a requerimiento explícito de CONAFOR, el INE y
la Delegación de la SEMARNAT en Nayarit, que el DFMN fuera encabezado institucional-
mente por la UAN; y 8) entre otras, la larga trayectoria en el estudio de la región y su
problemática de: a) el laboratorio de investigación en Ecología Costera de la SIP-UAN,
que inicio formalmente investigaciones sobre los ecosistemas forestales estuarinos de
MaNa en 1990, b) de cuatro de los investigadores ya citados (Doctores Flores-Verdugo,
Ortiz Pérez, De la Lanza Espino y Valdéz Hernández), y c) de un investigador canadiense
(Dr. John Kovacs).
Así pues, nos propusimos evitar a toda costa un enfoque sectorial (aún fuera de
conservación) y decidimos apostar por la máxima intersectorialidad, bajo dos simples
premisas, familiares a los conocedores de la zona: MaNa es, por naturaleza e historia
una región: 1)…dominada por procesos hidrogeomorfológicos en todas sus unidades
y actividades; y 2)…de uso concurrente muy intenso y dinámico en que coexisten, y se
determinan mutuamente, pesca, acuacultura, agricultura, ganadería, turismo, servicios,
etc.
Por tanto, propone principios, tanto sectoriales forestales (de conservación y res-
tauración forestal de humedales) como intersectoriales ambientales (de integrar linea-
mientos transversales de manejo ambiental, conservación y restauración de ellos) en la
regíon; desde el enfoque hidrogeomorfológico (HGM). Tales exigencias se han asumido
por el Proyecto CONAFOR-REINO UNIDO a través, entre otros componentes, de este es-
tudio. Por ello, su importancia deriva de aportar elementos de análisis forestal congruen-
tes con las funciones propias de humedales estuarinos que tienen estos bosques.
El DFMN reconoce que el deterioro forestal de los manglares presenta rasgos co-
munes a lo largo de la región, pero, no obstante, muestra características particulares
diferentes en cada tipo de humedal forestal estuarino (y aún entre sistemas mareales
del mismo tipo de humedal) por lo que el estudio integrado de sus atributos regionales y
específicos debe hacerse analizando comparativamente a varias escalas su dinámica cos-
tera, siempre considerando: a) los múltiples flujos hídricos, sedimentarios, y biológicos
1
, b) el origen hidro-sedimentario-biogénico específico 2, y c) el desarrollo costero no
líneal 3 de todas sus geoformas estuarinas (asi como de las geoformas litorales y deltai-
cas asociadas), adaptando el enfoque hidrogeomorfológico -HGM- (Brinson 1993, 1995;
Brinson, et al. 1995; Clairain 2002; Shafer & Yozzo [eds.] 1998; y Smith 1993, Smith et al.,
1995), y el enfoque español de humedales de flujo subterráneo del Ministerio de Medio
Ambiente (Garcia Mariana 2004; DGOH, 1996) para estudiar los humedales forestales
estuarinos de MaNa.
2
El origen hidro-sedimentario del humedal relaciona la deposición o remoción del sedimento de/por un flujo hídrico (de-
bidas a disminución/aumento de velocidad de la corriente, sea por variación de la pendiente en que fluye, obstrucción/
liberación de obstáculos físicos, o encuentros de diferentes masas hídricas), con el origen y características de su geoforma.
3
El desarrollo costero es no lineal, es decir no mantiene tendencia alguna hacia un “estado final”, por la determinación múl-
tiple y gran dinámica de los procesos costeros que pueden cambiar de dirección y que siempre tienden hacia un equilibrio
de eficiencia de energía cinética hidrosedimentaria.
Así, pues, este libro es el informe final del DFMN diseñado cómo documento que
desarrolla los conceptos y análisis de un diagnóstico funcional HGM de la región, sirve
también como una guía de localización y uso de su vasto conjunto de información sobre
los humedales forestales estuarinos de Marismas Nacionales generada y que es imposi-
ble contener en este volumen. Incluye tres conjuntos de información original generada
sobre los HFE de MaNa, el primero corresponde al texto del informe expuesto en este
libro, el segundo y el tercero se refieren a los anexos informativos, y los anexos cartográ-
ficos integrados en formato digital en el DVD adjunto a este ejemplar, a continuación los
describimos:
al DVD adjunto, contiene las unidades HGM de MaNa -cuencas mareales, subcuencas
mareales y sistemas mareales- para su proyección en Google Earth, que cuenta con los
archivos digitales (en formato *.kml) que corresponden a:
Por último, el DVD incluye una pequeña presentación que explica en detalle la
relación entre la información digital y el DFMN, así como una guía de consulta con ins-
trucciones y orientaciones para localizar y utilizar tal información.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
RESUMEN
Este diagnóstico generó un marco de información interdisciplinaria con expresión espa-
cial para posibilitar análisis sistemáticos e integrales del estado actual de los humedales
forestales estuarinos (HFE) de MaNa. Se aplicaron técnicas de interpretación aereofotográ-
fica, muestreo de campo, análisis de estadísticas/cartografía, y conceptualización de pro-
cesos hidrológicos, sedimentarios, biogeoquímicos y ecológicos, para definir, organizar
tabularmente, y regionalizar la información de unidades hidro-sedimentarias y humedales
forestales estuarinos (HFE) a fin de integrarla en un Sistema de Información Geográfica. De
acuerdo a sus objetivos, se obtuvieron diez resultados: 1. Definición, delimitación y geo-
referencia de la Región Natural de MaNa (487,199 ha) y sus HFE (175,289 ha) vinculán-
dolos hidrológicamente a diez subregiones hidrológicas continentales, catorce cuencas
mareales, y cuarenta y siete subcuencas mareales, mediante criterios de flujo hidrológico y
sedimentario. 2. Regionalización hidrogeomórfica (HGM) jerárquica de los HFE en 56 siste-
mas mareales vinculados hidrológicamente a las unidades anteriores. 3. Clasificación HGM
de los HFE de la región en 21 clases de humedales según su régimen hidrológico combinado
(que incluye escurrimiento, flujo subterráneo, flujo-reflujo mareal, intrusión salina, oleaje,
marejada, evapotranspiración y precipitación pluvial); definiendo y desarrollando los crite-
rios hidrológicos, una clave dicotómica de identificación, un modelo gráfico por cada clase
y la identificación de las clases de humedales en muestreos de los sistemas mareales (15).
4. Definición, identificación, y jerarquización de 13 funciones HGM, diseño de sus indica-
dores pragmáticos y su evaluación en los sistemas mareales. 5. Definición, identificación,
e integración de zonación arbórea (35 patrones) y perfiles funcionales HGM (hidrológico,
sedimentario, biogeoquímico y ecológico, respectivamente) de los sistemas mareales. 6.
Definición y evaluación de la aptitud funcional de los sistemas mareales por clase de hu-
medal. 7. Definición, identificación y cartografía de 13 factores de deterioro ambiental y/o
de estado de salud de los sistemas mareales. 8. Diagnóstico y georeferencia del grado de
salud-disfunción HGM de los sistemas mareales. 9. Prescripción y georeferencia de 33 de
categorías de manejo ambiental para conservación y/o restauración funcional asignadas
diferencialmente a los sistemas mareales. 10. Formulación y redacción de una propuesta de
lineamientos para un Plan de Acción Regional de Conservación y Restauración de todos los
sistemas mareales de MaNa.
Se propone a la CONAFOR gestione ante el GTMN (preferentemente en ambos estados) la
aplicación de este diagnóstico para alinear y orientar los planes y programas de gobierno
en MaNa a la conservación, protección, aprovechamiento sustentable y restauración de hu-
medales forestales estuarinos con criterios HGM.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------
Palabras clave: Humedales forestales estuarinos, enfoque hidrogeomorfológico HGM, man-
glares, Marismas Nacionales, evaluación funcional de manglares, restauración de man-
glares, conservación de manglares.
INTRODUCCIÓN
“En la playa del Colorado la doña miró retirado,
hacia el mar, apuntando resignadamente
con su mano, apenas alzada de la mesa
al sitio, un kilómetro mar adentro (dijo),
donde décadas atrás las palapas
sombreaban la arena, y los pozos
manaban agua dulce”.
M.B.C.
Sin embargo, en las superficies afectadas por esos impactos (salvo, desde luego,
por transgresión marina), coexisten áreas de los HFE más deteriorados y de los mejor con-
servados de MaNa, respectivamente, evidenciando que la respuesta de los humedales a
cada factor no es lineal ni homogénea.
obtenido resultados aplicables con enfoques holísticos capaces de diferenciar los HFE
sin tener que esperar al estudio súper detallado de mil y un especialidades que, seamos
honestos, tardaría más que la destrucción de nuestros humedales (a sus tasas de dete-
rioro actual), lo anterior pese a nuestras diversas limitaciones y las del sistema actual de
investigación científica y gestión pública de los HFE en MaNa.
El CAPÍTULO III clasifica HGM los HFE por su régimen hidrológico, considerando
jerárquicamente sus componentes, propone 21 clases de humedales, para cada una de
las cuales desarrolla un modelo conceptual gráfico, mismas que se incluyen en una clave
dicotómica que facilita la identificación en campo de la clase de humedal de cada sis-
tema mareal, y que se presenta en una lista de estas unidades básicas de muestreo y
análisis del DFMN.
El CAPÍTULO VI define la aptitud funcional de los HFE para las 13 funciones HGM
de tercer nivel, estableciendo su desempeño relativo por clase de humedal.
de los HFE.
Por último el Glosario de Términos Usados, brinda la definición de todos los térmi-
nos (principalmente técnicos, aunque también incluye acrónimos) pertinentes del docu-
mento (se identifican a lo largo del texto con negritas).
S
I
E
R
R
A
M
A
D
R
E
O
C
C
I
D
E
N
T
A
L
Tepic
C.V.T.M.
(b)
Sinaloa
M
A
R
I
S
M
A
S
N
A
C
I
O
N
A
L
E
S
(a)
Nayarit
Océano
Pacífico
La posesión legal de la mayor parte de estas tierras costeras es social, sin excluir
la propiedad privada. Son los ejidos y comunidades sus principales poseedores (sobre
todo en Nayarit) con el privilegio y la responsabilidad de su manejo, el cual, quizá, ha
carecido de la suficiente conciencia y planeación sustentable. Mucho ha influido en ello
el dominio de una visión sectorial del manejo costero, en el que cada actividad plantea
y ejecuta el uso de los recursos costeros ajustado a sus intereses y normatividad secto-
riales, provocando así muchos impactos ambientales adversos en los HFE, ya sea desde
afuera de estos (sectores agrícola, acuícola, hidroeléctrico, urbano, pecuario, de comu-
nicaciones terrestres, etc.) o desde adentro (sectores pesquero, portuario, náutico, acuí-
cola, forestal, etc. Sobre el aprovechamiento forestal de manglar debe señalarse que en
MaNa no ha sido un factor principal de deterioro ambiental). No obstante, también hay
que decir que se ha planteado equivocadamente, que el manejo forestal por si sólo es
capaz de garantizar un manejo costero sustentable, dos hechos irrefutables rechazan
esa concepción sectorial equivocada: a) los procesos ambientales HGM rebasan absolu-
tamente los alcances conceptuales y tecnológicos de cualquier manejo sectorial, sea el
que sea, y b) los marcos jurídicos ambientales y de recursos naturales (de competencia
jurídica diferente) distribuyen derechos y obligaciones concurrentes de jurisdicción es-
pacialmente sobrepuesta a usuarios diversos sectores.
Como consecuencia en parte del enfoque sectorial, así como debido a su descono-
cimiento, los HFE de MaNa se han considerado como bosques terrestres, suponiendo
que la aplicación exclusiva de la normatividad forestal, acompañada de la minimización
de la jurisdicción intersectorial complementaria (hidrológica, ambiental, pesquera, de
navegación, acuícola, ecoturística, de bioconservación, cinegética, etc.) es suficiente para
su manejo adecuado y, de paso, soslayando la legitimidad de otros derechos de sus múl-
tiples actores sociales respectivos (cooperativas pesqueras, empresas, organizaciones de
la sociedad civil, agencias de los tres niveles de gobierno, etc.) frente a la legal posesión
agraria de tales humedales. El caso es que se trata de un territorio en el que se sobre-
ponen derechos concurrentes de uso de recursos naturales: pesqueros, acuícolas, hi-
drológicos, náuticos, mineros, etc., sobre los derechos agrarios a la tierra, condición que
impone la intersectorialidad como condición de sustentabilidad (Blanco et al. 2011).
Además, por otra parte, la región tiene múltiples valoraciones vinculadas con de-
signaciones de conservación, tales como Humedal RAMSAR de importancia internacio-
nal, Área de Protección de Flora y Fauna Silvestre, proyectada Reserva de la Biósfera
Marismas Nacionales Sinaloa, Reserva de la Biósfera Marismas Nacionales Nayarit, AICA
Marismas Nacionales, Área Marina de Importancia para la Conservación, Región Terres-
tre Prioritaria, Región Hidrológica Prioritaria, Región Marina Prioritaria, etc., y recibe
anualmente poblaciones masivas de aves migratorias, considerándose como un sitio de
importancia internacional en las rutas de migración de aves. A cada una de las cuales
le corresponde una superficie designada, cómo resultado de la opinión de numerosos
comités de especialistas en ecología, biodiversidad y conservación que, en general, han
coincidido en valorar su papel en la conservación. Varias de estas designaciones son con-
venios internacionales de validez jurídica vinculante para todas las autoridades mexi-
canas y nos obligan como Estado y Sociedad a su protección (Blanco et al., op. cit.).
Esta definición la considera como territorio conectado HGM por mezcla de flujos e
inundaciones de agua/sedimentos de origen diverso, en proporciones y ritmos varia-
dos de cuencas continentales y bocas al mar, según su posición geográfica. Incluye lla-
nuras aluviales de sus doce ríos: Navarrete, Sauta, El Palillo, Grande de Santiago, San
Pedro-Mezquital, Bejuco, Rosamorada; San Francisco, Acaponeta, Las Cañas, Escuinapa,
y Baluarte; estuarios y lagunas de sus catorce cuencas mareales: La Guanera, Las Islitas,
San Cristóbal, El Pozo-El Rey, Boca Cegada, Los Baños, Estuario Rio Santiago, Los Corchos,
El Sesteo, Mexcaltitán, Agua Brava, El Colorado-La Palicienta, Teacapán-Agua Grande y
Laguna Grande-Chametla; y llanuras litorales formadas por deriva litoral de sedimentos
de los ríos Grande de Santiago y Baluarte: Matanchén, El Rey, Villa Juárez, El Sesteo, Barra
de Camichín, San Andrés-Santa Cruz, Puerta de Palapares, Palmar de Cuautla-Novillero,
Teacapán y El Majahual.
Fig. 2. (PAG. ANT.) Reducción del Mapa I. Región Natural y Áreas con Designación
Oficial de Conservación de Marismas Nacionales. La Región Natural del DFMN está vin-
culada al Área Marina de Importancia para la Conservación y a la Región Marina Prioritaria; se in-
cluye en la Región Hidrológica Prioritaria, coincide mayormente con la Región Terrestre Prioritaria
y el Humedal RAMSAR de Importancia Internacional; y contiene, totalmente, a la Reserva de la
Biósfera Nayarit, a la proyectada Reserva de la Biósfera Sinaloa y a la AICA, todas ellas denomi-
nadas como Marismas Nacionales. Además incluye a la proyectada Área de Protección de Flora y
Fauna La Tobara-Singayta-Los Negros (ver Mapa I en el Anexo I).
Los ríos Santiago y Baluarte descargan directo al mar mediante deltas marinos,
controlan la mayor parte del aporte sedimentario grueso responsable de la dinámica
depositaria de playa vía deriva litoral (Curray et al., op cit.), y soportan la función de
Protección Litoral; mientras el resto descarga al mar indirectamente mediante deltas la-
custres, que controlan la mayor parte del aporte sedimentario medio y fino garante del
transporte y deposición aluvial y estuarina, y cargan en gran medida con las funciones
de Mantenimiento del Hábitat y de Productividad Ecológica (Ortiz Pérez, 1988).
Por otra parte, la influencia marina que entraba a MaNa hace décadas por 15 bo-
cas mareales naturales (La Guanera, Las Islitas, El Borrego, San Blas, El Rey, Boca Cegada,
Los Baños, Boca del Asadero, Los Corchos, El Sesteo, Boca de Camichín, Boca de La En-
senada, El Colorado, Boca de Teacapán y Boca de Chametla) actualmente lo hace a través
de 13 de ellas, ya que 2 se han cerrado: El Rey (cerrada antropogenicamente) y El Colo-
rado (cerrada por procesos naturales), además de penetrar ahora por la Boca de Cuautla
(abierta antropogenicamente por apertura del canal homónimo en 1976 con fines de fo-
mento pesquero de camarón). Esta última abertura artificial produjo cambios radicales,
y quizá irreversibles, en el flujo-reflujo mareal en la parte norte de la región (conocida
como sistema Teacapán-Agua Brava).
Área de Estudio
A. Marco Conceptual
dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en
marea baja no exceda de seis metros.” (Secretaría de la Convención de Ramsar, 2006).
Uno de los conceptos que mejor ilustran esa zonación de humedales es el de Con-
tinuum Hídrico en sentido amplio, que muestra en la Figura 3 un modelo vertical general
de zonas expuestas a diferentes condiciones de inundación y/o saturación.
Por otra parte, la Figura 4 ejemplifica, en forma esquemática, los flujos hidrológicos
que inundan y/o saturan la margen izquierda del Río Grande de Santiago. Los regímenes
hidrológicos resultantes de la combinación de tales fuentes generan gradientes hidrológi-
cos, salinos, y sedimentarios sujetos a múltiples patrones de flujo: con elementos unidi-
reccionales, continentales (riparios y freáticos) y atmosféricos (de precipitación pluvial y
evapotranspiración) así como bidireccionales, marinos (mareales e intrusivos).
Fig. 3. Sección Teórica del Principio del Continuum Hídrico entre los Sistemas Terrestres
y los Acuáticos de Aguas Profundas, (DGOH, 1996, citado en García Mariana, 2004). Note el eco-
tono que se establece entre el medio acuático y el terrestre con dos condiciones graduales: inundación
y/o saturación.
Fig. 4. Flujos Hidrológicos que Interactúan con los HFE en la Margen Izquierda del
Río Santiago, MaNa. Se muestran los diferentes tipos de regímenes hidrológicos identificados en
la margen izquierda del Rio Grande de Santiago: escurrimiento superficial, flujo subterráneo, oleaje e
intrusión salina.
A.2. Método
Todas ellas mantienen una estructura jerárquica, salvo las 10 subregiones hi-
drológicas, ya que corresponden a unidades cuya génesis y operación está dominada por
flujos hidrológicos unidireccionales de naturaleza absolutamente independiente de las
cuencas mareales, que no a la inversa.
A.3. Resultados
y 7, y Anexo I Mapas).
Esta delimitación define como área de manejo forestal estuarino el área de cuen-
cas mareales, en la que deben conservarse al interior las funciones HGM y al exterior
priorizar la prevención de los posibles impactos ambientales que las afecten.
Fig. 6. (PAG. 33) Reducción del Mapa II. Mapa Base de la Región Natural Maris-
mas Nacionales. La Región Natural Marismas Nacionales (487,199 ha, limitada por la línea
roja) está delimitada por el nivel de base costero de sus ríos y la Zona de Humedales Forestales
Estuarinos -HFE- (175,289 ha, área de color verde) está delimitada por los niveles de bajamar de
marea mínima extraordinaria y niveles de pleamar de de marea máxima extraordinaria, que in-
cluye todo tipo de hidrohumedales e higrohumedales estuarinos (ver Mapa II en el Anexo I).
Fig. 7. (PAG. ANT.) Reducción del Mapa III. Subregiones Hidrológicas- Ríos, Bocas
y Cuencas Mareales. La regionalización mostrada corresponde a la expuesta en la Tabla 2
en cuanto a las 10 Subregiones Hidrológicas y 14 Cuencas Mareales cuyas bocas se denominan y
señalan (ver Mapa III en el Anexo I).
No obstante, las unidades delimitadas tienen el carácter mutable propio del movi-
miento del agua en la costa, lo que a una escala muy pequeña (nuestra visión y tiempo,
por ejemplo) parece impredecible se vuelve parte de ciclos naturales de variación a es-
calas mayores de tiempo y espacio, por lo cual conviene tener en mente que lo que nos
parece un fenómeno excepcional no es sino parte de ciclos decadales, seculares o aún
mayores, así que las delimitaciones son una interpretación de los espacios costeros que
ocupa o transita determinado tipo de flujo hidrológico, uni- o bi- direccional, continental,
marino o atmosférico en el momento de su observación. En todo caso pretende repre-
sentar, hasta donde conocemos, la variabilidad natural, tanto estacional como interanual
o mayor, de los ciclos y su expresión hidrológica, sedimentaria y de vegetación.
Las cuencas mareales, a las que entra y sale con ciclo semidiurno el flujo y reflujo
mareal por sus bocas (y a donde fluye subterráneamente la intrusión salina a sitios bajos
superficialmente inaccesibles a la marea) con prisma decreciente por penetración hasta
llegar a un valor cero en su extremo distal (sea de cabecera o de anulación hidrológica)
inundan territorios submareales con circulación bidireccional y retardada de agua ma-
real, en los que siempre será mayor la velocidad del reflujo que la del flujo (o saturan,
mediante su intrusión salina –flujo marino subterráneo- sustratos a niveles proporciona-
les al nivel del prisma mareal); y sus respectivas subcuencas dividen tales flujo y reflujo
mareal y/o intrusión salina entre sectores separados por barreras hidrosedimentarias a
la marea y/o a la intrusión salina (meramente hidrológicas o hidrogeomorfológicas) que
modifican su prisma, su flujo-reflujo y/o nivel freático de intrusión salina. Ambas deter-
minan los regímenes hidrológicos mareal y de intrusión de agua marina de los HFE. En
ambos casos, el criterio central fue identificar los nodos de la red mareal.
En principio se parte del nodo primario de la boca mareal a la que corresponde una
cuenca mareal. Una vez en el canal de marea derivado, se localizan nodos secundarios
o bifurcaciones de corriente que por su dimensión representan un reparto más o menos
significativo del flujo de marea (y flujo subterráneo de intrusión salina) entre subcuencas
mareales, entendiendo en todo momento que marea e intrusión salina operan bidire-
ccionalmente, de manera distributiva en el flujo, y en forma concentradora en el reflujo.
Se consideraron de manera particular los encuentros de marea, es decir las áreas en las
que corrientes de marea provenientes de nodos diferentes y opuestos (independiente-
mente de su orden) se encuentran y anulan. De esa manera los límites entre cuencas y
subcuencas son presuntas líneas de rango mareal, con flujo mareal y/o flujo subterráneo
de intrusión salina cero (entre cuencas), o de intercambio mínimo (entre subcuencas) de-
terminado por microtopografía, sustrato y/o anulación hidráulica de flujos encontrados.
Las diez secciones litorales principales (Matanchén, San Blas, San Blas a Boca Cega-
da, Boca Cegada a Boca del Asadero, Boca del Asadero a Boca de Camichín, Boca de
Camichín a Boca de la Ensenada, Boca de la Ensenada al Colorado, El Colorado a Boca
de Cuautla, Boca de Cuautla a Boca de Teacapán, Boca de Teacapán a Boca de Chametla,
presentan condiciones litorales (orientación, suministro sedimentario y corriente litoral)
distintas que generan diferentes características de marea, oleaje y marejada, y estable-
cen el régimen hidrológico litoral de agua marina de los HFE.
Al igual, el que el resto de los ríos (Navarrete, Sauta, El Palillo, San Pedro-Mezqui-
tal, Bejuco-Rosamorada, San Francisco, Acaponeta, Las Cañas y Escuinapa) descarguen
indirectamente al océano mediante deltas lacustres en lagunas y pantanos estuarinos,
o sea en los humedales estuarinos por excelencia, apunta a su papel en el aporte sedi-
mentario orientado a mantener el balance hidrosedimentario de tales humedales (se
presentan varios fenómenos de deterioro cuando se pierde este balance –La Chayota, C.
L. Mexcaltitán, El Valle, San Miguelito, Pescadero, El Chumbeño, y Santa María).
Muy importantes son la clave y nombre de cada unidad, que reflejan las jerarquías
de delimitación y regionalización, y los topónimos locales. Además, la Tabla 5 muestra
el Estado y Municipio, y la georeferencia (en coordenadas UTM extremas N-S y E-O); la
Tabla 6 describe su delimitación geográfica y su contexto geográfico significativo.
Fig. 9. (PAG. 45) Reducción del Mapa IV. Sistemas Mareales por Cuenca y Sub-
región Hidrológica. La regionalización mostrada corresponde a la expuesta en la Tabla 2 y
relaciona las 10 Subregiones Hidrológicas y las 14 Cuencas Mareales con los Sistemas Mareales
(ver Mapa IV en el Anexo I).
Quizá los dos conceptos fundamentales del DFMN sean el de régimen hidrológico
combinado y el de homología geomorfológica, ya que ambos sintetizan la diversidad
hidrogeomorfológica de los sistemas estuarinos clasificados (ver Figuras 10 a 12).
Fig. 10. Reducción de Fichas HGM de Sistemas Mareales por Cuenca Mareal de MaNa
1. La Guanera (La Guanera), Las Islitas (Las Islitas), San Cristóbal (La Tobara, Singayta, La Chayota, San
Cristóbal, Chacalilla, y Matatipac); 4. El Pozo - Rey (San Blas, Isla del Faro, El Solito, El Rey, Pericos y el
Pozo), y 5. Boca Cegada (La Diabla, y Boca Cegada). 6. Los Baños (Los Baños), 7. Río Santiago (Boca del
Asadero y Villa Juárez), 8. Los Corchos (Los Corchos), 9. El Sesteo (El Sesteo) y 10. Mexcaltitán - Cami-
chín (L. y C. Mexcaltitán, Camichín, y Campo Los Limones).
Fig. 11. Reducción de Fichas HGM de Sistemas Mareales por Cuenca Mareal de MaNa
2. 10. Mexcaltitán-Camichín (L. y C. Mexcaltitán - Camichín, (Toro Mocho, Unión de Corrientes, C.S.
Mexcaltitán, y San Andrés); El Colorado - La Palicienta (La Palicienta y C.S. Santa Cruz); y Agua Brava
(Puerta de Palapares, C.L. Santa Cruz, Chalatilla, El Valle, S. Miguelito - Pericos, Pescadero, El Chumbeño,
Santa María, Los Murillo, L. Agua Brava, Quimichis, Canal Mareal Cuautla, C. S. Pueblo Viejo, y Río Viejo);
13. Teacapán - Agua Grande (C. S. Pericos, Chaguin - Chuiga, Valle de la Urraca, y Puerta del Río).
Fig. 12. Reducción de Fichas HGM de Sistemas Mareales por Cuenca Mareal de MaNa
3. 13. Teacapán - Agua Grande (La Muralla, Teacapán, y Agua Grande); 14. Laguna Grande - Chametla
(Laguna Grande, Cerritos Oriente, Cerritos Poniente, Río Baluarte, y El Majahual).
Fot. 1. Cordones Litorales en “Las Haciendas”. Una de las geoformas homólogas más evidentes
entre los HFE de MaNa es, sin duda la de cordones litorales compuestos de crestas y cañadas de an-
tiguas playas que representan verdaderos “anillos de crecimiento” de la progradación de la llanura cos-
tera sobre el mar durante miles de años.
Fot. 2. Estero (El Pozo), izq., y Estuario (San Cristóbal), der., Mezcla de geoformas homólogas
y análogas que genera en San Blas (arriba a la izquierda) una de las mayores diversidades de HFE de
MaNa, relacionada con hidrologías y fisiografías muy contrastantes.
PRIMERO.- Reflejar en la cartografía esos factores, de tal manera que se logre una
utilidad suficiente de los mapas como instrumentos de diagnóstico básico.
SEGUNDO.- Medir los efectos de dichos factores mediante parámetros concretos
(frecuentemente indicadores) ya sea con valores directos (posición-geomorfología-esta-
do-impacto) o valores indirectos (variables proxy).
TERCERO.- Formular hipótesis de funcionamiento en equilibrio dinámico, vincula-
das a los parámetros anteriores.
comprobarse por identificación en campo de los HFE (entendidos como sistemas marea-
les).
Para una mejor comprensión de las características derivadas de aplicar los criterios
recién descritos y presentados en la Tabla 7, se han desarrollado 21 modelos gráficos
correspondientes a las clases obtenidas que se ofrecen en la Tabla 8, se acompaña cada
modelo de una descripción de la clase.
NOTA: Clases (Tipos) de humedal entre paréntesis, precedidos por su número consecutivo de la clave
de identificación. Los tipos de humedal en LETRA MARRÓN y seguidos de un asterisco * no son domi-
nantes en ningún sistema, ni se identificaron en los muestreos de comunidades.
Sin embargo, generar las CLASES de humedales de MaNa o sus MODELOS GRÁFI-
COS no resuelve el problema de identificar ¿A qué clase pertenece un humedal concre-
to? Si la clasificación ha de ser completa, hay que añadir al diseño de su arreglo mediante
criterios sistémicos, un instrumento de reconocimiento aplicable en campo: una Clave
de identificación taxonómica puede establecer, de manera sistemática e interactiva, la
clase de humedal que corresponde a cualquier sistema mareal (Cuadro de Texto 1).
El arreglo de los criterios en una clave dicotómica permite, una vez seleccionado
cualquier humedal, aplicar sucesivamente y en orden jerárquico los criterios para esta-
blecer las clases, seleccionado de manera excluyente entre pares de atributos hidrológi-
cos aplicables. La clave dicotómica permite identificar, con los criterios ya descritos, 21
clases de humedales.
Por otra parte, es conveniente agrupar los sistemas mareales por tipo de humedal,
en un catalogo ajustado a la clasificación que mantenga su vínculo con los sistemas ma-
reales y el resto de las unidades hidrológicas de la delimitación y regionalización prece-
dente. Ejercicio que imparte congruencia a los tres pasos: delimitación, regionalización y
clasificación, y cuantifica área por tipo de humedal (Tablas 9 y 10, y Gráfica 3).
Analizando los datos de la Tabla 10, encontramos que: 1. los hidrohumedales pre-
dominan ampliamente (98% vs 2%) sobre los higrohumedales; 2. los humedales epigéni-
cos predominan, aunque menos (73% vs 27%), sobre los freatogénicos; 3. los humedales
con fuentes de agua marina predominan (77% vs 16% y 6%, respectivamente), sobre
aquéllos que tienen, en comparación, fuentes de agua continental y pluvial; y 4. que en
todos ellos intervienen, en distintas proporciones, diversas fuentes de agua que encuen-
tran su expresión en los flujos y niveles de agua que determinan las clase de humedales
reconocidas.
Gráf. 3. Superficie por Tipo de Humedal HGM en Sistemas Mareales de Marismas Na-
cionales. Se presenta la superficie ocupada por cada tipo de humedal dominante en los sistemas Ma-
reales en Marismas Nacionales, destacan el Hidrohumedal Epigénico Estuarino (T2), el Hidrohumedal
Freático de Tránsito (T8), y el Hidrohumedal Fluvial Estacional (T4).
Fig. 13. (PAG. ANT.) Reducción del Mapa V. Tipo de Humedal Hidrogeomorfológi-
co por Sistema Mareal. La clasificación cartografiada refleja la presentada en la Tabla 10 y
relaciona los polígonos de Tipos de Humedales por Sistema Mareal con sus denominaciones y
colores de la tabla citada (ver Mapa V en el Anexo I).
Las funciones que cumple un ecosistema son aquéllas actividades que le confieren
sus atributos característicos, e incluyen tanto su estructura como sus procesos. Todo eco-
sistema, según su tipo, cuenta con elementos estructurales específicos que son base de
sus procesos particulares, y aunque siempre será un sistema abierto, tratándose de hu-
medales estuarinos puede afirmarse que se trata de sistemas fuertemente alóctonos (es
decir que reciben una parte muy importante de la materia y energía que los hace funcio-
nar desde fuera de sus fronteras) y que el agua y los materiales que transporta marcan
las características y ritmos de ese aporte material y energético (además, desde luego, de
la energía solar y las migraciones animales).
La dinámica ecológica de los humedales está dominada por diversos tipos de sa-
turación hídrica del ambiente, sea permanente o estacional, ellos “…se caracterizan por
la saturación de agua en su zona radicular, en o sobre la superficie del suelo, durante
un cierto período de tiempo a lo largo del año. Esta fluctuación del nivel freático (hidro-
período) arriba [o debajo] de la superficie del suelo es única para cada tipo de humedal.”
(NCSU, 2011, Water balance, trad. M.B.C).
En los humedales costeros las fuentes de inundación y/o saturación son muy di-
versas, presentan diferentes ritmos, y su determinación de las funciones ecológicas, varía
en relación a los regímenes hidrológicos combinados que expresan esa diversidad. El
marco conceptual para su definición, con base en los planteamientos del Centro de Hu-
medales de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, plantea la diversidad de fun-
ciones que los humedales desempeñan en general (NCSU, op. cit.), pero tratándose de
Para ello se seleccionaron parámetros que pudieran llenar dos requisitos: primero
su rápida y fácil medición, y, segundo, su significancia funcional HGM. En virtud de ello se
diseñaron los indicadores cuya denominación y definición se muestra en la Tabla 13 para
trece funciones de tercer nivel. Queda claro que no se ha evaluado la causalidad ni la co-
rrelación entre el estado de desempeño ecológico de un humedal y él comportamiento
de las variables proxy planteadas,
----------------------------------------------
4
“ Proxy - una variable que se puede relacionar con una de interés (e.g. anillos de árboles pueden ser proxies para varia-
ciones de temperaturas)”,
http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Anexo:Glosario_de_cambio_clim%C3%A1tico&from=V , 12/I/2010.
o que habría que desarrollar formalmente los supuestos con los que el conocimiento
disciplinar de los fenómenos costeros apoya la significancia de este tipo de variables. Sin
embargo, los alcances de este estudio escapan a ese propósito e indudablemente esa es
una asignatura pendiente del sector académico de investigación científica. Al respecto se
retoma tal asunto en el capítulo X como elemento importante.
Como puede verse en la Tabla 13, los parámetros del diseño de indicadores son ca-
racterísticas susceptibles de fotointerpretación, medición cartográfica y vinculación con
procesos hidrológicos en todos los Sistemas Mareales (e.g. porcentajes de área palus-
tre y lacustre-canales, factores de acopio sedimentario, distribución de escurrimiento,
distribución de marea [orden de distribución de la marea x rango de marea], longitud
de litoral erosivo, longitud de riberas, colindancia deltaica, área de encuentro mareal y
área de marismas, cobertura arbórea, erosión litoral colindante, factores de retención
sedimentaria, distribución de la efluencia. retención sedimentaria por biomasa forestal,
capacidad de reciclaje de agua, % de paisajes representados, % de ecosistemas repre-
sentados, valor de importancia de especies en peligro de extinción, índice de diversi-
dad arbórea/comunidad, especies en peligro de extinción representadas) de tal manera
que pueda asegurarse la mayor comparabilidad de la evaluación para toda la región de
MaNa.
Sin embargo, ya que el mayor interés del DFMN se centra en los HFE, que en sus
comunidades arbóreas se manifiesta el deterioro ambiental claramente, y que en la vege-
tación arbórea, elemento muy visible y expresivo, se pueden estudiar sus funciones para
lograr un manejo eficaz para la conservación y restauración de los HFE, la evaluación del
grupo funcional de mantenimiento del hábitat, y sus funciones incluidas (mantenimiento
de paisajes, mantenimiento de ecosistemas, mantenimiento de comunidades, y manteni-
miento de especies) el estudio se planteó el muestreo de la estructura y composición de
la vegetación hidrófita e higrófita de, al menos, un HFE por sistema mareal.
También se presentan (Tabla 15) los colores distintivos por sistema mareal que
indica la especie arbórea EPE (especie en peligro de extinción: Rhizophora mangle, La-
guncularia racemosa, Avicennia germinans, Conocarpus erectus, Bravaisia integerrima, y
Anonna glabra) en el HFE muestreado (mismos tonos que en la Gráfica 4, lo que permite
introducir un criterio de amenazas a la biodiversidad en la evaluación. En este caso se
considera simplemente la representatividad de la especie arbórea en el HFE muestreado.
En primer lugar definen las funciones HGM (Tabla 12) en términos relacionables
con atributos espaciales de los sistemas mareales susceptibles de inferirse mediante fo-
tointerpretación de imágenes de satélite, observación de campo, y extrapolación de pro-
cesos documentados para sistemas similares, obteniendo 13 funciones HGM de tercer
nivel definidas y subordinadas jerárquicamente a 4 funciones HGM de segundo nivel
Fot. 5 y 6. El DFMN descubrió, localiza y reporta por primera vez en Nayarit higro-
humedales de Bravaisia integerrima (“palo blanco” o “canacoite”) en tres Sistemas
Mareales de MaNa. Bravaisia integerrima es una especie que está en la NOM-ECOL-059 como es-
pecie en peligro de extinción, es un árbol que alcanza hasta 30 m de altura y forma selvas perennifolias
inundables en MaNa. Inexplicablemente paso inadvertida por décadas, pese a muchos estudios bo-
tánicos, forestales y ecológicos. Se trata de la aportación de información más importante del DFMN, ya
que añade a las 4 especies de mangle esta especie forestal EPE, la cual está siendo desforestada.
En cuarto lugar, se graficaron los valores relativos de las funciones HGM evaluadas
en la Tabla 15, representando tanto los valores relativos acumulados para las 13 fun-
ciones de tercer nivel por sistema mareal (Gráfica 4), como los valores relativos para la
función de primer nivel de integridad funcional por sistema mareal (Gráfica 5).
En quinto lugar, se cartografiaron los valores relativos de las funciones HGM eva-
luados en la Tabla 15, representando la distribución espacial de los valores relativos para
la función HGM predominante de segundo nivel por sistema mareal (Fig. 14 y Mapa VI),
así como la distribución espacial de la especie EPE de hidrófita/higrófita dominante por
sistema mareal (Fig. 15 y Mapa VII).
La Figura 14 muestra una reducción del Mapa VI. De Funciones de los Sistemas.
Fig. 14. (PAG. 88) Reducción del Mapa VI. Función Hidrogeomorfológica por Sis-
temas Ma-reales de MaNa. Se muestra la función HGM predominante en cada Sistema
Mareal (ver Mapa VI en el Ane-xo I).
Fig. 15. (PAG. 89) Reducción del Mapa VII. Función de Mantenimiento de Po-
blaciones Forestales por Sistema Mareal de MaNa. Se muestran las especies arboreas
dominantes en cada Sistema Mareal (ver Mapa VII en el Anexo I).
Se trata, por un lado, de integrar los promedios de los valores relativos de fun-
ciones HGM de tercer nivel (Tabla 15) por grupo funcional de segundo nivel (según Tabla
13) para los sistemas mareales ordenados de acuerdo a su tipo HGM de humedal, re-
sultando perfiles de sistemas mareales individuales acomodados por tipo de humedal
(Tabla 16 y Gráfica 6).
Sus resultados muestran, en la Tabla 16, Gráfica 6, Fig. 16 y Mapa IX los perfiles
funcionales primarios logrados (1 PFP./grupo funcional/sistema mareal), incumben pro-
medios de valores de desempeño de funciones integrantes de un grupo funcional por
sistema mareal. Esto permitió explorar si los resultados de la evaluación de funciones re-
velaban algún patrón claro por tipo de humedal, lo que no ocurrió. Además del carácter
indirecto de las variables medidas, probablemente esto esté relacionado con una varie-
dad intrínseca de los tipos de humedal no considerada.
En virtud de que los perfiles funcionales de los sistemas mareales son muy varia-
bles dentro de cada tipo de humedal, se optó por, estimar un perfil funcional asociado al
tipo de humedal, promediando, en este caso, los valores de evaluación funcional de una
función de segundo nivel, considerando todos los sistemas mareales del mismo tipo de
Fig. 16. (PAG. ANT.) Reducción del Mapa IX. Perfil Funcional por Sistema Mareal.
Se muestran los Perfiles Funcionales (de balance hidrológico, balance sedimentario, reciclami-
ento biogeoquímico, y mantenimiento del hábitat predominantes en cada Sistema Mareal (ver
Mapa IX en el Anexo I).
humedal (Tabla 16), obteniendo cuatro perfiles por tipo de humedal (balance hidrológi-
co, balance sedimentario, reciclaje biogeoquímico, y mantenimiento del hábitat). Los da-
tos obtenidos se presentan en la Tabla 17 y la Gráfica 7, y nos indican que los perfiles
funcionales varían ampliamente entre los tipos de humedales de MaNa, sin mostrar pa-
trones muy claros de desempeño por tipo.
Los de reciclaje biogeoquímico (parecen tener gran correlación con los hidrológi-
cos) presentan valores muy-bajos (<.2) en los tipos 9, 4, y 8; bajos (de .2 a .4) en los tipos
1, 15, 21, 10, 12 y 2; medios (de .4 a .6) en los tipos 13 y 6; y altos (>de .6) en los tipos 5
y 3.
Aún por tipo de humedal, los perfiles funcionales primarios, al no mostrar pa-
trones definitivos de vinculación con el tipo de humedal considerado, nos obligaron a
añadir a la determinación de los perfiles funcionales por tipo de humedal, la evaluación
sobre la dominancia de especies arbóreas (hidrófitas/higrófitas) en peligro de extinción
(en adelante EPE) en cada sistema mareal del mismo tipo de humedal, se encontraron
seis EPE cuya dominancia se presento en uno o más tipos de humedal, para cada especie
se calculo el porcentaje de los sistemas mareales de un tipo de humedal que dominaba,
adicionalmente se señalo el porcentaje en que la dominancia de especies arbóreas no
correspondió a EPE.
En el mantenimiento de pobla-
ciones de spp. No-EPE presenta valores
bajos (.0 a .2) en el tipo 9 y domina com-
pletamente el tipo 15 (y Gráfica 15).
las funciones entre diferentes niveles podremos conectar los procesos menores con los
mayores y conocer sus determinaciones mutuas.
Por ello, dado que el mayor interés del estudio se centra en los humedales forestales
estuarinos, que en sus comunidades arbóreas es donde se ha manifestado el mayor dete-
rioro ambiental, y que en la vegetación arbórea, como elemento muy visible y expresivo,
es donde podremos estudiar síntomas de funcionamiento e iniciar un conocimiento para
el manejo eficaz de su conservación y restauración, asumimos que los perfiles integran
un funcionamiento de base por tipo de humedal cuyos valores en funciones individuales
son muy difíciles de interpretar quizá debido a que ello representa una cierta capacidad
de resiliencia multifuncional de gran valor y responde al comportamiento no-lineal de los
HFE.
En el caso del grupo funcional de mantenimiento del hábitat, se afino su perfil fun-
cional, considerando la dominancia de especies arbóreas a nivel de cuadrante de mues-
treo por sistema mareal, para lograr identificar la zonación con datos estructurales de
vegetación (además de datos topobatimétricos).
Respecto a la densidad forestal destacan los altos valores de sistemas con tasas
muy elevadas de reclutamiento subsecuentes a disturbios mayores (huracán Kenna):
Matatipac, o muy frecuentes (HFE litorales con influencias regulares de marejadas o ave-
nidas riparias): Las Islitas, Chacalilla, San Blas, Isla del Faro, El Valle, Cuautla, La Chayota,
Boca del Asadero, Pueblo Viejo, Los Baños, Río Viejo, El Solito, y Boca Cegada (Gráfica 16).
--------------------------------------------
5
De estas 35 zonas detectadas, sería necesario estudiarlas más sistemática y cuidadosamente para asegurarnos de su regu-
laridad.
En cuanto al área basal forestal sobresalen los valores elevados de sistemas con
bosques maduros propios de sitios con mayor estabilidad hidrosedimentaria (normal-
mente sitios que combinan tasas de flujo marino y continental abundantes y regulares
con regímenes poco alterados), aunque en algunos casos se trata de condiciones apro-
piadas del pasado que están cambiando: San Cristóbal, Pericos, El Pozo, La Chayota, La-
guna Grande, Pescadero, La Guanera, Los Corchos y El Solito (Gráfica 17).
Sobre la cobertura forestal son evidentes los valores elevados de sistemas o con
bosques maduros o con altas tasas de aporte sedimentario: Mexcaltitán, La Palicienta, El
Valle, Agua Brava, El Majahual, La Chayota, Pescadero, Los Murillo, Singayta, Los Baños,
y Rio Viejo (Gráfica 18).
Por último, en cuanto a la altura forestal, se destacan los sistemas: San Cristóbal,
Chacalilla, El Sesteo, La Palicienta, Agua Brava, La Chayota, B. del Asadero, Río Baluarte,
Pescadero, Chalatilla, Santa María, Los Murillo, Quimichis, La Tobara, Singayta, Toro Mo-
cho, y Río Viejo (Gráfica 19).
Fot. 7. Árbol de mangle blanco (Lagun- Fot. 8. Árbol de mangle blanco (Lagun-
cularia racemosa) de bosque maduro cularia racemosa) de bosque persis-
en apogeo. Con desarrollo óptimo gracias al tente deteriorado por frecuentes mare-
aporte continuo de marea y agua dulce subter- jadas. Hidrohumedal Intrusivo Litoral de Los
ránea, Hidrohumedal Freático de Descarga La Baños, entre Boca Cegada y Boca del Asadero,
Tobara. note el desarrollo de raíces adventicias que le
permiten soportar fuertes corrientes.
Fig. 17. (PAG. 110) Reducción del Mapa VIII. Zonación de especies Forestales por
Sistema Mareal. Se muestran los arreglos de 1 a 4 especies de árboles forestales que son pre-
dominantes en cada Sistema Mareal (ver Mapa VIII en el Anexo I).
Una vez definidas y evaluadas las funciones, y caracterizados los perfiles funciona-
les, de los HFE como desempeños “normales” de los diversos estilos de sistemas marea-
les según su tipo de humedal (capítulos IV y V), debemos preguntarnos ¿Cómo se pre-
sentan esos desempeños normales, en respuesta a la condición actual de los procesos
HGM que llevan a cabo los HFE? Esta es una pregunta fundamental para el diagnóstico
del estado funcional de los humedales, ya que cada proceso funciona diferente en cada
sistema mareal de acuerdo a su tipo de humedal y a su historia reciente, en particular,
dependiendo de los disturbios por causas naturales o humanas.
Por una parte la Aptitud Funcional Espacial pretende evaluar las diferencias de
capacidad para cumplir procesos dentro de una clase HGM de humedales forestales es-
tuarinos, es decir se trata de comparar los humedales según su dimensión espacial que
presentan el régimen hidrológico propio de una clase. Este ejercicio de evaluación busca
aproximarse a la aptitud funcional dependiente del espacio de cada tipo de humedal y
poder, así, modular los factores espacial que causan la disminución o pérdida de su apti-
tud.
Por otra parte la Aptitud Funcional Estructural pretende evaluar las diferencias de
capacidad para cumplir procesos de un humedal forestal estuarino en relación sólo de
aquéllos de su clase HGM, es decir se trata de comparar los humedales que presentan
el régimen hidrológico propio de una clase (sin importar su tamaño). El propósito último
de este ejercicio de evaluación es aproximarse poco a poco a develar la aptitud funcional
especializada o “especialidad” de cada tipo de humedal y poder, así, separar los factores
estructurales que causan su disminución o pérdida de las diferencias naturales de apti-
tud.
Fig. 18. (PAG. 117) Reducción del Mapa XII. Aptitud Funcional por Sistema Mar-
eal. Se muestran las Aptitudes Funcionales (de balance hidrológico, balance sedimentario, reci-
clamiento biogeoquímico, y mantenimiento del hábitat predominantes en cada Sistema Mareal
(ver Mapa XII en el Anexo I).
MaNa cuenta con 175,289.5 ha ocupadas por humedales costeros, de las cuales
9,332.509 ha, han sido alteradas por CUS por lo que se puede decir que el 5.3% tiene
este problema. Los sistemas (humedales Costeros) de MaNa cuentan con un perímetro
total de 5,673.212km del cual 432.093km colindan con actividades antropogénicas que
tienen impacto directo sobre el humedal, es decir el 7.6% del perímetro tiene algún im-
pacto externo.
*NOTA: Factores de Presión Areal.- Suma de los porcentajes de área de cada sistema con
cambio de uso de suelo por: Ca = Camaronicultura, Ge = Ganadería extensiva, Ag = Agri-
cultura, CHU = Cambio de Cobertura de Humedales/Urbanización.
**NOTA: Factores de Presión Lineal.- Suma de los porcentajes de límite de cada sistema
colindante con: CaP = Camaronicultura Periférica, PP = Praderas Periféricas, AgP = Agri-
cultura Periférica, ICP = Infraestructura Carretera Periférica, y CUP = Cambio Urbano Per-
iférico.
Fot. 9. Manglares destruidos por erosión litoral en el Humedal Epigénico Litoral de Boca
Cegada, al sur de Boca del Asadero. Nótese el “aterramiento” de los árboles de mangle blanco
(Laguncularia racemosa).
Fig. 19. (PAG. 127) Reducción del Mapa X. Presión Ambiental Dominante por Sis-
tema Mareal. Se muestran los Factores de Presión Ambiental que afectan los HFE de los Siste-
mas Mareales (ver Mapa X en el Anexo I).
Este es un primer intento fundacional para promover una evaluación y estudio más
sistemático y sistémico de los impactos ambientales y su relación con la disfunción HGM,
en este caso se presenta como un Diagnóstico Funcional HGM, compuesto de tres com-
ponentes por sistema mareal; por una parte una evaluación del deterioro que integra to-
dos sus valores de presión ambiental (Tabla 24) en un índice llamado Nivel de Deterioro,
y por otra parte un Diagnóstico Funcional, que es resultado de un ejercicio de revisión de
la información previa y las observaciones de campo, y presenta la clave del Diagnóstico
Principal y la descripción del Diagnóstico General (Tabla 26). Esos mismos resultados se
agrupan por tipo de diagnóstico y se ordenan de acuerdo a su grado de presunta irrever-
sibilidad, manteniendo los mismos datos de la Tabla recién mencionada, presentándose
en una tabla que ordena los HFE por su condición de deterioro (del mínimo al máximo:
que integra una caracterización de la disfunción hidrogeomorfológica que afecta los sis-
temas mareales de MaNa [manteniendo su regionalización HGM y su clasificación HGM
de tipo de humedal] en 16 categorías de estimación del deterioro, desarrolladas a partir
de observaciones de campo, fotografías aéreas y comentarios de los poseedores de HFE
(1. Deterioro mínimo, 2. Deterioro Sedimentario de Esteros, 3. Deterioro por Bloqueo
de Flujo Fluvial Sedimentario, 4. Deterioro por Aumento de Flujo Fluvial Sedimentario,
5. Deterioro por Aumento del Flujo Fluvial, 6. Deterioro por Retraso del Flujo y Rango
Mareal, 7. Deterioro por Retraso del Flujo y Rango Mareal, 8. Aislamiento Hidrológico, 9.
Deterioro por Secuestro Fluvial, 10. Deterioro por Reducción del Flujo y Rango Mareal,
11. Muerte Masiva de Manglares, 12. CUS Acuícola, 14. CUS Pecuario, 14. CUS Agrícola,
15. CUS Urbano, 16. Destrucción del hábitat).
Fig. 20. (PAG. 136) Reducción del Mapa XI. Superficie de Humedales Forestales
Estuarinos (Manglares y otros) Deteriorados. Se muestran las Áreas con deterioro grave
de Manglar en los Sistemas Mareales (ver Mapa XI en el Anexo I).
Fig. 21. (PAG. 137) Reducción del Mapa XIII. Diagnóstico Funcional Hidrogeomor-
fológico de Humedales Forestales Estuarinos por Sistema Mareal. (ver Mapa XIII en
el Anexo I).
--------------------------------------------
6
Hacerlos producir es una expresión referida al carácter económico de la actividad, más que a su proceso natural de produ-
cción.
CONAFOR - UAN | 142
Fot. 10. Árbol de una variedad peculiar de mangle negro (Avicennia germinans) colo-
nizador exitoso de cordones litorales con movimiento eólico de arena. Hidrohumedal
Intrusivo Litoral de La Diabla, al sur de Boca Cegada, note la forma hemisférica de su copa que previene
al tronco de mangle negro de ser enterrado por la arena que mueve el viento.
Fot. 11. Pozo artesiano en la playa de El Colorado (en las Haciendas). En esta playa del
Sistema Cordones Sumergidos de Santa Cruz refieren sus habitantes más longevos la existencia de hasta
15-18 pozos que fueron de agua dulce y hoy están en el fondo del mar, como consecuencia de un pro-
ceso de transgresión marina (en el que probablemente están involucrados la elevación del nivel
del mar y el secuestro sedimentario por presas hidroeléctricas que ha invadido cerca de 1
km tierra adentro.
Fot. 12. Puente a San Rafael y Presa Hidroeléctrica Aguamilpa. La intervención hidrológica
del Río Santiago esta en el origen del secuestro sedimentario que ha retenido cerca del 80 % de la carga
sedimentaria litoral de Marismas Nacionales (Curray, et. al. 1969).
Fig. 22 (PAG. SIG.) Reducción del Mapa XIV. Prioridad de Manejo Ambiental por
Sistema Mareal. Se muestra la distribución espacial de las prioridades (ver Mapa XIV en el
Anexo I).
Problemática
Por otra parte hay impactos de carácter regional que han sido generados por or-
ganismos públicos con gran irresponsabilidad ambiental acerca de su relación con los
HFE: la transformación drástica de los regímenes hidrológicos (fluviales, freáticos y ma-
reales) debida a grandes obras de ingeniería insustentables en la intervención de ríos
(presas hidroeléctricas, diques fluviales carreteros en los Ríos Santiago y Baluarte), en la
apertura/cierre artificial de bocas litorales (El Rey, La Ensenada y Cuautla), en el secues-
tro acuícola motorizado del flujo mareal (Aquanova Boca Cegada, Matatipac, Escuinapa,
Aquanova Chametla), y en el secuestro acuícola por dragados del flujo mareal (Agua
Grande, La Muralla). Este otro tipo de presiones ambientales, a diferencia de las locales,
provocaron impactos regionales, siempre sinérgicos entre sí y con los locales, de carácter
comúnmente irreversible, y que han cambiado las tendencias (incluso milenarias) de los
procesos costeros (Curray, et al., 1969).
Problemas
Objetivos
Estrategia
XI. Conclusiones
A partir de la visión integral de funciones HGM que se ha construido, así sea par-
cial, se ha logrado una plataforma de conceptos, información y conocimientos HGM
para el diagnóstico, que se aplicó a los 56 sistemas de humedales costeros reconocidos
mediante su caracterización de perfiles, evaluación de funciones, inventario de pre-
siones, diagnóstico de estado funcional, y prescripción de restauración. Más aún, todos
los elementos de las etapas anteriores del diagnóstico se integraron en su producto final:
los lineamientos para un plan regional de conservación y restauración de los humedales
de Marismas Nacionales.
PRIMERA CONCLUSIÓN.-
Se reconoce una Región Natural de Marismas Nacionales (RNMN) con una exten-
sión de 487,199 ha de superficie, la cual identifica y cartografía la zona costera de impac-
tos externos, y constituye el área de:
SEGUNDA CONCLUSIÓN.-
TERCERA CONCLUSIÓN.-
CUARTA CONCLUSIÓN.-
QUINTA CONCLUSIÓN.-
SEXTA CONCLUSIÓN.-
SÉPTIMA CONCLUSIÓN.-
OCTAVA CONCLUSIÓN.-
NOVENA CONCLUSIÓN.-
DÉCIMA CONCLUSIÓN.-
UNDÉCIMA CONCLUSIÓN.-
DUODÉCIMA CONCLUSIÓN.-
Los Lineamientos Propuestos para un Plan de Acción Regional de Conservación y
Restauración de Humedales Forestales Estuarinos de Marismas Nacionales vinculan la
identificación y formulación de los problemas ambientales de la conservación y restaura-
ción de los HFE de MaNa con los objetivos que deben plantearse para su atención y, para
cada objetivo, las tácticas y líneas de acción requeridas, todo ello alineado con el espíritu
y resultados del Diagnóstico Funcional, proporcionando un marco de planeación adecua-
do para su discusión y promoción en el GTMN de los Gobiernos Estatales, la voluntad
política de las autoridades y la disposición de los actores a asumir y cumplir los compro-
misos derivados marcara el grado de éxito que pueda tener su aplicación.
XII. Recomendaciones
para usarlos como una herramienta de análisis y trabajo, muy lejos de considerar la for-
mulación de recetas rígidas:
PRIMERA RECOMENDACIÓN.-
Se recomienda que todas las instituciones y los actores analicen la RNMN a fin de
definir estrategias para prevenir y controlar impactos alóctonos directos e indirectos
para el gobierno, la academia, la producción, la tenencia de tierras y recursos, y el desa-
rrollo urbano. Se debe hacer énfasis en las jurisdicciones de conservación y las unidades
hidrosedimentarias implicadas en su zona de trabajo.
SEGUNDA RECOMENDACIÓN.-
Se recomienda que todos los actores analicen los HED a fin de definir estrategias
para prevenir y controlar impactos autóctonos directos e indirectos para el gobierno, la
academia, la producción, la tenencia de tierras y recursos, y el desarrollo urbano. Igual
consideración sobre jurisdicciones de conservación y unidades hidrosedimentarias que
en la anterior.
TERCERA RECOMENDACIÓN.-
CUARTA RECOMENDACIÓN.-
QUINTA RECOMENDACIÓN.-
SEXTA RECOMENDACIÓN.-
SÉPTIMA RECOMENDACIÓN.-
OCTAVA RECOMENDACIÓN.-
NOVENA RECOMENDACIÓN.-
DÉCIMA RECOMENDACIÓN.-
DUODÉCIMA RECOMENDACIÓN.-
Se recomienda a todos los actores asumir las unidades HGM de HFE con sus atri-
butos y relaciones espaciales como expresión y control de su potencial y limitación para
la conservación, protección, aprovechamiento sustentable y restauración. Se debe val-
orar la afinación y actualización de la cartografía (tanto conceptual como de límites).
BIBLIOGRAFÍA CITADA
Arriaga L, Espinoza JM, Aguilar C, Martínez E, Gómez L, Loa E. 2000. Regiones terrestres
prioritarias de México. México: Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Bio-
diversidad. México.
Blanco, M.; J. Castrejón, J. Gómez, A. González, y G. Otis. 2011. 16. Uso, abuso o mane-
jo. Necesidad de bien gobernar la costa. En: De la Lanza et al. 2011. Ambiente, Biología,
Manejo y Legislación de Ambientes Costeros Mexicanos: 379-401.
Brinson, M. 1995. The HGM Approach explained. National Wetlands newsletter, Environ-
mental Law Institute, Washington, D.C., 17(6)7-13.
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, 2008. Estudio Previo Justificativo para
el establecimiento del área natural protegida con la categoría de Reserva de la Biósfera
“Marismas Nacionales Sinaloa”. México, D.F., 41 pág.+ 2 anexos, total 61 pág.
Cottam G, Curtis JT. 1956. The use of distance measures in phytosociological sampling.
Ecology 37:451–460.
Curray, J. R.; P. J. Emmel & P.J.S. Crampton. 1969. Holocene History of a Strand Plain, La-
goonal Coast, Nayarit, México. En: A. Ayala Castañares and J. Phleger. Lagunas Costeras,
Un Simposio. Mem. Simp. Intern. Lagunas Costeras, UNAM-UNESCO, Nov. 28-30, 1967,
México, D.F.:63-100, 20 figs. (1969).
DGOH. 1996. Lagos y humedales de España. INIMA. Dirección Gral. de Obras Hidráulicas
y Calidad de las Aguas. Min. Medio Ambiente.
Hernández R. 2006. Caracterización fisica de la subcuenca Rio San Pedro, Nayarit, México
a través de SIG’s y MDE. Tesis de Maestro en Ciencias, CIAD-Mazatlán.
Kovacs JM. 1999. Assessing mangrove use at the local scale. Landscape and Urban Pla-
nning 43:201-208.
Kovacs JM, Blanco M, Flores F. 2001a. A logistic regression model of hurricane impacts in
a mangrove forest of the Mexican Pacific. Jour. Coast. Res. 17(1):30-37.
NCSU. 2011. Pagina del centro de Humedales de la universidad del norte, de Carolina.
[Internet]: [citado Agosto 18 del 2011] en:
http://www.water.ncsu.edu/watershedss/info/wetlands/function.html
Ortiz Pérez. 1978. Geomorfología del Curso Bajo del Río Grande de Santiago, Nayarit.
Tesis de Maestría en Geografía., F.F.y L., UNAM, p.60.
Ortiz Pérez, M.A. 1979. Fotointerpretación geomorfológica del curso bajo del Río Grande
de Santiago, Nayarit. Investigaciones Geográficas Boletín 9_65-92.
Ortiz Pérez, M.A.1988. Evidencia de cambios geomorfológicos del sistema litoral me-
diante el análisis de imágenes aéreas. Geografía y Desarrollo 29:2-9.
Ortiz Pérez y Pérez Vega, 1999. Evidencia documental de los cambios en la línea de costa
por sedimentación rápida en la Bahía de Matanchén, Nayarit, México. Investigaciones
Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM 1(2):58-70.
Romo L. 1994. Riesgos de Inundación en el Río San Pedro, Nayarit. Tesis de Licenciatura
en Geografía, U. de G., Guadalajara, Jalisco.
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2010. Decreto por el que se de-
clara como área natural protegida, con el carácter de reserva de la biósfera, la región
conocida como Marismas Nacionales Nayarit, localizada en los municipios de Acaponeta,
Rosamorada, Santiago Ixcuintla, Tecuala, y Tuxpan en el Estado de Nayarit. Diario Oficial
de la Federación Miércoles 12 de mayo de 2010 (Primera Sección)13-54.
Shafer D. J., Yozzo D. J. (eds.) 1998. “National guidebook for application of hydrogeomor-
phic assessments to tidal fringe wetlands,”, Vicksburg, MS.U.S Army Engineer Waterways
Experiment Station. Technical Report WRP-DE-16.
Smith, M. 1993. A Conceptual Frame work for Assessing the Functions of Wetlands.
Vicksburg, M.S., U.S. Army Engineer Waterways Experiment Station. Technical Report
WRP-DE-3.
WWF, 2009. Ramsar Report for Marismas Nacionales. [Internet] consultado en:
http://www.wetlands.org/RSDB/default.htm
GLOSARIO
Altura forestal: característica de altitud que nos permite inferir el tamaño de la población
arbórea.
Amapa amarilla: Árbol que destaca por sus llamativas flores amarillas que puede al-
canzar una altura hasta de 30 m, se distribuye por ambas vertientes costeras de México
tolerante a inundaciones parte del año.
Ambiente fluvial: son ambientes formados por la acción de agua en movimiento, por la
energía del agua y por el conjunto de erosión, transporte y sedimentación en él. Que se
ve fuertemente influenciado por las condiciones climáticas.
Ámbito intermareal: la zona que se extiende desde líneas de las más altas mareas hasta
la línea de las mareas más bajas.
Anfídromos: organismos que se mueven del medio marino al dulce pero no con fines
reproductivos.
Anonillo: árbol tropical tolerante a las inundaciones, común en los pantanos costeros a
lo largo de los arroyos y parte posterior de los manglares en agua dulce casi al nivel del
mar en la costa, llega a medir hasta 20m metros característico por sus ensanchamiento
irregular en su tronco, hojas glabras verde oscuro y copa frondosa.
Area basal forestal: Dato de la especie que sirve para conocer su dominancia espacial en
la comunidad.
Área de fragilidad externa: espacio que no está precisamente dentro del humedal pero
la cual aporta las condiciones para que se conserve y puede sufrir daños que limiten esa
función.
Área de fragilidad interior: espacio donde se pueden producir o alterar las condiciones
de una manera irreversible dentro del sistema hablando del tipo humedal.
Áreas de manejo forestal estuarino: áreas en las que existe un conjunto de acciones y
decisiones sobre los bosques, que tiene por objetivo el obtener beneficios económicos
y sociales de estos, sin alterar su función ecológica. Todo esto con el fin de satisfacer las
demandas actuales de la sociedad, sin comprometer la satisfacción de las necesidades
futuras de estas zonas.
Área de protección de flora y fauna silvestre: Son áreas establecidas de conformidad con
las disposiciones generales y otras leyes aplicables en lugares que contiene los hábitats
de cuya preservación dependen la existencia, transformación y desarrollo de especies de
flora y fauna silvestres.
Áreas destinadas a la conservación de la diversidad biológica y la utilización sostenible de
los recursos de flora y fauna silvestre, acuática o terrestre. En ellas se permite el aprove-
chamiento comercial de los recursos naturales bajo planes de manejo, aprobados, super-
visados y controlados por la autoridad nacional competente.
Área marina de importancia para la conservación: son zonas marinas que ocupan un
espacio determinado donde la legislación general existente se modifica con una norma-
tiva complementaria con la intención de disminuir el impacto de la acción humana sobre
las comunidades marinas.
Bajamar: momento, dentro de una marea, en el que el mar alcanza su menor altura.
Opuesto de pleamar o marea alta.
ble en un sistema o zona determinada, deducida el agua utilizada o perdida por varias
causas, del agua que ha ingresado por precipitación o por otro medio. Se representa así:
P = Q + Et.
Barrera: Factores ecológicos como hábitats inapropiados, montañas, para especies del
desierto, o de una gran extensión de agua para una especie estrictamente terrestre, que
impiden o dificultan la dispersión de una especie en una población. Por ejemplo: una
manada de monos en una selva talada o quemada.
Biogeoquímico: La serie cíclica de transformaciones de los elementos que forman los or-
ganismos biológicos “bio”, el ambiente geológico “geo” y que intervienen en un cambio
químico. Estos elementos circulan a través del aire, la tierra, el mar y los sistemas vivos.
Elementos químicos que están presentes en los seres vivos y en las rocas de la corteza
terrestre. El equilibrio de los ecosistemas depende del ritmo con que estos elementos
circulan por ellos.
Boca marina: apertura del mar con el medio terrestre provocada por la desembocadura
de un rio, la cual permite que la marea penetre en el curso o valle del mismo.
Borde interior de humedales estuarinos: es el que se forma por la corriente que llega de
los ríos y la que forma la marea al entrar y combinarse con esta, el cual se diferencia por
la vegetación que se forma alrededor de este.
Bosques espinosos litorales: son bosques que se caracterizan presentar altura de baja a
media que se encuentran en cordones litorales presentando arboles espinosos.
Bosques maduros: bosque o rodal de árboles con edades mayores a los 80-100 años,
donde los árboles presentan tasas máximas de crecimiento; muchas veces, su estructura
y composición han sido alteradas por la actividad humana.
ditivas. Mérito para no ser alterado o destruido, para que su esencia, su estructura actual
se conserve.
Catadromos: Organismos que viven en agua dulce y migran a aguas salobres para su
apareamiento.
Ciclo hidrológico: Es un movimiento continuo a través del cual el agua se evapora del
océano y los demás cuerpos de agua, se condensa y cae en forma de precipitación sobre
la tierra; después, esta última puede subir a la atmósfera por evaporación o transpiración,
o regresar al océano a través de las aguas superficiales o subterráneas.
Circulación: dícese de un proceso que parece no tener fin porque acaba en el punto que
empieza repetidamente.
manera que el lector ha de desechar una de ellas y escoger la otra. Esto lo conduce a la
siguiente pareja de alternativas y así sucesivamente hasta llegar a una característica final
que identifica una entidad.
Cobertura forestal: En nuestro bosque y ver qué área ocupa, la misma por el dosel de
este.
Colindancia deltaica: referente a que sus límites los tiene al margen de un delta. O bien
los límites marcados por un delta.
Conservación: Manejo del uso, por parte de los seres humanos de organismos o eco-
sistemas con el propósito de garantizar su sostenibilidad. Incluye, además, el uso con-
trolado sostenible, la protección, el mantenimiento, el restablecimiento y el incremento
de las poblaciones, los ecosistemas y todos los recursos.
Cordón litoral: depósitos que sustituyen a los contornos de la costa bajo la forma de un
dique o serie de diques que presentan un contorno medio entre los límites primitivos de
la costa que son resultado de la acción combinada de transporte de materiales por los
grandes ríos y el mar.
Corriente de deriva litoral: Las corrientes de deriva litoral son corrientes paralelas a la
costa, que aparecen cuando las olas inciden oblicuamente sobre ella. El oleaje influye
considerablemente en el movimiento de los materiales sedimentarios a lo largo del lito-
ral y es una causa fundamental de la erosión o formación de la playa.
Costa aluvial progradante: terreno que se ha creado en la región costera donde el con-
tinente gana terreno al mar por deposición de materiales arrastrados por las corrientes
de agua.
Densidad forestal: Número de árboles de una especie o varias por unidad de área.
Deposición aluvial: dejar sedimentos en un medio aluvial por medio de los procesos que
se desarrollan en un medio aluvial.
Deposición estuarina: Colocar, dejar sedimentos por medio de los procesos que se llevan
en los estuarios.
Deriva litoral: nombre que se da cuando las olas inciden oblicuamente sobre la costa,
erosionan el litoral, transportando los sedimentos.
Desarrollo costero: manejo de los recursos costeros de una manera eficiente que se
transforma en economía y bienestar de las personas que los aprovechan.
Descarga continental: este se refiere principalmente a los efluentes de agua dulce que
llegan al mar por medio de ríos.
Descarga subterránea: este se refiere principalmente a los efluentes de agua dulce que
llegan al mar por vías subterráneas. Agua que fluye por debajo de la superficie de la tierra
a través de un medio poroso, normalmente bajo condiciones de saturación.
Deterioro ambiental sinérgico: deterioro causado al ambiente por la acción de dos o más
causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.
Diques: Una cresta o un terraplén de arena y limo, creado por una corriente en su zona
de inundación a lo largo de los dos bancos de su canal.
Ecosistemas: sistema natural que está formado por un conjunto de organismos vivos
(biocenosis) y el medio físico donde se relacionan (biotopo). Un ecosistema es una uni-
dad compuesta de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat.
Efluecia: liquido que procede de, un proceso, como lo es el agua subterranea que viene
de los manantiales o agua freaticas.
Encuentros de marea: áreas en las que corrientes de marea provenientes de nodos dife-
rentes (independientemente de su orden) se encuentran y anulan. Los límites entre cuen-
cas, subcuencas y subsistemas determinados por la microtopografía o por anulación hi-
Equilibrio dinámico: ocurre cuando dos procesos reversibles ocurren al mismo paso.
Escala: Línea recta dividida en partes iguales que representan metros, kilómetros, le-
guas, etc., y sirve de medida para dibujar proporcionadamente en un mapa o plano las
distancias y dimensiones de un terreno, edificio, máquina u otro objeto, y para averiguar
sobre el plano las medidas reales de lo dibujado.
Estero: Terreno bajo pantanoso, intransitable, que suele llenarse de agua por la lluvia o
por la filtración de un río o laguna cercana, donde abundan plantas acuáticas.
Estuario: desembocadura amplia, libre de sedimento, donde existe una intensa acción de
mareas que hacen penetrar y retroceder el agua marina por el cauce fluvial. Cuerpo de
agua donde la desembocadura de un río se abre a un ecosistema marino, con una salini-
dad entre dulce y salada, o donde el agua de mar se diluye significativamente con el agua
dulce que proviene del drenaje terrestre. Cuerpo de agua parcialmente encerrado que se
forma cuando las aguas dulces provenientes de ríos y quebradas fluyen hacia el océano
y se mezclan con el agua salada del mar.
Flujo subterráneo: agua subterránea que fluye en una sección transversal de un acuífero.
Flujos hídricos: moviemiento de aguas de cualquier tipo. Los cursos de agua que se man-
tienen fijos y constantes.
Flujo fluvial: Escorrentía por el cauce de un río de las aguas procedentes de un arroyo,
la fusión del hielo o de la nieve, los manantiales, etc.
Freático: Dicho del agua que está acumulada en el subsuelo. Se dice de la capa del sub-
suelo que contiene estas aguas.
Gradientes: Razón entre la variación del valor de una magnitud en dos puntos próximos
y la distancia que los separa.
Hidrófitas: son plantas adaptadas a los medios muy húmedos o acuáticos. Son las que
viven sumergidas en el agua o en la superficie de los ríos, lagos lagunas o mares. General-
mente no tienen raíces o las tiene muy reducidas; presentan una estructura para flotar.
Plantas acuáticas que carecen de cutícula.
Higrohumedales: Zonas con láminas de agua hiperanuales ocultas. O también como cali-
ficativo de las etapas de ausencia del “hidroperiodo”. Son los humedales con lámina de
agua oculta, que presentan “sólo” humedad, en una matriz de suelo higromorfo, con o
sin vegetación freatofítica.
Higrofitas: son plantas que se encuentran en zonas muy húmedas, por lo que su trans-
piración es abundante pues fácilmente recuperan la humedad que pierden, presentan
hojas muy grandes; raíces poco desarrolladas, los estomas son grandes y abundantes un
ejemplo claro es el platanillo.
Imágenes spot: imagen de una parte de la Tierra vista por uno de los instrumentos de
alta resolución del satélite, cuyas características técnicas definen la resolución y el modo
espectral de la imagen.
Interdisciplina: es un campo de estudio que cruza los limites tradicionales entre varias
disciplinas académicas o entre varias escuelas de pensamiento, por el surgimiento de
nuevas necesidades.
Intrusión salina: Proceso mediante el cual las aguas de mar en contacto con las aguas
subterráneas adyacentes en los acuíferos costeros, penetran tierra adentro, desplazando
o mezclándose con las aguas subterráneas frescas, con lo que originan serios problemas
de salinización.
Inundación: es la ocupación por parte del agua de zonas que habitualmente están libres
de ésta, bien por desbordamiento de ríos y ramblas por lluvias torrenciales o deshielo, o
mares por subida de las mareas por encima del nivel habitual o por avalanchas causadas
por maremotos.
Jerarquía espacial: referente a las partes del espacio que se ocupan dentro del espacio
total de las superficies de mayor a menor.
Jurisdicción: Poder que tienen los jueces y tribunales para juzgar y hacer ejecutar lo juz-
gado. Poder o autoridad que tiene alguien para gobernar.
Lacustre: Sedimento transportado por los ríos y quebradas que se deposita en el fondo
de los lagos. El sedimento es el resultado de los efectos de la erosión ocasionada por la
acción del viento y el agua o por eventos catastróficos como deslizamiento o avalanchas,
entre otros.
Lagunas costeras: Se originan en los lugares en que las barras crecen a partir de la punta
de un promontorio y, por efecto de las mareas y el oleaje del mar, emigrar hacia la costa
creando una ensenada o una bahía.
Llanuras aluviales: llanura formada por la deposición de los sedimentos que acarrea un
rio. Es la parte orográfica que contiene un cauce y que puede ser inundada ante una
eventual crecida de las aguas de éste son zonas inundadas en ciertas estaciones del año
por ríos o lagos.
Llanuras de marea: Son zonas costeras amplias y bajas, afectadas por el movimiento de
las mareas, Están asociadas a costas abiertas, bahías, estuarios, lagunas o deltas domina-
dos por las mareas.
Llanuras litorales: Se le llama a la banda que discurre paralela a la línea de costa y que
suaviza la caída de la sierra al mar. Constituida fundamentalmente por materiales de
aporte fluvial, sus altitudes nunca superan los 20-30 m, no observándose relieves propios
destacables. es el espacio libre existente entre el litoral y la vegetación.
Manto freático: Grandes depósitos de agua subterránea que se filtran a través de la capa
permeable de la corteza terrestre, y que está limitado por capas impermeables de rocas.
Puede alimentar surgencias o manantiales permanentes.
Marea: Son la deformación de la masa acuosa por la relación de la Tierra con el Sol y
la Luna. El agua se mueve por la llanura; inicialmente comienza a subir por los canales,
dándose corrientes tractivas que arrastran materiales; dicho flujo se desborda y extiende
rápidamente; algo antes de alcanzar el punto máximo, el flujo comienza arelentizarse,
hasta que se da la decantación; cuando baja la marea, se mueve inicialmente por toda la
llanura, y luego se concentra en los canales; cuando la marea hadescendido totalmente,
se vuelve a dar decantación, que afecta a la zona submareal.
Meandro: Cada una de las curvas que describe el curso de un río de llanuras aluviales con
pendiente muy escasa. Curso de agua serpenteante.
Meseta volcánica: son áreas compuestas de un gran manto de material volcánico cuyo
espesor sobrepasa el 1000 m, acumulado durante varios años de emisiones volcánicas.
Nivel de bajamar: Nivel más bajo que alcanza el agua del mar durante la marea baja.
Nivel freático: Superficie o elevación del manto o tope del agua en la zona de saturación
de un acuífero no-confinado.
Nodo primario: es un espacio real o abstracto en el que confluyen parte de las conex-
iones de otros espacios reales o abstractos que comparten sus mismas características y
que a su vez también son nodos.
Nodos de la red mareal: cada una de las separaciones del canal principal de una boca
mareal.
Oasis: Sitio con vegetación y a veces con manantiales, que se encuentra aislado en los
desiertos arenosos.
Origen aluvial: se refiere a que son formados debido a la por procesos de deposición
formados de materiales transportados por corrientes de agua.
Pantanos estuarinos: se encuentran donde se mezclan las aguas dulces y saladas. Son
cienagas de agua salada y de mangles que pueden tener caracteristicas estuarinas.
Planeación del manejo: instrumento rector para el ordenamiento, que regula y esta-
blece el manejo de los recursos de un área determinada o de una especie, y el desarrollo
Pleamar: Fin o término de la creciente del mar. Momento en que el mar alcanza su menor
altura.
Pluvial: Dícese del agua de lluvia que escurre de partes altas hacia el mar.
Poblaciones: son el grupo de la misma especie (fauna o flora) que hay en un determi-
nado lugar.
Poseedores: dicho de las personas que tienen una cosa o ejercen una facultad con inde-
pendencia de que se tenga o no derecho a ella. Persona que cree poseer debidamente,
ignorando los vicios de su adquisición.
Presión antropogénica: presión negativa y lesiva del hombre sobre los recursos natu-
rales, el ambiente y sobre el mismo, en un proceso dialectico irreversible.
Prisma mareal: volumen de agua contenido entre alta y baja marea. Volumen intercam-
biado entre dos semifases de marea consecutivas, pleamar y bajamar, teniendo en cuen-
ta, además, el volumen aportado por los afluentes durante el tiempo transcurrido entre
las dos situaciones extremas de la marea.
Procesos hidrogeomorfológicos: procesos que se relacionan con las formas que tienen
que ver con la dinámica hídrica. Analizan los regímenes meteorológicos y climatológicos,
especialmente las precipitaciones, las modalidades espaciales de la infiltración, las zonas
de recarga de los acuíferos, la existencia y características de los escurrimientos superfi-
cial, torrencial y subterráneo, la erosión acuática, las áreas de afloramiento de las napas,
los manantiales, la presencia y tipos de cursos fluviales, las zonas palustres, acuíferos,
lagos y salinas. Todos estos componentes son estudiados en forma integrada, tratando
de dilucidar la presencia de hidrosistemas, tanto desde el punto de vista de su funciona-
miento actual, como de las tendencias evolutivas históricas que poseen.
Propiedad privada: poder jurídico pleno o completo de un individuo sobre una cosa.
Región natural: región que está delimitada por criterios de Geografía física, principal-
mente los que tienen que ver con el relieve y, en menor grado, con el clima, la vegetación,
la hidrografía, los suelos y otros. Área geográfica en la cual existen factores comunes
como el relieve, el clima, la flora, la fauna y el paisaje.
Región terrestre prioritaria: áreas de la república mexicana como las más relevantes en
cuanto a diversidad de especies y con el mejor estado de conservación.
Resistencia: ecosistema bien desarrollado no tiene por qué estar alterándose ante
cualquier circunstancia del medio, ante cualquier modificación que suceda. Porque pue-
de ser algo temporal. Esa es una característica de los ecosistemas maduros, evoluciona-
dos.
Riparios: Se refiere a todo lo que está a la orilla de un río, quebrada, o masa de agua.
Generalmente se dice de ecosistemas, hábitats, plantas, animales o comunidades hu-
manas que se ubican, frecuentan, crecen o viven en las márgenes de los ríos; también
son denominadas ripícolas. Ripario es sinónimo de ribereño, aunque este último término
muchas veces se refiere, además, a la ribera de los ríos, es decir, incluye la tierra adya-
cente a la orilla.
Salinos: referente a que contiene o comparte los caracteres de la sal. Adjetivo de medio
acuatico o terrestre con altas concentraciones de sal.
Salud ambiental: Estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones.
La salud ambiental estudia los factores del ambiente y del entorno que afectan la salud
de humanos, vegetales y animales”aquella disciplina que comprende aquellos aspectos
de la salud humana, incluida la calidad de vida y el bienestar social, que son determi-
nados por factores ambientales físicos, químicos, biológicos, sociales y psico-sociales.
También se refiere a la teoría y práctica de evaluar, corregir, controlar y prevenir aque-
llos factores en el medio ambiente que pueden potencialmente afectar adversamente la
salud de presentes y futuras generaciones.
Saturación hídrica: se produce cuando los campos no tienen un sistema de drenaje ade-
cuado, o bien son saturados por el exceso de agua por determinado tiempo.
Selvas: bioma de la zona intertropical con vegetación exuberante, en regiones con abun-
dantes precipitaciones y una extraordinaria biodiversidad, con muchas especies vege-
tales diferentes (como puede observarse en la floración de distintas especies), pero con
pocos ejemplares de cada especie en cada unidad de superficie. Este tipo de bioma se
da en climas intertropicales, especialmente en la franja ecuatorial, y algunas veces en las
regiones subtropicales, en este último caso, en condiciones muy específicas y favorables.
Selvas perennifolias: árboles o arbustos que poseen hojas vivas a lo largo de todo el año,
de follaje persistente, la selva alta perennifolia, presenta varios estratos, y se caracteriza
porque la mayoría de las especies no pierden las hojas durante la época de secas. se le
encuentra y mantienen sus hojas todo el año.
Sitio ramsar: sitio que figura en la lista humedales de importancia internacional, el cual
representa un verdaderos refugio de conservación para la flora y fauna que habita en el
y para las poblaciones que viven a su alrededor.
Subregiones hidrológicas: unidad territorial más adecuada para la gestión de los recur-
sos hídricos. Cuenta con una serie de atributos que hacen de la subregión una unidad
básica a considerar en la gestión del desarrollo.
Subsidencia: hundimiento del terreno por vacíos generados por la extracción de los
acuíferos y las reservas de agua del subsuelo. Hundimiento paulatino de del suelo, origi-
nado por las cavidades subterráneas producidas por las extracciones mineras. Hun-
dimiento progresivo de un sector de la corteza.
Transgresión marina: es el avance del mar sobre un terreno continental. Se produce por
hundimiento de la costa y/o la elevación relativa del nivel del mar (fundición de glaciares)
terreno perdido ante el mar (disminución del terreno en la línea de costa).
Uso concurrente: Un programa concurrente es un programa que tiene más de una línea
lógica de ejecución, es decir, es un programa que parece que varias partes del mismo se
ejecutan simultaneamente. Interacción entre procesos: Los programas concurrentes im-
plican interacción entre los distintos procesos que los componen.
Variables proxy: variable que se puede relacionar con una de interés (e.g. anillos de ár-
boles pueden ser proxies para variaciones de temperaturas).
Zona intermareal: Área geográfica a lo largo de la costa que se encuentra bajo agua
durante la marea alta (pleamar), pero que queda expuesta al aire durante la marea baja
(bajamar). En esta zona litoral la vegetación está dominada por las algas, que pueden
formar un cinturón de ancho variable de hasta dos metros.
Zona radicular: es el área o parte de le humedal que es ocupado por las raíces de las
plantas que se encuentran dentro de él.