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Asfixia Radicular

en Huertos de Paltos:
Manejo del Riego y Suelo
BOLETÍN INIA Nº 231

E ste boletín tiene por objetivo presentar


los resultados obtenidos en una serie de
investigaciones realizadas en los últimos 10
años en el INIA, que tienen relación con el
problema de asfixia radicular en paltos. La
información lograda es apoyada y compara-
da con antecedentes de literatura relaciona-
da que le da un carácter técnico y a la vez
práctico porque incorpora información y re-
comendaciones para manejar el suelo y el
riego de tal forma de prevenir o corregir los
problemas de asfixia radicular y con ello ha-
cer más sustentable y competitivo el cultivo
del palto.

La información que se entrega en este bole-


tín deriva de diferentes proyectos que han
sido financiados mayoritariamente por
INNOVACHILE de CORFO. Su impresión se
ha logrado con la gestión del Centro de Trans-
ferencia y Extensión del Palto (CTEP), inicia-
tiva ejecutada por INIA La Cruz, que requie-
re de este documento para utilizarlo en sus
actividades de difusión y transferencia de co-
nocimientos y tecnologías que permitan dis-
minuir las brechas productivas que existen
en la actualidad.

INIA
Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
Ministerio de Agricultura.
Chile.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES AGROPECUARIAS

Autores:
Raúl Ferreyra E.
Gabriel Sellés V.
Pilar Gil M.
Rafael Ruiz Sch.
ISSN 0717 - 4829

La Cruz, Chile, 2011

BOLETÍN INIA - Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Autores:
Raúl Ferreyra Espada,
Ing. Agrónomo M.Sc., INIA La Cruz.
Gabriel Sellés Van Schouwen,
Ing. Agrónomo Dr., INIA La Platina.
Pilar Gil Montenegro,
Ing. Agrónomo Dr., Escuela de Ciencias Agrícolas,
Universidad Viña del Mar, Chile.
Rafael Ruiz Schneider,
Ing. Agrónomo Dr., INIA La Platina.
Director responsable:
Fernando Rodríguez Álvarez.
Director Regional INIA La Cruz.
Boletin INIA Nº 231
Cita bibliográfica correcta:
Ferreyra E., Raúl, Gabriel Sellés V., Pilar Gil M. y Rafael Ruiz Sch.
2011. Asfixia radicular en huertos de palto: Manejo del riego y
suelo. 54p. Boletín INIA Nº 231. Instituto de Investigaciones
Agropecuarias, Centro Regional de Investigacion La Cruz. La Cruz,
Chile.
© 2011. Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA,
Centro Regional de Investigación La Cruz. Chorrillos 86.
Comuna La Cruz. Teléfonofax (56-33) 321780. Casilla 3, La Cruz.
Región de Valparaiso, Chile.
ISSN 0717 – 4829
Permitida su reproducción total o parcial citando
la fuente y los autores.
Diseño y Diagramación: Jorge Berríos Villablanca
Impresión: Salesianos Impresores S.A.
Cantidad de ejemplares: 1.000
La Cruz, Chile, 2011.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

ÍNDICE DE CONTENIDOS
Introducción _______________________________ 5

Asfixia radicular:
Manejo del Riego y Suelo en Palto ___________ 7
Introducción ____________________________ 7
Efecto de falta de aire en el suelo
al desarrollo del cultivo _________________ 11
Síntomas de la plantas
con asfixia radicular ____________________ 15
Causas de una baja aireación
en el suelo _____________________________ 18
Estrategias de manejo del agua de riego
que permitan optimizar la relación
agua-aire en la zona de raíces ___________ 20
Enmiendas que permitan mejorar la
relación agua-aire en la
zona de raíces _________________________ 29
Efecto de la lombriz de tierra
en la aireación del suelo _____________ 30
Efecto del yeso agrícola en las
propiedades físicas del suelo __________ 36
Efecto del compost en las
propiedades físicas del suelo __________ 38
Efecto de la enmienda en el
suelo en el cultivo del palto
(Persea americana Mill.) _____________ 40
Resumen ______________________________ 47
Bibliografía ____________________________ 48

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

ASFIXIA RADICULAR
EN HUERTOS DE PALTOS:
MANEJO DEL RIEGO Y SUELO
Raúl Ferreyra E.
Ing. Agrónomo M. Sc.
Gabriel Sellés V.
Ing. Agrónomo Dr.
Pilar Gil M.
Ing. Agrónomo Dr.

INTRODUCCIÓN

E
l rendimiento en huertos de paltos (Persea americana Mill.),
son menores que en otros cultivos de frutales de pulpa
(Wolstenholme, 1986). Lo anterior se debe en parte, al ma-
yor costo energético que requiere producir frutos de semilla gran-
des y ricos en aceite. Sin embargo, los rendimientos bajo con-
diciones ambientales favorables, tanto climáticas como edáficas,
se pueden mantener por sobre las 22 ton/ha, tal como se ha
observado en huertos de palto Hass en la zona central de Chile.

En Chile, a modo de ejemplo, es posible encontrar campos con


producciones relativamente estables en el tiempo, las cuales al-
canzan las 25 ton/ha; no obstante el rendimiento promedio na-
cionales de los huertos adultos es de 9 ton/ha. Una de las causas
de los bajos rendimientos de las plantaciones de palto en Chile,
se debe a que un gran número de huertos está plantado en suelos
cuyas propiedades físicas (textura, estructura y capacidad de aire)
son desfavorables para el desarrollo radicular del cultivo.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

En el palto, los productos de la fotosíntesis y las reservas nutri-


cionales del árbol se distribuyen preferencialmente hacia los
frutos y el desarrollo vegetativo del árbol, en desmedro del cre-
cimiento del sistema radicular, lo que hace que las raíces sean
altamente sensibles a condiciones de asfixia radicular, espe-
cialmente en suelos con altas densidades aparentes, alta reten-
ción de humedad y baja capacidad de aire. Este problema se
puede agudizar si los huertos se riegan en forma inadecuada.

Hay que tener presente que el palto en sus orígenes, en México


y Guatemala, evolucionó en suelos Andisoles, derivados de
cenizas volcánicas, caracterizados por presentar baja densi-
dad aparente, 0,5-0,8 g/cm3, alta que (capacidad de aire co-
rresponde al contenido de poros que están con aire en un suelo
a capacidad de campo), alto contenido de materia orgánica,
pH ácidos, y alta pluviometría (Aguilera et al. 1991). Por lo an-
terior el palto presenta raíces poco profundas, con una baja
conductividad hidráulica, con una frecuencia baja de pelos ra-
dicales, muy sensibles a la falta de oxígeno y con una capta-
ción de agua relativamente pobre. Por las razones descritas, al
existir períodos deficientes en oxígeno, ya sean de corta o lar-
ga duración, normalmente derivan en la inhibición de la ex-
pansión del sistema radicular, provocando necrosis, e inhibi-
ción del crecimiento de brotes seguido de una moderada a se-
vera abscisión de hojas (Stolzy et al., 1967; Schaffer et al., 1992).

Trabajos realizados por Ferreyra et al. (2007) muestran que el


palto se desarrolla bien en suelos que presentan una capacidad
de aire cercana al 30%, sin embargo los árboles comienzan a
presentar síntomas de asfixia radicular con niveles de aire en el
suelo del orden de 17% (Fotos 1 a 5).

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Foto 1. Palto de 2 años Foto 2. Palto de 2 años


creciendo con 29%. creciendo con 7% de aire
Capacidad de aire en el suelo aire en el suelo.
del suelo 29,87%. Capacidad de aire
Suelo Arenoso. del suelo 14,08%.
Suelo Franco Limoso.

Foto 3. Efecto de la capacidad de aire del suelo


y el crecimiento radicular (R. Ruiz).

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Foto 4. Paltos creciendo en suelo con capacidad


de aire 27% (suelo Franco Arenoso).
Sin Asfixia, rendimiento medio 25 ton/ha.

Foto 5. Paltos creciendo en suelos con capacidad


de aire del 12% (suelo Franco Arcilloso).
Con Asfixia, rendimiento medio 8 ton/ha.

Por su parte, Gil (2008), determinó que aún en condiciones no


asfixiantes, una mayor relación agua/aire, afecta negativamen-
te la fisiología de plantas de palto, lo que finalmente se expresa
como una menor biomasa, lo que indica la gran sensibilidad de
la especie a condiciones de aireación (Figura 1).

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 1. Promedio del peso seco de diferentes


estructuras del palto al final del experimento.
Los tratamientos correspondieron a relaciones agua/aire,
para: T1=1,7; T2=1,3; T3=0,6; T4=0,4 y T5=0,3.
Letras diferentes indican diferencias significativas.
(Prueba Waller-Duncan, P<0,1).

EFECTO DE FALTA DE AIRE EN EL SUELO


AL DESARROLLO DEL CULTIVO

La falta de oxígeno en el suelo induce trastornos fisiológicos


múltiples en las plantas. Se produce cierre de estomas, y un
menor crecimiento de las raíces (Lafitte 2001), y como conse-
cuencia, se inhibe la fotosíntesis y el transporte de hidratos de
carbono (Kozlowski 1997). También se disminuye la absorción
de macronutrientes, debido a la mortalidad de la raíz, a la pér-
dida de micorrizas, y a la alteración del metabolismo de la raíz
(Kozlowski 1997). En condiciones de baja concentración de
oxígeno en el suelo, se ha encontrado una alteración del equi-
librio hormonal de las plantas, aumentando el etileno (Kozlowski
1997). Se ha observado también daños al sistema radical debi-
do a la acumulación de éste y otros productos tóxicos origina-
dos por la respiración anaeróbica. También hay acumulación
de ácido abscísico y auxinas y, reducción de los niveles de
citoquininas y ácido giberélico (Lafitte 2001).

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

El exceso de humedad en el suelo desplaza el aire del espacio


poroso, haciendo disminuir la concentración y la tasa de difu-
sión de oxígeno (O2) y se produce aumento de la concentración
del dióxido de carbono (CO 2), se induce la descomposición
anaeróbica de materia orgánica, y el hierro y manganeso pa-
san a formas reducidas (Kozlowski 1997), lo que afecta el desa-
rrollo de las raíces.

El palto se desarrolla adecuadamente en suelos con un conteni-


do de 15% de oxígeno y 0,03% de dióxido de carbono (Menge,
y Marais 2000). Estudios realizados por Stolzy et al. (1967) in-
forman que plantas de palto de variedad Mexicola, que crecen
en suelos con una tasa de difusión de oxígeno menor a 0,17
µg.cm2/min presentan entre un 44% a un 100% de sus sistemas
radiculares dañados. Por otra parte, otras variedades de palto,
como son Scott, Duque, y Topa Topa, no crecen cuando la tasa
de difusión de oxígeno es menor a 0,20 µg cm-2 min-1 (Valoras et
al. 1964). Suelos de textura franca, manejados con riegos fre-
cuentes (riegos diarios) y altos contenidos de agua en el perfil
del suelo, pueden presentar tasas de difusión de oxígeno bajo
el límite señalado (Figura 2). La tasa de difusión de oxígeno
está estrechamente ligada al espacio poroso del suelo ocupado
por aire. Ferreyra y Sellés (ed) 2007, observaron que suelos con
un 29,87% de aire (suelo arenoso T1) la tasa la difusión de oxí-
geno (ODR) fue más de un 80 %, superior a la presentada por
un suelo franco, con porcentajes de aire inferiores a 17% (Figu-
ra 2), donde la ODR es inferior a 0,2 µg cm-2 min -1.

En la mayoría de las especies vegetales, el contenido de aire


en la zona de raíces debe ser superior al 10% del volumen total
de suelo (Sellés et al., 2003), sin embargo en palto se estima
que el límite adecuado para el desarrollo de raíces se encuen-
tra alrededor del 30% (Ferreyra y Sellés (ed) 2007), por lo cual,

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 2. Relación entre el volumen de aire del suelo (Ea)


y la difusión de Oxígeno (ODR), en suelos manejados con
riego frecuente y altos contenidos de humedad.
a : suelo arena, Fa : suelo franco arenoso,
F: suelo franco, FA: suelo franco arcilloso.
Fuente: Ferreyra y Sellés (ed.) 2007.

plantaciones en suelos de textura fina o mal estructurado, con


mal manejo del riego, pueden provocar restricciones en el de-
sarrollo de raíces, en el crecimiento vegetativo de la planta y
estado hídrico de las plantas (Cuadros 1 y 2).

De lo anterior se desprende que, para tener un adecuado desa-


rrollo de la parte aérea y radicular del palto es necesario man-
tener un adecuado equilibrio agua/aire en el suelo. Esta idea

Cuadro 1. Efecto del contenido de aire en el


suelo (Ea) en el índice de área foliar (IAF) del
palto var. Hass sobre portainjerto mexícola.

Ea IAF (m2)
T0 7,46% 1,58 a
T1 29,08% 4,40 b
T2 20,44 % 2,44 a
T3 14,36% 2,55 a
Letras distintas indican que hubo diferencia
significativa de acuerdo a la prueba de
comparación múltiple de Tuckey (α = 0.05).

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Cuadro 2. Efecto del contenido de aire del suelo (Ea) en la


conductancia estomática (gs) medida a la 14 horas.

Tratamientos
Períodos de
crecimiento T0 T1 T2 T3
vegetativo gs cm s Ea % gs cm s Ea % gs cm s Ea % gs cm s-1 Ea %
-1 -1 -1

Menor 0,12a 7,48 0,29b 28,02 0,19a 22,59 0,15 a 12,24


Mayor 0,26a 7,28 0,56b 29,98 0,30a 21,29 0,34a 16,23
Promedio 0,19 7,38 0,43 29,0 0,24 21,94 0,25 14,24
Letras distintas indican que hubo diferencia significativa de acuerdo
a la prueba de comparación múltiple de Tuckey (α = 0,05).

que parece tan sencilla es compleja de implementar, sobre todo


en suelos de textura fina, ya que cada vez que se riega, aumen-
ta el contenido de agua y disminuye la aireación en forma im-
portante y el drenaje de los poros de mayor diámetro se produ-
ce lentamente, hasta llegar a capacidad de campo. Por lo tanto,
para realizar un programa de riego en este cultivo, además de
considerar los requerimientos hídricos, es necesario analizar
las condiciones físicas del suelo en forma integral, viendo la
posible interacción entre la aireación, la retención de humedad
y la resistencia mecánica del suelo (Figura 3).

Figura 3. Factores que afectan directamente el


desarrollo del sistema radicular de las plantas.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

SÍNTOMAS DE LA PLANTAS
CON ASFIXIA RADICULAR

Cortos períodos deficientes en oxígeno, normalmente derivan


en reducción en el crecimiento y/o muerte del sistema radicular,
lo cual incide en el crecimiento de los brotes; en inhibición de
la expansión de las hojas; en una moderada a severa abscisión
de hojas (Stolzy et al., 1967; Schaffer et al., 1992) y en quema-
dura en la punta de las hojas (Valoras 1964).

La magnitud de los
síntomas de asfixia
radicular varía de-
pendiendo del conte-
nido de aire del sue-
lo. A continuación, se
muestran síntomas tí-
picos que presentan
los árboles con as-
fixia radicular (Fotos
6 a 14). Foto 6. Árbol con crecimiento normal.

Foto 7.
Síntomas de asfixia:
pocas raíces y
de mala calidad.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Foto 8.
Árboles con
desfoliación, epinastía,
reducción de tamaño
y hoja angosta.

Foto 9.
Caída de hoja
abundante durante
la floración.

Foto 10.
Caída de fruta
abundante a fines
de primavera y/o
finales de verano.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Foto 11. Desfoliación Foto 12. Árbol desfoliado


de brotes de temporada; con exceso de floración.
golpe de sol en la fruta; Árboles desfoliados en la zona
hojas angostas. de mayor acumulación de agua.
Ejemplo: final líneas de riego.

Foto 13. Árboles desfoliados,


fruta bajo calibre. Color Foto 14. Árboles con puntas
follaje verde amarillento, quemadas, en condiciones
hojas angosta. de baja salinidad.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

CAUSAS DE UNA BAJA AIREACIÓN EN EL SUELO

Como ya se ha mencionado, la principal causa de una baja ai-


reación de suelo está relacionada con sus propiedades físicas,
tales como textura, estructura y densidad aparente. En este caso
texturas finas, mala estructuración y alta densidad aparente dis-
minuyen directamente la capacidad de aire del suelo y por tan-
to la oxigenación de raíces.

Los problemas de aireación pueden verse agudizados por ma-


las prácticas de riego, ya sea relacionadas con los equipos de
riego o con el manejo del agua. Dentro de estas se pueden con-
siderar las siguientes:

• No respetar los drenajes naturales de agua de lluvia en el pre-


dio, debido a lo cual el agua de invierno es evacuada lentamen-
te desde el huerto, presentándose sectores con asfixia radicular.

• Manejo del riego con alto contenidos de humedad en suelo,


en huertos con baja capacidad de aire.

• Aplicación de cargas de aguas excesivas en suelos con res-


tricciones de drenaje en profundidad.

• Baja uniformidad de descarga entre emisores. Un equipo con


baja uniformidad entrega caudales variable entre plantas, en-
contrándose situaciones, donde las cantidades de agua apli-
cada a una planta, difiere en más de 2 a 3 veces a la de otra
del mismo sector de riego. La baja uniformidad de los emiso-
res es producto de la obturación de los emisores; sector de
riego con diferentes de emisores; pérdidas de la goma en
microaspersores autocompensados que regulan el caudal y/
o válvulas de regulación descalibrada, entre otras.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

• Exceso de riego al final de las líneas cuando los predios se


encuentran en pendiente. Esto debido a que al detener los
equipos estos descargan el agua de la red de riego en los
sectores más bajos.

• Distribución inadecuada del agua en el suelo. Este problema


puede deberse a: bajo porcentaje de suelo mojado por el
emisor; a utilización de un modelo de microaspersor poco
uniforme en cuanto a su forma de mojamiento y/o interferen-
cia del agua del microaspersor por las ramas del palto (fal-
das), entre otros.

• Sectores de riego con diferentes tipos de suelo en cuanto a


textura y profundidad.

Generalmente más de una de estas causas pueden estar pre-


sentes en los huertos que tienen plantas con algún grado de
asfixia radicular.

Para enfrentar los problemas de asfixia radicular es necesario


determinar en los huertos las causas de la baja aireación en el
suelo, para luego ver si es posible solucionarlo. Otra forma de
enfrentar la asfixia radicular es utilizar patrones tolerantes a
falta de aire en el suelo. Sin embargo, no se dispone de infor-
mación que indique como responden los diferentes portainjertos
existentes ante este problema, ya que en la mayoría de los ca-
sos han sido evaluados considerado aspectos como la resisten-
cia a Phytopthora y salinidad.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

ESTRATEGIAS DE MANEJO DEL AGUA DE RIEGO


QUE PERMITAN OPTIMIZAR LA RELACIÓN
AGUA - AIRE EN LA ZONA DE RAÍCES

En condiciones de riego por goteo y microaspersión, hasta hace


algunos años atrás, los programas de riego sólo consideraban
altas frecuencias de aplicación de agua (riegos diarios), para
reponer la evapotranspiración del cultivo, independientemente
del tipo de suelo. Actualmente, la experiencia ha mostrado que
los riegos de alta frecuencia son más apropiados para aquellos
suelos de baja capacidad de retención de humedad, de textu-
ras medias a gruesas, de una alta capacidad de aire y delgados.
En suelos más pesados, de mayor capacidad de retención de
humedad y de baja capacidad de aire, los riegos de baja fre-
cuencia (riegos cada 2, 3 o más días en verano) se han mostra-
do más promisorios. Las aplicaciones diarias de agua en este
tipo de suelo pueden significar problemas desde el punto de
vista de la aireación de suelo.

Tradicionalmente la estrategia de riego diario ha consistido en


mantener el suelo con un alto contenido de agua, reponiendo
cada día la evapotranspiración del cultivo. Sin embargo, el riego
diario se puede iniciar con diferentes contenidos de humedad en
el suelo, como se muestra en la Figura 4 (línea de cuadrados y
círculos), con lo que, desde el punto de vista de la aireación se
pueden obtener resultados diferentes. En esta figura se presenta
el caso de un suelo franco, que presenta una porosidad total de
50%, con un contenido de agua a capacidad de campo de 30% y
una capacidad de aire de 20%. Si este suelo se comienza a regar
diariamente cuando tiene un contenido de agua por sobre capa-
cidad de campo (línea con círculos en la Figura 4), este se man-
tendrá un contenido de aire en el suelo inferior al 17% ( eje dere-
cho). Sin embargo, si se comienza a reponer el riego diario cuan-

20 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 4. Efecto del manejo de alta y baja frecuencia


sobre la aireación del suelo. Porosidad Total = 50%.

do el suelo presenta valores de humedad por bajo capacidad de


campo (línea de cuadrados), cuando se ha agotado entre un 30 a
40% de la humedad aprovechable, se logra mantener el suelo
con contenidos de aire cercanos al 25% (línea con cuadrado de
la Figura 4). Lo anterior implica que cuando se utiliza la estrate-
gia de riego diario, es fundamental conocer los valores de capa-
cidad de campo y capacidad de aire del suelo y definir adecua-
damente el momento (contenido de agua) que debe tener el sue-
lo al inicio del período de riego, de manera que, reponiendo dia-
riamente la evapotranspiración del cultivo, se mantenga el suelo
con un adecuado contenido de aire y agua. Es necesario consi-
derar que manejar el riego con esta estrategia requiere de un
estricto control de la humedad en el suelo y del estado hídrico de
la planta, ya que cualquier error puede afectar seriamente el
desarrollo y producción del cultivo.

Otra forma de reponer el agua, optimizando la relación agua-


aire en el suelo, es a través de riegos de baja frecuencia, que
consiste en regar cuando se ha agotado alrededor de un 40%
de la humedad aprovechable del suelo, nivel que no afecta el

Boletín INIA, Nº 231 21


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

crecimiento del cultivo. De esta forma entre cada riego existe


un período de drenaje y de aireación, aumentando con esto la
cantidad y difusión de oxígeno en el suelo (Figura 4 línea con
rombo). La cantidad de agua aplicada en cada riego correspon-
de a la demanda hídrica diaria acumulada entre riego. De esta
forma, la cantidad de agua aplicada en riego de baja frecuen-
cia es la misma que la aplicada en los riegos diarios, cambian-
do solo la forma de aplicación. La técnica de baja frecuencia
es más simple y segura de implementar en el campo que el rie-
go diario y además permite un mejor lavado de sales.

Para definir la frecuencia de riego más apropiada, que optimice


la relación agua aire en el suelo sin producir estrés hídrico en la
planta, es necesario conocer la capacidad de retención de hu-
medad del suelo, el porcentaje de suelo mojado por los emisores
y el umbral de riego. En palto, según experiencias realizadas por
Ferreyra y Sellés (ed) (2007), se puede agotar entre un 30 a 40%
la humedad aprovechable del suelo (umbral de riego) antes de
volver a regar sin afectar los rendimientos del cultivo.

En un ensayo realizado en un suelo franco arenoso (Ferreyra et


al. 2007) (Cuadro 3), donde las plantas fueron regadas con tres
diferentes umbrales de riego (frecuencias) a través de
microaspersión, se concluyó que disminuciones del 60% de la
humedad aprovechable antes de volver a regar no afectan el
estado hídrico, rendimiento y calibre de la fruta en este cultivo.
Las plantas que se regaban con un umbral de riego del 60%
(riego en verano cada 5 o 6 días) presentaron a mediodía, en
verano, potenciales hídricos xilemáticos entre -0,53 a -0,68 MPa.

Ferreyra et al (2007), también realizaron experimentos de dese-


cación de suelo para determinar valores umbrales de riego, utili-
zando mediciones de humedad de suelo, potencial hídrico

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Cuadro 3. Efecto del agotamiento de la humedad aprovechable (HA)


en el suelo, antes de volver a regar en el rendimiento,
calibre de fruto y estado hídrico del palto en un suelo
franco arenoso de la localidad de Panquehue.

Umbrales Rendimiento Calibre entre PHxmin gs Volumen de


de riego (kg / planta) 50 y 32 (%) Verano verano agua aplicado
MPa cm/s m3/ha
04/05 05/06 04/05 05/06 04/05 05/06 04/05 05/06 04/05 05/06
T1 (5%) 40,6a 45,7a 33,0a 47,0a -0,57a -0,61a 0,28a 0,30a 6.771 10.220
T2 (30%) 38,7a 53,0a 28,0a 52,7a -0,53a -0,58a 0,31a 0,28a 6.996 10.241
T3 (60%) 41,1a 47,8a 28,0a 79,5b -0,60a -0,68a 0,35a 0,25a 7.116 10.572
T1 = riego cuando se agotaba el 5% de la humedad aprovechable (HA) (riego pulso).
T2 = riego cuando se agotaba el 30% de la HA.
T3 = riego cuando se agotaba el 60% de la HA.
PHxmin = potencial hídrico xilemático medido a medio día.
gs = conductancia estomática medida a medio día; Marco de plantación 6 x 4 m.

xilemático, contracción máxima diaria y conductancia


estomática. El experimento se realizó febrero de 2006 en un sue-
lo franco arcilloso. En este ensayo fueron seleccionadas 12 plan-
tas homogéneas de paltos Hass sobre portainjerto Mexícola, re-
gados en forma diaria por microaspersión. Seis de ellos se deja-
ron de regar por 13 días. Sólo después de 5 días de cortado el
riego en estas plantas, se manifestaron las primeras diferencias
con las plantas regadas (control), cuando se había agotado aproxi-
madamente el 30% de la humedad aprovechable del suelo. Sin
embargo, la magnitud de los parámetros medidos no señalaban
que las plantas sin riego estuvieran sometidas a estrés hídrico
(Ferreyra et al., 2009). Los árboles sin riego continuaron extra-
yendo agua del suelo a la misma tasa, lo cual se deduce al ana-
lizar la pendiente con que disminuye la humedad en el suelo
(Figura 5), hasta agotar un 60% de la humedad aprovechable.

Durante todo este período, tanto las plantas regadas como las
sin riego, mantuvieron valores similares de conductancia
estomática (0,6 a 0,4 cm/s) .

Boletín INIA, Nº 231 23


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 5.
Efecto del
agotamiento
de la humedad
aprovechable (HA)
antes de volver
a regar en el
potencial hídrico
xilemático (PHx),
en la contracción
máxima diaria
del tronco (ACD) y
en la conductancia
estomática (gs)
del palto, febrero
2006. Localidad
de San Pedro.
- Cada punto
representa el promedio
de seis mediciones.
- Las barras verticales
representan la
desviación estándar.
- Asterisco indica
diferencias
significativas entre los
tratamientos (P<0,05).
- La barra horizontal
gruesa indica la
duración del período
de déficit.

24 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

En resumen, se puede indicar que los paltos en suelos de textura


fina pueden ser regados con baja frecuencia de riego, optimizando
con estos la relación agua aire en los suelo de textura fina. Sin
embargo, es necesario que esta frecuencia se determine de acuer-
do a la retención de humedad del suelo, utilizando un umbral de
riego entre un 30 a 40% (o sea, agotar antes de regar como máxi-
mo un 30 a 40% de la humedad aprovechable del suelo).

Para implementar el riego de baja frecuencia es necesario co-


nocer la capacidad de retención de agua del suelo (capacidad
de campo, punto de marchitez permanente y densidad aparen-
te) además de la profundidad radicular efectiva y el porcentaje
de suelo mojado por el equipo de riego (pms). En el Cuadro 4,
se presenta, para diferentes texturas, el agua que se puede ago-
tar en suelo antes de volver a regar (Ha) cuando se utiliza un
umbral de riego del 40%. Además, en la parte inferior del Cua-
dro 4 se incluyen las relaciones que permiten obtener el Ha. A
modo de ejemplo, en un suelo franco, el agua disponible en las

Cuadro 4. Características físicas y agua útil


en suelos de diferentes texturas.

da cdc pmp Ur psm H Ha


Textura g/cc % base % base %/100 %/100 cm mm
peso peso

Arenosa 1,65 9 5 0,4 0,5 70 9


Franco arenosa 1,5 14 8 0,4 0,5 70 13
Franco 1,4 22 12 0,4 0,5 70 20
Franco arcillosa 1,35 27 14 0,4 0,5 70 25
Arcillo arenosa 1,3 31 16 0,4 0,5 70 27
Arcillosa 1,25 35 18 0,4 0,5 70 30
Da= densidad aparente; CC= capacidad de campo;
pmp= punto de marchitez permanente; Ha= Agua útil en el suelo;
psm= porcentaje de suelo mojado, H= profundidad radicular.
Ha= ((cdc x pmp) / 100 x da x H x Ur x psm) x 10.

Boletín INIA, Nº 231 25


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

condiciones antes descritas es 20 mm. Si se considera, por ejem-


plo, una evapotranspiración del cultivo (Etc) es 5 mm/día, se
podría regar como máximo en ese suelo cada 4 días. Por lo in-
dicado anteriormente, la frecuencia entre riegos depende del
tipo de suelo (agua útil), y de la demanda hídrica del cultivo
que varía durante la temporada.

Un buen programa de riego, que considere la evapotranspira-


ción de referencia (Eto), el coeficiente de cultivo (Kc) y reten-
ción de humedad del suelo permite una buena aproximación a
los requerimientos reales de riego del cultivo. Con el uso com-
plementario de sondas de medición continua de la humedad
del suelo (FDR) se puede mejorar la estimación de los requeri-
mientos de agua del cultivo y con esto disminuir los volúmenes
de agua que se pierden por percolación profunda, disminuyen-
do los costos debido a energía eléctrica y optimizar la relación
agua aire en el suelo.

En la Figura 6, se puede observar como a través del análisis de


las curvas de humedad de suelo, obtenida a través de un medi-
dor FDR, se pudo ajustar el programa de riego. En este ejemplo
se ajustó el agua útil (Ha) y los requerimientos de lavados. El
programa de riego se inició con una estimación del Ha de 13 mm
y se terminó ajustándola a 20 mm. Esto no significó un aumento o
disminución de la cantidad de agua a aplicar, solo tuvo que ver
con mejorar la oportunidad del riego, lo que permitió aumentar
la extracción de agua del suelo por las plantas (transpiración)
ante un mismo volumen de agua aplicado. Esto se podría deber a
que cuando los niveles de oxígeno son bajos la plantas restrin-
gen la transpiración afectando el crecimiento (Cuadros 1 y 2).

En algunos huertos, por tratar de evitar asfixia radicular, los agri-


cultores restringen en demasía la aplicación de agua, cayendo

26 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 6. Ejemplo de ajuste de un programa de riego a través


del uso de sensores de humedad continuos (FDR).
Línea verde agua disponible para las plantas a los 20 cm profundidad, rojo a los
40 cm profundidad y azul a los 60 cm profundidad. Entre 100 y 60% es el agua
útil, la que corresponde al 40% de agotamiento del agua disponible para las
plantas. Ha= agua útil y NL= necesidades de lavado.

en estrés hídrico, con los consiguientes efectos en calibre y


desarrollo vegetativo de los árboles. El conocimiento del suelo,
la realización de un programa de riego y el control de la hume-
dad del suelo sin duda evitará que se caiga en excesos o déficit
de humedad, que afecten la producción.

En algunos casos, en particular en sectores bajos de plantacio-


nes en cerros, aparecen plantas con síntomas de asfixia radicular
(Figura 7 y Foto 15). Estos problemas normalmente están aso-
ciados a microquebradas, por lo que es necesario mejorar el
drenaje superficial del campo, para evacuar los excesos de agua
que se acumulan en estos sectores más bajos.

Un error en la estrategia para solucionar los problemas de as-


fixia radicular puede influir en forma importante en los rendi-
mientos del campo y por consiguiente en los costos de energía
por kilo de fruta producido.

Boletín INIA, Nº 231 27


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 7. Plantas con asfixia radicular en un


predio y su relación con la altura
respecto a la fuente de agua.

Foto 15. Plantas con asfixia radicular,


su densidad (Nº de plantas) y ubicación espacial
en un predio de la Región de Valparaíso.

28 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

ENMIENDAS QUE PERMITAN MEJORAR


LA RELACIÓN AGUA - AIRE
EN LA ZONA DE RAÍCES

El desarrollo del sistema radicular de las plantas se ve directa-


mente afectado por las condiciones de humedad, aireación, tem-
peratura y de resistencia mecánica que presenta el suelo.

De los cuatro factores mencionados, el contenido de humedad


es el que controla en la mayor parte de los casos el comporta-
miento de los restantes. La interrelación agua-aireación es
opuesta a la interrelación agua-resistencia mecánica, en sus
efectos sobre las raíces. De este modo, al incrementarse el con-
tenido de humedad, disminuye la resistencia mecánica y en
casos extremos puede reducirse la aireación y llegarse a un
cuadro de asfixia radicular. Una interpretación similar debe ser
considerada para la interrelación agua–temperatura versus
agua–resistencia mecánica. Así por ejemplo, la mantención de
contenidos de humedad relativamente altos, a fin de reducir la
resistencia mecánica, aún cuando no produzca efectos sobre
la aireación, conduce a una situación de suelo más frío o más
difícil de calentar, por cuanto se está aumentando la capacidad
térmica volumétrica del suelo. Los efectos de la aireación del
suelo sobre el crecimiento de las plantas, pueden provenir por
fenómenos de oxidorreducción de constituyentes del suelo, los
cuales a su vez influyen sobre el crecimiento y productividad
de los cultivos; o bien, por reducciones en la concentración de
oxígeno y en la tasa de difusión del mismo, lo que afecta la
respiración a nivel radicular.

Boletín INIA, Nº 231 29


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

En la última década se ha generado una conciencia de que exis-


ten muy pocos suelos con condiciones físicas adecuados al cre-
cimiento del palto, de allí que se haya generalizado la técnica
de plantación en camellones. El camellón permite independizarse
de algunas propiedades negativas del suelo original, a la vez
que otorga mayor seguridad para el drenaje del agua.

Sin embargo, es frecuente observar problemas de «decaimien-


to por asfixia radicular», a veces con resultado de muerte de
los árboles, aún en camellones.

Efecto de la lombriz de tierra


en la aireación del suelo

El suelo debe ser considerado un organismo vivo y, en la medi-


da que aumenta la presencia de insectos y lombrices, las pro-
piedades físicas, químicas y biológicas del suelo serán más pro-
picias para el cultivo de las plantas. Las lombrices forman una
parte integral del suelo y en su interacción con otros organis-
mos son responsables de la vida en un suelo. La intervención
del hombre a través de las prácticas de manejo, puede inducir
a un aumento en las poblaciones de lombrices, y por lo tanto,
contribuir a la sostenibilidad de la agricultura. Sin embargo, el
excesivo uso de agroquímicos conducirá inevitablemente al
deterioro de recurso. La acción del las lombrices está estrecha-
mente vinculada a la fertilidad del suelo y se refleja en su efec-
to sobre su estructura, incorporación y mezcla de los compo-
nentes minerales y orgánicos, permitiendo la formación de hu-
mus, y finalmente favoreciendo la disponibilidad de algunos
nutrientes (López-Hernández et al., 2004). En general, las lom-
brices actúan sobre todas las propiedades del suelo: (i) Físicas,
(ii) Biológicas y (iii) Químicas.

30 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Con respecto a las propiedades físicas, las lombrices de tierra,


al alimentarse con los residuos de material vegetal en descom-
posición, ingieren además grandes cantidades suelo. Esta ingesta
se traduce en una selección de las partículas, prefiriendo las de
menor tamaño. A través de este mecanismo, se ha observado
incrementos de partículas finas en las estratas superficiales del
suelo (Russel, 1973). En suelos fértiles europeos (Bouché, 1981),
las lombrices de tipo anécicas puede alcanzar una biomasa de
hasta 5 ton/ha (500 g/m 2 ), convirtiéndose en verdaderos
subsoladores biológicos de suelo. Bouché (1984), estima que
una tonelada de lombrices anécicas por hectárea (100 g/m2), es
capaz de remover 250 toneladas de suelo al año, lo que signifi-
ca 4.000 a 5.000 km de galerías. Por otra parte, este mismo
autor indica que en suelos donde la agricultura intensiva ha des-
truido la población de lombrices (menos de 5 a 100 g/ m2), por
el uso indiscriminado de pesticidas o maquinaria agrícola, los
suelos se ven afectados por fenómenos de degradación y com-
pactación, perdiendo su fertilidad física. Se ha considerado que
poblaciones de lombrices menores a 100 ejemplares /m 2, en los
primeros 20 cm del suelo, indican que se trata de un sistema
biológicamente degradado, lo que repercute negativamente en
sus propiedades físicas (Shepherd, 2000).

Las condiciones físicas de los suelos se ven altamente favoreci-


das por la actividad de las lombrices de tierra (Edwards y Lofty,
1972; Unger y Kaspar, 1994; Ligthart y Peek, 1997; Werner, 1996;
Springett et al., 1992), pues su actividad permite mejorar la es-
tructura del suelo (Edwards y Bater, 1992; Blanchart, 1992), la
infiltración del agua, y disminuir la compactación del suelo. Lo
anterior debido a la capacidad de las lombrices de realizar gale-
rías, formando poros más grandes y, por ende, mejorando la ai-
reación (Bouché, 1984). También se ha observado que la activi-
dad de las lombrices de tierra produce un incremento en la esta-

Boletín INIA, Nº 231 31


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

bilidad de los agregados en húmedo, especialmente en las cla-


ses de 1 a 10 mm., los que a su vez muestran contenidos de car-
bono (C) y nitrógeno (N) más elevados (Werner y Bugg, 1990;
Kettering, 1997). Esta acción de las lombrices estaría directamen-
te relacionada, por una parte, con sus fecas o crotovinas, las que
están constituidas por una mezcla de materiales minerales y re-
siduos orgánicos que se agregan unos a otros a través de
mucílagos, y por aquellos residuos que la lombriz deja en las
paredes de los galerías y túneles por donde se desplaza. Al mejo-
rar la estabilidad de agregados del suelo, se produce una mejora
sustancial en el conjunto de las propiedades físicas del suelo,
proporcionando además una mayor protección contra la erosión,
debido a que aumenta la capacidad de éste de adsorber agua.

Tal vez, desde el punto de vista físico, el rol más importante de


las lombrices está relacionado con la porosidad, el movimiento
del aire, del agua y la capacidad de las raíces para explorar el
suelo (Russel, 1973; Shepherd, 2000; Kladivko, 2005). Las lom-
brices anécicas, al moverse en el suelo van formando túneles y
galerías verticales, las que dependiendo de la familia y especie
de lombriz pueden llegar hasta 1,5 a 2 m de profundidad. Las
especies endogeas se mueven principalmente en forma horizon-
tal, en los primeros 0-30 cm de profundidad. En resumen, la acti-
vidad combinada de las tres categorías ecológicas de lombrices
(epigeas, endogeas y anécicas), permite mejorar las propiedades
físicas de los suelos, lo cual favorece el desarrollo de sistemas
radiculares más profundos, los que son capaces de promover un
mayor desarrollo de la parte aérea y una alta productividad.
Werner (1996) y Chan (2001), señalan que la dinámica poblacional
entre diferentes especies de lombrices, especialmente entre
endogeas y anécicas, está fuertemente determinada por la la-
branza del suelo y por la adición de materia orgánica.

32 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Las lombrices actúan sobre las propiedades químicas de los


suelos a través de dos mecanismos: (1) al consumir residuos ve-
getales en descomposición mineralizan los nutrientes conteni-
dos en ellos aumentando su disponibilidad; (2) al moverse en el
perfil del suelo, transportan minerales hasta mayores profundi-
dades, llevándolos a zonas de mayor concentración de raíces.

Estudios realizados por Raw (1962), en huertos frutales, demos-


traron que las hojas que se caían de los árboles en invierno,
eran rápidamente incorporadas al suelo con la presencia de
Lumbricus terrestris (anécicas) y la velocidad de ocurrencia de
este fenómeno aumentaba con la cantidad de lombrices pre-
sentes. Werner (1996), en un huerto orgánico de California, de-
terminó que la incorporación al suelo de hojas caídas en la su-
perficie aumentaban desde menos de 28% al 79% con la pre-
sencia de L. terrestris. Una situación similar fue observada por
Ramet et al (2000), en un huerto de nogales, también en
California, donde la inoculación de L. terrestris incremento la
incorporación de abono verde al suelo. Sin embargo, se obser-
vó que la actividad de las lombrices es mayor en primavera
que en verano.

En consecuencia, la acción de las lombrices mejora la fertili-


dad química de los suelos, debido a que participan activamente
en el ciclo del nitrógeno, y sus deyecciones incrementan fuer-
temente las bacterias fijadoras de este elemento. En el caso del
nitrógeno, la actividad de las lombrices aumenta la
mineralización y reducen la inmovilización (Lachnitclit y
Hendrix, 2000; Potthoff et al., 2001). Por otra parte, las lombri-
ces son ricas en compuestos fosforados inorgánicos solubles en
agua (Edwards y Lofty 1972, Péres et al., 1998 y Alfaro et al.,
1997). Por lo que la actividad de las lombrices de tierra aumen-

Boletín INIA, Nº 231 33


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

ta la biodisponibilidad de fósforo, potasio, calcio y magnesio


(Edwards y Lofty 1972).

Las fecas de lombrices pueden tener, en promedio, hasta el do-


ble de potasio y concentraciones máximas de hasta 4,6 veces
mas que el suelo circundante.

Las propiedades biológicas de las lombrices en el suelo favore-


ce el aumento de la biomasa del suelo, y por lo tanto, la vida de
éste, a través de la proliferación de microorganismos que se
alimentan directamente del mucoproteína que liberan las lom-
brices. Las lombrices al usar el detritus orgánico como alimen-
to, aceleran su degradación biológica (Curry y Byrne, 1992).
Por otra parte, en la dieta de las lombrices se encuentran
microorganismos y nemátodos patógenos, contribuyendo de esta
manera a mejorar la calidad sanitaria del suelo.

Las lombrices también pueden promover la salud de las plantas


al dispersar microorganismos benéficos en el suelo. Trabajos rea-
lizados por Raw (1962), en manzanos, muestran una disminución
de enfermedades como la venturia, dado que las lombrices
anécicas hacen desaparecer rápidamente las hojas de la superfi-
cie del suelo, introduciéndolas a las galerías, lo cual elimina la
posibilidad de difusión de los inóculos de la enfermedad.

Adicionalmente, se ha encontrado que las poblaciones de bac-


terias fijadoras del nitrógeno (Azotobacter), se incrementan fuer-
temente en el humus de lombriz, lo cual ayuda a incrementar la
proporción de nitrógeno disponible para las plantas, ya que
aproximadamente el 50% de este tipo de organismos se ubica
en las paredes de las galerías construidas por las lombrices

34 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

(Alfaro et al, 1997). Sin embargo, existe menor concentración


de actinomicetes que de Azotobacter y pueden construir una
forma de diseminación de esporas de algunos hongos en el sue-
lo (Edwards y Lofty, 1972). La actividad de las lombrices de tie-
rra puede incrementar la actividad de los hongos y bacterias
del suelo, especialmente en estratas subsuperficiales (Lachnicht
y Hendrix, 2001).

La labranza actúa directamente sobre el sustrato donde se de-


sarrollan lombrices. Aquellas prácticas de labranza que menos
interfieran con ella favorecerán el desarrollo de altas poblacio-
nes, situación que esta íntimamente relacionada con la rota-
ción de cultivos. En general los monocultivos tienden a presen-
tar poblaciones menores que aquellas pasturas permanentes.

La aplicación de materia orgánica, de abonos verdes y el uso de


cubiertas vegetales, favorece la presencia y el desarrollo de lom-
brices. Este material vegetal es indispensable para otorgar el ali-
mento que las lombrices necesitan. A modo de ejemplo, algunos
estudios señalan que L. terrestris puede llegar a consumir entre
84 mg/g de peso fresco y 15 mg/g de peso fresco. Ramert et al.,
(2000) y Peres et al., (1998), reportan que aplicaciones de mate-
ria orgánica al suelo, en viñas francesas, no sólo incrementaron
la biomasa de lombrices, sino también su diversidad. Bukerfield
y Websler (1996), estudiaron el Piso de mulch de paja y cubiertas
vegetales en viñas en el sur de Australia. Los resultados indica-
ron que el uso de "mulch" orgánico aumentó en un 34% la hume-
dad del suelo, en un 46% la producción de uva y, en un 155% la
densidad de lombrices, en relación a un suelo manejado normal-
mente sin aplicación de este elemento.

Boletín INIA, Nº 231 35


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Por otro lado, Hofman (1993), señala que el uso de cubierta ve-
getales mixtas (mezcla de varias especies) en viñas francesas,
incrementó la población de lombrices en un 75% comparado
con el uso de cubiertas simples.

Es necesario tener presente que, el desarrollo y crecimiento de


las lombrices de tierra se ve afectado por el uso de agroquímicos,
especialmente insecticidas y fungicidas. Los herbicidas tienden
a presentar un bajo efecto tóxico sobre las lombrices, por estar
diseñados para actuar sobre la fisiología de las plantas. Sin
embargo, su efecto sobre las lombrices es indirecto, pues la
acción de los herbicidas disminuye el alimento de las lombri-
ces, al eliminar las malezas y disminuir los aportes de materia
orgánica.

En términos generales, tanto los insecticidas como los fungicidas


son tóxicos para las lombrices, y la magnitud del efecto depen-
de del ingrediente activo del producto, de la dosis, del tipo de
lombriz que se trate y de las condiciones ambientales
imperantes. El efecto del estos productos puede matar directa-
mente las lombrices. Además, también pueden tener efectos
subletales, afectando su comportamiento.

Efecto del yeso agrícola en las


propiedades físicas del suelo

El yeso (CaSO4.2H2O) es un compuesto mineral de origen natu-


ral no perjudicial para el ambiente que se usa en la agricultura
como fertilizante y enmienda de suelos y aguas.

El yeso es utilizado para mejorar las condiciones físicas de


muchos tipos de suelos, desde suelos ácidos altamente
meteorizados hasta suelos de baja salinidad y altos en sodio de

36 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

regiones semiáridas. Este efecto se debe a que el yeso promue-


ve la floculación e inhibe la dispersión de los agregados, previ-
niendo así el encostramiento superficial. Similarmente, el yeso
puede reducir la fuerza de compactación de capas
subsuperficiales, permitiendo una mayor penetración de las raí-
ces y, consecuentemente, una mayor absorción de agua del
subsuelo (Brady y Weil, 2002). De lo anterior, se desprende que
la aplicación de yeso agrícola mejoraría la infiltración y per-
meabilidad de suelo sódicos; suelos con bajo contenido de cal-
cio y suelos regados con agua de baja salinidad. Ben-Hur et al.
(1992) reportaron que el yeso incrementó la concentración de
electrolitos en la solución edáfica suelo previniendo la disper-
sión de las arcillas e incrementando la tasa de infiltración final
de un valor de 10 a 35 cm h -1. Sin embargo, Messenger et al.
(2000) encontró que en suelo no sódico las aplicaciones de yeso
fino aumentaron el drenaje del agua, situación que no se pudo
replicar con yeso drywall.

El yeso, ya sea incorporado en el suelo o dejado en la superfi-


cie, es la fuente de calcio más comúnmente usado como en-
mienda de suelos sódicos. La adición de yeso, en terrenos agrí-
colas con problemas de sodio, ha mejorado y reducido el pro-
blema de encostramiento del suelo según lo reportado por
Awahwal y Thierstein (1986).

En los suelos ácidos, el yeso puede ser más efectivo en reducir


el aluminio intercambiable en el subsuelo que el carbonato de
calcio, a pesar de que no aumenta el pH del suelo superficial
(Farina y Channon, 1988). Esto se explica porque el yeso, al ser
más soluble, desciende más rápidamente en el perfil, luego los
iones Ca+2 reemplazan a los iones Al+3 del complejo de inter-
cambio, los cuales reaccionan con los iones SO 4-2 formando
iones AlSO 4+ que no son fitotóxicos (Tanaka et al., 1987).

Boletín INIA, Nº 231 37


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Además, el ión SO4-2 puede reemplazar iones OH- asociados


con óxidos e hidróxidos de Fe y Al liberándolos a la solución de
suelo donde pueden reaccionar con los iones Al+3 formando
Al(OH)3 insoluble (Brady y Weil, 2002). De esta manera, se re-
duce la concentración de Al+3 mientras aumenta la de Ca+2
en la solución de suelo.

El yeso también puede agregarse al agua de riego, especial-


mente cuando el problema de infiltración se debe a una baja
salinidad del agua (CEa < 0,2 dS m-1). Las cantidades que de-
ben agregarse al agua de riego generalmente son menores que
las requeridas para mejorar la calidad del suelo.

Por otra parte, según Messenger et al. (2000) la aplicación de


yeso disminuye el porcentaje de raices infectadas por Phytoph-
thora. En suelos con yesos el porcentaje de raices infectadas
con Phytophthora disminuyó de 32,56% a 8,38%.

Efecto del compost en las propiedades físicas del suelo

Guerrero (1993), señala que el compost es una enmienda orgá-


nica que resulta de la transformación de la mezcla de residuos
vegetales y animales que se descomponen aeróbicamente pro-
ducto de la interacción de organismos del suelo, convirtiéndo-
se en humus. Según FAO (1991) la materia orgánica sufre una
descomposición en que la relación carbono – nitrógeno es un
factor determinante ya que para lograr que los microorganismos
liberen la energía encerrada en forma de carbono en los tejidos
a descomponer, requieren de un nivel de nitrógeno que les per-
mita fabricar sus propias proteínas y formar su citoplasma.

El compostaje es el proceso biológico aeróbico, mediante el


cual los microorganismos actúan sobre la materia rápidamente

38 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

biodegradable (restos de cosecha, excrementos de animales y


residuos urbanos), permitiendo obtener «compost». El compost
se puede definir como el resultado de un proceso de
humificación de la materia orgánica, bajo condiciones contro-
ladas y en ausencia de suelo (Aubert 1998).

El compost puede ser utilizado directamente como sustrato o


bien como acondicionador del suelo, mejorando las condicio-
nes químicas y biológicas de éste, incorporando materia orgá-
nica, como fuente de nutrientes y humedad. Los componentes
orgánicos favorecen la retención de agua y la capacidad de
intercambio catiónico, debido a que poseen una gran propor-
ción de microporos capaces de retener los nutrientes, previ-
niendo su lixiviación y actuando como buffer ante cambios re-
pentinos de salinidad (Landis et al. 1990).

Estudios realizados por Porta et al. 1994 señalan que el compost


presenta características, las cuales son muy beneficiosas para
el desarrollo de las plantas, tales como:

• Mejora las propiedades físicas del suelo. La materia orgáni-


ca favorece la estabilidad de la estructura de los agregados
del suelo agrícola, reduce la densidad aparente, aumenta la
porosidad y permeabilidad, y aumenta la capacidad de re-
tención de agua en el suelo.

• Mejora las propiedades químicas. Aumenta el contenido en


macronutrientes N, P, K, y micronutrientes, C.I.C y es fuente
y almacén de nutrientes para los cultivos.

• Mejora la actividad biológica del suelo. Actúa como soporte


y alimento de los microorganismos ya que viven a expensas
del humus y contribuyen a su mineralización.

Boletín INIA, Nº 231 39


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Efecto de la enmienda en
el suelo en el cultivo del palto
(Persea americana Mill.)

A continuación, se presentan resultados obtenidos al aplicar di-


ferentes enmiendas al suelo en un huerto de palto, plantados
sobre camellones de 1,5 m de ancho y 1 metro de alto.

En la Figura 8, se muestra el efecto sobre la densidad aparente


(Da) de las diferentes enmiendas contrastadas. La Da se midió
después de tres años de la aplicación de los tratamientos en los
camellones (Temporadas 2004, 2005 y 2006). Los resultados
muestran que solo los tratamientos que remueven el suelo, o
sea, el uso de laya y la aplicación de compost tuvieron efecto
sobre la densidad aparente (Da) del suelo. El tratamiento con
laya implico remover los primeros 20 cm del suelo durante la
primavera del 2004 y 2005, mientras que en la aplicación de
compost se agregó 60 litros por árbol, solo durante la primavera

Figura 8. Efecto de las enmiendas en la densidad aparente


sin diferencias significativas entre los tratamientos.
Letras iguales indican que no hubo diferencia significativa de
acuerdo a la prueba de comparación múltiple de Tuckey ( α =0.05).

40 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

de 2004. La aplicación de 2,5 ton/ha de yeso durante las prima-


veras de 2004 y 2005 solo afecta la estructura cuando hay altos
niveles de sodio o baja conductividad eléctrica en los primeros
centímetros de suelo y la lombrices anécicas (inoculación de
200 lombrices por árbol) su efecto sobre la estructura es a largo
plazo. Curry y Cotton (1983), señalan que resultados positivos
en las propiedades físicas del suelo se logran después de 3 a 5
años de establecida las poblaciones de lombrices.

Seguel et al (2002), encontraron que aplicaciones de compost


(biabono) y estiercol disminuyen la Da en un suelo de aproxi-
madamente 1,25 a 1,05 g cm-3.

Cuevas et al (2006) señala que a mayores cantidades de compost


adicionados al suelo generan menores valores de densidad apa-
rente y por lo tanto aumentan la porosidad total.

Es necesario indicar que las densidades aparentes logradas con


las diferentes enmiendas, son superiores a la de los suelos de
donde es originario el palto (Anguiano-Contreras et al. 2003),
donde se observan valores de 0,5 a 0,8 g cm-3

En las Figuras 9 y 10, se puede apreciar el efecto de las distin-


tas enmiendas al camellón sobre velocidades de infiltración
estabilizada (Vi). También se incluyen datos de los suelo vírge-
nes del cercanos al lugar del ensayo, sin remoción del suelo y
construcción de camellones, la Vi estabilizada varió entre 17,3
y 19,3 mm h-1 (Figuras 9 y 10). Estos valores según, Aoki y Sere-
no (2005) corresponden a un suelo de tipo franco arenoso, lo
que es coincidente con la textura del suelo donde se realizó
este trabajo.

Boletín INIA, Nº 231 41


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Figura 9. Velocidad de infiltración estabilizada


(mm h-1) medición realizada el 2005, este año no
se midió la Vi en suelo tratado con compost.
Letras distintas indican que hubo diferencia
significativa de acuerdo a la prueba de
comparación múltiple de Tuckey ( α =0.05).

Figura 10. Velocidad de infiltración estabilizada


(mm h-1) medición realizada el 2007.
Letras distintas indican que hubo diferencia
significativa de acuerdo a la prueba de
comparación múltiple de Tuckey ( α =0.05).

El tratamiento testigo que tiene camellones sin enmienda pre-


senta una Vi que varía entre 147,9 (Figura 9) y 61,1 mm h-1 (Fi-
gura 10), valores superiores en 82,4% al de los suelos vírgenes.
Es necesario indicar que los camellones fueron construidos 5
años antes de la primera evaluación de la Vi (Figura 10), lo que
indica que el efecto del camellón sobre la infiltración se ha man-
tenido por al menos 7 años.

42 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Esto no concuerda con lo señalado por G. Sellés de INIA (com.


pers., no publicado) el cual indica que el efecto del camellon so-
bre las propiedades físicas del suelo, en un parronal, es de muy
poca duración. Esto se puede deber a que los camellones realiza-
dos en paltos son muy poco compactados por el tránsito de perso-
nas, a diferencia del caso de los parronales de uva de mesa, que
tiene bastante tránsito durante la cosecha y arreglo de racimos.

La enmienda que mejoró en mayor medida la Vi en los


camellones fue el yeso, lográndose con estas aplicaciones va-
lores cercanos a 250 mm h -1 (Figura 9 y 10). Estos datos con-
cuerdan con Messenger, Menge y Pond (2000) que indican una
respuesta positiva (en términos de velocidad de infiltración) al
adicionar 5 ton de yeso por hectárea, en superficie, bajo el
microaspersor, con aguas de bajo contenido salino (menor a 250
mg l -1, equivalente aproximadamente a 0,4 mmhos cm-1).

También, se pudo constatar que el mejoramiento en la Vi pro-


ducto de la aplicación de yeso agrícola se mantuvo hasta tres
años después de la aplicación (Figura 9 y 10).

En resumen, las aplicaciones de yeso agrícola aumentaron Vi


en los camellones en aproximadamente 250% al compararla
con el testigo (camellón sin enmienda), producto del efecto del
calcio, como lo demuestran los niveles en suelo determinados
un año después aplicación de esta enmienda.

El efecto del calcio sobre la Vi se debe a que este acorta la doble


capa de la Micela Coloidal, en suelo de baja conductividad eléc-
trica (CE), al producir un puente entre las cargas eléctricas de las
arcillas y de la materia orgánica, lo que agrega el suelo y dismi-
nuye el encostramiento superficial al mejorar la estructura en los
primeros centímetros del perfil (Ferreyra y Sellés, 2007).

Boletín INIA, Nº 231 43


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

El efecto de la aplicación de yeso sobre la Vi, que es determi-


nada por los primeros centímetros de suelo, y no sobre la Da se
puede deber a la baja movilidad del yeso y/o solamente los pri-
meros centímetros de suelo presentan una baja conductividad
eléctrica (CE), Messenger et al (2000) indica que las aplicacio-
nes de calcio solo mejoran la estructura de los suelo sódicos o
de baja CE que influyen en el RAS y Ferreyra y Sellés (2007)
que el aumento de la salinidad en el suelo acorta la doble capa
de las arcillas y pasa a ser un elemento estructurante del suelo
y por lo tanto mejorador de sus propiedades físicas.

La aplicación de compost y la remoción del suelo con layas


también mejoraron la Vi (Figura 10), pero en menor magnitud
que las aplicaciones de yeso. Sin embargo es necesario indicar
que su efecto disminuye en el tiempo, lo cual es concordante
con lo indicado por Lal (1997) que muestra que el aumento en
la Vi producto de la remoción del suelo disminuye en el tiempo
por la readecuación de la partículas en el suelo debido al riego.

La inoculación con lombrices anécicas también mejora de Vi


del suelo pero en menor medida que las otras enmiendas con-
trastadas. Esto se puede deber a que su efecto sobre las propie-
dades del suelo es a largo plazo. Curry y Cotton (1983), señalan
que resultados positivos en las propiedades físicas del suelo se
logran después de 3 a 5 años de establecida las poblaciones de
lombrices.

Las aplicaciones de yeso liberan muy lentamente calcio al sue-


lo. El ión calcio acorta la doble capa de las arcillas, mejorando
la estructura del suelo, en los primeros centímetros de suelo
mejorando la infiltración.

44 Boletín INIA, Nº 231


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

En la Figura 11, se presenta el efecto de la enmienda con yeso,


en el contenido de calcio y la Conductividad eléctrica (CE) de
suelo, después de un año establecido el ensayo y en la Figura
12 después de tres años de aplicada la enmienda.

Figura 11. Efecto de la aplicación de yeso.


(A) En la CE del perfil; (B) En los niveles de
Calcio del suelo a un año del ensayo.

Figura 12. Efecto de la aplicación de yeso.


(A) En la CE del perfil; (B) En los niveles de
Calcio del suelo después de 3 años
de establecido el ensayo.

En la Figura 11A, se observa que la aplicación de yeso aumentó


la CE de los primeros centímetros de suelo de 0,6 a 2,7 dS m -1.

Boletín INIA, Nº 231 45


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

Esto se puede explicar por la acción del calcio que desplaza al


sodio del complejo de cambio y por lo tanto, hay proporcional-
mente cada vez más sodio libre que puede ser lixiviado de la
zona radicular (Gardiazábal y Magdahl, 2004). Al igual que
Lazovich et al. (1985) hallaron que el yeso fue la enmienda más
eficiente para desplazar el sodio.

Por otra parte, la enmienda de yeso incrementó el calcio inter-


cambiable en la estrata superficial, como lo demuestran los ni-
veles de calcio determinados un año después de la aplicación
(Figura 11 B). El aumento del calcio solo en los primeros centí-
metros de suelo se podría deber a que el yeso libera muy lenta-
mente calcio al suelo (Ferreyra y Sellés 2007).

En este trabajo se observa que el aumento del calcio y la CE en


el suelo es temporal ya que después de tres años estos niveles
vuelven a su estado original (Figura 12). Esto se puede deber a
que al mejorar la Vi se lavan las sales del suelo con mayor faci-
lidad disminuyendo la CE del suelo y el calcio aplicado a tra-
vés del yeso (Oster y Arpaia 1993).

Con respecto al efecto de las enmiendas en el rendimiento, los


estudios realizados demuestran que, a pesar de haber aplicado
enmiendas físico-químicas y biológicas, no se produjo una me-
jora en la producción del huerto tanto en rendimiento, como en
calibre. Esto se puede deber a que los cambios en las propieda-
des físicas del suelo son lentos (Lal et al, 1997) y que los efectos
en la producción son posteriores a la recuperación del sistema
radicular y al aumento de las reserva en las plantas. Además,
los problemas de producción en palto se deben a una serie de
factores donde las propiedades físicas del suelo es solo una de
ellos, aunque de gran importancia. Por la tanto los efectos en
producción deben esperarse en el mediano o largo plazo.

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Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

RESUMEN

Una de las causas de los bajos rendimientos de las plantacio-


nes de palto en Chile, se debe a que un gran número de huertos
está plantado en suelos de baja capacidad de aire (suelo de
textura fina) que son desfavorables para el desarrollo radicular
del cultivo, al existir períodos deficientes en oxígeno, ya sean
de corta o larga duración. Este problema se puede agudizar si
los huertos se riegan en forma inadecuada.

Trabajos realizados en INIA muestran que el palto se desarrolla


bien en suelos que presentan una capacidad de aire cercana al
30%, sin embargo, los árboles comienzan a presentar síntomas
de asfixia radicular con niveles de aire en el suelo del orden de
17%. De lo anterior se desprende que, para tener un adecuado
desarrollo del palto es necesario mantener un adecuado equili-
brio agua/aire en el suelo, sobre todo en suelos de baja capaci-
dad de aire. Esta idea que parece tan sencilla es compleja de
implementar, sobre todo en suelos de textura fina, ya que cada
vez que se riega, aumenta el contenido de agua y disminuye la
aireación en forma importante. Por lo tanto, para realizar un
programa de riego en este cultivo, además de considerar los
requerimientos hídricos es necesario analizar en las condicio-
nes físicas del suelo en forma integral, viendo la posible
interacción entre la aireación, la retención de humedad y la
resistencia mecánica del suelo, temas que se tratan en esta pu-
blicación.

Boletín INIA, Nº 231 47


Asfixia radicular en huertos de paltos: Manejo del riego y suelo

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