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Una Historia de Admon PDF
Una Historia de Admon PDF
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SECCIÓN DE OBRAS DE ADMINISTRACIÓN PUBLICA
4A HISTORIA DE LA
ADMINISTRACIÓN
II
Desde el sial" Xllutsta· nuestr/Js días
•
FONDO DE CULTURA ECONóMICA
MÉXICO
Primera edición en inglés, 1972
Primera edición en español, 1989
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Título original:
A History ot Public Administration Volume Ll, From the Eleuentli
Century to the Present Day
© 1972, E. N. Gladden
Publicado por Frank Cass and Company Limited, Londres
ISBN 0-714Q-I31O-X
Impreso en México
INTRODUCCIóN
7
8 INTRODUCCIóN
eficacia como los agentes de los gobernadores; sus actitudes hacia su pro-
fesión; las técnicas que deben adquirir y las rutinas y métodos de su
diaria labor. En esas cuestiones hay mucho que obtener, no solamen-
te de las historias generales y los estudios especializados, sino de las
autobiografías y biografías de los hombres de Estado y otras figuras pú-
blicas, y por supuesto de los diarios oficiales mismos. Tampoco deben
pasarse por alto las reconstrucciones ficticias que interpretan las ma-
neras y costumbres de una época particular, entre las cuales, por
ejemplo, puede citarse la espléndida Histori.a de Genji de Murasaki
que al explorar el comportamiento de la sociedad japonesa en el si-
glo x contiene una buena cantidad de información incidental sobre la
conducta de los asuntos públicos de la época.
6) Teoría. Finalmente están las filosofías que han influido en el
desarrollo de la administración pública y las teorías que fueron formu-
ladas, o se formulan aún, para explicar su lugar en el esquema general
de cosas. Aquellas del pasado han sobrevivido de manera extremada-
mente fragmentaria, en tanto que las que son anunciadas corrientemen-
te son numerosas y carecen inevitablemente de autoridad. Puede ob-
tenerse mucho de las teorías de gobierno expresadas por escritores
políticos como Aristóteles, y más aún, con la aparación del llamado
Estado administrativo. Recientemente el desarrollo de la administra-
ción general, como arte y ciencia, ha sido examinado con asiduidad,
particularmente en los campos de la empresa industrial y comercial,
poniendo especial atención en las teorías de organización, toma de
decisiones, administración, etc. Existe entre los estudiosos un apoyo
creciente a la idea de que la administración pública, bien aceptado
como un arte, es de hecho también una ciencia que puede ser apren-
dida y aplicada. No necesitamos sostener una y otra vez este tema
para darnos cuenta del surgimiento de tan interesante campo de in-
vestigación y esfuerzo humano.
Estas seis aproximaciones no son de ninguna manera exclusivas;
muchas más son posibles, dependiendo hasta cierto punto de los inte-
reses y objetivos específicos del estudioso. Las piezas separadas de la
experiencia en administración pública, a partir de las' cuales se ha
construido el presente trabajo, no han sido escogidas para ilustrar es-
pecíficamente alguna de las seis aproximaciones. Algunas secciones
del trabajo contribuyen a más de uno de los puntos de vista. Una
clave de la aparición de los seis temas en le presente volumen es pro-
porcionada por referencias bajo los seis encabezados en el índice.
En conclusión, puede sugerirse que independientemente de
mar la atención del lector en general, interesado en el mundo
12 INTRODUCCIóN
NOTA BIBLIOGRÁFICA
1 Jacques Pirenne, The Tides 01 History, vol. 1, Allen &: Unwin, 1962.
2 Jacques Ellul, Histoire des Institutions, Presses Universitaires de France, 1955.
15
16 EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500
LA SOCIEDAD FEUDAL 3
EN EL CONTEXTO ANGLOSAJÓN
7 Dialogus de Scaccario, editado por Charles Johnson, Nelson, 1950, pp. 62-64.
22 . EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500
nes del sheriff anglosajón con los del vicomte normando y produjo
un cargo muy poderoso. Éste era ocupado originalmente por un barón
influyente, quien frecuentemente usaba su privilegiada posición para
su propio beneficio. El cargo llegó a ser tan lucrativo que se pagaban
altos precios por el privilegio de ese nombramiento. Nos dice Walter
Map, el satírico del siglo XII, que
22 Citado por Helen M. Cam, The Hundred and Hundred Rolls, Londres, 1930,
página 59.
EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500
soberanos como gobernante. Por esta época sus oficiales están hasta
cierto punto diferenciados: sus derechos feudales son la responsa-
bilidad del confiscador o mayordomo, mientras que sus derechos
gubernamentales son del interés del sheriii, quien es responsable ante
la Tesorería por los ingresos regios del señorío y ante los magistrados
reales por poner en movimiento la maquinaria de la justicia real, así
como de llevar a cabo todos los juicios en el condado. Asistido por
el forense y un grupo de subordinados, el sherii] administra el con-
dado y, con la cooperación de los caballeros y hombres libres, ocupa
la Corte Mensual del Condado. Dentro de cada Ciento, el bailiff
también es responsable, a través del sherif], ante el rey.
Al mismo tiempo el cargo de Justicia de la Paz aparece en 1264,
aunque sobre la base de la práctica establecida como un desarrollo
del Custos Pacis antiguamente nombrado por Simon de Montfort
(1208-1265) en cada condado, para servir hasta que el rey y los baro-
nes lo determinaran de otra manera. Al principio las obligaciones de
la justicia eran predominantemente militares, pero posteriormente el
aspecto civil se hizo más y más importante hasta que, como magis-
trado secular escogido de entre la clase acomodada, llegó a ser el
agente en Jefe de la Corona en las localidades, ligando la acción
judicial y ejecutiva en una época en que las dos actividades todavía
estaban naturalmente indiferenciadas. Aún hoy esos magistrados ci-
viles, como han llegado a ser, conservan ciertas funciones adminis-
trativas.
Como apoyo de la esfera gubérnamental, la Iglesia seguía prove-
yendo importantes centros de administración local durante toda la
Edad Media. De hecho fueron los monasterios los que siguieron pro-
porcionando tales centros, por continuar simplemente como comuni-
dades organizadas durante las épocas de recesión, cuando las localida-
des estaban siendo forzadas a retroceder más y más por sus propios
recursos. Ahora, con el flujo definitivo en una dirección más positiva,
las propiedades eclesiásticas aumentaron en importancia, primero
como las casas básicas de los obispos, quienes a menudo competían
con los nobles como detentadores del poder señorial, pero más y más
conforme el tiempo pasó como participantes con el rey en el go-
bierno temporal, para el que estaban muy bien equipados cultural-
mente. Había un máximo de fluidez de personal, tanto en el máximo
nivel como altos oficiales de la Corona e importantes sirvientes del
Papa, y en niveles menores donde el clero tenía en ese entonces casi
un monopolio de la habilidad de escribir. Los establecimientos de la
34 EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500
res y del Consejo Común ya existían hacia fines del siglo xv. Origi-
nalmente todos estos dignatarios participaban personalmente en la
administración de los asuntos cotidianos de la ciudad, aunque sin
duda en una primera etapa empleaban a sus propios palafreneros y
sirvientes como asistentes personales. Durante el siglo XIV las influ-
yentes Compañías Gremiales, en otras palabras los gremios de artesa-
nos, recibieron el derecho de tener participación en el gobierno de la
ciudad. Todavía proporcionan a los miembros del Common Hall (Cá-
mara de los Comunes) que selecciona a los dos sheriiis de la ciudad
y otros oficiales importantes, y nomina a dos Regidores de la corte
de Regidores anualmente para seleccionar al Lord Mayor.
TÉCNICAS DE DESARROLLO
mera vez en 1377, como Guardián del Sello.s! Este nuevo sello había
de usarse para autenticar la correspondencia personal del rey.
"Quirógrafo" o Contrato: Un ejemplo documental muy impor-
tante sobre la búsqueda de autenticación confiable fue el chirograph,
que Galbraith 32 sugiere fue el documento de negocios más antiguo,
"a menos que contemos la tarja de madera, de la cual, para así decir-
lo, es una adaptación en papiro". Parece haber sido introducido du-
rante el siglo x y tuvo gran uso durante el siguiente periodo. Origi-
nalmente consistía en un texto triple que cubría un acuerdo entre
dos partes. Los tres textos idénticos en el mismo papiro estaban divi-
didos por la palabra cyrographum, a través de la cual se cortaba el
chirograph y, en esta última forma se muescaba de tal manera que
una parte de la palabra quedara en cada pedazo, permitiéndoles así
ser fácilmente empalmadas como prueba de identidad. Se daba una
parte para cada uno de los interesados, mientras que la otra se con-
servaba en un lugar neutral, posiblemente una abadía o en la Teso-
rería. Generalmente sólo se llegaban a considerar necesarias dos, copias.
Galbraith se refiere 33 a la concordancia final como la clase más
notable de chirograph algunos de cuyos ejemplos llegaron a la Oficina
de Registro Público (Londres) justo en el siglo XIX. Este era un
documento legal escrito en la Corte del Rey para registrar una con-
cesión privada de tierra. La primera de estas concordancias finales
fue redactada en 1195 en una nueva forma tripartida en el curso de
una multa entre Theobald, hijo de Walter, y Guillermo, hijo de
Hervey. Esto marca un significativo avance por parte de la corte al'
decidir llevar un registro sistemático de sus procedimientos y es per-
tinente decir que fue Herbert Walter, el magistrado de la época,
quien cuatro años más tarde, como canciller, comenzó los listados de
la Cancillería, un registro de los instrumentos emitido bajo el Gran
Sello.
Como forma, el chirograph precedió al empleo común de sellos
y se mostró tan efectivo que sobrevivió mucho tiempo después de que
los sellos cayeron en desuso.
Indagación judicial: En vista de que la indagación Domesday hizo
época, el uso de la indagación como método administrativo apenas
31 Ver J. Otway-Ruthven, The King's Secretary and the Signet Office of The
XV Century, Cambridge, 1939, para su desarrollo subsecuente.
32 Galbraith, op. cit., pp. 9-13.
33 Galbraíth, op. cit., p. 11.
EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500
40 Para una relación comprensible, ver Oiticial History of the King's Works,
-vols, I y 11, The Middle Ages and Plans, H. M. Oficina Estacionaria, 196.3.
41 Official History, op, cit., p. 1.
EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500 47
Ser empleado de los Trabajos del Rey era, por lo tanto, haber al-
canzado una posición que conllevaba el prospecto, si no la certeza, de
recompensas sustanciales en la Iglesia o el Estado. Pero no había una
escalera establecida de avance sobre la cual la escribanía de los traba-
jos del rey formara un peldaño bien marcado. Un hombre podía lle-
gar a ella de la Tesorería, otro de la oficina del sello público o del
sello privado. Algunos eran hombres educados con grados universita-
rios, y eran dignificados en la realización de sus obligaciones con el
título de "maestro"; otros tenían orígenes más humildes de los que
poco se sabe. Sus carreras subsecuentes en el servicio del rey eran
igualmente variadas, y así mostraban cómo rápidamente un empleado
real pasaba de un departamento administrativo a otro. Arnold Brocas
(1381-1388) entró en la Cancillería del Recibo, John Bernard (1396-
1397) a la Tesorería de Calais, Robert Rolleston (1407-1413) a la guar-
dia del Gran Guardarropa. Hasta dónde la carrera de un individuo
era afectada por el favor o la influencia no es posible decir: tampoco
estamos en posición de juzgar la competencia con que los sucesivos
ocupantes del cargo ~mplían con sus obligaciones. Aun la estancia de
los empleados entre los otros sirvientes del rey es difícil de evaluar,
excepto en términos del regalo anual de capas, que muestra que en este
respecto, por lo menos, tenían un rango inferior al del Guardián del
agravios, sobre los cuales hay poca evidencia además de sus propios
escritos. Él era flexible y podía hacer su caso mucho mejor de lo que
pueden hacerlo muchos hombres con un agravio. Ciertamente plasma
una pintura suficientemente sombría, aunque hay seguramente un
toque poco común de verdad en su retrato del empleado del Sello
privado, como un individuo de espíritu pobre y cobarde que esperaba
rebajarse ante los grandes hombres y particularmente ante los servi-
dores de los grandes hombres. En una época en que el patrocinio era
abundante y necesario saber portarse humildemente con todos los
que pudieran ser un instrumento para robar los medios de vida de
uno, pocos podían evitar las artes del cortesano. Hocc1eve dice cómo,
para cobrar los escritos emitidos por la oficina a su cargo, los grandes
hombres enviaban a sus servidores en su lugar y no podía conciliar
su indignación ante los trucos mediante los cualess estos inferiores
robaban a los escribanos sus propinas. Primero decían a los empleados
de manera elocuente cómo su señor mostraría su agradecimiento otro
día. Luego no sólo retendrían la cantidad debida al escribano, sino
que se quejaban ante su señor por las extorsiones de aquél, timando
así a las dos partes para su propio beneficio. Los escribanos no aven-
turaban ninguna queja por temor a que se les impusieran más penali-
dades por presiones más fuertes. En la época actual, cuando las me-
didas de protección están nutridas por oportunismos similares, sería
inútil desechar tales quejas aun como exageradas.
Hay gran evidencia de la competencia de Hoccleve en sus deberes
clericales y su interés en su trabajo está más que probado por el
sólido cuarto volumen, preservado en el museo británico, en el que
establece de manera práctica y ordenada las formas corrientes y los
ejemplos típicos de documentos que caían dentro de la esfera del
Sello privado, la única fuente de la cual pueden estudiarse los asuntos
cotidianos verdaderos y las tradiciones de la Oficina.
De la vida de estos dos poetas, uno mayor y otro menor, pode-
mos ver claramente la clase de vidas oficiales que llevaban y algo de
la naturaleza de las tareas administrativas que estuvieron llamados
a asumir. La primera cosa que desconcierta a uno es la importancia
del patrocinio, de ser persona grata con la gente de alto rango y de
estar atado a una casa distinguida. Del sencillo esbozo de la carrera
de Chaucer es claro qae el oficial público de la época era un gene-
ralista por excelencia -cortesano, soldado, embajador, oficial de im-
puestos, empleado de trabajos, hasta magistrado y parlamentario- y
~clemás necesitaba tener suficiente perspicacia para poder controlar los
54 EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500
Es verdad que en esa época se estaban sentando las bases del Estado
nacional bajo el escudo de los reyes que estaban luchando para man-
tener la primacía sobre la Iglesia y la poderosa nobleza; pero es en-
gañoso leer en términos geográficos como "Inglaterra", "Escocía" y
"Francia", connotaciones de unidades gubernamentales compactas a
las que sus habitantes debían una lealtad específica, tal como la
entendemos ahora. Los reyes, contendiendo ya para preservar o am-
pliar sus poderes, vigilaban sus distintos dominios como muchas pro-
piedades separadas de las que estaban en libertad de disponer o agre-
gar cdmo creyeran conveniente, y tenían el poder de hacerlo. También
es verdad que aún en esa época el canal inglés proporcionaba una
frontera que era más definida que la mayoría, pero por algún tiempo
las bandas de Inglaterra invadieron el continente con fronteras que
eran suficientemente fluidas. Calais habría de ser incluida dentro del
dominio del rey inglés hasta el reinado de María Tudor en el siglo XVI.
Era importante por lo tanto que los medios administrativos disponi-
bles para la Corona fueran suficientemente flexibles para enfrentarse
con esta alta fluidez institucional.
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51 Peter Partner, The Papal State under Martin V, Escuela Británica en Roma,
1958, p. 1.
E.UROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500 57
nancieras, dominaba todas las partes del sistema. Tenía interés directo
en el monopolio de la sal, que era operado por oficiales, o conduttori
bajo un acuerdo con ellos. La Cámara también tenía control de la
fuerza armada del Estado papal y asimismo de las mercenarios italianos
a quienes contrataba, pagaba y supervisaba.
Debe estar claro, a partir de esta relación muy resumida, la orga-
nización compleja que el Estado papal había desarrollado como sis--
tema muy detallado de gobierno que difería de otros sistemas estata-
les, al combinar los poderes espirituales y temporales, y como admi-
nistración era mucho más burocrática en la organización y operación
de lo que era común en la Europa contemporánea. Era de hecho una
institución extraordinaria' para su tiempo. -
Las unidades eclesiásticas locales figuraban prominentemente en
el esquema de las cosas y llevaron el poder del Papa muy lejos, más
allá de los confines de su reino temporal. Sin los obispos muchos
grandes planes habrían sido inalcanzables. Así, cuando Urbano JI
hizo su famosa llamada al concilio de Clermont en noviembre de
1095, para una guerra santa contra la Creciente y para proteger los
lugares santos, no estaba preparado para la abrumadora respuesta que
siguió. 59 No se había pensado en ningún arreglo administrativo y se
necesitaban pasos urgentes para reparar la omisión. Fue así siempre,
con los líderes dispuestos a ignorar las suposiciones más mundanas de
sus grandes designios. El Papa se apresuró a establecer regulaciones-
para proteger los intereses de los que iban a la Cruzada. No sólo ha-
brían de recibir remisión de castigos temporales por cualquier pecado
que hubieran cometido, sino que sus pertenencias mundanas habrían
de colocarse bajo la protección de la Iglesia durante su ausencia en la
guerra. Habría de ser responsabilidad de los obispos dentro de las lo-
calidades hacerse cargo de estas pertenencias y devolverlas intactas a
los guerreros cuando regresaran a casa ... , si regresaban a casa. Ésta
no fue sino una de las regulaciones que se promulgaron así, pero lo
importante de ellas es su efecto inmediato sobre el reclutamiento, así
como el provocar disposiciones administrativas para su ejecución.
60 A. L. Poole, From Domesday Book to Magna Carta, Oxford, 1951, pp. 319 Y ss,
61 Bryce Lyon, A Constitutional and Legal History 01 Medieval England, Harper,
Nueva York, 1960, pp. 152-154'.
62 F. J. West traza sus inicios tentativos en The [usticiarship in England, 1066·
1232, Cambridge, 1966.
EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500 61
-el control del rey, excepto las finanzas porque estaban controladas por
Guillermo Abingdom quien, como tesorero general y receptor general
tenía autoridad concurrente y control, una dicotomía de poder y ad-
ministración ampliamente difundida en la época, como ya hemos visto
-en otras asociaciones.
Incidentalmente una rama de los Trabajos del Rey operaba en
Calais (y las provincias fronterizas alrededor) desde la época de
su captura por Eduardo Hl en 1347.64 Las necesidades de defensa en
esa área eran insistentes y pesadas. Un staff permanente de trabaja-
dores se mantenía ahí, muchos de ellos reclutados en Inglaterra para
el servicio marítimo. Estaban bajo el control de artesanos-maestros,
algunos de los cuales eran flamencos. El tesorero de Calais se hizo
responsable por la administración financiera y clerical de los trabajos,
ayudado, en el siglo XIV, por el abastecedor, quien vigilaba el apro-
visionamiento y la conservación, en lugar seguro, de toda la comida
y los productos requeridos para el funcionamiento del establecimien-
to. Algunas veces se combinaron los dos cargos.
La tendencia hacia instituciones administrativas más establecidas
también comenzó a hacerse sentir en la esfera de la diplomacia, esen-
cialmente una actividad personal que habría de permanecer así mu-
cho tiempo, pero en adelante se realizaron una serie de misiones espe-
cíficas sobre una base ad hoc. Una forma de regularización comenzó
a aparecer. Este fue particularmente el caso en los estados italianos
donde las instituciones diplomáticas se hallaban bien desarrolladas y
estaban en curso procedimientos estrictos de formulación. El primer
libro de texto de la práctica diplomática escrito en Europa occidental
apareció en 1436, obra de Bernard du Rosier, preboste y posterior-
mente arzobispo de Toulouse." Explica la organización y conducta
del arte diplomático de ese tiempo. Hasta entonces las actividades de
los agentes diplomáticos siempre habían sido intermitentes, pero el
sistema del Estado italiano requería de un nuevo tipo de represen-
tante -el embajador residente- que fue introducido probablemente
durante el siglo XIV y estuvo bien establecido hacia fines del xv. El
primer agente residente de quien hay una auténtica mención fue el
servidor de Luigi Gonzaga, capitán del pueblo de Mantua, en la Corte
Imperial de Luis el Bávaro, antes de 1341.66 Habría de desarrollarse
64 Official History, op. cit., vol. 1, pp. 423-424 Y vol. 11, pp. 1054-1055.
65 Garrett Mattingly, Renaissance Diplomacy, Cape, 1955. pp. 28-30.
66 Mattingly. op. cit., p. 71.
EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500 63
68 George Unwin, The Gilds and Conipanies o/ London, 1908, nueva edición Cass,
1963, pp. 2-3.
EUROPA MEDIEVAL: 1000 A 1500 65
68
MEDIO ORIENTE. ORIENTE Y OCCIDENTE, 69
"' La Valida o Privada del sultán era el título que se daba a la e!posa favorita.
[N. del D.) ,
82 MEDIO ORIENTE. ORIENTE Y OCCIDENTE
cámara bóveda del palacio. El gran visir presidía las ramas de la ad-
ministración civil y militar, pero no la religiosa, y durante la época
de Mohammed II (1451-1481) se encargó incluso de la presidencia del
Diván, ocurriendo entonces que el sultán se retiraba a una cámara
contigua desde donde podía observar los procedimientos detrás de una
rejilla. El gran visir contaba con el apoyo de un cuerpo de personal
civil, fundamentalmente musulmanes nacidos libres, que constituía
una casta casi hereditaria que ofrecía el personal a la cancillería 'i
oficinas financieras.
En un principio el gran visir era elegido entre la nobleza, pero
con la conquista de Bizancio los sultanes recurrieron a la casa de
esclavos para obtener sus principales ministros, quienes a partir
de entonces fueron invariablemente de origen cristiano. Bajo el sis-.
tema otomano, como había ocurrido en Bizancio, la ocupación de los
cargos más altos podía resultar una posesión arriesgada, por no decir
peligrosa. Así, para hacer frente a las demandas de los soldados du-
rante la revuelta de Íos jenízaros en el año de 1655, se presentaron
como ofrenda de paz los cuerpos estrangulados de la mayor parte de
los principales ministros.P Durante el reinado de Solimán el Mag-
nífico se habían alcanzado niveles de civilización más elevados, siendo
de gran interés la carrera del gran visir Lufti Pasha, quien tuvo el
cargo de 1539 a 1541. Se había casado con la hermana del sultán y
debió sufrir las consecuencias de sostener tan íntima posición. Se ex-
plica así. la brevedad de su servicio en el cargo más importante, ya
que en resumidas cuentas fue destituido por hablarle a su esposa
en forma grosera. Piadosamente, tuvo la fortuna de recibir una pen-
sión y que le fuera permitido retirarse a su propia hacienda, donde
pasó el resto de su vida dedicado a la erudición y al estudio de la
historia.
Las finanzas eran controladas por el gran Dejterdar o encargado
de llevar el registro, quien, a pesar de estar bajo el gran visir, tenía
acceso directo al sultán y era auxiliado por una jerarquía de Defter-
dars menores. Era miembro del Diván.
Es bajo el gran Dejterdar, en el cual encontramos la aproxima-
ción más cercana a una organización ejecutiva dividida en departa-
mentos con características identificables con las modernas y que en-
fatizan también la importania de las finanzas en el sistema otomano.
Había veinticinco de estos departamentos o despachos atendidos por
EL HARÉN
LA CIUDAD DE CONSTANTINOPLA
la fila del arado y los hizo cortesanos y esposos de las princesas; tomó
a jóvenes cuyos ancestros habían llevado el nombre cristiano durante
siglos, convirtiéndolos en gobernantes de los estados mahometanos
más importantes, y en soldados y generales de ejércitos invencibles cuya
máxima ilusión era derrumbar la cruz y elevar la media luna. .. Los
miembros de este sistema fueron, en general, a lo largo de su vida, algu-
na vez esclavos, conversos, estudiantes, soldados, nobles, cortesanos y
funcionarios del gobierno.w
sar sus pasiones. Si los descubrían podían llegar a ser golpeados casi
hasta matarlos y a ser expulsados del serrallo.s"
Los nombres y el campo de actividad de las seis cámaras, según las
clasificó Penzer, dan una idea clara del lugar que ocupaban estos esta-
blecimientos en la organización de la institución gobernante, la cual
hemos descrito con anterioridad.
l. Has Oda, Cámara Real (has o khas significa "apropiada", "pura"
o "privada", y de ahí "Real"), la unidad más importante y exclusiva,
consistente sólo de 39 miembros, llegando a cuarenta con el sultán. A
partir de la época de Selím I se convirtieron en custodios de las reli-
quias sagradas en el Pabellón del Manto Sagrado.
2. Hazine Oda, Cámara del Tesoro. Estaba a cargo del Hazine-dar-
bashi del Interior, un eunuco blanco, y totalizaban sesenta o setenta.
Las funciones eran el cuidado del tesoro del sultán, la ejecución de
todos los pagos y el llevar las cuentas.
3. Kiler Oda, Cámara de la Despensa. Ésta se ponía al cuidado del
Kiler-jibashi, quien controlaba el servicio de cocina del serrallo. Los
miembros de este salón parecen haber variado, pero el promedio era
entre 70 y 100. Sus tareas consistían en supervisar los alimentos del
sultán e iba con él cada vez que dejaba el palacio.
4. Büyük Oda, Gran Cámara, originalmente llamada Yeni Oda o
Cámara Nueva, debiéndose el cambio aparentemente a la creación de
la KÜfük Oda, o Cámara Pequeña, fundada por Solimán. Ambas cá-
maras se ocupaban solamente de la educación de los pajes, otorgán-
dose la posición honoraria de las odas principales ya mencionadas de
acuerdo al mérito.
5. Kiiciih. Oda, Cámara Pequeña; complementaria a la anterior.
Ambos salones se hallaban bajo el Ikinji-Kapi-oghlan o Eunuco de la
Segunda Puerta. Los miembros de la Gran Cámara eran originalmente
entre 100 y 200, llegando a 400, siendo entonces cuando la Pequeña
Cámara albergó alrededor de 250 ic-oghlans.
6. Seferli Oda, Cámara de Campaña. Fundada por Ahmed I o por
Murad IV, aproximadamente doce años después. En realidad esta cá-
mara venía inmediatamente después de la número 3, la Kiler Oda, en
orden de importancia y mantuvo su fuerza (de 70 a 150) obtenién-
dola de la Gran Cámara y la Pequeña. Los pajes de la Seferli Oda
combinaban la obligación de lavar la ropa del sultán para campañas,
-con la de hacer funcionar la cuadrilla militar... Estas tres últimas
odas parecen haber estado bajo el comando general del Sarai Aghasi,
quien era el director asistente de toda la escuela.s"
25 Penzer, op, cit., p. 239.
26 Penzer, op. cit., pp. 239-240.
MEDIO ORIENTE. ORIENTE Y OCCIDENTE
Los FANARIOTS
Entre las diversas causas del eclipse del Imperio safavid, Minorsky
cita el carácter irresponsable del "gobierno obscurecedor" representa-
do por el harén, la Reina Madre y los eunucos, aquel caballo de
Troya del modo de vida musulmán. La explotación de las debilidades
inherentes del sistema Khassa fue claramente una de las formas en
que funcionó esta influencia.
Los títulos poseídos por muchos de los funcionarios importantes
de la Corte son enumerados y se señalan sus diversas obligaciones. El
modelo es muy similar al que hemos encontrado, y aquí mencionamos
solamente el Munshi al-mamlik,31 o secretario del Estado, cuya fun-
ción era escribir en tinta roja y oro líquido la Tughra (sustituto de
la firma del sultán) en todas las misivas reales, los documentos auto-
rizando nombramientos y otras órdenes. Era un funcionario impor-
tante perteneciente a las asambleas privadas y a las generales. Se re-
quería su aprobación para los salarios de los muharrir (escribanos) y
los munshi (redactores) de la Secretaría y era responsable de su con-
ducta y competencia. La administración era considerada como una se-
rie de propietarios de oficio individuales con su propio personal y no
se había desarrollado mucho la idea de un sistema departamental or-
ganizado.
Así, según lo establece el Tadhkirat Al-Muluk, el Palacio Real
estaba dividido en 33 departamentos o talleres.P cada uno bajo un
Sahib-jam. Se incluye una lista de los diversos funcionarios, junto
con sus salarios. Se encargaban, separadamente, de los servicios y su-
ministros para el palacio, por ejemplo, el tesoro, ejército, alimentos,
bebidas y medicinas, ropa, muebles, luz, artes, animales, establos, etc.
~stos buyutat o talleres constituían un elemento especial e incluían
SImples departamentos domésticos, así como unidades organizadas y
operadas como fábricas de propiedad estatal. Entre las mencionadas
que caen dentro de esta categoría se encuentran un taller de textiles,
departamentos de confección, la Casa de Moneda y el Arsenal. Los
trabajadores pertenecientes al buyutat ocupaban una posición privi-
legiada.a3 Cada uno de ellos tenía una carta-manifiesto de su nombra-
miento indicando su salario. Cada tres años se aumentaba el salario,
agregando con frecuencia una prima de hasta un año de paga. Ade-
más recibían alimentos o su ~quivalente en efectivo. Los salarios se
34 Minorsky, op. cit., pp. 197-198, citando Jloyages du Cheualier Chardin, Langles.
Paris, 1811.
MEDIO ORIENTE. ORIENTE Y OCCIDENTE 99
:n iu«, p. 14.
38 tua, p. 39.
102 MEDIO ORIENTE. ORIENTE Y OCCIDENTE
Constantino era más activo que sus predecesores, aunque debe ad-
mitirse que no era del todo más afortunado. En realidad, en algunos
aspectos era mucho muy inferior. No hay razón para que no sea sin-
cero a este respecto ni diga la verdadera historia. Inmediatamente
después de su ascenso ingresé a prestar mis servicios, serví a lo largo
de su reinado, fui promovido al Senado, confiándoseme las tareas más
honorables. Por tanto, no había asunto que yo ignorara, ninguna trans-
gresión premeditada, ni una diplomacia secreta.w
Psellus tuvo buen éxito por muchos años, pero finalmente ocurrió
lo inevitable, ya que éste era un sistema en el que la gratitud de los
príncipes se ajustaba estrictamente a la tradición. Sin una razón evi-
dente, durante el reinado de Miguel VII (1071-1078) el funcionario
envejecido fue rebajado en clase y el siguiente emperador simplemente
lo ignoró. Sus viejos amigos y su amada hija murieron, y el solitario
y desilusionado viejo murió en 1078.
Nizam al Mulk: Volviendo a los funcionarios-eruditos islámicos
nos enfrentamos inmediatamente a la destacada contribución de Ni-
zám al Mulk quien, nacido en Tus en 1019 d.c., ascendió a la edad
de cuarenta y dos años al visirato por nombramiento del sultán Seljuk
Alp Arslán, quien le confió la reorganización de la maquinaria mili-
tar. 43 Con todo, a pesar de su reputación como organizador, su mayor
contribución parece haberse dado en el campo de la educación. Él
mismo era un hábil escritor y sus obras incluyen un tratado sobre el
gobierno creado para instruir a un príncipe de la casa real, Malik
Shah, quien estaba destinado a gobernar sobre los seljuks de Irán
(1134-1152). Nizam fue un instrumento para lograr la preferencia del
persa en la correspondencia oficial y sus ideas y políticas influyeron
en la conformación de la perspectiva seljuk del periodo.
Hizo un esfuerzo por atraer escritores distinguidos a la corte real
y es interesante el que Ornar Khayyam, cuyos poemas The Rubaiyat,
traducción muy famosa en Occidente, haya figurado entre esas perso-
nalidades. De hecho, no fue por su poesía, que puede considerarse
más bien como un medio de relajamiento, sino por sus extraordina-
rios dones matemáticos que Khayyam fue llamado a la corte donde
Nizám le ofreció un equipo con un observatorio muy adelantado en
ese entonces. Fue él quien en el año 1079 contribuyó para intro-
ducir lo que aún hoy se conoce como el calendario Celalián o Sel-
kUjid" f
109
tIO LA EUROPA DEL SIGLO XVI
MAQUIAVELO,
ADMINISTRADOR Y FILÓSOFO
,2 Véase, por ejemplo, J. R. Hale, Machiaoelli and Renalssance Italy, English Univer-
sities, 1961.
LA EUROPA DEL SIGLO XVI 113
8 tsu: p. 817.
LA EUROPA DEL SIGLO XVI 119
12 ¡bid.• p. 258.
122 LA EUROPA DEL SIGLO XVI
18 lb id., p. 91.
19 lb id., p. 157.
128 LA EUROPA DEL SIGLO XVI
2~ J.B. Black, The Reign 01 Elizabeth, 1558·1603, Oxford, 1936, pp. 6-7.
LA EUROPA DEL SIGLO XVI 129
21 joel Hurstfie1d, The Queen's Wards, Longmans, Grecn, 1958. Véase en particular
pp. 241-248 para información sobre los predecesores de Burghley. ¡I
~ tu«, p. 255.
132 LA EUROPA DEL SIGLO XVI
Los INCAS
ción altamente calificada en todas estas técnicas. Los restos de los tem-
plos en Huaca del Salen el Valle Moche sobre la costa señalan una
sociedad que tenía guerreros, mensajeros, tejedores y "doctores", un
sistema de caminos y correos, así como una compleja organización
social que dejaría su huella sobre la organización política de los
incas.' Durante el mismo periodo, en los valles de Nazca, surgió la
cultura Ica-Nazca que dejó grabados en arena y grava, y a lo largo de
muchas millas, un complejo de líneas de un tipo que sugieren una
especie de calendario, o incluso simbólicos árboles genealógicos. Estos
lea-Nazcas se vieron influenciados por la acción de pueblos monta-
ñeses llamados tiahuanacos, que descendieron precipitadamente de
su ciudad amurallada sobre el Lag-o Titicaca o la ciudad de Huari,
dejando evidencias considerables, en sus abundantes trabajos sobre pie-
dra, que eran los más avanzados en el área. Estas diversas culturas
dejaron solamente una "historia" oral, ya que no había un sistema
de escritura, y los incas hicieron que su propia historia, atendida por
recordadores oficiales," no incluyera referencias específicas acerca de
estas culturas. Además, por lo tanto, partiendo de las evidencias antro-
pológicas y arqueológicas existentes, dependemos en gran medida de
estas interpretaciones oficiales para cualquier cosa que podamos dedu-
cir de los pueblos primitivos. Existe información directa sólo del Im-
perio Chimú (100-1466), también un pueblo costeño que sobrevivió
hasta la fase incaica y sobre quienes no tuvieron tiempo de poner en
práctica sus métodos de asimilación histórica antes de que llegaran
los españoles a establecer contactos directos. De otra forma, indudable-
mente se hubieran dado pasos para eliminarlos también de la memoria
humana," Esta función histórica de la administración pública inca nos
trae a la mente instituciones semejantes en China.
No obstante lo vaga que puede ser la información existente, todas
las evidencias apoyan la consideración de la existencia de culturas y
sistemas sociales avanzados en las tierras peruanas, mucho antes de-
que los incas iniciaran su escalada a la prominencia, aproximadamente
en 1250, y de que éstos se adelantaron a las culturas existentes a las
que absorbieron o suprimieron y, expandiéndose desde el Valle del
Cuzco se desarrolló su modelo especial por toda la región andina. Su
gran contribución fue proporcionar un nuevo sentido de la organiza-
1 Víctor ,V. von Hagen, The Ancien! SlW Kingdoms, Tharncs & Hudson, 1962,.
página 234.
2 iua, pp. 230-231.
3 [bid., p. 237.
142 LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS
6 [bid .• p. 269.
7 tu«, p. 265.
8 iu«, p. 271.
~ [bid.• p. 275.
144 LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS
11 J. Alden Masan, The Ancient Ciuilizations o( Peru, Penguin, 1957, pp. 202-223.
12 Ma30n, op. cit., pp. 208-210.
148 LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS
Los MAYAS
18 [bid .• p. 155.
19 iu«, pp. 155-156.
152 LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS
20 Sylvanus G. Morley, The Ancient Maya, Stanford, U.S., Revised 1956, p. 145.
Véase para mayores detalles del sistema maya (hay edición en español del FCE).
I LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS 153
Los AZTECAS
así como por la de los toltecas, que ocupaban la meseta. Puesto que
las mejores tierras estaban ya ocupadas, fue sólo mediante métodos
belicosos que los aztecas pudieron no solamente sobrevivir, sino con-
quistar. Es probable que existieran contactos entre los mayas y los
olmecas, quienes habían desarrollado un arte simple pero enérgico que
ejercería influencia sobre las culturas posteriores en el área.
La cultura zapo teca, cuyo centro ceremonial y ciudad-templo en
Monte Albán existió aproximadamente desde 500 a.e, hasta el año
1469 d.c., había desarrollado ya una escritura de glifos y un calen-
dario a principios de dicho periodo. Después del año 200 a.c. los tol-
tecas desarrollaron sobre la meseta central una comunidad que, me-
diante la agricultura mejorada, fue capaz de producir un excedente
económico para sostener vastas ciudades ceremoniales, tales como la de
Teotihuacan -"lugar donde los hombres se convierten en dioses">.
cuyas magníficas ruinas, que cubren ocho millas cuadradas en un
sitio a unas treinta millas al noreste de la ciudad de México (la mo-
derna capital de México está construida sobre el sitio de Tenochtitlan
y su lago) siguen asombrando aun al viajero más sofisticado. Durante
esta fase los toltecas llegaron a ser los más grandes artífices, dando su
nombre a los artesanos, pintores y escritores hasta la época de los
aztecas. Para este periodo ya se habían perfeccionado la escritura ideo-
gráfica, los registros tribales, los libros de papel amatl que retrataban
su asombrosa cosmogonía, incluyendo un complicado calendario."
Después de un periodo de decadencia, cuyas causas se desconocen,
Teotithuacan dejó de funcionar entre 650 y 700 d.c., quinientos años
antes de la llegada de los aztecas. Era el de ellos un Estado teocrático
y aparentemente pacífico, cuya historia sigue siendo un misterio, pero
conforme emergen del suelo las ruinas de la ciudad con numeroSOS
edificios funcionales, algunos de los cuales tienen bajorrelieves y las
pinturas siguen estudiándose concienzudamente, se está reuniendo al
menos algo de su administración pública. Los estudiosos mexicanos no
están de acuerdo en que la civilización teotihuacana tenga un origen
tolteca.
El sistema social azteca era tribal, basado en los clanes, constitui-
do cada uno por un grupo de familias. El consejo tribal dividía la tie-
rra equitativamente entre los clanes, dedicándose también porciones
para la manutención del personal del templo, para provisiones de
guerra, para el pago del tributo, así como para otros gastos del gobier-
22 lbid,. p. 30.
J
I
LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS 155
25 George C. Vaillant, The Aztecs 01 Mex ico, Doubleday. Doran. N. Y., 1944;
Penguin, eds.• 1950. p. 68. [La civilización azteca, México, FCE, 1944, 2~ ed., 1973.1
LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS 157
relación del Contador del Tributo del Gran Señor.i" Además, los
grupos de clanes tenían que ofrecer mano de obra para las obras pú-
blicas, las cuales comprendían diques, acueductos, edificios ceremo-
niales, caminos y otros semejantes, construidas bajo la dirección de
arquitectos-constructores cuyas realizaciones siguen siendo testimonio
de la gran capacidad de los ingenieros aztecas y la gran habilidad de
sus diseñadores.
Para los aztecas, la religión y la guerra eran inseparables. El sistema
político era completamente teocrático, considerándose las funciones
sacerdotales del Gran Señor antes que sus responsabilidades. Los sacer-
dotes dirigían la vida intelectual, tanto de los aztecas como la de las.
tribus conquistadas. Estaban bajo el control de los dos altos sacer-
dotes (tlamacazqui) bajo los cuales un tercero era el responsable de
administrar el tributo, educar a nuevos sacerdotes y establecer la fe
en los pueblos recién conquistados. Los sacerdotes, de quienes se dice
que llegaron a ser hasta cinco mil solamente en los templos centrales,
se encargaban del ritual, de manejar las escuelas religiosas, así como
de enseñar la escritura jeroglífica y los complicados símbolos matemá-
ticos y astronómicos esenciales en esta religión que en todos penetraba."
El objetivo de la religión azteca era atraer a las fuerzas favorables.
que beneficiaran la comunidad, especialmente para mantener la pro-
ducción mediante las lluvias. Los dioses benéficos para este propósito.
tenían que sostenerse con la sangre humana, que se consideraba nece-
saria para su existencia. De ahí el método cuidadosamente creado para
extraer el corazón palpitante de la víctima sacrificada y llevado al
cabo por los sacerdotes-cirujanos, en el altar, para después ofrecerlo
a los dioses. De tal manera, era necesario que los guerreros y sacer-
dotes aztecas cooperaran en el ofrecimiento de un derramamiento de
sangre constante que no tiene paralelo en el largo historial de la sed
de sangre humana.
El guerrero azteca era el mejor en su arte y, en tanto pudo man-
tener su superioridad, siguió aumentando la lista de Estados sometidos.
Quedaría en manos de un pequeño grupo de españoles saqueadores,
mediante la utilización de sus armas de fuego, tirar de la balanza por
completo a todo el sistema, con 10 que el gran poderío azteca se de-
rrumbaría literalmente de la noche a la mañana. Por supuesto, ade-
más de los explosivos, hubo otros factores que contribuyeron a ello.
Los aztecas, sumamente supersticiosos, se vieron condicionados a acep--
26 Von Hagen, op. cit., p. 47.
27 iu«, pp. 100-101,
,
158 LAS CIVILlZACIONESAMERICANAS PRIMITIVAS
lar a los invasores blancos viéndolos como dioses, como dignos de ser
servidos por derecho propio de la misma manera que cualquiera de
los dioses antiguos. En tanto que los aztecas estuvieron predispuestos
por sus supersticiones a invitar al desastre, los españoles por su parte
se vieron predispuestos por su propia religión a fortalecerse casi heroica-
mente en contra de los asombrosos rituales que se practicaban frente
a sus ojos. Además de esto, su opresivo sistema había dejado a los azte-
cas sin amigos. Habían estado solos en su poderío y estaban destinados
a permanecer solos en su fatal debilidad. Las demás tribus no dudaron
en favorecer a los invasores en contra de sus señores. La división inhe-
rente trajo el desastre inevitable para todos.
La administración azteca era extremadamente eficiente. El perso-
nal del jefe estaba compuesto por los parientes del gobernante que
ocupaban altos cargos, miembros del sacerdocio y ciertos elementos
oficiales del clan. N o se había hecho ningún intento por administrar
minuciosamente las tribus conquistadas, las cuales, en tanto se adapta-
Tan a las exigencias tributarias, estaban en libertad de tomar sus pro-
pias determinaciones. De esta forma, había un alto grado de descen-
tralización administrativa en su génesis. Además, el sistema en su
conjunto estaba entrelazado por un efectivo sistema de comunicacio-
nes, el cual facilitaba el traslado tanto del poderío como de la infor-
mación a puntos apremiantes sin demora. Los guerreros, mensajeros y
comerciantes podían transportarse fácilmente sobre una red de caminos
eficientes. Los caminos estaban equipados con albergues de descanso y
templetes. Los mensajeros llevaban comunicaciones pictográficas he-
chas con horcones. Se dice que al tratarse de misiones importantes
el mensajero era acompañado por un artista para que interpretara el
mensaje. Ciertamente, Cortés señala que una embajada importante
enviada por Moctezuma era acompañada por algunos hábiles pintores
y se sabe que el gobernante azteca conocía todo sobre los españoles,
cómo eran ellos y su equipo desde antes que se encontraran frente
a frente.s" Las comunicaciones yel viajar en la Europa contemporánea
eran mucho menos confiables.
Los aztecas mejoraron los inventos de otras culturas. Tenían
amatl (papel) almacenado que obtenían como tributo. El papel se
formaba en rollos y hojas. Había diversas clases; uno común era
papel amarillo proveniente de Amocoztitlán, hecho de fibra de hi-
guera silvestre y conocido como iicus petioloriss» La escritura azteca
28 tua., p. 114.
29 iu«, p. 116.
}
I
¡
I
LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS 163
86 lbid .• p. 100.
164 LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS
87 Ibid .• p. 108.
LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS 165
38 Ibiá .• p. 109.
89 ¡bid.• p. 111.
166 LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS
4~ Ibid., p. 196.
46 Ibid., p. 197.
LAS CIVILIZACIONES AMERICANAS PRIMITIVAS In
Aun así, Felipe II había sido, capaz de infundir la voluntad sufi-
ciente al sistema administrativo como para hacer que perdurara, con
unas cuantas modificaciones, durante siglo y medio después de su muer-
te. Este no fue un logro insignificante, pero durante este periodo el
control de la Corona- se vio enormemente debilitado, especialmente
con respecto a los adelantos en la venta de oficios, a lo que nos referi-
remos a continuación.
Al considerar el gran beneficio que hubiera representado la in-
vención de una administración pública incorrupta y realmente com-
petente para el futuro del imperio español, debe recordarse también
que la tarea misma, en cualquier caso, estaba destinada a ser sobre-
humana requiriendo de sus esbirros para hacer frente a situaciones.
que no se hubieran podido prever, y se vería afectada por modifica-
ciones sociales y económicas cuyo influjo se impondría a las labores
administrativas de una manera que nunca antes se había afrontado.
La síntesis de Parry difícilmente puede superarse:
1 Véase, por ejemplo, Max Beloff, The Age of Absolutism, 1660-1815, Hutchins on•
1964; y EH Heckscher, Mercantilism, obra voluminosa y autorizada" edición sueca
-orígínal, 1931; Allen & Unwin, 1935, en dos volúmenes.
172
SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMImSTRACIóN EN EUROPA 171f.
2 Orest A. Ranum, Richelieu and the Councillors el Louis XIII, Oxford, 1963,
página 26.
ft [bid.• pp. 28-29.
4 [bid.• p. 33.
176 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
s lbid.• p. 49.
SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA 177
6 [bid.• p. 55.
7 [bid.• p. 76.
178 SURGIMIENTO D;E LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
I
I
sas instituciones provinciales. De tal manera, era el responsable de las
diferentes actividades financieras del gobierno, que después se espe-
cializarían y compartirían entre varios funcionarios y autoridades se-
parados. Al mismo tiempo participaba en un vasto campo de otras
actividades administrativas. Como servidores del rey tenían también
la obligación nada envidiable de hacer frente a las demandas reales,
depositadas como solicitudes imperativas de dinero, que sin duda
ascendían hasta donde los fondos fueran disponibles. En este senti-
do el mismo Richelieu figuró en el asunto; a petición especial del
rey debía vigilar que una orden semejante se ejecutara cuanto antes.
Más aún, a menudo dependía de los Superintendentes para los su-
ministros necesarios y en ocasiones tenía que recurrir al rey para que
lo ayudara a obtener los fondos necesarias.
Las modificaciones en el gobierno y la administración franceses
durante este periodo, tendrían consecuencias importantes para el fu-
turo, pero su desarrollo inmediato fue sumamente irregular, efectuado
por Richelieu "mediante una confianza alentadora en un rey bien
intencionado pero carente de imaginación"." Los cambios señalados
brevemente en las funciones de los Secretarios de Estado, en las rela-
ciones entre los diversos sectores de la administración y en la mayor
atención prestada a las finanzas bajo los Superintendentes de Finan-
zas, prepararían el camino a un sistema de administración mucho más
sofisticado que se conformaría durante el siguiente reinado, dirigido
más expresam.ente a una finalidad. En el reino, lejos de la nobleza
de la Corona, se llevaba a cabo un trastocamiento del poder. Los
castillos fortificados eran demolidos y la administración local pasaba
a los funcionarios públicos. La remodelación básica de la sociedad
cons~ituía la causa esencial y efecto acumulativo de la metamorfosis
admInistrativa. Al considerar las consecuencias administrativas de la
acción política, cuyos impulsos subyacentes no es fácil diferenciar,
en ocasiones es esencial, aunque difícil, evitar poner la carreta antes
del caballo.
11 iu«, p. 181.
180 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
12 James E. King, Science and Rationalism in the Government 01 Louis XIV, 1661-
1683, Jobn Hopkíns, 1948, p. 89.
SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA 181
I
información exacta, el sentido común dependería de hacer lo que se
necesitara. Al exponerse detalladamente como en el estimulante estu-
dio de J. E. King, esta doctrina aparece como cándida, ya que aun
, cuando las complejidades iniciales de la administración se han hecho
a un lado, como frecuentemente lo habían hecho los eruditos, queda
todavía el problema de asegurar una ejecución expedita y conforme
con las decisiones tomadas en la cumbre.
Como hemos visto, la maquinaria de gobierno francesa ya había
sido modificada empíricamente en la dirección correcta durante el
reinado anterior. Existía ya un sistema de administración en funcio-
namiento, requiriéndose solamente de un ajuste práctico para hacer
frente con eficiencia a las necesidades de una política en expansión.
En la cima, el rey era la fuente natural de la ley, la justicia y el
poder policiaco. ¿Acaso no proclamó con una estrepitosa seguridad
en sí mismo L' état e'est moii Subordinados a él estaban los ministros
que, después de 1661, eran nombrados por orden verbal, general-
mente en consejo ya sea d'en haut o d'état. Colbert, en puesto minis-
terial superior de 1661 a 1685 yen diferentes épocas ocupó los cargos
de Secretario de Estado de la Marina, Contráleur Général des Finan-
ces y Surintendant des Bdtiments. Los ministros se mantenían en con-
sulta constante con el rey y nunca había más de cinco a un mismo
tiempo. Los Secretarios de Estado ocupaban las siguientes posiciones,
y con ellos el Canciller, quien era el principal representante del rey
en los consejos y magistrado supremo del reino, cabeza de todas las
Cortes y tribunales. Su antigua función de Guarda de los Sellos había
sido separada de la de Carde des Sceaux J pero con frecuencia ambos
cargos eran ocupados por la misma persona. El puesto de Contráleur
~énéral des Einances, como jefe de economía y administrador de las
fInanzas, fue creado por Colbert en 1665, pero la mayor parte de las
funciones y privilegios del cargo los había tenido él desde 1661 en
su capacidad de lntendant des Finances en el Consejo de las Finan-
zas.» Además de las finanzas el Contráleur dirigía la agricultura, la
industria general, el comercio nacional y exterior, y las colonias. En
su capacidad de Surintendant des Bdtiments era responsable de los
edificios reales y las artes reales, así como de las fábricas de Francia.
Fuera de las relaciones personales entre el rey y los ministros había
un complejo sistema de consejos y departamentos para encargarse de
la administración en detalle. Había entonces cuatro grandes consejos.
15 lbid.• p. 118.
184 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
22 tu«.. p. 130.
23 tua.. p. 138.
188 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
29 Ibid.• p. 261.
30 Ibid.• p. 184.
192 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
3S Finer, op. cit., p. 729, citando a Ernst von Meler, Hannoucresche, J!crfassunge
IInd Verwaltungsgeschichte, 1680-1866, 1898-1899.
196 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
para los mejores funcionarios prusianos del siglo XVIII. Cita a Herman
Finer:
anexaron a sus obligaciones departamentales centrales un cúmulo de
experiencia que explica por qué el Estado prusiano, incapaz constitu-
cionalmente de ser reformado desde el exterior o desde "abajo", pudo
en momentos decisivos ser reformado desde su interior o desde "arri-
ba".36
40 Rosenberg, op. cit., p. 208, cita de Rheinische Brieje 1md Akten. zur Geschichte
dcr politischen Bewegung, 1830-1850, Essen, 1919.
11 Vt'aSe R. H. Tawnev, Business and Politics ullder James 1: Lionel Cranjield as
Merchant & Minister, Cambridge, 1958.
42 Tawney, op. cit., p. 82.
202 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
48 iu«, p. 108 n.
44 Ibid.• p. 109.
SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA 203
70 isu; p. 327.
7l Pepys, op, cit., H, p. 255.
72 Bryant, op. cit.; pp. 344-345.
73 tu«, p. 382.
SURGIMIENTO DE LA NUEVA· ADMINISTRACIÓN EN EUROPA 215
00 lbid., p. 36.
84 lb id., pp. 80-81.
;
LA VENTA DE CARGOS
85 iu«, p.l25.
222 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
86 K. \V. Swart, Sale of Offices in the Seuenteenth Century, Martinus Nijho ff,
1949, pp. 45·67.
87 Swart, op, cit. pp. 68·81,
88 G. E. Aylmer, The King's Seroants : The Civil Seroice of Charles t, 11625-
1642, RoutIedge & Kegan Paul, 1961, p. 227.
SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIÓN EN EUROPA 223
03 ]. H. Parry, The Sale o/ Public Office in the Spanish Indies under the Habs-
burgs, Cambridge and Univ, of California, 1955, p. 4.
94 Parry, op. cit., p. 59.
226 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
mente, los excesos del sistema tuvieron efectos negativos que con
frecuencia hicieron a la cura peor que la enfermedad. Al tratar de
llenar sus arcas el rey había restringido su campo de acción a elegir
sus sirvientes, quienes inevitablemente llegaron a ser menos eficientes
y honestos que anteriormente, y ello en una situación en desarrollo
que requería de niveles aún más altos que los requeridos en el pasado.
Colbert, entre otros, previó las consecuencias negativas de dicha ten-
dencia -después de todo él era el administrador práctico responsable
de obtener resultados-, pero sus esfuerzos para restringir las ventas
no tuvieron sino un éxito reducido. Las arcas se incrementaron y
después de la muerte de Colbert la corriente de ventas aumentó cada
vez más. Inevitablemente los cargos se fueron haciendo menos atrac-
tivos y el siglo XVII apareció como el momento pico de la euforia.
Así en Francia se conservó el absolutismo acompañado por una vena-
lidad de cargo que contribuyó poderosamente a evitar una eficiencia
creciente en la administración del Estado, que bien habría podido
salvarlo de su obligada destrucción en la Revolución francesa. El
estallido se señalaría el 14 de julio de 1789 con el asalto a la Bastilla
por parte del pueblo de París, es decir de la gran fortaleza-prisión
que simboliza el poder arbitrario de un monarca que podía incluso
encarcelar ahí a cualquier ciudadano a quien eligiera nombrar en una
lettre de cachet, que daba instrucciones al gobernador para hacerlo
prisionero sine die.
La venalidad de oficio fue abolida oficialmente por este gran
levantamiento, pero a pesar de la despiadada e indiscriminada cirugía
aplicada por las nuevas fuerzas, el ancien régime lucharía hasta la
muerte y la venalidad regresaría con la restauración de 1816 por un
breve periodo antes de que ejercieran el control los principios del
servicio civil. .
De esta forma vemos cómo la venta de los cargos oficiales tuvo
una gran difusión en el pasado, aunque fueron necesarias ciertas con-
diciones para que pudiera florecer. Debía existir un gran deseo por
el cargo, así como una capacidad para pagar el precio exigido. La
Costumbre de remunerar a los funcionarios mediante retribuciones fue
un factor condicionante. Las objeciones se dieron en todas partes, no
tanto en los terrenos de la moral y la eficiencia como provenientes
de las partes que no podían obtener un beneficio con las disposi-
ciones. Aquellos con visión reconocieron el valor de la competencia
oficial, pero fueron pocos y alejados uno del otro. Generalmente
las asambleas populares se oponían a la práctica, en gran medida
228 SURGIMIENTO DE LA NUEVA ADMINISTRACIóN EN EUROPA
229
230 CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG
8 isu, p. 31.
232 CHINA: A PARTIR DE LA DINASTtA SUNG
8 iu«, p. 65.
\) [bid .• p. 68.
. io John Meskill, "Wang An-Shih: Practical Reforme", en Problems in Asian Ciuitiza-
~Ion series, Heath, Boston, 1963.
11 Un Yutang, op- cit., p. 69.
CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG
13 K. S. Latourette, The Chinese: Their History and Culture, Macmillan, N .Y., edi-
ción en un solo volumen, 1934, 1, pp. 254·255.
CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG
17 Ibid .• p. 166.
18 lbid.• p. 171.
240 CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG
20 tus; p. 229.
21 tu«, p. 228.
22 Ibid .• pp. 232.233.
CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG
llevar a cabo el trabajo fue la budista, relativa a salvar a los peces del
sufrimiento. Con miles de trabajadores y lancheros el trabajo se ter-
minó en cuatro meses. Posteriormente, el lodo sacado del área dragada
se convirtió en un terraplén y paseo con puentes y pabellones que
embellecieron enormemente la orilla del lago. Uno de los pabellones
se dedicó posteriormente a la labor del poeta y a conmemorar su
gran obra. Con el propósito de asegurar la futura limpieza de las
yerbas Su Tungpo dividió secciones de la superficie del lago para
el cultivo de abrojo, una especie de castaño acuático, y solicitó al
Primer Ministro que el ingreso así obtenido se dedicara al manteni-
miento del terraplén y del lago. Después, los enemigos políticos del
poeta citarían este hecho en su contra como "despilfarrar el dinero
del gobierno para satisfacer el placer de los turistas".25 Esta crítica
tiene un timbre moderno.
A principios de 1090, después de las anteriores cosechas perdidas,
el hambre era una verdadera amenaza. La situación se agravó con las
inundaciones por todas partes. Los inspectores de Su Tungpo infor-
maron de la seriedad de la' situación en Soochow y Chagchow. Envió
numerosos informes a la Emperatriz sobre el asunto de "calamidad
nacional" y "compensación de la inundación", pero no recibió noticias.
La corte estaba molesta ante su insistencia. ¿No tenía comisionados
en el lugar de los hechos que no le estuvieran informando algún
hecho fuera de lo común? Solamente Su Tungpo parecía estar inte-
resado en la situación. Leyó los boletines complacientes de la corte
con rabia: esto porque los comisionados locales habían informado
sobre la promesa anterior de las cosechas de primavera, pero no ha-
bían dicho nada de los desastres posteriores. Su presión en apoyo de
un examen imparcial sin éxito. Sobrevinieron desastres aún mayores
por la inundación y la situación llegó a ser crítica. Trató de organi-
zar la compra y venta de grano por parte del gobierno. El siguiente
manuscrito de uno de sus informes detalla significativamente los ma-
les de una burocracia que no se interesaba en absoluto del bienestar
del pueblo y se concentraba solamente en cantar la melodía que ha-
bía concebido para agradar a los poderes de la cima:
Después del periodo del régimen mongol de 1280 a 1367 d.c. los
chinos recuperaron el control de su propio destino. Chu Yuanchang
(conocido generalmente como Hung Wu) fundó la dinastía de los
Ming, es decir "los brillantes" o "los gloriosos". Este fue un periodo
de gran efectividad militar y de una eficiente práctica gubernamental,
no obstante que los límites del Imperio nunca se extendieron hasta
aquellos de las eras Han y T'ang, y los nuevos gobernantes quedaron
satisfechos generalmente con mantener las instituciones del pasado.
En realidad la restauración de la civilización china tradicional fue
el objetivo original del régimen, el cual lograría alcanzar en forma
admirable.
Bajo Yung-Lo (1403-1424) la dinastía Ming ascendió hasta la
cúspide de su poderfo.P Mejoró las comunicaciones y el transporte
interno -en particular mediante la reconstrucción del Gran Canal-
y favoreció de manera especial a la Academia Hanlin, impulsando el
estudio de los clásicos confucianos y conservando los exámenes del
Servicio Civil, aunque esto fue neutralizado por una considerable
expansión en el empleo de eunucos para las más altas jerarquías de
B2 Sybille van de Sprenkel, Legal Institutions in Manchu China, London, Univ ...
1962. p. 38.
33 Michael Loewe, Imperial China, Allen & Unwin, 1966, pp. 174·175.
34 Sprenkel, op. cit., p. 39.
252 CHINA: A PARTIR DE LA DINASTIA SUNG
I
¡
CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG 25!t
los resultados, con base en que se les permitiera aprovechar de los fru-
tos de su trabajo de acuerdo con las costumbres pasadas, particular-
mente en base al mantenimiento adecuado del sistema de irrigación
pública. De otra manera, ellos deseaban el mínimo de interferencia
oficial calculada para asegurar estos fines y no se hubieran satisfecho
con las ideas modernas del Estado benefactor.
Con todo las funciones del gobierno eran todavía bastante amplias.
Con el fin de lograr la armonía natural inherente al universo, el .
Emperador se sintió obligado a llevar a cabo ciertos ritos propiciato-
rios, y su gobierno se vio envuelto en una serie de ceremonias, estre-
chamente vinculadas con la agricultura y que requerían de un consi-
derable interés oficial por el calendario. Obviamente, la interpretación
de los fenómenos del cielo era de primera importancia. Con el pro-
pósito de fomentar la virtud, la industria y el aprendizaje entre sus
súbditos, y la conservación de prácticas establecidas sobre devoción
filial a través de la veneración de los ancestros y la observancia del
luto, de vez en cuando se dieron exhortaciones a la virtud. Se brindó
apoyo oficial a la provisión de escuelas públicas. Las responsabilidades
gubernamentales por la construcción y el mantenimiento de canales
y obras de irrigación se había aceptado desde tiempos remotos. Los
gastos de la familia imperial, el ejército y la burocracia eran pesados,
y ya se había desarrollado un complicado sistema de tributación.
Había sistemas de licencias para monopolios en el gobierno tales como
de sal y vino, exigiéndose contribuciones sobre granos y algunos pro-
ductos locales. Con fines del servicio laboral hubo que llevar registros
de población y el registro de tierras se convirtió en responsabilidad
pública. La transportación del ingreso, tanto en forma de dinero como
en especie, principalmente en granos que eran voluminosos, consti-
I
todo el Imperio un amplio cuerpo de funcionarios, desde los Depar-
tamentos y Consejos Imperiales hasta los magistrados hsien en las
f localidades. Como hemos visto, el patrón de su educación, selección;
conducción y capacitación habían sido determinados ampliamente bajo
la dinastía Han. .
256 CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG
CHINA y EL OCCIDENTE
89 Vincent Cronin, The Wise Man from the West, Hart-Davis and Unión, 1956.
40 Masataka Banno, China and the West, 1858-1861 Harvard, 1964.
CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG 259
43 iu«. p. 34.
oH Ibid., p. 43.
CHINA: A PARTIR DE LA DINASTíA SUNG 261
48 Ibid., p. 121.
49 Ibid., p. 125.
264 CHINA: A PARTIR DE LA DINASTtA SUNG
Una vez más se hicieron arreglos para que Ricci viajara a Pekín,
de tal manera que pudiera ofrecer regalos de inventos europeos al
emperador. Una vez más se embarcó a lo largo del canal de quinien-
tas millas, pero ahora abiertamente, viendo a muchos funcionarios
importantes en su camino. Éstos incluyeron en Tsining, en la pro-
vincia de Shantung, al comisionado del transporte de arroz, un man-
darín importante a quien había conocido en N anking, y quien le
había dado cartas de recomendación y la redacción de un memorial
que había extendido al Emperador.s? En Lintsing, Ricci quedó bajo el
control de Ma T'ang, un poderoso eunuco de pésima reputación,
quien pretendía detenerlo y apropiarse de los regalos que llevaba
para el Emperador. Se presentaron cargos en contra de los extranje-
ros, quienes fueron detenidos durante seis meses y estuvieron en grave
peligro de ser decapitados. Casualmente el Emperador, quien había
sido informado sobre un extraordinario reloj que Ricci llevaba, pre-
guntó a uno de sus ayudantes por qué no se le había entreg-ado, po-
niendo en juego una serie de órdenes que obligaban a Ma T'ang a
facilitar la partida de los viajeros. El asunto había sido transferido
a la jurisdicción del odiado pero todopoderoso cuerpo de mandarines,
el Departamento de Ritos.
Cuando Ricci llegó a Pekín, se enteró de que los extranjeros no
podían entrar ante la presencia imperial y que los obsequios serían
entregados a través del director de la Oficina para la Transmisión
de Cartas.s- Tuvo que ocuparse algún tiempo en comunicar todos
los detalles de los regalos, que sumaban dieciséis en total, a los eunu-
cos matemáticos, a quienes les costó trabajo manejar los relojes. Se le
dijo que el emperador era extremadamente cruel, ordenando a me-
nudo que se azotara a un sirviente por la más mínima omisión o
falta, de ahí la meticulosidad con que se realizaron todos los con-
tactos.
Un día Ricci y su compañero fueron arrestados por un oficial con
una orden bajo el sello de Ts'ai Hsu-t'ai, director de Embajadas
Extranjeras para el Reino Medio, una división del Departamento de
Ritos,52 quien reclamaba que todos los extranjeros quedaran bajo su
jurisdicción. La aparente simpatía de Ricci con los eunucos, a quie-
nes los mandarines odiaban, quedó explicada satisfactoriamente Y
han tenido que omitir muchos detalles de vital interés, pero los con-
tactos de Ricci con la oficialía china y, a cierta distancia de acuerdo
con el protocolo, con el emperador, ofrecen una ojeada esclarecedora
sobre los procedimientos tortuosos de la burocracia Ming durante
el siglo XVI, y muestra claramente la actitud largamente sostenida de
los chinos con respecto a los bárbaros, título que acostumbraba darse
a cualquier pueblo que habitara en tierras que no fueran parte de
China.
Esta actitud hacia los extranjeros, así como el que los chinos
esperaran recibir tributo de todos los estados extranjeros se mantuvo
hasta el siglo XIX, cuando después de la Guerra de las Flechas de
1857-1860, el Tsungli Yanien u Oficina para la Administración Gene-
ral de Relaciones Exteriores, fue establecido en Pekín.P' Este fue un
paso importante para poner a China en la línea de Occidente en el
manejo de los asuntos diplomáticos. Hasta la Guerra del Opio de
1840-1842, China se había negado a reconocer a cualquier otro Estfldo
como su igual. A excepción de Rusia, cuyo territorio colindaba con
el suyo a lo largo de vastas zonas y a cuyos habitantes se les había
permitido, mediante una disposición especial, establecer en Pekín el
Eslo-ssü kuan u Hotel Ruso, en beneficio de un grupo limitado de
sacerdotes ortodoxos rusos y para comerciantes rusos que mantenían
un intercambio directo con Rusia, no existía todavía un arreglo para
la residencia de representantes diplomáticos del tipo ,aceptado en el
Occidente. Todos estos representantes estaban sometidos a reglamen-
taciones relativas a misiones de tributo, como lo establecía el Ta-Ch'ing
hui-tien o Estatutos Recopilados, que prescribía detalladamente el ri-
tual para cubrir una embajada desde el principio hasta el final."
Este procedimiento incluía la presentación, por parte del repre-
sentante a su llegada a la capital, de un piao o memorial, a través
del Departamento de Ritos, acompañado de la realización del san-kuie
chiu-k'ou-li, es decir la postración china arrodillándose tres veces Y
colocando nueve veces la frente en el suelo, actitud humillante total-
mente desagradable a los ojos del Occidente, y que se había conver-
tido en el principal asunto de la política extranjera, especialmente
para Inglaterra como potencia militar y comercial importante. Las
modificaciones introducidas por los tratados que siguieron a la Guerra
1 Véase, por ejemplo, H. M. Sinha, The Deuelopment 01 Indian Policy, Asia Publisl1-
ing House, 1963.
273
27-4 LA POLíTICA DE LA INDIA
LA ADMINISTRACIÓN MOGOL
2 Ibn Basan, The Central Structure 01 the Mughal Empire, Oxford, 1936, pp. '·Io.
3 iua., p. 66.
4 iu«, p. 68.
276 LA POLíTICA DE LA INDIA
lB tu«, p. 258.
282 LA POLíTICA DE LA INDIA
16 tue; p. 500.
284 LA POLíTICA DE LA INDIA
I
I
LA POLíTICA DE LA INDIA 285
20 Sir Edward Blunt, The Indian Civil Seruice, Faber, 1937, po 19.
21 O'Malley, op. cit., p. 13.
LA POUTICA DE LA INDIA Z89
24 O'Malley, op. cit-, pp. 20-21, citando a Sir Charles Lucas, Historical Geograplrj
01 the Brithis Colonies, África del Sur, Parte l. 1913, pp. 74-75.
211 O'Malley, "General Survey" en Modero India and the West, Oxford for Royal
Instítute of International Affairs, 1941, pp. 587-588.
26 O'Malley. op. cit., p. 590.
LA POLíTICA DE LA INDIA 291
27 [bid .• p. 59!.
28 [bid., p. 593.
I
LA POLíTICA DE LA INDIA
29 Penderel Moon, Warren Hastings and Brithis India, Hodder &: Stoughton/English
Universities, 1974.
30 Lucy S. Sutherland, The East India Company in Eighteen Century Politic5,
Oxford, 1952.
Bl O'Malley, op. cit., p. ~.{.
LA POLíTICA DE LA INDIA
32 O'Malley, op. cit-, pp. 39·40, citando JW. Kaye, The Atlministration oi che East
lndian Company, 1853, p. 343.
LA POLíTICA DE LA INDIA 295
301
ERA DE REVOLUCIONES
Mientras que una batalla sangrienta sostenida entre los cabeza re-
donda parlamentarios y los caballeros realistas había conducido a la
ejecución de Carlos 1, consumándose así con la victoria de los prime-
ros -un hombre terco pero no perverso, que tuvo que sufrir pour
encourager les autres-: Guillermo III y su esposa sustituyeron a Jaco-
bo II sin derramamiento de sangre. En este sentido la revolución
gloriosa de 1688-1689 difirió radicalmente de los últimos trastornos
políticos que deberemos tratar. En la célebre Declaración de los
Derechos que se convirtió en ley en diciembre de 1689, como "Una
Ley que declara los Derechos y las Libertades del Súbdito y que
establece la Sucesión de la Corona", el Parlamento sentó las condi-
ciones bajo las cuales Guillermo y María ascendieron al trono de
Inglaterra. En general confirmó los derechos y obligaciones existentes
de la Corona y. el pueblo, pero se vetó el poder del rey para erigir
un ejército permanente en tiempos de paz y se insistió en las reunio-
nes frecuentes del Parlamento. En realidad las reuniones anuales ya
se habían convertido en costumbre. Subsecuentemente se dio una le-
gislación para la determinación anual del establecimiento militar y
de parlamentos trienales, pero el periodo de tres años sería aumen-
tado a siete. Un. punto constitucional vital en este caso fue que el
Parlamento estableció su derecho para determinar la sucesión al trono.
La Corona conservaba todavía facultades ejecutivas considerables,
si bien en el futuro tendría que funcionar de acuerdo con la Ley
del Parlamento antes que bajo el Privilegio Real, que se vio restrin-
gido considerablemente, aunque no fue abolido. El monarca siguió
siendo el ejecutivo y una rama fundamental del gobierno. Las ver-
daderas innovaciones, como una medida de ayudar a superaT una
dificultad administrativa más que a través de creación política pro-
funda, tuvieron lugar en el campo de las finanzas. Los gastos civiles
de la Corona serían cubiertos por un ingreso anual de 1 200000
libras y en todas las demás cuestiones el Parlamento sostenía los
¡ ERA DE REVOLUCIONES
11 Ibid-, p. 29.
7 iu«, p. 52.
ERA DE REVOLUCIONES
9 Sir Hubert LlewelIyn Smith, The Board 01 T'rade, Putnam, 1928. pp. 1-14.
!
I
¡
borno político entre las más altas jerarquías. Las disposiciones finan-
cieras eran fortuitas: algunos empleos recibían un sueldo burdamente
excesivo, mientras que la mayoría no rebasaban la línea de la pobreza.
La maquinaria administrativa inglesa, tal como existía en ese entonces,
era un pobre ejemplo para exportarlo a ultramar a los colonos cuya
última inclinación, en cualquier circunstancia, habría sido hacerse
cargo del trabajo administrativo.
El Consejo de Comercio y Plantaciones intentó crear una política
de largo plazo para las colonias pero no controló los medios para
velar por su implementación. Si este cuerpo, que tenía acceso a la
información correcta y podía haber logrado un vínculo más estrecho
con las colonias, hubiese tenido también poderes ejecutivos efectivos,
seguramente habrían existido mejores prospectos para ambas partes
en los años futuros, aunque esto habría sido esperar demasiado dadas
las actitudes políticas del día. Siempre es fácil ser inteligente después
de sucedidas las cosas.
En realidad hubo una completa falta de comprensión de las con-
diciones en las colonias por parte del gobierno y del Parlamento,
en tanto que las mismas colonias tenían poco interés en la madre
patria, y a menudo eran activamente antagónicas entre sí. Afortunada-
mente las comunicaciones entre ellas eran lo suficientemente difíciles
como para permitirles irla Pasando sin demasiada fricción. Nunca
se consideró a las diversas colonias como parte de Gran Bretaña, y
no se hizo ningún intento para asimilarlas. Por su parte, el espacio
oceánico tampoco habría Permitido esto bajo las condiciones existen-
tes, a pesar de los evidentes logros españoles en, esta dirección. Gran
Bretaña se orientó a lograr las máximas ventajas comerciales de las
colonias y legisló con este fin, pero por otro lado los colonizadores se
vieron impulsados para velar por sí mismos. Como sintetiza Andrews:
El gobierno británico hizo uso de la vieja maquinaria construida
con un propósito diferente, para enfrentarse a una situación que
sólo comprendía parcialmente. El sistema se planteó sin otro propósito
que el fomento del comercio y el tráfico. Fue bastante incompetente
para controlar a un pueblo que crecía capaz de una vida independiente
e inquieto bajo los lazos de una política colonial que limitaba a
extremos críticos su libertad de acción.w
Como ocurría de hecho, había muchos funcionarios, del goberna-
dor hacia abajo, que eran nombrados por la Corona, algunos directa-
10 Andrews, 01" cit., P 154.
312 ERA DE REVOLUCIONES
LA REVOLUCIÓN NORTEAMERICANA
nador O por la legislatura, pero en ésta esfera también las ideas demo-
cráticas conducirían a la introducción de la elección directa.P
En realidad los Estados Unidos fueron afortunados con su primer
presidente, George Washington (1732-1799), quien había comandado
las tropas americanas en la Guerra de Independencia y quien tendría
la distinción de demostrar ser igualmente capaz como administrador.
Estaba destinado a servir por dos periodos de cuatro años iniciando
así. la costumbre de que éste fuera el límite de servicio para cual-
q.U1er Presidente posterior, comprendido actualmente en la Constitu-
ción en el artículo XXIII, ratificada en marzo de 1951. En su nuevo
cargo tuvo que empezar prácticamente a partir de nada.
18 White, op. cit., p. 13, cita de una carta a: Catherine Macaulay Graham, enero
9 de 1790, Writings, p. 496.
19 White, op- cit., P. 14.
20 The Eederalist, LXVIII, p. 349.
ERA DE REVOLUCIONES 321
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
27 Jacques Ellul, Histoire des Institutions, 11, Presses Uníversítaires de France, 1955,
pp. 565-570.
¡ ERA DE REVOLUCIONES 829
I
que en gran medida representaba a la burguesía. Este fue el caso de
París especialmente, donde el municipio se convirtió en la comuna,
se apoderó de la administración de la capital y constituyó finalmente
un Estado dentro del Estado. Estableció su propia maquinaria de go-
bierno, creó un ejército civil -precursos de la Guardia Nacional- y
de hecho obligó a la Asamblea a reafirmar su propia autoridad impo-
niendo, en mayo de 1790, una nueva estructura administrativa para
París. Los sesenta distritos existentes fueron sustituidos por cuarenta
y ocho secciones cada una de ellas administrada por dieciséis comisa-
rios. Para la ciudad en su conjunto estuvieron un alcalde, una oficina
de dieciséis administradores, treinta y dos consejeros municipales para
supervisar el funcionamiento de la oficina, y 96 personalidades que,
junto con la oficina y los consejeros, constituyeron un consejo general
que se encargara de los asuntos importantes. La comuna reorganizada
estaba destinada a seguir ejerciendo un poder político desproporcio-
nado hasta el momento en que surgiera un régimen nacional con más
autoridad.
. Desafortunadamente, la enervación repentina de las instituciones
~Xlstentes o su reemplazo, incluso en las transformaciones sociales
mtroducidas conscientemente, tales como una distribución más justa
de la tierra, dejaron serias lagunas en la estructura social y aumenta-
ron la incidencia de la pobreza. Para afrontar este grave problema, en
1790 la Asamblea Constituyente estableció un Comité de Mendacite
(Consejo de Vagancia), que posteriormente sería sustituido por un
Comité de Secours Publics (Consejo de Asistencia Pública) cuya pri-
mera tarea fue revisar la situación más que organizar y proporcionar
ayuda. Su conclusión general fue que todo ciudadano tenía derecho
a l~ subsistencia, que la miseria del pueblo podría atribuirse a las
aCCIOnes del gobierno, cuya obligación era hacerse cargo del asunto.
La condición de los pobres era calificado severamente como inciden-
tal, habitual o culpable, cada una demandando remedios diferentes,
u?a clasificación que tendría importantes repercusiones futuras. Si
bl~n la nación era responsable, el verdadero trabajo de solución se
dejaba a las autoridades locales. Inevitablemente los resultados varia-
ba~, .en particular con respecto a los hospitales, los cuales eran respon-
sabIhdad de varios cuerpos, cuyos fondos habían sido despojados por
las políticas generales del gobierno. La Asamblea se había apresurado
a destruir lo viejo antes de construir lo nuevo. La supresión de los
edificios religiosos en particular había constituido el último indicio,
y las víctimas de la indigencia tuvieron que sufrir más por la falta de
330 ERA DE REVOLUCIONES
\
1
ERA DE REVOLUCIONES
RUSIA: 1462-1730
Esta sección no puede ser más que una 'pequeña nota en el present~
capítulo, ya que Rusia contribuyó con poco en la esfera de la admi-
nistración pública, debido a que durante este periodo no fue sino lo
que hoy se denominaría un país en desarrollo, que buscaba activa-
mente la instrucción y el ejemplo más allá de sus fronteras; además,
todavía estaba muy lejos de ]a cuarta de nuestras revoluciones germi-
nales por la que, en 1917, estaba destinada a aumentar otra página
importante a ]a historia del Occidente.
La historia de Rusia se remonta al establecimiento de los Esta-
dos esclavos de Kiev y Novgorod por aventureros provenientes del
este de Escandinavia en el siglo rx" 1 Hacia fines del siglo siguiente
se establecieron relaciones comerciales entre Kiev y Bizancío, y el
cristianismo llegó a Rusia acompañado por las influencias del arte
y la literatura bizantinos, los cuales seguirían estando presentes a
pesar de la invasión y las conquistas de la horda tártara de 12~8
en adelante.
4a lbid., p. 502.
352 ERA DE REVOLUCIONES
más, entre otros factores, las prácticas fuera de toda ética de sus agen-
tes la arruinaban. No obstante, durante un tiempo se acumularon las
ganancias en Inglaterra provenientes de la importación de pieles y
materias primas, muchas de las cuales eran fundamentales para la
construcción de barcos."
Los métodos tiránicos adoptados por el Estado ruso para incre-
mentar el ingreso, si bien tuvieron un éxito inmediato, se calcularon
muy apresuradamene para vencer sus propios objetivos. De esta for-
ma los agentes del centro acudían a las áreas de producción para
adquirir cosechas y mercancías a sus propios precios y venderlas con
ganancias excesivas, con el inevitable efecto de restringir la produc-
ción futura. Incluso el gobernante actuaba como posadero, impulsan-
do así la embriaguez en un medio en que dicho impulso ya no era
necesario para hacer negocio. Giles Fletcher, embajador de la Reina
Isabel, informó que "en todo pueblo grande de su reino el Empera-
dor tiene un cabák o taberna en donde vende aquaoitae, cerveza, etc.
De estos negocios él recibe una renta que Ilega a una gran suma de
dinero" .45
Las influencias bizantinas son evidentes en el cruel código crimi-
nal de Iván el Grande, y dichas influencias sobre las instituciones
contemporáneas pueden llevarse hasta el Domo-stroi, un libro de
administración doméstica escrito en parte por Silvestre, el religiOSO
pero despiadado consejero de Iván. Puede haber relaciones semejan-
tes en el sistema de administración central de las Prikazy u oficinas,
que ya existían hacia el siglo XVI. En total había cuarenta de ellas que
funcionaban más como oficinas domésticas que como departamentOS
de Estado. Estaba, por ejemplo, un Prikaz para las embajadas vincu-
ladas con las relaciones exteriores, pero no fue sino hasta con el
reinado de Alejandro (1645-1676) cuando adquirió una verdadera
importancia. Estaba apuntando entonces la época de la reforma,
para ser llevada adelante de manera dinámica por el hijo menor de
Alejandro, el hábil pero cruel y despiadado Pedro el Grande (gob.
1689-1725).
A pesar de ser un hombre rústico y amante de los deportes crueles,
con un fuerte sentido práctico y una escasa comprensión del intelecto,
Pedro se dio cuenta de que las instituciones rusas no eran adecuad~s
para hacerlas ingresar al nuevo mundo, como ocurría ya en Escandl-
46 B. H. Sumner Peter the Great and the Emergence 01 Russia, English Univer-
sities, 1950, p. 126. '
ERA DE REVOLUCIONES
51 Gladyn Scott Thomson, Catherine the Great and. the Expansion o/ RlIJsio,
English Universities, 1947, pp. 96-108.
ERA DE REVOLUCIONES 357
I
más allá de las esferas del gobierno y la administración, dieron én-
fasis a la justicia y la policía, y en esencial estaban convirtiendo a
Rusia en un Estado policiaco, según el modelo del cameralismo ale-
mán, que Pedro había aprendido de los eruditos alemanes que habían
frecuentado su corte. Sin embargo, su Estado policiaco -mejor des-
crito como un Estado regulador- fue mucho más constructivo de lo
que hoy en día supone el término. La idea básica de la comunidad
regulada por las leyes se encomienda a Pedro, quien consideraba la
1 no observancia de la ley como el principal mal de Rusia. La inculca-
ción del temor y la utilización del castigo inmediato estuvieron acordes
con su propia actitud despiadada y su temperamento impetuoso. Físi-
camente fue un hombre fuerte y nunca hubiera dudado en ejecutar
una sanción a sus asistentes con su propia mano y en el lugar de los
hechos. Así, aunque tuvo un verdadero anhelo por producir un nue-
vo espíritu en Rusia, él mismo estaba moldeado muy de acuerdo con
l~ sociedad en la que había sido criado como para alcanzar su obje-
tIVO. Administrativamente, el suyo fue un reinado extremadamente
fructífero, pero en las circunstancias de la época la administración
estaba lejos de ser suficiente.
1I
I
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS
I
mayo de 1855, un impulso un tanto torpe que desapareció poco a
poco, pero que merece ser recordado como el único intento organi-
zado en Gran Bretaña por acometer un movimiento reformista del
5 White, op. cit., p. 412, cita de Freeman Hunt, Hunt's Merchants' Magazine,
xxvllí (1853), p. 776.
6 tu«, p. 429.
T White, The Republican Era, 1869-1901, Maemillan, N. Y" 1958, p. 280.
,
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 367
Que el presidente de los Estados Unidos está autorizado a través
de la presente para expedir las normas y reglas para la admisión de
personas a~ servicio civil de los Estados Unidos con el objeto de me-
jorar su nivel de eficiencia, y determinar la idoneidad de cada can-
didatocon relación a su edad, salud, carácter, conocimientos y habi-
lidad para la rama del servicio a la que desea ingresar; y para lograrlo
el presidente está autorizado a emplear a las personas adecuadas para
conducir dichos exámenes, para prescribir 'sus obligaciones, y estable-
cer las normas para la conducta de las personas que reciban nombra-
mientos en el servicio civil. 8
14 History 01 the Federal Civil Seruice, 1798 to the Present, Offidal, Washington.
páginas 53.{¡3.
372 DESARROLLO DE SISfTEMAS MODERNOS
I
der a la manera propia de un estadista. Estas investigaciones ya habían
tenido algún progreso cuando Trevelyan y Northcote firmaron su
informe sobre The Organization of the Permanent Civil Service el
23 de noviembre de 1853. No es exagerado el destacar este documento
de entre una serie considerable de informes gubernamentales como
uno de los documentos más importantes y perspicaces de la época
moderna. Su contenido y su suerte ya han sido abordados brevemente.
Durante sus fructíferas faenas en el Tesoro, Trevelyan no se
encontró tan agobiado como para perder el contacto con los asuntos
de la India. Había entendido la verdad de que la administración era
un elemento universal en la sociedad humana y que era función del
alto practicante el considerarla y establecerla claramente en su ámbito
universal. Al haber constituido un instrumento para la aplicación de
las lecciones de un gran, experimento oriental a los requerimientos
administrativos de la tierra madre Trevelyan estaba preparado para
regresar a su primer amor. La carrera específica del "Sir Gregory
Hardlines" 19 de Anthony Trollope llegaba a su fin.
y así, en 1859 dejó el Tesoro de S. M. en Londres para tomar
posesión del importante cargo' de gobernador de la presidencia de
Madrás. Muy pronto Trevelyan inauguró una reforma que obtuvo
el apoyo masivo del pueblo, pero esta popularidad no lo salvó de
las consecuencias de un error de juicio que permitió que la publicidad
expresara puntos de vista críticos de un esquema de contracción finan-
ciera propuesto por el Consejo de la India. Nuevamente se solicitó
la presencia de Trevelyan en 1860. Había una gran controversia por
todo el territorio. Lord Palmerston, el entonces Primer Ministro, al
defender su acción ante el Parlamento declaró: "Indudablemente se
conduce a una fuerte censura sobre un acto de la conducta pública
de Sir Charles Trevelyan, si bien Sir Trevelyan cuenta con impor-
tantes méritos en su carácter para que sean oscurecidos y olvidados
por una sola acción, y confío en que en su carrera futura pueda ser
útil al servicio público y se honre a sí mismo." En el mismo tono
Sir Charles Wood, presidente de la Oficina de Control dijo:
21 Por ejemplo, Lord Hailey, An African Suroey, Oxford, 1938 y edición posterior,
gran cantidad de valiosa información al respecto.
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 379
22 Sir Charles Jeffries, T'he Colonial Office, ABen &: Unwin, 1956.
23 J. A. Cross, Whitehall and the Comm01lwealth, Routledge, 1967.
j
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 381
25 iu«, p. 54.
26 tua, p. 55.
?:1 tu«
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 383
so Para una relación personal de dichas rutinas consultar a Kenneth Bradley. The
Diary 01 a District Officer, Harrap, 1943.
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 387
ll.2 A. L. Adu, The Civil Serviceln Neta African States, ABen Be Unwin, 1965. p. llL
f
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 391
33 Ralph Brabanti (comp.) , .Asian Bureaucratic Systems Emergent [rom the Britisñ
Imperial Tradition, Duke University, 1966.
392 DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS
34 Leonard Schapíro, The Communist Party 01 the Sooiet UniO'n, Methuen, ed,
1966, pp. 38-39.
394 DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS
36 A. Denisov &: M. Kirichenko, The Soviet State Law, Moscú, 1960, p. 371.
396 DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS
te" está constituido de esta manera, no sólo por aquellos jefes ministe-
riales de los departamentos funcionales normales con orientaciones
políticas sustanciales, sino también por los jefes de los distintos comi-
tés y organizaciones de producción y planeación económica que for-
man una parte esencial del gobierno de una comunidad que está
ampliamente socializada, o como en el caso de la URSS casi totalmente
socializada.
De este modo, el ejecutivo activo de la URSS es responsable de
la administración general de todos los sectores, sin compartirla o
delegarla en las repúblicas unidas, incluyendo el presupuesto nacional
y el plan económico, el mantenimiento del orden público, el llamado
a los ciudadanos para las fuerzas armadas, y las relaciones exteriores.
Los órganos de la administración estatal estaban fundamentados
democráticamente, de acuerdo con la insistencia leninista de que las
masas del pueblo trabajador debían ser llevadas a la administración /
pública lo cual se ejecutaba colocando dichos órganos bajo la super-
visión continua de los soviets a los distintos niveles. El principio de .
la legalidad era importante en el funcionamiento de estos cuerpoS
públicos que tenían que operar de acuerdo con la ley. La planeación
era un elemento esencial en la producción socialista, dirigida a la
coordinación y al funcionamiento armónico de todos los órganos del
Estado, los cuales estaban subordinados tanto a la jurisdicción gene-
ral como a la supervisión del cuerpo público inmediato superior en
la misma jerarquía administrativa. El objetivo general era acoplar lo
mejor posible la contribución local y la contribución de la comunidad,
como un todo.
Tomando en consideración la gran dimensión y profundidad de
la administración pública de la URSS, que funciona a todos los niveles
gubernamentales desde la Unión en su totalidad, pasando por las
Repúblicas de la Unión, hasta los distintos niveles provinciales, dis-
tritales y pueblerinos ya mencionados, es evidente que la red adminis-
trativa era sumamente compleja y penetrante en todo y que sin una
iniciativa de control bien tejida hubiera tendido a la incoherencia
y la falta de dirección. Esta situación se agravaría por la necesidad
constante, en una situación rápidamente cambiante, de reacondicionar
continuamente el patrón administrativo, con todos los problemas de
tener que empezar de nuevo. A pesar del efecto adverso del freno
aplicado por los hábitos burocráticos normales, de los que Rusia tenía
una gran experiencia por los' regímenes anteriores hasta el grado de
que se habían convertido en parte del panorama nacional, estas ten-
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 399
tos con sus miembros y con otros, explicarse y hacer todo lo posible
por llevar adelante los objetivos para los que la organización había
sido concebida. Con este fin en la mira emprendió muchas jornadas
arduas y prolongadas en el exterior y actuó en realidad como un
exitoso agente de relaciones públicas. Un desarrollo organizativo que
fue insólito para la época, y significativo para el futuro del gobierno
internacional fue el establecimiento de un sistema de oficinas ramales
de la OIT en varios países. 51
Como un servidor activo de Gran Bretaña, Phe1an se encontró
en una buena posición para experimentar y determinar el impacto
del enfoque francés, no solamente a través de Thomas, sino también
a través de otros miembros de un personal que al principio fue como
partido virtualmente entre nacionales franceses y británicos. Parece
informar con gran justicia, admitiendo su aprecio por ciertos aspectos
de las actitudes francesas en la administración, en cuanto pudo como
prenderlas. En un principio no le agradaba la costumbre de Thomas
de reunir a todo el personal para discutir los problemas y adelantos,
práctica que naturalmente surgió de la experiencia de Thomas en las
uniones comerciales. No era un impulso natural del administrador
en Gran Bretaña el llevar a las discusiones a simples subordinados 52
(si bien debe destacarse que el whitleyismo había llegado a inculcar
- nuevas ideas) . En realidad ésta se convertiría en una táctica reconocida
de buena administración. Sabemos que Thomas se confundió con el
archivo y el sistema de registro británicos y demostró una reacción
bastante natural en contra de la inexistencia de archivos, en los que
estaba muy. interesado, depositados en el archivo central donde esta-
rían a disposición de todos. Correctamente, Phelan mantuvo su entu-
siasmo por el sistema del registro central, pero él mismo parece no
haber estado enterado de que en ese entonces había muchas ramas
ejecutivas en el servicio civil británico en donde las funciones vitales
no eran compatibles con el sistema de archivo central y por lo tanto
era limitado el grado hasta el cual participaba la rama local en el
sistema de registro general. 53
Thomas introdujo el cabinet personal que era desconocido para
los ingleses, pero en este caso, admite Phelan, cualquier posibilidad de
interferencia por los oficiales del personal era nulificada por el hecho
54 lbid., p. 65.
55 tus; pp. 20-21.
412 DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS
LA ADMINISTRACIÓN INTERNACIONAL
lI6 Georges Langrod, The International Civil Seroice, Síjthoff, Leydeq,1963. p. 1I5.
DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS 413
62 Lord Salter, Memoirs 01 a public Seroant,. Faber & Faber, 1961, pp. 147·148,
• La obra fue elaborada antes del ingreso de JaVier Pérez de Cuéllar, del Perú, como
Secretario General. (Ed.)
422 DESARROLLO DE SISTEMAS MODERNOS
425
426 ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA
5) Empleo (Trabajo)
6)
Seguridad Social (Servicio Social)
Educación y Cultura (Ciencia, Asuntos Religiosos)
7)
Del Interior (Asuntos Internos, Gobierno Local)
8)
9)
Justicia ,.,
10) Seguridad Nacional (Defensa, Ejército, Marina, etc.)
11) Del Exterior (Asuntos Exteriores, de Ultramar)
7 The Civil Sen/ice: uol-r l - Report o{ the Committee, 1966-1968, Cmnd- 3638,
HMSO, 1968, especialmente cap. 1, pp. 9-14.
436 ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA
EL GOBIERNO LOCAL
G Brian Chapman, The Prelects and Provincial France, Allen Be Unwin, 1955, p. 72·
ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA 441
Control, Allen &: Unwin, 1937, y Lincoln Gordon, The Public Corporation in Great
Britain, Oxford, 1938.
16 Bernard Schwarts, American Constitutional Lato, Cambridge, 1955, pp. 1I6·1I9.
16 H. A. Hanson (comp.), Public Enterprise, InternationaI Institute of Admínís-
trative Sciences, Bruselas, 1955, pp. 32-34.
444 ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA
23 Hanson, op- cit., "A Theory of Public Industrial Enterprise", por W. Friedmann,
páginas 20-21.
448 ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA
24 Walter Gellhorn, Ombudsman and Others, Harvard, 1967, pp. 314 ss-
ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA :tPOCA 449
241 Publicación oficial, The State Comptroller of Israel and Bis Office at Work,
State ComptrolIer's Office, Jerusalén, 1963.
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por los políticos y colocado una amplia área de actividad política más
allá del ámbito del escrutinio democrático. La creación de una galaxia
de oligarquías poderosas dentro de la esfera pública constituye un mal
generado más o menos espontáneamente que está siendo aceptado por
la mayoría como cuestión natural y no sin un reconocimiento favora-
ble del sector influyente, que podía esperar obtener el mayor beneficio
de dichos nombramientos.s" Por el bien de la sociedad esta tendencia
hacia la burocracia tendrá que contenerse, probablemente a través de
la invención y la construcción al interior del sistema de una serie de
salvaguardias automáticas, o el reconocimiento de que las formas más
recientes de administración pública tienden a pasar el punto en el que
la superioridad sobre las viejas formas puede seguir considerándose
otorgado.
3tl De entre las numerosas obras sobre' administración general a ambos lados del
Atlántico, las siguientes pueden consultarse: G. E. Milward, An Approach to Manage.
ment, Macdonald, 1946; 'W. H. Newman, Administrative Action, Pitrnan, 1951; E. F. L.
Brech, Organization: T'he Frametuork 01 Management, Longmans, 1957; B, N. Gross,
The Managing 01 Organizations, Free Press of Glencoe, N, Y, 1964; Y Sir Geoffry
Vickers, Towards a Sociology 01 Management, Chapman Se: Hall, 1967.
34 Sobre el primero está William Brownrigg, The Human Enterprise Process and
its Administration, Univ, of Alabama, 1954, y sobre el último F. W. Riggs, The Ecology
01 Public Administration, Asia Publishing House, 1961.
35 Entre las obras generales de Gran Bretaña están S. E. Finer, A Primer o/
Public Adrninistration, Muller, 1950 y E. N. Gladden, The Essentials 01 Public Adminis-
tration, Staples Press, 3- ed, 1964; y sobre historia general la obra un tanto breve
The Deoelopment 01 Public Seruices in Western Euro-pe, 1660-1930, Oxford, 1944, por
Ernest Barker-
458 ADAPTACIÓN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA
37 Urwick y Brech, op. cit., pp. 20-27, incluye una fotografía de la "Máquina
Diferencial" de Babbage.
ADAPTACIóN A LAS NECESIDADES DE UNA NUEVA ÉPOCA 461
I
I
1
íNDICE
l. EUROPA MEDIEVAL. ERA DE EXPERIMENTO (l000 A 1500) 7
La sociedad feudal 8
En el contexto anglosajón 11
Finanzas: el curso de la tesorería 15
. Desarrollo de la administración del palacio .. . . . . . . . . . . 20
Administración en las localidades 23
Técnicas de desarrollo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Típicos administradores de la época. . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
El creciente ámbito de la administración 46
China y el Occidente . o •
250
o ••• o ••••••••• o ••• o o •••• o • o
, .",
VII. LA POLITICA DE LA INDIAS A 1853 1556265 o • o ••••• o • o o
1
,
1
I
I,
1
,